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COLUMNISTAS INVITADOS

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METROPLEX

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SEñALES y PLAN DE ACCIóN

¿Qué razóN podría teNer uNa chica para cortarse, Quemarse, rasguñarse, golpearse, morderse, pegarse, marcar, o cicatrizar su cuerpo? ¿o arraNcarse el pelo?

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POR RICH VAN PELT Y jIM HANCOCk

Podría ser diagnosticada con un retaso mental, autismo, o desorden bipolar. Podría sufrir depresión, ansiedad, o trastorno de estrés post traumático. Lo más probable, es que sea víctima de abuso y/o asalto sexual.

La conducta auto lesiva es la destrucción o mutilación repetitiva pero no letal de la piel sin un intento consciente de suicidio. De hecho, una persona podría involucrarse en auto agresión para no llegar a matarse a sí misma. Inflige en dolor físico para expresar dolor interior, para contextualizar y quizás controlar el temor, la ira, el vacío, el aislamiento, y la pena. Los adolescentes victimizados que carecen de la capacidad de hablar acerca de su dolor pueden expresar su dolor y su agotada auto estima con conductas de auto destrucción. Los desórdenes alimenticios generalmente coexisten con la auto lesión.

DAME UNA SEñAL

» Muchas pulseras o brazaletes juntos en la muñeca o el tobillo.

» Hojas de afeitar, cuchillas, cuchillos, clips de papel abiertos, o vidrio roto oculto en su habitación o entre sus pertenencias.

» Piel pelada. » Rasguños en la piel. » Pérdida de parches de cabello. » Muchos auto mutiladores escogen lugares escondidos que nadie pueda ver, lo que es una buena razón para no usar traje de baño o ir a ver a un médico. » La mayoría de adolescentes continuarán con la conducta auto lesiva hasta que los problemas más profundos sean resueltos. El medicamento puede aliviar los síntomas de ansiedad, estrés, o depresión, pero el principal tratamiento de la auto mutilación es sacar al descubierto y abordar la raíz de la causa del dolor.

PLAN DE ACCIÓN: APERTURA

» Reconoce que conoces acerca de cortarse y otras formas de conducta auto lesiva y que no te escandalizarías si supieras que la gente trata de controlar su dolor de esa manera.

» No confundas la conducta auto lesiva con perforaciones moderadas del cuerpo (piercings) o con tatuajes. Las perforaciones o los tatuajes excesivos requieren una revisión. » Si sospechas que un adolescente sufre asalto, abuso sexual o algún otro trauma considerable, no dudes en preguntar, gentil pero directamente, si alguna vez siente ganas de lastimarse a sí mismo en momentos de alto estrés. Si recibes un sí o un no suave, pregunta directamente si ha hecho algo para lastimarse a sí mismo.

» Si no estás seguro, no sientas temor de preguntar si alguna vez ha sido abusado sexualmente, o si ha tenido alguna otra experiencia traumática y conecta eso a las conductas auto lesivas.

» Lo mismo si ves señales que puedan indicar auto lesión: Pregunta gentil y directamente si la lesión es lo que parece ser. Si no confías en la respuesta, presiona hasta tener una respuesta más clara. » Infórmate sobre violencia, intimidación, violación, incesto, abuso sexual, y trastorno de estrés post traumático en cuanto a cómo procesar estas categorías de crisis. Si crees que la conducta auto lesiva no es un sustituto de hacer mayor daño sino un preludio a suicidio, infórmate sobre cómo tratar con las conductas suicidas. » De cualquier manera, si sientes que esto es más difícil de lo que puedes manejar, refiere al joven a un profesional capacitado tan pronto como sea posible. » Enséñale a los jóvenes que expresen conductas auto lesivas con un amplio vocabulario emocional.

» Anímalos a llevar un diario, a la poesía, al dibujo, la música y/o a grabar video.

» Pídele a los jóvenes que te llamen antes de lastimarse a sí mismos (eso significa un compromiso de 24 por 7 durante una fase aguda de conducta auto lesiva). » Enseña tácticas abiertas como: • Buscar compañerismo en lugar de aislamiento. • Meditar en la serenidad de la oración. • Practicar técnicas de distracción, como pequeños períodos de ejercicio o respiración controlada. » Presiona a los estudiantes para seguir trabajando en las causas escondidas hasta que sean solucionadas.

