Presentación ante comisión de salud

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Acerca del proyecto de ley que regula la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales. Boletín 9895-­‐11. Nicolás León Ross Director Ejecutivo IdeaPaís Santiago, 15 de junio de 2015

Honorables Miembros de la Comisión de Salud: Por su intermedio, señor Presidente, agradezco la invitación que ha sido extendida a la Corporación IdeaPaís, de la cual soy Director Ejecutivo para participar, el día de hoy en la importante discusión de este proyecto de ley. Durante estos cuatro meses de discusión, han participado y se ha involucrado a diversas instituciones de la sociedad civil. Se ha discutido sobre los fundamentos de la vida, en el período en que un sujeto de la especie humana empieza a ser sujeto de derechos, sobre los derechos que recaen en el no nacido, entre otras muchas discusiones. Al parecer, no quede mucho más por decir. Mi intención hoy es ir un poco más allá y presentarles una reflexión que logra hacerse cargo de esta realidad y que además, nos permite avanzar en los caminos de los consensos, y que hoy parecen no tomarse en cuenta por nuestros legisladores. La decisión de que tengamos que debatir en torno a la flexibilización legal del aborto, muchas veces es el resultado de una sociedad que no supo acoger a la madre en su estado de vulnerabilidad. Como expresó la presidenta Bachelet en su discurso del 21 de mayo de 2014: “cada aborto en el país, es una señal que como sociedad estamos llegando tarde, porque la prevención no tuvo los 1 resultados esperados” Con el objeto de ordenar la presentación, procederé a mencionar su estructura. En primer lugar estudiaremos las problemáticas propias de este proyecto, yendo desde la fundamentación, y los supuestos errados que considera, para luego profundizar en los errores que se presentan en cada una de las causales. Pero no agotaremos la presentación ahí, sino que también, profundizaremos sobre la necesidad de evaluar el escenario político y social que está asociado a la discusión que tras cuatro meses no parece conciliar más que desencantos con el proyecto. Para finalmente, terminar presentando un nuevo prisma de discusión, desde la perspectiva del embarazo vulnerable, el cual se presenta más eficaz y verdaderamente centrado en el bien de la mujer. El actual proyecto de ley en discusión, cuyo objetivo es despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales; riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal, y violación, nos ha tenido en una discusión desde Marzo de la que todo el país ha estado pendiente. Todos sabemos que este proyecto, si bien tiene un alto consenso en torno a la importancia de debatir sobre él en la opinión pública, no ha logrado conciliar una mayoría respecto a la forma en que el Ejecutivo decidió plantearlo. El proyecto de ley presentado por el Ejecutivo presenta serias falencias tanto conceptuales como jurídicas y está lleno de eufemismos e imprecisiones. Se habla de una “interrupción” del embarazo, como si existiera la posibilidad de que éste se pueda “reanudar”. El proyecto tiene por intención, la despenalización, cuando, tal como hemos visto en otras presentaciones ante esta Honorable Comisión, el estado actual del proyecto, nos

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Discurso Presidencial 21 de Mayo de 2014, página 28. Disponible en http://www.21demayo.gob.cl/pdf/2014_discurso-­‐21-­‐mayo.pdf


