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]OSE A. MACHIAVELO [BETANCOURT 271

Que seatuvidaun ánfora de flores siempre llena, un lago azul queirradie del alba el tornasol; qae crezcacomo crece lacándida azucena al beso de los rayos purísimos del sol.

Tendrás dentro de poco cumplidos ocho eneros y es justo quecon juiciote pongas a estudiar: tus padree, que te adoran, serán los consejeros que tupureza debe querer y respetar. Y como yo adivino que quieres complacerme, quetodos mis consejos procuras atender, en tantotu inocencia soñando dichas duerme, te vengo aquí misdádivas pascualesa ofrecer. Reclbelas c-0njú�ilo, pues ellas son el lazo dulciaimo que une las almas de los dos; y miéntras en tu suefio tranquilo me solazo, la Virgen td acompañe, que te bendiga Dios!

Dfa de Navidad. 1901.

La siguiente 98 otra poesfa del mismo, impresa en bojas sueltas y repartida al público la nochedel beneficio del actor italiano don Luis RONCORONI. Esta compoeici6n fué recitada en el teatro de Arecibo, la noche del21 de setiembre de 1901, por don Francisco Torres Cordel'o, aficionado al arte ei,cénico, que recitaba admirablemente. Esta poesfa, como las precedente!'!, y la que le sigue no figuran en el tomo "DISONANCIAS." De ahl que les haya dado aqul lugar preferente.

Luis Roncoroni

Las estrellas de Italia refulgieron sobre tu frente, con cambiantes raros, que los géniosdel Artediluyeron en las pupilas de tus ojos claros.

Exclusivo creador de la belleza, cuando pisalastablaR del proscenio es de admirarlaartietica grandeza de los hermosos rasgos de su ingenio, tristezas del amor, ayes del alma, estallidos de pena odealegria, ya horrores de pasión, ya dulce calma, todo cuanto creó la fantasta, estudia, canta. complementa, evoca, dibuja, imita, Art!6ce sublime, entusiasmos insólitos provoca, pues que entusiasmos a Bu acento imprime. De la negra traición las lineas crueles, de la blanca inocencia los amores, o bien remordimientos de Luzbeles, o ya de un Dios ios vivos resplandores.

Y reu11iré los átomos dispersos de inspiración que diste a mi poesfa, para darte, en las notas de mis versos, todo el cariflo de la patria mfa.

(1901)

Otra composición 0oética, que no ñgura en el mencionado libro, es la que aparece en la edición número 34 de fecha 1 de marzo del ano 1902, de la Revista que publicara en Nueva York don Luis Mufioz Rivera con el nombrede"The Puerto Rico Herald," dedicHdR R la inspirada cantora y notable pianistR dona Trinidad Padilla viuda de Sanz, conocida en la República de las Letr11s por el nombre de "La Hija del Caribe", en 13de julio de 1901.

Héla a continuación:

A TRINIDAD pADILLA LA HIJA DEL CARIBE

Era un frond,,so cedro a cnya sombra brotó de la virtud fecundo el gérmen, y aún en el fresco lecho de su alfombra de BUS perfumes los recuerdos duermen.

En euR ramas multffloras y esbeltas las aves del amor se congregaban, y en derredor partfcula11 disueltas de cantares armónicos flotabao.

Y al asomar el alba por laQ lomas, con sonrisa de luz resplandeciente, llovizna de balsámicos aroma!'! perfumaba los senos del ambiente.

Rico de sávia y rebos11ndo vida, orgulloso y feliz miraba al cielo: allí la dicha a la ternura unida un uido hicieron al posar e! vuelo.

Má,; un día fatal ábrego fuerte de súbito sopló. con ruido ronco, y de improviso, el rayo de la muerte hirió su copa y mutiló su tronco.

..

Del cedro aquél imágen del Caribe, queJa una rama esplendorosa y bella, que el incienso del Lioano recibe y por su canto original descuella.

Y esa rama eres tú, copia viviente del sér q11erido que al dejar el mundo, <lejó en tu cora�ón fértil simiente de su ingenio riquísimo y fecundo.

Que en tu frenle palpitan las extrafias irradiaciones de brillante,,; astrot>: la!! penumbras que forman tus pestaihls son dos nubes en forma de dos astros.

Y esos, tus ojos son, y en su retina la artistica vi11i6n está latente. y en tu boca su alm11., y su divina inspiración agitase en tu mente.

Porque eres tú, fulgor de su mirada, el eco más sonoro de su acento, cadencia de su cftara dorada, idea que encerró su pensamiento.

De su estro inmortal nota suprema, pues no hay idealidad que ella no enearne, expre,dón amoroRa de un poema revestido por Dios de nervio y carne.

Tu dás ea el hogar calor y abrigo y las rosaII en flor de tus amores. que. en deliciosa paz crecen contigo sin 111 sombra letal de los dolores.

..

Q11e allf vive cantando la poes1a que allí de la virtud brota el ejemplo, y el J!)]acer y el reposo y la alegrfa junto a la augu11ta Rantidad del templo.

