Revista Escribiendo nuevos pasos

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Este trabajo fue realizado por los y las estudiantes de historia de la pedagogía del 2014-1 como producto del seminario. Las y los estudiantes junto con el profesor Jaime Blandon, decidimos dejar esta revista, con algunos de los ensayos que cada uno(a) construyó acerca de cuál es la universidad que queremos. Creemos que es necesario estar construyendo cada día la universidad, en la academia y en nuestro accionar como personas. Es por esta razón que nos damos a la tarea de escribir acerca de cuál es la universidad que queremos construir y qué es lo que estamos construyendo día a día. Creemos que el camino apenas empieza y nos queda aún la tarea por hacer realidad aquello que queremos y soñamos para nuestra universidad. Sin embargo, caminamos seguros porque sabemos que caminando, construyendo y encontrándonos con otros es que lograremos esa universidad por la que peleamos y soñamos. Los trabajos que aquí se presentan no son todos en su totalidad, son solo unos pocos de los muchos que se escribieron, pero que creemos recogen las ideas de los demás. Sin más , los dejamos con estos pasos que hemos escrito y con la convicción de que de aquí en adelante se escribirán muchos más. Edición Indira Parra Caro Karen Dayanna Hernandez Yunda

Universidad Distrital Francisco José de Caldas Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Ciencias Sociales Historia de la pedagogía Grupos 01 y 02 Profesor Jaime Enrique Blandon

Año 1. Edición especial Julio de 2014


Tabla de contenido  Concepciones de la pedagogía, de la enseñanza, epistemología y papel social del profesor Daisy Carolina Sánchez Sánchez ………………………………………………...……………….05  Comprender la universidad de hoy David Leonardo Amaya Moceton………………………..….….10  Pluriversidad: entre la diversidad, la dialogicidad y lo popular Indira Parra Caro…………..……...….14  La universidad que queremos David Villamizar………..….……...….20  La universidad de todos y para todos Juan José Cantor Jiménez………………………………….…………………………….……..….25

 Breve análisis sobre algunos problemas fundamentales de la educación escolar y universitaria Andrés Ricardo Leyton………………………………….……………….……………….………….30

 La universidad: una utopía Lina Marcela Mora Cepeda………………………………….……………….……….….………….39

 Fortalecer la escuela y la universidad para fortalecer la sociedad Nilson Arley Flórez Arias…….……………………………….……………….……….….……...….42


Tabla de contenido  La universidad transformadora y constructora de realidad. Un acercamiento al ejercicio educativo y su relación con la realidad Oscar David Carvajal Trujillo…….……………………………….…………….……….….……….44

 Una pluriversidad al margen de las lógicas mercantiles Cristian Javier Sánchez Sánchez ………………………………………………………………….49  La universidad en la que pienso Patricia Esmeralda Peralta Benítez..……………………………………………………………….52

 La educación y la universidad como una construcción colectiva Yina Paola Cruz Neira……………………………………..…………………………..….……...….58  La universidad que queremos Sandra Claudia Chindoy……………………………..………………………………………..…….62  Sacramentalización, estrategia de resignificación del conocimiento Juan Pablo Villarraga………………………………….…………………………….……...……….66  Propuesta de universidad Rafael Alfonso Hernández Borda..………………………………………………...……………….70  Universidad frente amplio de construcción crítica, creativa y propositiva Daniel Andrés Villamizar………………………………….…………………………….……….….73


Concepciones de la pedagogía, de la enseñanza, epistemología y papel social del profesor Daisy Carolina Sánchez Sánchez En este ensayo propongo discutir la influencia de la coyuntura política actual en Colombia (siendo Mayo 25 de 2014) en el enriquecimiento y nuevos objetivos en la construcción de la pedagogía como campo de saberes que, al igual que la ciudadanía, debe construirse desde la pluralidad y el diálogo, creando nuevos canales de comunicación y formas de acción y exteriorización que van contra las formas hegemónicas de poder.Concluirá con un brevísimo resumen y un postulado de lo que personalmente espero de la pedagogía en la formación de nuevos ciudadanos. El problema actual de la educación pública no recae únicamente en la baja inversión estatal en este ámbito (Colombia llega al año 2010 con una inversión pública de 4.38% del PIB en educación, mientras que Argentina la supera con 5.78% y Brasil con 5.82% del PIB para el mismo año[1]), como tampoco podemos achacar la culpa a la indiferencia social con respecto al nulo interés o, mejor, apatía general en lo que se hace en la escuela y la academia. Mayo 2014, Colombia se encuentra en medio de una ajetreada campaña política marcada por las ‘zancadillas’ a otros candidatos y la falta del debate que dé lugar a una construcción propositiva para un nuevo proyecto nacional (que hasta hoy se ha enfocado en la búsqueda de una paz que no nos ha mostrado resultados o acuerdos concretos y concertados en comunidad). Para completar el panorama, la dinámica política y judicial del país me ha hecho dudar constantemente de la efectividad de las políticas públicas para atender a un país cada vez más polarizado e individualista, ¿Cómo creer en un sistema legislativo y administrativo que cada día sentimos más ajeno y alejado de los presupuestos de igualdad y justicia promulgados por el Estado Social de Derecho? Para bien o para mal, somos un organismo en constante cambio, o hablando de un término, a mi parecer más acorde, estamos en constante perturbación. Paréntesis. Cuando se habla de ‘cambio’ no puedo evitar pensar en un deconstrucción casi total de lo que ha sido edificado, me lleva a una relación continua con el término ‘desarrollo’; pero al hablar de ‘perturbar’ estamos más cerca de la posición real en la que reaccionamos a cada suceso pero en donde rara vez construimos nuevas alternativas.

Al escribir estos papeles, estoy sumergida en una especie de tormenta política, no de la política representativa (o politiquería, como desee usted pensarlo) sino de una crisis en la composición de la esfera de lo público desde su base fundamental, el concepto de ciudadanía. He de discurrir sobre este tema a partir de la lectura de Ignacio Lewkowicz cuando, en La Pedagogía del Aburrido, propone hablar sobre la caída del Estado-Nacional como pan-institución donadora de sentido para las instituciones sociales que contiene (familia, escuela, etc.). Tomaré como otro referente a Germán Muñoz cuando habla de la nueva construcción activa de la ciudadanía joven como identidad participativa en la construcción de nuevo país, a partir de la pluralidad de subjetividades y no del establecimiento de la relación adultociudadano que fue una certeza insondable para las generaciones adultas. Sin embargo, y a pesar de los problemas y los negativismos con los que cada día nos enfrentamos (un sistema de salud deficiente, un transporte masivo precario, un caos vial que nos hace llegar tarde a donde vayamos, no desayunamos porque debemos salir más temprano, los


precios de la canasta básica suben…) no todo puede ser tan malo. Debemos admitir que de las crisis han de salir muchas posibles soluciones (o al menos discusiones más fructíferas); pues no siempre lo que mal empieza peor acaba. Cuanto menos tenemos un punto de partida para “ponernos a hacer algo”. Ahora bien, también partiremos de un postulado que prácticamente se ha convertido en una especie de cliché en las Ciencias Sociales y es que la escuela es un estamento de control y normalización, es un reproductor de la ideología del Estado; a este postulado se han opuesto desde los años sesentas las llamadas “nuevas pedagogías” al reconocer que educación y escuela no debían ser un matrimonio inseparable, o que incluso, como propuso Rousseau, la escuela será el centro de instrucción y la cultura será el espacio de formación del hombre soberano de su razón a través de la formación de conceptos, será el uso público de su razón en términos kantianos. Reconoceremos, a la vez, la definición típicamente formalista de la pedagogía como el campo de conocimientos que se ha esforzado en tratar sobre los problemas de la enseñanza y del aprendizaje, a veces con un enfoque psicologista, a veces con un enfoque pluralista…pero siempre partiendo de la relación adulto (profesor) – niño (alumno) como una relación de poder: quien tiene e imparte el conocimiento es quien tiene el control. Detengámonos por un momento más. Hay otra palabra incómoda, problema. No me gustaría ver en la pedagogía una propuesta de solución a un problema, sino como una red de complejidades que se han tratado de desenredar, no es una cosa insalvable que solamente ha de ser objeto de estudio y teorización. Punto final de esta pequeña observación. Pero regresemos a lo que nos compete. Si partimos de que la pedagogía ha sido elaborada desde las prácticas propias de la escuela, este campo de conocimientos ha

debido ajustarse desde siempre a las perturbaciones de la esfera de lo público, de lo que pasa “allá afuera”, por lo que la educación disciplinaria que se imparte en la escuela ha de ser un acto político en tanto que afectará a los intereses y las reflexiones de los otros (tómese la palabra afectación en su sentido positivo, al igual que la perturbación de la que arriba hablamos). Es de notar que, al haberse desmoronado el Estado-nación como fuente de estabilidad y certeza, la pedagogía ha adoptado el camino del enriquecimiento en nuevos escenarios fuera de la escuela preestablecida, siendo que la creación de los nuevos componentes del campo de saberes pedagógicos ha de surgir en la espontaneidad, en reglas de juego fluctuantes y de mutuo acuerdo que recurren al uso de la razón pública como presupuesto para su trazado. Al cambiar los escenarios en los que se construye pedagogía también ha de cambiar el papel que desempeñan los actores de esta obra, en especial ha cambiado la posición del alumno, que hoy está encerrado en fenómenos como la localización (Robertson, 1995) definida como la adaptabilidad de flujos externos a una identidad transcultural y la videosfera, como recreación de la vida real a través de una pantalla (Margulis-Urrestri, 2011). Entendemos hoy que debemos dejar de lado el determinismo que ha puesto al alumno-niño (aún estamos confinados en esta relación) en un papel de víctima, lo que ha llevado a políticas de asistencialismo, no de participación activa que impiden a los sujetosobjetos de tales políticas convertirse en interlocutores de su propio devenir. Con los fenómenos anteriormente enunciados –y muchos otros producto de los mass-media y el mercado del entretenimiento-- podemos inferir que los jóvenes no son más receptores pasivos, por el contrario, sus prácticas de formación identitaria son hoy prácticas de resistencia, sea consciente o inconsciente, a la


vez que son la renovación de la categoría de ciudadanía, que hoy ya no debe limitarse a la adultez sino que debe relacionarse con las problemáticas adultas que incumben al menor de edad (menor de 18 años en Colombia): el derecho al voto, la decisión libre sobre su sexualidad, su libre elección de permanencia en la escuela. Sumado a lo anterior, haré aquí un llamado de atención porque, de la misma forma que hemos caído en la victimización y el asistencialismo hacia el joven, también hemos caído en el colmo de la heteronomía, el achacar al profesor la culpa de fenómenos como la deserción o el desinterés del alumno por lo que se supone debe aprender (esto es equivalente a pedirle a un profesor que anime a sus alumnos a quedarse en una escuela que ya no es el centro hegemónico de saberes únicos, al mismo tiempo que el profesor está sumergido en la caída del Estado-nación)

práctico a todo aquello que se supone “debe aprender” –o más bien, que debe colaborar en con elhumana bagaje -. acumulado hasta este su Ya formación punto, me gustaría proponer cuatro ejes para guiar la estructuración de la acción pedagógica de la escuela dirigida a formar nuevos ciudadanos. A modo de adición, creo importante decir que así como no debemos ajustar al alumno a un supuesto nivel de conocimiento en cada grado escolar, tampoco podemos hablar de un currículo único si estamos en el marco de múltiples ciudadanías que conforman la esfera de lo público:

Hoy por hoy, dentro del territorio colombiano hemos tratado de impulsar una pedagogía que, como la formación de la ciudadanía reconocida desde la pertenencia territorial y la diferencia individual, ha sido atravesada por las lógicas del conflicto (Amador, 2011). He aquí otro término, ‘conflicto’, el cual entiendo hoy como una confrontación en la que se niega una solución bipartita. Creo que en la pedagogía encontramos esta confrontación, en la que aún creemos que solucionar los “problemas” del aprendizaje consiste en tratar la didáctica y la percepción por caminos distintos, como si una y otra, como si alumno y docente no tuvieran una relación de mutua convivencia.

1. La escuela no debe hablar de una ciudadanía relacionada con una sola pertenencia nacional, sino que debe transfigurar su discurso para hablar de convivencia en pluriversidad. ¿Por qué obligar a pertenecer a un país, tener sentimientos patrios, negando las múltiples pertenencias de un mismo individuo? Dentro de un país también somos indígenas, somos compañeros, somos pareja, somos artistas, somos hijos, somos izquierdistas, somos agnósticos…. Si se niegan estas múltiples pertenencias, negaríamos también los círculos sociales en donde se desenvuelven los procesos de socialización, que establecen normas de juego o pautas de conducta mínimas para permitir la participación de los individuos en tales círculos. Sin embargo, por desempeñar determinados papeles no dejamos de ser nosotros mismos como unidad ontológica integral, humana y sensible. La escuela nos muestra, que así como nos relacionamos en forma natural (no coercitiva o en contra de nuestra propia voluntad) también aprendemos de y en estas relaciones sociales.

Todo conflicto es el punto de partida para un diálogo que, bien llevado, no ha de negar al otro sino que debe abrir nuevos horizontes para encontrar soluciones. En otras palabras, ya sabemos dónde se encuentra el obstáculo, ahora debemos descubrir cómo superarlo de forma que ambas partes queden satisfechas, una por cumplir con su vocación –no labor, como si fuese obligación- docente de constante formación y otra por darle valor

De lo anterior deducimos que es fundamental que la escuela ponga a consideración de las consecuencias de los deseos individuales, que impulsan a una determinada acción o serie de acciones para satisfacer tal intención inicial. Por ejemplo, la escuela debe ayudar a hacer una consideración consciente de un plan de acción de un individuo que, para conseguir un fin, debe aquejar a otros o, por el contario, el


debe hacer algo a lo que se ve obligado (por la razón que sea). En los dos casos hay un elemento común: el choque de una moral individual con una moral colectiva o ajena. Si el sujeto no aprende a tener una visión holística de sus decisiones, sentirá culpabilidad o irá en la búsqueda de otros culpables (heteronomía cultural) que hará que éste no asuma las consecuencias de sus actos; además que podría afectar negativamente a otros. A toda acción deviene una reacción, y esta reacción puede tener efectos sobre los otros o incluso, puede retornar sobre mí mismo. Cuando se logra una articulación de éste postulado como un saber práctico, hemos dado un primer paso en la constitución de ciudadanos reflexivos. 2. La escuela no es transmisor ni guardia de una moral específica. Sin la existencia del Estado-nación como pan-institución donadora de sentido para las instituciones que encierra, la escuela cumple como labor impulsar un accionar consciente, reflexionando sobre el individuo mismo y sobre los otros, logrando una construcción juiciosa de morales individuales que permean en forma positiva en las esferas públicas de acción (familia, escuela, amigos, trabajo, equipo, ciudad, etc.). Este será el principio de construcción de nuevos aprendizajes en comunidad, pues toda nueva relación o asociación social parte desde el diálogo, el reconocimiento del otro y lo otro como válido y constituyente de la individualidad, y contribuirá a la discusión consentida de nuevas normas de juego. 3. La escuela debe procurar las herramienta suficientes para el estudio crítico de los modelo de acción estatal y de los políticas públicas que rigen a las instituciones sociales de hoy. Dado que aprendemos en la cotidianidad, en la práctica diaria de nuestras las relaciones sociales, debemos entender cómo funciona nuestro entorno institucional y social para poder concebir cómo hemos llegado a ser sujetos de las políticas públicas previas, y en sumo grado, ajenas a nuestra intervención participativa. Al recrear y estudiar paso a paso estas políticas y modelos de acción, seremos críticos con nuestro actuar y también con las consecuencias del

actuar estatal sobre nosotros como individuos social. ¿por qué el individuo no puede dañar otros con su accionar moral, y el Estado sí puede atentar contra la norma del consenso social? Esta es una primera aplicación crítica del esquema acciónreacción del que hablamos. Adicionalmente, este tipo de enfoque educativo no solamente servirá para proveer a los sujetos de herramientas para la construcción de nuevos canales de comunicación estatal, sino que los dotará para reclamar y reivindicar aquellos canales y políticas que ya han sido legitimadas. Cuidado. Legitimar es distinto a instituir o aplicar, pues legitimar implica la aceptación de ‘x’ o ‘y’ propuestas. 4. La escuela no es un lugar que dé cabida a la hegemonía docente sobre sus alumnos, es un lugar para acabar con la distancia docente. Para ello, la libre asociación entre docentes y alumnos es fundamental, para poder proponer nuevas reglas de juego que asocien las experiencias sociales particulares para construir un esquema moral acorde al sujeto en todos sus campos de acción dentro y fuera de la escuela. Cuando propongo el término libre asociación, no estoy refiriéndome necesariamente a la selección de docentes por parte de los alumnos, me refiero más bien a que son estos dos actores los que han de poner las reglas del juego en consenso, teniendo como línea guía los intereses del alumno en torno a lo que desea adquirir y los métodos de enseñanza- aprendizaje con los que ambos se sientan más cómodos. En caso que este docente no pueda cumplir con estos requerimientos o, que los alumnos tampoco estén en plenitud, debe traer un cambio bien sea de reglas, o de docente. Lo importante en esta construcción es el intercambio constante de dudas y de certezas relativas, por lo que surge la necesidad de tener más de un docente (o al menos un docente y un invitado) que cubran cada espacio académico, para tener así la posibilidad de abrir horizontes nuevos de relaciones humanas y epistémicas,


contribuyendo a la formación de una consciencia con consideraciones holísticas frente a cada opción y cada acción que se le presenten. Hasta este punto la pregunta obvia que surgiría es ¿qué estamos buscando en este conflicto pedagógico? Hoy puedo decir que buscamos una actuación consciente ya no del ciudadano mayor de edad, que accede al voto, que busca un empleo como prioridad vital; sino una formación para la autoconciencia, para ser consecuentes en nuestro actuar y convertirnos en agentes activos capaces de crear nuevos canales de comunicación estatal. Estos canales surgen como una búsqueda de la política (trayendo a colación uno de los títulos de Bauman) en la que nos convirtamos en actores y no en objetos de las políticas públicas –como líneas antes quedó enunciado-. Ya que las múltiples políticas públicas se han convertido, en muchas ocasiones, en manojos de promesas incumplidas o fallidas nos hemos convertido en seres apáticos frente a la acción gubernamental gracias a la burocratización cada vez más creciente a la que se ha sometido; además de convertirnos en seres fanáticos y polarizados que aún son capaces de pelear por ídolos sin sombra o que han dejado un rastro oscuro a su paso, y hemos sido testigos de ello en esta última campaña electoral. Hoy la crisis nos ha hecho despertar, a duras penas y a las patadas, pero ya hemos comenzado despertar, a buscar nuevos caminos que no necesariamente sean provistos por el canal gubernamental. Nos hemos cansado de esperar. Por su parte la pedagogía debe preocuparse hoy por una de las razones de ser de la educación pública, su quehacer social, por la democratización del saber. Ya no debe preocuparse por aquella asistencia social que nos ha hecho más daño de lo que nos ha beneficiado, la pedagogía debe hacernos conscientes de nuestro ser social activo capaz de perturbar la realidad social. Ojo, que no se caiga en el extremo de creer en la pedagogía como vehículo de la formación de reaccionarios, sino

como la reunión del uso público de la razón y de la emoción, pues a fin de cuentas el objetivo de ser conscientes –o autoconscientes- es convertirnos en seres sensibles y perturbables, capaces de construir ya no una representación o un gobierno cargado de ordenanzas, sino las reglas de juego para una cooperación social capaz de actuar como unidad. Reestructuraremos una definición de democracia más allá de la ‘ciudadanía cedulada’ y una pedagogía más allá de la ‘correcta resignación’.

