Johan Castellanos cojedes l
R e g i o n a l e s
Nac i o n a
d e I m p r e n tas
S i st e m a
cojedes Serie Narrativa
C o l e cc i รณ n LI T E R AT U R A
Mansiรณn thayler
Mansiรณn thayler
Johan Castellanos
Mansiòn thayler
Johan Castellanos
Mansiรณn thayler
Mansión thayler © Johan Castellanos Portada: Johan Castellanos / Mansión Thayler / Carboncillo sobre papel / 2010 Por la 1ra Edición: © Fundación Editorial el perro y la rana Imprenta Regional Cojedes Edificio Manrique, Primer Piso sede de la Escuela Regional de Teatro San Carlos-Venezuela 2201 Telefs.: 0424-4364611 correo electrónico: sistemadeimprentascojedes@gmail.com
ISBN: 978-980-14-1644-9 Depósito Legal: LS 40220078003118
El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto editorial impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Fundación Editorial El perro y la rana, la participación en corresponsabilidad y cogestión de la Red Nacional de Escritores de Venezuela. Tiene como objetivo fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: El libro. El Sistema Nacional de Imprentas funciona en todo el país y cuenta con tecnología de punta, cada módulo está compuesto por una serie de equipos que facilitan la elaboración rápida y eficaz de textos. Además, cuenta con un Consejo Editorial conformado por el Especialista del Libro y la Lectura del el Gabinete Regional y un representante de la Red Nacional de Escritores de Venezuela Capítulo Estadal.
DEDICATORIA
A mis padres y hermanos por el apoyo y la atención siempre.
A mi prima Neydis Villegas por darme toda la ayuda cuando más la necesité.
A mis Amigos y Amigas por enseñarme el verdadero significado de la amistad.
A Ana Gabriela Galindez por todas las sugerencias.
PROLOGO Antes de empezar esta historia debo decir que solo quise hacer algo que siempre me gusto, no que pretendo cambiar la manera o la forma de ver la vida a las personas que lean esta historia. La ideología que cada persona tiene acerca de todo lo que pasa en este mundo es propia de su ser y nadie puede robarla o tratar de cambiarla y por ello quiero hacerles saber, que respeto todos sus pensamientos, ideas y creencias. Para muchos, lo que viene puede tener sentidos diferentes, eso dependerá del punto de vista en que se vea esta historia. Todos en este mundo no pensamos igual, cada persona tiene diferentes creencias, diferentes maneras de ver la vida, ya que toda persona puede desarrollar diferentes perspectivas de acuerdo a sus experiencias y a los conocimientos que van adquiriendo a medida que se va viviendo. Para mí; esto significa mucho, ya que estoy cumpliendo una meta que una vez soñé y que ahora puedo ver hecha realidad. Si cada persona se propusiera a realizar sus sueños, cumplir sus metas sin descansar, estaría haciendo algo importante en su vida y algo que jamás se olvidará sin tomar en cuenta de que fuese una nota alta en un examen o construir el mas grande rascacielos, una meta es una meta, no importa que sea grande o pequeña, cuando logras alcanzarla te das cuenta de que si te propones algo, el camino que tienes que recorrer para alcanzarla solo dependerá de
tus ganas de vivir, solo dependerá de ti. Quiero disculparme si en algún momento leen cosas que después no quisieran haber leído, mi intención es solo entretenerlos.
Jhoan M. Castellanos A.
Mansión Thayler Johan Castellanos La Mentira es una enfermedad que poco a poco destruye tu conciencia. Jhoan Manuel Castellanos Aular.
Hechos:
Salía Joel Hernández de su trabajo, la noche estaba muy oscu-
ra, quizás la más oscura que había tenido, iba camino a el vehículo que estaba en el estacionamiento, mete la mano en el bolsillo de la camisa, se da cuenta que esta vacio, aparece en él un rostro de angustias y de confusión, cuando de repente recuerda que había dejado las llaves del vehículo en el escritorio al lado de los documentos que había preparado para la venta de una casa. Él trabaja en bienes raíces, como vendedor de viviendas que generalmente están abandonadas o que alguien quiera vender por razones misteriosas, a él solo le interesa vender, claro primero debería encontrar a alguien que la compre, solo tenia que convencer a sus “clientes”.
Iba de regreso a su oficina pensando en que como a alguien
le pudiese gustar una casa tan rara, el sabia que quienes le contrataron, lo hacían por razones extrañas, en realidad muy misteriosas, - me tienen que dar un premio por vender estas casa y porque necesitaba encontrar siempre una estrategia, y muchas veces digo cosas que ni siquiera yo puedo creer – suelta una pequeña carcajada - a veces me sorprendo… pero bueno, mi destino es vender…me pregunto si tienen idea de donde se van a meter-.
En el instante en que va por el estacionamiento del edificio
en donde tiene su pequeña oficina siente algo muy extraño, una pequeña brisa una poco fría, como si el aire provenía de un bloque grande de hielo a través de una ventilador, se da la vuelta y el aire le roza la cara moviéndole el cabello y la ropa, “lo que me faltaba” le daba la impresión de que se avecinaba una tormenta - espero que no llegue hasta que este en mi
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casa -… justo cuando esta en frente de la puerta de su oficina escucha un pequeño ruido dentro, como si alguien estuviese buscando algo - malditos gatos… ya estoy harto de ellos, ¿acaso vendo comida aquí? - en ese momento voltea hacia un lado de su oficina y ve una pequeña luz un poco opaca y un letrero con luz roja “LA MEJOR COMIDA RAPIDAD DE LA CIUDAD”… Ahh eso si que es interesante, miserables hacen su comida y yo recibo a los gatos… otro ruido le corta los pensamientos… 14
ya estaba un poco estresado, abre su puerta y grita al tiempo que enciende la luz - ¡¡¡OIGAN ¿¿QUIEN CREEN QUE SOY, LA SEÑORA DE LOS GATOS O UN CONSERVACIONISTA DE SU MIERDA ESPECIE?? - ...revisa con su mirada toda la habitación, y estaba tal cual como la había dejado hace cinco minutos… genial ahora estoy escuchando cosas… de repente la puerta se cerro a sus espaldas con una brisa aun mas fría, su cuerpo le tembló y un escalofrío muy fuerte le recorrió cada centímetro de su piel… - que mierda pasa - voltea con rapidez y solo pudo ver una sombra muy oscura que recorrió todas las paredes de su oficina con una velocidad increíble, desvaneciéndose frente a él… todo quedo en silencio… sus piernas temblaban tanto que le costaba mantener el equilibrio… no podía creer lo que le estaba pasando… su mente estaba fuera de control... con rapidez decide largarse de ese lugar, pero, cuando da la vuelta, algo que no esperaba sucede, una sombra se pone frente a él… era muy oscura y las luces del lugar no dejaban de titilar… y escucha una voz que podía entender, pero da la impresión de que pudo penetrar lo mas profundo de su piel, un miedo inmenso se apodero de él… pues sus palabras eran muy ciertas… ¡¡¡¡¡FAAALLLSOOO!!!!!! Solo pudo ver un celaje, y algo que parecía muy afilado que venia hacia su rostro. No fue un grito lo que se pudo escuchar en aquella oficina, porque todo fue muy rápido, solo se escucho un pequeño quejido, y un gesto de impresión con impotencia… el silencio se apodero una vez mas de la oficina y sobre aquel escritorio quedo un contrato o lo quedaba de él… había sangre por todos lados, pero se pudo leer algo… “MANSION TYLER”.
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Capitulo 1.
El sol resplandecía, y un amanecer diferente estaba empezan-
do. La luz solar era entre rojiza y un poco naranja.
Jonathan Cortez viene con sus maletas dispuesto a empezar
una nueva vida al lado de su esposa Melisa de Cortez, estaba colocando todas las cajas en donde tenían sus cosas en la camioneta para emprender su viaje.
Jonathan, un joven abogado, un poco apuesto, blanco y alto
(a veces utilizaba su aspecto para seducir a parte del jurado y claro ganar puntos a favor), muy bueno defendiendo a todo tipo de clientes con problemas grandes, claro el era muy convincente y a veces decía una que otra mentirita para ganar con mas facilidad cada caso que abordaba. En el momento que está colocando su ultima caja se fija en el reflejo de una mujer alta, blanca de cabello negro largo y liso, la ropa ajustada ponía al descubierto su cuerpo tan llamativo (bonita, buen busto, excelente abdomen, perfectas caderas y maravillosas piernas) en una de las ventanas de la camioneta, se preguntaba - ¿Quiénes no desearían estar con una mujer como la mía? ¿Cuántos serian capaces de pagar gran cantidad de dinero por estar con ella? seria un buen negocio… una propuesta riesgosa – soltó una pequeña risa, en ese momento una voz fina y un poco sensual le corta los pensamientos. -
¿en que piensas que tienes cara de creativo y pícaro a la vez?
– era Melisa -
En negocios amor – le responde
-
Espero que esos negocios no tengan que ver conmigo – le
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responde al instante Una sonrisa salió del rostro de Jonathan un poco picara. -
Sabes, estaba pensando en la riqueza tan grande que tengo
justo frente de mí. -
Bueno pasa por el centro comercial y cómprame algo con
eso. A Jonathan se le encogieron los hombros por el humor de Melisa, era 16
muy sarcástica. -
Estoy bromeando - le dice Melisa al ver la actitud que este
tomo - solo espero que la sepas administrar bien y no pretendas vender acciones. En ese momento ella ve el cielo y nota la mañana tan diferente, muy extraña y mucho silencio en el ambiente. -
¿Te fijaste en el ambiente? - Le pregunta
-
Si, esta un poco diferente - responde
Jonathan se queda viendo con más pausa todo y dice: -
Sabes, es como si anoche ocurrió algo malo, tan malo que la
mañana esta triste por eso. -
¿Eso crees?
-
Si, lo siento en el aire.
-
¿No será que me dices eso porque ya estas arrepentido de mu-
darte conmigo? Se voltea hacia ella con una mirada penetrante y tierna le dice -
¿en verdad crees que es por eso?
-
No, bueno yo solo digo.
-
Toda mi vida he esperado este momento, para empezar una
nueva vida contigo, a decir verdad es como un sueño que hoy al fin esta haciéndose realidad, y tu bien sabes que he estado trabajando duro para esto y ahora tienes el tupes de preguntarme eso, por dios, ¿después que
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me vas preguntar? ¿si estoy enamorado de ti?
La verdad es que le molestó esa pregunta, porque ella era con-
siente de todo lo que había pasado con sus padres, lo que tubo que hacer para enamorarla…Jonathan recordó la primera vez que la vio como si hubiese sido ayer, su sonrisa, la primera que le regalo, la primera palabra que escucho de ella, y la que ella escucho de él, claro, estaba casi mudo por los nervios, y casi se pudo escuchar aquel “HOLA”… y aun así me pregunta eso, - me gustaría saber como demonios entender a las mujeres - … una vez mas se escucho la dulce voz en el lugar. -
Ahora sonríes con cara de bobo, pensé que estabas molesto
-
¿Como molestarme contigo? Si después termino disculpándo-
me, mejor me ahorro ese trabajo. -
A eso le llamo pensar – respondió
-
Mejor vámonos antes de que se haga mas tarde, el camino es
muy largo - le dice Jonathan - ¿Ya le dijiste a Roy que salimos temprano? -
Eh… no – le responde Melisa
-
¿Ayer estabas hablando con su esposa casi toda la noche y no se
lo dijiste? ¿que mierda hablan? Escríbele y ya. -
Como quieras.
Capitulo 2.
Suena el teléfono de una habitación, en una mesa de noche al
lado de una cama grande, sale una mano de las sabanas un poco arrugada, como de alguien que trabaja mucho, o que maneja mucho, enciende la luz ve la hora 7:35am y de un bostezo toma la bocina. -
Diga - con voz de mucho sueño
-
¿capitán Daniel?
-
Si, soy yo - se estaba molestando por la llamada - estuve de
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guardia toda la maldita noche, quiero descansar - pensó -
Le habla el oficial Jesús, necesito que venga a ver esto, parece
ser un asesinato, lo necesitan aquí ahora mismo. -
Dígame donde.
La policía estaba en un edificio dentro de una pequeña oficina
donde aparentemente hubo un asesinato, todo estaba lleno de sangre. 18
El capitán Daniel Estaba un poco molesto - dios acabo de de-
jar la guardia hacen unas horas, mi esposa debe de estar cansada de esto, tengo que tomar vacaciones, si sigo así dentro de poco seré yo el asesino – pensó.
En la puerta había un hombre con traje de policía, tenia guan-
tes blancos y estaba detrás de la barra de seguridad policial. Era el oficial Jesús estaba angustiado por la espera. -
Capitán, lamento molestarlo, pero tiene que ver esto – le dijo
al momento en que lo vio cerca. -
Espero que sea bueno - le dijo el Capitán Daniel con cara
dura.
Cuando entra a la oficina, ve mucha sangre en todos lados,
salpicada en la pared y en el piso; y en el escritorio yacía un cuerpo, tal parece que era un hombre de negocios por su apariencia, estaba boca abajo en el escritorio. -
Capitán, acérquese un poco, vea esto – le dice Jesús.
Cuando se acerca mas al cuerpo, se da cuenta de que había
perdido mucha sangre, el escritorio parecía mesa de carnicería, el oficial
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levanta la cabeza de la victima muy despacio, sujetándola por el cabello y le hace seña al capitán para que vea el “rostro” de la victima.
Cuando el capitán se acerco, sintió algo muy extraño, un es-
calofríos corrió por sus venas, “¿que mierda es esta?” pensó, ¿acaso es una broma? -
Capitán, usted quería que fuese interesante, ¿no? – le dijo Je-
sús -
¿Qué demonios es esto?
El Capitán Daniel tenia su mente en blanco, mientras revisaba
todo con detalle, era algo que jamás había pensado ver, toda la piel de el la cara al parecer fue arrancada de un solo golpe por algo muy filoso y lo mas sorprende fue algo que aparentemente no tenia explicación, él estaba buscando algo en la oficina, pero no lo encontraba… estaba sudando y a pesar de su experiencia en este tipo de trabajo estaba un poco frío y pálido. -
¿Oficial Jesús? – la voz de Daniel era muy inestable
-
Diga capitán
-
¿Dónde esta la cara?
-
La misma pregunta no las estábamos haciendo hace un rato,
cuando llegamos revisamos toda la oficina y no encontramos ni rastros de ella, no sabemos a donde se la llevaron. -
¿por que demonios se la llevaron? – Daniel todavía estaba bus-
cando en la oficina -
Todo lo que tiene valor monetario esta aquí, su billetera, las
llaves del coche, todo esta aquí menos su cara -
Quizás eso sea lo que tenía valor para él. – le dijo Daniel
-
Otra cosa capitán, ¿se fijo en el escritorio?
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Cuando se fijó, vio un documento, como un contrato o algo
así, estaba lleno de sangre, al lado de las llaves del auto, lo revisaron con mucho cuidado. Era el contrato de la venta de una casa a una pareja, estaba casi todo cubierto de sangre, en frente se podía leer “MANSION TYLER” y en la página siguiente una firma del comprador debajo del nombre “Jonathan Cortez”, la dirección de la mansión no era muy visi20
ble. -
Oficial Jesús, ¿sabe donde queda esta casa?
-
No señor, pero ya mande a averiguarlo
-
Muy bien, en lo que sepa la dirección que nos avisen, nos
vamos. -
¿A dónde? – le respondió Jesús , al parecer lo había agarrado
fuera de base -
A mi casa a buscar mis cosas, que no traje nada, y después a una
mansión vieja a ver que encontramos. -
De acuerdo capitán.
Capitulo 3.
Era un motel que aparentaba tener muchos años en el negocio,
en una de sus habitaciones se oye una ducha abierta, detrás de las cortinas del baño se ve una imagen, un hombre joven, blanco, corpulento, mas o menos alto. Roy se esta bañando - después de haber tenido una gran noche con mi mujer, me hace falta un gran baño, es lo que merezco, además Jonathan debe de estarme esperando para ir a la casa y su…. escucha el chillido de la puerta de el baño, al parecer alguien estaba entrando en ese momento, de repente con mucha rapidez abren la cortina de manera brusca -
pensé que estabas dormida – Roy estaba asustado
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-
Ya lo dijiste, estaba – le respondió con una voz muy dulce
-
¿Que tal dormiste?
-
Bueno bien en realidad, pero quería ducharme contigo ¿pue-
do?
Roy en ese momento la empieza a detallar, su mirada empezó
en los pies, deslizándose suavemente por los tobillos hasta llegar a las rodillas, en donde empezó a verla un poco mas despacio, su piel era como las de mujeres de revistas de ropa intima, que él muchas veces veía no por la ropa claro, por las modelos, parecían muy suaves, blancas, eran perfectas, tenia ropa interior negra, uno de sus colores favoritos, sus caderas muy provocativas, su abdomen era plano, sus pechos no muy grandes, los necesarios para el cuerpo, era muy bonita, sus labios rosados, y su ojos claros, cabello castaño liso… Jessica nota la mirada golosa de Roy y de su rostro nace una sonrisa como apenada… y ella rompió el silencio… -
¿Por qué te quedas mudo? ¿a caso no quieres ducharte conmi-
go? -
Solo admiro tus atributos, que están muy bien administrados.
-Le respondió Roy al Instante
De repente un movimiento que no esperaba Jessica, la mete
dentro de la ducha, la abraza con fuerza y la besa, en ese instante de lujuria y deseos se escucha un teléfono… los dos se detienen a escuchar el sonido imprudente… -
Genial – dice Roy - ¿es tu teléfono?
-
Si, y creo que es Melisa
-
Y es obvio que va a contestar ¿verdad?
Ella le sonríe y lo aparta con los brazos, le de un beso y sale… -
Será solo un momento
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-
Espero que no sea como anoche.
Roy, estaba pensando en ese momento de cómo podía hacer para separarlas… pero pronto será diferente, un nuevo comienzo vendrá…todo cuan…. Lo tomaron por los brazos y lo besaron de repente… -
¿Qué quería
Melisa? – le dijo Roy que estaba sor-
prendido por la velocidad y lo poco que tardó hablando. - 22
Me dijo que van saliendo para la casa, que los alcancemos en el
camino -
Bueno nosotros estamos mucho más cerca que ellos, podemos
tardar un poco más… ¿verdad? – le dijo Roy dirigiendo su mirada hacia esos ojos claros -
Claro que si podemos cerrar con broche de oro.
Capitulo 4
La calle muy solitaria, Melisa estaba viendo por la ventana de
la camioneta el ambiente que se levantaba delante de ella, había de todo, arboles gigantes, espacios vacios, maizales, pasto algo alto, en eso pone su vista en frente y ve a una persona un poco extraña, en la orilla de la carretera, al parecer estaba pidiendo la cola o algo así, pero cuando ellos iban cerca solo bajo su brazo para fijarse en la camioneta.
Aquel hombre no parecía vagabundo, al contrario, parecía
persona de buena familia, alguien con poder, y no era muy viejo… aparentaba entre 38 a 45 años, cuando pasan por un lado, fue como si por un instante el tiempo empezó a pasar muy lento casi como si se hubiese detenido cuando lo tenia en frente, él la miro a los ojos, muy penetrante, sus ojos estaban hundidos, como si hubiese estado llorando, su mirada era de decepción, rabia, frustración… en ese instante ella experimento un sen-
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timiento extraño, no era lastima, era algo raro, como si aquel hombre le trasmitió una parte del dolor que sentía…. El tiempo volvió a ser normal para ella, y aquella imagen se fue alejando detrás de ellos, ella lo veía por el retrovisor de la camioneta… entonces mira a Jonathan, al parecer él no noto a aquel hombre, ni siquiera se molesto en fijarse en esa persona… Melisa lo ve como un desconsiderado… -
¿Por qué no te detuviste?
Jonathan se voltea hacia ella, su rostro parecía sorprendido por
aquella pregunta tan extraña que ella le estaba haciendo, un poco descontrolado le dice: -
¿de que me hablas?
-
Del hombre que estaba en la carretera pidiendo la cola
-
¿un hombre en la calle pidiendo cola? Responde
El se fija por los espejos pero no ve nada, solo una recta muy larga detrás. -
La verdad, es que no vi a nadie en la carretera –dice Jona-
than
En lo que Melisa escuchó lo que le estaba diciendo Jonathan,
sintió escalofríos por su cuerpo, toda su piel se erizo, mientras en su mente estaba la imagen de aquel hombre que vio en la carretera, se fijo por el retrovisor una vez mas, pero no vio mas que asfalto y pasto…
Jonathan noto el rostro de Melisa muy pálido, estaba muda, su
mirada fija hacia el frente… la toma por un brazo, como para separarla de trance en donde parecía que estaba metida.
Cuando Melisa siente la mano cálida y sudorosa de Jonathan
en su brazo, un movimiento brusco, se sacudió en la camioneta como si la hubiese sorprendido…
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-
Oye ¿te sientes bien? –le pregunta Jonathan, como preocupado
o al menos eso parecía.
Melisa no sabia que contestar, si le decía lo que vio o lo que se
imagino a él o no, no sabia que hacer - cálmate, cálmate, vamos respira, tiene que ser por el cansancio el viaje es largo, tienes sueño… no viste nada - se dijo así misma. 24
-
Si, estoy bien, es solo que tengo sueño –le contesta Melisa-
-
¿segura?
-
Completamente, dime algo, ¿falta mucho?
-
No, ya casi llegamos
-
Es bueno escucharlo
Jonathan se preguntaba si Melisa se estaba volviendo loca, la
miraba y ella aun estaba perdida, como en otro mundo, parecía muy impresionada, angustiada por algo, se fija al frente ve a una pequeña estación de servicios que se acercaba. Ve a Melisa y decide detenerse un momento para llenar el tanque de gasolina y comprar algo, tenia hambre y sed, pero cuando va entrando al lugar siente algo extraño, se da cuenta de que el lugar esta muy desierto y que no hay nadie cerca. -
Vamos a detenernos un rato- dice Jonathan- comprare algo,
¿me esperas aquí? -
No, voy contigo
-
De acuerdo, pero espera voy a ver quien me llena el tanque.
¡¡¡¡Hola!!! ¡¡¡HAY ALGUIEN NECESITO GASOLINA PARA LA CAMIONETA!!!! - Bueno voy a llenarlo yo mismo- se dijo.
Melisa estaba un poco perturbada y confundida aun, trataba
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de borrar aquella imagen que había visto, aquel hombre que le transmitió un poco de su dolor, en ese momento escuchan un ruido cerca, los dos voltearon de manera sincronizada hacia la pequeña bodega que había en el lugar, notaron una sombra en el espejo de la puerta, pero se desvaneció rápidamente. -
Creo que hay alguien ahí- dice Melisa-
-
Si, vamos a ver
Cundo se deciden a entrar a la bodega una brisa un poco fres-
ca golpea sus cuerpos, voltean hacia el lugar de donde viene y solo ven pasto… pero hay algo extraño… Melisa se queda viendo el ambiente desolado, el silencio que reinaba parecía un cementerio en el crepúsculo. -
Vamos a entrar- dice Jonathan
Cuando empujan la puerta, escuchan uno de esos adornos que
les colocan a la mayoría de las puertas de los negocios para indicar que alguien entro, para que no lo tomaran de sorpresa… este no era muy común… era una figura de un hombre, parecía de plata o un metal plateado, sobre su cuello estaba un cuchillo también de el mismo material, y cada vez que se movía el cuchillo atravesaba cuello del hombre de dicha figura, su rostro transmitía miedo… los dos se quedaron viendo como con miedo.