Y en tanto el cielo azul un beso imprime de inspiración S(lbre ta frente pura, he de cantar la TRINIDAD sublime de tu bondad, to ingenio y tu hermosura.

He aquf lo que decfa "The Puerto Rico Herald" con respecto a la anterior composición poética en el mismo númerC\ en que aparece ésta inserta. Colindo yo escribfa el presente bosquejo, desconocb el concisojuicio critico que de nuestro poeta hiciera en esas breves lfneas la pluma de Muñoz Rivera, conceptuosa y ática. atín cuando pienso. luego de conocer tal juicio, que una sola composición no es sufici.-nte para aquilatar el mé"rito literario de un atttor y emitir un juicio concluyente y definitivo sobre el mismo.

Preciso es. a mi entender, estudiar aquella en sus más rnfnimos detalles. profundizarla, analiv1r una por una las distintas producciones y compararlas entre si. para deducir en C"nclusión Pl mérito en conjunto del poeta y la importancia de su labor :1rtfstica. De otra suerte, me place haber coincidido con el Sr. M,1ñoz Rivera en lo que dice respecto a la facilidad de Machiavelo p11ra veraificar.

-"J. A. MACBIAVELO. Poeta de inspiración fácil y de imaginación vivfsiml¾. Pocos le aventajan en producir rápidament". En el tef\tro serfa un Lope de Vega. Como aquél gran dramaturgo descuida a veces la forma y resalta un poco desigual; pero siempre flexible y harmonioso. Su musa Rbarca todos los génPros. su plectro todas las cuerdas de la lira. Escribe ahora un poema, y luego un madrigal, y desnués una letrilla para las canciones populares. Si consagrara sus ocios-que son ePcasos-a ]a literatura, si estudiara 'l fondo lo quP se escribe en Francia, en Alemania, y en Italia. y aún en Pol1rnia y en Suecia; en una palabra, si viviera en distinta atmósfera llegarla donde qui1iera."

Y el no ménos exquisito literato don Rosendo Rivera Colón. refiriéndose a la obra poética de M:achiavelo. dice entre otras cosas en su ameritado Prólogo de DISONANCIAS:

"Poeta de lira ternísima cuando se trata de cAntar al Amor o a las mujeres; rle estro vigoreso, si canta a la libertad, o a la Patria; de delicadeza" de expresión inimitables, de ritmo dulce. de estilo melodioso, de sensibilidad y gracia exquisitas, Machiavelo posee cuillidades propiasque le distinguen de casi toJos los demás bardos de Puerto Rico."

"Son la frase, la imágen y el concepto."

''Porque su frase es algo asf como el relámpago vivtsimo de donde brotan a intérvalos, fulgores. destellos y claridades: sus imágenes son llipérbolee condensadas eo un solo rasgo, con todas las vibraciones del sentimiento y todas las palpitaciones del alma. y sus conceptos son a la manera de una clarividencia del espfritu, Que percibe siempre el más allá. vá basta él. lo alcanza. lo retieneen lazos fluidicos y lo �prisiona en Ja red de oro del estilo."

A mediados del año 1902, escribió y di6 a la publicidad ,en un periódico local, la que podríamos llamar su tiltimapoesfa, ya que Ji>OCO tiempo después comenzó a sentirse enfermo, agravándose hasta caer en el silencio de la muerte algunos dfas más tarde, cumplidos los cuarenta at'los.

Mis Cantares

Son mis cantares pájaros dormido11 que viv,en siempre en ind�lente calma y rara vez despiertan en los nidos que han formado en un hueco de mi alma.

Si les quitan e1 sueno mis pesares dejan su nido, y, voladores florea, diluyen en el aire mis cantares la tristeza inmortal de mis amores.

Más �i son inv,,cadoR, como ahora por los du1ces anhelos que me asaltan, radiantes de Yentu!'a embriagadora rien de gozo y de contento saltan.

Mariposas amant-es que no deben fallecer de nostálgica pereza ·ei de la inspiración el néctar beben -en la gal4arda flor cie tu belleza.

Y arróbanlRs t.us ojos que, a porfia. ,dP. �ombra y 1oz ostentan un derroche; abiertos, lo:3 crepústiulos del día, cerrados, las tinieblas de la noche.

Así que cuando vuelen mis cantares dejando a tu redor risa y placeres, guardarán en sus nidos mis pesares y, para ti, con hojas de azahares otro nido te harán, si tú lo quieres.

A lns seis de la m::iftana deI dfa 17 de octubre de 1902, rindió Macbiavelolajornada de la vida. El acta de su defunción se encuentra al folio300 del tomo 44 de Defunciunes del Registro Civil.

En unpequeñodiario localtitulado..Ecos del Tanamá", publiqué la crónica del sepeliodel amado cadáver, cuyo féretro iba cubierto de coronas de flores naturales y artiñciales. Entre ellas sobresalfan las siguientes: y como una sarta ne lágrimas pnrisimas en fondo de cresponesenlutado:i, otra inscripción así: •'Papá querido, no te olvidará tu LOLIN."

