
1 minute read
Carta Editorial
Reinventarnos es tarea cotidiana. Cada reto superado en el día a día es la oportunidad de transformarnos. Es mirarnos de manera diferente ante el espejo, asumir que todo lo que amamos ya está en nosotros y por ello debemos catapultar dones y talentos.
A lo largo de la vida enfrentaremos crisis y noches obscuras, pero depende de nosotros, no de las circunstancias, la actitud que adoptemos. Tenemos como responsabilidad prioritaria cuidar la propia serenidad. Sólo con ella lograremos tener las percepciones certeras y asumir las mejores decisiones de acción y de vida.
Advertisement
Tal serenidad no es fortuita. Implica cuidar a quiénes y qué escuchamos, que creemos, con quién y cómo nos relacionamos. Implica huir del barullo de catástrofes y negatividad, es optar por música y personas que aliente , es apostar por la amistad y revalorar a nuestra familia. Es, en suma, elegir el entorno en el que nos desenvolvemos.
No hay nada más contagioso que las emociones. Busquemos personas positivas, tenaces, admirables. Optemos por la felicidad y demos la espalda a su contraparte, al miedo. Ese sólo paraliza y nos convierte en marionetas del destino. Y nosotros somos todo menos eso.
Somos héroes, sabios, ermitaños, creadores y brujos. Somos ángeles y guerreros triunfales, pero también padres, hermanos, hijos, vecinos, amigos y colegas. Somos parte de la raza humana y, por ende, conformamos el mundo de los seres sintientes. Somos vida y hoy estamos aquí.
Nuestra vida, la tuya y la mía, no es fortuita. Este tiempo de reclusión en casa sirvió para que indagáramos lo más importante: ¿por qué estoy aquí? La misión de vida es algo que no debe pasarnos inadvertidos. Se trata de un Contrato Sagrado en el que arribaste con la certeza de que lo que viniste a hacer a este mundo nadie más lo hará. Por ello, vale clarificar para qué estás aquí. Y cada instante cuenta.
Este número es una celebración de vida. De tu capacidad de reinventarte y ser lo que siempre quisiste.
El momento de transformar nuestra vida y percepción es ahora.