IBERO CUENTOS
20 21
Maestros de Español Biranda Piceno Josué Pérez Camacho Ilustraciones Dana Sofía Reyes Salcedo. 3ro B Bianca Pereda Arámburo. 3ro B Clarissa Andrade. 3ro E Andrea Morales Rojas. 2do C
Maestros de artes Brenda Daniela Hernández Ramón García Vázquez
Valeria Sofía Gutiérrez Cárdenas. 2do C María Fernanda Mercado Montoya. 1ro B Lucía Ríos Fernández. 3ro E Karina Durán Mejía. 3ro B Jesús Alberto Muñoz Raymundo. 3ro A
Portada: Karina Durán Mejía, 3B (Ganadora del 1er lugar del concurso para portada Iberocuentos 2021).
Contraportada: Nayla Jimena Domínguez García, 3ro C (Ganadora del 2do lugar del concurso para portada Iberocuentos 2021).
Edición: Aleida Villa Iberocuentos 2021 Colegio Ibero Tijuana Nivel Secundaria Tijuana, Baja California. México Junio del 2021 https://colegiouia.edu.mx/
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Rosaura Itzel De las piedras. 3ro D Nizabella Toledo Pérez. 3ro E Ricardo González Parra. 1ro C Sofía Nicole Solano Sánchez. 3ro B Sergio Monraz Ávalos. 2do D
Prólogo: Érase una vez dentro de nuestra realidad, inimaginable una educación a distancia. Algo similar a un cuento de ciencia ficción en donde los protagonistas permanecerían un ciclo escolar desde casa pegados a artefactos electrónicos para comunicarse con los otros. Universos paralelos, cada uno con una vida y al mismo tiempo todos en una sola realidad ¡Increíble! Este 2021 nuestros alumnos, principales protagonistas de esta antología, jugaron con toda su imaginación para desarrollar narraciones en momentos de confinamiento, demostrando que el arte se puede ver reflejado también en las letras. Hicieron notar que la habilidad lingüística se domina desde la imaginación, desde la tenacidad de armar un rompecabezas mental para obtener esa trama, esa anécdota y cumplir con el subgénero deseado. El arte visual que acompaña a cada historia hace de esta antología, por primera ocasión, un contenido complementario entre cuento e imagen. Cada historia y cada ilustración fueron creaciones originales de nuestros alumnos, elaborados en las sesiones de lectura a través de la asignatura de Español y en el taller de Artes visuales. Se agradece a cada uno de los docentes involucrados entre las coordinaciones de Comunicación y lenguaje y Arte para la realización de esta compilación de narraciones. No hay adversidad alguna cuando la imaginación y la creatividad van de la mano para echarse a andar, ciclo 2020-2021, aquí el ejemplo. Profra. Brianda Piceno H. Coordinación de Comunicación y lenguaje. Secundaria
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Índice: “Nā koa o Hawaii” (Los Guerreros de la Isla de Hawái) …………
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Por: Liliana Karina Valdez Vedder, 1ro A
James Benson ………………………………………………………………………
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Maryan Alejandra González Oliveros, 1ro A
Atrapados en el tiempo ……………………………………………………….
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Por Fernanda Ulbrich, 1ro A
El orfanato ………………………………………………………………………….
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Por Mariana Reza Diaz, 1ro A
El rescate de los elefantes ……………………………………………………
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Por Siomara Yunuen Molina Chávez, 1ro A
El misterio del apartamento 15 ……………………………………………
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Por Montserrat Paz Cabrera, 1ro A
Las fantásticas aventuras de Amy, Oli y Erick ……………………….
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Por María Fernanda Mercado Montoya, 1ro B
La otra familia …………………………………………………………………….
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Por Anabela Avilés Vidales, 1ro C
La cueva en la playa …………………………………………………………….
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Por Itzae Arad Lamas Saaib, 1ro C
Aventura hacia la Selva ……………………………………………………….
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Por Anakaren Medina Quirós, 1ro C
Desapariciones …………………………………………………………………….
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Por Sebastián Meza León, 1ro C
El preciado elefante de oro ………………………………………………….
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Por Bárbara Camila Morán Landín, 1ro C
Ashanti el héroe sin capa …………………………………………………….
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Miguel Ángel Núñez Trujillo, 1ro C
Mi amigo el robot y los villanos …………………………………………… Por Ana Victoria Valdez, 1ro C
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“Nā koa o Hawaii” (Los Guerreros de la Isla de Hawái) Por: Liliana Karina Valdez Vedder, 1ro A Aquella noche oscura, fría y sin luz, en aquel pueblo de nombre desconocido, caminaba a casa un joven llamado Jack, por un callejón solitario y escondido. A medio camino Jack escuchó unos pasos correr por detrás e inmediatamente volteó, pero no vio a nadie. Sin embargo, cuando volteó de nuevo, dio un brinco del susto. No alcanzó a gritar, ya que apareció una figura misteriosa frente a él. Le tapó la boca y susurrando le dijo: “Fuiste el elegido”. Le dio una hoja desgastada y antigua y junto a ella un amuleto que parecía ser de oro. Jack, confundido y asustado, siguió su camino. Al llegar a casa, antes de dormir, revisó lo que aquella figura le dio. “¡Es un acertijo!”, exclamó emocionado. Jack tenía una gran pasión por explorar la naturaleza y jugar a veces a ser un detective-espía que resolvía casos misteriosos. Esa noche, empezó a leer el acertijo con una linterna bajo su cobija. Más tarde, observó con detalle el amuleto y descubrió que era una brújula, pero cuando la utilizaba parecía no funcionar. Durante un mes recibió acertijos que encontraba gracias a la brújula, que casualmente solo funcionaba en distintos lugares. En cada pista había un conjunto de letras extrañas. Las consiguió de distintas personas, que eran cómplices de aquella figura. Llegó un momento en el que una pista no tenía sentido, ya que resultaba ser muy confusa. Aquella pista se la entregó una señora que vendía frutas en el centro de un parque. Al instante Jack notó algo distinto, ya que tres chicos más se acercaban. - ¿Cuál es la siguiente pista? - preguntaron los chicos al mismo tiempo. - ¿Quiénes son ustedes? -preguntó Jack confundido. -Casi no nos conocemos, solo vinimos por la pista, pero yo soy George, él es Juan y él es Manuelrespondieron. - Mucho gusto, pero... ¿Ustedes también buscan la pista? - ¡Sí! - dijeron al mismo tiempo. - ¡La pista! - exclamó Jack- Yo también la estoy buscando- dijo emocionado. En ese instante la señora los interrumpió:
-Ustedes fueron los elegidos- dijo sonriendo. Así que les entregó mochilas y boletos para volar a Hawái. -Solo viajen a donde las personas les indiquen, ellos serán sus guías, pero nunca, nunca NUNCA conversen de esto con nadie- advirtió. Mágicamente, cuando los chicos voltearon entre sí, confundidos, ella desapareció. Cuando llegaron a Hawái, un señor llevó sus mochilas con todo lo necesario para sobrevivir en la naturaleza. Los dirigió a una habitación hecha de bambú en medio de la selva fangosa, en donde se quedarían a dormir. También les dio la pista final. Una vez ya instalados, recorrieron el pueblo y observaron la increíble cultura de los habitantes. Sin embargo, no había tiempo para diversiones. Así que resolvieron el último acertijo y llegaron al centro del volcán Mauna Kea, el más grande y fuerte de todos. En medio del asombro encontraron dentro del volcán a la figura misteriosa. Ella se quitó la capa y era una persona. Lo increíble era que tenía alas hermosas llenas de flores y plantas. -Somos los protectores de Hawái. Mis cómplices y yo les enviamos las pistas- dijo mientras ella y sus cómplices se elevaban por el aire. -La situación es que, dentro de este volcán, hay mucho oro, joyas costosas y mágicas de los antepasados. Hemos sido amenazados por el robo. En ese instante llegaron los bandido-espías, Juan dio un paso hacia el frente y dijo: - ¿Dónde está el oro? o si no… Jack lo interrumpió: - ¡Nos traicionaste! Eres un bandido, espía. ¿Cómo pudiste? ¡Éramos amigos! -decepcionado dijo. -Ya no más- respondió Juan. Luego combatieron, Juan y los bandido-espías contra los protectores, Manuel, George y Jack. Mientras luchaba, Jack pensó en las letras extrañas de las pistas y las relacionó. - ¡Es un código de una frase en idioma hawaiano! - exclamó. Así que le preguntó a George, un chico muy listo, qué significaba. George respondió:
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-Dice: ʻO ka hopena wale nō ka mea i ʻoi aku ka mana e like me ka ʻuhane maʻemaʻe Jack, confundido, le preguntó: -Sí, pero ¿qué significa en español? Luego George lo tradujo rápidamente mientras Manuel y los protectores luchaban contra Juan y los bandido-espías. El código decía que la única solución para salvar la isla era ofrecer aquello más poderoso como el alma pura. Entonces, valientemente, Jack corrió hacia la cima de la montaña y dijo: “Daré mi alma pura de ser necesario para salvarlos”. En ese momento George y Manuel lo interrumpieron: “No hagas esto solo, sí significa el último adiós queremos hacerlo contigo”. Después, se agarraron de las manos cerrando los ojos, pero justo antes de sacrificarse la isla volvió a su normalidad y los chicos siguieron vivos. La isla, para fortalecerse más y volver a ser tan mágica como antes, no era necesario el alma. Necesitaba lo más poderoso, el poder de una verdadera amistad. Los protectores y los chicos ganaron a los bandido-espías y nadie salió herido. Entonces los protectores de Hawái le otorgaron un brazalete misterioso a cada uno de los chicos. Eran mágicos, ya que fue el obsequio de la tierra de Hawái. Al final llevaron a los bandido-espías a una isla en medio del océano que no tenía salida. Después, al llegar al pueblo, los habitantes los recibieron con mucha alegría y agradecimiento. Realizaron una fiesta y celebraciones. Fueron recordados como “nā koa o Hawái” (Los Guerreros de Hawái). Se convirtió tras los años en una tradición para celebrar el llamado “Ka hānau hou ʻana o ka mokupuni ʻo hawaii” (El Renacimiento de la Isla de Hawái).
