ENTREVER X

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COVID-19 Y LOS AÑOS 20 José Luis Hernández Peña - Sergio Armas - Adrián Botello Mares - Ivonne Solano Le Jos Uis - Juana Victoriano - Abraham Cortés - Pablo Antonio Junco Estrella del Valle - Felipe Cabello Zúñiga - Alberto Chimal - Julio César Schara Joaquín Berruecos - Juan Ramón Ríos - Chava LeMo - Pedro Cabral


UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO FACULTAD DE BELLAS ARTES CENTRO DE INVESTIGACIONES MULTIDISCIPLINARIAS

Dr. Margarita Teresa de Jesús García Gasca Rector Dr. Javier Ávila Morales Secretario Académico Mtro. Luis Alberto Fernández García Secretaria Particular de Rectoría Dra. Teresa García Besné Secretaria de Extensión Universitaria Dra. Ma. G. Flavia Loarca Piña Directora de Investigación y Posgrado Dr. Eduardo Núñez Rojas Director Facultad de Bellas Artes Dra. Marcela Ávila Eggleton Director Facultad de Ciencias Políticas y Sociales M. en I. Martín Vivanco Vargas Director Facultad de Contaduría y Administración Mtro. Ricardo Ugalde Ramírez Director Facultad de Derecho Dra. Ma. Margarita Espinosa Blas Directora Facultad de Filosofía Mtra. Verónica Núñez Perusquía Directora Facultad de Lenguas y Letras Doctor Rolando Javier Salinas García Director Facultad de Psicología Dr. Julio César Schara Director Fundador del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias Dr. Juan José Lara Ovando Director del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias L.A.V. Edwin Ante Diseño y formación

Consejo editorial y arbitraje interno Dr. Andrés Garrido del Toral Facultad de Derecho Lic. David Álvarez Corrección de estilo L. A. V. Edwin Ante Diseño Editorial L.C.C.Felipe Cabello Zúñiga Editor Dr. Gerardo Servín Aguillón Facultad de Derecho Mtro. Isaac Pájaro Sánchez Centro de Investigaciones Multidisciplinarias Dr. Juan José Lara Ovando Director CIM-UAQ Dr. Julio César Schara Editor Fundador Mtro. Pablo Antonio Junco Villafuerte Editor Dr. Pablo José Concepción Valverde Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Dra. Rosa Imelda de la Mora Facultad de Psicología Arbitraje externo Dr. Carles Méndez Llopis Universidad Autónoma de Ciudad Juárez Dr. Charles Posner UAM-Xochimilco Dr. Eric Lair Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y Gobierno Universidad de Bogotá, Colombia Dr. Félix Beltrán UAM-Iztapalapa Dr. Luis Felipe Bojalil F.(+). UAM-Xochimilco Dr. Pablo Alonso Herraiz Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Dr. Sebastián García Garrido Universidad de Málaga Escuela Politécnica Superior. Área de Dibujo. Dr. Sergio Bojalil Parra UAM-Xochimilco COMITÉ EDITORIAL Dr. Augusto Isla Estrada Dr. Daniel Orizaga Doguim Dr. Emiliano Duering Cufré L.C.C. Felipe Cabello Zúñiga Dr. Jesús González Aguilar M. en F. Jorge H. Martínez Marín Lic. Juan Antonio Isla Estrada Dr. Juan José Lara Ovando Mtra. Lucía Molatore Dra. Margarita Rosa Camarena Luhrs Dr. Pablo Alonso Herraiz Mtro. Pablo Antonio Junco Villafuerte Dr. Raúl Martínez Merling Dr. Sebastián García Garrido

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Ahí viene el tren… de mulitas José Luis Hernández Peña

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Ambivalencia Sergio Armas

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Covid-19, pandemia y miedo: Una reflexión existencialista Adrián Botello Mares

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Cuidados vitales durante la contingencia: cuerpo físico y anímico. Ivonne Solano

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Influenza/COVID-19 Luis Tovar (Le Jos Uis)

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Laxitud subjetiva Juana Victoriano

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¿Miedo? Abraham Cortés

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Ofrenda histriónica (Inventar una nueva usanza performática en tiempo de pandemia y otras amenazas) Pablo Antonio Junco

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En nuestra Luna de Miel Estrella del Valle

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Una nueva normalidad Felipe Cabello Zúñiga

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Un mensaje electrónico del Gran Tiempo de Cambios Alberto Chimal

Entrever, año 10, número 10 (2020) Revista anual publicada en línea, por la Universidad Autónoma de Querétaro, por medio del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias, con domicilio en Av. Río Moctezuma No. 249; Col. San Cayetano, San Juan de Río, Querétaro. C.P. 76807 Editores responsables: Juan José Lara Ovando, Julio Cesar Schara, Felipe Cabello Zúñiga y Pablo Antonio Junco Villafuerte Reserva de derechos al título exclusivo en trámite. ISSN: en trámite. No. de Registro, revista Indexada por LATINDEX: en trámite. Certificado de Licitud y contenido otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación en trámite. Informes, correspondencia y suscripciones: Centro de Investigaciones Multidisciplinarias. Universidad Autónoma de Querétaro. Edificio P Primer piso, Galería de Arte Gilberto Herrera Ruiz, Av. Río Moctezuma No. 249; Col. San Cayetano, San Juan de Río, Querétaro. C.P. 76807 Correo: academuscim@gmail.com (442) 192-12-00, Extensión 4801, Querétaro-México.

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Una vida por la paz Joaquín Berruecos Vendrán fantasmas de pasado Juan Ramón Ríos

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Zona de confort Chava LeMo

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Haikús Pedro Cabral


PRESENTACIÓN

En San Juan del Río, Querétaro, se reportan para el sábado 20 de junio del corriente año, 254 casos positivos de COVID-19: 141 hombres, 113 mujeres y 36 defunciones https://www.gits.igg.unam.mx/iCOVID-19/home. El sábado 20 de junio El Sol de San Juan reportaba 185 casos de positivos y 25 decesos. En Querétaro ciudad capital la UNAM reporta 1,706 positivos de los cuales 970 son hombres, 736 mujeres y 222 defunciones. El crecimiento de la pandemia reporta más de 200% de aumento en los contagiados en San Juan del Río de acuerdo al reporte de El Sol de San Juan que en el mes de mayo anunciaba solo 13 casos de contagios positivos, así mismo informaba de 3 defunciones comparadas con las 36 actuales que reporta la UNAM. Así las cosas, la pandemia no da tregua a nuestra pequeña gran ciudad que apenas hace un par de meses reportaba índices de positividad que se iniciaron con 3 casos y que en tres meses se convirtieron en 13 casos más. Sin embargo, las actividades del comercio, la industria, los servicios han restablecido sus actividades pues otros de los terribles daños colaterales de la pandemia han sido el cierre de las actividades productivas y comerciales, lo que ha creado otra pandemia de magnitud inconmensurable, pues en el país en los primeros dos meses del Coronavirus-19 se perdieron más de tres millones de empleos. Asimismo, San Juan del Río deja de ser el paraíso casi ausente de Coronavirus-19 por entrar de lleno a la multiplicación matemática y geométrica de la pandemia. En este número de ENTREVER dedicamos diez textos sobre coronavirus, pues este trágico suceso histórico que desde los años 1918-1920 del siglo pasado no se repetía de una pandemia universal que nos ha dejado hasta ahora con más de 10 millones de infectados y más de medio millón de muertos en el panorama internacional.

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Tragedia de salud pública, crisis económica mundial, desempleo y los que trabajan con mitad de salarios. Lo único heroico en este desolador panorama son nuestros doctores, enfermeras, trabajadores de salud, los comerciantes, los de servicio de limpia y oficinas de salud pública y privada que siguen prestando sus servicios pese a su vulnerabilidad de exposición al coronavirus. A ellos nuestro homenaje más sincero, nuestro reconocimiento por su lucha para rehacer la salud de los enfermos y acompañar a los que ahora tienen que morir solos pues las ceremonias tradicionales con las que nuestra ciudad despide a sus muertos no solamente son funciones sagradas sino y principalmente terapéuticas. Seguiremos a pesar de tanta desolación siendo optimistas y aunque las limitaciones que rodean a la nueva normalidad vendrán los días para los abrazos, los besos, la fiesta y el júbilo. ¡No perdamos la esperanza! ENTREVER nace con el objetivo primordial de ser un espacio plural para la literatura, arte, ensayo, crónica y poesía tanto a nivel local, estatal, nacional e internacional; sin olvidar que la crítica literaria es parte fundamental de esta revista que nació en 2011 de la mano del poeta Julio César Schara, quien convirtió este medio en una habitación para los artistas como un punto de “liberación” en sus diferentes vertientes, sin ningún tipo de restricción. Agradecemos al director del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias (CIM) Juan José Lara Ovando y al director fundador Julio César Schara por su apoyo incondicional en la publicación de este número X. Participan grandes personajes de las letras nacionales, nos acompañan en esta ocasión la poeta veracruzana Estrella del Valle quien se encarga de hacer brillar la poesía mexicana en El Paso, Texas que nos dará un mensaje intergaláctico en las siguientes páginas. Se incorpora en esta lista la socióloga Pilar Ruíz mejor conocida entre los poetas de la región como Juana Victoriano que junto al poeta Luis Tovar Flores o Le Jos Uis alumbra la oscuridad visceral de los letrados perdidos en San Juan del Río, en tiempos del COVID-19. Pero ahora hablando de misterio nos encontramos a otro gran escritor, sobrino postizo de Edgar Allan Poe, el maestro Alberto Chimal que nos comparte un cuento que te dejará con la respiración entrecortada de principio a fin, cualquier parecido con la ficción es mera coincidencia. Y desde del antiguo Paso del Norte, ahora conocido como Ciudad Juárez, patria segunda de “Tin Tan”, toca el turno al geógrafo y ensayista Adrián Botello que brinda puntos a reflexionar sobre lo que estamos viviendo en este momento pandémico.

Por su parte, Pablo Antonio Junco, de origen poeta y de crecimiento performancero, deja un texto que nos resigna perplejos y listos para una invocación histórica e igual de legendaria: es bajo propio riesgo. Ahora, también, directo desde Alemania, Sergio Armas nos platica cómo viven la situación de la pandemia al otro lado del océano sin salpicarnos, con la compañía de Maria que nos expresa a través de una imagen su percepción de este mundo en épocas virulentas. Pedro Cabral sirve unos haikús para aligerar la carga. Asimismo, Juan Ramón Ríos implora los más intrigantes arquetipos cinematográficos en un escrito preciso. Ivonne Solano nos da unos pasos a seguir para no caer presos de algún hospital en esta cuarentena. Felipe Cabello nos hace ingerir un cuento para dar paso transitorio a una nueva normalidad y Abraham Cortés nos ayuda a responder esta cuestión del miedo que podemos llegar a controlar en estos tiempos (o él a nosotros). El poeta Julio César Schara habla de su experiencia como diplomático en El Salvador durante la guerra civil de aquel país para introducirnos en el artículo de Joaquín Berruecos donde menciona a personajes de esta historia y los sucesos que nos cuenta en varias páginas de este número. Comenzamos una década complicada, esperando no repetir la historia de hace un siglo, no vivir un jueves negro, ni mucho menos la gran depresión de 1929, por eso ENTREVER se convierte en un botiquín de primeros auxilios en estos momentos de crisis en apoyo para estos días de encierro. Quédate en casa si es necesario. Julio César Schara y Felipe Cabello San Juan del Río, Querétaro En el año de la pandemia CORONAVIRUS-19 PRIMER SEMESTRE 2020

También encontramos el texto de Chava LeMo que nos hace salir de la zona de confort que hemos tomado a través del tiempo; dicen que si no sabemos de dónde venimos, no sabremos a dónde vamos, por este motivo el profesor José Luis Hernández Peña nos conduce al San Juan del Río de hace cien años y la evolución del transporte. 6

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José Luis Hernández Peña

Ahí viene el tren… de mulitas Los años veinte, inicio de la decadencia del sistema ferroviario en San Juan del Río, Qro. José Luis Hernández Peña EL ARRIBO A todos les habían avisado, pero llegado el día nadie estaba preparado. Unos pocos lo escucharon apenas como un susurro desde el rumbo del Cazadero. Minutos después, cuando asomó por fin en la vuelta del cerro del Pedregoso, todos pudieron oír claramente su silbido y ver la cauda de vapor que dejaba a su paso. Fue en 1881, a finales de noviembre para ser precisos, cuando el entonces llamado “Caballo de hierro” se aposentó por primera vez en su flamante estación de servicio, situada en terrenos que habían sido de La Guitarrilla y el Carrizo, luego de avanzar 191 km desde la ciudad de México. Auspiciado desde el gobierno de Ignacio Comonfort, pasando por los de Santa Anna, Maximiliano y Benito Juárez, correspondió al de Sebastián Lerdo de Tejada en 1873 la puesta en marcha del primer sistema ferroviario completo del país. Originalmente la concesión del tramo se otorgó a inversionistas estatales, pero al no cumplir los requerimientos el tramo

de México a Querétaro pasó a los propietarios del Ferrocarril Central. Compitiendo en carga y pasaje con los arrieros, diligencias y carruajes tradicionales, fácilmente los dejó en calidad de antiguallas e inició un crecimiento que apenas en ocho años lo tenía en San Juan del Río y traspasando el río, ya tendido el camino de hierro hasta la ciudad de Querétaro. No se crea que los transportistas en pequeño desaparecieron pronto, durante años siguieron su actividad normal, si acaso los arrieros disminuyeron el tamaño de sus recuas y los carruajes la extensión de sus viajes, además de eso, su vida siguió igual, atravesando San Juan por el viejo camino Real, usando la infraestructura que los habitantes habían creado durante más de tres siglos en la hoy Avenida Juárez y continuaron usando el viejo puente de piedra. ¿Para qué les servía el de fierro? LA ESTACIÓN La Estación del ferrocarril, en las afueras, no tenía esas ventajas, incluso las viejas carretas se usaron de inicio para transportar personas y carga desde ella al centro, pero no tardó mucho para que llegara un sistema paralelo acorde con la entonces modernidad: el Tren Urbano. Recordemos que, por esas fechas, a pesar de que oficialmente San Juan del Río ya era ciudad, en la práctica seguía siendo un pequeño pueblo con una zona urbana aún más diminuta; detrás de la calle Morelos, todo eran milpas, sus últimas casas estaban en lo que 9


hoy es la esquina de Rayón con 20 de noviembre (la primera se llamaba Calle de “Don Eusebio”, la otra ni siquiera nombre tenía). No había acceso directo al centro de la ciudad (los jardines) porque todavía no existía lo que hoy es Hidalgo Norte en su tramo de Plaza de los fundadores y este mismo jardín estaba rodeado por una barda atrial. TRACCIÓN A SANGRE Un año después, algunos de los empresarios queretanos que habían perdido la concesión del ferrocarril, entre ellos Antonio Gayón e Ignacio de la Peña, tuvieron como consolación explotar inicialmente los trenes urbanos en las ciudades de San Juan del Río y de Querétaro. El sistema consistía en pequeños vagones para pasajeros y plataformas de carga que se desplazaban sobre una vía ancha, pero de rieles delgados. A pesar de que ya había tecnología para hacerlos motorizados, la concesión se otorgó con tracción a “sangre”, es decir, con mulas, por ello se conocían genéricamente como el “tren de mulitas” o tranvía urbano. Oficialmente se llamó Ferrocarril Urbano, pero nunca fue popular entre los usuarios. Aquí fue siempre “el circuito”, seguramente porque en su recorrido hacia una vuelta completa. Se regía por un reglamento gubernamental muy específico que incluía tarifas, volumen de carga, número de pasajeros y lo relativo a presentación y modales de los conductores. Según la demanda de pasajeros o carga, se podían acoplar varios vagones o plataformas, formando un pequeño tren. 10

VIAJE SIN RETORNO Algunos años después, por lo menos desde 1902, la concesión de este medio de transporte había pasado a manos de don Severino Ayala (dos veces Presidente Municipal de San Juan del Río, dueño de la hacienda de Santa Rita y padre del historiador Rafael Ayala Echávarri), quien además tenía la concesión del prestigiado restaurante en la estación del ferrocarril, primero en sociedad con la señora Berna y luego en solitario. Para su recorrido “el circuito” tomaba como punto de partida la estación de pasajeros y la de carga, se dirigía por la actual calle 5 de mayo, la única que llegaba hasta allá, atravesando milpas en lo que había sido un camino vecinal, ensanchado expresamente para servicio de la Estación y se le llamó oficialmente “la Calzada”, hasta llegar a la calle Morelos (antigua calle del Obraje), aunque popularmente era conocida también como calle del Tranvía o “de la Tranvía”. En la esquina de ambas calles estaba la que se dice era la curva más pronunciada del sistema y donde varias veces descarrilaron vagones y plataformas al hacer el giro a la derecha para avanzar hacia la Plazuela de San Juan Bautista, antiguo Jardín Madero y hoy Plaza de los Fundadores, pasando en su acera norte y tomar a la izquierda la calle de Don Esteban o Iturbide (hoy 16 de septiembre), la que recorría en su totalidad hasta la actual Avenida Juárez donde con otra vuelta a la izquierda llegaba a la Plazuela del Sacromonte (hoy Jardín de la Familia).