» Mantente alerta porque algunas personas regresan a la conducta de auto mutilación durante épocas de desequilibrio, así que regresa al principio de esta lista y asume que estás con ellos en esto a largo plazo.

Para profundizar sobre el tema, te recomendamos «Cómo ayudar a jóvenes en crisis» de Rich Van Pelt y Jim Hancock (Especialidades Juveniles)

CONfRONTANDO LAS MENTIRAS CON LA VERDAD

eN el trabajo Que he hecho coN los jóveNes Que se auto lesioNaN, he eNcoNtrado Que hay uN Número de argumeNtos típicos Que soN ofrecidos de maNera rutiNaria como razoNes para maNteNerse eN esta coNducta o como medio para miNimizar la culpabilidad asociada coN «sólo uNa vez más».

por Marv pEnnEr

Para poder ayudar a los jóvenes a mantenerse en su compromiso de detener las conductas auto destructivas, será necesario que estés al tanto de estas mentiras y que estés preparado para ayudar a confrontarlas con la verdad. Cada una de las siguientes mentiras representa un pensamiento distorsionado que debe ser reemplazado por un pensamiento saludable, renovado.

MENTIRA #1: «MI DECISIÓN DE LASTIMARME NO AfECTA A NADIE MÁS QUE A Mí»

Cuando los jóvenes pasan toda su vida sintiendo que son un fracaso, pueden concluir que son una decepción para todos a su alrededor. A menudo los jóvenes así se sienten responsables cuando las cosas andan mal en su familia, en sus equipos deportivos o en su círculo de amigos. Viven con la culpabilidad de creer que siempre es su culpa. Se vuelven cautelosos, a veces hasta el punto de la paranoia, acerca de la interacción con personas que los rodean. Tiene temor de arruinarlo todo y esto inhibe cada uno de sus movimientos.

Estos jóvenes a menudo se retraen hasta el punto donde no comparten sus vidas con nadie. Es muy probable que sus intentos anteriores de compartir sus sentimientos los llevaran al rechazo en lugar de la aceptación. «¿Por qué estás siempre tan enojado?» «Tu depresión hace que toda la familia se desanime.» «Tu padre y yo hemos estado realmente preocupados por ti últimamente. Tenemos ya demasiados problemas en nuestras vidas. ¡No nos hagas esto!» Palabras como estas comunican un claro mensaje a los jóvenes de que sus problemas son una molestia para cada uno a su alrededor. Estos jóvenes creen que necesitan encontrar una forma de aguantarse y lidiar con sus problemas de tal forma que no le arruine la vida a nadie más. Para estos jóvenes, la auto lesión puede parecer como una alternativa razonable, porque parece ser un mecanismo de escape que no impacta directamente las vidas de los demás. Y en el corto plazo quizás tengan razón –si nadie se da cuenta, es posible que al inicio, nadie más salga afectado.

Por supuesto, la verdad es que mucha gente es afectada por la decisión que uno toma de auto lastimarse. Crea una disrupción en las familias y temor en los amigos. La decisión de una persona de lidiar con su dolor en esta forma no saludable puede dar permiso a otros a hacer lo mismo, iniciándolos en su propio camino a la destrucción. Existe evidencia que las conductas auto lesivas pueden ser altamente «contagiosas». Y luego está el efecto que las decisiones de alguien que se auto lesiona tendrán en sus relaciones futuras. Existen grandes implicaciones para la pareja, amigos, incluso hijos que alguna vez necesitarán una explicación de «los brazos heridos de mami». Nuestras decisiones impactan a otros.

De hecho, en cierto nivel, el auto lesionarse puede ser visto como un acto muy egocéntrico. No toma en cuenta los sentimientos de otros ya sea en el presente o en el futuro. Para el joven que se corta, produce el resultado deseado en el momento con poco o ningún interés en cómo impacta a otros.

