Areíto
Zona de la Cultura y de las ideas
www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Willis Carla González Aracena SÁBADO 13.08.2016
ESCRIBE AMABLE LÓPEZ MÉNDEZ
CARLOS SANTOS: retos y desafíos de la cultura/p8
OCHENTA AÑOS Tributo a
Marcio Veloz Maggiolo Páginas 3-7
HOY
AREÍTO
Sábado 13 de agosto de 2016
Zona Areíto Areito
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Nicolás Maquiavelo (Político y escritor italiano) Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento.
Ortega y Gasset La técnica nos arropa y
¿aniquila? Mu-Kien Adriana Sang
L
os tecnócratas… son demagogos y, por tanto, gente sin exactitud, poco escrupulosa y atropellada. Pero lo que tenga ese cuadro de caricatura y exageración, no hace sino poner de manifiesto un fondo verdadero de incuestionable: la casi ilimitación de posibilidades en la técnica material contemporánea La vida humana no es solo lucha con la materia, sino también lucha del hombre con su alma. ¿Qué cuadro puede Euroamérica a ese como repertorio de técnicas del alma? José Ortega y Gasset, Meditaciones sobre la técnica. La tecnología acabará con la humanidad si no colonizamos antes otros planetas… Stephen Hawking Nosotros, los nacidos a mitad del siglo XX, hemos sido testigos del avance acelerado, casi inimaginable, de la tecnología. Fui de las que escribió su tesis doctoral, hace 35 años, en una “avanzada” máquina eléctrica de IBM. Utilicé la computadora en mi tercer libro, “Una utopía inconclusa. Espaillat y el liberalismo dominicano del siglo XIX.”, por los “lejanos años 90”. Después con el tiempo, me he vuelto una cibernética total. Utilizo la computadora como si hubiese nacido en esta era. Soy asidua de mi IPad y de mi IPhone que se sincronizan automáticamente. En mi tableta electrónica tengo guardados más de 5,000 libros. Mi estantería está vacía. Doné mi biblioteca a la PUCMM. Soy usuaria del Facebook, Twitter e Instagram. Y sin em-
bargo… estoy consciente que ahora lo que más interesa a la humanidad es el avance tecnológico, y no el de las ideas. ¿Será que es más importante la forma que el fondo? Cuando inicié esta serie de trabajos sobre José Ortega y Gasset, mi esposo Rafael me reiteró varias veces: “No dejes de trabajar el ensayo “Meditaciones sobre la técnica” que es fabuloso”. Lo busqué por el profundo, amplio e intocable nube cibernética y lo encontré. ¡Qué paradoja! Estos seis ensayos, escritos en 1933, producto de un curso para la inauguración de la Universidad de Verano de Santander, plantean que la técnica es necesaria para hacer mejor la vida del ser humano: “Sin la técnica el hombre no existiría ni habría existido nunca.” Así comienza en el primero de los discursos. Luego, señala algo muy interesante, dice: “Supongamos que la afirmación con que he comenzado no fuera cierta en su extremo sentido, supongamos que la técnica no fuese consustancial al hombre, sino un añadido sobre su existencia…supongamos que el hombre haya podido existir sin técnica…Lo que nadie puede dudar es que la técnica se ha insertado entre las condiciones ineludibles de la vida humana de suerte tal que el hombre actual no podría, aunque quisiera, existir sin ella. Es, pues, hoy una de las máximas dimensiones de nuestra vida, uno de los mayores ingredientes que integran nuestro destino. Hoy el hombre no vive en la naturaleza, sino que está alojado en la sobrenaturaleza que ha creado, en un nuevo día del génesis, la técnica”. Así comienza su primer discurso el gran Ortega Y Gasset. Después comienza a plantear los problemas que existen. Sostiene que la sociedad vive nuevos conflictos producto de la sobreabundancia de su propia eficiencia gracias a la técnica. ¡Dios, eso lo escribió Ortega hace 83 años! Cuando no podía imaginarse que poco tiempo después la tecnología avanzaría exponencialmente. Dice que la técnica y su desarrollo han provocado la ceguera colectiva en la raza humana.
Es duro, crítico mordaz con los profesionales. Por ejemplo, los ingenieros inmersos en sus aparatos de nueva tecnología han olvidado, peor aún, ni se lo plantean, el problema que la técnica ha generado a la humanidad. “En suma, la separación radical entre la universidad y la ingeniería es una de las grandes calamidades que ha acarreado la increíble torpeza que el hombre de hoy está revelando en el tratamiento de sus grandes angustias presentes.” De los economistas tiene la peor de las opiniones. Ellos son, dice, el ejemplo del fracaso más grande que ha tenido la universidad, mejor dicho, la humanidad. ¿Por qué? Ortega se responde diciendo: porque “los conflictos los han cogido de sorpresa, entre otras razones, porque no tenían contacto verdadero con la técnica y no incluían en sus previsiones y cálculos los resultados de esta, no hablemos de sus resultados sociales”. La técnica ha hecho perder el sentido humano y problematizador que deberían tener las universidades. Esto no sucedía en la Edad Media, porque las universidades no tenían las exigencias del poder productivo. En la modernidad es diferente. Sin embargo, la situación cambió en el siglo XIX, con la revolución industrial y el desarrollo de las industrias. El proceso productivo demandaba un desarrollo tecnológico acelerado e innovador. Este hecho es criticado por Ortega cuando dice: “Es penoso observar a lo largo de la historia la incapacidad de las sociedades humanas para reformarse. Triunfa en ellas o la terquedad conservadora o la irresponsabilidad y ligereza revolucionarias. Muy pocas veces se impone el sentido de la reforma a punto que corrige la tradición sin desarticularla, poniendo al día los instrumentos y las instituciones…” Sorprendido por el desarrollo tecnológico de su tiempo, Ortega plantea que la aceleración con que se producen estos cambios, impide e impedirá (¿sería adivino el gran intelectual?) que se reflexione sobre los daños que produciría a la humanidad como especie el desarrollo de la técnica. No niega el intelectual que la técnica ha ayudado a la supervivencia de los seres humanos. Nos ha ayudado a sobrevivir del frío, del calor, de la lluvia. Sin embargo, dice, el deber de todo escritor es advertir de los peligros. Ahora bien, asegura, la comodidad nos ha llevado a crearnos nuevas necesidades, que nos ha convertido en prisioneros de nuestras ambiciones. Ortega escribió estas palabras sin pensar que sus reflexiones, predicciones, serían no solo visionarias, sino dolorosas verdades que hoy, en el siglo XXI, otro de los grandes pensadores, esta vez un físico, Stephen Hawking, ha advertido que si seguimos así estamos condenados a la autodestrucción, y que la única solución, quizás para distraernos, es lograr la conquista de otros planetas. Estas discusiones, me recuerdan una vieja polémica que sostuve con Carlos Dore en el año 2000. Decía, evaluando nuestra entrada al siglo XXI, que la humanidad a diferencia del siglo XIX que había sido prolífera en pensamiento, se había quedado en el avance tecnológico, sin proponer nuevas ideas, pues el neoliberalismo tan en moda en los 90 no era más que una radicalización del liberalismo decimonónico. Carlos me respondía que no. Sus argumentos nunca me convencieron. Hoy, después de leer a Ortega, ratifico mi convicción. ¿Ustedes qué piensan?