NOTAS

[1] Datos obtenidos por el Banco Mundial en Indicadores de Desarrollo Mundial https://www.google.com.co/publicdata/explore?ds=d5bncppjof8f9

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA • AMADOR, Juan Carlos. Condición Juvenil, descapitalización y memorias en la mutación del conflicto colombiano. En Historia, Memoria y Jóvenes en Bogotá. Asociación Metamorfosis social. Bogotá, 2011 • KANT, Immanuel. Respuesta a la Pregunta ¿Qué es la Ilustración? Archivo en digital. •LEWKOWICZ, Ignacio y CORREA, Cristina. La Pedagogía del Aburrido. Editorial Paidós. Buenos Aires, 2004. •MEJIA JIMENEZ Marco Raúl. Educación y pedagogías críticas desde el Sur (Cartografías de la educación popular). Consejo de Educación para Adultos de América Latina (CEAAL). Lima, 2011. •MUÑOZ, German. Prácticas políticas de jóvenes “desde abajo y hacia la izquierda”. Personería de Bogotá, IPAZUD. Bogotá, 2011. • MARGULIS Mario y URRESTRI Marcelo. La construcción social de la condición juvenil, en Jóvenes, territorios culturales y nuevas sensibilidades. Siglo XXI. Bogotá, 1998. •

NOGUERA RAMIREZ, Carlos Ernesto. De la “pedagogía moderna” a las tradiciones pedagógicas de la Modernidad. Universidad Pedagógica Nacional. Archivo en digital.

QUICENO, Humberto. Origen de las Escuelas Normales y de los Institutos de Pedagogía en la Época Moderna. Archivo en digital.


Comprender la universidad de hoy David Leonardo Amaya Moceton Comprender el modelo de universidad actual y más aún el de la educación superior es emprender una reflexión acerca de los múltiples fenómenos económicos que han contribuido a desarrollar tal modelo, basado en la lógica empresarial mundial, donde el mercado redefine la esencia misma del ejercicio académico a partir de las disciplinas, convirtiéndolas en un insumo básico para la reproducción teórica, generando un vacío en las relaciones humanas con respecto a la generación de nuevo conocimiento y a las formas críticas de ver el mundo, la universidad actual se ha convertido en un centro propulsor de las nuevas dinámicas mundiales prolongando el problema del elitismo en la educación superior. Comprender la universidad de hoy es comprender a la educación superior en su forma real y con sus problemas, por ejemplo el incremento de los profesores ocasionales, los salarios injustos, la poca participación del estudiantado frente a la construcción universitaria, los pocos espacios para la investigación y la extensión social, el incremento de ofertas académicas sin sentido de la mano con los puestos burocráticos que sólo generan costos injustificados, estos son algunos de los problemas característicos que actualmente definen a la Universidad Colombiana, estos problemas se agudizan aún más cuando la universidad tiene como fin último el lucro económico olvidando lo fundamental, el saber, nos enfrentamos a un modelo totalmente masificado que se encarga de crear la idea del éxito global mediante un conjunto de ofertas académicas que no logran en su totalidad los niveles óptimos para un desempeño netamente productivo y humano, sino que se convierte en una propuesta académica mediocre sin capacidad productiva frente a las necesidades reales del país y del mundo.

El poder desarrollar una generación que esté dispuesta a llevar a cabo una globalización interdependiente y no como se ha llevado a cabo, una globalización netamente dependiente, es un punto principal frente a lo que se espera de una institución de educación superior, pero esto muchas veces no funciona así, nos vemos expuestos a un modelo de globalización en el que la gran empresa de la educación ignora las facultades propias del ser humano convirtiéndolas en valores que están al margen de un proceso educativo, como por ejemplo ignoramos que al pasar de los años las relaciones entre docentes y estudiantes cada vez son mas distantes promoviendo un automatismo en el espacio de las clases, se ha prolongado un estado de silencio en las universidades donde el maestro se enfrenta a un gran auditorio de oyentes y repetidores sin ningún tipo de propuesta contraria o aportes significativos, no se enseña para pensar, se enseña para lograr metas y cumplir objetivos de otros, se enseña en gran medida lo que se puede enseñar, lo que para muchos es aceptado bajo la idea del éxito garantizado. El éxito garantizado es la idea prima de la universidad actual, muchos aspirantes se acomodan al caótico sistema social que le demanda una salida eficiente y rápida con respecto a su posición en la sociedad, y así mismo se le ofrece una salida, los múltiples programas de pregrado impulsados en los últimos veinte años en Colombia corresponden a una lógica impulsiva por acumular la mayor parte de estudiantes en sus aulas de clases, definiendo la calidad de la educación con cantidad en el aula, y esto no estaría del todo mal si esa cantidad de estudiantes realmente estuvieran enfrentados a un plan de estudios sólido y acreditado, es todo lo contrario, los planes de estudios de muchos


programas de pregrado y postgrado son el reflejo maligno de soluciones inmediatas de otras universidades del mundo, ignorando así nuestras más próximas necesidades como país y como sociedad independiente, aún más ignorándonos a nosotros mismos como estudiantes y personas, al ignorar estos tan importantes factores se olvida fortalecer un proyecto educativo a largo plazo, en otras palabras, la educación actual, muchos de los programas académicos creados bajo el argumento de la autonomía no son más que soluciones potenciales a problemas que nada tiene que ver con la educación, provocando un sin número de oportunidades que a su bajo costo termina generando un sin número de egresados sin un campo laboral definido, o si bien se consigue un puesto laboral, ¿quien garantiza que esa persona cumplirá a cabalidad cualquier situación espontánea que pueda surgir?, de todos modos eso no importa ya que siempre estará alguien detrás de ese puesto a la espera de una oportunidad para poder demostrar su “éxito” logrado en la “universidad”. No se puede ocultar que un gran sector de la educación ha tomado un giro hacia el camino de la producción masificada de pensamiento posibilitando una generación autómata con poco contenido epistemológico y crítico, dejando atrás los estandartes de libertad y democracia, les dejamos a unos pocos la verdadera educación mientras que con sus migajas nos alimentamos, mientras que con la lastima ejercemos puestos poco productivos y demasiado insignificantes, la educación actual nos destruye los sueños nos castra la imaginación, nos imposibilita frente al emprendimiento, nos limita en todo lo concerniente a lo social, la educación actual nos vende junto con todas sus problemáticas una serie de salidas fáciles a un mundo que no podemos ganar. A pesar de esto, estamos dispuestos a eliminar esa brecha social que tanto le ha hecho mal a la educación, de cierta forma estamos comprometidos a generar un verdadero cambio, somos jóvenes con poder, con conocimiento, de eso nos damos cuenta

al ver un sin número de proyectos sociales en los que la educación es la piedra angular, en los que con creatividad y carácter se toman las riendas de una sociedad hasta ahora perdida para transformarla y hacer de ella un motivo de orgullo generacional. La universidad de hoy en su mayoría se ha convertido en un criadero de ideas poco trascendentales, se ha olvidado de la importancia de las disciplinas y los estudios profundos acerca de la sociedad, la universidad de hoy se ha olvidado en gran medida del ser humano, lo ha convertido en ceros en la ganancia, personas con un valor definido, uno que no se mide por lo humano sino por lo monetario, la universidad de hoy nos da a pensar que en un futuro nosotros los que asistimos a este tipo de universidades estaremos a la fiel disposición de los que en algún momento si se dieron cuenta de este problema y lo solucionaron a tiempo, o simplemente de los que se quedaron callados y que con su egoísmo se condenaron con nosotros a reproducir el mayor cáncer que puede sufrir una sociedad. Una sociedad sin académicos, sin empresarios, sin buenos abogados, sin ingenieros, sin licenciados, sin médicos, sin artistas entre otros es una sociedad condenada al olvido, puede que se tenga un pasado pero no estamos seguros frente al futuro PENSAR LA UNIVERSIDAD Es realmente complicado poder determinar un modelo único de universidad, uno que sea perfecto y armónico con respecto a las metas educativas que se lleguen a establecer, uno de los problemas más recurrentes al iniciar un programa universitario es la falta de armonía y articulación con respecto a los conocimientos adquiridos en la educación media, puede parecer un problema ajeno con respecto a hacer realidad un sueño de universidad pero no es así, la educación media es la directamente encargada de proporcionar sujetos altamente competentes con respecto a los múltiples conocimientos que les espera, pero la mayoría


de veces no es así, sucede que el estudiante no se integra de la mejor manera a los conocimientos impartidos por la universidad, es todo lo contrario, la universidad termina acoplándose al estudiante muchas veces bajando su nivel de exigencia con el fin de prolongar la estadía del capital humano, un capital netamente monetario. Comenzar a pensarse la universidad del futuro, o simplemente la universidad realmente reformada nos debemos repensar en la manera de como educamos, a quien educamos y para qué debemos educar en nuestro país no solo en la educación superior sino desde la educación del hogar en los primeros años de vida, por esto es fundamental preguntarnos a nosotros mismos ¿Qué tipo de país queremos? La respuesta a esta pregunta puede ser variada, muchos optarían por un país libre, independiente, equitativo, educado, desarrollado, competitivo, entre otras cosas, pero para lograr este país, para poder hacer realidad tal sueño necesitamos una educación que esté a la altura de ese sueño, demandamos una universidad que promueva los saberes científicos disciplinares de una manera sólida que demuestre por sí misma no quedarse en un revisionismo histórico y reproductivo, sino que salga a la luz misma de la realidad contextual del ahora y se proponga como meta un estudio transdisciplinario, es fundamental que se eduque en el presente para el futuro sin olvidar el legado académico. La universidad del ahora debe así misma crearse en sociedad, sobre las bases del conocimiento y la realidad concreta sin olvidar su pasado institucional y su autonomía para generar un futuro, si bien el contexto actual de la universidad está permeada por altos intereses económicos derivados del neoliberalismo y la globalización, esta no debe por sí misma terminar como insumo para la creación de estos intereses, todo lo contrario, la universidad debe refundarse a sí misma teniendo en cuenta las nuevas dinámicas mundiales de cooperación sin perder de vista

su autonomía y rigurosidad académica, esta debe así misma reconocerse como una institución que desarrolle programas de pregrado y postgrado, con extensión social e investigación que facilite soluciones a problemas sociales, que establezcan un camino fortificado hacia un proyecto de país y determine un ideal de desarrollo. Las universidades muchas veces se miden por la cantidad de personas que ingresan a algunos de sus programas académicos, grave error, se debe mantener un equilibro sobre las personas que desean ingresar y a las que se pueden admitir, en ningún momento se quiere impartir conocimiento a un número de estudiantes demasiado alto de una manera inmediata, en un mismo espacio, o con los utensilios limitados, no se trata de ser elitista y mucho menos determinar a partir de un estudio económico sobre quienes deben y quienes no deben ir a la Universidad, se trata de generar estrategias democráticas que permitan determinar a partir de la sana competencia un conjunto de habilidades propias que pueden llegar a ser altamente potenciales con un proceso educativo altamente dedicado, al hablar esto, de una universidad netamente pública estatal debe garantizarse el uso gratuito de sus instalaciones y programas internos universitarios, la universidad debe garantizar el adecuado uso de sus espacios llevando a cabo programas de integración y educación especial, que la comunidad universitaria tendrá en cuenta para sus relaciones personales tanto internas como externas de la institución. El ingreso a la universidad debe estar en gran medida guiado por los méritos de cada persona bajo los principios de la equidad social y el respeto frente a escenarios multiculturales promoviendo una lucha constante contra todo tipo de discriminación, esto para las relaciones sociales como para los contenidos académicos. Más allá del ingreso de personas a la universidad actual lo que verdaderamente la legítima es su capacidad investigativa y propositiva frente a un contexto social determinado, la universidad debe responder


científica y técnicamente a situaciones problemáticas tanto de tipo material como intelectual, el buen desempeño en estas áreas provocan un financiamiento apropiado además que puede resultar una base solida en el ejercicio mismo del gobierno social fuera de los muros de la academia, es importante tener en cuenta que la universidad debe funcionar para sí misma y la sociedad en general, si bien en algunos casos las investigaciones se verán desarrolladas en espacios netamente privados con intereses de grupos particulares y del mercado capitalista esto no será excusa para una privatización, ni un impedimento a la autonomía investigativa universitaria, la universidad debe acoplarse inteligentemente a las necesidades mundiales actuales sin descuidar su esencia y su población desarrollándose a si misma como un centro productivo de conocimiento al alcance de distintas situaciones, tantas como lo exige un mundo cada vez mas conectado. El acceso, la extensión social, y la investigación resultan ser factores determinantes en la manera como se construye la universidad, la forma como esta toma sentido desde la formación netamente académica y humana, favoreciendo a la sociedad, o para ser mas especifico a los grupos sociales que sean de gran interés para un desarrollo de país completo. Si bien la universidad debe establecer lazos colaborativos con la sociedad también debe realizar conexiones académicas mundiales, o mínimamente nacionales, esto favorece el nivel investigativo y recalca la capacidad de colaboración promoviendo un crecimiento escalonado frente al conocimiento y un conjunto de soluciones a diversas problemáticas mundiales, no podemos de alguna forma pensarnos únicamente un país como eje aislado, debemos pensarnos al país desde su interior pero en juego con el mundo. La universidad en este sentido debe estar en la capacidad de poner en diálogo distintos saberes, no para negarlos o afirmarlos,

ni mucho menos eliminarlos, es más bien poder ir más allá del límite de la ciencia y enfrentar saberes variados que pueden de alguna forma suplir respuestas, debemos de alguna forma emprender un camino en el que la ciencia se fortalezca cada vez más y la universidad comience a aceptar saberes no científicos, esto será con el fin de no prolongar la discriminación intelectual, de dar un paso adelante y comprender la realidad más allá, comprenderla desde la multiplicidad de saberes, siempre buscando respuestas y produciendo soluciones. Pero no le debemos dejar todo a la parte netamente académica e investigativa, esto es importante pero no lo absoluto en la universidad, existe una parte vital sin la cual no sería posible tanta afinidad y compromiso frente a la academia, existen las personas que hacen posible que la universidad sea un conjunto de saberes y culturas, que sea un espacio de esparcimiento de la personalidad, de la identidad individual y grupal, la universidad así se convierte en el lugar adecuado para crecer como persona, para enterarse que existe un sin número de cosas desconocidas y unas tantas impensables, un lugar en el que caben muchos sueños, en el que se pierden y se ganan amistades, la universidad se convierte en un momento clave de la historia personal en el que se define lo antes y lo después de ella.


Pluriversidad: Entre la diversidad, la dialogicidad y lo popular Indira Parra Caro A lo largo de la historia la sociedad ha tenido cambios trascendentales que han marcado el curso del desarrollo humano, frente a todos los aspectos. Actualmente nos enfrentamos con una sociedad mediática y de consumo. La educación ha sido una receptora principal de estos cambios y ha ayudado a reproducir prácticas colonizadoras, autoritarias, discriminadoras y deformadoras del conocimiento. Es por esto que se hace necesario resistir a la academia, pero resistir de una forma activa, construyendo entre todos y todas la educación que queremos.

Universidad hoy: ¿En qué nos movemos? La educación hoy se ha limitado a la transmisión de información, a la fragmentación del conocimiento y a la reproducción de formas de vida y maneras de pensar que no permiten el desarrollo de mentes críticas. La escuela se convirtió en un simple espacio de encierro que produce individuos utilizables para fines institucionales. La educación de la modernidad le apunta al control, a la disciplina y al mercado, y esto ha generado una gran crisis. Como hecho globalizante del sistema neoliberal, la educación se ha visto obligada a responder a las demandas del mercado; esto ha implicado que esta se limite a lo que el mercado nos ofrece: información, televisión, rapidez, saturación del conocimiento, inutilidades materiales y hasta audiovisuales, y entonces nos encontramos con personas desinteresadas del mundo, del conocimiento, del aprendizaje y aún peor de la creación. Es por medio de esta, que se han reproducido todas las formas de mercantilización de la vida. La inmediatez y rapidez de los sucesos que nos presenta la sociedad de consumo no permite que se interiorice lo que se nos está exponiendo, no permite un buen desarrollo mental; es una educación que se limita a la transmisión del conocimiento y que no permite que haya una verdadera actividad dentro de nuestro cerebro para su buen desarrollo; es una educación descontextualizada, es una educación a la que

no le interesa la producción de saberes sino la reproducción de prácticas homogeneizadoras. Clara muestra de ello es la homogeneización de las personas a partir de pruebas pisa, saber pro, saber 11, etc. que son pruebas estándares que responden a demandas internacionales puestas por el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el BM(Banco Mundial). Colegios y universidades se preparan para responder un examen que define la situación de la educación del país. A partir del “a-b-c-d” es posible definir el alto grado de “educación de calidad” de las personas, o al menos eso parece. Y entonces, como resultado, se le enseña a las personas a competir, se instauran dinámicas colonizadoras y se homogeniza el conocimiento. No es una academia que forma, es una academia que deforma hacia una determinada forma de ser. La universidad ha jugado un papel importante dentro de la educación, pues es allí donde se ha evidenciado la forma mercantil de la educación, pero también se ha venido construyendo, desde la base, otra universidad y ha sido el lugar donde se ha generado más controversia, acerca de cuál es la universidad que el pueblo necesita, y la que el pueblo quiere. La universidad pública aún más, ha sido promotora de esta construcción y ha trabajado en contra de la mercantilización de la educación y en pro de una universidad que sea construida así misma a partir de la actividad


defensa de la educación como derecho fundamental y del establecimiento de lo público como aquello que se cocina entre todas(os); sin embargo en medio de la protesta y bajo las dinámicas del capital, la propuesta frente a la universidad que queremos se ha quedado vacía y no ha generado grandes debates más allá del movimiento que surge en contra de las políticas de mercado. <<Comienza entonces un desmantelamiento de la universidad pública debido a factores externos e internos, entre los que se pueden señalar: en lo externo la ofensiva internacional de las multinacionales para “colonizar” la educación superior en los países Latinoamericanos y las exigencias del Fondo Monetario Internacional para privatizar los servicios públicos con el fin de asegurar, en los estados acreedores, el pago de los intereses de la deuda externa mediante “la racionalización del gasto”. Y, a nivel interno, el congelamiento de las plantas de personal docente, el aumento de profesores por contrato, la exigencia de autofinanciación mediante la venta de servicios, el aumento del valor de las matrículas, la ingerencia del gobierno y sus políticas gerenciales en los Consejos Superiores de las universidades y la apatía y ausencia de propuestas viables por parte del estamento estudiantil y profesoral orientadas a enfrentar tan grave crisis más allá de la protesta y la denuncia.>> [1]

Se ha hecho necesario entonces, que pensemos en la educación que queremos y que nos salgamos de los esquemas impuestos por el sistema, y empecemos a pensar cuál es la educación que realmente necesitamos, y cuál es la que queremos.

