La inteligencia artificial (IA) tiene un potencial transformador con un notable impacto en numerosos ámbitos de nuestra vida cotidiana, pues sus avances tecnológicos son cada vez más aplicados en múltiples campos. Por ejemplo, podemos encontrar sistemas de inteligencia artificial que dictan los diagnósticos de un paciente, robots que asisten a cirujanos, o incluso proyectos de robots que pretenden ejercer como jueces de primera instancia. ¿Pero cómo puede afectar esta revolución en la auditoría?
La inteligencia artificial se compone de sistemas que manifiestan un comportamiento inteligente, pues son capaces de analizar su entorno y pasar a la acción (con cierto grado de autonomía) con el fin de alcanzar objetivos específicos.
La IA nació con la finalidad de replicar al cerebro humano, pero incrementando la capacidad de respuesta, de análisis de datos, de reducción de riesgos, de error humano y de hallazgos oportunos de puntos críticos en los negocios.
La inteligencia artificial impulsa el desempeño de la auditoría La auditoría sirve para identificar cualquier deficiencia o riesgo en el negocio con el objetivo de mitigarlos; sin embargo, siempre existe la exposición de un error humano dentro de este ejercicio de revisión, provocando que las deficiencias del negocio no se detecten a tiempo y causando daños importantes a la organización. De acuerdo con el Instituto de Auditores Internos, la inteligencia artificial en la auditoría garantiza a las empresas precisión y confiabilidad.
Beneficios de la IA en la auditoría Las empresas mejoran su flujo de trabajo y minimizan los riesgos gracias a la reducción del trabajo manual.
Auditorías más completas, ya que la IA permite evaluar datos masivos rápidamente.
Ofrece información estratégica a la junta directiva, pues con ayuda de la IA los auditores se encuentran constantemente a la vanguardia. Se inhibe la cantidad de interrupciones debido a errores humanos mejorando la eficiencia de la auditoría.
Los auditores internos no pierden tiempo en tareas iterativas.
La IA requerirá nuevos modelos de supervisión, como la colaboración humano/máquina en los procesos de toma de decisiones, que generalmente son reservados para la administración. La inteligencia artificial también representa oportunidades para que la auditoría brinde liderazgo en el aseguramiento, al igual que educa a los líderes empresariales sobre el uso seguro y la implementación de los sistemas de IA.