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BIENESTAR

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EDUCACIÓN

EDUCACIÓN

Por Estrella Torres Carretero

Las noticias abundan en tragedias, los titulares de prensa no dejan de atemorizarnos y vivimos momentos de tremenda presión para las empresas. Todos queremos que 2021 sea un año feliz, y esta vez con mayor motivo. Así que el deber del líder es mostrarse optimista y, con ello, sembrar el optimismo a su alrededor.

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Todo individuo viene prepara las amenazas. Las emociones de miedo, ansiedad, estrés… le permiten activar respuestas de lucha o de huida. En la naturaleza es necesario protegerse de otros ani eso recordamos mejor los momentos traumáticos que las vivencias agradables. Pero está en nuestras miento, porque el cerebro posee una enorme plasticidad para hacer nuevas conexiones neuronales e invocar la salvadora resiliencia. De igual manera, podemos entrenar el enormes ventajas que reporta.

El escritor Émile Zola lo expresaba muy bien: «No soy optimista, quiero ser optimista». Coincido con él en que todos debemos trabajar para no dejarnos vencer por el desaliento, pero son los líderes quienes están obligados incorporar el optimismo a la cultura de la empresa mediante su ejemplo, puesto que las personas necesitan dejarse guiar por alguien que alcance a ver más lejos, allí donde habita la esperanza. No estoy hablando del optimismo exagerado de la niña Pollyanna, sino de trabajar esta emoción que tiene un impacto positivo en cada uno, en quienes están a su alrededor y, estoy segura, en el mundo de los negocios: si bien no es garantía única del éxito, sí constituye uno de sus ingredientes principales.

FOTO ILUSTRATIVA ANY LANE PEXELS

Sí, hay razones para ser optimistas

Hay algunos gestos diarios que ayudan a entrenar la actitud optimista:

Concentrarse en lo bueno

de cada día. De forma individual, bre las cosas positivas que nos han ocurrido, esa llamada de alguien dencia de una amiga… o la suerte de habernos despertado esa ma menos tres sucesos reconfortantes. En la empresa, hay que comenzar las reuniones pidiendo a la gente que cuente algo bueno que le haya pasado desde la última vez, algún logro profesional o corporativo, el apoyo de un compañero, ese feed reparador.

Fomentar el agradecimien-

to. No basta con reconocer a los empleados los logros empresariales, también hay que poner de relieve las acciones altruistas, el voluntariado, los resultados de la política social corporativa, la colaboración desinteresada. Valorar las buenas acciones debe formar parte de la cultura empresarial.

Dar buenas noticias. En nuestra empresa tenemos que esforzarnos por compartir las buenas noticias y alegrarnos por ello.

Interesarnos por el trabaja-

dor y por la persona. Querer a los demás genera buenos resultados. Eso supone que nos interesa su bienestar en la empresa y fuera de ella. Hay que hacer saber que las personas, no solo son trabajadores, sino que nos importan.

Ser fuente de inspiración.

El optimismo es una emoción contagiosa que mejora nuestra salud física y emocional. Las personas necesitan un líder en quien puedan admite sus equivocaciones, es hu tiene en cuenta a todos y sabe sobreponerse ante las adversidades sin caer en el pesimismo.

Hay algo más con lo que yo alimento mi visión favorable de la vida: tener planes. Son pequeñas cosas como programar actividades que me gustan, comprar entradas para un espectáculo, seleccionar un libro nuevo que leer. Siempre cuento con ellos en mi agenda porque sé que contribuyen a engordar mi optimismo.

Las 365 páginas en blanco del 2021

Por Mary Luz Marques

Cada uno de enero, muchos de nosotros tenemos la oportunidad de crear un tablero visual con nuestras metas a desarrollar durante el nuevo año que comienza. La euforia de un inédito ciclo nos ayuda a desplegar objetivos a corto y largo plazo. Estas nuevas experiencias, que vivimos a diario, nos ayudan a escribir algunas ambiciones en nuestras páginas de vida, con el fuerte deseo de verlas cum ses del calendario romano.

El libro de posibilidades

Hace poco vi la película últimas vacaciones), con la actriz Queen Latifah en el papel de Georgia Byrd. La protagonista de la historia, la tímida Georgia, trabajaba en una tienda comercial como dólares al año. Así, su vida diaria transcurría en un ambiente rutinario y sin novedades excitantes. En su tiempo en especial, los platos gourmet. Le gustaba mucho soñar despierta. Su libro de posibi que para ella eran inalcanza sualizaba de una manera grá de su libro revelaban deseos como el casarse con un colega de trabajo –con quien ni siquiera estaban saliendo de al chef de cocina Didier, de un hotel muy famoso y tener su propio restaurante, entre otras metas.

Su historia de un giro de dico le dice que tiene una enfermedad terminal. Georgia decide disfrutar de los últimos días de su existencia tratando de cumplir sus visualizaciones más anheladas en un corto espacio de tiempo. Su vida se le iba de las manos y no lo podía evitar. El disfrutar de las cosas simples, como caminar en silencio, era para Georgia uno de de la historia, el destino le lanza otra aventura y le vuelve a cambiar el rumbo de su existencia.

El tablero visionario

Los sueños se construyen con metas. Dibújelos, pués, divídalos en objetivos pequeños con una fecha de terminación. Tenga su tablero en un sitio en donde lo pueda ver todos los días, para que le haga recordar de su propio compromiso.

No espere, como Georgia, a estar cerca de la muerte terrenal para correr en contra del tiempo y de los altibajos de la vida para poder cumplir sus deseos. Si trabaja desde hoy con una estrategia rá con usted para realizarlos. ¡Créalo, porque la fe mueve montañas!

Contacto: LinkedIn @maryluzmarques, Twitter @maryluz_marques

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