dejaría ante una ley que deja la puerta abierta para la legalización total del aborto. Además, el proyecto menciona el “riesgo de vida de la madre presente o futuro”, extraño calificativo (que al parecer es copiado de la legislación española) para referirse a una situación que cualquier tipo de paciente, sea madre o no, embarazado o no, tendrá. ¿O acaso ustedes, diputadas y diputados acá presentes, están libres de contraer un riesgo futuro? Por otro lado, tenemos que tener presente que este proyecto presenta en su fundamentación, ciertos supuestos que no necesariamente se condicen con la realidad, quitando por tanto, el sustento que haría urgente debatir sobre la idea de despenalizar estas tres causales, y escondiendo además, segundas intenciones que tienen relación con una lógica que orientada en asegurar derechos reproductivos y sexuales de la mujer a costa de utilizar comunicacionalmente la difícil realidad que está detrás de estas tres causales en el sufrimiento de mujeres que hoy no se les presenta otra opción. Así, el primer supuesto que hay que juzgar es sobre la posibilidad de que una mujer, actualmente, termine privada de libertad como requisito para justificar una despenalización de este tipo, y esto admite al menos que se demuestre dos premisas; primero, que existen mujeres que van a la cárcel por haber abortado; segundo, que los aborto que se cometen, y que son la causa de que existan mujeres en la cárcel, son abortos productos de violación, inviabilidad del feto o peligro de vida de la madre. Sobre la primera tesis, actualmente sólo hay seis personas condenadas por delito de aborto que cumplen su condena en la cárcel, todo hombres; ningún mujer. No hay mujeres en la cárcel por delito de aborto. Sobre la segunda tesis, déjeme mencionarle Señor Presidente, podemos decir que es falsa, pues no hay ningún caso de condena por delito de aborto en que la causa que motivó el aborto haya sido la inviabilidad del feto, el peligro de vida de la madre o violación. Otro supuesto que es necesario aclarar de la fundamentación del proyecto, en la página 2, es la relación que existiría entre clandestinidad de los abortos y el riesgo de que este termine en una situación que complique la salud de la mujer involucrada. Si bien es cierto que en Chile existen abortos clandestinos (esta es una realidad frente a la cual no podemos hacer ojos ciegos), la cifras presentadas por este proyecto de ley son mayores a las estimaciones que manejan las últimas publicaciones científicas -­‐18.000 que muestra la evidencia versus los 32.900 que señala el gobierno-­‐, no podemos caer en la tentación de vincular causalmente esta realidad con las tres causales actualmente en discusión. ¿Acaso todos los abortos clandestinos se dan producto de estas tres causales? Sabemos además, que detrás de cada una de estas tres causales se esconde un drama de dolor y fragilidad humana. Frente a esto, el Ejecutivo presenta un proyecto, mediocremente trabajado y con muchos cabos abiertos, que más que aunar fuerzas en torno a la urgencia de esta solución genera división y cuestionamientos de todos los sectores. Asimismo, se pretende presentar el aborto como la única solución posible a este drama, cuando sabemos, a través de la experiencia de mujeres que se han realizado un aborto, que es una dificilísima decisión. Y no sólo eso, la evidencia científica nos muestra que un aborto inducido no es inocuo para la salud de la madre. A la fecha, no existe ninguna publicación científica que haya sido capaz de concluir que un aborto tiene efectos positivos en la salud de la mujer. Entonces, ¿nos quedaremos tranquilos sólo con discutir un proyecto que no genera los consensos necesarios como para dar una respuesta eficaz a la altura de las exigencias que esta difícil realidad presenta? ¿Nos contentaremos con debatir un proyecto que muestra como única opción patrocinada por el Ejecutivo el acto de un aborto inducido, cuando sabemos que este acto trae serias complicaciones médicas a las mujeres? ¿Es esta la noción de libertad que queremos promover; una que bajo fundamentos de autonomía individual se cierra a