Cuando voltearon, una mujer un poco mayor, estaba del otro
lado del mostrador, su mirada era penetrante, en su rostro se podía ver que era una persona humilde, trabajadora, parecía una de esas personas con mucha experiencia en la vida, su cabello era liso y un poco largo, estaba casi cubierto de canas, su ropa era muy ancha, un vestido largo, era rojo con negro, tenia una escrituras bordadas alrededor, y figuras raras…. Una voz ronca se escucho, y dio la impresión de que cubrió todo el lugar…
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-
¿Los puedo ayudar en algo? –dijo la anciana-
-
Si, necesito unas cosas, y pagar la gasolina que acabo de llenar
el tanque de la camioneta- dijo JonathanEmpezaron a buscar las cosas que necesitaban en la tienda, y veían que la señora no le quitaba la vista, podían sentir su mirada penetrante. 26
-
Dime que también te dio escalofríos- le dice Melisa-
-
Escalofríos y miedo también, parece una de esas brujas que con
solo verte te crean una desgracia, una maldición – le dice Jonathan -
Tampoco así, a mi mas bien me parece una persona muy sa-
bia -
Las apariencia pueden engañar mucho
-
Tu lo haz dicho, a ti te parece bruja, a mi un poco mas sabia,
pero no debemos juzgar por la apariencia, ni siquiera la conocemos. -
Eso es muy cierto…pero….en ese momento escucharon un
gran ruido como si hubiesen arrancado la puerta de un solo tirón, cuando los dos se volvieron hacia la puerta se llevaron una sorpresa. -
Debí imaginarlo- dice Melisa-
Una voz chillona y escandalosa se escucho de repente en ese lugar… -
Chicos, pensé que ya habían llegado - dice Roy junto su acom-
pañante Jessica-
Yo, pensé que no habías encontrado el camino –le responde
Jonathan Roy se acerca a ellos, sujeta la mano de Jonathan y le da un pequeño abrazo, se voltea -
Hola Melisa, tiempo sin verte – la saluda con un beso en la
mejilla la abraza un poco fuerte como con mucho cariño. -
Igual yo – responde Melisa- pero ella sabia que era mejor así,
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a ella no le agradaba él, pues era un idiota, uno de esos hombres que les gusta el sexo, fumar, beber, para él, era así la vida de un hombre, quien no hiciera eso sencillamente no era hombre, eso era lo que mas le molestaba de él, vivía solo por eso, pero ella no le veía sentido a esas cosas. -
¡¡¡¡¡¡demonios!!!!! ¿que lugar es este?... parece la casa de un ase-
sino en serie, o un violador – dice Roy
Aun no había visto a la anciana que es la encargada del lu-
gar, pero mientras estaba chequeando el lugar, recorriéndolo con la vista, cuando ya estaba cerca de completar los 360˚, frente a él surgió una figura que a él no le resulto agradable del todo, en su rostro nació una expresión de pánico, era como si aquella anciana había salido de los mas profundo de sus pesadillas… por un momento se quedo inmóvil, sus oídos no escucharon nada, solo veía aquella imagen, a la cual no pudo imaginar antes… de pronto un golpe en el pecho lo saco del trance en el que estaba sumergido… -
¿Oye quieres llevar un poco de cerveza? – pregunta Jonathan
Roy reacciono, como con miedo de hablar, y con cara de actor dramático dice: -
Compra lo que quieras y vámonos de aquí, esta anciana me da
escalofríos Jonathan voltea hacia la anciana, y le da una pequeña sonrisa, un poco apenado con la actitud de su amigo -
Disculpe a este idiota, él esta bromeando, es el viaje que lo
tiene así -
Pues si lo ponen así los viajes ¿Por qué lo sacan a pasear?-res-
ponde la anciana al tiempo en que da la vuelta y se dirige hacia el mostrador a sentarse en la silla frente a la maquina registradora.
Empezaron a escoger sus cosas, recorriendo lo estantes, Jessica
estaba al lado de Melisa, hablando en secreto, y ambas reían de una ma-
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nera picara, en ese momento Jonathan se le acerca a Roy, y le dice: -
¿Te puedo preguntar algo? ¿Qué hablaran, que les parece tan
gracioso? Roy se da vuelta para verlas -
la misma pregunta me la he hecho yo varias veces, pero no
tengo la respuesta, son mujeres tío -
Si, tienes razón – responde sonriendo
Por un momento Jonathan se queda viendo la risa tan picara
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que surgía de la boca de Jessica, y al parecer ella pudo sentir la mirada de él, fija en sus labios, en ese momento encuentra ella su mira, y sonríe, como apenada y tímida, lo cual no era nada de ella, daba la impresión de que hubo una pequeña química entre ellos, pero después de unos segundos ella desvía la mirada lentamente hacia Melisa, y empiezan a hablar una vez mas de sus asuntos, el rostro de Jonathan transmitía tranquilidad por un momento, en su mente esa sonrisa que le habían regalado, permanecía intacta, como una transmisión en video repetida una y otra vez, fue entonces cuando volvió a ser él, una mano apretó su hombro y lo halo hacia un estante en donde estaban botellas de licor de toda clase… -
¿Qué quieres llevar? -Era su amigo Roy, como siempre pen-
sando primero en el licor. -
No se, tu eres el experto
Roy agarro varias botellas, Jonathan lo ayudo con dos. -
Oigan, vámonos de aquí, ya es suficiente, esto apesta - dice
Roy a las chicas - La anciana no dejaba de verlo, él podía sentir la mirada fría y penetrante de aquella anciana, él acercándose a ella, lleva su mano derecha hacia la parte trasera del pantalón, su vista permanecía en la anciana, buscando algo detrás, se para en frente de la mujer… -
Espero que esto le sirva para que me deje de ver con esa cara-
dice al tiempo en que su mano encuentra lo que buscaba, con una velo-
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cidad relativa saca su mano hacia delante, en dirección a la anciana, sus amigos lo veían con un poco de intriga, la escena era como de un poco de suspenso, saco lo que había encontrado en su bolsillo, lo abre y de el saca una tarjeta - Espero que con esto pueda pagar aquí - dice Roy
La anciana lo ve con de rabia, sus comentarios eran cada vez
peores, daba la impresión de que quería tratar de humillarla, pero ella era mucho mas inteligente que él, ella no pretendía rebajarse a discutir con una persona insignificante - a los animales se les estudia, no se discute con ellos, son animales - pensó. -
Jovencito a veces las apariencias nos engañan.
La anciana desvía su vista hacia el lado en donde se encontraba
Melisa, al parecer ella pudo sentir su mirada, desde un principio la anciana le había resultado muy misteriosa, como si ella la hubiese conocido desde hace tiempo y sabía algo de ella… Toma la tarjeta con una de sus manos, se cobra todo y devuelve la tarjeta a su dueño… -
Gracias por todo-dice Jonathan- y disculpe lo malo
-
Si, gracias, y creo que debería redecorar el lugar –dice Roy-
esto parece mas a una cripta que a un abasto. -
Que tengan buen viaje, y gracias por tu consejo –dice la ancia-
na
Los dos dan vuelta para salir de aquel lugar, y a ellos les siguen
las chicas, pero Melisa sentía algo extraño, como si ya conocía a aquella mujer, cuando levanta sus brazos del mostrador y se decide a dar vuelta, una mano sujeta su brazo izquierdo y la retiene.
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-
Señorita Melisa, a veces para quitar una mascara es necesario
ponerse una mucho mejor, -dice la anciana- con una mirada fija en los ojos de ella, como penetrándola por dentro, el rostro de Melisa reflejaba, miedo, mucho miedo, tenia los pelos de punta. -
¿de que me esta hablando señora? ¿Cómo es que sabe mi nom-
bre?- respondió ella- su voz era muy baja, casi como un susurro por el miedo que en ese momento la invadió 30
-
La confianza juega un papel importante en esta vida, es por eso
que debemos saber en quien confiar, no lo olvide – daba la impresión de que la anciana sabia muy bien de que estaba hablando, por la seguridad en que salían sus palabras, aquellas resonaban en la cabeza de Melisa, ya que no era la única cosa extraña que había experimentado hoy.
En ese momento la mano que la sujetaba cedió y libero su
brazo, ella salió del lugar como espantada por lo que le había pasado, preguntándose de que estaba hablando la anciana, y por que sabia su nombre. Salió del lugar, ella sin hablar con ninguno de sus amigos, pasa por donde están, entra en la camioneta y con la puerta entre abierta dirige su mirada a Jonathan -
Oye se nos va a hacer tarde - dice Melisa- cortando un mo-
mento de conversación que tenían.
Jonathan voltea hacia ella, en su cara había una risa que duro
poco tiempo, pero cuando vio la cara de ella, su esfumo, la misma que tenia minutos antes, sabia que le estaba pasando algo inusual -
Ella tiene razón, mejor sigamos el camino, ya falta poco- dice
Jonathan -
Bueno, te seguimos – dice Roy con expresión un poco des-
agradable, toma a su acompañante con ambos brazos y la besa en el cuello,
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y la lleva hacia el vehículo que conducía el, estaba detrás de la camioneta de Jonathan, era un carro deportivo, no muy actualizado pero era bueno.
Jonathan también sube a la camioneta y enciende el motor,
por un instante dirige su mirada hacia el rostro de Melisa, él nota en ella una confusión, su mirada parecía perdida, lejana, como si estuviese reviviendo un recuerdo de su mente, cuando decide sacarla de donde se encontraba, la toma con mucha delicadeza de la quijada y dirige su rostro hacia él -
¿estos bienes? ¿todavía con lo de hace rato?
-
No me siento bien, solo vámonos, este lugar me pone mal
-
Si, salgamos de aquí
Una corneta los hace saltar, ya que los tomo por sorpresa, y una vez mas la voz chillona se escucha. -
¡¡¡¡¡Oigan, muevan esa cosa, salgamos de este cementerio!!!!
-
Sabes –dice Melisa- cada vez él me sorprende mas
-
Ya vámonos
Jonathan pone en marcha su camioneta, en ese momento Me-
lisa decide mirar al abasto, un reflejo en una ventana grande que estaba en el lugar permanecía inmóvil, como si aquella anciana también la veía, ella ve la hora en su reloj 10:45 -
¿Cuanto tiempo falta? – pregunta Melisa
-
Menos de dos horas – responde Jonathan con su mirada hacia
la carretera -
genial
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Capitulo 6
El interior de la casa del Capitán Daniel era muy clásico, en las
paredes tenia títulos, reconocimientos, trofeos, medallas, tenia muchas fotos, fotos familiares, él era muy bueno en su trabajo y además muy sobresaliente, casi todo en su casa era de madera, el Capitán estaba en la cocina con su esposa, hablando sobre el caso que se le presento y que le 32
habían asignado -
Te prometo que este va a ser el ultimo- dice Daniel con tono
bastante cansado- es que este es diferente -
Diferente –dice su esposa- ¿Por qué se llevaron la cara de la
victima? Por dios Daniel, es un psicópata, que tal si te pasa algo, no estas tratando con alguien que cometió un robo, y por accidente asesino a su victima, ni de un ladrón de autos, por dios, es alguien que mata por mas que eso, es un demente -
Marian, es por eso, por primera vez en muchos años, creo que
puedo salvar vidas, este tipo es un asesino diferente y muy peligroso, tú lo haz dicho, no es un simple delincuente, hay gente que corre peligro, y es mi deber, después de esto te prometo que descansare a tu lado amor.
En ese momento ella lo ve a los ojos, su rostro reflejaba mucha
preocupación, era una persona un poco mayor, quien no había vivido una vida como la hubiese querido, siempre estaba preocupada cuando su esposo salía a la calle, nunca descansaba, solo tenia la paz cuando él llega de la selva a la cual vigila…muchas veces se preguntaba cuando le llegaría la mala noticia de que fue asesinado, era ese su miedo, perder a Daniel, cuando se conocieron era solo un oficial… después cuando empezó el acenso, él no quiso renunciar a las calles, decía que era su destino, pero era ese destino a quien le tenia miedo Marian, las calles llenas de tanta maldad, personas cobardes que la única salida que encuentran para combatir su pobreza, era la violencia, el robo, encontraban ese camino mas fácil,
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que ganarse la vida con el sudor de la frente, solo acababan con quien se interpusiera en su camino… eso era lo que su marido hacia, frustrarlos… eso era muy malo para ellos… aunque Daniel era bueno, eso no lo convertía en héroe, en el momento menos esperado te podían quitar la vida, este mundo esta lleno de maldad, la ambición por el poder y la riqueza había hecho olvidar a muchos lo que en verdad importa, luchar por ser una buena persona. 33
Daniel, la toma de los brazos, la abraza con fuerza, y ella responde a eso, estaba muy nerviosa y Daniel lo pudo notar -
Marian, no te preocupes, he pasado por muchas cosas, aunque
no como estas claro y he salido bien, te prometo que es la ultima por un largo tiempo- la voz de Daniel logro calmar un poco a Marian. -
Ten mucho cuidado, ya no estoy para esto
-
Lo tendré, y tu también, quiero que te quedes tranquila
-
Si, esta bien, tratare.
-
Ya me tengo que ir – él la ve y le da una sonrisa- sabes, te amo
tanto, soy capaz de romper cualquier barrera para poder estar contigo, te prometo que saldré bien de esta y estaré contigo pronto -
Yo también te amo, pero quiero que te cuides mucho
-
Ya me voy
Dándole la espalda se retira en dirección a la puerta, él se da cuenta que en verdad hizo la mejor elección de su vida, su mujer aun lo amaba y se preocupaba por él, eso era bueno, y lo hacia sentir mejor.
Capitulo 7 Daniel sale de su casa y va en dirección al vehículo, abre la puerta y entra,
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al mirar a su compañero ve que esta revisando un mapa que tenia en el carro, su rostro en ese instante reflejo un poco de confusión -
Espero que estés buscando la dirección de la casa- dice Da-
niel-
En efecto-contesta Jesús- hay buenas noticias y también malas
¿Cuáles desea primero? 34
-
Las que sean, pero dime todo lo que sabes
-
Bueno, me llamaron de la estación, ya se la dirección de la
casa, esta a unas cuantas horas de aquí, le pertenecía a un tal Christian Tyler hacen ya 20 años, quien desapareció al poco tiempo de comprarla, es como si se lo hubiese tragado la tierra, pero eso no es todo, luego de eso, su mujer, su hermano y la esposa de su hermano fueron brutalmente asesinado, sus cuerpos fueron hallados en descomposición, unas semanas después, la casa estaba abandonada desde entonces fue entregada a una familia de lejos quienes decidieron venderla por razones económicas, lo habían intentado muchas veces, pero no encontraban comprador, se enteraron de un buen vendedor para hacerlo, ahora la han logrado vender a una pareja –un tal Jonathan Cortez y su esposa Melisa. -
¿Quién era es ese vendedor? – pregunta Daniel como con la
intención de buscarlo -
Ya lo conoce Capitán- responde
-
¿Cómo dice?
-
Usted lo vio hoy en la oficina a donde yo lo llame
-
¿Él era el vendedor con talento? Su idea le duro solo pocos
minutos, de pronto se sintió frustrado, no podía creer lo que estaba escuchando -
Me temo que si, Capitán
-
Pero esto es muy extraño, ¿Por qué lo asesinaron?
-
La verdad capitán es que no lo se
-
Debe ser alguien que no quería que vendieran la casa, y si es
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así, entonces esa pareja esta corriendo peligro, hay que encontrarlo pronto, no perdamos mas tiempo, vámonos. -
Seguro.
Capitulo 8
Era un sótano viejo, lleno de polvo, al parecer no lo habían
visitado por mucho tiempo, telas de araña por todos sus rincones, Melisa revisaba con cuidado, buscando algo, ni siquiera ella sabia que demonios hacia en ese lugar, pero su instinto le decía que buscara, y solo iba a saber que era eso cuando lo hallara, de pronto se fija en una tela blanca que se movía sobre un armario - como se podía mover si estaba en un sótano - la brisa no podía entrar con facilidad a ese lugar, era casi imposible, solo cuando se abría la puerta, esta produciría un cambio en el aire capaz de formar una brisa dentro del lugar, acción y reacción, ella sabia que solo así pudiese haber viento en ese lugar, la puerta estaba cerrada, no podía ser posible, ella se fue acercando cada vez mas hacia el armario, cada vez mas cerca, sus piernas temblaban a cada paso que daba, escalofríos tras escalofríos sentía en su cuerpo, parecía que su sangre estuviese congelada, pero era raro porque estaba sudando, el lugar no estaba muy iluminado, solo una pequeña luz que pasaba a través de una vieja ventana, fue cuando estaba lo demasiado cerca como para lograr ver bien el interior del closet, al parecer había una especie de túnel en el interior, conducía hacia una oscuridad absoluta, cuando estaba de frente al closet, noto algo que no le gusto mucho, se veía muy estrecho y misterioso, estaba pensando si debía entrar o regresarse, pero su curiosidad era mucho mayor que sus ganas de regresar, y decidió investigar, ella sabia que a veces lo desconocido no significaba peligro, muchas veces la personas no buscaban entrar en lo desconocido por miedo a encontrar algo diferente a lo que ellos conocían, en cambio decidían quedarse aferrados a esas cosas y permanecer con la
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dudas que las mismas les causaban con el tiempo, pero ella no era así, le gustaba lo desconocido, le interesaba.
Atravesando la oscuridad, con miedo, con frio y a la vez su-
dando, podía sentir una brisa fresca que le rosaba la cara, entonces pensó - si hay brisa aquí es porque hay una salida o al menos eso parece - sumergida en la oscuridad pocos pasos después de haber entrado, veía a lo 36
lejos un poco de luz que se filtraba en el vacio, acercándose a ella con el fin de encontrar la salida, pronto descubrió una cosa, era raro pero la luz reposaba sobre un pequeño cofre que estaba en el suelo, ella se sintió muy confusa, pensando como había llegado eso ahí, ¿a quien pertenecía?, pero solo podía averiguarlo de una solo manera, husmeando dentro para responder sus preguntas, fue entonces cuando decide acercarse para recogerlo, decidida, se agacha extiende su mano y cuando ya esta casi cerca un ruido extraño logro percibir de la oscuridad que estaba detrás de ella, su mente se corto en dos, rápidamente se levanto, alzo la vista hacia el lugar de donde venia el sonido, paralizada, muy atenta a todo, su mirada fija en esa dirección pero no logro ver nada, todo era muy oscuro, de pronto un silencio muy profundo se apodero del lugar, todo quedo muy callado, tan callado que podía escuchar cada latido de su corazón como el bombo de una batería… de pronto otro ruido que también venia de la misma dirección corto el silencio, su corazón ahora estaba mas acelerado, de nuevo el silencio invadió el lugar, pero esta vez Melisa estaba mas atenta a cualquier cosa extraña, ella estaba debajo de la luz que provenía de una pequeña abertura de la pared, parecía una aparición divina, como una llegada de un ángel, estaba atenta a cualquier cambio, con sus sentidos al máximo, fue entonces cuando pudo escuchar bien aquel sonido, pero al hacerlo quiso no haberlo escuchado, casi se desmayaba, era fuerte, pero ahora estaba asustada, pánico reflejaba su rostro, sus ojos aguados su nariz estaba roja y su mirada fija en el lugar, sabia muy bien lo que había escuchado, un paso con un zapato de tacón, pero se podía oír, el lugar era lo bastante
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silencioso y estrecho como para que las hondas se dirigieran en una misma dirección, sin barreras que obstruyan su paso, el sonido del tacón de aquel zapato era muy claro, y Melisa sabia que no era Jonathan ni Roy, ellos los odiaban, una vez mas el tacón sacudió el lugar, cada vez mas cerca de ella, una y otra vez, ella parecía otra persona, confundida, su mente estaba en blanco, solo esperaba el momento de ver que era lo que acercaba, un ultimo paso se escucho, casi en frente de ella, no podía ver nada estaba casi cegada por la luz que daba en su rostro, de repente pudo ver algo, un brazo que atravesaba la luz, en dirección a ella y siente la mano fría en el hombro, una sacudida dio, y un grito muy fuerte recorrió por todos los lugares… fue entonces cuando una voz familiar logro escuchar. -
¡¡¡¡MELISA!!!! ¡¡ ¿ESTAS BIEN?!!! ¿Qué te sucede?
Reconoció la voz desde el primer momento, era Jonathan, con
su mano en el hombro despertándola, detenidos a orillas de la carretera…. Cuando lo miro al rostro sintió un gran alivio, logro calmarse, lagrimas salían de su rostro, estaba muy asustada, él le da un poco de agua, no encontraba que hacer, estaba muy confundido por la escena que había presenciado, a demás no era la primera en el día, esta era la numero tres en menos de 4 horas -
Oye ¿Qué te sucede? Le pregunta Jonathan preocupado
-
Tuve un mal sueño, muy extraño, -su voz estaba muy baja, y
todavía se podía sentir el pánico a través de ella-
Estabas actuando demasiado rara dormida, así decidí levantar-
te –explico Jonathan- estabas sudando ¿ya te sientes mejor? -
Si, eso creo, y gracias por levantarme- su mirada era distinta,
estaba reviviendo aquella pesadilla tan extraña que había tenido, ni siquiera se dio cuenta cuando se quedo dormida, aquel cofre que dejo en ese sitio, tirado en el suelo, con la duda de su contenido… una vez mas alguien la saco de su ilusión
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-
¿Qué demonios pasa? – era Roy-¿Por qué se detienen en me-
dio de la nada? Ah ya… ¿oigan no pueden aguantar a llegar a la casa? por dios paciencia -
Oye podrías callarte- le dice Jonathan con voz molesta- Melisa
se siente mal -
Pensé que ya habías superado la etapa de cuando niña, que los
paseos te daban malestar 38
-
No esta mareada – respondió Jonathan una vez mas- tuvo una
pesadilla -
¡¡¡una pesadilla!!!! – le contesto con una gran carcajada- ¿con
quien soñaste con un payaso gigante? Por dios vámonos ya, esto es peligroso puede venir el payaso en su triciclo, y lanzarnos pasteles- dio media vuelta y riéndose se fue hacia su carro que estaba detrás de la camioneta… aun se estaba riendo por lo que había escuchado, Jessica lo veía, estaba sentada a su lado… -
¿de que demonios te ríes? –le pregunta con curiosidad
-
De Melisa, ¿sabes por que nos detuvimos aquí? – le dice ha-
ciendo pausa a su risa -
No, ¿Por qué?
-
Porque ella tubo una pesadilla –otra gran carcajada surgió de
él Jessica también se estaba riendo, le parecía un poco tonto de parte de su amiga que se detuvieran por un mal sueño.
Jonathan logro calmar a Melisa, y una vez mas la camioneta
estaba en movimiento, él la veía aun angustiado, al parecer es verdad, se esta volviendo loca… era raro pero sentía la curiosidad de que ella le contara que le había pasado en ese sueño. - tud.