De la educación individualizadora al reconocimiento del otro. “Cada una habló de su diferencia, y cada otra de las diosas que escuchaban se dieron cuenta que escuchando y conociendo la diferencia de la otra, más y mejor se conocía a sí misma en lo que tenía de diferente; entonces todas se pusieron muy contentas y se dieron a la bailadera y tardaron mucho pero no les importó porque en ese tiempo no había tiempo”[1]

Hemos de pensar, como primer avance hacia la transformación de la universidad, que hay otras personas y otros saberes que deben ser reconocidos. El primer acto transformador de la universidad debe ser estrechar las relaciones de la solidaridad y el reconocimiento del otro, como un otro que construye, otro que piensa y otro que debe ser recogido dentro de la educación que queremos. El mundo globalizado y el modelo neoliberal se ha encargado de establecer formas de vida y ha provocado que las relaciones humanas se establezcan a partir de relaciones de consumo y de mercado. En la educación esto no ha sido la excepción, de hecho, es allí donde se reproducen con mayor fuerza, y de manera implícita, estas formas de relacionarse o mejor de no relacionarse con el otro; es por esta razón que el primer paso hacia la construcción de una nueva universidad debe ser el reconocer al otro en su diferencia, aprender a respetar y aceptar la diferencia para construir, en medio del diálogo y en medio de la diversidad, espacios donde podamos converger y donde podamos estar generando todo el tiempo relaciones humanas de solidaridad antes que cualquier tipo de conocimiento.

[1]Tamayo Valencia, Alfonso. El Observatorio de la Universidad Colombiana - Sentido y significado de la Universidad Pública, en http://www.universidad.edu.co/index.php?view=article&catid=36%3Aensayos-acadcos&id=362%3Asentido-y-s [1] Subcomandante Marcos. Los otros cuentos. La historia de los otros. Tomado de: http://www.youtube.com/watch?v=fBREknkJrLk


Dialogicidad, la praxis pedagógica “La gente tiene que ser capaz de analizar su mundo y, al tiempo construirlo y transformarlo, y no sólo de repetir las "consignas" de moda de un autor o partido cuyas tesis básicas no ha confrontado o ni siquiera conoce más que desde la lectura de algún artículo aislado.”[2]

La educación que hoy tenemos es una educación a la que no le importa el conocimiento, ni el consentimiento del otro. Docentes y estudiantes deben acogerse a las políticas de estado para llevar a cabo el proceso de enseñanza y el de aprendizaje. La tarea transformadora debe llevar como segunda medida hacia el diálogo para la construcción, no sólo de una universidad o de un espacio de aprendizaje, sino también de un mundo nuevo. En ‘Educación como práctica de la libertad’, Freire define el diálogo como “una relación horizontal de A con B. Nace de una matriz crítica y genera criticidad. Se nutre del amor, de la humildad, de la esperanza, de la fe, de la confianza. Por ello sólo el diálogo comunica y cuando los dos polos del diálogo se ligan así con amor, con esperanza, con fe uno con el otro, se hacen críticos en la búsqueda de algo. Se instaura, entonces, una relación de simpatía entre ambos. Sólo así hay comunicación”[3] Como característica de la dialogicidad Freire plantea que es en el diálogo donde se transforma; pero no entendiendo el diálogo como un accesorio de generosidad sino como toda una praxis para llegar a la construcción. Sin esto decir que el diálogo nos pone a todos como iguales, sino que por el contrario, nos reconoce en su diferencia.

“El diálogo gana significado precisamente porque los sujetos dialógicos no sólo conservan su identidad sino que la defienden y así crecen uno con el otro. Por lo mismo, el diálogo no nivele, no reduce el uno al otro. Ni es favor que el uno haga al otro Ni es táctica mañera, envolvente, que el uno usa para confundir al otro. Implica por el contrario, un respeto fundamental de los sujetos involucrados”[4] Pero el diálogo no puede volverse un constructo relativista dentro de la diversidad; “El objetivo es problematizar en común los problemas colectivos. En definitiva: aprender.”[5] Debe ser en el diálogo donde se

problematice y se construya además una visión crítica de lo que se nos es presentado, debe enfrentarse a la complejidad y debe generar conocimiento.

Diversidad, ¿Universidad o pluriversidad?

Además de los problemas expuestos anteriormente, la educación ha sido reproductora de prácticas colonizadoras. El mundo que hoy conocemos ha intentado estudiar, entender y comprender a partir de los saberes occidentales, entendidos como los saberes producidos por Europa. Hemos construido una visión occidental del mundo y hemos configurado una forma de ver el resto del pensamiento que no es occidental, como folklore. Hemos estructurado formas de vida desde este pensamiento y hemos estado sumergidos dentro de la constante colonización europea hacia una reproducción de la realidad occidental. De la mano de esto, hemos olvidado que el mundo no es solo un continente o una

[2] José Luis Carretero. Conciencia y dialogicidad: de qué hablamos cuando hablamos de formación política. Revista Trasversales número 30 octubre 2013-febrero de 2014. Tomado de:

http://www.portaloaca.com/opinion/8322-conciencia-y-dialogicidad-de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-formacion-poli

[3] Freire Paulo. Educación como práctica de la libertad. Ed. América Latina.Bogotá. Pag112 [4] Freire Paulo. Pedagogía de la esperanza. Un reencuentro con la pedagogía del oprimido. Pag 145. Siglo XXI editores. Op cit. José Luis Carretero. Conciencia y dialogicidad: de qué hablamos cuando hablamos de formación política


sola forma de pensar, y nos hemos estancado La construcción de lo popular dentro de lo que racionalmente es correcto, reconocido y aprobado dentro de la visión “Lo popular es la historia de lo excluido, la vida de lo sometido, la imagen de los que no tienen patrimonio, occidental. Es tanto así, que hasta dentro de nuestro de los que no logran ser reconocidos y conservados. sistema educativo la visión del crecimiento está Lo popular es lo que queda por fuera, ó que llegando a estar es ilegitimado e invisibilizado; es lo excluido, dirigida hacia el aprendizaje de lo europeo. lo sometido. Lo popular es la circulación de Existe en el mundo un racismo epistémico, sentimientos, representaciones, saberes y entendido como el rechazo a cualquier conocimientos subordinados y deslegitimados por el pensamiento que no sea occidental. Hay una poder, manifestándose a lo largo y ancho del tejido jerarquía de dominación colonial en donde se social y transitando los circuitos de la política y la pone en la parte superior el conocimiento cultura.”[6] occidental, que es universalmente válido, y en la parte inferior al conocimiento no-occidental La educación popular tuvo sus raíces en el que no es válido en tanto que está en el no-ser. pensamiento de Paulo Freire y sus orígenes se Existe una colonización mental de las visiones remontan a las ideas y experiencias del mundo. De Sousa Santos propone una desarrolladas alrededor de las prácticas de teoría de la razón indolente, que es aquella que educación de adultos y de alfabetización en no mira más allá de lo occidental. Ésta razón Brasil hacia los años 70. Nace como una está dividida en dos tipos: la metonímica y la educación pensada para aquellos que son proléptica, la primera disminuye el presente mayoría pero que están subordinados a basándose única y exclusivamente en el quienes inoculan el poder. La tarea pensamiento occidental y la segunda expande transformadora de la educación hoy y de la el futuro desde el mismo punto de vista. universidad, debe propender por una (Grosfoguel, 2011) educación que esté al alcance de todos, una De Sousa Santos propone una forma de educación que sea incluyente, que transforme combatir este tipo de razón a partir de dos y construya el conocimiento. formas de sociología que proponen una La construcción de nuestra educación debe ir ecología de saberes. La primera es la de la mano de lo popular. Pero no de lo popular sociología de las ausencias, que aumenta la entendido únicamente como lo excluido, lo posibilidad de conocer otras realidades y la subordinado ni mucho menos relacionado con segunda es la sociología de las emergencias la pobreza, sino lo popular entendido como que produce experiencias posibles dentro del aquello que está al alcance de todos, puesto mundo en general y no únicamente el que es que está construido en la base, con las manos entendido occidentalmente. Ambas producen de todos. La intencionalidad pedagógica una enorme cantidad de realidad y proponen entonces, debe ser de carácter liberador, una forma de visión pluriversal del mundo. puesto que debe propender por la libertad de Entonces, la descolonización del conocimiento cada persona; debe desarrollar las relaciones desprendida del diálogo nos debe conducir a de las personas frente a la vida en colectivo y entender que no se debe hablar de una debe ser de carácter político, entendido esto no universidad, puesto que no pretendemos que sea uniforme el conocimiento ni la vida, sino [6] Jorge Enrique Ramírez. La educación popular: que, por el contrario, debemos hablar de una significados y posibilidades. Pag.16. En: Programa de pluriversidad como un espacio en el que la maestría en desarrollo educativo y social. Modulo: educación popular sus significados y retos. Preparado por: diversidad pueda converger y donde además Jorge Enrique Ramírez. Centro internacional de educación y de construir sociedad, se puedan dar aires de desarrollo humano. Convenio UPN-CINDE 25-26. Bogotá. descolonización del conocimiento y de la vida. 2011.


como un adoctrinamiento ni enseñanza de ideologías políticas, sino entendido como el desarrollo de una conciencia política que a partir del diálogo y de la crítica sea capaz de generar en las personas acciones de construcción y transformación de su mundo en pro de la diversidad y el respeto por los otros. El pensar lo popular, es pensar también en la reconstrucción del sujeto social “que interviene en las prácticas educativas como un sujeto popular histórico que adquiere protagonismo social en la dimensión del empoderamiento, es decir, en el campo de las transformaciones y desplazamientos de las relaciones de poder en los ámbitos del mundo de la vida y en ámbitos más generales en la medida en que se constituya como movimiento social hacia lugares de mayor justicia social”[7]

Mundos posibles, de la fragmentación a la vida en colectivo. Dentro de un mundo fragmentado, la vida en colectivo es en definitiva una de las formas más efectivas de resistencia. El aula de clase debe convertirse entonces en un espacio en el que la construcción colectiva prime sobre cualquier otra cosa. El reconocimiento del otro, debe incentivarse desde el primer momento en el que se inicia el proceso de aprendizaje, independientemente del nivel en el que se encuentre. El constructo pedagógico (que no es por parte del maestro únicamente, sino por parte de docentes y estudiantes) debe propender por el beneficio colectivo. Así el aula de clase debe convertirse en un mundo donde quepan muchos mundos, debe ser un sitio que, en medio de la fluidez y de la fragmentación, permita el diálogo de saberes para viajar, para construir y para crear, y de este modo no mantenerse dentro de la lógica sino que, por el contrario salirse de ella para crear otro mundo posible. Los docentes y estudiantes deberán entonces aprender a construir a partir del debate y del consenso, que debe ser un acuerdo que beneficie al colectivo. [7] Ibid. Pag 20.

De esta manera, junto al proceso de aprendizaje se logrará producir un espacio y un tiempo en el que se producirá conocimiento y se atacará de hecho, esa forma impositiva de hacer escuela que nos han enseñado a reproducir. Un espacio sin dispersión, sin información flotando o pasando rápidamente, un espacio que se nutra de conocimiento, de crítica, de ideas, de pensamientos de todos los colores que sepan a un mundo otro posible.

Aprendizaje libre, una construcción pedagógica. En definitiva, es sumamente importante que docentes y estudiantes comiencen un proceso que ayude a des-aprender prácticas autoritarias que no permiten el desarrollo de la libertad individual, de la autonomía y que, por el contrario ayudan a reforzar dinámicas colonizadoras y deformadoras del conocimiento. De la misma manera, al tiempo que se des-aprenden este tipo de prácticas como la imposición del currículo, imposición de forma de evaluar, etc, docentes y estudiantes deben aprender también a posibilitar el desarrollo de la autonomía, del enriquecimiento colectivo e individual y la libertad. Los docentes no deben entonces, propender por el autoritarismo, ni mucho menos imponer la clase a sus estudiantes; desde el currículo hasta las actividades deben ser un constructo entre quienes hacen parte del proceso de aprendizaje. Los estudiantes y docentes desde el principio deben de reconocerse en sus diferencias y a partir del diálogo, generar crítica y conocimiento. La re-construcción de la praxis pedagógica no debe ser una tarea recostada en la labor docente; los estudiantes deben aprender a exigir también su reconocimiento frente a lo que quieren y a lo que no, y frente a lo que están de acuerdo y lo que no, en el aula de clase. De ninguna manera debe ser aceptado la exclusión de otro, ni tampoco el que alguno o alguna de las personas pase por encima de la integridad, de la dignidad y de la libertad del


esto que el diálogo se hace tan importante desde el aula de clase, para que a través de este se construya y se aprenda entre todos. Nuestra pluriversidad debe ser un espacio libre, que no discrimine, que sea construido por todos y para todos, un espacio popular; pero debe también ser un espacio de confrontación de ideas para el desarrollo del aprendizaje. La pluriversidad debe ser un espacio en el que se reconozca al otro en su diferencia y que antes que nada desarrolle la libertad, la autonomía y sobre todo la solidaridad. La transformación verdadera no está únicamente en la resistencia, ni en la protesta, la transformación está en la propuesta, en la alternativa, en nuestra praxis. Es por esto que, la acción inmediata frente a la creación de espacios libres de autoritarismo, libres de represión, libres de barbarie, de colonización y de discriminación, hacen frente a todo un sistema que ha convertido las relaciones sociales en relaciones de mercado, hacen frente a todo ese sistema que a partir de políticas que giran en torno al dinero arrasan a diario con comunidades enteras, dejando de lado la dignidad y la vida de las personas. Si empezamos a generar espacios libres, autónomos, populares y construidos a partir del diálogo, que aunque sean pequeños siembran semillas de resistencia y de cambio, lograremos subvertir todo ese sistema que a diario nos oprime y coarta nuestras libertades. ¡Por un aprendizaje libre, por la vida y por la autonomía! “Les enseñamos a los niños que la palabra, junto con el amor y la dignidad, es lo que nos hace seres humanos […] Les enseñamos que hay tantas palabras como colores, y que hay tantos pensamientos porque de por sí el mundo es para que en él nazcan palabras. Que hay pensamientos diferentes y que debemos respetarlos […] Hablando y escuchando palabras es como sabemos quiénes somos, de dónde venimos, y a dónde va nuestro paso. También es como sabemos del otro, de su paso y de su mundo. Hablando y escuchando palabras es como escuchamos la vida.”[8]

Bibliografía

•Tamayo Valencia, Alfonso. El Observatorio de la Universidad Colombiana - Sentido y significado de la Universidad Pública, en http://www.universidad.edu.co/index.php?view=article

•José Luis Carretero. Conciencia y dialogicidad: de qué hablamos cuando hablamos de formación política. Revista Trasversales número 30 octubre 2013-febrero de 2014. Tomado de: http://www.portaloaca.com/opinion/8322-conciencia-y •Freire Paulo. Educación como práctica de la libertad. Ed. América Latina.Bogotá. •Freire Paulo. Pedagogía de la esperanza. Un reencuentro con la pedagogía del oprimido. Siglo veintiuno editores. •Jorge Enrique Ramírez. La educación popular: significados y posibilidades. En: Programa de maestría en desarrollo educativo y social. Modulo: educación popular sus significados y retos. Preparado por: Jorge Enrique Ramírez. Centro internacional de educación y desarrollo humano. Convenio UPN-CINDE 25-26. Bogotá. 2011. •Subcomandante Marcos. Los otros cuentos. La historia de los otros. Tomado de: http://www.youtube.com/watch?v=fBREknkJrLk •Subcomandante Marcos. Carta a la organización político-miltiar Vasca Euskadi Ta Askatasuna(ETA) País Vasco. Ejército Zapatista de Liberación Nacional. México. Enero, 2003.

[8] Subcomandante Marcos. Carta a la organización político-miltiar Vasca Euskadi Ta Askatasuna(ETA) País Vasco. Ejército Zapatista de Liberación Nacional. México. Enero, 2003.


La universidad que queremos David Villamizar El sistema educativo Colombiano que ha influido en nuestra formación académica y personal ha cumplido a cabalidad la brillante tarea de matar nuestra curiosidad y castrar nuestra imaginación (por ejemplo: enseñándonos que lo más eficiente para ser un buen estudiante es memorizar una importante cantidad de datos y administrar cierta información que en la práctica de la vida real pocas veces sirve para algo); por lo cual emprender una tarea creadora y propositiva se convierte en un verdadero reto y una suerte de arena movediza de la cual es difícil salir; para el desarrollo de este texto semejante desafío se constituye en el ideal, en medir nuestra capacidad imaginativa y soñadora contrastada con la pesada ancla que encarna la realidad a la que asistimos. Así entonces, plantear la universidad que queremos. Me parece que la forma más prudente de abordar el problema que se pretende tratar, es realizando un somero balance de la situación que la realidad nos ofrece frente a la concepción de educación superior publica, sobretodo en el marco de nuestra nación, para tener una base de donde partir; luego con esa materia prima, especificar en fortalezas y debilidades para desembocar finalmente en la propuesta que concluiría el escrito. Contexto Decir que la universidad pública en Colombia se encuentra en una situación crítica no constituye una premisa novedosa y ni siquiera muy inteligente, pues basta hablar con algún estudiante de las universidades estatales para sorprenderse de la decadencia intelectual que afrontamos, triste situación en la cual cada vez el prestigio que podía representar un estudiante de la universidad pública para la gente del común disminuye y la universidad como institución es incapaz de generar un impacto social que represente un reconocimiento positivo en el grueso de la población.

Entender la educación superior publica universitaria en el país hoy como un motor generador de cultura y ciudadanía democráticas representa mera utopía y dista ampliamente de la realidad; para el entendimiento común más bien ocupa hoy el lugar de “trampolín” para la movilidad social, es decir un sitio barato en el que se puede obtener un título y buscar un trabajo bien remunerado para consecuentemente aumentar las capacidades de ingreso y consumo, he aquí el esbozo del modelo de sociedad que hemos forjado hasta hoy. Para los empresarios ricos y el Estado, entre los cuales es difícil encontrar una línea divisora, la concepción de universidad adquiere una connotación más amplia, ya que al ponerla al servicio de sus intereses resulta un instrumento muy útil para el impulso de sus negocios. Evidenciamos entonteces varias posturas frente a la institución que centra la atención de este ensayo, aunque haría falta mencionar una que por minoritaria no deja de ser importante y es la que todavía concibe en la educación un acto de transformación más que de reproducción, cuya referencia será (para este escrito) la concepción critica de la educación, también en decadencia no por anacrónica ni por incoherente, sino por falta de capacidad para generar adeptos, por falta de renovación, de nuevas formas, de propuestas y de capacidad.