darle opciones a la mujer y sólo propone, desde el Estado, una visión que va contra su integridad física y mental? Nuestra opinión como IdeaPaís frente a este proyecto es que necesita ser revisado profundamente. Este es un proyecto que no logra congeniar voluntades. Esto es un hecho patente que vemos transversalmente en la sociedad civil, la opinión pública y en los partidos políticos, tanto en la Nueva Mayoría, como en la oposición. Si desagregamos el proyecto de interrupción del embarazo en sus tres causales, veremos que, las problemáticas siguen presentes. En primer lugar, la causal respecto a riesgo de vida de la madre, es una causal que no genera ninguna problemática que merezca ser solucionada por el Legislador, esto, ya que hoy en la práctica, en hospitales públicos y privados, se realizan los debidos tratamientos a mujeres embarazadas que tienen riesgo de vida. Ellas reciben correctamente el tratamiento, tal como lo recibiría cualquier ciudadano, y si con esa acción médica, se produce una acción no buscada directamente, entonces, los mismos protocolos médicos, amparados en los códigos de ética (artículo 8 y 9 del Código de Ética del Colegio Médico), concluyen que este acto no es un ilícito. Esto es importante tenerlo en consideración, ya que hoy no existe ningún médico que esté privado de libertad por salvarle la vida a una madre. Esto, aunque aborto, no es un aborto inducido ilícito penalizable por la ley, ya que no corresponde a una acción que tenga como fin y como medio eliminar directamente la vida que reside en el vientre. Otro argumento del que quisiera hacerme cargo, respecto a esta causal, es el supuesto anacronismo en el que estaría sumido Chile producto de no avanzar hacia una legislación más permisiva con el aborto. Muchas veces hemos escuchado -­‐ y el actual proyecto de discusión se preocupa de puntualizarlo-­‐ que Chile sería uno de los 4 países en el mundo donde el aborto está prohibido totalmente. Si bien, podríamos leer estos datos de manera ciega y obstinada, llegando a tal conclusión sin faltar a la verdad, es bueno que analicemos un poco qué es lo que nos dice el derecho 2 comparado. Así, si observamos los datos que entrega el Centro de Derechos Reproductivos , son nada menos que 67 países quienes incluyen una legislación similar a la chilena, restrictiva al aborto. La diferencia está en que ellos incluyen, dentro de su legislación una explicitación a la realidad que en Chile se realiza día a día a través de comités médicos en todos los centros hospitalarios del país sin problema. Como vemos, Chile no es un país anacrónico, sino que está dentro de la mayoría de los países del mundo que respeta la vida, por sobre los 62 países que la permiten en al menos estas tres causales. En segundo lugar, si observamos la causal que se hace respecto a la inviabilidad fetal, existen nuevamente, serias problemáticas. La principal crítica que hacemos es sobre el concepto que se maneja de “alteraciones estructurales congénitas o genéticas incompatibles con la vida extrauterina” y la capacidad de diagnóstico que actualmente tiene la medicina, de realizar este juicio, en el cual se expone la dignidad y derechos de un sujeto inocente, de manera cien por ciento certera. Esto, sumado al hecho de que el proyecto de ley no incluye un diagnóstico de médicos especialistas, sino que sólo de un equipo de facultativos generales. En tercer lugar, si observamos la causal que permite violación –que sabemos es la causal que más concita rechazo-­‐ nos veremos ante una lógica que pretende generar ciudadanos de primera y segunda categoría, según las circunstancias que están asociadas a la concepción de un tercero, que además es inocente en relación al acto. Se busca hacer justicia, entonces, mediante una injusticia a un inocente. Además, los mecanismos que se proponen en el proyecto no son capaces de garantizar la comprobación jurídica del acto de violación, ni tampoco es capaz de generar los mecanismos, sobre todo en el caso de menores, el

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Más información disponible en http://www.reproductiverights.org/es


resguardo del bien superior de las niñas, no queda claro cómo se garantizará que se resguarde este bien, por medio de los debidos procesos judiciales que hay que garantizar y el acompañamiento. Aquí, lo lógico es avanzar en garantizar el derecho a protección que tiene la víctima asegurando que sea el victimario quién pague, y no un tercero quien sufra las consecuencias injustamente, dejando impune, y con probabilidad de reincidencia al violador. Esto, a todas luces es una clara discriminación de este proyecto de ley contra la mujer y contra el niño que está por nacer. Como vemos, el actual proyecto más que conducir una discusión ágil, no hace más que entramparla por culpa de sus imprecisiones y cabos abiertos. Como IdeaPaís, hemos estado trabajando con el objetivo de proponer y posicionar un nuevo enfoque para enfrentar la difícil situación que deben sobrellevar, solas, un sinnúmero de mujeres que hoy optan por la maternidad y están en situación de embarazo vulnerable. ¿Qué entendemos por embarazo vulnerable? El embarazo vulnerable es "un concepto dinámico y relacional, pues se refiere a las circunstancias que inciden en que el embarazo no se pueda vivir con normalidad, en muchos casos provenientes del contexto social en que se desarrolla o bien de su propia individualidad, los que hacen que la mujer requiera un acompañamiento especial. El estudio de estos factores importa por dos razones. En primer lugar, pues a través de ellos se conocen las verdaderas razones del por qué las mujeres embarazadas deciden el aborto (la raíz del problema), aun cuando en algunos casos no lleguen a materializarlo. Y segundo, para saber dónde poner los esfuerzos para el acompañamiento y el apoyo. Según el estudio, dos son los factores que podrían distinguirse: i) factores psicosociales y ii) factores propios del embarazo, explicando con eso un 87,6% de los factores que determinan una intención de aborto. Los cuales, están asociados a violencia, abandono, soledad y proyectos de vida desechos. Hasta ahora, hemos visto que el actual proyecto, con sus tres causales no es capaz de entregar una respuesta efectiva, que considere el foco en la mujer, y que además, esté velando por su integridad física y mental. En cambio, quiero presentarles cómo el esquema de política pública que hemos trabajado en conjunto con otras organizaciones de la sociedad civil, parece presentar respuestas más eficaces y que logran conciliar posturas que en el escenario actual parecen ser irreconciliables. El problema que está detrás de esta incapacidad de avanzar en acuerdos en torno al proyecto actual, y el argumento que explica por qué este actual proyecto es tan deficiente, es que el Ejecutivo quiere presentar soluciones a una problemática seria, sin haber estudiado sus causas. Proyectos de gran envergadura, grandes trasformaciones sociales, siempre tienen asociado un proceso de reflexión, muchas veces con comisiones de expertos asociadas, para determinar las causales y determinantes de la problemática, para así, poder presentar soluciones eficaces. El caso de este proyecto, claramente carece de este proceso de reflexión. Es como si el Ejecutivo, y también algunos legisladores, sintieran la responsabilidad de dar respuesta al problema que ven abalado en una alta aprobación social de la despenalización en estas tres causales, utilizando la herramienta incorrecta para lograrlo. Sin embargo, la lectura que se hace de esas cifras es errónea, si lo que queremos es satisfacer sus expectativas y darle una respuesta efectiva a la mujer. Las mujeres en situación de embarazo vulnerable, están en una situación de desprotección total. Muchos, entre ellos, algunas organizaciones que han venido a presentar ante esta honorable Comisión, sostienen que esta ley tiene su respaldo en un marco de respeto a los Derechos Humanos, y el respeto a la libertad de la mujer por optar autónomamente por ponerle fin a la vida de un tercero. Lo complejo que se


