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HÉROE DE LA FE

HÉROE DE LA FE

MATTHIAS MAYER ha ganado la medalla de oro en la competición de esquí supergigante en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022. Un triunfo que se añade a la medalla de bronce que consiguió en la prueba masculina de descenso la víspera de su máximo podio. Con estos últimos éxitos, Mayer se ha convertido en el segundo esquiador alpino de la historia en ganar tres oros en tres Juegos Olímpicos distintos (los otros dos fueron en Sochi 2014 y Pyeongchang), tras Kjetil Andre Aamodt. Pero su triunfo mayor radica en otra cosa. Dos años antes de su primera victoria deportiva en los Juegos Olímpicos de Sochi (Rusia), Matthias Mayer enfermó de artritis reactiva, una inflamación de las articulaciones que se produce como A sus 32 años, Matthias Mayer es un atleta cristiano comprometido que ha ayudado a familias refugiadas en su país. Gracias a su fe pudo vencer dos graves males en solo cinco años. (*)

EL ESQUIADOR DE LA FE

consecuencia de una infección bacteriana. Los médicos que lo trataron pudieron identificar una intoxicación alimentaria como la posible causa. Entonces tuvo que dejar de entrenar por un tiempo, llegando incluso a estar hospitalizado por un mes. A Mayer apenas le quedaban fuerzas debido a esta artritis reactiva: perdió mucho peso y además tuvo que usar una silla de ruedas durante algún tiempo. Pero rendirse estaba fuera de los planes del atleta. Mayer evitó las terapias más agresivas y tras recuperarse rápidamente, comenzó nuevamente a entrenar. Sin embargo, apenas tres años después, tuvo otra lesión. Esta vez a causa de una caída, lo que le provocó heridas graves. Las fracturas de dos de sus vértebras torácicas fueron tratadas en una operación de riesgo. Gracias a la “bolsa de aire” que llevaba Mayer cuando cayó, se evitaron daños aún más graves. Sin embargo, la temporada del campeón olímpico llegó a su fin antes de tiempo debido a las fracturas.

Fe en Dios

Durante tiempos tan difíciles de crisis, Matthias Mayer ha dicho que se sintió respaldado por su profunda fe en Dios. El esquiador, de 32 años, decía en 2017: “Para mí, los logros y éxitos deportivos no solo son gracias a la preparación física y mental, sino también a mi fe y a la fuerza muy especial que recibo de ella”. Cada decisión en la vida, expone Mayer, tuvo que ver con su fe. “Cuando recibes tantos elogios, me doy cuenta de lo importante que es para mí la fe en Dios.

Me da seguridad, sé que pase lo que pase, puedo enfrentar el día a día en paz, porque él me acompaña en mi camino. Y estoy infinitamente agradecido por ello”. Para el campeón olímpico, su fe cristiana incluye el compromiso con los más necesitados. Hace unos años, por ejemplo, Mayer apoyó a dos familias de refugiados de Irak, una de las cuales ahora puede vivir de forma independiente en Austria, mientras que la otra regresó a su país de origen. Matthias Mayer comenta: “Fue una situación excepcional para las personas involucradas. Les conseguimos alojamiento y les mostramos cómo funciona la vida en nuestro país”.

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