Entender que existen diferentes miradas de lo que representa la universidad, significa entenderla también como un campo de disputa, como un símbolo de confrontación, por lo que pensar el problema de la universidad implica pensar el problema de la educación en general, lo cual a su vez lleva a pensarla como un problema político y por ende un problema del poder, lo especifica Orlando Fals Borda en su libro CIENCIA PROPIA Y COLONIALISMO INTELECTUAL de la siguiente forma: “en efecto, la orientación de los trabajos científicos –lo que pudiera definirse como la producción técnica y cultural de un pueblo – depende de ciertas directrices políticas que definen prioridades, conceden recursos y canalizan la fuerza de trabajo intelectual. La ciencia y su producción dependen en gran medida de los marcos políticos: estos pueden reducirla, eliminarla, como también estimularla y reorientarla para servir mejor los intereses nacionales. Lo que es la política viene a reflejarse en la ciencia; y esta no se convierte en elemento dinámico – de liberación, de fuerza, de originalidad – sino dentro de las pautas fijadas por los encargados de aquella. “(pág. 11).

Hasta el momento lo que tenemos en el mundo capitalista globalizado, es que quienes determinan esas pautas, representan los intereses de la reorganización de la división internacional del trabajo, lo que se traduce en unos mandatos internacionales para los países en vías de desarrollo como el nuestro y que se refleja en un marco político neoliberal expresado en leyes como la 30 del 93 que, entre otras cosas, desfinancia la educación pública y la obliga a entrar en el juego del mercado para buscar sobrevivir, o en la propuesta de reforma a la ley que revivió el debate hace tres años y que ha venido entrado de forma desarticulada en las instituciones de educación superior; la nuestra como ejemplo emblemático: piloto para la introducción de reformas, pero ejemplo de lucha estudiantil también.

El esquema y la materialización de esa idea de educación la esboza muy bien Noam Chomsky en EL NEOLIBERALISMO SE TOMO POR ASALTO LAS UNIVERSIDADES: “Contratos inestables, profesores temporales, flexibilización laboral, sobrecarga de trabajo, salarios injustos, escasa participación de la comunidad universitaria en la toma de decisiones, aumento de puestos administrativos y burocráticos, autoritarismo y exclusión, jóvenes sometidos a la presión de los créditos y las deudas, cursos superfluos, precios cada vez más elevados, estudiantes que se limitan a tomar apuntes y a recitarlos de manera literal a la hora de la evaluación. “Todo esto sucede cuando las universidades se convierten en empresas, como ha venido ocurriendo durante las últimas décadas, cuando el neoliberalismo ha ido tomando por asalto cada una de las dimensiones de la vida”

Otro efecto, no menos importante de la globalización, ha sido la masificación de la información y la comunicación, las nuevas tecnologías han impactado en las formas de vida de los jóvenes y las fronteras culturales han tendido a romperse, así mismo la manera como se forjan las identidades se ha transformado y la educación ha perdido bastante terreno en ese problema porque le cuesta adaptarse al cambio y montarse en el debate; así mismo afecta la forma como se asume el proceso educativo sumado a la cultura mercantilista que se ha puesto de moda también, una concepción acertada que esboza la problemática la hace Estanislao Zuleta : “la educación hoy en día se hace leguas con los avances de la tecnología educativa y los métodos audiovisuales. La educación está siendo pensada cada vez más con los métodos y los modelos de la industria. Ofrece una cantidad cada vez mayor de información en el mínimo de tiempo y con el mínimo de esfuerzo. Eso no es otra cosa que hacer en la educación lo que hace la industria


en el campo de la producción: ¡mínimo de costos, mínimo de tiempo, máximo de tontería! El que educa con estos sistemas no sabe lo que está haciendo, pero lo hace en el mínimo de tiempo, de la manera más rápida y menos costosa.”

La amenaza a la educación pública no resulta pues un clisé, sino una realidad. Nuestra universidad: Nuestra universidad debería propender por representar un modelo de cambio para la nación, sin embargo lo que encontramos responde más bien a un reflejo del país y no en sus aspectos más positivos precisamente: tenemos una administración corrupta que utiliza los recursos para su beneficio económico e imposibilita la movilidad de la institución, un esquema administrativo bastante burocratizado que se empalaga y no resulta funcional, el poder como botín público de repartición y pago de favores políticos, el paramilitarismo institucionalizado con una importante cuota de poder, un impacto social cada vez más reducido y una actitud en la mayoría de componentes del estamento estudiantil y del profesoral también, sumidos en un desinterés absoluto por el futuro de la universidad. Un poco como causa y otro tanto como consecuencia de esta manera como está organizada la universidad, encontramos una precariedad académica y una despreocupación por el desarrollo de la ciencia, mucho menos de su pertinencia social; sin embargo, no todo es malo en medio de este panorama, pues todavía aparecen componentes de pensamiento crítico, que logran generar cierto ambiente en donde se forjan mentes transformadoras y donde el ideal del compromiso social de la educación se desarrolla y fortalece. Principios: El principio elemental que debe regir la educación pública para el fomento de una nación es la democracia, habrá que empezar por la necesidad de reconstruir nuestra nación, de dirigirla hacia un proyecto de sociedad diferente que toque todos los elementos que la componen; el que la educación pública

emprenda la tarea de la reconstrucción ya la pone en un escenario diferente porque debe entonces, dirigir sus objetivos a la reparación de los problemas más profundos de la sociedad, a enmendar las consecuencias del desarrollo de la guerra que se ha configurado como la cuna de las generaciones que ha visto nacer este territorio. La democracia entonces debe funcionar en la universidad tanto hacia dentro como hacia fuera: hacia dentro se entrelaza con otro principio, el de la autonomía, que define la necesidad de que los componentes estamentales de la universidad tengan una relación dialógica y participativa en la toma de las decisiones que afecten la funcionalidad de la institución, representa esto entonces la transformación de la concepción de autoridad que nuestra configuración como nación ha expresado por medio de la fuerza y la imposición de manera tradicional, recojo acá el siguiente fragmento del MANIFIESTO DE CÓRDOBA de 1918: “La Federación Universitaria de Córdoba… Reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes. El concepto de Autoridad que corresponde y acompaña a un director o a un maestro en un hogar de estudiantes universitarios, no puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la substancia misma de los estudios. La autoridad, en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: Enseñando. Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y de consiguiente infecunda. Toda la educación es una larga obra de amor a los que aprenden. Fundar la garantía de una paz fecunda en el artículo conminatorio de un reglamento o de un estatuto es, en todo caso, amparar un régimen cuartelario, pero no a una labor de Ciencia. Mantener la actual relación de gobernantes a gobernados es agitar el fermento de futuros trastornos. Las almas de jóvenes deben ser movidas por fuerzas espirituales


. Los gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclama el sentimiento y el concepto moderno de las universidades. El chasquido del látigo solo puede rubricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La única actitud silenciosa que cabe en un instituto de Ciencia es la del que escucha una verdad o la del que experimenta para crearla o comprobarla.”

Esta cita refleja varias cosas, por ejemplo el adelanto del pensamiento universitario moderno que hace casi un siglo reclamaba un salto hacia la amplitud del pensamiento latinoamericano, lo cual genera orgullo; pero también la vigencia de sus postulados mas allá de la coherencia del movimiento estudiantil a lo largo de todos estos años, lo que muestra es que la situación poco ha cambiado y el poder tradicional ha conservado para sí la gobernabilidad universitaria; es decir, que aun tenemos todo por hacer. En ese sentido la forma de gobierno universitario merece y necesita un cambio, no se puede esperar de quienes nos han llevado a la actual situación una reflexión consiente que nos dé la oportunidad de manejar la institución, desafortunadamente la universidad se ha convertido en un negocio que nadie quiere soltar. De ahí que la organización estudiantil y profesoral debe emprender esa tarea para recuperar ese poder y reorientar los caminos del rumbo universitario. Retomando la idea inicial, la democracia en la universidad debe funcionar también hacia fuera, y la forma como debe hacerlo es fortaleciendo su carácter popular, es decir, desarrollando ciencia a favor de la resolución de los problemas de la gente a la que debe su existencia. Es necesario que el ideal educativo eleve sus aspiraciones, la universidad pública no es simplemente para que los pobres puedan graduarse de alguna carrera, la universidad debe propender por generar ciencia y hombres que actúen a la altura de las necesidades de un pueblo que urge de transformaciones para evolucionar y concebir una oportunidad de encontrar un futuro diferente, una vida digna.

De allí surge otro principio, el de la identidad nacional: la educación en general tiene que asumir el reto de encontrar las fortalezas que nos den un carácter nacional, tiene que emprender una revolución pedagógica que permita forjar una cultura común donde nos encontremos como colombiano y aprendamos de aquí en adelante a valorar, cuidar y hacer respetar lo que es nuestro, que nos lleve, complementando el ejercicio democrático, al ejercicio de la soberanía. Encontrar una forma propia de hacer nuestra ciencia no es tarea fácil pero si necesaria, citando a Fals Borda: “es preferible responder al reto del trópico y el subtrópico con nuestros propios medios, concibiendo nuestras soluciones con nuestra propia ideología y utilizando y vigorizando nuestra cultura y sociedad, que seguir siendo una copia de segunda clase y un simple mercado de un pueblo extraño” (pág. 18)

Coyuntura La universidad acaba de pasar por un semestre en el que se confrontaron dos ideas de universidad medianamente claras, una continuista que nos terminaría de sumergir la prostitución de la universidad representada en la reforma 008, y otra que defiende ciertos principios de la educación pero cuya propuesta no es clara, representada en el movimiento estudiantil y profesoral, pero que tuvo la pequeña victoria de no dejar que empeoraran las condiciones de nuestra ya precarizada educación. A pesar de no tener mucha popularidad, la propuesta de constituyente universitaria que surge, o que más bien recoge de experiencias pasadas dicho movimiento, abre una ventana para las discusiones en torno al sentido de la educación universitaria y brinda la oportunidad de construir conjuntamente una idea de universidad mejor, mínimamente más democrática, creo que es la posibilidad más concreta de plasmar nuestras ideas y fortalecerlas conjuntamente hacia una transformación posible, para eso hará falta


discutir y consensuar tanto el contenido como la forma de hacer reales nuestras propuestas como comunidad universitaria; desaprovechar esta oportunidad que se ha ganado peleando y quedarse por fuera de esa discusión firmaría la continuidad del proyecto corrupto dentro de la universidad. Siendo coherentes con el problema de la educación como campo de combate, quienes manejan el poder en el país, están muy lejos de las concepciones críticas de la educación y no van a caminar hacia estas propuestas por más que se avecine un posconflicto y haya ganado las elecciones el proyecto de la supuesta paz de la reelección. Sin embargo la tarea que debemos asumir, si nuestros sueños constituyen algo más que unas ideas plasmadas en un papel para conseguir una nota, es emprender ese camino de transformación interna para poner la problemática en el debate nacional, sumar experiencias, conseguir amigos y aportar mediante el ejemplo cambiando, por lo menos, nuestra universidad, al cambio de la educación en general y así mismo a la transformación de la sociedad colombiana.

Textos de referencia •

MANIFIESTO DE CÓRDOBA (1918)

QUÉ QUEREMOS LOS ESTUDIANTES. Documento presentado por los estudiantes de la Universidad Nacional de Tucumán (Argentina) en 1969

• CIENCIA PROPIA Y COLONIALISMO INTELECTUAL Maestro Orlando Fals Borda (1970) • LA EDUCACIÓN, UN CAMPO DE COMBATE Entrevista a Estanislao Zuleta con Hernan Suarez (1985)


La universidad de todos y para todos Juan José Cantor Jiménez Es claro que la educación superior en Colombia se encuentra en crisis a causa de la falta de compromiso por parte del Estado que debe ser garante del acceso a la educación de todos los ciudadanos, o se ha encaminado a pretender estrategias educativas al servicio del neoliberalismo y los procesos globales actuales que han visto en la educación un negocio lucrativo o un servicio en función del capital, el comercio y la mercantilización, olvidando su condición de derecho y bien común de una sociedad; la educación al servicio del dinero y no de la sociedad. La constitución de Colombia consagra en el Artículo 67 la educación como un derecho y un servicio público que tiene una función social y el Artículo 69 menciona la garantía de la autonomía universitaria, aun así la universidad pública del siglo XXI necesita unas reformas que le den su condición de bien común y no de producto o bien de consumo. El Estado ha ido dejando sus responsabilidades para cedérselas al sector privado y a organismos internacionales tales como el Banco Mundial que definen como debe manejarse la educación provocando así mismo el auge de un mercado de servicios universitarios. La educación pública superior compite con la creciente aparición de instituciones educativas con ánimo de lucro y se ha visto aislada, marginalizada o pormenorizada al no responder a la nuevas formas económicas y sociales aumentando cada vez más las posibilidades de privatización de la misma al no contar con las garantías para seguir ejerciendo como un estamento de todos y para todos. Desde la misma universidad se han librado procesos críticos de estos fenómenos en la educación pero aún no se consolida una forma alternativa que fortalezca a la educación pública y demuestre su capacidad de respuesta a los latentes cambios de manera que no pierda su carácter social solidario y público y pueda recuperar su hegemonía como transformadora de las realidades sociales; mas allá de la crítica de las comunidades educativas se necesita el compromiso de todos para generar un modelo de universidad diferente que no niegue los cambios nacionales y globales pero de una manera disímil en defensa de ese derecho que poco a poco quieren limitar o mercantilizar. El Estado como generador de políticas sociales y no de mano de obra calificada para las empresas. Este proceso de generar y mejorar la universidad pone en juego demasiados

factores a tener en cuenta para poder provocar los cambios que se necesitan, por eso en este texto propondré algunas consideraciones que noto importantes para encaminar un modelo de universidad que sea efectivo para nuestra realidad inmediata, aun así la universidad como tal debe ser una construcción democrática y participativa donde todos aporten, debatan y acuerden lo que creen es conveniente para legitimar y valorizar (no en términos económicos) a esta institución que en vez de universidad debe empezar a considerarse como pluriversidad si queremos de verdad hacerla incluyente y democrática. Primero hay que atender a que Colombia y en específico nuestra Universidad Distrital tiene unas especificidades que no están presentes en los modelos internacionales que nos quieren imponer, y desde ahí debemos construir una universidad para Colombia y su realidad como un país azotado por la violencia, la corrupción y la desigualdad, en donde la educación no es accesible ni trabaja por lo cambios que se solicitan para habitar una mejor nación con mejores ciudadanos y una vida digna para todos, nos referimos entonces a un proceso de contextualización de la realidad que afrontaremos como futuros profesionales.


El acceso es uno de los primeros problemas a los que se enfrenta la educación, por un lado tan solo el 42% de los estudiantes que salen de educación media entran a la educación superior y de estos muy pocos acceden a la educación pública, otros necesitan de préstamos haciéndolos ya no estudiantes sino consumidores y clientes potenciales cuando el Estado debería garantizar este derecho; se hace necesario un modelo de universidad que beneficie al estudiante y no a las entidades bancarias limitando así la intervención de las políticas educativas de entes como el Banco Mundial o el Fondo monetario Internacional, en el caso de la pública aumentar la cobertura hasta su totalidad prioritariamente para los bachilleres de colegios estatales, este acceso debe también contar con programas de permanencia para evitar la deserción en base al bienestar universitario (Salud, transporte, alimentación, deporte,etc) además de contar con una buena infraestructura, instalaciones, equipos, aulas especiales y espacios de esparcimiento. Así mismo los docentes deben tener una remuneración digna y no mísera como suele suceder. Aunque existen ciertas medidas para tener un acceso más plural a la universidad mediante lo que conocemos como “discriminación positiva” no siempre resulta la mejor herramienta de democratización porque aun así se convierte en una regla y no de verdad en una estrategia de vinculación y reconocimiento de minorías, grupos excluidos y discriminados con pensamientos diversos; además cabe analizar el acceso por meritocracia o por privilegio a la educación que suele convertirse en elitista en cuanto la educación pública básica y media no es completa y de excelencia para promover estudiantes con las mejores capacidades para acceder, sino que esto lo consigue un número limitado.

A nivel administrativo se debe procurar la participación democrática de todos los estudiantes y miembros de la comunidad para la elección de los cargos de la institución, que deben ser concisos en sus funciones y forma de elección evitando la burocracia y la corrupción que tanto daño le han hecho a nuestra universidad. Los estudiantes deben conocer las propuestas de sus representantes a través de debates y tener elecciones democráticas, además contar con un mecanismo de veeduría eficaz que permita evaluar y vigilar el buen funcionamiento directivo, gerencial y de presupuesto de la universidad con la posibilidad de intervenir en cualquier decisión o situación particular que se requiera. Es evidente la falta de relación de la universidad con la sociedad por lo que no se ve una real función social que haga que la ciudadanía participe y sea beneficiada con la producción de conocimientos, esto se debe en gran medida a que la investigación no siempre está para atender y mejorar una realidad o solo se usa para los intereses comerciales de unos particulares, la investigación debe ser pilar fundamental de la formación pero una investigación con acción para la sociedad en general, por eso se debería procurar porque cada facultad proponga espacios que abran la universidad, a través de foros generales, presentaciones abiertas a los jóvenes, permitir el acceso de los estudiantes de básica y media a galerías de arte, exposiciones entre otras actividades, hacer brigadas de acuerdo a la carrera de formación, articular las practicas académicas a los colegios o espacios con necesidades definidas para intervenir, o en colaboración con las entidades gubernamentales y no gubernamentales de tal forma que ayuden a mejorar y cambiar una problemática que se tenga en concreto.


