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No más bolsas de plástico
No más bolsas de plástico
Sofía Franco Villalobos*
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¿Eres de los que utilizas bolsas de plástico diariamente y ya ni siquiera lo notas? ¿Las utilizas una sola vez para posteriormente desecharlas en la basura? ¿Eres de la mitad de la población mundial que considera que las bolsas de plástico son de los mejores inventos del hombre?
¿Sabías que una bolsa de plástico tarda más de 700 años en su descomposición? Esto quiere decir que las bolsas de plástico que hemos utilizado desde que nacimos, siguen contaminando nuestro planeta y siguen estando presentes en nuestro ecosistema. Lo anterior sin mencionar que en promedio al año una persona utiliza 200 bolsas de plástico… les dejo las matemáticas a ustedes, pero el resultado es no sólo devastador, si no alarmante.
En los últimos años hemos sido testigos silenciosos (la mayoría, sin generalizar) de cómo nuestro planeta se ha ido maltratando debido a la alta contaminación ambiental y daño a nuestro ecosistema, que nosotros mismos propiciamos por costumbre o cotidianidad.
Vivimos en una época donde nos consume el tiempo y nuestras actividades diarias, pero te has detenido a pensar ¿Qué implica no sólo la descomposición, sino también la elaboración de una bolsa de plástico? Las bolsas de plástico consumen para su fabricación una cantidad excesiva de energía, además de utilizar para su composición derivados del petróleo que es lo que hace que tarden tanto en degradarse. Pero, considerando que el diablo está en los detalles, hay que agregar que si además están marcadas con serigrafía pueden contener residuos tóxicos que resultan dañinos para el entorno.
A Todo lo anterior se agrega que a fnal de cuentas desechamos las bolsas, es peor que nosotros somos quienes las fabricamos y quienes las desechamos, lo cual genera una contaminación impresionante y semi-permanente en nuestro planeta. En conclusión, lamentablemente somos nosotros mismos quienes, por comodidad y de manera irresponsable, propiciamos este daño. En términos generales, las malas noticias siguen, siguen y siguen…
Solamente en nuestro país el ser humano produce nueve mil millones de botellas de plástico anuales, de las cuales sólo se recicla el 60.3%. Cien mil mamíferos marinos mueren al año debido al consumo de sustancias plásticas que llenan sus estómagos, estimando entre cinco y 50 mil millones de micro plásticos en el mar. Además, anualmente se desechan 24 mil toneladas de popotes en nuestro país.
Localmente las malas noticias también existen. En Coahuila se generan 32,580 toneladas de basura plástica al año; pero también hay buenas noticias: Hoy con orgullo puedo comentarles que Coahuila adecuó sus políticas públicas en benefcio de nuestro entorno ambiental y social. Es decir, vivimos en un estado que no solamente abrió los ojos a la problemática, si no que tambien su Gobierno decidió aplicar soluciones, involucrando a la sociedad y a sus representantes en el poder legislativo en esta importante tarea.
Como primer paso emitió el Congreso del Estado de Coahuila un dictamen sobre la iniciativa de ley para la regularización y prohibición del uso de bolsas de plástico, popotes y todo aquello empleado con fnes de envoltura, transportación, carga o traslado de alimentos y bebidas.
Dicho dictamen fue aprobado por unanimidad por todos los partidos políticos, lo cual recalca que en Coahuila no existen colores en un tema tan alarmante como el cuidado y la prevención del daño ambiental que está creciendo potencialmente.
Esta iniciativa busca que los establecimientos comerciales no proporcionen bolsas de plástico para carga o envoltura y permitirá e incentivará que las bolsas de plástico sean fabricadas con materiales que permitan su reciclado, reutilización o pronta biodegradación, por lo que comercios han optado por vender o en algunos casos regalar bolsas de tela reutilizables.
A partir de la expedición de dicha iniciativa, se toma un periodo de 12 meses para que entre en vigor la Ley en nuestro Estado. Así que para enero del próximo año, en Coahuila formalmente se dirá no a las bolsas de plástico. La razón por la que se le otorga al estado y sus municipios este periodo, es para desarrollar campañas de sensibilización y concientización sobre este cambio de vida al que nos debemos de adaptar. La reforma a la que hago mención anteriormente fue a la Ley de Equilibrio Ecológico y Protección al ambiente.
