El principio de empresa en funcionamiento en tiempos del covid

El principio de empresa en funcionamiento en tiempos del covid: sus implicaciones en 2020 e importancia para preparadores y auditores

Preparación de estados financieros Las Normas de Contabilidad y de Información Financiera en Colombia prevén que las entidades clasificadas en los Grupos 1, 2 o 3 (según el Decreto 2420 de 2015) elaboren los estados financieros de propósito general bajo la hipótesis de negocio en marcha.

Bajo este precepto, le corresponde a la gerencia evaluar la capacidad que tiene la entidad para continuar en funcionamiento, con el fin de determinar si la hipótesis de negocio en marcha resulta apropiada. En este proceso, la gerencia tendrá en cuenta toda la información disponible sobre el futuro, que deberá cubrir al menos los doce meses siguientes a partir del final del periodo sobre el que se informa, sin limitarse a dicho periodo. Por ejemplo, para la evaluación del año 2020 se deberá considerar al menos un horizonte de tiempo mínimo hasta el 31 de diciembre de 2021.

En caso de existir un historial de operaciones rentables y acceso ágil a recursos financieros, incluyendo el año de presentación de los estados financieros, la gerencia podrá concluir que la utilización de la hipótesis de negocio en marcha es apropiada, sin necesidad de realizar un análisis detallado. En los demás casos, la evaluación de que tal hipótesis es apropiada requiere tener en cuenta una amplia gama de factores relacionados con la rentabilidad presente y esperada, los requerimientos de pagos de la deuda y las fuentes potenciales de sustitución de la financiación existente.

A continuación, presentamos algunos de los factores que la gerencia podría considerar en la evaluación de la capacidad que tiene la entidad para continuar en funcionamiento, por lo menos, doce meses después de la fecha en que se firmen los estados financieros, y que individual o colectivamente podrían generar incertidumbres significativas sobre la presunción de negocio en marcha:

Financieros

Operacionales

Posición patrimonial neta negativa o capital de trabajo negativo.

Intención de la dirección de liquidar la entidad o de cesar actividades.

Préstamos a plazo fijo próximos a su vencimiento sin perspectivas realistas de reembolso o renovación.

Salida de miembros claves de la dirección sin sustitución.

Dependencia excesiva de préstamos a corto plazo para financiar activos a largo plazo.

Pérdida de un mercado importante, de uno o varios clientes claves, de una franquicia, de una licencia o de uno o varios proveedores principales.

Indicios de retirada de apoyo financiero por los acreedores.

Flujos de efectivo de explotación negativos en estados financieros históricos o prospectivos.

Razones financieras claves desfavorables.

Pérdidas de explotación sustanciales.

Deterioro significativo del valor de los activos utilizados para generar flujos de efectivo.

Atrasos en los pagos de dividendos o suspensión de estos.

Incapacidad de pagar al vencimiento a los acreedores.

Dificultades laborales.

Escases de suministros importantes.

Aparición de un competidor de gran éxito.

Legales y otros Incumplimiento de requerimientos de capital o de otros requerimientos legales.

Procedimientos legales o administrativos pendientes contra la entidad que, si prosperasen, podrían dar lugar a reclamaciones que es improbable que la entidad pueda satisfacer.

Incapacidad de cumplir con los términos de los contratos de préstamo.

Cambios en las disposiciones legales o reglamentarias o en políticas públicas que previsiblemente afectarán negativamente a la entidad.

Cambio en modo de pago de las transacciones con proveedores, pasando del pago a crédito al pago al contado.

Catástrofes sin asegurar o insuficientemente cuando se producen.

Incapacidad de obtener financiación para desarrollo imprescindible de nuevos productos u otras inversiones esenciales.

aseguradas

Cuando exista un cese de actividades y no se tenga certidumbre sobre la fecha en la que se reiniciará la operación.

Cuando existan incertidumbres importantes sobre la fecha de vigencia o término de duración de una entidad.

