Areíto
Zona de la Cultura y de las ideas
www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Aimée Piccirillo SÁBADO 2.07.2016
JUAN VENTURA
Autodidactas en las letras dominicanas
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Música y filosofía Página 3
Pedro José Gris en la milla de los museos “Mi objetivo fundamental es entender lo que uno hace en el mundo. El arte es un mecanismo para tratar de entenderlo. Nunca se llega a entenderlo. Mi pintura, al igual que mi poesía, es mi visión de la vida”. Página 8
La representación de la comida en la narrativa dominicana
Edvard Munch
La comida aparece representada en la literatura dominicana, como ya hemos visto anteriormente en la novela "El montero”, de Pedro Francisco Bonó. También en "Baní o Engracia y Antoñita" de Francisco Gregorio Billini. Página 5
Edvard Munch es autor de un extenso y complejo trabajo matizado por la muerte, el dolor, la locura y el sufrimiento –ángeles negros que vigilaban su cuna y le acompañaron a lo largo de la vida– según afirmó alguna vez. Página 6
diseccionador del alma
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Zona Areíto Areito
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William Shakespeare (Dramaturgo inglés) No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande.
Autodidactas en las letras dominicanas ARCHIVO/FUENTE EXTERNA
Yaqui Núñez del Risco
Ramón Emilio Colombo
Cándido Gerón
Rafael Herrera Cabral
Juan Ventura
Jacinto Gimbernard
sugerir la adquisición de otros, en razón ta, bibliógrafo, académico, crítico de arte, del interés sobre determinado tema, o la antólogo y escritor); Pedro Pablo Fernánenemos a autodidactas que se curiosidad contagiosa originada por los dez (poeta, publicista y escritor); Fedehan destacado en las letras domi- variados aspectos de una cuestión”. rico Jóvine Bermúdez (poeta y escritor); nicanas, sin haber pisado nunca En nuestro país, han descollado en las Ramón Emilio Jiménez (poeta, profesor, por nuestras universidades y letras como autodidactas un sin número académico, periodista y escritor); Ubi Riotros que asistieron, pero que no llegaron de escritores e intelectuales, a saber: José vas (periodista y Escritor); Alonso Rodría obtener títulos algunos. Gabriel García (historiador, biógrafo y es- guez Demorizi (periodista, historiador, Son muchos los dominicanos que sin critor); Federico García Godoy (periodis- académico, impresor y escritor); José Rahaber obtenido un título universitario, ta, novelista, crítico literario, historiador y món López (periodista, cuentista y escrihoy en día tienen un lugar reservado en profesor); Salomé Ureña de Henríquez tor); Yaqui Núñez del Risco (locutor, pulas letras dominicanas. (profesora, poeta y escritora); Rufino blicista y escritor); Carlos Batista Matos El escritor portugués Martínez (profesor, histo- (periodista y escritor); Ramón Emilio CoJosé Saramago, Premio riador, biógrafo y escri- lombo (periodista y escritor); Freddy BeNobel de Literatura, sostor); Juan Bosch (político, ras Goico (locutor, humorista, novelista y Otros tuvo: “Yo creo que, a lo expresidente de la Repú- escritor). autodidactas son blica, cuentista, académilargo de la historia de la También, están: Jaime Colson, doña literatura, de todos los Jaime Colson, Minerva co, novelista y escritor); Minerva Bernardino, Felipe González Lópaíses y de todos los tiem- Bernardino, Felipe Franklin Mieses Burgos pez, don Rafael Vidal, Eugenio Deschampos, son mucho más los González López, don (poeta y escritor); Ramón ps, Andrés Francisco Requena, Juan Sánescritores que no han ido Marrero Aristy (periodis- chez Lamouth, don Pedro Spignolio Gaa la universidad, que los Rafael Vidal, Eugenio ta, novelista, cuentista, rrido, Ramón Cifre Navarro, Otilio Vigil que fueron a la universi- Deschamps, Andrés historiador y escritor); To- Díaz, Virginia Elena Ortea, Danilo Arzedad. No es una condición. Francisco Requena y más Hernández Franco no, Héctor J. Díaz, Manuel Zacarías EsClaro, la universidad te da Juan Sánchez Lamouth. (poeta y escritor); Manuel pinal, Camilo Carrau, Petronila Angélica información y conocidel Cabral (poeta, novelis- Gómez, Juan Freddy Armando, Ernestina mientos que en la vida te ta, diplomático y escritor); Gómez de Read, Octavio Guzmán Carrevan a ser útiles, pero la universidad no Fabio Fiallo Cabral (periodista, poeta y tero, Carmen Lara Fernández, Manuel fabrica escritores. Hay Facultad de Inge- escritor); Mercedes Mota (maestra y es- Llanes, Luis Eduardo Lora, Orlando Marniería, de Economía, pero no hay una Fa- critora); Carmen Natalia Martínez Bonilla tínez, Orlando Gil, Ramón Alberto Font cultad que forme escritores. No la hay, y (escritora y poeta); Apolinar Henríquez Bernard, Francisco Álvarez Castellanos, no la habrá nunca. Uno tiene sus propios (periodista, académico, Santiago Estrella Veloz, talentos, naturales o los adquiere y de ahí historiador y escritor); Radhamés V. Gómez Pese sale o no se sale como poeta, novelista Domingo Moreno Jimepín, Rafael Chaljub Mejía, “Se comienza o ensayista. La universidad es necesaria nes (profesor, poeta y esCarlos Nina Gómez, Franen todo el mundo, pero podemos vivir sin critor); Diógenes Valdez cisco Comarazamy, Narcileyendo—dice Rufino ella”. (Eugenio García Cuevas. La palabra (cuentista, novelista y es- Martínez—a todo el mundo, so Isa Conde, Francisco sin territorio (hablar en la posguerra fría). critor); Federico HenríAntonio Santos, Ludin GóColombia. Panamericana Formas e