LA HISTORIA/Fuente: Portal de Bibliófilo Enmascarado
1771
NACIÓ EL 14 DE AGOSTO. Walter Scott, prolífico escritor británico del Romanticismo inglés, especializado en novelas históricas. Algunos de sus títulos más famosos son “Ivanhoe”, “El pirata”, “Rob Roy”, “La dama del lago” o “Waverley”.
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1956
FALLECIÓ EL 14 DE AGOSTO. Bertholt Brecht, escritor y dramaturgo alemán del compositor, “Madre Coraje y sus hijos”, es una pieza teatral fundamental en el teatro.
1888
NACIÓ EL 16 DE AGOSTO. Thomas Edward Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia, escritor y militar británico. En su libro “Los siete pilares de la sabiduría”, recogió sus vivencias en el desierto. _
1949
FALLECIÓ EL 16 DE AGOSTO. Margaret Mitchell, novelista estadounidense autora del libro “Lo que el viento se llevó“.
1936
MURIÓ EL 19 DE AGOSTO. Federico García Lorca, poeta y dramaturgo español, perteneciente a la Generación del 27, también conocido por su destreza en muchas otras artes. Es el poeta más influyente y popular de la literatura española del siglo XX. _
1953
NACIÓ EL 17 DE AGOSTO. Herta Müller, novelista, poetisa y ensayista rumano-alemana, galardonada con el Premio Nobel de Literatura de 2009. Es autora de libros como “El hombre es un gran faisán en el mundo”.
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Tributo a
Marcio Veloz
Maggiolo JOSÉ ALCÁNTARA ALMÁNZAR
M
arcio Veloz Maggiolo (1936), maestro de maestros, considerado a unanimidad como el más importante escritor dominicano del presente, posee un talento desbordante, una asombrosa facilidad de palabra y una probada tenacidad de hacedor, atributos que le han permitido escribir una dilatada obra que ha sido laureada en numerosos certámenes. Él conoce los secretos de todos los géneros literarios y prácticamente no hay uno solo en el que no haya incursionado con aciertos notables. La lista de sus libros publicados, extensa y variada, es fundamental para seguir el rastro de nuestra evolución literaria y demuestra su constante renovación estilística y temática desde que publicó su primer libro hace ya más de medio siglo. Marcio es poeta, novelista, dramaturgo, cuentista, crítico literario, ensayista, historiador, arqueólogo, antropólogo social, periodista, entre otros, y aparte de una intensa actividad en instituciones culturales también ha sido diplomático, desde que desempeñó, muy joven todavía, las funciones de embajador en Italia, durante el breve Gobierno de Juan Bosch, y posteriormente en México y Perú. A Marcio se deben algunas de las obras medulares del último medio siglo. Recuerdo el impacto que me causó, cuando lo leí por primera vez, el relato neorrealista «La vida no tiene nombre», publicado el mismo año de la Guerra de Abril de 1965. Después, con «Los ángeles de hueso» (1967), demostró su manejo técnico del «fluir de la conciencia»,
Marcio es poeta, novelista, dramaturgo, cuentista, crítico literario, ensayista, historiador, arqueólogo, antropólogo social, periodista, entre otros con sus ribetes surrealistas y su parentesco con los procedimientos del «nouveau roman» y esa atmósfera alucinante que prevalece en algunos capítulos. Unos años después, su despliegue experimental en «De abril en adelante» (1975), que él mismo llamó «protonovela», para diferenciarla de la novela tradicional, puso a prueba a críticos y lectores. La dictadura de Trujillo encontró justa expresión en «La biografía difusa de Sombra Castañeda» (1981), publicada en Venezuela por Monte Ávila Editores. Con «Materia prima» (1988), el autor logró escalar nuevos peldaños en su narrativa, con el testimonio de la fundación, auge y ocaso de Villa Francisca, barrio que tiene en Marcio a su biógrafo privilegiado, como lo prueba «Trujillo, Villa Francisca y otros fantasmas» (1997), ganadora del gran premio de la Feria del Libro de 1998, obra de remembranzas que no es historia ni sociología urbana, pero que está escrita con la lucidez de un cronista que ha penetrado en los acontecimientos y carac-
teres de cientos de personajes a quienes conoció y trató. En su novela «Ritos de cabaret» (1991), Marcio aborda períodos muy amargos de la historia dominicana contemporánea: la dictadura de Trujillo, la insurrección de abril de 1965 y la segunda ocupación norteamericana. Es un contrapunto narrativo en el que se presentan traumáticos episodios de la experiencia colectiva, enlazados a los destinos particulares de individuos que tratan de sobrevivir al naufragio. Cuando salió la segunda edición de «Cuentos para otros milenios» (2000), afirmé que Marcio es el narrador dominicano más fecundo y uno de los pocos cuentistas nuestros que conoce su oficio a fondo, junto con Juan Bosch, Ramón Marrero Aristy, Sócrates Nolasco, Hilma Contreras, Virgilio Díaz Grullón y Manuel Rueda, entre otros, como lo demostró en «La fértil agonía del amor» (1982), galardonado con el Premio Anual de Cuento. En lo que va del siglo veintiuno, Marcio ha seguido escribiendo y publicando, en una febril actividad que nos deslumbra: otra vez Villa Francisca en «Memoria tremens» (2009), bajo el sello de Alfaguara; «El hombre del acordeón»(2003) y «La mosca soldado»(2004), ambas publicadas por la prestigiosa Editorial Siruela, de Madrid, así como «El sueño de Juliansón» (2015). En una palabra, Marcio es un autor referencial de la literatura dominicana contemporánea y me siento orgulloso de compartir con sus admiradores y amigos la celebración de sus ochenta años de vida creadora.
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Genealogía
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Marcio
Genealógico Ochenta años de vida que los alumnos, colegas académicos y amigos del polifacético intelectual Marcio Enrique Veloz Maggiolo (Santo Domingo, 13 agosto 1936) celebramos hoy sábado, es un buen pretexto para adentrarnos en su genealogía.
Marcio Veloz Maggiolo y su esposa Norma Santana Florentino.