• Se deben realizar análisis y evaluaciones que incluyan diferentes situaciones hipotéticas con diversas variables con el fin de contemplar la índole cambiante de las situaciones de incertidumbre. Las empresas pueden situarse en alguno de los siguientes escenarios: Redacción INCP

La entidad tiene la capacidad para continuar como un negocio en marcha

Existen incertidumbres importantes que generan duda significativa acerca de la capacidad de la entidad para continuar como un negocio en marcha, pero la hipótesis de negocio en marcha continúa siendo apropiada

La entidad tiene la capacidad para continuar como un negocio en marcha, pero la administración decide liquidar la entidad

La hipótesis de negocio en marcha no es apropiada

Redacción INCP

La gerencia, en la evaluación individual y/o conjunta de los citados factores y su impacto en el cumplimiento de la hipótesis de negocio en marcha, debe considerar la existencia de otros factores que podrían mitigar el impacto negativo observado. Por ejemplo, ante la incapacidad de una entidad para cancelar la deuda podría buscar mecanismos alternos para obtener liquidez, como la venta de activos, la renegociación para el recaudo de cartera y cuentas por cobrar o la capitalización de la entidad.

Cuando la gerencia identifique situaciones de incertidumbre que puedan aportar dudas significativas sobre la posibilidad de que la entidad siga funcionando normalmente deberá revelarlas en los estados financieros.

Con el objetivo de precisar y brindar mayor entendimiento al concepto de incertidumbres importantes, nos apoyamos en la Norma Internacional de Auditoria 570, que las define como aquellas que dada la magnitud de su impacto potencial y la probabilidad de que ocurran son tales que −a juicio del auditor− es necesaria una adecuada revelación de información sobre la naturaleza y las implicaciones de la incertidumbre para la presentación fiel de los estados financieros; esto en el caso de un marco de información financiera de imagen fiel, o que los estados financieros no induzcan a error, en ocasión de un marco de cumplimiento.

Como se explica más adelante, las revelaciones sobre incertidumbres en la hipótesis de negocio en marcha son relevantes para los usuarios de los estados financieros, a tal punto que no hacerlas o describirlas de manera inadecuada incide en el tipo de opinión que emite el auditor.

Ahora, nos referiremos al escenario en el que la gerencia pretende liquidar la entidad o cesar su actividad, o bien no existe otra alternativa más realista que proceder de una de estas formas, caso en el que los estados financieros no podrán elaborarse bajo la hipótesis de negocio en marcha y, por tanto, no se podrán aplicar los anexos 1, 2 y 3 del Decreto 2420 de 2015.

Para el caso de Colombia, la entidad que concluye que no le es apropiado aplicar el principio de hipótesis de negocio en marcha debe preparar sus estados financieros con base en los criterios definidos en el anexo 5 del Decreto 2420 de 2015, Único Reglamentario de las Normas de Contabilidad, Información Financiera y de Aseguramiento de la Información, denominado Normas de Información Financiera para Entidades que no Cumplen la Hipótesis de Negocio en Marcha.

En resumen, la gerencia −basada en su evaluación y conclusión sobre el principio contable de hipótesis de negocio en marcha− clasificará a la entidad en uno de los siguientes escenarios: Cumple el principio de hipótesis de negocio en marcha No existen incertidumbres importantes relacionadas con eventos o condiciones que puedan generar dudas significativas acerca de la capacidad de la entidad para continuar como un negocio en marcha.

Existen incertidumbres importantes relacionadas con eventos y condiciones que pueden generar dudas significativas acerca de la capacidad de la entidad para continuar como un negocio en marcha, pero la hipótesis de negocio en marcha continúa siendo apropiada.

Bajo esta premisa, la entidad aplicará la base contable de causación o devengo, y los activos y pasivos se registran sobre la base de que la entidad será capaz de realizar sus activos y de liquidar sus pasivos en el curso normal de los negocios.

No cumple el principio de hipótesis de negocio en marcha La gerencia ha tomado la decisión de liquidar la entidad y el valor de sus activos o pasivos se ha afectado significativamente.

La entidad no tiene alternativas reales diferentes a las de terminar sus operaciones o liquidarse.

En este contexto, la entidad aplica la base contable de valor neto de liquidación, con lo cual se reconocerán todos los activos identificables, los pasivos contingentes y los pasivos asumidos que cumplan, en la fecha inicial de la liquidación, los criterios de reconocimiento de activos y pasivos contenidos en el citado anexo.

