2.1.3. Tratamientos poscosecha en cítricos: del laboratorio a las centrales hortofrutícolas Jorge Bretó Miralles jbreto@citrosol.com Productos Citrosol S.A.
Índice 1. 2. 3. 3.1. 3.2. 3.3. 4. 4.1. 4.2. 5.
Definición del problema El efecto multiplicativo de la distribución moderna La utilización de los fungicidas El tiempo de retraso permisible antes del tratamiento (RPAT) en la aplicación de los fungicidas Factores de variabilidad industrial en las aplicaciones de fungicidas La formulación: un factor de variabilidad “fácil” de controlar La resistencia a los fungicidas poscosecha Combatir las resistencias mediante tratamientos adecuados Combatir las resistencias mediante una adecuada higienización Control del podrido con sales y aditivos alimentarios
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Resumen Los cítricos son frutos bastante propensos a tener problemas de podrido, las pérdidas económicas en la distribución de cítricos en fresco en fresco pueden ser muy importantes. Más del 90% de estos podridos suelen estar causados Penicillium digitatum y Penicillium italicum. A nivel de laboratorio se ensayan diferentes tratamientos, seleccionándose sólo aquellos que ofrecen muy elevadas eficacias. Sin embargo, en la realidad industrial de una central hortofrutícola, nos encontramos diversos factores que tienen que ver con el uso de los productos de tratamiento, los equipos de aplicación, el nivel higiénico de las instalaciones, la aparición de cepas de hongos resistentes a los fungicidas entre otros, que debemos controlar para reducir al máximo la probabilidad de aparición de podrido en las llegadas de los cítricos a su destino final. Por otra parte, en poscosecha de cítricos hoy en día, hay pocas alternativas a los fungicidas convencionales, y sólo es aconsejable su uso para envíos locales. Aunque se está trabajando mucho en este campo y en el futuro esperamos poder tener “Tratamientos Alternativos” con un nivel de eficacia superior. Actualmente, están autorizados para su uso en cítricos el sorbato potásico y el bicarbonato sódico, respecto a este último no es aconsejable su uso en mezcla con ceras convencionales por su baja eficacia y afectar negativamente al control de la pérdida de peso.
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1. Definición del problema Los cítricos son frutos bastante propensos a sufrir el ataque de hongos patógenos que originan podrido, principalmente durante los periodos de almacenamiento y transporte. Si no se adoptan las medidas adecuadas, las pérdidas económicas en la distribución de cítricos en fresco en fresco pueden ser muy importantes. Este es el principal problema poscosecha de los cítricos. La gran mayoría de podredumbres en cítricos están originadas por hongos patógenos, cuyas esporas penetran a través de las heridas generadas durante la manipulación de la fruta, sobre todo durante la recolección. Se inicia el proceso de infección con un reblandecimiento de los tejidos y pérdidas de líquidos y abundante esporulación en algunos de ellos, como es el caso de Penicillium (Figura 1). temperatura
Lesión1
+
esporas
Infección
PODRIDO
Figura 1. Proceso de desarrollo del podrido por hongos patógenos de herida
Como puede observarse en los aislamientos e identificación de podrido llegados al laboratorio de Citrosol, durante la campaña 2013-2014 (Figura 2), más del 90% de los podridos suelen estar causados Penicillium digitatum e italicum. El problema se incrementa porque, como ya hemos explicado anteriormente, ambos hongos esporulan abundantemente. Estas esporas son de carácter aerógeno y se dispersan con facilidad dentro de la central hortofrutícola pudiendo infectar a otros frutos. Aislados Citrosol Campaña 2013-2014 70
10 0
Geotrichum
20
Cladosporium
30
P. citrinum
40
Rhizopus
50
P. italicum
60 P. digitatum
Nº aislados
80
Figura 2. Aislamientos e identificación de hongos patógenos causantes de podrido en cítricos durante la Campaña 2013-2014, en el laboratorio de Citrosol
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En una experiencia realizada por el Profesor J.W. Eckert (Eckert et al., 1989) (Figura 3), se estableció la frecuencia de infección de un fruto, en función del número de esporas que se depositan en una herida.
