Areíto
Zona de la Cultura y de las ideas
www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Aimée Piccirillo SÁBADO 23.04.2016
GUILLERMO PIÑA-CONTRERAS
Las ondas concéntricas de la Autobiografía en el agua de Soledad Álvarez Página 7
Dominicanidad
MIGRANTE La República Dominicana vive un referente afrocaribeño que se debe matizar con precisión, y el conjunto de estos matices y referentes le da a la “afrocaribeñeidad” dominicana un abanico sutil y complejo del Este al Oeste de la Isla y del Norte al Sur. Página 5
Figuraciones acerca de la
frugalidad de los dominicanos Entre las imágenes que crea Pedro Mir en el poema “Hay un país en el mundo” (1949), texto fundacional de la dominicanidad, se encuentra aquella de que somos un país frugal, además de tórrido y despoblado. Estas representaciones entroncan con las distintas figuraciones de lo dominicano... Página 3
Por el Eden de
Doña Carmen Con Eterna Eva y el Insoportable Adán, doña Carmen se atreve a lo que algunas de nosotras ha contemplado alguna vez: Reescribir el Génesis desde nuestra visión, racionalidad y sentimientos. Al hacerlo, demuestra el más fino sentido del humor y de la ironía... Página 8
Espectador en Absurdistán Página 6
HOY
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Sábado 23 de abril de 2016
Zona Areíto Areito
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Mark Twain (Escritor estadounidense) Recogéis a un perro que anda muerto de hambre, lo engordas y no os morderá. Esa es la diferencia más notable entre un perro y un hombre
FUENTE EXTERNA
Pedro José Gris. Hay días en mi vida que volverán
Noé Zayas, director del CCT.
Ruinas del recinto claro, mixta sobre tela, 2014.
¡El CCT: marcando la diferencia! Amable López Meléndez
H
acia mediados de julio del 2011, el Centro Cultural de las Telecomunicaciones abría sus puertas con una visión museística centrada esencialmente en mostrar el proceso de desarrollo histórico y sociocultural de las telecomunicaciones, tanto en la República Dominicana como a nivel global. Y hoy resulta sumamente grato apreciar cómo la profundidad y la diversidad del programa de actividades que con rigor apasionado ha desarrollado en tan breve jornada el equipo de trabajo del CCT, se tornan en las claves transformadoras de uno de los espacios culturales dominicanos más abiertos, dinámicos y vitales de la actualidad. El CCT, localizado en la calle Isabel La Católica, esquina Emiliano Tejera, Ciudad Colonial, fue relanzado con mayor fuerza y entusiasmo en octubre del 2013 por el Lic. Gedeón Santos, presidente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), quien apuntaba en la ocasión: “El relanzamiento del Centro Cultural de las Telecomunicaciones es el resultado de transformaciones consistentes en una reingeniería dirigida a democratizar la visión cultural y tecnológica, así como fortalecer y difundir las artes en todas sus expresiones: cine, televisión, plásticas, literatura, poesía, además de las áreas científicas y tecnológicas”… Entonces, impactando la consciencia de muchos creadores, gestores, promotores y estudiosos del arte y la cultura, Gedeón Santos enfatizaba sobre “una nueva visión de la cultura” y en torno al reto de “superar la dispersión” por parte de los diversos sectores que inciden, tanto en la producción artística como en la actividad cultural de nuestro país, a la hora de reclamar y/o recibir el apoyo económico justo y merecido. Pero, mi mayor inquietud tenía (y aún tiene) que ver con su inesperada, implicante y visionaria consideración filosófica de que “carece de sentido cualquier avance tecnológico y crecimiento económico que no lleve al hombre y a la mujer a la felicidad”... Precisamente, en este sentido, el discurso de Gedeón Santos coincide con el de Amartya Sen (1933), economista, matemático y filósofo indio; ganador del Premio Nobel de Economía (1998) por sus aportes a la teoría de la “elección social”; inventor del concepto de “capacidad” que evalúa las posibilidades de ejercer la libertad que tendrían los individuos y las comunidades en las sociedades democráticas contemporáneas. Junto a su colega y compañero de estudios en Cambridge, el pakistaní Mahbub ul Haq (1934-1998), exdirector del Programa Mundial de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Amartya Sen es uno de los “profetas” del desarrollo humano sostenible y sus investigaciones han sido clave en el proceso de conceptualización del índice de desarrollo humano (IDH) que emite la ONU desde hace más de tres décadas. Asimismo, Sen está considerado como uno de los más influyentes pensadores contemporáneos en temas sobre desarrollo sostenible, ética, economía, libertad y democracia.
Gedeón Santos, presidente del Indotel
.Amartya Sen, economista
Yeye Concepción, Elvis Avilés, Hilario Olivo, Genaro Phillips y Noé Zayas
Pedro Jose Gris y Reyes Ocre, en el CCT.
CCT. Sala de exposiciones
En el 2009, a solicitud de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Amartya Sen y su colega, el también Premio Nobel Joseph Stiglitz (1943), elaboraron un informe en el cual proponían un nuevo indicador estadístico adicional al Producto Interno Bruto (PIB) y, además de los ingresos, recomendaban considerar la felicidad, la calidad de vida, la libertad, el acceso a la cultura, la capacidad de reflexión y el bienestar general de la ciudadanía a la hora de evaluar, tanto el éxito económico de los países avanzados como el desarrollo integral de las sociedades emergentes. Para este brillante profesor de economía y filosofía en la Universidad de Harvard, “Los niveles de felicidad podrían ayudar a definir las políticas económicas en el mundo industrializado en la misma forma en que este tipo de factores han adquirido importancia en los países en desarrollo…Si se tienen indicadores que se concentran en el bienestar humano y la libertad, entonces se pueden pensar más rápido soluciones en esa materia…Es cuestión de ver la necesidad de un diálogo y de adaptar las políticas a un factor más humano”… En la República Dominicana, muchos tecnócratas insensibles y otros “performeros culturales” tristemente desfasados, siguen considerando “un lujo” la inversión en los ámbitos de la cultura, la creatividad y la educación artística. Mas, lo cierto es que hoy contamos con un selecto grupo de creadores, pensadores y gestores culturales que, al igual que Amartya Sen y Gedeón
Santos, se atreven a considerar la felicidad individual (que es también el bienestar de la ciudadanía) como el fin último del desarrollo integral y sostenible. En este mismo grupo habría que incluir a los principales miembros del equipo multidisciplinario que, desde su reactivación, asume con ejemplar responsabilidad la tarea primordial de garantizar el libre acceso de los diversos sectores de nuestra sociedad a los programas educativos, así como la participación de los estudiantes de todas las regiones del país en cada una de las actividades creativas y recreativas del Centro Cultural de las Telecomunicaciones. “Aquí el arte, las telecomunicaciones, la cultura y la tecnología, tienen un espacio especial para la difusión de los valores que hacen grande la dominicanidad”, sostiene Noé Zayas, destacado escritor y gestor cultural, nacido en San Francisco de Macorís (1969), plenamente consciente de que una estrategia de desarrollo sostenible que contemple el bienestar de las presentes y próximas generaciones, no solo implicaría un conocimiento amplio de las humanidades, la economía, las ciencias sociales y el manejo de los recursos naturales, sino también de las múltiples vías de relacionamiento, consumo y transmisión intergeneracional con que se manifiestan la espiritualidad, la creatividad popular y los valores culturales identitarios. Así, junto a Yeyé Concepción, poeta, dramaturgo y cineasta, encargado de Creatividad y Audiovisuales; Hilario Olivo, coordinador de la Sala de Exposiciones y Leida Vincent, coordinadora de Eventos, desde la Dirección Ejecutiva del CCT, “sin figurar ni figureo” en ninguna lista de nominados al “Hombre del Año”, Noé Zayas marca la diferencia a la hora de la gestión y la acción cultural en Santo Domingo, logrando materializar una serie de eventos culturales y exposiciones artísticas cuya pertinencia, diversidad y atractivo, proyectan al CCT como una de las plataformas culturales más democrática, completa y mejor valorada de la actualidad en nuestro país…
