Delirios de un Vagabundo - David Acosta Cepeda

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El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto editorial impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Fundación Editorial El Perro y la Rana, con el apoyo y participación de la Red Nacional de Escritores de Venezuela, tiene como objetivo fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. El sistema de imprentas funciona en todo el país, con el objetivo de editar y publicar textos de autores fundamentalmente inéditos. Cada módulo está compuesto por una serie de equipos que facilitan la elaboración rápida y eficaz de textos. Además, cuenta con un Consejo Editorial conformado por un representante de la Red Nacional de Escritores de Venezuela Capítulo Estadal y el especialista del libro y la lectura.


Los 500 ejemplares de este tĂ­tulo se imprimieron durante el mes de octubre de 2011 en la Imprenta Regional Zulia del Ministerio del Poder Popular para la Cultura Sede el ICLAM , Sector las Banderas Maracaibo, Venezuela



DELIRIOS DE UN VAGABUNDO contenido explicito

David Ernesto Acosta Cepeda


Delirios de un Vagabundo ©David Ernesto Acosta Cepeda, 2011 Coleción de Poesía / Serie Resonancias © Fundación Editorial el Perro y la Rana, 2011 Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Zulia-Venezuela 2011 Correo electrónico: sistemadeimprentaszulia@gmail.com facebook: Imprenta zulia Comité Editorial Edición Fundación Editorial El Perro y la Rana, al cuidado de: Edgar Sánchez José Davalillo Gil Corrección Francisco Bonivento Luis Perozo Cervantes Diagramación / Diseño de Portada José Davalillo Gil Ilustraciones Edison Sánchez (portada) Lorena Villalobos (contra-portada) Impresión y acabado Sistema Nacional de Imprentas - ZULIA al cuidado de: Edgar Sánchez José Davalillo Gil

ISBN: 978-980-14-2051-4 LF: 40220118003845 Capítulo Zulia, 2011


La primera vez La primera vez que la vi, Fue como la primera vez Que pude ver, Pude ver claramente lo oscuro, En lo oscuro de la noche, Fue una noche con luna, Estrellas, todo lo que Puede tener una noche perfecta, Noche que oscurece el día, Lo oscurece llenándolo de luz. La primera vez que la vi No pude dejar de verla, La sigo viendo y es como la Primera vez. Escuché una voz que me Dijo algo con dulzura, Era la noche que pasaba Con una fresca brisa, Se oscureció el día, fue Tan placentera esa transición Guiada por soledades y añoranzas, La vi fue como la primera vez, No pude dejar de mirarla…


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Es mío el amor Quiero ser el profeta Nostradamus, Y poder adivinar mi futuro, Quisiera un te amo y te deseo, Realidad, quien sabe, Sólo tú, Mientras tanto Es mío el amor.


A modo de prólogo Al hablar de David Acosta Cepeda se puede argumentar que la madurez intelectual no es cuestión de edad, pues es un joven de sólidos criterios en muchas cuestiones terrenales. En cuanto a sus poemas estos son crudos, no porque les falte madurez, sino porque les sobra realidad descarnada. Aquí él hace un breve poemario armónico donde los primeros poemas son hijos de esa eterna lucha del hombre por la justicia, y los segundos hijos del eros y del amor. Su poesía política está enmarcada en el epígrafe de su poema Mi Teacher George atribuido a Ho-Chi-Minh: “En nuestros días los poemas deben ser de acero y los poetas guardias de asalto”, y los segundos en “Farewell” de Neruda. Y es que David Acosta Cepeda empieza a escribir por una necesidad vital de expresarse. En este poemario él dice, entrelíneas, verdades crudas del destructivo sueño americano, de esos seres Made in USA radiactivamente tóxicos, y de sus abusivos presidentes que tienen la guerra en mente y el robo del petróleo ajeno en el corazón en nombre de Dios y la democracia. Aquí el poeta deja en el más risible ridículo a los hijos desnacionalizados de Venezuela vendidos en cuerpo y alma al sueño americano, quienes creen tener sentidos en sus luchas con sus atributos de silicona y botox que hacen dudar de sus naturalezas. El poeta a la vez invoca la lluvia, que mantiene el esplendor de las praderas y las cosechas, esa misma lluvia amazónica que creó la Gran Serpiente Enroscada, como llaman los indígenas al Orinoco; esa misma lluvia que hace húmedos itinerarios por las costas redondeadas del planeta y atrae las aves con sus migraciones poéticas. Del mismo modo, invoca desesperado la palabra ¡Naturaleza, naturaleza!, como una lucha que tiene


