LUZ TREMULA Y EL ENVIADO

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Humberto Solano

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Arco de Taguanes, es un monumento que conmemora la Batalla de Taguanes, en la ciudad de Tinaquillo, en Cojedes Venezuela, se trató de un enfrentamiento protagonizado por lanceros comandados por los generales Atanasio Girardot, Fernando Figueredo y Rafael Urdaneta, quienes alcanzan en las sabanas de Taguanes al Coronel Julian Izquierdo comandante del ejercito español y le causan la derrota en esta árida llanura, donde el entonces sargento José Laurencio Silva cumple hazañas de valor.


El Sistema de Editoriales Regionales (SER) es el brazo ejecutor del Ministerio del Poder Popular para la Cultura para la producción editorial en las regiones, y está adscrito a la Fundación Editorial El Perro y la Rana. Este Sistema se ramifica por todos los estados del país, donde funciona una editorial-escuela regional que garantiza la publicación de autoras y autores que no gozan de publicaciones por las grandes empresas editoriales, ni de procesos formativos en el área de literatura, promoción de lectura, gestión editorial y aspectos comunicacionales y técnicos relacionados con la difusión de contenidos. El SER les brinda estos y otros beneficios gracias a su personal capacitado para la edición, impresión y promoción del libro, la lectura y el estímulo a la escritura. Y le acompaña un cuerpo voluntario denominado Consejo Editorial Popular, co-gestionado junto con el Especialista del Libro del Gabinete Cultural estadal y promotores de literatura de la región.


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Fundaciรณn Editorial el perro y la rana Sistema de Editoriales Regionales-SER ยฆ Cojedes. 2019 Colecciรณn Literatura Ediciรณn Digital


Edición digital 2019 © Humberto Solano © Fundación Editorial el perro y la rana Ministerio del Poder Popular para la Cultura G-20007541-4 Centro Simón Bolívar, Torre Norte, Piso 21, El Silencio, Caracas – Venezuela 1010 Telfs.: (0212) 377.2811 / 808.4986 http://www.elperroylarana.gob.ve coordinaciondels.e.r@gmail.com @perroyranalibro Fundación Editorial Escuela El perro y la rana Sistema de Editoriales Regionales-SER, Cojedes Calle Sucre, entre Manrique y Libertad, Edif. Manrique 1er. Piso. Cojedes – Venezuela cojedes.ser.fepr@gmail.com @SNICojedes Editorial Cojedes

Diseño y diagramación Deibi Diaz Portada ©Humberto Solano Técnica: Dibujo Digitall Tamaño: 15cm x 23cm Depósito Legal:DC2019000542 ISBN: 978-980-14-4466-4


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Dedicatoria Dedico este libro, primeramente a mi esposa, a mis hijos y nietos que son la base de mi vida. Como tambiĂŠn a los camaradas que luchan incansablemente todos los dĂ­as.

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Presentación Este escritor cojedeño nacido en Puerto Cabello, con muchos años en el estado, graduado en la Misión Cultura como licenciado en educación, sorprende en sus narrativas extrañas y tremendamente futurista, explorando en sus escritos, las posibilidades de situaciones alucinantes de mundos perdidos en contextos enigmáticos, donde los personajes parecieran estar siempre luchando contra algo, imposible de cambiar, mostrando siempre sus miserias y desesperaciones. Humberto Solano es un escritor de gran tenacidad y perseverancia. En estos cuentos de ficción nos muestra su talento y su gran sentido de orientación. Donde extrapola mundos posibles. El Sistema Nacional de Imprentas Regionales del Estado Cojedes se complace en dar a conocer a este autor y su excelente trabajo, como una manera de difundir a nuestro talento llanero y sobre todo de llevar a nuestro pueblo el pensamiento de sus intelectuales.

