D I C MES DE ABRIL 2021
MIRAR A TRAVÉS DE LA CRUZ Y LA RESURRECCIÓN La semana santa nos invita a hacer memoria de los sucesos por las cuales se fundamentan nuestra fe. Cada año los evangelios nos manifiestan los sucesos de la pasión, crucifixión y resurrección de Cristo. El evangelio de Lucas nos dice “estaba el pueblo mirando” (Lc. 23:35). Entre aquel pueblo que estaba mirando los sucesos de la pasión y crucifixión de Jesús estaban presentes los discípulos, discípulas, seguidores, amigos, amigas, familia, fariseos, sacerdotes, magistrados, soldados romanos y entre otros desconocidos. A la misma vez, el evangelista nos ubica a los lectores como espectadores de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. L a invitación a mirar los sucesos tan injustos por el cual Jesús atravesó, nos advierte que tenemos que observar cuidadosamente los detalles de cada escenario. Entre tantos detalles sospechamos que existieron miradas distintas entre el pueblo. En el escenario hubo miradas burlonas, odiosas y resentidas. También podemos suponer que existieron miradas de miedo, angustia y desesperanza. Asimismo, podemos presumir que también hubo miradas de ternura, amor y esperanza. Entre tantas miradas podemos preguntarnos ¿cómo miramos nosotros esos sucesos por la cual está atravesando Jesús? ¿Qué nos evoca cuando nos detenemos a observar el escenario? Por un momento todas las miradas se centran en el rey que lleva una cruz. En medio del escenario se abre paso la cruz y pone en tela de juicio toda la deshumanización, la burla, la desidia, el escarnio y el regodeo ante la violencia. Aquel que sostiene la cruz es llamado “rey de los judíos”. Pero esa expresión burlona desde la mirada de los poderosos, en el fondo nos quiere señalar que es el rey que acompaña a los pecadores, los desahuciados, las viudas, los enfermos y los pobres. Es el rey de aquellos que se preguntan por el pan diario y aquellos que reclaman justicia. Todo el escenario de la pasión y la crucifixión de Jesús es injusto. Un sistema político, económico y religiosos que hacen uso de su poder para instalar una paz ficticia, dejando la perversidad y la violencia intacta. Otro escenario al cual nos invita el evangelio a mirar es la resurrección de Jesús. Y en este sentido, el evangelio de Juan utiliza el verbo mirar implicando una cuidadosa observación física del escenario y a la vez el discernimiento de los mismos. Nos indica que tenemos que elaborar cierto juicio de lo que percibimos. Entendemos que las primeras en ver a Cristo resucitado fueron las mujeres. Ellas fueron las primeras en realizar el proceso de ver y discernir la resurrección de Jesús en sus vidas. Pudieron comprender el significado de la presencia viva de Jesús.
Los evangelios nos señalan que las mujeres fueron muy temprano a mirar la tumba, llevaron perfumes y otros aditamentos para el embalsamiento o limpieza del cuerpo de Jesús. Salieron temprano hacia la tumba para realizar el proceso de limpieza correspondiente al cuerpo de su Señor. Aspecto que manifiesta el cariño de las mujeres hacía su Señor al momento de organizarse para proveerle entierro digno, según la tradición. No todos se prestaban a realizar la limpieza al cuerpo de un difunto. El mandato de la pureza no permitía que cualquier varón realice ese trabajo, ya que tocar sangre y más de un cadáver era considerado impuro. Pero aquellas mujeres se atrevieron a realizar dicho trabajo. Podríamos sospechar que ese trabajo era exclusivo para esclavos, siervos, incluido a las mujeres. Sin embargo, el amor y cariño a Jesús fue mayor que las leyes de la pureza. El encuentro de las mujeres con el resucitado plantea un cambio de sus vidas. La presencia de Cristo permite cambiar el estilo y