Así mismo, debe revelar que los estados financieros se preparan bajo una hipótesis diferente a la de negocio en marcha e informar las razones por las que la entidad no se considera como un negocio en marcha y las normas de contabilidad utilizadas.

Auditoría a los estados financieros La evaluación de la capacidad que tiene una entidad para continuar en funcionamiento, con el fin de determinar si la hipótesis de negocio en marcha resulta apropiada, no solamente es inherente a la función de la gerencia, sino que resulta fundamental para el auditor, conforme lo requiere la NIA 570 − Empresa en Funcionamiento.

El auditor, según la norma mencionada anteriormente, es responsable de obtener evidencia de auditoría suficiente y adecuada y concluir sobre lo apropiado de la utilización, por la dirección, del principio contable de empresa en funcionamiento para la preparación de los estados financieros; así como concluir, sobre la base de la evidencia de auditoría obtenida, si existe alguna incertidumbre material con respecto a la capacidad de la entidad para continuar como empresa en funcionamiento.

Durante la auditoría, el profesional deberá estar atento de hechos o condiciones que puedan generar dudas significativas sobre la capacidad de la entidad para continuar como empresa en funcionamiento.

Según el Documento de Orientación Técnica n.° 18, emitido por el Concejo Técnico de la Contaduría Pública (CTCP), en lo que respecta a las responsabilidades del revisor fiscal o contador público independiente con relación al negocio en marcha tenemos que: Como lo establece la NIA 570 - Empresa en Funcionamiento, “El revisor fiscal o contador público independiente tienen la responsabilidad de obtener evidencia de auditoría suficiente y adecuada y concluir sobre la idoneidad de la utilización por la dirección del principio contable de la hipótesis de negocio en marcha para la preparación y presentación de los estados financieros, así como de determinar si existe alguna incertidumbre material con respecto a la capacidad de la entidad para continuar como empresa en marcha” (o empresa en funcionamiento).

La NIA 570, en su párrafo 9, expresa que el objetivo del revisor fiscal o del contador público independiente es:

Para cumplir estos objetivos, se recomienda que el revisor fiscal o contador público independiente realice las siguientes evaluaciones:

a) Obtener evidencia de auditoría suficiente y adecuada, y concluir sobre lo adecuado de la utilización por la dirección del principio contable de empresa en funcionamiento para la preparación de los estados financieros.

a) Evaluar el uso de la administración respecto de la capacidad de continuar funcionando como empresa en marcha.

b) Concluir, sobre la base de la evidencia de auditoría obtenida, si existe o no una incertidumbre material relacionada con hechos o con condiciones que pueden generar dudas significativas sobre la capacidad de la entidad para continuar como empresa en funcionamiento.

b) Evaluar lo adecuado de las afirmaciones sobre revelaciones en los estados financieros. c) Evaluar las implicaciones en el informe del revisor fiscal o contador público independiente.

c) Informar de conformidad con esta NIA. Redacción INCP La NIA 570 incorpora los siguientes procedimientos de auditoría, que son relevantes cuando se identifican hechos o condiciones que puedan afectar el principio de hipótesis de negocio en marcha: El análisis y la discusión con la dirección de los pronósticos de flujos de efectivo y de beneficios y otros pronósticos relevantes.

El análisis y la discusión de los últimos estados financieros intermedios disponibles de la entidad.

La lectura de los términos de los empréstitos y de los contratos de préstamo, así como la determinación de si alguno de ellos se ha incumplido.

La lectura de las actas de las reuniones de los accionistas, de los responsables del gobierno de la entidad y de los comités relevantes en busca de referencias a dificultades financieras.

La indagación ante los asesores jurídicos de la entidad sobre la existencia de litigios y de reclamaciones, así como sobre la razonabilidad de las valoraciones realizadas por la dirección de sus resultados y la estimación de sus repercusiones financieras.

La confirmación de la existencia, legalidad y exigibilidad de los acuerdos con partes vinculadas y con terceros para proporcionar o mantener apoyo financiero, así como la valoración de la capacidad financiera de dichas partes para proporcionar fondos adicionales.

La evaluación de los planes de la entidad para atender los pedidos de clientes en suspenso.