Imprenta Regional



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LUZ TREMULA Emilio-B recordó a su padre, extrañado por el largo olvido involuntario, evocando que el siempre decía una en el momento menos inesperado: “que había que preparase para lo mas duro, aunque no lo tengamos a la vista”, mientras observaba en un rinconcito “un libro de historia” que se había salvado de su incineración por orden de “El Directorio” prohibiendo rotundamente todo los libros que recordara el pasado, exponiéndose a una sanción severa si era descubierto pero, era raro que “El Directorio” asomara sus narices por aquel suburbio, por eso lo tenia a la vista como un bien de los mas apreciado. Esa mañana se intensificó pensando: “en sacarle el mejor provecho al día”, en ese apuro prendió una cocinilla de reacción química calentando un paquete de emulsión alimenticia, muy económico para su permanente escuálido bolsillo. Buscó con la mirada todavía cansada una solución altamente energética, mientras se pasaba un trapo mojado por la cara y el cuerpo tratando de quitarse el sucio grasiento y pegajoso de la ciudad, sintiendo una vez mas nostalgia por el agua limpia y dulce de un pozo perdido en algún lugar de su mente, por un instante o segundos se halló viviendo una experiencia extrasensorial, su cuerpo sumergido y flotando 13


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completamente en el agua refrescante y clara en un estado de ingravidez total, apreciando un sentimiento de extraña liberación, fue solo unos segundos o un instante volviendo otra vez a la realidad, como despertando de un sueño sublime, pensó en el efecto alucinógeno de “los nanitos” en el hipocampo de su cerebro, sin habérselos ordenados, eran cada vez mas seguidos preocupándole seriamente la situación. Olfateó de pronto el fuerte aroma del café sintético calentándose mientras despertaba a su compañera Nucita diciéndole: con una voz pausada como la de un maestro dirigiendo una clase. --Levántate… tenemos que partir cuanto antes…si no… perdemos el premio mayor… Emilio-B miró instintivamente la muñeca del brazo derecho aflorando poco a poco una luz lánguida sin brillo que emergía hacia la piel, indicando en número de la hora y a la vez los niveles de glucosa en números rojos, sin pensarlo busco la jeringuilla, previendo que “los nanitos” se descargaran peligrosamente. Apenas pudo inyectarse ante el bajón. Esperó sentado unos minutos en restablecerse ante la debilidad que se manifestaba en su cuerpo, en ese trance observó por unos segundos el pedazo de cielo 14


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que apenas se asomaba por la única ventana de aquella vivienda precaria. Mientras Nucita su compañera se había levantado, Emilio-B la miró de reojo escrutándola, pensando si alguna vez fue hermosa, trató que fuese así, se la imaginó en algún lugar fuera de este mundo caminando por la orilla de algún mar despreocupados de la vida, riendo a carcajadas como locos. Nucita se inyectó inmediatamente la misma solución, aun con el rostro demacrado, activándose casi de inmediatamente, para luego servirle a Emilio-B la emulsión pastosa de color marrón, y el café sintético en una tacita de metal plateada decorado con rebordes dorados, que había hallado en unas ruinas, mientras comentaba con una voz chillona de niña grande, “que no quería perderse el evento ”, mientras ella se veía la piel de su estomago unos puntos de luces que emergían haciendo círculos, esperando, como una orden para accionarse. Mientras Emilio-B con la mirada fija hacia la nada, se alimentaba tratando de imaginarse “que era un rico bocado salido de algún establecimiento caro que había en la zona exclusiva de la ciudad”. Salieron de aquel sitio parecido a una casa, sacando el vehículo de un espacio reforzado parecido a un garaje, encendiéndolo 15


