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Ceniza y más
Marca y fábrica comenzaron como el sueño de un tabaquero, seis años atrás. Resultado de una vida de trabajo en la industria y la experiencia acumulada a lo largo del tiempo, en 2017 la idea producir algo propio comenzó a materializarse en pequeños lotes de cigarros –de muestra– manufacturados durante las noches. A esos desvelos se sumó el trabajo de un diseñador para elaborar las anillas y la imagen de lo que actualmente es Ceniza
El nombre, además de su obviedad, responde al gusto personal de ver consumirse un puro y el resultado de la combustión del tabaco, transformada en este polvo compacto de color gris, veteado, que permanece en vilo –más o menos tiempo–ante su caída inevitable.
La marca se registró en 2018 y la empresa, Tabacalera Ceniza, un año después. Desde entonces todo ha caminado poco a poco, sin prisa. La fábrica se estableció en Tamboril, en la provincia de Santiago de los Caballeros, República Dominicana, ocupando una propiedad familiar habilitada para un comercio, donde algunos artesanos todavía trabajan de noche para complementar a una pareja que lo hace a tiempo completo.
Aquí se elabora un promedio de 70 a 80 mil puros anuales, con la meta de alcanzar 90 pudo. Pero la vida cambia, los tiempos y las cosas cambian...”.
Otro punto de inflexión fue la pandemia del Coronavirus. Pero a diferencia del huracán, terminó ayudándolo. “Eso favoreció mucho porque aumentó el consumo. Aquí en Dominicana no había alcohol. Comida encontrabas