Y bien ¿me vas a contar o no?- le pregunta con mucha inquie-
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-
No, ahora no, estoy cansada- responde Melisa- cuando llegue-
mos.
Estaba viendo por la ventana, como siempre muchos arboles,
arbustos, pastos al rededor era lo único que podía ver. De repente ve algo a lo lejos, delante de ellos a la derecha, entre unos arbustos, le parecía familiar, cuando recuerda ya esta casi de frente, ya sabia quien era, en ese momento sintió una vez mas escalofríos en todo su cuerpo, inmóvil solo se limito a ver al hombre que había visto horas a tras, pero esta vez no estaba en la carretera, estaba en el bosque, entre los arbustos.
Estando frente a el, sucedió casi tan parecido como la primera
vez, el tiempo parecía detenerse ante ellos, pero la mirada que venia del sujeto esta vez ya no era de tristeza, era mas bien de decepción, y negando con la cabeza la señalo, a ella no le agrado el mensaje que le daba, no lo podía entender bien, ve con rapidez hacia Jonathan, el tenia la mirada a en la carretera, firme y pensativo, decide no decirle nada - ¿Qué iba a pensar él? - Se pregunto, decide voltear para ver al sujeto extraño que había visto, pero ya no estaba, lo busco alrededor y nada, ya no estaba, no sabia si debía hablar o callar - tal vez sea mi imaginación, mejor me relajo y trato de olvidar - se dijo, pero por mas que lo intentaba no podía hacerlo - esto no tiene sentido - pensó, pero ya me estoy poniendo nerviosa, necesito descansar, y dormir bien -
ya estamos cerca –le dice Jonathan cortándole los pensamien-
tos -
que bien, ya me estoy volviendo loca – le responde al instante
-
ya veras que es una gran casa - se lo dice tratando de animar-
la -
eso espero – ella no había visto aun la casa, solo sabia que era
grande y antigua, ya que él todo el tiempo se lo estaba diciendo, estaba
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muy emocionado por la mudanza y todo eso, algo que a ella le parecía un poco extraño, ya que era un poco amargado. Capitulo 9.
Era un vecindario poco agradable, aparentemente tranquilo,
algo que era bueno, el aire fresco, poca humedad en el ambiente, Melisa se dio cuenta de que las casas eran normales, todas eran iguales, pocas cosas 40
en ellas hacían la diferencia entre ellas, al parecer lo que le había dicho Jonathan era mentira, no tenían nada de interesante las casas, lo único que le llamaba la atención era el ambiente en donde se estaba adentrando, pero hasta ahí. -
se lo que estas pensando – le dice Jonathan- pero tranquila la
de nosotros esta casi al final Ella solamente lo mira, daba la impresión de que ya no le importaba mucho la casa, le importaba más el clima. -
¿puedes ver el desvío que esta al frente? – le dice Jonathan-
siempre con la vista en la carretera -
Creo que si- le contesta un poco extrañada
-
Bueno, nuestra casa esta por ahí- al tiempo que tomaba el des-
vío hacia la derecha
Ella solo veía, el ambiente, que estaba cada vez mas intere-
santes, muchos árboles bonitos, flores silvestres, que al parecer quedaban acordes con el lugar, ella pudo ver una casa que se acercaban, pero no era grande, bueno tan grande como se la habían descrito y tampoco parecía abandonada, al contrario estaba muy bien cuidada, tenia un bonito jardín con una pequeña variedad de flores y rosas, parecía una casa de un sueño.
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-
Tranquila que esta es la casa de la vecina – la respuesta fue
como si él estuviese leyendo sus pensamientos- así que no pongas esa cara de decepción -
No, yo no he dicho nada, solo observo.
La casa se fue alejando cada vez más, y no había señales de
otra, cuando de repente vio otro pequeño desvío hacia la derecha, una carretera mas estrecha que la anterior, no estaba asfaltada, en la entrada había un aviso un poco viejo apenas se podía leer MANSION TYLER. -
¿Estas preparada? – le pregunto
-
Si, desde hace una horas – le responde un poco molesta por el
largo viaje -
Ya llegamos
Capitulo 10.
La carretera se fue haciendo mas ancha, hasta que por fin,
apareció una casa frente a sus ojos, no era como se la habían descrito, era un poco mas grande, parecía una iglesia antigua, su diseño era un poco misterioso, sus ventanas muy grandes -mínimo fue un hotel antes - se dijo, al tiempo en que ella veía la longitud, era muy grande. Se detienen justo en medio de las escaleras para el acceso a la casa -
Ya llegamos-le dice con entusiasmo- ¿Qué te parece?
-
Esta muy bien – al tiempo en que abre la puerta y sale - nece-
sito estirar mis piernas. Justo detrás de ellos, se estaciona el otro vehículo, donde venia Roy y Jessica, Ella los ignora y sigue viendo la casa…al tiempo en que escucha
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la voz aquella que a veces no soportaba… -
¡Dios! ya quede sin trasero – dice Roy al momento que salió
de su carroJessica también salió pero no dijo nada, solo estaba viendo alrededor, y estirándose. 42
Melisa decidió dar un vistazo por un lado y Roy también en otra dirección.
Capitulo 11.
Jonathan estaba muy cerca de Jessica, estaba hablando con ella,
bueno casi susurrando, pero cuando se acerco Roy él se separo y dejaron de hablar, Roy venia riéndose, y cuando logro acercarse lo suficiente a Jonathan, le dice: -
Oye tío, ¿desde cuando no le haces el amor a tu mujer?
-
¿Por qué me preguntas eso? -él se extrañó por la pregunta que
le estaba hacia. -
Parece que esta estresada- siempre con la sonrisa en el rostro
¿Oye, no piensas entrar en esta mierda? -
Espera no seas impaciente – voltea hacia Melisa que estaba
ya casi a su lado, la toma por un brazo y la abraza- espera a que veas el interior- ella solo la mira.
Saca la llave y decide abrir la gran puerta, la introduce en la
cerradura que estaba un poco oxidada , le da vuelta suena el seguro de la misma, gira la manilla, cuando la esta abriendo se oye el chasquido de la puerta, -creo que le hace falta un poco de aceite- dice Roy- en ese
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momento una brisa muy cálida proveniente desde el interior los atravesó en cuestión de segundos, no le dieron mucha importancia a eso, pero Melisa sintió una gran escalofrió, su piel se erizo, estaba nerviosa, cuando de repente Jonathan la arrastro hacia el interior de la casa, ella solo vio un espacio muy grande y casi vacío… habían muebles cubiertos con una tela blanca, el techo estaba muy alto, las escaleras en forma de espiral, hacia la derecha la cocina, muy vieja, llena de polvo, habían gavetas empotradas en la pared, Roy que tenia el licor en sus manos se decidió a guardarlos, abrió una gaveta y de adentro le salto de una forma muy rápida una gran rata, callo en su pecho y se escucho un grito, un salto hacia atrás, por primera vez habían visto a Roy asustado, parecía una niña, la tomo con la mano, y la arrojo hacia una ventana, quebrando a su paso uno de los vidrios, se levanto la camisa y tenia las uñas marcadas en el pecho -genialpensó agarro una de la botella la destapo y se tomo un gran trago a pico. Cuando este voltea se da cuenta de se reían de él, sentía vergüenza. -
¿Qué paso con el súper hombre?- le dice Jonathan al tiempo
en que se ríe -
Cállate –le responde con un poco de rabia.
Melisa estaba riéndose todavía por lo que vio, pero al mismo
tiempo chequeaba la cocina, pasando el dedo por la mesa y por todo lo que había ahí, tocaba y se miraba el dedo, estaba casi negro por la cantidad de polvo que había – esto va a llevar mucho trabajo- pensó. Solo espero que no me dejen todo el trabajo- seguía caminando, salió de la cocina, se dirigió hacia una pequeña sala que había, los muebles estaban cubiertos con tela blanca, pero se veía que eran grandes, una mesa en el centro, ella se dirigió hasta el lugar y con una mano, como con un poco de antipatía retiro las tela grande, aunque lo hizo con cuidado, no le sirvió de nada , el polvo se levanto frente a ella, en un suspiro le entro por la nariz, empezó a toser, y a sacudir sus manos en el aire con intención de disolver el polvo,
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pero su tos llamo la atención de Jonathan, quien no tardo en llegar a ella para ver que le estaba pasando. -
¿Estas bien? – le pregunta.
-
Si, no te preocupes es solo el polvo que esta en la tela, debe de
tener mucho tiempo así. -
20 años- solo lo murmura pero con una sonrisa un poco pica-
ra 44
-
¿Como dices?
-
No, nada, que es como si tuviesen 20 años- su voz era muy
insegura, se dio cuenta de que había hablado mas alto de lo que debía, pero pensó que todo estaba bien -
Oye ¿hay algo que me estas ocultando? Sus ojos estaban sobre
los de él, fijos como la columna principal de una obra de construcción -
Para nada, no tengo nada que ocultarte- una vez mas supo que
estaba errado, ella era muy lista, tengo que actuar con mucho cuidado-.
Ella se fijo en la ventana que estaba frente, del otro lado estaba
parte del jardín principal, era bonito, lo miraba con admiración, pero en su cabeza estaba la palabras de Jonathan, parecía que sabia algo que no le quería decir - ¿que me esta ocultando? estaba nervioso, me preocupa porque es primera vez que actúa de esa forma conmigo-. -
Oigan, veamos que hay arriba- dice Roy con intención de que
el resto lo siguiera- que esto aquí apesta -
Esta bien – le responde Jonathan – pero si me prometes que no
vas a chillar -
Oye ese no fue bueno- le dice Roy al momento en que se
acercaba a las escaleras. -
Ven Melisa veamos nuestra habitación- le dice Jonathan
-
Esta bien- le contesta- pero esta vez tu sacudes el polvo.
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Capitulo 12
Jonathan toma de brazos a Melisa y se deciden a subir las es-
caleras, Melisa estaba pensando demasiado, muchas cosas le pasaron hoy, estaba muy cansada, solo quería dormir, las escaleras en forma de espiral eran un poco estrechas, de pronto terminaron y frente a ellos se alzo un pasillo era muy largo, pero estaba bien alumbrado, bueno aunque en realidad era porque aun hay luz solar, también era lo suficientemente ancho como para estar cómodos, solo habían cuatro habitaciones, todas del mismo tamaño, dos por cada lado, Jonathan decidió tomar la segunda de la derecha y Roy por el contrario decidió tomar la primera de izquierda. Quedaron dos habitaciones vacías.
Roy se detiene en frente de su habitación tomando de la mano
a Jessica, al tiempo en que Jonathan y Melisa se detienen justo al lado de ellos. -
Nos vemos dentro de un rato vamos a descansar un poco- le
dice Jonathan a la pareja- tenemos que desempacar para mañana organizar todo. -
Cuanta con eso- responde Roy al tiempo en que este abría su
habitación- tocas la puerta en cuanto estés listo. Cuando la puerta se abrió, se vio una cama grande con sabanas rojas, Roy solamente entro y se lanzo sobre la cama- ¿vienes? - le dice a Jessica quien aun estaba en la puerta con la otra pareja- bueno será mejor que entre- les dijo Jessica- nos vemos al rato. -
Si, esta bien – le responde Melisa al tiempo en que se da la
vuelta y se dirige a su habitación- por la manera en que camina hacia la puerta se noto que estaba muy cansada, era como si se estuviese esforzando para llegar a la puerta. Jonathan aun no se había movido estaba parado frente a la puerta de la
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habitación de Roy esperando a que Jessica cerrara la puerta, ella ya estaba dentro, cerro la puerta muy despacio como sin ganas, sus ojos estaban entrelazados podía notar el deseo del uno y del otro, poco a poco se cerro la puerta, pero antes de eso ella le regalo un sonrisa a él, y el se la devolvió… la puerta se cerro y él decidió acercarse a Melisa que ya estaba casi frente a su habitación, él apuro el paso para alcanzarla pero ya era tarde. 46
Ella llego a la puerta y noto que estaba sola, volteo para ver
donde estaba Jonathan, y lo vio que venia con prisa para abrir la puerta – ahora si que este esta extraño- pensó- pero no tengo tiempo para eso, necesito descansar. -
Abre la puerta que quiero dormir – le dice ella a él, que apenas
estaba llegando -
Claro amor.
Ella lo veía, había algo diferente en su cara, su mirada era dis-
tinta y no la había visto así desde mucho tiempo, como cuando se estaban conociendo, de pronto la puerta se abrió, y al igual que la habitación anterior estaba la cama frente a la puerta, pero esta vez fue ella quien entro sin fijarse en nada y finalmente se acostó voy a dormir un rato, ha sido un día muy largo- como para que él no la molestara, al parecer Jonathan entendió el mensaje y se fue al baño.
Capitulo 13:
Melisa se encontraba profundamente dormida, estaba oscuro,
ya había caído la noche, y de repente una voz empezó a escucharse en la habitación, se podía entender, parecía un susurro, era ronca, muy ronca, Melisaaaa!!!!, era como si viniese del interior de las paredes o del techo,
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despiertaaa!!! Al parecer ella la escucho en su cabeza y de pronto despertó, pensó que era Jonathan, entre dormida y despierta se empezó a retorcer en la cama, y una vez mas se escucho la voz fría, era como si cortara el viento en dos, esta vez si entro en razón, pero cuando despertó en verdad se dio cuenta de que no había nadie en la habitación, ve a todos lados, las luces estaban encendidas, voltea hacia la derecha y ve un reflejo en un espejo, era la única persona que estaba en la habitación, era ella, se veía bien, a pesar de que estaba despeinada.
Empieza a sentir un poco de miedo- estoy sola aquí ¿de quien
es la voz?¿quien me despertó?- Decide levantarse, fue en ese momento que se dio cuenta que la puerta de su habitación estaba abierta, pero al instante en que ella lo nota, la puerta se cierra con brusquedad, ella se levanta , y se dirige hacia la misma, la abre con velocidad como para ver a la persona que la estaba observando, pero cuando salió no vio a nadie, el pasillo estaba solo, y un poco oscuro, en eso momento se da cuenta de que ya era de noche, y era muy tarde, vio su reloj, eran casi las 2 am, decide caminar hasta las escaleras, pero a decir verdad le daba un poco de miedo, ella no era muy amiga de la oscuridad, sabe que es muy engañosa y te hace dudar.
A pesar de sus dudas y miedos se encontró caminando…. Aun-
que con mucho cuidado y con lentitud, todo estaba bien, no se escuchaba ruido alguno, hasta que de pronto empezó a escuchar unos pasos, su corazón se acelero, pero no pensó en retroceder, no quería quedar con la duda, decidida, seguía caminando, alerta a todo sonido e imagen, los pasos cada vez se acercaban mas a ella, se detuvo, no aguanto mas, solo se quedo a esperar a ver que o quien venia, en su mente ella revivió un momento que no quería, el sueño que antes había tenido, sintió escalofríos, los pasos cada vez mas cerca, su corazón empezó a latir con mas prisa -¿será este otro sueño?- sabia que era muy real, su miedo se fue aumen-
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tando cada vez mas, los pasos estaban casi enfrente, entonces sucedió algo que no quería, la venció el miedo, se decidió a regresar con rapidez a la habitación y quedarse ahí, pero cuando dio la vuelta para volver, una voz la freno por completo… Melisa espera!!!! Ella reconoció la voz enseguida, era Jonathan, voltea muy nerviosa y lo espera.
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-
¿Qué haces aquí?- le pregunta Jonathan
-
Te estaba buscando, me desperté y no estabas en cama
-
A ok, gracias por preocuparte ¿te asuste?
-
Bueno en realidad, un poco, he estado muy nerviosa última-
mente muy nerviosa -
Pensé que tus nervios eran de acero
-
No te creas tengo mis flaquezas también, el miedo nos hace
fallar, pero no podemos evitar sentirlo. -
Bueno vámonos a la cama, es muy tarde para estar psicoana-
lizándonos- al tiempo en que la toma de los brazos, y la lleva a la habitación. -
Espera un momento – se detiene- ¿donde estabas metido tu a
esta hora?- por un poco casi cae en el truco de él- quería que ella no le hiciera preguntas. -
Estaba en la cocina tomando agua, no creas que estoy por ahí
desde hace rato, estaba contigo, pero salí un momento por agua, pero vente vamos a dormir, mañana tenemos que desempacar- la voz de él era muy firme, estaba hablando con mucha seguridad, pero ella sabia que no era cierto lo que él le dijo, porque era obvio que no quería hablar de eso, pero ella no quiso preguntarle mas nada, lo dejo así -
Oye ¿Por qué no me levantaste para ayudarte con las cosas?-
-
Estabas dormida, no quise molestarte, necesitabas descansar.
-
Bueno gracias por ser tan generoso
-
Ven vamos a dormir, mañana tendremos trabajo
-
Si, tienes razón, vamos.
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Capitulo 14:
Un ruido muy fuerte, mejor dicho un grito aterrador, como
de lamento y de odio a la vez, despertó a Jonathan, sintió miedo, pensaba que era una pesadilla, pero una vez mas se escucho, por lo que se podía oír estaban arrojando al suelo las cosas de la cocina y de la sala, una vez mas se pudo oír ese grito, pero esta vez mas fuerte, tan fuerte que despertó a Melisa, quien estaba dormida profundamente, Jonathan decide levantarse, se coloca una franela y le dice: -
Espérame aquí, iré a ver que pasa- al tiempo en que se acercaba
a la puerta -
¿Estas loco? ¿Que tal si es un psicópata? - le responde un poco
preocupada. -
Bueno, entonces seremos dos allá abajo.
-
Que sean tres- le dice, al momento en que sale también de la
cama, tomando la bata. -
¿Estas segura de que quieres venir?
-
No, pero si estoy segura de no quiero quedarme aquí sola en
esta habitación. -
Buena respuesta - una vez mas el grito se escucho, haciendo
que Jonathan abriera la puerta con fuerza y un poco furioso por la tormenta que tenia que soportar.
Cuando este sale de la habitación, ve que la otra puerta tam-
bién se abre, saliendo de ella Roy y Jessica, Roy voltea hacia ellos también molesto.-oye ¿Qué mierda pasa allá abajo?- Le pregunta a Jonathan, pero este niega con la cabeza, deciden ir a investigar.
Todos bajaban las escaleras, pero en la cocina se escuchaba un
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desastre, alguien o algo estaba arrojando todo, absolutamente todo contra las paredes y al suelo, pero desde el lugar en donde ellos se encontraban no podían ver nada, tanto Jonathan como Roy apuraron el paso para encontrar al culpable en el acto, pero cuando entraron en la cocina, se llevaron una gran sorpresa… los dos quedaron paralizados al ver la cocina – Roy fue el primero en hablar… - 50
¿Que demonios es esto?- al momento en que le hecha un reco-
rrido con la vista a toda la cocina, no había nada, todo estaba en su sitio, como ellos lo habían dejado, el piso estaba limpio, no había nada regado, en ese momento llegan las chicas un poco asustadas aun, pero también quedaron estupefactas cuando entraron a la cocina. -
¿Quien estaba aquí? Les pregunta Melisa al tiempo que le he-
cha un vistazo a todo -
Si, se supone que la cocina estaba en caos, y ahora esta todo
ordenado- les dice Jessica, quien también decide inspeccionar el lugar. Nadie le respondió, todos estaban en silencio, Jonathan estaba viendo por la ventana que daban hacia el patio trasero de la casa, pero no pudo ver nada y Roy decidió ir a la sala. Melisa por su lado estaba en la cocina, pero cuando llego frente a la nevera había algo que no estaba así cuando fueron a dormir, las letras que estaban adheridas a la puerta de la nevera, ella recuerda haberlas dejado desordenas, pero alguien armo una palabra: “ ”, era obvio que alguien lo había hecho, pero ¿quien?, en ese momento, Jessica, quien se queda viendo la nevera también, y le dice: -
Es extraño ¿sabes?, eso no estaba ahí anoche, yo no lo vi, antes
de dormir estaba aquí tomando agua- le dice Jessica- ella sabia que fue la ultima en estar en la cocina la noche anterior. -
Si, yo tampoco lo recuerdo, bueno quizás fue Jonathan que
creo fue el ultimo en estar en la cocina. -
Bueno si, a demás no podemos alarmarnos por algo así, no
tiene sentido, le contesta Jessica- ven vamos a la sala con los muchachos.
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-
Si, te sigo.
Melisa estaba un poco distraída, su mente estaba actuando, ella
sabia que no estaba loca, pues había escuchado gritos, alguien estaba furioso desordenando todo, sin embargo no hay nada, ni un rastro, solo esa palabra escrita en la nevera, pero ¿Qué relación podría tener esa palabra con semejantes gritos? me gustaría saber lo que esta pasando. 51
Capitulo 15:
Los chicos estaban en un mueble sentados esperándolas
-
Bueno Razonemos- dice Jonathan- para empezar todos escu-
chamos lo que estaba pasando aquí ¿cierto?- todos asintieron con la cabeza- bueno eso quiere decir que no estamos locos, pero es extraño porque no vimos a nadie aquí, ni afuera, no tengo explicación para eso, pero hay que hacer algo -
¿y que vamos a hacer?- dice Roy, fue un fantasma tío- hablaba
con la mayor seriedad posible. -
¿un fantasma? – le dice Melisa- ¿eres idiota? Pensé que eras
adulto, quizás fue el viento -
Ohh que inteligente, pero dime algo –le dice Roy- las venta-
nas están cerradas ¿como pudo entrar el viento? -
No lo se- le contesta- pero no creo que sea un fantasma
-
De algo estoy seguro - dice Jonathan- algo paso aquí, no se si
fue un fantasma o el viento, pero debemos estar alerta, por ahora vamos a dormir, mañana veremos que hacemos, y recuerden estar muy pendiente de todo- al momento en que dirige su mirada a Jessica quien también tenia su mirada fija en él. -
Me gusta esa idea –Roy- se levanta, toma a Jessica por el brazo
y se van hacia la escaleras, al momento en que va caminando voltea y dice:
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-
Déjenme arreglar eso, ya se que hacer, no se preocupen- se
vuelve a dar vuelta y se va con su mujer. -
No creo que sepa que hacer-le dice Melisa a Jonathan- ni
siquiera sabe lo que hace con su vida-estaba molesta por dejarle la responsabilidad a él. -
Déjalo, dale una oportunidad- le dice al tiempo en que se
levanta del mueble y la toma de brazos para ir a dormir- yo confió en él, 52
no lo subestimes. -
Espera, no lo subestimo a él, pero a su cerebro si- una pequeña
sonrisa de dibujo en su rostro, Jonathan la vio y también sonrió. -
En verdad me agradas, vamos a dormir.
Capitulo 16:
En el interior de la habitación había mucha tranquilidad, todo
estaba en silencio, entre las sabanas, envuelta completamente en el magnifico mundo de los sueños estaba Melisa, pero como era de costumbre en la nueva casa, un ruido la saco por completo de allí.