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y montándose, era viejo como para cargas medianas, reconstruido a pedazos a duras penas por Emilio-B, con desechos que pudo conseguirá través del tiempo. Mientras iba manejando, “tenía una rara sensación como si fuera la repetición de un mal día”. A la vez, olió una hediondez envolvente a mierda que palpitaba siempre en el ambiente revolviéndole una vez mas el estomago. Escudriño de un vistazo rápidamente “los rebuscadores” que siempre cuidaban las humildes viviendas hechas de trastos de plástico reciclados, consiguiendo a uno de ellos a la vuelta de la esquina y pasándole algo de valor para cambiaran por alimentos, haciendo una mueca indicándole que estuviese atento, pudo ver de un vistazo en la frente del sujeto, la tarifa por su servicio de cuidador avivado por una luz brillante como la de una pantalla de neón. Ya en la vía, a la salida leyó un pensamiento del “El Directorio” en una inmensa pantalla tridimensional flotando que expresaba: …..”Ustedes son únicos, dios ha dispuesto un destino cada vez mejor, para cada uno…para la gloria del señor”…. Emilio-B miró aquello con cierto aburrimiento, sintiendo que no le decía nada y ni le cambiaba la vida. Siguió por las calles 16


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en su vehículo eléctrico emanando un ruido silencioso parecido a un silbido pitido en su lento y parsimonioso andar. Después de una distancia considerable, Emilio-B veía aquellas calles atiborradas de vehículos de todo tipo, así como lo eternos desplazados por las malas cosechas, los sin techos, echados en el piso como unos perros. Otros, ofreciendo sus cuerpos para los más diversos usos inimaginables. Emilio-B los miraba como parte de un paisaje inherente a la ciudad, como también difuntos tirados en las aceras sin vida por el hambre, o a su vez comidos por otros hambrientos, llamándole la atención una mujer joven echada agonizando descargada por los nanitos al no tener la forma de energizarlos, esperando echada al sol inclemente a ser recolectados por algún vehículo “del Directorio”, Emilio-B pensó con cierta tristeza:- las posibilidades de irse de este mundo, se hacia cada vez mas amplio. Por momento echó una ojeada hacia arriba observando el cielo, los vehículos aéreos de los ricos volando hacia sus acomodados rascacielos flotantes, como si se fueran despegado para siempre de la inmunda tierra, los veía sintiendo un escalofrió agobiante colmado de una desazón lleno de envidia, con 17


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un deseo inalterable de estar alguna vez ahí. En esa travesía de tiempo y de horas, llegó al lugar indicado por referencias de un mapa viejo de la ciudad he inmediatamente se escabulló con cuidado a una calle adyacente solitaria, donde aparentemente iba directo una edificación abandonada. Supo que fue una zona protegida, pero había dejado de ser privilegiada por “El Directorio” abandonándolo. Especuló en su mente las grandes posibilidades de conseguir grandes cantidades de trastos de materiales reciclables, por el motivo de que, casi nadie sabía del estatus del sitio. Efectivamente al llegar pudo ver la inmensa edificación sola sin el cuidado de “los aberrantes” delincuentes asesinos contratados por las empresas privadas, el cual se habían esfumados del sitio. De todas formas agudizó sus sentidos con mucho cuidado, manifestándole a su compañera Nucita “el estar atento”. Algunos más que otros moradores de aquella zona los veía con cierta curiosidad, pero seguían de largo sin importarles lo que estuviesen haciendo, pudo introducir el vehículo hacia un pequeño patio lejos de las miradas de algún curioso, indicándole a Nucita revisar alguna abertura afectiva para introducirse, mientras Emilio-B probaba la desactivación del el 18


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sistema de protección del “Directorio”, logrando meter unas bolas de metal por el hueco de unas ventanas, efectivamente estaban desactivados. Nucita rápidamente le avisó toda desparpajada como un pájaro espelucado explicándole, sobre una ventana abierta por un lateral. Emilio-B siempre cauteloso a cualquier acontecimiento a su alrededor asegurando el tiempo suficiente, aproximó el vehículo instalando una escalerilla para llegar a la ventana. Pensó en el lapso de tiempo y ordenó con una palabra clave a los nanitos para que lo cronometrara y avisara para largarse cuanto antes. Al adentrarse a la edificación por el orificio en la ventana, supo que en el pasado fue una especie de biblioteca publica. De repente ya adentro emergió de las palmas de las manos de Nucita y Emilio-B, casi automática por el accionar de los nanitos empezaron a emanar luz de la mano izquierda, aclarando aquella oscuridad debido al encierro de la misma edificación. Emilio-B observó maravillado lo intacto que estaba a pesar del tiempo, sintiéndose como si hubiese descubierto una inmensa mina de oro. Inmediatamente empezaron a vaciar los estantes llenos de libros viejos llenos de polvos de años y años. Emilio- B abrió la 19


