¿Es correcto llamar matrimonio a las uniones gays?
La gente habla todo el día, hablan de todo, para bien y para mal.
No tengo tiempo de hacerte feliz
Derecho canónico Pág. 04
Contrapunto
Juan Jesús Priego Pág. 15
Pág. 16
semanariolared@iglesiapotosina.org www.iglesiapotosina.org
Basta su sonrisa leve para desbaratar un ejército de adversarios En una carta dirigida al director del diario Il Corriere della Sera, el connotado político y filósofo italiano, Marcello Pera, explica que las calumnias y mentiras que intentan presentar al Papa Benedicto XVI como un encubridor de clérigos que cometen abusos sexuales, cuando no lo es, son sólo parte de una guerra emprendida por el laicismo contra el cristia-nismo, que no lo soporta y que busca su destrucción, y con ello y sin darse cuenta, la destrucción social.
Año 2 No.62 Semana del 04 al 10 de abril de 2010
.
En el texto titulado “Una agresión al Papa y a la democracia”, el también ex Presidente del Senado italiano señala que esta guerra no es “propiamente contra la persona del Papa, porque, en este terreno, es imposible. Benedicto XVI es inexpugnable en su imagen, su serenidad, su limpidez, su firmeza y doctrina. Basta su sonrisa leve para desbaratar un ejército de adversarios. No, la guerra es entre el laicismo y el cristianismo”. Con los ataques contra el Papa y los sacerdotes en general, explica el político italiano, “bastaría sustituir en otros ámbitos ‘sacerdotes’ por ‘maestros’ o por ‘políticos’ o por ‘periodistas’ para ‘minar la legitimación’ de la escuela pública, de los parlamentos o de la prensa. Lo que importa (a los laicistas) es la insinuación, incluso a expensas de lo grosero del argumento: los sacerdotes son pedófilos, entonces la Iglesia no tiene autoridad moral, entonces la educación católica es peligrosa y por ello el cristianismo es un engaño y un peligro. Esta guerra del laicismo contra el cristianismo es total”. “La guerra de los laicistas continuará, aunque sólo sea por un Papa como Benedicto XVI que sonríe pero que no retrocede ni un milímetro. Pero si se entiende por qué uno no se mueve, entonces se toma la situación entre manos y no se espera el próximo golpe. Quien se limita sólo a solidarizarse con él o es alguien que entra en el huerto de los olivos de noche y se esconde o es alguien que no ha entendido por qué está allí”, concluye.
Dejemos atrás la oscuridad del pasado y con alegría volvamos a vivir. ¡FELICES PASCUAS! Pág. 2