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Devocional

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Historia de vida

Historia de vida

CRISTO (III)EL REINO MILENIAL DE

“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar… y vivieron y reinaron con Cristo mil años”. Apocalipsis 20:4

Rev. Luis M. Ortiz

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO VIENE, en su Segunda Venida, a establecer su Reino Milenial como Rey de reyes y Señor de señores. ¿Y qué clase de gobierno será el reinado de Cristo en el Milenio? ¿Será un gobierno de izquierda o de derecha? ¿Será de centro? ¿Será una dictadura de izquierda o de derecha? ¿Será una autocracia? ¿Será un imperio? ¿Será una oligarquía? ¿Será una república? ¿Será una democracia? ¡Nada de eso! Todos éstos son sistemas humanos de gobierno. Unos son sanguinarios, otros son malos, otros menos malos, y por lo mismo, todos llenos de lacras. El gobierno de nuestro Señor Jesucristo, durante Su Reino Milenial, será una TEOCRACIA. O sea, el Gobierno directo de Dios ejercido sobre el hombre, pues éste nunca supo gobernarse a sí mismo, mucho menos gobernar a sus semejantes. Será un gobierno de justicia y rectitud (Jer. 23:5-6; Is. 11:4-5). Aunque será único Soberano, su gobierno no será autocrático, ni tiránico. El único Gobernante mundial será el una vez sufriente Mesías de la Cruz, pero ahora el triunfante Soberano de todas las naciones de la Tierra, a quien

“Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra…” (Fil. 2:911). Con esta potestad que le fue dada en el Cielo y en la Tierra (Mt. 28:18), el Señor Jesucristo reinará y gobernará la Tierra, juntamente con la iglesia redimida (Ap. 3:21; 2:26; 5:10). En el milenio, a las doce tribus de Israel se les devolverá todo el territorio designado por Dios en el pacto, con Abraham y con David, y los doce apóstoles de Cristo gobernarán las respectivas tribus (Mt. 19:28), y los mártires de la gran tribulación participarán en el Reino Milenial de Cristo (Ap. 20:4). ¿Cuáles naciones estarán en el Milenio? Las naciones que a lo largo de la historia dieron un trato cruel e inhumano a los judíos, el Señor las juzgará y no figurarán como tales en el milenio (Mt. 25:31-46). ¿Cuál será la capital del mundo? La capital del mundo será Jerusalén. La Biblia dice: “Acontecerá

en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová…” (Mi. 4:1-3; Zac. 14:17). ¿Cuál será la nación más importante durante el Milenio? Israel será la nación principal en el

mundo. La Biblia dice: “Cuando los saque de entre los pueblos, y los reúna de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones. Y sabrán que yo soy Jehová su Dios, cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos. Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor” (Ez. 39:27-29). Y Dios hará a Israel una bendición grande para todas las naciones de tierra (Zac. 8:13). ¿Y cuáles serán las bendiciones y los beneficios para la humanidad en el Reino Milenial de Cristo? Mencionaremos solamente algunos: 1) Todos los sistemas sociales, políticos, económicos, docentes, legislativos, jurídicos; todos viciados por ser humanos, o humanistas, o corruptos, o ateístas, éstos serán eliminados, y el Rey de reyes y Señor de señores, ordenará la vida humana en todas

sus relaciones en todos los confines de la Tierra, conforme a los postulados de la Santa Biblia y de los fundamentos de Su “santo trono” (Sal. 47:8), pues “jus-

ticia y juicio son el cimiento de tu trono” (Sal. 89:14), y “las obras de sus manos son verdad y juicio; fieles son todos sus mandamientos, afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud” (Sal. 111:7-8), pues “será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura” (Is. 11:5), pues “cetro de justicia es el cetro de tu reino” (Sal. 45:6). Y aquellas personas y naciones que al principio no quieran reconocer su autoridad, el Señor “las regirá con vara de hierro” (Ap. 19:15). 2) La Tierra, que por causa del pecado del hombre fue declarada maldita por Dios para limitar su productividad y también para que produjera “espinos y cardos”, por lo cual, hasta hoy,

“toda la creación gime…” y el continuo anhelar de las criaturas es ser libradas de la servidumbre (o maldición) de corrupción (o deterioro), durante el milenio será restaurada a las condiciones favorables de bendición y de productividad del huerto del Edén (Gn. 3:17-18; Ro. 8:20-23; Joel 2:21-23). Inclusive, el clima de la Tierra será agradable; la lluvia no faltará; no habrá desiertos (Is. 30:23, 25; 35:1, 2, 7). 3) Igualmente la fiereza de las bestias y de los animales vino por causa del pecado del hombre, pero durante el Reino Milenial de Cristo, “morará el lobo

con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará... el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán… porque la tierra será llena del conocimiento de Jeho vá, como las aguas cubren el mar” (Is. 11:6-9). (Continuará próxima edición)

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