Areíto
Zona de la Cultura y de las ideas
www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Willis Aracena SÁBADO 12.11.2016
ESCRIBE FERNANDO I. FERRÁN
Alemán, axiomas críticos y desafíos presentes Página 2
Demasiado pianos vibrantes, jóvenes luminosos, para una Patria tan sorda...
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Nuevas miradas para una episteme caribeña Página 3
Una verdadera poesía musicalizada Con el tiempo su poesía es mucho más hermosa. No hay dudas de que Rubén Blades es un filósofo de la vida. La canción que engalana este Encuentro es un canto a la vida, a las decisiones que tomamos... Página 4
Nuestras lágrimas saben a mar Este libro enjuicia las fábulas que se tejieron sobre la supuesta incapacidad del general Pupo Román frente a la toma de decisiones, cuando Trujillo fue ajusticiado, el 30 de mayo. Página 5
¡Una donación visionaria y transformadora! Se trata de la donación más significativa de arte latinoamericano realizada hasta ahora por un coleccionista privado. Las 102 obras cedidas se unen a 40 entregadas anteriormente. Página 8
HOY
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Sábado 12 de noviembre de 2016
Zona Areíto Areito
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Noam Chomsky (Linguista y ensayista de EU) “Si asumes que no existe esperanza, entonces garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que existe un instinto hacia la libertad, entonces existen oportunidades de cambiar las cosas.” Frases y Citas - http://akifrases.com
Alemán, axiomas críticos y desafíos presentes Fernando I. Ferrán
Desafíos del presente dominicano
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1º Economía. Avanzada la segunda mitad
l pensamiento del P. José Luis Alemán no fue sistemático y tampoco su descubrimiento del modus operandi del pueblo dominicano. No obstante, ese hombre para todos los tiempos, luego de haber descubierto los principales patrones de comportamiento que predominan en la nación dominicana, adoptó tres axiomas que en lo sucesivo influenciaron la perspectiva crítica a partir de la cual aborda cinco desafíos fundamentales de dicho pueblo.
Axiomas de su pensamiento crítico a. Primer axioma, como quien dice en los linderos de la metodología marxista: no se puede entender una sociedad, cualquiera que esta sea, sin reconocer y explicar económicamente el funcionamiento de su estructura productiva y organizacional. Ahora bien, conocedor del pensamiento sobre el burgués del sociólogo y economista Werner Sombart, e impulsado por el economista Joseph A. Schumpeter con su teoría del capitalismo como destrucción - constructiva, Alemán asume como propio un segundo axioma: b. La tecnología y la estructura económica que le corresponde no bastan de ninguna manera para entender la dimensión socio-institucional de la existencia humana y por eso el homus oeconomicus hay que comprenderlo y explicarlo en función de las instituciones que lo sustentan. c. Responder la pregunta, ¿qué explica entonces esa dimensión institucional y cuál es su significado?, conduce al tercer axioma crítico: a saber, la mejor explicación del buen ordenamiento, funcionamiento, progreso y bienestar de cualquier civilización humana viene dada por el sistema cultural que resulta de la interacción de sujetos humanos, su medio ambiente e instituciones. Provisto de esos tres axiomas críticos, Alemán pudo concluir que los cambios más significativos suelen darse en asuntos no económicos y por eso llega a entronizar sobre el tapete la cuestión –filosófica-- del sentido último de las cosas. “El sentido de la vida, de la compasión y de la muerte no se suprime por una mayor corrección en las relaciones económicas; probablemente su necesidad hasta apriete más ahora que otras necesidades materiales se solucionen con mayor facilidad pero con menor ilusión”. Es en ese contexto que aborda los grandes desafíos de la sociedad dominicana en la que él convivió. De entre todos, privilegio a seguidas solamente cinco.
del siglo XX, existía ya un modo (a no confundir con modelo) dominicano de hacer economía. Según Alemán, el desafío consiste en modificar las modalidades económicas dominicanas en base a reglas y regulaciones globales, con el respaldo de acuerdos y pactos regionales e internacionales, y el “faire play” con actores de otras latitudes y culturas. Claro está, considera que a la República Dominicana, en medio de prácticas monopólicas y de carteles económicos aupados y resguardados por vínculos familiares y solapado proteccionismo, le tomará más tiempo del usual para pasar de una sociedad montonera a una de libre mercado e irrestricto respeto y dominio de la ley. En particular porque al poder ejercido desde arriba por familias tradicionales, nuevos ricos y políticos con propósitos empresariales, se añade un nivel de pobreza que estimula el clientelismo y su principal efecto, la inercia social.
2º Gobiernos. Indiscutible herencia del pasado, los sucesivos gobiernos dominicanos incurren en el “error fatal” de abandonar su papel de árbitro activo e imparcial entre los diferentes grupos que conforma la sociedad dominicana. Los gobernantes se articulan, por no decir confabulan, con empresarios particulares y grupos empresariales que logran así una excesiva concentración de poder y que los hace prácticamente invulnerables. En ese contexto, valoró la fructífera iniciativa y el nada ostentoso empuje de un Víctor Espaillat, ejemplo viviente en el grupo del Cibao de un “decididor” medieval, y la advertencia de José Luis Corripio en el sentido de que los empresarios criollos no parecían identificados con la nación dominicana.
3º Haití y medio ambiente. A largo plazo, el principal desafío que enfrenta la nación dominicana proviene del hecho de compartir un territorio isleño relativamente pequeño con otra nación, contando ambas naciones con una alta densidad demográfica y con diversos grados de desarrollo y cultura. En ese contexto emerge la cuestión medio ambiental: no cuenta con suficientes recursos naturales renovables que la amparen de grandes catástrofes ambientales, como la desertificación, la falta de agua, las pérdidas de litoral y de suelo arable.
Y tan acuciante como la dimensión medioambiental, resulta ser el desarrollo haitiano como condicionante del dominicano. Cabe advertir que a este propósito, el padre Alemán no titubeó al expresar que Haití no solo operaría a mediano plazo de modo neutral en el desarrollo de la República Dominicana, sino que incluso podría terminar siendo un factor positivo para el mismo.
4º Sociedad excluyente. La historia dominicana llega a un presente matizado por las exclusiones de haitianos, de jóvenes dominicanos y de “pobres”. La exclusión de los haitianos no significa necesariamente que no puedan recibir servicios públicos y hasta privados o que no puedan trabajar para quien mejor les pague. Significa eso sí que, sobreexplotados con la complicidad de muchos nacionales de ambos países, aún falta bastante para que llegue a creerse algún día que en el lado oriental de la frontera ser dominicano no signifique ser antihaitiano y que ser haitiano deje de equivaler a no ser dominicano. Coqueteando con el estado de anomia descrita por Durkheim, en medio de un ambiente de impotencia y con padres que emigrados del campo a la ciudad no sabían cómo educar adecuadamente a sus hijos, la juventud ignora cómo sobrevivir en medio de una sociedad a la que no están integrados y con la que no se sienten identificados. Ahora bien, adentrándose en el fondo de la cuestión, Alemán descubre que de hecho, aunque no de derecho, la marginación asentada en la pobreza viene asociada de manera reiterativa a lo largo de la historia social dominicana con la exclusión racial. Ser pobre y ser negro se funden predominantemente en una sola realidad. Principalmente, en los barrios y asentamientos marginados, repletos de gente pobre y “de color”, en contraste con los ensanches ricos con su “gente blanca” ocupando las posiciones cimeras del mercado de trabajo.