% de Infección
1.000.000 esporas
25 esporas Esporas de P. digitatum
Figura 3. Experiencia de J.W. Eckert (U.C. Riverside), que relaciona la probabilidad de infección en función del número de esporas depositadas en una herida.
Los resultados nos indican la importancia de tomar medidas para reducir al máximo los niveles de esporulación de estos hongos. Con el objetivo de obtener las mejores eficacias en el control del podrido, a nivel de laboratorio se ensayan diferentes tratamientos, seleccionándose sólo aquellos que ofrecen muy eficacias elevadas, en la mayoría de los casos cercanas al 100% del control del podrido. Sin embargo, la realidad industrial que nos encontramos en la central hortofrutícola no puede compararse con las condiciones de trabajo de un laboratorio, donde hay un elevado nivel higiénico, se trabaja con una cantidad relativamente pequeña, aunque representativa de frutos, se miden con exactitud las dosis aplicadas, se controlan perfectamente los tiempos de tratamiento, la temperatura, el perfecto mojado de todos los frutos por la solución de tratamiento, etc. En el día a día de la central hortofrutícola donde se procesan varios miles de kilos de fruta por hora, nos vamos a encontrar diversos factores que tienen que ver con el uso adecuado de los fungicidas, los equipos de aplicación, el nivel higiénico de las instalaciones, la aparición de cepas de hongos resistentes a los fungicidas entre otros, y que es de vital importancia controlarlos al máximo, si queremos tener éxito en nuestra tarea de reducir al máximo la probabilidad de aparición de podrido.
2. El efecto multiplicativo de la distribución moderna Actualmente, está bastante extendido el uso de preempaquetados, tipo malla o girsac en la comercialización de cítricos (Figura 4). Una malla o girsac, de clementinas de 2kg calibre 3/4 puede contener aproximadamente entre 32 y 36 frutos.
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Figura 4. Malla de naranjas con podrido
Esto significa que sólo un 0.1 % de frutos podridos en destino puede equivaler a un 3.6 % de preempaquetados con podrido: % de frutos podridos x nº frutos en el prepack = % de prepacks con podrido Por lo tanto, tenemos un problema difícil de resolver.
3. La utilización de los fungicidas Los fungicidas poscosecha pueden tener diferentes modos de acción, (Eckert y Ogawa,1985; Brown, 1988): -
Inactivando esporas depositadas en heridas Erradicando infecciones incipientes Protegiendo la piel de la infección de heridas realizadas después de la aplicación de fungicidas Inhibiendo la esporulación en la superficie de los frutos y la transmisión por contacto de varios podridos Inhibiendo el desarrollo de infecciones latentes
La gran mayoría de los fungicidas de síntesis utilizados en poscosecha de cítricos, son eficaces en el control de Penicillium, pero no todos ofrecen un buen control de la esporulación (Figura 5). De hecho, sólo Imazalil y Procloraz son capaces de inhibir el desarrollo de esporas. El Imazalil con un LMR ampliamente establecido a nivel mundial, es el principal ingrediente activo utilizado en poscosecha de cítricos. Sobre él giran las principales estrategias de control del podrido con fungicidas convencionales, por poseer ambas cualidades: excelente control sobre Penicillium y ser capaz de controlar la esporulación.