Su ruta era una sola, dividida en tres partes. Aquí terminaba la primera y, dando vuelta, por toda la misma avenida llegaba hasta el Puente de Piedra, cerca de las ruinas de lo que había sido la garita de Querétaro. Del actual Puente de la Historia retomaba el trayecto en sentido contrario a la estación, completando así el circuito que le dio su nombre popular. Cabe mencionar que la vía no estaba tendida al centro de las calles, se cargaba siempre a una de las orillas respetando las pocas banquetas que había en el trayecto, aunque por la angostura de algunas de ellas en ciertos tramos pasaba peligrosamente cerca de postes y enrejados.

estilaba en la época. Desde la llegada del sistema a la ciudad, poco a poco se fueron mejorando y ampliando a tal grado que, tras los primeros escarceos de la Revolución Mexicana, se podría decir que era una especie de modelo a seguir por todas las ciudades por las que pasaban las vías. Hubo en todo el país muchas estaciones con alguno o más de los servicios o instalaciones que tenía la de San Juan del Río, pero muy pocas lo tuvieron todo, basta enumerar lo que contenía: 1. Terminales de carga y pasajeros diferenciadas. 2. Bosque circundante a la estación para la manufactura de durmientes. 3. Servicio de tren de llegada a horario exacto y de inicio de viaje. 4. Conexión de ramales de los dos sistemas existentes: México - Juárez y México – Laredo. 5. Casa Redonda (para reparación de vagones) 6. Restaurant de lujo. 7. Hotel exclusivo para las tripulaciones. 8. Edificio administrativo independiente de las vías. 9. Ferrocarril Urbano. 10. Calzada de acceso a la ciudad. 11. Aljibe de aprovisionamiento de agua casi infinito (era alimentado por el río).

Aunque se dice que tenía su estación afuera del actual Hotel Basurto-Layseca de Avenida Juárez, en realidad solo era una de las muchas paradas que hacía; las fijas eran en los extremos: Plazuela del Sacromonte, Puente de Piedra y lugares específicos a los que se llamaban “sitios”, que en honor a la verdad solo eran respetados por los foráneos; los locales seguramente pedían parada en cualquier lado que les fuera conveniente y si era afuera de su casa, mejor. Lo que sería su verdadera estación y talleres de servicio estaban junto al Portal de Cardoso (hoy de “La Covacha”), las tres casas que siguen de él eran una sola; todavía conservan el amplio patio con arcos que alojaba carros y plataformas del tranvía y las mulas que los jalaban. Actualmente son los números 163 al 169 del poniente de la Av. Juárez. La situación geográfica privilegiada que tenía la ciudad le hizo tener todo lo que a instalaciones ferroviarias se

EL QUE A HIERRO MATA, A HIERRO MUERE Nunca mejor dicho, así como el tren había acabado con los transportes rudimentarios que le precedieron, para la década de 1920, inició un nuevo combate 11


de varios episodios, de los que nunca ganaría uno, contra el oponente que la tecnología había traído: el automóvil. Desde los últimos años de la segunda década del siglo pasado, como un reflejo de la situación ferroviaria a nivel mundial, ocurrieron a nivel local algunos escarceos premonitorios. El primer golpe ocurrió cuando la Casa Redonda se trasladó a Aguascalientes, incluido todo el personal que la hacía operativa. Luego se trazó una nueva calzada directa y más corta al centro de la población al centro de la población, lo que beneficio al servicio de automóviles de pasajeros y carga. Ya en plenos veintes, la importancia de la estación había decaído ante el crecimiento de ciudades más al norte de las vías y dejó de prestar el servicio de restaurante y muchas de las instalaciones que eran orgullo del sistema y la ciudad fueron cayendo en desuso, el bosque de eucalipto fue seccionado para hacer un campo de beisbol, el edificio administrativo algunos años después se convertiría en Burdel, el hotel de tripulaciones se abandonó. Solo conservó, durante algunas décadas más, su prominencia en el volumen de carga y número de pasajeros, pero ya como una estación más nunca volvería a ser la modelo del sistema y su sistema adyacente, pues en las ciudades que los tenían, rápidamente fueron sustituidos por vehículos del mismo metal, quizá de menor tamaño, pero con los que nunca pudieron competir en velocidad. No había modo de equiparar la tracción animal con las decenas de caballos de fuerza del automóvil. En el año de 1926 las autoridades municipales obligaron a don Severino a quitar sus vías acabando súbitamente 12

el servicio; ya existían desde años antes automóviles de alquiler y camiones de carga que lo hacían obsoleto. Hasta el nombre de la calle donde iniciaba su recorrido cambió y paradójicamente terminó llamándose “la calzada Vieja”. El último tramo de riel del sistema, hasta hace algunas décadas, adornaba como extraño arco la reja de la casa de don Fidencio Osornio, en la esquina de Hidalgo y Rayón, en lo que había sido casa de don Severino. Cincuenta años después, a finales de la década de 1970, aparecieron en la ahora sí ciudad los primeros camiones de transporte urbano llamados “Delfines de San Juan”, pero la gente mayor les decía “el circuito”, como a aquellos tranvías y también, como un histórico karma, pedían parada en todos lados y si era posible a la puerta de su casa, costumbre que no se ha perdido. Para más información de este y más temas de la historia de San Juan del Río, Qro. Visita el Blog San Juan Iztacchichimeca: https:// iztacchichimeca.blogspot.com/


Sergio Armas

Ambivalencia Sergio Armas Se puede creer, así como desconfiar, en lo que procede de fuera del individuo mismo. Tan simple y tan complejo como eso. Aber beides geht nicht! Doch! El coronavirus representa la división social, ya sea desde el punto de vista que implica cumplir a rajatabla con las medidas higiénicas “ideales” para combatir a la infección, así como desde la perspectiva que conspira directamente contra una supuesta ingeniería conductual, con fines tales como el sometimiento de masas. Este texto, que es escrito desde suelo sajón, aquel donde el “Ogro de Ajaccio” perdió la batalla que le representó el propio retiro de su patria, pretende contar un par de detalles respecto de la situación actual en el país germano durante tiempos de pandemia. He de describirla como reglamentada, lo cual no debe ser confundido con ordenada o algo símil. Las medidas que hasta ahora han sido implementadas, vaya usted a saber si de manera oportuna, brillan más por el obsesivo miedo, vinculado en gran parte al pueblo germano moderno. Si ha de concebirse de alguna manera, podría decirse que la sociedad alemana vive su día a día de una manera sistemática y que deja poco margen a 14

la espontaneidad. Por tal, hay un cierto grado de confianza implícita en los lineamientos conductuales establecidos de manera oficial como medidas contra la contingencia ocasionada por esta pandemia, puesto que la mayoría, aunque no sea de buena gana, se avienen a cumplir con lo estipulado, sin que por ello sean fervorosos creyentes de la existencia de dicha amenaza a la salud, sus respectivas consecuencias y demás daños colaterales (tanto presentes como futuros) a ella asociados. Aun cuando Napoleón se haya referido a la población alemana como una “todocreyente” cuasi “comehumo”, cabe dejar en claro que esa sentencia está bastante alejada de la realidad actual, cuando menos. Quizás es que esa característica de los germanos fue atacada a sobremanera con estigmas asociados a la época oscura del Tercer Reich, tanto así que consiguió erradicarla casi por completo de su seno.

La peculiaridad de las restricciones a causa de esta pandemia se traduce incluso en algunas contradicciones, ya que el gobierno federal se responsabiliza de hacer recomendaciones, pero son los gobiernos de cada estado (16) los que se decantan por una u otra medida, haciendo de esto una encrucijada donde es imperativo tener conocimiento en todo momento de la posición geográfica actual, a fin de no cometer violación alguna de lo reglamentado, algo que para una gran mayoría de alemanes es indudablemente un catalizador de TOC. ¡Hola Sr. Sofisticación! En todas partes se cuecen habas: compras compulsivas, “ligeros” conflictos verbales en tiendas de autoconsumo, desabastecimiento de algunos enseres domésticos, algún hurto de material higiénico en un hospital de niños enfermos de cáncer, por mencionar algunos.

Somos una conjunción natural de virtudes y miserias. Por otra parte, esta nueva variante viral viene a ser el “Hachazo maestro” que disipa falencias económicas y sociales de casi todos los líderes mundiales, tanto empresariales como gubernamentales, eximiendo así la mea culpa de dichos individuos faltos de escrúpulos. Les sirve como Alibi a más de uno, poniendo al mundo entero en un entredicho categoría gran recesión sin que por eso el dinero sea más importante que la literatura, los alimentos, la vida misma o qué sé yo. Hay que esperar lo mejor, coexistir y sobrevivir mientras amanece... que no es poco.

Meine jetzige alltägige Erfahrung o lo que es lo mismo, mi experiencia al respecto, está compuesta de leer y asimilar comunicados oficiales y noticias en línea, salir poco o nada de casa en un periodo aproximado de mes y medio, todo esto mientras que mis capacidades cognitivas con las que aún cuento, si es que estas no han sido trastornadas por el psique colectivo que actualmente impera de incertidumbre, paranoia, protesta, incredulidad y quién sabe qué más, se entretienen deliberando y hasta conspirando respecto del tema. 15


Adrián Botello Mares

Covid-19, pandemia y miedo: una reflexión existencialista Parte I

marco del absurdo de nuestra era. Estamos comunicados y esta es una manifestación más de ese sistema.

Adrián Botello Mares Esta parte es un esquema muy general de reflexión donde planteo 20 puntos sobre el tema que abarca a toda la humanidad en este momento de su existencia: el COVID-19. 1. ¿El miedo es opcional en este contexto de pandemia? a. El miedo es la mayor debilidad de la humanidad. b. ¿El miedo es solución o consecuencia? 2. La pandemia es, sin duda, más de miedo que de Covid-19. El sistema capitalista está acorralado, su miedo no anda en burro, se tambalea y eso se transmite a todas sus presas, a la humanidad en general. Están mermados muchos de los mecanismos de enajenación y de los mercados masivos de consumo: futbol americano, soccer, box, turismo, conciertos, etc… El capitalismo, como sistema, está lesionado y su población está enferma, ya que ella parte de él, como si fueran sus células. 3. El Covid-19 es el trending topic por excelencia en la era deltrending topic, 16

4. Esta era nos permite una saturación de información, de falsa información y de pseudoinformación. Estamos expuestos a todo. Somos nosotros mismos, los humanos, el verdadero virus que afecta al planeta. El Covid-19 afecta a los humanos. 5. Pululan las teorías conspirativas como la de una supuesta lucha por la tecnología 5G, lo cual veré más a detalle en la parte II de este escrito. Es necesario tener mucho cuidado con los flujos de pseudoinformación o información incompleta en todos los casos de teorías conspirativas. 6. Chomsky y Jalife, por mencionar a dos referencias activas que han pensado el fenómeno, sostienen que es una cuestión geopolítica mediante una liberación intencionada del virus con el propósito de desestabilizar los procesos económicos, políticos y demográficos del orden mundial. El ser humano es el virus del planeta, el hombre es el lobo del hombre, el límite de la perversidad es el propio humano. 7. De los humanos con poder (los líderes mundiales), no puedo decir mucho, le juegan a ser deidades y el karma los devora. Los poderosos

pueden apretar el botón rojo del fin del mundo, pero solo será la pretensión de su propia miseria.

las posibilidades del Covid-19. El confinamiento se ha presentado como la mejor opción. Aquí distingo dos tipos de confinamiento: a. El confinamiento egoísta: prioridad de mí mismo, poca empatía o debilidad en los vínculos sociales o humanos. Hiperindividualismo y cultura de consumo. Acaparar los bienes materiales o de la salud para la propia protección, sin importar el resto de la humanidad. b. El confinamiento altruista: del ideal de amar, priorizar a tu prójimo como a ti mismo. Todos vamos en el mismo barco. Se es consciente de las necesidades de los otros y se procura el apoyo de alguna manera, por ejemplo, de los más vulnerables, como los ancianos o los más pobres.

8. Del afamado y ultra venerado por los marxistas, Slavoj Zizek, solo mencionar que este se pronuncia en este contexto como una posibilidad para renacer en comunismo, al debilitarse el sistema, idealistamente se propiciaría un rescate de los valores comunitarios. Lamentablemente, el propio sistema ha enfermado a sus piezas humanas y parece ser que el camino hasta ahora es justo el contrario, es decir, una mayor individualización, enajenación, egoísmo e irracionalidad. El existencialismo una vez más dando una lección al marxismo. 9. El ejemplo fronterizo: han cerrado la frontera de México hacia EUA para los no ciudadanos o residentes, pero no al revés, los estadounidenses pueden pasar a México, comprar sus provisiones y desabastecer a la población mexicana. El modo de vida capitalista, prioritariamente en los países de economías más desarrolladas, genera una cultura de hiperindividualismo basado en el consumo, por lo que, en ese sentido, cabe la pregunta de cómo es posible un altruismo o una solidaridad si ese modelo de vida capitalista es el que rige la conducta humana en este momento histórico.

11. En lo económico y social las consecuencias serán cada vez más severas. Hoy por hoy, en las clases más vulneradas, está el dilema de morir y no comer (trabajar), o comer (trabajar) y morir. 12. La humanidad es la enfermedad, reitero, y más si se es presa cautiva del sistema. Lamentablemente en estas circunstancias esa enfermedad es cuando salta a relucir, sale el cobre, lo más miserable de la humanidad. Schopenhauer dice en su libro de los dolores del mundo: “no me atrevo a preguntar a un ser humano si sería capaz de dar su vida

10. La alternativa para los humanos es ser precavidos y no potenciar 17


por la humanidad o por un semejante, aun si de él dependiera salvar a la humanidad, no lo pregunto porque sé que me decepcionaría de la respuesta”. 13. Épocas de guerra, enfermedad, crisis o tragedia son parte de la historia de la humanidad. En esta ocasión se rompe la burbuja de confort en un clima de debilidad humana, dominada por un sistema capitalista abarcador, dotado de agentes de consumo y redes hiperindividualizadas de realidades virtuales/digitales, como los millenials y su fragilidad. 14. Parece que Dios ha despertado, no digo resucitado, para no desviar la atención del “Dios ha muerto” de Nietzsche. En circunstancias de gravedad en la humanidad, brota la esperanza o necesidad divina, como la desesperación de la que Kierkegaard nos habla. 15. Así, la muerte se manifiesta globalmente ante la humanidad y ha llegado a hablar de frente. El miedo se convierte en angustia y viceversa. Es necesario ser conscientes de nuestra finitud, dice Heidegger, debemos ser responsables de nosotros mismos, acatar nuestra angustiosa libertad, dice Sartre. Pero ¿por qué? Si siempre hemos estado tan cómodos evitando el tema de la finitud, pretendiéndonos efímeramente perpetuos. 16. Se encienden las alarmas de la 18

fragilidad de la vida con el Cvid-19. Esto debe ser una lección existencial para esta miseria humana, demasiado humana, exclusivamente humana. 17. En términos de Camus, ¿cómo reaccionaría el hombre rebelde ante la peste? 18. ¿Qué hacer en este contexto de miedo en nuestras pequeñas y limitadas vidas? ¿Cómo pensarnos nosotros mismos como seres efímeros? 19. Este universo es sabio, este planeta es sabio. Esta contingencia es una contingencia contra la humanidad. ¿Por qué temes, si día a día haces temer al prójimo? Esa sabiduría del universo y del planeta nos invitan a reflexionar y a transformar esa miserabilidad de nosotros mismos, de nuestras existencias. 20. Citas para cerrar: a. “... nadie conoce la muerte, ni sabe si es el mayor de los bienes para el hombre. Sin embargo, se la teme, como si se supiese con certeza que es el mayor de todos los males”. “Apología de Sócrates”, en Platón. b. “¿Habrá que morir voluntariamente o vivir a pesar de todo?”. Albert Camus en “El mito de Sísifo”. c. “La soledad del mundo es mi soledad, no es la muerte la que me hiere, sino ser siempre

la muerte… Teatro de locos enfermos para enfermos locos, jinetes mercenarios de la peste y la miseria recorren continentes en las tinieblas como hienas hambrientas en las ruinas”. “Lamento”, de Arturo Meza. COVID-19, pandemia y miedo: control y conflicto existencial. Parte II. Adrián Botello Mares El fenómeno (a diferencia del nóumeno) es lo que se conoce, dice Kant. Durkheim habla de los hechos como cosas. Husserl invita a ir a las cosas en sí, a lo que está más allá de las apariencias, es decir, a la esencia por medio del estudio de la consciencia, en una relación epistémica donde un sujeto significa a un objeto significante; se estudia, entonces, el fenómeno surgido por la consciencia, por eso llamado método fenomenológico. El hecho se construye con la objetivación, dice Bourdieu, que en conjunto con la sociología del conocimiento lo encuentran en un proceso dialéctico con la subjetivación. Wittgenstein en su rigurosidad analítica contempla un mundo fáctico, compuesto de hechos y proposiciones a partir del lenguaje. El hecho es que estamos controlados en este momento histórico a causa del riesgo de contagio del COVID-19. El control consiste en que estamos inmersos en un confinamiento voluntario o involuntario, con una dinámica

económica y social mermada por la llamada contingencia. Los procesos están controlados de tal manera que incluso el más anárquico no podrá actuar de la misma manera en que podría hacerlo previo a esta contingencia. ¿Por qué es exitoso este control? La respuesta es sencilla, porque el miedo es la mayor debilidad de la humanidad y, más concretamente, el miedo a la enfermedad y la muerte. ¿Estamos controlados por algo o por alguien? En primera instancia el algo es precisamente el miedo que es propio de los seres humanos, en este caso, a ese riesgo de contagio del virus. Por otra parte, en lo colectivo, la sociología y la ciencia política nos han dejado muy claro que el comportamiento social responde a las decisiones establecidas mediante las relaciones de poder. Foucault lo decía muy claro, la historia de la humanidad ha sido una historia de relaciones de poder (porque es mucho más que una lucha de clases, ya que la lucha de clases es primeramente una relación de poder). Por lo tanto, esas relaciones de poder se establecen socialmente por agentes humanos, “alguien”, en diferentes escalas: desde los que deciden en las más altas esferas del orden mundial, pasando luego por los líderes de gobiernos, grandes instituciones y sectores económicos, hasta llegar a las jerarquías más elementales como los guardias de seguridad, agentes de vialidad o policías municipales que sienten un poco de poder sobre la población general.