Los apellidos Veloz y Molina fueron ostentados por canarios asentados en la población de San Carlos, de manera que la parentela de nuestro personaje se halla afincada en territorio dominicano desde hace más de doscientos años. Particularmente, su ascendencia por la línea Veloz puede ser seguida hasta el siglo XVIII. Juan Pablo Veloz Victorino (n.1865, Santo Domingo) era hijo de Nicasio Veloz Delgado (Santo Domingo, 14 diciembre 1823-1911), sepultado en la capilla de la Virgen María en la iglesia de Santa Bárbara en Santo Domingo, y María Concepción Victorino Villegas. Estos bisabuelos, a su vez, eran hijos, respectivamente, de Lorenzo Veloz González (Santo Domingo, 1798-1876) y Florencia Delgado de Rojas (Santo Domingo, 1799-1863) y de Víctor Vicor línea materna, Marcio es bisnieto torino y Carmen Villegas. A su vez, el tatadel italiano Bartolomeo Maggiolo Perabuelo Lorenzo Veloz González era hijo de llerano (Génova, 1825), hijo de GioJerónimo Veloz Pérez (Santo Domingo, 29 vanni Battista Maggiolo y Rosa Pelle- Marcio Veloz Maggiolo y su nieto Ariel David septiembre 1756-24 noviembre 1822) y Ferano Costa (Santa Margarita Ligure, 1808), Villaroel Veloz. liciana González; la tatarabuela Florencia quien arribaría al país junto a su tío Delgado de Rojas nació fruto de la materno Giovanni Battista Pelleraunión de Francisco Delgado y Feno Costa (Santa Margarita Ligure, lipa de Rojas (f.1838, Santo Do28 agosto 1806-Santo Domingo, 14 mingo). El cuarto abuelo Jerónifebrero 1880) - tronco del apellido mo Veloz Pérez era hijo de BernarPellerano en el país, abuelo del poedo Veloz (+ 4 mayo 1784, Santo ta Arturo Pellerano de Castro y de la Domingo) y Francisca del Amparo educadora Luisa Ozema Pellerano Pérez. de Castro y bisabuelo del tenor líLa línea Molina es igualmente rico Gerónimo Pellerano Alvarez - o rastreable hasta el siglo XVIII. La acaso con el hijo de este y su conabuela Adela Molina Echavarría temporáneo, Vicenzo Benedetto (n.1866, Santo Domingo) era hija Pellerano Costa (1825-1893), quien de Nicolás Molina Moreira casó en Santo Domingo en 1859 (n.1843, Santo Domingo) y María con María de Belén Alfau Sánchez y Clara Echavarría del Castillo fue padre de Arturo Pellerano Alfau, (n.1828, Santo Domingo); entrefundador del Listín Diario en 1889. tanto, estos bisabuelos eran hijos Por la línea Pellerano, su ascenden- Marcio Veloz Maggiolo junto a su esposa y sus hijos Nathalie, Larissa, respectivos de Domingo Molina cia italiana se remonta hasta su sex- Pedro, Francisco y Marcio Enrique Veloz Santana. (Santo Domingo, 1803-1878) y to abuelo, Giovanni Battista PelleMagdalena Moreira, y Manuel Ferano, nacido en 1733 en Santa Margarita Li- del empresario Gianni Vicini Cabral - y Ma- lipe Echavarría Núñez (n.1801, Santo Domingure y fallecido en 1789 en el mismo lugar. rio Fermín Cabral y Báez, padre del poeta go) y Bernardita del Castillo. Julián Echavarría y El bisabuelo Bartolomeo Maggiolo Pellera- Manuel del Cabral. A su vez, Juan Diego de Margarita Núñez eran los padres del tatarano casó con Luigia Guimelli y procreó en Santo Andújar y Leguisamón era hermano de Ma- buelo Manuel Felipe Echavarría Núñez. Domingo a Luisa (n.1862), Edesio Olimpio ría Manuela Hernández Andújar y LeguisaMarcio casó por primera vez a principios (n.1863) y Merced María Hortensia (n.1864) món, novena abuela del presidente Danilo de los años 60 con Antonia Ruiz Oleaga, con Maggiolo Guimelli. Fue además tronco de la Medina Sánchez y del coronel Francisco Al- quien procreó a Marcio Antonio, Francina y familia Maggiolo De Castro; una hija, Eudocia berto Caamaño Deñó. Mónica Veloz Ruiz. En su segunda unión con Maggiolo, fue madre del Dr. Guillermo MagVolviendo al matrimonio Maggiolo Nuñez, Elba Joa, Marcio fue padre de Marcio Engiolo y de los hermanos Sánchez Maggiolo tenemos que este procreó a Herófilo Baudilio rique Veloz Joa (Santo Domingo, 21 diciem(Tongo, Fernando), nietos, por línea paterna, (n. Santo Domingo, 14 agosto 1889), esposo de bre 1959-11 mayo 2009), quien fuera esposo del Padre de la Patria Francisco del Rosario Godoliva Ricart Olives; Teófilo Rafael Américo de Elba Guerrero y Cristina García y padre de Sánchez. Con Carmen Ravelo, Bartolomeo (n. Santo Domingo, 3 noviembre 1890), casado Laura e Iván Veloz Guerrero. Contrajo maprocreó a Manuel Américo Maggiolo Ravelo, con Rosalía López; Julio César (n. Santo Do- trimonio por tercera vez en Santo Domingo quien casó en San Cristóbal el 5 de abril de mingo, 7 septiembre 1892), cónyuge de Con- el 11 de diciembre de 1966 con la locutora y 1888 con María Rafaela Hipólita Núñez Cabral suelo Pimentel y Rafaela Mendoza; María En- abogada Norma Indiana Santana Geraldino, (n. Santo Domingo, 13 agosto 1867), hija de riqueta (n. Santo Domingo), esposa de Julio hija de Pedro Santana y Flérida Geraldino y Alonso Núñez González y Julia Cabral Luna, Américo Cruzado Martínez; Ocirema, quien fallecida el 2 de junio de este año en la misma esta a su vez hermana del general José María casó con Aníbal Caminero; Víctor Manuel ciudad. Procrearon cinco hijos: Larissa CaCabral Luna, héroe de las batallas de Santomé Américo (Santo Domingo, 1903-1907) y Mer- ridad (26 diciembre 1967, Santo Domingo), y El Cambronal. cedes Rosa (n. Santo Domingo). De estos, Mer- esposa de Alberto Villaroel Sánchez y madre La línea Cabral conduce a revelarnos una cedes Rosa Maggiolo Núñez contrajo matri- de María Fernanda (20 abril 2004) y Ariel Daextensa parentela colateral con consangui- monio con Francisco Javier Veloz Molina, hijo vid (26 julio 2014) Villaroel Veloz; Marcio Ennidades interesantísimas: la quinta abuela de Juan Pablo Veloz Victorino y Adela Molina rique (15 enero 1969, Madrid, España), solMaría Francisca Andújar, abuela de su bi- Echavarría, autor de la obra “La Misericordia y tero; Francisco José (20 marzo 1970, Madrid, sabuela Julia Cabral Luna, era quinta abuela sus contornos” (1967) y hermano de Juan Bau- España), casado con Claudia Katherine Vicpor igual del escritor y poeta Héctor In- tista, Luis Emilio, esposo de Ana María Cabral toria Lara y padre de Augusto Enrique (26 julio cháustegui Cabral y bisabuela del general Landestoy; Livia, escritora y poetisa; Leticia 1998), Alejandro Ramsés (28 junio 2001), ArMarco Antonio Cabral Figueredo; a su vez, el Hortensia, cónyuge de Joaquín Santana, y Al- turo Nicolás (18 junio 2007) y Amalia Indiana abuelo de María Francisca Andújar, Juan tagracia Angélica Veloz Molina (sor Leticia), di- (21 septiembre 2009) Veloz Victoria; Pedro José Diego de Andújar y Leguisamón, era igual- rectora del colegio Serafín de Asís en Santo Do- (20 marzo 1970, Madrid, España), esposo de mente abuelo de: 1) Antera Josefa Andújar mingo. Marcio es hijo único del matrimonio Yoselin Luna y padre de Abraham Veloz Luna de Soto, esposa de Gregorio Perelló Hernán- Veloz Maggiolo; hermanos suyos son Juan (22 febrero 2007), y Nathalie Geraldine Veloz dez, tronco de la familia Perelló de Baní y Francisco y Olga Mireya Veloz Barruos y Adela Santana (7 octubre 1971, Santo Domingo), catatarabuela del jurista santiaguero Dr. Fede- Veloz Castro. sada con Eusebio José Castro González y marico C. Alvarez; 2) Andrés Antonio Andújar El abuelo Juan Pablo Veloz