Revista Ibero 1

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Año I ● Número 1 ● Febrero-abril de 2009

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA

COMPROMISO SOCIAL Escriben: DAVID FERNÁNDEZ MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA JOSÉ EMILIO PACHECO GABRIEL ZAID Líder Ibero: ROBERTO HERNÁNDEZ Entrevistas con: HÉCTOR GARCÍA ELENA PONIATOWSKA SERGIO AGUAYO QUEZADA: ¿Y POR QUÉ EL 68 NO SE OLVIDA?, MAURICIO DE MARIA Y CAMPOS: UNA VENTANA A LAS BELLEZAS DE SUDÁFRICA, ILÁN SEMO: ¿LA ERA POSIDENTITARIA? 1


INDICE

CARTA DEL RECTOR

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l anhelo de contribuir al mejoramiento de la sociedad ha constituido el horizonte de sentido para el quehacer de la Universidad Iberoamericana desde su fundación.

Carta del Rector, Dr. José Morales Orozco, S. J.

4 Democracia y compromiso social, por Miguel Ángel Granados Chapa 6

Gigantismo y productividad, por Gabriel Zaid

10 Para qué sirven las estatuas y otros poemas, por José Emilio Pacheco 12 La calidad académica como pertinencia social, por David Fernández, S. J. 20 El éxito se basa en la constancia y en el trabajo: Roberto Hernández, por Carlos Deveaux Homs 26 Héctor García: Fotógrafo de la luz; cronista de la realidad social, por Beatriz Palacios 30

¿La era posidentitaria?, por Ilán Semo

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¿Y por qué el 68 no se olvida?..., por Sergio Aguayo Quezada

36 Literatura, periodismo y realidad social: entrevista con Elena Poniatowska, por Juan Domingo Argüelles 40 Los alumnos de la Ibero ante la crisis financiera mundial 42

Una ventana a las bellezas de Sudáfrica, por Mauricio de Maria y Campos

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La comida está de alivio, por Paco Ignacio Taibo I

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¿Qué leer y por qué?

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¿Qué escuchar y por qué?

En este marco nace , Revista de la Universidad Iberoamericana, con el compromiso de abrir un nuevo espacio para la expresión del pensamiento, la cultura, el conocimiento y el saber en general, a fin de contribuir al debate constructivo, que exige de cada uno de nosotros la participación para lograr una sociedad libre, justa, solidaria y productiva. Recientemente, el Padre Adolfo Nicolás, S. J., Superior General de los jesuitas, recordaba que el éxito de una institución educativa confiada a la Compañía de Jesús debía medirse por lo que sus alumnos llegan a ser una vez que la han abandonado. Nuestra propuesta educativa, por ello, no está circunscrita al desarrollo de competencias académicas, sino que se enfoca a la formación de personas con alta calidad humana, ciudadanos comprometidos y grandes profesionales. No resulta casual, por esto, el hecho de que el primer número de nuestra revista esté dedicado al Compromiso Social, pues la educación es hoy determinante frente a los tres principales desafíos que enfrenta México: la superación de la desigualdad económica, la instauración de una cultura plenamente democrática y la convivencia armónica en el respeto a las diversas y verdaderas libertades. Esta publicación que hoy comienza, y que llegará a toda la comunidad de la UIA y a muchos otros ámbitos académicos y sociales que nos interesan, tiene entre sus principios irrenunciables los de ser una revista plural y de calidad, abierta a la libertad plena, el compromiso con la verdad y el respeto irrestricto a la expresión personal y la responsabilidad individual de lo suscrito. Nos sentimos satisfechos, orgullosos y agradecidos de haber hallado el eco deseado entre los consejeros editoriales, colaboradores, estudiantes, ex alumnos, asesores y simpatizantes de la labor de la UIA, para hacer realidad esta obra común a la que se sumarán muchos más en el futuro, para mejorarla, consolidarla y mantenerla siempre en renovación.

LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES.

Dr. José Morales Orozco, S. J. Rector

DIRECTORIO UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO Dr. José Morales Orozco, S. J. RECTOR Dr. Javier Prado Galán, S. J. VICERRECTOR ACADÉMICO REVISTA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CONSEJO EDITORIAL Juan Pablo Franco Ávalos, Víctor Gavito, Miguel Ángel Granados Chapa, Vicente Leñero, José Morales Orozco, S. J., María Nieves Noriega de Autrey, Paola Ortiz Machain, Eugenio Páramo Ortega, S. J. Javier Prado Galán, S. J. COMITÉ DE ASESORES Carlos Alvarado Santoyo, José Carreño Carlón, Carlos Lugo Galera, Carlota Peón, Gilberto Prado Galán, Alberto Ruiz, Ilán Semo, Helena Varela, Gabriela Warkentin de la Mora DIRECTOR Carlos Deveaux Homs DIRECTOR EDITORIAL Juan Domingo Argüelles ASISTENTE DE EDICIÓN Beatriz Palacios ADMINISTRACIÓN Áurea Maristany INFORMACIÓN Angélica Cortés, Francelia Vargas REDACCIÓN Carlos Mario Castro, Ana Langner DISEÑO Gloria Martínez GRUPO MEXICANO DE MEDIOS, S.A DE C.V. SOCIOS DIRECTORES Elías González Rogel, Ricardo Rubio Martínez GERENTE EDITORIAL Sergio Albarrán Vaca DISEÑO Manuel Hernández Fernández del Castillo COMERCIALIZACIÓN Jorge Hernández Ambriz, Israel Villanueva Villegas ATENCIÓN A CLIENTES Lupita Espínola Medina, Yazmín Hernández López VENTAS PUBLICIDAD (55) 5291-5577 CORREO ELECTRÓNICO ventas@gmmedios.com.mx , Revista de la Universidad Iberoamericana es una publicación trimestral, febrero-abril de 2009, de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y de Grupo Mexicano de Medios, S. A. de C.V., bajo la responsabilidad de la Dirección de Comunicación Institucional de la UIA. Editor responsable: Carlos Deveaux Homs, carlos.deveaux@uia.mx. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor (en trámite). Número de Certificado de Licitud de Título (en trámite). Número de Certificado de Licitud de Contenido (en trámite). Domicilio de la publicación: Prolongación Paseo de la Reforma 880, Lomas de Santa Fe, México, D. F., C. P. 01219. Tel. 5950 4197 y 5950 4198. Fax: 5950 4316. Imprenta: Offset Multicolor, S. A. de C. V., Calzada de la Viga 1332, 09430 México, D. F. La responsabilidad de los artículos publicados refleja, de manera exclusiva, la opinión de sus autores y no necesariamente el criterio de la institución. No se devuelven originales no solicitados ni se entablará correspondencia al respecto. Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio o procedimiento, del contenido de la revista, sin autorización previa y expresa, por escrito, de la Universidad Iberoamericana. Año I, número 1, febrero-abril de 2009. Portada: Mirada insólita (fotografía de Héctor García, 1972). ISSN en trámite.

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COMPROMISO SOCIAL

meditaciones

›DEMOCRACIA Y COMPROMISO SOCIAL

Miguel Ángel Granados Chapa

I

Detalle de ¡Córrele!, de Héctor García, México, D. F., 1947.

nmersa en un sistema político en cuya cima se hallaba un Presidente de la República dotado de poderes incontrastables, al mando de un partido dominante casi único, la sociedad mexicana añoró durante décadas una experiencia que nunca había vivido, la de la democracia electoral en donde los votos deciden quiénes gobiernan tras una contienda equitativa de partidos que no monopolizan el poder ni concentran las posibilidades de la victoria y la derrota, sino que a veces ganan y a veces pierden, y nunca para siempre. Tan distante estaba esa imagen deseada, que se convirtió en un espejismo, una trampa mental y moral. Salvo quienes en distintos momentos del siglo XX eligieron la confrontación armada con ese propósito, la mayoría de los mexicanos supusimos que la transformación social de México dependía de que ejerciéramos la libertad del sufragio, al lado de otros derechos públicos como el de reunión y el de expresión. Dadnos la democracia electoral y todo lo demás vendrá por añadidura: en eso parecía sintetizarse nuestro reclamo. Pero apenas avanzamos en esa dirección quedó al descubierto, para infortunio de todos y desesperanza de muchos, que un sistema electoral respetuoso de la voluntad de las personas era apenas un requisito necesario pero no suficiente para que la sociedad se diera a sí misma poderes que emprendieran las transformaciones urgentes y largamente aplazadas. Para colmo, el progreso social hacia la contienda electoral eficaz encontró pronto sus límites y engendró sus propios demonios. Sucesivas reformas electorales, iniciadas o admitidas por el presidencialismo que accedió a acotarse a sí mismo, permitieron el fortalecimiento del sistema de partidos y la distribución del poder. Así, a partir de 1989 los ciudadanos pudieron elegir gobernadores entre candidatos distintos de los del PRI, al punto de que hoy éste conserva el dominio de “sólo” 17 entidades, casi la mitad del total, a diferencia de lo que ocurría hace apenas dos décadas. Hace apenas una que el partido oficial dejó de controlar el Poder Legislativo federal.Y hace ocho años se produjo el relevo de partidos en la institución presidencial. 4


Dos factores esenciales para esa distribución del poder inimaginable en una era en que el PRI era el partido invencible, cuya omnipotencia contrastaba con la impotencia de sus adversarios, fueron los partidos y los órganos electorales. Pero demasiado pronto unos y otros dieron de sí, se convirtieron en lastre de la transformación que estuvieron llamados a protagonizar. El financiamiento público a los partidos, necesario para equilibrar la fuerza de la oposición con la del gobierno y su partido, envenenó la vida partidaria y la convirtió en arena de disputas internas por el dinero, que se tradujo en creciente distanciamiento de las necesidades de la sociedad. En una afirmación general que, por lo mismo requiere de matices, puede decirse que los partidos son hoy aparatos burocráticos que viven para sí y no para los ciudadanos. Los órganos electorales, que entre 1996 y 2003 propiciaron el desarrollo de comicios bien arbitrados en que los votos se contaban y se contaban bien, se deterioraron en el trienio siguiente, y con sus insuficiencias, sesgos y aun ilegalidades contribuyeron al retorno de la desconfianza ciudadana en materia electoral. Ante una elección muy reñida, en que el re-

Hace falta incorporar a las formas democráticas (al mismo tiempo que se las restaure) contenidos impregnados por diversas formas del compromiso social. Se requiere establecer ese compromiso entre el gobierno y los gobernados, dentro de los partidos, en la vida social. Entendido como la conjunción de voluntades que conciba a las personas como centros de imputación de derechos y deberes sociales, no sólo políticos, el compromiso social debe ser un instrumento para superar los obstáculos crecientes a la vida humana plena, para devolver a la sociedad la capacidad de convivencia en que se expresa la vocación gregaria de las personas. Definir e instrumentar las diversas formas de compromiso social es tarea que concierne en muy amplia medida a la sociedad, a los ciudadanos, al pueblo, a la gente o como quiera que nos nombremos a nosotros mismos. Durante las décadas del dominio autoritario priísta, causa y efecto de esa manera de gobernar que prescindía de los ciudadanos fue la invertebración social, la nula o escasa existencia de grupos comunitarios. Los había para fines productivos o de esparcimiento o de propa-

En un país atenaceado por la pobreza y la inequidad, la democracia que no persiga eliminar esos lastres, que no camine hacia el bien general (el bien estar y el bien ser) y no equilibre a la sociedad para que no haya opulencia insultante al lado de miseria degradante, no es una democracia. sultado formal consistió en una diferencia mínima entre los dos candidatos presidenciales más votados (0.51 por ciento, 230 mil votos en un universo de 42 millones de sufragios) el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación quedaron por debajo de la exigencia planteada por la elección misma y por los reclamos de la sociedad. De ese modo, hemos involucionado. Cuando supusimos que al éxito de la democracia electoral sucedería la ventura de la democracia plena, cabal, al menos entendida de la manera módica en que la proclama la Constitución (no sólo como estructura jurídica y régimen político sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo) nos encontramos con que es preciso volver a empezar. Pero tal vez hemos aprendido la lección. Quizá hoy sabemos que no es necesario, ni prudente, proceder por etapas, sino que es preciso el avance simultáneo en los diversos ámbitos de la democracia. En un país atenaceado por la pobreza y la inequidad, la democracia que no persiga eliminar esos lastres, que no camine hacia el bien general (el bien estar y el bien ser) y no equilibre a la sociedad para que no haya opulencia insultante al lado de miseria degradante, no es una democracia.

gación de la fe y de prácticas caritativas. No faltaban en las ciudades de tamaño medio los “clubes de servicio” trasplantados de los Estados Unidos que a los convivios de sus socios agregaban alguna forma de “labor social”. Pero en general los ciudadanos andaban desperdigados, sin fijarse metas que excedieran su propia energía. En la última veintena de años, al contrario de lo que ocurría bajo el autoritarismo pleno, se han multiplicado las agrupaciones civiles, llamadas organismos no gubernamen­t ales conforme al léxico de la diplomacia internacional, oenegés por sus siglas. Aunque se han colado en su universo la charlatanería y la simulación, en general esas agrupaciones han roto el aislamiento de las personas, la invertebración de la sociedad. Dedicadas a una amplia variedad de propósitos (los más de ellos en torno de diversas maneras de defensa y promoción de los derechos humanos), constituyen redes de acción ciudadana de las que cabe esperar que dinamicen el compromiso social, es decir la conciencia y la acción que conduzcan a eliminar las condiciones de vida infrahumanas que son el dato dominante de nuestra estructura social. ●

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COMPROMISO SOCIAL

meditaciones

›GIGANTISMO Y PRODUCTIVIDAD

Gabriel Zaid

Muchos progresos del siglo XX son progresos improductivos. Técnicamente pueden ser maravillosos, pero económicamente son deficitarios.

Detalle de Nueva York, EUA, de Héctor García, 1971.

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principios del siglo XIX, la mayor parte de la población mundial trabajaba por su cuenta. No vendía su tiempo marcado en un reloj a la puerta de instalaciones ajenas. Trabajaba en su casa o en lo suyo: vendía productos y servicios producidos con los recursos familiares. Tener empleo no era lo más común, ni parecía deseable. Era como caer en la servidumbre. En particular, buscar empleo en el gobierno parecía una falta de sentido común, casi una enfermedad mental, para la cual se usaba un nombre burlesco: empleomanía. En 1827, José María Luis Mora publicó un notable Discurso sobre los perniciosos efectos de la empleomanía que parece escrito para hoy. Sin embargo, lo que hoy parece una locura es trabajar por cuenta propia. Hacia 1970, en los grandes países capitalistas, la mayor parte de la población ya no tenía su propio capital para trabajar: tenía un empleo. En los socialistas, trabajaba para el gobierno. La economía mundial se había burocratizado. El trabajo sólo se concebía bajo la dependencia de jefes que a su vez tienen jefes, que a su vez tienen jefes: en jerarquías piramidales prometedoras de ascensos. Producir en otros escenarios era vivir al margen del progreso, cuando no de la ley. La nueva normalidad fue definida por John Keneth Galbraith en The new industrial state (1967): “Con excepción de los románticos patológicos, todos ahora reconocen que ésta no es la era del pequeño empresario”. En su opinión, la empresa del futuro sería “muy, muy grande”. Años después, The Economist señaló que Galbraith había anunciado esa tendencia precisamente cuando empezaba a declinar. La energía barata subsidia el gigantismo. Las burocracias de la Antigüedad dependían de la energía humana barata: la esclavitud, la servidumbre y los impuestos. Pero la energía humana no es tan barata como la energía fósil. La explotación humana, como la animal, tiene costos de mantenimiento que limitan el margen explotable y la concentración posible. Los primeros gigantismos nunca llegaron a tener la escala que permite la explotación de los recursos naturales, especialmente el carbón y el petróleo. Durante casi un siglo, los precios del petróleo fueron bajos y estables. En 1973, la renovación de la guerra contra Israel y el monopolio de la OPEP los hicieron subir de 3 dólares a 12 en unos cuantos meses, y a 35 en 1979. El nuevo gigantismo se tambaleó. Las grandes empresas, las grandes ciudades y el sector público vivieron situaciones turbulentas y difíciles. El gigantismo tiene rendimientos decrecientes. El poder político y la destrucción ecológica pueden reforzarlo mientras no se generaliza. No es lo mismo que el empleo piramidado en grandes estructuras administrativas ocupe el 1% de la población,

que el 10%, que el 30%. El progreso improductivo no puede avanzar indefinidamente, porque concentra recursos cada vez más costosos y menos productivos. La concentración del poder en burocracias públicas y privadas recibió un subsidio extraordinario, pero no renovable, con la energía fósil, cuyo despilfarro empezó en el siglo XIX y terminará en el XXI. Esos grandes depósitos de energía barata (el carbón, el petróleo), que se acumularon durante millones de años para ser consumidos en dos o tres siglos, han servido para que parezcan económicas muchas cosas que no lo son. Muchas economías de escala consisten simplemente en economizar trabajo despilfarrando energía o capital. Al escasear la energía y el capital baratos, cambian todos los cálculos y se reduce la escala de operación justificable. No parece casualidad que en el censo de 1980, por primera vez en la historia de los Estados Unidos, las grandes ciudades dejaran de crecer. Esto no puede desconectarse de lo que sucedió después del censo de 1970: el aumento en los precios de la gasolina, la calefacción y la electricidad, el aumento en las tasas de interés, la quiebra municipal de Nueva York, la negativa del gobierno federal a absorber el déficit de las grandes ciudades, la rebeldía de los contribuyentes al aumento de impuestos municipales. Cuando el gigantismo deja de recibir subsidios, deja de crecer. Muchos progresos del siglo XX son progresos improductivos. Técnicamente pueden ser maravillosos, pero económicamente son deficitarios. Para sostenerse, necesitan energía barata, recursos naturales baratos, crédito barato y, en general, capital barato. Pero no todos los juguetes maravillosos son improductivos. Hay otros que economizan energía, que economizan recursos naturales, que economizan capital. El teléfono celular, por ejemplo, es un progreso digno de la mejor tradición: la que aumenta la productividad del trabajo con inversiones mínimas. Esta tradición viene de los pueblos que hoy se llaman subdesarrollados: los que inventaron el anzuelo, la rueda, la aguja, el alfabeto y tantas otras cosas que seguimos usando. En los tiempos modernos, los pueblos que hoy se llaman desarrollados inventaron otra maravilla: la bicicleta. La bicicleta es un progreso sumamente productivo. Con una inversión mínima, permite moverse cuatro veces más aprisa que a pie, a un costo calórico cinco veces menor por kilómetro recorrido. En cambio, un automóvil puede correr diez veces más aprisa que una bicicleta (suponiendo que todos sean tan amables de hacerse a un lado y dejar la vía libre), pero el costo en calorías por pasajero-kilómetro no es menor, sino treinta veces mayor que andar a pie. Y la inversión no es tan pequeña. Como si fuera poco, el automóvil contamina y mata a muchas personas.

