EDITORIAL
ENERO 2023
Comenzamos un año prometedor, poniendo en 2023 todo nuestro empeño para mejorar tu experiencia de actualización arquitectónica mediante tu revista favorita, EDIFICA. Comenzamos este año llevándote hasta la Ciudad Eterna, Roma, sumergiéndote en sus calles llenas de historia, arte, cultura, y sobre todo, arquitectura como ninguna otra ciudad en el mundo. Desde la Roma antigua hasta el renacimiento y días más contemporáneos, te traemos una serie de artículos verdaderamente interesantes donde podrás conocer a Roma de una manera intrigante y detallada desde la comodidad de nuestras plataformas digitales. Conoce las construcciones de la República y los centros de actividad más importantes del imperio, averigua sobre las fortalezas medievales más importantes de la ciudad, su famoso río, el Tíber, y sobre mucha, mucha arquitectura, pues sólo Roma podría ofrecer un acervo arquitectónico tan interesante, histórico, bello, y por montones. Sean bienvenidos a la capital del mundo antiguo, Roma está esperando con algo interesante por conocer. ¡Excelente inicio de año, y excelente primera lectura!
Miguel Garfias
ROMA LA CIUDAD ETERNA
La cuna de la cultura occidental.
La frase “todos los caminos llevan a Roma” es tan cierta como admitir la eterna existencia de esta milenaria capital europea. Roma, si algo se puede decir de ella es que hoy es uno de los bastiones culturales más importantes de la civilización occidental, una ciudad que logra preservar siglos y siglos de historia en todos los sentidos, desde lo cultural hasta lo arquitectónico, desde lo social hasta el propio origen de las lenguas romances. Roma es una ciudad única en su tipo, perpetuándose en la historia como el epicentro de toda la civilización occidental hasta llegar a nuestros días, donde sus edificios, contribuciones e historia se mantienen intactos y listos para ser admirados por generaciones y generaciones.
La ciudad eterna prevalece en el corazón de la península itálica como un paraíso de cultura, el último de todo un mundo ya perdido en el pasado, una ciudad que ha visto nacer y caer imperios, que ha alcanzado fronteras como ninguna nación jamás lo hizo, la capital de todo un fenómeno histórico del cual hoy podemos apreciar sus vestigios en calles y edificios, ruinas de lo que fue una capital perpetuada en el tiempo. La leyenda forjó su nacimiento y fundación, el intelecto humano la colocó como el centro del mundo antiguo, y hoy, es la ciudad más importante culturalmente hablando, una ciudad museo dedicada a la propia civilización occidental.
FUNDADA PARA LA ETERNIDAD
Con el Río Tíber como su principal fuente fluvial, Roma surge en el andar histórico, según la tradición, en el año 753 a.C., un 21 de abril para ser más exactos. La historia y la tradición colocan a los gemelos Rómulo y Remo como los fundadores de la ciudad, siendo el primero el primer Rey de Roma. La historia de la ciudad pasaría por diversos gobernantes y formas de gobierno, de la monarquía a la república oligárquica, y claro, posteriormente a ser catalogada como uno de los imperios más grandes de occidente, siempre sirviendo como capital y epicentro de toda actividad cultural, política, social, militar, etc.
El pasó de los siglos no hizo más que construir una ciudad eterna a la que el tiempo no haría más que fortificar sus cimientos y nutrir su naturaleza, siendo los períodos imperiales, medievales y renacentistas sus grandes épocas doradas, periodos donde florecerán en sus calles las artes, la tradición, la política y básicamente los verdaderos cimientos de la cultura occidental contemporánea. El Tíber, su río, no hizo más que presenciar el crecimiento de una ciudad arquitectónicamente hermosa de múltiples estilos de edificación y urbanismo, muchos de los cuales aún se levantan inmutables al paso del tiempo, cumpliendo la promesa de mantener a Roma en pie hasta el final de los tiempos.
INFLUENCIA IMPERIAL POR EL MUNDO
Con el Río Tíber como su principal fuente fluvial, Roma surge en el andar histórico, según la tradición, en el año 753 a.C., un 21 de abril para ser más exactos. La historia y la tradición colocan a los gemelos Rómulo y Remo como los fundadores de la ciudad, siendo el primero el primer Rey de Roma. La historia de la ciudad pasaría por diversos gobernantes y formas de gobierno, de la monarquía a la república oligárquica, y claro, posteriormente a ser catalogada como uno de los imperios más grandes de occidente, siempre sirviendo como capital y epicentro de toda actividad cultural, política, social, militar, etc.
El pasó de los siglos no hizo más que construir una ciudad eterna a la que el tiempo no haría más que fortificar sus cimientos y nutrir su naturaleza, siendo los períodos imperiales, medievales y renacentistas sus grandes épocas doradas, periodos donde florecerán en sus calles las artes, la tradición, la política y básicamente los verdaderos cimientos de la cultura occidental contemporánea. El Tíber, su río, no hizo más que presenciar el crecimiento de una ciudad arquitectónicamente hermosa de múltiples estilos de edificación y urbanismo, muchos de los cuales aún se levantan inmutables al paso del tiempo, cumpliendo la promesa de mantener a Roma en pie hasta el final de los tiempos.
ARQUITECTURA ÚNICA
Roma se caracteriza en gran parte por su acervo arquitectónico, el cual recolecta edificaciones de distintas épocas y estilos, siendo su suelo el territorio que vería nacer estilos como el renacentista, el románico y la edificación clásica importada de la antigua Grecia y adoptada libremente en sus calles durante la época imperial. En tiempos tempranos, sus formas de construcción de asbesto, la generación de caminos pavimentados y levantamiento de puentes innovaron la forma de construir en la región, legado que contribuiría a edificar un imperio y el mundo contemporáneo con bases y conceptos arquitectónicos que hasta la fecha siguen implementando por su exactitud.
La arquitectura clásica y sus mejoras implementadas en Roma transmutarían en nuevas formas de edificar como lo sería el estilo románico, algo del gótico, el barroco, y un florecimiento de las artes y la arquitectura durante el renacimiento, donde los grandes genios contribuyeron a edificar una ciudad referente de la belleza arquitectónica. Hoy, la ciudad de Roma es un bastión turístico que tiene como máximo exponente su arquitectura con lugares como el Castillo Sant’angelo, el coliseo romano, la basílica de San Pedro, el Panteón Romano, entre muchos otros, como tesoros arquitectónicos que han logrado trascender al tiempo, recordándonos que la grandeza romana tiene cientos de referentes con que justificar su naturaleza eterna.
I O DE SANT’AN LO
Un viaje a las distintas eras arquitectónicas de Roma.