Victorino era pri- dre de Alfredo Emilio (Santiago, 30 junio 1992) de Soto, padre de Ana, Agueda y María Mar- mo hermano de José del Carmen Guerra Veloz Camila (Santiago, 4 abril 1995) y Adrián Eucelina de Andújar de Lara, conocidas como (San Carlos, 20 septiembre 1865-Santo Do- sebio Castro Veloz (Santiago, 4 julio 2000). “Las vírgenes de Galindo”, asesinadas en mingo, 1902), abuelo materno a su vez de José 1822 por criollos pertenecientes al ejército Ernesto Chapuseaux Guerra (San Carlos, 12 En síntesis haitiano, y 3) Fermina Andújar de Soto, ma- octubre 1911-1988), mejor conocido como dre en unión libre con el presidente Buena- Negrito Chapuseaux, músico y compositor de Como queda visto, Marcio Veloz Maggiolo, a más ventura Báez de Amelia Báez Andújar, es- fama mundial e integrante del trío “Los alegres de presentar en su genealogía ancestros posa del general Marco Antonio Cabral Fi- tres” junto a su esposa Silvia de Grasse y Frandieciochescos nativos y extranjeros y entronques gueredo, y madre a su vez, entre otros, de cisco Simó Damirón. Veloz Victorino era igualcolaterales con artistas y presidentes de la república Ramona Cabral y Báez, madre del reputado mente primo hermano de Félix M. Veloz Feren la segunda mitad del siglo XX, cuenta con abogado Eduardo Sánchez Cabral; de José nández de Castro, bisabuelo a su vez de Sonya notables parientes que, como él, han acudido a la María Cabral y Báez - tronco de la familia Altagracia Paradas Hernández, esposa del literatura como herramienta vital para proyectar santiaguera Cabral Bermúdez y abuelo, en- maestro Carlos Piantini, quien fuera director nuestra realidad social e histórica. tre otros del triunviro Donald Reid Cabral y de la Orquesta Sinfónica Nacional.
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EDWIN ESPINAL HERNÁNDEZ
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Notas sobre la narrativa de Marcio Veloz Maggiolo Estas son unas brevísimas notas sobre la narrativa de Marcio Veloz Maggiolo, que quiere comenzar por situar los grandes temas de casi todas sus propuestas formales. A mi modo de ver, los textos narrativos de Marcio se compaginan armonizando o desarmonizando la historia y la memoria. Y como ambas, la memoria y la historia, son hechuras del tiempo, el tiempo es la hipermetáfora de la narrativa de Marcio Veloz Maggiolo.
ANDRÉS L. MATEO
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o he presentado por lo menos tres de sus novelas y cualquier presentador de sus textos sabe que la narrativa de Marcio es siempre una conciencia imaginante que hace surgir múltiples historias que brotan, se desarrollan y desaparecen de manera infinita. Generalmente, sus novelas se comienzan a situar a partir de dos textos pioneros: “El buen Ladrón” y “La vida no tiene nombre”. Estas dos novelas iniciales tienen, también, fundamento histórico, y en apariencia dejan fluir la narración en sentido lineal. Pero “El buen ladrón” no es un texto exegético y va más allá de esa materia precaria con que se fundan para la razón las verdades bíblicas. Fue, al menos para entonces, un texto sospechoso. “La vida no tiene nombre”, en cambio, recuperaba un costado doloroso de la historia inmediata de los dominicanos y situaba en medio de la historia objetiva a personajes de la “vida real” junto a personajes del discurso de la ficción. Yo siempre he creído que esta novela no ha sido bien leída, porque ella abre en la novelística dominicana, y en la de Marcio Veloz Maggiolo en particular, un discurso filosófico universal en el que se comienzan a superponer los tiempos y en el cual el marco de la novela histórica queda superado. Ese final dramático de “El cuerno”, el personaje central de la novela que encarna el gavillerismo histórico y que reflexiona como un existencialista lo haría ante la muerte, abre por primera vez en la novela dominicana la manifestación de una distancia entre el personaje y su universo, que puede colmarse con ironía, desconsuelo o desencanto. Y en la que la memoria es ese cemento invisible que une todas las aristas. Esa clave de la memoria fundacional se comenzó a desplegar ahí y se convertirá en técnica predominante. Y si quienes leímos, a finales de los años sesenta del siglo pasado, la novela “Los ángeles de hueso”, hubiéramos tenido en cuenta esa apertura filosófica del final de “La vida no tiene nombre”, quizás hubiéramos entendido el carácter abarcador, la pretensión de totalidad, que esta novela trajo a la literatura dominicana. Lo percibiríamos después, muy claramente. En la narrativa de Marcio Veloz Maggiolo, “Los ángeles de hueso” es para mí como un rollo chino, que al irse desenvolviendo prefigura todas las líneas posteriores que su narrativa asumirá. Ese hilo conductor va de “Los ángeles de hueso” a “De abril en adelante”, y “De Abril en adelante” a los relatos de “La fértil agonía del amor” y a la “Biografía difusa de Sombra Castañeda” y a “Flor bella”. De ahí a “Materia prima”. Y de “Materia prima” a “Ritos de Cabaret”. De “Ritos de Cabaret” a “Uña y Carne. Memorias de la virilidad”, hasta sus últimos textos “El hombre del acordeón y “La mosca soldado”, pasando por sus “cuentos, recuentos y casicuentos”. En toda esta narrativa, la técnica que se despliega reúne las mismas características y hasta Marcio Veloz Maggiolo y a partir de “Los ángeles de hueso”, no existe en la literatura dominicana un escritor que pretendiera abarcar tanto de la historia y la vida cotidiana, con un sentido semejante de totalidad. El universo de la narrativa de Marcio se instala siempre en las grietas de la realidad; es casi un mundo por añadiduras que integra esa sustancia de ausencias, pérdidas, olvidos, memorias y desmemorias. Todo brota de esa conciencia imaginante que se desplaza angustiosa, cifrando y nombrando las cosas y los hechos para que no se vayan a perder. La historia más aparentemente insignificante queda esculpida en un espacio inventado allí donde la realidad objetiva hizo
desaparecer una casa, una calle, un barrio. Quienes lean, por ejemplo, “Materia prima”, recuperarán espacios físicos de “Villa Francisca” que ya no existen en la realidad. Incluso, el propio barrio de “Villa Francisca” pasa de barrio real en el que se vivieron años imperecederos de la existencia a barrio mítico labrado en el texto contra el olvido. Es por eso que muchas de las novelas de Marcio no tienen un personaje, sino cientos de personajes que cruzan sus páginas, dicen sus parlamentos para inventar mundos paralelos donde la realidad está representada, se desbordan en el sexo o en la ambición y luego se construyen a sí mismos, se desdicen, descubren que los valores aceptados por su mundo eran una corteza vacía y se despiden o no se despiden sino que se transforman en su contrario. Incluso, muchos de los personajes recurrentes en esta narrativa aparecen solo como una imagen, como una relación. Alguien creerá reconocer un jirón de historia concreta: Trujillo, por ejemplo, y se le deshilará la madeja porque ese Trujillo concreto, el que recuperamos de las miles de interpretaciones aportadas cotidianamente por historiadores y por quienes lo vivieron y contemplaron en el cielo del sueño, no es en el relato de Marcio Veloz Maggiolo más que la visión interior de su hipérbole. El Trujillo de carne y hueso no permitiría rendir todo su significado, el que adquiere por ejemplo en “Los ángeles de hueso” o en “Uña y carne. Memorias de la virilidad”, como un espíritu absoluto hegeliano que abre y cierra el relato constantemente, no solo desde su yo apabullante o su sexo insaciable, sino desde una realidad más profunda, que infecta las conciencias y ha penetrado inexorablemente la historia verdadera. Porque sucede que el texto de la ficción tiene más riqueza que la realidad, se nutre de los vacíos que la realidad