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COMPROMISO SOCIAL El aura maravillosa del progreso no facilita los distingos: envuelve todos los juguetes maravillosos como si fueran igualmente productivos, celebra todos los crecimientos como si fueran igualmente deseables. Pero hay que distinguir las innovaciones que ahorran trabajo, a costa de subemplear o despilfarrar el capital socialmente disponible, de las que permiten producir lo mismo o más con menos capital, equipo, materias primas y energía. Hay que distinguir las maravillas faraónicas de las miniaturizantes. Hay que distinguir el crecimiento vertical, piramidal, centralizado, que por lo general produce menos con los mismos recursos, del crecimiento horizontal, descentralizado, comunitario o federativo. Hay que distinguir la productividad que favorece la autonomía personal de la que reduce la autonomía personal. Hay que dis-

meditaciones

de reducir la productividad de sus recursos. Si una parte de los recursos destinados al crecimiento piramidal se asignaran al crecimiento horizontal, generarían más empleos y producirían más. Alguna vez, una revista de negocios creyó entender en esta afirmación que las grandes empresas (naturalmente) son más eficientes, pero como las pequeñas son más numerosas, entre todas juntas producen más. No es así. Las grandes empresas, aunque son pocas, producen más que todas las pequeñas juntas. También producen más por hombre. Pero producen menos con respecto a los recursos que concentran. En aquel momento, las empresas que ocupaban más de 750 personas ocupaban ocho veces más capital por persona que las microempresas que ocupaban me-

inversión extranjera en México aumentara 528% y la inversión fija bruta 54%. Pero el PIB no aumentó más que 18% (la tercera parte de 54%) y el empleo formal 4% (la tercera parte del crecimiento de la población). La productividad laboral de los empleos formales aumentó 13%, pero la productividad de la inversión fija bruta disminuyó 23%. Y en todo el sexenio no se creó más que un millón de empleos formales. Así funciona el progreso improductivo. Las concentraciones de recursos, de poder y de prestigio se refuerzan mutuamente. El gigantismo sirve para negociar, imponerse, piramidar y acumular improductivamente recursos que aumenten la productividad laboral y los sueldos de su personal. A lo cual se suma el prestigio de pertenecer a grandes

Hay que combatir la idea de que el único escenario digno del progreso es el gigantismo. Hay que apoyar a los millones de mexicanos que, afortunadamente, todavía creen en trabajar por su cuenta. tinguir la educación que produce burócratas de la que produce innovadores, emprendedores, profesionistas independientes, artistas y artesanos. Suele creerse que las empresas pequeñas son menos eficientes que las grandes. Si por eficiencia se entiende la cantidad de producción por persona ocupada, es verdad. Pero si se entiende la cantidad producida en proporción a los recursos, las pequeñas son más eficientes. En las tabulaciones de los censos económicos que se presentan por tamaño del establecimiento (número de personas ocupadas), puede observarse que la productividad laboral (valor agregado por persona) aumenta con el tamaño, mientras que la productividad de la inversión (valor agregado en proporción al total de los activos) disminuye. Esta asimetría explica otra: las grandes empresas pueden pagar salarios altos, las pequeñas pueden pagar intereses altos. Las economías de escala consisten sobre todo en economizar trabajo, no recursos. El gigantismo concentra muchos recursos en muy pocas personas y aumenta así la productividad de su personal, a costa 8

nos de seis personas; pero no producían ocho veces más por persona sino cuatro veces más. Es decir: producían la mitad por unidad de inversión. Con la misma inversión, se podían crear 750 empleos en una empresa grande o 6,000 en 1,200 microempresas de 5 personas.Y si bien las 750 personas producirían lo mismo que 3,000 en 600 microempresas, sólo producirían la mitad que 6,000 en 1,200. En una población de 6,000 personas ocupables, equipar a 750 personas en una sola gran empresa dejaría sin empleo a 5,250 y produciría la mitad. Otra forma de ver lo mismo es que crear un empleo en una gran empresa cuesta millones de pesos (como puede comprobarse en las cifras de “Las 500 mayores empresas” que publica Expansión). En las medianas y pequeñas empresas, basta con la décima parte para crear un empleo. En el autoempleo, basta la centésima. El progreso improductivo tiende a concentrar los recursos donde producen menos. En el sexenio de 1988 a 1994, la política modernizadora y una coyuntura internacional favorable lograron que la

instituciones y empresas. La seguridad económica, las instalaciones de lujo, los viajes y gastos pagados, prestigian la integración al gigantismo. Este prestigio de la dependencia (la “jaula de oro” que lleva a “la ignominia antes que la renuncia”) parecía ridículo cuando lo prestigiado era la independencia y muchos orgullosamente decían: Prefiero ser cabeza de ratón que cola de león. A la sociedad le conviene prestigiar la independencia y las operaciones en pequeño. Hay que combatir la idea de que el único escenario digno del progreso es el gigantismo. Hay que apoyar a los millones de mexicanos que, afortunadamente, todavía creen en trabajar por su cuenta. No sólo porque la autonomía es un ideal digno del ser humano, sino porque nunca habrá suficiente capital para absorberlos como ejecutivos o funcionarios. En particular, es un desperdicio preparar universitarios para que busquen empleos maravillosos (y se lleven un chasco). Lo práctico es prepararlos para la autonomía creadora que genera empleos para otros. ●


COMPROMISO SOCIAL

la llama inextinguible

›PARA QUÉ SIRVEN LAS ESTATUAS Y OTROS POEMAS

E

José Emilio Pacheco

l gran poeta, narrador y ensayista José Emilio Pacheco cumple en 2009 su setenta aniversario, el cual celebramos con el reconocimiento que merece su trayectoria literaria y su calidad humana. Es un honor que, en las páginas del

primer número de

, José Emilio Pacheco haya querido

entregar a los lectores estos poemas inéditos que se enmarcan en el tema del compromiso social que acoge en nuestra revista, además de la reflexión, el fuego de la palabra poética.

Jaque, de Héctor García, 1958.

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Fotografía de Rogelio Cuéllar.

Para qué sirven las estatuas Nadie ha de permitir que lo condenen a una segunda forma de muerte Si deja que lo empareden a la intemperie Y lo conviertan en estatua efímera. ¿Para qué sirven las estatuas? Para dar Compasión a los árboles, Risa a los transeúntes, Letrina a las palomas y otras aves; Para que los airados Pinten sus maldiciones al poder; Para que finalmente las derriben Y las hagan pedazos Las multitudes que en su furia son El gran juicio final, El veredicto de la historia.


Leyenda Todos quisimos la corona del rey Y nadie pudo hallarla en el bosque. Pero en su busca nos entrematamos. Por sanguinarios les dimos asco a las fieras. Siglos después cuando encontré la corona Vi que era sólo un puñado de polvo.

Tezontle Lo que estalla o crepita a cada paso, Algo como un chasquido o el rumor Del tiempo al deshacerse…

Lamento de Pol Pot en su lecho de muerte

Los jardines de grava que hay en México, Senderos de tezontle desmenuzado En que se pulverizan los instantes.

Intenté hacer el bien, propagar la bondad, Sembrar la justicia, urdir la dicha de todos.

Hoy espuma de piedra y antes lava En la boca del Xitle hace dos mil años, Tezontle del Ajusco que da siempre La sensación de caminar en fuego.

Con tan noble propósito engañé, Asesiné. Encarcelé, torturé, oprimí. Yo que era compasivo y solidario Me convertí en uno más de los monstruos.

Vamos por la vereda como sobre un volcán al acecho. La ciudad toda, cráter que hierve en cólera A la espera del estallido.

Ahora sólo puedo pedir perdón. Sin embargo los muertos no resucitan, Las heridas nunca se curan. Así al buscar el Bien y la Verdad Aumenté con la suma de mis crímenes El plural sufrimiento de este mundo.

Fundaciones Cuando se funda una ciudad lo primero que erigen Son los lugares del poder: El palacio, la sede del comercio, El mercado, la iglesia, los cuarteles, El tribunal, la cárcel y el patíbulo. En seguida levantan El burdel, el panteón y el matadero.

El vencedor El primer hombre al que maté cayó en Tolemaida. Trató de protegerse con el escudo Pero mi lanza fue más rápida. Se tambaleó, vomitó sangre Y me miró, Me miró en silencio. Me dejó a solas con mi triunfo y su muerte.

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COMPROMISO SOCIAL

examen

›LA CALIDAD ACADEMICA COMO PERTINENCIA SOCIAL David Fernández, S. J.*

Rector de la Universidad Iberoamericana Puebla

INTRODUCCIÓN

U

La escuela, de Héctor García, 1950.

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na universidad jesuita es siempre una universidad histórica, esto es, conformada en su identidad y sus funciones según las exigencias de la concreta realidad en la que se inserta. No existe un modelo único de universidad jesuita, ni los modelos que existen lo son para siempre. La calidad e idoneidad de una institución universitaria de la Compañía de Jesús se mide, consecuentemente, en relación con la respuesta que da a las necesidades históricas del entorno en cada tiempo y lugar, es decir, por un criterio esencialmente político de pertinencia social. En este sentido, la universidad jesuita se desmarca de las concepciones que el mercado universitario ha puesto en boga en relación con la calidad académica y con la función social de la universidad. La universidad ignaciana tiene la experiencia histórica de la realidad que la rodea y experimenta la exigencia ética de trabajar para transformarla. En nuestro país, esa realidad la hemos experimentado como injusta e irracional, y la exigencia ética la vivimos como el impulso a trabajar a favor de aquellos cambios que propicien una realidad más justa, libre, solidaria y racional. Esto lo queremos hacer universitariamente, y con espíritu cristiano. La universidad jesuita pretende cambiar la sociedad y es el cambio social el que configura su modo de ser universidad. Esto supone, en términos de Ignacio Ellacuría, una historización de la actividad universitaria, lo que no significa abandonar lo universitario a favor de lo estrictamente político, sino procurar una mejor orientación de lo que es rigurosamente universitario. A la universidad jesuita no le interesa el saber por el saber, ni siquiera formar profesionales por formarlos, sino cultivar la realidad local, regional y nacional, y la formación de aquellos que puedan contribuir a hacer de esa realidad una realidad más humana y equitativa. Desde la experiencia de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, de El Salvador, mirando los retos particulares que nos propone la situación latinoamericana en general, y mexicana en particular, proponemos para su discusión esta serie de reflexiones sobre la necesaria correspondencia entre la calidad académica y la pertinencia social, elemento constitutivo de toda universidad cristiano-ignaciana.


LA CALIDAD ACADÉMICA Y LA PERTINENCIA SOCIAL Una universidad jesuita será mejor universidad en la medida en que entienda mejor la realidad en la que se inserta y contribuya a transformarla con mayor eficacia. Una universidad de la Compañía será de mayor calidad en la medida en que forme a los profesionales que la sociedad necesita para edificar y animar una sociedad más humana, más solidaria. La calidad académica de una institución ignaciana será mayor en tanto sus conocimientos y saberes surjan de la realidad social a la que se debe y respondan de manera más adecuada a las necesidades que esa realidad le plantea. Una universidad nuestra será excelente académicamente cuando su docencia, su investigación y su vinculación social sean pertinentes socialmente. La calidad académica suele ser confundida por el mercado y por los mismos alumnos con la exigencia académica sobre los estudiantes (entre más agobio, mayor calidad) o, incluso, con el costo de las colegiaturas (mientras más caro, mejor). Sin dejar de reconocer que la exigencia y la relación costo-beneficio tienen un papel en la valoración de la calidad de una institución educativa, para nosotros, en cambio, calidad académica es, principalmente, pertinencia social: transmitir, construir, gestionar, conocimientos que tengan que ver con la concreta realidad socioprofesional de las carreras, con la particular realidad sociopolítica del país, y con el proyecto futuro de nuestros pueblos. Una universidad de calidad es, pues, aquella que es pertinente para el entorno, para su contexto concreto, desde un saber riguroso, avanzado y flexible. Por pertinencia social de la universidad entendemos entonces el hecho y la necesidad de estar conformada de algún modo por lo que son la realidad y las necesidades sociales en las que se inserta la institución y la necesidad de conformar en alguna medida esa realidad social. La pertinencia social compete primariamente a la universidad como tal y en segundo grado, a sus unidades estructurales. De esta manera, la respuesta a las necesidades de la sociedad —la pertinencia del saber universitario— ha de tener la prioridad en la planeación institucional y el máximo rango en la operación cotidiana de la institución. Se trata, en síntesis, de poner a la universidad como totalidad, aunque a través de sus partes, al servicio de la trasformación social, en beneficio de los pobres y los excluidos, que son la mayoría.

con el todo social oculta, en realidad, su funcionamiento como instrumento politizado al servicio de la estructura dominante. Quienes pretenden que la universidad sea una institución neutral postulan que la universidad debe dedicarse, dicen, a ser universidad; lo cual supone en realidad anular la dimensión crítica de ésta, en beneficio de las fuerzas que conducen dominantemente la totalidad de lo social. Por esto, es necesario más bien asumir la dimensión política inevitable de la universidad, pero desde el polo contrario al de la dominación, desde la voluntad de transformar la sociedad para hacerla más justa y equitativa. Repolitizar la universidad desde quienes padecen la realidad, sería la divisa. En esta repolitización, es claro que el carácter universitario debe determinar la forma de acción política de la universidad (una universidad es una universidad, no un partido político ni una ONG), mientras que lo político debe determinar la forma de cumplir con lo universitario. Dicho de otro modo, lo prioritario a la hora de orientar el qué hacer debería venir de las exigencias de la realidad, mientras que la prioridad a la hora de orientar el modo de hacerlo vendría de las exigencias de lo académico. El saber y el saber acomodado a una determinada situación social son una necesidad de la sociedad y de su trasformación hacia la justicia. Pero un saber y un saber hacer que no respondan a lo que

La universidad jesuita se desmarca de las concepciones que el mercado universitario ha puesto en boga en relación con la calidad académica y con la función social de la universidad.

LA NECESIDAD DE HISTORIZAR A LA UNIVERSIDAD Partimos del hecho macizo de que las universidades en cualquier situación son elementos activos y pasivos de la estructura social. No son entes separados. En nuestros países, la realidad es que generalmente son, más que instrumentos del saber, instrumentos de la dominación. No hay neutralidad universitaria. La metáfora de la universidad como “torre de marfil”, aunque sea una metáfora crítica, es, en el fondo, ideológica, es decir, falsa. La pretensión de neutralidad científica o profesionalizante que niega la realidad sistémica de la universidad

aquí y ahora es una determinada sociedad en su conjunto, sobre todo cuando esa sociedad sufre deficiencias fundamentales, no constituyen un saber universitario. No lo constituyen porque no tienen referencia concreta a la sociedad en que se da la universidad, por más que pudiera considerarse como teóricamente académico. Adicionalmente, desde el punto de vista epistemológico, un saber sin referencia a la praxis carece de comprobación interdisciplinar, que es uno de los requisitos para que un saber sea universitario; más aún, como dice Ellacuría en un ensayo sobre Universidad y Política: los saberes verdaderamente reales, esto es, los saberes que surgen de la realidad y van a la realidad, incluso los que se estiman como muy teóricos, no tienen radicalidad y fecundidad suficientes si no tienen como matriz fundamental la realidad circundante, que en su carácter de circundante ofrece el máximo de realismo fecundo. Esto no excluye que se reconozcan formas de saber universitario muy distintas entre sí, de modo que su vinculación a la realidad sea también muy diversa; la diversidad de contenido y método hacen que ocupen un lugar y una posición distinta en la totalidad del saber universitario. Lo que debe responder a la realidad social es formalmente la totalidad multidisciplinar de la universidad, aunque también algunas de las partes de esa totalidad; pero aun las formas menos inmediatistas de saber, se han de poner al servicio de esa incidencia sobre la realidad social de un modo tal vez indirecto pero esencial. 13


COMPROMISO SOCIAL En una sociedad como la nuestra, en la que las necesidades sociales son enormes, en la que la realidad social se presenta como un desorden establecido (factor teórico) y como injusticia institucional (factor ético), la obligación teórica y ética de responder con pertinencia a lo social se convierte en obligación teórica y ética de incidir en lo político, por supuesto, de manera universitaria. Consecuentemente, una necesidad de nuestra misión fe-justicia es tener universidades que reúnan a dialogar a quienes son más capaces de saber, y hacer que estos se dediquen realmente a saber, y a saber lo que se debe y se necesita. Veamos ahora cada una de las funciones sustantivas de la universidad desde esta óptica.

