5 minute read

Levadura: Espacio de escucha de mujeres a mujeres

Llegó marzo con diversas reuniones y encuentros de planificación: ¡el 2020 se presentaba con muchas actividades y desafíos!

Sí, había noticias de algo que andaba por Asia, por Europa, algo que parecía lejano, pero que en la primera quincena de marzo llegó también a los países del Plata.

Advertisement

La pandemia del COVID19 estaba entre nosotros, y nuestro ritmo de vida se vio modificado.

En algunos lugares se decretó la cuarentena obligatoria –para salir es necesario un permiso especial-; en otros se apeló a la libertad responsable de los ciudadanos –se puede andar, pero con muchos recaudos-; se suspendieron actividades –todas las que impliquen una gran cantidad de personas-; se establecieron sanciones y protocolos –que en general hablan del distanciamiento físico, del tapabocas, del alcohol en gel, de la desinfección y ventilación de los espacios, además de cuestiones puntuales de cada actividad-. El lema “entre todos nos cuidamos” lo aprendimos enseguida, y el distanciamiento social y la higiene, de ser una imposición o recomendación, se transformó en un hábito.

Gran parte de la población está preocupada por el virus, por si los servicios médicos están preparados; noticias de todos los días, lo más visible, lo mediático. Pero hay otra preocupación que se agudizó con la pandemia, aunque está presente desde tiempos inmemoriales: la preocupación por la justicia de género, por cómo nos relacionamos con los otros –en las relaciones afectivas y de pares, en el ámbito del hogar, en el trabajo, en el estudio, en las actividades de recreación, en la calle…-. Especialmente cuál es la consideración a las mujeres, a los niños y adolescentes, al colectivo LGTBQ+. Extremo de esta preocupación, y que también aparece en los medios, es la violencia de género, maltratos, abusos, femicidios. En los medios aparece como “la otra pandemia”, frente a la cual se pusieron a disposición líneas telefónicas, y organizaciones que están en el tema se hicieron más visibles. No podemos olvidar otras situaciones relacionadas con la justicia de género que no aparecen en los medios, pero no por eso son menos importantes. Hablamos de las consecuencias que trae el distanciamiento físico y social en la vida de todos los días: el no poder salir de casa, el no poder compartir con amigos y conocidos, los desafíos de convivencia que se presentan en el hogar o la soledad en que se encuentran algunos, las nuevas tareas que algunos asumen y que tuvieron que aprender de un día para otro. Estas consecuencias se observan sobre todo en las mujeres, quienes ya se encontraban sobrecargadas por un trato desigual en la distribución de tareas domésticas y de cuidado, situación que con la pandemia se agudizó: además de ser madres, amas de casa, enfermeras, algunas trabajar fuera de casa, ahora también son maestras, informáticas…-. Y también está la falta de espacios de recreación y distensión –encuentros con otras: amigas, grupos de mujeres en espacios culturales o religiosos- que en determinados casos y condiciones pudieron suplir con grupos de whatsapp o encuentros virtuales… pero no es lo mismo.

Como Iglesias salimos al encuentro de la pandemia mediante la entrega de canastas de alimento y productos de higiene, colaborando con ollas populares del barrio, entregando ropa, realizando tapabocas y mantas, llevando palabras de aliento a través de mensajes… La solidaridad, el compromiso, el amor cristiano dijeron presente con fuerza. La pregunta de muchos pasa por cómo actuar ante las consecuencias del distanciamiento social, como hacer frente a esa “segunda pandemia”. No es algo nuevo para las iglesias protestantes pues hace tiempo venimos trabajando el tema de la justicia de género. Con las mujeres –en los grupos de mujeres, en los encuentros distritales, en talleres-, con los jóvenes –en talleres y campamentos-, en las celebraciones, en nuestras declaraciones. Y este trabajo se da especialmente (no únicamente) de la mano de las ministras –pastoras, diáconas, vicarias-, de la Fundación Protestante Hora de Obrar (de la IERP) –como eje trasversal de su trabajo y de manera especial en la campaña “Protestantes activando derechos”-, el Servicio Evangélico de Diaconía (SEDI, de la IERP y la IELU) –como fundamento de su trabajo-, el Equipo de Coordinación Juvenil (ECoJ de la IERP) –temática presente en las últimas actividades juveniles de todos los distritos-. El tema no es nuevo para las iglesias, pero sí el cómo abordarlo en esta situación de pandemia, donde no nos podemos encontrar de manera presencial, donde no todos tienen buen acceso a las redes de comunicación, donde algunos ya están cansados de tanta pantalla.

En el diálogo entre la Fundación Hora de Obrar, SEDI, ECoJ, ministras y laicas de la IERP y de la IELU surge el dispositivo “Espacio de escucha de mujeres a mujeres” también conocido como “Guardias de escucha pastoral de mujeres a mujeres” (nombre con que surgió el dispositivo). Se trata de un grupo de mujeres de diversas edades, de diversas profesiones –ministras, psicólogas, arquitectas, asistentes sociales, abogadas, amas de

casa, estudiantes…-, de diversos lugares –de varias provincias argentinas, además de Paraguay y Uruguay-. Las une su compromiso y testimonio que tiene como base la fe protestante -fundamentada en la gracia liberadora de Dios, ese amor de Dios que no juzga, no estigmatiza, no condena sino que acompaña, cuida, valora-. Mujeres que de manera voluntaria ofrecen su tiempo, su oreja, su teléfono, sus dones y experiencias para escuchar y contener a otras mujeres en un marco de confianza, de sororidad, de empatía, de confidencialidad. Mujeres que no están para solucionar los problemas, pues su función es escuchar y no tanto hablar, pero sí que se han ido capacitando para hacer frente a situaciones que se puedan presentar y tener entonces alguna pista por dónde se puede rumbear. Mujeres que tienen espacios para reflexionar sobre la especificidad de este escuchar y también sobre dudas que vayan surgiendo al andar. Mujeres que trabajan en red, acompañándose y fortaleciéndose unas a otras.

Accediendo al link https://bit.ly/GuardiasDeEscucha o https: //bit.ly/EspacioDeEscucha, encontrarás los días y horarios de atención, las guardianas y sus teléfonos, y también la posibilidad de escribir por consultas, dudas y preguntas. ¡Aquí estamos para escucharte!

Mónica H. una guardiana

This article is from: