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MÚSICA
Basado en la parábola de las diez vírgenes, este himno fue escrito por el pastor Philipp Nicolai. Aborda el gozo anticipado de los fieles de Dios por la segunda venida de Cristo.
DESPERTAD,
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LA NOCHE PASA
ALABANZA llena de luz, esperanza, alegría y fe, la composición “Despertad, la noche pasa” es una canción acerca del gozo anticipado de los fieles de Dios por la segunda venida de Jesucristo. Compuesta por el siervo Philipp Nicolai, ofrece además consuelo y fortaleza en circunstancias adversas y complicadas. Publicado en 1899, este himno fue creado por su autor cuando leía las Escrituras en búsqueda de la noble y sublime doctrina de la vida eterna, en medio de una gran peste que asolaba el territorio de la región de Westfalia, donde predicaba el Evangelio del Señor. Respecto a la música que acompaña al cántico del hermano Nicolai, llamada “Wachet auf”, se puede anotar que, como muchas melodías corales de origen alemán, tiene dos versiones: una rítmica, que conserva las armonías originales, y una isorrítmica, en la que se ajustan las notas a un ritmo más regular. Basado en la parábola de las diez vírgenes, hace referencia, entre otros pasajes bíblicos, a Deuteronomio 4:7-9, Isaías 21:11, Isaías 51:17, Isaías 52:1-12, Mateo 22:1-14, Mateo 24:1-13, Lucas 2:11, Romanos 13:11-14, 1 Corintios 2, Efesios 5:14, 2 Timoteo 4:8-12, Apocalipsis 3:20, Apocalipsis 4:1-11 y Apocalipsis 5:9-14. Nacido el 10 de agosto de 1556 en el pueblo de Mengeringhausen, situado en la parte central de Alemania, el pastor Philipp fue un destacado portavoz luterano. Teólogo surgido de la Universidad de Erfurt, empezó su ministerio evangelístico en la ciudad de Herdecke en 1583.
Doctor en Teología por la Universidad de Wittenberg, compartió posteriormente la sana doctrina en el distrito de Altwildungen del estado de Hesse. Luego, irradió el mensaje del Creador en la urbe de Unna. Más adelante, tomó las riendas de un templo de la urbe de Hamburgo donde
DESPERTAD, LA NOCHE PASA
1 Despertad, la noche pasa; los centinelas ya pregonan: ¡Jerusalén despierta ya! La solemne hora llega, su séquito está ya cerca, ¡oh fieles todos despertad! Alegres, pues, salid al Cristo recibir ¡Aleluya! Con luz las lámparas llevad, uníos en festín nupcial.
2 Ya resuenan dulces cantos, la Iglesia siente gozo santo y se prepara con fervor a tomar el Verbo eterno que viene humilde desde el cielo a darle su infinito amor. ¡Hosana al Hijo Dios! ¡Hosana al Dios de amor! ¡Aleluya! Con gozo ansiamos contemplar festín del reino celestial.
3 ¡Oh! de Dios Cordero Santo, Los cielos y la tierra, encantados, adoración te dan a ti. Oye nuestras alabanzas que al cielo van en dulce banda, creciendo así tu prez allí. Do está el Sumo Bien, que mana de tu ser. ¡Aleluya! Loor a ti queremos dar, por siempre y siempre, sin cesar.
pasó los últimos años de su vida. Hombre valiente y decidido, en su quehacer pastoral se enfrentó con partidarios de la Iglesia católica contrarios a las verdades contenidas en la Biblia. Asimismo, plantó cara a las críticas lanzadas por algunos calvinistas sobre la presencia real de Jesús en la Cena del Señor y desbarató sus ideas equivocadas. Firme en sus puntos de vista doctrinales, se constituyó en un importante representante del cristianismo del siglo XVI y en un pilar de la Iglesia luterana. Fallecido el 26 de octubre de 1608, su exaltación del nombre de Dios a través de la música tuvo su punto más alto en su himno “Despertad, la noche pasa”.