Una, con esta inscripción: 1►A mi Pepe, su Concha."

Otra. que decfa así: "A su querido amigo y hermano en }a poesíay en el ideal, De Diego."

"Al Poeta y al amigo, Martinez Rosselló."

''Los obreros, a Pepe."

"Anita y Luis, a nuestroquerido Pepe."

Pronunciaron discursos elocuentisimos, por los obreros arecibefios el Ledo Carlos Pérez Avilés; a nombre del Partido Federal y del Comité local del mismo. el Letrado don R:1mónNada!SantaColoma; el Ledo. don Manuel Pérez Avilés en represt>nt;¡ción de la "Logia Tanamá número 2", de laque era miembro activo el finado, y por los familiar@s, y a nombl'e de la Juventlld el inspirado y laureado preta Dr. don Manuel Martlnez RosseUó, intimo también de Macniavelo.

Todos e11tuvieron iM-piradísimos en sus respectivos discursos; pero la oración fúnebre riel castizoorador Dr. M!:irtinez Rosselló fué la que má� hondamente conmovió al inmenso gentío que formaba el d.1Joroso cortejo. Cata la tarde; las tintas rojas y violáceasdel crepúsculo trataban de cerrar el paso a la noche que exteodfa 9u negro manto sobre aquel pueblo en aflicción. La voz del orador, sonora, cerniase sobre el auditorioconmovido. que escuchabaen elmayor silencio el sentido discurso. "Sobre lalápida que cubra su sepnlcro-dijo-debemo!:1 grabar ésta sencilla inscripción: "AQUI

YACE UN POETA."

Meses mástarde nosrennimos el referido amigo queridísimo Dr. Martlnez Rosselló. don Manuel Vázquez y Vázquez y elque ésto escribe, para acordar la inscripción que • babia de ponerse en la lápida. adquirida por suscripción popular. partiendo de la frasP propuesta por el primero en su discurso ref�rido. Luego de uua ámpiia discusión se aceptaron mis indic>1ciones de transcribir la estrofa de In poesía "NOCTURNO". que hoy ostenta aquella, suprimiéndol� el primer verso y colocando en su defecto una linea de suspensivos, así: ..

La mente soñadora del poeta no puede realizar sus ambiciones: Es un ave que gime entre prisiones y a eterna esclavitud vive sujeta."

La Asamblea Municipal de Arecibo, haciendo justicia aanque t;.irdía.al merftisimo compatriota.tomó en 24 de marzo de 1922 (documento número 3 d�I leJrajo 743) el acuerdo de dar el nombre de "Plazuela de JOSE A. MACHIAVELO'', a la J.)l11zoleta conocida con el de "PJazuela de la Magdalena". en la que desembocan las calles de "José de Diego" y "C�pitán Correa", al oeste de la ciudad.

A CELIA (1)

Escucha de mi lira quejumbrosa la tristida canción; los suspiros que exhala, niña hermosa, mi pobre corazón.

Soloencuentro, mi Cé!ia, en este s.uelo, de!!dichas y pesar; ven, con tu amor, querube de mi cielo, mis penas a calmar.

Desde el primer momento ventureso qi.e tus encantos vf, te idolatró mi pecho doloroso con ciego frenest

Ensoefto de mi loca fantasia la mente te creyó, ta seductora irnágen, Célia mia, en mi alma quedó.

Si miro del arroyo que murmura el diáfano cristal, veo a través de eu corriente pura tu rostro angelical.

111 Contnbn ni poetn 11 altos de edad al publlcurse esta poesla.

Si escucho de la brisa perfumada el grato susurrar, el eco de tu voz en la enramada me parece escuchar.

Yo admiro del penl'il las frescas rosas, henchido de placer, pue-S copian tus mejillas pudorosas de hermoso rosicler.

Los múltiples clBYeles aromoeos del mágico jardlo, envidian de tus labios candorosos el vivido carmln.

En mis amargas horas de sgonfa pensando estoy en ti; y tú, mujer ingrata, en tu alegria, no te acuerdas de mf!

Solo por U, mi bien. llora y suspira mí pobre corazón: inspirado por ti mi tosca lira entona su canción.

¡ADIOSl

¿Qué importa que la quiera cual nadie la ha querido, que importa que la adore. que en ella piense yo, ei relegado tiene mi nombre en el olvido, si con promesas falsas la ingrata me olvidó?

¿Por qué la quiero tanto....? ¿Por qué de mi memoria borrar aún no be podido su célica beldad, si mi ambición, mi anhel.:,, mi porvenir. m1 gloria, cayeron bajo el peso de tanta iniquidad?

Y.. Ien ellapiensosiempre! ¿No amarla? ¡Vanoempeño! porque su bella imágen persfgueme doquier, porque hasta cuando cierra mis párpatios el suefto paréceme que miro la faz de esa mujer; y en mi ágitado insomnio, convulso, delirante, mis sienes oprimiendo con loco írenesl

(¡Perdóname, Dios mio!) maldigo ha11ta el instante fatal en que sus gracias por ve� primera vi.