Literatura
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Figuraciones acerca de la frugalidad de los dominicanos E
ntre las imágenes que crea Pedro Mir en el poema “Hay un país en el mundo” (1949), texto fundacional de la dominicanidad, se encuentra aquella de que somos un país frugal, además de tórrido y despoblado. Estas representaciones entroncan con las distintas figuraciones de lo dominicano que parecen ser una tarea de los intelectuales que comenzaron a publicar en la década de 1930. Sin embargo, las primeras figuraciones de nuestra frugalidad las podemos encontrar en la obra del criollo Antonio Sánchez Valverde, “Idea del valor de la isla La Española”, publicada en Madrid en 1785. Dice el autor, al referirse a los estancieros y a las modestísimas comodidades que tenían cuando visitan sus haciendas que “dejasayúnase el más acomodado con una xícara de chocolate y un poco de pan, que cuenta tantos días de cocido como el amo de viage. Los otros hacen esta diligencia con Café o agua de Gengibre y un Plátano asado. La comida consiste en arroz y cecina con batatas, plátanos, llame y otras raíces, a cuya masticación acompaña el cazave en vez de pan. Los delicados llevan pólvora y munición para matar alguna ave, o tienen una corta crianza de ellas cuyos huevos y algún pollo es el sumo regalo”. Esta descripción de la gira de un Regidor, Capitán o Canónigo que debía hacer por necesidad un viaje a su hacienda o estancia, la despliega con mucho realismo el criollo racionero de la Catedral para mostrarnos el grado de miseria en que vivían las clases dirigentes en el siglo XVIII con relación a las familias adineradas de la parte Oeste, es decir, la colonia de Saint-Domingue. Ahora bien, debemos poner en perspectiva su configuración de la dieta y la cocina. No debían ser distinta a las de los siglos XVI y XVII. Una de las características de la colonia era su modorra, su falta de ritmo, su estancamiento. Y los hábitos culinarios de los dominicanos no cambiarían si no cambiaba su realidad material y educativa. En el mismo siglo, el martiniqueño Moreau de Saint-Méry, quien trazó las costumbres de ambas colonias, decía que la dieta del dominicano-español era frugal. Dice que “los alimentos de los españoles de Santo Domingo son muy frugales. En los campos, sobre todo, viven de carne de vaca y de puer- su cachimbo. Varias hamacas tendidas, alco… Habla del tasajo, la carne cecina y el gunos fusiles arrimados, dos o tres trabucos, tocino. El desconocimiento del calalú, el uso una caja de guerra, un pedazo de tocino y del chocolate, la bebida espirituosa o tafiá y como 40 o 50 plátanos era todo lo que había”. el tabaco. Esto lo dice al comentar la revista de los solSabemos que fue muy difícil que los es- dados restauradores. Describe el estado de pañoles se adaptaran a la cultura culinaria miseria de los soldados, y deja ver que nadie de las colonias recién conquisle brindó agua ni hubo altadas. Gonzalo Fernández de gún banquete en su hoOviedo nos muestra cómo vino nor. El distinguido letraLa abundancia a ser nuestra dieta un producto do, entonces hombre de de carne hacía del mestizaje cultural. Ya en el armas, hizo la pregunta segundo viaje de Colón llega- que el montero solo de la necesidad: “—Y, ¿córon al Caribe las plantas que se tomara “la grasa y la mo comemos aquí?” Y le adaptarían a las nuevas tierras. vianda; las tripas, el contestó Santiago: aquí En el libro octavo de “Historia cada soldado es montero. general y natural de Indias” ha- cuero, la sangre, todo se La dieta no deja de ser tan ce una relación de los árboles lo echaba a los perros”. frugal como la que se desfrutales y semillas traídas a la Significativo es aquí la cribe un siglo antes: pláisla. Y hay que poner mucha presencia del plátano. tano asado y carne de ceratención a este aspecto porque do. Las tropas de la Repúlas frutas serán muy importanblica estaban compuestas tes en la dieta del dominicano, más dado a por monteros, maroteadores y cuando faltomar lo que está en la mata que a cultivar, taban las reses se tomaban contra un vale a como lo afirma Juan Antonio Alix en la his- uno de los propietarios que, gustosamente, toria de Martín Garata. Algunos cronistas, las fiaba a nombre de la nación. (Demorizi, como Diego Torres Vargas, mostraron el “Papeles de Bonó”, 11-120). choque del peninsular al comer el casabe, Este relato de gran interés para una soque llamaban pan de palo. O el Obispo Da- ciología histórica y que Juan Bosch cita en mián López de Haro que, al llegar a la isla de “La guerra de la Restauración” como una San Juan Bautista de Puerto Rico se queja de muestra del atraso social y político en que carencia de harina y carne y valora la dig- vivía el país en el siglo XIX. Unas dos décadas nidad de la mesa arzobispal. atrás, Pedro Francisco Bonó había escrito la Siglos después, durante la visita que hace novela “El Montero” en la que, sin pretenel ministro de Interior y Guerra, Pedro Fran- siones sociológicas, sino con el interés de cisco Bonó, al Cantón de Bermejo, no solo mostrar los hábitos y culturas nacionales pamuestra la misma frugalidad, sino la inexis- ra que sirvieran de telón de fondo a una estencia de abastos: “El parque eran ocho o cena romántica, describe una sociedad de más cajones de municiones que estaban en- monteros en la parte norte en la isla, en el cima de una barbacoa y acostado a su lado pueblo de Matanzas, cercano a San Francishabía un soldado fumando tranquilamente co de Macorís. Dice al inicio de la obra que
MIGUEL ÁNGEL FORNERÍN
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un joven trajo para los invitados “tres platos llenos de sancocho de tocino”, que puso sobre la mesa al lado de tres cucharas de jigüera, y ejecutadas estas operaciones, con ayuda de Teresa acercó la mesa a la hamaca del criador para que este pudiera comer sin moverse de su sitio”. En el capítulo quinto vuelve a mencionar la hamaca, el tabaco, que nos recuerda lo señalado por Moreau de Saint-Méry. En una boda de monteros al padrino le tocaba aportar un lechón y su mujer preparaba una caja de conservas de naranjas y piñonates. Por comida nupcial se serviría un sancocho, plátanos maduros y medio maduros; casabe hecho en un burén, como lo hacían los indios, arroz y gallinas adobadas. Los invitados se divertían danzando un fandango a la usanza andaluza. Más adelante, Bonó menciona a un personaje llamado Manuel quien sale al conuco a buscar los platos y legumbres del día. La abundancia de carne hacía que el montero solo tomara “la grasa y la vianda; las tripas, el cuero, la sangre, todo se lo echaba a los perros”. Significativo es aquí la presencia del plátano. Y que siendo el escenario costero, no se hablase de pescado o mariscos en la dieta de estas gentes y que las legumbres se mencionan, pero que no se describen en la mesa. A fines de siglo XIX, José Ramón López en “La alimentación y las razas” llevó el tema de la frugalidad a estatura de un problema nacional. Es interesante cómo describe la primera comida del dominicano: “el desayuno no se compone más que de una tacita de café con leche, pan, mantequilla…; y con ese alimento insuficiente van todos, letrados y obreros, a hacer recia tarea, desde la seis o siete de la mañana.