LA DOCENCIA Es la base material de la actividad de nuestras universidades. Sin alumnos no habría universidad, aunque los alumnos no son el sentido último o la razón formal de una institución universitaria de la Compañía de Jesús. La docencia es el elemento más necesario, pero no el más valioso, aunque sea también principio de valor. Para que la docencia sea valiosa se requiere que ésta se guíe desde el objetivo de ser también pertinente socialmente. Es decir, que transmita y cree los saberes necesarios para la atención de las necesidades sociales, en función de la evolución y la transformación de la sociedad. Supone una permanente tensión entre lo que reclaman los alumnos y lo que reclama la sociedad y su transformación. Los alumnos, por ejemplo, querrían en su mayoría instalarse y lucrar en una sociedad que estimamos injusta, mientras que una universidad pertinente pretendería cambiar esa sociedad. Si se anula esta tensión correríamos el peligro de poner a la universidad al servicio de una praxis social equivocada —el mantenimiento y profundización de la injusticia—, o bien a perder nuestra base material de existencia al sacrificar las necesidades de los alumnos. De esta manera, hacer de la docencia una docencia socialmente pertinente tendría que ser un principio central de la reforma académica permanente de la universidad. Es verdad que en los hechos es la docencia la que dirige la marcha de la universidad. Pero con un enfoque meramente profesionalizante, es decir, centrado sólo en las necesidades del alumno y sin responder a las necesidades de la sociedad, tendríamos una mala docencia tanto desde el punto de vista técnico como desde 14

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el punto de vista ético. Desde el punto de vista ético porque los profesionales servirían solamente para fortalecer el estado injusto de cosas, y desde el punto de vista técnico, porque sin la pertinencia social, la docencia se vuelve inoperante, irrelevante, repetitiva, vieja y, en el mejor de los casos, abstracta. La buena docencia depende de la buena orientación universitaria, de su pertinencia social. Es ya comúnmente aceptado el aserto centroamericano de que desde una universidad jesuita lo que se debe enseñar y lo que se debe aprender es la gran asignatura de la realidad histórica del país y la región. Pero, entre otras cosas, esto quiere decir que cada materia que se imparta ha de ser configurada conforme a las demandas de la realidad local

crítico y dispuesto a dar razón de lo que afirma. • Supone un contacto con la pluralidad de personas y pensamientos, lo que enriquece a los académicos universitarios. • Garantiza la existencia de una pluralidad de profesionales y académicos, así como de un conjunto de métodos y conocimientos diversos. • Puede formar profesionales honestos para la transformación social. Conviene aclarar, por último, que la necesidad de que sean pertinentes socialmente no anula la especificidad y el dinamismo propios de cada una de las disciplinas, antes bien, exige esa especificidad y ese dinamismo para que sean cabalmente universitarias.

La obligación teórica y ética de responder con pertinencia a lo social se convierte en obligación teórica y ética de incidir en lo político, por supuesto, de manera universitaria. y nacional, que ha de ser como el fundamento y lugar de aplicación de cualquier materia; la realidad concreta no sólo configura cada una de las materias, sino que las unifica y les da su auténtico carácter transdisciplinario. La docencia pertinente debe crear profesionales nuevos o renovados. Estos lo serán si toda su carrera se constituye como nueva por el manejo novedoso que hace de su instrumental, orientado a lo que en realidad necesita el país y la región. El problema de la docencia es el de su comprensión desde la realidad y para un cambio profundo de esa realidad: así, el profesor ha de dominar de tal modo la propia profesión que la pueda poner en relación directa con la estructura social y con la marcha del proceso histórico. La docencia es también principio de valor, se decía arriba. Esto quiere decir que genera unos valores que sólo se dan mediante la dinámica de la docencia. La UCA los enumeraba como sigue: • Es estímulo a la preparación académica. • Es uno de los controles de la capacidad, dedicación, enfoque y compromiso del docente y de su producción académica. • Ayuda a la creación de un estilo mental

LA INVESTIGACIÓN Es evidente que sólo una investigación seria, con una dedicación sólida, es necesaria no sólo para que la docencia sea la requerida sino para que toda la universidad se oriente de manera pertinente a incidir en la sociedad que la rodea. Pero, al mismo tiempo, es esta necesidad de pertinencia la que ha de constituirse en la medida y el control de esa investigación, esto es, lo que la investigación signifique para la sociedad. La necesidad de pertinencia social es la que se convierte en rectora de la investigación, pero, al mismo tiempo, sólo con la investigación se llega a saber críticamente lo que la universidad debe realizar en su atención a las necesidades sociales y para el cambio racional de la realidad. Es inequívoco: en la investigación está la raíz de la historicidad del quehacer universitario. Desde la investigación la universidad conocerá dónde está la realidad social, qué es lo que esa realidad necesita y cuáles son los medios para resolver esas necesidades. La investigación, entonces, debe ser histórica, política, orientada a la transformación. Esto no por reducir todo a lo político e histórico,


COMPROMISO SOCIAL sino porque lo político e histórico nos llevan a la comprensión y el encuadramiento exactos de lo que es lo económico, lo técnico, lo cultural, lo científico. La investigación en una universidad de la Compañía de Jesús ha de entenderse desde un principio como una totalidad con diversas partes y funciones, ordenadas las unas a las otras, cuyo producto total y final ha de ser eficaz para incidir en la realidad social en la dirección deseada. Así, el objetivo central de una investigación pertinente es llegar a identificar e interpretar los puntos clave de la situación social en orden a intervenir universitariamente en ellos en la dirección del cambio deseado. Esclarecer científicamente una situación dada y sus causas, y construir alternativas teóricas y prácticas a esa situación, es el contenido concreto de la intervención universitaria. La experiencia latinoamericana dicta que en el terreno de la investigación suele darse una tensión entre lo coyunturalmente urgente y lo estructuralmente necesario. Si bien esta tensión puede generar variaciones y desajustes, es claro que la universidad debe priorizar a largo plazo la investigación que atienda a las necesidades estructurales de la realidad por encima de los requerimientos coyunturales, por rentables que sean. Finalmente, la investigación debe llevar a un producto eficaz, es decir, útil para la acción social transformadora. Por esto es necesario determinar las orientaciones, principios y prioridades que la rijan, y no dejarla al gusto, conveniencia o facilidad de cada investigador. Ultimadamente, se trata de construir la investigación institucional de la universidad, más que desarrollar la investigación personal de sus miembros.

LA VINCULACIÓN Esta función universitaria tiene la misión central de ayudar a cumplir la obligación histórica de pertinencia social. Mediante ella se busca la incidencia inmediata y real del quehacer universitario en la sociedad. Por vinculación debe entenderse, entonces, la acción directa de la universidad sobre la estructura social y su relación con otros agentes sociales transformadores. En definitiva, la función de vinculación trata acerca del cómo poner a la universidad fuera de sí misma, en la realidad concreta, y acerca de cómo traer la realidad dentro de la universidad. Por ello exige una inserción universitaria en la realidad social, y una articulación con aquellas fuerzas que empujan el cambio social deseado. 16

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Archivo de la Universidad Iberoamericana.

No debiera, entonces, entenderse meramente como llevar la universidad a grupos humanos fuera del recinto universitario, ni siquiera a grupos que normalmente no accederían a ella. Se trata, ultimadamente, de hacer de la universidad un actor social que incida en el cambio de la realidad en la que se inserta. Adicionalmente, la vinculación permite experimentar modelos novedosos de producción, intercambio, divulgación, organización y relación entre colectivos sociales que validen el conocimiento interdisciplinario de la universidad. Genera, también, mecanismos experienciales por los que la realidad de los pobres y excluidos se hace presente en el quehacer universitario, al mismo tiempo que realiza un esfuerzo racional para descubrir las conexiones esenciales y las leyes fundamentales que rigen el acontecer popular.

LOS INDICADORES DE CALIDAD COMO CONDICIÓN DE POSIBILIDAD Una vez expuesto el marco global mediante el cual ha de valorarse la calidad académica de una institución universitaria, conviene decir ahora que la calidad académica que se pretende, supone que la institución funciona adecuadamente, en torno a expectativas, exigencias y estándares elevados. Esto quiere decir que, desde esta perspectiva, lo que se suele enumerar como indicadores de cali-

dad académica son, en realidad, condiciones de posibilidad para que la calidad académica fundamental, entendida como pertinencia social, pueda verificarse. Esto no quita importancia a cada uno de esos indicadores; por el contrario, les dota de consistencia y de relevancia. Enuncio algunos de ellos, a fin de tenerlos presentes como imprescindibles para que haya pertinencia institucional: • Los docentes se encuentran calificados académicamente. • Los profesores asisten a clases con puntualidad. • Los profesores entregan su programa al inicio del curso. • El curso se evalúa conforme a lo planteado originalmente. • Los profesores preparan sus clases y están actualizados. Incorporan en su docencia los resultados de las investigaciones institucionales. • Los profesores hacen trabajar productivamente a sus alumnos. • Los alumnos dedican tiempo suficiente al estudio y participan activamente en las sesiones. • Los docentes salen bien evaluados por sus alumnos y por sus pares. • Hay experiencias de campo significativas. • Las experiencias profesionales y de servicio social son relevantes y retadoras. • Los laboratorios son suficientes y actualizados. • Los investigadores dedican tiempo a la


COMPROMISO SOCIAL

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La pertinencia social de la universidad y su repolitización deben ser conducidas por las necesidades objetivas de los grupos sociales mayoritarios, empobrecidos y excluidos del desarrollo.

investigación socialmente pertinente sobre temas relevantes. • Los responsables de la vinculación están en relación con los movimientos sociales de la región, y problematizan la actividad universitaria con datos y demandas provenientes de la realidad. • Existen procesos de internacionalización de la universidad. • Hay intercambios académicos. • Hay foros, conferencias, congresos y publicaciones, propios de la universidad. • Los programas académicos se encuentran acreditados por organismos externos a la institución. • Los egresados evalúan positivamente su paso por la universidad y aplican en su vida profesional los conocimientos y competencias aprendidos. • La deserción de los alumnos de su carrera es relativamente baja. • La eficiencia terminal es alta. • La relación de alumnos por académico de tiempo es elevada.

LA PERSPECTIVA DE LAS MAYORÍAS POBRES Y EXCLUIDAS Una última consideración: la sociedad es un conjunto de grupos humanos con intereses divergentes e, incluso, encontrados. En nuestra situación concreta la pertinencia social de la universidad y su repolitización deben ser conducidas por las necesidades objetivas de los grupos sociales mayoritarios, empobrecidos y excluidos del desarrollo. Estas necesidades son deducibles por la propia realidad objetiva de esos conjuntos humanos, pero también son cognoscibles en la voluntad expresa de esas mayorías, manifiesta en las organizaciones y movimientos populares.

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Para argumentar la necesidad de orientar la universidad desde las necesidades populares Ellacuría esgrimía tres tipos o niveles de argumentación: 1. La fundamentación teórica se basa en que son las mayorías y su realidad objetiva el lugar adecuado para apreciar la verdad o falsedad de un sistema social determinado. 2. La fundamentación ética que consiste en que se estima como obligación moral básica la de ponerse a favor de los injustamente oprimidos y contra los opresores. 3. La fundamentación teológica, desde un punto de vista cristiano, consiste en que el cristianismo considera a los pobres y a los excluidos como lugar privilegiado para reconocer y realizar la salvación. Configurar la acción universitaria desde los intereses de los grupos sociales mayoritarios implica muchas cosas a todos los niveles de la vida universitaria. Yendo de lo más externo a lo más central, podríamos mencionar: • Un estilo austero en el campus y en las actividades institucionales. • Maximización de la eficacia en el uso de los recursos humanos y materiales. • Proyección de una imagen externa congruente con esta opción. • Selección adecuada de personal, conforme a un perfil de afinidad. • Realización del trabajo universitario con pasión y entrega. • Enfoque de la docencia hacia la preparación de profesionales conscientes y de agentes de transformación social. • Enfoque de la investigación hacia la realidad local, regional y nacional, para buscar lo que más ayude para una vida digna de la gente. • Liberación de recursos humanos y materiales para entrar en contacto con las realidades populares. • Establecer canales para que los pobres y excluidos se hagan presentes en la universidad y para que la universidad se haga presente entre los pobres y excluidos. • Poner signos del compromiso real de la universidad con las mayorías populares.

CONCLUSIÓN La politización adecuada de la universidad y su excelencia académica en lugar de excluirse se potencian mutuamente. Esta potenciación puede hacerse desde el concepto de pertinencia social del saber universitario. De ello puede surgir tanto una mejor universidad como una mejor política para nuestros países. ●

*Texto elaborado sobre las ideas y la experiencia universitaria de Ignacio Ellacuría, S. J.


LIDER IBERO

ENTREVISTA CON ROBERTO HERNÁNDEZ

›EL EXITO SE BASA EN LA CONSTANCIA Y EN EL TRABAJO Carlos Deveaux Homs 20

Fotografía de Yolitzma Iñiguez, 2009.


N

acido en Tuxpan, Veracruz, en 1942, Roberto Hernández Ramírez es una de las personas más exitosas de México y, sin duda alguna, un líder en los ámbitos nacional e internacional; un Líder Ibero, pues egresó de la Universidad Iberoamericana en 1964, de la Licenciatura en Administración de Empresas y, siguiendo sus intereses profesionales, muy pronto destacó como hombre de

negocios, sin mantenerse ajeno al compromiso social.

Ha sido cofundador de Acciones y Valores de México, presidente del Consejo de Admi-

nistración de la Bolsa Mexicana de Valores, presidente de la Asociación de Bancos de México, director general del Banco Nacional de México y, desde 1991 y 2001, respectivamente, es presidente del Consejo de Administración de Banamex, y miembro del Consejo de Administración de Citigroup.

Entre otras múltiples actividades vinculadas a su profesión y a su interés en el ámbito

social, es miembro del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, del Patronato Económico y de Desarrollo de la Universidad Iberoamericana, del Patronato del Museo Dolores Olmedo, de la Universidad de las Américas-Puebla, del Patronato del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, del Instituto de Fomento e Investigación Educativa y copresidente de Fomento Cultural Banamex, Fomento Ecológico Banamex y Fomento Social Banamex.

Su interés por el

Sin duda, la Ibero no ha dejado de mejorar, lo que al paso del tiempo nos ubica en un momento, podemos decir, de gran luminosidad.

arte, la naturaleza y la educación lo llevó a aceptar invitaciones para formar parte de instituciones como el Museo Nacional de Arte, World Monuments Fund, University of Cambridge, The Nature Conservacy Board, David Rockefeller Center for Latin American Studies at Harvard, entre otras muchas.

Presidente de la Junta de Directores del Club de Banqueros de México, A. C., y conse-

jero del Centro Mexicano para la Filantropía, Roberto Hernández tiene una gran vocación en cuanto al compromiso social, de ahí que participe activamente en diferentes organismos enfocados a apoyar actividades como el arte, la educación, la cultura, la ecología y la economía.

