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ENTREVISTA

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INTERNACIONAL

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Después del fallecimiento del reverendo Carlos Guerra, la Obra del MMM de Costa Rica sigue adelante enfrentando nuevos retos, obteniendo nuevas victorias, manteniéndose unidos recorriendo la ruta que Dios les trazó a través de los años.

“DIOS CUIDA SU OBRA”

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ELISEO AQUINO

EL MOVIMIENTO Misionero Mundial (MMM) va a cumplir 56 años en Costa Rica. En 1964, un grupo de hermanos se contactaron con el pastor Teodoro Marrero, en Panamá, quien le informó al pastor Luis M. Ortiz que había un grupo de Costa Rica que querían formar parte del MMM. En 1965 el pastor Ortiz viajó a San José y estableció la Obra. El MMM fue expandiéndose en diferentes ciudades a inicios de los años 70 con el pastor Julio Espinosa como supervisor y se abrieron iglesias en la provincia de Limón. En ese tiempo apareció un joven José Arturo Soto que apoyaba la Obra y fue a predicar a la zona de Torre Alva. De esa manera se logró crecer hasta alcanzar todas las siete provincias de Costa Rica, en todo este tiempo han pasado cinco supervisores entre ellos estaban los reverendos Manuel Zúñiga y Carlos Guerra. En la actualidad el MMM tiene 186 Iglesias y 91 campos blancos y ha logrado alcanzar a todas las provincias de Costa Rica. El reverendo Alberto Mayorga Rojas, Encargado de la Supervisión del Movimiento Misionero Mundial de Costa Rica, brindó unas declaraciones sobre la situación en que se encuentra la iglesia, además indicó que la obra se siente respaldada por el Señor y asumen con gozo el legado de su antiguo supervisor. ¿Cómo está la iglesia después de la lamentable pérdida del reverendo Carlos Guerra? La Obra se ha mantenido unida. Después de casi un año de su partida, hemos visto que el Señor nos ha consolado; así como estuvo con el hermano Carlos, también estamos viendo cómo Dios nos está sorprendiendo con muchas bendiciones. El hermano Carlos fue una inspiración en todo momento; ver el impulso que dio para sacar adelante el canal, su labor para levantar nuevos obreros, la constante preocupación del crecimiento la Obra del Señor, su entrega por completo al servicio de la iglesia nos inspira a seguir adelante. Su partida fue un golpe muy duro para nosotros, él nos ha dejado una gran tarea pendiente que tenemos que terminar. ¿El pueblo de costarricense dispone su corazón para escuchar la Palabra de Dios? Costa Rica es muy abierto al Evangelio. De este lugar han salido muchos misioneros al mundo. Lamentablemente con el tiempo nos hemos llenado de iglesias liberales. En el gobierno hubo iniciativas a favor del aborto, al eutanasia y la ideología género, sin embargo tenemos un grupo de diputados cristianos que no han aprobado esas iniciativas. También la alianza evangélica viene luchando en contra de estas ideas que van en contra de la Palabra de Dios. ¿Qué se viene para la Obra en Costa Rica? ¿Qué planes y proyectos se tiene pensado para este país? Gracias a Dios ya hemos cancelado todo el costo de equipos para que Bethel Costa Rica ten-

ga señal digital; ahora vamos a empezar a levantar un edificio exclusivo para este medio de comunicación. También queremos ampliar la infraestructura del campamento el Tabernáculo ubicado en la provincia de Limón, queremos hacer mejoras en todos los establecimientos, por último, estamos viendo la compra de un terreno para hacer nuestro centro de convenciones, ya que hemos gastado por mucho tiempo en alquileres de locales y en vista de tanto gasto queremos tener un lugar propio. A pesar de las dificultades que se tiene por la pandemia, ¿Cómo se realiza a evangelización en Costa Rica? En la parte de la evangelización nos mantenemos firmes, seguimos realizando campañas con las iglesias, entrega de tratados, revistas, mensajes evangelísticos por medio del canal y redes sociales. También estamos entrando a las comunidades indígenas en la parte de la selva de Talamanca, cerca de la provincia de Limón. De esa manera se están levantando iglesias con pastores que predican su en su idioma. En la parte sur en la frontera con Panamá existen unas reservas indígenas donde también estamos entrando a predicar. ¿Qué mensaje puede dejar sobre la obra que Dios ha puesto en sus manos? Creo con todas mis fuerzas que Dios sigue cumpliendo sus promesas con nosotros. Por eso estamos seguros de mantener el rumbo que el Señor nos ha fijado. El hermano Ortiz decía: “Dios es el dueño de la obra, dirige la obra y cuida su obra”, en resumen, no estamos en una obra cualquiera, estamos en la Obra del Señor, nosotros sólo somos colaboradores y trabajamos para él, por esa razón nos sentimos bendecidos y estamos contentos.

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