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Negligencia que roza la muerte
Por Emanuel Su Rez
FOTOS: CORTESÍA
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Ha pasado casi un mes desde que una aparente negligencia médica dejó a Beleny Dailyn Gaona Flores en un “sueño profundo”, del que ya no le dan esperanzas de despertar.
La pequeña había ingresado al hospital 25 del IMSS para la colocación de unas válvulas de Ommaya, que le permitieran seguir con su tratamiento contra el cáncer, pero de última hora se decidió realizar a una nueva cirugía en la cabeza, en la que por error le desgarraron una vena, que hoy la tiene postrada en una cama y en estado de coma.
En abril de 2022, la pequeña de tan solo 10 años de edad y originaria de Matamoros, Tamaulipas, fue diagnosticada con un tumor en la cabeza. La gravedad de la malformación ameritó que de manera urgente se le trasladara a Monterrey, en donde ingresó a cirugía en julio del año pasado.
La intervención se desarrolló con éxito, logrando extirparle cerca del 80 por ciento del tumor, por lo que la vida de la pequeña regresó a la normalidad: de nuevo se pudo ver a Beleny cantar, bailar y sonreír.
Lamentablemente, el tumor regresó y del 20 por ciento que aún restaba en su cabeza se expandió hasta el 50, por lo que se optó por instalarle un catéter especial en la cabeza que le permitiera recibir la quimioterapia.
El 27 de junio, la menor llegó tranquila, e incluso sonriente, a su cita con el quirófano, pero la intervención programada fue modificada de última hora. A los padres se les informó que se intentaría remover el tumor por medio de una cirugía. Nunca imaginaron que la intervención no solo no ayudaría a la pequeña, sino que agravaría su situación.
“El mero día que la meten a quirófano, el neurocirujano tomó la decisión de que no se le iba a poner válvula, que mejor se le iba a operar otra vez el tumor. Aquí utilizó un procedimiento muy diferente al primero. En esta cirugía se le abrió toda su frente. A consecuencia de esto hizo un desgarre muy serio en la cabeza.
“Él salió muy quitado de la pena del quirófano y solo nos dijo que lo sentía mucho, que la operación había salido mal, que había desgarrado una arteria de su cerebro y que por eso no le pudo quitar lo que restaba de tumor.
“Nos dijo que había sido un procedimiento muy difícil y que entendiéramos, que en todas las cirugías hay riesgos”, expresó Álvaro Molina Limas, padre de la menor.
Desde entonces, la menor se encuentra inconsciente, atrapada en un sueño involuntario, que le impuso una aparente equivocación humana.
Sus signos vitales, aún estables, dependen de los tubos que fueron conectados por todo su cuerpo, esos que incluso ya le provocaron heridas en la piel.
Tras la fallida cirugía, un tsunami de sentimientos invadió a los padres de Beleny, su pequeña, quien apenas días atrás jugaba con muñecas, ahora estaba tendida en una camilla en estado de coma sin que alguien se hiciera responsable por el incidente.
“Desde el día 27 que entró al quirófano ya no ha despertado, ya no se ha movido, nada. Los doctores solo nos dicen que le están metiendo un antibiótico. Solo nos dicen que la niña ahí va, pero no se mira ningún progreso.
“Ya hablé a los Derechos Humanos, ya vinieron, ya chocaron. Hablé también a México para reportar esto y estoy viendo la manera de ver a mi hija”, mencionó el papá de Beleny.
Los padres intentaron pedir respuestas a las autoridades del hospital, pero en su lugar, lo único que obtuvieron fue que se vetara al señor Álvaro de las instalaciones, a las cuales, ya no puede ingresar por supuestamente haber amenazado a personal del IMSS.
Lo único rescatable del desafortunado encuentro fue que los padres de la menor consiguieron que un neurocirujano distinto al de la operación atendiera a la pequeña.
Y es que, la mala intervención no solo dejó inconsciente a la matamorense, también le provocó que su cabeza se llene de pus y sangre contaminada, misma que tiene que ser drenada constantemente.
“Yo le tomé fotos antes de entrar a quirófano y ella estaba bien, estaba estable. El detalle está en que el neurocirujano hizo un mal trabajo. Y al día siguiente, él se fue de vacaciones.
A casi un mes de la intervención fallida, Beleny ya ha sido operada seis veces más, sin que se perciban resultados positivos.
Hoy, un padre al exterior del Hospital 25 del IMSS clama por justicia para su pequeña. Pide que se responsabilice al neurocirujano que cometió el error y que se le permita ver a su hija.
Los días pasan para este hombre con discapacidad motora al que también ya se le agotaron los recursos económicos para sobrevivir en Monterrey.
Sin poder ingresar al hospital, cada noche desembolsa hasta 200 pesos por un refugio que, aunque precario, le permita pasar la noche para recargar pilas y seguir haciendo “guardia” a las afueras del nosocomio.
“Se nos acabó el dinero. Estamos gastando todos los días para comida, agua, cosas de limpieza y todo es más caro aquí en Monterrey. Nuestra gente en Matamoros nos ha apoyado, pero ya no tentemos nada”, dijo don Álvaro.
Por su parte, la madre de Beleny, Laura Gaona Flores, tiene la esperanza de que ocurra el milagro y que su hija vuelva a abrir sus bellos ojos negros.
Si alguien está interesado en apoyar a la familia, puede realizar algún donativo a la tarjeta BBVA Bancomer: 4152313982839248, a nombre de Alma Laura Gaona. v
HISTORIASdeFUTBOL
POR CÉSAR VARGAS
Quizá la única posición que los Rayados necesitan reforzar es la del número 10, que en teoría será ocupada por el español Sergio Canales.
El resto será un lujo, y podríamos decir que sería como aquellos enfermos a los que cada vez les recetan más dosis del mismo medicamento, cuando el problema no es la dosis, sino el medicamento.
Desde hace algunos torneos o años, cada torneo los Rayados realizan más