Su capacidad de liderazgo en el ámbito financiero lo ha llevado a convertirse en uno

de los profesionistas, egresados de la UIA, más importantes de México. La Revista de la Universidad Iberoamericana tiene el orgullo de inaugurar la sección Líder Ibero con el aleccionador testimonio de quien es hoy uno de los hombres más influyentes de nuestro país. Este testimonio, recogido mediante la entrevista, nos ofrece, de viva voz, las recordaciones, la reflexión y la pasión vocacional de Roberto Hernández Ramírez. 21


LIDER IBERO LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA, INSTITUCIÓN EDUCATIVA PLURAL Haber estudiado en la Universidad Iberoamericana fue una experiencia que me dejó lecciones para toda la vida. Es una institución educativa plural, en la que se promueven una serie de valores y el respeto a las diversas formas de pensamiento en un ambiente de gran camaradería. Al hacer una valoración de su trayectoria, encuentro que la UIA ha buscado que su crecimiento sea más cualitativo que cuantitativo, tratando de conservar el sentido de pertenencia, sus valores y la calidad educativa, todo lo cual me parece muy afortunado. Doy por sentado el sello humanista de su formación que se traduce en profesionistas preocupados por su realidad. A pesar del énfasis en lo cualitativo, la Universidad Iberoamericana es una institución grande, con cerca de 11,000 alumnos, sin contar los matriculados, en los otros campus de Puebla, Torreón, Tijuana, León, Acapulco y el ITESO. Sin duda, la Ibero no ha dejado de mejorar, lo que al paso del tiempo nos ubica en un momento, podemos decir, de gran luminosidad. Para mí ha sido muy satisfactorio haber conservado a lo largo de mi trayectoria profesional los vínculos con la UIA, buscando, de alguna forma, retribuir lo que mi alma máter me aportó. De esta forma me tocó en suerte ser presidente del Patronato Económico de la Ibero cuando empezamos la campaña financiera para el proyecto de Santa Fe; después fui presidente del Patronato de Fomento de Investigación y Cultura Superior, A. C. (FICSAC); y más tarde miembro de UIAC, que es la única agrupación conformada por jesuitas y laicos en igual número.

Haber estudiado en la Universidad Iberoamericana fue una experiencia que me dejó lecciones para toda la vida.

EL CAMINO DEL LIDERAZGO Mucha gente ha abordado este tema, y de entre la serie de elementos que se han señalado como características de un líder, encuentro que es fundamental la capacidad para entusiasmar a otros de sus ideas y que, a partir de ello, logre que se sumen en favor del proyecto que ha propuesto. Tiene que haber delivery; el líder debe entregar lo que está ofreciendo, dar los resultados esperados para así poder alcanzar el éxito. Al delivery se suma lo que se conoce como accountability, es decir, una forma de medir los resultados, de una manera responsable, que pueden ser más visibles con el paso del tiempo. 22

También cuenta el estar en el lugar y tiempo adecuados. Algunas veces ello se atribuye a la suerte, pero no es así. Si se analiza cómo se alcanza el éxito, éste se basa en la constancia, el trabajo y en caminar sobre la misma línea, lograr que los procesos en los que se está involucrado maduren para que se puedan obtener frutos, porque hay muchos esfuerzos, trabajos e ideas que se siembran aun sabiendo que uno no podrá ver lo cosechado. Un buen ejemplo de ello es la Universidad Iberoamericana: mucha gente se involucró en el proyecto, invirtió dinero, tiempo y esfuerzo y sólo algunos pudieron verlo madurar. Sin embargo, el resultado nos debe hacer sentir satisfechos a todos.

LOS RETOS DE MÉXICO ANTE LA CRISIS FINANCIERA MUNDIAL Aunque todas las crisis tienen características diferentes, la banca al ser un intermediario que trabaja con dinero del público, que está apalancado, es el catalizador de las crisis económicas. En tiempos normales el promedio de las razones de apalancamiento deben estar 12 a 1, es decir, doce veces de crédito por uno de capital. Generalmente las crisis traen aparejado un detonante dentro del sector financiero, que no necesariamente tiene un efecto de muy corto plazo en el mundo real. Déjenme ilustrar con la crisis más reciente, la que estamos viviendo. El origen se da en el sector de los bienes raíces. En países como Inglaterra, España e Irlanda, a raíz de la crisis en los bienes raíces, el incremento de su valor se fue dando mucho más que proporcionalmente al costo de la construcción. Hubo sobredemanda de un bien, sin que necesariamente hubiera relación con el costo de producción de éste. Curiosamente Estados Unidos no fue el país donde subieron más los bienes raíces; varios índices internacionales indican que Estados Unidos se quedó aproximadamente en la mitad de los incrementos que se registraron en Europa. Es hasta después de año y medio de crisis en el sector financiero que las repercusiones se reflejan en el mundo real. Como consecuencia se prevén resultados negativos en el último trimestre de 2008 y cuando menos los dos primeros trimestres de 2009. La tendencia apunta al crecimiento del desempleo, la baja del consumo y la menor producción industrial. Si las medidas que estamos tomando para revertir esta tendencia funcionan como esperamos, posiblemente podremos ver resultados positivos hacia mediados de 2009 y se podrá empezar a frenar el desempleo y la caída de la demanda. Actualmente, México está en un buen momento en cuanto a sus finanzas públicas. Las cuentas, las reservas y el superávit se encuentran bien, y por lo mismo, es decir, porque todo lo hemos hecho bien, existe resistencia a aceptar que la crisis mundial nos afectará. Pero somos parte de una economía totalmente globalizada, y nuestra interacción se da por el comercio, las comunicaciones, etcétera. Y en consecuencia tendremos efectos locales de las turbulencias mundiales.


Somos parte de una economía totalmente globalizada, y nuestra interacción se da por el comercio, las comunicaciones, etcétera. Y en consecuencia tendremos efectos locales de las turbulencias mundiales.

Fotografía de Yolitzma Iñiguez, 2009.

Precisando, la caída de las bolsas en China, Rusia o Brasil, afecta la psicología de los inversionistas de nuestro país, y al mismo tiempo los inversionistas globales se empiezan a retirar y crean presiones en el peso. Por otra parte la naturaleza global de la crisis la vuelve diferente a todas las que hemos vivido, pero en términos de comunicación es mucho más difícil explicarle a la gente cómo, habiendo hecho bien las cosas en nuestro país, estamos entrando en crisis. Efectivamente gracias a las medidas tomadas por la Secretaría de Hacienda, como la cobertura de los precios del petróleo, por citar un ejemplo notable, vamos a poder demorar un poco las repercusiones desde el punto de vista del sector público, lo que nos va a dar un margen para poner en marcha políticas anticíclicas que básicamente tendrán que aplicarse en el renglón de infraestructura. Pero esto no quiere decir que no vamos a sufrir el efecto de la crisis mundial. Hay que reconocer que formamos parte de un mundo globalizado y, que si hay una crisis en el resto del mundo, tenemos que prepararnos para cuando lleguen sus efectos negativos a nosotros. Por lo pronto, en México ya estamos viendo cómo cae la demanda de productos como automóviles o aparatos electrónicos.

INVESTIGACIÓN Y AVANCES TECNOLÓGICOS Hablando en lo general y por ello, con honrosas excepciones, en México estamos fuera de los avances tecnológicos. Duele decirlo, pero debemos afrontar la realidad si es que queremos avanzar: en nuestro país no tenemos la mentalidad de pensar que la investigación y los avances tecnológicos son una vía para el desarrollo y el crecimiento. Las evidencias son lastimosas; cito dos. En algunas escuelas científicas e institutos de investigación, repiten experimentos o se ensayan pruebas que ya están desarrolladas y documentadas en otros lugares. Otro ejemplo, las universidades registran un número decreciente de alumnos en las carreras de ingeniería. Hace cuarenta años, por citar un periodo de fuerte industrialización en México, aspirábamos a realizar mucho más en este rubro. Es muy difícil tener un avance tecnológico por generación espontánea. En México hay genios, excelentes profesionista y profesores dignos de cualquier universidad del mundo, pero es muy difícil que con el apoyo que tienen, con los recursos que se destinan a la materia, se 23


LIDER IBERO llegue a algún avance o investigación de consumo global. Para lograr niveles competitivos tendremos que replantear nuevos esquemas, por ejemplo, generar claustros de investigación. Existe además, paradójicamente, una inhibición para publicar lo que se está investigando, lo cual es una falta de disciplina. Por ello hay que aportar nuestro grano de arena en ese sentido. En Banamex estamos en proceso de fondear un edificio destinado a la investigación.Ya tenemos los recursos y los convenios para echar a andar el proyecto, pero con realismo. Son actividades a las que hay que invertirles mucho y los resultados se verán a largo plazo. Apunto un tema para la reflexión: como país destinamos demasiados recursos a la burocracia y al gasto corriente, y no se está invirtiendo lo que se debería en investigación. ¿Cuánto tendremos que esperar a los visionarios que vengan a hacer los cambios que necesitamos?

BANAMEX Y SU COMPROMISO SOCIAL CON MÉXICO Banamex tiene una vocación importante en tres ámbitos: cultural, social y ecológico. Por ello tenemos una fundación para el impulso de actividades para el desarrollo y fomento de cada una de estas áreas. Teniendo como centro México, algunos proyectos coinciden, sobre todo en lo social y lo cultural, como el

trucción de vivienda, de caminos, de las actividades productivas y al apoyo para la restauración del medio ambiente. Para ilustrar lo diverso de las acciones en el rubro social: realizamos equipamiento y reconstrucción de escuelas y viviendas; hemos instalado desayunadores y comedores infantiles en lugares alejados, además de albergues permanentes en zonas de serranía o de difícil acceso. Evidentemente estas acciones están orientadas a poblaciones con recursos escasos o de pobreza extrema. Buscamos en todos estos proyectos que quienes aportan recursos y la población en general vean cómo y dónde se invierte el dinero con total transparencia y de esta manera alentarlos a que sigan contribuyendo. Fuimos, junto con Televisa, los iniciadores del Teletón; pertenecemos a diferentes patronatos, entre ellos el del Hospital Infantil de México, y colaboramos en muchos otros proyectos de desarrollo como el rescate de haciendas, que no es sólo con un fin turístico, sino que persigue también el rescate de la historia de los pueblos. Se apoya a los marginados con talleres, con ayuda para construcción y ordenamiento de los pueblos, con acciones en favor de mejor salud y escuelas. Al cabo de 15 años de acción permanente se ha logrado continuar el esfuerzo para construir un proyecto integral. En cuanto a la parte cultural, me honra ser presidente del patronato del Museo Nacional de Arte (Munal), ya que durante varios años mi acción se enfocó a la promoción del gran proyecto Munal 2000. Con ello conseguimos la remodelación del Museo, logrando, lo digo con orgullo, que estuviera al nivel de los mejores del mundo, y junto con varios amantes del arte continuamos vinculados al Museo apoyando su mantenimiento e impulsando acciones diversas. Realizamos exposiciones, para mostrar el gran acervo que tenemos en bodega; lo exhibimos en diversas regiones del país, y en muchos casos estas muestras están orientadas a artistas de la localidad o al rescate y estudio de diversos artistas, pero siempre con una visión internacional. Otra acción que muestra lo versátil y apasionante que puede ser el impulso a la cultura en su sentido más amplio: un rescate muy importante de la Huasteca potosina. En Xilitla promovimos un patronato, adquirimos la reserva natural para garantizar su preservación y estamos trabajando en la restauración de la parte ecológica y en la consolidación de todo el ecosistema que tenemos en medio de la selva. Además, enVeracruz,Yucatán y Chiapas hemos restaurado muchos conventos e iglesias, así como en Oaxaca, donde el Convento de Santo Domingo es ejemplo de estos esfuerzos. No es una tarea fácil darles seguimiento a todos estos proyectos y generar que el público los visite, pero verlos madurar es en lo personal muy satisfactorio. En este sentido, reitero que el éxito se basa en la constancia y en el trabajo. Puede haber buena suerte, que nunca está de más, pero si no hay trabajo ni constancia en lo que se anhela, el éxito nunca llegará.

Para decirlo en forma breve, nos concentramos en la educación de calidad y el combate a la pobreza a través de dos vertientes: obras de bienestar social (salud, educación, agua potable) y el impulso a la productividad y al empleo. apoyo a las artesanías y el rescate de tradiciones. Para decirlo en forma breve, nos concentramos en la educación de calidad y el combate a la pobreza a través de dos vertientes: obras de bienestar social (salud, educación, agua potable) y el impulso a la productividad y al empleo. El tercer campo de acción se relaciona con el medio ambiente. En este rubro estamos trabajando en materia de reforestación y agua, áreas naturales protegidas y especies en peligro de extinción. En el rubro social hemos puesto en marcha muchos y muy importantes proyectos, por ejemplo, fuimos los creadores de los fondos de desastres naturales. Para ello impulsamos el “uno por uno”, para multiplicar los recursos en beneficio de los damnificados. Ejemplo: ante un temblor abrimos cuentas, captamos las aportaciones del público y hacemos un matching fund. Con estos recursos, organizamos equipos para llevar a cabo los trabajos que se requieran, por ejemplo de autoconstrucción de vivienda o simplemente para paliar la emergencia. Dejando claro que el énfasis de nuestra acción en el caso de los desastres, se da después de ocurridos estos. Nos concentramos en recons24


COMPROMISO SOCIAL

mirador

›HECTOR GARCIA FOTÓGRAFO DE

LA LUZ; CRONISTA DE LA REALIDAD SOCIAL

Beatriz Palacios

L

a obra de Héctor García, más allá de su labor como reportero gráfico, es reconocida por su visión comprometida con la sociedad, por ser testimonio de la marginación y la injusticia. Recorrió diversos países de Europa, África, Asia y América donde retrató desde los movimientos vallejista y del 68, hasta el asalto al Cuartel Moncada y los conflictos en Medio Oriente, entre muchos otros acontecimientos. Fiel cronista gráfico de todo lo que ha dejado huella en el acontecer de México y el mundo, el fotógrafo de la calle, como se le conoce, nació en la ciudad de México en 1923. Estudió en el Instituto Politécnico Nacional y en la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, donde fue discípulo de Manuel Álvarez Bravo y Gabriel Figueroa. Desde 1945 trabajó como periodista gráfico para diversas publicaciones y agencias informativas de México y del extranjero, entre ellas Life y Paris Match, en las que tuvo ocasión de trabajar junto a Henri Cartier-Bresson, que a decir del propio Héctor García, fue “un verdadero gigante y pionero del fotorreportaje”. Sus imágenes han sido exhibidas en cerca de un centenar de exposiciones realizadas dentro y fuera del país y forman parte de importantes colecciones públicas y privadas, entre las que destacan la del Museo Nacional de Antropología e Historia y la del Museo de la Fotografía, en México, así como la de la Bibliothèque Nationale, en París; The Library of Congress, en Washington, y el Museo del Vaticano. Ha merecido en tres ocasiones el Premio Nacional de Periodismo; en 2002 le fue otorgado el Premio Nacional de Bellas Artes, el más alto reconocimiento que concede el gobierno mexicano, y en 2007, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, le entregaron el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez. Parte de esta obra se encuentra publicada en libros como Escribir con luz, Diego Rivera de carne y hueso, México sin retoque, Un día en la gran ciudad de México y Cámara oscura, entre otros, y a principios de 2008 comenzó a circular el volumen Chiles verdes, publicado por la UAM-Xochimilco, que es una selección realizada por Dionicio Morales de los textos que Héctor García escribió mes con mes desde hace más de una década en su columna del mismo nombre en la revista Gentesur, en la que abordó desde acontecimientos de actualidad histórica o cultural y el fenómeno de la fotografía, hasta un recorrido por las personalidades que conoció, con las cuales conservó una gran amistad. En la siguiente conversación, Héctor García, a quien Diego Rivera definió como “un excelente artista que expresa con emoción, belleza, plenitud de forma y profunda sensibilidad y comprensión humanas, la vida que lo rodea”, nos ofrece un acercamiento a su particular visión sobre su labor como fotógrafo.

Adelantado a su tiempo El maestro Héctor García es un fotógrafo con olfato, con un tremendo instinto de oportunidad periodístico, y un innovador. Un ojo curioso lo define. Adelantado a su tiempo, creó nuevas publicaciones, una agencia y hoy su fundación. Con profunda admiración por su trabajo, le mando un abrazo fraterno.

[ULISES CASTELLANOS. Testimonio recogido por JDA, el 18 de diciembre de 2008]

Entre el progreso y el desarrollo, de Héctor García, ciudad de México, 1950.

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ENTREVISTA CON HÉCTOR Y MARÍA GARCÍA ME INTERESA MOSTRAR LA REALIDAD SOCIAL: HÉCTOR GARCÍA

Trabajé muchos años al lado de Héctor y su mujer, María. Recuerdo haber sido testigo de las primeras fotos que tomó María, quien es también una gran fotógrafa. Esto fue hace muchísimo tiempo, y hoy seguimos siendo grandes amigos. Héctor siempre fue un fotógrafo muy atrevido, a tal grado que un día fuimos los dos a parar a la cárcel, porque unos policías no querían que Héctor tomara una foto y, cuando le iban a arrebatar la cámara, me la dio a mí para que la escondiera. De todos modos me la quitaron y nos detuvieron. Héctor me acompañó también muchas veces cuando entrevisté a Jesusa Palancares, y tomó bastantes fotografías. Por cierto, yo estuve presente cuando él realizó una de sus fotos más famosas, Niño en el vientre de concreto, pues el primer niño que se metió en el nicho fue mi hijo Mane, y después el papelerito al que Héctor inmortalizó con su formidable sensibilidad poética.