¿Castillos en Roma? Si, existen, no como los castillos europeos que podríamos imaginar, sino como la típica fortaleza medieval que ha pasado de un uso a otro a través de los años. Como muchos de los edi cios en la ciudad eterna, su castillo más famoso, el Castillo de Sant’Angelo, no siempre fue esta fortaleza medieval que hoy atrae a cientos de miles de turista a sus puertas, sino que, en sus orígenes, aquellos que se remontan a la época clásica de Roma, sirvió a un propósito más noble y funerario, como lugar para el último descanso de emperadores y sus familias. Sant’Angelo, cuyo puente de acceso es otro de sus grandes atributos, hoy prevalece en la Roma moderna a casi dos mil años de su primera edi cación como mausoleo, revestido por el paso del tiempo, desde la era clásica romana, pasando por el medievo italiano y embellecido por el arte renacentista, una fortaleza rodeada de misterio e intriga por su peculiar conexión con la ciudad del Vaticano a sólo unas calles al oeste. Conozcamos un poco más de esta milenaria fortaleza medieval a orillas del Tíber y sus secretos más interesantes.
Mausoleo de Adria
El castillo nace en el año 135 d.C., en una época romana sumamente clásica, donde la República y sus dirigentes disfrutaban de una arquitectura digna del pasado clásico que todos conocemos e identi camos hoy en día justo para sus designios, tales como su propio lugar de descanso eterno. El emperador Adriano ordenaría la construcción de un mausoleo digno de sí mismo y su familia, acorde a la grandeza romana, y superando en tamaño el mausoleo de Augusto.
Buscando ser lo más hermoso y glorioso posible, el mausoleo del emperador se edi cará a orillas del Tíber al otro lado del campo Marte, al cual podría accederse por un puente que, al igual que el mausoleo mismo, vería cambios en su composición hasta llegar a nuestros días. Edi cado en mármol blanco, decorado con esculturas clásicas de animales y coronado por un jardín arbolado, el mausoleo sirvió como recinto funerario no solamente de Adriano y su familia, sino también de sus sucesores, convirtiéndose en un edi cio importante durante la época imperial.
Medievo roma
Tras la caída imperial y la llegada de la época medieval a Roma, el mausoleo vería el desuso y el abandono como algo cotidiano por mucho tiempo, rescatándose solamente para ser forti cado y utilizado como fortaleza estratégica al norte del Tíber durante las guerras en la península itálica. Su existencia como castillo sirvió para salvar los territorios vaticanos del saqueo visigodo en el año 410, cuando el cristianismo ya era la religión o cial de Roma. Fue forti cado y amurallado, e inclusive, hasta bendecido por el papa Gregorio I, quien tendría una visión del Arcángel Miguel en la cima de la ahora fortaleza, tradición que daría origen a su nombre y naturaleza actual desde entonces.
Su paso por el medievo romano lo llevaría a presenciar innumerables batallas, asedios y saqueos, destacando de esta época el derrumbe y sustitución de su puente por uno levadizo, que más tarde, ya cerca del renacimiento o quattrocento, sería reconstruido y embellecido por esculturas renacentistas que aún se alzan en la actualidad sobre el rio Tíber. Para la llegada del renacimiento, el Castillo de Sant’Angelo se había convertido en una estructura importante y hasta santa para el papado y sus territorios, por lo cual no haría más que embellecerse con el arte de los genios del renacimiento.
Embellecido por el renacimiento, destruido por los siglos posteriores y aún más saqueos, el castillo llegaría al siglo XIX bajo el uso de prisión política. Su uso contemporáneo es el de un museo medieval/renacentista, que muestra un poco o un mucho del pasado romano a través de las épocas, mostrando la belleza escultural del renacimiento mediante su acceso a través del puente y sus esculturas de ángeles, hasta la joya de la corona de la escultura del Arcángel Miguel en la cima del castillo. Sus interiores pueden ser recorridos en sus diferentes niveles, mostrando una verdadera estructura fortaleza medieval dispuesta para la guerra más allá de lo que aún prevalece del mausoleo original.
Amurallada y decorada por ángeles, el misterio aún envuelve la fortaleza en múltiples aspectos, siendo el más relevante su pasaje conocido que lleva directo hasta la ciudad del vaticano, pasillo que los pontí ces solían usar durante emergencias para refugiarse, el cual recorre una de las murallas a orillas del río Tíber. Dicho puente es un deleite de las conspiraciones y de los amantes de los pasajes secretos, el cual adquiere fama mundial con la llegada del best seller de Dan Brown, Ángeles y Demonios. Intrigante, medieval, colosal y milenario, el Castillo de Sant’Angelo hoy es uno de los grandes atractivos turísticos de Roma, un recinto atemporal que permite a sus visitantes recorrer las múltiples eras romanas en una sola estructura icónica justo a orillas del Tíber.
ALTARE DELLA PATRIA
Un monumento incómodo para los romanos.
Roma se caracteriza por enorgullecerse de sí misma, de su pasado milenario y de los personajes que forjaron la grandeza de la ciudad y de la Italia misma a través de las eras. Una de las razones de tantos monumentos embellecidos por el arte a lo largo y ancho de la capital italiana se debe principalmente a esta naturaleza “nacionalista”, que incluso en tiempos modernos ajenos al renacimiento y la glori cación de la ciudad, aún persisten obras que magnican a Roma en la modernidad más cercana, y el monumento sobre la colina Capitolina lo demuestra a la perfección.
La Uni cación Italiana tiene un monumento de enormes proporciones, fuertemente decorado y de belleza controversial, situado en la cima de Roma donde destaca en el panorama de manera tanto gloriosa como polémica, pues, si bien su arquitectura y composición no tienen comparación y mezclan la gloria clásica y renacentista de Roma en un solo ente monumental, tambien causa con icto para los romanos locales que no terminan de ver con buenos ojos el altar nacionalista del siglo XIX. ¿Por qué? Hora de averiguarlo.
Unificación italiana
El siglo XIX en Europa se caracterizo por la ola nacionalista que el romanticismo trajo consigo, una tendencia que buscaba el enorgullecimiento de los ciudadanos por su identidad ante el mundo y su creciente industrialización y apertura a otros horizontes. No por nada las exposiciones universales proliferaron en gran parte del siglo XIX, donde las naciones proyectaron su cultura, tradiciones y patriotismo ante las naciones dispuestas a ser partícipes de esta convergencia universal de nacionalismos.
Italia, por su parte, encontró en esta época el momento de nitivo para consolidarse como una nación uni cada, terminando con siglos de estados independientes como Florencia o Venecia, y uni cando bajo una misma identidad itálica de orígenes romanos. El reino de Italia tendría como uni cador a Víctor Manuel II, conocido como el “padre de la patria” quien impulsó la apertura de Italia ante el mundo moderno mediante la industria, la economía y el patriotismo, siendo excomulgado por la iglesia católica debido a su movimiento militar uni cador.