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CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do
Parentescos insospechados (2 de 2)
Encuentros
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Peng Sien candidato a Senador por Santiago Mi Pedro, Salomé Ureña de Henríquez
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Mi Pedro no es soldado; no ambiciona de César ni Alejandro los laureles; Si a sus sienes aguarda una corona, la hallará del estudio en los vergeles. ¡Si lo vierais jugar! Tienen sus juegos algo de serio que a pensar inclina. Nunca la guerra le inspiró sus fuegos: La fuerza del progreso lo domina. Hijo del siglo, para el bien creado, La fiebre de la vida lo sacude; Busca la luz, como el insecto alado, y en sus fulgores a inundarse acude. Amante de la Patria, y entusiasta, El escudo conoce, en él se huelga, y de una caña, que transforma en asta, el cruzado pendón trémulo cuelga. Así es mi Pedro, generoso y bueno; todo lo grande le merece culto; entre el ruido del mundo irá sereno, que lleva de virtud germen oculto. Cuando sacude su infantil cabeza el pensamiento que le infunde brío, estalla en bendiciones mi terneza y digo al porvenir: ¡Te lo confío!
n la relación de parentelas inauditas en el país encontramos estos otros entronques de interés: 13.- Quique Antún, Manuel Grullón, Gustavo Tavares, Bernardo Vega, Manuel Diez Cabral, María Amalia León, Miguel Cocco y Ulises Francisco Espaillat. El presidente del Partido Reformista, el presidente del Banco Popular, el presidente de la Cámara Americana de Comercio, el presidente de la Academia Dominicana de la Historia, el expresidente del CONEP, la directora del Centro León y el exdirector de Aduanas descienden de dos hijos del expresidente Ulises Francisco Espaillat. 14.- Félix García y Luis Abinader. El empresario santiaguero y el candidato a la presidencia por el PRM descienden de los hermanos Juana y Francisco Caba Gil, serranos de San José de las Matas. 15.- Alejandro Grullón, Carlos Guillermo León y Monseñor Nouel. El presidente ad-vitam y consejero emérito del Banco Popular y el vicepresidente del Consejo de Directores del Centro Financiero BHD León son bisnietos de Rosa Altagracia Nouel Bobadilla de González y Carlos Tomás Nouel Bobadilla, respectivamente, hermanos del arzobispo de Santo Domingo y presidente de la República en 1912. 16.- Ito Bisonó, Alejandro Fernández W., Sergio Carlo y Tania Báez. El político, el analista financiero y el presentador de televisión son bisnietos de dos hermanos: Rodolfo Pichardo Valerio, los dos primeros, y Agustín Pichardo Valerio, el segundo. La comunicadora es tataranieta de una hermana de estos, Melania Pichardo Valerio de Saleta. 17.- Donald Reid Cabral y Francisco Alberto Caamaño. La conexión entre el presidente del Triunvirato y el líder de la revolución de abril, se remonta al siglo XVII. María Manuela Hernández Andújar y Leguisamón, novena abuela de Caamaño por línea paterna, era al mismo tiempo sexta abuela de Reid Cabral. 18.- Lope Balaguer y Johnny Pacheco. Ambos artistas resultan primos hermanos. Sus padres, Armando Pompeyo López Bonilla y Rafael Azarías Pacheco, eran hijos de José Manuel López Rodríguez, quien trajo los primeros automóviles a Santiago en 1911. 19.- Manuel Sánchez Acosta y Fernando Echavarría. El fundador en 1936 de la Santo Domingo Jazz Band y compositor de “Ven” y “Paraíso Soñado” era hijo de Adelaida Acosta Portes, tía abuela materna del fundador de La familia André y creador del fusón. 20.- Máximo Gómez, Horacio Vásquez y Ramón Cáceres. La banileja María Altagracia Lizardo, esposa de Ramón Vásquez y madre de Remigia Vásquez Lizardo de Cáceres - madre a su vez del presidente Mon Cáceres - , y de Basilio Vásquez Lizardo, padre del presidente Horacio Vásquez, era prima hermana de Máximo Gómez, por ser hijos respectivamente de María de la O Gómez Guerrero de Lizardo y Andrés Gómez Guerrero, hijos a su vez de José Gómez Guerrero y Antonia Florencia Guerrero Hernández. 21.- Cecilia García y Matías Ramón Mella. La actriz desciende de Gertrudis Mella Benzo de García, prima hermana de Antonio Mella Alvarez, progenitor del Padre de la Patria. Estos parentescos insospechados en distintos niveles generacionales ponen de relieve cómo las ascendencias comunes en nuestro país pueden remontarse a más de cinco siglos atrás y que su extensión en el tiempo hace que muchísimas personas resulten emparentadas en grados que sobrepasan los generalmente conocidos. Instituto Dominicano de Genealogía
MU-KIEN ADRIANA SANG
Edwin Espinal Hernández
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l hermoso poema de nuestra Salomé Ureña dedicado a su hijo Pedro Henríquez Ureña, refleja mucho a mi hermano Peng Sien, el gran soñador de nuestra familia. Desde muy joven olvidó los juegos infantiles para dedicarse al trabajo político. Soñaba con un mundo justo, libre e igualitario. Sus ideales le granjearon conflictos fuertes con nuestros padres, especialmente con papá, un chino migrante que por su experiencia con las fuerzas comunistas de Mao Zedong, que en los años setenta se conocía como Mao Tse Tung, lo convirtió en un anticomunista visceral y defensor absoluto del mundo occidental. Sin embargo, como ya he descrito y escrito en esta misma columna, ambos hombres se amaban profundamente y al final de los días de papá, su enfermero dedicado e improvisado fue Peng Sien (nuestro Pincholo). Desde joven mi hermano No.5, ha abrazado la utopía humanitaria como su norte de vida. La justicia social, la democracia verdadera, la equidad de género y de todas las minorías… Y por sus ideas, no le ha importado nunca tener bienes materiales. No se confundan. Peng Sien ha estudiado y mucho. Se ha preparado. Es economista. Tiene estudios en municipalidad realizados en el país y el extranjero. Ahora cursa una nueva maestría. Y es maestro. Adora enseñar. Y es libre. Por esa libertad vive con pasión sus sueños. Pero también trabaja, con mucha dedicación y esmero, a fin de ganar el salario que le permita subsistir junto a su familia. Tiene una capacidad de trabajo increíble. Su eterna compañera, la feminista hasta el tuétano de sus huesos, Mildred Mata, decía en el chat de la familia lo siguiente: La verdad es que Peng Sien ha llevado en silencio sus alianzas sociales… tiene mucho trabajo organizativo con méritos acumulados: redes sociales comunitarias por el poder local y estudios fuera del país…Ha acompañado al movimiento de mujeres…Cuando estaba en el Ministerio de Trabajo, con Max Puig como Ministro… sustituyó por decreto a un integrante del Comité Nacional de Salarios que había muerto… un trabajo honorífico por el que tiene que viajar a Santo Domingo con frecuencia. Como economista serio y prudente juega un papel estelar para mejorar los salarios con datos, eso da mucha estabilidad a esa comisión y al país con justicia social. Sin exageraciones. Ha trabajado en el fortalecimiento de la cooperativa del Ministerio de Trabajo, incluso todavía cuando hace unos años que no trabaja allí. En la actualidad está haciendo un trabajo para crear y fortalecer organizaciones de padres, madres, amigos de las escuelas desde su empleo en la PUCMM. Todo eso ayuda a un tejido sano, un desarrollo humano y sostenible, y nos protegería de la barbarie, falta de civismo, delin-