no puede llenar y nos aclara algo acerca de esa realidad que antes no había sido dicho. Como la narrativa de Marcio Veloz Maggiolo se sustenta en la historia, e incluso en la investigación antropológica y arqueológica (“Flor bella” o “La mosca soldado”, por ejemplo), es necesario deslindar ambos campos. Lo que Marcio atrapa siempre no es lo que ha sido, sino lo que podría haber sido o lo que podría llegar a ser. Y a veces ni siquiera lo acontecido por la vía de la construcción de lo narrado se mantiene en pie. Ya hemos dicho que esta narrativa se construye y se deconstruye a sí misma y que renuncia a aquella objetividad aparente del relato del siglo XIX que pretendía transcribir, sin interferencias visibles, la continuidad de la vida misma. Marcio trabaja con la afluencia del recuerdo, con los diversos tipos de la memoria operante, que él mismo ha clasificado en numerosas variables. Por lo tanto, en sus novelas cada personaje formula y reformula su propio pasado, lo reinventa, lo deja fluir en el tiempo de la composición, durante el cual se despliega como un infinito de posibilidades. Incluso, hay que reconocerlos como dualidad y coexistir con ellos como entes contradictorios, porque la propia memoria de cada cual puede ser modificada y cualquier historial real se puede trastocar en otra. Por ejemplo, en “Uña y carne. Memorias de la virilidad”, Carmina es también María Testado, envuelta en muchas otras historias que se niegan una a la otra. Tico Sinatra es en verdad Augusto Pérez. Eulalia Rosadiz fue también muchas otras y su espejo es una concavidad infinita. Lo mismo se puede decir de la relación entre los personajes que pueden ser inmediatamente reconocidos en la historia objetiva y los personajes inventados. Hay una serie de vasos comunicantes que impiden establecer la certeza de quién inventó a quién, porque la historia real de los dominicanos hace saltar en mil pedazos el instrumental de la razón como procedimiento analítico de nuestra realidad. Hay otra pista en la narrativa de Marcio Veloz Maggiolo que es necesario destacar antes de finalizar estas notas. Los novelistas se desvanecen siempre en la tortura mortificante de una necesidad de integración, justamente porque el relato de la novela integra lo que en el relato de la vida ha quedado disperso. Todo cuanto Marcio escribe lo toma de un material propicio al olvido. El escritor ata los cabos sueltos, pega retazos de memorias y desmemorias y cifra allí las intuiciones, los sueños. Lo que Marcio esculpe es una realidad enteramente recorrida por su imaginación desbordante, una de las mayores capacidades imaginativas dominicanas de todos los tiempos, y ese fluido visionario produce un apóstrofe lírico que anula la relación espacio-temporal en sus textos. En sus novelas, la cultura universal es embutida en la cultura nacional y la historia particular de esta media isla se trasvasa legitimándose en la historia universal. Mundo dentro del mundo, es tan laberíntico el universo interior del escritor que tiene que atravesar la cultura universal para que nuestra historia ilusoria se pueda inscribir en una totalidad articulada. Creo que toda esa sucesión discursiva de la producción narrativa de Marcio Veloz Maggiolo está signada por ese esfuerzo de volver inteligible algo que se presenta como una multitud incongruente de hechos; secuencia de acontecimientos que conocemos como nuestra historia particular y que en sus narraciones se entrecruzan con infinita complejidad con la historia universal.
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MARCIO VELOZ MAGGIOLO
Y LOS VASOS COMUNICANTES
Marcio veloz Maggiolo `cuando era funcionario de Educación
DE LA AMISTAD LITERARIA
DIÓGENES CÉSPEDES DIOGENES.CESPEDES@GMAIL.COM
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Antes del 30 de mayo de 1961 el 99.99 por ciento de los dominicanos, hembras y varones, fueron trujillistas, pero después del 31 de mayo de 1961 la gesta de los ajusticiadores del dictador Rafael Trujillo nos brindaron una oportunidad de no seguir siéndolo. Cada cual hizo libremente su elección.
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or esa razón, como lo escribí en 2001 en Memorias contra el olvido. Autobiografía literaria (1947-1995), yo estuve en las arcadas del viejo edificio del Ayuntamiento (hoy Palacio Consistorial), sito en la calle El Conde esquina Meriño, junto con Marcio Veloz Maggiolo, Carlos Esteban Deive, Antonio Fernández Spencer y Reynaldo Polanco Suero, en la segunda manifestación política que organizó el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) el 16 de julio de 1961 a las 10 de la mañana en el parque Colón, otrora bastión de la resistencia nacionalista en 1916-24, también celebrada, como en la primera, el 7 del mismo mes y año, “en medio de violencia provocada, como dice Fulgencio Espinal (1982: 40) en su Breve historia del PRD, por grupos paramilitares de la dictadura”. Después de terminado el mitin, entre 1 y 2 de la tarde, una muchedumbre enardecida, pero posiblemente conducida por agitadores de trujillistas o de la oposición, incendiaron la emisora Radio Caribe, manejada bajo cuerda por Johnny Abbes. Desde aquella jornada, me unió una amistad literaria con Marcio, Deive y el finado Fernández Spencer, pero Reynaldo,
quien me introdujo en el grupo, que se reunía en el café Jai Alai del Conde, se marchó a Nueva York y desde aquellos turbulentos días no he vuelto a verle. Él fue profesor en el liceo nocturno Eugenio María de Hostos, donde hice mi bachillerato. Deive fue cancelado ese mismo día por Panchito Prats Ramírez, director de El Caribe, por haber asistido a un mitin antitrujillista. Nos hemos tratado desde aquellos días con respeto y admiración mutua, salvo en los altibajos de los largos períodos de estudio e investigación en el extranjero. Al evocar aquella manifestación, Deive y yo nos reímos de su picardía: él negó a Panchito que hubiese asistido a la manifestación y el avezado periodista le mostró una foto donde Deive aplaudía con entusiasmo. Con respecto a Fernández Spencer, desde el momento en que se sumó a la conspiración para derrocar a Juan Bosch, me alejé de él, aunque leía sus ataques bestiales contra el Gobierno de Bosch en Prensa Libre, el vespertino de Bonillita Aybar, donde escribía con el seudónimo de Hipólito Verdugo, y que, según él, Bosch propiciaba el comunismo desde el Gobierno, al tolerar la existencia de los partidos de izquierda. Nos volvimos a ver en 1974 en la logia Cuna de América y reanudamos la relación, aunque divergía-
Marcio Veloz Maggiolo, embajador, saludado por el papa Juan Pablo Segundo.