deriva de estas posturas, es que obvian preguntarse sobre cuáles son los factores que podrían llevar a que una mujer, bajo estas tres causales, a querer optar por una salida que considere un aborto inducido, cuando sabemos lo difícil que es tomar esta decisión. O acaso podemos hablar de verdadera libertad en una persona que está en un momento de fragilidad física y psicológica máxima. Más aún, sumémosle a esta realidad la carencia total de una opción por parte del Estado que nos permita poder optar por algo distinto. ¿O sólo consideramos que hay una libertad real de la mujer cuando se presenta una exclusiva opción? Las respuestas a estas interrogantes evidentemente son no. Hoy el Estado presenta serias negligencias respecto a las mujeres que sufren de embarazo vulnerable. Hemos visto como, las escasas opciones que estaban a disposición han sido cerradas por el actual gobierno. Entre esta, podemos resaltar la acusación que lanzamos desde IdeaPaís como el cierre del Programa de Acompañamiento y Apoyo a las Madres adolescentes para traspasarle su financiamiento al nuevo programa Buen Vivir de la Sexualidad y la Reproducción, que no tiene el foco puesto en el acompañamiento de las jóvenes que eligen seguir adelante con su embarazo vulnerable, y optar por desarrollar su derecho humano a ser madre. Una discriminación injustificada, que por fines ideológicas, deja sin un programa a más de 3.300 mujeres adolescentes, a lo largo de todo Chile. Estas negligencias son especialmente preocupantes, ya que presentan una incoherencia con el proyecto mismo que hoy discutimos. En la página 22 de éste, se señala que para favorecer el discernimiento de la mujer se acompaña de toda información que necesita para tomar una decisión, siendo que evidentemente alternativas que permitan el acompañamiento y la prevención, son necesarias y hoy actualmente no existen y nadie hace nada para cambiar esa situación. Con esta incoherencia del Ejecutivo da cuenta de que su intención no está por la prevención y el acompañamiento, tal como era la intención original de la Presidente el 21 de mayo de 2014, sino que presentar un proyecto cuyo único objetivo es presentar el aborto como solución a un problema social, que sabemos tiene formas más humanas y eficaces de solucionarse. Ante la incapacidad y la negligencia que presenta la respuesta por parte del Estado, existen asociaciones de la sociedad civil, que en un llamado de responsabilidad y solidaridad, han decidido dar una respuesta eficaz a esta problemática, desde un prisma del embarazo vulnerable. Estas iniciativas fueron compiladas en el 3 Informe “Embarazo Vulnerable: Realidad y Propuestas” que lanzamos en noviembre pasado, con el objetivo de presentar un enfoque integral de apoyo al embarazo vulnerable que considere el acompañamiento y la prevención, avalado en estudios de impacto de política social. La evidencia es contundente. Un programa integral de acompañamiento y prevención es posible, es eficaz y tiene un apoyo transversal a lo largo de todo el espectro político. Estudios preliminares, estiman un 4 presupuesto de $42.000 MM para implementar políticas de Estado que den respuestas y además, presenten alternativas humanas y con el foco en la mujer al actual proyecto de aborto que estamos hoy discutiendo. Así, con motivo de profundizar sobre cómo este nuevo enfoque del embarazo vulnerable es capaz de presentar una alternativa más eficaz a las tres causales en discusión, los invito a que revisamos las iniciativas de la sociedad civil que son exitosas en presentar una solución a estas tres causales en discusión, desde un prisma del embarazo vulnerable, veremos que una solución perfectamente viable se plasma detrás de éstas.