Im- quez Gratereaux (perio- sin saber uno distinguir la mez, Melba Marrero de presos, S. A., 2004, páginas 251—52), edi- dista, ensayista, acadé- calidad de lo leído, pero Munne, Francisco Nolastado por Alfaguara. mico, novelista, y escri- corrido el tiempo y ya co, Ercilia Pepín, Rafael Estos han descollado en el periodismo, tor); Ramón Antonio Fe- madurado el juicio y formada Emilio Sanabia, Margarita el magisterio, la publicidad, la literatura, rreras (periodista, histoVallejo de Paredes, Ramón la banca, la política, etc. riador y escritor); Román algo así como conciencia Jerez Díaz, José Gómez Cada uno de estos ha tenido el hábito Franco Fondeur (perio- crítica, se acaba por no leer a Cerda, Rafael Taveras Rode la lectura y lo han hecho bajo disci- dista, historiador y escri- todo el mundo”. sario, Johanna Goede Gaplina. tor); Jacinto Gimbernard lán, Clemente Lockward, “Se comienza leyendo—dice Rufino Pellerano (músico, acaÁngel Miolán, Rafael A. Martínez—a todo el mundo, sin saber démico, escritor e historiador); Pedro Re- Brugal P., Félix Servio Ducoudray hijo, Fiuno distinguir la calidad de lo leído, pero né Contín Aybar (poeta, escritor, crítico delio Despradel, Raúl Pérez Peña, Oscar corrido el tiempo y ya madurado el juicio literario y antólogo); J. Agustín Concep- Gil Díaz, Ángela Peña, Jaime Lockward, y formada algo así como conciencia crí- ción (periodista, historiador, genealogis- Luis Adolfo Arzeno Rodríguez, Julio Artica, se acaba por no leer a todo el mun- ta y escritor); Mario Concepción (histo- zeno Peralta, Julio Gautreaux, Tomás do”. riador y escritor); Rafael Herrera Cabral Báez Díaz, Maximiliano Gómez, Juan DuLos mismos han mantenido un ritmo (periodista y escritor); Álvaro Arvelo, hijo coudray, y otros tantos... de lecturas constantes y permanentes. Se (periodista y escritor); Pedro Antonio ValHe hecho mío el juicio siguiente: “No han desenvuelto en un entorno de ter- dez (poeta, novelista y escritor); Carlos T. basta con leer ávidamente todo lo contulias literarias y de contactos permanen- Martínez (locutor, periodista, biógrafo y cerniente a determinada disciplina y estes con los profesionales e intelectuales escritor); Armando Almánzar R. (crítico cribir prolíficamente. Al final lo único que de más fuste del país. de cine, cuentista, novelista y escritor); cuenta es si esa lectura o esa escritura han El historiador e intelectual puertopla- René del Risco Bermúdez (poeta, publi- traído como resultado un producto que teño Rufino Martínez nos ha narrado su cista, cuentista y escritor); Juan José Ayu- beneficie a los demás. La obra del inteexperiencia de la manera siguiente: “La so (poeta, periodista, publicista y escri- lectual, en otras palabras, se hace digna necesidad de las lecturas origina las bi- tor); Mario Álvarez Dugan (periodista y de aprecio solo cuando deviene en serbliotecas; pero estas, con respecto a cada escritor); Rafael Abreu Mejía (poeta y es- vicio a la sociedad”. (Silvio Torres Saillant. individuo, se deben formar progresiva- critor); Radhamés Reyes Vásquez (poeta y El retorno de las yolas. Ensayos sobre mente, conforme se va ampliando el ho- escritor); Efraim Castillo (novelista, pu- diásporas, democracia y dominicanidad. rizonte mental creado por la lectura mis- blicista y escritor); Carlos Acevedo (pe- Santo Domingo, editora Manatí, 1999, ma. La lectura de un libro sugiere o puede riodista y escritor); Cándido Gerón (poe- páginas 289—290).
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Música y filosofía A Jacinto Gimbernard y Julio de Windt, con afectos
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a metafísica es la poesía de la filosofía. obra de la voluntad, una representación de Es decir, su música encarna en poesía: la contemplación voluntaria. Para Denis es metafísica poética. Los temas tem- Huisman, toda la estética de Schopenhauer porales son de índole metafísicos. Sin está contenida en su frase: “El artista nos embargo, no se construye un discurso me- presta sus ojos para ver el mundo”. Para este tafísico del pasado ni del futuro sino del pre- pensador alemán, el arte -y en especial, la sente. Por consiguiente, solo existe una me- música- es la mejor vía para alcanzar el “cotafísica del presente porque está condicio- nocimiento puro del universo”. Si para él, el nada por el tiempo, y como señala Borges, el mundo es doloroso, solo el arte actúa como tiempo es el tema central de toda metafísica. antídoto -o elixir- para soportar los avatares Es música en estado espiritual. No existe una y tormentos de la voluntad de vivir, y de ahí metafísica del ser sino una metafísica del que su pensamiento filosófico descansa sotiempo, ya que del ser se ocupa la ontología. bre una base budista, fundado en la mediEn consecuencia, la metafísica no es sino ex- tación y la contemplación del mundo senperiencia temporal del ser. El tiempo trans- sible. “Si la voluntad es dolorosa y la voluncurre como la música; es melodía invisible tad de vivir desgraciada, el arte será el mejor que fluye en instantes: duración móvil y fu- calmante, el reconfortante más seguro. A la gaz que parpadea en el espacio. En efecto, la vez tónico y consolador, el arte llegará al enmúsica es la medida del tiempo: sustancia y tusiasmo estético que suprime las ataduras materia de la metafísica filosófica. de la vida”, afirmó. La música es forma, como Aunque parezca abstracta la arquitectura y la escultura, e invisible, la música es un pero también es