Y, cómo no si el culto que le erigf eo mi pecho jamás, aunque lo intente, consfgolo borrar? Si ni gozar me rleja de la Quietud del lecho. porque basta allí ee acerca mi sueño a perturbar....?

¡Ay! quien me hubiera dicho que la ilusión hermosa que en venturosos dlas ht mente se fingió, muriera como muere la delicada rosa que las heladas ráfagas del cierzo deshojó?

¡Ay! Quién pensado hubiera que aquelfebril anhelo, ensuefto de otra época. d�licia de otra edad, pa11ar11n como pasun las nubes ¡:or el cielo, cual bólido que cruza la azul inment1idad?

Cuando me encuentro a eolas con mis amargas penas, nadando el alma mfa en olas de aflicción, recuerdo aquellas gratas, dulcfsimes escena!I, que a esclavizar vinieron mi libre corazón.

Recuerdo aquellos labios, como el granado rojos, y freqCC)8 cual los ni-1rdos r lirios de Engadf, recuerdo la mirada de aquellos lindos ojos, dó, enamorado siempre, la in!lpiraci6n bebf.

Y aquellas dulces frues envueltas en suspiros, con que ella me pintaba su inalterable amor, paréceme esc11charla11 en los inquietos giros del céfiro impaciente que vaga a mi alredor.

Y al v+>r cuán presto al suelo cayó despedazado el idea1 alcázar de dichas que forjé, que el desengat\o pérfido por siempre habrá eclipsado la rutilante estrella de mi amorosa fe; al Yer que fué un caprich!l, que eelo fué un antojo el eternal carifto que ba tiempo me juró; al ver que ya no queda ni el último despojo del amoroso afecto qué el bardo le inepir6; t1iento rodar mi alm8 por el profundo abismo dó moran escondida" la farsa y la maldad, y la nefanda duda del torpe esceptisismo empanael puro cielo de mi felicidad:

Y en dédalo de sombras, y en antro de tinieblaJ, mi! pensamientos vagan con torpe ofuscación, y del inmundo encono la!! in:ipalpable11 ni�blas é:lpagan, poco si poco, la luz de mi razón.

Más ....pronto pasa el vértigo, la agitación se calma y, vuelto n11evamente su amor a recúrdar; en ayes y suspiro:i deshacese mi alma rni c,,ruzén, por ella, siotiendu palpitar.

Y pienso que e, mentida ficción del pensamiento imaginar que tenga su corazón dobl�z: que es ella un puro idilio de amor y sentimiento, y que hasta un crimen fuera negar su candidez.

Pero el horrible cuadro de la verdad impla p�renne, ante mi vista, ne, ce1-6 de mirar, y siento de! pe�ares trani;ida el alma mia al ver que ya no puedo de su dasdén dudar.

¿Y dicen que me quiere con un amor profundo? 1Y dicen que ei! Pterna la fe que me juró! iY dicen.... ¿Más qué entiende de amor el nécio mundo? ¡Hablar de amor no puede quién nunca amor sintió....!

Nadie en el mundo sabe por qué la quiero tanto y que mientras yo exista jamá,1 la olvidaré; ignoran mis angnstiai1, ignoran mi quebranto; ;No sabeo que �in ella viviryo no podré....!

Pero ......mi<J sentimiento11, mi dignidad ajada impfdenme que vuelva de su cariño en pos: Tormento de mi vida, mi mm:tl idolatrRda, recibe por vez última mi cariñoso ¡adiós!.

Herculano I

Blljo un cielo de eterna primavera, de luces IIPno ¡¡f de sombras falto. en la fértil región de una pradera rica engrutas de pórfido y basalto.

eo aquella vasLhima llanura donde Plutón so trono levantara, donde Plinio cavó su sepultura, donde la Grecia su valor cantara; alli. cori sus riquez1s y portentos, testigos mudos del poder romano, se alzaban los magnUicos cimientos de la ciudadpomposa deHerculano.

Las avee, con sus cántico11 de amores, el matinalcrepúsculo evocaban, y, al expirar elsol, todas las flores con diademadeluzse cornnabau.

Leves brumasde grana y de violeta ee alzaban de la llmpida laguna, bruñido espejo en cyya linfa inquieta se miraba, al puar, la clara luna.

Simulaban sus árboles, guirnaldaa que las tintas del iris revestfan, y un cinturón hermoso de esmeraldas de sus bosques los límites cetUan.

Y las gr11tas, las selvas y las lomas, siempre murmuradoras e inrliscretas, contaban al viajero en su11 idiomas, de al�ú.n amor las dulces hiatorietas....

Todo era dicha alli; per,,, distante, y de aquella ciudad cual 11oberano, en prolongado sueño estáun gigante: el ingente volcán napolitano.