más sentido común que todos los ismos habidos y por haber, porque su conservación implica la salvación de nuestra especie. Toda esta lucha lo ha hecho ver al mundo como un lugar solitario por donde va con los Delirios de un Vagabundo que se siente libre porque es un hombre sin número, sin precio, y sin que nadie quiera algo de él. Del mismo modo, se da el honor de sentir suyo el amor, ese mismo amor que al nacer pareciera volver la naturaleza en si, como si todos los ríos secos volviesen a llenar sus fuentes y correr de nuevo al mar.

Artemio Cepeda Fernández


Delirios de un Vagabundo / David Ernesto Acosta Cepeda

No tengo nada y nada podré tener, Nada que pueda tocar será mío, Todo lo que toque ya no existe Es inútil para las formas Que van y vienen sin sentido. Los cuerpos grises van desapareciendo lentamente, Todo empezó a tomar un color más oscuro Hasta quedar todo bajo mi sombra, Y en esa oscuridad este pobre hombre Encuentra lo que sin saberlo hasta ese Momento estaba buscando toda su vida, La simple y oscura salvación… Cada palabra dedicada a la noche que rescata mis sueños, mí Alma, mi cuerpo de vagabundo.

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Delirios de un vagabundo Los círculos que conforman El tiempo en su andar, Suelen pasar sin darme cuenta, El mundo se ha convertido en un lugar solitario, No hay nadie más sobre esta superficie gris, Los colores opacos de las formas me dicen Si puedo acercarme o salir corriendo, Pero correr, de quién puedo correr yo, Si vivo solo en este mundo. Cuando la luz salió como siempre En un cierto momento del tiempo Que pasa casi sin que lo note, Tengo que tener mucho cuidado Con ciertas formas que van y Vienen velozmente sin rumbo, Sin camino que seguir, Me suelen dejar casi sordo Con sus risas carentes de gracia. Sigo caminando pasando grandes árboles sin hojas Hasta que la luz se va ocultando Delante de mí, Y es sólo para cumplir mi capricho De verla desvanecerse, En ese momento me doy cuenta De que soy un hombre libre, Un hombre sin nombre, sin número, Sin precio y sin nadie que quiera algo de mí


Nota: Si todo estuviese tan normal como la gente cree no estuviera yo escribiendo esto que resulta muy difícil, pero no por compleja y virtuosa escritura sino por tratar de decir las cosas que hay que decir, como dijo el poeta “el mundo fue y será una porquería”, partiendo de esta frase empezaré.



Delirios de un Vagabundo / David Ernesto Acosta Cepeda

La palabra naturaleza Si la palabra naturaleza se nombrase tres veces, Si solamente con este simple hecho Apareciese de nuevo el agua pura, La tierra fÊrtil, Si todo volviese a tener color, Entonces recordemos esa palabra, Recordemos quienes somos, Entonces la vida volverå. Naturaleza, naturaleza, naturaleza‌

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Lluvia sobre mi tierra Las nubes se mueven en busca de un cauce Para depositar su sangre, Pero no lo encuentran ha desaparecido, Las nubes tristes sólo ven el brillo Del cinc y el sucio asbesto, Sobre estos techos que encierran Mis más deseados sueños, Deja caer el cielo la lluvia, Que ahora es ácida, Gracias al dióxido de azufre emitido por las fábricas. Cae la lluvia sobre la tierra sedienta, Cae la lluvia y la tierra grita, Pero su grito no se escucha, No puede traspasar el asfalto.