5º Cohesión social. Cualquier contrapunteo entre el ayer y el hoy dominicano pone en evidencia que se ha perdido la cohesión constitutiva de la nación dominicana. Consumismo, individualismo, corrupción, violación de leyes y reglamentos, impunidad y otros tantos síntomas agudizan la extrema desigualdad social que adversa que podamos reconocernos como “Nosotros”. Pero, al igual que el proyecto de unión en Europa depende de la construcción de un sentido explícito de pertenencia europea, so pena de que la población deje de soportar el peso burocrático y regulatorio salido de Bruselas y de Estrasburgo, la vida social dominicana deviene insostenible sin el debido sentido de un Nosotros dominicano. El presente como amenaza no es más que ese Nosotros a la deriva y sin sentido de pertenencia patria. Esa amenaza se hace presente con fuerza hoy día, es decir, en medio de una sociedad que tan solo a escasos años de la muerte del sacerdote jesuita José Luis Alemán supuestamente progresa sin aparente rumbo ni sentido de nación.
LA HISTORIA/Fuente: Portal de Bibliófilo Enmascarado
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EL 13 DE NOVIEMBRE NACIÓ SAN AGUSTÍN. Teólogo y filósofo latino. Uno de los cuatro doctores mas reconocidos de la iglesia latina, autor de una de las autobiografías más famosas del mundo, “Las Confesiones de San Agustín “.
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1651
EL 12 DE NOVIEMBRE NACIÓ SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ. Poetisa mexicana, la mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. _
1862
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EL 13 DE NOVIEMBRE FALLECIÓ JOSÉ SANTOS CHOCANO GASTAÑODI. Poeta modernista peruano conocido, también con el seudónimo de “El Cantor de América”.
EL 15 DE NOVIEMBRE NACIÓ GERHART HAUPTMANN. Dramaturgo, novelista y poeta alemán, premio Nobel en 1912. Son obras suyas “La piel del castor” o el drama histórico “Florian Geyer”.
1922
EL 16 DE NOVIEMBRE NACIÓ JOSÉ SARAMAGO. Escritor portugués, premio Nobel de Literatura en 1998. Entre sus obras se encuentran títulos como “El viaje del elefante”, “La Caverna”, Caín o “Ensayo sobre la ceguera”. _
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Nuevas miradas para una episteme caribeña UNA SOLA ISLA. Somos una sola isla que se repite. El efecto barlovento nos hace más verde al norte y más desértico al sur.
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MIGUEL ÁNGEL FORNERÍN
s posible pensar el Caribe desde un horizonte que no se aleje de sus propias prácticas discursivas, de su representación como positividad y como habla? Elementos significantes saltan de lo que hacemos a lo que pensamos y repetimos constantemente. Somos islas. Si, como dice Llorens: Las hespérides. Somos el espacio perdido de La Atlántida platónica que se recrea en el frontispicio del monumento funerario a Colón, cual si fuéramos descendientes de los deseos y dioses griegos. Como si un Virgilio nos hubo de recrear cual si fuéramos los griegos perdidos… ¿Somos una metáfora del mar en que divagó el divino Ulises, donde los pies más ligeros de Hermes llevaron las nuevas (donde Afrodita con palabras salidas de sus lindos labios preguntó por la suerte de quien había hecho tantas ofrendas a los dioses)? ¿Es el discurso mitológico griego que le da valor a ese reencuentro que posibilitó Colón entre el mundo conocido y el nuevo orbe? ¿Podríamos explicarnos desde una mitología que se recreara en otro archipiélago? ¿Somos islas de viajes y regresos? ¿Es posible un saber sobre nosotros que excluya el relato y la sátira? ¿La historia de los periodos y los posicionamientos de razas, clases, el clima y la cultura viajera? Hablar del Caribe siempre será la búsqueda de ciertas metáforas. ¿Plasmar nuevas miradas para nunca encontrar un marco categorial que nos permita explicarnos? ¿Es posible que el pensamiento occidental nos nombre? Ya ha fracasado en su metafísica, en sus nociones de modernidad, Estado, clases, progreso, objetividad. ¿Es el Caribe, los que vivieron y los que vivimos conformamos otra realidad —una subrealidad, una suprarrealidad o una irracionalidad— que nos funda en el relato?
1. Antonio Benítez Rojo narró el Caribe en varias de sus obras y, en “La isla que se repite”, nos deja varias metáforas de las que no podemos desembarazarnos. La primera tiene que ver con el Caribe como vagina del nuevo mundo. Pero me resisto a entrar en un relato del pasado. Y, por lo tanto, veo que aún el mundo nuevo renace en el Caribe. Está naciendo un nuevo mestizaje cultural, porque los grupos étnicos europeos recibirán en los próximos cincuenta años miles de africanos que lucharán por una nueva ciudadanía; las poblaciones del este de Europa y parte de Asia se han desplazado hacia el oeste. Y han causado un pandemónium: el movimiento social de la xenofobia. No quiero ser profeta. El Caribe es el espacio de una mezcla nueva de razas. Se hizo añicos el en-
tendido de que hay alguna superioridad en el color de los ojos, en el color de la piel. Aquí las civilizaciones han cambiado su modo de decir, sobre todo de hablar de civilización. La olla originaria de una nueva cultura universal rompe con la Universitas cristiana con sede en Roma con la Biblia de Lutero que los barcos de los piratas trajeron a la Feria de Guanahibes. Y M. A. Gattinara fracasó en su intento de una monarquía universal con Carlos V como emperador, así como fuera el gran fiasco final la Armada Invencible de Felipe II. La visión de un paraíso en América en cartas y bulas papales que demarcaban los meridianos y daban posesiones cuasi divinas sobre seres mansos y desnudos, que vivían como si estuvieran en el Paraíso, se desvanece por la entrada del mercantilismo que era la misma base de los entendidos que los reyes firman con Colón en Santa Fe. La declaración de los derechos del hombre y el ciudadano crea en el Saint-Domingue francés, la sublevación de Ogé y Chavannes y nunca más los blancos pudieron controlar —por lo menos directamente— una colonia de negros sin pensar en la posibilidad de la muerte propia. Tenor que los hizo pasar el Canal del viento hacia otro Puerto Príncipe.