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ventana con una patada dejando de par en par mas espacio, y para arrojarlos rápidamente al camión. En ese trance Emilio-B estaba extrañado que se hubiese salvado rumas y rumas de periódicos, de la incineración del Directorio ya que en alguna forma, era también historia del pasado, cuando en mucho tiempo habían desaparecidos para siempre y como tal, también el informarse. Y en eso, en unas páginas sucias y sueltas pudo leer con cierta curiosidad el encabezado en letras grandes: “…. una transnacional a podido crear por fin después de muchos años de investigación unos micro robots con inteligencia propia, del tamaño de una millonésima parte de un milímetro que va a revolucionar para siempre la medicina, debido a su potencial en curar enfermedades incurables como el cáncer, diabetes, hipertensión y otras males terribles, que liberaran al hombre para siempre de enfermarse….” Ojeó rápidamente también unas revistas amarillas casi derruidas, sobre alguien advirtiendo: “Hay que estar alerta del peligro de los nanorobots, debido a la alta absorción energética, que toman ellos del cuerpo humano, para poder mantenerse funcionando”, 20


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“donde se a presentados algunas casos de personas que han fallecidos por esta causa”…. ….”También se ha descubierto el poder alucinógeno mejor que todas las drogas conocidas, ocasionando por el uso excesivo un manifiesto desorden en las neuronas y sus conexiones”…. Al rato Emilio-B observó en su muñeca la advertencia de que el tiempo se había agotado, avisándole inmediatamente a Nucita de largarse, cuando de repente sintió un pesado ruido de algo apareciendo de la nada apuntándoles con algo, Emilio-B sintió la adrenalina en un instante dispararse apoderándose de su cuerpo inundándolo de miedo, al aparecer de la nada aquel tipo armado, apuntando y balbuceando unas palabras sin sentido, EmilioB miró instintivamente a Nucita a su lado con su cara de asustada, como si hubiese envejecido de repente en un santiamén muchos años mas, pensó en la suerte como si fuese un vaso de agua ya vacía. De pronto aquel sujeto caminó acercándose entre aquellas sombras asomando su figura a unos halos de luz emanada de alguna grieta del techo, pudiendo ver Emilio-B de aquel sujeto sucio como salido de algún basurero lleno de excremento, distinguiendo en sus ojos, algo 21


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como si estuviese fuera de este mundo, un brillo extraño taciturno que aumentaba poco a poco debido a la acción sin control de “los nanitos” que se iban concentrando como un torbellino en su cabeza, dándose cuenta inmediatamente que era uno de ” los Aberrantes” dejado a lo mejor por sus compañeros, observó de un vistazo que algo le pasaba, sin pensarlo agarró de la mano a Nucita, jalándola corriendo como dios manda hacia la ventana y volar por el aire cayendo entre los desechos de aquellos viejos libros, oyendo varios disparo, solo prendió y arrancó como pudo del aquel sitio. Después de varias cuadras mas tranquilo, se paró rápidamente para tapar con una lona para evitar la mirada escrutadora de la policía del Directorio. En ese trance especulo con Nucita, la suerte de que el sujeto estaba trastornado, debido al uso excesivo y continuo de los nanitos como alucinógeno. Inmediatamente esa tarde llevó la carga a una de las empresas de reciclaje para evitar cualquier eventualidad de tener problemas si era descubierto. Obteniendo más barritas de metales preciosos, donde el mismo amo de la empresa se había emocionado por la calidad del papel de hilo en los libros, mandando a que le entregaran algo más todavía del metal. Era un 22