Boaventura de Sousa Santos (2007) especialista en Estudios Sociales hace referencia a las diversas posibilidades de actuar en la comunidad desde la formación profesional: “… el desarrollo de proyectos que sean claramente de interés Público (identificación y propuesta de resolución de problemas sociales, ambientales, en el campo del empleo, el consumo, la salud pública, la energía, etc., la facilitación de la constitución de organizaciones y asociaciones de interés social comunitario, promoción del debate público, etc.)” . En cuanto a la evaluación y la noción de calidad hay que adecuarlas a los verdaderos objetivos de la educación ya que lo cuantitativo a veces no es lo más conveniente a la hora de determinar si el proceso formativo y de desarrollo académico de una institución es el que corresponde, los números no siempre son proporcionales a la aplicación y utilidad social que se le da a los resultados de dichos procesos además esta estandarización de evaluación suele ser impuesta por los procesos globales y no por lo que de verdad concierne al espacio de acción de la institución (cabe aclarar q la cuantitativo no se puede obviar totalmente y presenta también importancia en la valoración de un proyecto académico pero no es lo único) La universidad no puede ser ajena a los cambios y a la globalización e internacionalización a la que está expuesto el mundo de hoy, no se puede negar por ejemplo los avances tecnológicos y el inevitable uso de las tecnologías de la información y los medios de comunicación con su respectivo trabajo crítico y de responsabilidad. Hoy en día existen múltiples alianzas entre instituciones públicas y privadas a nivel nacional y a nivel internacional, que aunque en ocasiones tiene objetivos comerciales, también son una estrategia necesaria en el enriquecimiento, ampliación e intercambio de conocimientos, pero para llevar a cabo estas redes y expresiones primero debe existir una consonancia entre las diferentes facultades, es decir primero procurar la

comunicación y trabajo en equipo por medio de los grupos de investigación, o también con otras universidades de tal forma que se vinculen procesos comunes en vez de promover una competitividad que se refleja en el aula y no en el trabajo conjunto. Ya sean internas, locales o internacionales estas redes o alianzas deben procurar un beneficio mutuo y favorecer una movilidad estudiantil y de docentes. Una reforma universitaria democrática y progresista como la denomina Boaventura debe implementar una “ecología de saberes” es decir la posibilidad de unos conocimientos pluriuniversitarios, interdisciplinares y transdisciplinares que generen beneficios a la sociedad, establecer un diálogo de saberes además del científico racional permitiendo una decolonialidad del saber o racismo epistémico, se habla entonces de nuevas alternativas pedagógicas: por un lado las tradiciones pedagogías de la modernidad que aún están vigentes deben ser consideradas en cuanto generen ayudas en el proceso educativo, por ejemplo el constructivismo en cuanto a la relación alumno docente cuando el aprendizaje es potencialmente recíproco, pero también advirtiendo unas pedagogías más cercanas a nosotros, de cambio, como las llamadas “pedagogías criticas del sur” de las que muchos autores han trabajado, mencionado y profundizado, por ejemplo Marco Raúl Mejía quien hace una apropiación de los problemas de la educación en países subdesarrollados, la negación de la educación popular y la necesidad de tener pedagogías como la de Paulo Freire, Libertarias, indigenistas, entre muchas otras que hacen la verdadera pluralidad que se requiere, siendo conscientes de la colonialidad de la que somos víctimas en la escuela y la posibilidad de formas comunes latinoamericanas de crear una educación propia no radical ni negada por otros sino de construcción y transformación de una mejor sociedad.


Catherine Walsh es otra autora que propone una interculturalidad e interrelación de saberes en la escuela latinoamericana, se cuestiona el poder dominante y la colonialidad para reconocer y fortalecer el pensamiento propio y los diferentes en un proceso critico de transformación y construcción. Cabe aclarar que el auge de estas múltiples pedagogías contemporáneas no nos deben llevar a un empobrecimiento, superficialidad o dispersión del saber pedagógico (Ramirez, s.f). Se deben prever espacios para los movimientos sociales, colectivos, grupos étnicos, o comunidades que se formen y organicen en la universidad, además del respeto por el espacio público , aulas y demás evitando una monopolización que niega la diferencia que allí existe; las decisiones sobre procesos que incumben a la institución o que nos afectan deben ser concertados y debatidos, y no se debe generalizar o radicalizar las posturas políticas de la universidad cuando estas no corresponden al pensamiento de todos sino de un grupo o colectividad especifica que se sobrepone a la comunidad estudiantil ya que se caería en una negación de la democracia, la diversidad y la pluralidad que concurre y que debe ser validada por todos y todas, esto también se refiere a la visibilizacion de las diferentes minorías para enriquecernos conceptual y culturalmente en base al respeto tolerancia y por supuesto el reconocimiento del otro y su espacio. La universidad como construcción colectiva. Por otro lado se debe prestar atención a la reivindicación de la labor docente y las facultades de educación como formadoras de futuros maestros que así mismo llevarán la educación pública e incluso privada en todos sus niveles por mejores caminos, forjando mejores ciudadanos y personas que entenderán y reflexionarán sobre sus propias realidades y las de otros. “El pasaje como vimos, es del conocimiento disciplinar, hacia el conocimiento transdisciplinar; de los circuitos de producción hacia los circuitos abiertos; de la homogeneidad de los lugares y actores, a la

de la descontextualización social hacia la contextualización; de la aplicación técnica y comercial a la aplicación socialmente edificante y solidaria.” (Santos, 2007) En conclusión la universidad pública actual no está para servir a las empresas o industrias, para generar sus propios ingresos o sobrevivir como institución, sino que debe procurar por mantener su legitimidad como bien común y un derecho de todos y todas para la formación de profesionales de cambio y transformación; la investigación como eje transversal de la educación superior donde sus resultados y su finalidad está en generar cambios, ayudar y hacer partícipe a la ciudadanía en general con proyectos de calidad no necesariamente estandarizada sino como estrategias eficaces para la sociedad, la universidad como espacio democrático y de inclusión a través de la participación y reconocimiento de la diferencia, un currículo no impuesto sino que corresponda a la autonomía universitaria como derecho constitucional en donde se construyan pedagogías alternativas metodológicamente apropiadas al contexto; una universidad que no se quede en la crítica de los procesos que son inevitables como la globalización sino que se reivindica demostrando su capacidad de respuesta a los procesos neoliberales que la quieren desaparecer y exigiendo un compromiso real al Estado como garante principal de este derecho y no de las imposiciones comerciales y económicas externas. La universidad pública se defiende con ideas, con reformas para todos y todas y con una sociedad consciente de sus derechos, que se da cuenta de la importancia de la universidad como eje transformador y no como un ente aislado e indiferente.


BIBLIOGRAFÍA •Constitución Política de Colombia 1991. (2013). Atenea Lta. •Jiménez, M. R. (2011). Educaciones y pedagogías críticas desde el sur. Lima: Consejo de educación de adultos de América Latina (CEAAL). •Ramirez, C. E. (s.f.). De la "pedagogía moderna" a las tradiciones pedagógicas de la modernidad. Santos, B. d. (2007). LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: Para una reforma democrática y emancipatoria de la universidad. La Paz: Plural editores.

•Walsh, C. (s.f.). Ctálogo en Línea. Pontificia Universidad Javeriana. Recuperado el 24 de mayo de 2014, de http://revistas.javeriana.edu.co/:http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/signoypensamiento/article/viewFile/4


Breve análisis sobre algunos problemas fundamentales de la educación escolar y universitaria Andrés Ricardo Leyton “En las universidades de las naciones más civilizadas no se recurre a estos métodos para lograr homogeneidad; sin embargo, hay presiones por parte de activistas estudiantiles, especialmente en aquellas universidades que son financiadas con los recursos de los contribuyentes. En estos casos, a través de las referidas presiones, generalmente se bloquean posibilidades de libertad de expresión a los oponentes del sistema”(Johnson, ¿Para qué sirven las universidades?, 1991) Toda animal posee capacidad cognitiva para aprender conocimientos necesarios para sobrevivir, el león debe aprender a cazar y matar, las aves a volar, los herbívoros a evitar los depredadores, se sabe que un lobo criado en cautiverio, al ser soltado en la naturaleza carecerá de las habilidades básicas para cazar, debe adquirirlas en un ambiente propicio, pero esto le compete más al campo de la etología; el hombre también posee esa capacidad, desde los albores de la humanidad ha podido adquirir y transmitirlo a otras generaciones o sujetos de conocimiento, según el antropólogo Clifford Geertz “la cultura más que agregarse, por así decirlo, a un animal terminado o virtualmente terminado, fue un elemento constitutivo y un elemento central en la producción de ese animal” (Geertz, 2006), o sea que no es la cultura un elemento aparecido de la nada o inventado recientemente, sino parte esencial de todo humano, desde que aprendió a usar herramientas, cazar, recolectar o cultivar, hasta que desarrollo lenguaje y símbolos para comunicarse y plasmar sus ideas; el lenguaje se transmite en la educación, un niño Masái en África aprende en los primeros años de vida la lengua Olmaa por ser usada en su familia, pero si ese mismo niño desde su nacimiento es criado por una familia de japonesa aprenderá japonés, ya que lo que importa es la educación desde el momento mismo de la crianza. La educación surge en sociedades militaristas como la espartana o la mongola para la guerra, hasta sociedades como la romana o la Grecia clásica que lo hacían para labores escribanas o en otras palabras las letras, puede transmitirse oralmente como los poemas manás de grupo étnico Kirguís que habita en Asia central o en la China, o de forma escrita como el poema épico Beowulf de la tradición anglosajona , la tora en la tradición semítica o el Cantar de mío Cid en la tradición de la península ibérica, de hecho obras del folclore escrito como los cuentos de los Hermanos Grimm o las obras homéricas de la Ilíada y la odisea que son tradición escrita, nacieron de la transcripción de cuentos orales, todo esto hace parte antiguas formas de enseñanza en sociedades antiguas o tradicionales, de clanes o aristocráticas.

La educación también era técnica, como por ejemplo la educación de una familia campesina que transmite técnicas de agricultura y ganadería o la educación gremial en los talleres medievales, donde se aprendían oficios, pero también hay educación encaminada en lo literario como la de la Grecia clásica con la filosofía o la escolástica medieval, con el mundo moderno esto influyo con el surgimiento de las ciencias sociales desde donde se analizó la educación, uno de los más influyentes antecedentes será el Emilio o De la educación de Rousseau, pero no el primero, antes de él hubo quienes pensaron sobre lo pedagógico contrayendo ideas como currículo educativo, estatalización de la educación, el papel de lo psicológico en la educación, que Noguera considera los pilares de las tres principales escuelas teóricas de la pedagogía


por esto tratare sobre la estatalización de la educación y sobre la educación universitaria. Pero antes que nada es menester preguntarse ¿qué es educación? . La noción clásica de educación más representativa es la de Durkheim que postula que es el mecanismo de transmisión de conocimientos necesarios para la vida social parte de las generaciones maduras hacia las más jóvenes, por eso se podría decir que una familia campesina cría a sus hijos con el fin de que estas adquieran experiencia para administrar a la finca, o un padre que enseña a su hijo como administrar un negocio para prepararlo, esta teoría si bien dice algo importante, pero la educación es más que eso, otra noción más amplia sería la de Benegas Lynch quien considera que “La educación consiste en todo el aprendizaje que lleva a cabo el individuo a través de su vida. Este proceso educativo permite realizar aquellas potencialidades que, en definitiva, selecciona el individuo” (Benegas Lynch, La educación en una sociedad libre, 1984), todo aprendizaje puede ser una fuente de experiencia, la experiencia laboral, las relaciones que teje, el conocer nuevos sitios[1]. Israel Kirzner consideraba que todo hombre en libertad posee la innata capacidad de descubrir oportunidades que le son beneficiosas de manera creativa[2]. Uno de los principales paradigmas de la educación moderna es el monopolio estatal sobre la educación y la escolaridad obligatoria compulsiva que surgió con el empoderamiento del estados en la modernidad, antes en la historia nadie consideraba monopolizar la educación ( monopolizar entendiéndola como hoy en día ), en la Europa medieval, la educación era dictada o en los gremios o lo intelectuales en las primeras universidades con el fenómeno de la escolástica, el monopolio estatal de la educación tiene su origen en la autoritaria Prusia del siglo XIX,

influidas por las ideas de Ramus, Ratke, Pestalozzi y Comenio , que surgía en el pensamiento de Johann Friedrich Herbart y en menor grado de Johann Gottlieb Fichte, pero no fueron los primeros en pensar en la educación estatal, Martín Lutero vario siglos atrás la pensó, el fin del Lutero no era otro que la imposición del cristianismo protestante; el economista e historiador Murray Rothbard, profundamente crítico de la de la educación estatal, al respecto del papel pedagógico de Lutero nos dice que: “para Lutero, las escuelas estatales debían ser una parte indispensable de la guerra contra el “demonio”, o sea, contra los católicos, judíos, infieles y otras sectas protestantes competidoras. Un admirador moderno de Lutero y de la educación obligatoria destacó que “el valor permanente y positivo del pronunciamiento de Lutero en 1524 radica [...] en las sagradas asociaciones que estableció para la Alemania protestante entre la religión nacional y los deberes educacionales del individuo y el estado” (Rothbard, Hacia una nueva libertad: el manifiesto libertario, 2005)

Juan Calvino se mantuvo en esta línea, veía la educación como medio de expandir su fe, hasta tal punto que sus feligreses, los calvinistas fueron como añade Rothbard “los primeros en establecer la educación obligatoria en los Estados Unidos, en la Bahía de Massachusetts, fueron los puritanos calvinistas, quienes ansiaban implantar una teocracia calvinista absolutista en el Nuevo Mundo” (Rothbard, Hacia una nueva libertad: el manifiesto libertario, 2005), por eso se podría decir que el principal motor de la monopolización estatal de la educación fue la aculturación, una de las principales consecuencias de la escolaridad estatal compulsiva es por supuesto su uso como medio de aculturación, que al comienzo era religiosa con Lutero y Calvino y luego

[1] Para profundizar más en esta noción puede consultarseEl capital humano (Becker, 1983). [2] Véase su libro Creatividad, capitalismo y justicia distributiva(Kirzner, 1997).


asumió más aspectos étnicos como la educación para germanizar en Fichte, aún así el fin de aculturación estuvo tanto en Lutero como en Fichte, de hecho Fichte contaba con que la educación para ser útil al fin del estadonación, sacrificase la libertad de individuo, decía en su obra Discursos a la nación alemana que “el primer error actual de la nueva educación radica, junto a la manifestación de impotencia y futilidad, precisamente en reconocer y contar con un libre albedrio del educando” (Fichte, 1984), está claro que su modelo e educación no era compatible con una sociedad libre y por eso tenía claro que el proceso de germanización requiere el sacrificio de la libertad, por eso rescato una idea Ludwig von Mises que refleja en menor escala su postura sobre el papel de la monopolización de la educación por parte del estado que es bastante certera al respecto: “El principal instrumento de desnacionalización y asimilación obligatoria es la instrucción. La Europa occidental desarrolló un sistema de instrucción pública obligatoria que llegó a la Europa oriental como un triunfo de aquélla. Pero en los territorios lingüísticamente mixtos se convirtió en un arma temible en manos de los gobiernos resueltos a cambiar la fidelidad lingüística de sus súbditos. Los filántropos y pedagogos ingleses que propugnaban la instrucción pública no previeron los odios y resentimientos que iba a despertar esta institución” (Mises, 2002) Este modelo no es recuerdo del pasado, de hecho se sigue empleando hasta el día de hoy, basta con ver como los grupos nacionalistas españoles buscan por medio de leyes coactivas imponer su lengua y cultura con la educación, unos buscan hispanizar, otros imponer lo vasco o lo catalán, todos para imponer su cultura, como dijo Friedman “enseñamos a los niños, esencialmente, de la misma forma en que lo

hacíamos hace 200 años: un maestro frente a un grupo de niños, encerrados en un salón” (Friedman M. , 2006), es de hecho algo enraizado en la mentalidad de lo políticamente correcto, es un dogma oficial sobre la forma de entender la educación, hay quienes se contentan con altos índices de alfabetización aunque hayan sido con un homogeneizador sistema de masas o colectivista como el de Benito Mussolini, pero con la revolución francesa la aculturación adquirió nuevos fines, el antropólogo Pierre Clastres postula que la consolidación de la república francesa después de la revolución se dio por medio de un proceso de unificación, una forma de etnocidio o aculturación, de afrancesamiento hacia los grupos regionales; el papel de la educación en este proceso fue que “la tercera república transforma definitivamente a los habitantes del hexágono en ciudadanos gracias a la institución laica, gratuita y obligatoria y más tarde al servicio militar obligatorio” (Clastres, 1987)por eso la educación hoy además de ser una aculturación étnica, es un adoctrinamiento cívico ya sea en valores demócratas o en la ideología socialista. Rockwell nos dice que “el verdadero origen y propósito de la educación pública no es tanto la educación como solemos entenderla, sino el adoctrinamiento en la religión cívica. Esto explica por qué la élite cívica es tan suspicaz con la educación en casa y las escuelas privadas: no temen las bajas notas en los exámenes que puedan generar, sino la preocupación de que estos niños no estén aprendiendo los valores que el estado considera importantes” (Rockwell, 2012), está claro que la educación estatal nació para aculturación en sentido religioso, luego étnico y se convirtió en un medio de aculturación de cívica y en general política, antes se buscaba acomodar a minorías étnicas y/o lingüísticas hacia una cultura ajena sin la más mínima consideración de su libertad de elección, luego se descubrió que se podía amoldar al proyecto de estado-nación que tuviesen los soberanos,.


ejemplos tan dispares como Calvino, Fichte o Makarenko, por supuesto todos creían estar haciendo lo correcto, amoldando los niños a su esquema, homogenizándolos según un proyecto estatal ya sea bajo fines nacionalistas, demócratas, religiosos o socialistas, por eso también es innegable que muchas veces estos modelos de educación compulsiva han sido defendidos por causas benevolentes más que por su proceso de aculturación, es de hecho eso lo políticamente correcto, es dogma no cuestionar el papel benévolo y necesario del monopolio estatal de la educación que es un recurso de suma importancia aún más para los peores tiranos, los totalitarismos fueron el caso más radical, siendo los modelos que llevaron al extremo el carácter homogeneizador y adoctrinador de la educación de masas, los dos más claros ejemplos fueron las Hitlerjugend o Juventudes Hitlerianas del Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores que era aplicación de educación militar a los ciudadanos desde su edad escolar, adoctrinamiento en los fines del partido, esto nació con los grupos de jóvenes extremistas nacionalistas de las juventudes libres antes de que el nacional socialismo llegase al poder y se volvió obligatoria con los nacional socialistas en el poder, otro claro ejemplo seria el modo de Antón Makárenko, quien construyo su doctrina pedagógica en la educación de delincuentes, desarrollando un método creado en la re- educación de delincuentes, donde el individuo no posee la palabra, donde la opinión minoritaria y disidente debe amoldarse a la del resto, homogeneizándose en la colectividad, apagando la diversidad, negando la personalidad del individuo, por supuesto que tan radicales métodos no son de énfasis en aquellos estados con un mínimo de libertad política o civil, pero es de notar los extremos a los que se ha llegado por medio de la educación compulsiva y el monopolio estatal de la educación.