2. El Caribe es un conjunto de islas que se repiten. Y su centro está en todas partes. Me recuerda la explicación de Dios en “Pensamientos” de Pascal. El sentido semiesférico del Caribe y su movimiento en el tiempo. Hoy Santo Domingo es el centro, ayer, Puerto Rico, antes de ayer lo fue Cuba. En el siglo XIX, terminando, Saint Thomas y antes, Venezuela. El Caribe cambia de centro y somos, como bien lo ha dicho Benítez Rojo, un centro de flujos. Iniciamos con el flujo del negocio triangular (Caribe, África, Europa) y seguimos con la navegación convoyada de las flotas, en procura de guardar las riquezas reales y cuidarnos de los piratas. Ya los enemigos de España habían surcado estos mares. Ya entraban a aprovisionarse en las salinas del Cabo Rojo puertorriqueño. Ya habían atacado puertos, mercadeaban cueros y habían hundido naves en las ciudades puertos de estas islas. Ya habían recibido el fuego de las artillerías entre El Morro y el Cañuelo de San Juan. Ya los holandeses se preparaban para atacar a Salvador de Bahía y las costas de Riohacha podían saborear los peces que degustaron el cadáver de Francis Drake. El Caribe se alejó de Europa y, en la Feria de Portobelo, los barcos llegaban con retrasos; y, aun así, desataron fiestas y carnavales en esa colonia venida a menos que describe García Márquez en “Del
amor y otros demonios”. Nos repetimos en la soledad y el abandono, en ser la zona desechada y visitada de vez en cuando. Se trastocaron los correos y las cartas se extrajeron dejando a todos en el sálvese quien pueda. La cultura que se impone se debe al contrabando, la piratería, el corso... la delincuencia contra el estado nos hace ricos, desde hace tanto tiempo. Somos una sola isla que se repite. El efecto barlovento nos hace más verde al norte y más desértico al sur. Nuestras ciudades atlánticas son La Habana y San Juan. Una era puerto entrada y otra de salida. Santo Domingo, Pointe-à-Pitre y Kingston son ciudades que miran al sur al mar que nos crea. Carpentier nos ha visto como las islas sonantes, donde el paisaje y la música son lo mismo. Así como el mangú y el mofongo, el sancocho y el arroz con frijoles solo tienen pequeñas diferencias, nos repetimos en la danza que viene de otra isla como lo es Britania y pasa por Francia y se aloja en Haití, Martinica. Y se acelera en el merengue que prohibió en su bando el gobernador Juan de la Pezuela en el Puerto Rico decimonónico y que Espaillat trae en sus escritos. La danza señorial que Tavárez y Morel Campos recreó la aristocracia local y que tuvo en la ciudad puerto de Ponce la ilusión de una modernidad invitada que sucumbió ante el nuevo poder emergente en 1898. Atrás quedaron los sueños y deseos de modernidad que los vendedores de sueños les regalaron a Buenaventura Báez, a Ulises Heureaux (Lilís). Así finge leer un artículo en un diccionario y se inventa el dramaturgo puertorriqueño Alejandro Tapia y Rivera un Puerto Rico moderno. Montado en un globo y orientado por un astrolabio persa, vio escuelas, bancos, ferrocarriles, bibliotecas y universidades; significó la democracia e integró al jíbaro a la polis, para terminar la lectura convencido de que no era más que el invento de un lector cegato. Ilusiones de una clase letrada que vio en la modernización la manera de igualarnos con la revolución industrial americana, cuando Martí retrataba el progresismo que iría a aplastar las islas que, a pesar de todo, se salvarán por su capacidad de creación (continuará).
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CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do
Nobles en Santo Domingo Leonardo Díaz Jáquez (1 de 2)
Encuentros
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MU-KIEN ADRIANA SANG
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unque los títulos Barón de la Atalaya y Marqués de Las Carreras constituyen los únicos que los monarcas españoles concedieron a súbditos dominicanos, en la colonia de la isla Española o de Santo Domingo vivieron familias nobles, entre los que se encuentra la de Juan Clemente Martínez Saviñón, según se lee en el libro “Sociedad, política e Iglesia en el Santo Domingo colonial, 1861-1865”, de María Magdalena Guerrero Cano, capítulo 5, “La representación dominicana en el Colegio de Nobles Americanos de Granada. Familia y genealogía de Juan Clemente Martínez Saviñón”, genealogía que hemos enriquecido con nuestra investigación. El padre de Juan Clemente, Miguel Gerónimo Martínez de Venezia Santelizes, nació el 3 de marzo de 1762 en Santo Domingo y falleció en la misma ciudad el 6 de abril de 1829. Casó en primeras nupcias con María Antonia Saviñón de Tapia, nacida el 16 de junio de 1760, hija de Gregorio Saviñón y doña Micaela de Tapia de Castro. De dicho matrimonio procrearon a Juan Clemente, nacido el 23 de noviembre de 1782; Manuel, nacido el 8 de septiembre de 1784; Margarita, nacida el 4 de diciembre de 1787; Pedro, nacido en 1789; Francisco Matías, nacido el 24 de febrero de 1791, y María de las Mercedes Martínez Saviñón, nacida el 30 de julio de 1793. Miguel Gerónimo enviudó de María Antonia el 13 de septiembre de 1793. Luego contrajo nupcias con Josefa Pichardo
Una verdadera poesía musicalizada Ttexto con entradilla ask ádk asñldkañldañsk dad añls ñda s´da slda ksldñkasd a Tiempos, Rubén Blades La vida es una huella De triunfos y fracasos Formada por pedazos De amor y de dolor El tiempo es un rosario Sus cuentas los recuerdos Jardín del sentimiento De lo que se vivió Hay un tiempo pa reír Y otro tiempo pa llorar Un tiempo para partir Y otro para regresar Hay un tiempo pa vivir Y otro para terminar Hay un tiempo pa morir Y otro pa comenzar Cuando llegue la hora Del fin de mi camino Que mi sonrisa diga Que acepto lo que fui Las cosas materiales Las dejaré contigo Solo se irá conmigo Todo lo que aprendí Que hay un tiempo para dar Y otro para recibir Un tiempo para pensar Y otro para decidir Que hay un tiempo pa olvidar Y otro tiempo pa entender Hay un tiempo pa ganar Y otro tiempo pa perder Hay un tiempo pa sufrir Y hay un tiempo para amar Un tiempo para sentir Y otro para perdonar Hay un tiempo pa vivir Y otro para terminar Hay un tiempo pa morir Y otro para comenzar Rubén Blades, el poeta cantor nació en Panamá en 1948. Se le conoce como el “poeta de la salsa” y tiene razón. Cada canción es un poema musicalizado con música rítmica que te envuelve en un éxtasis maravilloso. La primera vez que escuché de él, hace muchas décadas, fue con la salsa “Pedro Navaja”, que constituyó un himno, un canto, una denuncia a la mafia:
con quien procreó a Agustín Martínez Pichardo. De estos hijos procreados por Miguel Gerónimo Martínez, Manuel Martínez Saviñón casó con Petronila Espinosa y Ascona, nativa de Santiago, y procrearon a Miguel Luis (n. 1815) y a Juana Martínez Espinosa (n. 1822); Francisco Matías casó con Catalina Barceló y fueron los padres de Francisco Etanislao Martínez Barceló (n. 1822); Juana, quien casó el 19 de noviembre de 1851 con Juan Montás Pacheco, hijo de Charles René Montás Pepín y María Pacheco; María Merced Petronila (n. 1827), quien casó con el militar Manuel Martínez Núñez en 1854, hijo de Fernando Martínez y de Damiana Núñez; María de la Cruz (n. 1831), quien casó en 1854 con Segismundo Abad Soler, nacido el 30 de marzo de 1833, hijo de María Soler; Francisco Segundo (n. 1833) y Adelaida Martínez Espinosa quien falleció en 1841 a los 4 años. Por su parte, Agustín Martínez Pichardo, hijo del segundo matrimonio, casó en 1838 con Rafaela Pichardo Pichardo (n. 1821), hija de Isidro Pichardo Contreras oficial del cuerpo de Artillería y Carlota Pichardo Saviñón.