cuencia en que estamos. La visión de Peng Sien es humanista, democrática… Y no busca fama, gloria, aprobación… su visión y práctica democrática es como método de construcción de la sociedad con pactos, no con autoritarismo. Cuando Minú Tavares Mirabal decidió salir del PLD e iniciar un proyecto político en solitario, no me sorprendió que Peng Sien se sumara a ese proyecto. En la decisión de ese partido, en alianza con el de Max Puig, APD, de participar en el proceso electoral de este año, era necesario organizar una boleta electoral que incluyera todas las posiciones electivas. Peng Sien fue elegido como candidato a Senador por la provincia de nuestro Santiago natal. En una conversación familiar, nos decía que había aceptado la nominación porque para participar en el proceso era necesario construir una planilla de candidatos. Es difícil que pueda vencer a los partidos y candidatos tradicionales y del sistema. No tiene el tiempo (apenas un mes justo para las elecciones) y mucho menos el dinero para hacer una campaña masiva. Estoy segura que en los pocos días de campaña llevará un discurso de conciencia. Combatirá el clientelismo, la corrupción y el tráfico de influencias. Y, por supuesto, no comprará votos, no porque no tenga el dinero sino por principios, porque es un convencido de que el derecho al sufragio ha costado sangre, sudor y lágrimas. También porque en su concepción la política debe ser para servir, no para servirse. Porque para él el Estado no es un tesoro pirata que se va a repartir, sino una oportunidad, y un deber ético. Así lo demostró en su discurso de aceptación de la candidatura: Nos congrega hoy aquí un motivo que tiene una alta transcendencia. Rescatar el ejercicio de la práctica política de la mugre y de la suciedad en la que la han hundido los partidos que han controlado el Estado Dominicano desde la muerte del dictador Rafael Trujillo Molina. Desde aquel día de 1961, en que el rostro del pueblo dominicano se iluminó de esperanza creyendo en que se enrumbaba hacia la conquista de un orden social en el que estuviese garantizada la libertad y el respecto de los derechos fundamentales y se establecieran las condiciones materiales que permitieran el goce y disfrute de una vida digna, han transcurrido 55 años y aún quedan pendientes de satisfacción esas muy justas aspiraciones del pueblo dominicano... La agenda legislativa está obligada a fortalecer y consolidar la labor de supervisión y vigilancia del Poder Ejecutivo nacional y municipal. La agenda legislativa tiene como norte favorecer la reforma del sistema de partidos que rompa las cadenas que obstaculizan la democracia al interior de los partidos y haga transparentes la financiación de los mismos y su existencia no sea onerosa para el pueblo dominicano… Cuando lo escucho me recordé el Thymos socrático, es decir, la política ejercida desde la ética de la responsabilidad. El ejercicio político debe dejar de ser un atractivo para los ambiciosos que solo buscan alcanzarlo para sus propios intereses, olvidando todo lo que ofrecen. Soñadores como mi hermano Peng Sien impiden que nos frustremos, pero sobre todo, nos hacen atesorar la esperanza de un mundo mejor, más justo y más humano. Todavía hay quijotes en el mundo, que dan todo de sí por sus ideales. Utopía (por Eduardo Galeano) Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos más. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine nunca la voy a alcanzar. ¿Para qué sirve la utopía? Sirve para eso: para caminar.
De Señal a Señal
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Dominicanidad
migrante
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DELIA BLANCO
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finales de los años setenta, cuando llegamos a República Dominicana para finalizar nuestros trabajos de investigación sobre la cultura y la sociedad dominicana, entendimos que las fuentes de la identidad dominicana eran múltiples y variables con elementos complejos que exigían un conocimiento preciso de la dinámica histórica de este pueblo. La identidad en sí y la cultura merecen y exigen una investigación y un tratamiento analítico profundo para evitar definiciones rápidas, paradigmas y valores unilaterales. Entendimos rápidamente que en esta parte insular convivían y siguen conviviendo diversos ingredientes culturales, aunque dispersos, callados, ocultos, pero existentes. Entendemos que la República Dominicana vive un referente afrocaribeño que se debe matizar con precisión, y el conjunto de estos matices y referentes le da a la “afrocaribeñeidad” dominicana un abanico sutil y complejo del Este al Oeste de la Isla y del Norte al Sur. Estas expresiones responden a comunidades específicas y en ello se debe considerar los multifacetismos de la composición cultural occidental hispana, judeo-cristiana y oriental desde las migraciones, a la vez maronitas y tomando en cuenta también la herencia y las costumbres de los aportes orientales. Cuando uno convive con estas variaciones, estos conjuntos de matices, es difícil aceptar el prejuicio que hemos oído y leído en muchos trabajos investigativos donde en los años ochenta se corría el pensamiento de que en República Dominicana no había identidad, ni hay cultura caribeña. Desde nuestra perspectiva, esto se debe al hecho de que en la nación dominicana hay un multifacetismo cultural y una diversidad del referente. Quizás, que la dominicanidad significara y siga significando un atropello para los investigadores que parten de hipótesis lineales y de conocimientos en sentido único, que no permiten enfocar la cultura y la identidad como referentes y valores que exigen matización. Sabemos que el poder político, el autoritarismo, impuso, dirigió y desvió los canales populares de identidad y de identificación. Por encima de estas circunstancias las y los dominicanos afrocaribeños resistieron frente a tal confusión impuesta desde el poder y mantuvieron sus expresiones populares dentro de sus comunidades. Aquí recordamos los trabajos de investigación de Fradique Lizardo, quien reveló en los años