la forma de las mujeres, proveyéndoles la voz para dar un testimonio público. El testimonio de un varón era más verosímil que la palabra de una mujer, pero la presencia del resucitado hace posible que las mujeres den su testimonio público ante los varones puros y observadores de la ley. En otras palabras, ellas pudieron discernir la presencia de Cristo en sus vidas de tal modo que se habilitaron a hacer uso del derecho que se les había negado: hablar públicamente y dar su testimonio. El imperio romano con su sistema económico, político, religioso; incluso asociado con la tradición judía del momento, no posibilitaron reconocer los derechos de las mujeres. Pero la presencia de Cristo resucitado posibilitó el reconocimiento de los derechos humanos que se les había negado. En este sentido, las buenas nuevas de la resurrección de Cristo es el mensaje evangélico en favor de los derechos humanos. Es importante mirar la Cruz y la Resurrección en nuestras vidas de fe personal y comunitaria. Porque mirar a través de la cruz es ver todas las injusticias que violentan la dignidad de las personas y las pone en tela de juicio aquellos sistemas que quebrantan los derechos humanos y producen muerte. También es importante mirar, en el sentido de discernir, la resurrección, porque a través de ella afirmamos nuestra esperanza en una vida plena para cada ser humano en particular y toda la creación en general. Por tanto, la Pascua nos invita a hacer memoria y volver la mirada a los sucesos de la pasión, crucifixión y resurrección de Cristo. La cruz y la resurrección nos ayudan a no fijar la mirada solamente con aquello que nos ofrece parte de la sociedad actual: mirar y exponer las miserias de los más vulnerables y hacer de ellos objeto de consumo. En cambio, nos posibilita mirar el escenario con lujo de detalle poniendo en tela de juicio toda injusticia que produce muerte. Asimismo, mirar la resurrección nos provee la esperanza y los ánimos para construir un mundo donde podamos vivir plenamente, reconociendo los derechos de toda la creación de Dios. PASTOR BLADIMIR CORO RECORDANDO… Hace muchos años en nuestro boletín mensual, Héctor Diomede nos invitó a leer relatos de la Biblia para acercarnos y conocerla. ¡Los que ya leyeron los relatos, pueden volver a hacerlo! El objetivo de leer nuevamente éstos personajes es reconocer que lo verdaderamente esencial está en las Escrituras. LEYENDO LA BIBLIA A TRAVÉS DE SUS PERSONAJES XVI. DÉBORA “Gobernaba en aquel tiempo…una mujer…la mujer de Lapidot” (Jue.4, 4), Débora (que en hebreo significa “abeja”) era “profetisa”, es decir, daba mensaje en nombre de Dios pero también era “juez” de Israel, una líder guerrera. Puede decirse que Débora era una mujer de armar llevar.
Como la existencia de los “Jueces” es anterior a la monarquía, hay bastante coincidencia entre los estudiosos que los jueces cubrieron el periodo del 1200 al 1030 aC., y algunos autores datan al “gobierno” de Débora aproximadamente para el 1100aC. Pero la figura de un “Juez” tal como lo tenemos presente en las Escrituras, reunía mucho más atributos que entender litigios, era sobre todo un líder militar que gobernaba una región, un caudillo para llevarlo a nuestra historia. Las distintas tribus, que se agrupaban en lo que dio en llamarse la Confederación de Israel, estaban constantemente amenazadas por los pueblos vecinos. Ella era “juez” al mismo tiempo que Barac. Se relata en la Biblia que en el monte de monte de Efraín, entre Ramá y Bet-el, había una palmera donde Débora “acostumbraba sentarse” y el pueblo le llevaba los casos para que hiciera justicia (Jue.4, 5). En este tiempo Jabín es el rey de Canaán. Tenía 900 carros de guerra. Era tan fuerte su ejército que muchos