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El hombre sin culpas Su deseo era tener entre sus manos Una botella de anís con caramelo, Su sueño una caja de cigarrillos universales Y 10 pitillos de Crack, Claro sólo para empezar. Algunos se podrán reír, Los he visto, La gente de donde yo vengo se ríe mucho, No pueden hacer otra cosa, Este hombre del cual les hablo no causa risa Puede que su vida haya sido robada, Su libertad, Es sólo un recuerdo que ya desapareció, Como gran parte de sus neuronas Remplazadas por rocas cristalinas de color blanco o amarillento Dependiendo de su pureza, Rocas con la marca de la CIA, Nuestro personaje se ha elevado a otra dimensión Su divino espíritu fue volando y alcanzó su tierra prometida, La ciudad de los Ángeles en USA capital mundial del Crack.


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Los seres inteligentes Como tan violentos seres, Con tan egoístas intenciones, ¿Pueden ser llamados seres inteligentes? Animales de extraña apariencia, Producto de mutaciones radiactivas, En su cráneo hay un material gelatinoso, Extremadamente volátil, Sus desechos orgánicos, Son mortíferos como el Napalm. Mal aventurado el que se interponga En el camino de estos seres, Tengan cuidado, Tienen que tener gran destreza para sobrevivir, Son tantos los que han muerto en manos humanas. ¡Sálvese quien pueda! Del humanismo de la muerte, del robo y la violación. Los seres humanos son nocivos Para la salud ambiental, Es decir, radiactivamente tóxicos...


Delirios de un Vagabundo / David Ernesto Acosta Cepeda

Sus atributos de silicona y botox, Hacen dudar de su precisa naturaleza. Marchan vestidos de negro Una franja de sus conciencias dice luto activo, Escuchando voces amplificadas gritan Vociferando consignas de moda, Pero siempre con estilo glamoroso. Ya cansados retornan a sus castillos, Compran suministros en el fast food de su preferencia, Terminando asĂ­ su ritual consumista, Y en ese preciso momento, Luego de tragarse su delicioso Big Mac, Dicen satisfechos mi lucha tiene sentido.

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Resistencia Oligarca La gente elegante manifiesta en las calles, Sus celulares suenan con curiosos tonos musicales, Reciben las coordenadas de un encuentro cívico, Se alistan para la batalla, Sepan todos que la resistencia oligarca Se hace con estilo glamoroso. Las mujeres acomodan sus máscaras, Finalizando sus maquillajes, Los hombres acomodan sus cabellos, Salen como modelos en revistas de moda, En sus almas el odio, En sus mentes el racismo, Están listos para pelear. Salen de sus frías esferas herméticas, Ambientadas al gusto de un delicado decorador de interiores, Sus casas tipo castillo, Muy dignas de un noble señor, Villas cercadas con alambres electrificados, Cuidadas por fieles guerreros, En guardia dispuestos a todo, Batallones de watchimanes indígenas, Al instante de morir por sus patrones gritan, Gritan como gritaba Nigale al momento de la traición. Llegan al sitio determinado, En sus carros de lujo, Recién salidos del mercado, Empiezan su marcha, Desfilando por una pasarela putrefacta, Sus extremidades plásticas,


Delirios de un Vagabundo / David Ernesto Acosta Cepeda

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Mi teacher George “En nuestros días los poemas deben ser de acero y los poetas guardias de asalto”... Ho-Chi-Minh Mi teacher George imparte a todos Las primeras clases en inglés, Repeat after me “Run for your lives”, “corran por sus vidas”. Navegando en un pipote nuclear, Construido con las ruinas de las torres gemelas, Repleto de residuos radiactivos, Mi teacher George escribe en una bomba, “the world is mine”, “el mundo es mío”. Si le preguntan lo que piensa, Mi teacher George responde que tiene la guerra en mente, Y el petróleo en su corazón. Mi teacher George continúa con sus clases en inglés, Repeat after me, “Kill all the terrorists”, “matar a todos los terroristas”. Cabalgando por el cielo, Dentro de un vídeo juego, Mi teacher George dispara su bombardero, Y con sus armas inteligentes,


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Editorial regional - ZULIA

Elimina el objetivo, Reportando algunas bajas civiles sin importancia, La muerte es solo un daño colateral. Mi teacher George sigue con sus clases en inglés, Repeat after me, “I love money”, Repeat after me, “I love JesúsChuist”.


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