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tipo bien calmado, con una mirada de águila, buena vestimenta en su presentación personal, curiosamente Emilio-B nunca vio vestigio de tener nanobots en su cuerpo. Siempre veía el vehículo volador de lujo con motor antigravitatorio estacionado siempre cercado por una alambrada, donde cada atardecer se iba hacia su rascacielos flotante cumpliendo su jornada de trabajo. Ese día estaba de buen humor mirando a Nucita y riéndose de los sucesos de aquel día loco, la llevó a un pequeño local en un suburbio cercano a comer un pudin parecido a un chocolate, compartiéndola con ella, callados comieron aquello riéndose relajados disfrutando de no estar preocupados ni sentirse por un momento perdidos en la nada. Nucita salto como un resorte recordando el evento al que quería ir. Emilio-B todavía con el sabor a un tufito a plástico del pudin la miro, manifestándole:- Que ese día era de fiesta.- Ya en tarde estaban a las puertas de un espacio parecido a un pequeño teatro para eventos y competencias que se daban debido a la publicidad en ciertos lugares estratégicos de la ciudad, un acontecimiento para el esparcimiento, le tenían por nombre “Luz Trémula”, era un sitio parecido a un corral, mas que a un sitio decente, 23


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pero era a precio módico asequible al bolsillo. Emilio-B y Nucita ya adentro observaron a los artistas inyectándose desesperadamente varias soluciones de alta concentración cada uno de ellos. Emilio-B pensó filosóficamente: “lo bello lleva por dentro siempre algo de tenebroso”. Y de ahí los payasos de la luz haciendo de las suyas, con las siempre bufonadas haciendo reír a los presentes, llamándole la atención la poca cantidad de niños y jóvenes. Otros fotografiaban o hacían videos. Al rato comenzó el espectáculo, con cierta expectativa desbordada. Para Emilio-B era satisfactorio que Nucita se distrajera, asumiendo que su agrado la reconfortara ante la vida tan dura, ya que la veía tan débil cada día. Ya anocheciendo empezó el verdadero espectáculo, un hombre lleno de tatuajes haciéndolos brotar de su piel creando curiosos relieves iluminados. Al rato en otro segmento del espectáculo comenzó un grupo de mujeres agarrada de las manos haciendo de la luz que emanaban en sus cuerpos por acción de los nanitos a través de la piel, figuras que pasaban de un cuerpo a otro creando la ilusión de que estaban conectadas. Otros construían figuras humanas y animales que se movían como si estuvieran vivos. Emilio24


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B recordó de pronto a su madre, era extraño en ese momento y aquel lugar, de pronto se veía como un niño cargado por su madre, y él viéndola su cara llena de risas diciéndole cuanto lo amaba, de pronto al instante volvió a al realidad, miró instintivamente a su alrededor y a Nucita, dándose cuenta que lo nanitos le habían jugado otra experiencia alucinógeno, no sabia si era un resquicio de recuerdos perdidos sobre su madre si era real o no, pero en fondo deseó que fuera de verdad como para tener algo de aquella madre que nunca conoció, ya que ella murió apenas de haber nacido. El espectáculo seguía su ritmo, Emilio- B más relajado pudo observar aquellos creadores de efectos, admirando su constancia de solo el poder de la mente y ordenarles a los nanorobots, realizar proezas para que brillen su luz en el momento preciso, y coincidieran con los otros. Emilio-B conocía a unos cuantos artistas, que siempre le manifestaron: “que todo era una vida de prácticas y sacrificios para poder dominar la técnica”. En el ultimo acto apareció uno, que concentro todos los nanitos en la cabeza, cara y cuello, donde empezó a irradiarse como una bombilla humana aclarando aquella oscuridad por un instante, donde 25