Ii

Es unatarde: el campo se extremece, un convulso temblor la tierra agita, retira el mar sus olas, luego crece y con [mpetu atroz se precipit!l.

Una columna de humo tenebrosa del volcán enla cima se agiganta, y al mismo cielo en su ascen11i6n acosa y densa niebla en la extensióu levanta.

Inmóvil oermanece....Más, de pronto, engruesa más y más, y, en un momento, de negra lobreguez cúbrese el Po11to y se cubre y enluta el firmamento.

Deentre laespesa nube de vapores que eléctric'l explosión subito inflama, gigantescoflorón deresplandores en penacho de estrellas ae derrama.

Mueve el cráter su ardiente bateria simulando un bostezo del abismo, y en estertóreo espasmo de agonia se retuerce el volcán sobre si mismo; luego, bramidos mil de furia llenos en sordo diapasón hórrido lanza, que, en ince!lable tempestad de trueno& se pierden a} rodar en lontananza.

Y la lluvia de larvas y )apilo que aquP.1 cráter ignifero vomita, en el menudo céílped intranquilo del torrente invasor se preci1>ita.

El agua que en el éter se condensa inunda en su descenso cuanto abarca y con toba mezclada y niebla densa es mortaja que arropa a la comarca.

Y el vendab1:1l de escorias y fragmentos que invadi6 de las aguas l:ll dominio, •a sembrando al caprkho de los vientos desolación y muerte y exterminio.

Y asciende por doquier la llama ardiente, pirámide de luz que al aire ondula, y al deshacerse luego en el ambiente un rocío de lágrimas simula......

Mueren alll las gentes sepultadas en un bafio de fuego y de cenizas, y yace entre las ruinas calcinadas y, en confuso tropel. todo hecho trizas.

Y riquezas, palacios, monumentos, :hundídas ya en la noche del abismo, solo duraron jay! breves momentos al influjo infernal del cataclismo.

Y cuando el alba. con su luz de rosa, anunciaba en oriente la maftana, una capa basáltica y pastosa sirvió de tumba a la ciudad pagana. III

¡y aú.n estás en pie. Vesubio fuerte! ¡El verdugo alevoso de Berculano, aún infunde doquier espanto y muerte 1 aún hace mofa del poder humano!

¿Cuál tu destino ee? ¿Por quédesuelas de tu imperio la espléndida verdura, y, cual tirano rey, pere11ne velas para sembrar tristeza y desventura...... 7 Pero, mentira, no; c¡ue si ha sembrado la destrucción tu bárbara inclemencia, destruir es crear, y tú has creado lo que nunca creará la humana ciencia; pues tus fuegos las selvaR vivifican� nutriendo los castaños y ro«.a,les, y en tu fragua los cíclopes fabrican gases, ácidos, piedras y metales; porque en esas ceni-zae que se cuajan de tu honda sima en la región interna, hay obreroq y artistas que trabajan proscritos de la luz en noche eterna; porgue en la destrucción está el progreso, que en cada escombro un organismo anida, y al recibir de Flora .-1 dulce beso •una planta gentil vuelve a ta vida; porgue la lava que tu abismo encierra, removiendo tu entrail'\ abrasadora, consolida los senos de la tierra y sus ricos tesoros elabora;

¡Salve, régio Titánl iVeq11hio ardiente: Si hoy a cantar me atrevo tu belleza, quizás pueda mañana, impunemente, pisotear con mis plantas tu cabeza.

1ERES FELIZ!

¿Que soy feliz me dicPs?....No; mentira; no puede ser feliz el que deplora 'SU negra suerte, y con su pobre lira tan solo canta ai sér a quién adora.

¿Dices que soy feliz?....iSi tú supieras QUe jamás me abandona el sufrimiento; si mi ansiedad horrible comprendieras y pudieras sentir loque yo sientol

¿Dices que s()y feliz?....Situ mirada pudiese penetrar en el mi$terio de un alma oue se agita apasionada presa enla red de amante cautiverio! Si impre11os vi-eras en mi frente ruda tos sentimientos que en el pecho guardo, rasgadas ya las sombras dela duda, dtrlas: "No eR feliz mi pobre bardo"l

Yo. a quien el cielo solo ha concedido un rCratico laud J)ara cantarte, y uncorazón que. para amar nacido, cifra su gloriatoda en adorarte.

Yo que pensando en ti constantemente perdi del corazón la dulce calma; que un mundo de ilusión llevo en lamente y un mundo de ilusión llevo en el alma; que acaricio en mijóven fantasfa un idilio de cándid03deseos, y es hoy nomás quimérica ntopia que engendraron mis locos devaneos:

¿Dice11 que soy feliz7....tSarcumo horrible! No amargues más mi amarga desventura, no lo pueees creer, jes imposible! ¡pensarlo nada más fuera locura!