¿Cómo podría definir la fotografía? La fotografía es luz. Pero el instante que viene con esa luz va a convertirse en algo que no sabemos, va a ser lo que le toque ser. Y con esa luz venimos todos. Cada fotografía es única, es algo que no puedo hacer de nuevo. ¿Qué es lo que lo mueve a sacar la cámara y captar una imagen? Lo que siento en un instante, en mi corazón. Casi todo me interesa, pero sobre todo los niños. Tiene fotografías que son estéticamente muy bellas, pero al mismo tiempo muy crudas... Sí, y especialmente eso me interesa mostrar: la realidad social. En la entrada de su GaleríaFundación hay una escultura con la imagen de Niño en el vientre de concreto, ¿qué representa para usted esta fotografía? Es el instante en que nacemos, está diciendo “voy al mundo”. Es cuando el niño viene a la luz, viene a la vida, con dolor. Eso es lo que yo siento.Y esto te lo digo sólo a ti; es único. Tienes suerte. ¿Cómo valora la creación de la Fundación donde está todo su trabajo reunido? Con esto le estoy dando a la humanidad la buena y la mala. Digo que vengo a trabajar. Los compañeros quieren también este edificio, porque es un lugar para trabajar juntos, para dar al mundo, a los niños y a los viejos, cosas maravillosas. ¿Qué opinión tiene del trabajo de los jóvenes fotógrafos? Yo lo veo maravilloso, es muy bueno. En esta profesión tienen que sentir dolor en el pecho, en el corazón. Si sienten ese dolor, en ese momento la luz entra.

Su formidable sensibilidad poética

Niño en el vientre de concreto, de Héctor García, ciudad de México, ca. 1953.

En su libro Chiles verdes usted creó imágenes con palabras... ¿Verdad que sí? Eso mismo es el libro. De todos los personajes que aparecen en su libro, y con los que tuvo una relación cercana, ¿a quiénes recuerda especialmente? El Dr. Atl era un gran amigo y un artista extraordinario. Reía mucho. Lo conocí cuando yo era un niño y él me dio de comer; fue como si me dieran el pan de Dios. Cuando veo sus cuadros, sus paisajes, me dan ganas de llorar. Él tenía una luz especial. Todavía siento que su espíritu ronda por el Paricutín. Después de más de 60 años de labor como fotógrafo ¿se siente satisfecho con su trabajo y con los reconocimientos que ha recibido por ello? Sí, y disfruto los premios, porque puedo celebrar con mi familia y amigos con un trago y una buena comida.

[ELENA PONIATOWSKA. Testimonio recogido por JDA, el 9 de diciembre de 2008]

Una nueva estética donde el centro es la preocupación social Sin duda estamos ante un fotógrafo extraordinario. Héctor tiene un sentido poco común para encontrar las imágenes realmente valiosas y en segundos dar con el ángulo y la luz adecuados. Es un artista natural, nació creador, la cámara fue inventada para él, es su instrumento esencial, o su arma de guerrero. En la fotografía está en su elemento. Nos ha mostrado al país en toda su desnudez y grandiosidad; lo que llama la atención es su sencillez, su modestia: parece no percatarse de su genio y de la importancia de su obra: renovó el fotoperiodismo y lo hizo un arte acabado, perfecto, sublime, una nueva estética donde el centro es la preocupación social.

[RENÉ AVILÉS FABILA. Testimonio recogido por JDA, el 11 de diciembre de 2008]

¿Le falta algo por hacer? Yo sigo trabajando. Siempre traigo mi cámara conmigo y tomo fotografías de todo lo que llama mi atención, y las mando a los periódicos para que se publiquen. 27


COMPROMISO SOCIAL

mirador

MARÍA GARCÍA Y LA FUNDACIÓNGALERÍA: ESFUERZO Y HOMENAJE

tenemos y para cubrir otro tipo de necesidades; requerimos de un vigilante, una secretaria, muebles para conservar el material, en fin, una serie de cosas para que pueda funcionar adecuadamente. Este espacio es único. Sólo Cartier-Bresson tiene su galería en París, y ahora Héctor García tiene la suya. Es un lugar que merece y que se lo ganó con base en esfuerzo y trabajo, y en su arte y su genio.

María García, esposa y compañera de profesión de Héctor García, se dio a la tarea de crear la Fundación-Galería que el maestro siempre había deseado, donde se pudiera conservar su legado fotográfico y mostrarlo a las nuevas generaciones. Con gran generosidad, la familia García invirtió en este proyecto todo su patrimonio para finalmente abrir las puertas de la Fundación al público el 28 de octubre de 2008.

¿Cómo surge la Fundación Héctor ¿Qué actividades se García? realizarán en este espacio? Inicialmente Héctor no pensó en haTengo muchos proyectos. cer una fundación, sino más bien una galería, Quiero hacer exposiciones de y en una ocasión le dijo a una tía: “La harán Manuel Álvarez Bravo, de Nacho cuando yo me muera”. En ese momento yo López, de Gabriel Figueroa, y de dije: “No. Es ahora o nunca”. todos los artistas de su época, de La casa donde está la Fundación ya los que fueron sus maestros. Tamtenía muchos años que estaba en venta y nabién visitas guiadas para que la Ciudad de México, de Héctor García, ca. 1958. die la compraba. Incluso Héctor gente joven venga a conocer el intentó adquirirla en varias ocatrabajo de los grandes maestros, siones, pero regateaba y no llegaba además de coloquios y cursos de fotografía de alto a un acuerdo con los dueños. Ennivel. Estoy trabajando en todo eso, a ver qué logro tonces un día fui a la casa con la hacer. Pero si ya tuve la fuerza de comenzar y todo me intención de comprarla y justo en ha salido así de bien, pues voy a seguir. ese momento llegó otro cliente; Además vamos a tener una exposición perpero yo insistí en que la quería y manente de Héctor. Ahora están expuestos los al final me la vendieron. iconos que él escogió, pero pienso cambiarla perió Después pensé en sólo dicamente, porque lo que se conoce de su trabajo mandarla a pintar, pero una peres mínimo. Tengo exposiciones de China, Europa, sona me dijo: “oye, si tienes un Japón, Sudamérica, Medio Oriente, y muchas cosas amigo que es fotógrafo y arquide México que deben difundirse, y así mostrar el La obra de Héctor García es reflejo de la pasión tecto, ¿por qué no lo llamas?” país que él vio. por la vida. En varias décadas documentó la Y así lo hice. Le dije a Enrique esencia de este país: movimientos sociales, la Villaseñor que había comprado Héctor García es autor de imágenes vida política y cultural, el México indígena, la vida la casa para hacer la galería que memorables, como la de Siqueiros en cotidiana, entre otros temas. Su obra es memoria histórica para la presente y las futuras generaquería Héctor y su bóveda para Lecumberri, que incluso motivó a Pablo ciones. Héctor García es maestro del llamado guardar todos sus negativos. PlaNeruda a escribirle un poema. Entre esas “Nuevo fotoperiodismo”, que inicia a finales de ticamos varias ocasiones e hizo miles de fotografías, ¿hay algunas que los años setenta. Es inspiración para la presente el proyecto, adaptándose al pretengan especial significado? generación de fotógrafos documentales. En el futuro su pensamiento y su obra serán atinadasupuesto mínimo con el que A Héctor le gusta fotografiar todo, pero espemente difundidas por medio de la Fundación contábamos en ese momento. cialmente lo que es injusto, lo que con su foto puede Héctor García. La fotografía de Héctor es una lecEl resultado fue exhacer reaccionar a la gente. Le gusta mucho la foción de compromiso y entusiasmo. El valor de su traordinario; se le hicieron las tografía de los niños, incluso hubo una exposición a obra es incalculable. adecuaciones necesarias a la casa la que después le pusieron Los hijos de Héctor García, y [MARCO ANTONIO CRUZ. y quedó como una galería de dentro de éstas están Paso a la luz, que es una niña que Testimonio recogido por JDA, el 11 primer mundo. Jamás nadie pensó va cruzando una puerta, Niño en el vientre de concreto de diciembre de 2008] que yo podría lograr hacerlo con y Ése soy yo, que es un niño comiéndose un taco, que esta calidad. André Malraux calificó como la imagen más cruel de La Fundación es un nuestra historia. También hay otra foto, el Zapatista, proyecto totalmente mío, la inde la que Elena Poniatowska dijo que la única tierra versión es nuestra, y voy a pedir que ganó ese hombre es la que tiene en las arrugas. apoyos para poder mostrar pauHéctor tiene un ojo increíble, único, y en una sola latinamente todo el material que foto lo dice todo.

Una lección de compromiso y entusiasmo

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MEDITACIONES

›¿LA ERA POSIDENTITARIA? Ilán Semo

E

Detalle de Fiesta de Día de Muertos, de Héctor García, Janitzio, Michoacán, ca. 1952.

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n 2008, los censos estadísticos confirmaron dos tendencias que eran predecibles. Según el recuento que realiza cada año ARDA (The Association of Religion Data Archives), los estadounidenses han ido cambiando de credos e identidades religiosas en los últimos tiempos. Los católicos y los musulmanes son las “minorías” que han crecido con mayor rapidez. En una demografía que subdivide a las “profesiones de fe” en varios centenares de ritos e iglesias —tan sólo los protestantes están fragmentados en varias decenas de “cultos”— ya representan en algunos estados de la Unión “mayorías relativas” en el conjunto total de los creyentes. Aunque parezca paradójico, el universo del protestantismo tiene un rasgo en común con el islam: son religiones insulares, ninguna de ellas alberga un poder o una autoridad central. Sus creyentes se distribuyen en miles de fragmentadas comunidades que se distinguen y diferencian no sólo por sus rituales y vocaciones sino (sobre todo) por sus inclinaciones políticas y sus afinidades ideológicas. Sin embargo, la distancia entre ambas es abismal: el islam es (en cierta manera al igual que el catolicismo) una variante del politeísmo, es decir, un credo constituido por una multitud de deidades. Los registros censales muestran también que el símbolo que congrega hoy en Estados Unidos al mayor número relativo ascendente de adherentes pertenece al catolicismo:


la Virgen de Guadalupe. Entre los católicos que emigran de América Latina y los nuevos adherentes que provienen de las más disímbolas identidades (11% en total), el guadalupanismo se ha convertido en un credo central en parte del abigarrado mosaico religioso de Estados Unidos. La otra estadística reveladora confirma el crecimiento del protestantismo en México. Los números varían de censo en censo. Pero en 2008, cuando menos 18% de todos los creyentes (casi uno de cada cinco) habían optado por alguno de los diferentes cultos de sus congregaciones (en 1980 sumaban tan sólo 7%). Visto desde la perspectiva de sus prácticas y sus rituales, el guadalupanismo born in USA tiene poco o nada que ver con el guadalupanismo mexicano. En Los Ángeles o en Tucson, Guadalupe es una virgen que cada comunidad se apropia a partir de fusiones culturales locales y rituales inéditos que no pasan necesariamente por la sanción de la Iglesia. De igual manera, los códigos y la experiencia del protestantismo en México se asemejan más a los del catolicismo que a los que marcaron su diseminación original. Hablar por ello de la “latinización” de la cultura estadounidense o de la “norteamericanización” de la cultura mexicana es en cierta manera un anacronismo. Lo único que se podría aventurar es que nos hallamos frente al nacimiento de nuevas religiones, que han perdido gradualmente los nexos con su origen. Términos como los de “mestizaje”, “sincretismo” o “hibridación”, que aluden a un universo semántico y conceptual de una era donde la producción de culturas nuevas se entendía como una reformulación de las ya instituidas, se han vaciado prácticamente de sentido. Simplemente ya no logran describir lo que se proponían desdibujar, ni tampoco expresar lo que debían expresar. La razón es sencilla y compleja a la vez: vivimos en un mundo donde las identidades cambian, mutan, desaparecen o se reformulan con mayor rapidez que el tiempo que requieren para convertirse en hábitos consumados o formas sociales duraderas. Mucho antes de que una comunidad logre producir referentes estables, rituales predecibles y memorias instituidas, el cambio impredecible de su espacio de experiencia habrá de sustraer los fundamentos que permiten transferir una cultura de una generación a la siguiente. Lo único seguro es que los hijos se educarán en un mundo radicalmente distinto al de los padres.Y el malestar que esto produce todavía no tiene formas de ser superado.

Hoy las únicas identidades que logran sortear los retos de su sobrevivencia son en cierta manera las aidentidades, las no-identidades, que se muestren capaces de mutar, transformarse y reciclarse hasta volverse irreconocibles para sí mismas. La producción actual de identidades se ha convertido en un ejercicio aleatorio de elecciones y decisiones que define a sus sujetos como pasajeros no de un tren que nunca se puede desabordar, como sucedía hasta hace dos décadas, sino compañeros fortuitos de viaje que van de una estación a otra para cambiar de trenes que los conectan con redes que se acoplan y desacoplan, cuyo único sentido es simplemente no quedarse fuera del tren o sin tren alguno. Un estudio reciente sobre la tipología de los géneros (a diferencia del binomio de los sexos) tal y como aparece en los anuncios clasificados personales en Estados Unidos logró hacer un recuento de 48 identidades distintas: heterosexuales monogámicos, heterosexuales poligámicos, heterosexuales unirraciales, heterosexuales multirraciales, bisexuales monogámicos, bisexuales

Vivimos en un mundo donde las identidades cambian, mutan, desaparecen o se reformulan con mayor rapidez que el tiempo que requieren para convertirse en hábitos consumados o formas sociales duraderas. multigámicos, homosexuales unirraciales, homosexuales multirraciales, etcétera, etcétera. El artículo asegura que este recuento sólo es válido para el año 2006, porque seguramente en los próximos años las “identidades de género serán muy distintas”. Las antiguas identidades están definidas por conceptos como “el mestizaje” o las “culturas híbridas” han devenido en un proceso incesante de producción y destrucción, de constitución y disolución de culturas fusión que no aguardan (ni pueden aguardar) el futuro predecible y supuestamente estable que les prometían las signaturas culturales de la era moderna. Acaso lo que observamos es el paso a una era posidentitaria, en que las apelaciones identitarias se han vuelto líquidas, es decir, apelaciones que no logran asegurar su forma durante un tiempo duradero. ¿Tendrá el concepto de identidad algún sentido todavía? ●

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EXAMEN

›¿Y POR QUE EL 68 NO SE OLVIDA?...

Sergio Aguayo Quezada …Porque el Movimiento Estudiantil de 1968 fue el parteaguas de la inacabada transición a la democracia. Impactó tanto porque llegó de sorpresa. Se sabía que había algunas inconformidades, pero nadie anticipaba su profundidad y amplitud. El gobierno aplastó las movilizaciones, pero fue incapaz de frenar las fuerzas que siguieron carcomiendo, sin destruirlo del todo, al viejo régimen. Sustentaré la afirmación con cinco enunciados que se relacionan, de diferentes maneras, con la lentísima jornada hacia un régimen democrático.

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EXORCIZANDO AL MIEDO Aquellos meses hicieron trizas el mito de que la pasividad forma parte integral del DNA mexicano. Retrocedamos en el tiempo. Durante el siglo XX los fraudes, la represión y los silencios habían alimentado la pasividad. Uno de los aspectos más terribles del fraude de 1929, escribió Mauricio Magdaleno, fue “salir sin el menor disimulo a la calle y hablar y gritar rabiosamente nuestra desesperación. Nadie nos hizo caso, como si lo de 1929 no hubiese existido nunca”. Lo mismo sucedió en 1952 cuando, según Carlos Martínez Assad, la “vergüenza de la derrota les hizo seguir [a los henriquistas] la conspiración silenciosa impuesta por los vencedores”. El viejo régimen era muy hábil en el manejo de la fuerza y el castigo. Las reglas eran difusas, y variaban con el gobernante en turno, pero todas y todos traían grabado, en su epidermis y en la profundidad del inconsciente, la existencia de límites, y las consecuencias pagadas por quien los trasgredía. Primero venía la advertencia amable seguida por algún coscorrón entre hostil y amistoso, el cual podía convertirse en golpiza para escalar y llegar, en casos extremos, a la tortura, la desaparición y la masacre. El 68 le dio una estocada directa al miedo; durante poco más de tres meses, las calles fueron tomadas por centenares de miles de personas que proclamaban sus ilusiones y/o vociferaban sus frustraciones. Aquella generación tenía un dilema…

¿BALAS O VOTOS?

alianza entre estudiantes y profesores. Pero el movimiento del 68 se conecta con las luchas por la democracia, electoral y participativa, a través del pliego petitorio de seis puntos presentado al gobierno. En otras palabras, la radicalidad del 68 estuvo en la exigencia de “un ‘transitorio’, que señalaba el medio por el cual debían solucionarse las seis demandas: diálogo público”. En lugar de la solemnidad, el secreto y las medias palabras propias del sistema político, la juventud exigía una transparencia total, absoluta, irreverente, subversiva. Una petición salida de asambleas multitudinarias donde se practicaba la democracia participativa, media hermana de la democracia electoral o representativa. En 2009 mantienen la misma exigencia.

LA EMANCIPACIÓN DE INTELECTUALES Y PERIODISTAS El movimiento del 68 retó a los intelectuales y a los medios de comunicación. La mayoría se plegó a las directrices del régimen, pero hubo una minoría de académicos y periodistas que ejercieron su independencia e iniciaron una colaboración que se fue retroalimentando y haciendo posible un ingrediente indispensable de la democracia: la libertad de expresión.