ochenta a través de sus investigaciones en tura, ni que la anulen, porque generan un los bateyes, en las comunidades del Sur, y en proceso de identidad con referentes binael Este, todo el patrimonio de una domini- cionales y trinacionales. Son dominicanos y canidad afrocaribeña con sus variaciones es notable en el “modus vivendi” social, laculturales tanto en la música como en la tra- boral y cultural español, insertados dentro dición oral, como en la percusión y las tra- de las dinámicas regionales autonomistas de diciones culinarias. la península con el fondo de su dominicaTambién, debemos dar gracias a los mo- nidad instalada en sus usos y costumbres, vimientos asociativos de los años ochenta, a con sus supermercados, sus salones, sus las investigaciones de terreno de la inves- centros culturales, folklóricos, musicales y tigadora June Rosenberg, de Martha Ellen además, sus redes de comunicación y sus Davis, de Soraya Aracena, de Carlos Andújar, redes sociales donde impera siempre la tieFranklin Franco, Marcio Veloz Maggiolo y rra de origen. No hay un lugar de España Dagoberto Tejeda. La dominicanidad es rica donde no se celebren cultos a la Virgen de La de una variación de referentes desde el pa- Altagracia, donde no se oficien misas u otras trimonio afrocaribeño, el hispano, amerin- conmemoraciones del Día de Duarte (26 de dio, oriental y asiático; que hacen de la na- enero) o de las fiestas de Independencia: 27 ción dominicana una tierra de intensa cul- de febrero; así como a través de muchas cetura e identidad con múltiples espejos, re- lebraciones comparten la creencia de los flejos e identificaciones, puentes de enlace y santos con los españoles. Celebran, entre de comunicación. otros, San Santiago, Las Mercedes, el CarLa cultura dominicana se nutre de la aven- men, y también mantienen a través de los tura migratoria transportando sus valores y santos del altar católico la tradición sincrérecibiendo a la vez el nutriente de la cultura tica africana como un aporte a la religiosidad del punto de llegada, el ejemplo en España es popular española, es decir, que a través de la vibrante, porque la dominicaniemigración los dominicadad es una fuente cultural abiernos transportan su esenta al encuentro, al mestizaje, al cia cultural, la comparten, La identidad en sincretismo y a la acogida, que reciben del otro y además sí y la cultura permite evoluciones transfornutren la dominicanidad maciones y creatividad. Si va- merecen y exigen una del conjunto de encuenmos a Madrid, los dominicanos investigación y un tros que se manifiestan en llevan con ellos sus raíces y tratamiento analítico las diversas regiones de abren ese patrimonio al ciudaEspaña. Pero también alidano español que busca el com- profundo para evitar mentan la sociedad espapartir en las asociaciones domi- definiciones rápidas, ñola con sus tradiciones y nicanas, en los grupos, en los paradigmas y valores costumbres, hasta la Sebares, en los comedores; para unilaterales. mana Santa y los Carnatomar la marcha del Caribe, pavales. ra identificarse con el temperaEl dominicano de Esmento dominicano y los dominicanos se paña refuerza su origen y su cultura al comadaptan, contextualizan sus estatus de mi- partirlo con la diversidad peninsular. Entengrantes fluyendo en la sociedad española con demos que “la dominicanidad” es probablelos mimetismos del intercambio que vemos mente la Cultura Caribeña más abierta al en el lenguaje, el acento, el ritmo del hablar, mundo global. pero también, el cuerpo cambia por la vesFinalmente, considero que “la dominicatimenta, la pose, la actitud y la organización nidad” amerita continuar los estudios que existencial. Los dominicanos animan la vida desde hace unos años vienen haciéndose en cultural española con sus programas de radio, sus aspectos comparativos de la diversidad televisión, sus fiestas y clubes. cultural. Son muchas áreas que se deben Sucede lo mismo con aquellos que viven abordar en la investigación de “lo dominien Barcelona, en Andalucía, en Vasconga- cano”. Que deben integrarse los investigadas, en Galicia, dominicanos que nutren su dores, bien sea historiadores, antropólogos, lenguaje con los regionalismos españoles y folcloristas, arquitectos, músicos, gastrónohablan catalán y hablan gallego. Hemos co- mos, en fin una amalgama de especialistas nocido quienes hablan euskera, y otros que que aborden los temas incluyentes de una te intensifican la pronunciación castellana o gran diversidad de aspectos y opiniones que andaluza. Eso no significa que borren su cul- conforma la propia idiosincrasia del país.
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Espectador en Absurdistán JOSÉ PELLETIER
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ste domingo he venido a ver a mi madre. Como casi todos los domingos, vengo a visitarla a este pueblo del interior en donde vive desde hace años. Parezco un viejo solterón que cumple una visita ritual. Mi madre me prepara un plato favorito, almorzamos juntos y comentamos las novedades del mundo. La casa materna, donde transcurrió mi infancia y adolescencia, es una construcción de tiempos de la dictadura, grande, de dos pisos, con escaleras de entrada a ambos lados y una gran terraza-balcón. A veces, pese al sofocante calor de la tarde, me paro en la terraza y miro las casas del barrio. Por esta calle han pasado siempre las caravanas de los partidos políticos mayoritarios. Desde esta terraza he visto pasar a todos los candidatos a la presidencia de Absurdistán. Me han saludado con el habitual saludo que suelen hacerle a su militancia y yo les he devuelto el saludo más por cortesía que por adhesión o simpatía. Alguna vez he levantado tímidamente la mano y agitado un poco el brazo en señal de apoyo, y acto seguido me he arrepentido de mi torpe gesto. ¿Por qué habré hecho eso? ¿Qué me importa a mí un color que otro? Veo pasar a los militantes y seguidores. Son muchos. Me saludan y yo les devuelvo el saludo. Lo hago porque no quiero tener problemas con ellos. Quiero llevarme bien con todos. Buscan el respaldo popular; además, andan armados. Si les haces un gesto de desagrado o de rechazo, puedes hallarte en líos, y yo los evito. Pasan en todo tipo de vehículos: carros, guaguas, camiones y camionetas. Algunos se montan sobre la carrocería o sacan parte del cuerpo por las puertas y casi cuelgan de ellas. Entre tanta gente, he podido reconocer a algunos viejos conocidos, amigos de infancia o compañeros de estudios. Andan en caravanas gritando consignas. Cuando me reconocen, parado allí en la terraza-balcón viéndoles pasar, me saludan con una sonrisa y me invitan a unirme a ellos, a subirme a la caravana. Pero yo no me uno a ellos ni me subo a la caravana. Yo solo soy un espectador en Absurdistán. Hoy por la tarde ha venido a visitarnos Leonidas, un viejo amigo de la familia. Pertenece a uno de esos partidos mayoritarios que gobernaron la nación durante años. Me ha invitado a salir a mirar la caravana de otro partido. Leonidas es curioso y quiere comprobar si la manifestación tiene realmente “masa”. A mí las masas me asustan, me ponen nervioso. Las creo capaces de cualquier techo abierto de los carros y parecen balancosa. Todos los políticos absurdistanos ape- cearse. Se forma un tapón en la esquina y lan a ellas, todos dicen hablar en su nombre, alguien intenta hacer de tráfico en medio del denunciar sus necesidades insatisfechas, desorden. El vulgo se divierte. defender sus derechos, apoyar sus reclamos Cuando los absurdistanos se aburren o se y reivindicaciones. Todos parecen adorarlas, exaltan, pierden la razón, se enfrentan a tipero en verdad las desprecian y utilizan. Las ros, se matan a balazos y pedradas. Es así masas me dan miedo. Son amorfas y siguen como dirimen sus “diferencias” políticas, coa cualquiera. Basta una ormo expresan sus adhesiones den clara y tajante, dada en y rechazos, su amor y devoel momento y el lugar preción por sus candidatos: los Algunos se cisos, para que de inmediato defienden hasta la muerte. montan sobre la Antes la gente moría por se lancen a lo insólito o lo desconocido. Las masas son carrocería o sacan parte ideas o por alguna causa nosiempre temibles, terribles. ble y justa. Ahora ha decididel cuerpo por las Leonidas y yo bajamos puertas y casi cuelgan do morir por