mos en materia de apreciación literaria. A mi regreso de París, reanudamos los contactos, pero nos separaban ahora sus ideas estilísticas y filosóficas y mi nuevo discurso de la poética. Bosch le acogió en los 90 e incluso le envié a Nicaragua a observar lo que sucedía allí con el Gobierno del Frente Sandinista y vino convertido. Con Marcio, la relación literaria se ha mantenido constante, desde aquellos días hasta hoy. Cuando fue nombrado Embajador en México, el mundillo intelectual lo celebró. Pero luego del derrocamiento de Bosch el 25 de septiembre de 1963, él regresó al país. En esa época estaba casado con Antonia Ruiz, hija del magistrado Ruiz Tejada, familia de la cual tenía referencia a través de mi amigo Arismendy Amaral, pues visitábamos a menudo la casa de Emilio de los Santos en la calle Arzobispo Portes. Aris, como le decíamos, tenía amores con Cristina, hija del señor licenciado De los Santos. Para esa época Aris y yo éramos inseparables, pues pertenecíamos a la juventud del 14 de Junio y editábamos en el local del partido el periódico Clarín Estudiantil, órgano de la UER. Y, sorpresa, cuando entré a estudiar periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo en octubre de 1964, me encontré con Marcio otra vez, pues le había perdido la pista a su regreso de México, pero si no recuerdo mal me dijo que vivía en la calle Núñez de Cáceres (hoy Vicente Beltrán de Heredia, el de la bula de Paulo III). De todos modos, la asignatura que impartía Marcio era Historia de la Cultura, en el segundo año de la carrera, pero a menudo, en 1965, después de la revolución de abril, me daba bola en su automóvil descapotable para ir hablando de literatura, que era mi pasión. En esa época me había mudado cerca de su calle, porque la mía quedaba a cinco minutos de la Universidad y en camino a la Feria, pues cambié de trabajo y pasé del Correo al Ayuntamiento del Distrito Nacional. Cuando asistí a la clase de Marcio, habíamos conversado bastante sobre la revolu-
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Para 1980-86, Marcio estuvo en el PRD, al igual que muchos intelectuales amigos de Peña Gómez. En el Gobierno de Jorge Blanco perdimos contacto, pues fue nombrado primero Embajador en Lima y luego en Roma.
ción mexicana y le solicité que tratara, durante el año universitario, ese tema. Ya me había leído los dos tomos de La revolución mexicana, de Jesús Silva Herzog y, además, estaba al día con lo que sucedía en México, pues estaba suscrito a la revista Política, dirigida por Manuel Marcuè Pardiñas y donde escribía la intelectualidad mexicana de izquierda, la más brillante de esa época. Primero, él dominaba el tema y segundo, había estado en México en una época muy convulsa para América Latina con los golpes de Estado a los regímenes elegidos democráticamente, porque los Estados Unidos, al recomponer los frentes oligárquicos latinoamericanos, temían, paranoicos al fin, que bajo esos gobiernos liberales surgiera una segunda Cuba. Fue un curso muy brillante y mis condiscípulos quedaron encantados, porque fue un tema que nos atañía directamente. Después de la revolución de abril, en la que no participé por las razones que doy en Autobiografía literaria, surgió el grupo El Puño, y Marcio fue uno de sus principales dirigentes (junto a Iván García, Miguel Alfonseca, Ramón Francisco, Efraím Castillo, Miñín Soto, Enriquillo Sánchez) y todos sus miembros pasaron a escribir en el suplemento El Nacional, dirigido por mi profesor de Redacción de Noticias y Editoriales, el amigo Freddy Gatón Arce. En El Nacional comencé a escribir en 1967, pues la mayoría de los colaboradores de izquierda o liberales que colaborábamos en El Caribe, en el suplemento literario dirigido por Manuel Valldeperes, lo encontramos muy reaccionario, puesto que había sido uno de los medios responsables del golpe de Estado contra Bosch, y nos mudamos a El Nacional, donde el poeta Gatón Arce sabía medir la calidad y el compromiso social. El poeta también trabajó durante mucho tiempo en El Caribe y de ahí salió a dirigir la Escuela de Periodismo, y luego, en 1966, El Nacional. Incluso mi amigo Luis Alfredo Torres, poeta y crítico literario, mudó su columna para la revista Ahora.
Entrevista a Marcio Veloz Maggiolo, escritor, arqueólogo y antropólogo dominicano. Autor prolífico, tanto de temas académicos como literarios, ha sido traducido al alemán, inglés, italiano y francés.
En ''Jai-Alai'', Carlos Esteban Deive, Antonio Fernàndez Spencer, María del Pilar de Fernàndez, Federico Henriquez Gratereaux, Manuel Valerio y Marcio Veloz Maggiolo, en 1961. (foto de archivo)
Con Marcio, la relación literaria se ha mantenido constante, desde aquellos días hasta hoy. Cuando fue nombrado Embajador en México, el mundillo intelectual lo celebró. Pero luego del derrocamiento de Bosch el 25 de septiembre de 1963, él regresó al país. Luego de mi graduación como periodista en 1968, me fui a Francia, becado por el Gobierno de ese país y no volví hasta octubre de 1972. Al poco tiempo vino la guerrilla de Caamaño en febrero de 1973 y hubo, con el fusilamiento del Coronel de Abril, como una suerte de resaca luego de la derrota. A mi regreso en 1972, Marcio trabajaba como director de Investigaciones del Museo del Hombre. Para 1970 había terminado su doctorado en Historia de América, en la Universidad de Madrid. Allí siguió cursos intensivos de Arqueología y Antropología. Dos años después, en abril de 1974, entré a la UASD como profesor de “Interpretación y Análisis de la Obra Literaria” y otras asignaturas relacionadas y ahí me encontré de nuevo con Marcio, quien era profesor del Departamento de Historia y Antropología y más tarde su director. Reanudamos la relación de amistad literaria y ya conversábamos sobre los mismos tópicos, pues él era un hombre que conocía bien la literatura europea, sobre sobre la francesa y la española, así como la norteamericana. Teníamos las mismas preocupaciones por modernizar el Departamento de Letras, pero allí dominaba la teoría marxista de la literatura como reflejo de la lucha de clases y había una alianza tácita de todos los partidos que incidían en la Facultad de Humanidades, pues se necesitaban mutuamente a la hora de las elecciones y llegar a posiciones de poder. Y nadie iba a decantarse por el estructuralismo literario, la teoría y práctica de la nueva novela francesa o la semiótica literaria. Todo el mundo era estilista y esteta. Todo el mundo necesita, individualmente, de los partidos universitarios. La relación literaria con Marcio tenía también su perfil profesional. Y una vez, él quiso, vacante el cargo, que yo fuera el Encargado de Publicaciones, pero su gestión ante Caro Álvarez, director del Museo del Hombre Dominicano, no prosperó. Y estas son pruebas
Marcio Veloz Maggiolo con Alfredo Bryce Echenique, Carlos Fuentes y Luis Rafael Sánchez.