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Los agentes que deciden desde las más altas esferas (inconscientemente en sus míseras, limitadas y caducas vidas) deciden el devenir de la humanidad; los gobiernos, las instituciones y empresarios poderosos a partir de sus medios de regulación, ya sea constitucionalmente o por los patrones de conducta guiados por el mercado o la cultura y, finalmente, los de más baja jerarquía como la carne de cañón que se da los trancazos con el pueblo al estar “resguardando” el orden. Sin pretender caer en una paranoia conspiracional, los mecanismos de control humano siempre han existido, desde la díada o tríada, hasta los más complejos grupos sociales. Recientemente han surgido con mayor notoriedad las tesis sobre una lucha por el nuevo orden mundial digitalizado mediante la implementación de la tecnología 5G que, además de sus implicaciones político- económicas, se tienen también los supuestos posibles deterioros a las formas biológicas, pero también una serie de consecuencias éticas y cognitivas ante una adaptación a una forma de vida omnidigitalizada. La tecnología 5G permitirá una carga ultra potencializada del intercambio de datos wifi, pensándose justamente como la 5ta generación tecnológica donde haya una realidad hiperdigitalizada por medio del internet de “las cosas”, así que regresamos al planteamiento inicial de las cosas. Si todo es “inteligente”, todo es digital y todo necesitará una conexión a internet, esa es la vida que nos espera, muy reducidamente (porque no se contemplan las consecuencias perversas). 20

El hecho de que el COVID-19 sea el meollo del control en este momento histórico, en relación con el alguien que está detrás de las decisiones del devenir de la humanidad, hace posible plantear un esquema donde entre más se atemoriza a la población, más controlados estarán. La OMS constantemente actualiza el nivel de peligrosidad del virus siendo cada vez mayor; se ha dicho que es diez veces más potente que el A-H1N1, que es más contagioso, que es transmisible a felinos, que no es garantía que una vez recuperados no pueda rebrotar, etc. Los mecanismos de control por vía del miedo son cada vez más severos. En todo México, y Ciudad Juárez es un caso extremo debido a su altísimo nivel de mortalidad, el sistema de salud es tan débil, corrupto e insuficiente históricamente que es difícil garantizar que las muertes que han dicho que son por el COVID-19 sean realmente por esa causa o a la inversa, que muertes que se han dicho por otras causas son en realidad por ese virus. La realidad es que incluso el propio personal médico está contagiado por el miedo y ellos desean hacer su labor en las condiciones mínimamente salvables para ellos mismos y sus pacientes. Sin embargo, al estar casi colapsado el sistema de salud, el gobierno puede sacar provecho vilmente de eso y garantizar un pésimo servicio a quienes lo requieran, tanto a quienes vayan por causa del COVID-19 como quienes vayan por otras causas, ya que, al estar perdidos es más sencillo justificar su incompetencia para ayudar a quien lo necesite.

En fin, todo lo referente a las teorías conspirativas no son hechos del todo verificables, no obstante, la parte del racionalismo da alternativas a las verdades empíricas, finalmente, como se ha dicho con anterioridad, las decisiones y el manejo de la información es bien sabido que está controlado por las esferas de mayor jerarquía en las relaciones de poder. Por otra parte, es importante reconocer que los esfuerzos por conocer el origen y desarrollo del COVID-19 es una misión global. Incluso países como Cuba están siendo protagonistas en esa lucha. Por tal motivo, el debate sobre el origen del virus no es parte de este escrito, ya que ese tema puede llevar a otros análisis necesarios de profundizar. El tema aquí es el control y los conflictos que ello genera. Regresando al hecho, a la contingencia por el COVID-19, la pregunta es: ¿qué hacer ante una situación inédita en nuestras vidas? Las posibilidades a esta pregunta las encuentro, nuevamente, en la esfera existencial. La filosofía fomenta la libertad de pensar y se aleja del pensamiento masivo en la medida de que éste se homogeniza y chatarriza, por lo tanto, establece una escisión del pensar dominante. El pensar dominante en este momento de contingencia gira en torno a dos manifestaciones: la primera es a quienes su voluntad es resguardar su salud y la de los suyos, con el miedo predominante, estando confinados y respetando las medidas de prevención

sugeridas por los gobiernos e instancias de salud pública, que aquí los llamaré como “los precavidos”, los cuales son la gran mayoría. En segundo lugar, quienes su voluntad es ser displicente de las medidas y procesos que se están presentando en la contingencia, pero que no son exentos de esos procesos y su postura es de incredulidad, negligencia, irresponsabilidad, desinterés, desacato o desobediencia, que aquí los llamaré como “los incrédulos”. En consecuencia, tomando la contingencia como un proceso social, se ha generado un conflicto. Ante ese conflicto, es necesaria su resolución, por lo que es importante preponderar el bienestar humano en general, antes que el individual. Mientras los precavidos pueden vigilar, distanciar, discriminar y hasta agredir a quienes consideren sospechosos, los incrédulos chocan al actuar deliberadamente de acuerdo con sus “creencias”, es decir, se genera ese conflicto entre ambas posturas. Schopenhauer dice que atreverse a profundizar en nosotros mismos es atrever a conocer nuestras propias miserias, y el miedo es un reflejo. Es tan conflictivo dejar de prever por nuestros seres queridos, si ellos son parte de nuestro bienestar, se puede prescindir de los demás humanos, pero no de nuestros seres queridos, esto bajo esa perspectiva de miedo. Los precavidos se resguardan por el miedo, sobre todo de sus propias vidas y de sus gentes más cercanas; los incrédulos también, aunque en este momento su postura sea la de no tener 21


miedo por un virus que ellos desean asumir que no existe. El ejemplo de los ancianos es muy clarficador. Los ancianos dejan pasar sus horas y días valiosísimos de las limitadas vidas de caducidad, es decir, están invalidados a las posibilidades de vivir su tiempo relativamente reducido. Los precavidos no querrán poner en riesgo a los ancianos que estiman. Los incrédulos no lo consideran, porque asumen que el virus no es real. Si el anciano es precavido no deseará recibir al incrédulo de visita y, por lo tanto, al incrédulo no le será viable visitarlo. Como dije antes, ambos comparten esa esencia humana del egoísmo, no obstante, ese egoísmo puede confrontar incluso a miembros de una misma familia o de un mismo círculo de seres que se benefician mutuamente. En este caso es donde entra el conflicto en el actuar: ¿quién tendría qué ceder?, ¿sería acaso la ruptura de un lazo familiar y afectivo? Más allá de la perspectiva egoísta, está el pensar por el bien general, aunque esa sea una tarea de mayor consciencia. La alternativa la sugiero desde la óptica kantiana del imperativo categórico, superpuesto al hipotético dominante. El imperativo categórico se refiere a esa orden que se da decididamente en nuestras acciones, determinadas por nuestras consciencias en el sentido ético del bien y el mal, donde se actúa bien para con los demás de manera genuina, sin tener una pretensión de satisfacción 22

externa, es decir, es hacer el bien a los demás pesando como quisiéramos que se hiciera el bien a nosotros mismos; es un deber surgido de nosotros mismos, un mandato interno del bien, no externo. Desde esa lógica kantiana, los precavidos podrían tratar de hacer consciencia de su propio actuar y de cómo se afecta al incrédulo, así como del actuar del incrédulo en una forma más empática, y viceversa en ambos casos. Por lo tanto, ser negligente y no respetar las medidas que cumplen los precavidos sería potenciar el conflicto, asimismo, encerrarse y estigmatizar, discriminar o agredir a quienes no siguen las medidas también propiciarían el conflicto. Entonces queda la aplicación del imperativo categórico: haz el bien como quisieras que lo hicieran contigo, tanto en uno como en el otro lado, o sea, tanto de los precavidos como de los incrédulos. En conclusión, el miedo seguirá siendo el mal por vencer, sin embargo, el miedo suele ser el vencedor, porque es el mayor mal de la humanidad, por eso, por mucho que se pueda reflexionar al respecto, el problema del conflicto será parte también de esta esencia de la humanidad. P.D. La ambición patológica del ser humano será la que termine por exterminarlo, varios lo han dicho ya. Hoy en día la competencia tecnológica está en el ojo del huracán. Los mayores avances tecnológicos seguirán en el mundo más desarrollado antes llamado Primer Mundo. Así que pregunto, ¿quiénes de

aquellos que viven en primer mundo (EUA o Europa, por ejemplo) no querría un celular con tecnología 5G? ¿Quiénes no querrían una casa inteligente con todas sus cosas inteligentes que hacen más cómoda la vida? Levanten la mano.

Referencias •Camus, A. (1995). El mito de Sísifo. Madrid: Alianza Editorial. •Camus, A. (2019). El hombre rebelde. México: Mirlo Ediciones. •Kierkegaard, S. (2013). Tratado de la desesperación. México: Grupo Editorial Tomo. •Heidegger, M. (1953). Ser y tiempo. Edición electrónica de www.philosophia. cl. •Meza, A. (1988). Lamento. Ayunando entre las ruinas (CD). México: Gente de México. •Moreno, L.F. (2015). Heidegger. México: RBA. •Nietzsche,F. (2015). Así habló Zaratustra. México: Grupo Editorial Tomo. •Platón. (2015). Diálogos. México: Editorial Porrúa. •Sartre, J.P. (2017). El existencialismo es un humanismo. México: Editores mexicanos unidos. •Sartre, J.P. (1954). El ser y la nada. Buenos Aires: Iberoamericana. •Schopenhauer, A. (2017). El mundo como voluntad y representación. México: Editorial Porrúa. •Schopenhauer, A. (2011). L. Madrid: Ediciones Sequitur.


Ivonne Solano

Cuidados vitales durante la contingencia: cuerpo físico y anímico Ivonne Solano “Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, / de las que han sido soñadas en tu filosofía.”

Shakespeare

El panorama que invade las calles se viste de incertidumbre, mascarillas, en ocasiones de miedo, distancia, guantes y de miles de noticias que alertan a cada segundo. En este apunte se invita a atender las medidas sanitarias que ha decretado el Sector Salud debido a la pandemia de COVID-19 puesto que en su mayoría las indicaciones sanitarias son aplicadas en el ambiente externo. Se comparte una opinión que gira la mirada hacia lo interno y de esta manera se suma acciones que lleven a mejorar los diversos ambientes de bienestar. Por parte de lo externo se incluye el cuidado del cuerpo físico mediante el ejercicio diario, dormir lo necesario, comer alimentos nutritivos o mantener una rutina con horarios establecidos para crear un ambiente de seguridad. Diversos descubrimientos se han adentrado en la complejidad del ser humano, gracias a ello se sabe que 24

existe un cuerpo anímico el cual influye en el estado de salud del cuerpo físico demostrando que los sentimientos son un origen de enfermedad por lo que es importante atender la higiene interna. El trabajo interno consiste en nutrir nuestra vida y, en lo social, para ello, es preciso saber quiénes somos, darle sentido al funcionamiento interno del cuerpo descifrando el misterio que vive dentro de nosotros. La Dra. Michaela Glöckler (quien es representante de la Sección Médica del Goetheanum, en Dornach) comparte algunos puntos a considerar para consolidar el sistema inmune desde lo anímico. En una conferencia realizada en relación al CORONAVIRUS comenta que el sistema psico/neuro/inmunológico se fortalece con alegría, devoción, humor y agradecimiento. Por el contrario, sentimientos de odio, angustia y miedo debilitan las defensas ante cualquier enfermedad. El agradecimiento se desarrolla durante la convivencia entre individuos, en la interacción con los animales o plantas, también preparando pequeños

rituales antes de dormir o en la hora de la comida, etc. La devoción se puede manifestar de diversas maneras que conlleva un acercamiento a lo espiritual aunque no necesariamente religioso; por ejemplo, hacer matemáticas, tocar el violín, meditar, rezar, leer un poema, observar las estrellas, encender una vela o recordar a seres queridos que han pasado el umbral de la muerte. Es importante dar valor al cuerpo anímico por lo que cada individualidad es responsable y libre de realizar el trabajo interno. Las manifestaciones de gratitud o devoción quizá son prácticas que hace varios años eran “costumbres” y probablemente aun existan personas o familias que las sigan ejerciendo, pero existe peligro de dejarlas en el olvido. Finalmente me permito compartir el fragmento de un verso titulado FORJANDO LA ARMADURA de Rudolf Steiner para fortalecernos en el ajetreo de la vida cotidiana: “Quiero arrancar el dominio al miedo y dárselo al amor. Y quiero creer en el reino que existe en mí. 25


Le Jos Uis

Bitácora domingo 3 de mayo del 2009 (Influenza)

No confío en este gobierno estúpido. No hay gente en la calle; la que se atreve a salir trae en la boca su cubrebocas (pobres victimas orwelianas). Antes ni los obreros en las fábricas de alto riesgo se las ponían. Antes costaban 2.50 y ahora se cotizan en 4.00 y en la piratería 9.00 pesos. El único diario que se acerca más a la verdad misteriosamente ha desaparecido del puesto de periódicos. El aire, SOTAVENTO (me gusta llamarle así, siento que es un laurel a su categoría de Gran Señor Eolo para mis camaradas griegos). Tengo dos rehiletes que desbordan alegría y energía se asoman por la ventana y actúan, giran y giran, mientras yo escribo.

A ellos les gusta escuchar y se revolucionan más con Les Comédiens de Charles Aznavour. Sí, esta era es una gran comedia, cuyos primeros actores (los momos, conviven con los zombis, mientras muy en la obscuridad algunos pensantes intentan hacer una revolución sin armas y sin ganas) las acapara el narco. Todo está controlado y, ante cualquier intento, el ejército anda en las calles. Pobres rateros los tratan peor que a delincuentes, mientras los grandes rufianes se ríen desde el estrado. ¡Oh Dios! Líbranos de esta estirpe maldita que tanto daño le hace a tu pueblo! ¡Oh pueblo! Ne te regarde rien de rien.

Bitácora domingo 3 de mayo del 2020 (COVID-19) Han dicho que no salgas de casa, “me desperté una noche de un sueño intranquilo, me encontré en la cama convertido en un horrible monstruoso insecto”, Samsa, Samsa. La naturaleza realiza un alto y purga, como el más horrible cuento de terror nos besamos con cubrebocas, apestamos a uno mismo, no hay cerveza, abrazos sin afecto miedo a la infección, el petróleo ni regalado lo quieren ni gringos ni árabes, el amor explota su ira en los hogares entre seres que no se conocían ,el objeto-forma-fondo de la poética es una cámara y publico a distancia, tengo miedo de los verdaderos prismas de la tarde, de los densos bosques de la noche y que un día la pena salga de tu boca ante cualquier síntoma coronoviraco y no te vuelva a ver amor del enclaustramiento. ¿Dónde amor? Dónde. En los bolsillos del Gran Capital ante la urgencia de sacudirse a los pensionados para convertir las calles en páramos de concreto, ¡oh naturaleza! No te regarde rien de rien.