Cito textualmente las disposiciones para los plazos de aplicación de dicha ley:
“La entrada en vigor de la restricción defnitiva de venta, facilitación y obsequio de bolsas plásticas y contenedores de poliestireno expandido para fnes de envoltura transportación, carga o traslado de alimentos y bebidas, así́ como de popotes plásticos de conformidad con lo establecido en el primer párrafo del artículo 150 bis, se ajustará a la siguiente gradualidad:
a) En supermercados, tiendas de autoservicio, farmacias, tiendas de conveniencia, mercados, restaurantes y similares, en un plazo de ocho meses a la entrada en vigor del presente decreto;
b) En establecimientos dedicados a la venta de mayoreo y de menudeo de los productos señalados, en un plazo de ocho meses a la entrada en vigor del presente decreto;
Concluidos los plazos señalados en los incisos anteriores, todos los establecimientos comerciales señalados en el primer párrafo del artículo 150 bis, deberán de llevar a cabo la sustitución defnitiva de los productos elaborados con materiales biogradables por los fabricados solamente con materiales que faciliten su reúso o reciclado y que sean de pronta biodegradación o de productos composteables”.
En nuestro país solamente algunos estados como Veracruz, Baja California, Querétaro y ahora Coahuila, han dicho adiós de forma constitucional al uso de plásticos para evitar la contaminación. Los benefcios que nos traerá esta reforma son incalculables, empezando por que evitaremos gran parte de la contaminación en nuestro entorno, generada por nosotros mismos.
Cabe mencionar que la mayor parte de los comercios en la capital coahuilense están en total disposición de apoyar la introducción de esta política en sus establecimientos, la primera tienda de conveniencia en sumarse a esta iniciativa fue OXXO, pues el pasado 19 de abril pusieron fn al uso de las bolsas de plástico en sus tiendas, marcando un ejemplo que se ha seguido por un sinfín de comercios.
Algunos grandes países como Francia tienen prohibido el uso de bolsas plásticas desde hace años. En otros países, hasta las cobran para que la gente desista de comprarlas y busquen otra alternativa. La idea es introducir una solución que esté a la mano, es decir, la solución no es complicada, sustituir plástico por cartón o tela. La cosa es lograr una transición de costumbres.
Aunque a veces no lo pensemos de manera drástica, la eliminación de bolsas de plástico implica un cambio de vida y de educación en la sociedad. Muchas veces resulta más complicado cambiar una costumbre social o una práctica que introducir algo nuevo en la vida de un ser humano. Para esto el Gobierno Municipal de Saltillo está desarrollando una campaña que ayudará a las familias saltillenses en el proceso de adaptación a este nuevo modo de vida, mostrar que no es tan complicado y que los benefcios son exponenciales.
Todos tenemos en nuestras manos el poder de apoyar, aunque sea un poco cada día, a lograr un cambio mediante acciones básicas como la utilización de bolsas de tela, el reciclaje en casa o la simple tarea de decir “sin bolsa de plástico por favor” al momento de pagar en el supermercado. Si contamos con niños
pequeños en casa, podría decir que tenemos la mejor herramienta en casa; lo pequeñines se han vuelto los mejores inspectores ambientales en esta campaña. Si desde chicos les inculcamos estas sencillas prácticas, pueden llegar a ser los encargados de inspeccionar que estas se cumplan, logrando que prolongadamente sean ellos quienes, al crecer y convertirse en jefes o jefas de familia, sigan pasando estas prácticas positivas en la sociedad.
Con pequeñas acciones podemos lograr grandes cambios. Los invito a no utilizar bolsas de plástico, en los restaurantes pedir vaso en lugar de botella, no utilizar popotes, entre otras cosas que dañan terriblemente a nuestro planeta. Así mismo involucrarse en campañas gubernamentales, tanto municipales como estatales, volvernos todos inspectores y agentes de cambio en nuestra sociedad.
Debemos cuidar nuestro entorno, pues recuerden que sólo tenemos uno y es nuestro.