El doctor Marcio Veloz Maggiolo en compañía del profesor Juan Bosch, en Benidorm, España, 1969.
En síntesis Su octogésimo
Hoy, en su octogésimo aniversario, he esbozado esta pequeña historia de admiración a su obra y a su persona. Y desde aquí le digo que sigo considerando, desde el punto de vista del valor rítmico de la escritura y el dominio del idioma, que sus mejores obras, de las más de treinta escritas por él, son, y seguirán siéndolo, Judas y El buen ladrón. ¡Salud y larga vida, Marcio, por lo que aprendí de ti en esta vida, a través de tus obras y tu amistad!
de amistad, sin clientelismo, sino basadas en la capacidad y esto siempre se lo he agradecido a Marcio. Cuando salió publicada en 1975 su novela De abril en adelante la puse de texto durante varios semestres a los estudiantes de “Interpretación y Análisis de la Obra Literaria”, pues, a mi juicio, se enmarcaba en los parámetros teórico-prácticos de la nueva novela francesa, con mejor desarrollo de la escritura que Escalera para Electra, de Aída Cartagena Portalatín. Entre los años 80 y 2000 del siglo pasado, cuando llegó Pedro Vergés a la dirección del Instituto de Dominicano de Cultura Hispánica, Marcio y yo participamos en numerosas actividades a fin de darle el espal-
darazo a la gestión del autor de Solo cenizas hallarás. Y también cuando Vergés, José Mármol, Manuel Núñez, Soledad Álvarez, Jeannette Miller, Andrés L. Mateo, José Enrique García y yo fundamos la Casa del Escritor Dominicano, sita en la antigua residencia de Emilio Rodríguez Demorizi, en la calle Mercedes, Marcio y su esposa, Norma Santana, recién fallecida, apoyaron con su presencia y colaboración aquel esfuerzo, que destruyó la envidia totalitaria del alacrán con ponzoña. Para 1980-86, Marcio estuvo en el PRD, al igual que muchos intelectuales amigos de Peña Gómez. En el Gobierno de Jorge Blanco perdimos contacto, pues fue nombrado primero Embajador en Lima y luego en Roma. Al término de aquel Gobierno, Marcio regresó al país, pero estábamos en bandos diferentes: él con Peña y yo colaborador de Juan Bosch. En 1990, el PLD perdió las elecciones y Balaguer volvió al poder. Nunca pude explicarme esa derrota. Me alejé de don Juan, pero en 1994, ante el evidente ataque racista contra Peña Gómez, me acerqué a su partido y después del fraude comprobado y reducido el mandato de Balaguer a dos años, apoyé de nuevo a Peña en las elecciones de 1996, en las que arreciaron, hasta lo inaudito, los ataques racistas en su contra de parte del Frente Patriótico, una alianza espeluznante entre reformistas, peledeístas y vinchistas. La
foto archivo Homenaje Marcio veloz maggiolo. Iván García Guerra, Diómedes Núñez, Macio Veloz Maggiolo y Norma Santana de Veloz. foto de Amaury Soler.
mayoría de los intelectuales apoyaron a Peña y ahí nos encontramos de nuevo Marcio y yo. Leonel Fernández ganó las elecciones de 1996, perdió de Hipólito Mejía en 2000 y en 2004 volvió al poder y la cooptación de intelectuales de todos los litorales no se hizo esperar. Desde aquel año, el PLD ha gobernado el país y yo volví a mi posición prístina de independencia vis à vis de los partidos políticos, como debe ser. De 2000 a 2004, aparte de la relación en la Universidad, Marcio y yo volvimos a estar juntos en la Secretaría de Estado de Cultura; él como Subsecretario y yo como director general de la Biblioteca Nacional, pero un error táctico le llevó a renunciar del cargo, pero ese percance no impidió que siguiéramos la amistad literaria con el mismo fervor de aquellos días turbulentos y a veces alcionios. BIBLIOGRAFÌA
1. CESPEDES,Diógenes (2001). Memorias contra el olvido. Autobiografía literaria (1947-1995). Santo Domingo: La Trinitaria. 2. ESPINAL, Fulgencio (1982). Breve historia del PRD. Santo Domingo: Alfa y Omega. 3. VELOZ MAGGIOLO (1975), Marcio. De abril en adelante. Santo Domingo: Taller. 4. VERGÈS, Pedro (1981). Solo cenizas hallarás. Barcelona: Destinos.
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Arte Contemporáneo
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CARLOS SANTOS: retos y desafíos de la cultura
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l próximo 16 de agosto, el presidente Danilo Medina inicia su segundo mandato luego de ganar las pasada elecciones con el 61.74% de los sufragios, convirtiéndose de esta manera en el presidente más votado en la historia democrática de la República Dominicana. Las “visitas sorpresa”; la asignación del 4% del PIB a la Educación y el Sistema Nacional de Emergencia y Seguridad 9-1-1, serían los tres puntos más luminosos de la pasada gestión del presidente Medina al frente del Estado dominicano. Pero, luego del sueño de la alfombra roja y los aplausos, el presidente y su nuevo equipo tienen que “despertar” y reconocer que deben renovarse y afrontar con mayor esfuerzo, más recursos y mayor profundidad (en forma y fondo) el compromiso contraído con sectores e instancias que resultan esenciales para el desarrollo integral y sostenible de nuestra sociedad. Sin dudas, uno de estos sectores lo constituye la cultura, materia en la cual, según sostienen algunos de los más “sagaces” intelectuales y culturólogos de nuestra media isla, los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana “no tendrían mucho que exhibir”. Sin embargo, el reconocido artista visual, sociólogo e investigador Carlos Santos Durán, viceministro de Desarrollo Institucional del Ministerio de Cultura, reconoce importantes pasos de avance en materia cultural en la República Dominicana de las últimas dos décadas, al mismo tiempo que nos advierte sobre los grandes retos y los nuevos desafíos de la “cultura oficial”. Entonces, he aquí algunos fragmentos de un diálogo inconcluso sobre una cuestión que habría que retomar más adelante y en otras entregas en vista de su complejidad y de la multiplicidad de expectativas que se desprenden de su abordaje reflexivo…
El presidente de la Republica con artistas e intelectuales
Abil Peralta Aguero, Carlos Santos Durán y Jorge Severino
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Una tarea pendiente y esencial es trabajar en la descentralización, creando las direcciones provinciales de Cultura, las cuales puedan coordinar la acción cultural del Estado en todos los territorios nacionales; debemos seguir con la consolidación del sistema de información cultural, asegurando la continuidad de la Cuenta Satélite de Cultura y las encuestas de hábitos y consumo culturales… (Carlos Santos Durán, 2016).