Despertó con rapidez, el sonido de un golpe fuerte que venia
de abajo, tardo poco en salir de la cama, vio hacia la ventana y se dio cuenta que ya era de día, y también noto que estaba sola en la cama, al parecer Jonathan había salido temprano y no quiso molestarla, el ruido era constante, vio su reloj, eran las 9:30 am, deicidio salir de su habitación, y dirigirse hacia el lugar de donde venia el ruido, cada vez lo escuchaba con mas claridad, cuando empezaba a descender por las escaleras, supo de donde venia, alguien estaba llamando a la puerta, y al parecer tenia prisa – ¿quien será?- pensó, sabia que los demás tenían llave, y no tenían necesidad de llamar a la puerta- con mucha tranquilidad se acerca hacia la puerta, su mirada recorrió casi todo el lugar, estaba sola en la casa, y no
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sabia donde estaban sus amigos, llego a la puerta, pensando en si abrir o no, sacó el seguro y giro la cerradura… Cuando al fin la puerta se abrió, pudo ver a su primera visita… -
Buenos días – la voz era profunda, grave y muy madura – per-
done si la moleste, pero me dijeron que necesitaban algo de mis conocimientos en esta casa. Ella solo lo miro, era un sacerdote algo mayor, su voz le transmitía seguridad y mucha fe, su mirada parecía sana, sin intenciones dudosas, lo estudió durante unos instantes -sabia que no debía dejarle este trabajo Al idiota de Roy-
Buenos días padre, - Dijo - con una sonrisa algo hipócrita en
su rostro, pero convincente- y por supuesto que no me ha molestado en nada- sabia que la había despertado, estaba descansando al fin de un día horrible que había tenido, pero se aguanto- dígame padre – continuo - ¿a que debo el honor de su presencia? -
Un hombre llamado Roy fue hasta mi capilla y me pidió que
viniese a ver a la casa, me dijo que anoche sucedió algo raro y me pidió también que la bendijera, porque según él, aquí hay algo que no es de este mundo. -
No es cierto – respondió, pero por dentro decía que lo único
que no era de este mundo y que estaba en su casa era Roy - tal vez fue un animal o el viento que nos hizo escuchar cosas raras. -
Si puede ser, pero también me dijo que no encontraron ningún
desorden en la casa, el viento y los animales pueden desordenar todo, pero si un gato por ejemplo, tumba una taza de su lugar, le aseguro que no se molestara en colocarla en su sitio nuevamente. -
Si es cierto – su respuesta no fue rápida, sabia que él tenia
razón, ella estaba casi segura de que lo otro era absurdo, y le dijo- ¿usted cree que un espíritu, o algo parecido va a estar metido en una cocina desordenando todo? ¿Qué obtiene a cambio? ¿por desordenar la cocina,
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va a encontrar el camino hacia él cielo? -
Señorita, hay cosas extrañas pasando en este mundo, y algu-
nas veces no podemos encontrar las respuestas, pero tal vez sea porque muchos tenemos miedo de aceptar la realidad de algunas cosas, y es en ese momento en que empiezan a aparecer las preguntas, lo que paso aquí anoche debe tener un propósito, solo tenemos que buscarlo – daba la impresión de que el sacerdote no quería seguir hablando de eso, sabia que 54
ella, por sus preguntas no creía mucho en esas cosas, pero si estaba muy bien parada- a propósito - le dijo - mi nombre es Ernesto, mucho gustoextendió su mano, para que no hubiese rencor de ningún tipo -
Soy Melisa – al tiempo que estrechaba su mano- es un placer
conocerle -
Lo mismo digo- respondió- ¿puedo entrar a ver la casa?
-
Claro, adelante- por dentro no quería dejarlo entrar, él tenia
algo que era que no podía explicar, su mirada transmitía confianza, cuando dio el primer paso dentro de la casa, se oyó un ruido, como si hubiese pisado en el lugar exacto, donde había un hueco debajo del piso y por el sonido parecía que era muy profundo, ambos vieron hacia el piso, como si estuviesen esperando que se precipitara ante sus ojos, pero no paso nada, todo estaba bien, al menos eso parecía.
Él empezó a recorrer las paredes con su mirada y muy lenta-
mente sobre todo el lugar, hasta que regreso a los ojos de Melisa, ahí se detuvo a sacar algo de un bolsito negro que tenia, coloco el bolso en el suelo, y empezó a extraer artilugios religiosos, casi todo eran agua vendita, crucifijos y un par de rosarios de diferentes tamaños, luego saco su túnica y se la coloco, se puso de pie con todas sus herramientas y vio a Melisa quien lo estaba observando sorprendida por tantas cosas que traía, él le pregunto: -
¿Puedo empezar? Con una voz penetrante y muy convincente
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como siempre -
Claro que si – respondió ella al momento de controlar las ga-
nas de reírse, , parecía un asesino sacando sus armas para acabar con sus victimas.
El sacerdote empezó a decir todo tipo de oraciones, Melisa
estaba atenta, nunca había escuchado tantas oraciones en su vida, y nunca pensó que alguien pudiese aprenderse esas cosas con tanta pasión, a veces no podía aguantarse y se le salía la risa, claro controlada con intención de que él no se diera cuenta de eso, pero el a veces la miraba como con rabia, porque estaba seguro de que ella se estaba burlando de él, pero seguía con suyo.
Arrojando el agua a las paredes de la cocina, rezando, pidién-
dole al supuesto espíritu que dejara la casa, que ya era hora de aceptar su destino, se lo tomaba muy en serio, por su frente corría el sudor, parecía saber lo que hacia.
Melisa solo lo miraba, pidiendo que por favor ya terminara
con eso, pero por lo visto tardaría mas tiempo de lo esperado, fue en el momento en que el sacerdote le arrojo el agua bendita sobre la nevera, que se dio cuenta de que la palabra que había visto en la misma ya no estaba, no había nada escrito, todas las letras se encontraban desordenadas, nada tenia sentido, pero se dio cuenta de algo, faltaba una “S” no pudo armar la palabra que antes había visto, empezó a buscarla en el suelo, pero no encontró nada - tal vez alguien la tomo esta mañana mientras desordenaba la palabra - pensó, ¿pero quien?, el padre la saco de sus pensamientos por un instante… -
¿Se encuentra bien hija? - Había notado su distracción, y que
también estaba sumergida en la duda
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-
Si, estoy bien- tardo un instante en responder, pero lo hizo con
seguridad -
Bueno, ya termine aquí, sigamos en otra parte
Recorrieron toda la casa, el padre llenando cada cosa que le
parecía extraña con el agua bendita, ella se quejaba porque estaba mojando todo, ya el padre estaba yéndose de la casa, cuando estaba en la puerta 56
ve otra que esta casi escondida en un pequeño pasillo a un lado, le llamo la atención y Melisa siguió su mirada por curiosidad… -
¿Qué hay ahí? - Le pregunto al tiempo en que se dirigía hacia
la puerta -
La verdad es que no lo se - no se había fijado en ella, estaba
casi escondida -
¿usted no es la dueña de esta casa? - Le pregunto un poco ex-
trañado -
Así es, pero desde ayer, no la conozco bien- le dijo, estaba
también extrañada -
¿le molesta si entro?
-
De ninguna manera
Cuando intento entrar, la puerta no abrió, lo intento un par de veces más, pero la puerta no cedía, hasta que el padre se resigno -
¿Usted tiene la llave? Le pregunto, se sentía frustrado
-
Ella negó con la cabeza, tal vez mi esposo la tenga
-
¿Roy es su esposo?
Ella sintió como que si le hubiesen cortado la garganta con un cuchillo viejo y oxidado, se volvió hacia él y le dijo: -
He hecho cosas locas en mi vida padre, pero estoy segura de
que nunca llegare a tal extremo
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-
No, solo preguntaba, y entonces ¿quien es él? ¿y que es lo que
hace aquí? -
Es mejor que no lo sepa, y disculpe padre, pero ya es tarde y
tengo cosas que hacer -
Si hija lo se, ya me voy
Camino hacia la puerta ella le acompaño, pero antes de irse el le dijo: -
¿Podría usted hacerme un favor?
-
Si esta en mis manos, con gusto- ella ya sabia lo que le iba a
pedir era obvio, pero no podía negarse, no podía negarse a esa mirada y a esa voz tan convincente que tenia Ernesto -
Es sobre la habitación- saco una botella de agua bendita que
aun tenia y se la entrego, si encurta la llave- le dijo- entre y eche esto en las paredes en nombre de nuestro señor, se que no le gusta, pero hágalo por mi. -
Si esta bien- dijo al momento en que tomo la botella, pero se
le ocurrió algo -
Padre disculpe ¿puedo preguntarle algo?
-
Si claro, dígame
-
¿Cuanto tiempo tiene usted aquí?
-
Ya casi tengo 10 años aquí ¿Por qué? – estaba extrañado por la
pregunta -
Es que tengo muchas dudas, ¿usted sabe a quien le perteneció
esta casa anteriormente? -
La verdad hija, es que si, bueno a mi me dijeron, cuando llegue
aquí no había nadie, estaba sola, hasta ahora que están ustedes -
Ok, pero entonces dígame por favor
-
Bueno según lo que dijeron esta casa fue hecha por un arqui-
tecto que tenia mucho dinero y poder, el mismo la diseño y superviso en proceso de construcción, su nombre era Chris Jason Tyler. -
Por eso el nombre, me lo imagine, ¿y usted sabe que fue de
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él? -
Solo lo que me dijeron las personas que lo conocieron aquí, el
llego aquí hacen ya unos 20 años, aproximadamente, le gustaba mucho este ambiente porque era muy tranquilo, él era una excelente persona, tenia una esposa y un primo que vino también con él, todos vivían en la casa, al poco tiempo de haberse mudado completamente, Chris desapareció, nadie supo de él, fue muy extraño, y al poco tiempo a cabo de un 58
par de noches de haber dado por muerto a Chris, todos fueron asesinados en la casa de manera misteriosas. La gente de por aquí dice, que su esposa estaba con su primo planeando una conspiración en su contra, querían acabar con él y así quedarse con todo su dinero. -
Ah ya veo – dijo ella interesada en la historia- ¿y como fue que
murieron todos? -
Todos ellos fueron asesinado de la misma manera, sus caras
fueron arrancadas literalmente hablando, y nunca fueron halladas. Antes de morir – continuó - ellos decían que escuchaban cosas raras en la casa, pero que nada estaba desordenado, todo estaba en orden, decían haber visto en algunos lugares la palabra “falsos”, y después desaparecía, él padre que estaba aquí, vino a ver esta casa, porque fueron a pedir ayuda, él nunca encontró algo extraño, al contrario. -
¿Y donde esta ahora?
-
Ahora el vive la otra vida, su vida eterna, murió hace 7 años,
de un paro cardiaco -
Lo siento
-
No, era su destino, ya había cumplido su misión
-
¿Y que paso? ¿Nadie supo que fue lo que paso realmente?
-
Algunos crees que Chris fue asesinado con mucha ira, y vio-
lencia, a demás traicionado por sus seres queridos, dicen que cuando murió, se transformo en un espíritu violento, malvado, en busca de venganza y que todo quien entrara en esta casa era asesinado por él, nadie se salvaba, también dicen que antes de morir ellos revivían ese momento en que todo
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cambio, el momento en que todos hacían las cosas malas, y que traicionaban sus propios principios, y que era por eso que veían la palabra “falso” en todas partes - hizo un silencio corto, como agarrando aire- tal vez ahí este la respuesta de por que se llevaba los rostros, era como para quitarles las mascaras que llevaban puestas con la intención de que nadie sospechara de ellos, para así poder engañarlos con mas facilidad. -
Eso tiene sentido
-
Si, y eso es lo que creen todos aquí, dicen que esta casa esta
maldita, es por eso que le pido que le eche el agua bendita a la habitación -
¿Padre y usted cree que con echar agua bendita en las paredes
y en el suelo voy a eliminar toda la maldad que hay aquí? -
¿Usted no cree en la religión? ¿No tiene fe? ¿Que tiene en
contra de mis principios señorita? -
Lo que le puedo decir padre, es que la religión muchos la to-
mas por miedo a la muerte, hay muchas personas en este mundo que son malas, asesinos, violadores, delincuentes, estafadores, corruptos, y mas que creen que por solo ir a una iglesia a rezar, confesar sus pecados, van a limpiar su alma, y ganarse el camino al cielo, yo a veces dudo de la existencia de Dios, pero si él en verdad existe, ¿que es lo que hace? Muchas personas buenas mueren de maneras horribles, asesinos que matan a personas buenas solo por dinero, delincuentes que matan a quienes le intentan frustrar sus planes, policías que mueren haciendo su trabajo, niños mueren de formas drásticas, personas inocentes mueren por estar en el lugar equivocado, entonces por eso me pregunto que es lo que hace. ¿Por que lo buenos no ganan en esta vida? ¿Por que los malos muchas veces no pagan por sus crímenes? ¿De que se forma juzga él? Esa es la realidad, y la religión los apoya, dándole la bienvenida, diciéndole que aun tienen tiempo de salvarse, que todos tenemos derecho a eso, que no somos nadie para juzgar a las personas, con sus teorías, bueno que mas que todo parece fantasía, hablando de milagros, muchas personas religiosas creen en ellos,
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pero cuando la vida de un ser querido esta en peligro, no se lo confían a dios, se lo confían a un hospital, no lo atiende dios, lo atiende un medico, y si el medico logra salvarlo, dicen que fue un milagro, que hubo una especie de intervención divina, pero nadie lo vio a él operando en el quirófano. Si en verdad la gente creyera ciegamente en los milagros no existiesen los hospitales, no hubiesen médicos ni enfermos, pero tienen miedo, si creen tanto en eso, ¿por que cuando alguien esta mal herido o 60
algo parecido no lo dejan quieto y le piden a dios que lo ayude? -
Hija yo se que a veces es difícil entender las cosas de esta vida,
pero se que todo tiene su por que, él sabe porque hace las cosas, tenemos que conocer él sufrimiento para poder conocer la felicidad -
¿Pero es necesario hacernos sufrir primero?
-
La mayoría de las personas solo así entienden lo que es la vida,
y aprenden a valorarla mejor, yo creo que dios esta allí viéndonos, y también creo que lo importante es reconocer que fallamos y que queremos enmendar nuestro error, eso es lo mas importante, la intención de corregir lo que hicimos mal -
¿Sabe padre?, usted tiene razón – no quería seguir hablando de
eso, sabia que estaba luchando en vano, no podía cambiar su manera de pensar y sabia que él se iba a defender- es tarde y tengo cosas que hacer, le pido que me disculpe por todo lo malo -
No hija , no tiene nada de que disculparse, todos tenemos el
derecho de expresar lo que pensamos, todos pensamos diferente -
Gracias por venir
-
Gracias por recibirme- al tiempo en que empezaba a bajar las
escaleras, se detuvo y se volvió hacia ella y le dijo – no todas las personas que somos religiosas creemos por miedo, el miedo nos hace dudar, la gente necesita creer, ¿se imagina como seria el mundo sin religión?- la miro a los ojos y ella lo miro, se dio la vuelta- si necesita algo estoy en la capilla, que tenga buen día – entro en su auto y se marcho.
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Ella se quedo pensando en la pregunta, pero ya sabia un poco la
respuesta, creo que todo es un sistema- pensaba- si la gente no creyera en todo eso, el mundo fuese un caos, sin reglas, vivir la vida por vivir, pero no necesariamente fuese así, yo creo que si tenemos una buena educación, buenos principios, pensáramos como tenemos que hacerlo, todo fuese un poco mejor, nuestras ambiciones nos están consumiendo cada vez mas, todos queremos ser mejores que todos, y es en ese momento en que todo se destruye, pero con un poco de conciencia, se podría hacer algo, al menos eso creo- en ese momento vio la botella que tenia en su mano aun - bueno tengo que hacer un favor- pensó.
Capitulo 17:
Había un auto desde hacia un rato en frente de la mansión,
dentro de este dos personas que estaban pendiente de todo lo que pasaba, el Capitán Daniel, siempre con la vista al frente, estudiando todo alrededor, le da un vistazo a su reloj, eran la 1:30pm, Jesús estaba comiendo una hamburguesa, estaba muy entretenido mascando. -
Oye –le dice Daniel- ¿crees que debamos entrar y hablar con
esa mujer? -
No creo que sea buena idea –al tiempo en que sigue tragando-
mejor esperemos -
¿puedes dejar de hacer eso? – le pregunta Daniel un poco mo-
lesto -
¿de hacer que? – le responde un poco inocente
-
De comer como un estúpido cerdo- le molestaba porque estaba
llenando todo el interior del carro de queso y papitas. -
Ah perdón- le responde al tiempo en que una carcajada salía-
es que no puedo evitarlo, tengo mucha hambre
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-
Espera viene alguien – le dice Daniel al momento en que los
dos se inclinan con la intención de no ser vistos
Una camioneta se estacionaba en el garaje de la casa, de ella
salieron tres personas, dos hombres y una mujer, los dos hombres eran altos, parecían atletas, estaban vestidos con ropa cómoda, la mujer era rubia, de buen cuerpo, y ella fue la única que le llamo la atención el carro 62
que estaba casi en frente de la casa, Daniel no estaba seguro de que ella lo había visto, pero ella no le dio mucha importancia.
Todos llevaban bolsas, al parecer era comida, uno de los hom-
bres captó la atención de Daniel, era muy inquieto, con una mano tomo a la mujer rubia por la espalda, le decía algo al oído, al tiempo en que su mano suavemente se deslizaba hacia abajo, hasta que llego a sus glúteos, y allí le dio un fuerte apretón, como señalando su liderazgo. -
¿Crees que sea peligroso? – le pregunta Daniel a Jesús al mo-
mento en que lo señalaba con el dedo -
Bueno la verdad es que no, se ve muy alegre, me llama la aten-
ción el otro, es muy callado, y muy pensativo, creo que esta tramando algo -
¿Eso crees? Le pregunta un poco sorprendido en realidad por
la observación -
Si, pero hay que esperar a ver que pasa
-
Esperemos un rato aquí, y mas tarde vamos a hablar con el
padre que se fue hace ratito para hacerle unas preguntas- le dice Daniel -
Ok, como diga- al momento en que saca otra hamburguesa
-
¿Otra? – Daniel lo mira como con ganas de agarrársela y bo-
társela por la ventana -
Necesito comer, tengo mucha hambre- al momento en que le
da una gran mordida
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-
Yo necesito alejarme de ti antes de que te mate
Capitulo 18
Melisa quien estaba tratando de abrir la puerta forzándola con
todo lo que conseguía, escucho un alboroto en la puerta principal, alguien estaba entrando, eran Jonathan, Jessica y Roy, ella solo les dedicó una mirada vaga y fue entonces cuando ellos dirigieron la mirada hacia el lugar donde esta Melisa tratando de abrir la puerta -
¿Qué haces? Le pregunta Jonathan, al ver que Melisa estaba un
poco sudada por el esfuerzo que estaba haciendo -
Tratando de abrir esta estúpida puerta – no sabia cual había
sido su peor día, pero este era uno de ellos – ¿Dónde demonios estuvieron ustedes toda la mañana? -
Estábamos preparando todo para la noche – al tiempo en que
los tres se vieron y sonrieron de manera misteriosa -
¿Y que es lo hay en la noche que hay que prepararse? – ella noto
el ambiente que estaba a su alrededor, noto un cambio de clima, en sus ojos vio que estaban tramando algo, pero no sabia que era. -
Nada en especial, solo que anoche pasamos un mal rato y no
quiero que pase de nuevo -
Si, fue una noche de mierda – repicaba Roy – bueno ni tan
mala – dirigiendo la mirada hacia Jessica, ambos sonrieron -
A propósito Jonathan - dijo interrumpiendo, ya no quería
entrar en detalles- ¿tu tienes las llaves de esta estúpida puerta? – dándose la vuelta y forzándola una vez mas. -
Creo que si – le responde – pero ¿para que quieres entrar ahí?
-
Es para hacerle un favor a un amigo de Roy que me vino a
visitar temprano
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-
Entonces si vino – decía Roy con una sonrisa amigable- ya
nuestros problemas terminarán -
Tu deberías hacer esto no yo, tu eres su amigo yo no, tu eres
idiota yo no -
Tu eres una ansiosa de sexo frustrada yo no – al momento en
que se reían todos - 64
Ya dejen esos juego – los detuvo Jonathan- espera a que deje
las bolsas en la cocina -
Apúrate, le dijo Melisa quien quería terminar con toda esa
estupidez -
Si necesitas ayuda me dices – le decía Roy como con intencio-
nes de hacer las paces -
Ok, lo hare
-
Oye te noto estresada – le dice Jessica al momento en que se
acercaba a ella y le colocaba la mano sobre su hombro -
No he tenido un día muy bueno que digamos, ¿Por qué no me
levantaron para ir con ustedes? -
Jonathan no quiso molestarte, quería que descansaras porque
te hacia mucha falta, tuviste un día muy fuerte ayer -
Si, lo se, pero no tenían que dejarme aquí sola
-
¿Oye y que vas a hacer dentro de ese cuarto o lo que sea?
-
Voy a regar agua bendita en las paredes techo y piso – lo dijo
como con un tono un poco burlista -
Que irónico –le respondió Jessica - tu que eres la menos reli-
giosa que esta aquí, eres quien va a limpiar la casa con el agua bendita – al tiempo en que soltaba una carcajada -
También te burlas – la miraba con un poco de rabia, pero ella
sabia que era bromeando -
Quieres que te ayude con eso- se ofreció Jessica
-
No te preocupes, no es gran cosa
-
Aquí están las llaves, creo que es esta – dijo Jonathan al tiempo
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que la introducía en la cerradura y giro la manilla
Un crujido se oyó cuando la puerta se fue abriendo lentamen-
te, estaba un poco oscuro, era como si esa puerta no hubiera sido abierta nunca, Roy tomo a Jessica por un brazo y se fueron a la cocina – vamos a comer algo – les dijo – estoy que muero de hambre, Jonathan por otro lado se quedo junto a Melisa, quien estaba decidida a entrar. 65
-
¿Quieres que te acompañe? – le dijo Jonathan
-
No tardare mucho , ve a comer que debes de tener hambre
-
Si tienes razón, ten cuidado, cualquier cosa me avisas, ok?
-
Si, esta bien
Capitulo 19
Era un cuarto un poco tenebroso, había unas escaleras que
se dirigían hacia abajo, era como una especie de sótano, ella decide ir a investigar, bajando las escaleras poco a poco, se le acabaron los peldaños, estaba en suelo firme, ve a su alrededor, habían unos muebles cubiertos con sabanas blancas, frente a ella había una especie de closet, era viejo, en una de sus puertas había una tela blanca, moviéndose, de pronto una terrible sensación de miedo se apodero de ella, como si con una espada le estuviesen recorriendo toda la medula espinal, daba la impresión de que ella ya había estado en ese lugar, miraba la tela de araña que estaba en casi todos los rincones, de pronto una brisa un poco mas fuerte vino del interior de closet, dejando al descubierto su interior, un pequeño pasillo, se pudo ver, aunque un poco oscuro, de pronto pensó que era mejor no haber encontrado la llave, ya que se había dado cuenta de que no había vivido ese momento antes, lo había soñado el día anterior, su corazón empezó a acelerarse de pronto, escalofríos le recorrían todo su cuerpo, no sabia que hacer, si retirarse o seguir investigando, pero su curiosidad logro vencer a su miedo y decidió entrar al armario.