Monumento a la unificación
A nales del siglo XIX, y con el nacionalismo a tope, justo antes de la llegada del fascismo a Europa, el gobierno italiano decide crear un monumento a la ubicación de los estados de la península itálica, con sede en la cima de la colina capitolina, coronando Roma con un monumento propio de la identidad italiana. Su autor sería Giussepe Sacconi, un arquitecto italiano cuya encomienda buscaba representar la identidad italiana y romana en todo sentido, dando como resultado el Altare della Patria, un coloso arquitectónico que mezcla la naturaleza clásica y renacentista de Roma en su colina más importante.
La controversia con este polémico monumento comienza con su ubicación, misma que ocasionó el derrumbe de una zona medieval en la cima de la colina Capitolina para poder colocar semejante masa de mármol blanco brillante. Si bien su diseño y composición de columnas, mármol, escalinatas y esculturas convergen en un verdadero homenaje a la historia italiana, para los locales no es del todo un deleite visual, siendo, para ellos, demasiado grande, pomposo e incluso un insulto a la arquitectura de la cittá eterna.
Altar tardío
Si uno contempla por primera vez el monumento al primer rey de la Italia uni cada, podrían pasar dos cosas: uno, quedar maravillado por su arquitectura y decoración, además de sus proporciones monumentales en la cima de Roma; o dos, ser detestado por resaltar de forma obligada en el panorama utópico de Roma, siendo una obra demasiado tardía para su época, esto en el sentido de que su tributo nacionalista y arquitectónico llegaría demasiado tarde para los gustos de los romanos y la modernidad, anteponiendo la historia a una nueva propuesta igualmente bella pero demasiado contemporánea o “arti cial”.
Apodada como “pastel de bodas” o “máquina de escribir”, el Altare della Patria es hermoso, un homenaje excelente a la historia arquitectónica romana y la identidad italiana, que tal vez llegó demasiado tarde a la cima de roma, sintiéndose ajeno al resto del acervo cultural por su cercanía a tiempos más modernos. Además, resulta incomodo debido al uso que Mussolini y su fascismo le daría durante su régimen, convirtiendo de cierta manera al altar en un monumento a su ideología nacionalista extremista, algo que a los romanos no les gusta recordar, y, al igual que otras naciones con un pasado similar, hubiesen preferido eliminar de su arquitectura para siempre. Controversial o no, su arquitectura es destacable y un imperdible de la cuna de la cultura occidental.
EL FORO
El corazón del imperio
ROMANO
imperio romano.
Las civilizaciones de la antigüedad se caracterizan por poseer estos lugares de concentración económica, comercial, cultural y social, donde convergen disciplinas de distinta índole dando como resultado la interacción humana que formaría dichas civilizaciones. Uno de los grandes ejemplos de estos centros arquitectónicos son las famosas acrópolis griegas, verdaderos centros comerciales, religiosos, filosóficos y de gobierno, que servían como corazón y motor social y cultural de la civilización clásica de Grecia.
Por su parte, Roma tendría lo propio en su capital imperial, un centro que vería sus orígenes desde la misma fundación de la ciudad eterna, transformándose con el paso de los siglos en todo un centro social, comercial y de administración pública, con edificaciones que hoy lamentablemente no prevalecen, pero cuyas ruinas arqueológicas nos dan una idea de cuán grande fue el centro social de la Roma imperial: el Foro Romano.
PODER Y VANIDAD ROMANA
Los orígenes del Foro nos remontan hasta una Roma bastante joven, lejos aún del imperio que conquistaría Europa y las costas del mediterráneo. Comenzaría como un simple centro de comercio entre las colinas romanas, siendo el valle entre las colinas Capitolina y Palatina su sede allá por el siglo VII a.C. Como todo centro social de la edad antigua, comienza con simples casas de comercio, intercambio de alimentos y algunos edificios administrativos y religiosos. El paso del tiempo, el crecimiento de la sociedad romana y a su vez de su extensión imperial, irían incrementando su importancia, tamaño, y sumando los edificios allí congregados, siendo los más importantes aquellos con una finalidad respecto a la justicia, la administración imperial, la religión y el comercio. El Foro se convertiría rápidamente en el orgullo de Roma, el verdadero epicentro de la gloria romana y sus virtudes, un gran templo-comunidad dedicado a la vanidad del imperio. El cambio de emperadores y sus administraciones cada vez más orgullosas, hicieron posible su modernización, embellecimiento y el agregado de arquitectura cada vez más grande y perfeccionada, sumando templos dedicados a la divinidad de los propios emperadores, palacios dedicados al gobierno mismo, y edificaciones que congregaron a comerciantes y manufactureros de todo tipo bajo sus techos. Para cuando el imperio había llegado a su máxima gloria, el Foro había pasado de ser un mero centro comercial rudimentario a toda una ciudad dentro de la propia Roma, de blancas calles embellecidas por la bonanza imperial.
EL FORO
La composición del Foro Romano, del cual hoy sólo prevalecen los restos de su grandeza como un atractivo turístico más, se destacó por la congregación de edificaciones de administración pública, templos, espacios para el comercio y para la reunión social. Entre ellos destacan la Regia, sede del poder monárquico mucho antes de la Roma Imperial. Los grandes templos como el dedicado a Vesta o los erigidos en nombre de la divinidad de los propios emperadores, son otros de los grandes edificios que destacan por su importancia religiosa y su belleza arquitectónica que ejemplifica a la perfección a la arquitectura clásica de la época.
Otros edificios como el comitium, punto de encuentro de asambleas imperiales, religiosas y sociales, destacó por exponer las formas de edificar en la época dorada de Roma, donde las columnas, los arcos del triunfo, y las grandes casas para el comercio ofrecían una arquitectura exquisita digna de la capital del imperio, con la cantera, piedra caliza y el blanco mármol como sus principales materiales de construcción.
Lamentablemente este glorioso centro comercial y social de Roma probó los desaires de la decadencia y el olvido cuando la capital del imperio se trasladó a Constantinopla, dejando al Foro en un estado de descuido y decadencia que ni el renacimiento italiano ni el papado pudo rescatar. Contrario a ello, el renacimiento y los siglos posteriores, aunado a los terremotos constantes, terminaron por desmantelar los templos y edificios del Foro para reutilizar sus materiales, quedando hoy solamente sitios arqueológicos que invitan a nuestra imaginación a reconstruir la gloria del Foro de Roma.
EL RÍO TÍBER
Fuente de vida pa la ciudad de ma.