-ALM: ¿Cuáles consideras que serían los -CSD: En los últimos 20 años, la República mayores retos y desafíos del presidente Dominicana ha dado pasos importantes en Danilo Medina en materia cultural en su materia cultural. Sobre todo, en cuanto al nueva gestión 2016-2020?
AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ ARTOPIA01@GMAIL.COM
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-CSD: “Son muchos. Primero, debemos trabajar en el fortalecimiento del sistema nacional de cultura. Esto implica continuar con el proceso pendiente de reformulación de la Ley 41-00. Ya hemos trabajado en un Anteproyecto de Ley Orgánica de Cultura, refrendado por el Consejo Nacional de Cultura y enviado al Poder Ejecutivo. Segundo, debemos profundizar la acción cultural, orientándola hacia la centralidad que necesita tener la cultura dentro de las políticas sociales del Estado. Tercero, debemos activar los ejes establecidos para el sector cultural en la Ley 1-12, sobre la Estrategia Nacional de Desarrollo (2010-2030), cuyo mandato define las metas en esta materia”.
reconocimiento de la cultura como sector y ámbito de políticas públicas, expresándose de forma concreta con la creación del Ministerio de Cultura. Otros avances han sido en materia legislativa, con varias e importantes piezas de ley para el desarrollo y el fomento de la cultura; destacándose la inclusión de los derechos culturales en la Constitución Dominicana. A todo ello, habría que sumar la creciente valorización del aporte que realiza la cultura, no solo en términos simbólico sino como sector productivo.
-CSD: “Es necesario superar la visión culturalista que aún predomina en las políticas culturales dominicanas, lo mismo que la concepción del desarrollo que aún persiste en las políticas públicas. Hoy se requiere de una concepción de totalidad en torno al fenómeno cultural ya que el campo cultural se ha ampliado significativamente. Hace más de tres décadas asistimos a un nuevo paradigma en que la cultura es imprescindible para alcanzar el desarrollo sostenible…Se trata de que la cultura no se entienda como un componente aislado, sino como la finalidad última del desarrollo. Por eso la UNESCO es tan categórica en señalar que sin cultura no hay desarrollo sostenible”.
sectorial que no se satisfacen las demandas, sino por no establecerse la importancia que tiene cada sector. Las políticas culturales deben ser fruto de consensos y, más que políticas de gobierno, deben constituirse en políticas de Estado, como bien ha dicho el experto colombiano Germán Rey…Por ello, cada día se hacen más imprescindibles los estudios sectoriales que contribuyan a generar indicadores culturales que permitan la toma de decisiones pertinentes para superar las distorsiones en la gestión”.
-ALM: El sector cultural es bastante complejo, posee subsectores con sus propias dinámicas de gestión y procesos de desarrollo. ¿Cómo esta realidad dificultaría re-ALM: ¿Cuál sería el enfoque de las polí- solver las distintas distorsiones, necesidaticas culturales para avanzar sobre estos des o metas? -CSD: “Diría que no es por su complejidad retos y desafíos?
-ALM: Siempre nos quejamos de la falta de recursos para la cultura en nuestro país. ¿Es cierto que el Gobierno nunca tiene recursos o es que el presupuesto de cultura -ALM: ¿Dices que hay algunos avances en requiere de un rediseño para hacerlo más materia de políticas culturales en nuestro equitativo? -CSD: “Pienso que las dos cosas. Es nepaís?
cesario crear un modelo de financiamiento de la cultura más acorde con nuestros tiempos y hay que seguir conscientizando sobre el valor de la cultura para el desarrollo humano y como capital cultural. Te puedo decir que soy partidario de que el Ministerio de Cultura se aboque a una reingeniería del presupuesto de cultura, de cara a las demandas sectoriales y de la propia población, para hacer más eficientes los presupuestos institucionales. Pero al mismo tiempo, necesitamos incrementar el presupuesto de cultura, por lo menos al 1% del Presupuesto Nacional, como lo recomienda la UNESCO para sus países miembros”. -ALM: ¿Cuánto invierte o gasta realmente el Estado dominicano en cultura? CSD: “A través de la Cuenta Satélite de Cultura, que logramos gracias al acuerdo interinstitucional con el Banco Central, sabemos que el Estado dominicano aporta en gasto de bienes y servicios culturales apenas el 13.1% del PIB, mientras que el sector privado, entiéndase los hogares y empresas, aportan el 86.9%. Así que una política presupuestaria para la cultura, limitada al 0.33% del Presupuesto Nacional no es suficiente. Hay que reconocer que el gobierno ha venido incrementado el presupuesto, pero aun no es posible atender las múltiples demandas institucionales del Ministerio de Cultura y la ciudadanía”.
-ALM: Entonces, retomando la cuestión inicial, ¿cuáles acciones tendría pendiente el próximo Gobierno de Danilo Medina en materia cultural? -CSD: “Hay que profesionalizar la gestión cultural en la República Dominicana. Debemos encaminar acciones para fortalecer el desarrollo de las capacidades, tanto a nivel institucional como de los recursos humanos. En este sentido, requerimos de un esfuerzo urgente que nos permita elevar la formación de nuestros gestores culturales a fin de que al término de esta nueva gestión del presidente Medina, podamos tener una masa crítica importante de profesionales y técnicos calificados”.
-ALM: ¿Cuáles consideras las acciones más significativas o los principales logros del Ministerio de Cultura a través del Viceministro de Desarrollo Institucional? -CSD: “Durante el período 2012-2016, hemos impulsado una serie de proyectos y acciones que se han llevado a cabo gracias al ministro de Cultura, Sr. José Antonio Rodríguez. Podemos destacar la reforma a la Ley de Cultura, 41-00, para lo cual trabajamos un anteproyecto de Ley Orgánica, aprobado por el Consejo Nacional de Cultura y el cual será remitido al Congreso Nacional por el Poder Ejecutivo. Otro logro importante es la aprobación, con opinión favorable y mediante resolución ministerial, del Informe del Ministerio de Administración Pública (MAP) sobre la estructura organizacional del Ministerio de Cultura”.
-ALM: ¿Algunas acciones prioritarias o dignas de especial atención por parte del Ministerio de Cultura para los próximos cuatro años? -CSD: “Sí. Debemos avanzar en eficientizar la calidad de los servicios que brindamos a través de los museos, escuelas de artes, bibliotecas, archivos, teatros y espacios culturales, entre otros, para subir sus estándares de calidad, dando eficacia a los procesos de servicio al cliente…Ante la importante información obtenida en la Primera Encuesta Nacional de Consumo Cultural, está claro que se torna urgente el desarrollo de iniciativas efectivas para incrementar el acceso y la participación de la población en la vida cultural dominicana”.