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El pasillo era estrecho, se podía sentir la humedad con facili-
dad, fue entonces cuando se detuvo, miro hacia el frente, había una luz, se filtraba desde una ventanilla que había en la pared, en el suelo estaba un cofre pequeño, la luz lo arropaba, ella inmóvil solo se dedico a verlo, no sabia si estaba dormida otro vez soñando con eso o si estaba despierta, en su mano tenia la botella de agua bendita, no la había usado todavia. 66
De manera involuntaria sus pies empezaron a moverse, como
por inercia, su corazón decía detente, pero su mente decía sigue, se detuvo debajo de la luz, y una vez mas parecía una aparición divina, una ángel, pero muy sexy, su mirada estaba fija en el lugar de donde venia la luz, pero la fue bajando, hasta que la llevo a sus pies, y luego hacia el cofre que estaba justo al lado, se inclino con intención de revisarlo, pero se detuvo un instante, y empezó a ver la oscuridad, como esperando oír los pasos, los mismos que escucho en su sueño, pero nada, todo estaba en silencio.
Decidió tomar el cofre y abrirlo, tenia un pequeño candado,
pero no estaba cerrado, lo destapó y de adentro salió polvo, y un olor que no le gusto mucho, estaba demasiado cerca del cofre, por eso absorbió todo ese olor a viejo y a polvo con su nariz, sus ojos se aguaron y empezó a toser.
Su tos se calmo, fue entonces cuando decidió mirar lo que
contenía ese cofre tan misterioso, dentro había una nota, al lado de una foto, la cual se mantenía al revés, también había un anillo, al parecer era de una boda o de compromiso, parecía muy antiguo.
Tomo la foto que había, la estaba viendo al revés, tenía algo
escrito, pero no se podía leer bien por el polvo, la limpio en su franela y la leyó:
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Para ti amor, de Chris Tyler, por un momento no quería vol-
tear la foto, algo le decía que no debía verlo, pero de pronto la volteo, cuando vio su imagen quedo estupefacta, no supo que hacer, sus ojos se hundieron, sus cejas temblaban, la foto callo, pero se pudo ver, ya lo había visto antes, solo recordó aquel momento, Jonathan conduciendo por la gran carretera, y ella distraída con el paisaje, a lo lejos un hombre bien vestido, pidiendo la cola, era él, el mismo de la foto que acababa de ver, se arrodillo en el suelo, queriendo despertar de la pesadilla donde estaba sumergida, pero no era un sueño, vio una vez mas la imagen, no había duda, era exactamente igual a él, era la misma persona, hasta estaban vestidos de igual forma, de pronto su mirada se fue hacia el cofre, aun había algo que le llamaba la atención, la nota, no sabia si levantarla o dejarla ahí y retirarse, todo era muy aterrador, pero decidió levantarla, con mucho cuidado, era vieja y el papel estaba desgastado, la desdoblo, aun se podía leer, se sentó para leerla mejor, debajo de la cascada de luz que descendía por su cabeza, decía:
“No se por que hago esto, no se por que estoy aquí escondido,
pero se que va a suceder, todo esta muy claro, ya lo he visto. Espero estar equivocado, creo que me van a traicionar esta noche, creo que todos están en mi contra, hasta mi propia esposa.
Solo quiero ser una buena persona, quiero ayudar a quien lo
necesite, pero detrás de todo eso están ellos, su codicia por el dinero, me van a destruir y a ellos también, eso lo se.
No quiero ser pesimista, pero si esto es lo ultimo que van a
saber de mí, quiero que me conozcan, por eso decidí hacer esto. El mal esta por todas partes, no se puede confiar en nadie, confía en quien confié en ti, el poder, la riqueza, solo son una enfermedad que poco a poco acaban contigo, ahora está acabado conmigo, y siento un poco de miedo, esto no era lo que quería para mi, mis mejores amigos y hasta mi
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esposa están conspirando en mi contra, ya tienen todo listo, solo están esperando el momento preciso, ellos creen que no sospecho nada, pero los he visto, quieren hacerme desaparecer, solo estaban detrás de mi dinero y de mi posición, jamás les interese como persona, pero me di cuenta muy tarde, demasiado tarde.
Solo quiero justicia, no quiero que se salgan con la suya, no
merezco esto y Dios lo sabe, no merecía tantas mascaras, no merecía tanta 68
falsedad, pero si muero, espero que mi próxima vida sea sin mentiras.
Yo les di mi confianza y hasta mi cariño, me han traiciona-
do.
Me despido con un consejo, y espero que lo recuerdes:
“Para quitar una mascara, a veces tenemos que usar una mucho
mas fuerte”. Chris Tyler.
Melisa quien estaba aun perturbada por la carta que había en-
contrado, no supo que hacer, decidió colocar las cosas nuevamente en el cofre, lo tomo y se lo llevo.
Capitulo 20
Como hacia todos los días, el sacerdote Ernesto rezaba en su
capilla, debajo de un enorme Cristo que tenia en la pared, eran casi las 7:30pm, la hora de siempre, muy concentrado, entregado profundamente a su fe, dándole las gracias al señor de que estuviese con vida hoy… pero fue un ruido lo que lo saco de sus pensamientos, venia de la puerta, alguien estaba tocando, se oía un poco desesperado, no salió al momento a investigar, solo volteo hacia la puerta, pero no se detuvo, no le dio mucha importancia – tenemos tiempo para todo – pensó, pero los golpes en la
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puerta no cesaron, cada vez con mucha mas fuerza y mas desesperación, unas voces empezaron a llamarlo, no se podían entender, todas al mismo tiempo, solo logro entender, ¡ padre, padre! En ese momento si creyó que se trataba de una emergencia, a su mente vino Melisa, su voz era parecida, pero al parecer no estaba sola, había alguien con ella - ¿acaso una vez mas las cosas no estaban bien por aquella casa? - pensó, termino de quitar los seguros de la puerta – yo, que soy sacerdote y que siempre ando diciéndole a la gente que debemos confiar en el prójimo, tengo la puerta de la que es mi casa cerrada con llaves – pensó al momento de abrir la puerta.
Finalmente la puerta se abrió, con mucha velocidad y sin saber
lo que iba a encontrar en ese momento salió, por un instante su mente quedo en blanco, estaba absorto, decidió dar unos pasos hacia delante, pero no supo que paso, no había nadie, la capilla por el frente tenia un pequeño estacionamiento, aunque no era de concreto ni nada de eso, era de tierra, y era lo suficientemente amplio como para que alguien que jugara una broma así pudiese esconderse, pero no había nadie, solo el viento, y un árbol que estaba cerca. No sabía lo que sucedía, pero no quiso quedarse afuera, decidió entrar.
Regreso a la puerta y la cerro, una vez mas estaba pasando los
seguros, pero cuando lo estaba haciendo le dieron un golpe muy fuerte le dieron a la puerta del otro lado, la puerta se sacudió, el sacerdote dio unos pasos atrás, le gritaron al mismo tiempo ¡padre, ayúdeme! Abrió la puerta con mas velocidad que antes, fue el mismo resultado, no había nadie cerca, entonces regreso y cerro todo – esto no es normal, ¿que esta pasando?- pensó, dio unos pasos atrás, pero no le quito la vista a la puerta, todo quedo en silencio por un instante, este se corto con otros golpes desesperados sobre la puerta, él no quiso abrirla, los golpes cesaron en menos de un minuto, fue entonces cuando una risa espeluznante, misteriosa se oyó detrás de la puerta, fue corta, lo suficiente para que el sacerdote
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sintiera miedo. -
Esta es la casa del señor – grito - aquí no puedes entrar- no
sabia que era lo que estaba detrás, pero no era normal, estaba nervioso, no le quitaba la vista a la puerta, hasta que un ruido justo detrás de él lo obligo a voltear, el Cristo que estaba en la pared ya no estaba, no había nada, dirigió su vista deslizándola por la pared, y fue entonces cuando vio 70
que estaba en el suelo, sin cabeza, con la caída se quebró, en ese momento una sensación de pánico se apodero de él, se dio cuenta de que había algo en la “casa del señor”, recordó la historia que había en pueblo, la conversación con Melisa, -será posible- pensó- pero si es él, ¿por que me quiere hacer daño?, fue entonces cuando una brisa fría lo sacudió, y una vez mas fue obligado a voltear como por instinto, cuando vio una gran sombra, recorrió el lugar rápidamente Ernesto la siguió con la vista hasta que completo un giro completo, (360˚), hasta que se desvaneció frente a sus ojos, por un momento quedo si aire, su mente estaba en blanco, sus piernas inmóviles, hasta que por fin su miedo lo venció, decidió dar la vuelta y correr hacia su habitación, pero cuando intento correr, piso un trozo de porcelana perteneciente a la cabeza del Cristo, la cual le hizo perder el equilibrio, cayo contra la mesa en donde suele dar la misa los domingos, logro ponerse de rodillas, iba a intentar poner una vez mas en marcha su plan de escape, pero era demasiado tarde, la sombra se formo en frente, él lo vio a los ojos, unos ojos rojos, llenos de ira, de rabia, quedo completamente inmóvil, ¡faalllssooo! Fue la voz que lo saco de su cuerpo, llevándolo a otro tiempo, Ernesto estaba en otra iglesia donde ayudaba a las personas necesitadas, estaba en su oficina arreglando unos papeles, de pronto tocan la puerta, se levanta y decide abrir.
Era una señora no muy mayor, con una muchacha joven y muy
hermosa a su lado, cuando el padre salió, la mujer le pidió a la joven que la esperara afuera, ella entra, el padre la ve y le sonríe, sierra la puerta:
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-
Dígame ¿en que puedo ayudarla señora…? -esperando a que
ella le dijera su nombre -
Carmen, tengo un problema con mi hija, creo que usted puede
ayudar -
Si, bueno, dígame su problema, tratare de ayudar
-
Ella tiene 17años, es mi hija, pienso que esta enloqueciendo
por culpa de sus amigas, no quiero que ella sea la perdición de mi familia
71
-
Ya veo, ¿y por que usted dice eso?
-
Porque se la pasa en fiestas haciendo cosas que aun no debería
hacer con sus compañeros de clases -
Eso esta mal ¿a donde vamos a llegar?
-
Dígame padre, ¿puede usted hablar con ella y orientarla? Dí-
gale que el sexo tiene sus riegos, que no esta bien a su edad -
No se preocupe, déjala pasar, y hablare con ella a solas, espé-
reme afuera, por favor señora Carmen -
Esta bien
Se levanta de su silla y se dirige a la puerta, dejándola entre
abierta le hace seña a su hija para que entre y le dice que la va a estar esperando afuera.
Ella entra y cierra la puerta, el padre estaba viéndola, era muy
bonita, morena, un poco alta para su edad, llevaba una falda de cuadros muy corta, tenia al descubierto toda su piel, casi todos los muslos se podían ver, una camisa blanca, manga larga, desabotonada casi completamente, se le podía ver un poco el sostén, la tenia amarrada con un nudo, dejando al descubierto el abdomen, él la siguió con la vista, recorrió su cuerpo, por un memento se le olvido que era, ella se dio cuenta que el padre la estaba viendo mucho, no se movía, como para darle mas tiempo al padre para que mirara, pero el padre volvió…
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-
Tome asiento señorita – su voz estaba quebrada, como si hu-
biese comido vidrio caliente-
Pensé que no lo iba a decir – ella le sonrió, pero mas que todo
fue porque se dio cuenta de que había puesto nervioso al padre, lo detallo bien y se dijo -no esta mal- pensó. - 72
Dígame señorita ¿cual es su nombre?- estaba nervioso, no sabia
que preguntarle -
Lucy, ese es mi nombre – al momento en que se levanto y le
extendió la mano, lo hacia porque lo quería poner mas nervioso-mucho gusto padre…. -
Ernesto – él también se levanto tomo su mano y la apretó, era
muy suave, y ella la deslizo suavemente entre sus dedos, como con ganas de seducirlo -
Dígame padre, ¿que quiere hablar conmigo? – al momento
en que quitaba su mano y se sentaba suevamente, cruzando las piernas, supuestamente para estar mas cómoda, pero sus verdaderas intenciones eran seducirlo, ella sabia que la estaba observando-
Bueno me pidieron que la orientara – sus ojos estaban en sus
muslos, se veían muy suaves, tiernos, no se dio cuenta cuando sus deseos se apoderaron de su mente, pero sabia que sus deseos habían despertadome dijeron que era una niña mala, ¿es usted una niña mala? -
Depende –una sonrisa se dibujo en su rostro, no le quitaba los
ojos de encima, a decir verdad, la situación la excitaba un poco, se sentía deseada - ¿quiere que sea mala o buena? -
Bueno a decir verdad – levantándose y caminando hacia la
puerta, se paro frente a ella, le paso un seguro con intención de no ser molestado, dio la vuelta, camino hacia Lucy, la levanto con sus brazos – me llama la atención como chica mala- tomándola con las manos en los hombros, le dio la vuelta y la dejo de espaldas hacia él, vio su espalda, con sus manos la recorrió, las paso al frente, sintió su abdomen, subió sua-
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vemente hacia sus pechos, suaves y firmes, sus deseos se incrementaron, desabotono su camisa y suavemente la quito del camino, con una de sus manos aparto el cabello del cuello y la beso, ella volteo, y le dijo : -
Padre, ¿este es mi castigo? - Estaba muy excitada por la situa-
ción, sentía un poco de miedo, pero no le importo, sus deseos eran mucho más fuete. -
Es lo mejor que podemos hacer
-
Entonces seguiré portándome mal – de su rostro salió una
sonrisa, con sus manos levanto la sotana del padre, metió sus manos por dentro, desabotono su pantalón y muy suavemente sus caricias fueron alimentando los deseos del sacerdote, quien empezó a acariciar su espalda, llevando poco a poco sus manos hacia abajo, hasta llegar a donde quería, le desabotona la falda, callo al suelo, tenia ropa interior negra, con sus manos sintió la piel, todo era muy suave, ambos se sumergieron en sus deseos.
Afuera estaba Carmen, sentada en la silla, preguntándose que
estaba pasando dentro, estaba viendo la hora, habían pasado casi 35minutos, fue entonces cuando la puerta se abrió, primero salió el padre, muy normal, y luego le hizo seña a Lucy para que saliera, quien salió un poco apenada, la señora Carmen la tomo y la coloco a su lado, y le dijo: -
¿pudo hacer algo padre? ¿logro convencerla? – le pregunta la
señora un poco preocupada por su hija -
Si, mucho, pero le pido que la traiga dos veces a la semana para
darle una charla diferente cada semana, hoy logre hacer mucho con ella, y se que va a cambiar, pero necesita tiempo -
Esta bien como quiera padre, nos vemos dentro de dos días
entonces -
Me parece bien
-
Muchas gracias por todo
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-
No, las gracias se las tengo que dar yo, por haber traído a su
hija
Ella le da la mano al padre en muestra de gratitud y se da la
vuelta para marcharse, Lucy también se dio la vuelta, dieron unos pasos y ella volteo, sintió la mirada de él recorriendo sus piernas, lo miro, en ese momento ella se mordió los labios , como diciendo que la había pasado de 74
lo mejor, él también le sonrió, pero de repente a ella se le vino un pequeña idea la cabeza, volteo y como sabia que él aun la estaba viendo, se levanto la falda en la parte trasera para que él viera lo que en verdad quería ver, luego la bajo y volteo una vez mas sonriendo.
Hasta que la voz fría lo saco del tiempo - ¡faaaalllsoooo! - esta
vez no le dio tiempo de arrepentirse de nada, ante él había un gran objeto cortante, se veía muy filoso, el espíritu lo iba alzando poco a poco y luego no le dio tiempo de pestañear siquiera, la pared quedo salpicada de sangre, callo en el suelo boca abajo, empezó a salir sangre de su rostro mutilado, la figura oscura se acerco y se inclino, tomo con su rara mano su premio y desapareció por completo, todo quedo en silencio. Capitulo 21
Llega un automóvil un poco antiguo, de color marrón, dentro
se podían ver dos personas, una un poco mas adulta que la otra, el auto se detuvo justo frente a una capilla que estaba un poco aislada del pueblo, era relativamente pequeña, ya que el pueblo también lo era, su diseño arquitectónico era básico, no tenia nada del otro mundo, eran casi las 8:00 pm, las dos personas salieron del auto y se dirigieron a la puerta principal de la capilla.
Los sujetos vestían uniformes, al parecer se trataba de unos
policías, eran el Capitán Daniel y su compañero el oficial Jesús, ambos se pararon frente a la capilla, y decidieron tocar.
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Con golpes suaves, la puerta sonó, pero dentro de esta no se escuchaba nada, todo estaba en silencio. -
¿será que no hay nadie? - pregunta Jesús,
-
pues, no lo creo, es la única capilla que hay aquí y él el único
sacerdote que hemos visto - responde Daniel al momento en que golpeo la puerta un poco mas fuerte, estaba empezando a irritarse. -
¿y si estaba haciendo algo? - le pregunta Jesús,
-
bueno ¿que puede estar haciendo? ¿rezar?
-
Puede ser, si nos ponemos a ver – le dice Jesús- esta solo, es
sacerdote, es de noche, ¿Qué mas puede hacer? -
Bueno quizás tengas razón - al momento que lo volvía a inten-
tar - no se porque dedica tanto tiempo a eso, perder el tiempo - Lo dice con voz baja, pero no lo suficiente como para que Jesús no escuchara -
¿Usted no reza Capitán? – le pregunta como con curiosidad,
fijando la mirada en él -
Un poco, a veces creo que no me escucha nadie – le responde
si voltear -
A ya veo, ¿y por que piensa eso? – le pregunta sin quitar su
mirada -
He visto muchas cosas en esta vida, y ninguna de esas cosas han
sido un milagro, muertes, violaciones, masacres, he visto de todo, y yo rezo por eso, pero creo que él no me escucha - le dio un golpe aun mas fuerte a la puerta - ¡padre! Con voz alta llamo a la puerta, soy el Capitán Daniel, necesito hablar con usted- pero no se escuchó nada -
Pero disculpe señor, lo que me acaba de decir ¿no es parte de
esta vida?- pregunta como metiéndose mas en el tema -
¿crees que la vida es hacer sufrir a otras personas sin que tengan
ninguna culpa, a niños y niñas inocentes?- le respondió rápido dándose la vuelta hacia él – sabes ya me canse, prepárate vamos a entrar- al tiempo en que desenfundo su arma y le hizo seña para que él también lo hiciera, con una señal le dijo que estuviese alerta, - algo no esta bien aquí, hay
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mucho silencio - le dice Daniel -¿estas listo?- Jesús asintió con la cabeza, en ese momento Daniel tomo un poco de impulso y de una fuerte patada abrió la puerta, la cerradura voló en pedazos, ambas puertas se abrieron.
Con mucho cuidado decidieron entrar, las luces estaban en-
cendidas y todo estaba en orden aparentemente, empezaron a caminar hacia el pequeño altar, y en ese momento fue cuando Daniel, que estaba 76
en el pasillo principal, entre bancos se detuvo, con la vista al frente y noto que había algo extraño en ese lugar. -
Jesús, acércate – le dice con autoridad en su voz- en seguida él
ya estaba a su lado -
Dígame señor – le responde revisando con la vista el lugar,
siempre preparado para halar del gatillo -
Fíjate en la pared que esta al frente – le dice Daniel - señalán-
dole con la vista el lugar exacto -
Es Cristo, ¿no? - Le pregunta como un poco confundido
-
Si, bueno al menos es su sombra – le dice-Creo que la figura
se la han llevado -
Pero ¿para que? – le responde aun mas confundido
-
No lo se – al momento en que le hace seña otra vez para que
fueran adelante, hasta el altar para ver mas de cerca
Daniel empezó a notar algo en una pared, en la mesa y en el
suelo, cada vez que se acercaba notaba mas y mas, pequeñas manchas de sangre, estaban por todos lados.
No fue sino cuando estuvo lo suficientemente cerca que su vis-
ta no era obstruida por los bancos que empezó a ver un cuerpo que yacía en el suelo, aunque solo podía ver los zapatos negros, y el pantalón de tela negro, ya había deducido de que se trataba, la única persona que posiblemente vivía ahí, cada vez mas cerca se daba cuenta de que se trataba de
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la misma persona, boca abajo, contra el suelo, tendido a un lado del altar, logro acercarse lo suficiente, hasta que se agacho para darle la vuelta, a su lado estaba Jesús, cubriéndolo, pendiente de cualquier otra señal de vida en el lugar. Extiende su mano para darle la vuelta, todo estaba lleno de sangre -espera, crees que esta bien que lo toques - le dice Jesús - la verdad es que no se, pero tengo que saber quien diablos es, no me puedo quedar con la duda, al diablo - en ese momento, lo toma por un hombro, con una mano, lo voltea suavemente, muy despacio, ambos estaban pendiente, a Jesús se le olvido que tenia que cubrir a Daniel.
Su mirada se encogió al ver a la victima, se levanto enseguida,
un poco sorprendido y con la vista fijada en el rostro, bueno si se le podía llamar así, Jesús estaba también sorprendido, pero sin miedo, no hacia mucho tiempo que había visto algo parecido, ambos absortos no sabían que decir, una ves mas veían un cuerpo que yacía en el suelo, muerto de la misma manera que aquel vendedor, y cada vez era mas confuso, nada tenia sentido, lo único que sabían era que las dos personas asesinadas habían visitado la mansión Tyler, pero ¿Por qué estaban siendo asesinados de la misma manera?, sin rostro, buscaron al rededor una pista, pero no hallaron nada, ni un rastro, todo era demasiado impecable.
Jesús estaba revisando el lugar, pero pasó algo que no lo había
previsto, dio un paso que sintió como si hubiese sido sobre hielo, su pie se deslizo, perdió el equilibrio y callo, el ruido de la caída llamo la atención de Daniel, quien rápidamente se acerco a donde estaba Jesús tendido en el suelo, «¿estas bien?» fue lo primero que le pregunto, al momento en que se agachaba y tendía su mano para ayudarlo a levantar, - si, eso creo - levantándose con mucha lentitud. -
¿como te caíste? – pregunta Daniel un poco confuso
-
Creo que pise algo inestable – al momento en que con su mi-
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rada buscaba lo que había podido generar su caída
Ambos buscaron, y cerca encontraron el causante de la caída
de Jesús, se acercaron a el objeto y lo reconocieron, era parte de la cara de Jesucristo, fue entonces cuando vieron la enorme figura de Cristo que estaba en el suelo, detrás de la mesa, al parecer había caído o lo habían tumbado, solo se le había dañado la cabeza con la caída, lo demás estaba 78
casi intacta.
Les pareció algo insólito, no le dieron mucha importancia
puesto que habían cosas más importantes que hacer, fue entonces cuando le dijo Daniel a Jesús: -
Tiene que ser el mismo asesino que andamos buscando –Si, no
creo que tenga un imitador – se intento reír pero no pudo, sintió dolor -
Vamos mejor a la casa para hablar con los demás que están allá,
hay que decirles lo que esta pasando aquí, probablemente estén en la lista también. -
Si, no perdamos tiempo – Daniel guardo su pistola, y salió casi
corriendo, Jesús intento hacer lo mismo, pero cuando lo intento, sintió una puntada en la espalda y le frustro los planes -
¡Oye! –le grita a Daniel, quien estaba casi saliendo del lugar
– espérame no puedo correr -
Pues síguelo intentándolo – al momento en que atravesaba la
puerta con destino a su auto -
Espérame ¿que te he hecho para que hagas esto? - preguntán-
dose, mirando hacia arriba, lamentándose por la fuerte caída.