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Juana Victoriano

Laxitud subjetiva Juana Victoriano ¿Qué añoranzas individuales justifican una sentencia que se hace sobre la vida? ¿Acaso son más importantes aquellas en las que la moral deja sus vestigios y nos obliga a obedecer a sabiendas de la incongruencia que nos constriñe? Explicar lo desconocido tiene una raigambre ancestral, una suerte de significaciones que en aras de encontrarse cierta nos hemos obligado a repasar desde el tamiz de la razón. Nosotros, incapaces de atribuir a aquello que nos constela íntimamente, utilidad igualmente valedera. Henos aquí, temerosos, empáticos con una causa que salva a unos y que violenta a otros. Mas poco importa si a cambio nos es concedido poner en letras todo aquello que los demás no entienden porque no tienen tiempo, porque su humanidad la ocupan sobreviviendo. Somos nosotros desde la buhardilla quienes comprenden al mundo, quienes hacemos las preguntas y las contestamos, quienes ya deberíamos tener escrito un libro. “Confinamiento”, así lo llamaríamos.

sin la secuencia multiplicadora de su voz, pero con atisbos reverberantes de indolencia, de juicios a priori. Después de todo, somos una isla frente a colapsos múltiples, sin ninguna idea de la fragilidad que nos habita y el monstruo que nos carcome.

En tanto, la ciudad abraza nuestra vulnerabilidad y sus formas siniestras, nuestros cuerpos que no se reconocen

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Abraham Cortés

¿Miedo? Abraham Cortés “No hay cosa de la que tenga tanto miedo como del miedo”.

Michel de Montaigne

Miedo, esa impresión abrumadora que cala hasta los huesos, que estruja la piel, que muerde el corazón, que brama; que adormece las fibras del cuerpo y estalla bajo un electrizante grito de ansiedad, de peligro, la amenaza de lo que avecina, de lo que está frente a nosotros, de lo que está sobre nosotros. Michel de Montaigne sin ningún artilugio o presunción dilucida qué es el miedo y cómo ha influido en la historia de la humanidad, es más, dedica un apartado dentro del libro “Ensayos” en el capítulo XVII. El miedo, esa inquebrantable amenaza, ese conflicto natural que nos hace precipitarnos, que nos convierte en bestias o presas fáciles de nuestro verdugo. Ese estado natural primigenio que nos envuelve y ocupa por nuestra supervivencia y a su vez talante de insignificancia para la naturaleza del hombre y por otra, avalancha afanosa contra los menesteres de la vida. “He visto muchas gentes a quienes el miedo ha llevado a la insensatez, y hasta en los más seguros de cabeza, mientras tal pasión domina, engendra terribles alucinaciones” (Ensayos, Capitulo XVII, Del Miedo). 30

¿Miedo o miedos? Pareciera ser que el hombre sufre la experiencia de distintos miedos, que no hay miedo unidireccional ni esencial sino hay miedos que lo toman por sorpresa ante distintas situaciones, el fenómeno de tener miedo quizás es una experiencia subjetiva de cada uno de los seres humanos. Miedo a ti, a la sociedad, a la metafísica, a la autoridad, a la pandemia, a lo desconocido. A veces, el miedo se pronuncia como una barrera cíclica de nuestros actos, nos frena, nos impide realizar gustos, preferencias; obstaculiza nuestro desarrollo y como una cápsula vacía nos deja suspendidos en el aire de la mediocridad y el fracaso. Por otra parte, está el miedo domesticado, las campañas mediáticas de los gobiernos en turnos, de la autoridad, del sistema, de los empresarios, de la publicidad, de la religión, del amo. ¿Qué se busca? Infundir el miedo, alimentarlo, popularizarlo y creerlo. Los sistemas se construyen para disciplinar, condicionar, limitar y restringir al individuo. Se busca someterlo a través de cualquier tipo de argumento, el miedo puede ser un instrumento importante para lograr tal objetivo. ¿Cómo? Sencillo, apelas a la sensibilidad del individuo, a la emoción, a los sentimientos y tienes una masa muy bien controlada, domesticada, aceitada y hasta ella misma está dispuesta a defender lo impuesto. El miedo, en este caso, es un concepto de poder que se inyecta y esparce para la sumisión y control de todos. Se introduce, desarrolla, propaga y defiende.

“Hasta los que recibieron buen número de heridas en algún encuentro de guerra, ensangrentados todavía, es posible hacerlos coger las armas al día siguiente; más los que tomaron miedo al enemigo ni siquiera, osarán mirarle a la cara”. (Ensayos, Capitulo XVII, Del Miedo) En contraste, el miedo puede ser alentador, valiente, vinculador, noble y hasta cierto punto justo. El miedo se vuelve una acequia de valor, de coraje. El miedo puede transformase en una lucha individual o social con fines específicos, buscando restablecer lo roto. El miedo al miedo se vuelve en un miedo esperanzador.

a la emoción desagradable que surge de nosotros e inmóviles y aterrados nos afanamos. El miedo se restablece cuando cada uno de nosotros tomamos partido o cuando la amenaza que nos acecha resolvió arbitrariamente el hecho. El miedo puede alterarnos, física y mentalmente, puede convertirse en un accesorio de nuestra vida que disfrutemos o que odiemos. El miedo puede ser valor, coraje y también miseria. El miedo es un acertijo que florece alguna vez en la vida, la importancia de él es mera responsabilidad de nosotros, de nuestro miedo al miedo.

“Los que viven en continuo sobresalto por temer de perder sus bienes, y ser desterrados o subyugados, están sumidos en angustia profunda; ni comen ni beben con el necesario repeso, en tanto, que los pobres, los desterrados y los siervos, suelen vivir alegremente. El número de gentes a quienes el miedo ha hecho ahorcarse, ahogarse y cometer otros actos de desesperación, nos enseña que es más importuno o insoportable que la misma muerte”. (Ensayos, Capitulo XVII, Del Miedo) Montaigne presenta distintos miedos, todos ellos con un origen muy particular; se vuelven una constante axiomática, cada uno de ellos de manera extenuante. Michel entrega una baraja de percepciones absolutamente divergentes. Para él, el miedo tendría muchas aristas siempre bajo la esencialidad del temor a la contingencia, a lo que amenaza nuestra constitución natural,

Ofrenda histriónica 31


Pablo Antonio Junco

(Inventar una nueva usanza performática en tiempo de pandemia y otras amenazas) Pablo Antonio Junco Se sabe que las hormigas enanas tienen gusto a menta, una mezcla de yerbas, algo potente tipo licor alemán o al whisky mezcla de maltas que sabe a bosque, aunque obvio el camino de las presurosas es hermoso: neón. Son casi musas muy teatrales. La espectacularidad en una escena “en vivo” viene sobre sus danzas, a estrépitos, porque mucho del escenario es momentáneo, fugaz. La clave del movimiento está en concebir su principio, entender al personaje y qué representa (o carga que lleva). El simulacro no es lo que reserva la realidad: el terror a lo viral tanto platicado no es tan excitante como el agresivo físico, un despedazamiento que precede la totalidad en antigua filosofía. Esa cinta japonesa llamada Pescado frío, tiene un protagonista cínico, manipulador con método para desaparecer evidencias. Aquella tradición bien ejecutada en Flor de carne y sangre o la interesante Sirena en un caño, de la serie Guinea Pig, donde un pintor surrealista se inspira en el color, varias ámpulas en pus y ampollas estallándole al pez, moribunda ninfa. Sintetizando: morimos en el cuerpo. Es la verdad lo que oculta que no la hay: influencia rara: Parménides García Saldaña 32

y la gama de literatos pesados que tardaron días en hallar sus cadáveres. El ajenjo y láudano que viene con los artistas antaño, también. Aquel místico libro de Moshe Idel El Golem, da respuesta sensata para cimentar un engendro ingenioso, mágico, pauta fantasmal técnica, existente desde antes que apachurraran a Mario Santiago Papasquiaro. Fue anterior, igualmente, al verso vudú del mortal dentro de un ataúd, cortesía del cantautor Jaime López. En suma: somos un organismo limitado y finito. El simulacro es verdadero: Jean Baudrillard puntualiza una especie de credo y es el santo patrono del performance actual junto a Michel Houellebecq, la estrella que se persigue y dicta cierta crudeza maldita, de amor sin esperanza, el sol oscuro de la melancolía. La desgracia goza sentido y es artístico, a nulo consuelo existencialista. Anexar anomalías interpretativas estilo Dedos del pie, donde Gary Oldman descifra un adefesio harto simpático que le baja la mujer a galán angélico. Cerca, José Ferrer de Toulouse-Lautrec; John Hurt con elefantiasis y recién Jean Dujardin en diminuto. Más extremos: Michael Berryman, Lon Chaney, Chano Urueta, quizá Rondo Hatton. Lo fundamental está en el instante y las posibilidades de acontecimiento; tertulias o agrupes hoy gregarios a lo

Gilles Deleuze: el actor efectúa, hacia diferente modo dobla esta efectuación cósmica, cortante y por ello pura. ¡Puro tuétano del hueso!... El miedo de los hombres imaginó los dioses, acopió Petronio. Demostró Joseph de Maistre que la historia muestra un individuo convencido en toda época por vivir bajo una energía irritada, solamente aplacada con sacrificios basados en lo protocolar.

La vida surge del caldo que circula por nuestras venas, en nosotros. Cicerón ostenta pasajes atrayentes en cuanto a provocar el flujo para llegar al trance. Seguro nunca se comprenderá cómo una tenaza puede agarrarse a sí misma. Toca notar, similar al loco Leoncio (queriendo mirar despojos e insultar sus ojos), ver transcurrir cosas “fuera del mundo” al ritmo profundo del caifán mayor, ya muerto e ido.

Dichos elementos aplican en entornos complejos e incluso límite, no sólo a la bufa sucesión de calamidades o catastróficas desdichas. El contexto del contagio es una invasión al estado imprescindible o alma del alma, donde estamos cuando estamos creando contenido cierto. El centro tonal, la gravedad armónica, se pierde cual falso paso en sueño burdo. Quedan los espeluznantes discursos de Tedros Adhanom.

En colofón, arrodillándose humilde, más que con pies humanos a patas de hormiga, cual poeta coreano, señoras y señores: aquí el oro del acto efímero contemporáneo, engarzado respecto a las fiestas dadá, datadas hace cien años. Terminando, hay que lavarse perfecto las manos, idéntico al egipcio limpiando en vino de palmera los intestinos, las vísceras de sus momias.

¿Qué es? Una oblación, cuasi dádiva dramática… ¿Cuánta circunstancia necesita? Un pretexto significante que inmiscuya extenso conocimiento del hondo concepto remanente, hábito análogo al espíritu colectivo. La pesadilla de Michel Foucault fue controlar algún ser por medio del ingreso a su raciocinio, confundir e intervenir. En Posesor de Brandon Cronenberg se luce lente al horror anatómico, presente ahora, violento y aunado a fenómenos anómalos como la “carne novel”, Francis Bacon e inclusive figuras escultóricas, matemáticos rostros o expresiones de Sebastián.

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Estrella del Valle

En nuestra Luna de Miel Estrella del Valle Extracto del libro CALIMA En nuestra Luna de Miel, después de un viaje intergaláctico en nuestra esfera dorada, encontramos una botella con este video mensaje: “Les habla Echo Siete Uno. Año tres mil quince de la Era Terrestre. Soy una de los últimos humanos que alzan su voz en el Planeta Tierra. Tercer planeta del Sistema Solar de la Galaxia Andrómeda. El Comité de Contacto Intergaláctico ha lanzado esta botella con mensaje de auxilio. Escuchen: Los Simios se han apoderado de La Tierra. Nos han esclavizado. Venden a las mujeres, se casan con los niños, nos roban nuestros órganos. Gente desaparece cruzando las fronteras. Han inventado un virus que nos mata al contacto. 34

Han copado a la especie con estupefacientes. Se organizan en cultos, en mafias, en cárteles. En grupos extremistas controlan nuestras mentes y nos tienen rodeados. El último grupo de humanos libres se perdió en una tormenta electromagnética, nos fueron arrebatados. Desde entonces no hemos podido localizarlos. Tienen a nuestra especie sumida en la miseria. Si están viendo este mensaje, ayúdennos. La raza humana perece lentamente. Hermanos, que la luz de la esperanza se quede por siempre con ustedes”.

Frecuencia 528

Noticias Internacionales

Te digo amor que el tiempo está llegando que en la calle se siente una frecuencia que en el supermercado que junto a la sección de alimentos fríos no es más la oferta del día un corazón sangrando que libaremos la miel como hacen las abejas y volverán de azúcar nuestras quejas acerca del pasado y te digo también que en la selva un hombre está sembrando un árbol y que echará raíces y que dará la sombra para los enamorados y en las calles y en las escuelas la humanidad vibrando echará fuera la soledad y el desamparo y volveremos todos con un sólo color de piel a amarnos y se abrirán las flores y volverá la miel y cantará la selva un amor jamás insospechado y volverán los niños a tomarnos de la mano y nuestro corazón sabrá que nos han perdonado porque es tiempo de amor de amarnos amor con un solo color de piel que sólo ven los ojos de los enamorados.

El mundo yace en manos de grupos extremistas y no hay quién pueda detenerlos. ¡Sálvese quien pueda!, exclaman. Más allá dos mujeres se desmayan. Un hombre grita. Una joven mujer escribe en las paredes: Fue un Feminicidio. Afuera se escucharon los balazos, reportan. Han matado al hombre que la ama. Un grupo de soldados pecho tierra y dos grupos de rebeldes. El mundo muere a manos de unos cuantos. La esperanza es lo último que desaparece. Doscientas niñas encuentran su calvario. Hay un virus mortal que se trasmite al contacto y unas madres que esperan todavía en la Plaza de Mayo. Hay un país de crímenes perfectos. Hay un país de crimen perfectamente organizado. Yo no creo en islamistas. Ya no creo en comunistas. Yo no creo en políticos que mienten cuando todos sabemos que hay un crimen de Estado. Hay un país que muere atado por las manos.

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Felipe Cabello Zúñiga

Una nueva normalidad Felipe Cabello Zúñiga Han transcurrido ¿días?, ¿meses?, ¿años? No sé cuánto tiempo ha pasado desde aquel fatídico día. He perdido casi todo, pero la cordura está casi intacta. Después de ese lamentable suceso he decidido morir lentamente; suicidio por amor, el mejor pago ante la catástrofe. No hay nada más que me sujete a este sitio, he perdido la gravedad de mis actos, aunque mi cobardía no me permite hacerlo de un solo tiro, he aniquilado mi vida de por sí limitada, caduca y reducida; un suicidio lento y merecedor ante tal infamia; estas cuatro paredes son testigos mudos de mi desgracia, se han convertido en mi cárcel física, porque en lo que se refiere a lo mental estoy al borde del precipicio. El tiempo ha convertido a la gente en monstruos; devoran todo a su paso desde el papel de baño, cubrebocas, comida, fake news y, obviamente, ansiedad. Se atragantan como si no hubiera un mañana, pero al paso que vamos creo que no lo habrá para ellos o para mí. Parece película de Guillermo del Toro donde las personas están debajo de tanto maquillaje y plástico. Cuando intento dormir escucho su voz que me estremece, abro los 36

ojos y volteo a todos lados, pero no la encuentro; las lágrimas brotan, no puedo detenerme ella juró volver; si la hubiera acompañado esta sería otra historia, aunque eso ocurrió hace días y tampoco estoy muy seguro de eso, ya que hoy parece ayer y viceversa. Me encuentro perdido en mi abismo. De repente me parece oír a alguien que quiere ingresar a mi puerta, se escuchan varios golpes, tengo miedo, ¿será acaso que saben que sigo aquí? Empiezan a forzar mi puerta, se escuchan voces desconocidas, ¿quién será? Logran abrir, les pregunto qué quieren, pero no me hacen caso, seguro el virus ya los afectó y cuando llegan al cuarto del fondo, abren la puerta y emana un aroma tan terrible. Sacan dos cuerpos, el primero es de una mujer que se parece a ella, el otro es un hombre al que no puedo reconocer su rostro y en ese momento siento que mi mente se nubla, se apaga, desaparece.