En 2009 persiste la tentación de la violencia y seguimos esperando que la democracia funcione y que los partidos representen nuestros intereses.

En el 68 se expresaron dos propuestas sobre el método a seguir para combatir al autoritarismo. Por un lado estaban los convencidos, en izquierda y derecha, de que la violencia era la única vía dejada por un gobierno intolerante y represor. Esa corriente se enfrentó al aparato represor que reaccionó con una violencia que provocó la Guerra Sucia. Una aclaración antes de seguir adelante. Como la insurgencia armada de aquellos años salió de organizaciones de izquierda, hay la creencia de que la vía armada es patrimonio exclusivo de esa corriente. No es el caso. Luis H. Álvarez menciona en sus memorias los esfuerzos que debieron hacer para contener, en diferentes momentos, a los panistas que se inclinaban por el recurso de la violencia. En el 68 salió el rencor acumulado. Los estudiantes le mentaron la mano, ¡en público!, al presidente, quien les respondió en sus memorias con un sonoro “hijos de la chingada”. Sin embargo, cuando se revisan los múltiples desplegados elaborados durante aquellos meses, es evidente que la mayoría de quienes protestaban deseaban un cambio pacífico, que transformara a México en país democrático. Entre sus representantes más preclaros estaría el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, quien protestó por la violación de la autonomía universitaria, y encabezó una marcha contra la violencia gubernamental legitimando, así, la toma de las calles, y sentando las bases para una

“A principios de agosto de 1968 —escribe el director de Excélsior, Julio Scherer— y en ascenso el movimiento estudiantil, Daniel Cosío Villegas se aproximó al diario. De la manera más natural me hizo saber su deseo de incorporarse a la sección editorial de Excélsior”. Y desde esas páginas Cosío Villegas y otros empezaron a criticar al poder convirtiéndose en uno de los paradigmas a seguir demostrando, en la práctica, la posibilidad de disentir… y sobrevivir. Fue uno de los espaldarazos más estratégicos a la vía pacífica.

LA FRACTURA EN EL INTERIOR DEL APARATO DE SEGURIDAD El 2 de octubre en Tlatelolco hubo una masacre desencadenada por un grupo de francotiradores que dispararon desde las alturas; el ejército fue acusado en diversos sectores de asesinar a inocentes. La crítica caló fuerte en el interior de las fuerzas armadas que hicieron saber, de manera discreta, pero inequívoca, que habían sido metidos en una trampa. En 1970 el teniente coronel Manuel Urrutia publicó un libro interesantísimo porque incluye entrevistas con el entonces secretario de la 33


EXAMEN Defensa, Marcelino García Barragán, entre otros militares. Ninguno culpó a los estudiantes de ser los francotiradores, todos hablaban de una emboscada y sólo insinuaron la identidad de los iniciadores del caos. Años después Julio Scherer García y Carlos Monsiváis aclararon el misterio cuando publicaron un texto del ex secretario de la Defensa, Marcelino García Barragán. Los francotiradores formaban parte de una maquinación siniestra: Gustavo Díaz Ordaz le ordenó a su jefe del Estado Mayor Presidencial, el general Luis Gutiérrez Oropeza, que enviara a un grupo de guardias presidenciales a los edificios que todavía rodean la Plaza de las Tres Culturas. Llevaban la orden de disparar

El 2 de octubre traería consecuencias muy importantes para la transición. Buena parte de la sociedad capitalina rechazó el uso de las armas, y cambió su opinión sobre el presidente a raíz de ese hecho. De acuerdo con un raro par de encuestas ordenadas por Gobernación, antes de Tlatelolco el 60% de los capitalinos calificaba al presidente como un gobernante “comprensivo”; la cifra cayó a un 10% después del hecho. Por el 2 de octubre, el 50% calificó al presidente como “rígido”. Una conclusión es inevitable: la población no deseaba la violencia. El hecho también modificó la actitud de las fuerzas armadas. Por la emboscada en Tlatelolco el ejército se embarcó en una revolución silenciosa, durante la cual revisó su misión, y empezaron a negarse a ser utilizados como represores de manifestantes pacíficos. Con la enorme lentitud de algunos cambios históricos, las fuerzas armadas dejaron de hacer las funciones de policía política y empezaron a dialogar con personajes representativos de la sociedad. Eso iría reduciendo la utilización de la fuerza gubernamental para enfrentar conflictos políticos. La masacre de aquella tarde empujó a la insurrección a miles de jóvenes convencidos de que la vía pacífica era un callejón sin salida. Pero incluso ellos terminarían contribuyendo a la transición pacífica. La guerrilla mexicana quería derrocar al régimen pero tenía escasísimas posibilidades de tener éxito. Sus casi dos mil combatientes estaban divididos, tenían poca capacidad militar y una desigual preparación ideológica. La base social de la guerrilla urbana era frágil; la rural tenía un mayor respaldo popular pero operaba en regiones aisladas de un solo estado. Finalmente, era una insurgencia ignorada por la izquierda mundial que prefirió dar el espaldarazo a las autoridades mexicanas. En síntesis, la guerrilla mexicana nunca fue una amenaza real a la seguridad del Estado. Pese a ello, el gobierno aplastó a la insurgencia con un excesivo uso de la fuerza y violó masivamente los derechos humanos. La tragedia humanitaria se facilitó por la indiferencia de la sociedad mexicana y la comunidad internacional que, con unas cuantas excepciones, sancionó implícitamente la brutalidad empleada por el Estado mexicano. Todos estos hechos desencadenaron una revolución pacífica a favor de los derechos humanos; con el tiempo esta sería una de las columnas tras la exigencia de elecciones libres y confiables. Hubo éxito y vino la alternancia sin que la democracia funcionara del todo. En 2009 persiste la tentación de la violencia y seguimos esperando que la democracia funcione y que los partidos representen nuestros intereses y… también hay avances que reportar: la represión se ha reducido y hay espacios para ejercer libertades básicas y siguen utilizándose los métodos pacíficos para hacer posible la aspiración de los centenares de miles de jóvenes que salieron a la calle en 1968. Dicho esto, buena parte de esas aspiraciones siguen sin ser satisfechas; por eso es que el 68 no se olvida.

En el 68 se expresaron dos propuestas sobre el método a seguir para combatir al autoritarismo. contra la multitud para, de esa manera, culpar a los estudiantes de iniciar la balacera y justificar, así, la detención de los líderes del movimiento, y el despliegue de la fuerza que acabaría con las protestas. Díaz Ordaz ya había aplicado el mismo esquema en Chilpancingo y San Luis Potosí; pero en Tlatelolco se descarriló el plan y la historia tomó un rumbo no anticipado.

LA RUPTURA DEL CONTROL INFORMATIVO Y LAS FISURAS DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL Días antes del 2 de octubre los estudiantes se habían enfrentado en Tlatelolco a las fuerzas de seguridad, y es posible que en la planificación de la masacre el gobierno hubiera anticipado la misma belicosidad. Sin embargo, la tarde del 2 de octubre el movimiento estudiantil mostró su expresión pacífica, mientras que la violencia gubernamental fue difundida por el mundo entero. No contaban con que en la Plaza de las Tres Culturas habría, esa tarde, a través de 14 agencias noticiosas internacionales, 20 corresponsales y 62 enviados de medios extranjeros que coincidieron en el salvajismo y la barbarie oficiales. Se tambaleó la historia oficial sobre un enfrentamiento entre estudiantes agresivos y las fuerzas encargadas de mantener el orden. La versión gubernamental terminaría de hacerse pedazos con la publicación de varios libros entre los cuales destacan Los días y los años de Luis González de Alba y La noche de Tlatelolco de Elena Poniatowska. Desde otra perspectiva, la interacción de los líderes estudiantiles con los medios internacionales sería otra etapa en el proceso de apertura al mundo y subrayaría la importancia para la oposición de presentar sus puntos de vista en el exterior. Nunca antes había pasado algo igual.

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› LITERATURA, PERIODISMO Y REALIDAD SOCIAL ENTREVISTA CON ELENA PONIATOWSKA Juan Domingo Argüelles

N

acida en París el 19 de mayo de 1932, Elena Poniatowska Amor llegó a México a los diez años de edad. Mexicana por herencia y por residencia, muy joven se inició en el periodismo y, casi inmediatamente después, en la literatura. Su obra tanto periodística como literaria está estrechamente vinculada al compromiso social, desde sus primeros escritos que datan de 1953.

En 1954 publicó su primer li-

bro, Lilus Kikus, un breve volumen de cuentos, y en 2006 El tren pasa primero, inspirado en la lucha social de los ferrocarrileros mexicanos, que obtuvo un año después el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos. Autora de una vasta obra literaria y periodística, ha cultivado el cuento, la novela, el reportaje, la crónica, el ensayo, la entrevista y la poesía. Además de los ya mencionados, son sobresalientes sus libros Todo empezó en domingo (1960), Hasta no verte Jesús mío (1969), La noche de Tlatelolco (1971), De noche vienes (1979), Fuerte

Elena Poniatowska (al centro), con su madre y su hija. Fotografía de Rogelio Cuéllar.

es el silencio (1980), ¡Ay vida, no me mereces! (1985), La Flor de Lis (1988), Nada, nadie: las voces del temblor (1988), Tinísima (1992), Luz y luna, las lunitas (1994), La piel del cielo (2001) y Rondas de la niña mala (2008). Entre 1990 y 2003 reunió, en ocho volúmenes, sus entrevistas con personalidades del arte y la cultura, con el título general Todo México.

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¿Cómo asume Elena Poniatowska, desde la literatura, el compromiso social? Siempre me impresionó lo que decían de José Revueltas, a quien todos queríamos y admirábamos: que no había sido un gran escritor, a pesar de su indudable talento, porque entregó más tiempo a los compromisos sociales y políticos que a la literatura; que de haberse dedicado más a la escritura y menos a la política, hubiera sido un gran escritor.Y creo que, de algún modo, esto es cierto. En mi caso, yo nunca he partido de la premisa de que soy o que quiero ser una gran escritora, y ello quizá se deba a que mis inicios en la escritura se dieron en el periodismo. No negaré, sin embargo, que me gustaría escribir una gran novela, como supongo que lo desea todo novelista, del mismo modo que, supongo, un poeta ambiciona escribir un gran poema. Por supuesto, desearlo es una cosa, y conseguirlo, otra. Escribir ha sido mi vida. El periodismo me llevó a la escritura diaria, sin más pretensiones que informar y decir, en una nota, en un reportaje, en un artículo, en una entrevista, algo útil a los lectores. La literatura es, desde luego, muy diferente. Escribir una novela es un acto de soledad, y debo decir que me aterra mucho la soledad ante la mesa de trabajo. La gran aventura empieza sobre esa mesa donde hay papeles de diversos temas y, de repente, el tema que buscamos surge de lo impalpable; no de lo que está en la mesa, sino de lo que está en nuestra memoria y en nuestra inteligencia. Esto no quiere decir que, cuando escribimos una novela, no esté presente en nosotros la tragedia diaria de la realidad. ¿Cómo juzgas hoy tu profesión periodística? Tal y como lo he conversado varias veces contigo y con otras personas, yo he hecho periodismo sin parar, durante casi toda mi vida. Llevo 55 años en los periódicos. Creo que fue Chateaubriand el que dijo que para

escribir literatura se requerían manos limpias y tranquilidad, para que estés en contacto contigo mismo. En cambio, el periodismo es como escribir en una estación del ferrocarril, llena de ruido y de trajín. Respecto de tu novela-biografía Hasta no verte Jesús mío, ¿cómo llega a ti Jesusa Palancares o de qué modo llegas tú a ella, para reconstruir la historia de ese personaje popular tan entrañable? Ése es un regalo de Dios; de la divina providencia. Jesusa es una mujer a la que yo oí hablar y me pareció maravilloso lo que platicaba y cómo lo decía: la fuerza con la que expresaba las cosas y cómo las sentía.Trabajaba de lavandera y tenía una gran sabiduría. Además, me llamó mucho la atención el que hubiese sido soldadera y conocido a Zapata y a Carranza. La busqué para que me platicara de su vida, con un enorme miedo de que ella se negara a conversar o que me rechazara. Y fue esto, exactamente, lo que pasó. Se negó a hablar, me rechazó, y sólo me aceptó, tiempo después, luego de ponerme a prueba. Me pidió que sacara a asolear sus gallinas a la calle y que lavara los overoles que ella tenía que lavar: unas prendas tan sucias, tan percudidas que parecían de cartón; y lo tenía que hacer sobre una tablita, en su pequeño cuarto, porque ella no quería ir a los lavaderos. Me decía: “¡Usted es una catrina de esas que no sirven para nada!”. Luego de mucho insistir y después de haber pasado por todas esas pruebas, acabó aceptándome, entre refunfuños y, con el tiempo, poco a poco, nació cierto cariño. Las primeras veces ni siquiera me invitaba a pasar, y cuando yo iba acompañada por ejemplo de Héctor García o le comentaba que algunas amigas querían conocerla, rápido atajaba: “Ya no me ande trayendo tanta gente, ni que no tuviera quehacer”. Yo siempre he dicho que Hasta no verte Jesús mío es un relato que le pertenece a ella. Yo quería que el libro apareciera con su nombre y con el mío, en coautoría, pero ella me dijo que no, y me dio el siguiente argumento: “Usted no entiende ni la mitad de lo que yo le cuento”. Era muy enojona, inconforme, rejega, brava. Su nombre verdadero era Josefina Bórquez y yo se lo cambié a Jesusa Palancares. Por Jesús, obviamente. ¿Crees en Dios? Recuerda que yo me eduqué en un convento de monjas en Estados Unidos, el Convento del Sagrado Corazón de Jesús, y

antes tuve también una educación religiosa, pero yo creo que lo que más me ha marcado es la fe: la mía y la de los otros. Por ejemplo, la fe que ponía en Dios mi nana Magdalena Castillo, y la fe de mi mamá (Paulette Dolores Amor) que, aunque no era una mujer muy religiosa, al final de su vida supo aguantar, gracias a su fe, la muerte de su hijo, mi hermano Jan, que murió a los 21 años de edad y a quien yo dedico, precisamente, Hasta no verte Jesús mío. Mi madre se liberó del sufrimiento cuando, en un acto de fe, concluyó que Jan había partido a una mejor vida y que, quizá, si se hubiera quedado a vivir sobre esta tierra hubiera padecido mayores penas, mayores sufrimientos. ¿Qué me dices de La noche de Tlatelolco luego de cuarenta años? Lo veo del siguiente modo: he escuchado muchas veces que los jóvenes de hoy no son iguales que los de hace cuarenta años, en cuanto a la natural rebeldía y la oposición a la injusticia y al autoritarismo. Según esto, los jóvenes de antes eran mucho más combativos. Pero no es verdad. Los jóvenes siguen siendo combativos y se oponen con valentía al autoritarismo y a la injusticia. En este sentido, ¿La noche de Tlatelolco sigue vigente? En estos últimos meses eso se ha hecho más evidente, por las conmemoraciones de los cuarenta años del movimiento estudiantil. Cuatro décadas después, se ha reactivado el interés por el esclarecimiento de la historia; han aparecido nuevos testimonios y se han desclasificado documentos, se han escrito nuevos libro s, entre ellos uno espléndido de Carlos Monsiváis, El 68, la tradición de la resistencia. En general, hay mucha más información: documentales, conferencias, entrevistas con los líderes, rescate de material fotográfico y filmado de gente que ya murió, como Leobardo López Arreche. No hay duda: el 68 sigue vivo. ¿Hemos estado perdiendo la memoria histórica en México? Sí, eso creo. En general, los ricos, los políticos, los grandes empresarios, siempre tienen alguien a su servicio que escribe sobre sus vidas. Hay libros sobre Ruiz Cortines, López Mateos, Carlos Slim, etcétera, pero acerca de los héroes populares o los próceres sociales se escribe siempre muy tarde, si es que se escribe. Hay muchos que se quedan en la oscuridad, casi en el olvido. Por eso los jóvenes no saben quién fue Demetrio Vallejo. 37


COMPROMISO SOCIAL

palabra viva

El país que yo deseo es uno en el que no haya tan gigantesco abismo entre una clase social y otra, entre el mundo de los que tienen mucho y el mundo de los que no tienen nada o casi nada. ¿Cuál es el país que deseas? Esto lo tengo muy claro: el país que yo deseo es uno en el que no haya tan gigantesco abismo entre una clase social y otra, entre el mundo de los que tienen mucho y el mundo de los que no tienen nada o casi nada. El México que yo deseo es ese en el que todo el mundo se vaya a dormir habiendo comido más o menos lo mismo, y en el que no haya tantas injusticias como las que vemos a diario: un México en el que todos alcancen escuela y universidad, y en el que haya salud y bienestar para todos. Hoy es más que evidente que habitamos un país donde un sector privilegiado ignora, casi por completo, o tal vez finge ignorar, las circunstancias tan desfavorables en las que vive la gran mayoría de los mexicanos.

realidad exterior está también en tu casa, se adentra en tu vida, te mira hacer el amor, comer, dormir; se te planta en frente. Entonces, ¿cómo puedes escribir una novela, un cuento o un poema, exclusivamente sobre tus estados de ánimo, sobre tu intimidad, cerrando los ojos ante la realidad cuando, por ejemplo, ha ocurrido un terremoto o te percatas que hay mucha gente que vive hacinada y sin comer, muriéndose de frío, pasando mil penalidades, etcétera? En este sentido, aunque el primer compromiso del escritor sea el de escribir bien, también es válido que en situaciones como las que describo, ese escritor guarde incluso su máquina, su computadora o su bolígrafo y vea en qué puede ser más útil, o bien utilice esas mismas herramientas para un fin menos privado.