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Disponible en www.embarazovulnerable.cl Estimaciones realizadas por la Dirección de Estudios de IdeaPaís.


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Respecto a la inviabilidad fetal, el proyecto Acompañar_es , mediante un programa de cuidados paliativos perinatales, logran presentar una respuesta que permite acompañar a la madre, y su familia, durante el proceso que se desencadena desde que se le informa el diagnóstico de la inviabilidad. Este programa incluye un acompañamiento multidisciplinario que ha demostrado ser sumamente eficaz, a través del seguimiento de las pacientes, y además, no significa altos costos si estamos pensando escalar el programa a nivel nacional desde el Estado, en términos de su implementación, ya que la mayoría de los recursos necesarios, es capacidad actualmente instalada en el sistema. Otra solución que emerge desde la sociedad civil se da en relación a la causal de violación, es el trabajo de acompañamiento psicosocial que realiza la Fundación Chile Unido, quienes desde 1999 han otorgado una respuesta efectiva a más del 119 casos, con una proporción cercana al 2% del total de casos que reciben, lo que permite hacernos un estimado de la proporción nacional de violaciones que pueden terminar en aborto, con tasas de éxito superiores al 85%. El caso de la violación es el que esconde el mayor drama social. La mayoría de las violaciones son perpetuadas en el contexto del hogar, por lo que una salida abortiva a esta realidad, sin los debidos resguardos judiciales, no hará más que perpetuar el ciclo de violencia en el que está sumida la víctima. Alternativamente a esta realidad, escalar la experiencia de Chile Unido a nivel nacional, mediante un programa con el apoyo del Estado, presenta una alternativa más humana, que permite acoger a la víctima en un minuto de máxima fragilidad humana, y estableciendo los debidos mecanismos de protección que la ley entrega, para terminar con el ciclo de violencia. Respecto a la causal de riesgo de vida de la madre, no podemos presentar una solución desde la sociedad civil, porque ya mostramos que usualmente, esta causal está relacionada con situaciones de urgencia médica, que tiene sus propios mecanismos éticos y lícitos para salvar la vida de la madre. No es razonable despenalizar una práctica que no está penalizada. Sin embargo, es bueno tener presente, La cifras de mortalidad materna en nuestro país son sólo pueden compararse con países desarrollados. Para sorpresa de muchos, a pesar de que nuestra legislación no contempla ningún tipo de aborto, las cifras de mortalidad materna y perinatal son más positivas que países que permiten el aborto, como Estados Unidos. Que el proyecto puede ser mejorable, es algo que todos compartimos. Hoy lo que nos convoca, sin embargo, es debatir sobre si es conveniente o no, en esta etapa de discusión general, seguir avanzando en un proyecto que no es capaz de generar consensos y que además, presenta graves falencias jurídicas, médicas y sociales, sobre todo teniendo en consideración que existen alternativas de política, más eficaces, viables y con apoyo transversal. Lo que me preocupa sinceramente de esta Honorable Comisión, es la actitud que han tomado para legislar frente a esta problemática. Sabemos que detrás de esta discusión que a ratos parece intransigente y tediosa, se esconde una problemática social que afecta a miles de mujeres, su dignidad, sus derechos humanos, su familia y su entorno social. Esto, no puede sernos indiferentes. Así, la estrategia no puede ser dilatar una discusión que sabemos es complicada porque no es capaz, por falta de actitud, de generar los consensos necesarios. Hoy, existe una alternativa que es viable y que además es capaz de darle una respuesta a gran parte de esas mujeres afectadas que hoy se encuentran a la deriva, esperando que nuestras autoridades hagan algo. Espero haber aclarado con esta presentación, que la opinión de IdeaPaís es reacia a este proyecto de ley, ya que creemos que es deficiente y que presenta serias problemáticas jurídicas, que más que acotar el aborto a

