Martaalonso

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Concurso periodístico escolar del Diario de Navarra. IES Pablo Sarasate. 3ºA-Medios de Comunicación Social.


A veces pasa que los sueños se cumplen, ocurre que los senderos por los que nos lleva la vida nos orientan hacia metas que sólo parecen destinadas a los cuentos, pero como decimos, a veces, sólo a veces, esos caminos nos llevan a una meta que sin duda ninguna está estrechamente asociada al éxito. Esto es precisamente lo que queremos contar en este artículo, una especie de cuento basado en hechos reales, o dicho de otra manera, nada de cuentos, una historia real, forjada a partir del talento, pero pulida desde el esfuerzo, el sacrificio, y el deseo de alcanzar el éxito profesional. Marta Alonso después de pasar por las escuelas de primaria y secundaria en Lodosa decidió estudiar Biológicas en Pamplona. En ese momento no tenía muy claro lo que realmente iba a hacer, le gustaba la medicina y la investigación, pero también, entre otras muchas cosas, se planteó la posibilidad de estudiar peluquería. Pero

siempre se encuentra a alguien que nos empuja a tomar una decisión, que nos enseña el camino, y así fue como, cuando Marta estudiaba 1º de BUP, el entusiasmo contagiado por una de sus profesoras hizo que se inclinara de un modo cada vez más decidido hacia las Ciencias Naturales, precisando después hacia la Biología y terminar de modo definitivo en la Biología Celular. Precisamente en ese mismo instituto en el que Marta estudió bachillerato, el IES Pablo Sarasate de Lodosa, tuvo lugar esta entrevista. Su alegría fue doble, primero por estar en su pueblo y segundo por visitar, después de muchos años, el Centro en el que estudió y del que guarda tan buenos recuerdos. ¿Cada cuánto vienes a Lodosa? ¿Echas de menos tu pueblo cuando sales, cuando viajas? Depende, antes venía cada fin de semana, pero ahora ya procuro acercarme un par de veces al mes. Desde hace

dos o tres años, paso el verano aquí, aunque voy cada día a Pamplona a trabajar, y lo hago porque echo de menos mi pueblo, he vivido siempre aquí, y por eso procuro venir en cuanto tengo ocasión. Siendo una persona con tanto prestigio en el campo de la ciencia, lo cierto es que en el pueblo la gente más joven no te conoce ni puede apreciar tus logros, ¿por qué pasa eso? Bueno, tampoco soy tan conocida. Lo cierto es que la ciencia no es tan popular como pueda ser el deporte, esto es indiscutible, a los futbolistas los conoce todo el mundo, y la ciencia no despierta la misma atracción. Estudiaste en el IES Pablo Sarasate ¿Qué recuerdo tienes de aquel tiempo en nuestro instituto? Tengo muy buen recuerdo, era una época dura por la adolescencia, como os ocurrirá a vosotros, pero lo recuerdo con mucho cariño, como un tiempo muy bonito. ¿Cuál era entonces ya tu asignatura favorita? Pues creo que era ciencias ( r isas ) , aunque también tengo que decir que me gustaba mucho el Latín y de igual modo la Historia. Me acuerdo de un profesor que ya falleció, Pachi, que daba unas clases muy bonitas. También recuerdo a Maroto, un profesor de lengua que nos inició en la lectura de los clásicos. Conseguía seducirnos con lecturas en principio duras, como la


Iliada, y conseguía que quedáramos atrapados en su lectura. Bueno, que ya veis que no sólo me sentía atraída por las ciencias.

Imaginamos que sacabas buenas notas, ¿no? Pues no creáis, en 1º de BUP las saqué muy buenas, todo sobresalientes, y luego ya empecé a ir mal, en 2º me despisté mucho, y aunque no suspendía, bajé bastante los resultados. Recuerdo que fueron años duros, por el tema de la adolescencia, los complejos, los chicos, y todo ello me despistó tanto que pudo pasarme factura en la nota de corte para elegir carrera. ¿Recuerdas si algún profesor o profesora te marcó de alguna manera positiva? Sí, recuerdo a la profesora de ciencias, Genoveva, que era muy exigente, pero a la vez muy entregada a sus alumnos y a su trabajo. ¿Dudaste a la hora de elegir carrera? Si es así, ¿por cuál te decidiste finalmente? ¿En qué universidad? Sí, dude mucho. Quería hacer medicina, pero estudiar seis años… También me planteé la posibilidad de estudiar clásicas, Filología Hispánica o Ingeniería Agrónoma, pero finalmente me decidí por biológicas, y lo hice en la Universidad de Navarra. En la universidad seguro que sacabas muchas matriculas de honor,¿no? Pues la verdad es que no. Para mí fue una época muy turbulenta, como ya os he dicho estuve muy despistada desde los quince a los veinte. Aprobaba pero no sacaba matrículas de honor, fue después, un poco más tarde cuando me centré y encontré mi camino. ¿Cómo conseguiste entrar en el centro médico MD Anderson de Houston? Hice la tesis en la UPNA, y fue durante el proceso de investigación como acabé en Houston para colaborar durante un verano con un grupo que trabajaba en el mismo campo de in-