Instituto Dominicano de Genealogía
Por la esquina del viejo barrio lo vi pasar Con el tumbao que tienen los guapos al caminar Las manos siempre en los bolsillos de su gabán Pa'que no sepan en cual de ellas lleva el puñal Con el tiempo su poesía es mucho más hermosa. No hay dudas de que Rubén Blades es un filósofo de la vida. La canción que engalana este Encuentro es un canto a la vida, a las decisiones que tomamos, que unidas y concatenadas constituyen nuestro destino. Somos los constructores de nuestros propios destinos. Los sentimientos humanos están presentes, el amor y el desamor han sido motivos para escribir hermosas poesías musicales: Día a día, me despierto creyendo oir tu voz. Día a día, todavía, me duele nuestro adiós. Quien no se ha equivocado no trató. Quien nunca ha perdonado nunca amó. Y quien jamás pecó, jamás vivió. Rubén Blades es también un actor reconocido en Hollywodd, abogado de profesión primero se graduó en la Universidad Nacional de Panamá en 1974 y casi una década después, en Harvard Law School. Ha producido más de 20 ábumes. En 2004 Blades apoyó la candidatura presidencial de Martín Torrijos, hijo de Omar Torrijos. Cuando ganó las elecciones presidenciales en Panamá, Blades fue designado director de la Autoridad de Turismo de Panamá. Ejerció esa función por cinco años, de 2004 y 2009. Dijo una vez que tomaba partido en esos procesos porque amaba su patria. Se pregunta siempre qué significado tiene esa palabra en un mundo tan revuelto: Hace algún tiempo me preguntaba un chiquillo Por el significado de la palabra Patria. Me sorprendió con su pregunta Y con el alma en la garganta Le dije así: Flor de barrio, hermanito! Patria son tantas cosas bellas!...
La Patria es un sentimiento como mirada de viejo, Sol de eterna primavera risa de hermanita nueva: Te contesto, hermanito: Patria son tantas cosas bellas! Su compromiso con la vida y su tiempo lo obligan a escribir hermosas canciones, que cuentan acerca de la vida, de sus dramas, de sus amores, de sus desamores. Pero es también un crítico social, especialmente de la mafia, de la realidad de muchas ciudades de América Latina que están afectadas por la pobreza, la violencia y la delincuencia. "Pablo Pueblo" Regresa un hombre en silencio De su trabajo cansado Su paso no lleva prisa Su sombra nunca lo alcanza. Lo espera el barrio de siempre Con el farol en la esquina Con la basura allá en frente Y el ruido de la cantina. Pablo pueblo Llega hasta el zaguán oscuro Y vueve a ver las paredes Con las viejas papeletas Que prometían futuros En lides politiqueras Y en su cara se dibuja La decepción de la espera. … Pablo pueblo, Pablo hermano… Pablo pueblo, Pablo hermano Ay Pablo pueblo Ay Pablo hermano. Ojalá dispusiera de mayor espacio. Para escribir este artículo leí muchas letras de canciones y vi muchos videos de Rubén Blades. Y la verdad es que su música y su letra te transportan por las fibras más sensibles de tu ser. La vida y sus dilemas han sido objeto eternos de su preocupación e inspiración: Maestra vida, de injusticias y justicias de bondades y malicias aún no alcanzo a comprenderte maestra vida que seguro no perdona voy buscando entre tus horas el espejo de los tiempos para ver tus sentimientos y así comprender tus cosas y vi espinas y vi rosas… maestra vida me voy persiguiendo al tiempo a ver si encuentro respuestas antes de la hora en que yo muera aunque me estoy resignando a esta fatal realidad… Rubén Blades apuesta a la esperanza, a la construcción de un mundo mejor. Invita a la acción responsable, al compromiso con la vida y la sociedad. Blades apuesta a la esperanza. En la caída apuesta a que nos levantemos, pero sobre todo defiende la rectitud, la ética en todas las dimensiones de la vida, pues es la única forma de vivir con dignidad, con la frente en alto. Hay quien ve la luz al final de su túnel Y construye un nuevo túnel, pa´ no ver, Y se queda entre lo oscuro, y se consume, Lamentando lo que nunca llegó a ser. Yo no fui el mejor ejemplo y te lo admito, Fácil es juzgar la noche al otro día; Pero fui sincero, y eso sí lo grito, Que yo nunca he hipotecado al alma mía! Si yo he vivido parao, ay que me entierren parao… Las desgracias hacen fuerte al sentimiento Si asimila cada golpe que ha aguantao. La memoria se convierte en un sustento, Celebrando cada río que se ha cruzao. Me pregunto, cómo puede creerse vivo, El que existe pa´ culpar a los demás? Que se calle y que se salga del camino, Y que deje al resto del mundo caminar… Así pues, como pueden ver, la poesía refleja la vida. Rubén Blades, a través de los años, nos ha regalado hermosos poemas cantados que nos deleitan y nos ayudan a pensar en la vida y sus dilemas. Sus palabras nos ayudan a vivir, a buscar el motivo para levantarnos y caminar.
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Nuestras lágrimas saben a mar CONMOCIÓN. Creo no habrá quien pueda leer este libro sin conmocionarse frente al amor de Sabrina por su padre y su incesante búsqueda de la verdad.
CHIQUI VICIOSO
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olpea el oleaje del mar, se asoma a la puerta y nos inunda con sus lágrimas de sal. Esas lágrimas han acompañado mi lectura de la novela testimonio de la poeta Sabrina Román: NUESTRAS LAGRIMAS SABEN A MAR, y son las mismas que me asaltaron cuando leí YO TAMBIEN ACUSO, primer testimonio novelado de una dominicana contra la dictadura de Trujillo, escrito en 1946, por la banileja Carmita Landestoy; LA NOCHE DE TLATELOLCO, de la mexicana Elena Poniatowska, sobre una matanza de estudiantes en 1968, donde asesinaron a su único hermano; SI ME PERMITEN HABLAR, TESTIMONIO DE DOMITILA, UNA MUJER DE LAS MINAS DE BOLIVIA, escrita en 1978 por Domitila Barrios, sobre la muerte gradual de los mineros en las minas de estaño; ME LLAMO RIGOBERTA MENCHU Y ASI NACIO MI CONCIENCIA, escrita en 1983, testimonio de la masacre de las comunidades indígenas de Guatemala y la tortura y exterminio de la familia de la autora; y PAULA, escrita por Isabel Allende en 1994, mientras acompañaba la agonía de su hija muriendo de cáncer. Son testimonios de mujeres, en todo el continente, a cuyo género literario se suma el libro de Sabrina, algunos de cuyos capítulos provocaron que tuviera que posponer su lectura (sobre todo los pasajes en que narra sus infantiles esfuerzos por proteger la mortal tristeza de su madre), porque amenazaron con hacer naufragar la frágil embarcación en que navegan todas mi orfandades, obligándome a retomar el rumbo de su siempre precario equilibrio, frente al vendaval de la memoria. Creo no habrá quien pueda leer este libro sin conmocionarse frente al amor de Sabrina por su padre y su incesante búsqueda de una verdad que ella, con minuciosa paciencia, ha ido reconstruyendo durante tres décadas. Este libro enjuicia las fábulas que se tejieron sobre la supuesta incapacidad de Pupo Román frente a la toma de decisiones, una vez Trujillo fue ajusticiado, porque según narra, Pupo Román nunca llegó a encontrarse con los complotados, ni a enterarse de la ejecución de los hechos inmediatamente ocurrieron: “!Qué soberana tristeza debió sentir después de aquel desastre, de aquella ausencia de los que quedaron de avisarle. ¿Dónde estaban tío Luis y Juan Tomás? A todo esto, desconocemos quién o quiénes debían unirse a él esa noche para ejecutar la tan mencionada segunda parte del plan. ¿Lo sabremos algún día? ¿O será el secreto mejor guardado de la historia dominicana? Pág. 144. “Se puede deducir que además de la amistad, debía existir un profundo conocimiento del talante de amigo y ser humano que era Pupo Román, para que Luis se atreviera a depositar en sus oídos aquella información tan peligrosa y con tanta antelación”. “Dicho esto, también cabe mencionar que esa amistad no fue capaz de evitar la táctica dilatoria y el ostracismo de los que visitaron a mi padre en los meses previos al mayo decisivo, durante los cuales se sucedieron las tres ocasiones en que se iba a ejecuta el plan y en cada ocasión no fue posible”. P. 173. Concluyendo: (pag.178)… “Yo entonces tan solo tenía ocho años. Durante una o dos décadas aproximadamente, ese silencio fue el desgraciado sustento que alimentó los grandes errores en torno a la actuación de Pupo el 30 de mayo”. Aporte fundamental a la historiografía dominicana, este libro es un retrato de la dictadura y su secuela de arbitrariedades aun contra familiares cercanos a Trujillo, y sale a la luz en una coyuntura en que muchos añoran públicamente el “orden y la paz” de esos años, no ignorando que también eran los del cementerio. Y es un inmenso acto de valentía, porque parirlo ha significado enfrentarse a dolores ancestrales que en la generalidad de los casos impiden el acto liberador de la escritura, testimoniando cómo la sal de las lágrimas cura las heridas.