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Imagen por: Dana Sofía Reyes Salcedo, 3ro B
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James Benson Por: Maryan Alejandra González Oliveros, 1ro A Había una vez una mansión de una familia de personas muy ricas, pero sin ningún hijo o descendiente de su familia. Una noche oscura y fría, llegó a la puerta un bebé en una pequeña canasta, casi muriendo de frío, la mujer que traía la canasta tocó el timbre y se fue corriendo. Cuando el mayordomo abrió la puerta vio al pequeño bebé y se compadeció de él. El señor de la casa y su esposa decidieron adoptarlo y su nombrarlo James Benson. Diez años después, el 6 de junio, era el cumpleaños de James Benson, y sus padres decidieron hacerle una pequeña fiesta. Ahí conoció a su mejor amigo, Sam Gordon, que también venía de una familia rica, unas horas después un desconocido entró a la mansión junto con otros hombres, pero estaban vestidos de meseros. Luego su padre sintió cómo atravesaban su piel y la sangre salía de su cuerpo, mientras veía a su esposa caer al suelo. Justo antes de que le dispararon alcanzó a proteger a su hijo. Al siguiente día, después del funeral de sus padres, hicieron una reunión familiar en la que discutían sobre quién se iba a quedar con la fortuna de la familia y una piedra muy valiosa, la cual solo los padres del pequeño James sabían dónde estaba. Mientras discutían, James estaba en su cuarto, destruido, pues pensaba que siempre que pasaba algo bueno en su vida, algo malo siempre lo destruía. Entonces decidió abrir el regalo de su padre antes de su muerte y era un mapa del bosque que estaba al lado de la mansión. James le dijo a Sam lo que había encontrado y decidieron ir al bosque para descubrir el tesoro. En lo que iban de camino al bosque alguien los estaba siguiendo y de repente James sintió cómo le ponían una bolsa en la cara; cuando se la quitaron vio que estaba en lo más oscuro del bosque y amarrado de una silla, luego vio que su amigo Sam estaba a su lado y escucharon una voz que dijo: - ¿Dónde está el mapa? -No lo sé- dijo James asustado. -Dime o tu amigo morirá- escuchó mientras un cuchillo aparecía sobre el cuello de Sam. De pronto un elefante salió de los arbustos y atacó a los extraños, en eso James logró desamarrarse y liberar a Sam. Una vez que los extraños habían huido, el elefante dejó que se subieran a su lomo para llevarlos a su casa; cuando estaban en camino, James iba buscando el mapa porque no sabía en dónde estaba y encontró un pequeño bolso que pertenecía a la tía que más lo odiaba, también encontró unas huellas y decidió seguirlas. Cuando iban caminando escucharon la voz de su tía y uno de los hombres que los atraparon, la tía estaba regañando al hombre por no matar a James, entonces el chico le dijo a Sam: - ¿Tienes una cámara o una grabadora en tu mochila? -No lo sé, creo que tengo una cámara por aquí. Sam le dio una cámara a James para grabarlos y huyeron de ahí, antes de que los descubrieran. Cuando llegaron a la ciudad buscaron a la policía y todo salió a la luz. Lo demás ya es historia.
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Ilustración por Bianca Pereda Arámburo, 3ro B
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Atrapados en el tiempo Por: Fernanda Ulbrich, 1ro A
En esta historia se narra la aventura de una inmigrante venezolana con residencia Alemania en 2045 que descubrió cómo viajar en el tiempo, en uno de sus viajes terminó por accidente en la Segunda Guerra Mundial donde conoció a dos personajes que a lo largo de la historia se volvieron muy importantes para ella por situaciones complicadas que vivieron juntos para salvar sus vidas. Mikaela al mudarse a Alemania y desempacar sus pertenencias se percató de un objeto desconocido y se dio cuenta que al presionar algunos botones podía viajar en el tiempo, ya que cuando pulsó un botón rojo viajó a México en 1821, luego a China en el 2020, después Alemania en 1944 y al escuchar gritos de un camión tan negro como la noche, que al parecer tenía personas dentro, Mikaela quiso regresar al 2045 pero del susto tiró la máquina del tiempo. Al levantar su aparato y recuperar su vista hacia al frente vio que del vehículo salían unas manos y aprovechó la distracción del chofer para ayudar a bajar del camión a dos personas llamadas Noah y Mila que eran dos judíos hermanos que fueron capturados por soldados nazis; Mikaela decidió presionar el botón rojo de nuevo para escapar de la situación, pero no sucedió nada, la máquina del tiempo no servía por lo que los hermanos propusieron ir a su refugio para esconderse. Cuando llegaron al refugio, Mikaela les explicó a los hermanos que ella venía del futuro y necesitaba revisar a su máquina, al momento les propuso que se podían ayudar mutuamente, Mikaela les ayudaría a salir de ahí llevándoselos al futuro si ellos la ayudaban a arreglar su máquina; cada que iniciaban una búsqueda encontraban una dificultad por el acecho de los nazis que siempre estaban muy cerca de atraparlos, hasta que fueron acorralados y en su desesperación Noah tropezó con un radio y se rompió. Mikaela y los hermanos fueron amarrados y los subieron a un camión que los llevarían a un campo de concentración donde sus vidas estarían en manos de los nazis, sus rostros eran pálidos, expresaban tristeza y sus ojos llenos de lágrimas a punto de romper en llanto porque se esfumaba de sus manos viajar al futuro y poner sus vidas a salvo; llegando al campo de concentración pusieron en el interior de una celda a Mikaela y los hermanos para realizar el registro y una inspección médica…
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Imagen por: Clarissa Andrade, 3ro E
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El orfanato Por: Mariana Reza Diaz, 1ro A
En el año de 1980, un orfanato muy reconocido en la Ciudad de Nueva York, tras no tener los recursos necesarios para poder seguir manteniendo a los niños que lo habitaban, el orfanato anunció que estaba en quiebra, la directora ya no tenía dinero para pagar los gastos esenciales para que los niños vivieran en las mejores condiciones posibles. Tenían que evacuar el lugar en un mes, nadie sabía qué hacer todos estaban desesperados en ese momento. Pasaron los días y la noticia se fue extendiendo más y más, casi todo el país sabía. Todos al enterarse que el orfanato estaba en quiebra se quedaron sorprendidos ya que llevaba más de 100 años en ese lugar, sin embargo, nadie quiso ayudar, solo salían y salían noticias, pero nadie tuvo empatía por los pobres niños que tendrían que dejar su hogar donde había vivido. Hasta que la hija del presidente, que era una joven de unos 20 años, muy agradable, amable, sociable y empática escuchó sobre la noticia. Ella tenía una empresa de modelaje y tenía su propia marca de ropa por lo cual ganaba mucho dinero. Su padre, el presidente, era el que supervisaba el negocio. Le dijo a su padre que quería donar 1 millón de dólares al orfanato, a lo que este le contestó que NO. Su hija se quedó pensando en alguna razón por la cual se había negado su padre. Solo pensaba que esos niños se quedarían sin un lugar dónde vivir. Le preguntó a su padre la razón por la que él dijo que no. Este se enojó y no le contestó. La joven, desde hace tiempo, sospechaba que su padre era algo raro. Él era misterioso, callado y por alguna razón tenía una gran fortuna desde antes de ser presidente. En una ocasión había visto una foto de su padre de joven, pero su padre se dio cuenta y se la quitó de la mano. En esa su padre estaba joven, así que se puso la tarea de investigar quién era su padre realmente. Investigó la foto y se dio cuenta que su padre era un narcotraficante el cual ya no tuvo éxito y tuvo que crear una nueva identidad, y el dinero de su hija lo gastó todo. No dejó ni un poco. Bastante impactada, decepcionada, y asustada de quién era realmente su padre llamó a la policía... Los policías tardaron en llegar. Cuando por fin llegaron a la Casa Blanca su padre ya se había escapado la pregunta es ¿por qué? Los policías, al llegar a su habitación, en la cual nadie entraba, solamente él, empezaron a examinar y encontraron varias cosas, entre ellas una carta que había sido escrita recientemente la cual decía: Hola Hija sé que estos años no he sido el mejor padre que has podido tener, pero solo quiero decirte varias cosas… Sé que ahora sabes mi identidad secreta y por eso te escribo esta carta, no tengo mucho tiempo, ya casi me voy y nadie va a saber a dónde iré, pero quiero decirte que lamento tanto todo lo que estás viviendo y sé que son importantes para ti esos niños y se lo cuánto que quieres ayudarlos. También sé que sabes que todo el dinero que has ganado lo gasté, quiero que sepas que es muy difícil de conseguir de nuevo ese dinero, pero todo en la vida se puede lograr si te lo propones. Mi vida no es la mejor que digamos, soy un criminal que robó mucho dinero y ahora que saben quién soy yo en realidad tengo que escapar. Lo siento mucho te extrañaré… Con amor tu padre. Con estas palabras seguía muy enojada con su padre, pero le importaban más los niños. Tenía que pensar en un plan rápido: iba a seguir durante esas tres semanas trabajando en el negocio del modelaje e iba a trabajar horas extras para poder ganar por lo menos 500 mil, o sea la mitad de lo que había pensado y con esos 500 mil iba a dárselos a los niños del orfanato para que pudieran pagar el lugar… y cuando ganara los otros 500 mil se los iba a dar para que pudieran tener todas sus necesidades cubiertas. La joven trabajó y trabajó muchas horas todos los días durante las tres semanas. Cuando pudo completar el dinero pidió un vuelo hacia Nueva York y llegando pidió un taxi y se fue directo al orfanato habló con la directora y se pusieron de acuerdo, ella le donó todo el efectivo. 12
Los niños estaban muy agradecidos con la amable joven por todo su apoyo y le prometieron usar el dinero en cosas buenas. -Muchas gracias, señorita. - ¡De nada!, es un placer ayudarlos. -Le prometemos usar el dinero en cosas buenas como nuestros estudios. - ¡Eso espero! Un año después ella se convirtió en la presidenta del país por su gran carisma, se ganó la confianza de los ciudadanos y siempre que podía ayudaba en algo, siempre lo hacía. Los ciudadanos la quisieron... fue una gran presidente y ayudó mucho al país. De su padre ya no se supo más...muchos inventaron cosas como que le había dado un infarto o el avión que tomó se estrelló... la verdad nunca se supo.
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14 Imagen por: Andrea Morales Rojas, 2do C
Jorge: -No podemos dejar que se lleven a los elefantes, son nuestros amigos Rogelio: -Ya sé, y no vamos a dejar que se los lleven, pongamos las trampas que planeamos poner, AHORA. Esteban: -Aquí están, ya traje todas. Jorge: -Perfecto, hay que ponerlas. Pusieron trampas alrededor de lo elefantes por la noche y en el día se di dividían para estar cerca de los animales, mientras esperaban a la dama. Después de una semana la dama llegó y cayó en la trampa, muy fácilmente los niños lograron convencerla para que no se llevará a los elefantes, ellos la amenazaron y esta, aun sabiendo que eran niños chiquitos sabía que eran capaces de todo, así que dejó su idea de robarles los elefantes. Los niños subieron a la dama de nuevo a la superficie ya que había caído en un hoyo con filos apuntando hacia ella, quitaron los filos y le dieron una soga para subirla, pero aún precavidos tenían pepper spray en sus manos, apuntando hacia Flora, por si trataba de llevarse a los elefantes. Flora: -Ya no planeo llevarme a los elefantes. Su idea había cambiado por completo, ya que los niños le dieron una lección muy importante. La lección que los niños le dejaron a Flora fue que no importa qué tan difícil sea, no traiciones a tus amigos nunca. Ella, al reflexionar esto, decidió decirles a los niños que los ayudaría a cuidar a los elefantes y no trataría de robarlos. Los niños, muy desconfiados le preguntaron ¿por qué cambiaría de opinión tan rápido? Rogelio: -No te creo ni comprendo, hace media hora querías llevarlos, ¿qué te hizo cambiar de parecer? A lo cual ella respondió: -Ustedes me han dado una lección muy importante y quería devolverles algún favor. Los niños al escuchar esto aceptaron su propuesta y vivieron felices cuidando a los elefantes.