Pero esto no solo ocurre en la educación en estatal, el estado no solo puede monopolizar estatalizando la educación, sino y es aún más común, estatalizando el currículo, el estado tendrá entes burocráticos como un ministerio de educación que decidirán no solo a quien educa, sino cómo y en que se educa , por defecto se entenderá que toda institución que enseñe debe hacerlo en base al currículo estatal y según las normas que establezca el estado por medio de sus estándares, por ejemplo en Colombia una muestra clara de esto sería el ICFES, una prueba que mide de forma homogénea que se debería aprender según un ente central de planificación y aun las instituciones privadas se deben por mandato asimilar a esos estándares, como dijo Benegas Lynch cuando dice “Como hemos dicho, éste es otro de los graves inconvenientes de la educación estatal al verse obligados a establecer estándares. “Cuando la norma coactiva y uniforme establece la enseñanza religiosa los no religiosos se perjudican y viceversa” (Benegas Lynch, La educación en una sociedad libre, 1984), si se enseña por ejemplo un tema X que es contrario a los principios de Y, si se enseña religión con un currículo que incluya el cristianismo, se perjudicara al judío, o al ateo, si se enseña cívica democrática, se perjudicara a anarquista, si se enseña colectivismo al modo de Freinet se perjudicara al individualista, ya que “En la medida en que se trate al individuo como un "ser promedio normal" no sólo se está contrariando la naturaleza de la especie humana sino que se está reprimiendo la creatividad individual” (Benegas Lynch, La educación en una sociedad libre, 1984), por ende no hay algo más cuestionable a que sea el gobierno quien tenga el monopolio de decidir quién enseñe y lo que deba y no deba ser enseñado, es por eso que aunque se quiera crear una escuela privada por fuera del monopolio, el estado amparado en sus mandatos te abrigara a que te acomodes a su esquema, velara por qué enseñes lo que los burócratas, políticos e intelectuales quieren y si es posible como estos decidan


Por eso modelos como la desescolarización o escuela en casa es en países como Alemania criminalizada, o en el mejor de los caso se intenta tenerla mínimamente acomodada a los estándares, o formas de educación que sea acorde a la decidida por burócratas, ejemplo de esto es la escuela de Summerhill que era una escuela privada fundada por Alexander Sutherland Neill, quien aposto por una educación que no se basara en disciplina autoritaria, pero los burócratas han intentado cerrar aquella escuela al no estar acorde a los estándares gubernamentales. Otra de las críticas y alternativas provino de María Montessori quien demostró que la educación compulsiva como tal no liberaba, sino que destruía el espíritu de aprendizaje, desconocía la personalidad de ese niño o joven y lo educaba para hacerlo como se consideraba debiera ser a futuro, negando su individualidad, lo cual le llevo a construir su modelo pedagógico que tenían como medio y fin último la libertad, permitiéndole al joven elegir y seguir su camino[1], una acertada critica a la educación de masas y al currículo único de a educación estatal, lo que nos deja la lección de que no debe un grupo de burócratas y políticos decidir que educar, el estado no bebe meter su agenda política en la educación aunque tengan cierto papel de invertir en educación, tal idea ya ha sido cuestionada por los liberales que apuestan por educación fuera del estado sin monopolio de cual deba ser o por los anarquistas que apuestan por la autogestión para no tener que financiarse por los estados, no debe haber un esquema de escuela y currículo monopolizado, sino libertad de ofertar escuelas o universidades con diversos tipos de currículo y modelo, permitir que hayan escuelas católicas, judías, socialistas, técnicas, republicanas, progresistas, anarquistas, liberales, anarquistas autogestionadas o Homeschooling, cada quien debería poder decidir que opción.

En cuanto a la universidad haciendo algo de historia nos debemos remitir a sus orígenes, las modernas universidades nacieron en la edad media con la escolástica, su fin original era la enseñanza de la teología, aunque esto no impidió que se llegara a otros tipos de conocimiento como Francisco de Vitoria o Juan de Mariana, quienes llegaron a trabajar en ámbitos como el derecho, la política o la economía, por ejemplo sus ideas sobre la teoría monetaria son bastante cercanas a las de la moderna economía[1], sus ideas del derecho natural fueron las que permitieron posteriormente y a lo largo de la historia en teóricos como Hugo Grocio, John Locke, LysanderSpooner, Herbert Spencer o Murray Rothbard, crear ideas en defensa de la libertad, por ende aun en una época de dogmatismo religioso, esta institución logro libertad de cátedra, de hecho los escolásticos llegaron a oponerse a la conquista de América o la inquisición, de ahí la idea del humanismo, por eso la universidad surge en la escolástica para el estudio de la fe, pero va más allá de los lineamientos. La universidad actual ha pasado de ser un sitio del debate filosófico, centros de demagogia o politiquería, donde la libertad de pensamiento se restringe según no solo las regulaciones del gobierno sino además de las elites académicas que definen lineamientos y deciden como homogenizar. En cuanto a la libertad de cátedra, ya hace más de un siglo que el influyente sociólogo Max Weber cuestiono que hubiese plenamente libertad intelectual en artículo como La pretendida libertad intelectual en las universidades o la libertad intelectual en las universidades, donde exponía como los académicos con buen puesto dentro de la estructura burocrática en las universidades estatales, amparados en su puesto, influencias y privilegios podían desfavorecer a aquellos académicos que mantuvieran tendencias altamente alejadas de las hegemónicas.

[1] Para tener una noción más amplia de esta crítica y su alternativa pedagógica véase (Montessori, 2005), aunque hay material más completo en la bibliografía de esta pedagoga. [1] Para saber más puede consultarse Juan De Mariana y los escolásticos españoles de Jesús Huerta De Soto(Huerta De Soto, 2002)


Además se termina volviendo hegemónicos una serie de posturas, como por ejemplo hay universidades donde se forman grandes concesos de izquierda académica que velan por reproducir posturas amigables y cerrarle la posibilidad a otras visiones no compatibles a esta, por eso es necesario una descentralización curricular, la universidad debe ser un espacio de la reflexión y debate, donde se pueda expresar su opinión, que sea tolerada aunque sea la postura considerada políticamente incorrecta, minoritaria y ajena al mainstream, por ejemplo existen historias del revisionismo neofascista, tales posturas revisionistas crean perspectivas alternas, como cuando en la segunda guerra mundial aunque muchos en pro del declarado fascismo de sus teóricos no aceptarían que estos expongan tales ideas en una universidad, de hecho las considerarían disparatadas, yo claramente tampoco estoy de acuerdo con esta postura, pero al impedirles que se expresen solo se está restringiendo a libertad de cátedra, manteniendo un respeto mutuo con tales posturas y relaciones de debate donde sea garante la razón y la tolerancia. Aún la Universidad Distrital aunque ha abierto a las nuevas epistemes progresistas, es cerrada ante muchas cosas, por ejemplo la sociología funcionalista, la economía neoclásica, la economía austriaca, el positivismo lógico, la filosofía objetivista o la filosofía política iusnaturalista, son por ejemplo tendencias que al ser mal vistas son solo mencionadas pobremente en raras ocasiones para ser denostadas negativamente, en vez de poder abrírseles campo, por no estar acorde a lo que la visión mainstream progresista que la universidad enseña. El problema no es el currículo, sino que esta sea una decisión arbitraria por un ente central con buen lugar burocrático, ejemplo de esto fue en la Universidad Distrital unas reformas recientes que no fueron del agrado de todos y llevaron a un paro por parte de grupos de presión activistas, combatieron tales reformas, pero el problema no estaba basado , como

muchos pensaban , en que entes centrales de docentes privilegiados y burócratas son los que definen el currículo, el problema era que las decisiones centralizadas no alcanzan a ser del agrado de todos y este tipo decisión de instancias externas se hace sin el conocimiento necesario para decidir de manera viable, por eso toca descentralizar y despolitizar restándole poder a los docentes privilegiados y disminuir considerablemente los puestos burocráticos, ya que estos también son usados para privilegios abusivos o más aun el burócrata es un administrador que no corre riesgo, está asegurado aun cuando el resto no, al ser parte del sector estatal subvencionado parasitariamente por el estado, no tiene incentivos para actuar de manera provechosa, sino que al contrario es más posible que sean focos de corrupción y entre más burócratas que sean la posible causa de más corrupción, también causaran más ineficiencia administrativa, haciendo más complejos tramites simples; también se crean elites docentes y elites estudiantiles que son grupos de presión que por medio del activismo se van armando de poder y privilegios por sobre el resto y que terminan siendo quienes tiene la palabra en decisiones como, pero que lo pueden hacer sin el aval del resto de los estudiantes y a costa de ellos como la MANE, su presencia termina mal llamándose democracia universitaria, aunque más bien parece una oligarquía estudiantil[1]. Pero todo lo previo de la educación universitaria fue más bien a gran escala, que diríamos a pequeña escala, ya que es en la docencia donde está el corazón de la universidad, es el abordaje del conocimiento, lo primero es sentar espíritu crítico, palabra muchas veces usada y abusada, por eso creo menester hacer énfasis en definir tal concepto, por espíritu crítico no me refiero a ninguna escuela de pensamiento sino a la capacidad [1] Hay quienes como Ñaupari en La política estudiantil: una opción distinta Paul Johnson (Ñaupari, 2004) y (Johnson, 1991) denunciaban el papel nefasto de la politización de las universidades.


del alumno de dudar sobre lo que se enseña, ya que se podría caer en el error de aceptar llanamente no solo las buenas ideas de los profesores, sino sus más grandes errores, por ejemplo brillantes docentes han dictado en su clase que Lósif Stalin ha sido una gran persona, que lo alaban como un héroe, por supuesto que parece que olvidan u ocultan que de hecho fue un brutal dictador que gobernó con el poder militar negando toda libertad humana, que extermino genocidamente grupos étnicos como los Cosacos o los Ucranianos, que en su deskulakización asesino campesinos arbitrariamente, que enjuicio a sus camaradas de partido solo por diferir en algunas ideas[1], es por eso que aceptar sin duda cuando alguien alaba a este hombre es como aptar que un neofascista diga que Hitler fue el más noble líder de Alemania a pesar de la barbarie genocida de su solución final, otro elemento que defino en pensamiento crítico es incentivar la curiosidad en profundizar por elección propia su búsqueda de saber sobre los temas o más aun en buscar más allá, en mi caso mis principales referente teóricos no son los que me enseñan mis profesores sino fuentes teoricas que he encontrado buscando de manera autodidacta, no solo quedarse en las críticas de los docentes, sino en indagar del tema por diversos lados ya que como dije previamente hay muchas cosas que los docente evitan enseñar que podrían ser una escondida riqueza epistémica[2]. Me parece interesante la manera en que Benegas Lynch describe como hace clase “si no queda claro lo que estoy diciendo que me interrumpan, que si queda claro pero no están de acuerdo que me discutan y que si les parece claro y están de acuerdo, los invito a que hagan de “abogado de diablo”” (Benegas Lynch, Misión de la enseñanza superior, 1999) aquí lo importante es reconocer que el estudiante sea más curiosos y se atreva a cuestionar a

docente, en la Distrital he visto gente con ideas realmente distintas y con serias dudas acerca de las posturas de los docentes, pero que valoran más callar y seguir la corriente al docente, muchos debates no los mata la falta de espíritu crítico sino el temor y la desconfianza de los alumnos a cuestionar a sus docentes, ya que inclusive no falta los docentes que usan su posición para perjudicar y boicotear arbitrariamente a alumnos solo por ser disidente de su postura, otros docentes llegan diciendo que solo se estudiara sus temáticas al pie de la letra, que no se pude hacer referencia alguna ajena a estos que atente contra a pureza teórica de sus teóricos, estas actitudes matan la fe en el debate e incita a callar las voces opositoras , perjudicando la posibilidad de libertad de cátedra y de espíritu crítico, se necesita respeto y tolerancia entre estudiantes y docentes, se necesita estudiantes capaces de cuestionar a sus docentes y docentes capaces de tolerar que el alumno decida por posiciones radicalmente opuestas a la suya, se necesita abrir el debate filosófico por eso prefiero no solo no callarme opiniones, debatir cuestionando las posturas hegemónicas, como debe ser. Parecería que no he sido claro en todo este escrito sobre un proyecto pedagógico alguno, pero creo más importante repensar los cimientos sobre los que se ha establecido la forma de entender la educación, además construir un modelo no es algo que deba hacerse como mero acto filosófico, claro o que eso es importante, pero todos los importantes teóricos de la pedagogía no han creado sus ideas de la mera deducción, sino que lo han hecho en ejercicio de su labor conociendo como son sus estudiantes, aprendiendo de ellos, pero rescato de Montessori la idea de que es necesaria una ética de la educación y esa la libertad, es el principal derecho natural de todo de todo hombre

[1] Léase por ejemplo (Courtois, 1998) o (Díaz Villanueva, 2013) [2] Puede encontrarse más en el artículo de Benegas LynchMisión de la enseñanza superior (Benegas Lynch, 1999)


rescatando el derecho natural rothbardiano[1] que es la consideración de que todo hombre es dueño de sí mismo y nadie puede ser dueño de otro, cada quien es dueño de su propia voluntad y esta no puede ser enajenada contra su voluntad por la amenaza de agresión hacia sí mismo, considero que toda la educación debe tener claro este principio, no hay sociedad sin los individuos que la confirman y para lo social toda escuela o universidad no debe imponer la pertenencia a lo social, como los fascistas y los comunistas que dictaban la sindicalización o cooperativización forzosa, debe venir desde relaciones voluntarias en donde pueden haber consensos voluntarios y no se puede decidir por mayoría consensuando acuerdos que agredan la libre decisión de terceros que no han decidido ser parte de el mismo, ya sea que veamos que a la educación la guie algún ideal cooperativo o competitivo, es el fin de la libertad el que debe ser la base ética que guie todo proceso educativo, este sería el que considero definiría como mi aporte no para haber creado un modelo, sino para sentar aquellos principios éticos sobre los cuales se debiera guiar a futuro la labor pedagógica. Por ende cerraría esto con las conclusiones de que aunque se le dé al estado la función de crear escuelas estatales, independiente de si es a futuro aceptable o no este papel, debería dejar su agenda política fuera de estas, debería deja de decidir arbitrariamente cuál debe ser el currículo y modelo único, los padres y los alumnos deben de ser libres de escoger el tipo de educación que considere, como certeramente dijo Benegas Lynch “la individualidad requiere máxima flexibilidad en la enseñanza y ésta es, precisamente, otra ventaja de la despolitización de las instituciones educativas” (Benegas Lynch, La educación en una sociedad libre, 1984), por eso es necesario una educación en libertad, donde los burócratas y los políticos no decidan [1] Para indagar más sobre la teoría ética de Murray Rothbard léase (Rothbard, La Ética de la Libertad, 1995) y para profundizar más en esta teoría ética política puede leerse además (Rothbard, Hacia una nueva libertad: el manifiesto libertario, 2005)

por cada quien arbitrariamente como debe educarse y en que, no deberían haber regulación alguna del cómo enseñar y cual deba ser el currículo, sino permitir libremente diversos tipos de educación y poder escoger libremente, en las universidades decidir por descentralizar quitando el poder a los burócratas, los profesores y alumnos privilegiados evitando dar más poder a grupo alguno, aposte en docencia por incentivar el espíritu critica del alumno que se interesa por el incentivo propio, expresa sus dudas sobre los docentes y siente curiosidad de buscar ms allá de lo que le dictan sus maestros, que debata entre maestros y alumnos con la razón, la tolerancia y el respeto, pero y más aún defino que como fin ético para guiar a futuro toda apuesta pedagógica se deba tener en cuenta el respeto del derecho natural a la libertad.

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La universidad: Una utopía Lina Marcela Mora Cepeda Somos revolución para forjar en nuestra patria una universidad critica, creadora, y transformadora. Somos las y los jóvenes, la base de las sociedades, que educándose para educar construirán un mejor mañana. Siendo lápiz y papel concebimos la academia como la cuna del accionar político. Somos quienes gestamos la paz y el socialismo para una mejor Colombia.

Amor al conocimiento, a la academia, al aprendizaje, a la investigación y muchos otros factores, son los que nos deberían impulsar e incentivar a asistir a una universidad; una espacio de conocimiento, un territorio para la construcción de sociedad, dado al ejercicio pleno de la democracia y la participación, la formación de sujetos enfocados en aprender para aportar a la consolidación de una sociedad nueva y un verdadero ser humano. La educación pública entendida como un derecho y no un privilegio, debe ser de todos y para todos; representar los intereses del colectivo y no someterse a los intereses de algunos grupos –si se quiere, intereses particulares-; ésta debe ser una herramienta esencial para la construcción de un Estado democrático y para sentar los fundamentos de la construcción de democracia al interior de la Universidad. Es indudable que desde hace unos años, la crisis de la educación pública se ha agudizado con el paso de la mercantilización de los espacios de construcción de academia y pensamiento crítico, y evidentemente se ve reflejado cuando nuestra Universidad es carcomida por una crisis que se manifiesta en la totalidad de sus instancias quedando postergada a los avatares de intereses mezquinos. Vale la pena aclarar que esta crisis no obedece únicamente a este centro educativo, por el contrario, es posible afirmar que las demás universidades catalogadas como públicas en nuestro país, atraviesan por la misma situación ya que la génesis de sus problemas se encuentra ligada al desenvolvimiento del sistema capitalista que en la lógica centro-periferia propende por la

adecuación de dichos centros educativos en los países del mal llamado “tercer mundo” al interior de la cadena de producción en factorías para la calificación de mano de obra barata, o en su defecto, como agencias de promoción de los valores del mercado por medio de progresivos pero agresivos procesos de privatización. El entramado se agudiza en la medida que la corrupción y el clientelismo han distorsionado el horizonte de la universidad como espacio de convergencia de la pluralidad en aras de la vida digna para reducirla a un botín esencialmente de poder político y económico. La comunidad universitaria tiene que enfrentarse con una infraestructura insuficiente a las necesidades actuales, un bienestar universitario pensado en la lógica limosnera, una academia sin apoyo real a la investigación más allá de los mercantiles preceptos de Colciencias, con un profesorado en su mayoría tercerizado bajo la figura de ocasionales/hora cátedra, y en definitiva, en la negación de todas las condiciones de dignidad que son inherentes a los constituyentes primarios de la Universidad Distrital.


No hay que desconocer que hace algún tiempo se orquestan diversas formas de resistencia que como todo proceso social se ven inmersas en procesos de flujo/reflujo que siempre dejan lecciones para abonar al camino; pero la respuesta se encuentra en nuestras manos, somos artífices de la vida de nuestra alma mater. Y por esta razón es que como constructores de utopías soñamos la universidad que tanto anhelamos. La condición particular de la correlación de fuerzas existente, la adquisición de conciencia de las bases, y la puesta en el escenario de la discusión sobre la profunda crisis que vive la Universidad reconociendo su complejidad y el talante del enemigo que tenemos al frente, va a permitir que emprendamos el camino, complejo pero no imposible, hacia el Alma Mater– Universidad- donde quepan todos los mundos posibles. Hablamos de una educación accesible para todas y todos, que sea aplicable al contexto en el que vivimos y de cara a las necesidades de la ciudad; esto debe darse por medio de un constructo social, cultural e institucional que den paso a la caracterización del Alma Mater como escenario de interculturalidad y emancipación del sujeto. Nos asumimos diferentes, nos asumimos rebeldes y revolucionarios, porque partimos de ese dialogo entre iguales reconociendo al otro como sujeto social y político transformador, donde existe una responsabilidad como colectividad de asumir la tarea de educarnos para educar y forjar un mejor mañana. Buscamos crear otras formas de educación que den paso a un dialogo de saberes entre profesores y estudiantes borrando el imaginario y en ocasiones, idolatría, de la supremacía del profesor. De esta manera permitirnos ahondar en un trabajo pedagógico que necesariamente esté ligado a nuestro trabajo profesional, político y popular, desembocando en el empoderamiento de nuestra labor como educadores.