vestigación que yo. Trabajaba sobre unos productos de actividad antitumoral en los casos de leucemia. Aunque sólo estuve tres meses, les gustó lo que hacía, por lo que cuando acabé la tesis me llamaron para trabajar allí. ¿Podrías haberte quedado en Houston trabajando? Sí, la verdad es que sí. Pero estaba fuera, no dejaba de ser una emigrante y echaba mucho de menos mi tierra, mi pueblo y sobre todo a la familia. Regresé por razones familiares. Tu experiencia en EEUU seguro que fue enriquecedora, pero… ¿pudiste aplicar o continuar tus investigaciones sobre el cáncer después en España? De otra manera, sí. La vuelta fue un poco dura, pues en Houston había muchos medios y trabajaba muy a gusto. A nivel personal gané con el regreso, pues estaba con la familia, pero a nivel profesional no era así. En EEUU había más recursos, y aquí hay mucho menos dinero dedicado a la investigación, tenía que buscar financiación, empezar mi grupo desde cero. No se puede tener todo. Hemos leído que estabas allí cuando pasó el huracán Ike. ¿Puedes contarnos alguna anécdota curiosa de tu estancia durante los primeros días en EEUU?

Cuando yo me fui fue como empezar de cero, aunque hablaba inglés era como si nunca hubiera hablado nada, al principio no entendía prácticamente nada, esa manera de hablar inglés era tan diferente que no entendía. Todo era diferente, al principio, por ejemplo, coger el coche me daba pánico. Y cuando el huracán Ike fue una experiencia, nunca había presencia algo tan fuerte, pero ya sabéis que allí este tipo de fenómenos no son tan extraordinarios, la Naturaleza se expresa frecuentemente con exageración. ¿Qué diferencia de vida hay entre en España y los Estados Unidos? Los desplazamientos son más fáciles, las distancias son más cortas, y se vive más en la calle. Allí en las zonas rurales la gente vive muy aislada, mucho más que en España. ¿Fue en ese periodo cuando acabaste de tener un dominio del inglés? Yo ya hablaba inglés, pero al principio, como os he dicho, no entendía nada. Luego poco a poco fui cogiendo oído. No hay que olvidar que muchas de las interferencias comunicativas son más de naturaleza cultural que idiomática, me refiero a expresiones, giros, referencias, etc, que se aplican al lenguaje de la calle y que no entendía. Yo pasaba mucha vergüenza,


llegué a estar casi un año sin hablar con la gente, hasta que me di cuenta de que me tenía que soltar y comunicar. Bueno, pasados dos años ya estaba plenamente aclimatada. Hemos visto en prensa que la beca L ’ Oreal tiene bastante prestigio, el prestigio es acorde con la dotación económica. Imaginamos que comparada con un futbolista ganas bastante menos, cuando en realidad haces mucho más por todos nosotros. Si, bueno son 15.000 €, que parece mucho, pero en el campo de la ciencia no llega ni siquiera para pipas. Por ejemplo, los anticuerpos que usamos cuestan 400 euros, todo es tan caro que este tipo de cifras se quedan cortas. En comparación con el sueldo de Ronaldo viviríamos todos los que estamos en nuestro laboratorio durante muchos años. ¿Crees que en el campo de la ciencia hay discriminación?, el porcentaje de mujeres en este campo sigue siendo muy inferior al de hombres, ¿a qué se debe eso? Pues la verdad que hay discriminación de todo un poco, como en todos los campos. Las

mujeres lo tenemos más difícil por diferentes razones, primero porque la mayoría de los directivos son hombres y las mujeres en general somos menos agresivas, además es complicado compaginar la vida laboral con el hecho de formar una familia. Es complicado, quizá las mujeres, por una cuestión cultural, nos sentimos como obligadas a sobrellevar el peso de la familia, y también, y esto es verdad, porque nos ponen trabas. ¿Y cómo te sientes dentro de este universo dominado por lo masculino? A veces un poco frustrada. Cuando empecé en el mundo de la ciencia lo elegí porque pensaba que lo importante es lo que uno hace, y al final, como en todos los campos, la realidad te dice que lo importante es cómo te relacionas con los demás, sin olvidar tampoco las cuestiones políticas. Hay gente que con peor currículum llega más lejos que otros, esto es así. Pero lo cierto es que hay que luchar. Por lo tanto, está claro que las becas L ’ Oreal tienen mucho sentido. ¿Se echa de menos

