EL SER HUMANO ESCLAVIZADO Karl Barth, Instantes Santander, Sal Terrae, 2005, p. 65. “Seréis como Dios”. GÉNESIS 3.5
DESTRUYEN CAMPAMENTO DE EVANGÉLICOS EN CHIAPAS Hermes Chávez Milenio, 2 de octubre de 2014 Presuntos católicos de la comunidad de Mitzitón irrumpieron de manera violenta en el lugar quemando las dos carpas. Católicos de la comunidad Mitzitón destruyeron la mañana de este jueves un campamento de evangélicos expulsados de la comunidad, reteniendo a varias persona, a quienes trasladarían a la cárcel local. Los hechos se registraron alrededor de las 07:15 horas cuando un grupo de católicos, presuntos adherentes a la otra campaña del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional, irrumpió en el refugio improvisado quemando dos carpas que lo conformaban. Según versiones no oficiales, las cinco personas que fueron plagiadas del lugar son cuatro mujeres y un periodista que se encontraba en el lugar, quienes serían trasladadas a la Cárcel Rural de Mitzitón. Los evangélicos fueron expulsados de ese lugar luego de que sus viviendas fuesen quemadas el pasado 29 de junio de este 2014. Los católicos tradicionalistas y presuntos simpatizantes del EZLN pretenden erradicar a esa comunidad cristiana definitivamente. La Secretaría de Gobierno de Chiapas, cuyo titular es Eduardo Ramírez Aguilar, se había comprometido a reubicar a las 27 familias evangélicas expulsadas, sin embargo, no se cumplió el acuerdo. Aunque se intentó obtener la versión oficial de dicha dependencia, no fue posible establecer contacto.
s absurdo que el ser humano quiera ser Dios. El ser humano se convierte en inhumano al pretender tal cosa. Precisamente como siervo de Dios, podría y debería ser esencial e íntegramente ser humano. ¡Cómo lucha consigo mismo al rebelarse contra este orden! Donde piensa ensalzarse, se precipita a las profundidades. En el acto mismo de su sublevación, el siervo se convierte en esclavo. Su obrar rompe y desfigura la relación entre creador y criatura, entre Dios y ser humano. Convierte dicha relación, y de un modo muy real, en una farsa indigna, provocando en el ámbito del ser creado la mayor confusión imaginable, creando un mundo aparente en el que “abajo” se convierte de pronto en “arriba”, el gran antes se convierte en un pequeño después en el que toda medida resulta falsa, toda palabra se vuelve contradictoria en sí misma, y cada acto se torna erróneo. Ello hace que también el mundo creado se vea enseguida afectado. No puede ser de otro modo: el ser humano que pretende hacer de Señor frente a Dios, se apodera ante todo del señorío sobre los demás seres humanos, y los otros le saldrán al encuentro con la misma pretensión. En este momento empieza la lucha por el poder -por el poder de ambos sexos, por el poder de los individuos, de los pueblos, de las clases y posiciones-, y con esa lucha la realización de un juicio mutuo que será inmisericorde. Lo cual supone, sin embargo, la irrupción del caos en el ámbito de la creación.
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CUANDO EL SER HUMANO ORA… (II) Pedro Finkler Madrid, Paulinas, 1981