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Fungicida
Control de Penicillium sensible
Control esporulación
Control Penicillium Imz-R
TBZ
++
+
++
OPP
++
0
++
IMAZALIL
+++
+++
0
PROCLORAZ
+++
+++
0
PROPICONAZOL
+++
+
0
PIRIMETANIL
+++
+
+++
FLUDIOXONIL
++
+
++
Eficacia: 0=Nula, +=Moderada, ++=Buena, +++=Excelente Figura 5. Eficacias de los fungicidas más utilizados en Poscosecha de cítricos Fuente: Brown “Decay control /fungicide applications” y otros; Bayer Cropscience, Janssen; Zang et al, Kanetis et al. “Comparative efficacy/new fungicides”, J.E. Adaskaveg “Management of postharvest fungal decay in California citrus production”, datos internos Productos Citrosol S.A.
Tanto para reducir la probabilidad de cepas resistentes a Imazalil (Penicillium Imz-R), como para combatirlas en caso de que aparezcan, es importante combinar el Imazalil con otro fungicida con un mecanismo de acción diferente, y de todos ellos el mejor posicionado para este fin es el Pirimetanil (Figura 6). CONTROL
PPZ
IMZ PCL
Figura 6. Evolución de la esporulación con diferentes tratamientos fungicidas
3.1. El tiempo de retraso permisible antes del tratamiento (RPAT) en la aplicación de los fungicidas El tiempo de retraso permitido antes del tratamiento, se define como el tiempo que transcurre entre la inoculación del patógeno y la aplicación del tratamiento fungicida sin que la eficacia
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fungicida se vea mermada. En el caso de la manipulación de cítricos a nivel industrial, cuando hablamos del momento de inoculación nos referimos al momento de la recolección. En el caso del Imazalil, el RPAT es de 28 horas a 20-25ºC, incrementándose conforme se reduce la temperatura, tal y como puede observarse en esta experiencia de Wild y Spohr (1989) (Figura 7).
% de Podrido
80
Tto: IMZ 500 ppm Hongo: P. digitatum
Wild and Spohr, 1989
20ºC
60 25ºC
15ºC
40 10ºC 20
0
20
40
60
80
Retraso del tto. (hs)
RPAT IMZ ≈ 28 hs a 20-25ºC Figura 7. Efecto de la temperatura en el retraso permisible utilizando Imazalil en el control de Penicillium digitatum
Es importante señalar que el Imazalil tiene un RPAT superior al resto de fungidas poscosecha. Como puede observarse en esta otra experiencia (Figura 8) en el caso del Fludioxonil a las 9 horas la eficacia sobre Penicillium se reduce, existiendo diferencias estadísticamente significativas respecto a Imazalil y Pirimetanil.
Flu
Flu
Tiempo retraso permisible (h)
Figura 8. Retraso permisible en ensayos de laboratorio en limones. Tratamiento en baño (1.200 ppm de Fludioxonil y Azoxistrobin, y 1.000 ppm de Imazalil y Pirimetanil) Inoculación con 106ufc/ml Penicillium digitatum. Evaluación después de 6-7 días a 20 ℃ Fuente: Foster et al., 2007
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La recomendación general es tratar dentro de las primeras veinticuatro horas posteriores a la recolección. 3.2. Factores de variabilidad industrial en las aplicaciones de fungicidas Dependiendo del sistema de aplicación que se utilice, podemos obtener niveles de eficacia variables. Dentro de cada uno de ellos, existen muchos factores que, si no tenemos en cuenta, van a incidir negativamente en los resultados de control del podrido (Tabla 1). Tabla 1. Factores de variabilidad Industrial en las centrales hortofrutícolas Método de aplicación Drencher Balsa
Drench on line Spray no recuperable Cera
IRP (Eficacia) Alta 90-98% Muy alta 93-99% Muy alta 95-99% Variable 5-90% Media 50-80%
Factores de variabilidad industrial Capacidad para mojar, dosis, alteraciones en el caldo de tratamiento, pH del caldo, condiciones higiénicas Temperatura del caldo de tratamiento, tiempo de inmersión, formulado (uso de EC en el agua), higiene y pH del caldo de tratamiento Ídem balsa pero el tiempo de tratamiento es más fácil y homogéneo Muy elevada por las obstrucciones en las boquillas y la cantidad de tratamiento que llega a cada fruta Similar al NRS pero los problemas relacionados con las boquillas son fácilmente detectables. Pobre o mala incorporación del fungicida a la cera.