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Creo que Sabrina ahora podrá escribir aquella novela sobre Europa con la que intentaba escabullirse de la palabra que ardía en su corazón con el fuego de un dolor vivo, y sumergirse en el celeste universo de todos sus mares.
Solo me queda confiar en que un día Sabrina podrá mirar el mar Caribe y dejarse sobrecoger por la belleza vital de sus aguas, por el verde/azul de su cielo descendido. De esa azul inmensidad se ha nutrido mi corazón desde la muerte en un accidente de aviación de mi padre, Toni Vicioso, en 1955; de mi segundo padre: tío Juan José, piloto de la FAD, en otro accidente de aviación en 1959; la de tío Danilo, justo donde se estrelló mi padre; y por la siempre reciente muerte de mi madre. Y de esa certeza ha de nutrirse el corazón de Sabrina, y el de todos sus hermanos, desde ese infausto septiembre, o inédita fecha, en que su padre retornó a las aguas originales. Dice la crítica literaria feminista Elaine Showalter, que los primeros libros de las escritoras son siempre autobiográficos, porque necesitamos decirnos, explicarnos. De esa fase confesional progresamos a una segunda donde la preocupación es con el estilo, pero Sabrina, al escribir este libro, ya posee un estilo heredado de su ejercicio poético, de ahí que en esta novela testimonial predominen la prosa poética, y/o el poema: “El techo del salón era de zinc. Taconeado por un aguacero Relinchaba como un caballo Como si la lluvia pellizcara Aquella superficie metálica Haciéndola gritar, gritar... La lluvia siempre estuvo allí… Sabrina afirma que su libro no es político: “Aunque esencialmente casi todo lo narrado en él pertenezca a uno de los periodos más controversialmente largos de nuestra historia como nación, del cual se sigue hablando y escribiendo mucho todavía”… Y, lo define como: “Una especie de cambio iniciático en mi intento, frustrado muchas veces, de alcanzar un renacimiento en mi corazón y en el corazón de cada miembro de mi familia”.
Empero este libro es más que eso. Es una ventana abierta a las familias que han callado su dolor durante décadas, no entendiendo que solo lo que se airea puede curarse. Es una advertencia para que no se repita la tentación por las dictaduras y su corrosivo atractivo; para que ninguna niña o niño vea desaparecer a su padre en la vastedad de un mar que debe ser siempre verde/azul invitación a la plenitud de la existencia. Para que ninguna poeta transite por los vericuetos de una Ciudad Primada buscando con afán alguna huella que le hable del perdido primer amor de su infancia. Creo que Sabrina ahora podrá escribir aquella novela sobre Europa con la que intentaba escabullirse de la palabra que ardía en su corazón con el fuego de un dolor vivo, y sumergirse en el celeste universo de todos sus mares. Allá están las palabras, aguardando que las retorne a la vida; que la belleza aletee sobre el Leteo, ese río, entre la vida y la muerte, del que solo nosotras sabemos regresar, para retornar al intenso sabor marino del amar. Porque cuando nuestras lágrimas saben a mar Porque en el mar que nos conforma navegamos Y su marea -con o sin lunaAmenaza con ahogarnos. Cuando el bote en que transita La fragilidad de la memoria Encalla una y otra vez En la rocosa pena de nuestras tragedias La palabra tiende sus redes Para salvarnos Y es el libro una balsa A la cual nos aferramos Para llegar desnudas y renacidas Al borde de un nuevo decir. Marina foresta Donde el poema -nuestra única verdadSiempre aguarda.