El rescate de los elefantes Por: Siomara Yunuen Molina Chávez, 1ro A Era un día normal en el año 2 475 y un grupo de tres niños (Rogelio, un niño alto, flaco, con piel morena y ojos de color verdes. Esteban un niño de estatura promedio un poco gordito y con ojos marrones y Jorge un niño alto con peso promedio y ojos marrón oscuro que tenían doce años), vivían en un campo donde tenían muchos animales exóticos. Siempre jugaban con ellos y los cuidaban. De todos los animales había una especie que llamaba mucho la atención, eran los elefantes, estos animales se llevaban muy bien con los niños y juntos hacían aventuras, por ejemplo: recorrer el campo entero, traer comida de un lugar a otro, etc. En ese año ya no había casi muchos campos ya que la mayoría de territorio era ciudad, por lo cual eran muy buscados por las personas. Una dama llamada Flora (mujer alta, muy flaca y con ojos de color azul) descubrió que había un campo más cerca de lo esperado, así que fue a investigarlo y se dio cuenta que había elefantes y que podía robarlos y venderlos por un precio muy alto. Ella continuó haciendo un plan para robarlos sin que se dieran cuenta. Los niños sospecharon de las intenciones de la dama de inmediato, así que empezaron a crear un plan para evitar ese conflicto, ya que los elefantes eran muy importantes para ellos, eran sus amigos, así que no permitirían que se los llevaran. Mientras tanto, Flora tenía el plan perfecto, o eso pensaba ella, el cual era sustituir a los elefantes por robots o teléfonos ya que ese campo no estaba muy actualizado como la ciudad. Los niños no querían nada de la dama, así que necios, siguieron con su plan.
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Imagen por: Rosaura Itzel De las piedras, 3ro D
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El misterio del apartamento 15 Por: Montserrat Paz Cabrera, 1ro A Hace muchos años, en un pueblo, vivía una mujer de 28 años llamada Karla, quien discutía todo el día con su padre Mark, de 50 años, porque nunca la dejaba salir, ya que en el pueblo asustaban, y como Karla era su única familia, le aterraba que le pasara algo. Un día, en el cumpleaños de Karla, vio que su padre como era costumbre se fue a trabajar por la mañana y se tomó ese tiempo para hacer maletas, pedir un metro e irse a la ciudad porque pensaba que era mejor para su vida, pero el problema que cometió fue dejarle una nota diciendo a dónde se iba a ir y dónde se iba a hospedar. Cuando regresó su padre Mark a la casa, le gritó: “Hija, ¡Estoy aquí!, ¿Dónde estás?”, como no le contestó, se desesperó, después de un tiempo encontró una nota, y al ver la nota supo un poco de lo que se trataba, cuando vio a donde se iba a ir y hospedar, fue ese mismo día a la ciudad y rentó un departamento al lado del de Karla, para seguirla y según Mark no perderla. Y lo que hacía para no perderla es que se vestía de abuelito y la seguía a todas partes. Después de días Karla se empezó a dar cuenta de un abuelito viéndola todo el día (su papá) y cuando vio que todos los días pasaba, se empezó a quedar mucho más tiempo en su casa, cuando él lo notó, empezó a mandarle notas, la más importante decía: “Buenas tardes, Karla ¿por qué ya no sales tanto de tu casa? Yo te sigo, pero para cuidarte, tranquila”. Después de ver la carta se asustó demasiado y llamó a la policía, les mostró la carta más importante y le sugirieron que contratara a un guardaespaldas. Ella enseguida lo hizo y le contó porqué lo contrataba, él le dijo que era un poco sospechoso: un señor vestido de abuelo que justo la estaba mirando (señaló a su padre). Ella lo vio, sospechó un poco porque ya lo había visto demasiado, más lo dejó pasar. Tras varios meses dejó de ver a su papá vestido de abuelo y dejó de contratar a su guardaespaldas, pero justo en ese mismo día le llegó otra nota diciendo: “Gracias por dejar de contratarlo, ya que estorbaba”. Ella se volvió a asustar y no sabía qué hacer. Después de pensar mucho, empezó a escuchar un ruido en su cocina, y decidió llamar a su amiga Natalia, cuando esta le contestó, solo escuchó gritos, pero no entendió nada y siguió con su día, pero se sentía muy extraña como si la observaran, y justo cuando volteó a la ventana, vio a su padre sin la máscara solo con el disfraz, ella se asustó demasiado y le preguntó: “Eres tú el que me ha estado siguiendo todos estos meses”. Él, en breves palabras le dijo que sí, pero que era por su bien, ella enloqueció y le empezó a gritar mucho porque nunca la dejaba en paz, él se estresó tanto que sacó un cuchillo de su bolso que había agarrado de la cocina y le dio en el estómago. Luego de hacerlo, se preguntó, “¿Por qué lo hice?”, solo tenía que protegerla no matarla. Se sentó en el sillón pensando qué iba a hacer y justo llamaban a la puerta, él trató de hacer fuerza, pero la policía la tumbó precisamente donde Natalia estaba atrás de ellos, ya que antes, cuando esta entraba de visita vio cómo Mark estaba vestido de abuelo con el cuchillo de la cocina y por eso gritó y salió corriendo. Se lo llevaron, mientras finalizaban la investigación con que Mark la mató, en el departamento 15 donde ya habían pasado cosas extrañas y en eso le hicieron una entrevista donde él dijo: “Solo diré que habrá venganza para la persona que llamó a la policía y tengo sospechas”. Natalia cuando vio la entrevista sintió mucho miedo y se ocultó en un lugar donde según nadie sabía, pero para su sorpresa Mark visitaba ese lugar. Pasaron los meses y un día, cuando le iban a llevar la comida a Mark vieron como estaba rota su celda y lo dieron en las noticias como desaparecido, Natalia sabía que vendría por ella y se fue de donde estaba para ir al departamento donde ocurrió todo, la policía sabía que podría estar ahí uno de los dos, Mark o Natalia, y fueron enseguida. Solo encontraron a Natalia muerta en el mismo sitio donde Mark mató a su hija y hasta ahora no se sabe dónde está él …
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IImagen por: Nizabella Toledo Pérez, 3ro E (Tercer lugar en portada para antología)
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Las fantásticas aventuras de Amy, Oli y Erick Por: María Fernanda Mercado Montoya, 1ro B Había una vez, hace mucho tiempo, en una isla llamada Soka, oculta en el Triángulo de las Bermudas, donde vivía un niño llamado Amy, que se convirtió en una gran leyenda salvando al mundo, junto con Oli y Erick. Amy era hijo de un pescador, el líder de los pescadores en sí era pelinegro, sus ojos eran como canicas de color miel, era algo pequeño media 1.60 m, tenía 13 años, siempre se le veía con un chaleco rojo, una camiseta blanca con mangas cortas, un pantalón negro y unas botas verdes y estaba la mayoría del tiempo acompañado de Erick y Oli que entre estos eran hermanos gemelos. Los hermanos eran altos, con cabello marrón y ojos verdes, normalmente usaban ropa de color azul o morada, eran sus amigos de travesuras, eran populares en la escuela por gastarle alguna que otra broma a su profesora, pero se salvaban de sus castigos por buenas calificaciones. Los tres eran buenos amigos, leales los unos a los otros e inseparables, apreciaban mucho su lealtad y amistad mutua, nunca se delatarían porque eso hacían los amigos y les importaba mucho. La isla era demasiado grande, pero había pocas personas, todo el mundo se conocía, las novedades viajaban más rápido que la luz y Erick y Oli eran los principales de escuchar y difundir rumores falsos como cuando un día llegó a los oídos de Oli una gran noticia, como a eso de las cinco de la madrugada. – ¡Levántate, Erick! Tenemos que ver a Amy , escuché que Sofia le dijo a Cam que el peluquero escuchó que hay un nuevo pez en la isla. Sabes lo emocionado que se pondrá Amy cuando lo escuche, dicen que su sabor no se compara con nada y que su piel es color salmón, sus aletas azules y sus ojos verdes, si lo atrapamos seremos ricos– decía Oli exaltado y corriendo, agarrando a su hermano por el brazo a la fuerza para ir a la casa de su amigo. – Oli, es muy temprano, además es sábado– decía Erik siendo arrastrado por su hermano. – Lo sé, pero hoy Amy irá de pesca con su padre, podríamos ir con él a contarle sobre el pez y así atraparlo y hacernos ricos. – Ahora que lo mencionas es un buen plan. – Lo sé por eso corre, corre. Y así empezó todo, con el rumor de un pez que había escuchado Oli. – ¡Amy! ¡Amy! ¡Amy! No creerás lo que te vamos a contar– a lo que prosiguieron a contarle la historia. Oli y Erick se turnaron para contar la historia como si lo hubieran ensayado un millón de veces. – Oli eres brillante, me arreglare rápido y le contaré a mi padre– dijo Amy alegremente. – Eso ni lo pienses, si es real compartiremos la fortuna nosotros tres. – Está bien. Amy fue al barco con su padre, y mientras su padre y los demás pensaban él estaba atento a las olas. Algo llamó más la atención de Amy, era un tipo de huevo verde, como si fuera una pelota, pero parecía tener humo adentro. Él inclinó y discretamente la recogió como si nada hubiera pasado, pero al tocarla se sintió raro, como si una descarga de adrenalina se hubiera apoderado de él y todo se sintiera mejor. Pasando las horas ya casi tenían que volver a casa. La decepción del chico era muy grande por no encontrar el pez, pero creía que lo que había encontrado era mucho mejor. Llegando al muelle vio a sus amigos desesperados por saber si había encontrado algo. – Lo tienes, dime por favor que lo tienes– habló primero Oli. – Lo siento, Oli no lo tengo- dijo Amy. – Te lo dije Oli, era una mentira –dijo Erick con cierta sonrisa burlona. – Déjame en paz, Erick- exclamó Oli. – Pero encontré algo mejor, nos vemos en su casa a las 9. Ya saben dónde, presiento que lo que tengo es algo grande– decía Amy con demasiado suspenso. Se aproximaba la hora y Amy tendría que verse con sus amigos, pero no podía dejar de pensar qué era lo que había encontrado, tal vez solo una piedra insignificante o algo que cambiaría todo. 19
