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NACIONALES
Somos la minoría mayoritaria
Redacción Impacto
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La comunidad latina será por primera vez en noviembre la minoría más grande en votar en los Estados Unidos, y por ello es cortejado insistentemente por el presidente Trump y el candidato demócrata Biden, cada vez más conscientes de que no es un electorado tan monolítico como el de la comunidad negra, y que los hispanos tienen casi tantas sensibilidades diferentes como países de procedencia.
Se estima que 32 millones de hispanos -de una población de 60,6 millones (18 % de la población)- son elegibles para votar, frente a los 27,3 millones que tenían derecho al voto en 2016.
Con este panorama, como afrma Sindy Benavides, directora ejecutiva nacional de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), un “voto puede literalmente marcar la diferencia. Lo único que tiene que hacer el candidato es ganar el 50 % más uno”.
Aunque mayoritariamente los latinos, que representan el 13,3 % del electorado, se identifcan tradicionalmente más con los demócratas, el sentido de su voto está muy marcado por su origen y creencias religiosas.
En este sentido, el electorado hispano se puede concentrar en cinco principales grupos:
MEXICANOS
En los EE. UU. viven unos 37 millones de personas de origen mexicano (el 61,9 % de la población hispana). No en vano, comparten frontera, una compleja relación bilateral, especialmente durante el mandato de Trump, y una gran actividad económica y comercial.
Los mexicanos son también el 58 % entre los votantes latinos y también el grupo al que Trump ha concentrado buena parte de los ataques contra los inmigrantes, lo que podría llevarlos en masa a los centros de votación.
La intención de su Administración de construir un muro fronterizo para frenar la inmigración ilegal, la derogación del programa para los Llegados en la Infancia (DACA) que ha benefciado a jóvenes inmigrantes, en su mayoría mexicanos, y otras políticas antiinmigrantes son algunos de los temas que preceden esta elección, cuyos resultados impactarán a México.
La mayoría de la comunidad mexicana vive en California - el 80 % de los 7,7 millones de electores hispanos de ese estado es de origen mexicano-, seguido por Texas, donde el 87 % de los 5,4 millones de electores hispanos también tiene ancestros en ese país.
Mayoritariamente votan demócrata y su papel puede ser clave en estados como Texas, Colorado, Nevada o Arizona, estado donde las encuestas apuntan a un posible triunfo de Biden que le allanaría el camino a la Casa Blanca.
PUERTORRIQUEÑOS
Son el segundo grupo hispano en el país, con 5,8 millones muy repartidos en diversos estados, en una cifra que aumentó un 23 % en 2018 a raíz de la emigración tras el huracán María que devastó la isla el año antes y la mayoría se concentró en la Florida, estado que Trump necesita ganar imperiosamente si quiere tener opciones reales el 3 de noviembre.
Personal del Departamento de Elecciones del Condado de Miami-Dade organiza votos, en la sede del departamento en El Doral, ciudad aledaña a Miami, Florida (EEUU). EFE/Giorgio Viera
Aunque los puertorriqueños nacen con la ciudadanía sólo pueden votar por el presidente si viven en uno de los 50 estados que componen EE. UU. Esta comunidad conforma el 13 % del voto latino, de acuerdo con datos del Pew Center.
Sin embargo, el peso boricua puede hacerse notar y mucho en las elecciones de Florida, donde muchos de ellos se asentaron en el área de Orlando después de que el huracán María devastara Puerto Rico en 2017 y hoy forman una comunidad de 1,3 millones de personas, la segunda más importante después de los cubanos.
CUBANOS
Precisamente los latinos procedentes de Cuba Representan el 5 % de los votantes latinos a nivel nacional y la mayoría está concentrado en la Florida, un estado que ha sido fundamental en las presidenciales en las últimas dos décadas y ha centrado la batalla de los candidatos demócrata y republicano, quienes han estado cortejando a los hispanos.
Tradicionalmente el voto cubano es republicano y han reinado como el principal grupo entre electores hispanos en ese estado (30 %), donde ahora son seguidos muy de cerca por los puertorriqueños (29 %), de tendencia más progresista.
Los cubanos tienen un nivel de participación más alto que otros grupos latinos, una tendencia que ha continuado desde la década de los años 80 del siglo pasado, según López.
En el 2016 el 56 % salió a las urnas en comparación con el 48 % de los puertorriqueños y el 46 % de los mexicanos. DOMINICANOS
Aunque los salvadoreños son el cuarto grupo más numeroso entre la población latina en el país (3,9 %), con la mayoría residiendo en California, los dominicanos habilitados para votar les superan en número, componiendo el 3,5 por ciento de los electores hispanos.
Entre el 2010 y el 2018 la población dominicana creció en un 37 % en el país. Unos 2,2 millones de emigrantes de la República Dominicana o de nacidos en el país viven ahora en EE. UU., que cuenta con la mayor población de esta comunidad.
La mayoría de los quisqueyanos -como también se les conoce- residen en Nueva York, donde son el 20,8 % del voto latino.
Siete de cada diez domini-
canos son ciudadanos, un 45 % por nacimiento y 27 % por el proceso de naturalización, lo que les permitirá ejercer su derecho al voto, aunque mayoritariamente no residen en estados clave.
EVANGÉLICOS
Más allá del origen geográfco de los votantes, el factor religioso tiene una gran infuencia para muchos latinos, y en este aspecto el grupo que más destaca son los evangélicos, que tradicionalmente se han inclinado por candidatos más conservadores.
Durante su primera campaña con miras a la presidencia, Trump prometió a los evangélicos blancos darles “mucho poder” y representarles “muy bien”.
A lo largo de su cuatrienio ha mantenido su apoyo y se espera que el 3 de noviembre, junto a los cubanos, sean el principal apoyo latino del mandatario.
La prioridad que ha mantenido durante su mandato en temas como el aborto, su rechazo al matrimonio entre parejas del mismo sexo, sus políticas sobre la comunidad LGBT y su elección de jueces conservadores para el Supremo tienen también el apoyo de evangélicos latinos, que ven al candidato a la reelección como una