La aplicación de procedimientos de auditoría en relación con hechos posteriores al cierre para identificar los que reducen la capacidad de la entidad para continuar como empresa en funcionamiento o, de otro modo, afectan a dicha capacidad.

La confirmación de la existencia, de los términos y de lo adecuado de las facilidades de crédito.

La obtención y revisión de informes de actuaciones de las autoridades reguladoras.

La determinación de lo adecuado del fundamento de cualquier enajenación de activos planificada.

Evaluación de los planes de actuaciones futuras de la dirección, por ejemplo, sus planes de liquidar activos, de tomar dinero prestado o de renegociar la deuda, de reducir o de posponer gastos, o de aumentar el capital.

El uso del principio de empresa en funcionamiento y las revelaciones que resulten pertinentes en los estados financieros son evaluados por el auditor y considerados en la preparación de su informe. A continuación, presentamos diferentes escenarios que podrían surgir y afectar el tipo de opinión que emita el auditor: Situación

Opinión

Los estados financieros se han preparado utilizando el principio contable de empresa en funcionamiento, pero, a juicio del auditor, la utilización por la dirección de dicho principio contable no es adecuada para la preparación de los mismos.

Opinión desfavorable Adversa

Utilización adecuada del principio contable de empresa en funcionamiento, pese a la existencia de una incertidumbre material.

Opinión no modificada

Se revela adecuadamente la existencia de una incertidumbre material en los estados financieros.

Utilización adecuada del principio contable de empresa en funcionamiento, pese a la existencia de una incertidumbre material.

No se revela adecuadamente la existencia de una incertidumbre material en los estados financieros.

El informe de auditoría incluirá una sección separada con el subtítulo "Incertidumbre material relacionada con la empresa en funcionamiento" En dicha sección, el auditor: a) llama la atención sobre la nota explicativa de los estados financieros que revela la incertidumbre material; b) manifiesta que dichos hechos o condiciones indican que existe una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la entidad para continuar como empresa en funcionamiento y que el auditor no expresa una opinión modificada en relación con la cuestión.

Opinión con salvedades o una opinión desfavorable (adversa).

En la sección “Fundamento de la opinión con salvedades” o “Fundamento de la opinión desfavorable (adversa)” del informe de auditoría, indicará que existe una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la entidad para continuar como empresa en funcionamiento y que los estados financieros no revelan adecuadamente esta cuestión.

La NIA 570 requiere revelaciones amplias y más específicas en los estados financieros de propósito general de la entidad que informa y exige que el auditor determine si los requerimientos de revelación de los marcos técnicos aplicables se han cumplido adecuadamente. Esto exige ampliar las responsabilidades de la administración en materia de revelaciones y las del auditor para asegurar que se han suministrado las revelaciones requeridas.

El profesional debe consultar con la gerencia sobre la existencia de hechos o condiciones posteriores al periodo utilizado por la dirección en su valoración que puedan generar dudas significativas sobre la capacidad de la entidad para continuar como empresa en funcionamiento.

En conclusión, el auditor expresará una opinión no modificada sobre los estados financieros, siempre que exista una adecuada evaluación y revelación del principio contable de negocio en marcha, así como una selección apropiada del marco de información contable para preparar los estados financieros.

Evaluación del principio de hipótesis de negocio en marcha en tiempos del covid-19 La pandemia ocasionada por el covid-19 generó en Colombia y el mundo medidas de distanciamiento social, lo que afectó el comportamiento esperado de la economía en 2020, así como el desempeño y loa resultados de las entidades.

Los indicadores publicados por el DANE reflejan una recesión de la economía y se estima una caída anual del PIB entre 7 % y 8 %, situación que no se presentaba hace más de veinte años. En materia laboral, se reporta la destrucción de cerca de cinco millones de puestos de trabajo, lo cual incrementó el desempleo a tasas de 19.8 % en abril de 2020 y con el repunte de la economía en los últimos meses se sitúo en 15.8 % en el pasado septiembre.