Las ciudades europeas se caracterizan por contar con alguna fuente fluvial como parte de su composición urbana, destacando capitales como Londres y el Támesis, París y el Sena, Berlín y el Spree, y claro, Roma y el Tíber, siendo este último parte de la fundación del mito romanosobre su fundación tanto como en la transformación de la legendaria ciudad eterna. Si en algo estamos de acuerdo, es que los canales de agua contribuyen en gran medida a determinar los asentamientos humanos y su futuro desarrollo y crecimiento, siendo el Tíber un detonante del desarrollo civilizado de los valles romanos, cuya fuente de líquido vital determina la grandeza de Roma y el establecimiento de una capital imperial y futura capital del arte y la cultura occidental. El Tíber, fuente inagotable de agua pura (al menos en el pasado antiguo) significó el punto de partida para los romanos de la antigüedad para comenzar la milenaria travesía de su ciudad, utilizando el cauce del río proveniente de los Apeninos para fundar una ciudad como ninguna. El tiempo daría la razón a Roma al decidir erigir la cuna de la civilización occidental a orillas de este río, pues mediante este Roma crecieron en tamaño, emprendería el comercio y la comunicaciones, y aprovecharía la prosperidad que dicha fuente inagotable de agua tenía para ofrecer a la capital de la república, del imperio, y a la cuna indiscutible del renacimiento.
Los oríge s de ma
Para los asentamientos humanos de la antigüedad, el contar con un recurso acuífero es esencial para garantizar la supervivencia de la comunidad. Ya sea a orillas del mar, de un lago, o en este caso, de un río, los asentamientos tienen más oportunidad de prevalecer en el tiempo contando con una fuente de tan vital recurso que sirva como punto de partida para crecer a su alrededor una comunidad próspera. No por nada las capitales de Europa ven pasar entre sus calles las aguas de alguno de los grandes ríos del continente, pues, tal como lo haría Roma, el río significa vida, transporte, comunicación, comercio, y prosperidad. Los orígenes de Rom se remontan al mito de Rómulo y Remo, hermanos a los que se les atribuye la fundación del primer reino romano. La leyenda de su aparición en el territorio que hoy conocemos como Roma incluye el “cameo” del propio Tíber, siendo el río que transporta mediante sus aguas el canasto donde los hermanos serían encontrados y amamantados por la loba Luperca. Más allá del mito y la tradición romana, el Tíber si sería importante para la fundación de la ciudad, siendo su cauce y las múltiples virtudes de contar con sus aguas a su favor los motivos por los cuales Roma adoptaría su paso como propio y haría del Tíber su más importante vía de comunicación.
Río virtuoso
En la Roma antigua, el Tíber contribuyó en gran medida al crecimiento próspero de la República mediante el comercio y el transporte marítimo, posteriormente utilizado como vía fluvial para la maquinaria militar del Imperio y su expansión por la península itálica. Su existencia en medio de la ciudad daría origen a la innovación arquitectónica con la construcción de puentes a lo largo de su extensión, unos cada vez más modernos que otros. Podríamos asegurar que sin el Tíber, el desarrollo romano sería uno muy diferente al que conocemos históricamente, pues sus virtudes comerciales, de comunicación, y como suministro de agua verdaderamente alimentado, garantiza un futuro próspero para los romanos.
La historia romana describe para el Tíber múltiples intervenciones en su anchura, curso, e inclusive buscan evitar inundaciones y llevarlo a voluntad del ingenio romano. Por ello, sabemos que su curso actual no siempre fue el mismo, siendo su ubicación contemporánea el fruto de la ingeniería hidráulica romana, capaz de modificar a tan impresionante monstruo de agua según el pueblo lo necesitase. Con el paso del tiempo, a su camino no quedó más que embellecerlo, siendo sus puertos, puentes y su actual lungotevere, proyectos dignos del arte renacentista y barroco que no hicieron más que sumar a la belleza de sus aguas, orillas verdes arboladas, y esculturas dignas de la ciudad eterna.
Roma necesitó de un río de enorme magnitud para alcanzar la gloria con la que pasó a la historia, por lo que es imposible no hablar del Tíber cuando hablamos y elogiamos la grandeza romana de la antigüedad. Hoy podemos disfrutar de los frutos de esta milenaria mancuerna en la utópica vista que nos ofrece Roma desde cualquier rincón, confirmando que para visualizar una ciudad hermosa y perfecta no es necesario recurrir a la imaginación, sino observar la ciudad que se expando a orillas de las tranquilas aguas del Tíber.
DE ARCHITECTURA
Roma no se convertiría en la milenaria ciudad que conocemos hoy en día de no haber existido genios arquitectónicos que contribuyeron a edificar la grandeza de esta ciudad en todo sentido. Como dice el dicho, Roma no se construyó en un día, y así como esta puede aplicarse en muchos otros sentidos, en el tema arquitectónico es más que adecuado utilizarla. La Roma clásica se caracteriza por su perfecta edificación, una forma de construir con atención al detalle, materiales resistentes, y una serie de estudios que avalan el ingenio romano para edificar en la época dorada del imperio. Pero para construir la grandeza de Roma se necesitan maestros de la construcción, arquitectos cuyo talento, genio y estudio contribuyeron a edificar la capital del mundo antigua. Uno de ellos destaca de entre todos ellos, uno que manifestó sus saberes, estudios y manifiestos arquitectónicos en tinta y papel, documentos que, tanto en su momento como el siglos posteriores, darían forma a la belleza de la profesión arquitectónica por su contenido sumamente exacto y definitivo. Su nombre fue Marco Vitrivuio, arquitecto de emperadores, ingeniero, escritor y estudioso de la mecánica y la inventiva, figura que hoy recibe el nombre de “el primer arquitecto” gracias a su gran aporte a la historia de la arquitectura humana: su tratado De Architectura.
El milenario tratado que cimentó la arquitectura moderna.MARCO VITRUVIO
La arquitectura romana clásica coloca en un pedestal a Marco Vitruvio, un arquitecto, ingeniero y tratadista destacado, que vivió y sirvió en su juventud al Imperio Romano en el siglo primero a.C. Ofreció su experta visión arquitectónica a Julio Cesar, a quien le diseño, planifico y edificó diversos recintos, así como una importante contribución a la maquinaría y tecnología militar imperial, avances quequedarian registrados en varios de los libros que dan fe a su aportación tecnológica y arquitectónica para Roma y posteriormente para el mundo moderno. Tras su servicio imperial y grandes aportaciones en el desarrollo arquitectónico, urbanístico, tecnológico y militar a Roma, dedicaría sus años posteriores a redactar todo su conocimiento y saber dentro de estas materias para dejar un legado que cimentará las bases de la arquitectura medieval, y por ende, el desarrollo de la construcción de la civilización occidental. Desde la Edad Antigua, Vitruvio dejaría al mundo un tratado de gran fama y contenido, el cual constaría de 10 libros con los cuales Roma y el resto de Europa edificaron la grandeza arquitectónica de sus territorios basándose en el detallado saber del llamado “primer arquitecto”.
DE ARCHITECTURA
El tratado De Architectura de Marco Vitruvio ofrece el conocimiento arquitectónico del genio romano del Siglo Imperial, dividido en 10 tomos que brindan textualmente conocimientos de arquitectura, urbanística y tecnología militar, con temas tan importantes como la proporción, los órdenes, materiales, técnicas, estilos, construcción, mecánica, colores, hidráulica y más. Su contenido es un material completo y extenso, que explica cientos de términos necesarios para una correcta edificación, descripción de órdenes, estilos y bases que sustentaron la edificación clásica de Roma, partiendo, claro está, en gran parte de la edificación e inspiración helenística (griega).