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Mujeres dominicanas atormentadas. Leonor Feltz:
Correspondencia con Pedro Henríquez Ureña (4)*
Pedro Henríquez Ureña
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DIÓGENES CÉSPEDES /DIOGENES.CESPEDES@GMAIL.COM
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l currículo burocrático de Leonor Feltz es bastante modesto. Apenas, si no yerro, tuvo en su vida tres empleos. Profesora en el Instituto de Señoritas, fundado por Salomé Ureña, de donde salió graduada como maestra normal junto a otras cinco mujeres más, en aquella histórica investidura. Luego pasó a desempeñar las mismas funciones en el Liceo Dominicano que dirigió Emilio Prud’homme, el cual sobrevivió hasta finales de los años 60 del siglo XX. Su tercer empleo lo ejerció como directora de la escuela primaria “Padre Billini”, ubicada, en la Era de Trujillo, en la calle Mercedes. Y el último cargo fue el de directora del Museo Nacional, de 1932 a mitad de 1933, nombrada por recomendación de su hijo intelectual, Pedro Henríquez Ureña, cuando vino a ocuparse de la Superintendencia General de Enseñanza, a finales de 1931, fecha en que solicitó permiso a Trujillo para ir a París a ver a familia, pero en realidad fue una coartada para abandonar el país y enviarle al Jefe su renuncia al cargo desde el extranjero. La profesora Mercedes García Siragusa cita un fragmento de un artículo del finado R. A. Font Bernard (publicado en el periódico “Hoy” el 4 de marzo de 2005, donde afirma lo que sigue: «A su llegada [se refiere a Pedro Henríquez Ureña, DC] se interesó en localizar a la señorita Leonor Feltz, quien según declaró, había sido la discípula preferida de su madre, doña Salomé Ureña, en el Instituto de Señoritas, y como tal, la institutriz de don Pedro y su hermano Max. Luego de muchas indagaciones, la señorita Feltz fue identificada como “la Madrilleta”, una dama de elevada estatura y tez morena, que apenas sobrevivía mediante la venta de frutas y dulces a los alumnos de la escuela Padre Billini, cercana a su modesto hogar. Mediante la recomendación de don Pedro, la señorita Feltz fue designada directora del Museo Nacional.» Tan pronto estalló la noticia de la renuncia de PHU, Leonor Feltz corrió la misma suerte de su protector, al igual que un número considerable de miembros del clan Henríquez-Ureña que fueron designados
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Tan pronto estalló la noticia de la renuncia de PHU, Leonor Feltz corrió la misma suerte de su protector, al igual que un número considerable de miembros del clan Henríquez-Ureña que fueron designados por Trujillo a raíz de la entrada al gobierno de Max en el mismo puesto que le dejó a su hermano. Fue sustituida en el cargo por Abigaíl Mejía, desde 1933 hasta 1941, fecha de su deceso, y a la sazón flamante presidenta de la Acción Feminista Dominicana...” por Trujillo a raíz de la entrada al gobierno de Max en el mismo puesto que le dejó a su hermano. Fue sustituida en el cargo por Abigaíl Mejía, desde 1933 hasta 1941, fecha de su deceso, y a la sazón flamante presidenta de la Acción Feminista Dominicana, embarcada en una colaboración estrecha con la dictadura a cambio del reconocimiento del derecho al voto de las mujeres, hecho que vino a materializarse en 1942 luego de que Trujillo entretuviera a las feministas durante casi diez años con ese caramelo que, como lo escribió Carmita Landestoy en su libro “Yo también acuso”, (Nueva York: Azteca Press, 1946), fue una instrumentalización del movimiento feminista para canalizarlo a la tercera “reelección” del dictador. Este apodo de “las Madrilletas” aplicado a las hermanas Feltz aparenta ser un misterio filológico. Cuando PHU indaga sobre el paradero de Leonor, la discípula predilecta de su madre, las generaciones nuevas que sustituyeron a las de los Henríquez-Ureña de la época del salón Goncourt, así como la gente mayor que sobrevivió a Salomé y Francisco Henríquez y Carvajal, se habían esfumado. Es como si el apellido Feltz hubiese desaparecido de la memoria de los habitantes de las diecinueve cuadras del casco colonial.
¿Cómo se produjo la suplantación del apellido Feltz por el apodo de las Madrilletas? Aparte de entuerto filológico, es también entuerto lingüístico. Quizá de difícil pronunciación para la clientela del barrio, el apellido de Leonor y Clementina fue suplantado por uno de igualación silábica y un posible cambio de la oclusiva sonora g por la oclusiva ápico-dental sonora d. Pero hay lugar para preguntarse, ¿cómo supo la clientela del barrio que el apellido de Margarita Feltz, madre de Leonor y Clementina Feltz, hijas naturales de Dámaso Nanita, era Magrillet? La profesora García Siragusa cita al finado Eduardo Matos Díaz, quien en su libro “Santo Domingo de ayer” (SD: Taller, 1984, pp. 84-85), describió “los ventorrillos” de la Capital “en el primer cuarto del siglo XX”, y quizá sea por esta cita que el genealogista y el investigador literario deban comenzar a fin de que emerja, del fondo del olvido, esta historia familiar de las Feltz. Según Matos Díaz, «…estaba entonces la ciudad llena de ventorrillos. A la cabeza, por ser el más acreditado, se hallaba en de las Madrilletas, ubicado primero en la calle El Conde, al lado del Palacio Municipal, o sea, el de la torre del reloj público y después en la calle Salomé Ureña, entre la José Reyes y la 19 de Marzo. Se le llamaba así porque ese era el mote que el pueblo había puesto a sus dueñas, dos hermanas de apellido Feltz, según se me ha informado, su madre, natural de Curazao, era de apellido Magrillet.» ¿El pueblo, creador del mote? ¿Cuál pueblo? Vuelvo a plantearme el enigma: si era Feltz el apellido de la madre, cómo viene a dar en Magrillet. ¿Cómo vino a parar a Santo Domingo desde Curazao? ¿A hacer qué? Ese apellido Magrillet plantea un problema: culturalmente es apellido francés. ¿Pudo ser Margarita Feltz haitiana, martiniqueña o guadalupeña avecindada en Curazao? ¿Es Magrillet una corruptela de Margaret inventada por la clientela del barrio? Si Rufino Martínez deja caer sutilmente que Dámaso Nanita era de posible origen haitiano, ¿es posible que la madre de las Feltz también fuera de origen haitiano? Misterios por dilucidar. Si Magrillet es posible corruptela, ¿no sería Matrillé una opción a tomar en cuenta? En fin, estas son conjeturas que en nada resuelven el enigma de las Feltz. No hay que fiarse de la filología espontánea de los ingenuos, sobre todo cuando existe el método filológico y el lingüístico, además de la historia cultural y la genealogía. Por de pronto, he aquí el comienzo del epistolario entre esta mujer atormentada, atrapada en medio de dos siglos violentos y patriarcales, cuya vida es un misterio que la historia de la pedagogía dominicana nos devuelve hecho calle y escuela. Aspiro a que algún devoto de Leonor recopile en un volumen sus escritos y se emprenda una búsqueda de sus huellas en archivos, revistas y periódicos dominicanos y extranjeros a fin de establecer su verdadera biografía que, talvez, la pobreza y los sobresaltos económicos de la vida impidieron que una intelectualidad capitaleña, con pujos “aristocráticos”, escribiera los hechos sobresalientes de la vida de la excelsa maestra y guía de dos grandes: Pedro y Max. El magisterio y la escritura fueron su vocación, pero incluso trunca esta última por los motivos que se verán en el estudio de la correspondencia entre Leonor y Pedro Henríquez Ureña, así como por las informaciones colaterales de la tía Mon (Ramona Ureña), me adentraré en la subjetividad de aquella peregrina digna de mejor suerte.
(*) Publicado en el suplemento Areíto, del periódico Hoy, el 15 de octubre de 2016 y reproducido con permiso del autor en Acento.com de la misma fecha.
Papeles del Trópico
AREÍTO
Sábado 12 de noviembre de 2016
HOY
Demasiado pianos vibrantes, jóvenes luminosos, para una Patria tan sorda... FOTOS: DAVID SOTO MATOS
Los concertistas: de Izquierda a derecha, Oscar Pozo Gil, Davidson Reyes Paredes y Cherynuel Reyes Paredes.
De izquierda a derecha, Rhina Ibert, Cherynuel Reyes Paredes, Oscar Gil Pozo, Davidson Reyes Parades, Iván Domínguez, sentado el maestro Rafael -Bullumba- Landestoy.
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ctubre mostraba su piel húmeda, entre baladas grises de lluvia inesperada. En el corazón indómito de la vieja ciudad, un olor a musgo y piedra bailaba con las volutas de vapor que la lluvia rascaba al brilloso asfalto intramurano. En aquella patria de largos pianos rotos, como si fuera en una arcadia jubilosa, un grupo de jóvenes nos convocaban en la vieja ciudad a la casa de los Domínguez, Asdrubal, Freddy Osvaldo e Iván, toda una historia familiar capitalina, de amplios recuerdos y mejor memoria: Arzobispo Portes casi esquina 19 de Marzo, para más señas. Octubre estaba a ley de un día y aquel domingo celebraba su partida, entre lloviznas persistentes y gloriosos pianos ululantes que, entre nubes, hacían flotar aquella casa de alta huella humana.
