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Yasmín y Claudia, símbolos de corrupción en la 4T
from EDICIÓN 3791
by impactomx
momento se actualiza el delito, y la prescripción comienza a correr cuando cesa en esa función. Pero si vuelve a ejercer otra vez funciones jurisdiccionales de nuevo se actualiza el delito y así hasta el infinito. Tendría que dejar pasar tres años y medio y jamás volver a realizar una actividad jurisdiccional para obtener los beneficios de la prescripción definitiva en la usurpación de profesión.
Pero Esquivel Mossa es también candidata a juicio político como lo previene el Artículo 76 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: “Por faltas u omisiones que cometan los servidores públicos y que redunden en perjuicio de los intereses públicos fundamentales y de su buen despacho”. Y Yasmín Esquivel ha ofendido a la UNAM, al pueblo de México y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
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La otra damnificada de López Obrador es la chica casadera sexagenaria Claudia Sheinbaum. Las cuatro fatales caídas del Metro le han deteriorado y aplastado la ansiada candidatura presidencial por Morena. Carga en su cuenta de ineptitud e irresponsabilidad los 31 muertos de los accidentes ocurridos en el Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México. Todo lo que pase en el Metro durante su trágica administración es su responsabilidad.
En su afán por capturar las preferencias del demagogo de Palacio, ha dejado de gobernar la capital de la República y se ha dedicado a viajar por el resto del país. El día del accidente donde perdió la vida una niña, tardó tres horas en llegar porque se encontraba de gira por el estado de Michoacán con una disertación que podría ser sacada de un cuento macabro: “Políticas públicas exitosas en la Ciudad de México”.
Han resultado tan exitosas sus políticas que ese día hubo una muerta y 106 heridos por su inepcia, su irresponsabilidad y su indolencia. Las tres íes que caracterizan un gobierno de caducidad anticipada y una ya advertida candidatura frustrada, con perjuicio incluso para Delfina Gómez en la elección del Estado de México. Han sido tan exitosas sus políticas que en la elección intermedia de 2021 perdió la mitad de las alcaldías en la Ciudad de México.
Cuando candidata al gobierno de la capital de la República Claudia Sheinbaum hacía gala de la demagogia copiada a su mentor López Obrador al sostener: “El problema del Metro es de opacidad, frivolidad y corrupción. Vamos a invertir millones de pesos para convertirlo en el mejor Metro”. Hoy Claudia Sheinbaum está salpicada de frivolidad, opacidad, excesiva corrupción y homicidios por acción y omisión.
Cada vez que Yasmín Esquivel Mossa y Claudia Sheinbaum Pardo tratan de defenderse de las graves acusaciones que pesan en su contra, más aflora la enorme corrupción que las ha acompañado durante todo el tiempo de haber tenido el privilegio de pertenecer al pestilente establo de Andrés Manuel López Obrador.
Cuando el 2 de enero de 2023 se eligió ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Esquivel Mossa no tuvo el menor decoro al presentarse a la sesión como aspirante a presidir al máximo órgano jurisdiccional de la Nación.
Días antes el célebre periodista e investigador Guillermo Sheridan la había exhibido como plagiaria de la tesis profesional del pasante de derecho Edgar Ulises Báez Gutiérrez. Con inusitado cinismo asumió su propia defensa al asegurar que poderes fácticos se habían confabulado para desprestigiarla como plagiaria, pero sin señalar esos poderes fácticos.
No ministra en retiro y todavía alumna no egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ya el rector Enrique Graue emitió sentencia definitiva en contra de la condición académica de la pasante de derecho Yasmín Esquivel. Aseguró el dirigente de la Máxima Casa de Estudios que el 90 por ciento de la tesis de Esquivel Mossa es coincidente en contenido, sintaxis, redacción y hasta puntuación a la presentada con un año de anterioridad. En defensa de la usurpadora de profesión sancionado por el artículo 250 del Código Penal Federal, y de plagio castigado por el artículo 427 del mismo Código, salió la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México con el cuento de que el delito había prescrito. Era de esperarse. Es parte de la corrupción lopezobradorista. Seguramente hacia sus adentros Yasmín ha de haber exclamado: “Ernestina, no me defiendas, por favor”. Una aseveración de ese tamaño lleva implícita una sentencia fatal para la toda- vía ministra: el delito sí se cometió, aun cuando ya no pueda castigarse.
Pero la pifia de la procuración de justicia de la Ciudad de México constituye una suma injuria para el derecho. Hay dos formas de comenzar a computar la prescripción. Una, cuando se comete el delito y éste queda a la vista. Un homicidio o un asalto bancario, por ejemplo.
La otra cuando el delito se comete, pero nadie está enterado hasta que se descubre el delito y al autor del mismo. El plagio y la usurpación de profesión de Yasmín Esquivel apenas salió a la luz pública con la espléndida investigación de Guillermo Sheridan. Ese día precisamente comenzó a correr el tiempo de la prescripción.
Pero aún más. Yasmín Esquivel se encargó de hacer imprescriptible el delito de usurpación de profesión. Aparece en su agenda del servicio público que toda la vida se ha dedicado a actividades relacionadas con el derecho. Cada vez que realice una actividad penal o civil judicial en ese
Ahora para restituirle una candidatura casi perdida se anuncia que 6,060 efectivos de la Guardia Nacional estarán presentes en el Metro para darle seguridad a los usuarios. No se sabe exactamente cuál será el papel de la Guardia Nacional, ya que el problema no es de vigilancia sino de mantenimiento, lo que la Sheinbaum prometió en campaña y hasta hoy no ha cumplido con los saldos de dolor, muertes y hogares enlutados.
Como el lopezobradorismo se distingue por el chantaje y la manipulación, Andrés Manuel dice que los problemas del Metro son sabotajes, puesto que el transporte ha sufrido en los últimos días al menos tres incidentes anormales.
No son anormales cuando se le ha dejado de dar mantenimiento durante el fracaso de la izquierda de la Ciudad de México que gobierna desde el año de 1997. Y si como dice el mitómano de las Mañaneras hay sabotaje y mala fe para perjudicar las aspiraciones presidenciales de Claudia Sheinbaum, lo procedente es presentar a los saboteadores para procesarlos y encarcelarlos.
No puede haber sabotaje cuando se ha dejado de dar mantenimiento a trenes que lo requieren cada 500 mil kilómetros. Los mismos trabajadores han denunciado equipos que rebasan los un millón 900 mil kilómetros sin mantenimiento. Ello significa falta de cuatro mantenimientos a trenes que muestran severos síntomas de fatiga. Y de eso es responsable Claudia Sheinbaum que desvía recursos del Metro hacia su campaña adelantada.
En las encuestas a los usuarios se hace con trampa. Presumen que el 70 por ciento de ellos está de acuerdo con la presencia de la Guardia Nacional en el Metro. El sesgo de la pregunta es evidente. Debió de haber sido: ¿Los accidentes del Metro son problemas de mantenimiento o de seguridad? El resultado para Claudia Sheinbaum sería lapidario. Todo mundo sabe que el problema es de mantenimiento y no de sabotaje.
En un país serio y con instituciones de verdad, Yasmín Esquivel y Claudia Sheinbaum ya estarían, cuando menos, separadas del cargo y sujetas a proceso penal.
Lo cierto es que se trata de proteger la candidatura de la Sheinbaum y continuar con la militarización del país. Ampliaremos… hojas_libres@hotmail.com