Para Vitruvio, la arquitectura era una imitación de la naturaleza, partiendo de que esta misma daba origen al refugio necesario para el ser humano. En su tratado, Vitruvio ofrece explicación de todo lo que considera importante para un correcto desarrollo y construcción de asentamientos humanos civilizados, como lo son los materiales, máquinas, acueductos, instrumentos de topografía antiguos, calefacción, y en temas estéticos, los órdenes (dórico, jónico y corintio), acabados, colores, ornamentación, y la constante admiración por el cuerpo humano y su perfección natural, algo que siglos más tarde retomaría otro polímata renacentista.
TRIADA VITRUVIANA
Uno de los temas más rescatables De Architectura es la famosa Triada Vituviana, concepto con el que Vitruvio asegura que toda edificación arquitectónica deberá regirse por tres cualidades generales: firmitas: ser sólidos, utilitas: ser útiles, y venustas: ser hermosos. La triada vitruviana sería el punto de partida obsesivo de los arquitectos durante la edad media, periodo donde el tratado de Vitruvio sobre arquitectura cobraría una importancia inmensa y jugaría un rol importante en el desarrollo de la arquitectura medieval, especialmente en Italia y su renacimiento, siendo este tratado el documento en el que los profesionales de la edificación basaron sus quehaceres renacentistas, ofreciendo las maravillas del periodo que hoy podemos apreciar. De Architectura jugó un papel importante en la Edad Antigua, siendo el primer tratado de su tipo en la época, así como en el renacimiento italiano y el medievo europeo, donde fue tomado como manual para la edificación, pues un tratado surgido en la época clásica romana no podría indicar algo menos perfecto para cimentar una época de belleza inconmensurable. Hoy, el tratado es objeto de estudio y controversia en diversos temas, poniéndose muchas veces en duda si lo que ahí aparece sigue siendo correcto o si lo que se considera que pertenece a sus páginas fue realmente escrito por Vitruvio en su momento y no agregado posteriormente en el famoso “descubrimiento vitruviano” en el siglo XV. La arquitectura romana renacentista y lo que queda de la época clásica de la misma da fe de la certeza de los conceptos que Marco Vitruvio plasmó con su puño y letra, por lo que su más importante texto, hoy casi una biblia de la arquitectura antigua, es uno de los escritos con mayor relevancia dentro del campo arquitectónico.
FONTANA DI TREVI
La fuente más hermosa del mundo.
Las calles de Roma esconden tesoros arquitectónicos y escultóricos como ninguna otra ciudad en el mundo, verdaderos vestigios de épocas donde el arte y la arquitectura signi caron la manifestación misma del progreso humano. Desde la época clásica de Roma hasta su triunfo renacentista, la arquitectura ha servido para manifestar el poder económico y la prosperidad del pueblo romano, utilizando la edi cación como forma de mostrar a los ciudadanos que su ciudad siempre ha sido una capital de arte, cultura y progreso humano civilizado, exceptuando claro las épocas de saqueos y decadencia en distintos periodos de su historia. Incluso en lo urbanístico, Roma se caracteriza por no dejar nada en crudo, decorando de manera sublime hasta la más insigni cante alcantarilla en sus calles, teniendo como una ley no o cial el embellecimiento de todo su entorno urbano, al menos así fue por mucho tiempo después del mágico renacimiento hasta bien entrado el siglo XVIII y su barroco repleto de remodelaciones. Un claro ejemplo de esta época es el embellecimiento de sus acueductos y las fuentes al nal de los mismos, mismos que anunciaban la llegada de agua limpia lista para el disfrute de los romanos, de entre los cuales, destaca uno que hoy se engalana por una decoración sin igual, una fuente que podemos a rmar es la más hermosa del mundo: la fontana di trevi.
AQUA VIRGO
Los acueductos son una de las contribuciones romanas para el entorno urbano civilizado más importantes de su historia, recurso que facilitó el transporte de tan importante recurso a la capital imperial y que ayudó en la agilización de la actividad romana en muchos aspectos. En la mejor de las épocas, los romanos solamente tenían que acudir a las fuentes al nal de uno de los 11 acueductos alrededor de la ciudad para disfrutar de agua potable. Uno de estos acueductos fue conocido como Aqua Virgo, cuya importancia recobrará fuerza después de la decadencia del imperio romano hasta la llegada del Renacimiento, donde encontrará múltiples intentos de reconstrucción y embellecimiento de su fuente. La existencia de fuentes o piletas al nal de estos acueductos era algo común en Roma, anunciando el arribo de agua limpia y albergando en las mismas para su recolección. Con el renacimiento y años posteriores, estas piletas se tomaron como proyectos para ser embellecidos, siendo el nal del Acqua Vergine un proyecto de especial interés para el papado por varios siglos.
LA FONTANA
Con el nal del renacimiento, Roma entraría en una era de remodelaciones que buscaron rescatar edi cios, esculturas y construcciones de épocas pasadas, algo típico del barroco y su forma de embellecimiento. Uno de ellos fue la fuente del Acqua Vergine, la cual por orden del Papa Urbano VIII, cerca del año 1625, recibiendo la encomienda de ser embellecida para su propio deleite contemplativo al tener la fuente justo a la vista panorámica desde su residencia. El proyecto vería pasar el tiempo, y varios papas, hasta la llegada del siglo XVIII, donde nalmente emprendería su embellecimiento que la convertiría en la fuente más hermosa de la ciudad, predispuesta para representar a Roma, su mitología y al barroco en todo su esplendor.
La fontana di trevi, llamada así por ser una fuente justo al cruce de tres avenidos romanas (tre vie), pasaría a representar la cúspide barroca romana, rescatando elementos de arquitectos y escultores que buscaron hacerse con el proyecto en épocas anteriores (como Bernini), hasta ser decorada bajo el diseño de Nicola Salvi, autor de tan majestuosa composición arquitectónica y escultórica que hoy atrae a cientos de miles de turistas a sus aguas.