CARLOS FRANCISCO ELÍAS
El círculo de la música de la Ciudad Colonial. Aquejada la impotencia vital, agotada la posibilidad de la búsqueda de un simple diálogo adecuado ( porque al parecer los que tenían ganas de hablar se fueron), la convocatoria hogareña para disfrutar de la mejor música en presencia de su compositor, Rafael -Bullumba- Landestoy-, estaba hecha por el Círculo de la Música de la Ciudad Colonial, proyecto de Iván Domínguez con el auxilio de amigos y amigas, Rhina Ibert, entre otras, cuyo fin ha consistido en crear disciplina pianística y descubrir en los fondos sociales más apartados e inesperados, jóvenes brillantes, ilusionados, estudiosos y aplicados en la obsesión legítima de dominar un piano vasto y complejo en sus desafíos y secretos por aprender. A estas invitaciones suelo ir con el corazón en la mano, no vaya a ser cosa que entre sístoles y diástoles haya un claro desastre emotivo entre fascinación, lágrimas y dolor. Explicaré este punto luego, lo prometo. Desde hace muchos años, en la sarta de prejuicios que esta República ha cultivado con esmero en la cultura, nadie que venga del lodo ciego e infame, nadie que venga del pan imposible y las rendijas en las puertas, puede producir cultura con brillantez. El Círculo de la Música de la Ciudad Colonial, en silencio, cheleando con espléndida dignidad, nos ha dado muestra fehaciente de que aquel prejuicio mórbido e indolente, es todo mentira planeada, frívola, lastimera: porque la ilusión por la música todo lo puede, pero todo. Una señorona de alto moñazo, sorprendida, débil de cerebro obviamente, insensible, claro está, exclamaba alguna vez en una presentación realizada en el Museo de las Casas Reales: --“¿Has notado que estos pianistas jóvenes son cada vez más oscuros?”... Para ella no era importante el estilo, la profundidad, la juventud de los talentosos jóvenes en aquella ocasión, ella miraba otra cosa, la superficie, ignoraba la música producida y como siempre estaba de relleno en aquel lugar ese día. Todos los que piensen como esa señora, añoro que sean los menos, se llevarán una sorpresa en menos de una década más: se-
Vista parcial de los invitados al concierto del 30 de octubre en la Casa Domínguez.
remos el gran fenómeno de una Patria sorda que con dolor y alegría, parturienta con manto de Santa Cecilia, sacará de sus entrañas pequeños genios presumidos en su humildad y talento a borbotones, taladrarán con sus éxitos la sordera de su propia Patria...
Octubre quería piano y juventud, para alejarse risueño y melancólico. Todas las obras en el programa de aquel domingo eran composiciones del maestro Rafael -BullumbaLandestoy. El profesor Iván Domínguez, había seleccionado ________________________ * Reminiscencia de España # 1 * Marionetas * Vals de Santo Domingo * Fantasía de la Empalizá * Tocatta ________________________ Bien, estas piezas fueron interpretadas por jóvenes que aún no rosan el final de la veintena de años, a saber: Oscar Pozo Gil y los hermanos Reyes Paredes, respectivamente Cherynuel y Davidson. El auditorio tenía el entusiasmo de miles de aplausos, pero apenas éramos 25 personas y cuidado. Toda la música había comenzado, entre silencio y cruces de miradas hacia el piano estrenado, la magia del sonido venida de digitación fácil y atinada, arrobaba los rostros, el estado de alma se consumaba en el azorado lenguaje de las caras, el milagro lo hacían los jóvenes y aquel piano dispuesto que como animal de madera y cuerda afinadas, se dejaba domar plácido bajo los dedos disciplinados de aquellos jóvenes, cuya fabulosa fortuna en la vida es su talento incuestionable, su entrega sin par, su silencioso carisma de sonidos armonizados. Octubre juguetón pluvial, insigne como el viento que lo despedía, armaba su propia sonatina de gotas imperceptibles que vigilaban, a la luz del farón colonial, aquella hazaña de pianos y jóvenes desbordados en su talento atrevido y desafiante.
Aquella Patria de largos pianos rotos, ahora es sorda, ahogada en su llanto. Lo del corazón en la mano, lo de sístoles y diástoles, el dolor posible y todo lo prometido tiene que ver con la reflexión posterior cuando se observa tanto talento entregado, tantos años
mozos en lo incierto, tanta ilusión desmedida en el despeñadero de la griega patria sorda, para llamarle de algún modo. Así lo siento, así lo escribo, lucho a diario contra todas las elegías invisibles que me afloran, encuentro en la música y en la generosidad pletórica de estos jóvenes y sus músicas, el diálogo negado en lo cotidiano, porque la banalidad es una peste que ahoga y diezma. Si alguna vez escribí sobre aquella Patria de Largos Pianos Rotos, hoy la veo sorda ahogada en su propio llanto sin saberlo, pero sin embargo: tiene hijos como estos pianistas, que se lanzan a la pradera de la música con luminoso talento, sacudiéndome de mi melancolía atolondrada, ganando espacio glorioso en el alma de muchas personas, dando aliento pianístico a todas esas tristezas que se rumean y no se botan... Ellos no lo saben aún, son los futuros orfebres de sonidos hirsutos, su música tan bien tocada trasmite la fe posible que a millones hace falta. Por eso me dije al salir del hogareño concierto, encontrando el consuelo verbal y repentino de Freddy Domínguez, que era demasiado piano, demasiado jóvenes luminosos, excelsa música para una patria tan sorda. Octubre se había esfumado en la noche terminada a piano puro. Se fue contento de arpegios, con risos de lluvia y con más ilusión para regresar, a esa misma casa, a esa misma luz para mirar en silueta a esos jóvenes, octubre también de despidió conmovido. (CFE)
NOTA El Estudio Diná de Educación Musical (Ramón Santana #13) inaugura su segundo Concurso Iberoamericano para Jóvenes Pianistas con un gran concierto en la Sala de la Cultura del Teatro Nacional. El Concierto de Piano estará a cargo del pianista Martín Sodeberg, especialista en la música de Rafael -Bullumba- Landestoy. Este concurso fue ganado en 2013 por un músico boliviano llamado Missael Mejía Rondón. En el concurso del 2016 participan México, Cuba, Costa Rica, Puerto Rico y posiblemente El Salvador. Todos los concursantes deberán tocar la Fantasía de la Empalizá, del maestro Landestoy, a quien está dedicado el concurso este año.
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HOY
AREÍTO
Sábado 12 de noviembre de 2016
Arte Contemporáneo
Patricia Phelps de Cisneros al MoMA de Nueva York
¡Una donación visionaria y tranformadora! Mira Schendel, Untitled de la Serie de Objetos Gráficos, 1967.
Jesús Rafael Soto. Double Transparency. 1956.
Patricia Phelps de Cisneros y el director del MoMA, Glenn D. Lowry, posan con una obra de Alejandro Otero.