idea. De ahí lenguaje concreto; un arte La música es la que no hay música concreta temporal y no verbal, detervoz de los sino abstracta, aunque minado por un instante Schoenberg quiso hacerla, a sentimientos, cuya acústico. En efecto, la músitravés de la música aleatoria, esencia metafísica de lo ca es una experiencia estéatonal o dodecafónica, una real transforma en un tica del sonido y el silencio, especie de música serial, en donde sus elementos comla que apenas son percepti- saber, y de ahí que se positivos representan los bles los tonos, y donde se es- emparente con la instrumentos que hacen pocuchan las ideas de las me- filosofía, en tanto amor sible y real el mundo sensilodías. Así pues, podemos a una sabiduría especial. ble. Cuando oímos una medecir que la música es un arlodía musical, vemos y sente donde la idea se confunde Si la filosofía es “amor a timos, y al sentir, imaginacon la forma, y de ahí su se- la sabiduría”, la música mos y simbolizamos expemejanza con la metafísica. es amor al sonido. riencias sensibles y tempoEs decir, con el misterio y lo rales del sonido. La música inefable de lo viviente. En tal pues nos permite sumergirsentido, Schopenhauer sentenció: “El mun- nos en la forma de las cosas del mundo nado es música encarnada tanto como volun- tural. Como lenguaje apasionado del sentitad encarnada”. Para este filósofo pesimista miento, es el arte en el que se realiza el mun-precursor de Nietzsche-, en la música “hay do, en sus vibraciones temporales más ínalgo de inefable y de íntimo”. Si para Leibniz, timas. la música es aritmética, para Schopenhauer La música es la voz de los sentimientos, es metafísica. Como se ve, algunos filósofos cuya esencia metafísica de lo real transforma han tenido sensibilidad musical, en especial en un saber, y de ahí que se emparente con la Theodor Adorno (quien incluso tocaba el filosofía, en tanto amor a una sabiduría espiano), y otros que han escrito tratados de pecial. Si la filosofía es “amor a la sabiduría”, estética musical, en cambio, Kant (paradó- la música es amor al sonido. En tal virtud, jicamente un alemán) la odiaba; también Wagner dijo: “Lo que la música expresa es lo Víctor Hugo, y Napoleón, pero en este gue- eterno, lo infinito, lo real”. Si Nietzsche, en su rrero conquistador se comprendía. Scho- obra El origen de la tragedia, dijo que “el penhauer, a pesar de ser un poskantiano, mundo sin música sería un error”, también amaba la música, y la colocaba por encima para este pensador nihilista: “Solo como fede las demás artes. Para este autor de El nómeno artístico está justificada la existenmundo como voluntad y representación, las cia del universo”. Si bien Nietzsche se separa ideas se expresan a través de la música, y no de su antiguo amigo Richard Wagner, su raal revés. Es decir, que el arte musical es una zón reside en que para él, Wagner despojó lo
BASILIO BELLIARD
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afirmativo de la música, posibilitando que haya caído en un estado de decadencia. La potencia que posee la música de expresar la intimidad del espíritu le confiere una dimensión metafísica, que el romanticismo musical supo capitalizar. La perfección aritmética de la música fue lo que indujo a Arthur Schopenhauer a la convicción de colocarla en un espacio privilegiado de la sensibilidad humana, por encima de las demás artes, y a afirmar que: “Lo que la música nos da es la historia secreta de la voluntad”. Vale decir, que para este pensador, la música es la expresión de una fuerza consciente e íntima, pero libre, de la conciencia estética del sujeto, y de ahí que viera el mundo como la representación de una voluntad no divina sino humana. La música le prestó sus ojos para ver el mundo a través del sonido, pues al escuchar sus acordes, podemos ver, con el concurso de los sentidos, los ecos y las reverberaciones, las vibraciones y las resonancias de la naturaleza, en su estado temporal. Si el hombre hizo música, al oír el sonido de los árboles, el mar, los ríos y los pájaros, el músico transforma ese sonido puro en materia prima para organizar el caos del cosmos, en una sinfonía espacial de la temporalidad. La música se alimenta de aire y de espacio, a pesar de ser un arte temporal. Su poética es la razón temporal que hace cantar al pensamiento. Así pues, idea y música se matrimonian entre el tiempo de silenciar y sonar, entre el silencio del espacio y el sonido del tiempo. Si Vasili Kandinsky vio en el color azul una sinfonía es porque en la música hay color. Y lo afirmó un pintor que buscó lo espiritual en el arte e inventó la pintura abstracta (aunque siempre lo negó), a través de los manchados. En efecto, entre la música y la pintura, el sonido y el color operan sinestesias que permiten la transferencia simultánea de lenguajes. Químicamente hablando, el color y el sonido se consustancializan, en una especie de cruce de lenguajes expresivos, tal y como lo observó Goethe, y otros teóricos de la física y la psicología del color. La música es un arte aéreo: se transmite en el espacio y el tiempo, en olas centrífugas y gravitacionales, y va de oído a oído, en notaciones, tonos y timbres, que adormecen y arrullan. Como arte temporal, produce en el auditor un estado trastemporal, en el que se machihembran la naturaleza y los hombres. Ese trance de la delectación acústica trasciende las coordenadas temporales del ser y el cosmos, en una introspección psicológica de la mente humana despierta.