La consecuencia de la variabilidad en los sistemas de tratamiento es la variabilidad en los resultados: control del podrido y niveles de residuos en fruto. 3.3. La formulación: un factor de variabilidad “fácil” de controlar En muchas ocasiones podemos encontrar en el mercado, diferentes tipos formulaciones para un mismo fungicida y es muy importante saber elegir cual es el más adecuado para cada tipo de aplicación. En poscosecha de cítricos, encontramos un ejemplo muy claro en el caso del Imazalil, el cual podemos encontrar en el mercado formulado de dos maneras distintas, como emulsión concentrada (EC) o en forma de líquido soluble (SL). Emulsión Concentrada (EC): en este formulado la materia activa está en un medio líquido (disolvente o diluyente) no miscible con el agua, por lo que se añaden emulsionantes y otras sustancias que permiten que al adicionar agua y agitar se forme una emulsión relativamente estable. Normalmente hay que vigilar que en la mezcla con el agua no se separen las fases, mediante agitación. Líquido Soluble (SL): la materia activa está completamente disuelta en el vehículo, y el formulado es directamente soluble en agua. Necesitan poca agitación para que la materia activa quede perfectamente homogeneizada en el caldo de tratamiento.
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En la siguiente experiencia (Figura 9), puede verse como el formulado SL es mucho más adecuado para utilizar disoluciones acuosas. Se pretende dosificar Imazalil a 450 ppm, pudiéndose observar claramente como es mucho más sencillo alcanzar esta concentración fungicida, cuando utilizamos este formulado, sin prácticamente necesidad de agitar, que cuando utilizamos el Imazalil en forma EC, con el que necesitaremos una buena agitación además de que perder estabilidad al cesar la agitación. 500 450
CITROSOL LS 7,5
400 ppm imazalil
350
Imazalil 50 EC
300 250
200 150 100
50 0
Solución recién preparada sin agitar
después 1 agitación
después 2 agitaciones
después 3 agitaciones
Después de 24h Después de 48h reposo reposo
Figura 9. Estabilidad del Imazalil LS vs Imazalil EC en disoluciones acuosas
4. La resistencia a los fungicidas poscosecha Hablamos de resistencia de un hongo patógeno a un determinado principio activo, cuando presenta menor sensibilidad a ese principio activo. Esta pérdida de sensibilidad puede suponer un incremento considerable de los porcentajes de podrido. Por tanto, deberemos adoptar las medidas necesarias para minimizar sus efectos con adecuadas prácticas de manejo. En la siguiente experiencia (Figura 10), se observa como cuando tenemos cepas resistentes a Imazalil, éste sigue teniendo cierto control, pero se requieren concentraciones entre 5 y 10 veces más elevadas y aun así su eficacia no es la misma. 500 ppm de Imazalil no controlan el podrido si las esporas son IMZ-R
100 90 80 Podrido (%)
70 60
M6R (S)
50 40
CCH (S)
30
F1 (R)
20
P3 (R)
10 0 0
250
500 Imazalil (ppm)
1000
2000
No es la solución: Riesgo exceder LMR
Figura 10. Reducción de la eficacia de Imazalil sobre el control de cepas IMZ Fuente: Eckert et al., 1994
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4.1. Combatir las resistencias mediante tratamientos adecuados Para reducir el riesgo de aparición de cepas resistentes, es recomendable combinar dos fungicidas con diferente mecanismo de acción. Si utilizamos dos fungicidas que actúan de la misma manera, como es el caso de Imazalil, Propiconazol y Procloraz, todos ellos inhibidores de la síntesis del ergosterol, tendremos un problema de resistencia cruzada. Como podemos ver en la siguiente experiencia (Figura 11), el porcentaje de podrido se incrementa al utilizar Procloraz (PCL) o Propiconazol (PPZ) para intentar controlar cepas de Penicillium digitatum resistentes a Imazalil (IMZ-R).