A nivel empresarial, hemos presenciado el cierre de entidades, la reducción significativa de sus ingresos (incluso en algunos sectores de la economía llegaron a cero pesos), la suspensión de la actividad económica por meses, dificultades con la liquidez y por ende el incumplimiento en la atención de las obligaciones, así como la disminución de las plantas de personal mediante la suspensión y/o liquidación de contratos. En materia de demandas, podrían aumentar como consecuencia del incumplimiento de obligaciones y la toma de decisiones que distan de lo permitido por la ley.

Bajo este entorno, resulta de vital importancia realizar una adecuada evaluación del principio de hipótesis de negocio en marcha para definir el marco de información contable que se utilizará para elaborar los estados financieros al 31 de diciembre de 2020, lo cual demanda juicio profesional, prudencia e información debidamente soportada.

El auditor y/o revisor fiscal tendrán un reto adicional en 2020 en la aplicación de la NIA 570, dadas las condiciones del entorno económico por el covid-19, con el propósito de obtener evidencia de auditoría suficiente y adecuada, y concluir sobre lo apropiado de la utilización, por la dirección, del principio contable de empresa en funcionamiento para la preparación de los estados financieros; así como concluir, sobre la base de la evidencia de auditoría obtenida, si existe alguna incertidumbre material con respecto a la capacidad de la entidad para continuar como empresa en funcionamiento y su adecuada revelación.

Es oportuno resaltar la comunicación que debe mantener el auditor con la gerencia y los responsables del gobierno a efectos de advertir oportunamente las situaciones detectadas sobre el principio de hipótesis de negocio en marcha que podrían afectar los términos en que se emita el informe del auditor.

En época de covid-19 llamamos la atención sobre los Decretos 560 de 2020 y 772 de 2020, que suspendieron de manera temporal y hasta el 16 de abril de 2022 la configuración de la causal de disolución por pérdidas que reducen el patrimonio por debajo de 50 % del capital y el término para enervarla. Este nuevo estatus tiene alcance sobre todos los tipos societarios y se configura en una medida de apoyo a las empresas afectadas por la pandemia.

Al respecto es importante tener en cuenta que a las empresas que se encontraban en causal de disolución al 31 de diciembre de 2019, únicamente les aplicaría la suspensión del término para enervar la causal, por lo que a partir del 16 de abril de 2022 reactiva el término previsto en las normas del Código de Comercio para cada uno de los tipos societarios.

Queremos resaltar que la reducción del patrimonio en comento por sí misma no implica una pérdida de la hipótesis de empresa en marcha; sin embargo, es un indicador de incertidumbre que deberá ser apropiadamente evaluado y revelado en los estados financieros.

Es conveniente indicar que los citados decretos legislativos tampoco modifican las responsabilidades del auditor ni los procedimientos que debe ejecutar para el cumplimiento la NIA 570, con el objetivo de obtener evidencia de auditoría suficiente y adecuada para concluir sobre lo adecuado de la utilización, por la gerencia, del principio contable de empresa en marcha para la preparación de los estados financieros; así como para concluir, sobre la base de la evidencia obtenida, si existe alguna incertidumbre material con respecto a la capacidad de la entidad para continuar como empresa en marcha.

Por lo anterior, en 2020 y 2021 el auditor deberá estar atento a eventos o condiciones que puedan generar una duda significativa sobre la habilidad de la entidad para continuar como empresa en marcha, así como analizar la valoración que la gerencia hizo sobre el particular y concluir sobre lo adecuado de las revelaciones a los estados financieros, con el fin de evaluar y determinar las situaciones que puedan derivar en una opinión de auditoría modificada.

Finalmente, llamamos la atención sobre la existencia de guías emitidas por la profesión y los supervisores para evaluar los efectos del covid-19 en la preparación de los estados financieros, lo cual brinda herramientas y elementos de juicio para tomar las mejores decisiones en las evaluaciones que se deberán hacer para la preparación de los mismos. Por ejemplo, citamos el caso de la Superintendencia de Sociedades que −desde una perspectiva de supervisión constructiva− puso a disposición de sus supervisados la guía de orientación contable en el marco de la emergencia económica generada por el covid-19.

Créditos: Juan Manuel Segura, gerente de Auditoría de EY Humberto González Morales, director de Auditoría de Amézquita Orlando Amado Hernández, de Amado Hernández & Asociados Auditores Consultores (Comentarios de la Comisión NIA del INCP)