Alberto Chimal

Un mensaje electrónico del Gran Tiempo de Cambios Alberto Chimal en recuerdo del tío Edgar

Kimi: Va. Me ahorro vocativos, saludos y preguntas de cortesía. Eres una insensible. Los grandes momentos históricos se reconocen cuando se ven de lejos. No sé cuándo será que se ponga fecha de inicio (o nombre) a lo que ha pasado en estos años. La gente entró a la cuarentena en diferentes momentos, salió de ella en diferentes momentos, y así también volvió a entrar, cuando hizo falta, si sus líderes lo permitieron. Y supongo que no debo hablarte de los sitios donde hay muertes hasta hoy, porque la población, si no insiste en negar de plano que haya un peligro, cree que las vacunas son perjudiciales, o demoníacas, o quién sabe qué. Por cierto, aquí es muy pertinente aquel video del que te conté cuando me llamaste. ¿Lo pudiste hallar? Yo sí, está acá: https://www.youtube.com/ watch?v=_Mk… El hombre ya no puede hablar, así de mal está, pero se dio el tiempo de hacer los carteles que está levantando para la cámara, y que además de loar a su amado líder traen lemas racistas. Eso es 38

lo que dicen las cartulinas, Kimi: a eso dedicó su tiempo antes de que fueran por él a meterle el tubo del ventilador. Sus últimos momentos de conciencia en este mundo, porque murió anestesiado. (Y yo digo, sí, qué desperdicio de instrumental y de personal médico y de cama de hospital. Soy una perra del mal.) :P El imbécil ese habrá pensado, si algo pensaba, que vivía en la era de su Gran Señor, que preparaba el Fin del Mundo. Y el mundo llegó a su fin, pero para él. Y yo quiero creer que nuestra época no se recordará así…, pero nunca lo sabremos. Los europeos que vivieron la Edad Media no la llamaban Edad Media: eso vino después. Nos queda (a)notar lo que está sucediendo. (Y participar, sí, si queremos, si podemos, y pensar en quienes vendrán después de nosotros, porque lo que es tú y yo… Pero tú me entiendes.) Ayúdame a ver eso, Kimi. Miremos alrededor. ¿Qué pasa ahora? A mí me sorprende que no hayamos vuelto, no del todo, a como estábamos antes de 2020. Tal vez soy muy ilusa, pero estoy convencida. Y no me refiero sólo a las consecuencias terribles, como la crisis acá (la nueva crisis) o las hambrunas. O el hielo polar.

(Eso sigue igual de espantoso que antes. Lee esto, que es de fuente fiable, el sitio nada más reúne notas: https:// agregador7gc.org.ni/2022/11/17/…) No. Algo se mueve. Algo sí está cambiando. Para empezar, no todo el mundo se empeñó en silenciar, en olvidarlo todo. No todas las noticias de entonces han quedado sepultadas por las nuevas noticias. Hay gente que se mueve con más cautela en las calles, y otra que se avienta con más decisión que antes a marchas y manifestaciones. No sé si es abandono o miedo de no poder hacerlo luego. En especial las mujeres. Las jóvenes, claro. (¿Te dije que Rebeca, mi sobrina, me mandó mensajes por fin? Ya me perdonó que no fuera capaz de aguantar completa la marcha del mes pasado. Me arrepiento de no haber hecho más cuando tenía su edad. Aunque ya no importa, supongo). Algo más que está pasando y que me parece igual de importante, pero mucho más sutil: la conciencia de todo lo que se quiebra. No me refiero solamente a la red. (Y no me estoy burlando de ti por deshacerte de todos tus CDs en la época del Napster. Mensa.) ^_^ No me refiero solamente a la red, Kimi, ponte seria que te hablo en serio, aunque después de las sobrecargas y los hipos de las teleconferencias empezamos realmente a ver sus límites, y ahora que en muchos lugares está limitada de verdad, con accesos restringidos o con

sobretasas, más todavía. Pero podemos empezar en la red. Ya se veía antes de la pandemia: la comunicación en canales y grupos “privados”, lejos de las redes sociales y otros sitios visibles, que pasaba inadvertida hasta que salía al mundo: hasta que se reflejaba en las acciones de grandes grupos, en frases y memes compartidos. Primero se vieron sus peores consecuencias: los genocidios animados desde WhatsApp, por ejemplo. O la división. Aunque las restricciones de movimiento tampoco ayudan en nada. Pongamos como ejemplo allá donde vives. (¿Sí crees que vaya a ganar las elecciones el tipo ese? ¿Sí se quiere separar la mayoría? Obviamente cruzaría fronteras por ti, si me dejaran, pero me daría un poco de miedo: tú conoces los memes de ahora tan bien como yo). Pero me estoy enredando. Decía: “la conciencia de todo lo que se quiebra”. Se quiebran estados, se quiebran sistemas económicos, pero también se quiebra la convicción de que tales y cuales empresas o países, o modos de vivir, eran invencibles, eternos. Deja que tu estado se separe: ¿cómo van a ser las naciones de los pueblos originarios? (Porque ahí vienen: creo que cada vez está más claro. Y no sólo acá. Traduce esto al español en tu navegador: https://www.liberation.fr/ direct/element/peu…). ¿Cómo describes las comunas que están surgiendo al sur de acá, aisladas, deliberadamente fuera de línea? 39


¿Cómo entiendes a las ciudades que se reorganizaron para ser autosuficientes, porque no les quedaba de otra, y ahora siguen así? Podría haber mucha violencia en este mundo de menos “libertad de movimiento”. Mucho más fanatismo que antes. Pero ¿si ganara la parte mejor y no la peor? ¿Si siguiéramos creyendo en ayudarnos, aunque ya renunciamos a creer que le importamos un carajo al capital? Estoy consciente de que esto suena a carta (antiquísimo), pero está bien, creo. No dejo de pensar que ya vamos de salida. Te juro que no he dejado los antidepresivos. Lo pienso de forma muy serena. Está bien. Salimos de la pandemia, igual que de todos los otros eventos que se suponía que iban a ser definitivos: lo más importante de nuestras vidas. (¿Recuerdas el Muro de Berlín?) Y ahora, aunque estemos recluidas cada quien en donde está, ver y decir las cosas también puede ser participar, aunque sea de una manera muy pequeña y humilde. Escribe pronto, no seas jija. O llama, o lo que gustes. Acá andaré, obvio, hasta que ya no. (Es broma, Kimi, no seas tan aprensiva. ¿Ya te dije que hasta estoy haciendo ejercicio de nuevo?). Besos, Xo *Cuento publicado en la revista Milenio

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Joaquín Berruecos

Una vida por la paz Joaquín Berruecos Buenos días de parte de: Héctor Oquelí “Una Vida por La Paz” Cuarto lunes de Mayo Cómo no recordar, a tres décadas de su asesinato, el actuar de un gran luchador social salvadoreño que entregó toda su inteligencia y energía para tratar de encontrar opciones democráticas en su país, en medio de una flagelante guerra. Escribir sobre el amigo Héctor Oquelí Colindres no es fácil, ya que fueron muchas las trincheras que construyó a lo largo de su comprometida vida. Hoy, pese a la importancia de su aporte, es desconocido por las mayorías; solo algunos estudiosos de las ciencias sociales, de aquella parte del mundo, saben sobre su quehacer político. LOS QUE BUSCABAN OTROS CAMINOS Al final de los años noventa, El Salvador pasaba por momentos críticos; una parte de la sociedad se había polarizado, parecía que entre hermanos el único camino posible era la guerra y ello estaba dejando una enorme cantidad de personas en el cementerio. Pero ahí

estaban trabajando incansablemente los que creían que era posible hallar otras vías para construir, en tan pequeño país, una democracia real y fueron varios los protagonistas de aquella historia. Los sacerdotes jesuitas de la Universidad Católica Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) tenían como rector a un ejemplar luchador social, Ignacio Ellacuría, y también había otros religiosos comprometidos, teóricos estudiosos de la realidad que los rodeaba: Juan Ramón Moreno, Segundo Montes, Joaquín López, Martín Baró, Amando López, todos ellos trabajaban arduamente por buscar caminos para la paz y fueron impunemente asesinados en su misma universidad. La noche del 16 de noviembre de 1989 un cuerpo de paramilitares del gobierno los acribilló junto con su cocinera, Elba Ramos y su pequeña hija, Celina. En otro frente, el doctor Guillermo Manuel Ungo y Héctor Oquelí trabajaban en lo que pensaban podría ser una tercera alternativa enfocada a practicar una verdadera democracia electoral, como vía de pacificación frente a la fuerte polarización que existía entre la derecha y la izquierda. Para ellos, era importante trabajar en la construcción de un partido político, el “Movimiento Nacional Revolucionario” (MNR), con una ideología socialdemócrata, y formaban parte de una izquierda que pensaba actuar con cierta moderación para tratar de sortear al régimen militar 41


ultraderechista que tenía el control sobre una buena parte del país. En aquellas difíciles épocas, Rosibel y yo tuvimos el privilegio de entrevistar, conocer y hacernos amigos de toda esa enorme pléyade de luchadores sociales que trataban seriamente de encontrar algún camino para darle a su país otro destino. Al recorrer El Salvador, sumergido en la guerra, entendimos la importancia de contar esas otras historias de todos los días y que sería necesario poner al servicio de esa causa nuestra tecnología.

El actuar de la prensa en un país en guerra es todo un caso. Al margen de la necesidad de informar al mundo lo que sucede en las zonas de conflicto, lo más común es observar que muchos reporteros sólo piensan en saciar la increíble avidez mundial por estar al tanto del derramamiento de sangre, donde quiera que esto sea, y en El Salvador de aquellos tiempos el tema resultaba “muy productivo”; había cantidad de reporteros detrás de esa “nota roja de guerra”, entre ellos destacaban los que parecían celebrar las consecuencias de los terribles combates porque de ello, estaban seguros, obtendrían una nota de prensa bien pagada. El interés por la violencia estaba muy extendido y podría decirse que era una tradición esperar con cierto gusto la tragedia, porque la mayoría de los periodistas que cubrían el conflicto solo cobraban cuando lograban la publicación de notas en sus medios y por eso, tristemente, celebraban cuando lograban generar un reportaje que fuera lo más sangriento posible. ¿De cuántas noticias se han enterado en los últimos años sobre investigaciones científicas o eventos culturales que hayan sucedido en El Salvador? Un reportero de entonces nos decía orgulloso: “solo la guerra es noticia”. Pero como nuestro trabajo era otro, nos veían raro; queríamos documentar todas las estrategias que aquellos hombres, para lograr la paz, pensaban y promovían, y eso les parecía ilógico.

NO DISPAREN... SOY PERIODISTA

Una noche, mientras cenábamos, después de un seminario donde grabamos 42

a Ellacuría, Ungo y Oquelí, en el hotel había muchos periodistas que esperaban para entrevistarlos. De pronto llegó el aviso de un ataque del FMLN en la Zona Rosa, un sitio elegante de San Salvador, y fue impresionante la felicidad que se reflejó en el rostro de varios de ellos; salieron corriendo con sus camarógrafos y asistentes y se olvidaron de las interesantes entrevistas planeadas. Había que ir a buscar la tragedia. Era tal el volumen de información derivada del conflicto que varios periodistas ya vivían ahí. Una pareja de amigos americanos nos invitó a la inauguración de su magnífico centro de prensa, que habían montado en dos cuartos del mejor hotel de la capital, y es que muchos de los periodistas vendían bien sus notas ya listas para transmitirse a las diferentes cadenas televisivas americanas. Entre “más acción” mejores ingresos, nos decían de manera tranquila. Tristemente, el día de las elecciones en plena guerra, mientras trabajábamos recabando entrevistas, la pareja de periodistas fue acribillada en su auto al llegar a un retén: “no entendieron las llamadas de atención que les hicimos para detenerse”, dijeron los militares. Desde entonces se popularizaron las camisetas que decían: “No disparen... soy periodista”. HÉCTOR… Era un pionero en todo, decano de estudiantes, entusiasta promotor de las mejores causas políticas de su país. Se le podía ver unos días en México platicando

con políticos de todos los partidos, otro en Berlín, desayunando con Willy Brand o arreglando una importante comida entre Guillermo Ungo y Mitterrand, allá en el Palacio Elíseo de París. Héctor Oquelí fue una pieza clave en la UCA donde participó en innumerables eventos, congresos, debates y conferencias, por eso, cuando lo conocimos, rápidamente entendió que mucho de ese trabajo debería quedar registrado en algún lugar y para ello la modernidad del video era ideal; entonces nos movimos hacia allá para trabajar en su proyecto. Primero como diputado suplente, luego como constructor de una nueva sociedad que incluyera a los jóvenes de manera importante, más tarde como funcionario del gabinete de la primera junta revolucionaria de gobierno en 1979, Héctor siempre fue vehemente en sus convicciones. De pronto, en 1980, se convirtió en Secretario de la Internacional Socialista para América Latina y desde ahí comenzó su lucha por el diálogo y la negociaciones por la paz, también destacó por su valioso protagonismo en el Movimiento de Países No Alineados, pero fue como delegado del Frente Democrático Revolucionario (FDR) donde trabajó incansablemente para crear y fortalecer vínculos con la guerrilla del FMNL, cuestión fundamental para comenzar a pensar en todo lo que fuera necesario para lograr concretar los diálogos para la paz. 43


Años después, en Nueva York, cuando se reunió por primera vez en Estados Unidos la Internacional Socialista, llevamos a una sesión especial el video que hicimos en homenaje a Héctor, “Una vida por La Paz”, y fue curioso ver en el evento la diferencia de altura que había entre Rosibel y Willy Brand. Era importante que en ese, el que era su escenario, no se olvidara la labor tan importante que había logrado implementar. Oquelí y Ungo se habían empeñado en buscar salidas al problema de la guerra, por eso peleaban con vehemencia, por cualquier acción dirigida en ese sentido y como eran parte medular del MNR, lograron incidir en los procedimientos necesarios para estructurar las diferentes negociaciones políticas y sistematizar todo el trabajo que fuera necesario. Así, Héctor fundó el Centro de Investigación y Acción Social (CINAS), un espacio ideal para la integración de cuadros, claves para crear nuevos modelos en la búsqueda de soluciones pacíficas; no sobra decir que hoy existen prominentes personalidades públicas, por todos lados, emanadas de este proyecto social imaginado por Héctor. Desde el CINAS y otros espacios, Héctor buscó encausar los mejores talentos, especialmente los de los jóvenes, son el futuro, decía, “ellos encontrarán algún día, las vías de pacificación democrática para nuestro país”. 44

Dos días antes de su asesinato estuvimos en su casa; estaban celebrando el futuro, uno que él tenía bien definido debería contemplar la vida sin violencia, sin miseria, sin guerra y esa su manera de pensar hacia adelante, algo que era reconocido por todos. Hoy, al entender la dirección de su trayectoria, resulta evidente que sus enemigos, sabiendo que la importancia de su obra, tarde o temprano lo impulsaría a ser parte importante del futuro salvadoreño, buscaron como hacerlo a un lado. Cuenta la periodista Elsa Morales que unos días después de su asesinato llegó desde la Habana una carta para Guillermo Ungo: “En un país dominado por la injusticia es muy difícil conjuntar fuerzas educadas, democráticas, inteligentes, justas, que quieran y sepan enfrentar la enorme adversidad que constituyen los múltiples enemigos, por eso es difícil aceptar la pérdida de un constructor de futuros como lo era Héctor”. ¿Cómo no ha de ser vigorosa, hermosa y grande la voluntad de aquellos que, labrando el porvenir de su patria y en plena madriguera del enemigo, aguardan estoicamente porque se haga efectiva la sentencia de los chacales? Así escribió a Ungo, Manuel Piñeiro, el célebre comandante Barbarroja. Héctor Oquelí, pese a los riesgos que sabía estaban cercanos, nunca dejó su lugar, no hizo a un lado los más difíciles desafíos y, claro, jamás dejó de luchar

por lograr la paz de su país, y por eso exactamente por eso, los que querían y se beneficiaban de todo lo contrario, decidieron asesinarlo. Ellacuría, Ungo y Oquelí siempre serán personajes para recordar por todo lo que hicieron y soñaron, por tratar de hacer de El Salvador un país más justo, por que quisieron acabar con la triste realidad llena de injusticias que los rodeaba… ellos supieron buscar lo mejor que hay en la democracia para intentar construir para su país, un gobierno justo para todos. Joaquín Berruecos Tlalpan CDMX Mayo 24 del 2020 Buenos días de parte de: Los Jesuitas de Ellacuría. (Primer lunes de diciembre) A José Sotelo... Por obvias razones. Hace tres décadas viajamos a El Salvador, invitados por la Fundación Friedrich Ebert. El objetivo era documentar una serie de historias muy importantes. En aquel país había pocos, pero eran muy afanosos, los que buscaban un camino para terminar con la guerra y abrir paso a la democracia. El complejo proyecto requería de mentes no solo inteligentes sino también comprometidas y en eso estaban Guillermo Ungo, Ignacio MartínBaró, Héctor Oquelí e Ignacio Ellacuría, entre tantos otros, todos ellos grandes personajes de ideas claras y profunda mirada, eran unos alegres humanistas.