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CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do
Los Robiou veganos Milcíades H. Núñez Núñez
Encuentros
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Instituto Dominicano de Genealogía
MU-KIEN ADRIANA SANG
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s sabido que el apellido Robiou está relacionado con la provincia de La Vega y el Cibao central desde hace generaciones. Pero, ¿cuándo y quién fue el primero de este patronímico en establecerse allí? Pues se trató de Antonio Joaquín Robiou Campillo, quien llegó a La Vega en la década de 1850. Antonio Joaquín nació en Santo Domingo el 25 de agosto de 1830. Como muchos dominicanos, fue resultado de ancestros de origen variado: Francia, Italia y España. Por la línea de sus ancestros franceses era hijo del Francisco Robiou Legrand, panadero, y nieto de Francois Robiou, también panadero, y de Elisa (o Elvira) Legrand, naturales de Puerto Príncipe, Haití. Su madre Francisca Campillo Arjona era hija del italiano José Campillo Bit y de la criolla de ancestros españoles Ramona Arjona Ramos. Para el año 1857 encontramos a Joaquín Robiou en La Vega figurando en un acto notarial en el que se especifica su oficio de alambiquero. Casó en Jarabacoa el 15 de noviembre de 1863, en época de la anexión a España, con una hija de la familia más influyente de La Vega y de las más poderosas de toda la región: María Trinidad de Moya Portes, hija de don Cristóbal José de Moya Padrón, quien fue abogado del patricio Francisco del Rosario Sánchez, y de doña Juana Carlota Portes de Moya. María Trinidad de Moya Portes fue tía de su homónima Trina de Moya Pérez, esposa del presidente Horacio Vásquez Lajara y compositora del Himno a las Madres. Joaquín y María Trinidad procrearon a: 1.- Arístides Robiou de Moya, discípulo de Hostos. Casó con Edelmira Valverde y procrearon a Marina Leocadia Robiou Valverde, quien casó con José Natalio (Baby) Jiménez Batista (1914-2003); Joaquín Arístides Robiou Valverde (1901-1993), quien casó con Carmen Blanca Zapata Núñez; Sebastián Américo Robiou Valverde (1902-2000), quien casó con Graciela Elvira Lamarche (1908-1991) y Manuel Antonio Robiou Valverde (1905-1984), quien casó con Josefa Martínez Alba, hermana de María Martínez Alba, esposa de Rafael Trujillo Molina. 2.-Joaquín Arismendi Robiou de Moya (1866-1964) nació en La Vega. Discípulo de Hostos y defensor de su doctrina. Fue agrimensor. Casó en La Vega con Emilia Guzmán Pérez, tía del expresidente Antonio Guzmán Fernández. Fueron padres de Trinidad Antonia Anacaona (n.1905), Marién Emilia (n.1909), quien casó con Manuel Guzmán Garrido; Silvestre Bayoán, nacido en 1915 y quien casó con Dora de Moya (de esta unión surge otra generación con apellidos Robiou de Moya, entre ellos el politólogo y empresario Iván Robiou de Moya, así como el general Juan Carlos Torres Robiou); José Guarionex (n.1914) y Rosa América (1916-1975), quien casó con Jaime Font, español de Islas Baleares. 3.-Angelicario Robiou de Moya nació en Santiago el 3 de mayo de 1870. Con Zunilda Vallejo Mieses procreó a Ana Silvia Robiou Vallejo (1915). 4.-José Atahualpa Robiou de Moya nació el 7 de febrero de 1871. Casó con Lidia Castro. Murió en La Vega en 1920. 5.- Rosa Robiou de Moya nació el 10 de enero de 1874. Murió soltera con 100 años de edad el 5 de diciembre de 1974. 6.-Alfredo Virgilio Robiou de Moya fue comerciante. Nació en La Vega el 4 de septiembre de 1875. Casó con Beatriz Sánchez Morilla en La Vega el 6 de enero de 1901. Fueron padres de Ramón Virgilio Robiou Sánchez (n.1901), quien casó con Matilde Viñas Rodríguez; Luis Guaroa (n.1902), quien casó con Leticia Guarina Fondeur en 1925; Ramón Guarionex (n.1906); Leslia Bernarda (n.1909); Manuel Bayoán (n.1911) y Rosa Angélica Venecia Robiou Sánchez, quien casó con Pablo Aracena.
José Ortega
Gasset
EL ESPAÑOL VISIONARIO, 1 La crítica ha de ser imparcial… ¿Qué es la imparcialidad? Serenidad, frialdad ante las cosas y ante los hechos. ¿Qué es la crítica? Clavar en la frente de las cosas y de los hechos un punzón o un punzón negro; arrastrarlos al lado de lo malo o al lado de lo bueno, siempre clavar, siempre arrastrar… El crítico ha de luchar. La crítica es una lucha. ¿Cómo no se ha de descomponer el vestido? ¿Cómo puede flotar la serenidad sobre la lucha? Pero mirando el trasluz la palabra imparcialidad, quiere decir impersonalidad. Ser impersonal es salirse fuera de sí mismo, hacer una escapada de la vida, sustraerse a la ley de la gravedad sentimental. De tal suerte…se podrá ser justo…José Ortega y Gasset, De la crítica personal[1]
gimen que llegó acompañado de entusiasmo generalizado y oportunidades de grandeza política. El filósofo madrileño se había dirigido ya a las Cortes cuestionando las malas maneras, la intimidación del adversario, la cólera y la torpe identificación de las instituciones con los partidos gubernamentales”. El Seis Doble, lunes 8 de diciembre de 2014. Localicé un fragmento del importante discurso en el Blog de Tácito en Plasencia. Estos fragmentos son muy ejemplificadores de sus inquietudes y críticas: “Nació esta República nuestra en forma tan ejemplar, que produjo la respetuosa sorpresa de todo el mundo. Caso insólito y envidiable. Acontecía un cambio de régimen, no por manejos ni golpes de manos, ni por subversiones parciales, sino de la manera inevitable, exuberante y sencilla que brota de la fruta en el frutal. Ese modo, diríamos esde hace mucho tiempo he espontáneo, de nacer la República, nos gaquerido conocer a profundi- rantiza que el grave cambio no era una lidad a José Ortega y Gasset, el gereza, no era un capricho, no era un ataque español universal, quien con histérico, ni era una anécdota, sino que hasus escritos revolucionó el bía sido una necesidad profunda de la namundo intelectual de inicios ción española, que se sentía forzada a sadel siglo XX. Ha estado en mi lista de pen- cudir de sobre sí el cuerpo extraño de la modientes por años. Decidí iniciar, de una vez y narquía. por todas, una serie sobre el Lo que no comprende es