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Rayados necesita más carácter, no más refuerzos
fichajes, la mayoría de esos llamados “bomba”, pero después de un cierto tiempo se decepcionan al ver que ese jugador no llenó las altas expectativas.
Y al siguiente torneo vuelvan a la carga con más dosis del mismos medicamento, es decir más refuerzos por los que sacan la cartera dispuestos a pagar un precio alto por sus servicios, y después de un cierto tiempo, otras vez las decepciones.
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Ahora la afición vuelve a ilusionarse con la posible llegada, además de la de Canales, con la de Luis Chávez, quizá el mejor jugador de la Selección Mexicana
DÍASdeCOMBATE
POR GERARDO RAMOS MINOR en el Mundial de Qatar 2022.
Entiendo perfectamente el odio que la derecha siente por Andrés Manuel López Obrador.
Es por ello que no me extraña -y mucho menos me sorprende-, la feroz ofensiva que desde hace años mantienen en contra del presidente y su 4T desde ese moderno circo romano llamado Twitter.
Es más, estoy de acuerdo que en ocasiones muchas de las críticas contra la administración federal están justificadas, especialmente las que se refieren a temas como el crimen organizado, los apoyos a los deportistas de alto nivel y la defensa de ciertos personajes quienes aunque se pusieron el chaleco vino tinto siguen siendo impresentables.
Incluso debo aclarar que me pudre toda esta gira que están realizando las llamadas “corcholatas” por la República Mexicana cuando falta más de un año para la elección.
Durante los últimos días se han gastado horas en los programas de televisión, de radio, en las redes sociales y en las sobre mesas de los aficionados, sobre las posibilidades de que se vista de Rayado o elija una oferta del futbol de Rusia.
Canales representa la pieza que le hace falta al sistema de juego de los Rayados, un hombre que clarifique en el último tercio, que sepa filtrar balones con ventaja a los delanteros.
Pero fuera de eso, lo que necesitan los Rayados es un vestidor diferente, el surgimiento de una nueva mentalidad colectiva donde los jugadores saquen el carácter, la ambición y la fuerza mental en los momentos clave.
Hay que recordar que desde el Clausura 2016, cuando perdieron la Final ante Pachuca por un penalti errado y una falla de marcación en el cierre del partido, el Monterrey ha encadenado una serie de fracasos en los que resaltan los errores individuales en los momentos determinantes.
Lo que necesita el Monterrey es otro carácter, más temple, más ambición colectiva, no más refuerzos. v