MENTIRA #2: «ESTE ES MI CUERPO Y PUEDO HACER LO QUE YO QUIERA CON ÉL»

Demasiados jóvenes han tenido sus cuerpos abusados o aprovechados en alguna forma inapropiada. Como argumentan muchos expertos, existe una fuerte correlación entre abuso sexual y conductas auto lesivas. Ser sexualmente abusado es perder el sentido de control sobre su propio cuerpo. Algunos tipos de abuso son violentos, mientras que otros son más seductores y manipuladores, pero en cada caso la víctima queda con el sentimiento de no tener poder y ser vulnerable. Existe una necesidad inmediata y urgente de ganar nuevamente el sentido de pertenencia. Para la mayoría de las víctimas de abuso, el sueño de alguna vez sentirse cómodas con su propia piel, o sentirse bien acerca de su propio cuerpo puede parecer inalcanzable. Pueden sentirse simplemente reclamando cualquier sentido de pertenencia que puedan encontrar. Aquellos que se auto lesionan se dicen a sí mismos –y posiblemente a cualquiera que se de cuenta- que han recuperado sus cuerpos. El declarar «¡Esto es mío!» los provee al menos una ilusión de poder y seguridad.

No asumas, sin embargo, de que un acto abierto de asalto sexual o abuso es necesariamente un prerrequisito para sentimientos de vulnerabilidad. En nuestra cultura altamente sexual, tanto los varones como las señoritas pueden sentir un gran sentido de incomodidad acerca de su sexualidad. En la mayoría de secundarias los cuerpos son analizados, comparados, rechazados, y discutidos a profundidad. Los jóvenes sienten una increíble presión de ofrecer sus cuerpos a otros aún en amistades casuales. No es de sorprender que algunos de ellos terminen sintiendo que sus cuerpos no son suyos.

Pero existe una verdad. Existe un sentimiento muy real en el cual nuestros cuerpos nos pertenecen. Son un regalo que nuestro amoroso creador nos ofrece a cada uno para que podamos disfrutarlo al máximo. El Salmo 139:14 nos recuerda que «somos una creación admirable y maravillosa». Habiendo aceptado que nuestros cuerpos son nuestros, debemos reconocer que esto no nos da licencia para usarlos en cualquier forma que nos plazca. De hecho se nos urge en Romanos 12:1 a ofrecer nuestros cuerpos como «sacrificio vivo». El deseo de Dios es que disfrutemos nuestros cuerpos físicos y que seamos responsables de crear límites apropiados para asegurarnos que los usemos de maneras que le honran.

En I Corintios 6:19-20 encontramos una afirmación de la verdad que desafía esta mentira.

MENTIRA #3: «SI DEjO DE CORTARME, NO TENDRÉ NINgUNA fORMA EfECTIVA PARA LIDIAR CON MI DOLOR»

La mayoría de jóvenes que deciden lastimarse como una forma de lidiar con su dolor ya han intentado otras diversas estrategias. Quizás han intentado hablar con alguien acerca del dolor que sienten. Tal vez existen diarios personales escritos con sus pensamientos o expresando sus emociones por medio del arte o la música. Algunos quizás se han lanzado intensamente a sus estudios académicos o han intentado encontrar afirmación al ser exitosos en el mundo deportivo. No es inusual que los jóvenes que se lastiman hayan intentado las drogas, abusado del alcohol, se hayan involucrado en conductas sexuales inapropiadas, o utilizado la comida en formas no saludables para tratar de reducir su dolor. Nosotros ya sabemos lo que ellos averiguaron –lo mejor que ofrecen estas estrategias es una solución temporal.

Muchos jóvenes que intentan cortarse se dan cuenta que realmente funciona bien al inicio –incluso mejor que muchas cosas que ya han intentado. Así que cuando consideran dejar esta conducta, su preocupación práctica es si se quedarán únicamente con opciones que ya han intentado y que no han funcionado.

Esta es una mentira difícil de desafiar. El dolor es real y demanda alivio. En este momento han encontrado una solución que funcional. Sí, el precio es algo, pero la paga es inmediata y quien se corta se siente muy en control.