israelitas habían llegado a ser siervos de Jabín. El jefe del ejército de Jabín se llamaba Sísara. Débora le pide a Barac, según lo que el Señor le había dicho, que vaya a la guerra contra Sísara, pero Barac le dice “Iré si vienes conmigo” (Jue.4, 8) y ella le responde: “Iré contigo, más no será tuya la gloria de la jornada…porque en manos de mujer venderá [entregará] el Señor a Sísara” (Jue.4,9). Posteriormente se narra el llamado Cántico de Débora (Jue.5,1-31). Débora fue la única mujer que llegó a la judicatura de Israel, también la única entre los jueces que fue profeta y también la única que gobernó sobre todo Israel, ya que el resto de los jueces lo hicieron solo sobre sus tribus, por ejemplo Barac. HÉCTOR DIOMEDE (partió a la presencia del Señor el 6 de septiembre de 2017) LECTURAS BÍBLICAS: DOMINGOS DE ABRIL
DOMINGO 4 - Pascua de Resurrección Salmo 118, 1-2; 14-24 Hechos 10: 34-43 Isaías 25: 6-9 1° Corintios 15: 1-11
DOMINGO 11 - 2° domingo de Pascua Salmo 133 Hechos 4: 32-35 1° Juan 1: 1-2, 2 Juan 20: 19-31
Domingo 18 – 3° domingo de Pascua (Blanco) Hechos 3: 12-19 Salmo4 1° Juan 3: 1-7 Lucas 24: 36b-48
Domingo 25 – 4° domingo de Pascua (Blanco) Hechos 4: 5-12 Salmo 23 1° Juan 3: 16-24 Colosenses 3: 1-8 y 4: 1
EL DÍA 10 DE ABRIL, PARTIÓ A LA PRESENCIA DEL SEÑOR RUBY ETCHEGOYEN ¡ESTAMOS TRANQUILOS Y CON LA CERTEZA QUE DIOS Y ALDO LA RECIBIRÁN CON UN ABRAZO Y UNA ENORME SONRISA! GRACIA, PAZ Y BIEN AMADA HERMANDAD «Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.» Romanos 8: 38-39
En el día de la fecha partió a la presencia del Señor nuestra amada hermana Ruby Esther Rodriguez Etchegoyen, compañera de vida del obispo Aldo Etchegoyen. Damos gracias al Señor por los días que Dios le regaló a Ruby y por su vasto testimonio en favor del Evangelio del Reino de Dios. Creemos en la tarea tenaz y comprometida que desarrolló junto al Señor de la Vida Plena, en la siembra incesante de semillas de justicia, en la certeza que lo que se recoge es una cosecha abundante de amor. Anhelamos que al despedirla, tanto la familia como la comunidad de la fe, sea en la certeza de que no se vive para morir, sino que se muere para resucitar. La propuesta cristiana es «o vida o resurrección», como lo ha sintetizado Don Pedro Casaldáliga. En este sentido afirmamos como lo hizo Rubí, que creemos en la resurrección de la vida. Nuestra oración junto a las hijas e hijos y a la familia toda, creyendo que su sonrisa se encontrará con la de Aldo y con el abrazo tierno del mismísimo Dios, no como fin, sino como la génesis de la vida. En el amor de Jesús el Cristo. PASTOR AMÉRICO JARA REYES Obispo DAMOS GRACIAS A DIOS - por los enfermos que se están recuperando - por los hermanos que han cumplido un año más de vida en este mes - por la vida de Ruby Etchegoyen y de Hortensia Ferreira, y por su entrega al Señor - por poder comunicarnos con Dios y poder comunicarnos entre nosotros PEDIMOS AL SEÑOR - por los enfermos de Covid - por los que tienen otras enfermedades y/o tratamientos - por los que tienen que trasladarse para ir a la escuela y/o a sus trabajos - por todo el personal de salud - para que haya suficientes respiradores y todo lo necesario para atender a los que lo necesitan - por los niños - por los docentes - por cada uno de nosotros, para que nos cuidemos y así cuidemos a los demás - por los que están pasando momentos difíciles y que no llegan a poder alimentarse - por nuestro país y por los países vecinos que están en situación difícil por la pandemia - por los países de África que aún no están vacunando - por la iglesia en Argentina y en Paraguay - por los motivos que tenemos en nuestro corazón y que no expresamos en voz alta SEÑOR, TE DAMOS GRACIAS PORQUE NOS ESCUCHAS Y RESPONDES. POR JESUCRISTO. ¡AMÉN! DOMINGOS 10.30 HS - CULTO DE ADORACIÓN – SANTA CENA Y JUEVES A LAS 17 HS. DEVOCIONALES UNIRSE AL CULTO POR ZOOM