Cinco años atrás el mundo leía la terrible noticia que describía cómo, miembros de la Guardia Nacional de aquel país, habían violado y asesinando a unas monjas Hermanas Ursulinas de Nueva York que estaban ahí para ayudar a los más pobres. Ellacuría fue un magnífico teólogo español de la Compañía de Jesús que quiso y pudo entender cuáles eran las necesidades sociales más apremiantes en América Latina. Filósofo, escritor, analista político, promotor de la Teología de la Liberación y defensor de las mejores causas populares, el gran pedagogo era poseedor de una asombrosa didáctica para explicar las cosas, subía a su cátedra y articulaba discursos convincentes, y por todo esto, fue fácil que lo nombraran Rector de la Universidad Centro Americana del Salvador (UCA), una especie de faro de luz en medio de las tinieblas que envolvían al pequeño y convulsionado país hermano. Allá, en una inolvidable cena, Rosibel y yo conocimos a Guillermo Ungo, a Ellacuría, a Martín-Baró y a Héctor Oquelí. Durante horas escuchamos una inteligente disertación sobre la realidad centroamericana y esto nos serviría de pauta para entender el complejo problema que se estaba viviendo en Centroamérica. El Salvador era un país muy urgido de encontrar soluciones ante las evidentes injusticias sociales que a diario sucedían, tal vez por eso mismo fue elegido, a manera de “misión de vida”, por un grupo de admirables jesuitas españoles. 45


Recuerdo cómo Ellacuría planteaba la importancia de fomentar el diálogo y recorrer cuanto camino fuera necesario para concretar soluciones políticas; pensaba que existían muchas maneras para desactivar las terribles consecuencias que se vivían a diario en El Salvador, por estar sumidos en una guerra entre irreconciliables. Esa noche nos narró con detalle un caso de mediación en el que participó cuando hubo que detener una situación realmente crítica.

desprotegidos si, a causa de la explosión, el enorme volumen de agua se hubiera derramado. Pero la cerrazón de los militares era tal, que dio lugar a una época donde se convirtieron en la perfección de la impunidad. El 24 de marzo de 1980 apareció un criminal sistema de exterminio a la verdad, liderado entonces por un engendro fascista llamado Roberto d’Aubuisson, él, impunemente, mandó ejecutar mientras oficiaba una misa el vil asesinato del Arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, y desde entonces pareció implantarse un criminal modelo que se asentó por muchos años en el país. Esta tragedia agudizó la guerra que dejó en el camino a más de cien mil muertos.

La guerrilla se había posesionado de una importante presa, ahí, situados en la base de la cortina de concreto, ya tenían listas, para ser activadas, varias cargas de dinamita. Hasta esas húmedas profundidades llegó el arriesgado jesuita, con la intención de convencer al comando de establecer un diálogo Como las denuncias de con los militares, y sí, aunque parecía las injusticias, que asolaban imposible, pudo lograrlo. En ese caso, fundamentalmente a los más pobres, como en otros desenlaces donde el no cesaron, y afortunadamente había final no era tan trágico, siempre estaban quienes exigían justicia, ellos, los que presentes personajes mediadores, activos peleaban por los humildes, poco a y pensantes quienes, como Ellacuría, poco se fueron convirtiendo en blanco querían promover el triunfo del de los asesinos a sueldo de la nefasta entendimiento sobre la confrontación. Guardia Nacional. Y así fue cómo la criminal actitud alcanzó, entre otros, Creo que gracias a una vehemencia, a varios religiosos comprometidos; la que irradiaba a todos, Ellacuría prepotencia llegó a su culminación al logró crear una especie de método finalizar la década de los ochenta. útil para bajar la presión entre las posiciones político-militares, que eran La noche del 16 de noviembre de diametralmente opuestas, mismas que al 1989, el Centro Pastoral del Universidad radicalizarse más, ponían en riesgo a la Centroamericana de San Salvador fue población, y por eso el caso de la presa asaltado por un grupo de militares, ellos fue muy significativo; solo imaginen seguían las órdenes de un tal Coronel lo que hubiera sucedido a los más Montano, era la casa donde vivían seis 46

jesuitas, Armando López, Juan Ramón Moreno, Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín-Baró y Joaquín López. Esa noche también estaban Elba Julia Ramos, que asistía en las labores domésticas, y su hijita, una pequeña niña llamada Celina. A todos les ordenaron colocarse boca abajo en el jardín... ahí fueron acribillados. Unos días atrás el Coronel Montano, que entre otras acciones militares supervisaba una estación de radio, increíblemente se la había pasado promoviendo durante una transmisión en vivo, “el necesario enjuiciamiento que había que dar a los jesuitas”, en el ejército eran muchos los que se habían enterado que Montano llevaba varios días organizando el terror... estaba en marcha la ejecución extrajudicial de los sacerdotes. Montano era uno de los más feroces enemigos del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, FMLN, y por sus acciones criminales, cuando por fin cambiaron aquellas circunstancias, se giró una orden de detención para él y otros de sus diecisiete cómplices militares responsables del crimen, pero la instrucción fue solo eso, un conjunto de órdenes no ejecutadas, hasta ahora solo dos de esos militares han sido encarcelados. El nada inocente excoronel, Inocente Orlando Montano, por sus negras acciones llegó a ser viceministro de la Secretaría de la Defensa en su país, cargo desde el cual ejerció su doctrina

exterminadora con total libertad por largos años. Terminada esa sangrienta época, el coronel vivió con tranquilidad muy bien agazapado en la ciudad de Boston, pero hace cuatro años la migra descubrió que había falseado algunos datos al solicitar la renovación de su visa y mientras cumplía una mínima pena carcelaria por esa falta, entraron a escena en los juzgados unas de esas maravillosas organizaciones legales que buscan justicia; era un grupo de nacionalidad española, ellos supieron poner en práctica el tan comúnmente olvidado, concepto de MEMORIA, así escrito, con mayúsculas. Los juristas no solo descubrieron el escondite de Montano sino que, de manera insistente, promovieron una batalla legal por lograr su extradición a España, la cual, después de seis años de largos y arduos trámites, por fin se ganó la semana pasada. Montano será el primero en responder ante los tribunales españoles por la cruel masacre. “Los delincuentes y aquellos acusados legalmente en el extranjero, no deberían poder encontrar un santuario en los Estados Unidos”, dijo John Cronan, fiscal americano del caso. Desde hace mucho se tenía documentado que Montano había sido un partícipe importante en las peores épocas de la guerra sucia en El Salvador, pero el mundo apenas comenzó a voltear la mirada a ese país cuando se supo del asesinato perpetrado contra los 47


seis jesuitas. El traslado del asesino a España, en noviembre pasado, dignifica el ejercicio de las leyes internacionales y crea un aliento de esperanza ante la impunidad. Es bueno saber que sea donde sea, estén donde estén escondidos los crimínales, la justicia, al insistir y hacer bien su trabajo, podrá alcanzarlos. Hoy, el nombre de Ellacuría forma parte de cantidad de trabajos, grupos de investigación, libros y aulas en universidades. En estos momentos mi querido amigo Francisco Messeguer realiza, en la Universidad Iberoamericana, el enorme mural “Los Jesuitas: pasado, presente y futuro“, donde desde luego está la imagen de Ignacio Ellacuría. Es importante para los jóvenes alumnos, que por ahí circulen, tener conocimientos sobre los personajes que, como Ignacio, poblarán esas paredes. Por varios años continuarían las masacres en aquel sufrido país, poco después del crimen de los jesuitas, el 12 de enero de 1990 nuestro querido amigo Héctor Oquelí, en Guatemala, también fue asesinado por un comando salvadoreño que hasta ahí extendía su impunidad. Héctor era una gran esperanza política para su país. Hoy, ya no está ninguno de aquellos luchadores sociales con quienes cenamos en esa noche de amistad, los escuadrones de la muerte, por años, hicieron con frialdad su nefasto trabajo. A veintiochos años de esos crímenes nos llega la noticia; en España habrá un 48

juicio contra Montano, finalmente, se intentará promover un poco de justicia. Por las dedicadas monjas, los cinco sacerdotes españoles, el salvadoreño, la mujer que les hacía la comida y su pequeña hijita, por Héctor y tantos más, hay que promover un rotundo jamás frente al olvido. Es bien sabido que en nuestros sufridos países latinoamericanos la justicia o no llega o tarda mucho, por eso hoy da gusto comunicar los buenos días celebrando este pequeño hecho. Mientras exista la memoria podrá frenarse un poco la impunidad y quizás así será posible disminuir la sucesión de tan negras historias, por eso me parece que acciones como celebrar la beatificación de Romero y el juicio de Montano, entre otras más, crean cierto aliento de justicia y ánimo. Y aunque es evidente que existen maneras para detener la criminalidad en la política, también lo es la necesidad de trabajar mucho para permear esas formas en las nuevas generaciones. Joaquín Berruecos Tlalpan CDMX 4 de diciembre del 2017.

En este número de ENTREVER publicamos dos artículos dedicados a Ignacio Ellacuría, filósofo, teólogo y pedagogo de la Universidad Centroamericana en El Salvador, que gracias a la generosidad de nuestro buen amigo Joaquín Berruecos podemos publicar. Ignacio Ellacuría y Martín Baro, Rector y Vicerrector de la Universidad Católica Centroamericana José Simeón Caña (UCA), fueron universitarios que supieron hacer coincidir los intereses académicos, científicos, tecnológicos y humanistas con el proceso de liberación de un pueblo que, como El Salvador, se encontraba en una guerra civil. Experiencia que pude ver de cerca gracias a que fui consejero cultural de la embajada de México en El Salvador por esos años, que si bien ya había abandonado la diplomacia por la opción académica, el embajador recién nombrado, en ese entonces, Federico Urruchua Durán, me invito a regresar al servicio ”… antes que perdiera mis derechos en el mismo”. Mi experiencia en la UCA fue muy significativa e importante; un par de años antes había estado en Oaxaca donde fundé la primera universidad abierta y a distancia en la Universidad Benito Juárez de Oaxaca que terminó entre huelgas, amenazas de muerte y renuncia del Rector, Dr. César Mayoral Figueroa. Después de ese fracaso El Salvador me animaba mucho a crear este nuevo proyecto de innovación educativa que significaban los sistemas abiertos y a distancia de los cuales, desde que regrese a México, era asesor del sistema

de universidad abierta de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), que estaba al frente del Dr. Óscar Zorrilla. Así que no bien llegué a El Salvador me puse en contacto con la rectoría de la UCA con los cuales iniciamos los trabajos para la planeación de la nueva universidad, como la llamaba Martín Baro, quien además se encontraba al frente del proyecto. El trabajo con estos dos grandes pedagogos, filósofos, teólogos y de pensamiento revolucionario me hicieron pasar los mejores meses de trabajo en aquellos años. Vivían en una casa bonita, con su huerta, atendidos por una pareja de campesinos y su hija adolescente de una belleza singular; la cocinera y la niña, en asalto a la casa de los rectores, también fueron asesinadas con Martín Baro y Ellacuría el 16 noviembre de 1989. Por azar yo me encontraba en esa fecha inaugurando la exposición de la “Escuela de Oaxaca” en la galería de Xalapa, en la calle de los Xalapeños ilustres, exposición que había organizado con el alcalde municipal, el Mtro. Guillermo Zúñiga, quien además me invitó a cortar el lazo de la inauguración. Por ese motivo me encontraba en Xalapa cuando antes de llegar al evento vi en las noticias de la televisión el asesinato de estos dos grandes héroes culturales de nuestro tiempo. La noticia me devastó y entristeció mucho, y en el discurso de inauguración señalé que las diferencias políticas y sociales tenían que tener un rigor mayor que las orientara, que era la negociación del acuerdo y escuchar las ideas y diferencias de las partes en 49


concurso. Esta lección la aprendí de Ignacio y Martín; para ellos el conflicto salvadoreño se debía a que ningún contendiente, ni el FLN ni el gobierno ni la oligarquía querían escuchar sus diferencias y lo que querían era el salto al poder, y que la respuesta al conflicto estaba en el diálogo abierto y la negociación de las partes. Sin duda esto constituía uno de los principios fundamentales de toda la negociación diplomática y de la relación entre los países, así como toda negociación bilateral, así que para mí era perfectamente comprensible el discurso de los jesuitas, pero y, sobre todo, queríamos una universidad a la que pudieran acceder grandes grupos populares que por vivir alejados de la capital no podrían tomar clases en forma presencial y la distancia, la asesoría y la metodología de aprender a aprender formaban parte de la nueva forma de democratizar la enseñanza, aprendizaje, la producción y generación de conocimientos, sobre todo en poblaciones rurales y alejadas de los centros urbanos. Esta generosa idea me unió de forma importante a los trabajos de la Universidad Católica Centroamericana José Simeón Caña y durante casi todo un año compartimos con generosidad un diálogo fructífero con estos sabios pedagogos y hombres generosos y solidarios con las luchas sociales, lo que constituyó una de las grandes experiencias académicas que he tenido en mi vida.

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Por eso mismo ahora nos permitimos dejar una breve biografía de Ignacio Ellacuría y este testimonio que, y después del fracaso del proyecto con el asesinato de estos dos extraordinarios e ilustrados hombres de letras y de amor a la academia, abandoné completamente el servicio exterior y me dediqué plenamente a la vida académica desde esos años a la fecha. Ignacio Ellacuría (1930-1989) Nació en Portugalete (Vizcaya, España), el 9 de noviembre de 1930. Fue el cuarto de cinco hijos varones del oculista de la ciudad. También fue el cuarto en optar por el sacerdocio. Sus primeros estudios los hizo en Portugalete, pero después su padre lo envió al colegio de los jesuitas de Tudela. Ellacuría era reservado y algo intenso. Los jesuitas de Tudela no pensaron en él cuando consideraron quiénes podrían tener vocación para entrar en el noviciado de la Compañía de Jesús. Al finalizar el séptimo año, el padre espiritual de los estudiantes de último año reunió a un pequeño grupo de posibles candidatos, en el cual no estaba Ellacuría, sin embargo, entró en el noviciado al año siguiente, por voluntad propia, el 14 de septiembre de 1947, en Loyola, el hogar de san Ignacio, el fundador de la Compañía de Jesús. Un año después fue enviado, junto con otros cinco novicios, a fundar el noviciado de la Compañía de Jesús en Santa Tecla (El Salvador). Seguramente, para los seis novicios fue

difícil determinar si eran voluntarios o cumplían una orden. Meses antes, el maestro de novicios solicitó voluntarios para ir a Centroamérica. Les pidió que lo pensaran unos días y si sentían que esta misión estaba de acuerdo con su vocación, escribieran su nombre en un pedazo de papel. El viaje fue largo. Salieron de Bilbao el 26 de febrero de 1949 y llegaron un mes más tarde a Santa Tecla. Sus familias acudieron a la estación a despedirlos. Sin duda, la separación fue muy difícil para todos.