– Bien, ahora dinos qué es eso tan grande que encontraste mientras pescaban– dijeron los gemelos al mismo tiempo. – Espera, déjame buscarlo – dijo Amy mientras buscaba en sus bolsillos – aquí está – Procedió a sacar la esfera verde. – Y ¿Qué es? - preguntó Oli – ¿Qué no lo ves?, Es una esfera verde– decía Amy. – No lo puedo creer– respondió Erick con enorme de asombro. – ¿Qué? – preguntaron Amy y Oli. – Una de las 7 esferas de la vida. - mencionó Erick con un gran asombro – ¿La qué? –preguntó Amy. – Vamos, habla más fuerte– insistió Oli. – Una de las 7 esferas de la vida. – ¡Ah! - dijeron ambos amigos ante la confusión. – Y ¿Para qué sirve? – preguntó Amy. – Hay una historia que decía que hace millones de años se crearon 7 esferas tan poderosas que podían destruir toda la humanidad en menos de una fracción de segundo, si eso se lo pedías, tienes que juntar las siete esferas y cuando lo haces todo el mundo se esfuma a excepción de 7 personas que elijas, se dice que están esparcidas por todo el mundo y son demasiado poderosas, si las juntas catástrofe total. – ¡Wow! - exclamaron Oli y Amy. – Debemos jurar guardar esto con nuestras vidas- insistió Erick. – Tienes razón- respondió Oli. – Recuerden, nadie ha visto nada- dijo Amy. – ¿Ver qué? –habló Erick. – ¿De qué hablas? – dijo Oli. – Perfecto. Esa noche Amy no pudo dormir de tan solo pensar que la vida de todos podría estar en riesgo, que como él podría poseer algo tan peligroso, ¿Qué debería hacer? ¿Dársela al rey? ¿Guardar la esfera? ¿Tirarla al mar?, pero al final decidió quedarse con ella y guardarla debajo de un tablón oculto en su habitación donde nadie sospecharía nada. Pasaba el verano y el aniversario de la fundación de la isla se acercaba, todo el mundo estaba demasiado ansioso y feliz, los rumores sobre lo que se celebrará estaban por todas partes, unos decían que había un banquete, otros que habría una fiesta, que habría un carnaval, pero fuera lo que fuera todos esperaban algo grande y el rey no había decretado nada y todos morían de curiosidad. Hasta que una semana antes del aniversario en una puesta de sol, el rey fue al centro de la isla y se puso frente a todos preparado para dar su discurso. – Mi querido pueblo, como saben, un glorioso evento va a suceder dentro de una semana, es el aniversario de cuando nuestro gran fundador Soka llego aquí y creó la isla junto con una barrera que nos protege del exterior, y decidimos celebrarlo a lo grande en una semana a las 6: 00 pm justo en la puesta de sol se llevará a cabo una gran fiesta en el palacio real, donde habrá un gran banquete y se divertirán y gozarán, todos están invitados y por supuesto usen sus mejores prendas. Todo el mundo estaba impactado, no podían creerlo una fiesta en el palacio era algo de no creerse. –¿Escuchaste eso? Habrá una fiesta en el palacio y estamos invitados– habló Amy. – Sí, lo sé – dijo Oli. – No puedo esperar– decía Amy con entusiasmo. Los días pasaron y las tiendas de ropa estaban llenas, en las peluquerías no paraba de llegar gente, todo el mundo quiere verse bien para la gran celebración, pero Amy, Oli y Erick no estaban muy entusiasmados. Amy estaba en un dilema moral entre quedarse con la esfera de la vida o dársela al rey en la fiesta ya que estaría cerca 20
de él y no se darían tanta cuenta debido a la gente. Por un lado, Oli le decía que se la entregara y Erick decía que no, y así siguieron hasta que llegó el día anterior a la fiesta. – Mañana se celebra la fiesta– dijo Amy. – Lo sé. Estoy nervioso, ¿Y tú? - respondió Oli. – Igual- dijo Erick. – O vamos, no pasará nada, solo es una fiesta no es la gran cosa- intervino Amy. – Tienes razón. –Nos vemos mañana en la fiesta. – Adiós- dijeron los gemelos al mismo tiempo. Era el día de la gran fiesta, todas las calles estaban llenas de colores y decoraciones, la estatua del fundador Soka estaba más resplandeciente que nunca y todos estaban listos para ser recibidos en la entrada del castillo. A las seis en punto, cuando el sol se estaba ocultando se abrieron las puertas, todo el mundo estaba maravillado de toda la belleza del castillo, había columnas de mármol talladas a mano a la perfección, dragones esculpidos cuidadosamente, varios ríos y cascadas corriendo en dirección contraria, burbujas de agua suspendidas en el aire con varios peces nadando en ellas. Era algo fascinante, pero no se comparaba con lo que había en el interior: estantes de mármol y marfil, dragones y elefantes increíblemente detallados, columnas de un color ámbar claro y en el gran salón es donde se encontraba el rey para darle la bienvenida a todos los que estaban ahí. –Damas y caballeros les doy la bienvenida a la fiesta de aniversario de la fundación de nuestra hermosa y maravillosa isla, así que sin más rodeos que empiece la fiesta –y de la nada una banda empezó a tocar la música que era alegre y elegante. Amy y Oli estaban bailando porque Erick estaba haciendo una que otra broma con un par de cohetes pequeños que asustaban a la gente, y dentro de un rato se les unió. Disfrutaron, bailaron, rieron y celebraron, la isla nunca se había sentido tan viva desde hacía tanto tiempo. Antes de que se acabara la fiesta, cerca de la media noche un estruendo sonó por toda la isla, el castillo tembló y se escuchó como si fuera una bomba, y luego otra y otra hasta que fueron siete, eso solo podía significar una cosa, alguien había podido entrar a la isla, habían pasado sobre la barrera, eso era imposible. Nadie comprendía lo que sucedía, hasta que de la nada las puertas se abrieron con un estruendo. Eran piratas, había miles de ellos, tenían un ejército y cientos de naves empezaron a atacar por el frente, todo el mundo gritaba y se sentía aterrada, no sabían si morirían o no. Dando las dos de la mañana todos estaban acorralados sin escapatoria, alguno que otro grito ocasional, pero todos tenían miedo de aquellos piratas, eran los más temidos de todos los tiempos, en especial su capitán era el más despiadado de todos. Amy, Oli y Erick estaban en una esquina tomados de la mano esperando lo peor antes de que los mataran, pero de repente se abrió la puerta y ahí entró el capitán de todos los piratas. – Vaya, vaya, vaya pero que tenemos aquí, verán, en esta isla hay algo que me pertenece y creo que ustedes lo tienen. Es una esfera verde esmeralda pequeña, con humo adentro, ¿Nadie sabe dónde está? ¿Nadie? Bueno, supongo que tendremos que empezar a sacarles la verdad uno a uno- dijo el capitán con una sonrisa muy macabra. – ¡Alto, espera! – gritó Amy. El pirata buscó entre la multitud y vio a Amy, le pidió a uno de sus secuaces que lo trajeran ante él. – ¡No !¡No pueden llevárselo! – gritaba Erick. –Déjenlo en paz - decía Oli. –Yo sé lo que estás buscando– se excusó Oli, intentando desesperadamente salvar a su amigo –Llévenme a mí. – Miente – exclamó el capitán – estás mintiendo puedo verlo en tus ojos –mientras Oli distraía a los piratas, Amy miró a Erick y asintió dándole una especie de señal para que hiciera algo y Erick lo entendió claramente, sacó un pequeño tubo del bolsillo junto con un encendedor y lo prendió, lo lanzó hacia los piratas y en cuestión de segundos todo estaba lleno de humo rojo. Toda la sala estaba llena de gritos y Amy estaba intentando con todas sus fuerzas 21
encontrar la voz de sus amigos, se sentía vulnerable como un conejo en una habitación llena de lobos, no podía con ese sentimiento de miedo que lo ahogaba de que le pasara algo a su padre o a sus amigos, pero todos sus sentimientos e ideas que tenía al sentir que algo lo jalaba hacia un lugar alejado de todo el escándalo, era el rey. – Necesito que salgas de aquí tomes un bote y mantengas la esfera de la vida a salvo, eres el único en el que puedo confiarle la tarea, te he visto, eres un buen muchacho y tus intenciones no son malas, sé que tienes la esfera de la vida y necesito que te lleves otra, tus amigos irán contigo, pero debes tener mucho cuidado si no ya sabes lo que ocurrirá- dijo el rey con desesperación– Amy no pudo contestar, estaba intentando asimilar lo que estaba pasando. – ¿Y mis amigos? –preguntó Amy. – Están cerca, los llevarán al muelle, pero debes ir tú primero, esto es demasiado importante y necesitas protegerlo con tu vida, ¿entendido? –dijo el rey. – Entendido- dijo Amy. – Bien, ahora sígueme – y el rey prosiguió a mover los ojos de un dragón, el cual funcionaba como una entrada hacia otra habitación, ambos corrían lo más rápido que podían y Amy no pudo pensar más que en los gritos que se escuchaban en la otra habitación. Pasaron minutos cuando salieron del castillo y se vio el mar de la isla junto con un bote de la realeza, sin más que pensar ambos subieron al barco y Amy estaba rogando porque sus amigos llegaran sanos y salvos para poder escapar junto con su padre. El rey prosiguió a sacar una bolsa de terciopelo color negro donde se encontraba la esfera. –Recuerda lo que te dije muchacho, necesitas llevar las 2 esferas lejos de aquí y esconderlas donde estén a salvo, si tus amigos no llegan en 5 minutos tendrás que zarpar sin ellos, tienes comida y agua lo suficiente para 3 meses, yo tendré que quedarme aquí para asegurarme de que no haya muertes-. Pasó un minuto y luego otro y otro y cuando casi pasaban los 5 minutos pudo ver Amy a lo lejos a dos sombras que se aproximaban, eran Erick y Oli. Amy no pudo sentirse más aliviado en ese momento. Los tres amigos subieron al barco y zarparon cerca de las tres de la madrugada de lo que parecía ser el peor día en la historia del mundo. Habían pasado muchas cosas en las próximas horas y tendrán que salir de los territorios de la isla, lo cual nunca había hecho ninguno de los tres, la entrada a los territorios de la isla estaba rodeada por una tormenta increíble que nadie había podido cruzar, todos se quedaron perplejos y aterrorizados al ver una tormenta que sobrepasaba los 100 metros de altura, rodeada de rocas y picos, con nubes negras al igual que la lluvia áspera y el granizo. Las olas golpeaban con mucha fuerza el barco al igual que las rocas. –Amy, dirige el barco. Erick dile donde hay rocas, yo izaré las velas y prenderé el faro, así podremos salir de aquí– ordenó Oli. –De acuerdo, Oli, pero ten cuidado es peligroso- dijo Erick con preocupación. Erick veía las piedras afiladas y letales advirtiendo a Amy de cada una de ellas. – Derecha, izquierda. Ten cuidado. Derecha, derecha- decía Erick con alteración. – ¿Cómo vas con las luces, Oli? –preguntó Erick. – Es casi imposible pero ya pude izar las velas. – Cuidado, Amy. A las doce una roca gigante. Izquierda, izquierda. Ya, ya, ya- dijo con rapidez Erick. Estaban a segundos de impactar con la roca cuando Amy con una maniobra rápida desvió el barco haciendo que golpeara un poco la parte de atrás haciendo que Oli se cayera del poste de madera donde estaba sujetado y casi se ahogara en el frío mar de la tormenta, pero Erick fue más rápido y logró salvar a Oli. – Te tengo- dijo Erick. – Gracias. Después de varios minutos dejaron de haber tantas piedras peligrosas y se veía una luz, después de unos segundos se pudo ver el cielo lleno de estrellas y la luna brillando, las olas tranquilas y no había tormenta. – Ha sido una noche agitada, deberíamos descansar y tomar turnos. Tú, diriges Erick– ordenó Amy. – Sí que ha sido una noche agitada- decía Oli. 22
