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más Ceniza
Aunque también admite que no todos corrieron con su misma suerte. “Muchos se quedan en el camino. Tengo compañeros que iniciaron antes y después de mí, pero se cansaron”.
En su caso, mantenerse no fue casualidad, sino resultado de su olfato para los negocios. “En los momentos que veo que las ventas están bajando, porque más o menos uno siempre tiene un estimado de la cantidad de cigarros que se mueven al mes, siempre implemento una estrategia. Invento una oferta, pongo una caja y regalo una gorra, un encendedor o ubico unos cuantos humidores. Busco la manera de hacer algo”.
por todos lados, alcohol no y la gente se refugió en el cigarro. Las ventas se elevaron al ciento por ciento, porque antes el mercado estuvo medio apagado. Entonces se dio un auge increíble y muchas marcas nacieron. Yo soy producto de la pandemia, definitivamente”, destaca.
No ha sido fácil, pues hay demasiadas marcas compitiendo en el mercado y ante ello Roberto también ha sido cauteloso. “Me han dicho: ‘pero tú deja eso de otro trabajo y dedícate sólo a esto’. Yo ahora tengo que encaminar más el cigarro, pero cuando ya tenga colocados por lo menos 70 ó 100 humidores, que ese es mi norte, entonces pensaría en soltar una cosa y agarrar la otra, porque sé que en ese camino ya estaría bien”.