Con el fin de obtener una información amplia, que abarcara los diferentes
contextos en que se pueden enmarcar este tipo de instalaciones, el citado
estudio se centró tanto en las estaciones depuradoras de aguas residuales
(EDAR) urbanas, que al ser las más numerosas y estar distribuidas en diferentes
zonas de la geografía asturiana, pueden presentar entre ellas mismas
diferentes características en cuanto a los riesgos que presentan, como en
las estaciones depuradoras de las empresas de productos lácteos, donde
el origen del agua tratada es muy diferente y con una importante carga de
agentes químicos, resultante de los proceso de limpieza y desinfección de
las respectivas plantas de producción, realizados, principalmente, a través
de los sistemas CIP (“Cleaning in Place”).