otros hombres, hasta la intersección de vatan pérfidos y miserables corias calles para presenciar la de ellas. Entre tanta mo todos: los candidatos. En caravana. Hemos permane- gente, he podido tiempos de elecciones, fieles cido de pie en esta esquina reconocer a algunos a la costumbre, los absurdisdurante casi cuarenta y cin- viejos conocidos, tanos se matan entre sí por co minutos. La curiosidad de sus candidatos, los entierran Leonidas ha quedado satis- amigos de infancia o y pronto los olvidan. fecha: la manifestación tiene compañeros de Yo no moriría por ningún “masa”. Pero a mí no me im- estudios. candidato, por ningún líder, porta tanto la cantidad. Prepor ningún hombre sobre la fiero observar las actitudes tierra. No creo en ellos, desde la gente. confío de todos, dudo, dudo siempre, dudo Parado en la esquina, veo pasar a una mu- tanto que tengo ya la duda metida en el alchedumbre montada en vehículos. La mul- ma. Me mantengo en ella y la cultivo a mi titud grita, bebe y baila. Los carros pasan con placer. Todos los candidatos son iguales, la música a todo volumen; los camiones iguales incluso cuando acentúan sus difetraen bocinas grandes y potentes, montadas rencias, iguales cuando pretenden ser difeuna encima de otra; el ruido es ensordecedor rentes o “alternativos”. En Absurdistán un y la gritería no cesa un segundo. Un ruido de candidato se parece a otro más que dos gotas bachata se confunde con otro, hombres y de agua. mujeres beben a pico de botella, las muchaEs extraño. He estado parado largo rato en chas sacan medio cuerpo o la cabeza por el esta esquina esperando o temiendo que algo
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FIDEL MUNNIGH
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suceda. Leonidas lo ignora pero he temido lo peor: que en cualquier momento se produzca una balacera entre manifestantes o una desgracia inevitable. Pero no ha sucedido nada, apenas uno que otro choque o algún borracho que tropieza y cae al suelo. Puede que los absurdistanos se hayan vuelto más cuerdos y prudentes. O puede que simplemente haya ocurrido un milagro: el milagro de que esta vez no haya ocurrido nada. Después de cuarenta y cinco minutos la caravana llega a su fin. La gente se dispersa, la esquina se descongestiona, el tránsito se reanuda y normaliza con un tropel de temerarios motoristas. El carnaval ha terminado. Alegres y borrachos, exaltados, animados por la demostración de fuerza y popularidad, los absurdistanos siguen su marcha hacia otra parte de la ciudad en donde quizá ocurra lo que estoy temiendo. Cae la tarde del domingo. Regreso a casa con Leonidas y mi madre me reprocha que no le haya dedicado tiempo. Cuando me marcho del pueblo es ya de noche. Los absurdistanos descansan y comentan el éxito de la caravana.
Literatura
AREÍTO
Sábado 23 de abril de 2016
Las ondas concéntricas de la
Autobiografía en el agua
de Soledad Álvarez
[1]
(I)
FUENTE EXTERNA
D
GUILLERMO PIÑA-CONTRERAS
HOY
e los cuatro elementos del planeta, el agua tiene elevada preferencia lírica. Reflejar imágenes figura también entre sus propiedades intrínsecas. Líquida, es espejo. Grandes escritores del realismo, como el francés Stendal, decían que una novela debía ser el reflejo de la realidad. Teoría muy discutida hoy día. Si a ese “espejo” se le lanza un guijarro, o cualquier sólido, evidentemente sufrirá una deformación que se manifestará por ondas concéntricas expandiéndose en círculos a partir del núcleo o punto de caída del objeto. Toda buena literatura es lúdica. Establece una suerte de juego en la relación lector-texto. La colección de poemas Autobiografía en el agua (2015), de Soledad Álvarez, se distribuye pues en esas ondas generadas por el guijarro en su orden sucesivo, vale decir, cronológico. El punto de partida de una autobiografía es, por lo general, el nacimiento de aquel que decide mirarse en el espejo de su propia vida. En ese sentido, “Sentencia (1950)” es el punto de partida. “Deseo inconcluso”, por su ubicación, el último, es la onda más distante del punto inicial de la serie concéntrica generada por el guijarro. Entre ambos poemas se suceden los textos que dan cuenta de los acontecimientos de un largo recorrido en los que se entrelazan los eventos personales e íntimos con los sociales y políticos de la segunda mitad del siglo XX dominicano agregándoseles los avatares del yo lírico de una actriz y testigo de su tiempo. Inseparables, sujeto e historia convergen en una apertura lógica: “Deseo inconcluso”. La biografía comienza, a mi entender, con la caída del objeto que altera el líquido en reposo. Sin ruptura no hay literatura. Cuando el yo-poeta se mira en el pozo de su vida y ve, en orden cronológico, los momentos trascendentales de su propia historia en las ondas que parten del punto de impacto. La historia del árbol se lee en los anillos del tronco. En Autobiografía en el agua en la serie concéntrica. En “Sentencia (1950)”, el yo-poeta revela su identidad: “eres Soledad” (7). Ese yo nominal estará siempre presente como una suerte de nube sobre su historia: “sobre tu soledad edificaré mi ausencia” (7), que reaparece en “Deseo inconcluso”, final abierto de esta autobiografía poética. En “Octubre (1961)”, el yo-lírico, el de la imagen en el agua, el que le habla al yo-poeta, trata de señalarle, meses después de la muerte de Trujillo, con el regreso de los desterrados, con la inevitable democracia, con el cambio y la incertidumbre, que la infancia ha terminado: “Lo que deslumbra es el desplome de los pilares/ las efigies tiradas al suelo por el tropel atropellándose en las esquinas impávidas,/ sin orden pero en concierto la cólera alzada/ las banderas como chispas que empuja y no apaga el viento” (9). Versos que nos proporcionan una suerte de instantáneas de la situación generada por el fin de la dictadura de Trujillo y la torpe búsqueda de una democracia incierta. Con la adolescenciase impone un poema más personal: “A modo autobiográfico (1964)”, La pubertad, los primeros efluvios de la mujer en flor: “todo por hacer todo nuevo:/ camino del colegio el deleite del sol en la piel/ la brisa como abrazo que llega del mar derramada cosquillea/ se enreda entre las piernas el frescor,/ y es un goce la falda al vuelo el verde que reverbera la risa,/ en onda luminosa la exultación esparce su ámbito efusivo/ su cascada de cristales y remonte” (11). Se trata de la adolescencia con discretas pinceladas eróticas para volver, unos versos más adelante, a la velada ausencia paterna insinuada en el poema inicial: “contra las acechanzas del pensamiento y la carne/ detrás la abuela repitiendo ensalmos:/ven directo del colegio a la casa no te detengas a hablar/ con extraños recuerda que el hombre es fuego/ y la mujer estopa;/ verdades sobre verdades con escarmiento/ ¿cuántas tendré que olvidar en el camino?/ en la vuelta y revuelta de los días se deslían/ en tornado de dudas sin resguardo se deshacen” (pp.11-12), para saltar de lo personal e íntimo, a su entorno. El lirismo no logra descartar lo vivencial,
Soledad Álvarez