– Y que lo digas, ¿pero ¿qué haremos? ¿a dónde iremos? -preguntó Amy – El rey tenía otra esfera de la vida y ahora tenemos que llevar ambas esferas a un lugar seguro antes de que los piratas nos encuentren –prosiguió Amy. – Por cierto, el capitán se llama Cay– dijo Erick a lo lejos. – ¿Y por qué me lo dices? -preguntó Amy. – Tal vez con su nombre encontremos algún tipo de información- dijo Oli. – Lo sé, por lo pronto habrá que descansar- habló Amy. – Buenas noches- dijo Oli en un bostezo. – Buenas noches- respondió Amy. A la mañana siguiente una brisa refrescante y los destellos del sol despertaron a los tres chicos, a lo cual Amy por instinto se alarmó ya que nadie dirigía el barco y Erick estaba dormido. – Erick, despierta, despierta, cómo pudiste dormir quien dirige el barco. – Tranquilízate, descubrí una manera de que el barco fuera solo– dijo Erick tranquilo. – Ah… sí, y ¿Cómo? –preguntó Amy. – Con un viejo hechizo que nos enseñó mi abuelo, sirve para que las cosas en movimiento vayan en una dirección fija, y también descubrí que el barco tenía una palanca que hacía que volará así pasaremos desapercibidos sin que Cay y sus piratas nos persigan. – Eres un genio. – Por cierto, mientras estábamos escapando del castillo Olí tomó algunas cosas de los piratas, pero por toda la adrenalina no me dijo lo qué eran. – Iré a despertarlo, así encontraremos un plan para las esferas y dónde – Despierta Oli, vamos despierta. – ¿Qué sucede? - preguntó Oli desorientado. –Necesitamos un plan, para saber qué hacer con las esferas y donde ocultarlas, Cay y sus piratas deben estar tras nosotros. –explicó Erick –Creo que es lo que podemos hacer, traigan una mesa- ordenó Oli. Amy y Erick procedieron a hacer lo que Oli les indico y Oli sacó unos papeles de su bolsillo junto con 2 esferas más de la vida. – Bien, miren este es el mapa y algunos escritos que logré robar del capitán. Ellos tenían cinco de las siete esferas de la vida, conseguí quitarles 2 mientras huíamos, parece que llevan tiempo buscando las esferas, tal vez 5 o 10 años. La primera la encontraron en Canadá, la segunda en India, la tercera en Rusia, la cuarta en Brasil, la quinta en Alemania, la sexta en Nigeria, pero se les escapó de las manos y terminó en el mar donde Amy la encontró y según esto dice que la última se encontraba en nuestra isla, tenemos que devolverlas a donde estaban si no catástrofe total. – No podremos ir a todos esos lugares, son demasiados- dijo Erick con frustración. – Lo sé, pero hay otra alternativa – dijo Oli. – O enserio y ¿Cuál es? – preguntó Amy con esperanzas – Matar a Cay, destruir al menos una esfera o devolverlas- dijo Oli. – No podemos matarlo por más que lo merezca, no podemos hacerlo– dijo Erick con angustia. –¿Cómo destruimos estas cosas? El abuelo dijo que son indestructibles– prosiguió Erick. – No lo son– respondió Oli. – Debemos decirles a los demás países que sucedió con las esferas- dijo Amy. – No podemos, nadie sabe sobre la existencia de la isla, sería un gran riesgo– dijo Oli. – Lo sabemos, pero no tenemos alternativas- habló Erick. – Creo que lo mejor será devolver las esferas- dijo Amy. En un momento Amy se acercó al borde del barco para pensar, cuando de repente vio debajo de él unas manchas negras, como una manada de hormigas, pero no eran hormigas sino los barcos de los piratas. 23
– ¡Erick! ¡Erick!, los piratas están abajo hay que irnos– gritó Amy con miedo. – Descuida, estamos en el cielo no nos atraparán- habló sin preocupación Erick. – Erick, ellos también pueden volar– dijo Oli preocupado. – ¡Oh esto es malo, muy pero muy malo! – dijo Erick. – Oli, guarda todo. Iré a izar las velas, así tendremos más ventajas, pero necesitaremos un plan de escape – ordenó Amy. – Erick, apresúrate están acercándose. Erick se están acercando están a pocos metros– decía Amy con miedo. – Agárrense fuerte– dijo Erick con determinación. – Erick ¿En qué estás pensando? - dijo Oli. – Agárrense fuerte- dijo Erick con decisión. Y Erick movió la palanca haciendo que el barco cayera hacia el mar en una altura de unos 500 metros, todos los piratas quedaron atónitos ante las acciones de Erick, y tanto Oli como Amy gritaban. –¡VAMOS A MORIR, VAMOS A MORIR! – ¡Ahhh! - gritaba Oli. – ¡AYUDA! - decía Amy. – ¡Ahhh! - gritaban al mismo tiempo. Segundos después se escuchó como el barco cayó en el agua y se destruyó en varios pedazos, o eso les pareció a los piratas. – Quiero que bajen y encuentren las 4 esferas de la vida que nos faltan– ordenó Cay. Mientras tanto los tres chicos que habían colapsado contra el agua parecían estar muertos, pero ninguno de los tres estaba muerto, sino aferrados a unas tablas de madera que sobraban del barco destruido. –Amy, Erick ¿Están vivos? –gritaba Oli. – Sí– dijo Amy. – ¿Dónde está Erick? – Erick ¿Dónde estás? –decía Oli. – Aquí. – No te muevas. nadaremos hacia allá. Ambos subieron a la tabla donde se encontraba Erick, aliviados de seguir vivos pero enojados porque su amigo casi los mata. – ¡Casi nos asesinas! – gritó Amy con enojo. – Era la única manera de salir de ahí– dijo Erick excusándose. – De acuerdo, te perdonamos– dijo Oli. –Allá hay una isla, tal vez encontremos a alguien, hay que nadar– dijo Amy. Pasaron los minutos y los tres chicos seguían nadando mientras el ejército de piratas los buscaba en el mar, llegaron a la isla y después de unos kilómetros encontraron lo que parecía ser una aldea, todos los miraban como si fueran de otro planeta, pero necesitaban comida, agua y un bote. – Disculpe, señora ¿dónde estamos? – preguntó Amy. – En Australia– dijo la anciana. – Escuchaste esto, estamos en Australia, eso es bueno– habló Erick. – Lo sé- dijo Oli. – Podría indicarnos dónde están las águilas que entregan mensajes- preguntó Amy. – Oh sí, es con el hombre de capa roja de allá– dijo con calma la anciana. – Gracias- respondieron los tres. – Disculpe señor, queremos enviar unos cuantos mensajes – explicó Amy al llegar con el hombre de capa roja. – Son 2 monedas de plata por cada mensaje. ¿Tienes dinero? – Sí –dijo Erick. –Queremos enviar 4 paquetes, son muy importantes- dijo Amy. – De acuerdo– prosiguió el hombre de rojo. 24
– Tome– dijo Oli al darle el dinero. – Solo déjenos envolver el paquete – dijo Erick. – Si insistes– habló el hombre de rojo de mala gana. Envolvieron las 4 esferas con mucha delicadeza ya que se trataba de algo importante, las enviaron a 4 locaciones diferentes donde se suponía que venían las esferas. – Bien, las esferas están a salvo por el momento ahora necesitamos descansar y una nave–dijo Amy. – Oiga, ¿sabe dónde podríamos conseguir una nave? -le preguntó Erick al hombre de capa roja. –Conozco a un hombre que les dará una buena nave si están dispuestos a pagar bien. –Tenemos dinero– interrumpió Oli – Entonces, síganme- ordenó el hombre. El hombre de traje rojo los guio a una tienda algo extraña, tenía frascos con plantas y ranas adentro, libros extraños y viejos, olía a sal y todo estaba cubierto de polvo. –Oye, Alex, te traigo unos clientes - dijo el hombre de traje rojo. – Enseguida voy -se escuchó decir a un hombre desde atrás de la tienda. – Y bien ¿Qué se les ofrece? –dijo un hombre viejo y con barba blanca. – Quieren un bote– dijo el hombre de rojo. – ¿Cuánto dinero tienen? - preguntó el viejo. – ¿Cuánto quiere? – dijo retador Oli. – Veinte monedas de plata– dijo sin intimidarse el viejo. – Primero queremos ver el bote –dijo Oli. – Erick acompáñame, Amy quédate por si acaso– ordenó Oli. Después de un rato Oli y Erick entraron, entregando las 20 monedas de plata al hombre. – Vámonos, Amy– dijo Erick. – Espero que el barco sea más resistente que el otro– dijo Amy. – Eso espero– dijo Erick. Y ahí estaba el nuevo barco era más pequeño a comparación del otro, era blanco y se veía un poco desgastado, pero era lo único que tenían. – Vamos hay que irnos antes de que venga Cay. Andando– dijo Amy. Llegaron a la orilla de la isla y ahí estaban los piratas de Cay, buscando en el agua a los chicos, pero Amy pensó y si entran al barco y recuperan las demás esferas, y vuelven a su isla, podrían devolver las esferas a sus respectivos dueños y así acabar con el problema, se lo consultó a sus amigos, pero no se lo tomaron tan bien. – ¿A caso estás loco? – dijo Erick. – No tenemos oportunidad, nos matarían– dijo Oli. – Es arriesgado, pero es un plan, además nosotros tenemos magia y ellos no– dijo Amy con obviedad. – Tienes un punto–dijo Erick dándole la razón. – De acuerdo hay que hacerlo, pero nadie confiese nada y si algo por más minúsculo que sea sale mal volveremos aquí y escaparemos–dijo Oli. –Espera, espera, me estás diciendo que entremos al barco que está lleno de piratas, tomemos el resto de las esferas y volvamos a nuestra isla en un bote que no lo soportara- dijo Erick cuestionando. – No tenemos opción- dijo Amy. –Bien, de acuerdo- cedió Erick. Los tres chicos subieron al barco y Erick hizo un hechizo para que no los pudieran ver y fueran invisibles, con esa ventaja Amy revisó si había alguna entrada o puerta que pudieran utilizar y ya que la mayoría de los piratas estaban en pequeños botes buscando en el mar tenían eso a su favor, había cuerdas atadas a los barcos así que subieron escalando los barcos. Amy y Erick entraron en el barco mientras que Oli les diría si los piratas volvían. El barco era en su mayoría negro, con muchos barriles y con un olor a alcohol por todas partes. En sí era majestuoso , tenían una bandera con 25
una calavera y atrás se visualizaba el color negro, había cientos de armas y cañones por todas partes, a lo que ninguno pudo evitar maravillarse y s vieron una puerta de color rojo, a lo que asintieron con la cabeza y entraron, pero antes de tocar la manecilla de la puerta , alguien salió de golpe, era el capitán de los piratas Cay , ambos se quedaron helados pero Cay les pasó de largo y ambos recordaron que eran invisibles a la vista de los demás, entraron al cuarto de la puerta roja y estaba llena de monedas de oro, plata , collares, mapas y espadas. –¿Dónde están las demás esferas? – preguntó Amy. – Ni idea. Bueno, no debe ser tan difícil, solo debes pensar dónde guardaría un pirata cuatro esferas que podrían destruir al mundo– dijo Erick con sarcasmo. Buscaron en los cajones de los muebles, en los cofres, en los rincones oscuros, en el armario, debajo de la mesa, pero no había nada, hasta que Erick dio un paso y se oyó un pequeño sonido como si fuera un candado abierto. –Oye, creo que encontré algo–argumentó Erick. – ¿Dónde? –preguntó Amy. –Aquí abajo, ayúdame a sacar la tabla del piso– dijo Erick. – Bien– se aproximó Amy. Ambos sacaron la tabla, pero para su sorpresa no estaban las esferas, sino un collar de oro con piedras incrustadas en forma circular con un orificio en medio. – ¿Qué crees que sea? –preguntó Amy. – Creo que es la llave para encontrar las esferas– respondió Erick. Amy tomó el collar y se puso a ver a través de la sala, intentando ver con qué encajaba como si fuera un rompecabezas, hasta que vio la estatua de un dragón dorado que tenía un orificio igual a la forma del collar en la mano. –El dragón–dijo Amy en un susurro. Amy tomó el collar y lo puso en la mano del dragón, a lo cual el dragón escupió las esferas como si fuera una especie de fuego. –No puede ser– dijo Erick sorprendido. –Vamos toma las esferas hay que irnos ya– dijo Amy con apuro. Tomaron las esferas lo más rápido que pudieron al igual que unas cuantas monedas de oro y plata, se sentían tan felices podrían volver a casa e ir con su familia, pero al cruzar la puerta se quedaron perplejos, era Cay y sus piratas que tenían a Oli amordazado de las manos sin ninguna escapatoria. – Vaya, vaya, vaya, pero si son ustedes. Díganme ahora donde están el resto de las esferas o su amigo pagará el precio, si saben a lo que me refiero. – No le digan nada, tienen que huir ahora, déjenme aquí estaré bien – decía Oli. –Dime dónde están el resto de las esferas, y tal vez considere dejarlos ir– dijo Cay. – No lo sabemos– dijo Erick. – Mienten– habló Cay. –Las destruimos– dijo Amy sin pensar. –¿Que hicieron qué? –dijo Cay. – Destruimos las 4 esferas– dijo Erick siguiéndole la corriente. – No te servirán de nada el resto– dijo Amy. –A menos que …–dijo Cay con suspenso. – A menos ¿Que qué? – preguntó Erick. – Hayamos matado a las águilas mensajeras y nos hubiéramos quedado con las esferas –dijo Cay con una sonrisa victoriosa. – Eso es imposible– dijo Erick perplejo. – No para nosotros– dijo uno de los piratas. 26