una ayuda a las investigadoras desde instituciones públicas? Bueno, pero entonces no sé cómo se lo tomaría la gente si hubiera discriminación positiva hacia las mujeres. La verdad es que no sé cómo se podría fomentar el respaldo a las mujeres, no sólo en el mundo de la ciencia, sino en cualquier puesto de responsabilidad. Es complicado, porque aunque haya ayudas, por ejemplo para cuidar a tus hijos, la cuestión cultural también pesa, y una madre siempre tiende a estar al lado de sus hijos. Pero lo cierto es que sí que debería haber una mayor flexibilidad laboral para poder conciliar mejor la vida familiar. ¿Qué tal va ese virus inteligente que mata a las células tumorales y respeta a las buenas? Estamos muy contentos. Tenemos un ensayo, hemos tratado ya a diez pacientes, y hay tres que han respondido al tratamiento, algo que para nosotros es muy importante, porque los tumores cerebrales, como ya sabéis, tienen difícil solución. El resultado de nuestro trabajo tampoco


beneficio inmediato ni tampoco repercute en un reembolso económico para el inversor.

será la solución definitiva, pero, bueno, con él aportamos nuestro granito de arena. ¿Cómo hiciste para crear el virus que ayuda a la quimioterapia? ¿Cómo hice? ( risas ) , bueno, la verdad es que no se me ocurrió de la noche a la mañana. En ciencia siempre te basas en estudios anteriores. Cuando empecé con este virus, yo ya bebí de la influencia de otros, de mis jefes, y ellos a su vez la tomaron de otros. Lo de los virus comenzó ya en el siglo pasado, cuando se descubrió que enfermos con cáncer, al pasar por una gripe o alguna infección, se curaban espontáneamente, y así fue como comenzó la investigación con los virus. ¿En tu trabajo te toca experimentar con animales? Sí, y es un poco duro, pero tenemos que aprender a relativizarlo. Yo trabajo con niños que tienen tumores cerebrales, contemplo su sufrimiento y lo pongo en perspectiva, por eso insisto en que hay que relativizarlo por duro que parezca. No obstante ratones son tratados como un paciente más. Pensad que cuando creemos que tienen dolores, les damos analgésicos, si vemos que el tumor progresa se les sacrifica. Es decir, que son seres vivos y que los tratamos a partir de un protocolo ético. ¿Qué diferencia habría entre un enfermo de cáncer de hace treinta años y uno actual?

Lo primero, los enfermos de ahora tienen mucha más información, existen más medios y como pacientes son más activos. Por otro lado, ahora ya, tener un tumor no significa que vayas a morir, depende del tipo de tumor, pero en muchos casos se puede sobrevivir y llevar una vida normal. Y si se puede sobrevivir es gracias a gente como tú, por eso nos llama tanto la atención que haciendo una labor tan valiosa seáis tan poco reconocidos. No sé, supongo que a la gente no le interesan los científicos. Si un científico descubre un experimento no lo televisan, en cambio si mete un gol Messi aparece en todos los medios de comunicación. También el aparecer en programas televisivos influye mucho; los cocineros por ejemplo eran poco reconocidos, y ahora con todas las apariciones se dan a conocer muy fácilmente. El dinero destinado a la ciencia no tiene un el beneficio inmediato que sí tiene por ejemplo un espectáculo deportivo. En ciencia el fruto se puede obtener en diez años o incluso más. El trabajo que nosotros estamos haciendo con el virus que ataca a los tumores ha tardado quince años a llegar a los pacientes, y todavía estamos en la fase experimental, en lo que llamamos ensayos clínicos, y a partir de ahí, y sólo entonces, llegan los beneficios para las personas, así pues, ni hay un

¿Has pensado alguna vez en dedicarte a la docencia? ¿ Has dado alguna clase en la Universidad? Sí, la verdad que me gusta mucho, de hecho durante la carrera de biológicas me saqué un certificado, el famoso CAP, que permite dar clases en secundaria. Y también doy clases en la Universidad, pocas, a doctorandos esencialmente. De hecho, cuando estaba haciendo la tesis me ofrecieron un trabajo de profesora en Perú y estuve a punto de dejar la tesis e irme. Sin embargo a mí lo que más me atrae es dar clases en primaria o en secundaria, porque entiendo que el papel del profesor es mucho más influyente que en la Universidad. ¿Cómo compaginas tu vida personal con tu vida laboral? Mi vida personal se ha reducido a mi familia y a mi trabajo, porque antes hacía mucho deporte, salía a correr, iba al monte, escalaba,… y ahora no tengo tiempo, pero, bueno, ha sido la decisión que yo he tomado. La verdad que para mí el trabajo es un hobby, y en ese sentido tengo que decir que soy una privilegiada. Con esta pregunta pusimos fin a la entrevista, que acabó diluyéndose en un distendido diálogo, en el que Marta nos transmitió la idea de que las metas sólo se alcanzan desde el sacrificio y el esfuerzo. No nos olvidamos de la foto de grupo, ni tampoco el Centro se olvidó de la importancia de Marta ni de la trascendencia de sus investigaciones, así que le propusimos que diera una charla en el salón de actos, algo a lo que accedió con gran generosidad. Marta se fue prometiendo volver, así que ya sabes, te esperamos. Aula de 3º-A de MCS


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