inherente a toda autobiografía y en la que convergen, evidentemente, dos miradas: la lírica, para lo íntimo; la histórica, para los acontecimientos sociales de su época. Autobiografía en el agua no esconde que camina en la frontera de ambos dominios. Entonces lo personal deja el escenario a “Noción de abril (1965)”, la revolución, presente ya en el poema anterior: “era el cambio de piel del mundo eran nuevas las palabras/ y otro el viento que cambió mi destino,/ para siempre” (12). Y por qué no el de sus coetáneos, sin excepción. Las imágenes, como en toda buena poesía, van de par con el ritmo de los versos. Exponen los eventos sociales. La revolución de abril, por ejemplo, aparece en: “los cadáveres como bultos a la puerta del infierno/ de la ciudad dividida en dos despedazada en su mismo centro agarrotado por el invasor el cinturón de púa” (14). Entonces, consciente, abandona lo histórico en favor de lo lírico al expresar su estado de ánimo: “la que yo era dejó de ser por la que sería/ y patria no fue la palabra la noción inasible” (14). “Noción de abril (1965)”, es el parteaguas entre la adolescente y la mujer. En “Maternidad (1970)”, la mujer posterior a 1965, “la que dejó de ser por lo que sería”, se suceden las experiencias: primer cigarrillo, primer beso y otros ritos de pasaje, como dice, que conducen a ninguna parte; otros que cuestionan su existencia, exacerban su rebeldía: “”¿y no se espanta Dios no llora no toma partido/ la eternidad imperturbable?” (17). La caída de Trujillo, la nueva sociedad, la revolución, los ritos de pasajes, la indiferencia, las reflexiones filosóficas, Dios, lo prohibido, el amor. La maternidad, naturalmente, cierra otro ciclo de las ondas concéntricas que produjo el guijarro. Cada ciclo, como hemos visto hasta ahora, descansa en acontecimientos exteriores al yo del poeta. La violenta pacificación que siguió a la guerra civil, por ejemplo, no la deja indiferente: “que lloré por el amor que no llegó a ser por la vida trunca./ Demasiada atrocidad para el milagro” (21). El juego entre lo lírico y la historia reciente, para el lector aguzado y coetáneo de la poeta, el sentimiento de frustración es inevitable cuando las imágenes de los versos de esta obra desfilan, como un filme. Autobiografía en el agua va dejando, a su paso, el desengaño de una generación que no comprendió que la puerta que parecía abrirse en 1965 había sido violentamente cerrada por un vendaval exterior: “No es lo que perseguimos sino lo que nos persigue/ no es la épica sino el pasmo la pedacería rehaciéndose/ sin centro sin el nosotros que una vez soñó la salvación;/ simple sujetos a la deriva insomne/ no volverá a ser nuestra la ciudad como el naufragio” (24). Los que no aceptaron la derrota ni aceptaron ver sus esperanzas truncadas están muertos; también los que la defendieron de otros ángulos (cfr. “Oblación Inútil [1975]”). La poeta recurre a una ruptura geográfica para mantener la intensidad de sus versos. “La Habana (1977)”, es pues una suerte de pausa para recobrar el ritmo. Un cambio de ciudad años después. Una mirada retrospectiva en busca del lirismo de los poemas anteriores para darle paso de nuevo a su propia historia: “treinta y cinco años después queriendo sujetar el recuerdo que me define y escapa,/ la ficción de aquellos días un seg-
mento interminable” (30). Autobiografía en el agua continúa su ruta a través de viñetas, imágenes, nostalgias, trozos de historia y los avatares de ese yo-poético que nos ha venido revelando sus deseos, experiencias, frustraciones, dolor, odio, rechazo a la injusticia, al asesinato del amigo... Entonces, recurre de nuevo a la necesaria y útil pausa que le permite, sin que decaiga el ritmo de la obra, poner un término a la violenta pacificación iniciada luego de la guerra civil: “Limpias las calles de los restos de la ira […]/ Se olvidaron las estrellas en la frente”(33). Quien conoce y vivió ese período sabe que estos versos nos reenvían a la derrota de Balaguer (1978), al final de aquellos trágicos doce años de gobierno, a la muerte de héroes míticos como Amaury Germán (1972), sus compañeros y los cientos de mártires de la post guerra. El erotismo, carnal, elegante y discreto, tiene función iterativa en la poesía de Soledad Álvarez. Esa iteración, naturalmente, es indisociable a su libro (cfr. “Deseo inconcluso”). El punto álgido del intercambio amoroso es carnal, se sienten los fluidos, se elude el prosaísmo en busca de lo sublime: “uno en el otro uno solo dentro sintiéndose/ encima cabalgando el húmedo latido la avidez eréctil/ plenitud de mí en ti que eres yo/ser para el ayuntamiento”(35) (“Deseante [1984]”). No es por azar que “Casada (1985)”, está en el centro de Autobiografía en el agua. En este texto el esposo viene “de un mar en calma”; ella “como si llegara de un mar en furia”, se presenta como sobreviviente del naufragio de la guerra del 65: “sirvo el café pienso en barcos que zozobran”(37). En “Decisión (1990)” se divisa, de fondo, el fraude electoral de ese fatídico año: “en la hora del vacío solo queda regresar, lamernos las heridas”. (39). Una serie de estampas, de pinceladas históricas se suceden vertiginosamente. Lo histórico parece imponerse a lo lírico y “De Vuelta (1995)”, sirve de bisagra a la voz resignada por la impotencia que se protege en la infancia; que busca la protección materna: “la llamo le digo que estoy de vuelta a su refugio” (42). “Naufragio” es recurrente porque la vida lo es y la poeta se considera sobreviviente “de un mar en furia” (cfr. “Casada [1985])”. El encadenamiento de los poemas que integran esta Autobiografía en el agua atrapan al lector. Lo narrativo es muy importante en este tipo de escritura en los que cohabitan lo personal, lo íntimo; la historia, el relato. Así, la ausencia paterna sobre la que se construye esta autobiografía, acontecimientos como la muerte de Trujillo, la revolución, la intervención, la represión de los años posteriores que acompañan, por un lado, la evolución del yo; del otro, la pubertad, el amor, el luto, la esperanza truncada, la resignación. Por suerte la fantasía, el sueño, es posible: “Lo otro es pulir las aristas de lo vivo embotadas/ cerrar las puertas encender la luz que desvanece los espejismos/ si te amaron si algunos viven si alguno ha muerto./ Lo otro es bailar sobre la pira.” (“Fantasmagoría [1999]”), como si cerrara las puertas al pasado ante el nuevo siglo. Busca tranquilidad y orden; contemplación, belleza, paz y amor. No lo logra porque no puede ser indiferente. La miseria la indigna (cfr. “Haití [2010])”. La esperanza le permite continuar: “si en el vacío la Presencia,/ alcanza para la plenitud la vida” (“Contingencia [2012]”). Una autobiografía es una obra abierta. El texto de mayor aliento de esta colección de poemas es “Deseo inconcluso”. No puedo terminar mi lectura sin detenerme en ese texto clave de esta excelente obra que es a la vez nostalgia, catarsis e introspección. Nostalgia, en tanto mirada retrospectiva; catarsis, en tanto purificación para iniciar un nuevo punto de partida; introspección, como un análisis crítico de la relación amorosa. Técnica narrativa que consiste en que un solo amor tenga función iterativa.
[1] Álvarez, Soledad, Autobiografía en el agua, Santo Domingo, Amigo del Hogar, 2015, 93p.;también ha publicado: Vuelo posible (1994); Las estaciones íntimas (2006, Premio Nacional de Poesía “Salomé Ureña”).