Todo estaba perdido, Cay tenía el resto de las esferas y no había nada más que hacer, eran 100 contra 3, era el fin, el mundo se acabaría no había nada más que hacer, antes de que pudieran siquiera hablar o hacer un movimiento los piratas los habían agarrado y también tomaron las esferas. – Con esto seremos los reyes del mundo, tendremos todo para nosotros –dijo Cay. Sacaron todas las esferas y las pusieron en un círculo, empezaron a decir palabras en una lengua muerta una y otra vez, una y otra vez. Siete hombres tomaron una daga, uno por uno y empezaron a trazar delgadas líneas en las palmas de sus manos, y dejando caer las gotas de sangre en cada una de las esferas, de pronto dejaron de hablar y Cay dijo: - “Siete esferas de la vida, destruyan al resto de los humanos menos nosotros 7 que te entregamos nuestra sangre y nuestra alma”. De pronto todas las esferas se tornaron de un color rojo, parecía que fuera una bomba que estaba a punto de estallar, todo estaba helado y los pulmones se le llenaban de frío a todos, de repente ¡boom!, un estruendo sacudió el barco lo que hizo que las 7 esferas se separaran y rodaran por el barco en todas direcciones, segundos después otro estruendo sonó y volvió a sacudir el barco. –¿Qué está pasando? A lo lejos se veían unas sombras acercándose a gran velocidad, pero debido a la oscuridad no se podía ver bien qué era, hasta que una nube se movió y gracias a la luz de la luna llena se pudo ver a una tropa de cientos de barcos de la isla Soka que venían a combatir con los piratas. – No puede ser– dijo Erick perplejo. – Estamos salvados, Erick. Estamos salvados– dijo Amy con alegría. Erick y Amy aprovecharon la distracción y tomaron las esferas, las metieron en distintas bolsas y saltaron al mar, no sin antes liberar a Oli con la ayuda de una bomba de colores, los tres subieron a su pequeño bote y con todas sus fuerzas lograron moverlo con magia , las olas del mar los guiaban hacia la tropa de barcos de su isla, iban a toda velocidad, mientras los piratas cargaban los cañones para defenderse, los magos de la isla Soka azotaban los barcos de los piratas con el poder de su magia controlando las olas . – Ya casi llegamos estaremos a salvo– decía Oli. Lograron llegar al barco más grande donde se encontraba el rey. –Tenemos las 7 esferas– dijo Amy sin aliento. –Todo está bien, podremos volver a la isla – se lo dijeron al rey entusiasmados. – Sí, pero antes necesitamos hacer algo– dijo el rey. Y en eso en un movimiento de olas todos los barcos de Cay fueron volteados y destrozados por el poder de las olas, no era posible que un ser humano hubiera sobrevivido a eso, se escuchaban los gritos de dolor de muchas personas y el crujido de la madera rompiéndose. –Todo se ha resuelto es hora de volver a casa– dijo el rey. Todo estaba resuelto, todo estaba bien. No había peligro alguno, podían dormir en paz y estar tranquilos sabiendo que al día siguiente todo volvería a la normalidad. Durmieron como si nunca lo hubieran hecho en sus vidas y al abrir los ojos estaban en su amada isla y sus padres los esperaban con los brazos abiertos. Un mes después de lo que había ocurrido con las esferas, el rey se encargó personalmente de devolver las otras seis y cada país que tenía una se encargará de protegerla con su vida, y la séptima esfera que pertenecía a la isla estaba resguardada en una cámara subterránea que solo se abría con las palabras correctas. El rey decidió dejarle al trono a Amy, Oli y Erick por su valentía y su coraje al igual que total libertad de poder salir de la isla y muchas monedas de oro. Años después Oli decidió abandonar la isla y convertirse en científico y doctor, y por otro lado Erick abdicó al trono ya que quería una vida más simple y sencilla, así que Amy se convirtió en el rey de la isla con el respeto de todos junto con Oli y Erick. FIN.
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Imagen por: Ricardo González Parra, 1ro C
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Llegamos al salón y me despido de mi papá para poder entrar, se ve un poco apurado, pero no le doy importancia. Llego y veo a todos los morritos sentados. - ¿Llegué tarde? - pregunto. -No, estás justo a tiempo. – me dice la maestraEstudiantes, ésta es Pedrita. Todos saludan y dicen “¡Hola, Pedrita!” en ese tono que siempre usamos (ya saben, cantadito). Noto que una niña viene con cara “fresa”. - Hola, soy Juanchita. - Hola. - le respondo. Voy a sentarme atrás de un niño que es mayor de peso que cualquier otro de los que estamos en este grupo. - Mmm… no sé si te quieras sentar ahí. – dice Juanchita con cara de disgusto. Después de que dice esto, el niño se echa un pedo que me llega hasta el alma. - Gracias – le digo a Juanchita entre risas. - Ven, siéntate a lado de mí. -Pero hay alguien ahí. - ¡Salte ahora de la silla! - le dice Juanchita a la niña que estaba al lado de ella. - Ah, gracias - le contesto. -Mañana es mi cumpleaños por si quieres venir, vente de negro. Espero a que pase la clase para poder hacer más amigos. Encuentro a más personas que me hablan y no tuve que esforzarme por empezar la conversación. El día siguiente era viernes, pero no había clases porque era CTE de maestros, para que repasen lo que se hace en los primeros días de clase. Así que decidí salir y pasar por la Forever 21 para comprarme alguna prenda negra curada. Encuentro un vestido café y siento que me dice que lo compre. Y me lo compro. Entro a mi cuarto a alistarme, me hago una trenza y me pongo el vestido con unas Dr. Martens negras. Llego a la fiesta y veo que Juanchita lleva el mismo vestido. A juzgar de su cara esto no podía ser bueno, a mí no me importaba mucho, pero como ella parecía ser fresona le importaba más que su vida. - ¿No tenías algo mejor que hacer que copiarme mi ropa de marca? Que de seguro tú te compraste en la tiendita de la esquina queriéndome copiar, pero como no tienes el dinero para comprarte ni pan nada
La otra familia Por: Anabela Avilés Vidales, 1ro C Me despierto y en lo único que pienso es en mi primer día en una nueva escuela. Creo que estoy emocionada pero no estoy segura porque puede que no haga amigos o que haga muchos. Pasamos antes por un café para despertarnos y andar de buen humor, pido un latte de caramelo frío porque se me había antojado. Cuando llegamos a la escuela veo el nombre de ésta en grande, “Chilton Academy”, leo. Todos llevan uniforme y van platicando en los pasillos. Me recuerda mucho a mi otra escuela porque había casilleros que en algunos no podías pasar, porque había niños que guardaban comida y olía feo, también había otros casilleros que estaban cerca de los baños, como los limpiaban de vez en cuando olía un poco feo, el de las niñas si olía a caca, pero no como el de los niños. Se escuchan los niños corriendo o peleándose por una babosada y los maestros regañando a los mal portados, también se veían y escuchaban las llaves de la directora pasar mientras las balanceaba, a veces te daban ganas de hacer lo mismo que la directora. Mientras estabas en clase te daban ganas de pasar a la tiendita porque tenían de todo como si fuera un Oxxo, pero también había burritos de frijol ricos y otras cosas que hacía el chef con su ayudante. Esta escuela era exactamente igual a la pasada en la que yo estaba, excepto que en esta es más aplicada. Llego con mi papá a la dirección, pero primero nos pasa la secretaria del director. - Pase-, dice ella. - Buenos días- le digo al director para parecer educada. - Buenos días. Aquí están los horarios de las clases y los libros de la estudiante Pedrita. - Gracias, su mamá ya le pagó los libros y el uniforme ayer. - respondió mi papá. - Así es, mi secretaria ya me lo notificó. 29
más te compraste una copia barata, ¿o la robaste? me dice Juanchita. Me quedo callada porque veo que alguien está grabando y le respondo amablemente. -Mira, no tengo ganas de pelear por un vestidito. Estoy a punto de irme, pero en eso siento que alguien me jala la greña. Para que pararan muevo la mano atrás de mí, para pegarle y que se vayan. Veo que es Juanchita y le pego más fuerte. Juanchita se cae a propósito y empieza a gritar. - ¡Ay me tiraste, mugrosa! Creo que me rompiste algo. Entonces hago que me tropiezo con su pie y me caigo más dramáticamente. Todos los mensos nos creyeron a las dos, pero de repente escucho a un morrito decir: - Es puro show, no le hagan caso. Vénganse a mi casa a ver una película bien curada. Estoy tan cansada que ni en cuenta de que me dormí. Despierto y estoy en el piso. Volteo a mi alrededor y estoy en la escuela ¡Uh, oh!, pienso. Parece que Juanchita también estaba cansada porque está dormida a lado de mí. Nadie estaba en la escuela porque era sábado, las únicas personas que estaban en la escuela era el director y su secretaria, que estaban viéndonos con cara de enojados. - ¿Qué hacen en la escuela, se podría saber? – dice la secretaria. Su tono hace que Juanchita se despierte. Voltea alrededor perdida y me dice al oído: - ¿Por qué estamos en la escuela? -No me acuerdo de nada. - contesto. -Yo tampoco. - ¡Se van a la sala de castigos rápidamente, no me importa que sea sábado! – dice el director enojado. Busco mi teléfono mientras vamos corriendo al salón de castigos, para avisarle a mis papás de lo sucedido. Mi mamá me dice que estaba preocupada y que va a venir por mí y mi papá con tono nervioso me dice que va a hablar con el director. Juanchita y yo nos olvidamos de nuestras diferencias y empezamos a idear un plan para escaparnos de la sala. Encontramos una ventana por la que podemos salir y logramos escaparnos, pero a la salida nos cacha la secretaria y nos dice:
- Se me van a la dirección. Y como nota que nos vamos despacio nos grita: - ¡PERO YA! Llegamos a la dirección y están nuestros papás. Noto que nada más está la mamá de Juanchita y le pregunto: - ¿Y tú papá? -Ahí está - me contesta, señalando a mi papá. -Ese es mi papá...