OCÉANO, HIPOCAMPOS, CABALLOS Y DIOSAS
La belleza de esta fuente recae en su espectacular composición arquitectónica y escultórica, con grabados en alto relieve, esculturas y un orden gigantesco a modo de telón que ofrece una imagen espectacular sobre las cristalinas aguas. El telón arquitectónico bellamente compuesto se abre exponiendo la temática “dominando las aguas”, donde Océano aparece al centro dominando dos hipocampos, anqueado por Abundancia, que vierte agua desde su jarrón, y Salubridad, que da de beber a una serpiente de la suya. Sobre las aguas, esculpidas en travertino y mármol blanco, se encuentran dos tritones, uno representando el mar en calma logrando dominar a su hipocampo sin esfuerzo, y al mar agitado, manifestado por otro de difícil control. La obra completa representa la naturaleza del océano y sus aguas mediante una escultura de bulto redondo obra de Salvi, que rescata trazados del propio Bernini y oculta detalles de su vandalización temprana. Hoy, la fuente representa un punto de encuentro para contemplar la belleza barroca de Roma y su tributo a las aguas exteriores mediante una obra escultórica y arquitectónica únicas en su tipo, que atraen a miles de turistas a contemplar tan bello trabajo escultórico como a contribuir a la tradición de lanzar monedas a sus aguas. La Fontana di Trevi es otro ejemplo de que Roma, a pesar del paso del tiempo, continuó embelleciéndose a sí misma como en sus mejores días de la antigüedad mediante el tributo a su mitología y embelleciendo su propio urbanismo público.
EL PANTEÓN DE AGRIPA
El templo más antiguo de Roma.
A pesar de la milenaria historia de la ciudad de Roma, su acervo arquitectónico pocas veces ha logrado sobrevivir a los siglos que los separan de su época con nuestra modernidad, siendo contados los recintos que aún se mantienen en pie, y más aún, aquellos que lograron mantenerse intactos e inmunes al paso del tiempo y los eventos históricos que azotaron a la ciudad eterna. Si bien la ciudad parece ser un paraíso de edificaciones antiguas, muchas de ellas datan de al menos 6 siglos de antigüedad pertenecientes al Renacimiento italiano, por lo que los edificios posteriores a tan increible periodo histórico muy seguramente se encuentran en ruinas o solamente permanecen rocas donde antiguamente existieron palacios y templos de gran magnitud y belleza.
A pesar de este contexto un tanto triste, existe una edificación que sobrevivió a todo lo que Roma fue capaz de soportar, incendios, saqueos, demoliciones y sobre todo, al mismo tiempo y sus efectos. Se trata de un templo, el más antiguo de la ciudad, mismo que se remonta a la antigua Roma imperial y que ha prevalecido por más de 18 siglos de manera casi intacta y bien conservado. En un estado de excelente conservación llega a nuestros días el Panteon de Agripa, conocido también como el Panteón de Roma, una edificación que fue de uso en uso hasta llegar a la era contemporánea contra todo pronóstico, un vestigio de la arquitectura clásica de magníficas proporciones.
PRIMER TEMPLO
El Pantheon que hoy conocemos no siempre tuvo la misma apariencia ni mucho menos fue hogar de las mismas religiones. Antes de ser edificado el Panteón que hoy conocemos, existió un templo más antiguo, de una apariencia más acorde a la arquitectura helenística y dedicado a las deidades de la gens Julia: Marte, Venus y a Divus Iulius, Julio Cesar divinizado. De este primer templo sólo sobreviviría la hoy fachada del panteón de Roma, al menos en su apariencia, pues la primera edificación consistiría en un templo períptero de múltiples columnas y una nave rectangular.
Años más tarde, en el año 126 d.C., el emperador Adriano ordenaría la construcción de otro templo en el mismo sitio donde Agripa había llevado a cabo la obra anterior para entonces destruida. El plan de Adriano, que no gustaba de poner a su nombre sus obras públicas, consistiría en un templo de diferente arquitectura, el cual innovaría por su rotonda y cúpula, sus más grandes características. El propio Adriano dedicaría esta obra a Agripa, algo que termina confundiendo a los estudiosos de la arquitectura romana en su momento.
PANTEÓN DE ADRIANO
El templo que edificará el mandato de Adriano sería el que pasaría a la historia como uno de los grandes vestigios de la Roma antigua y su arquitectura de manera intacta y excelentemente conservado. Consiste en un templo circular, cubierto por una cúpula cuyo diámetro es incluso más amplio que la que se halla sobre la basílica de San Pedro en el Vaticano, obra de Miguel Ángel, genio del renacimiento que se inspirará fuertemente del propio Panteón de Agripa. Su fachada y entrada principal se caracteriza por poseer un pórtico de columnas corintias que sostienen un frontón clásico de la época. Si bien su arquitectura exterior ya es un deleite de la arquitectura romana antigua, su interior en excelente estado de conservación sorprende aún más por su ingeniería, misma que marcaría la apoteosis de la arquitectura hasta la llegada del renacimiento y sus edificaciones visionarias. Su uso pasaría del culto de divinidades romanas e imperiales al cristianismo y posteriormente al catolicismo, uso que ha mantenido desde el siglo VII hasta nuestros días, siendo conocido hoy como la basílica de Santa María y los Mártires o Santa María Rotonda por la plaza al exterior del mismo nombre. Su arquitectura y milenaria composición hacen del Panteón de Agripa, Panteón de Roma o Santa María Rotonda una edificación digna de admirarse en el corazón de Roma, un verdadero tesoro que nos transporta a la Roma clásica.
GLADIADORES
Los guerreros favoritos del entretenimiento imperial.
La historia de la humanidad ha contado con toda clase de guerreros y luchadores, soldados, mercenarios y caballeros que sirvieron a uno u otro propósito, haciendo que su respectivo concepto, armas y estilo de lucha pasase a la historia por su valentía, habilidad, destreza y las victorias alcanzadas. Espartanos, samurais, vikingos o caballeros templarios, de entre todos ellos surge una clase de guerrero que triunfó en las arenas romanas frente a otros luchadores y contra bestias salvajes en busca de la gloria y la admiración del pueblo y la élite romana, buscando el aplauso y el aclamo de multitudes ebrias de entretenimiento en el apogeo de la antigüedad del imperio romano. Ellos fueron los gladiadores, guerreros habilidosos dispuestos a enfrentar cualquier peligro en busca de riqueza, gloria, admiración popular, y en muchos de los casos, su propia libertad, y en otros más desesperanzadores, condenados a luchar hasta la muerte debido a su condición de esclavo o alguna condena con pena de muerte disputada en las arenas sangrientas de toda roma, en especial, en el Coliseo romano. ¿Qué llevaba a estos guerreros a masacrar en frente de multitudes? Conozcamos las razones y la naturaleza de ser un gladiador romano en la época dorada del imperio.
LUDI
La popular frase “pan y circo para el pueblo” no podría definir de mejor manera a la república/imperio romano, donde el pueblo siempre se mantiene distraído con el entretenimiento que la próspera utopía romana tenía para ofrecer. Desde el circo al teatro, el entretenimiento romano siempre fue de lo mejor que el mundo antiguo dispuso para mantener un pueblo feliz y satisfecho con el espectáculo, mismo que sería revolucionado con la incursión de las luchas de gladiadores como parte de los famosos Ludi, juegos y celebraciones dispuestos para entretener al pueblo llano.