Mansión Thayler Johan Castellanos
Capitulo 22
La sala de la casa estaba un poco oscura y misteriosa, se podían
escuchar algunas voces aunque muy suaves, casi susurros, daba la impresión de no querían ser oídos por nadie - ¿estas seguro que no sospecha nada? - era la voz de Roy, quien estaba hablando con Jonathan y con Jessica, Jonathan niega con la cabeza. -
¿Sabes? - le dice Jonathan - al principio no quería esto
-
¿Donde esta ahora? - le pregunta Roy fijándose en todas las
direcciones -
Esta arriba en el cuarto - le contesta muy seguro - desde que
salió del sótano, hace ya mucho tiempo. -
¿Crees que se nos adelantaron? - Le pregunta Roy
-
No lo creo – mirándolo y después a Jessica, quien no le había
quitado la vista de encima. -
Oye – le dice Roy – ¿no te has arrepentido?
-
Claro que no, esta noche haremos todo lo planeado – muy
seguro de lo que decía, sus ojos firmes y confiado. -
Entonces esta noche – interviene Jessica – será inolvidable
¿cierto Jonathan? -
Seguro que si – una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro en
el momento que ambos se vieron – ya casi es hora. -
Si, voy a preparar el lugar- dice Roy al momento en que se
levantaba- ustedes también deberían hacer lo mismo -
Si tienes razón – dice Jonathan quien también se levanto y di-
rigió su mirada a Jessica y le hizo seña con la cabeza para que se prepararan – ya casi es hora. -
Nos vemos en un rato – dice Roy quien se dirigía a la puerta
trasera de la casa, pero una mano sobre su hombro lo freno.
79
-
Esta noche nuestros problemas se acabaran – era Jonathan
quien lo dijo como para darle mas confianza- hagámoslo rápido, Roy Asintió con la cabeza y continuo su camino
Capitulo 23
Caminando hacia una habitación que estaba cerca de la cocina,
Jonathan y Jessica, dispuestos a preparar todo para esa noche, el momento que todos estaban esperando, menos Melisa. -
¿Crees que no sospeche nada? – la voz era fina, sensual, era
Jessica quien le preguntaba a Jonathan, quien estaba a su lado -
Claro que no, todo esta preparado, ella no sabe nada – le res-
ponde Jonathan demasiado tranquilo -
No me refiero a Melisa, sino a Roy – llevando su mirada a los
ojos de él -
Espero que no – deteniéndose y tomando por la cintura a su
presa, para acercarla mas hacia él- todo esta listo -
Entonces hay que esperar – al momento en que quitaba las ma-
nos de Jonathan de su cintura – alguien podría vernos, y eso seria malo. -
Tienes razón – le responde aceptando el rechazo
Ya estaban frente a la puerta, Jonathan saco sus llaves y abrió,
camino hacia el interior de la habitaron, dentro había una cama no tan grande, el cuarto era relativamente pequeño, tenia un armario, una mesita de noche, una pequeña ventana con vista al jardín, los dos entraron y cerraron la puerta para estar mas seguros de todo. -
Tengo mi equipo aquí – se dirigió al armario, lo abrió, tenia
casi de todo, armas blancas, y algunas pistolas, hasta un gran bate tenia y no precisamente para jugar béisbol – ¿con que quieres que lo haga? -
No lo se – acercándose a él con curiosidad – cualquier cosa, lo
importante es que lo hagas bien.
Mansión Thayler Johan Castellanos
-
¿Crees que no lo puedo hacer bien? – una pregunta un poco
sarcástica, ella lo entendió, por lo que le regalo una pequeña sonrisa, esto ayudo a que él se animara a acercarse, tomándola con sus brazos suavemente, recorriendo su suave espalda con la palma de su mano, en sus ojos se podía ver el deseo, la pasión, la lujuria, estaban al fin solos y hambrientos, se dejaron llevar por sus deseos. Cayeron a la cama. 81
Capitulo 24
Roy estaba en el patio trasero, fumando, pensando en su desti-
no, fue en ese momento cuando sintió una presencia a sus espaldas, volteo en el acto, pero no vio nada, una fuerte brisa se formo de la nada, golpeando su cara, era fría, muy fría en realidad, su piel se erizo - ¿que mierda es esta? - pensó, pero no duro mucho, se quedo viendo el lugar, estaba muy solo, calmado, todo parecía en armonía, se dio la vuelta de nuevo, con la vista hacia un pequeño deposito que estaba en frente, tomo el cigarro que tenia, inhalo profundamente, dejo caer el cigarro y lo piso «no tengo tiempo para estar viendo el ambiente» se dijo, exhalo y se dirigió hacia la puerta.
Estaba abierta, se veía bastante mal, muy antigua, la abrió y
dentro no había mucho espacio, pero era lo suficiente, tomo un pico y una pala, cerro la puerta y se quedo dentro, se quito la franela para estar mas cómodo y ligero, tomo el pico lo alzo y dejo caer con gran fuerza. La tierra estaba suave - esto será mas fácil de lo que pensé - se dijo, una vez mas alzo el pico, pero antes de dejarlo caer unos golpes a la puerta a sus espaldas lo distrajeron.
Se detuvo, en silencio - ¿tan rápido lo hizo? - se preguntaba
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una vez mas los golpes en la puerta, se digno a abrirla impulsado por la curiosidad - se supone que iba a ser mas tar… - al momento que abrió, se quedo pasmado, no había nadie ahí, todo estaba igual que cuando había entrado, salió, se fijo en todas direcciones, pero no pudo ver a nadie, le pareció un poco extraño, pero no le dio mucha importancia - estúpido viento - dándose la vuelta y entrando al deposito donde estaba trabajando, cerro una vez mas la puerta, tomo el pico y reanudo la tarea. 82
Tomo el pico, lo alzo demasiado, pero cuando iba a dejarlo
caer, no lo hizo hacia delante, lo dejo caer hacia atrás, las manos le temblaban, en sus ojos había miedo, estaba impresionado, frente a él, se había alzado una figura que jamás había visto y que en realidad no lograba ver bien, era mucho mas alta que él, estaba de negro completamente, parecía la sombra de algo, hasta que vio sus ojos, rojos, con líneas amarillas, parecía fuego, era lo único que pudo ver de su rostro, sentía miedo, su cuerpo estaba completamente erizado, ensimismado, sin poder hacer nada, hasta que logro escuchar algo ¡¡¡ FAAALLLSOO!!!! La voz muy fría, parecía cortar el aire a su paso, penetrando sobre su piel, llenándolo de pánico, su mente se puso en blanco de pronto se encontraba en una casa, muy lejana, pero si muy conocida, estaba con Jessica, era su casa, tocaron la puerta, era Jonathan, quien estaba muy apurado, traía una carpeta en sus manos, Roy abrió y se dirigieron hasta la sala, se sentaron y Jonathan le dio la carpeta. -
Este es el lugar – le dijo a Roy, quien estaba al lado de Jessica-
ya esta todo listo -
Veamos – la abre y saca las fotos y el contrato de la compra de
una casa-
Ya es mía, la acabo de comprar , es perfecta
-
¿Esta lejos? – le pregunta Roy, quien no le quitaba la vista a las
fotos y se las iba pasando a Jessica -
A unas cuantas horas de aquí – le responde
-
Entonces hagámoslo pronto
-
En dos días salimos, ya hable con Melisa – le dice Jonathan
Mansión Thayler Johan Castellanos muy seguro de lo que estaba haciendo, dirigiendo su mirada a Jessica quien también lo estaba viendo. -
No vamos a arrepentirnos, ¿ya arreglaste los papeles? – le pre-
gunta Roy-
Si, ya tengo todo listo, otra cosa – le dice a Roy- en la casa hay
un deposito en la parte trasera, tenemos que matarla y enterrarla ahí, tardaran mucho en localizar el cadáver, para cuando lo hagan ya estaremos lejos y con todo el dinero -
Me parece bien – le dice Roy - pero quiero hacerlo yo
-
¿Hacer que? – le contesta Jonathan un poco extrañado
-
Matarla, quiero darme ese gusto, no la soporto – dice dispues-
to a todo, las ganas se le podían ver – disfrutare haciéndolo -
Esta bien, como quieras – le dice aun extrañado- pero trata de
hacerlo en silencio -
Si, una pregunta – le dice Roy - ¿de cuanto dinero estamos
hablando? -
De mucho, lo suficiente para vivir al menos por diez años – el
sonrió y una vez mas dirigió su mirada a Jessica, quien estaba al lado de Roy -
Eso me gusta – al tiempo en que sonreía – ahora con mas gusto
la sacare del camino -
Ya tengo que irme, me esta esperando en casa – al momento
en que se levanta para dirigirse a la puerta y salir, los demás también lo hicieron
Estaban en la puerta, despidiéndose, - ¿ella no sospecha nada
de esto, no le parece extraño? le pregunta Roy - no, para nada, esta emocionada por la mudanza, dice que le agrada la idea de empezar de nuevo en otra parte - responde Jonathan quien se estaba riendo por la ironía, decide despedirse, le da la mano a Roy y le dice - este es el primer paso - al momento en que se ríe, se vuelve hacia Jessica y le da un beso en la mejilla.
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Sus pensamientos se desvanecieron, la voz fría la saco de su re-
cuerdo, la espeluznante sombra alzo la mano levantando un objeto filoso, Roy estaba pasmado, sin poder moverse, no le dio tiempo de nada, fue como un celaje, un pequeño movimiento, todo fue muy rápido, paralizado completamente, viendo a aquel espectro, sus ojos estaban idos, pero empezó a sangrar, se dibujo la cortada en su cara, la sangre recorría toda la línea de corte, y de pronto estaba sangrando por la boca, por la nariz y hasta por los ojos, luego empezó a desprenderse la cara, deslizándose suavemente hacia abajo, hasta que callo completamente, su cara fue arre84
batada velozmente, era un corte perfecto, parecía hecho con el filo de la espada de un samurái.
El depredador tomo el premio, el cuerpo cayó en el hueco que
él mismo Roy había estado cavando, todo estaba lleno de sangre, y de pronto aquel espectro, desapareció entre las tinieblas, el silencio invadió aquel lugar, todo estaba calmado, solo quedo un cuerpo sobre el suelo, entre toda la tierra, entre toda la sangre derramada en aquel deposito.
Capitulo 25
Melisa, estaba en su cuarto dormida, a un lado tenia la carta y
la fotografía que había hallado en el sótano en el cofre, cuando de pronto despertó al escuchar un ruido extraño que escucho, al parecer venia de abajo, tomo la foto y la carta, las introdujo dentro del cofre, lo cerro y coloco en una de las gavetas que habían en la peinadora de su habitación, salió de de su cuarto, despacio, lo que había escuchado, era como si alguien estuviese buscando algo y por mala suerte hubiese tropezado y tumbado algo de su sitio.
Bajando por las escaleras sus oídos estaban listos para percibir
cualquier sonido fuera de lugar, cuando finalmente había descendido la totalidad de los escalones, echó un vistazo por toda la habitación, bus-
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cando un señal o algo inusual allí, fue en ese momento que escucho algo, provenía de la cocina, al instante se le ocurrió que podría ser un delincuente en busca de dinero u objetos valiosos, busco algo para defenderse, recorrió el lugar su vista, pero no veía nada bueno, hasta que se centro en una lámpara que tenia un tubo mas o menos largo y noto que era ensamblable, se dirigió hacia ella, la tomo, giro el tubo de abajo primero, logro sacarlo de la base para sacarlo del otro extremo con éxito, lo tomo con las dos manos, y reviso su peso – esto puede ayudarme en algo, solo espero que no tenga un arma, porque voy a hacer el ridículo, a menos claro, que este descuidado – pensó.
Muy despacio se dirigió hacia la cocina pendiente de todo,
fijándose hacia todos los lados – ¿y si son dos? – Pensó, por un momento empezó a sentir miedo, pero tenia que enfrentarlos – ¿donde estás cuando te necesito Jonathan? - Se pregunto, estaba ya muy cerca de la cocina, apretó con fuerza el tubo, se coloco de espalda contra la pared de la cocina, inhalo gran cantidad de aire, como si fuese el ultimo respiro de su vida, se armo de valor, exhalo y entro con agresividad, como para intimidar, pero se sintió tonta al darse cuenta que no había nada ahí, la cocina se encontraba desierta, -¿me lo habré imaginado? – se pregunto, se relajo, sus manos ya no sostenían con fuerza el tubo, lo iba a soltar, pero antes de hacerlo otro ruido le llamo la atención, venia de afuera, salió de la cocina y una vez mas aplico fuerza a la barra de metal que tenia entre sus dedos sudorosos y fríos a causa de los nervios, el ruido venia de una habitación que estaba cerca, miro a todos lados como buscando ayuda de alguien mas, a nadie encontró por ningún lado, estaba sola.
Empezó a caminar hacia la puerta con mucho cuidado no que-
ría ser oída, la puerta estaba cerrada, se acercó, coloco el oído casi pegado de la misma con la intención de escuchar lo que estaba pasando dentro,
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pero no era lo que esperaba escuchar, no parecía robo, llena de preguntas quiso saber que estaba pasando, sentía una necesidad, como una corazonada, coloco la mano en la cerradura de la puerta como para ver si no tenia seguro, giro la manilla muy lentamente, con mucha cautela, la puerta cedió, no le habían pasado seguro, poco a poco fue abriendo la puerta, ya podía escuchar mejor el ruido, y no era de alguien que estaba robando, 86
era pasión, lujuria, deseos, sintió miedo, quiso cerrar la puerta de nuevo, pero no podía irse sin haber visto lo que estaba pasando dentro.
La puerta se abrió por completo, no hizo ruido, logro ver lo
que estaba pasando, sus ojos se hundieron, se aguaron, se encontraba paralizada por la escena que estaba presenciando, era Jonathan disfrutando con su mejor amiga en esa habitación, él estaba de espaldas la estaba penetrando desde atrás, veía que estaba satisfaciendo todos sus deseos que tenia reprimido o al menos eso parecía, no se habían dado cuenta de que los estaban viendo, dirigió su vista hacia una mesita de noche que había, y en el suelo una lámpara de cristal hecha pedazos, se dio cuenta de donde había venido el ruido que la despertó.
Decepción, impotencia, frustración, odio, no sabia que sentir
en ese momento, estaba temblando, sus manos empezaron a ceder, poco a poco fue perdiendo la fuerza, la barra se fue deslizando en sus manos, hasta que no la pudo sostener mas, la dejo caer, fue en ese momento que los ingratos que estaban en la cama se desconcentraron y ambos voltearon para ver lo que estaba pasando detrás.
Vieron a Melisa, Jonathan salió de la cama, no se esperaba eso,
-¡¡¡mierda!!! – fue que dijo, Jessica se cubrió rápidamente con la sabana, ella les dio una mirada de decepción a ambos, se dio la vuelta y salió de la habitación, - ¡Melisa! Espera, no te vayas – decía Jonathan al momento en
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que se vestía – pensé que le habías pasado seguro – le dijo Jessica, quien no dijo nada, el salió detrás de ella.
Corriendo hacia la habitación, subiendo las escaleras Melisa
iba llorando, se sentía estúpida, traicionada –espera por Dios, no corras, detente – era Jonathan quien venia detrás de ella. 87
Capitulo 26
Jessica quien había quedado en el cuarto a medio camino de
completar sus deseos, estaba casi vestida poniéndose el pantalón, ya tenia el sostén color blanco puesto, su pantalón subía lentamente por sus piernas, subió el cierre y lo cerro, tomo la blusa que estaba en el piso, pero antes de colocársela escucho un ruido – ¿Jessica? – alguien la estaba llamando, se quedo en silencio para poder reconocer la voz, esperando el segundo llamado muy atenta, por un momento pensó que ya no iban a llamar, decidió seguir vistiéndose, metió sus brazos en la blusa y antes de meter el resto una vez mas escucho la voz, era conocida por ella, muy conocida en realidad, era la voz de Roy, la estaba llamando – seguro ya termino su tarea – pensó, termino de vestirse, salió rápido del cuarto para no ser vista, paso por la cocina, no había nadie, siguió caminando, se detuvo en las escaleras – ¿donde estará este idiota?- se pregunto, pero en ese momento la voz una vez mas la llamo, venia de la puerta trasera, decidió ir a ver para que la estaba llamando, fue hacia la puerta, la abrió y salió.
No vio a nadie en ese lugar, solo vio como un deposito en
frente, vio a su alrededor y pensó que él estaba dentro el deposito, decidió ir a ese lugar para ver, acercándose a la puerta, entro, estaba algo oscuro dentro, encendió la luz, estaba un poco baja, pero logro ver lo que había
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dentro de dicha habitación, un cuerpo desangrado, sangre desparramada por todas partes, estaba paralizada, no sabia si era miedo o alegría, él cuerpo estaba boca abajo, reconoció al cadáver era Roy quien yacía en el hueco, pero no entendía nada, había planeado eso en realidad, pero no entendía, alguien lo había asesinado,- no pudo ser Jonathan ya que él estaba conmigo- pensó- entonces ¿Quién fue? ¿Habrá sido Melisa? No 88
lo creo ella no tiene signos de violenta – estaba confundida, sin embargo la muerte de Roy no le importo nada, ni siquiera lastima sintió en ese momento, se acerco al cadáver para darle la vuelta, lo tomo por los hombros, y después de hacer eso, sintió ganas de no haberlo hecho, no aguanto y vomito a un lado - ¿Qué mierda es esta? – Se pregunto, dirigió de nuevo su vista hacia él, estaba arrodillada en el suelo, lo vio por un instante, no tenia rostro, su muerte fue violenta, no resistió mas – tengo que decirle a Jonathan- se levanto salió de ese lugar con las manos en la boca, como intentando contener sus nauseas.
Al momento de salir sintió de repente una fuerte brisa que
sacudió la puerta del deposito con fuerza y la cerro de golpe, ella perdió el equilibrio y callo al suelo, se arrodillo y levanto su vista, mirando hacia el frente, había algo, parecía una sombra un poco alta, pestañeo para ver mejor, pero cuando lo hizo ya no estaba, fue en ese momento cuando empezó a sentir miedo, se levanto rápido, sus ojos estaban muy abiertos y recorrió el lugar, no había nada.
De nuevo la ventisca se formo de la nada, su miedo la venció,
y tomo una decisión desesperada, empezó a correr, pero no lo hizo hacia la puerta que tenia en frente, quería entrar por la principal, pero no logro alejarse mucho, se tropezó con la raíz de un árbol y una vez mas cayo, abrió los ojos, levanto la vista con intención de emprender la carrera una vez mas, pero frente a ella se formo la sombra que había visto antes, el
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espectro reapareció, frente a ella de forma imponente.
Los ojos de Jessica empezaron a recorrer su enorme porte y
vestimenta, hasta que se fijo en su rostro, quería ver de quien se trataba, pero todo era oscuro, ella estaba petrificada, sin saber que hacer, inmóvil, tratando de ver el rostro de quien la asechaba, dos pequeñas luces empezaron a aparecer, eran sus ojos, rojos como el metal a alta temperatura, los ojos de Jessica se hundieron, no podía moverse, no podía hacer nada, de repente escucho algo . . . FALLLSSSAAA!!!! Una voz fría, una voz que cortaba el aire al atravesarlo penetro en su interior, sintió un escalofrío que recorría todo su cuerpo, de abajo hacia arriba hasta llegar a su cabeza, atravesó su cerebro e invadió su mente, sus pensamientos, de repente ya no era de noche, ya no tenia miedo, estaba en casa de Roy en el sofá, cuando de repente suena el teléfono – yo contesto - dice Jessica toma el teléfono y se aleja de Roy. -
¿Hola? – contesta con la voz sensual característica de ella
-
Hola Jessica, soy yo, Jonathan
-
Hola ¿Dónde estas? – le pregunta alejándose mas de Roy
-
Voy hacia allá, para hablar con el idiota de Roy – contesta con
voz firme -
¿y eso? ¿traes buenas noticias?
-
Si, para todos, escucha, ya compre la casa que te dije, muy
pronto estaremos como lo hemos planeado, ya tengo listo todos los planes, solo hay que esperar que ninguno se de cuenta -
Eso si es bueno, pero ¿ya pensaste como lo vamos a hacer?
-
Si, ya esta listo, la casa esta aislada de la ciudad, nadie se dará
cuenta y cuando lo hagan ya estaremos lejos, ambos desaparecerán esa noche, ya tengo los papeles listos. -
Entones vamos a hacerlo, ellos no sospecharan nada
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-
¿Sabes? Ya quiero tenerte para mi
-
Pues espera un poco
-
Voy llegando, chao
-
Esta bien, chao
Se acerca nuevamente a Roy, y se sienta a su lada parecía con-
tenta, ya que traía una sonrisa y sus ojos brillaban. 90
-
¿Con quien hablabas? – le pregunta Roy, ya que la vio algo
diferente -
Con Melisa – le da un beso en la mejilla y se relaja a su lado,
pero en ese momento alguien llamo a la puerta, Roy se levanta – yo abro- le dice a ella quien no se movió, Roy abrió la puerta y luego entro Jonathan con una carpeta.
Una voz la saco de su mente y de repente se encontraba con
aquel espectro, sin poder mover su cuerpo estaba temblando de manera involuntaria y frenéticamente, tenia tanto miedo que empezó a llorar, levantando suavemente su filosa arma aquel depredador, de repente un celaje, no se quejo, no grito, no hizo nada, todo fue muy rápido en realidad, pero algo que no esperaba aquel espectro paso, alguien le disparo por la espalda, volteo con velocidad, y vio a dos personas acercarse, se enfureció, y desapareció con un grito espeluznante, -
Vamos Jesús apúrate – era la voz de Daniel
-
¿Qué mierda fue esa? – le pregunta Jesús
-
Cuando lo sepa te lo digo – Daniel no sabia que había visto
realmente - un asesino que desaparecía de la nada - nunca había visto eso pensó, siguió hacia la victima para ver si estaba con vida.
Ambos se acercaron a ella, quien aun estaba arrodillada, sin
moverse, Daniel se inclino, la chica seguía inmóvil, por una lado de la cara estaba saliendo un poco de sangre y empezó a dibujarse en su rostro una
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línea de corte – Jesús, cúbreme- le pidió Daniel, quien guardo su pistola, y quiso ayudar, intento levantarla – ¿oye estas bien? Le pregunto, pero ella no le dijo nada, su mirada estaba muy lejana, cuando se decide a darle una palmadita por el rostro como para sacarla de el mundo en donde se había sumergido, pero fue en ese momento cuando se llevo una sorpresa.
Al momento en que su mano hizo contacto con la mejilla de
ella, sus dedos se hundieron sobre la piel, y su cara se movió hacia un lado, él sorprendido por lo que había visto cayo sentado hacia atrás – ¿estas bien? Le pregunta Jesús, quien todavía no había visto a la victima, Daniel le hizo seña y el lo entendió, dirigió la vista hacia la mujer, y también quedo sorprendido, el rostro de aquella mujer fue deslizándose hacia abajo hasta caer, y después cayo el cuerpo sin vida.