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Imagen por: Valeria Sofía Gutiérrez Cárdenas, 2do C
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La cueva en la playa Por: Itzae Arad Lamas Saaib, 1ro C Un día Juan y su amigo José fueron a la playa a jugar, estaban divirtiéndose y se encontraron a otros dos amigos, María y Pedro. A Juan siempre le gusta estar con sus amigos, Juan siempre está platicando y sonriendo, José también, pero él es un poco más serio. María y Pedro están atentos a todo y también platican mucho. Estuvieron en la playa 3 horas y decidieron ir a la casa de Juan. Estaban todos en el cuarto de Juan y vieron en la tele una noticia que decía que la playa iba a estar cerrada por todo el verano, Juan y sus amigos estaban tristes y fueron a preguntar por qué iban a cerrarla. Cuando llegaron a la playa le preguntaron a una señora. - ¿Señora sabe porque van a cerrar la playa? La señora se le quedó mirando con cara de miedo y no contestó. Volvieron a preguntar, pero la señora no dijo nada y se fue corriendo. Juan y sus amigos entraron a la playa sin permiso y estaban tratando de ver porqué la iban a cerrar, luego vieron una cueva y entraron, caminaron por 5 minutos y no encontraron nada. La cueva era muy larga y había mucho espacio. Después se escuchó un sonido muy raro que venía de cerca, todos empezaron a seguir el sonido y cada vez se escuchaba muy fuerte, un minuto después el sonido había desaparecido totalmente, estaban perdidos y no sabían qué hacer, después escucharon a una mujer llorando, corrieron rápido y encontraron a la mujer, ella estaba muy asustada y no decía nada, lo único que decía era “¡Dónde está Valeria!”. Juan le preguntó a la señora “¿Qué pasó?”, la señora le contestó que había un monstruo más adelante, todos se quedaron asustados. Los niños corrieron a lo que creyeron que era la salida, pero no encontraron nada, terminaron dando con el monstruo. El sonido del monstruo se hacía más fuerte. Después de 30 segundos encontraron a un oso lastimado, una roca había caído en su pierna, el oso tenía mucho dolor, los niños lo ayudaron y el oso se sintió mejor. - Gracias por ayudarme- dijo el oso. Los niños se quedaron muy asustados, el oso estaba hablando. Les preguntó si estaban perdidos, Juan con cara de asustado le dijo que sí, entonces el oso les dijo dónde estaba la salida, los niños salieron corriendo con la mujer y les dijo gracias. Después de salir de la cueva se fueron de la playa y la mujer les gritó a los niños diciendo: ¡Esperen, ahí está Valeria! Juan recordó que dijo ese nombre en la cueva, se paró y la mujer fue corriendo y abrazo a Valeria y se pusieron muy felices. Valeria era la señora que los miró a la cara con miedo y se fue corriendo. Ya estaban todos felices y los niños regresaron a la casa de Juan. Se estaban muriendo de sed y hambre, apenas podían caminar, después de comer se fueron al cuarto de Juan, vieron la tele un momento y después de un rato vieron que era 5 de marzo, cuando se fueron a la playa era 2 de marzo, Pedro dijo: - ¡Cómo que es 5 de marzo, creo que mi teléfono está roto! María respondió: -En mi teléfono también dice 5 de marzo. Todos revisaron sus teléfonos y decía 5 de marzo. Estaban medios confundidos, se preguntaron “¡Cómo pasamos 3 días en una cueva!” - Tal vez era una cueva mágica-, dijo José. Los niños se empezaron a reír y después se quedaron a dormir en la casa de Juan felices.
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Imagen por: María Fernanda Mercado Montoya, 1ro B
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Aventura hacia la Selva Por: Anakaren Medina Quirós, 1ro C
Era 1998, en un pueblo llamado Cacatúas, un pequeño niño que nos salvará la vida ... - ¡Ahhh!, ¡Tíaaa! - ¡Cariño qué pasa?, ¡deja de gritar! - dijo la tía. - ¡No puedo, me persigue Colín! - ¿Ya le pusiste nombre a una gallina?, por Dios qué dramático eres, suelta ahora mismo la zanahoria que traes. El niño suelta la zanahoria. - Ya, ya estoy bien tía- dijo el niño. - Eres muy dramático, Max. Max se va con una cara de disgusto a conseguir más comida para su pequeño estómago. Al final consigue un sándwich y se va caminando de nuevo sin un destino fijo. ¡Puum! Un choque. - Lo, lo siento muchísimo no era mi intención golpearla señora- dijo el niño. - No te preocupes, todo está bien… ¿Quieres que te compre un sándwich nuevo? - dijo la señora-. - Amm… ¡Claro! Le compra un sándwich. - ¡Mmm… estaba más bueno que el anterior! -dijo el niño con un apetito indudable. - ¿Niño? -preguntó la señora. - ¿Sí? -dijo el niño entre muelas. -Tengo un trabajo para ti, te gustará -dijo la señora que tramaba algo sospechoso. - ¡Sí, sí, sí! Claro, necesito dinero para mi cosecha. Mi tía y yo estamos escasos de comida y dinero. -dijo el niño muy emocionado. - ¡Perfecto! ¿Cómo te llamas, querido? - ¡Max! - respondió el niño con gran excitación. - ¡Muy hermoso nombre! Acompáñame- dijo la señora. Los dos caminaron un largo tiempo hacia la selva, recorrieron todas las cuevas que había en ese lugar, el niño estaba confundido porque no sabía qué estaba pasando, de qué se trataba el trabajo, qué hacía en ese lugar, por qué la señora quería su ayuda. Max se atrevió a preguntarle a la señora qué sucedía. - Di, disculpe señora- dijo Max algo tartamudo. - ¿Qué pasó Max? -dijo la señora, en un tono algo despistado. - ¿Qué estamos buscando? No entiendo. La señora se detiene y voltea hacia Max. - Bueno, ¿Si te digo me prometes que no le dirás a nadie? Es como nuestro pequeño secreto, somos un tipo de policías encubiertos. - ¡Sí, sí claro que sí! - dijo Max entusiasmado, pero a la vez intrigado. -Estamos buscando oro, oro oculto por aquí en la selva. - ¡Wow!, pero-, el niño le empieza a hacer preguntas sobre el oro, la señora se harta de tantas preguntas y le dice lo siguiente: - ¡Ya niño!, ¡hartas!, ¿No puedes quedarte callado por un solo momento? En ese momento que se pone loca y empieza a gritar. Se le cae su cabello, ¡Espera! ¡Es una peluca! El niño se da cuenta que lo había engañado y empieza a gritar para que lo escuchen. Ella lo avienta a la arena movediza. - Mi nombre es Bella -dice la señora y se va. - ¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Alguien ayúdeme, por favor! 34
El niño asustado con lágrimas en su cara empieza a desesperarse porque se hunde cada vez más y nadie lo escucha. Logra ver un tipo de soga gris que lo envuelve y lo levanta de la arena, esperen, no es una soga, es un elefante. - ¿Qué? ¿Quién eres? ¿Por qué me salvaste? - dijo Max todavía asustado. El elefante solo hizo un pequeño barrito, el niño se dio cuenta que el elefante estaba perdido igual que él, y que los dos eran pequeños exploradores. Max acarició suavemente al elefante y le contó todo lo que había pasado. El elefante tenía una cara de confusión y sus orejas estaban apuntando hacia arriba. El cielo se fue oscureciendo, el tiempo fue pasando, dos noches en la selva, con frío, pero nunca solos, dos amigos sin un destino y errores que arreglar. Durante la segunda noche Max pensó y pensó qué podía hacer para detener a Bella, y de repente se le ocurrió una grandiosa idea que dejó al elefante paralizado. El plan de Max era peligroso, pero a la vez sabio, era reunir a los animales de la selva, todos los animales, y combatir juntos a la villana, para salvar el pueblo y en general el mundo. Max y el elefante buscaron y buscaron por todos lados animales reclutas, ya tenían una serpiente, pájaros de todas especies, pumas, tigres, solo faltaban más elefantes y chango. El chico le dijo al elefante que fueran a buscar a su familia para reclutarse, y el elefante al escuchar eso se sentó en el pie de Max, - ¡Oh, duele oh! - dijo Max gritando de dolor. El elefante no se movía, tenía una cara de enojo, sus ojos profundos. Se dio cuenta que obvio no le había gustado la idea, así que le dijo: -Está bien, está bien, tu no vas, voy yo, ¡pero déjame llamarlos, en nuestra esperanza de poder ganar! El elefante se levantó de su pie y se fue a buscar a los changos, Max se fue a buscar a los elefantes. La mitad acompañaron al chico y la otra al elefante para protegerlos, una vez reunidos todos comenzó la guerra. Todos los animales y Max salieron de la selva, fueron al pueblo y combatieron. Gritos, peleas, explosiones, sustos, todos contra la villana. Una larga pelea en la que se enfrentaban. Difícil, pero nunca imposible. ¡Pum! ¡Pas! ¡Boom! ¡Aahhh! ¡Chon! ¡Chan! Ruidos por doquier, pero ¿quién quedó ganando? Max y los animales ganaron la pelea, lograron vencer a la villana. Bella estaba asustada y lloraba muy fuerte por no conseguir lo que quería, ella solo quería que le pusieran atención, Max la miró extrañado, y pensaba: lo que me hizo no está bien, pero todos tienen algo que desean. Se acercó a Bella y le dijo - No llores, está bien. No has perdido, la vida no se ha acabado, solo piensa en hacer lo correcto. Bella lo miró y sonrió. Tiempo después, mucho, mucho tiempo después, todo el pueblo estaba en armonía. Bella trabajaba en su propio puesto de pastelitos en forma de animales, basada en los animales que la atacaron, pero transformándolo en algo espectacular, siendo reconocida por todo el pueblo, los animales seguían viviendo en la selva, pero Max los iba a visitar todos los días. Max y su tía tenían cosecha llena, dinero, y cosas para sobrevivir, la tía estaba orgullosa de él. El pueblo era tranquilo, todos estaban felices...