La llegada innovadora de este espectáculo de luchas a muerte, violencia y masacres no hizo más que fascinar los romanos de la época, pasando de ser una tradición romana perteneciente a los munus (deuda funeraria a los espíritus familiares), a una excelente manera de entretener audiencias, generar mucho dinero, y llevar a todos los partícipes a un éxito prometedor si la victoria estaba de su lado, siendo los propietarios de gladiadores personajes adinerados con un excelente negocio a su disposición, y los gladiadores, próximos poseedores de gloria, o de muerte.
LUCHAS MILENARIAS
La lucha de gladiadores se convirtió en una práctica que permaneció en el quehacer romano antiguo por más de mil años, siendo su declive el siglo V, cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial del imperio y estas masacres no fueron bien vistas más. Pero mucho antes de esto, desde la república hasta la época dorada del imperio, los gladiadores fueron un deleite del pueblo y un excelente negocio para sus propietarios, administradores, y para las autoridades romanas que los regularon. El surgimiento de este espectáculo prosperó mediante su propia popularización, siendo la forma en que hombres dotados de armadura, espadas, lanzas y todo tipo de arsenales, se debatían la vida para la diversión de las masas reunidas en los anfiteatros. Los gladiadores tenían un único propósito en la arena: sobrevivir, valiéndose de sus habilidades, destreza y armas para vencer a sus enemigos, ya fuesen estos fieras salvajes u otros gladiadores igual de experimentados, lo que hacía que el espectáculo fuese aún más apasionante para el público. Aclamados, vitoreados, aplaudidos y remunerados tras sus victorias, los gladiadores se convirtieron en los guerreros más populares de Roma, pero dentro de este negocio también existió la marginación social.
LA NATURALEZA DEL GLADIADOR
En el comienzo, la principal fuente de gladiadores fue el esclavismo y la toma de prisioneros que el imperio hizo mediante sus conquistas. Entrenados y dotados de armas, los primeros gladiadores serían obligados a pelear a muerte por mero entretenimiento y negocio, lejos del amor que las masas ofrecerían más tarde a los gladiadores de escuelas, formados por los mejores para ofrecer un mejor espectaculo y sin la pena de muerte que esclavos, prisioneros o criminales tenian sobre su cabeza, cuyo ultimo destino era la arena del anfiteatro. Entre los gladiadores existieron múltiples clasificaciones derivadas de su estilo de lucha, origen, y proveniencia territorial imperial. Destaca de este espectáculo la diversificación del entretenimiento, puesto que además de luchar entre gladiadores, estos también se disputaron la vida en la lucha y caza de bestias en la arena, práctica que permaneció vigente después del declive y la prohibición de los gladiadores después del siglo V. Muchos emperadores fueron ávidos entusiastas de este espectáculo, llegando incluso a practicar públicamente y en privado, siendo claro la amenaza de muerte o de daños mínima en comparación de los gladiadores profesionales.
Hoy, conocemos esta práctica antigua de lucha y gloria mediante el mundo audiovisual y su máximo exponente, Gladiator de Ridley Scott, filme que muestra un acercamiento bastante acertado a la vida del gladiador en pleno apogeo del espectáculo romano, siendo su escenario el ya famoso coliseo romano, la sede máxima a la que todo gladiador de la roma antigua aspiraba llegar, luchar y vencer, e inclusive morir con honor en sus arenas, las más importantes de la tradición gladiadora.
ÁNGELES Y
Un best seller para renacimiento en Roma…
No a todos les es posible conocer el mundo allá afuera, viajar y conocer sus ciudades, su naturaleza, los restos arqueológicos del mundo antiguo, o la belleza dejada por el arte del pasado. Si aún no es el momento indicado, esta en tus planes, o eres una persona que pre ere admirar el mundo desde lejos, existen maneras de viajar por el desde la comodidad y seguridad de tu hogar, siendo las maravillas del entretenimiento como el cine o la literatura excelentes recursos para saber que hay más allá de la puerta con gran precisión y de forma más amena. Roma por ejemplo, ha sido múltiples veces representada y lmada en el cine para distintos proyectos, desde la comedia romántica hasta las mejores adaptaciones históricas, existiendo una producción, inspirada en un best seller de calidad, la que podría representar su belleza con lujo de detalle, ofrecer datos históricos precisos, y que puede ser vista una y otra vez en cualquier parte, y con más detalles, leída entre tus manos. Se trata de Ángeles y Demonios, la famosa novela del escritor estadounidense Dan Brown, un genio del thriller de suspenso que tiene entre sus novelas obras como El Código da Vinci o El Símbolo Perdido, Material que nos presenta a su popular personaje Robert Langdon, experto en símbolos que, con el tiempo en contra y con una amenaza escondida, deberá resolver los misterios que le deparan en las capitales del mundo moderno. La primera novela de esta serie es nada menos que Ángeles y Demonios, que nos lleva al corazón mismo de Italia, Roma, con un Vaticano amenazado por un enemigo antiguo y un camino por recorrer por el pasado renacentista de la ciudad eterna. ¿te intriga saber más? Ese es el truco de Brown.
DAN BROWN, GENIO DEL SUSPENSO
Dan Brown es por mucho un genio del suspense contemporáneo, cuyas novelas hoy en día son best seller bien fundamentados, pues no todos son capaces de atrapar al lector página tras página como lo hace nuestro escritor de hoy, llevando a sus lectores por un camino detalladamente narrado y con la promesa de un desenlace siempre latente. El ritmo que caracteriza a Brown en la literatura de suspenso alcanzó su gloria con la primera novela de la serie que pone al experto en simbología Robert Langdon como protagonista, llevando al profesor de Harvard hasta la ciudad de Roma con un misterio por delante que lo llevará a recorrer el paso renacentista en Roma con la nalidad de salvar al Vaticano de su destrucción. Temerario por tomar temas tabúes y delicados del mundo contemporáneo para sus más intrigantes tramas, Dan Brown ha sabido cómo escribir historias dignas de ser leídas, y posteriormente, adaptadas al formato audiovisual. En el caso de Ángeles y Demonios, Brown nos lleva por Roma en una senda repleta de arte y arquitectura renacentista, con datos históricos precisos y de interés para el lector y la audiencia, algo que caracteriza la narrativa de Brown y que hace de sus adaptaciones cinematográ cas verdaderos lmes llenos de cultura.
DEMONIOS
para conocer el Roma… y las conspiraciones.