No sabían que hacer, estaban paralizados por lo que habían
presenciado, luego una fuerte brisa se formo, el espíritu hizo una nueva aparición, justo frente a ellos, fue muy rápido, tomo la cara de la mujer, y se acerco un poco a ellos, Jesús quien tenia el arma en las manos lo apunto – ¡¡¡quieto no te muevas!!! - Daniel le dio la orden para que disparara, sus manos estaban temblando, apretó el gatillo, la bala entro hacia la cara de el asesino, pero no paso nada, el espectro se detuvo, levanto una de sus manos y señalo con uno de sus dedos hacia Jesús, quien al ver eso bajo el arma, estupefacto, inmóvil, sus ojos se hundieron, y luego una vez mas, el espectro desapareció entre las sombras. -
Ayúdame – le grito Daniel, quien estaba en el suelo – rápido
hay que buscar a los otros antes de que sea demasiado tarde.
Jesús no dijo nada, solo lo levanto, estaba perturbado por lo
que había sucedido, tenia miedo de que el próximo fuese él. Lo ayudo a
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levantarse y decidieron entrar a la casa para localizar a los demás chicos.
La puerta del frente estaba cerrada, muy cerrada o era que Da-
niel estaba muy viejo y ya no tenia fuerza en los pies, le dio varias patadas y no paso nada, apenas y la movía, Jesús no lo ayudaba estaba perdido en su mente. 92
-
Vamos por la trasera para ver si esta abierta – le dice Daniel-
¿Qué te pasa? – le pregunta colocándole la mano en el hombro – ¿es por lo de que te hizo el espectro?... él le respondió con la cabeza, moviéndola hacia abajo y hacia arriba – no le temas a ese maldito, hay que acabar con él, quien quiera que sea, vamos apresúrate.
Capitulo 27:
Los dos salieron corriendo por un costado de la casa, iban
apurados, no querían perder más tiempo, ambos pasaron por el lado del cadáver de aquella mujer que no pudieron ayudar, estaba sumergida en un gran pozo de sangre, vieron el cuerpo sin rostro, pero no se detuvieron para nada.
Iban llegando a la puerta trasera y se detuvieron al ver un de-
pósito que estaba justo en frente de esa puerta, estaba abierto, y se podía ver algo que estaba en el suelo.
Daniel le hizo seña a Jesús para revisar el lugar, sacaron sus
armas, muy despacio se fueron acercando al lugar, no iban juntos, Daniel por la derecha y Jesús tomo la izquierda, Daniel llego a la puerta y le dio orden a Jesús para entrar, este de una patada abrió por completo la puerta,
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y Daniel dio un pequeño salto, con el arma en frente, ambos entraron, pero solo vieron un cuerpo tendido en el suelo, no logran ver de quien se trataba, pero estaba en las mismas condiciones que los otros cadáveres, como no encontraron nada dieron la vuelta y salieron de allí, en dirección a la puerta trasera de la casa, subieron por unos escalones y revisaron la puerta – esta abierta- dice Daniel, una vez mas se hicieron las señas de rutina y entraron con agresividad.
Daniel fue el primero en entrar, dio unos cuantos pasos, luego
entro Jesús, pero este dio solo un paso con mucha lentitud, cuando su pie toco el suelo del interior de la casa, un crujido se escucho justo debajo de sus zapatos, una brisa fría golpeo su rostro y de repente todo se callo. Daniel quien ya estaba dentro lo mira un poco extrañado, él también lo miro de la misma manera, luego siguió avanzando hasta acercarse a Daniel.
Seguían caminando atentos a cualquier cosa, en silencio, hasta
que llegaron a la escalera principal de la casa, Daniel mira hacia la cocina y le hace señas a Jesús para que este fuera a chequear, al mismo tiempo le dice que él va hacia arriba, ambos se disponen a hacer lo planeado, pero de repente empiezan a escuchar voces, alguien estaba hablando, las voces venían de arriba, Daniel le dice a Jesús que lo siga y este accede, ambos subiendo con cuidado para no hacer ruido – vamos abre la puerta, tengo que hablar contigo- Daniel y Jesús iban caminando sincronizados, ambos llevaban el mismo paso – ya me estos hartando Melisa abre la estúpida puerta – llegaron arriba y vieron al hombre que hablaba, Daniel logro reconocerlo, era quien había llegado con los otros dos y que para él era el mas sospechoso, aquel hombre no se dio cuenta que lo tenían en la mira, Jonathan le dio una patada a la puerta y empezó a forzarla con rabia – ya me harte voy a entrar - dijo en voz alta, pero en ese momento Daniel frustro sus planes.
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-
¡¡¡No te muevas!!!! – le dice Daniel con su voz firme y fría,
el hombre obedeció, se dio la vuelta lentamente y vio a quienes estaban apuntándolo: dos policías, Jonathan creía que ya todo estaba descubierto que alguien lo había traicionado, - 94
¡¡¡Coloca tus manos arriba y no te muevas!!! - Esta vez fue Jesús
quien hablo. Pero el hombre solo los veía, de pronto de un movimiento rápido intento sacar el arma de su cintura para disparar a muerte a los policías, pero Daniel fue mucho más rápido. Apretó el gatillo…
Melisa, que estaba al otro lado de la puerta logro escuchar el
disparo y hasta sintió como si le hubiese atravesado la bala también, estaba asustada no sabia que pasaba, habían dos voces que no reconocía, de pronto, desesperada por no saber que había pasado, abrió la puerta y salió, en el suelo vio a Jonathan quien estaba sentado con un disparo en la pierna, a su lado dos oficiales quienes le estaban quitando el arma que tenia, uno de ellos, el mayor se le acerco con su arma en las manos – -
¿se encuentra bien, señorita?
-
Si, perfectamente, pero ¿que diablos paso aquí? Y ¿Quién ese
usted? -
Soy el Capitán Daniel y el es el oficial Jesús, venimos a decirles
que están en peligro aquí, hay que salir de esta casa. -
Déjeme ver si entendí, ¿ustedes vienen a protegernos?
-
Así es – le responde Daniel
-
Pero mire lo que le hizo a mi esposo, le acaba de disparar, no
me gusta su método de protección. -
Él iba a dispararnos, señorita, no nos dio otra opción.
-
¿De que viene a protegernos?
-
De algo extraño que esta pasando en esta casa, hay alguien que
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les quiere hacer daño, por eso estamos aquí – Jonathan a quien estaban haciéndose presión en la herida, creyó que lo venían a buscar y no era eso, - entonces no saben lo que iba a hacer- pensó. -
¿Podría ser mas explicito? – Melisa estaba confundida, su ros-
tro lo decía, dos policías vienen a defendernos, pero le disparan en la pierna a Jonathan, ¿que más extraño que esto? -
Si se lo digo no me creería, solo se que no es humano lo que
esta aquí, dígame ¿no ha visto o escuchado algo fuera de lo normal por aquí? -
No me diga que usted cree que algo sobrenatural esta amena-
zándonos -
Señorita, no creo, en realidad lo hemos visto, por eso estamos
aquí, hay dos personas que fue…. En ese momento una brisa se formo de la nada, atravesándolos a todos por completo, era fría, muy fría, y de repente se escucho una carcajada en la habitación, pero era tenebrosa, espeluznante y profunda. -
Es él, ya esta aquí – dijo Daniel- debemos salir de aquí les
dijo -
¿pero que es eso, que esta pasando aquí? – dice Melisa quien
estaba un poco asustada, se sentía estúpida, era absurdo, pero estaban presenciando algo que para ella no existía. -
Vamos no hay tiempo salgamos – dice Daniel con la voz de
comando- Jesús toma a ese idiota y salgamos de aquí.
Él tomo por el brazo a Melisa, quien se fue casi corriendo con
Daniel, Jesús tomo a Jonathan y lo llevo apoyándolo en su hombro, todos bajaron la escaleras, hacia la puerta principal, estaba cerrada – mierda – dice Daniel, - espere yo tengo la llave- dice Melisa – quien la saca de su bolsillo, la introduce en la cerradura y la gira, se escucho un crujido metálico, pero la puerta no se abrió, ella retiro la llave, y la alzo, todos la
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vieron, - genial – dice ella, la llave se había partido dentro de la cerradura, los dos policías estaban desesperados por salir, Jesús tomo a Jonathan una vez mas, -vamos por la de atrás- dice, yo la deje abierta, - ¡rápido! – Dice Daniel quien iba al lado de Melisa, -¿me puede explicar que demonios esta pasando aquí?- le pregunta Melisa a Daniel, - después te lo explico – le responde – lo importante ahora es salir de aquí. 96
Jesús ya estaba cerca de la puerta, y de repente una fuerte brisa
se alzo y los abatió, esta era mucho mas agresiva que las veces anteriores, llevaba fuerza, y de repente la puerta se cerro casi en sus narices, todos quedaron paralizados, estaban atrapados en la casa.
Jesús soltó a Jonathan, se acerco a la puerta y la intento abrir, le
dio varias patadas pero nada, estaba firme, ni siquiera la movía – ¡¡déjala!! – le dice Daniel, de repente un silencio los absorbió todo, todos sintieron una presencia justo detrás, voltearon al mismo tiempo, con lentitud, con miedo en sus miradas.
Una sombra grande o al menos eso parecía, se formo ante la
mirada atónica de todos los presentes, todos estaban muertos de miedo, a dicha sombra no se le veía el rostro, vestido como monje, pero en negro, sus manos sujetaban un objeto muy filoso, parecido a una oz, se iba acercando paso a paso, lentamente, los cuatro no encontraban que hacer, Daniel desesperado saco su arma y le empezó a disparar, Jesús lo siguió, pero las balas lo atravesaban y se estrellaban en la pared que estaba detrás de aquel espectro, cada paso que daba se escuchaba y se sentía en toda la mansión, el sonido penetraba la piel de aquellos seres aterrados, Melisa estaba asustada, tenia los ojos sumergidos en el mar de lo ilógico, pero de repente vio una puerta que estaba cerca, estaba abierta y ella la conocía muy bien, era el deposito donde había entrado en la tarde a limpiar, -vamos corran – dice Melisa – los demás las siguieron, logro abrir la puerta. El espectro al ver que sus presas estaban escapando acelero su paso, primero entro Daniel, luego Jesús, y por ultimo venia Jonathan, quien estaba
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herido y a quien Jesús había olvidado ayudar – ¡¡¡vamos date prisa!!! – Le grita Melisa - el espectro estaba cerca, Jonathan intento apurarse, estaba casi en la puerta, coloco una mano sobre el marco para impulsarse mejor, pero al hacerlo algo lo freno de repente. Sus ojos se humedecieron y se hundieron del miedo, Melisa lo tomo por el brazo con intención de meterlo y también fue Jesús, pero al ver lo que lo estaba frenando sus esperanzas se fueron desapareciendo, aquel espectro lo tenia sujetado con la oz, atravesando su espalda, ninguno de ellos tenia la fuerza suficiente como para detenerlo, parecía que a él lo estaban ayudando los 200 caballos del infierno, de un solo golpe se los arrebato, ¡¡¡Jonathan!!! – grito Melisa- Daniel la tomo por la espalda, le metió hacia la habitación, y cerro la puerta. Capitulo 28
Jonathan al ver que los brazos de Melisa ya no lo sujetaban,
dejo ir también sus esperanzas de sobrevivir, la puerta se le cerro justo en frente a sus ojos, en su mente quedo sonando la voz de Melisa, repitiéndose constantemente sin detenerse.
Cayo al suelo, intento salir de la casa arrastrándose, con un solo
brazo, el izquierdo, ya que el otro no lo podía mover a causa de la herida que le hizo el espectro con su oz, y una pierna, la derecha, ya que la otra tenia una bala en el muslo, cada centímetro que se movía, iba perdiendo mas sangre, cada vez se cansaba mas y mas, voltea a ver donde esta su depredador, pero estaba allí, inmóvil, solo viendo los últimos movimientos de desesperación, de pronto, Jonathan escucho la voz de Melisa, estaba golpeando la puerta donde estaban metida, él se detuvo a escucharla, entonces la figura de sombra, decide continuar con su tarea.
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Poco a poco se fue acercando a donde estaba Jonathan tendido,
y este al ver que literalmente se le acercaba la muerte, intento acelerar su paso, pero fue inútil. Solo le costo segundos al espectro en alcanzarlo, le piso uno de sus pies, con el que se estaba arrastrando, ¡!! Ahhhhh…!!! Le causo gran dolor, parecía que su piel se quemaba con el contacto de pie del asesino. 98
Con una patada a un costado, logró voltear a su victima, quien
una vez mas sintió que su piel se evaporaba, ¿Quien demonios eres? – le dijo, escupiendo sangre con cada palabra que pronunciaba- la “sombra” le da una mirada, y con una voz gruesa, ronca, como oxidada dice: – lo importante aquí es ¿Quién eres tú? - en ese momento Jonathan logró ver los ojos de su verdugo, pudo ver también una luz que salía de ellos, un poco rojiza, como el color de la sangre, de pronto se oyó una voz muy fría, que al parecer recorrió su piel, sintió escalofríos y mucho miedo, una vez mas la voz amenazó con su acusación -¡¡¡FALLSOO!!!- inmediatamente surgieron las imágenes…
Entra alguien a una pequeña oficina, era Jonathan unos días
antes, se sienta en su computadora, y empieza a redactar un documento, en donde Melisa decía que lo autorizaba a él para realizar cualquier operación que tuviese que ver con su dinero, ya que él era la persona en quien ella mas confiaba en esta vida, imprimió su hoja y la llevo en su maletín con otros documentos.
Sale de allí y se dirige a su camioneta, - bueno ya esta, solo ten-
go que hacerla firmar – se dijo, arranca con destino a la casa de Melisa.
Estando ya frente a la casa – ya tienes todo claro – se dijo
– ya estas acostumbrado a esto pues – tomando un gran bocanada de aire
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fresco se decide a tocar la puerta, dio dos golpes, estaba nervioso, aquí si tenia que actuar como nunca lo había hecho, vuelve a tocar, pero esta vez escucho a alguien detrás de la misma y luego quitaron los seguros de la cerradura, se oyó el crujido de la puerta y era ella, Melisa. Jonathan al verla le dijo: -
Ya tenemos casa nueva- lo dijo con una sonrisa muy picara
-
¿La tienes? – le dijo ella muy inocente de lo que estaba pasan-
do -
Aquí esta todo – al momento en que este sacaba el maletín y
entraba en la casa, se sienta en el mueble grande, Melisa se sienta a un lado y luego, él saca sus papeles, con la foto y los documentos de una gran casa que estaba fuera de la ciudad, se la mostro , ella las vio todas y le gusto mucho -
Es perfecta – le dijo ella, quien estaba muy entusiasmada con
la sorpresa -
Si y mira lo que tengo – saco del maletín dos documentos, uno
de ellos era el contrato de la casa, en donde se especificaba todos lo pasos y reglamentos a seguir para finiquitar la compra y el otro era a la autorización que él mismo había redactado, le paso primero el contrato y ella le leyó por encimita, él saco un bolígrafo – lo firmas ahora y no perdemos mas tiempo-
Esta bien- lo miro con una sonrisa muy dulce, tomó el bolí-
grafo, y firmo al lado de la de él -
Este es otro que quiero que firmes o mejor dicho que necesito
que firmes – lo coloca en la mesa, sin dárselo para que lo lea ni nada -
¿Y que es eso? – al momento en que se acercaba para verlo
mejor -
Es solo la autorización para realizar el papeleo necesario para
adquirir nuestra nueva casa amor – allí su corazón empezó a latir mas
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rápido, empezó a sudar, aunque ella no lo podían percibir.
Ella por un momento se quedo en silencio viendo el lugar en
donde tenia que firmar, él estaba que casi salía corriendo de la habitación, sabia que ella no era estúpida y podía agarrarlo en el intento de estafarla, no sabia que hacer… - 100
¿Qué tienes amor? – estaba nervioso, pero su voz era la misma,
no hubo cambio, hablo con toda la naturalidad posible. -
Yo confió en ti, y se que todo lo haces por el bien de nosotros
y por nuestro futuro – tomo el documento y sin revisarlo lo firmo -
Eso es muy cierto - al momento en que la toma en los brazos
y le da un gran beso – después se levanta sin decir nada, toma los dos documentos y los guarda en su maletín, lo cierra y se dirige a la puerta -
¿A dónde vas? – le pregunta Melisa, quien estaba muy extra-
ñada por su comportamiento tan impredecible y seco -
Tenemos que hacer esto lo antes posible, tengo que llevar los
papeles para hacer el contrato oficial – en ese momento abre la puerta de la casa y se decide a salir, pero voltea y ve a Melisa quien estaba parada solo mirando – ya veras que a partir de hoy nuestras vidas van a cambiar mucho, te amo - .
Al momento en que sale de casa, entra en su camioneta y la
pone en marcha, toma el teléfono y marca un número, ¿Hola? Era una voz dulce, Jessica, soy Jonathan tengo buenas noticias…Una vez más escucho la voz ¡¡¡fallssoo!!! Esta vez lo saco del mundo en que estaba sumergido y de nuevo Jonathan se encontraba tendido en el piso, frente a él, una horrible y espeluznante figura se alzaba, de pronto ve que su homicida saca un arma filosa, la cual por su apariencia parecía que nunca había sido usada, tenia doble filo, luego se fue alzando poco a poco sobre él, permanecía inmóvil, sin poder hacer nada, solo esperando el ultimo movimiento, ya sabia cual era su destino, ya no había vuelta atrás, de pronto en cuestiones de milisegundos esta callo sobre él, se escucho un pequeño quejido de
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la boca de Jonathan y una voz o mas bien un grito de desesperación y frustración quedo resonando en toda la casa esa noche ¡¡¡¡¡JONATHANNNN!!!!! Capitulo 29
Detrás de la puerta, estaba Melisa, quien no podía dejar de
pensar de que Jonathan había sido asesinado por un ser que no era de este mundo, Jesús la sujeto con las manos, y la alejo de la puerta - cálmate Melisa - le dijo - ¿como quieres que me calme? - respondió con lagrimas de frustración que descendían por todo su rostro - ese maldito asesinó a todos mis amigos - hizo una pequeña pausa y frunció el seño, y dejo caer sus hombros - bueno, al menos eso pensaba - se sentó en el suelo frente a Daniel, quien aun no creía lo que estaba viviendo - ¿Qué quieres decir con eso Melisa? - le pregunta Daniel un poco extrañado - bueno, que justamente hoy, he descubierto que todo lo que estaba viviendo era un sueño y hoy logre despertar - le respondió, tenia la mirada en el suelo ¿eso quiere decir que tus amigos te han traicionado? entonces si es cierto - dijo Daniel, quien en ese momento se ponía de pie como para decir algo - ¿si era cierto que? – pregunto Melisa - la leyenda de que la gente habla - le respondió, ella se quedo inmóvil, recordó todo lo que había hablado con el padre Ernesto, Daniel estaba para allá y para acá - yo se esa historia - dijo Melisa - es probable que la historia se este repitiendo - dijo - hace mucho tiempo una serie de asesinatos fueron cometidos en este lugar y nunca se hayo al responsable de la masacre, ni tampoco sus rostros, al igual que ahora, y quienes fueron asesinados eran personas falsas, que no les importaba lastimar a los demás para obtener los que querían - hizo una pausa - ¿como puede decir eso, no es posible, porque tardo entonces 20 años en aparecer nuevamente? - le pregunto en voz alta - es fácil, porque la casa duro ese tiempo deshabitada - la miro a los ojos en ese momento y
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continuo - Melisa, el padre que vino aquí a bendecir la casa esta muerto, fue asesinado de la misma manera que tus amigos, bueno de quienes creías que eran tus amigos, todos ellos entraron a esta casa - hizo una pausa - él espectro tiene un nombre, y fue el primero en morir bajo este mismo techo y sobre este mismo piso – la voz de Melisa lo interrumpió - Chris Tyler - dijo con voz suave como aceptando la hipótesis de Daniel. 102
-
¿Cómo sabes eso Melisa? – le preguntó
-
Porque lo he visto – saco la foto del bolsillo de su pantalón, y
se lo mostro -
¿Cómo conseguiste esto? – le pregunta
En esta misma habitación – le respondió de forma rápida y muy
segura – además – continuo – no fue lo único que encontré – mete su mano nuevamente en el bolsillo y saca una hoja, que contenía un escrito un poco borroso, pero entendible.
Daniel empezó a leer todo, y cada palabra que pronunciaba le
iba dando mas sentido a su teoría, sus ojos se encogieron, sus manos temblaban al momento en que sostenía la hoja para leer, estaba perturbado, pensó que todo lo que había escuchado era mentira, pero esta noche todo estaba saliendo al aire, todo estaba encajando poco a poco… -
¿Dónde encontraste eso? – le pregunta
-
En este sótano - al momento se levanta, como si se le hubiese
ocurrido algo -
Eso quiere decir – dice Daniel quien al parecer había pensado
lo mismo que ella – que aquí deben de estar sus restos. -
Correcto – le dice Melisa, quien sin pensarlo empezó a mover
todo, como buscando una señal, o una pista para poder encontrar el cadáver de Chris Tyler. -
¿Jesús? – grito Daniel, quien había olvidado la existencia de
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este por completo. -
¿si capitán? – su voz venia de un lugar un poco retirado, por
un pequeña abertura que daba a un lugar mas allá del sótano, venia hacia donde estaba él. -
¿Dónde estabas metido? – le pregunta Daniel
-
Estaba buscando una forma de salir de aquí – Jesús estaba asus-
tado, el miedo podía verse en sus ojos. -
¿Alguno de ustedes tiene una linterna? – les grita Melisa, que
ya se había alejado un poco de ellos, y estaba en el lugar donde la luz se filtraba, donde había encontrado el cofre. -
Si – le respondió Daniel – aguarda un poco, voy para allá.
Daniel poco a poco se fue acercando al lugar en donde estaba
Melisa, pero se detuvo un momento, vio como la luz que se filtraba en aquel lugar caía sobre ella, dándole un aspecto divino a la chica, por un momento sintió un alivio en su cuerpo, logro relajarse un poco - no te ilusiones, las apariencias engañan - le dijo Melisa al notar que él la estaba admirando…este siguió caminado hacia ella. -
Toma – le dijo Daniel dándole la linterna
-
Hay algo aquí que no veo bien – tomo la linterna, y dirigió
su luz a la pared que estaba en frente de ellos, había algo escrito en ella, al parecer había sido escrito con algo filoso, porque estaba marcado en la pared o mejor dicho esculpido.
No se podía ver bien, decidieron acercarse mas a la pared, cada
vez que daban un paso, la frase se hacia mas clara, los tres estaban observando cuidadosamente aquella escritura, nadie decía nada.
“Aquí es donde muere la confianza”
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Tardaron unos minutos tratando de entender lo que estaban
viendo, por un momento todo quedo en silencio en aquel lugar, hasta que… - 104
Aquí debe ser el lugar – dijo Melisa, Daniel y Jesús la vieron
como esperando su explicación – -
¿aquí debe de ser que? – le pregunto Daniel que no entendía
nada -
Aquí deben estar sus restos, los restos de Chris Tyler – le res-
pondió, y sin pensar tanto empezó a buscar pistas. -
¿Por qué estas tan segura? – le dijo Daniel aun sin entender y
ahora mucho mas confundido. -
En este lugar encontré la carta con esa foto – le respondió ella
y continuo – eso quiere decir que este fue el último lugar en donde estuvo con vida – se detuvo para mover unas cajas y tablas del lugar. -
Entonces - dijo Daniel – estamos en la escena del crimen.