pensamiento de este homque habiendo sobrevenido bre que a pesar de haber la República con tanta pleLa formación de Ortega nitud y tan poca discordia, muerto hace 60 años, sigue y Gasset era envidiable. sin apenas herida, ni apenas vigente en el corazón y la mente de aquellos que se Obtuvo su doctorado en dolores, hayan bastado siete preocupan por el devenir de filosofía en el año 1904. Luego meses para que empiece a esta humanidad, que parece cundir por el país desazón, se apresura a auto destruir- siguió su formación en descontento, desánimo, en se, o por lo menos, a auto Alemania, donde bebió de las suma, tristeza. ¿Por qué no anularse. han hecho una vida agria y obras de Kant y se afilió al José Ortega y Gasset na- neokantismo. triste, bajo la joven consteció en Madrid en 1883 en el lación de la República naseno de una acomodada faciente? milia madrileña, que por demás tenía una No voy a acusar a nadie, no solo porque vida intelectual bastante activa. Su abuelo repugno faena tal, sino porque, además sería materno fue el fundador del periótico El injusto. Conozco a esos hombres que hoy Imparcial; que años más tarde fue here- dirigen la vida pública española –y me redado por su padre en la dirección del pe- fiero, no solo a los Gobiernos, sino a muchos riódico. Tan arraigada era la vocación pe- que militan próxima a ellos-, conozco a esos riodística que su hijo menor fundó el im- hombres y sé que la política peninsular no portante periódico El País. ha encontrado junto tesoro La formación de Ortega y mayor de buena fe y de Gasset era envidiable. Obtuprontitud al sacrificio. Lo Desde hace mucho vo su doctorado en filosofía que pasa es que se han equitiempo he querido en el año 1904. Luego siguió vocado, que han cometido su formación en Alemania, conocer a profundidad a José un amplio error en el modo donde bebió de las obras de Ortega y Gasset, el español de plantear la vida republiKant y se afilió al neokantiscana…ese error cometido mo. Se casó con Rosa Spot- universal, quien con sus no le es imputable, sino que torno, con quien procreó sus escritos revolucionó el más bien son de él respontres hijos: Miguel, Soledad y mundo intelectual de sables las clases represenJosé. tantes del antiguo régimen, inicios del siglo XX. Dos de sus primeras que ahora tan enconadaobras y quizás de las que mamente combaten a esos yor difusión tuvieron fueron “España Inver- hombres. ¿Pues qué? ¿Se quería que después tebrada” y “La rebelión de las masas”. Activo de haberlos mantenido en permanente opointelectual, crítico mordaz y culto de su he- sición, más aún, en virtual destierro de los rencia, Ortega y Gasset no se amilanaba para negocios públicos, pudiesen esos hombres, expresar con valentía lo que pensaba. Estaba de la noche a la mañana, improvisar la dessiempre en algún proyecto intelectual. Es- treza, la soltura de mano y la óptica del gocribía en el diario El Sol, fue el creador y el bernante? Publicado el 16 de febrero de director de la Revista de Occidente. 2012. Como hombre de las letras compromeEs posible que no podamos entender el distido se sumó a la posición política que de- curso fuera del contexto de la España convulfendía la República, en desmedro de la sionada porque luchaba por el surgimiento y monarquía en la España convulsionada de consolidación de una república. Existían conlos años 30 del siglo XX. Fue incluso ele- tradicciones entre los grupos políticos republigido diputado por la provincia de León. canos. Lo importante es rescatar el discurso paPero su pensamiento crítico lo hizo tomar ra destacar la valentía de Ortega como intelecdistancia, renunciando al año de su elec- tual comprometido con su tiempo. ción, pues criticó duramente el curso que Los artículos siguientes versarán sobre tomaba la República. De ahí nació su dis- algunos de los trabajos escritos por este curso incendiario y conmovedor que tituló hombre inmortal. Reitero a mis lectores, “Rectificación de la República”. Como bien que escribiendo estos ensayos leo y aprenafirman los redactores del Diario El Seis do, mucho, mucho. Siempre he dicho que Doble: la mejor manera de aprender es obligán“En diciembre de 1931, Ortega pronunció dote a escribir cosas nuevas. En este viaje una conferencia fundamental, esperada por que emprendo hoy me adentraré en el todos y temida por muchos, que ha pasado a pensamiento de este hombre que he adla historia como el momento en el que se es- mirado mucho desde la distancia y la igcucharon las primeras voces de alarma de los norancia. Hasta la próxima. desilusionados ante el rumbo equivocado que tomaba la República. Era una severa ad- [1] José Ortega y Gasset, Obras completas, vertencia del peligro de disolución de España, Tomo I (1902-1916), Madrid, Ediciones Casa muy pocos meses de la llegada de un ré- tilla, Séptima edición, 1966, p.14.
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Literatura
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“¿Les Gustó el sancocho?”
La representación de la comida en la narrativa dominicana
ARCHIVO
MIGUEL ÁNGEL FORNERÍN
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a comida aparece representada en la literatura dominicana, como ya hemos visto anteriormente en la novela "El montero”, de Pedro Francisco Bonó. En otra de nuestras principales obras de largo aliento, "Baní o Engracia y Antoñita" de Francisco Gregorio Billini, publicada en 1882, aparece una interesante y pertinente descripción de la comida. En esta ocasión, la obra nos muestra elementos muy regionales, propios del desarrollo de la sociedad dominicana. Baní es la ciudad donde se asentó una mayor cantidad de los “isleños” que llegaron al Caribe entre finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Las emigraciones canarias se encuentran en las grandes Antillas y la República Dominicana es distinguida con una comunidad que recrea sus raíces. Al reescribir las fiestas, dice el narrador en el capítulo quinto: “Allí un poco más apartada del centro de la población, hay una tertulia animada que bebe, come pastelillos y riendo en paliques bulliciosos espera el sancocho. Más