CONSPIRACIÓN ILUMINATI
Nuestros días están repletos de fanáticos de las conspiraciones, teniendo a los “illuminati” como principales autores de prácticamente toda conspiración mundial. Los verdaderos illuminati no fueron más que una serie de organizaciones ocultistas sin mayor repercusión que eso mismo; hoy en día, erróneamente, se les llama así a la supuesta élite mundial que controla el mundo. Alejado de todo esto, Dan Brown nos plantea otra versión en su novela A&D, la de una antigua orden enemiga del vaticano y la fe católica, compuesta de pensadores y cientícos que la propia iglesia erradicaría y que en esta novela emprenden su tan esperada venganza buscando destruir la Basílica de San Pedro y todo a su alrededor en pleno corazón de Roma. Bajo este punto de partida, Brown lleva al lector y a sus personajes por Roma en busca de dar con este enemigo en las sombras, senda que los llevará a conocer la ciudad de Roma de forma detallada, analizando pistas, esculturas y arquitectura renacentista con lujo de detalle, ofreciéndonos una forma de apreciar la belleza de Roma desde las páginas de su novela, o también, desde su adaptación cinematográ ca protagonizada por nada menos que Tom Hanks, quien interpreta al propio Langdon en su camino para salvar a la ciudad del Vaticano. La narrativa de Brown es tan detallada, precisa y atrapante, que la lectura sumerge a los lectores en las calles mismas de Roma desde cualquier parte del mundo, llevándonos en una odisea renacentista, conspiranoica y con la amenaza de una bomba de antimateria en cada página. Sin duda alguna, Ángeles y Demonios ofrece una experiencia literaria única, misma que ha hecho que sus lectores se aventuran a conocer las locaciones y sitios descritos, encontrando en la precisión de su autor, una sensación de haber estado en todos esos lugares antes, algo que pocos logran hacer, pero que Brown, y su amor a la ciudad eterna y su arquitectura y arte, han logrado de manera novelística.
LOS DIOSES ROMANOS
De mitología fundacional a copy-paste helenístico.
Las múltiples similitudes existentes entre la cultura romana y la de la Grecia antigua son bastante conocidas en la actualidad, destacando rasgos compartidos como la arquitectura, losofía, y claro, la mitología, siendo esta última de especial interés para la república romana, quienes encontraron en este legado helenistico un material bastante interesante a implementar en su propia cultura. Las deidades, mitos y leyendas griegos serían, como muchas otras cosas, in uencia directa para terminar de forjar la gloriosa estructura romana ante el mundo conocido, agregando entonces una nueva serie de deidades que poco a poco fueron adaptándose a la tradición romana. Si, como es bien sabido, los romanos se inspiraron de una manera casi descarada de la cultura griega antigua, implementando gran parte de su cultura a la creación de la identidad romana, por lo que podríamos decir que la Grecia antigua terminó siendo la in uencer favorita de la República Romana, pues tal fue su fascinación por sus contribuciones a la civilización que terminó por tomar prestados hasta sus mismos dioses, adaptandolos a su propia mitología y rellenando huecos con una nueva reinterpretación. Roma llevó a cabo el primer remake de la historia, y utilizó el panteón griego para ello.
Aunque Roma posee una cultura increíble, aportes signi cativos al desarrollo humano de la antigüedad y su legado es enorme para el mundo moderno del hemisferio occidental, la mitología romana, al menos en sus inicios, carecía de mucha tradición, quedando relegada a hechos históricos sobre su fundación que poco mezclaban divinidades y otros eventos, destacando acontecimientos reales donde el hombre era el único protagonista. Si bien existieron sus dioses y su leyenda fundacional es bien conocida, Roma no adoptó la costumbre de honrar deidades de diversos tipos hasta mucho después de su andar histórico, siendo su principal in uencia la tradición helenística de Grecia y su bien constituido panteón. Lo que sí es destacable de Roma es su fuerte sistema de rituales y escuelas sacerdotales, sirviendo a festividades en veneración de su historia fundacional y gran apogeo republicano e imperial. Este desarrollo de creencias y rituales sería más tarde forti cado con la adopción de nuevos dioses y prácticas que no hicieron más que acrecentar su mitología, reestructurando de manera que Roma no tuviese que deberle nada a ninguna otra cultura de la época.
MITOS ROMANOS INSPIRACIÓN HELENÍSTICA
Es bien sabido que Roma siempre vio a Grecia con admiración, fascinación por sus lósofos, su habilidad arquitectónica, su sistema social, y por supuesto, su mitología, siendo los olímpicos y los titanes la fuente de una inspiración que al nal terminaron por tomar prestados, rebautizados y utilizados para fortalecer su imaginario tradicional a conveniencia en busca de justi car su grandeza ante todos. Aunque existen diferencias notables entre la mitología griega y la romana, mucho de la primera fue tomada para interpretarse por los romanos, rebautizando deidades pero manteniendo los mismos atributos. Casos notables de esta adopción son los dioses Zeus, Hera y Poseidon los más importantes de esta adopción, pasando a llamarse en el terreno romano Júpiter, Juno y Neptuno (destacando de esto que sus nombres bautizaron los planetas del sistema solar bajo el nombre romano).
Otros dioses como Ares (Marte), Hermes (Mercurio) y Atenea (Minerva), serían de gran importancia dentro de las nuevas creencias que rápidamente adoptaron el pueblo romano como propias, dedicando templos, tributos y ofrendas a estos nuevos dioses diversos, llenos de mito y leyenda, muchos de los cuales se mantendrían iguales salvo ciertas modi caciones estructurales para poder terminar de encajar a estos seres divinos con las creencias previamente establecidas en toda Roma, llenando huecos en la mitología romana con la llegada del mito helenistico.
Este importante sincretismo greco-romano pasaría a la historia como una de las adopciones religiosas más importantes de occidente, principal razón de la similitud de estas dos culturas antiguas que terminan por colocar a Grecia como la pionera de la civilización occidental y cuna de toda cultura, y a Roma como la que terminaría perfeccionando toda estructura social, militar y religiosa para terminar de cimentar el futuro de la humanidad en occidente. Si bien muchos reprochan esta hazaña romana de tomar prestado todo un panteón y hacerlo pasar por suyo, hoy en día sabemos que esto siempre ha sido necesario para el progreso de creencias humano, algo que terminaría ocurriendo siglos más tarde con la llegada del cristianismo y su expansión por Europa, cambiando nuevamente el sistema de creencias en favor de aquellos a la cabeza de las sociedades.
ROMA, LA CIUDAD ETERNA -Wikipedia -National Geographic
CASTILLO DE SANT’ANGELO -Wikipedia -Conoce Roma
ALTARE DELLA PATRIA -Wikipedia -Disfruta Roma
EL FORO ROMANO -Wikipedia -World History Encyclopedia
EL RÍO TÍBER -Wikipedia -Romit -Ecured
LOS DIOSES ROMANOS -Wikipedia -Nueva Tribuna
DE ARCHITECTURA -Wikipedia -BBC
FONTANA DI TREVI -Wikipedia -Audioguia Roma
EL PANTEÓN DE AGRIPA -Wikipedia -Italy Museum
GLADIADORES -Wikipedia -Nat Geo -Gladiator – Ridley Scott
ÁNGELES Y DEMONIOS -Wikipedia -Ángeles y Demonios – Dan Brown