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‘Mariposa Negra’, crónica de un tumor diagnosticado en el cerebro

POR IRMA IDALIA CERDA

Un “intruso”, es así como la periodista Mónica Mateos decidió llamar al tumor que le fue detectado en el cerebro hace 13 años. Primero, asimiló la noticia, y poco a poco fue siguiendo el proceso como todos aquellos que tienen que enfrentar un diagnóstico de tal magnitud.

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“Mariposa Negra, Diagnóstico: Tumor Cerebral”, es el título de la crónica realizada por Mateos, que fue presentada en la pasada edición de la Feria Universitaria del Libro UANLeer 2023.

“Yo creo que lo primordial siempre cuando te dan un diagnóstico, es que tengas la información clara y completa, porque lo que causa medio e incertidumbre, y a veces hasta complicaciones hasta en tu estado de salud, es no saber lo que va a pasar.

“Y luego, no sé si sea una virtud o deformación periodística que tiene uno de siempre querer saber todo y por qué; en mi caso fue a partir de un hallazgo de mi ginecóloga - a quien le agradezco eternamente- porque yo dejé de menstruar”, expresó la periodista cultural de La Jornada.

Recordó que su doctora le pidió concretamente que se hiciera una radiografía de “silla turca”, cavidad que pertenece a la anatomía de uno de los huesos del cráneo.

“Y en ese momento ella no me dijo nada más, pero ya sabes, me quedé con la inquietud y me metí al internet para ver qué resultados había con ‘silla turca´ y siempre me salía tumor, tumor, tumor; y dije, no, no creo.

“Y quise llevar una libreta porque empecé a tratarme en el Seguro Social, y ya sabes que ahí no tienes un médico asignado, entonces cada vez que iba a consulta me tocaba un doctor diferente que me decía: `a ver, cuéntemelo todo´, y cómo no tengo buena memoria, yo anotaba todo y usaba esa libreta solamente para eso”, refirió.

Esa libreta fue de mucha utilidad para Mónica porque además de que ahí registraba toda la información que iba obteniendo conforme acudía a las consultas, se hacía estudios y lo relacio- nado al tratamiento, ella también tomaba nota de otras eventualidades.

“Cuando empecé anotar cositas como que: este día me paso esto y tal, al final de todo el proceso vi que tenía una libreta llena de datos que al final me sirvieron para escribir este libro”.

Entre lo que investigó Mateos que incluye en su crónica se encuentra lo siguiente: “En México, mi país, por cada millón de habitantes, alrededor de cinco mil personas tenedor un tumor cerebral, y al parecer la cifra va en aumento, dicen los médicos.

“Por increíble que parezca, los investigadores no saben a ciencia cierta por qué se originan: que si la herencia, que si las sustancias tóxicas, inclusive algunos piensan que un golpe fuerte en la cabeza puede ocasionar la presencia de un tumor”.

Red De Apoyo

“En la primera sesión de la radioterapia conozco a varias personas a las que veré casi todos los días durante los siguientes tres meses. Por ejemplo, al pequeño Eric, que tres años, que tiene la cabeza rapada y una gran cicatriz en forma de U del lado derecho, cerca de su oreja.

“Está vestido con su pijama del Hombre Araña, le serie a todo el mundo cada vez que levanta la vista y deja de jugar con su cochecito azul”, narra Mónica en uno de los capítulos del libro.

Dijo que, al estar platicando con otros pacientes, se dio cuenta de lo importante que era compartir con ellos, porque era una forma de sentirse acompañada.

“Eso de hacer comunidad también con las personas que padecen la misma enfermedad es bien importante, porque platicando entre todos, decimos no estamos tan mal, aquí seguimos”.

Destacó que durante ese tiempo aprendió que se requieren tres cosas para sanar: “Primero: que tienes que tener una red de apoyo integrada principalmente por tus seres queridos: es decir, con tu familia, con tus amigos, y a quienes no te tiene que dar pena pedirles ayuda.

“En segundo lugar, que se tiene que tener la información correcta, incluso si son cosas terribles, porque el medico te tiene que hablar claramente hasta en el momento que nos -o le- preguntamos si nos vamos a morir.

“Porque lo que aprendí ahí es que para sanar, no es que se te cure la enfermedad, es aprender a vivir con ella, y eso te lo tiene que enseñar tu médico y también tú le tienes que tener confianza”, afirmó.

Otros Hallazgos

Sin embargo, antes, durante y después de la cirugía para retirar el tumor de su cerebro, la periodista también anotó en su libreta algunas irregularidades que encontró en el Hospital como la de un tomógrafo “fantasma”, además de los privilegios que gozaban los pacientes recomendados.

“Pues ahí se me iban presentando las cosas como un día que me fui a hacer unos análisis vi unas cajas con un tomógrafo de marca Philips y me llamó la atención, pensé que era nuevo o estaba descompuesto, y se me hizo raro que estuviera guardado, porque hace falta, hay mucha gente que lo necesita.

“Y de pura curiosidad escribí al portal de transparencia para pedir que me dieran los datos de todos los tomógrafos, y no estaban ni en los descompuestos ni en los nuevos; entonces ¿cuál era la razón de que los tenían ahí? “, se cuestionó en ese momento.

“Lo más sorprendente fue que la información no se mencionaba ningún tomógrafo mar- ca Philips. La institución reportó un Toshiba, el cual tuvo un costo de 12 millones 150 mil pesos; otro General Electric, más baratillo de 7 millones 50 mil 285 pesos, ambos adquiridos en el 2010. El equipo de resonancia magnética que confirmaron tener, fabricado por Siemens, fue adquirido en 2004 por 14 millones 94 mil pesos”, precisa en el libro.

Esta experiencia que tuvo Mónica a nivel personal y ahora a nivel profesional, le ha dado muchas satisfacciones, pues de alguna manera siente que las personas que lean “Mariposa Negra, Diagnóstico: Tumor Cerebral”, pueden sentirse acompañadas mientras están en una sala de espera, aunque no necesariamente padezcan del mismo problema de salud.

Por otro lado, considera que ahora más que nunca los profesionales de la comunicación se deben acercar a los temas de salud, ya que la población necesita estar mejor informada al respecto.

“Se me hace importante que nosotros los periodistas nos acercamos a ese tipo de temas en nuestra cobertura diaria y ya lo vimos con el Covid-19, porque hace tres años no sabíamos qué era un oxímetro y ahora lo sabemos, por mencionar un ejemplo”.

Mónica Mateos nació en la Ciudad de México en 1967. Estudio Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Sociales y Políticas de la UNAM y también ha realizado estudios de Arte en la Academia de San Carlos. Desde 1991 pertenece al equipo de reporteros de La Jornada. Actualmente combina el periodismo con la docencia. v

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