allá, en el pueblo, muy muy arriba, el tiple, el cuatro o el seis, que a los acordes de sus cuerdas abre la cantina y establece competencia entre los rústicos bardos nacionales”. Biblioteca de Clásicos Dominicanos, (179). Pero esta no es la única descripción. El novelista marca otras huellas de nuestra culinaria y de los tipos de música e instrumentos. Al señalar la abundancia de comidas que se disponen para los invitados, lo que podría negar la aleada frugalidad del dominicano, si vemos a los banilejos fuera del grupo cerrado que fue durante mucho tiempo, dice que las señoras en la casa servían “el pastelón y el buen condimentado pavo relleno que son los platos de preferencia, sin que nunca falte el famoso DesOeufsaulait que a gusto tienen en confeccionar ellas mismas” (181). Agrega el brindis de licores, sin especificar ninguno. La obra de Billini representa la voz del autor civil que le habla a la República. Sus preocupaciones están enmarcadas en el orden institucional, asunto que preocupa a los letrados de su época. El liberalismo del siglo XIX tiene las preocupaciones por las montoneras, por las ínsulas interiores. De ahí que los personajes Solito y Baúl sean la representación del lado opuesto. En los discursos se nota la lucha entre civilización y barbarie; para el letrado los actores en el drama eran los bárbaros. En el recibimiento que les dan aparece la pregunta: “—¿Les gustó el san-
cocho?” (280) que es una interrogante que nos lleva a pensar en lo ocasional del plato y la extranjeridad de los invitados. Posiblemente el sancocho no era una delicia desconocida para el Otro, pero sí un plato favorito de los canarios. La novela, romántica, costumbrista, realista, conecta a través de sus personajes a Baní con San Carlos, enclave barrial de los canarios en la capital, Santo Domingo. En "El origen de la cocina dominicana" (1999), Juan B. Nina escribe sobre la historia del sancocho como un plato de origen español, citando al sociólogo Dagoberto Tejada. Distingue los tipos de sancocho: “el liniero" con fuerte sabor a chivo y orégano" y la variedad del mismo se separa en San Pedro de Macorís con un caldo llamado "tirao" (79). Más adelante, el autor de varios libros sobre la gastronomía dominicana, cita a Mike Mercedes, quien considera que el sancocho es de origen canario y lo eleva al pedestal de plato nacional. No coincido con el cocinero de fama internacional, la denominación no distinguiría a muchas naciones que también gozan de un plato similar. Sin lugar a dudas, su afirmación demuestra el lugar que en las preferencias dominicanas tiene el caldo de verduras, tubérculos y carnes. Describe de esta manera el ajiaco cubano (o sancocho), en el “Diccionario provincial de voces cubanas” (1836), el criollo, nacido en Santiago de los Caballeros, Esteban Pichardo y Tapia (1779-1879): "AGIACO… comida compuesta de carne de vaca o puerco, trozo de plátano, yuca, calabaza & con abundancia de caldo cargado de sumo (sic) de limón y agi picante, de donde toma su nombre. Es el equivalente de la olla española; pero acompañado del casabe y nunca de pan. Su uso es casi general mácsime en lo interior, aunque se escusa en mesas de alguna etiqueta" (8). En "Puerto Rico y el Caribe: historia de una marginalidad", Edgardo Rodríguez Juliá dice que "el ajiaco cubano, sancocho dominicano y el guiso puertorriqueño, que también se llama sancocho, surge de esa suculenta olla podrida peninsular que el criollo y el esclavo preparaban según las menudencias de viandas y carnes que proveía una sobrevivencia muchas veces paupérrima"(151). El sancocho ha sido elevado a plato nacional, olvidando, como muchas de nuestras delicias culinarias, su pasado y su remoto
origen. La literatura lo marca, lo registra y lo deja como huellas del devenir del gusto y de la cultura material. Es, tal vez, el plato que más nos hace partícipes de la alimentación y la unidad humana. En el Caribe, esa olla podrida, el sancocho o el ajiaco, como le llaman los cubanos, testimonia la unidad dentro de la diversidad de nuestra cultura. En “Cosas añejas” César Nicolás Penson lo define como un caldo de cierta variación típica. En "Barriga verde" se refiere a Doña Dolores, hija de Felipe Fernández, quien vino a Santo Domingo por última vez “a comer el sancocho de su tierra y a ver las cosas de ella” (279). Luego, en “Entre dos miedos”, anota el ensayista costumbrista que “El peligro de esta yuca consiste en confundirla con la dulce y sancocharla con otras raíces y víveres, para hacer nuestro castizo sancocho, por lo que han resultado ya en esta capital casos de envenenamiento” (209) El poeta Franklin Mieses Burgos, fundador de La Poesía sorprendida, lo inmortaliza dentro de los discursos que exponen la identidad dominicana. En el poema "Paisaje con un merengue al fondo”, la voz lírica cuestiona muchos de los lugares comunes de la etnología eurocentrista europea sobre nuestras gentes, sobre nuestros orígenes. Estos son supuestos que el relato culturalista e identitario ha recogido en reiteradas estaciones de nuestro devenir histórico y cultural. Escribe el poeta: “—¿Que fuimos y que somos los mismos marrulleros; / los mismos reticentes del pasado y de siempre? / ¿Que dentro de la escala de los seres humanos / hay muchos que suponen que nosotros no vamos / más allá del alcance de un plato de sancocho?” En "Anadel"(1976), Julio Vega Batlle lo presenta como arte de un conglomerado de prácticas culinarias en las que se distinguen las naciones de origen y habla del sancocho como una de las tantas variedades del plato: el sancocho nuestro es el cocido español, el pot-au-feu francés, la minestrone italiana...la cazuela chilena, el hervido de Venezuela, el ajiaco de Cuba, etc. (56) “Y nunca acabaría de contar. Son todos iguales: un cocimiento de carnes, vegetales y raíces. La diferencia está apenas en la clase de los vegetales y de las raíces y el condimento". Y agrega: "En este país, repito, es una mentira decir que el sancocho es el plato nacional"(Ibid.). Y finaliza su personaje: "Nadie ama más que yo mi país, pero detesto el sancocho".
