La región latinoamericana se ha establecido firmemente en el escenario internacional,
y avanza en la reducción de la pobreza y la desigualdad, en el crecimiento económico
y la estabilidad financiera.
Sin embargo, algunos desafíos persisten: en su conjunto la región sufre la pesada
carga de la violencia, con más de 100.000 homicidios registrados por año. La mayoría
de los países de la región tienen tasas de homicidio con niveles de epidemia, según la
clasificación de la Organización Mundial de la Salud, con tasas mucho más altas que
en otras regiones. Los costos humanos y sociales de esta violencia son demasiado
altos.