Después de las humanidades clásicas, Ellacuría estudió filosofía en la misma Universidad Católica de Quito, obteniendo su licencia, civil y eclesiástica, en 1955. Al despedirse, Aurelio Espinoza le dijo que fundara una gran biblioteca en San Salvador, donde pudiera encontrarse todo lo relacionado con el país, tal como él había hecho con la Biblioteca Ecuatoriana. Por eso, en la Biblioteca “P. Florentino Idoate, S. J.” de la UCA quería que estuviera todo lo publicado sobre El Salvador. Asimismo, en el Centro Universitario de Documentación y Apoyo a la Investigación debían estar todos los documentos producidos en el país o referidos a él. Hubiera querido completar ambos centros con una pinacoteca salvadoreña. Su presencia era firme y exigente. Era consciente de su capacidad intelectual. En ese entonces escribió sus primeros artículos en la revista Estudios Centroamericanos (ECA) sobre Ortega y Gasset, los valores y el derecho. Impartió conferencias para todo público. Los jesuitas de mayor edad y experiencia lo escuchaban y no dejaban de verlo con cierto recelo. En 1958 volvió a ser estudiante, esta vez, en Innsbruck (Austria), donde estudió teología hasta 1962. No recordaba estos años con entusiasmo. Austria le pareció fría y oscura. Echó de menos el espíritu de la colonia centroamericana de Ecuador, pues sus compañeros estaban dispersos por Europa. Los estudiantes de habla hispana integraron un grupo 51


bastante unido alrededor de Ellacuría para expresar su descontento por lo que consideraban restricciones anticuadas en la vida diaria del teologado y por el nivel sorprendentemente bajo de la enseñanza. Sin embargo, algunos encontraron la inteligencia controlada e irónica de Ellacuría arrogante y excluyente. Hubo algo de desdén hacia su persona — por su brillantez e inaccesibilidad—, que hizo que algunos le llamaran “El Rey Sol”. Aunque su inconformidad era racional y moderada, también era puntilloso e inexorablemente crítico. Ellacuría no pasó sin ser notado por sus profesores. En el informe de sus cuatro años en Innsbruck se lee que poseía una inteligencia excelente, pero su comportamiento era mediocre. En suma, “al lado de ser altamente talentoso, su carácter es potencialmente difícil, su espíritu propio de juicio crítico es persistente y no está abierto a los otros; se separa de la comunidad con un grupo pequeño en el cual ejerce una fuerte influencia”. Ellacuría fue un gran filósofo, pero quizá fue más teólogo que filósofo. De hecho, hizo los cursos de doctorado en teología, en la Universidad de Comillas, en 1965, pero nunca escribió la tesis. A veces decía que le gustaría escribirla sobre Dios. El primer escrito suyo que impactó en la conciencia nacional no fue uno de filosofía, sino de teología. El texto, “Teología política”, publicado por el Secretariado Social del Arzobispado de San Salvador en 1973, pronto fue traducido al inglés (1976) y al chino — por su otro hermano jesuita, quien vivía 52

en Taiwán—. Su último gran escrito fue también un artículo teológico, “Utopía y profetismo en América Latina”. Probablemente este es uno de sus textos teológicos más profundos. Ellacuría decía que en América Latina era más urgente la teología que la filosofía, porque era más eficaz. En la UCA comenzó dando clases de filosofía en 1967. Pronto lo nombraron miembro de la Junta de Directores. Desde 1972 fue Jefe del Departamento de Filosofía. Desde 1976 dirigió la revista Estudios Centroamericanos (ECA) y desde 1979 fue Rector de la UCA y Vicerrector de Proyección Social. Impartió cursos, dirigió seminarios y dictó conferencias en América Latina, Europa y Estados Unidos. Otra de las tareas que se impuso fue traer todas las etapas de la formación de los jesuitas a Centroamérica. Hasta hacía pocos años solo había noviciado. Cuando asumió el cargo de Delegado de Formación, al concluir el noviciado, los estudiantes ya no iban a Quito, sino que habían comenzado a estudiar filosofía en la UCA. Después abrió posibilidades para estudiar teología y, finalmente, la última etapa, la tercera probación. Para él, la presencia de los jóvenes en Centroamérica era crucial para no desligarlos de la realidad en la que tendrían que desarrollar su vocación años después, para mantenerlos en contacto directo con los jesuitas formados y sus obras, y para que con sus inquietudes y creatividad aportaran a la renovación y al compromiso apostólico

de la Compañía de Jesús. Tres años duró en el cargo.

del pueblo salvadoreño, pero siempre desde el modo propio de la universidad.

Los cambios fueron demasiado drásticos, demasiado intensos y demasiado rápidos. Los jesuitas centroamericanos se dividieron y, en 1974, horrorizada, Roma intervino, prohibiendo de forma expresa que Ellacuría ocupase cargos de responsabilidad en el gobierno de la Compañía de Jesús, exceptuando la dirección del recién fundado Centro de Reflexión Teológica. La razón de fondo fue la influencia demasiado fuerte de Ellacuría, tanto que su sola presencia producía polarización. Su salida del gobierno jesuítico fue, sin duda, un golpe muy duro. A partir de entonces concentró sus energías en la dirección de la UCA.

La necesidad de proyectar el saber de la UCA sobre la realidad nacional y regional lo llevó a buscar un órgano de difusión. Es así como la UCA se hizo cargo de la revista Estudios Centroamericanos (ECA), fundada en 1936 por los jesuitas del Colegio Externado. La primera edición de esta nueva época de ECA fue la última de 1969, dedicada a analizar las causas y consecuencias de la guerra con Honduras. Desde la revista ha sido el órgano de difusión del pensamiento crítico de la UCA y la cátedra más importante de Ellacuría. La publicación de una producción intelectual cada vez más amplia y el temor de las imprentas nacionales a publicar los textos cada más críticos de la universidad llevaron a la creación de los Talleres Gráficos de la UCA.

La presencia de Ellacuría en la UCA como directivo y profesor se hizo sentir. Muy pronto concibió que la misión más importante de la universidad no era formar profesionales. Su centro no se encontraba en el recinto universitario, sino en la sociedad en la cual estaba inserta. El gran problema de la universidad eran las mayorías populares. De ahí surge la cuestión fundamental para la universidad: ¿en qué consiste servir universitariamente transformando e iluminando la realidad social y del pueblo en la cual se encuentra inserta? En los últimos años de la década de los sesenta luchó para abandonar los esquemas desarrollistas y optar por la liberación. Quería poner la estructura universitaria al servicio de la liberación

Con todo, Ellacuría no estaba satisfecho. Uno de sus últimos proyectos fue la apertura de una radio universitaria que complementara la amplia proyección impresa de la producción de la UCA. Durante el arzobispado de Romero, Ellacuría pudo experimentar el poder de la radio. Entre 1978 y 1979, por la emisora del arzobispado (YSAX), salieron al aire comentarios elaborados por Ellacuría y otros miembros de la UCA. Estos comentarios formaban parte de los noticieros de la emisora, los cuales alcanzaron una audiencia nacional importante. La UCA fue su vida y su pasión. Pero no porque hiciera de ella un absoluto, 53


sino porque la concibió como un instrumento para servir a la liberación del pueblo salvadoreño. Bajo su dirección e inspiración la UCA se convirtió en una universidad con un sólido prestigio académico y con una proyección hacia la sociedad eficaz. En el campo académico estaba convencido de la necesidad de elevar el nivel de la educación superior y para eso impulsó la elaboración de una nueva ley. Creía que la UCA ya había dado de sí a nivel de licencias y, en consecuencia, debía dar el paso a los postgrados. Desde la rectoría había comenzado a impulsar los programas de maestría. A las de administración de empresa y teología quería agregar las de ingeniería, ciencias políticas y sociología, y un doctorado en filosofía. En esto estaba trabajando cuando lo asesinaron. El propósito de sus últimos viajes fue buscar respaldo institucional y recursos para estos programas. Ellacuría no se estancaba en los logros, siempre buscaba un más que lo llevara a superar lo conseguido. Las unidades de proyección social fueron idea suya, en lo fundamental. En sus inicios, las seguía de cerca, pero una vez encontrado el camino las dejaba para que se desarrollaran y así él podía concentrarse en otro proyecto. En este contexto estaba pensando en la celebración de los veinticinco años de la UCA. Quería hacer del aniversario una ocasión para relanzar la actividad académica y la proyección social de la universidad.

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En el contexto de la crisis de la transformación agraria, Rutilio Grande fue asesinado el 12 de marzo de 1977, iniciando así la larga lista de sacerdotes y religiosas asesinados por las fuerzas de seguridad. Pocas semanas más tarde la Unión Guerrera Blanca ordenó a todos los jesuitas abandonar El Salvador so pena de ser asesinados. Ninguno salió, pero Ellacuría, quien se encontraba en Madrid trabajando con Zubiri, tal como lo hacía todos los años, no pudo regresar hasta agosto de 1978. El gobierno salvadoreño, por presión de Estados Unidos, tuvo que brindar protección policial a las residencias y obras de los jesuitas. La crisis nacional se agravó hasta desembocar en el golpe de Estado del 15 de octubre de 1979, dirigido por los oficiales jóvenes de la Fuerza Armada. La UCA y el mismo Ellacuría apoyaron el movimiento de los militares. El primer gobierno estuvo integrado por destacados académicos de la UCA, entre ellos, su Rector, Román Mayorga, y su Director de Investigaciones, Guillermo Ungo. El gobierno fracasó y la violencia se desató. En marzo de 1980, Mons. Romero cayó víctima del odio. En una de las dos residencias universitarias y en la UCA misma estallaron varias bombas. En la residencia de los jesuitas estallaron dos bombas en menos de cuarenta y ocho horas. La situación se deterioró tanto que, a finales de 1980, poco después del asesinato de los dirigentes de la oposición política de la izquierda, Ellacuría salió del país bajo la protección de la embajada española. Sus

amigos le avisaron que en una reunión de comandantes se había discutido una lista de personalidades que serían asesinadas, entre las cuales se encontraba él. Sin dejar de ser rector permaneció fuera de El Salvador hasta abril de 1982. A raíz del fracaso de la ofensiva del FMLN de enero de 1981, Ellacuría comenzó a madurar dos ideas importantes y estrechamente relacionadas, ninguna de las cuales fue bien comprendida. La primera fue la inviabilidad de la violencia armada como solución de la crisis nacional. La única salida posible era el diálogo de las partes enfrentadas. La segunda fue lo que dio en llamar la tercera fuerza. Su tesis era que ni el gobierno ni los partidos políticos ni el ejército ni la guerrilla podían garantizar los intereses de las mayorías populares, porque todos ellos tenían como prioridad la toma del poder y la defensa de unos intereses muy particulares. Por consiguiente, las mayorías tenían que manifestarse por sí mismas y velar por su propio bienestar. El bien del país radicaba en el bienestar de esas mayorías y, por consiguiente, el conflicto armado debía resolverse teniendo delante este bienestar. Ni la derecha ni la izquierda aceptaron su postura, aunque por razones distintas. No obstante, Ellacuría mantuvo hasta el final de sus días que la única salida al conflicto armado era la negociación política. De ahí que la ofensiva militar del FMLN de noviembre de 1989 le molestara muchísimo. En realidad estaba muy enojado, porque, en su opinión, esa

ofensiva traería más males que bienes. Le pareció que el FMLN se había precipitado y derrochaba las fuerzas que con tanto trabajo había acumulado en los últimos años. Tampoco estaba muy satisfecho con la postura del FMLN en la mesa de negociación tenida en San José (Costa Rica). En su enojo, dijo que exigiría a ambas partes respetar la UCA como terreno neutral. Según él, la neutralidad de la UCA, reconocida por ambas partes, podía convertirse en un precedente importante para el país, puesto que se podría hacer lo mismo con los templos, los hospitales, las escuelas, etc. En octubre de 1985, la presencia pública de Ellacuría dio un salto hacia adelante. En septiembre de ese año, pese a la mutua antipatía que existía entre él y el presidente Duarte —porque, entre otras cosas, el presidente Duarte no quiso reconocer de forma pública que la Policía Nacional había asesinado sin causa alguna a un estudiantes de la UCA en el mismo recinto universitario, alegando razón de Estado—, junto con Mons. Rivera, hizo de mediador con el FMLN para conseguir la liberación de la hija de aquel. Después de largas horas de negociación con la guerrilla, para lo cual ambos tuvieron que desplazarse por la zona de guerra e incluso a Panamá, consiguieron la libertad de la hija de Duarte a cambio de la liberación de veintidós presos políticos y la salida del país de ciento un lisiados de guerra. En ese mismo año de 1985, Ellacuría fundó la Cátedra de Universitaria de 55


Realidad Nacional en la UCA. La cátedra se convirtió en un foro abierto donde se discutieron los problemas nacionales y regionales. En ella hablaron políticos, sindicalistas, dirigentes populares y eclesiásticos. Sin embargo, cuando hablaba Ellacuría, el auditorio universitario resultaba pequeño. En varias ocasiones, desde esta cátedra, pidió a sus adversarios que combatieran sus ideas con otras ideas y no con bombas ni con balas. La radio y la televisión multiplicaron su voz y su imagen fuera del ámbito universitario. La cátedra llegó a ser un acontecimiento cubierto por periodistas, fotógrafos y embajadores. Cuando la televisión abrió espacio para los noticieros, la cátedra perdió originalidad, pero ya había cumplido su función al romper el cerco impuesto para discutir la realidad nacional de manera libre. Su conocimiento de las interioridades y complejidades del proceso salvadoreño y su visión de sus dificultades y sus posibles soluciones lo convirtieron en una de las referencias obligadas de periodistas extranjeros, diplomáticos y políticos nacionales. A medida que la década avanzó, las entrevistas para la prensa, radio y televisión se multiplicaron. Esta larga y variopinta serie de visitantes no le disgustaba porque decía aprender mucho de ellos. Era más lo que ellos le contaban que lo que él les podía decir. De manera simultánea aumentaron las invitaciones a congresos y conferencias en el exterior.

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Ellacuría mantuvo que la causa fundamental del conflicto armado no era la agresión del comunismo internacional, tal como lo sostenía el discurso oficial, sino la injusticia estructural. Por consiguiente, solo superándola podría erradicarse la lucha violenta de clases. Cuando Cristiani llegó al poder en 1989 tomó en serio su propuesta de reanudar el diálogo sin condiciones. Saludó al primer gobierno de la derecha radical en un editorial de ECA como la consolidación de “la línea civilista de Cristiani, frente a la línea militarista de D’Aubuisson y a la línea escuadronera de cabeza clandestina”. En privado habló de estas tres tendencias de ARENA, pero agregando, por primera vez desde que había regresado a El Salvador en 1982, que “ahora sí puede pasar...”, es decir, que esta vez sí podrían asesinarlo. De hecho, a mediados de 1989, un rumor aseguraba que lo habían matado. Durante el régimen de Duarte, a quienes les advertían que se cuidara, les respondía que la política estadounidense no permitiría que atentaran contra su vida. Al llegar ARENA al poder el freno era más débil. Cuando le preguntaban si tenía miedo, respondía que no, pero de inmediato añadía que eso no era ningún mérito, porque era parte de naturaleza, de la misma manera que tampoco tenía olfato. El registro de la residencia hecho por el batallón Atlacatl, la noche del 13 de noviembre, no lo interpretó como una amenaza grave, sino como una señal de seguridad. Cuando alguien le insistió, le respondió que no había

que ser paranoico. Ya habían visto que no había nada y, por lo tanto, no los molestarían más. Más aún, al oficial que dirigió el registro le advirtió, bastante molesto, que el hecho costaría muy caro al gobierno. Pidió hablar con el Ministro de Defensa o con el superior del oficial al mando de la operación, pero este se lo negó de manera tajante, argumentando que cumplía órdenes superiores. Pareciera que Ellacuría quiso demostrar que no debía nada. Esconderse podría haber sido interpretado como si hubiera hecho algo malo. Por eso no le gustó que los dirigentes de la oposición política hubieran buscado refugio en las embajadas. Ellacuría valoró sobremanera el pensamiento como orientador de la sociedad y era un convencido de su eficacia transformadora. A quienes lo cuestionaban acerca de la eficacia del quehacer universitario con su pesada carga institucional y administrativa, respondía que lo que contaba era el largo plazo. La UCA construía para el largo plazo y no había otra forma de hacerlo que dedicarse de lleno, asumiendo el tedio y la rutina. Creía, además, que el quehacer intelectual, cuando cultiva la realidad, conlleva tantos riesgos como cualquier otro.

en sí mismo, volviéndose callado, serio e incluso hosco. Cumplía con sus responsabilidades administrativas, daba su clase, atendía a visitantes e invitaciones en el exterior y, además, encontraba tiempo para escribir. En estos últimos años casi no revisaba lo que escribía, lo entregaba al editor tal como le salía. En esta época última, a su rendimiento como escritor le daba un siete o un ocho. A quien le recomendaba descanso le respondía que el pueblo no descansaba de la guerra ni de la pobreza. Lo menos que podía hacer era seguir trabajando por su liberación y su paz, sin importarle el mal carácter, la enfermedad o no llegar al final, pues, en este caso, también habría cumplido con su misión. En los últimos meses de 1989, Ellacuría repitió que aunque hubiese algunas turbulencias en la superficie del proceso, en la profundidad de su curso, este seguía avanzando incontenible hacia una paz justa. Su muerte pasó a formar parte de esas turbulencias superficiales. Su vida y la de sus compañeros, entregada libre y generosamente, ya forma parte del curso profundo del proceso salvadoreño. http://www.uca.edu.sv/ignacio-ellacuria/

La opción universitaria a favor de la liberación de las mayorías empobrecidas estaba haciendo estragos en su salud y su ánimo, así como también en el de los demás. En particular, Ellacuría llevaba tres años muy cansado y padeciendo quebrantos de salud. Se había encerrado 57


Vendrán fantasmas de pasado Juan Ramón Ríos “Yo que sentí el horror de los espejos no sólo ante el cristal impenetrable donde acaba y empieza, inhabitable, un imposible espacio de reflejos”.