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el publico quedó estupefacto aplaudiendo aquella proeza increíble. Esa noche apenas salieron del espectáculo inmediatamente se dirigieron a su chabola. La ciudad como tal, se veía oscura y fea alumbrados solo cada cierta distancia, por las inmensas pantallas de mensajes alusivos del Directorio, como el que leyó pensando si era una ironía o una broma. "Eres único y valiente por eso dios te quiere”… Emilio-B siguió rápidamente por las calles con cierto miedo, no era nada satisfactorio a esas horas por el peligro de bandas de succionadores de “nanosbots”, un negocio del el bajo mundo por el alto valor para intercambio por alimentos, y si las victimas quedaban vivos por el asalto, morían en una agonía terrible al quedar desprotegidos por falta de los nanitos. Ya en la chabola oscura y fría, iluminado con aceite de petróleo, Emilio-B se sentó mas relajado para energizarse inyectándose como un drogadicto, que siempre esperaba la próxima dosis para no caer en una crisis, sabía que era un esclavo de aquello, ni siquiera su padre cuando tenia 4 años se molesto en preguntarle “si quería esa vida”. Pensó en él y sus circunstancias, y mucho menos preguntarle a niño asustado si 26


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quería vivir o no, sintiendo en el fondo aquello tan inútil, sin sentido, sin esperanza, pensando:“el porque no había tenido hijos”: que es el propósito central esencial de la existencia, sospechando que en alguna forma los nanitos tenían algo que ver: “de no poder tener descendencia”. Veía con cierta tristeza a Nucita echada en un colchón sucio, haciéndose otra vez esa pregunta dolorosa, dándose cuenta que algo había pasado: pensando que todo fue, como un largo sueño, solo para robarnos el futuro, aun con esa idea, se fue mas lejos pensando que todo fue con el propósito de controlar y disminuir la población, regalándoles el don de no enfermarse nunca, pero eliminando la posibilidad de procrearnos, se vio así mismo al espejo mas viejo casi anciano, llorando por Nucita y por él.

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EL ENVIADO ¿Existe algo que no se pueda escribir con palabras? Se quedó estupefacto pensando como responder, se imaginó después de todo no era tan difícil, podía ser él mismo: indescriptible, inexacto, perdido en aquel laberinto inconcluso de existir todos los días. Asumió en un profundo silencio que la vida no era exactamente una eterna fiesta, era sencillamente un dilema en plena acción, que vive esclavo pensando. ¿Qué acontecerá el próximo minuto? Miró el reloj recordando la cita. Observó largamente las cúspides de aquellos rascacielos obviando “Al Enviado”, que le observaba fijamente con sus ojos serenos. ¿Que es lo mas evidente que no alcanzas a interpretar? Dijo El Enviado, con una voz largamente celestial, como salido de algún cerebro enjutado por el cansancio. Gélix pensó seriamente: ¿Sería que mi evolución llegó a un callejón sin salida?. Trató de dar en una respuesta exacta al 28


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cansón y fastidioso “Enviado”, rápidamente le dijo: ¡Bueno! tu mismo...quisiera que te perdieras de mi presencia, necesito algo de privacidad... El Enviado sin menoscabar su sonrisa se esfumó como pompa de jabón. Gélix se sintió aliviado, era verdaderamente insoportable. En ese momento en su andar frenético, buscó la entrada al subterráneo pensando en aquella cita, montándose en el vagón que le llevaría, pensó:-Que se arrepentiría si volviese hacerlo en otro momento.- Observó a los pasajeros, unos parados y otros sentados y hablando solos, evidentemente dialogando cada uno con “El Enviado,” otros lloraban en un profundo cuchicheo, que no dejaba a Gelix concentrarse. Estaba nervioso sintió un profundo oscuro pensamiento, lleno de temores, de pronto “El Enviado” volvió aparecer con su voz angelical, con la imagen de un señor mayor de cabello blanco como la nieve, agradable en su andar, de mirada reflexiva diciendo: Ahora te toca ser el clavo…no debes llegar hacia algo que no comprendes… 29