En este punto nuestro papel no es sugerir una alternativa; nuestro papel es ser esa alternativa. Sabemos que la sanidad real vendrá solamente cuando sus heridas profundas puedan ser tocadas por las manos sanadoras de Jesús. Pero ahora nosotros somos esas manos, esos oídos y esa voz. Con su Espíritu en nosotros podemos escuchar profundamente, hablar esperanza en medio de la desesperación y entregar la sanidad que seríamos incapaces de dar por nosotros mismos.

Esto significa que escogemos ofrecer una relación a los jóvenes que son cautelosos y se mantienen distantes porque su confianza ha sido traicionada en el pasado. Esto significa que proveemos comunidad para jóvenes que quizás nunca han sentido que pertenecen a un grupo. Esto significa que hablamos palabras de esperanza incluso antes de que los jóvenes estén preparados a abrazar la verdad. En todo esto les apuntamos hacia Aquel que puede traer verdadera sanidad a los lugares más recónditos de sus corazones.

Pedro entendió lo que significa dirigir a las personas a ese lugar de esperanza (I Pedro 5:7).

MENTIRA #4: «SI NO ME CORTO, LA gENTE NO SAbRÁ CUÁNTO DOLOR HAY EN MI INTERIOR»

Muy a menudo los jóvenes que han experimentado abandono o rechazo desarrollan el sentimiento de que nadie los toma realmente en serio –nadie cree en lo que dicen o entiende lo que sienten. Sus vidas están marcadas por una búsqueda solitaria de alguien que les brinde atención. Por observación o experiencia personal, han aprendido que una forma de lograr involucramiento de las personas a su alrededor es mostrarse en necesidad, débiles y heridos –y no solamente un poco heridos sino muy heridos. Aunque ellos saben que su dolor interior es intenso y real, es invisible –y sienten que necesitan validarlo al encontrar una forma de demostrarlo o expresarlo externamente. Sienten miedo de que si solamente le dicen a alguien que están tristes, temerosos, enojados o solitarios, les dirán que están haciendo una gran cosa de algo tan sencillo –de que solamente necesitan sobreponerse a ello, poner una cara feliz y avanzar. Pero una herida real

física es una historia diferente. Cuando la evidencia es visible, nadie puede negar su realidad o seriedad.

Estos jóvenes temen que si dejan de lastimarse no tendrán una forma para invitar a otros a su vida. Sus cicatrices se han vuelto gran parte de su identidad que ni saben quién serían sin ellas. En un nivel subconsciente, pueden creer que sin sus heridas visibles para demostrar en cuán profunda crisis se encuentran, desaparecerán y dejarán de existir por completo.

El reto de responder a esta mentira es que aquellos jóvenes que la creen lo hacen porque han experimentado la soledad de la vida sin las heridas. Así que, ¿cómo respondemos a los jóvenes que literalmente demandan involucramiento al ser tan agresivamente necesitados que no pueden ser ignorados?

El secreto es desarrollar el tipo de relación de calidad con estos jóvenes que nos permita hablar muy francamente acerca de cómo los percibimos. Esto significa construir un nivel profundo de confianza y respeto mutuo –esto nos dará una plataforma desde la cual podremos hablar la verdad en amor. Necesitaremos afirmar su deseo de relacionarse, pero desafiar los medios a través de los cuales buscan lograrlo.

No es inapropiado permitir que los jóvenes sepan que cuando ellos intentan manipularnos hacia pasar tiempo y energía con ellos, puede de hecho desmotivarnos a hacerlo. Podemos afirmar nuestro compromiso a ellos al mostrarles que disfrutamos el tiempo con ellos sin que tengan que crear una crisis. Una vez que el tema ha salido a luz, podemos tomar oportunidades para mostrar ejemplos con amor y firmeza de conductas emocionalmente manipuladoras cuando sucedan.

La comunidad cristiana debe ser un lugar de refugio para aquellos que están heridos. Pero para poder funcionar de esa manera, debemos comprometernos altamente a actuar con amor los unos hacia los otros. En respuesta a la mentira de que nadie notará su dolor a menos que se corten, debemos ofrecer a los jóvenes heridos la verdad de una comunidad que es sensible a sus necesidades y busca edificarlos. Efesios 4:29 nos recuerda que esa comunidad se expresa por medio de una comunicación saludable.