¿Qué tan importante es, en este proceso de cambio, el desarrollo educativo para alcanzar ese país deseado? Muy importante, por supuesto. La educación debería ser para todos, pero desde luego en México la educación es un privilegio, porque todavía existe mucha gente que no sabe leer ni escribir o que pertenece a esa enormidad del analfabetismo funcional. No te estoy diciendo nada nuevo, porque tú mismo has estudiado este tema y sabes a lo que me refiero. Lo terrible es que, desde mi punto de vista, en este ámbito no hemos avanzado demasiado desde que José Vasconcelos repartió los clásicos universales en todo el país, incluido el México rural.

¿En qué momento percibiste la injusticia social en México? Creo que el hecho de no haber nacido en México, de haber llegado aquí a los 10 años de edad, me dio una conciencia de la injusticia social que quizá no me parecía tan obvia en los años cuarenta, a pesar de que ya me percataba, desde la infancia, que, en la calle, había muchos niños y muchas niñas sin zapatos y con andrajos por toda vestimenta. Desde que llegué a México percibí que la pobreza se miraba también en la cara, porque a una niña como yo, de clase privilegiada, a la que nunca le faltó nada —y creo que a cualquier niño con cierto grado de comodidad—, tenían que llamarle la atención esos tremendos contrastes.

Desde tu posición de escritora, ¿cómo entiendes el compromiso social? El primer compromiso de un escritor es escribir bien, porque si un escritor hace las cosas mal a nadie le sirven. Para un escritor, es importante que sus libros se puedan leer y despierten algún interés y quizá alguna reflexión. Sin embargo, en un país como el nuestro es muy difícil, incluso para un escritor, apartarse del compromiso social, porque la

En 2009 se cumplen 55 años de Lilus Kikus, tu primer libro. ¿Cómo era la Elena Poniatowska que escribió Lilus Kikus y cómo es hoy la Elena Poniatowska de las Rondas de la niña mala, tu libro más reciente, publicado en 2008? En esencia es la misma, en muchas cosas. Por ejemplo, en la costumbre y yo diría que en la vocación de formular preguntas más

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que en el tener las respuestas. Lo que sí hay es más desencanto y no sólo de mi parte, sino de parte de un enorme sector del país. Advierto hoy en México un desencanto que antes no había. También debo advertir que en la época de mi primer libro, yo tenía una cierta inconciencia de la realidad, es decir una mirada más ingenua de las cosas. Ahora no. Ese candor ha desaparecido. No tengo, y creo que no tenemos, más opción que observar y concentrarnos en la realidad, porque de ello depende mucho nuestra vida. ¿A qué atribuyes ese desencanto? En gran medida a la imposibilidad o a las grandes dificultades para realizar algo en la vida.Vivimos en una realidad que actúa contra nosotros. El trabajo es agobiante y prácticamente insatisfactorio.Vivimos en medio de la angustia, que es nuestra más cercana compañera, llenos de adrenalina y con un sentimiento de miedo a fracasar.Yo diría que la realidad en México es un torbellino. La sensación es que en vez de estar tú gobernando tu vida, la vida te está usando y desgastando a ti, sin mayor satisfacción. ¿La verdad nos hace libres? La verdad íntima nosotros nos la inventamos. Pero la verdad política y la verdad social es difícil saberlas. Nuestros vínculos con los demás se fundan en la relatividad. Cada vez estoy más convencida de que la vida está hecha de instantes. Lo digo hoy, claro, a mi edad, 76 años: vida hecha de instantes que se superponen unos a otros y que me hacen atravesar el día y llegar a la noche para volver a empezar. ¿Cuál es la verdad que necesita este país? Creo que este país debería tener una verdad política y sobre todo una verdad social. La una está ligada a la otra. La verdad es que todos los mexicanos deberían tener las mismas oportunidades y los mismos derechos; esas oportunidades y esos derechos de los que hoy gozan tan sólo los más afortunados. Esta es la verdad que necesitamos y que, desafortunadamente, a veces parece muy lejos de alcanzar. ●


GENTE QUE CAMBIARA AL MUNDO

›LOS ALUMNOS DE LA IBERO ANTE LA CRISIS FINANCIERA MUNDIAL En el segundo semestre de 2008, una crisis financiera mundial sacudió a los mercados y cobró tales dimensiones para la economía de los Estados Unidos que la Reserva Federal tuvo que rescatar a las entidades hipotecarias más grandes de esa nación. En septiembre ya se hablaba de pánico financiero y de colapso económico en todo el mundo. En su libro El nuevo paradigma de los mercados financieros (Taurus, 2008), el inversionista, filántropo y activista político liberal George Soros advirtió que “ésta es la peor crisis financiera desde 1930” y que todavía pasará algún tiempo para superarla siempre y cuando se le enfrente con inteligencia para, ante todo, calmar las turbulencias bursátiles y tranquilizar las operaciones de los mercados y los bancos. Para Soros, “el estallido de la crisis financiera de 2008 puede fijarse oficialmente en agosto de 2007, pues fue cuando los bancos centrales tuvieron que intervenir para proporcionar liquidez”. Ante el panorama aún incierto, son muchos los que se preguntan y tratan de responder qué ocurrió y cómo seguirá impactando esto en la sociedad globalizada. Entre estas reflexiones, recogemos algunos aportes de cuatro estudiantes de la UIA, atentos al acontecer de esta realidad ineludible. Fotografía de Julio César López.

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LO MÁS GRAVE ES EL DESEMPLEO: Laura Ruiz Martínez

La crisis financiera mundial es el producto de una reacción en cadena entre los bancos que dan préstamos e hipotecas sin la seguridad de que podrán ser devueltos; personas que compran a crédito y luego ya no tienen forma de pagar, etcétera. Estamos hablando de préstamos sobre préstamos que al final nadie puede cubrir. También es producto de la codicia de empresarios que al jugar en la bolsa de valores inflan el valor de sus empresas con el dinero de inversionistas que compran acciones que no tienen ningún respaldo físico de su costo. Todas estas fallas provocan la recesión económica que estamos sintiendo actualmente. Por otra parte, el temor de la crisis y la falta de flujo de efectivo provocan que las personas dejen de comprar y busquen ahorrar lo más posible y, como consecuencia de todo esto, las empresas al vender menos reducen la producción y recortan personal, sube la tasa de desempleo y el mercado se estanca porque ya nadie puede comprar. Este es el panorama mundial que ya se resiente en México. Las noticias anuncian, cada día, la quiebra de empresas o la salida del mercado de ciertos productos. Es importantísimo tomar medidas urgentes, sobre todo para superar la situación más grave, representada por el gran número de personas que se están quedando sin empleo.

[Laura Ruiz Martínez, Diseño Gráfico, octavo semestre]

EL EFECTO NO SÓLO SERÁ ECONÓMICO:

Jacqueline Gesund Kattan En la actualidad el mundo se está enfrentando a una crisis financiera y económica que también afectará a nuestro país a corto o largo plazo. El efecto de esta crisis no sólo se apreciará en términos económicos, como se ha venido observando con el constante incremento del valor del dólar ante el valor del peso mexicano, sino que también tendrá una gran repercusión dentro de la organización política, social e incluso cultural tanto de nuestro país como del resto del mundo. Como joven universitaria, creo que la respuesta a esta situación no sólo se encuentra en manos de cada país, ni de la comunidad internacional. También nosotros como individuos, ciudadanos de México y del mundo podemos hacer algo. Tenemos que comenzar a concienciar acerca de nuestros gastos e inversiones y tratar de que el consumismo reinante en gran parte de Occidente no nos maneje.

[Jaqueline Gesund Kattan, Historia, primer semestre]

Archivo de la Universidad Iberoamericana.

CRISIS ES TAMBIÉN OPORTUNIDAD Y RETO:

Daniel Berezowsky Ramírez En China, la palabra crisis tiene dos acepciones. Una de ellas es igual a la que nosotros entendemos; la otra tiene un sentido positivo: crisis es oportunidad y reto. Esta última es mi visión del proceso económico por el que está pasando el mundo, y específicamente México. Toda crisis es un reacomodo de fuerzas y de posiciones; en este caso, habrá Estados que resulten favorecidos y otros que sufran (o que incluso, ya están sufriendo) un severo golpe no sólo económico sino político. Específicamente para México, es un gran reto. El problema, sin embargo, es que el Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo que anunció el presidente Calderón en octubre, tiene profundos problemas de conceptualización. Más que una serie de medidas para contrarrestar el efecto de la disminución del turismo, las remesas, el precio del petróleo y la inversión extranjera, se enfocó en mantener el gasto programable en el que había incrementado más de 30% las partidas de seguridad. Las inversiones que se proponen en el PICE podrían ser una catapulta a largo plazo, pero es muy importante que se establezcan los candados burocráticos y de gasto adecuados para que los recursos, que a fin de cuentas provienen de una deuda que se le traspasó por completo a Pemex, no sean desviados ni erogados en gasto corriente. Una recesión económica, por definición, es periódica; no será algo permanente y no será algo imposible de contrarrestar. Sin embargo, como es evidente, es y será un periodo en el que habrá que aumentar la cautela respecto a gastos innecesarios. Me preocupa particularmente que no exista un control adecuado sobre los créditos que se otorgan ni una cultura de ahorro en la sociedad

mexicana. Creo que hay importantes avances cuando se aprueban reformas como las que ocurrieron en el Congreso recientemente, pero es necesario profundizar aún más en asuntos como éste para evitar que nos suceda lo que ocurrió en Estados Unidos en 2008.

[Daniel Berezowsky Ramírez, Ciencias Políticas y Administración Pública, quinto semestre]

TODO CAMBIO ES NECESARIO E INEVITABLE:

Eduardo Díaz Adán Hoy en día no se puede hablar de un mundo en el cual los países se mantengan completamente aislados uno del otro; la globalización, principalmente la económica, ha llevado a un efecto dom inó, en el que cualquier suceso que tenga un impacto fuera de la lógica cotidiana, en la que se mueven los mercados internacionales, inevitablemente afectará a toda economía que se halle dentro del esquema global. Lo que sucede actualmente con la crisis financiera y económica no es más que un período de reorganización y replanteamiento drástico, para que se pongan en marcha nuevas estructuras económicas dentro del orden mundial. Todo cambio es necesario e inevitable y en el caso de la actual crisis, ésta terminará por resolverse cuando se dé la reestructuración económica debida, a nivel mundial.

[Eduardo Díaz Adán, Comunicación] ●

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EL VIAJERO ILUSTRADO

窶コUNA VENTANA A LAS BELLEZAS DE SUDテ:RICA

Mauricio de Maria y Campos

Director del IIDSESS de la Universidad Iberoamericana y ex embajador de Mテゥxico en Sudテ。frica

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Todo turista en Sudáfrica suele visitar cuando menos Ciudad del Cabo, realizar algún safari fotográfico y hacer una breve parada en Johannesburgo, aunque sea al aeropuerto como punto de entrada y salida al país. Ciudad del Cabo es uno de los escenarios naturales junto al mar, más bellos del mundo; comparable con Río de Janeiro, Sydney y San Francisco. Más allá de ser una ciudad con mucha vida y movimiento, las playas, montañas, jardines botánicos y poblaciones que rodean a Ciudad del Cabo son un gran atractivo internacional. Tal vez la mejor manera de gozar el paisaje sea tomando el funicular a Table Mountain —la montaña plana como mesa— en cuya cumbre existe un jardín observatorio de la ciudad y sus alrededores. La península del Cabo de Buena Esperanza —donde se encuentra ubicada—, con sus numerosas bahías, playas, pingüinos y focas y su faro en la punta extrema del continente africano, permiten disfrutar de paisajes, fauna y flora deslumbrantes. Pero en sus alrededores también están anidados, en pequeños valles, rodeados de verdes montañas, los viñedos, campos de olivos y granjas frutales de Stellenbosch, Paarl y Frankschoek que se extienden a otros valles más lejanos, cercanos a la costa de la Provincia del Cabo Occidental y hacen la delicia del catador de vinos y el gourmet en románticos hoteles y restaurantes a precios muy accesibles. De hecho, la Ruta de los Jardines, los 1,500 kilómetros de costa al este de Ciudad del Cabo, hasta llegar al puerto de Durban —el más grande del país— están marcados por pequeñas y hermosas bahías, donde se pueden observar ballenas y tiburones blancos (Hermannus), lagunas marinas para el cultivo de ostras (Knysna) y mejillones (Mossel Bay), granjas de avestruces (Outdshorn) y parques especializados para observar aves, monos y elefantes. Por ello cuando se visita Ciudad del Cabo hay que buscar el tiempo para pasar ahí cuando menos 4 días y cuando menos otros tantos en la costa este. Si además le gusta a usted practicar el golf, el buceo y otros deportes acuáticos o realizar largas caminatas con paisajes rocosos para observar las aves marinas en las playas encontrará aquí un mundo deslumbrante. Los parques de animales para el safari fotográfico, algunos de los más interesantes y

mejor administrados del mundo, y los hoteles ubicados en su territorio son siempre un renovado descubrimiento. En contraste con las visitas a las llanuras de Kenia y Tanzania, los parques sudafricanos están cubiertos de matorrales y huizaches que convierten el safari fotográfico en una constante búsqueda de animales escondidos. El parque Kruger —en el noroeste del país— es del tamaño de Israel y hospeda dentro y, sobre todo, en sus alrededores más de cien reservas de animales con una excelente organización y administración. Los hay de todos precios y paisajes. Por lo general permiten observar a los 5 Grandes, los animales más peligrosos y buscados: el león,

libertad vibran en cada rincón con atractivos apoyos audiovisuales. Los centros comerciales de Johannesburgo y en particular el de Sandton (el Santa Fe de Johannesburgo), no pueden dejarse de visitar, ya que ofrecen múltiples tentaciones, desde artesanías de todo el continente hasta diamantes —según el bolsillo. Por su parte, Pretoria, la capital del poder ejecutivo, a 45 kilómetros de Johannesburgo por magnífica carretera (y pronto comunicada a través de un tren bala), es una agradable ciudad de poco más de un millón de habitantes llena de jardines y museos, que

La lucha de Nelson Mandela y el resto del pueblo africano por su libertad vibran en cada rincón con atractivos apoyos audiovisuales. el leopardo, el búfalo, el elefante y el rinoceronte. Ahí puede gozarse de excelentes comidas y cenas para compensar las “desmañanadas” a las 4:30 a.m. —hora en que se parte al safari matutino— y a las 4:00 p.m. al vespertino, con puesta de sol, gin-and-tonic, café y biltong (carne seca de res y animales de caza) incluidos. La región del Parque Kruger es la más popular para los safaris fotográficos, pero hay otras regiones en el sur y en el oeste del país que también son muy socorridas. Existe incluso la posibilidad de visitar interesantes parques de animales y jardines botánicos muy bellos a menos de dos horas de Johannesburgo, la gran megalópolis sudafricana o Pretoria, ciudad capital sede del presidente, su gabinete y las embajadas. Johannesburgo es una gran ciudad de origen minero llena de contrastes, pero con gran vida y movimiento, restaurantes, teatros y museos —destacando el Museo del Apartheid. Esta es una visita imprescindible para entender la vida de Sudáfrica y el combate al ignominioso régimen discriminatorio racial del Apartheid. La lucha de Nelson Mandela y el resto del pueblo africano por su

en octubre se viste de lila con jacarandas que engalanan todas sus calles. Ya sea que se decida a visitar Sudáfrica durante la Copa Mundial de Futbol de 2010 o que acuda usted antes o después de este acontecimiento, estas son algunas regiones y poblaciones que hacen la delicia del turista. Un segundo viaje lo llevaría a maravillosos descubrimientos, incluyendo interesantes países vecinos como Botswana, Mozambique, Namibia y las imponentes cataratas Victoria entre Zimbabwe y Zambia, así como a la posibilidad de un crucero muy recomendable por las islas del paradisíaco Océano Índico de África del Sur: Mauricio, Madagascar, Reunión, las Comores, Zanzíbar y Mombasa. Sudáfrica, con largas costas y bellas montañas a lo largo de un territorio, que es dos tercios el de México y que goza de climas y temperaturas muy parecidas a las nuestras, es mucho más que eso. Es un país de 45 millones de habitantes en proceso de reconstrucción económica y social, que constituye hoy día la capital de África y su puerta de entrada más importante. No deje de visitarlo. ●

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SABERES

sabores

›LA COMIDA ESTÁ DE ALIVIO

Paco Ignacio Taibo I

G

ourmet democrático, si es posible decirlo así, y gran escritor y periodista asturiano-mexicano, Paco Ignacio Taibo I nació en Gijón en 1924, llegó a México en 1958 y aquí se quedó, con nosotros, para siempre. Murió el 13 de noviembre de 2008, pero su obra, su don de gente, su inteligencia, su espléndido humor y su emoción permanecen como enseñanzas de vida que nos legó en los diversos ámbitos. Como homenaje a este hombre singular y a este escritor y periodista inolvidable, rescatamos un par de páginas de su gozoso Breviario del mole poblano (1981), hoy agotado, y para estar, como él mismo para iniciar esta sección de dijo, de alivio y no de luto, asomándonos a la risueña vida que disfrutó y compartió. Muchas gracias, querido Paco, por seguirnos acompañando.