Pero si ea cierto quela dicha existe dondeexisten las fars.as mundanales, si puede ser feliz uo alma triste al realizar sus bellos ideales; sino es "Felicidad" luzcine 11e apaga 11obre elrevuelto mar de la existencia, flor que solo un momento nos embriaga cuando aspiramos sufagaz esencia; sino e� "Felicidad" un desvarío, bombilla de jabón queapenas nace, al rodar en las salas del vacfo al contacto del aire se deshace; cuando el brillante sol de la ventura nos bafie en sus divinos resplandores, y al beso dulce de su lumbre pura renazcan del placer las gayasflores; cuando la frágil nave de mi vida, que navega al azar, sin rumbo cierto, por apacible céfiro impelida, llegue a encontrar el codiciado puerto: cuando yo pueda ver idealizados mis ensueños de amor, mis ambiciones, cun nudo indestructible estando unidos nuestros fieles y amante.J corazones; cuanrlo se acerque el Hspirado dfa que aiendo eternos del amor loslazos, pueda llamarte para siempre mfa prisionera en las redes de mis brazos: cuando pueda gozar la apetecida paz que devuelve al corazón la calma, y en un beso de amor me dés la vida, y en un beso de amor te dé yo el alma; si es cierto entónces que la dicha existe donde reinan lasfarsas mundanales, si puede serfeliz un alma triste que realiza sus bellos ideales. podrás deeir, radiante de alegria, y con la pu.rafe que tu alma encierra, que es tu amlldo cantor, hermosa mla, el mortal misfeliz que hay en la tierra.

Nocturno

E:1 media noche; en mudo arrobamiento, con mi acerbo pesar, hállome a solas, ni una e3trella �n el alto firmamento; dormida el ave, sosegado el viento, el mar en calma, sin rumor las olu.

¡Silencio sepulcral! iCuánta tristura!

¡Cuánta sombra en a atmósfera esparcida! La noche. enseñoreAndose en la altura, desenvuelve 11u negra vestidura arropando a la tierra adormecida.

¡Ay! si pudiera, en su ansiedad ardiente, mi anhelo asrir s1.1s invii,ibles alas, cual el sol que de luz puebla el oriente, con los astros que irradian en mi mente de luz poblara las etéreas salas.

Pero....suenos. delirios. ilusiones.... La mente sonadora del poeta no puede realizar sus ambiciones: es un ave que gime entre pri�ionee y a eterna esclavitud vive sujeta.

Ven, pues, ioh noche! con tu negro manto a oscurecer más aún el negro cielo; gue, muerto ya mi juvenil encanto, quiero que temples mi mortal quebranto, quiero que calmes mi febril anhelo.

Esa la vida es: tiniebla densa, luto, tristeza, soledad, dolores, y el sér quesiente y analiza y piensa halla tan solo oscuridad inmensa donde otros ven hermosos resplandores.

Muéstranlo as[ el sublime Galileo, que al demostrar la rotación del munno, Mio escolloli bllllaba a su deseo, hasta que, al fin, le dieron por trofeo sombras no más en calabozo inmundo:

Y Platón, Guttemberg, Colón, Giordano, Vía láctPadP estrellas refulgente� que. al dar �u luz al pensamiento humano, cllmo el suhlime Redentor cri�tiano, solo espinas ciñeron a sus frentes: iAsf..! Más 11ombras..1 que olvidar me place la ruindad y miseria de esta vida; f:Í la luz en la11 nieblas se deshRce, la c¡ue esplendente en mi cerebro nace quiero verla entre sombras extinguida. iSalve, númen feliz. dulce alborada que al corazón devuelves su embeleso y alientos dás al alma fa.LiJZada! SemE1ja tu fulgor a mi mirada el fulgor rutilaoLe del Progreso! iDel Progreso! Poder Que al hombre tiende a conquistar secretos sobr�bumanos, pues que. a su influjo. el !!Ol qoe al orbe enciende, al lente del astrónomo desciende a revelar del cielo los arcanos; y a las altas regi,mes estelares el aeronáuta intrépido 11e eleva; baja el buzo hasta el fondo de los mares, y e\ inspirado Morse a otros lugares la humana voz por el alambre lleva; iLa Ubertadl La virgen sonreida que el velo desgarró de 1-a ignorancia; inspiración hermosa y atrevida a cuyo influjo devolvió la vida Guillermo aSuiza y Robespierre a Francia. jLll Libertad! Del sol vivido rayo Que bajó a iluminar la altiva frente de los hijos deJ lnclíto Pelayo, cuando surgió la luz de1 Dos de Mayo y Espafia quiso ser independiente. ¿Hemos. pues, de luchar? IA la pelea! La inercia sólo el retroceso labra; para ahuyentar el mal que nos rodea luchemos en el campo de la idea con el arma legal de la palabra.

Y los génios que en antros de negrura libaron, en eterno cautiverio, la copa del nolor y la amargurit, cuando en Roma impE>ró lit dictadura de Nerón, de CaJfgula y Tiberio.

Yo no quiero pensar; me cau�ao daño las farsas de la misera existencia; sa ,,¡¡ ingratitud, su ruto amano sembraron en mi pecho el desengaño y poblaron de dudllB mi concieacía.