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AREÍTO
Sábado 23 de abril de 2016
Literatura
HOY
Por el Edén
de Doña Carmen A Doña Carmen Quidiello
Para mi querido José Alcántara Almánzar, respetado escritor y crítico. Porque fue el primero en celebrar mis pinitos en crítica literaria femenina, cuando le mostré mi libro de ensayos: Algo que decir: La Literatura Femenina, una visión de Género. FUENTE EXTERNA
OBRA
S
on cinco las razones que explican el por qué La Eterna Eva y el Insoportable Adán (sketch verdaderamente subversivo) es la mejor obra de doña Carmen Quidiello y el primer decreto teatral sustantivo de la mujer dominicana. Digo “decreto sustantivo” porque un manifiesto (como el de Aida Cartagena Portalatin con su Una Mujer Esta Sola, o el del Circulo de mujeres Poetas, reinvindicando el nombre de poeta para las mujeres) fueron eso: Manifiesto o declaraciones de un sentimiento o intención. Con Eterna Eva y el Insoportable Adán, doña Carmen se atreve a lo que algunas de nosotras ha contemplado alguna vez: Reescribir el Génesis desde nuestra visión, racionalidad y sentimientos. Al hacerlo, doña Carmen demuestra el más fino sentido del humor y de la ironía, así como un dominio de la modernidad en el teatro, por lo que esta obra no es solo la mejor de doña Carmen, sino un trascendental y alternativo aporte a la muy masculina realidad escrita por los Profetas. Las cinco razones a las que me referiré en el trascurso de este ensayo, son: la estructura teatral, el novísimo tema, la poesía, la relación igualitaria con Dios y la visión femenina del mundo.
ESTRUCTURA TEATRAL Como afirma la propia doña Carmen, la obra es una comedia ligera, un divertimento con desenlace cargado de dramatismo. Esto en lo formal, porque como iré demostrando esta obra es una de las reflexiones más profundas y dramáticas sobre la condición del hombre y la mujer que se haya escrito en el país para el teatro dominicano. A esa auto–declarada escritura (la de la comedia), habría que añadir la modernidad teatral. El distanciamiento entre el ojo crítico del espectador, o espectadora y el texto, distancia emocional (propuesta por Brecht) que doña Carmen logra con el recurso del Diálogo de la Serpiente en el libreto. Esto hace a la comedia liberalizante no solo en la estructura sino también en el contenido, y lo moderniza. Pasar de la primera escena (en el Edén) al mundo de hoy, donde a Dios se le representa como a un Psiquiatra plagado Él también de dudas sobre la modernidad es un recurso “profano” en el más maravilloso sentido de la palabra, y una técnica moderna.
Adán y Eva, dibujo de Frans Floris.
Doña Carmen Quidiello
NOVISIMA TRAMA Doña Carmen se propone una tarea ciclópea: nada más y nada menos que la reescritura del Génesis, lo cual logra con una dosis de sencillez, ironía y humor extraordinarios. Para lograrlo, sintetiza las preguntas que siempre nos hemos hecho (y nunca nos hemos atrevido a preguntar públicamente) sobre el Génesis.
¿ES LO IDÍLICO SINÓNIMO DE ABURRIMIENTO?
CHIQUI VICIOSO
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¿Fue la serpiente (imagen de lo femenino) culpable de seducir a Eva y Adán, cuando según los propios Profetas desde el inicio del mundo todo estaba previsto por el Dios-Padre? ¿Qué hubiera sido de la humanidad si Adán y Eva se hubieran contentado con la contemplación mutua? ¿Por qué condenarnos a pagar una culpa que no cometimos hasta el final de nuestros días? ¿Existió alguna vez la alegría de la creación? ¿La libertad de ser y nombrar todas las cosas? Doña Carmen responde con un sentimiento práctico de la realidad, que alaba como talento fundamental de la mujer: 1.-No, no fue la serpiente sino el aburrimiento Edénico lo que llevó a Eva y Adán a probar y comer del fruto prohibido. 2.-La serpiente era andrógina y su virtud, o mordida, fue la curiosidad, cualidad intrínseca de hombres y mujeres libres
desde la creación. 3.-Antes de probar el fruto prohibido, ya Eva y Adán eran distintos. A ella le interesaba mucho más el PARA QUÉ el POR QUÉ de las cosas y su para qué tenía que ver más con lo natural (el color, la forma, el tacto) que con la racionalidad de Descartes. Las preguntas sobre Dios, las responde en la evolución de la obra, con la poesía, lenguaje que culmina en los dos poemas de la obra: ¿Quién inventó la Noche?, e Invocación de la Noche. La poesía permea hasta el justo reclamo de Adán y Eva ante el Dios Padre, reclamo de hijos de Dios que considerándose fruto del mismo acto creador, ejercen por primera vez su libertad. Y es Eva, como siempre, la que empieza, algo que Dios en su papel de Psiquiatra, reconoce: “Debo admitir que Eva es el único ser de la creación que se atreve a echar un mano a mano conmigo y competir lealmente, porque si bien es cierto que soy eterno, lo soy a mi manera. Ella en cambio lo es todos los días, con sus noches. El lenguaje poético transita al lenguaje filosófico, cuando en la explicación a la Serpiente Dios la exculpa de todo pecado argumentando que fue a búsqueda del conocimiento, como germen de la liberad, la causa de la salida de Eva y Adán del paraíso:
“La fruta madura que Eva probó no era la manzana, era ELLA MISMA. La eterna Eva, pura, perecible, humana, llena de defectos y generosa en su condición de mujer con todas sus consecuencias”. Llegamos así a la parte más conmovedora de esta obra de teatro, la que también de forma inédita, sintetiza la visión de la mujer sobre lo que deberían ser las relaciones Mujer-Dios, Hombre-Mujer, Mujer-Naturaleza. Nueva cosmovisión que asoma durante la obra y comienza, con una explicación de la sensibilidad que caracteriza a Eva: “Y qué hace Adán? … boquiabierto, deslumbrado, no hace sino inventar palabras para todo cuanto le pasa por delante”. Al describir la obsesión masculina por nombrar las cosas (una forma de posesión) Eva comienza a establecer la diferencia entre la forma masculina y fémina de APROXIMARSE al mundo: “¿Y todo para qué? … vamos a ver: ¿ para qué? Mientras Adán anda ocupado haciendo un “inventario” de la creación, la mujer antepone la vida a la palabra, lo sensorial a lo racional. Y es en el consultorio del Psiquiatra donde comienza Eva a definir SU GÉNESIS. Génesis donde vivir y filosofar son nuestros objetivos vitales, pero además el amor, la amistad, la justicia, ¡la Paz!, y una visión crítica y contestataria del “Progreso” solo aceptable si: “…se reparte universal y equitativamente siempre que llegue mucho más allá de la simple justicia social –entre comillas- oficializada por leyes nati-muertas o raquíticas”. Si esta obra no es un texto “femenino”, y si la crítica a la creación de Adán y Eva y el Génesis no obedece a la inteligente y reflexiva mirada de una mujer que es también escritora, entonces todo lo que se ha escrito sobre literatura y crítica femenina carece de legitimidad. Lo curioso es que quienes niegan este género no critican la “Literatura Negra”, de la cual Langston Hughes y los escritores y escritoras del Harlem Reinassance son los paradigmas más reconocidos, y sobre la cual existe todo un corpus crítico y conceptual. Me temo que detrás de la resistencia lo que hay son simpatías y/o antipatías personales, y contra esos molinos hace tiempo decidí no romper mis lanzas.