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Quemaduras de fuego en niños: ¿cómo prevenirlas?

Las quemaduras son una causa importante de lesión accidental e incluso muerte en las infancias, siendo especialmente frecuentes en los primeros cinco años de vida (en particular entre los 12 y los 24 meses). En este artículo se abordan cuáles son las medidas de prevención de quemaduras provocadas por fuego directo.

En general, las quemaduras en la infancia son superficiales y de poca extensión, aunque en ocasiones pueden ser más profundas y provocar importantes daños funcionales, estéticos, psicológicos e incluso la muerte. Las más comunes son producidas por fuego directo, seguidas por las escaldaduras (quemaduras por líquidos calientes), y en mucha menor proporción por quemaduras de contacto químicas o eléctricas.

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Las quemaduras de fuego involucran los daños en el tejido producidos por el calor directo. Ante una quemadura por fuego, la primera conducta será retirar al niño de la fuente de calor. Si agarra llama, trate de que el pequeño no corra (aviva la combustión), sino que se acueste en el suelo y ruede, procurando apagar las llamas con lo que tenga más cerca (agua, extintores, mantas, otra ropa).

Primeros auxilios de una quemadura

• Enfriar la zona afectada de forma inmediata con agua fría (no helada) o compresas frías por al menos 20-30 minutos. De esta forma se reduce el dolor y la probabilidad de extensión y profundización de la quemadura. No aplique hielo.

• Si la ropa de su hijo está adherida en la zona quemada, no intente retirarla. En su lugar, corte la ropa alrededor y deje la quemadura intacta. Intentar sacar la ropa puede llevarse piel y otros tejidos y generar mayor daño. Busque atención médica de inmediato. Extraiga las joyas y relojes antes que la hinchazón no lo permita.

• Si se forma una ampolla, no la rompa. Consulte inmediatamente y será el cirujano plástico quien decida el mejor tratamiento de la ampolla.

• No aplique ninguna crema, ungüento, aceite ni aerosol a la zona quemada.

• Cubra la quemadura con una gasa o venda limpia y estéril.

El tratamiento de las quemaduras depende del lugar que afecte y de la gravedad de la lesión. Las quemaduras menores generalmente pueden tratarse en casa, mientras que las quemaduras profundas o extensas requieren atención médica inmediata. Independientemente del lugar y la extensión de la quemadura, es recomendable siempre realizar una consulta médica oportuna ante quemaduras de niños por su potencial repercusión.

Ante quemaduras que abarquen manos, pies, cara, ingle, glúteos, una articulación principal o un área grande del cuerpo, que tengan un aspecto carbonizado o parches negros, marrones o blancos, quemaduras provocadas por sustancias químicas o electricidad, o si el niño tiene dificultad para respirar, busque atención médica de forma urgente.

¿Deja cicatriz la quemadura?

Cuanto más profunda sea la quemadura, más posible que deje cicatriz. Las quemaduras leves, que dejan ampolla, en general no dejan cicatriz, mientras que aquellas quemaduras que generan ampollas algunas veces dejan cicatriz o sanan dejando la piel de alrededor de un tono diferente.

Para reducir la posibilidad de que aparezca una cicatriz, mantenga la zona cubierta hasta que haya sanado con nueva piel sin que se humedezca. Después debe proteger del sol la zona de la quemadura por lo menos durante un año para evitar que se oscurezca la piel.

Prevención de quemaduras por fuego

Es recomendable instalar detectores de humo en los lugares donde se use fuego con frecuencia (cocina, barbacoa, estufa a leña, etc.) y guardar bajo llave los líquidos inflamables (nafta, querosene, alcohol), siendo mejor almacenarlos afuera de la casa. Establezca zonas prohibidas, bloquee el acceso a la estufa, la chi- menea, el parrillero, los calentadores y los radiadores. No deje niños desatendidos cuando estos objetos estén en uso.

A continuación se comparten algunas recomendaciones para evitar quemaduras por fuego:

• Evite fumar en el interior y en la cama y asegúrese que los cigarros estén bien apagados antes de tirarlos.

• Previo a desechar las brasas de parrillas o estufas, revise que estén bien apagadas.

• Coloque parachispas delante de las estufas.

• No deje comida cocinándose sobre la estufa o parrilla sin prestarle atención.

• Guarde los fósforos, encendedores y velas lejos del alcance de los niños.

• Evite el uso de fuegos artificiales.

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