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Gélix pensó en su interior, con cierto fastidio, molesto en aquello tan determinantemente tan entrometido en la vida de la gente, al mirar otra vez al “Enviado” pensó: Ahora es un anciano...! Dios mío!… Gélix oía aquellas parábolas en demasiados momentos, pero se debatía entre ser alguien que pudiese ser autentico y no como un ser asustado correteando por lo que le quedaba de vida, pensando si el verdadero infierno existía ya. Aquella tarde llegó a una dirección donde un amigo ocasional que, conoció solo una vez y le había indicado con una sonrisa, sin habérselo pedido, una dirección al cual, en un primer momento se resistió anotarlo. “El Enviado” seguía observándole muy callado flotando un poco más arriba del piso del tren subterráneo. Gélix se acordó que nunca supo como llegó aquel ser tan despreciable y sé insertó en todos casi como por magia. Había pasado mucho tiempo cuando aconteció ese fenomeno, ahora era parte de la vida cotidiana de la gente. De pronto oyó el nombre del sector en la próxima parada, al que nunca había visitado en su vida, por ser una zona desagradable de gente indecente, que pululaba en la periferia 30


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de la ciudad. Se bajó en la estación observando los rostros de aquellos hombres y mujeres esperando el tren y mostrar ciertas sonrisas escondidas. Gélix los miró extrañado pensando si sería un sueño o una leve impresión imprecisa de alguien desesperado. Hecho una mirada al cielo como buscando una señal misteriosa, observó un anuncio de un flotador dirigido sobre un producto para el dolor de cabeza, como el azul del cielo trasparente he increíblemente claro. Sorprendentemente había olvidado por un rato al “Enviado”, aunque casi siempre lo tenía a la vista caminando con él, observándole hasta cuando dormía, siempre Gélix le decía, que se retirara. Algunas veces se esfumaba otras veces no, era impredecible. Al rato al caminar por aquel sector, extrajo una pequeña pantalla que hacia de libreta, donde anotaba todo, leyó la dirección acordándose lo que le había dicho el amigo ocasional; “que fuera con cuidado y que no hablara con nadie, solamente tocara la puerta del número indicado”. Al rato llegó a la puerta descolorida, parecía una vivienda descuidada y sin ninguna ventana. El corazón empezó a bombear alocadamente como nunca, sin dudarlo o con un respiro de valentía momentánea, tocó la puerta las veces que le había instruido el 31


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extraño amigo, de pronto se abrió a medias, asomándose alguien, Gélix le dijo el nombre del amigo que le había mandado, aquel sujeto cerró de pronto, a los segundos abrió otra vez diciéndole rápidamente:- Que pasara.- oteando otra vez, de arriba a bajo aquella calle casi sola. Ya adentro observó Gélix al señor algo mayor, bastante canoso, desgarbado casi como un pordiosero, pensó si se había equivocado, rápidamente le dijo otra vez sobre el amigo mutuo y su recomendación sobre “el problema”. Observó llamándole la atención en ese momento el ojo izquierdo del sujeto, que titilaba como una bombilla florecente, de pronto aquel sujeto le dijo con cierto sarcasmo como si fuese vender un pasaje de ida para el paraíso: En esa condición serás un esclavo… siempre...amigo…

Y después agregó:

A lo mejor no estas seguro de vivir si él…!eh!

Gélix le miró con una risita de rabia que trataba de disimular diciéndole: 32


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¡Quiero suprimirlo cuanto antes!..Señor.

Josué, como se llamaba el señor del ojo electrónico de cristal carbonado le dijo:

Eso tiene un precio... ¿lo sabe?