Figura 11. Resistencia cruzada al utilizar fungicidas con el mismo mecanismo de acción que Imazalil, como es el caso de Procloraz y Propiconazol
Sólo cuando incorporamos al tratamiento un fungicida con un mecanismo de acción diferente a Imazalil resolvemos el problema. Además, aquí vemos también como PCL y PPZ no resuelven el problema, porqué hay Resistencia cruzada. 4.2. Combatir las resistencias mediante una adecuada higienización Con un tratamiento adecuado podemos controlar el podrido causado por cepas resistentes, pero no se disminuye o elimina el Inóculo Resistente que pueda haber en el almacén o en otros reservorios (cajones, maquinaria, etc.). Si no disminuye, con el tiempo aparecerán resistencias dobles. Mediante una correcta higienización debemos eliminar de manera continua las posibles cepas resistentes.
5. Control del podrido con sales y aditivos alimentarios Existe un extenso grupo de aditivos alimentarios con probada eficacia en el control del podrido de los cítricos y otros frutos: -
Sales inorgánicas: Carbonato y Bicarbonato Sódico Sales orgánicas: Sorbato Potásico y Benzoato Sódico
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Quelatos: como el EDTA
Estos tratamientos deben aplicarse por inmersión: 1-3 minutos, y preferiblemente a 40-50ºC De entre ellos los únicos legales en Europa para aplicar en cítricos son el Sorbato Potásico (E202); y el Bicarbonato Sódico que es una “Sustancia Básica”. En la siguiente experiencia realizada por Citrosol (Parra et al., 2014) (Figura 12), puede observarse como el sorbato potásico en mezcla con ceras convencionales, no tiene eficacia en el control del podrido, además de afectar de forma muy negativa al control de la pérdida de peso.
Figura 12. Efecto del sorbato potásico en mezcla con ceras Fuente: Parra et al., 2014
En cítricos, hoy en día, hay pocas alternativas a los fungicidas convencionales. Aunque se está trabajando mucho en este campo y en el futuro esperamos poder tener “Tratamientos Alternativos” con un nivel de eficacia superior. Actualmente, las combinaciones de aditivos alimentarios y otros químicos de bajo riesgo pueden funcionar a nivel industrial para comercialización local, pero es arriesgado para envíos de preempaquetados, ni para envíos a países lejanos. Es muy aconsejable adoptar precauciones en soluciones “maravillosas”, como, por ejemplo: combinaciones de aditivos alimentarios, que se diga que tienen, eficacias comparables a los fungicidas convencionales.
Bibliografía Eckert J.W.; Sievert J.R.; Tatnayake M. (1994). Reduction of Imazalil effectiveness against green mold in packinghouses by resistant biotipes of Penicillium digitatum. Plant Disease, 78: 971-974.
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Eckert, J.W.; Eaks, I.L. (1989). Postharvest disorders and diseases of citrus fruits. En: Reuther, W.; Calavan, E.C.; Carman, G.E. (Eds.), The Citrus Industry, vol. 5 pp. (179–260) Berkeley: University of California Press. Foster H.; Kanetis L.; Adaskaveg J.E. (2007). Comparative Efficacy of the New Postharvest Fungicides Azoxystrobin, Fludioxonil, and Pyrimethanil for Managing Citrus Green Mold. Plant Disease, 91:1502–1511. Parra J.; Ripoll G.; Orihuel B. (2014). Potassium sorbate effects on citrus weight loss and decay control. Postharvest Biology and Technology, 96: 7-14. Wild L.; Spohr J.L. (1989). Influence of fruit temperature and application time on the effectiveness of fungicides in controlling citrus green mould, Penicillium digitatum. Australian Journal of Experimental Agriculture, 29(1) 139 – 142.
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