Jorge Luis Borges

La primera imagen es una joven, Edit, tendida sobre una cama, convaleciente ante una contagiosa enfermedad respiratoria. Mediante un fundido de apertura circular, el encuadre va revelándose de forma paulatina. Una mirada que se enciende, un ojo que se adapta al cambio de luz. Mientras en Estados Unidos la mayoría de películas se rodaban en interiores con luz artificial, en Suecia, a inicios de la nueva década, algunos realizadores se habían lanzado a experimentar novedosas formas de iluminación. Haciendo uso de luz natural con difusores o matices, así como atesorando los momentos de baja angulación del sol para capturar tonalidades casi mágicas. Naciendo a la sombra de los grandes protagonistas de los años 20 (el expresionismo alemán, el nuevo cine soviético con sus teorías de montaje, el cine cómico estadounidense 58

Juan Ramón Ríos

olas y colinas permanece inalterable, plagada de una misteriosa fascinación

e incluso el impresionismo francés), con el tiempo las producciones de esa amalgama que podemos llamar cine escandinavo fueron tomando el lugar que les correspondía en el museo cinematográfico mundial. La obra de artistas como Carl Dreyer, Greta Garbo, Benjamin Christensen y Victor Sjöström.

Los quiebres cronológicos poco a poco van develando la historia de Edit, unida trágicamente a la de David Holm, un hombre trastornado por la bebida que durante la víspera de Año Nuevo emprenderá un viaje que lo pondrá frente a las consecuencias de sus demonios. Una proyección dickenseniana que permite al personaje conocer los eventos posteriores a su muerte mediado/ acompañado por un fantasma, hacia la redención.

“La carreta fantasma” (Körkarlen, en su idioma original), de éste último, tiene una serie de preocupaciones metafísico/ espirituales que corren junto a luchas internas de los personajes y nos permiten trazar una línea hacia una conocida película posterior para vincularlas más allá de una también popular secuencia de emulación. Estructurada mediante una concatenación de parábolas, la potencia de su narración yace en el brote de analepsis, lances retrospectivos que se van engarzando con el presente. Un complejo desarrollo temporal para la época, quizá sólo equiparable con lo intentado años antes por “Intolerancia” (Intolerance, 1916), del arrojado D.W. Griffith, unánimemente valorado como congregador del lenguaje cinematográfico. Además de su poética (mínima) para mostrar la belleza del paisaje sueco, la fotografía a cargo de Julius Jaezon es la maestría de la exposición múltiple, a través de sobreimpresiones se logra materializar lo sobrenatural. La estética de ese carruaje etéreo que avanza sobre

La otra primera imagen es un paisaje, aparentemente apacible, replicado sobre las aguas de un lago. Ésta tranquilidad dura tan sólo una fracción de segundo. Suena Dies Irae, de Wendy Carlos. Pronto estamos en movimiento, sobrevolando un panorama de montañas y bosques de altos abetos donde serpentea una carretera. A la distancia transita un clásico Volkswagen amarillo al que vamos persiguiendo. Este plano que puede advertirse como subjetivo es quizás el que genera la primera gran inquietud del filme, si bien de una manera bastante implícita: fugitiva. El ojo narrador nos arroja a una percepción dinámica y directa que probablemente pudo haberse resuelto con una toma mucho más impersonal, un gran plano general estático, por ejemplo, o un mero seguimiento al coche con puntos de vista más cercanos. En cambio, la película se decanta por una perspectiva a la que puede cuestionarse

su procedencia. ¿De quién es la mirada que surca los cielos? No ha transcurrido un sólo minuto de la película, tampoco ha sucedido ningún corte y, sin embargo, algo espectral ya invade la pantalla. Persecutor y perseguido llegan al Hotel Overlook. La imagen se funde a negro y aparece un intertítulo: “LA ENTREVISTA”. Una suerte de división episódica que seguirá con “DÍA DE CIERRE”. A partir de allí puede descubrirse una pista relacionada al manejo latente de la tensión. A medida que la película avanza los intervalos se van estrechando, desde “UN MES DESPUÉS”, pasando por días singulares de la semana, hasta terminar en momentos específicos del último día. Segmentaciones de tiempo y una inminencia del horror que se aproxima. Contra el clásico de Charles Dickens y la propia “La carreta fantasma”, en “El resplandor” parece que no habrá redención posible. Una ansiedad despertada por la ambigüedad, situaciones de corte irónico y hasta perturbadoramente cómicas. En reiteradas ocasiones la banda sonora del filme parece no concordar con su parte visual. Ante cortes de impacto, como el elevador que abre sus puertas para dejar correr olas de sangre o en las apariciones de las diversas entidades que pueblan el Overlook, cuando uno esperaría un golpe auditivo que acompañe y refuerce lo mostrado, pareciera que, o bien pasan desapercibidas sonoramente o se sostiene el silencio para después dar un breve crescendo. Hay una desincronización 59


lógica de expectativas. Lo mismo ocurre con el hotel, un escenario que no posee características típicas de sitio embrujado y tenebroso. La claustrofobia y el terror que produce están en otra parte. Oculta a primera vista. Estas intenciones irreconocibles resultan incómodas. Parece que allí reside el truco, ni los personajes ni los espectadores sabemos cómo reaccionar. Desconocemos si algo es verdaderamente una amenaza o sólo es producto de nuestro atribulado mundo interior. El miedo más poderoso viene de la propia imaginación, intra y extradiegéticamente. En palabras del propio Kubrick: “[El resplandor] es sólo la historia de un hombre y su familia, enloqueciendo juntos. Silenciosamente”. Bajo dicho escenario, con personas sumiéndose en la pérdida de la cordura, así como de su misma identidad, reparo en el uso de los espejos. A lo largo de película aparecen por todas partes. Física y metafóricamente. Dualidades confrontándose. Seres sin destino. Espacios que se alargan. Lo temible multiplicado. La confusión de habitar/ experimentar no lugares: pasillos que tampoco van a ninguna parte o sitios donde no parece existir continuidad física. En determinado momento ocurre una magistral angulación cenital donde podemos apreciar el borgesiano laberinto de la mente, una suerte de radiografía simbólica de Jack, atrapado para siempre en su propio fracaso. 60

Una película que, como aquella a la que brinda homenaje, habla sobre el pasado, sobre las formas en que éste vuelve para darnos encuentro.

Algo que abre grietas en las puertas para asomar la cabeza o estirar la mano. Reconocer al pasado como un ente que se manifiesta. ¿No es eso un fantasma?

Chava LeMo

Zona de confort Chava LeMo Nací para ser libre… Me alimentaron con sueños, esperanzas, metas, logros, planeación, logros, éxito. Definirse es constancia, penurias, sacrificios, esfuerzo, yo… Volaaaaaar… ¡hummm! Veo a mi alrededor. Confort, aquí hay todo… Seguridad, atención, amor, cuidado, convivencia, calidez, bienestar. Esto es real, maná, regalo de los míos. ¿Volar? Yo… Engaño cruel, miserable hipócrita, apóstata derrochador, zángano maquillado. Excremento vil… Zona de confort…


Haikús Pedro Cabral

I Rejuvenece una tragedia griega en ditirambo. II Paz felliniana: el pacto entre el payaso y la putana. III Hasta las flores aspiran ciegamente a la erección.

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ACERCA DE LOS AUTORES

Pedro Cabral

José Luis Hernández Peña - Historiador de San Juan del Río, cuarta generación de la línea paterna que nació en la avenida Juárez, investigador empedernido, coleccionista, divulgador de historias, ha publicado el libro “La Acequia del pueblo”, entre otros. Sergio Armas - Encuentra la vida inexplicable, interesante y agridulce. Colabora con San Juan apóstol de cabeza en el río como traductor al alemán de algunos textos, en especial del anuario poético-filosófico Der master axthieb. Adrián Botello Mares - Nacido en Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez), ha sido docente e investigador asistente en El Colegio de Chihuahua de 2014 a 2020. Sociólogo de formación, tiene estudios en filosofía, es Maestro en Geografía por la UNAM y doctorante en Estudios Urbanos por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. En 2015 ganó el Premio Nacional a la mejor tesis de posgrado en la categoría de geografía social por parte de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Ivonne Solano - Docente partidaria de alternativas educativas. Pertenece al movimiento de escuelas con inspiración Waldorf en la Ciudad de México. Experimentar en diversas artes y filosofías en su pasión, actualmente participa en el taller “Creación literaria de géneros breves” en el Centro Cultural Xavier Villaurrutia. Luis Tovar Flores (Le Jos Uis) - Poeta de nacimiento y de oficio, Tampico, Tamaulipas 1965. Autodidacta, ganador de los Juegos Florales en San Juan del Río, Querétaro (2014). Juez de los mismos en el 2015. En enero del 2017 el Instituto de Investigaciones Multidisciplinarias de la UAQ, editó su primer poemario: “Anais Nin”. En julio del 2017 la Secretaría de Cultura del Estado de Hidalgo le distinguió por contribuir al desarrollo cultural del municipio de Huichapan, Hidalgo. Desde hace 5 años imparte el taller de Creación Literaria para el CIM-UAQ.

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Juana Victoriano - Es antropóloga. Actualmente estudia el posgrado en Estudios Sociales y Culturales de la Universidad de Guanajuato. Entre sus aficiones se encuentran la poesía, el ensayo y la cerveza stout. Julio César Schara - Licenciado en sociología por la Universidad Católica Santa María La Antigua Panamá. (Magnum Cuum Laude), Maestro en Ciencia Política y Maestro en Artes Visuales por la UNAM (Medalla Gabino Barrera), Doctor en Ciencia Política también por la UNAM (Mención honorífica) Perteneció al Sistema Nacional de Investigadores. Desde hace más de 50 años ha escrito artículos de crítica de arte y literatura en periódicos y revistas especializadas. Director y fundador del Instituto de Investigaciones Multidisciplinarias y de ACADEMUS, ACADEMUS CIENCIAS JURIDICAS y ENTREVER, revistas de la UAQ. Abraham Cortés - Nacido en el otoño de 1985. Absorto enamorado de los mayos números 23. Proscripto de la filosofía e iracundo poeta de fracasos constantes. Fanático exacerbado del balompié e ingenuo infante de la música. Mi descripción se reduce al más ordinario de los bípedos. Pablo Antonio Junco - Es profesor de Estética en la Universidad Mesoamericana. Autor del anuario filosófico “Hachazo Maestro” y el opúsculo “Aborto de Lumière”, asimismo de los poemarios “Subterráneo sanjuanense” (Juegos Florales Nacionales, 2016) y “Sensacional de chicas fantásticas” (Cisnegro, 2019). Dirige al grupo San Juan apóstol de cabeza en el río. Colabora en varias publicaciones y ejerce la multidisciplina. Estrella del Valle - Poeta, ha transitado por la mitología protagonizada por mujeres. Sus temas esenciales son la infancia y el erotismo que encarnan en el deseo, el goce, la angustia, el pecado y la culpa. Ha sido periodista cultural y coordinadora de varios talleres literarios para niños y adultos. Sus poemas están en diarios y revistas como Cultura de Veracruz, Pasto Verde, Tierra Adentro, y en el suplemento “La Jornada Semanal”. Algunos de sus libros publicados son La Cortesana de Dannan y Bajo la luna de Aholiba.

rodaje del documental “Rupestre”. Promotor cultural, ha impartido taller de cuento corto por parte del INBAL. Alberto Chimal (Toluca, México, 1970) - Escritor mexicano. Se ha dedicado principalmente al cuento y la novela, así como a la narrativa experimental. También es un destacado profesor y divulgador de la escritura creativa. Uno de sus intereses principales es la imaginación fantástica: un modo peculiarmente latinoamericano, distinto del «género» fantástico como se entiende en los países de habla inglesa, y que él ha utilizado en novelas y cuentos que han recibido diversos reconocimientos. Joaquín Berruecos - Estudió Química y producción documental en la Universidad Nacional Autónoma de México. Es director general en la empresa de Videoservicios Profesionales SA de CV. Juan Ramón Ríos (Querétaro, 1996) - Es productor de imágenes. Fue incluido en el número de la revista Punto de Partida (UNAM) dedicado a la literatura emergente de su Estado y formó parte de la generación 2018 de la Red Nacional de Polos Audiovisuales del IMCINE. Ha colaborado en publicaciones como La Jornada Semanal, crash.mx y Pez Banana. Salvador Leal Moreno (Chava LeMo) - Lic. En comunicaciones, Fotógrafo autoral, egresado de la EAF, docente y tallerista en fotografía, cofundador del colectivo fotográfico Ileven, fundador del proyecto Dark Reactor, encausado a la creación de la imagen fotográfica como propuesta comunicativa y de expresión artística. Pedro Cabral - Es Licenciado en Periodismo y Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y Maestro en Estudios Históricos por la Facultad de Filosofía (UAQ). Desde julio de 2012 es Coordinador del Instituto de Investigaciones Multidisciplinarias en el campus San Juan del Río, donde también es docente. Desde hace diez años participa de la actividad teatral de Querétaro.

Felipe Cabello Zúñiga - Colaborador de la revista PROCESO, coautor de Rupestre el libro, Antologías de cuento corto de rock Parménides García Saldaña, Antología: Los Insomnios, Crónica de San Juan del Río, San Juan del Río y sus personajes, escribió el prólogo de “El cancionebrio” del músico Fausto Arrellín, fue parte del grupo de Sinestesia de Alberto Zúñiga para el 64

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GUÍA DE AUTORES

Introducción La presente guía tiene el propósito de orientar a los autores para el proceso de redacción de los trabajos que se deseen someter a consideración del comité de arbitraje de la revista Entrever. Por lo que rogamos considerar los lineamientos aquí expuestos. Bases La revista Entrever del CIM UAQ, extenderá a los autores acuse de recibo de sus colaboraciones. 1. El equipo editorial evaluará la posibilidad de publicación de los trabajos de acuerdo con la estructura de los números.

6. El título o cabeza del texto deberá ser de no más de siete palabras. Las referencias teóricas, metodológicas e históricas con que se sustente el trabajo, serán consideradas como apoyo y se insertarán mediante notas en el texto. 7. Las citas y referencias deben citarse conforme a la Norma APA, sexta edición; citas dentro del texto y Referencias al final; notas al pie, solo para aclaraciones o ampliaciones pertinentes al tema. 8. Además, se requiere una sinopsis curricular (NO CURRICULUM) de los autores, de aproximadamente 5 líneas, que registre nombre completo del autor, lugar y año de nacimiento, estudios, experiencia profesional, publicaciones, actual actividad académica, profesional, de investigación o de creación artística y literaria, y teléfono, correo electrónico o algún otro contacto, y demás datos que considere necesario destacar. 9. La redacción deberá apegarse a las Normas de la American Psychological Association (APA).

2. Turnará el escrito al Consejo de Arbitraje Editorial integrado por especialistas y otras personalidades de reconocido prestigio en la materia, quienes revisarán y dictaminarán sobre el mismo, y cuyo resultado será informado a sus autores.

10. Para la sección Arte, literatura y Sociedad se recibe cuento, capítulo de novela, crónica, poesía, ensayo literario, teatro, crítica de arte, entrevista y reseña de libro con una extensión de entre 7 a 12 cuartillas. Las ilustraciones que se envíen serán en tipo: Imagen JPEG, con pie de foto o imagen y referencia iconográfica (y autorización de los derechos de autor).

3. El Consejo de Arbitraje Editorial se reservará el derecho de realizar la corrección de estilo correspondiente, así como la posibilidad de cambiar, organizar e introducir títulos y subtítulos –en caso de ser necesario–, para facilitar la comprensión del texto.

11. La bibliografía se anotará en orden alfabético y deberá contener todos los elementos de una ficha bibliográfica, según la American Psychological Association (APA) en su sexta edición. Generales NORMA APA para Citas Formatos básicos y de paréntesis para citar. Ejemplos. En previas investigaciones hechas por estudiantes de la Universidad Distrital se encontró una correlación entre el número de invertebrados de la zona y la cantidad de bacterias en el ecosistema (Gutiérrez, 2013). Como afirma Gutiérrez (2013) en previas investigaciones hechas por estudiantes de la Universidad Distrital se encentro una correlación entre el número de invertebrados de la zona y la cantidad de bacterias en el ecosistema. Guía de Autores Versión 2019 3 Tabla para insertar la referencia en el texto, formato básico y de paréntesis: Fuente: normasapa. net Las Normas APA permiten dos estilos para la citación: las citas directas o textuales y las citas indirectas o paráfrasis, a nivel de la comprensión del contenido sus usos difieren.

4. Los trabajos se deberán enviar a los correo electrónicos: academuscim@gmail.com, escritos en formato Word a espacio interlineado 1.5, párrafo justificado, diseño de página: espaciado antes y después 0 pt y en papel tamaño carta, fuente Arial tamaño 12. 5. La extensión de los artículos será de extensión libre. Nombre del autor o autores, institución a la que pertenecen. 66

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https://issuu.com/iimpublicaciones

https://www.youtube.com/watch?v=UeH5Nn4n0Ik&feature=youtu.be

PABLO ANTONIO JUNCO

LA FIESTA DEL DOLOR


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