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Aporte
HOY
Edvard Munch
diseccionador del alma FUENTE EXTERNA
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n la cúspide del neoclasicismo pictórico francés de finales del siglo XVIII, Jacques-Louis David –el pintor de la Historia– plasmó los últimos momentos de la vida de Sócrates en un lienzo en el que parecería escucharse la voz del filósofo justificando su condena por corromper a los jóvenes atenienses tras estos cuestionar los dioses helénicos ancestrales. La mort de Socrate es una obra imponente donde la figura de su protagonista solo se ve amenazada por la certeza de la cicuta que sostiene un carcelero avergonzado; donde Platón “escondido” a la izquierda de la escena, escucha a Sócrates justificar la inmortalidad del alma al identificarla con la conciencia, la voluntad y la inteligencia, concepción que se convierte en punto de inflexión del desarrollo de la noción del alma en el pensamiento occidental. Es precisamente Sócrates quien en referencia a la estética y en oposición a los pitagóricos deja firmemente establecido que el arte no representa únicamente al cuerpo sino que también plasma el alma; así lo entendió Masaccio, Piero della Francesca, Balthus y en la modernidad incluso Francis Bacon, “pintores del alma” que colocaron a la figura humana hecha sentimiento en el eje de sus preocupaciones formales. En la pintura decimonónica el sentimiento, como fuerza sucedánea del alma aparece en su mayor dimensión en el noruego Edvard Munch, autor de un extenso y complejo trabajo matizado por la muerte, el dolor, la locura y el sufrimiento –ángeles negros que vigilaban su cuna y le acompañaron a lo largo de la vida– según afirmó alguna vez. Munch fue testigo de la trasformación del pensamiento moderno catapultada por Darwin, Freud, Kierkegaard y Nietzsche; expresada por artistas contemporáneos que le influyeron a través de las letras como el austríaco Trakl –poeta de la angustia de la muerte y de la añoranza de la inocencia– y su paisano Henryk Ibsen; y a través de la pintura misma con las influencias de Hans Jaeger, Van Gogh y Manet. Tales experiencias transmutan el trabajo de Munch desde el simbolismo y el realismo psicológico, hasta la corriente expresionista que pautó las ulteriores transformaciones de las artes plásticas del siglo XX.
La muerte de Sócrates, Jacques-Louis David 1787. Melancolía, Edvard Munch 1892.
Separación, Edvard Munch, 1896.
LA VIDA MODERNA DEL ALMA El entorno de la obra muncheana, y con esta sus personajes, no puede ser asimilado sin considerar las circunstancias a las que el pintor estuvo sometido desde su infancia: la muerte de su madre y de dos hermanos; la miseria que le rodeó durante su juventud temprana; el dolor plasmado en la cara de los enfermos atendidos por su padre médico; la demencia y la tuberculosis que afectaron a su familia y por supuesto, la angustia existencial que el tránsito hacia el siglo XX significó para cráter del Etna y a través de las subsecuentes los jóvenes artistas que como Munch eran sa- civilizaciones occidentales, la melancolía cudidos por el cambio radical de los valores parece haber existido en una suerte de “círreligiosos, estéticos y éticos que se avecinaba. culo recurrente” donde se le categoriza: “Si el En suma, la urdimbre espiritual que puebla miedo y la tristeza duran mucho es melansus trabajos no puede ser separada de los tor- colía” (Hipócrates); donde se le mitifica, como lo sucedido con Melanmentos, ansiedades y sacudicolía I, la más misteriosa de das que le afectaban; ella está las pinturas de Durero; y expresada en gran parte de su El lienzo donde se le admira, como en trayectoria pictórica sobre toMelancolía de las palabras de Roger Bartra: do en El friso de la vida, el ma“lo que la vuelve fascinante yor proyecto creativo en que Munch es una obra trabajó por tres décadas. en óleo, lápiz y ceras es su doble condición conEl friso agrupa las temá- sobre lienzo que tentiva de la estructura simticas más preocupantes pabólica de un mito y de las ra Munch: trátese de la me- delata la relación consecuencias trágicas de la lancolía, la muerte, la an- entre las figuras en soledad y la incomunicación gustia, la infidelidad, el primer plano y las ocasionadas por las expeamor o los celos –acciden- que aparecen riencias humanas”. tes de la vida–, todas fueron El lienzo Melancolía de incluidas en sus lienzos pa- alejadas en el fondo. Munch es una obra en óleo, ra de tal forma, según el aulápiz y ceras sobre lienzo que tor, “tratar de explicarme a mí mismo la vi- delata la relación entre las figuras en primer da y su significado y tratar de ayudar a otros plano y las que aparecen alejadas en el fondo. a aclarar sus vidas”. Casi frenéticamente Son escenas independientes, mas, gracias al trabaja en estos conceptos durante la úl- conocido lazo amistoso existente entre el artima década del siglo XIX destacándose en tista y los personajes se entiende que dicha dicho período El grito, Melancolía, El beso y distancia no puede representar otra cosa que Separación, finalmente exhibidos en la ex- el estado de ánimo de los protagonistas enposición de la Secesión en el Berlín del 1902 simismados en sus propias soledades. Uno agrupados bajo la perspectiva que su autor descansa la cabeza sobre la mano derecha consideró ser símbolo de “la vida moderna ocultando su pesar, mientras la pareja que del alma”. ocupa la lejanía absorta en la cristalización Desde la muerte de Empédocles de Agri- sthendeliana parece disfrutar la claridad del gento –el suicidio más famoso de la antigüe- horizonte ajena al dolor patente en el primer dad– quien víctima de la tristeza se lanza al plano. Esa melancolía vecina del amor que se
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/ JOCHY HERRERA
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mira con ojos de duda y con recelo, “misteriosa herida que a pesar del dolor que produce sigue siendo condición deseable”, canon creado e imaginado según Bartra y que se acerca a la invención de Dulcinea, se contrapone a la angustia que Munch y sus personajes experimentaron en una suerte de leitmotiv que rozaba la neurosis.
EL AMOR, ESA BATALLA El óleo Separación ilustra el sentimiento desencadenado por una ruptura amorosa: dos protagonistas, de lenguaje corporal disímiles, ocupan el primer plano en una escena donde un hombre de vestimentas oscuras cual el luto que puebla su espíritu, nos entrega una mirada de pesar en franca contraposición a la imagen femenina que le acompaña. Este hombre no muestra lágrimas, su faz capta el estado interior de su alma; la desnudez espiritual provocada por la muerte del corazón que desangrado y apenas sugerido entre una mano que cubre tonos rojos, parecería intentar escapársele del pecho. La mujer elegantemente vestida, camina en dirección opuesta sin fijar mirada en aquel hombre apenas levemente sostenida a ras de tierra. Ella se ha dejado llevar por el viento alejándose de la escena quizás agobiada por la incertidumbre o por las muertes que encarnan la separación. La del amor roto y la del corazón vacío. Edvard Munch disecó los rincones del alma como ningún artista de su época y así lo testimonia su obra cumbre, el poderoso Friso de la vidat.