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AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ ARTOPIA01@GMAIL.COM
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a mañana del miércoles 17 de octubre, los principales ejecutivos de la agencia Llorente & Cuenca nos invitaron a sus oficinas en Santo Domingo para hacernos partícipes del excitante y memorable encuentro que, en la ciudad de Nueva York y en esos precisos instantes, protagonizaban -“face to face”-la afamada coleccionista de arte Patricia-Patty-Phelps de Cisneros y Glenn D. Lowry, director del Museum of Modern Art (MoMA), la más importante institución del mundo en su especialidad que atrae anualmente 3.1 millones de visitantes de los cuales la tercera parte son latinoamericanos. La gran primicia del encuentro fue la visionaria y espectacular donación al MoMA de un lote compuesto por 102 piezas de arte moderno y contemporáneo latinoamericano por parte de Patricia Phelps de Cisneros, incluyendo pinturas, esculturas y obras en técnica mixta sobre papel, realizadas entre 1940 y 1990 por 37 creadores, algunos de los cuales incidieron de manera notable en los movimientos estéticos vanguardistas que proyectaron a América Latina en el mapa artístico internacional de la segunda mitad del siglo XX, tales como el "Universalismo Constructivo" del uruguayo Joaquín Torres García (1874-1949), el Cinetismo venezolano y la Abstracción Geométrica (Concretismo/Neoconcretismo) que prosperaría de manera brillante en países como Brasil, Uruguay y Argentina. En efecto, este valioso conjunto de obras entregadas por Patricia Phelps de Cisneros al MoMA se constituye en todo un capítulo inédito que implica una nueva y más completa visión de la modernidad artística internacional a través de los aportes renovadores de creadores latinoamericanos paradigmáticos como los uruguayos Joaquín Torres-García, Rhod Rothfuss (1920-1969) y María Freire (1917-2015); los argentinos Xul Solar (1887-1963), Gyula Kosice (1924-1916), Raúl Lozza (1911-2008), Juan Melé (1923-2012) y Tomás Maldonado (1922); los brasileños Geraldo de Barros (1923-1998), Oswald de Andrade (1890-1954), Lygia Pape (1927-2004), Lygia Clark (1920-1988), Hélio Oiticica (1937-1980) y los venezolanos Armando Reverón (1889-1954), Alejandro Otero (1921-1990), Elsa Gramcko (1925-1994), Gertrud Goldschmidt-Gego-(1912-1994), Jesús Rafael Soto (1923-2005), Carlos Cruz-Díez (1923) y Mateo Manaure (1926). Junto a este formidable grupo figuran otros exponentes notables de la abstracción geo-
Joaquín Torres García. Construcción en blanco y negro. Oleo sobre tela. 1938.
Carlos Cruz Díez. Physichromie 467. 1969.
Juan Mele. Irregular Frame No. 2, 1946 Oleo sobre contrachapado.
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El MoMA ha abogado por el reconocimiento del importante lugar del arte latinoamericano en el contexto del arte moderno desde 1931, cuando se convirtió en el primer museo fuera de América Latina en coleccionar obras de artistas de la región. La creación del Instituto Cisneros y la integración de las obras donadas a nuestra colección por Patty Cisneros, representan la culminación del proceso de incorporar el arte latinoamericano a la narrativa del modernismo”… (Glenn D. Lowry, 2016).
métrica, el cinetismo y el conceptualismo en América Latina como los brasileños Alfredo Volpi (1896-1988), Ivan Serpa (1923-1973), Franz Weissmann (1911-2005), Hércules Barsotti (1914-2010), Hermelindo Fiaminghi (1922-2004), Luiz Sacilotto (1924-2003), Waldemar Cordeiro (1925-1973), Mira Schendel (1919-1988), Willys de Castro (1926-1988), Rubem Valentim (1922-1991), Amílcar de Castro (1920-2002), Judith Lauand (1922) y Abraham Palatnik (1928); los argentinos Alfredo Hlito (1923-1993), Juan Alberto Molenberg (1921) y Virgilio Villalba (1925); el uruguayo Francisco Matto (1911-1995) y los venezolanos Gerd Leufert (1914-1998), Rubén Núñez (1930) y Antonieta Sosa (1940). De los 37 artistas representados en el lote donado, 21 son inéditos en la colección del MoMA. Se trata de la donación más significativa de arte latinoamericano realizada hasta ahora por un coleccionista privado. Las 102 obras cedidas se unen a otras 40 entregadas previamente a la prestigiosa institución neoyorkina por Patricia y Gustavo Cisneros en los últimos 16 años. Entonces, el aporte va a transformar y enriquecer definitivamente la colección y los programas de estudios del MoMA, permitiendo a los historiadores y especialistas una representación mayor, más comprensiva, plural y propiciadora de una nueva propuesta de lectura sobre las prácticas artísticas vanguardistas y experimentales a nivel global que mostraría de manera elocuente el papel clave de América Latina en el proceso de desarrollo y expansión del
Mateo Manaure. Polychrome Columns. 1954.
arte y la cultura visual de la modernidad. “Creo que estos artistas han sido infravalorados y pueden encajar fácilmente en el Canon de la Historia del Arte. Necesitan de este reconocimiento. ¿Y qué mejor lugar que los Estados Unidos y el museo que tiene la mejor colección de arte moderno…El MoMA tiene tres o cuatro millones de visitantes al año y más de 12 millones de cibernautas acceden a su web cada día. Esa visibilidad es muy importante para nuestros artistas”, señalaba complacida la señora Cisneros. Un artículo complementario del acuerdo es la creación de un instituto para el estudio y la interpretación del arte moderno y contemporáneo de América Latina. Proyectado en el mismo campus del MoMA en Midtown, Manhattan, con el objetivo primordial de profundizar sobre la historia del arte y los artistas de la región, el futuro Instituto de Investigación Patricia Phelps de Cisneros para el Arte Latinoamericano, fomentará el estudio sobre las artes visuales, el cine, la arquitectura y el diseño, enfatizando en las propuestas investigativas basadas en la colección de más de 5.000 obras de arte latinoamericano que hasta ahora posee el museo. Asimismo, la propuesta del instituto está inspirada en el programa de investigación C-MAP (Contemporary and Modern Art Perspectives in a Global Age) que el MoMA inició en el 2009, y facilitará las nuevas iniciativas del Fondo para América Latina y el Caribe.
En síntesis La Fundación Cisneros tiene sedes en Caracas y Nueva York. Patricia y Gustavo Cisneros iniciaron su colección cuando se casaron en 1970. La Colección Patricia Phelps de Cisneros (CPPC) se distingue principalmente por su énfasis en el arte abstracto geométrico latinoamericano del siglo XX, pero también contiene obras de artistas que viajaron a Iberoamérica entre los siglos XVII y XIX, así como arte y muebles del periodo colonial. Ni los Cisneros ni Glenn D. Lowry se han referido al valor económico de la donación. El carismático director ha señalado que “muchas piezas fueron coleccionadas por Patty cuando ni siquiera había un mercado para ellas, cuando estaban en la parte trasera de las galerías, por eso es incalculable el valor que tienen, porque son irrepetibles”… Aunque ya se puede ver en la web, la colección no se exhibirá por lo menos hasta el 2019. Sin embargo, independientemente de la fecha de inauguración del nuevo edificio del MoMA, la exposición no se demorará más allá del 2021.