Que aquf es la dicha indefinible anhelo, maripo!la de espléndido atavio, qoe, al quererla apresar, remonta el vuelo; es una sombra que dejó en el suelo algún ángel que vaga en el vacio.

¿Y la felicidad? Una utopla; aspiración que al ánimo eliloquece; cambiante que en la atmósfera irradia; fugitiva ilusión de un sólodla que llega, nos trastorna ydesparece.

Que solamente el sinsabor probamos desde el hora fatal en que nacemos; si una bella esperanza vislumbr11mos, un inAtante n0 más la acariciamos y en desengaño convertir la vemos.

Pero ¿que miro? Trémula, indecisa, en el confín del orto la silueta de una luz esplendente se divisa. 1Despierte de sus soef'ios PI Poeta! ¡Esa es de Dios la mágica sonrisa!

Y es so virtud tan grande, tan hermosa, que al hombre dicta salvadoras leyea; yel peso de su fuerza prodigiosa redime, al fin, la esclavitud odiosa y derrumb'l el alcázar de los reyes.

¡Salve, aurora gentil, que en la ventana del igneo oriente esparces claridades! S1 hoy canto yo tu aparición galanK, de gozo henchido cantaré maí'\ana de mi patria infeliz las libertades.

¡Oe mi patria infelfz! Flor que se muere al aire dando su fragante aroma; ave a quien dardo traicionero hiere, y que es en vano que piedad espere ..... JNo perdona el milano a la paloma!

Sierva que gime con el olma herida, que de la angustia al paroxismo lleg&; y, al mirar su ventura ya perdida, de Dios implora libertad y vida porque la suerte libertad le niega......

Más ¡ay! ¿Por qué será que en el instante en que recuerdo tu nefasta suerte, l'ieote mi corazón pena punzante y tan sólo una nota discordante mi pobre lira temblorosa vierte?

Porque aquf es un dogma el despoti:smo; es una rebelión el pensamiento; y el águila fatR 1 del cesarismo, surgiendo de los senos del abi!lmo. envenena los aires con su aliento.

Porque aquf la pasión y el rudo encono sumen al hombre en enervante inercia, y. llamando las fuerzas en su abono, el feudalismo. a quien se erige un trono, coo la ignorancia estúpida comercia.

PPro fno desmayar! Si llegó el dfa que al recibir del cristianismo el beso la antigua sociedad se redimfa, redimida veré la patria rota al poderoso influjo del progreso.

Y seguirá la tierra en su carrera. sin que humano poder su marcha estorbe, hasta que no se empape, toda entera. en esa luz divina que e!'pacoiera la diosa Libertad per todo el orbe.

Tu Traje Azul

No te vayas: acércate; que quiero extremecerme en c,>nmoción erótica, cual de amor se extremece el éter fluido al aentir el contacto de tus formas.

No te vayas; IEmbriágame de dichal ¡ Floy si q11e estás magnifica y hermosa!

Con ese traje azul. que Dios formara. con bs zafiros de la etérea zona, te me presentas cual Vestal del aire que 11nuncia la llegada de la aurora, con fr11groentos del cielo por vestido que brillan un instante, y se evaporan, dejándome tu imágen en el alma y tu grato recuerdo en la memoria.

No te vayas; acércate; que quiero mirar ese color qae me enamora.

De mi dicha es emblema; ea el asombro de la mirada qae se queda atónita; es el Iris después de la tormenta, y. tras noche de ruidos y de aombru, él es el rayo azul de la esperanza que disipa del alma las congojafl: dulce sonrisa del amor que 1meña y dulce paz en sus borrascas hórridas.

Tu traje azul. ...oceano de zafiros que refteja miradas de la aurora: guirnald11. desprendida de IO!I cielos Que )o!I tintes del fris aprisi,,na. Tu traje azul....e! manto de la virgen, expresi6n de purezas amorosas, e! santuario ideal de mi:\ encantos, el arpa azul dó duermen mrs estrofas.

No te vaya9; iEmbriágame de dicha! ¡Hoy si que e!ltás magnifica y bermosar

Hermosa concha de Borinquen bella en corales y perlas engastada, cesto de flore&, tembladora estrella en un cielo de amor aprisionada;

Nereida enamorada que dormitas junto a la fresca orilla de los mares. y al cielo elevas tus dolientes cuitas al rumor de los lndicos palmares: belll&imo pensil donde las auras se cuentan, jugueteando, sus amores, que el placer en el ánimo restauras con el suave perfume de tus flores; jardln incomparable de hermosura, que Dios pobló de hechizos r de encantos. pues todo su esplendor le dió Natura y elave tropical todos sus cantos; tú que truecas en gozo mis pesares y paz le dás al corazón, y calma.... acoje de mi lira los cantares.... ¡la emanación porfsima del alma!

...................................................-

De tns costAs los céfiros sutiles, cuando niflo, mi cuna columpiaron, y mis rosados sueños infantiles las aves de tus bosques arrullaron....