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HOY
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Sábado 2 de julio de 2016
Arte Contemporáneo
HOY
¡Pedro José Gris En la milla de los museos! FUENTE EXTERNA
Pero J. Gris y Reynold Kerr.
Partículas que piensan. Mixta sobre tela, 2016.
“He querido pintar lo único que permanecerá cuando esa destrucción se haga realidad: la partícula. Polvo eres y al polvo volverás. Partícula eres y a la partícula volverás. Todo empezó como una explosión, una lluvia, un coctel de partículas que por alguna razón formaron todo lo que vemos. Y todo volverá a ser partícula. Por eso yo pienso que las partículas que eran ciegas, a través de nosotros, llegaron a pensar y de ahí mis partículas que piensan”. Pedro J. Gris, 2016.
Retrato del azar. Mixta sobre tela, 2014.
NUEVA YORK, EE.UU.-
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AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ ARTOPIA01@GMAIL.COM
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raspasando los “cargados” vagones del Subway, la traslúcida masa arquitectónica de Columbus Circle y el poderoso hedonismo que estalla en Times Square, las miríadas de cuerpos y espectros en acción, proclaman la vitalidad del extático espectáculo cotidiano newyorkino. Sin embargo, el aluvión antropológico, también desata los recuerdos de ese pasaje inquietante del Fedro en que, por boca del rey Tamus, Platón lamenta la aparición de la escritura: “una invención peligrosa porque provocará el olvido en las almas de los hombres", quienes "dejarán de ejercer la memoria porque contarán con lo que está escrito"… Para Platón, la escritura jamás podría proveer a los seres humanos de sabiduría, sino de un falso saber que sería el final de la cultura. Platón solo se equivocaba en parte, y no únicamente porque el inicio de la escritura conduciría a la decadencia de la memoria, sino porque es posible que la verdadera sabiduría no pueda transmitirse más que de viva voz: en el diálogo inconcluso y el encuentro de saberes; en la conversación de arte; en el compartir imágenes y palabras cuyos signos y significados arden y seguirán ardiendo entre dialogantes y espectadores. Y este es el mismo encuentro que seguirá estallando y renovándose cada vez que los dialogantes y espectadores puedan confrontar y disfrutar la energética producción pictórica reciente de Pedro José Gris. Precisamente, la noche del pasado jueves 16 de junio, Reynold Kerr, al presentar su primera exposición individual en los Estados Unidos, calificaba algunas de sus obras recientes como auténticas “joyas”, valorando logros definitivos en la composición, los juegos de texturas y el manejo del color… “Y creo que la de Pedro Gris es una pintura fresca y novedosa”, agregaba con entusiasmo el reconocido galerista y experto en arte africano y latinoamericano. La elegante instalación museográfica de Reynold Kerr y Geo Ripley en el Salon de Exposiciones de la Reynold C. Kerr Collection, espacio privado localizado en el 16 Este de la calle 82, en el "Distrito Histórico del Museo Metropolitano" y el “Upper East Side” de la ciudad de Nueva York, ha propiciado el gran impacto de las ocho pinturas que integran la muestra “Partículas que Piensan”, con la cual Pedro José Gris no solo accede rápida y sorpresivamente a la denominada “Museum Mile” o Milla de los Museos de la 5ta. Avenida, sino que también su obra pictórica ha
logrado impactar positivamente a respetados especialistas del arte contemporáneo como Irvine R. Mac Manus, asesor del Museo Metropolitano de Nueva York; el galerista Gerardo Verdugo (New Jersey) y Jeannie Freilich, directora de la prestigiosa Lisson Gallery de Nueva York, entre otros. Pensamiento, imagen y palabra, fluyen y confluyen perpetuamente en la obra poética y en la práctica pictórica de Pedro J. Gris… Así, luego de advertir a los presentes que “las Voces” y La Niña”, constituyen obras fundamentales de la poesía y la narrativa dominicanas contemporáneas, José Acosta, reconocido escritor dominicano basado en Nueva York, cuestionaba al expositor sobre el proceso de transición desde la poesía y la narrativa hasta la pintura… He aquí la inmediata respuesta del poeta ante su inesperada y reveladora emergencia creadora. “La clave es que es la misma cosa. Yo he tratado de convertir en imagen lo que pienso. Primero, traté-he hecho un gran esfuerzo-de convertir en palabras mi visión del mundo. En un momento inexplicable, quise hacer pintura en el momento en que me sentía en el estado en que hago poesía. Empecé a pintar, intensa y apasionadamente, compulsivamente y de manera terapéutica… “Mi objetivo fundamental es entender lo que uno hace en el mundo. El arte es un mecanismo para tratar de entenderlo. Nunca se llega a entenderlo. Mi pintura, al igual que mi poesía, es mi visión de la vida. Básicamente, tengo una concepción del tiempo. Pienso, estoy convencido que es una verdad científica, que el universo con nosotros dentro viaja para siempre hacia el futuro y lo que viaja para siempre hacia el futuro, viaja hacia su destrucción...
En síntesis
Pedro José Gris
Nacido en Santiago de los Caballeros (1958), desde hace más de tres décadas, Pedro José Gris está reconocido como uno de los principales renovadores de la poesía dominicana contemporánea. En los últimos 15 años, su espacio creacional se diversifica e intensifica con la misma vitalidad de sus convicciones estético-filosóficas. Su condición de nuevo vidente y su conexión existencial con el “Informalismo”, le llevan a un proceso creativo automático y eminentemente catártico que nos deja ver sus máximos hallazgos pictóricos a través de una lúcida e instintiva reactivación de la superficie espiritualizada. En el 2014, presenta su exposición individual “Ventanas de Placer” en la Galería Nacional de Bellas Artes y en la Sala de Exposiciones del Gran Teatro del Cibao. En el 2015, presenta su sexta muestra individual: “Partículas que piensan” en el Museo de Arte Moderno.