Respondiéndole como informándole de las consecuencias. También… debes conocer… Algunos no lo superan, otros se vuelan la tapa de lo sesos o... Se vuelven locos de por vida… ¡Amigo!… es cuestión de gusto… Dijo riéndose con una pequeña carcajada casi en silencio, como si fuese a sacar un gargajo maloliente de su garganta. Gélix no se dejaba impresionar por lo que decía Josué, mientras observaba el recinto del tamaño de un salón mediano, donde el sucio y el polvo eran rey y señor inseparables. También observó detalladamente al señor indagándole, si con él valía la pena ponerle su vida en sus manos; era como de unos 65 años alto de facciones nobles a pesar de su condición 33


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de descuido solo que, a Gélix le impresionaba el ojo cibernético de cristal que cambiaba de color cada cierto tiempo como una bombilla defectuosa, Josué se dio de cuenta que Gélix observaba su ojo con mucha curiosidad como un niño en una juguetería diciéndole:

No le he conseguido repuesto aun...

Después

Bueno a los negocios,¿ tienes el metálico?...

dijo

como

recordando:

Gélix se metió la mano en el bolsillo y le entregó una barrita de oro blanco platinado, Josué le dijo mirándolo y riéndose con cierta codicia: Nunca pierde valor aunque pase los siglos de los siglos. Inmediatamente Josué como un resorte activado por una mano misteriosa, le dijo que lo siguiera, se fueron caminando atravesando unos pasillo mal alumbrados, lleno de cuartos sucios y vacíos, hasta llegar a un sitio bastante oscuro, de pronto Josué abrió un pórtico grande adosado al piso, bajando por una 34


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pequeña escalerilla, indicándole a Gélix que bajara, prendiendo unas lámparas de luz blanca. Gélix se dio de cuenta que el tipo no era lo que aparentaba en aquel cuarto subterráneo ya que, tenía casi un laboratorio impecablemente limpio. Josué le indicó que se sentara para examinarle, en una silla con aparatos adosados de alta tecnología a una especie de rejilla diciéndole: Hay que ubicarlo, debe estar en algún lugar del cerebro. Mientras somnífero.

hablaba

le

inyectó

un

Hace tiempo me liberé de esa cosa,.. No fue nada fácil... Josué miraba la pantalla. De pronto a Gélix en medio de su inicio en el tratamiento, le Apareció El Enviado flotando en el aire en forma de un santo, que resplandecía entre una luz intensa en forma de aureola de muchos colores que emanaba de su cabeza, su cara cambiaba a cada momento de diferentes personas, hablando una especie de dialecto como una mezcla de varios idiomas: 35


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Vengo de lejos… he vivido como usted lo a hecho, no soy mal agradecido, porque veo a través de sus ojos lo que es la vida… solo quiero un poco de lo que ustedes tienen… solo soy un compañero de viaje... Gélix por un momento se dio de cuenta que nunca aquella cosa se había expresado así, por un rato se quedó reflexionando aquellas palabras, empezaba a sentir el sueño pesado debido a la inyección... diciendo casi dormido: No…ya es hora que te largues para la mierda…

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Ă?ndice

LUZ TREMULA

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EL ENVIADO

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Versiรณn Digital Enero 2019 Sistema de Editoriales Regionales - SER Cojedes - Venezuela



Colección: LITERATURA Serie: NARRATIVA

Luz tremula y el enviado Nos muestra las posibilidades de situaciones alucinantes de mundos perdidos en contextos enigmáticos, donde los personajes parecieran estar siempre luchando contra algo, imposible de cambiar, mostrando siempre sus miserias y desesperaciones. Humberto Solano es un escritor de gran tenacidad y perseverancia. En estos cuentos de ficción nos muestra su talento y su gran sentido de orientación. Donde extrapola mundos posibles.

S istema de E ditoriales R egionales

Cojedes

Humberto Solano Puerto cabello- Venezuela, 1956) Novelista, artísta plástico, Lic. en educación, dirigente social, radicado en este estado llanero desde hace muchos años, donde ha explotado su afición por la escritura, nos muestra este su segundo libro, como una muestra de la pasión que siente por la literatura.


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