Cuán d•Jlce es aspirar tu blanda brisa, aliento embriagador del sol naciente cuya brillante luz brilla indecisa, rasgando el tul dorado del oriente, y en tu piélago azul ver las piraguas dó navegan los rudos pescadores, al vaivén incesante de las aguas. que reflejan del cielo los colores. iCoán 1mblime el magnffico pai�aje que presentn tu cit:do transparente, ci;ando envuelta en su espléndido ropaje languidece la tarde en occid�nte!

Y ver a Diana en sn nacáreo coche viajando por las sRlas sideraleii, miéntras abre la flor su fresco broche al soplo de las bri�as nocturnales,

, y ver del Tanamá las leves ondas, alcázar orientAI de las ondinas, que al aire sueltan sos melenas blondas coronadas de perlas cristalinas!

¿Cómo no te he de amar, si, alegremente, mi int>1ncia en tu recinto re�balaba, corriendo tras la tórtola inocente que mi capricho pertinaz burlaba?

¿C6'Tlo no te he de amar, si en mi memoria aún paloita la mágica historieta. de aquella edad dulclsima de gloria gue idealizó mis sue11os de poeta?

¿Cómo no te he de amar, si, en el misterio de tus callarln� noches tropicales, la br1<1a nocturnal del ceR'lenterio que agita los cipreses y rosales, cuando en torno de m[ rápida zumba y acaricia mi faz entristecida. un recuerdometrae deaquel la tumba dondereposa el &ér quemedió vida? (1)

A.coge, pue1, la cántiga primera que con mi pobre li ra teprodigo: pedazo demi amor, tierra hechicera, mi ciele tropi cal. ...¡ye tebendigo!

P Ginas

PORTADA

ÜBIIAS D0L AUTOR PORTADA INTERIOR

R,,.tr11t1, dP.I A uú,r í)EDICATORI/\

F:PISTOLA-PROEl\íIO de DonJosé Pérez Losada

H, f.t-ritn del Prr,lngttista

"oN EL L�CTOR

1, trato del co abonrdor r,ráJi,co señor Juan Cloquell >torer

\'.< t1·1}fll del 11oeta riMI J. J. B0nia1in Bt1l.�e111·r, tiog-rnfl, del anterior y fr1,gme,,tos i� sus obras

'oestas del mismo.....

?etrc,tn de dntl,a M11rf�1 Bol11ey1·r, tle A.stnr (pt1etfra) asgos biográficos

1J'ÍtJÚM de In poeti.,a do1ia María Ca,Wla deMartt,z (Li,1110) del pMf.11 tlon Jusé Z. Cti11illés Valencia del poeta don José Vicente Colón Borifiglio 1sayo biográfico y P11esias de éste . . ..... . . . . . . .

:trato del poeta d,m. José Cnll y Britapaja

:>graña y Poesía1:1 festivas del mismo........... 107-121

•trn w d1d poeta don Cayetano Coll y CucM

.tudio biográfico y Poe::-f•1!l del anterior........ . 123-144 ista (lnterat de Arecibo, año 1889, (i1itercaladapária 199)

•trato del poeta don Gayetano Goll y Toste tudio biográfico del mismo y Poesiae. . . . . .. . . .. 145-195

A111ig11a ermita tlt la ,Jl/.,1111rrat, (i11urcnln6a pág. 151)

C11/I, "Dr. Col/ y Tqstt" (intucaIndapáf. 161)

Rurato dt don R.ohtrto C. Fro11Ura Fougerat (i11cipi111tt flOlt)

Estudio biográfico, trabajosen prosa y dos peesias de éste............ .............................

Rt1rato dt!po,to don Ramón H. García García Rasgosbiog·á.ficos y Poel'ías del mismo ...........

Retrato d,/ porta don Joaq11í11 Gil d, Lamadrid

E.;bozo biográfico y Poesiaíl del precedente .......

Rttrato d,Ipo,ta don Jesús Gil dt lnmadrid (Simplici,)

Ensayo biográfico y Poe"iaS del mismo...... .....

R,trnto d, la putisa Srta. .lfnría ti, los Angtlts Go11záltz

Bosouejo biográfico y Poesías de ésta.............

Viua dt In ncudn rural ''Monul'I R11iz Ga11dío", (mure.

PºK· 248)

Rnrato tul puta dM NicolóJ ,l1otl1inv1io B1t01uo11rt

Ap,1nte3 hiQgrafkos y Poe;;fas del mismo..........

Ut!tr,,tn tllf.l P..�tn dnn Jo1<J A. Moe/dcivelo l'tslr, de lo "Pfoz,ulu JQ•é A. M11ah1a.vcl11 (111tere. pág t77)

Biogrnfia y Pnesías de este bal'do............

Inri re del tomo prime1o.

Colof N

197-206

207-222

223-233

234-244

245-252

253 262

263-292

C.1pyr:xht. 1,y Ju3,: Limín de Arce, 1926, two volume$, Volome I.

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