MENTIRA #5: «NECESITO CORTARME, PARA QUE LAS PERSONAS NO SE ACERQUEN TANTO QUE PUEDAN LASTIMARME»

Los jóvenes que se cortan han experimentado a veces la traición de las personas más cercanas. En algunos casos, estas personas incluyen padres, abuelos, hermanos, y otros que deberían ser confiables. Muy a menudo la traición viene de amigos que fallan a sus promesas o los rechazan justo cuando ellos más necesitan ayuda.

Aquellos de nosotros que trabajamos en el ministerio juvenil podemos inadvertidamente volvernos parte de este ciclo de traición. Quizás sea el líder de un grupo pequeño que renuncia justo cuando sus chicos comenzaban a confiar en él; o el pastor juvenil que se muda a una nueva iglesia, dejando atrás a un grupo de jóvenes que tiene ahora que conocer a un nuevo líder (probablemente después de un año de no tener líder); o el entrenador deportivo que elimina al joven del equipo. Estas situaciones pueden defraudar a muchos jóvenes y pueden sentirse traicionados por el adulto a cargo. Esto puede crear temor y falta de confianza que hace que los jóvenes se sientan como si nunca quisieran acercarse a nadie más de nuevo.

Quienes se lastiman saben que la mirada de sus cicatrices o heridas abiertas mantendrá a la mayoría de la gente a distancia. Aún aquellos que nunca han visto evidencias pueden escuchar rumores y mantenerse lejos. Aunque los que se cortan anhelan relaciones, su temor a la intimidad bloquea ese deseo. Los jóvenes pueden encontrar un sentido de poder al saber que pueden mantener a la gente alejada simplemente al perpetuar su reputación de ser personas que se involucran en conductas extrañas que nadie parece entender.

En el corazón de esta mentira se encuentra la creencia que la intimidad automáticamente equivale a dolor y desilusión. La mayoría de estos jóvenes nunca han tenido relaciones que desafíen esta creencia. La mayoría de sus relaciones significativas ha reforzado la noción que cuando se permiten necesitar a alguien, terminan siendo lastimados.

Detrás de la fachada dura que estos jóvenes usan para empujar a las personas, sabemos que nuestro creador ha colocado dentro de cada uno un deseo genuino de pertenecer y ser amados. Estos jóvenes necesitan probar la verdadera comunidad cristiana y experimentar rela-

ciones con personas con las que puedan contar. Sería especialmente significativo ellos estar en una relación con líderes que los cuidan y están comprometidos a verlos atravesar los momentos altos y bajos inherentes a las estrategias de supervivencia que han escogido.

La única manera en que puede ser desafiada esta mentira que procura mantener a la gente alejada es relacionalmente. Hablar de ello no hará ninguna diferencia. Predicar no los convencerá. Los jóvenes tienen que experimentar lo que es ser cuidados por alguien que los ame genuinamente.

El problema con ofrecer a los jóvenes el amor que necesitan es que su primer respuesta será el rechazo. Se requiere de alguien con sustancial resiliencia para perseverar las flechas ardientes que serán lanzadas en tu dirección si vas a intentar construir una relación con un joven que está comprometido a resistir la intimidad. Pero no es opcional.

En mi experiencia, romper el ciclo de auto lesión siempre involucra el elemento de una comunidad amorosa y una relación confiable. Para poder quebrar la mentira que dice que alguien que se corta puede encontrar seguridad solamente al mantener a otros alejados, debemos amarnos unos a otros. Jesús le dijo a sus discípulos en Juan 13:34-35 que esta verdad del evangelio es validad por el tipo de relaciones que nos ofrecemos los unos a los otros.

MENTIRA #6: «AúN SOY CULPAbLE, Y NUNCA PODRíA CASTIgARME LO SUfICIENTE»

La Biblia nos dice que Satanás es un acusador (Apocalipsis 12:10). La implicación es que él encuentra un gran deleite en apuntar su dedo para recordarles a las personas de sus errores y fracasos. Los jóvenes que ceden a la carnada de auto lesionarse son a menudo particularmente vulnerables a la culpabilidad. Viven con suposiciones no desafiadas que les recuerdan constantemente que ellos son un fracaso. Si su conducta auto lesiva ha sido motivada por la convicción que necesitan ser castigados, entonces pueden tener una creencia profunda que nunca pueden ser completamente perdonados.