Se habla que a cada sociedad corresponde un modelo de educación, pero por qué no hablar de un modelo de educación que permita construir esa sociedad que tanto soñamos. En nuestra Alma Mater es imprescindible que exista una igualdad y un respeto entre todos los partícipes de la Comunidad Universitaria, desde los que realizan trabajos manuales hasta los que realizan trabajo intelectual, sin desconocer que todos y cada uno, desde sus diferentes labores, aportan una semilla a la consolidación de un ejercicio de fraternidad y compromiso en la construcción de una verdadera Universidad. Acabar con los formalismos educativos y adentrarnos en democratizar la escuela, permitirán que el conocimiento sea una elaboración colectiva y no una herramienta reproductora del orden establecido. Así las cosas, la Universidad debe tener un verdadero ejercicio de la autonomía pensado en pro del mejoramiento de la educación, no en esa política neoliberal del que tanto se jactan hablando los “grandes sabios” de la educación posmoderna, sino una educación pensada por el pueblo y para el pueblo, si se quiere, en una educación popular. A falta de una apropiación real del ejercicio de la academia, es que hoy por hoy encontramos tantas fallas en el funcionamiento de la misma; debemos asumir responsablemente roles dentro del trabajo colectivo que den paso a una investigación en la acción, es decir, un acercamiento a los espacios de formación alternativos que el habitual salón de clases: el barrio popular, la ciudad y el campo, como escenarios válidos para el aprendizaje y la enseñanza, con la mujer, el indígena, el niño y el abuelo, porque es allí donde reconocemos y aplicamos los conocimientos de las ciencias disciplinares e interdisciplinares.


Evidenciar procesos y empezar a construir desde la base y con el pueblo políticas de inclusión, de paz con justicia social, de defensa del territorio, de soberanía, de derechos humanos, de medio ambiente, de arte y cultura, como constructos sociales, es lo que finalmente permitirá un verdadero sentido de pertenencia hacia el proyecto de Universidad que día a día vamos consolidando. Forjaremos una universidad critica, creadora, y transformadora, que puede parecer utópica, pero que en el ejercicio de libertad y liberación, quienes pensamos que si es posible otra sociedad, que sí es posible otra Universidad, lucharemos inagotablemente hasta revolucionarla y gestar la paz y el socialismo para una mejor Colombia.


Fortalecer la escuela y la universidad para fortalecer la sociedad Nilson Arley Flórez Arias En una sociedad como la colombiana donde diariamente los índices de violencia, desempleo, intolerancia, muertes y/o delincuencia no se reducen pese a la implementación de políticas de seguridad policial o del incremento de algunas de las penas para determinados hechos punitivos. Es en este escenario socio-político que se hace menester analizar otros puntos de vista para darle un respiro a tan convulsionada sociedad, la propuesta que se presentará, es aquella que hace referencia a algunas políticas gubernamentales y cambios socio-culturales en la siguiente esfera: LA EDUCACIÓN. A través de un recuento de los que se considera algunos de los aportes más importantes y destacados a lo largo de la historia de la pedagogía. Con el objetivo que se pueda replantar el por qué en Colombia la educación no es una política de Estado de primer orden como en algunos de los países más desarrollados y/o cultos del mundo, para que así, no solo los índices destacados anteriormente disminuyan sino que la calidad de vida y la convivencia hagan posibles el desarrollo científico, tecnológico, ambiental, artístico, social y cultural que tanto necesita esta nación para que sus ciudadanos constituyan realmente una ciudadanía con los derechos, deberes y ética que ella implica. La complejidad que ha sido una característica dentro de la actual epistemología dentro de las ciencias sociales nos ha abierto la posibilidad de estudiar un problema viendo posibles causas, actores, análisis y soluciones desde diferentes puntos, es por ello que el acercamiento acá estimado será desde la historia, la epistemología, las propuestas de la pedagogía y de la inversión necesaria para el problema ya expuesto en el párrafo anterior.

Edgar Morín en su texto titulado Complejo de amor (1998) nos provee de un primer elemento fundamental para la enseñanza, que la palabra implica una de las claves que lleva a muchos a destinar su vida a la profesión docente o desde otros escenarios fortalecer la educación: “el amor procede a la palabra (…) El amor procede de la palabra”, esto es trascendental porque nos indica que es el lenguaje aquello que nos permite no solo la comunicación sino llamarnos seres humanos porque nos lleva a conocer los sentimientos, pensamientos y valores del otro. El replanteamiento que la Escuela, la enseñanza y la pedagogía ha significado protestas hacia el Estado-Iglesia como poseedor de las escuelas o centros de estudio y de la enseñanza, la creación de las escuelas y bibliotecas públicas, la valoración de las humanidades y el arte, el método científico moderno, la lucha de las clases populares por el acceso a la Escuela, estudios acerca del aprendizaje y comportamiento del niño, las consecuencias de las revoluciones burguesas, el surgimiento de los planes de estudio o la relación entre psicología, pedagogía y educación. Estos resultados que implican serias consecuencias hasta nuestros días en lo que respecta a la educación son algunas de las que muestra Moacir Gadotti en Historia de las ideas pedagógicas (1993). El proceso anteriormente expuesto implicaría un orden y construcción social que por ejemplo, en Colombia llevaría a que las ideas de José Jimeno Sacristán de cómo el alumno ha sido una invención producto de los adultos ha desencadenado en la naturalización de ver al niño como un alumno que debe ser organizado y dirigido completamente.


El problema que han planteado las pedagogías contemporáneas significa el empobrecimiento del saber pedagógico, ya que, la palabra pedagogía, educación y/o enseñanza han pasado a ser usadas indistintamente o como significados y ello ha implicado una proliferación de las pedagogías en donde no se es claro que entienden por estos conceptos, los objetivos que persiguen o sus programas de estudio. Los motivos por los que se propone que una política gubernamental que implique fortalecer el sistema educativo son los siguientes: a través de un sistema educativo sólido potencializar el país en los aspectos económicos, tecnológicos y científicos; gracias a la cultura, el arte y los deportes el conflicto social y violento del país se verían contundentemente disminuidos; y por último, porque la manera más emocionante, reconfortante y apasionada de ser libre es el acto de pensar. Las políticas hasta hoy desarrolladas no han permitido constituir escuelas y universidades interesadas por el diálogo, la emancipación y el conocimiento sino que ha impuesto una lógica en la que prima el cumplimiento de estrictas reglas hasta el punto de la sumisión, la completa obediencia del estudiante frente al profesor. Una de las primeras estrategias para afrontar el problema es subir la inversión porcentual a la educación del PIB del 4,49%[1] al 4,9%, y, no destinar este aumento en cobertura sino en mejoramiento de las infraestructuras que más lo requieran, preparación a los docentes y del bienestar universitario. Otra de las propuestas que ofrezco con respecto a los recursos es crecer el gasto público para la ciencia y la tecnología del 0,449%[2] del PIB al 0,65% para que sea

[1]Dato proporcionado por TheGlobalEconomy.com [2]Información hallada en Dinero.com

utilizado en la dotación necesaria para los investigadores y en la difusión de los resultados de dichos trabajos. Aunque si bien estos refuerzos presupuéstales representan bajos rubros en comparación con países como Brasil o Chile en la región o de los países más industrializados que invierten entre el 2 y el 5 por ciento, es un esfuerzo a corto y mediano plazo para fortalecer las instituciones y sus procesos para que en al menos una década puedan ser incrementados con más fuerza. La invitación para la educación primaria y secundaria es a evitar convertir el aula de clase en pequeñas guerras de vendettas en donde el profesor maneja un micropoder para hacer lo que su voluntad así le dictamine. Hacer de la clase un escenario más para el debate, la discusión y la curiosidad que permita al estudiante acercarse al tema que más sea de su interés y que él mismo sea quien proponga un método de estudio y que el docente le oriente con lecturas, análisis, críticas, actitudes y valores. Si bien considero que la inversión es más importante al nivel de la educación superior para lograr esa tan anhelada responsabilidad social que le compete a la universidad y que en los niveles anteriores se modifiquen las dinámicas académicas, no se debe olvidar que las dos necesitan fortalecer estos dos aspectos para hacer estabilizar todo el sistema educativo.


La universidad transformadora y constructora de realidad. Un acercamiento al ejercicio educativo y su relación con la realidad Oscar David Carvajal

1] Grito Histórico Comunicaciones http://colectivogritohistorico.blogspot.com/2014/06/dos-candidatos-una-pesadilla-educa )

Trujillo “Se necesitan profesionales que no busquen engordar en los puestos públicos, En las capitales de nuestras patrias. Profesionales que vayan a la provincia, que se hundan en ella. (…) La revolución no pasa por la universidad, y esto hay que entenderlo; la revolución pasa por las grandes masas; la revolución la hacen los pueblos; la revolución la hacen, esencialmente, los trabajadores.” Salvador Allende (discurso universidad de Guadalajara, 1970)

REALIDAD EDUCATIVA, ELEMENTO A TRANSFORMAR Hay que entender el fin de la educación, hacer que el sujeto se encaje en una realidad, que sea participe de ella, que la tome como suya y pueda adaptarse socialmente. Pero, ¿qué pasa con el deber de los educadores y educandos en relación con la realidad? ¿Por qué las universidades están encerradas en esta discusión? ¿Cuál es el deber de los que están en la universidad frente a su realidad? Esto, creo yo, está en tela de discusión en la coyuntura actual de cómo se encuentra la educación (tanto escolar como universitaria) y es el momento de empezar a discutir para construir o re-construir está institución. Estamos en un periodo en donde la educación colombiana es un ejemplo claro de cómo el neoliberalismo es incapaz de proponer un sistema acorde de las necesidades nacionales, en donde cada vez se impone una educación para el trabajo, mostrando el interés del sistema en enfrascar a los jóvenes en la vida laboral. Colombia juega un papel fundamental para el futuro latinoamericano, por eso se ve cada vez más frecuente cómo el engranaje estatal se dirige en picada para hundir al país en un sistema de desigualdad, de pobreza, hambre y criminal. La educación no puede salirse de las garras de éste monstruo

capitalista que propende de esta para establecerse en la población, conseguir la aprobación y seguir produciendo capital para los intereses de unos pocos. Esto se ve claramente en las propuestas frente a la educación con las que consiguió la reelección Juan Manuel Santos, y que no se diferenciaban en mucho de las propuestas hechas por Oscar Iván Zuluaga. A continuación, algunas de ellas: “- El modelo de educación de las 8 horas, - presupuesto e infraestructura, - cupos al SENA, incentivando la educación técnica y tecnológica. - becas e incentivos para las carreras universitarias, - Financiación de créditos con ICETEX - educación a la primera infancia, - Escuela para padres, - “Educación gratuita y de calidad”, - Alimentación para los estudiantes, - Implementación de las tecnologías en la educación, - Fortalecimiento de la democracia - Apoyo del sector privado en la educación - Colombia bilingüe”[1]


Claro, pero como todos pensábamos en el futuro del proceso de paz, no nos fijamos, o tal vez nos hicimos los de la vista gorda, frente a éste hecho que puede definir de manera trascendental la figura de paz con la que sueña “nuestro presidente electo”. El hecho de que las mesas de negociación con las FARC-EP y los diálogos exploratorios con la UC-ELN se den en el gobierno de Juan Manuel Santos, no quiere decir que él es el que va a firmar la paz, ni siquiera se sabe si estos diálogos terminen satisfactoriamente, y es más, la paz del país es un problema muy grande para que solo la insurgencia y el estado lo intenten resolver. Pero ya habiendo aclarado esto, es el momento de preguntarnos ¿cuál es el papel de las instituciones de educación en todo está discusión?, si bien, no son las que dan la vanguardia, si son una herramienta muy importante para buscar la solución a estos problemas. El modelo que se implanta en la educación colombiana está diseñado para la validación del sistema, no está exento de sufrir transformaciones, y más cuando son tan cruciales y necesarias en nuestro país. Estás transformaciones van saliendo de las necesidades que tiene la sociedad para su bienestar, y no como nos han mostrado, para el bien de una clase explotadora que lo único que quiere es obtener lucro de la educación. Es nuestro país uno con características muy específicas, y que desdeñan problemáticas propias que no pueden solucionarse con modelos internacionales, pues sería desconocer la realidad en la que viven más de 45 millones de colombianos a diario. Siendo un país desigual, con pobreza extrema, falta de acceso a la tierra, sin garantías de los derechos sociales, políticos y culturales, y que además, presenta un conflicto armado de más de 50 años. Es claro que en Colombia se vive un conflicto político, social, cultural, armado, económico y ecológico, estamos inmersos en un caos impuesto por el imperialismo de los países potencia, y en el que nosotros como país-estado no pudimos opinar por “nuestro.

evidente atraso frente a las potencias capitalistas”. Y todo esto, es claro, que configura una realidad alejada a cualquier otra, genera unas dinámicas propias, y hace que el ser conviva y reaccione de diferentes maneras. Pero desgraciadamente seguimos pensándonos bajo los parámetros extranjeros, impuestos en realidades distintas, en condiciones distintas, y en evoluciones distintas. Nos cuesta entender que la única forma de llegar a lo que el pueblo quiere, es alejándonos de lo impuesto, y empezar a pensarnos en nuestras particularidades. No estoy diciendo que los hechos internacionales no puedan ayudar, pero si estoy diciendo que se tiene que adaptar a el mundo en el que vivimos, un mundo paralelo llamado Colombia Ese pues, empieza siendo un problema grande para la educación. Los intelectuales se piensan como franceses, ingleses, europeos, pero nunca como colombianos. La universidad toma como referencia ese único mundo que pinta la mirada científica occidental, pero nunca se encarga de referenciarse en su realidad. Acaso no nos damos cuenta que nuestros objetos de estudios están afuera, desde punta gallinas a Leticia, desde el Chocó hasta Cúcuta, nuestra realidad está en el mundo paralelo, ese que ya nombramos y que desconocemos, y al que no dedicamos un estudio cuidadoso, como se lo merece. Y tal vez esto sea el mayor problema de nuestra educación, esa falta de carácter autónomo, de sentirnos particulares en el mundo, y saber que esas particularidades son los más preciados objetos para estudiar. Cuando Entendamos esto, cuando veamos que nuestra realidad la moldean a las necesidades del capital, pero a su vez entendamos que somos nosotros los que empezamos a transformar desde nuestro ambiente, que en este caso concreto es la universidad. Es un llamado a que la universidad, en un principio, tiene que convertirse en ese espacio pluricultural, abierto, democrático, interactivo, admirable, gentil, académico, recreativo, activo, transformador,


consciente y sobre todo, un lugar construido por las bases pobres que sostienen nuestra superestructura y que se adapte a esas necesidades. Universidad, centro de transformación de los sujetos en la educación

El anterior esquema nos muestra como a partir de la universidad, se encuentran inmersos necesariamente otras partes de la sociedad, y que a su vez también constituyen la realidad. Estas son entonces la escuela, los estudiantes, los padres y los mismos maestros (tanto universitarios como de colegio), que a pesar de tener una conexión no muy directa y aparentemente inexistente, resultan conectados tanto entre ellos mismos, como con el eje central que es, en este caso, la universidad. Cabe aclarar que la universidad no es el eje central por una tarea específica, sino porque es nuestro tema central en la discusión, aunque también hay que decir que es la universidad la que aporta los contenidos teóricos que son los que permiten un estudio de la sociedad, pero también son los que dan las bases teórico-ideológicos por los que se sustenta la realidad en que vive el mundo. Cuando estas partes se relacionan entre ellas, tienen un poder de transformación potencial, ya que son ellas las que construyen y hacen parte

y peso importante en la constitución de la realidad colombiana. Pero al tener una relación constante con la universidad, si se generara una transformación en está, entonces se reflejará en un cambio total en las partes con las que tenga relación. La universidad, tiene que ser la promotora principal de ciertos principios que, al ser implementados dentro de la estructura, son las garantías para el desarrollo del que debe ser líder la institución universitaria. En otras palabras, si la universidad maneja estos principios mostrados en el esquema anterior, podrá ser la garante de un proceso de transformación de la realidad, contribuyendo con principios básicos para la construcción social del país. Es la universidad la que tiene que empezar, desde su mismo funcionamiento, a impulsar estos valores que dan peso a las prácticas educativo-sociales que son emprendidas desde todas las áreas que pueda tener una institución de educación superior.


Estás partes, son las que a fin de cuentas, en un circuito terminan conectándose y complementándose entre sí, y aunque en la gráfica solo podamos ver la conexión entre algunas de ellas, cabe decir que todas están interconectadas, y esto con el fin de cumplir diferentes propósitos que en fin de cuentas, terminan adaptando y transformando la realidad según sean los intereses que muestren un manejo de estos gremios. Y cómo todos están siendo pervertidos directamente por el sistema económico capitalista en su fase neoliberal, es por eso mismo que se configura una realidad en la que todos hacen parte, y en la que tienen el poder, aunque no lo crean, de transformar o de conservar y perpetuar las formas impuestas por el poder dominador.