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Imagen por: Lucía Ríos Fernández, 3ro E
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Desapariciones Por Sebastián Meza León, 1ro C
Era Francia en los años setenta, cuatro amigos jugando a las vencidas en el parque al que siempre iban. El día estaba soleado y tranquilo. A lo lejos estaba una señora de unos 30 años y con aspecto dulce, se veía ocupada, parecía estar leyendo algo. Todos eran amigos desde hace tiempo y ya estaban cumpliendo 10 años. Alberto avisó que iría al baño, a la salida la señora lo metió a un costal, el cual parecía tener una sustancia porque al instante se quedó dormido, y se lo llevó a su casa. Los demás siguieron jugando en el parque. Diego se ofreció a traer paletas de hielo para todos, cuando estaba en la fila del paletero la señora Paulina se acercó a platicar con él, y le comentó que en su casa tenía paletas de hielo y le ofreció regalárselas, le dijo que si no las regalaba se le iban a derretir, le pidió de favor que las aceptara como regalo, y como ella se veía tan dulce y tierna lo convenció de ir a su casa. Alex le dijo a Ernesto que ya había pasado mucho tiempo que no regresaban Alberto y Diego y decidió ir a buscarlos. Cuando se alejó un poco le iba preguntando a la gente por sus amigos, en eso se topó con Paulina y cuando le preguntó por sus amigos ella le dijo: -No los he visto pero te puedo ayudar a encontrarlos, en mi casa tengo un GPS, que es un invento del futuro que estoy haciendo porque soy científica, vamos a mi casa y te aseguro que los vamos a encontrar-. Alex aceptó y fue a su casa. Ernesto iba en camino a casa y se encontró a su papá el comandante de la policía a quien le contó lo que había pasado en ese día, que sus amigos fueron desapareciendo uno por uno. Su papá le contó que estaba investigado el caso de la desaparición de 50 niños en la ciudad y le pidió lo acompañara a una misión que le acababan de dar. Ernesto subió a la patrulla de su papá para acompañarlo en esa misión tan importante, ya que estaba preocupado por sus amigos. Esta misión consistía en ir a una casa que estaban investigando, que era de una supuesta bruja. Les había llegado un reporte que decía que en esa casa habían visto entrar a muchos niños y niñas y que la persona que vivía ahí en las noches metía jaulas de perros. Había que derribar la puerta ya que tenían una orden. La intención era atrapar a los culpables y rescatar a las víctimas. Esa noche llegó Ernesto con su papá, el comandante y cinco camionetas llenas de policías a la casa de Paulina. El comandante derrumbó la puerta y entraron todos. Primero encontraron a Paulina haciendo las pociones que ponía en los costales con los que atrapaba a los niños y los ponía a dormir y los metía a las jaulas. Subieron al segundo piso y encontraron a los 50 niños desaparecidos en la ciudad y también a los amigos de Ernesto, Alberto, Diego y Alex. Todos estaban con vida, asustados y en espera de ser cocinados tal como Paulina se los había dicho. Finalmente liberaron a los niños y encerraron a Paulina, quien confesó que era una bruja malvada que le gustaba cocinar niños por ser tradición de brujas. Entonces el papá de Ernesto entregó a todos los niños a sus hogares y personalmente llevó a sus casas a Alberto, Diego, Alex y por supuesto Ernesto. Al día siguiente en una conferencia de prensa les pidió a los papás aconsejar a sus hijos en no confiar en los desconocidos, y no entrar a casas de extraños, aunque tengan cara de buena gente. Todo mundo lo felicitó, le dio las gracias y le decían “¡Felicidades! ¡Nos has regresado a nuestros niños, gracias!” FIN.
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Imagen por: Karina Durán Mejía, 3ro B
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- ¡Claro! - respondió el jurado. Ya había pasado Tony, y para arruinarle su momento de fama, Marco les enseñó a todos el video que había grabado. - ¡Ey! Miren grabé a Tony haciendo trampa con una calculadora. Les enseñó el video. - Bueno, sí yo hice trampa, pero era necesario, nadie podría hacer matemáticas tan rápido. A lo que Marco le respondió - Esta bien, si haces un mejor talento que yo y me logras convencer tan siquiera a mí, te doy el premio. Si sí me lo gano, ¿O.K.? - Trato hecho. Tony ya había pensado en su otro plan que era la flexibilidad, pero pensó que no iba a funcionar y quedó como plan b. Se empezó a estirar mucho y a doblarse, podía tocar hasta el techo y se balanceaba de un lado a otro. Obviamente Marco ganó, pero como le había prometido a Tony que, si lo lograba impresionar al menos a él, le iba a dar el elefante se lo dio. - ¡Wow! No sabía que tenías tanta flexibilidad, es asombroso. - Y yo ¿qué? ¿estoy pintado? -. Contestó Leo. - No, solo que tú no quisiste participar en el concurso de talentos-. Respondió Marco, a lo que Leo le devolvió: - Tienes toda la razón. - Gracias, se lo iba a dar a mi otra escuela, pero mejor me lo quedo yo. Ahora, ¿qué tal si los tres somos amigos? - ¡Súper! - exclamaron Marco y Leo Al final todos se fueron felices al cine ya que eran amigos.
El preciado elefante de oro Por Bárbara Camila Morán Landín, 1ro C En la escuela en la que iba Marco, junto con su enemigo Tony y su mejor amigo Leo, anunciaron un concurso de talentos y el que lograra sorprender mejor al jurado se ganaría un elefante de oro, pero quien hiciera trampa no sería merecedor de esa preciada figura porque la podría dañar. En la escuela nunca había estado una persona tramposa al lado de ese elefante porque era imposible. Había llegado el gran día en la escuela y Marco no sabía cuál era su talento, pero quería el elefante porque no iba a dejar que Tony lo tuviera porque él ya sabía que iba a hacer trampa, era su enemigo, lo conocía perfectamente y le dijo a Le: - Voy a hacer algo para demostrar que de cierta manera él va a hacer trampa. - Ok- dijo Leo. Antes de que Tony pasara al escenario Marco lo vio con una calculadora porque según el súper talento de Tony era ser una máquina de matemáticas humana, entonces le tomó un video metiéndosela al bolsillo para que nadie se diera cuenta, Tony sin darse cuenta en el video dijo: - ¡Ja, ja, ja! Ahora yo voy a ganar ese elefante y traicionar a esta escuela, se lo voy a dar a mi otra escuela que lo quería con ansias desde hace varios años atrás. Marco iba antes que Tony, pero no sabía qué hacer para ganarse ese elefante de oro y estaba muy estresado, de repente le empezó a salir fuego de las manos y fue corriendo al escenario a mostrárselo al jurado, se sorprendieron. - Es la primera vez que me pasa esto, pero cuenta como talento, ¿verdad? - dijo Marco.
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Imagen por: Jesús Alberto Muñoz Raymundo, 3ro A
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Ashanti el héroe sin capa Miguel Ángel Núñez Trujillo, 1ro C Shonilouni, un pueblo africano muy pobre ubicado en una triste cordillera seca sin vegetación, una de las tradiciones del pueblo era cazar elefantes, esta tradición data del año 1000 a.C, cuando ese pueblo solitario era un gran reino abundante de flora y fauna con un solidario dirigente llamado Ahja. La mayoría de los habitantes son delgados y con tez oscura, al igual tiene graves problemas emocionales pues no tiene qué comer o beber, por eso todos mantienen una complexión delgada. Simba vivía con su mamá y hermana en su humilde casa, por la otra parte Ashanti vivía en su casa con su tía pues sus papás habían muerto en un accidente automovilístico. El 18 de febrero se realizan la sagrada tradición anual de casa de elefantes. Simba el héroe sin capa y Ashanti el genio malvado asiste, Simba solo con el fin de proteger a los elefantes, él quiere conservar la naturaleza a toda costa porque la considera algo sagrado y Ashanti la considera una plaga interminable que tiene que ser extinguida, por eso él va solo y únicamente para matar a los elefantes. Entonces Ashanti encuentra a una muy hermosa elefanta, está dispuesto a matarla porque era lo suficientemente grande para que ganar la competencia. Simba llega al rescate y reta a Ashanti a unas venciditas y el ganador hace lo que quiera con Nala, la elefanta. Simba no estaba muy seguro de eso, pero era la única manera de salvarla. Después llegan al lugar donde sus amigos esperaban, como siempre ahí el secuaz Benny y el inigualable amigo de Simba, Jaharí. Antes de empezar, Simba cuenta la anécdota de cuando miró a Nala por el hoyo que había en su casa: - Recuerdo cuando tenía 2 años, la pared de mi cuarto tenía un hoyo a través de él podía mirar a la naturaleza, un día miré por ahí y vi a esa elefanta, le di toda la comida posible y pasé todo el día con ella. - ¡Comienza el duelo! - dice el comentarista. Ashanti toma la delantera con ese brazo tan poderoso, pero el temerario Simba no se rinde, saca fuerzas de la nada y empieza a remontar con una fuerza increíble. - Te ganaré, Simba. Ganaré el duelo. - No, eso es mentira solo mira tu mano. Entonces sin percatarse Simba había ganado, pero no lo entienden Nala no está y tampoco Benny. Entonces tras una serie de investigación intensa descubren que Benny había robado a Nala y se escabulló por atrás de la mesa en la que todos estaban, después comentó que en su lugar de origen era muy común robar, tanto Ashanti como Simba se enojaron y fueron con el sabio de la tribu. Lo denunciaron con el sabio Gilminti, como resultado la sagrada tradición de cazar elefantes fue cancelada para siempre, pues era muy violenta y no tenía nada de humanidad, entonces ahora cada 18 de febrero en Shonilouni se celebra el día de la humanidad y respeto en el cual en vez de cazar tiene que rescatar un elefante. Después de la trastornadora experiencia Simba se mudó a Nueva York, ahí fundo su compañía para preservar la naturaleza, por otro lado, Ashanti siguió con su aburrida vida en aquel triste y pobre pueblo de Shonilouni junto a su secuaz inseparable Benny.
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Imagen por: Sergio Monraz Ávalos, 2do D
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Mi amigo el robot y los villanos Por Ana Victoria Valdez, 1ro C Ésta era una niña llamada Carolina que, en su cumpleaños llegó su amigo Tom y le tiró una bebida en su vestido por accidente, ella se enfureció y lo sacó de la fiesta y ahí es en donde todo empezó. Carolina nunca lo perdonó por arruinar su fiesta y lo empezó a atacar. Él no sabía ni porqué lo estaba atacando, él tuvo que fabricar cosas increíbles porque ella estaba demasiado enojada y hacía cosas que nadie podía creer. Todo se ubicaba en Washington, DC. Él se encontró a un niño y le preguntó: - Oye, amigo, ¿quieres ser mi ayudante? -. El niño tenía ojos azules y cabello café. Él le respondió que sí. Era muy inteligente empezaron a fabricar muchas cosas juntos para así derrotar a la villana, pero él sospechaba que no le estaba contando algo. El chico lo había visto convertirse en robot y ahí fue cuando se dio cuenta que no le estaba diciendo la verdad del todo. El señor le tuvo que contar lo que pasaba, para que éste comprendiera a su compañero de trabajo, aunque realmente todavía no estaba muy seguro de que le contara toda la verdad, pero empezó a confiar en él de poco a poco. Todo iba bien hasta que vieron que los empezaron a atacar. Empezaron a luchar y atacarse unos entre otros, la villana no se daba por vencida, ahí es donde Tom dijo: -Es hora de convertirse si no, no ganaremos de otra forma. Es esto o dejar que los villanos ganen-. Estaban luchando con todas sus fuerzas, ya no podían más pero no se acordaban de un proyecto que habían hecho. Era el primero que habían fabricado, este era muy elaborado, como un portal que te llevaba a otro mundo, no lo querían usar, pero no había otra opción los dos pensaron en usarlo, pero no estaban muy seguros de esa decisión. Le daban vueltas al asunto hasta que lo usaron. Todos los villanos y sus artefactos desaparecieron ya no quedaba nada más que ellos. Los habían derrotado, estaban muy felices por su victoria y celebraron haciendo una reunión por haber logrado esta victoria. No podían estar más felices. Todo iba muy muy bien hasta que vieron que llegó otro villano ahí todo empezó otra vez.
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Imagen por: Sofía Nicole Solano Sánchez, 3ro B
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Imagen por: Nayla Jimena Domínguez García, 3ro C (Ganadora del 2do lugar del concurso para portada Iberocuentos 2021).
Este 2021 nuestros alumnos, principales protagonistas de esta antología, jugaron con toda su imaginación para desarrollar narraciones en momentos de confinamiento, demostrando que el arte se puede ver reflejado también en las letras. Hicieron notar que la habilidad lingüística se domina desde la imaginación, desde la tenacidad de armar un rompecabezas mental para obtener esa trama, esa anécdota y cumplir con el subgénero deseado. El arte visual que acompaña a cada historia hace de esta antología, por primera ocasión, un contenido complementario entre cuento e imagen. No hay adversidad alguna cuando la imaginación y la creatividad van de la mano para echarse a andar, ciclo 2020-2021, aquí el ejemplo.
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