Aunque los jóvenes con los que trabajamos tienen historias horrendas de dolor causado por otros, existen probablemente áreas de sus vidas en las que también necesitan experimentar el perdón. Un gran desafío es ayudarles a distinguir entre la verdadera culpabilidad de las que la ha sido ilegítimamente auto infligida. He encontrado a menudo que estos adolescentes están inclinados a castigarse a sí mismos por quiénes son en lugar de por lo que han hecho. Cuando veo las palabras fea, estúpida y no me ames grabadas en el brazo de una chica y me dice que se está cortando porque es todas esas cosas, reconozco que ha confundido su necesidad de perdón (que traerá libertad de la culpa) con su necesidad de aceptación (que traerá esperanza genuina y sanidad).

Las buenas noticias del evangelio es que aborda ambas necesidades. Frente a la mentira que dice que le dice a una señorita que se auto lesiona que no es ni aceptada ni perdonada, la verdad que debe escuchar y abrazar es que ella es completamente aceptada y totalmente perdonada. Es una historia de gracia y misericordia. La gracia significa que somos amados lujosamente sin nunca tener que hacer algo para merecerlo. La misericordia significa que somos perdonados y liberados de las consecuencias de nuestras decisiones. Pablo habla de esta verdad con mucho entusiasmo en Colosenses 1:13-24.

MENTIRA #7: «SI DEjO DE AUTO LESIONARME, TERMINARÉ HACIENDO COSAS AúN PEORES»

Como muchas de las otras, esta mentira está enraizada en el temor. La mayoría de quienes se cortan se dan cuenta que sus acciones son una respuesta extrema al dolor que sienten. Ya han eliminado una amplia variedad de estrategias menos intensas para controlar sus emociones. Se dan cuenta que si abandonan esto no tendrán muchas opciones más.

El temor específico de muchos que se auto lesionan, por supuesto, es que la decisión de detenerse podrían ultimadamente llevarlos al suicidio. Esto nos da algo del sentido de cuán cerca de la orilla viven muchos de estos jóvenes. En un sentido muy real las conductas auto lesivas son lo que los mantiene vivos. Esto subraya cuán importante es para nosotros reconocer que estos jóvenes ven su comportamiento como cuidarse a sí mismos en lugar de auto mutilación o auto abuso.

Cuando se confronta esta mentira es esencial afirmar intencionalmente el deseo del joven de mantenerse vivo. Los que se auto lesionan pagan un alto precio para asegurarse que el suicidio no se convierta en una opción. Su perseverancia y resiliencia es algo digno de celebración. Debemos reconocer su fuerte instinto de supervivencia y recordarles cuán importante será esta fortaleza para explorar otras estrategias menos destructivas para seguir viviendo.

Podemos asegurarle a los que se auto lesionan que su deseo de mantenerse vivos es perfectamente compatible con el deseo de Jesús de darles vida verdadera. Él promete en Juan 10:10 que su deseo de darnos vida es exactamente opuesto a lo que el enemigo espera. En respuesta a esta mentira que les dice que su único camino para salir de las conductas auto lesivas es la muerte misma, nosotros podemos prometerles la abundancia, la vida, la pasión que estamos dispuestos a experimentar en relación con aquel cuyo nombre es Verdad.

La guerra espiritual es una fuerza conductora detrás de lo destructivo de las conductas auto lesivas. Las mentiras que acabamos de explorar ilustran perfectamente la naturaleza de esta lucha. Satanás distorsiona la verdad, envolviendo sus mentiras atractivamente y atrayendo a las personas a creer que él es confiable. Podemos responder efectivamente a estas mentiras destructoras de vida solamente con la Palabra de Dios –la verdad encarnada en Cristo, quien es «el camino y la verdad y la vida» (Juan 14:6).

Marv Penner es un autor experto en ministerio juvenil con más de 30 años de experiencia. Es director de un departamento de ministerio juvenil y familiar en Canadá, y del centro Canadiense para investigación de adolescentes. Es director de la red académica de Youth Specialities..

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