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Más información en http://xn-­‐-­‐acompaar-­‐es-­‐6db.cl/wp/wp-­‐content/uploads/2015/05/Informe-­‐29-­‐meses.pdf


tres causales específicas, es una puerta para legalizar el aborto puro y simple. Sin embargo, esta oposición al proyecto, Señor Presidente, no me imposibilita a presentarle a esta Honorable Comisión, por medio de usted, que se abra a debatir una alternativa que genere acuerdo y que entregue soluciones eficaces. Ante propuestas que versan de temáticas similares, y teniendo presente que hay un drama social que solucionar, el sentido común impone que trabajemos la alternativa que más viabilidad legislativa tiene. A este criterio práctico, se suma un importante criterio que ha sido manifestado por otros expositores ante esta Honorable Comisión, como fue el Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez, al declarar que contar con una política integral de acompañamiento al embarazo vulnerable, es el piso mínimo necesario para poder avanzar en una discusión honesta que pretenda despenalizar el aborto en causales específicas. Esto, que parece de todo sentido común, parece no tener un correlato en la prioridad legislativa que ha fijado esta Honorable Comisión de Salud. Es por esto, que quería presentarle, por medio de usted Señor Presidente, la inquietud de nuestra de IdeaPaís, sobre la necesidad de poner en tabla el proyecto que “Establece un régimen de protección integral de la mujer con embarazo vulnerable y del hijo que está por nacer, y modifica la Ley que Establece Medidas Contra la Discriminación”, boletín 9873-­‐11, presentado por dos miembros de esta comisión, el diputado Nicolás Monckeberg, y el diputado Jorge Rathgeb, en conjunto con un grupo transversal de diputados que están motivados por presentar una solución efectiva y consensuada a la realidad anteriormente descrita. Este proyecto tiene por objetivo: 1) Dar protección integral a las mujeres con embarazos vulnerables, estableciendo el acompañamiento como una forma de protección integral, mediante disposiciones generales sobre la obligación de los órganos del Estado de elaborar e implementar políticas en favor de la mujer embarazada y del niño que está por nacer, con el objetivo de garantizar en especial la obligación de asistencia integral, a aquellas madres que estén sobrellevando un embarazo vulnerable y 2) Incorporar como categoría sospechosa de discriminación arbitraria, en el contexto de la “ley Zamudio” (Ley No 20.609) aquellas diferencias o exclusiones que se funden en el embarazo de la mujer o en que el niño está por nacer, cualquiera sea su etapa de desarrollo gestacional. Bajo nuestra opinión, este proyecto de embarazo vulnerable, es el piso mínimo necesario para que podamos siquiera pensar en abrirnos a una discusión legislativa como la que motiva el proyecto de despenalización a la interrupción del embarazo en tres causales. Sólo estudiando las causas de una problemática social podremos dar una respuesta verdaderamente eficaz, humana, y centrada en la integridad de la mujer. Flexibilizar el aborto no es el camino, cuando sabemos que tenemos alternativas de políticas mejores y que además concitan mayor acuerdo, cuando hay una ciudadanía expectante por la respuesta que sus legisladores le dan para solucionar un drama social. Así, proponemos, por medio del Señor Presidente, que se proponga votar la idea de que esta comisión discuta la opción de tomar el acuerdo, el día de hoy, sobre la idea de poner en tabla para la próxima sesión el proyecto que “Establece un régimen de protección integral de la mujer con embarazo vulnerable y del hijo que está por nacer, y modifica la Ley que Establece Medidas Contra la Discriminación”, boletín 9873-­‐11 de tal manera de asegurar, anterior a la discusión sobre el proyecto actual que no concita acuerdo, un avance nacional que nos permita contar con un piso mínimo y necesario para cualquier discusión honesta y no ideológica que pretenda flexibilizar la actual discusión de aborto, y cuyo objetivo esté en darle una respuesta humana y centrada en el bien integral de las mujeres chilenas.


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