-
Correcto – le respondió Melisa quien seguía buscando
Capitulo 30
Jesús tomo su linterna y empezó a buscar también, pero él
tenia mucho mas miedo que los demás, el sabia que estaba en un lugar pe-
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ligroso, estaba muy apurado, quería salir rápido de ahí, se alejo un poco de ellos para buscar alguna pista, y alguna salida – fue entonces cuando vio como la luz se filtraba en sótano, empezó a seguirla, quería saber de donde venia, hasta que vio una pequeña grieta en una pared a lo alto, se acerco a ella, y empezó a buscar algo alrededor para ganar altura, entonces la vio, una caja de madera, como de 70 centímetros de alto y sin pensarlo la tomo con fuerza y con cuidado estaba muy vieja y podía estar consumida por el tiempo, la coloco debajo, y se subió a ella con cautela.
Logro obtener la altura necesaria y con su mano intento gol-
pear grieta para ver si podía abrirla mas, era de unos pocos centímetros y noto que estaba débil, entonces saco de su cinturón un pequeño cuchillo que tenia, empezó a escarbar para hacer mas grande la abertura, logro perforarla un poco mas, y vio lo que estaba detrás de ella.
Era el patio trasero de la casa, sus ojos brillaron, por un mo-
mento sintió paz en su interior - ¡la encontré! - grito a los demás, quienes no tardaron en llegar a donde estaba él, - ¿que fue lo que encontraste? ¿los restos? - pregunto Melisa con interés, -no, la salida de esta casa - le contesto rápido bajándose de la caja y buscando algo grande para golpear con mas fuerza, encontró una barra metálica pesada - esto me servirá - al momento en que la alzo para tomar el impulso Daniel lo detuvo - aún no lo hagas, hay que encontrar el cadáver, no podemos dejar esto así - fue lo que le dijo - ¿estas loco, hay que salir de aquí rápido, esa cosa quiere matarnos ¿no lo ves? - le dijo Jesús un poco alterado - solo esta acabando con la mentira, no deberías preocuparte tanto - le dijo Daniel, al momento es que le quita el tubo y lo deja en el suelo, este no opuso resistencia, pero en sus ojos había mucho miedo, y frustración… - Una pregunta ¿después que consigan el cadáver que van a hacer con el? - Daniel no supo responder, no se había hecho esa pregunta, vio a Melisa para ver si ella tenia una idea,
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ella se acerco y les dijo - en algunas culturas se cree que hay una forma de matar a los muertos, dicen que ellos están aquí porque tienen asuntos pendientes, como la venganza por ejemplo, otros porque no quieren dejar este mundo, si sus restos son quemados pueden morir o dejar de estar perdidos, nadie sabe en realidad que es lo que les pasa después, pero al menos ya no estarán aquí - les dijo al momento en que hizo un pequeño 106
silencio.
Jesús que era el más preocupado, no podía esperar tanto para
salir de ahí - ¿como puedes creer en esa mierda? - le grito - antes no lo creía tampoco, pero ahorita creo cualquier cosa por mas absurda que parezca - le respondió mirándolo a los ojos - pues no perdamos mas tiempo hay que buscarlo y quemarlo para salir de aquí - les dijo Daniel al mismo momento en que empezó a recorrer el lugar moviendo todo, los demás le siguieron estaban buscando en lugares diferentes (si se les mirara de un plano de planta, se podía notar que entre ellos hacían casi un triangulo perfecto).
Jesús sabia que estaba en un lugar peligroso, su conciencia no
estaba tranquila, buscando con desesperación en todas partes, movía de todo, estaba oscuro aquel sótano, lo que hacia un poco mas difícil la búsqueda, aunque un poco mas iluminado que antes gracias a la pequeña perforación que logro hacer con el cuchillo, de pronto una voz muy suave pero tenebrosa pronuncio su nombre ¡¡¡ Jesússs!!! Logro escucharla como un susurro en el cuello, volteo al instante, pero no había nadie, Melisa y Daniel estaban buscando aun, sin distracción, al parecer el único que había escuchado aquella voz era él, el miedo se apodero de su mente no sabia que hacer, se quedo inmóvil y si hacer nada, y de pronto su mente lo llevo a viajar hacia el pasado…cuando trabajaba en el departamento de Anti-narcóticos.
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Iba en carro normal, andaba de civil con una compañera,
quien se hacia pasar por su mujer, estaban trabajando encubiertos en un caso muy delicado, se iba a hacer un contrabando en un muelle abandonado en las costas.
Llagan al lugar Estefanía Sánchez y Jesús, el llevaba un maletín
plateado de una mano y con la otra sujetaba a Estefanía, se detienen en una puerta, la toco tres veces como dando una clave, luego una ventanilla se abrió, aparecieron dos ojos grandes y luego la cerraron, detrás se escucho el crujido de la puerta, estaban quitando los seguros, esta se abrió.
Había un sujeto alto y de piel oscura, con cara de asesino, tenia
una cicatriz en una de sus mejillas, el sujeto se les atravesó impidiendo el paso a los dos - ¿tienes que hacer eso siempre, Jairo? - le dijo Jesús, quien no puso resistencia, el sujeto lo empezó a chequear, lo encontró limpio y luego miro a Estefanía - ni si quiera lo pienses, no me vas a poner tus asquerosas manos encima - le dijo amenazándolo, Jairo la miro con cara dura y se hizo a un lado… - déjamelo todo a mi - le dijo Jesús a Estefanía, la misma asintió con la cabeza. -
¿Cómo esta todo Dino, ya esta listo? – le dice Jesús al tiempo
en que le da la mano, él estaba detrás de una mesa de madera, sin sillas, en la cual tenia armas, y droga, al parecer estaba probando la calidad de la mercancía. -
Ya estamos listos- le responde - ¿pensé que te habías arrepen-
tido? – afirma Dino mas en forma de pregunta -
¡Como crees! ya sabes como son las mujeres para salir – la toma
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de brazos -
Pues déjeme decirle que su demora es justificada – al momento
en que le toma la mano para darle un beso – esta muy bonita hoy señorita 108
-
Gracias – le dice Estefanía, regalándole una sonrisa hipócrita-
me halaga -
Bueno a lo que vinimos – en ese momento coloca el maletín
en la mesa con intenciones de abrirlo. -
Relájese Jesús, la noche es joven – le dice Dino, al mismo
instante saca del bolsillo de su camisa un cigarro y lo coloca en su mano, empieza a buscar el encendedor, no lo tenia – disculpen ¿no tienen fuego?
Jesús negó con la cabeza y le dijo - yo no fumo, puede matarme
- el lo vio y sonrió, luego voltea hacia Estefanía y le dice - ¿usted si va a morir? - ella le sonríe y responde - todos vamos a morir, lo que lo hace distinto es la forma en la que caemos - abrió su cartera y empezó a buscar el encendedor que siempre tenia, lo encontró, pero cuando lo saco, también se escurrió un pequeño carnet que callo al suelo.
Unos de los hombres de Dino salió disparado a recogerlo eso,
para entregárselo, como para hacer un acto de amabilidad, lo tomo, pero sin intención lo vio, era una identificación, el carnet del departamento de Anti-narcótico, detective Estefanía Sánchez, los ojos de aquel hombre se llenaron de ira, y sin levantarse este… - ¡¡¡ son policías!!! - grito, Estefanía saco con velocidad el arma de su cartera y le disparo en la cabeza al hom-
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bre, murió de manera instantánea, Dino tomo el arma y se lanzo detrás de unas cajas que estaban cerca, Jesús se arrojo a la izquierda y Estefanía a la derecha esquivando las balas de los demás hombres, eran varios, entre ellos dos lograron acabar con casi todos sin salir heridos.
Solo quedaban Dino y Jairo con vida, pero al único que podían
ver era a Dino, no sabían donde estaba Jairo, de pronto Jesús se coloca con velocidad tras otra caja, para acercase a Dino, quien se encontraba acorralado, pero de pronto, sintió como le cargaron un arma justo detrás de su cabeza, sintió miedo, sus ojos se hundieron - sabia que iba a matarte, pero no pensé que fuera tan rápido - era Jairo el peor de los hombres de Dino, Jesús solo cerro los ojos, y de repente se oyó el disparo, el sintió la bala, no había dolido, estaba lleno de sangre, pero de pronto cayo sobre él el cuerpo sin vida de Jairo, el voltea y ve a Estefanía todavía con el arma arriba, quien le sonrió, y le hizo una seña para atrapar al ultimo “ratón” del lugar.
Dino se levanto y salió disparando a la defensiva mientras co-
rría hacia la puerta, una de las balas le dio a Estefanía en el hombro derecho, esta se precipito al impacto, «¡¡¡no dejes que escape!!!» le grito a Jesús, este salió persiguiéndolo.
Dino, estaba frente a la puerta, la intento abrir pero estaba
muy asegurada, recordó que quien tenia las llaves estaba muerto y lejos, «estas acabado idiota» se voltea y ve a Jesús, Dino al verlo intento dispararle directamente, pero no se percato de que había desperdiciado las balas disparando al azar, Jesús lo miraba negando con la cabeza «eres un maldito inf…»no dejo que terminara de hablar cuando le dio un disparo en la frente, la pared quedo bañada en sangre y cayó.
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Jesús tomo el arma de Dino y tomo un cartucho de la mesa,
luego se dirigió al lugar en donde Estefanía estaba herida, ella noto en su rostro algo diferente, su aspecto cambio de repente, luego él levanto el arma de Dino y la apunto - ¿Qué demonios estas haciendo? ¿Te volviste loco? - le grito con miedo - no quería que esto pasara - le dijo Jesús - pero me arruinaste los planes, no tengo otra opción - cargo el arma - eres un 110
maldito, lo pagaras - sin piedad le disparo en el pecho y luego en la cabeza.
¡Lo tengo! - era la voz de Melisa quien logro despertarlo de el
sueño en donde estaba, había encontrado los restos de Chris Tyler o al menos eso parecía, Daniel y Jesús fueron a donde ella estaba, justo debajo de la frase que antes habían visto estaba una pequeña ranura, creo que esta dentro, Daniel tomo la linterna e ilumino el interior, apenas pudo ver restos de ropa dentro, se levanto y busco la barra de metal que le había quitado a Jesús y con fuerza le dio varios golpes a la pared hasta que logro destaparlo.
Apartaron los escombros y vieron un cadáver, estaba vestido,
no se podía reconocer pero obviamente era Chris Tyler, lo sacaron con cuidado, estaba muy deteriorado, lo colocaron en un lugar mas iluminado, luego Jesús dijo… -
Vamos, que están esperando, quémenlo y larguémonos de aquí
– estaba desesperado, tenia miedo -
Si tienes razón, ¿Melisa ya podemos hacerlo? – Melisa solo veía
los restos, y de pronto. -
quiero hacerlo, ¿me das el fuego? – dijo Melisa
-
esta bien – Jesús saco de sus bolsillos el encendedor y se lo
dio
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Esta sin perder tiempo - espero que logres descansar ahora -
dijo, se levanto, y lo arrojo al cadáver, este ardió deprisa y lentamente se consumió en las llamas.
Jesús tomo la barra - ahora si nos largamos de este lugar - se
subió en la caja que anteriormente había utilizado y de unos golpes de desesperación, logro agrandar lo suficiente la grieta de la pared - no perdamos tiempo vámonos de aquí - se subió a la misma, y saco la mitad del cuerpo del otro lado, en ese momento se escucho algo raro, como el roce de una rama larga contra el viento, Jesús quedo inmóvil, no hacia nada, estaba callado, Melisa ve a Daniel quien le devuelve la mirada … - Jesús ¿estas bien? - le pregunta Daniel que estaba un poco preocupado porque no se había movido en segundos y ni siquiera había dicho nada.
Daniel al ver que no estaba respondiendo se le acerco y lo toco
por las piernas -¿estas bien? - al mismo momento en que tomo su pierna, Jesús se precipito, cayó al suelo, estaba sangrando mucho - ¡¡¡DEMONIOS!!! - grita Daniel, se agacha, para voltearlo y se llevo una sorpresa, ya había perdido la vida y su cara, todo fue muy rápido, Melisa al ver eso sintió mucho miedo - ¡¡¡maldición!!!! Pensé que funcionaria, estamos perdidos, hay que salir de aquí» estaba desesperada frustrada - cálmate, Melisa - le dijo Daniel quien se le acerco y la tomo por los hombros, con una de sus manos levanto su cara para verla a los ojos «esta cosa asesina a quienes merecen morir, no tienes que temer si en tu vida no has hecho cosas malas».
Logro calmarla, entonces miro hacia la puerta buscando por
donde huir, la sujeto por la mano y logro llevarla consigo, estaba mal, confundida, decepcionada, sin saber que hacer.
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Daniel se acerco a la puerta del sótano, estaba abierta, con
lentitud y cautela salió poco a poco, no había nada, le hizo señas a Melisa para que saliera, todo estaba callado, se dirigieron a la hacia la puerta principal, Daniel con esperanza de encontrar la puerta abierta intento girarla y de pronto la cerradura giro, la puerta se abrió y sin pensarlo salieron de aquella casa. 112
Habían entrado, una luz se reflejaba - la puerta esta abierta - le
dijo a Melisa -vámonos de aquí
Capitulo 31
Melisa estaba confundida, Daniel la dirigió hacia su auto, ella
se recostó sobre la puerta viendo a la casa -
espera un momento – le dijo a Daniel
-
¿Qué quieres hacer? –le responde
-
No podemos dejar esto así, es muy peligroso
-
¿y que podemos hacer? Le dijo Daniel
-
Debe haber una forma – dijo melisa
Ella empezó al pensar en todo lo que había pasado - el padre
y los demás que murieron entraron a la casa, personas falsas, personas sin escrúpulos, Chris Tyler murió en manos de gente así, y por eso su espíritu no tuvo paz, no quiso abandonar la casa, para así vengar o hacer justicia con sus propias manos, lo quemamos y no paso nada, tiene que haber otra forma, pero cual, piensa, piensa, todavía hay algo que lo retiene aquí… espera un momento. -
¿Daniel tienes explosivos? – le pregunta en forma clara
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-
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¿Para que? – Daniel pensó que ya estaba perdiendo la razón a
consecuencia de lo que había vivido -
Si no hay casa, no hay quien entre en ella – le respondió
-
No te entiendo
-
Chris construyó esta casa para vivir y ser feliz con quien mas
quería, pero lo que paso aquí no era lo que el esperaba, fue traicionado y 113
burlado por la persona que lo había inspirado para construirla y ser feliz, es por eso que todo aquel que entra aquí con maldad en su corazón termina así. Su intención era compartir una vida con quien quería, ese era su sueño, solo pedía sinceridad, honestidad, y entrego toda su confianza sin darse cuenta de que estaba metido en un ambiente de traición y de engaño. Se dio cuanta muy tarde de todo, ya no había vuelta atrás y lo que esta tratando de hacer era eso, no darle tiempo a los malos de que cumplan con sus planes, ¿no lo ves? -
Eso tiene sentido – le respondió Daniel quien estaba intrigado
con la nueva hipótesis de Melisa -
Tal vez por eso no se fue cuando lo quemamos, porque existe
una conexión entre la casa y él, por eso hay que destruirla lo antes posible. -
Si tienes razón – le respondió – pero hay un detalle que olvi-
das, yo soy policía no minero
Melisa estaba frustrada, no sabía que hacer ya casi estaba ama-
neciendo y todavía no encontraba solución cuando de pronto… - ¿como no se me ocurrió antes? - dijo Daniel, se levanto del suelo y Melisa lo siguió - dime que tienes la solución – mirándolo a los ojos, con esperanzas. -
Hay una forma para derribarla, pero es peligrosa- sin pensarlo
empezó a caminar hacia la casa - tenemos que entrar.
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-
¿Qué? ¿estas loco? – le respondió Melisa quien no quiso mo-
verse -
Tenemos que utilizar el gas – al momento que se detiene y la
mira – si quieres no vengas. -
No es muy buena idea – le dice, al momento en que se le acerca
a Daniel – pero no hay mas opciones, yo te acompaño. 114
Capitulo 32
La puerta estaba cerrada, Daniel la abrió muy despacio, se fijo
alrededor y no vio nada extraño, entraron al lugar, estaba todo silencioso, solo se escuchaban las botas de Daniel cada vez que daba un paso, se dirigieron a la cocina y abrieron las dos bombonas que estaban en un pequeño deposito al lado de la misma, abrieron todas las hornillas y el gas salió a recorrer toda la casa, estaban todas la ventanas cerradas, lo que ayudo mas en la concentración, entonces Daniel le dice a Melisa - salgamos de aquí pronto - ambos salieron con rapidez del lugar y cerraron la puerta. -
¿Melisa tienes el encendedor aun? – le pregunta Daniel quien
empezó a sacar un pedazo de papel de uno de sus bolsillos. -
¡Si! Aquí esta – le responde sacándolo de su pantalón - ¿Qué
vas a hacer? -
Ya veras – fue a su auto y busco una botella de gaseosa que
había dejado Jesús horas antes, cuando estaba comiendo.
Toma el pedazo de papel, abre la tapa del tanque de gasolina de
su auto e introduce el papel para humedecerlo un poco y luego lo coloca dentro de la botella dejando una parte fuera de la misma para poder quemarlo - Dame el encendedor – le dice a Melisa quien solo estaba viendo
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como hacia todo.
Se lo entrega - ten cuidado - le dice ella un poco preocupada
-lo tendré, aléjate un poco de aquí - ella le hizo caso, Daniel se acerco hasta donde podía hacer el lanzamiento, se puso en guardia y le dio fuego al papel, este agarro llama rápidamente. Daniel tomo el impulso necesario y arrojo la botella, esta atravesó una de las ventanas principales de la casa y por un momento todo quedo en silencio, de repente una gran explosión se apodero de aquel lugar, a Daniel lo chocaron las hondas arrojándolo a unos cuantos metros, un gran resplandor tomo lugar y por un momento todo quedo iluminado, las llamas se elevaron a mas de cuarenta metros de altura, casi toda la casa cayó y lo poco que quedo de pies fue consumido por las llamas lentamente.
Melisa salió corriendo en busca de Daniel, quien estaba cerca
del lugar, estaba en el suelo, ella lo tomo - ¿estas bien? - le pregunto un poco preocupada - si, eso creo - apenas podía hablar, pero estaba bien, luego ella lo ayudo a levantarse, ambos estaban de frente al lugar mirando la inmensa hoguera y de pronto una figura espeluznante se formo de la nada, en el lugar en donde estaba la puerta principal, de repente su aspecto fue cambiando poco a poco, hasta que tomo la forma original, era Chris Tyler quien estaba ahora en ese lugar, tal y como lo había visto en la foto.
Ambos lo estaban viendo, Chris Tyler les regalo una mínima
sonrisa y poco a poco se fue desvaneciendo hasta que desapareció por completo. -
Ahora si es libre – le dijo Melisa a Daniel a quien le costaba un
poco mantener el equilibrio
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-
Si, eso parece – le respondió
-
Vámonos de aquí – le dijo Melisa
-
Si tienes razón – le repico
Melisa ayudo a Daniel a llegar al auto - creo que es mejor que
yo maneje - le dice a Daniel al momento en que este abre la puerta del 116
copiloto del auto y entra, ella da la vuelta y entra también, pone el motor a funcionar y antes de partir le dice… -
Hoy aprendí algo – mirando hacia la casa
-
¿si? ¿y que fue lo que aprendiste?
-
Que muchas veces estamos tan aferrados a algo y sin darnos
cuenta nos volvemos ciegos, no podemos ver o no queremos ver con claridad todo lo que pasa a nuestro alrededor, confiamos en personas solo porque nos regalan momentos felices y amor, estas personas se aprovechan de nuestra confianza y la utilizan para hacernos daño, para conseguir lo que desean. No se puede confiar en todo el mundo, confía en quien confié en ti, solo así puedes escapar del rio de la mentira y el engaño, siempre recordaré lo que me dijo aquella anciana “muchas veces para quitar una mascara hay que colocarse una mejor”. También aprendí a creer… -
¿a creer? ¿acaso no creías?
-
Por supuesto que no, ahora creo en lo paranormal, en las cosas
extrañas que pasan en este mundo y no se les encuentre una explicación lógica -
¿Eso quiere decir que ahora crees en Dios?
-
Claro que no, el hecho de que existan espíritus con ansias de
venganza, no quiere decir que dios existe, creo en lo sobrenatural porque obviamente ya lo he visto. . . a Dios nadie lo ha visto aún y no creo que lo vean, si existe no se que hace en realidad. -
Yo he aprendido mucho – le dijo Daniel- he aprendido que hay
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quienes creen y quienes no lo hacen, pero hay personas que no creen y sin embargo hacen cosas buenas, hay quienes creen y hacen cosas malas, la vida no se trata de eso, de creer o no, se trata de ser feliz, de ayudar a las personas que merezcan ser ayudadas, la felicidad no esta en creer en algo, la felicidad esta en vivir haciendo el bien, y bueno hay muchas personas que son felices creyendo en algo, pero hacen cosas que están en contra de sus creencias y eso para mi no tiene sentido. -
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¿sabes? – le dijo Melisa – creo que vamos a ser muy buenos
amigos -
Espero que si – respondió viéndola y una sonrisa se dibujo en
su rostro.
Melisa pone en marcha el auto, sale del lugar, detrás solo que-
dan llamas, la casa consumiéndose más y más, ya no había casi nada en ese lugar, todo estaba ardiendo y un nuevo amanecer surgía.
Fin.
Fundación Editorial El perro y la rana Imprenta Regional Cojedes Consejo Editorial Popular Estado Cojedes: William Ramírez Especialista en Gestión Cultural - Area del Libro y la Lectura William García Asociación de Cronistas del Estado Cojedes Eduardo Mariño Red de Escritores de Venezuela - Capitulo - Cojedes
Deibi Díaz Fundación Editorial El perro y la rana Diseño Gráfico y Edición José Baute Fundación Editorial El perro y la rana Impresión y Montaje
Esta edición de 500 ejemplares se culminó en Mayo de 2011 en la Imprenta Cojedes de la Fundación Editorial "El perro y la rana" En su impresión se usaron tipos Franklin Gothic, Linotype Univers y Bembo
Jhoan Manuel Castellanos Aular, San Carlos Estado Cojedes (Agosto 1984), Egresado de la Universidad Nacional Experimental De Los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (UNELLEZ) San Carlos, como Técnico Superior Universitario en la carrera Construcción Civil. Estudió en el Tecnológico de Música de Valencia, en donde experimentó la pasión por primera vez por la música, lo que luego lo llevó a crear una agrupación musical en el género del Thrash Metal, donde empezó a componer y a escribir canciones. Fue entonces cuando empezó a encaminarse hacia el mundo de la lectura y la escritura. Actualmente ejerce su profesión de T.S.U en Construcción Civil, es estudiante en la modalidad a distancia en la Universidad Nacional Abierta en la carrera Educación Mención Matemáticas, sigue componiendo canciones y escribiendo historias.