Fue en mayo de 1993 cuando se publicó el trabajo de Alicia Namesny Vallespir «POST-RECOLECCION DE HORTALIZAS. Vol.I - Hortalizas de hoja, tallo y flor». que tuve el honor de prologar. Lo hice convencido de que su obra era un compendio de las técnicas modernas utilizadas en la post-recolección y venia a cubrir un hue co, que siempre ha faltado, en la bibliografía que los téc nicos del sector de las frutas y hortalizas frescas necesi tamos consultar en el desarrollo de nuestra actividad pro fesional.
Puedo asegurar que no me equivoqué. Yo mismo he consultado este libro en infinidad de ocasiones, así como mis compañeros de trabajo. A los que recomendé su lec tura, después me celebraron la categoría de la obra, y me consta que clientes a los que hemos obsequiado con esa publicación, les es también de ayuda y comprensión para un mejor conocimiento en el manejo de los productos que compran, distribuyen y venden.
En aquél entonces, sugerí a la autora prosiguiera en el empeño de extender la gama de productos con nuevas publicaciones, y conociendo a Alicia, mujer llena de energía y entusiasmo, no me causó ninguna extrañeza cuando hace unos meses me vino con el borrador de lo que va a ser su segundo volumen tratando, en esta oca sión sobre «POST-RECOLECCION DE HORTALIZAS, Vol.II - Bulbos, tubérculos y rizomas».
Si excelente fue el primer trabajo, este segundo, si cabe, lo supera, y trata, además, sobre productos que siendo populares y de gran consumo, se necesita un am plio conocimiento técnico en su manipulación, para poderlos ofrecer al consumidor con la frescura y el sabor que requieren, para hacerlos diferentes sin necesidad de valores añadidos, en esa «dieta mediterránea» tan reco nocida, no sólo por su valor dietético, sino también por el placer gastronómico que proporciona saborear produc tos vegetales de alta calidad.
Toda la obra de Alicia Namesny aporta infinidad de datos y divulga los sistemas de proceso, por consiguien te, puede ser también de gran ayuda para establecer, con propiedad. los diseños que necesariamente han de esta blecerse para la redacción de las especificaciones en el establecimiento de los sistemas para asegurar la calidad, dentro del marco de las normas ISO 9000, implantadas con éxito en la industria, en el comercio y los servicios, pero aón muy poco desarrolladas en el sector de las fru tas y hortalizas frescas, a pesar de la necesidad que algu nos sentimos y de la ya insistente solicitud de implanta ción, por parte de las principales organizaciones de la gran distribución.
Sólo me queda felicitar y agradecer a la autora por estos trabajos realizados, que entiendo son de gran inte rés y ponen en manos de los profesionales una herra mienta más para mejorar la manipulación en todas las prácticas de la confección moderna de las hortalizas, y con ello conseguir un mejor valor de la producción hortícola.
Isidoro Sánchez Martorelt Director Técnico de Pacual Hermanos, S.A.