ID de reunión: 871 5548 9948 Código de acceso: 068720 ANGÉLICA ARNEJO
La alegría del cielo en la tierra
“Los discípulos sintieron la alegría de ver al Señor” Juan 20:20. El evangelio es una buena noticia cuya alegría se encuentra cimentada en la experiencia de que Dios no es un Dios de muertos sino de vivos, buena noticia que se hace realidad en Jesús y por tanto en el proyecto que él encarnó. La comunidad de Hechos lo resume así: Jesús de Nazaret fue lleno del Espíritu, pasó haciendo el bien y liberando a los oprimidos, fue condenado por los poderosos a morir en la cruz… y Dios lo resucito al tercer día. La comunidad se ofrece como testigo fiel de esta realidad: ¡Jesús está vivo y su proyecto de vida nueva sigue siendo una realidad que convoca a la alegría y al testimonio! Y por eso el Espíritu del resucitado nos interpela a renovarnos profundamente, a vivenciar la vida que nos infunde el mismo Jesús cuando cumple la promesa de darnos una alegría que inunda el corazón y que nadie nos podrá arrancar. “La resurrección del cuerpo, las sonrisas de placer, la libertad, los campos cubiertos de trigo y de frijol balanceándose al impulso de la brisa, y las viñas cargadas de uvas, la expulsión final del miedo, la vida eterna…” R. Alves. El camino de la resurrección que se abre delante de nosotros es un camino de sanación, libertad y alegría. Es el triunfo del amor sobre todo proyecto de muerte y esclavitud. Nuevamente las palabras amorosas de Jesús trascienden los límites de la muerte y unen el cielo y la tierra. Y ello es motivo de una alegría sin igual, que se expresa en canciones que despiertan nuevas esperanzas. Señala el teólogo español Joaquín García Roca: “Con los cantos llegan las motivaciones y las resistencias, con los cantos llegan las palabras al abatido, se despiertan las energías colectivas. Los cantos no solo anuncian una tierra sin males sino que muestran que es bella y deseable y que vale la pena construirla. Al cantar juntos… ya estamos arrebatándole territorio a la exclusión y al derrotismo… Somos invitados e invitadas a cantar una melodía sinfónica y mestiza, con voces plurales… Un canto que a menudo va a estar fragmentado en mil pedazos por los vaivenes de la insolidaridad, por la presencia continua y constante del sufrimiento innecesario.” El efecto del encuentro con Jesús es la alegría que tantas veces se expresa en el canto, dando inicio a la fiesta de la nueva Pascua. Cuántas veces llegamos a nuestro culto –virtual o presencial si podemos– cansados y desgastados por nuestras rutinas, pero terminamos con el entusiasmo del renacimiento de mujeres nuevas y nuevos hombres, principios y señales de una nueva humanidad.
Cristo es nuestra Pascua y su significado es eterno y universal. Jesús venció el pecado y la muerte: la pascua de resurrección no queda solo en el recuerdo de la semana mayor que hemos vivido, sino que nos sigue acompañando en la lucha contra esta pandemia, levantando la solidaridad; en la lucha contra la muerte, levantando la esperanza; en la lucha contra el desánimo y la tristeza, viviendo la alegría de la resurrección, en la fuerza del Resucitado, hacia la belleza y la felicidad. Abrazo fraterno/sororal PASTOR AMÉRICO JARA REYES OBISPO
CHISTE DE PANDEMIA
ACTIVIDADES DE ABRIL
DOMINGOS 10.30 HS - CULTO DE ADORACIÓN – SANTA CENA Y JUEVES A LAS 17 HS. DEVOCIONALES UNIRSE AL CULTO POR ZOOM
ID de reunión: 871 5548 9948 Código de acceso: 068720
Edición y recopilación: M. Cristina P. de Maceratesi: mcristinaparodi@yahoo.com.ar Pastor Bladimir Coro www.iglesiaencolegiales.com.ar-iglesiaencolegiales@gmail.com