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Los ingleses, muchos franceses y algunos españoles contemplan los calamares en su tinta con un cierto recelo; sospechan que si el mar se pone de luto sus razones tendrá. Este sentimiento de cautela frente a las comidas negras u oscuras, acaso parte de los gustos de nuestros ancestros, los simios, quienes siguen prefiriendo el verde, los colores amarillentos, rojizos o de un ocre suave. En una película de Tarzán, he visto a Chita comerse una chistera, pero habrá que aceptar que se trató más de un acto compulsivo y extravagante, que de una verdadera apetencia alimenticia. Lo negro suele relacionarse, en Occidente, con las lágrimas, y cuando yo era niño existía la costumbre de que los Reyes Magos, junto con los juguetes, dejaban a los muchachos traviesos unas piedras de carbón. Ese carbón era dulce, pero yo recuerdo haberlo comido sólo después de atravesar una seria barrera de obstáculos inhibidores. Comer cosas negras es tarea pesada para algunos y para otros incapacidad total. Exagerando algo, podríamos decir que lo negro es alimento ideal para ciegos, y lujo para esa minoría que se acerca al caviar de Beluga sin tener que vender previamente el automóvil. Sin embargo, y a pesar de esto, en la cocina mexicana abundan los manjares de color serio y son recibidos con un júbilo que nadie oculta. Aparece sobre la mesa el plato colmado de apetitosas oscuridades y es recibido con un aplauso nutrido y exento de recelos.

Los manjares negros en México viajan en primera, y no son discriminados, ni aun por los descendientes de sajones; el color, diría yo, incluso favorece su estatus en las minutas, ya que suele ser señalado con énfasis.

acude este Breviario, adquiere un tono muy oscuro que va del rojo acafetado, al negro amarronado, pero que mantiene dentro de sí mismo el negro como elemento preponderante y característico.

Estar de alivio es perder la pena y asomarse a la vida. Así, a la hora de las frutas, se sugiere el zapote negro, y si usted viaja hasta Oaxaca, le pedirán que se coma unas tortillas negras. Incluso el frijol negro tiene muy entusiastas defensores frente a los frijoles bayos, los blancos, los pintos y los otros muchos de variado tono. Hay un hongo negro que se nutre de las mazorcas del maíz y que es una delicia; este hongo se llama huitlacoche, y ya entró en la gran cocina del brazo de las crepas, en donde guarece su negrura pero estalla en sabor, apenas si se muerde la suave envoltura de harina blanca. En el Restaurante del Lago, en el Bosque de Chapultepec de la ciudad de México, ofrecen un pollo relleno de huitlacoche que es fenomenal. Y no olvidemos que el chocolate puede ser tan oscuro como un watusi y que nació, justamente, por estas tierras mexicas. En fin, que a la cocina mexicana le sienta bien el luto y que entre tanta alegría gastronómica vestida de serio, destaca el mole que puede llegar a la negrura absoluta (en Mérida), pero que en Puebla, lugar al que

El mole poblano, si no es tan negro como la chistera de Chita, sí entra en esa seriedad que asombra a los degustadores de países que sólo usan el negro para acudir a los panteones. Y acaso sea este hecho, su manifiesta oscuridad, el que añada una nota curiosamente extraña; un cierto elemento rechazante y un problema de aventura. Acercarse al mole por vez primera sin un cierto recelo es casi imposible, y alejarse del mole sin una profunda nostalgia papilar es cosa para gentes dadas a comidas sin entraña. El mole, diré para terminar este capítulo, no es un manjar que está de luto; pero sí un manjar que está de alivio. Situación en la que se encontraban nuestras abuelas cuando salían del negro que predicaba su afiliación, y aun no se encontraban suficientemente dispuestas a caer en los verdes, los rojos y otros colores alegres. Estar de alivio es perder la pena y asomarse a la vida. Si el mole es manjar que está de alivio, es porque no hay pena que se le resista. ●

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LA VOZ DEL LIBRO

el eco de la lectura

›QUÉ LEER Y POR QUÉ

Carlos Monsiváis recomienda Gomorra, de Roberto Saviano [Debate, 2008]

Uno de los mejores libros que he leído en los últimos días y que recomiendo, enfáticamente, es Gomorra: Un viaje al imperio económico y al sueño de poder de la camorra, de Roberto Saviano. Lo recomiendo por muchas cosas, pero sobre todo porque está extraordinariamente bien escrito, porque demuestra que es posible trasladar a la literatura un tema tan brutalmente sórdido y policiaco, y porque demuestra también que la literatura se tiene que adaptar a las realidades y no las puede dejar de lado. CARLOS MONSIVÁIS. Escritor. Su más reciente libro es El 68: La tradición de la resistencia (Era, 2008).

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Julieta Fierro recomienda La región más transparente,

de Carlos Fuentes [Alfaguara, 2008, edición conmemorativa] Sugiero Chéri, de Sidonie Colette, a quienes disfruten el francés y deseen enterarse de algunas formas en que las mujeres vemos a los hombres. Recomiendo también Saturday, de Ian McEwan, porque es apasionante, fresca, inteligente, impredecible. Y una relectura obligada es La región más transparente, de Carlos Fuentes: existe una nueva edición, conmemorativa, a cargo de las Academias de la Lengua, del sello Alfaguara, donde además de un glosario aparecen textos de seis distinguidos académicos. JULIETA FIERRO. Astrónoma y escritora. Uno de sus más recientes libros es Cartas astrales: Un romance científico del tercer tipo (Alfaguara, 2006).

Esta sección de acude a los lectores expertos, a los apasionados en la lectura, y son ellos los que recomiendan los siguientes libros que podrían entregar a otros lectores experiencias imborrables y transformadoras. Agradecemos a Carlos Monsiváis, Julieta Fierro,Tomás Granados Salinas, Carlos Gómez Camarena, Héctor de Mauleón, Claudio Isaac, Marco Antonio Campos y Daniel Goldin su disposición a responder nuestra encuesta. (JDA)

Carlos Gómez Camarena recomienda El lugar de los encuentros: Comunicación y cultura en un centro comercial, Tomás Granados Salinas recomienda Vidas perpendiculares, de Álvaro Enrigue [Anagrama, 2008]

El libro que recomendaría sin dudar ni siquiera un instante es Vidas perpendiculares, de Álvaro Enrigue. El argumento (un hombre mediocre que logra recordar sus vidas pasadas, todas emocionantes), la calidad de la escritura (hay en ella un amplísimo registro de tonos, un lenguaje rico y fresco aun en los arcaísmos, un humor sutil, guiños constantes a otros libros y autores, en particular Quevedo), la estructura (que hilvana pequeños cuentos, casi todos bien redondeados), la recreación histórica (lo mismo la Palestina en tiempos de Jesucristo que los altos de Jalisco a mediados del siglo XX): Enrigue emprendió una aventura ambiciosa y salió más que airoso. TOMÁS GRANADOS SALINAS. Ensayista, crítico y editor. Director del suplemento de libros Hoja por Hoja.

de Inés Cornejo [Universidad Iberoamericana, 2007]

Para quienes hoy ven las películas en pedacitos o leen los libros a cachitos y sin orden está El lugar de los encuentros. Un centro comercial actualmente se recorre como nuestras películas y nuestros libros: sin un orden estricto, circularmente, fragmentado. Como el aeropuerto, el centro comercial también es un lugar donde coinciden la cultura y la comunicación. ¿Cómo es su cultura y qué se comunica? Para los morbosos que quieren explicaciones de lo cotidiano será una delicia, especialmente si se habita el no-lugar del centro comercial. Nuestras maneras de leer han cambiado también. CARLOS GÓMEZ CAMARENA. Psicoanalista y académico de la Universidad Iberoamericana.


Daniel Goldin recomienda El ardor de la sangre y Suite francesa,

de Irene Nemirovsky [Salamandra, 2007 y 2006]

Héctor de Mauleón recomienda La intimidad como espectáculo, Claudio Isaac recomienda de Paula Sibilia Pensando [Fondo de Cultura Económica, 2008] en la izquierda, El espectáculo de la intimidad, de Paula Sibilia, es un estudio sobre el eclipse de la intimidad en tiempos de Facebook y MySpace, las redes sociales en donde las vidas privadas de millones de personas son exhibidas diariamente sin ningún pudor. ¿Dónde quedó la intimidad, un avance de la civilización que en el siglo XVII permitió a los seres humanos escapar de la mirada de los otros e impuso la división de conceptos entre “vida pública” y “vida privada”? Para Sibilia, el “show del yo” en Internet es la respuesta del hombre a las megalópolis, una reacción frente a los terrores que desatan el anonimato y la soledad. Exhibirse es existir: sólo eres si eres conocido. El libro de Sibilia analiza con extraordinaria lucidez un cambio cultural que parece llevarnos de vuelta a la Edad Media, bajo la tiranía de la mirada de “los otros”. HÉCTOR DE MAULEÓN. Narrador y editor. Uno de sus libros más recientes es Como nada en el mundo (Planeta, 2006).

de Héctor Aguilar Camín [Fondo de Cultura Económica, 2008]

A través de catorce ensayos agudos, en Pensando en la izquierda, Héctor Aguilar Camín nos dibuja un mapa histórico de lo que es la izquierda mexicana, desde sus raíces nos explica sus circunstancias actuales, sus vertientes, sus pormenores. Un libro que a muchos puede resultarle sacrílego o incómodo, pero provechoso para que el lector desenmarañe este panorama actual en que la izquierda se ahoga bajo el peso de las seudoideologías oportunistas.

CLAUDIO ISAAC. Escritor, pintor y cineasta. Su más reciente libro es Cenizas de mi padre (Juan Pablos, 2008).

Marco Antonio Campos recomienda releer la Flor nueva de romances viejos,

de Ramón Menéndez Pidal [Espasa Calpe, 2000] Para mí ha sido una delicia leer de nuevo la Flor nueva de romances viejos, que preparó Ramón Menéndez Pidal. Hay en esos romances españoles la raíz o la continuidad épicas, fragmentos definitivos de la historia española, relatos de lealtad honorable y de traiciones, de actos valerosos y de cobardías abyectas, aun momentos de delicado erotismo. Por otro lado, releo también los libros de la Historia Universal Asimov, sobre todo los de la historia de Roma (La república romana, El imperio romano), que son un modelo de inteligencia, de síntesis y de una amenidad tan grande que no quieres abandonarlos. La historia viva. Los grandes actores de la política y de la guerra parece que los conoces y los has visto muchas veces en la calle. Por demás, muchas acciones políticas tienen una increíble actualidad. MARCO ANTONIO CAMPOS. Poeta, narrador, ensayista y traductor. Obtuvo en 2008 el Premio de Poesía Antonio Machado en España.

Acabo de leer las dos obras póstumas de Irene Nemirovsky, la genial novelista rusa judía, emigrada a Francia y asesinada en Auschwitz en 1942. El ardor de la sangre es una novela corta, construida como una pieza perfecta de ingeniería de la pasión amorosa, sus escondrijos y paradojas. Suite francesa es, en cambio, una obra de largo aliento y más amplia perspectiva, en la que se narra el entramado de relaciones entre los supuestamente amigos y enemigos en la Francia ocupada. Las dos novelas se desarrollan fundamentalmente en el mismo escenario de la provincia francesa. En ella nadie queda a salvo, ni por obedecer al amor ni por negarlo, ni por estar de uno u otro bando. Nemirovsky es implacable y aguda, sin embargo no es desesperanzadora. Es sorprendente la madurez de una autora de 39 años, que sin duda estaba llamada a ser una de las grandes del siglo XX. Las recomiendo ampliamente. Cada una es una joya. Pero se disfrutan mejor juntas. La poesía está en el interlineado. DANIEL GOLDIN. Editor, escritor y promotor de la lectura. Su más reciente libro es Al otro lado de la página (Santillana, 2008)

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MUSICA PARA CAMALEONES

›QUÉ ESCUCHAR Y POR QUÉ Al igual que la sección La voz del libro/ El eco de la lectura, dedicada a libros, Música para camaleones (que toma su nombre de un célebre texto de Truman Capote) es una sección dedicada a la recomendación de obras musicales, para lo cual se ha invitado a melómanos, investigadores, expertos, editores, musicólogos y denodados amantes de la música. En esta ocasión, agradecemos a María Cristina García Cepeda, Alejandro Marcovich, Carlos Muñoz Izquierdo, Benjamín Salcedo V. y Modesto López, el que con tanta gentileza y generosidad hayan accedido a compartir con los lectores de su experiencia y su pasión.

María Cristina García Cepeda recomienda: New Year’s Concert 2009, de Daniel Barenboim

& Wiener Philharmoniker [2009] Recomiendo escuchar el disco del tradicional Concierto de Año Nuevo que se lleva a cabo en la ciudad de Viena, en Austria. Desde hace ya más de seis décadas es toda una institución y hoy en día es televisado a más de 50 países en todo el mundo. En esta ocasión, el pianista y director de orquesta argentino-israelí, Daniel Barenboim, hace su debut al frente de la conducción de la Orquesta Filarmónica de Viena con un tradicional programa de música ligera de la familia Strauss y de varios autores más como Josef Hellmesberger y Franz Joseph Haydn. Desde el 8 de enero está a la venta en línea para ser descargado por Internet, pero también es posible adquirirlo ya en la tienda de discos. MARÍA CRISTINA GARCÍA CEPEDA. Directora del Auditorio Nacional.

Alejandro Marcovich recomienda In Between Dreams,

de Jack Johnson [Brushfire Records, 2005] En compañía, o hasta para viajar solos, mientras manejamos en carretera, el disco que yo recomiendo es In Between Dreams, del músico hawaiano Jack Johnson. Este CD aborda temas sobre el medio ambiente, la guerra y la obsesión capitalista del negocio como eje de vida. Canciones como “Better Together”, “Never Know” y “Good People”, entre otras, pueden hacernos pasar un rato agradable al tiempo que reflexionamos sobre los problemas de la actualidad. ALEJANDRO MARCOVICH. Compositor, guitarrista, arreglista, productor y ex integrante del grupo Caifanes.

Carlos Muñoz Izquierdo recomienda Verdi Gala [Euroarts, 2001] Recomiendo la grabación de un concierto, difundido en dos DVD’s, que fue realizado el 11 de marzo de 2001 en el teatro Padiglione de Parma, Italia, para conmemorar el centenario del fallecimiento de Giuseppe Verdi. Esa grabación se intitula Verdi Gala, y reúne un estupendo elenco de artistas que interpretan diversos fragmentos de 12 de las 28 óperas que debemos a ese compositor. Independientemente de que todas las interpretaciones son estupendas, a mí me impresionó de manera muy especial la intervención de Marcelo Álvarez, joven tenor argentino, en el famoso cuarteto de la ópera Rigoletto. La grabación fue realizada bajo el sello de Euroarts, y el número de identificación que aparece en el código de barras es el 8 8024251057 0. CARLOS MUÑOZ IZQUIERDO. Investigador emérito del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE), de la UIA.

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Benjamín Salcedo V. recomienda Fantasy Black Channel,

de Late of the Pier [EMD, 2008] Cuando lees que el grupo es una combinación de Frank Zappa con Prince, difícilmente dejarás pasar la oportunidad de escucharlo. Perfectamente permeado por la maravillosa locura de ambos; experimental y accesible, rítmico pero a la vez diferente. Uno de los descubrimientos del año. Este quinteto inglés navega por las aguas sintetizadas de los Klaxons pero con un gran respeto por el new wave más exquisito del estilo que hicieran famosos a Gary Numan o Ultravox. Original y desquiciante, sin convencionalismos. BENJAMÍN SALCEDO V. Director de Rolling Stone México.

Modesto López recomienda Antonio Preciado, poeta: entre cantos y marimbas [Ediciones

Pentagrama, colección La Palabra, 2008] Antonio Preciado: ecuatoriano, poeta de la negritud, hombre latinoamericano. Es esta una edición doble (CD/DVD), que contiene un documental sobre la vida y obra de Preciado, radiografía de las influencias que lo hicieron ser quien es y de la honda huella de su paso por la cultura de su patria, y un disco compacto que recopila, en propia voz, algunos de sus más celebrados poemas. Se trata pues de un binomio infaltable para aquellos amantes de la palabra y una oportunidad para conocer la obra de quien el inolvidable Nicomedes Santa Cruz señalara como “el gran poeta de la negritud de este continente”. MODESTO LÓPEZ. Músico, editor e investigador musical. Director de Ediciones Pentagrama. ●


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