Al alterarse en si misma alguna de éstas partes, en definitiva se empieza a transformar las dinámicas que tienen las relaciones existentes entre sí. Explicando, si decimos que la universidad puede ser una institución que entra en relación con estás distintas partes de la sociedad, en las que creo se ve recogida en gran manera la mayoría de la población, puede llegar a ser la piedra angular de transformación o perpetuación de las maneras en las que se existe y se construye una realidad. La universidad, al ser la productora de intelectuales crítico-propositivos, mantiene una relación directa y constante con la sociedad. Pero los que tienen un poder, más amplio que los demás profesionales, con potencial transformador son los profesores, ya que son los que pueden tener un contacto mayor con los estudiantes, y al mostrarse y educarse de una manera dentro del aula, los estudiantes lo reflejarán en su vida cotidiana y en su realidad. Al cambiar la forma de educar, se transforma en definitiva la forma de aprehender, analizar y generar conocimiento, lo que se muestra en la realidad de los sujetos. Los estudiantes, al estar en contacto con los padres y los profesores, reciben directamente una realidad que en este caso está impuesta por los mayores, y que muy posiblemente los estudiantes entren a replicar en un presente y futuro. Es por esto que los profesores, en compañía de la escuela, tienen que tener un contacto directo con la comunidad, que en este caso está representada en gran medida por los padres de familia. La escuela, al tener un carácter abierto, democrático y participativo, tiene que dejar de mostrarse como un espacio en el que los padres y madres de familia solo interactúan como responsables de los estudiantes. Todo lo contrario, tiene que ser un espacio en donde los padres y madres puedan construir el conocimiento y la realidad en compañía de toda la comunidad. La escuela tiene que tomar el espacio de la plaza, o de los parques, tiene que ser un centro de reunión, en donde la comunidad construya conocimiento, discuta la realidad y la transforme, haciendo

un ejercicio consciente guiado por la universidad y los intelectuales generados en ella. La escuela tiene que ser el espacio de discusión política, económica, social, cultural y ambiental que construya la sociedad a la medida de la comunidad. Y así mismo los maestros tienen que transformar y apoyar todo esté proceso, pensando en la forma correcta de educar, en cómo cumplir una tarea fundamental para que esto pueda tener un desarrollo, y es la de mostrar la realidad a los estudiantes, de hacer que los estudiantes investiguen, incursionen, discutan y comprendan la realidad que los rodea. Pero también es deber de los docentes empezar a ser partícipes en los procesos comunales y sociales que pueden rodear la escuela, tienen que ser el puente conector entre la escuela y la comunidad entretejiendo lazos de construcción con los padres y madres que vallan más allá de los temas escolares, sino que sean también construcciones políticas de ellos como sujetos inmersos en un factor común, que en pocas cuentas es la realidad y la historia. COMO CONCLUSIÓN Somos tan responsables de la realidad como cualquier otro sujeto, pero tenemos armas a nuestro favor. Es el momento de empezar a pensar la universidad más allá de una institución, y mostrarla como lo que verdaderamente es: UN EJE PILAR PARA LA CONSTRUCCIÓN, TRANSFORMACIÓN O PERPETUACIÓN DE LA REALIDAD. Es la universidad tan importante para el estado, y en general para toda la superestructura político-ideológica en la que estamos inmersos, que por eso es tan grande el afán de mantenerla dentro de sus alcances, cumpliendo unas tareas específicas en pro del neoliberalismo, del capital y del capitalismo impuesto. Pero también la universidad, específicamente los educadores, pueden entretejer un lazo con la realidad, con un poder de transformación y construcción muy completo, en donde si un factor cambia, cambia todo el aparato montado sobre sí. Es por eso que juegan un papel fundamental dentro de la escuela, que junto con los estudiantes y la comunidad en general, pueden reconfigurar en su totalidad la realidad existente.


Una pluriversidad al margen de las lógicas mercantiles Cristian Javier Sánchez Sánchez “La inclusión en la Universidad está asociada con su identidad y con su concepción de respeto y potenciación del ser humano en la diversidad de sus manifestaciones. Es decir, esta premisa pasa por una clara perspectiva de justicia social donde se valora la diferencia y se crean condiciones para que se logre una manifestación abierta, respetuosa y plural”.*

Los problemas a nivel de la educación y más aún los que conciernen a la inclusión e igualdad de posibilidades de acceso a la misma son palpables con más notoriedad en su nivel superior; y esta es esencial a la hora de formar la mano de obra profesional en la sociedad, aunque cabe preguntarse aquí si en realidad la educación es hoy en día un derecho fundamental como se creía con anterioridad y si así fuese bajo qué criterios o costos podemos asumirlo. Es necesaria la profunda reflexión, aunque es más necesaria la escuela porque en ella se nos enseña tan importante facultad del pensamiento y es por esta razón que abogaré por la construcción y reformulación de los mismos conceptos de educación, pedagogía y universidad; conceptos que deben constituirse ya en medio de dinámicas totalmente diferentes a comparación de en las que se erigieron. No pretendo realizar un escrito totalmente académico ya sea por su alto grado de argumentación y bibliografía; apunto a la invitación del pensarnos una universidad en la cual quepan de manera holística y armónica todas las corrientes y formas del pensar; y de forma bilateral se dé el espacio para la construcción y reformulación de las dinámicas y relaciones tanto directas como indirectas en el aula y fuera de ella, porque la escuela y la universidad no deben entenderse y limitarse a su espacio geográfico, es en este punto donde su proyección social y la esfera de la sociedad juegan un factor imprescindible a la hora de

conferir legitimidad e inclusive autonomía a la institución. Es evidente hoy en día que las instituciones y entre ellas la universidad son apenas un esbozo de lo que solían ser en épocas nacionales, ya no es el estado-nación la dinámica o la institución que da sentido a sus instituciones. Es el mercado el paradigma en el que se desarrollan las dinámicas vigentes y visibles en lo que queda de las instituciones y no es de extrañar que la universidad está inmersa en el mercado y que su currículo, proyección y extensión apunten al fortalecimiento de la hegemonía neoliberal y el mercado mismo. Para querer comprender la universidad y proponerla es ya menester realizar estudios de mercadeo y economía internacional porque hasta el banco mundial reconoce a la educación como un sector de alta ganancia y producción de capital ¿De qué manera se refleja la incidencia del económico. mercado en la institución universitaria? No es cuestión de otorgar culpabilidad ni señalar falencias en unos u otros; es sentarse y reflexionar, tomar la situación de la fragmentación actual y entender que estamos en un paradigma completamente distinto, ya no es el estado es el mercado; no son universidades, profesores y alumnos en lógicas estatales; son galpones como dirían Corea y Lewkowicz (2005), prestadores de servicios y usuarios/consumidores en lógicas mercantiles. Aunque el planteamiento no se reduce únicamente a este factor, es este el más notorio


para mí y es en lo que refiere al sistema de créditos; pues son estos paquetes con valor monetario los que permiten la movilidad en la malla y sistema académico sin negar que las relaciones y la movilidad son de carácter imprescindible en la universidad que se quiere, es de necesidad fijarnos bajo qué mecanismos o pautas nos movilizamos. Pensar una universidad requiere más que un sin fin de modelos, un sin fin de proyectos y sueños, eso sí de carácter colectivo, constructivo e incluyente. La universidad que queremos es una erigida en las necesidades sociales, una universidad en la cual la segregación y exclusión no tengan cabida, una universidad donde el conocimiento se ponga a disposición de todos por igual a la vez que se pone en continuo debate, en donde la burocracia y las relaciones de poder jerarquizado no existan y se den de manera horizontal. En donde el sistema de calificación no se centre en la cantidad sino en la calidad permitiendo al estudiante desarrollar sus habilidades sin competencia alguna. Es importante pensar en una pluriversidad como diría el maestro Boaventura (2007) en la cual la investigación de carácter contextualizado y no jerárquico resuelva los problemas que atañen a toda la comunidad intra y extramuros; a la vez que plantea y formula soluciones consensuadas y asamblearías. De acuerdo con Boaventura (2007) “La definición de lo que es universidad es crucial para que la universidad pueda ser protegida de la competencia predatoria y para que la sociedad no sea víctima de prácticas de consumo fraudulento. La lucha por la definición de universidad permite dar a la universidad pública un campo mínimo de maniobra para poder conducir con eficacia la lucha por su legitimidad.” ¿Es acaso importante pensar un nuevo concepto de universidad? Repensarnos un nuevo esquema conceptual para lo que entendemos como universidad es de suma necesidad, hoy poseemos una noción de universidad totalmente mercantilizada y esto es

manifiesto al momento de consultar una fuente como por ejemplo: “Institución de enseñanza superior e investigación con diversas facultades y escuelas, que concede los correspondientes títulos académicos.”** Como podemos analizar en el concepto se le confiere a la universidad la facultad de otorgar titulación a la vez que se le limita, no es explícito su carácter humano y critico como tampoco es evidente su historia. “El gran problema de la universidad en este campo ha sido el hecho de entender fácilmente por universidad aquello que no lo es. Esto fue posible debido a la acumulación indiscriminada de funciones atribuidas a la universidad a lo largo del siglo XX. Como estas funciones fueron adicionadas sin articulación lógica, el mercado de la educación superior pudo auto designar su producto como universidad sin asumir todas las funciones de ella, seleccionando las que le aseguraban fuentes de lucro y concentrándose en ellas.” Una universidad Boaventura (2007) que posibilite espacios asamblearios de participación y construcción en los cuales conjuntamente se edifiquen los contenidos de las materias y de la malla académica, como también su dirección epistemológica, práctica, pedagógica y política. En donde el ingreso no sea para un selecto grupo y por el contrario todos puedan entrar a ser parte de la comunidad sin restricción alguna; de esta manera la lucha será para que los estudiantes continúen sus estudios por voluntad y sin el obstáculo financiero presente hoy en día. ¿Formar profesionales con sentido humano, enfocados en aspectos sociales, es posible? En la actualidad, cada universidad tiene la potestad de darle el enfoque profesional a todos y cada uno de los programas que ofrece al público, pero ¿qué pasa en la mayoría de universidades privadas? por no decir que en todas, el sentido humano ha ido perdiendo consistencia a través de los años, y el enfoque social quizá aún se mantenga, pero lamentablemente siempre con fines lucrativos en sus estructuras.


A menudo en la vida laboral como estudiantes, nos cruzarnos con profesionales que están inmersos por completo en el mundo de lo material, donde el dinero es el bien de mayor trascendencia en sus vidas, y la vida misma gira en torno a las apariencias, quizá esto sea más frecuente con los egresados de carreras correspondientes a ciencias económicas y administrativas, en los cuales el sentido humano se ve totalmente inmerso en un oscuro abismo dentro de las políticas profesionales que manejan a diario; cabe resaltar que tomo este ejemplo sin la intención de segregar, pues al serlo caería en esta lógica y al generalizar estaría mitigando a las minorías que si hacen buen ejercicio de sus facultades humanas; al analizar estos casos podemos inferir que es un problema netamente generado desde la academia, y que está estrechamente entrelazado con las dinámicas elitistas que maneja el estado con el sector empresarial. La proyección social es un aspecto que debe primar a la hora de ejercer como profesional, puesto que la sociedad lo necesita; necesita de profesionales que no solo estudien para que al graduarse la remuneración económica sea el único factor que determine su desempeño laboral, sino que realmente se sientan y estén comprometidos con el desarrollo de la sociedad. Desde la universidad se hace menester conceder más tiempo a cátedras en donde los estudiantes se planteen proyectos de realización social y humana; y a su vez la orientación humana del proceso profesional y productivo de sus carreras sea resaltada, todo esto encaminado a la formación integral de profesionales y a las implicaciones positivas que estas dinámicas producen a nivel laboral, social y personal.

BIBLIOGRAFÍA, CIBERGRAFÍA:

•http://portales.puj.edu.co/resocial/portal/index.php?op •Corea, Cristina y Lewkowicz, Ignacio (2005), “Pedagogía del aburrido”. Editorial Paidós. •Boaventura de Sousa Santos (2007), “La universidad en el siglo xxi”. CIDES-USMA, ASDI y Plural editores. •http://www.wordreference.com/definicion/universidad


La universidad en la que pienso Patricia Esmeralda Peralta Benítez La educación actual tiene como base una extensa tradición cuyos factores determinados en la Modernidad siguen vigentes en la institución. Seguimos en pro de intereses estatales y de continua reproducción para la eficiencia y fortalecimiento de modelos imperantes en los distintos territorios, pero sin tenerse en cuenta realmente las verdaderas demandas del contexto, es decir, en nuestro caso está encaminada a contener una estructura de desigualdad ignorando su posibilidad de colapso. Estamos estancados en una institución descontextualizada, este anacronismo desemboca en una total despreocupación del Estado por las necesidades reales de la sociedad, pero que su mayor impacto esta en las personas del común. Cuando hablamos de educación hablamos de todo un pueblo como gestor y responsable (sin dejar de lado el papel que debe cumplir del gobierno), está en nuestras manos, y más cuando hablamos de educación pública, hacer de ella algo realmente “útil para la sociedad”, frase que aparece constantemente en estatutos y decretos en general sobre la educación en nuestro país. Creo sinceramente que para buscar pensarse de alguna manera una escuela mejor debemos empezar por resinificar esa utilidad. Desde el punto de vista estatal la educación está vinculada a los imperativos del mercado y es a este al que reducen nuestra utilidad, pero si se habla específicamente de utilidad social se habla de producción, provecho, interés o beneficio de una agrupación de personas con un fin determinado; este grupo de personas se expresa en toda una nación. Entonces, hablo de ser útiles para los otros y para nosotros mismos; comenzando por el otro más cercano: el vecino, el compañero, el familiar, el amigo y entre todos buscar y trabajar por un fin determinado, el cual para la pertinencia de la búsqueda de un quiebre en el modelo educativo institucional no puede ser sino la abolición de

un concepto que cobra vida en nuestra cotidianidad; imperante desde la posmodernidad y el talón de Aquiles de cualquier movimiento colectivo: el individualismo. Cuando pienso en mi Universidad y todas las problemáticas en las que está inmersa visualizo una contundente muestra del éxito desmesurado del individualismo, las directivas se rigen por intereses particulares, y tristemente, los estudiantes y profesores, en su gran mayoría, replican esto sin ningún recelo. ¿Pero como no hacerlo? si se nos ha sido inyectada la idea como un narcótico en dosis muy estructuradas: familia, medios, instituciones, Párvulos, Pre-jardín, Jardín, transición, primaria, bachillerato y Universidad, hasta el punto de sentirlo y vivirlo como algo natural, pero no nos conformamos con ser adictos a dicho narcótico, nos reafirmamos en el sistema no solo como consumidores si no a su vez como productores. Es tan importante cada aspecto que menciono como dosis; que si solo desvinculáramos a la escuela de esto, se gestaría un cambio determinante que podría llegar a reconfigurar los demás aspectos, ya que en esta se parirían sus transformadores. Es evidente que la institución educativa “como todas las instituciones” está condicionada por decretos, reglamentos y cargas simbólicas, que limita pensarse un cambio radical, para esto debería cambiarse el modelo político, económico y ni hablar de los imaginarios, pero


a conciencia de la dificultad de esto, como docentes, debemos jugar con las cartas que tenemos y pensarnos a futuro un trabajo de innovación y construcción que se posibilite con la concientización de una sociedad que nosotros podemos empezar a acompañar desde sus primeros pasos, “los estudiantes”, una nueva generación de críticos y actores sociales que en el presente ya se han empezado a vislumbrar. Así mismo pensarnos como sería la escuela y en especial la Universidad pública que necesitamos. Es imposible pensarse la escuela desarticulada, ya que cada grado, colegio o Universidad van afianzando subjetividades y tenemos que empezar desde las bases. Como uno de los factores principales de este pensarse la escuela, es la presencia de directivas y cuerpo de profesores con altos e inquebrantables principios de compromiso y responsabilidad social, con estándares de regulación necesarios, que garanticen su desempeño, donde no solo cumplan requerimientos a nivel formal, como lo son los cartones (requerimientos académicos al alcance de unos pocos), sino que esto venga acompañado de una amplia hoja de vida de trabajo social y un indispensable amor por lo que hacen, factores que considero debería ser parte de las competencias del dichoso concurso Docente y de directivos docentes. Es vital que en las escuelas los profesores estén a gusto y sean apasionados por su labor, teniendo en cuenta que toda su carga emocional, consciente o inconscientemente se verá reflejada en los estudiantes, los cuales sería ideal recibieran seguridad, tranquilidad pero sobretodo amor; es claro que nadie puede dar de lo que no tiene. “La igualdad no es un objetivo a alcanzar perfeccionando un sistema educativo, es un punto de partida”[1]. Jacques Ranciere

La igualdad es el único medio de visibilizar al otro y cuando hablo de visibilizar, hablo de reconocerlo como único e indispensable, parte de mi equilibrio y yo del suyo, como ya lo dice Ranciere “un punto de partida” para un proyecto que cambiaria y revolucionaria absolutamente todo: la construcción de una verdadera comunidad; entendiéndose esta como agrupación de personas consientes de su interdependencia, donde ninguno puede primar sobre el otro y están regidos por el principio de la solidaridad, lo cual no solo se limita a la relación entre humanos, sino que se extiende a la conciencia de todo lo que está a su alrededor, especialmente la naturaleza. Eje sobre el que muchos pensadores ya han hablado. Una lista bastante extensa de proyectos que solo han dado pequeños visos en nuestro país y que asombrosamente suelen despertarnos en una oscura realidad; siendo violentados y sus ejecutores convertidos en objeto de persecución. Pero si desde un aula con treinta o cuarenta niños empezáramos a trabajar por una diferencia, sin hacer nada del otro mundo, solo reconociéndolos, amándolos y atreviéndonos a jugar con ellos, mostrándoles todo un universo de posibilidades dentro y fuera del aula, lo maravilloso de sus capacidades donde no se compite con el otro sino que se construye, motivándolos con constantes trabajos en grupo y talleres colectivos que los habitúen al dialogo y la negociación. Las calificaciones deberían abolirse, yo hablaría solo de logros a los cuales se llega o no, pero teniendo en cuenta que los logros variarían por estudiantes valorando sus habilidades y dificultades. Es evidente que algunos se conformaran con pasar los logros y tal vez otros los sobrepasaran, pero esto se haría por convicción, no por demostrar ser mejor o más competente que el otro.

[1] http://www.ddooss.org/articulos/entrevistas/Jacques_Ranciere.htm


Menciono un rango de número de niños aterrizando en nuestro panorama (el cual se replica en la Universidad), factor que también merece ser reconfigurado, ya que a viva voz esto es nocivo para todos los participantes. “En estados grandes la educación pública siempre será mediocre por la misma razón por la que en las cocinas grandes, usualmente, la preparación de la comida es mala.” Friedrich Nietzsche

No recuerdo a la primera persona que haya compartido conmigo algún recuerdo inolvidable de sus maestros favoritos que no hable de momentos divertidos y amistosos que terminaron marcando sus proyectos de vida, en especial un Ingeniero Electrónico de impresionantes cualidades a quien una maestra, en su infancia, lo acerco a las matemáticas por medio de las manualidades “la interdisciplinariedad en su máxima expresión”, elemento indispensable dentro de mi imaginario. Enfoque que afortunadamente muchos maestros rescatan. “La pedagogía consiste en la práctica de los modos para ayudar a otros a encontrarse; el pedagogo es partero. No lo es el que enseña, función vulgar, sino el que conduce a los otros por sus respectivos caminos hacia sus originales fuentes. Nadie puede enseñar; el hombre llega a la sabiduría por el sendero de su propio dolor, o sea, consumiéndose.”[1] En la educación media pública hay otro elemento importante contra el cual luchar: la desaparición de las disciplinas artísticas, cayendo en el olvido de la estructuración de un plan de estudios armónico que de razón de las necesidades de un estudiante como ser integral, atentando contra el bienestar psíquico y emocional, priorizando un mercado que demanda la deshumanización. Debe darse una especial relevancia a una formación artística, ya que genera confianza y seguridad a los estudiantes sobre su cuerpo y en general su expresión.

A grandes rasgos toco estos puntos sobre la educación media como proyecto de cambio, rescatando la posibilidad de factores que pueden tener espacio gracias a la Libertad de cátedra, como lo es la interdisciplinariedad y varios elementos de los cuales son responsables los maestros en su metodología, pero así mismo sería ideal que los estatutos fueran cómplices de los profesores “entendiéndolos sobre el presupuesto de responsabilidad social”. Suponiendo que en la escuela se garantice la igualdad, una maya curricular equilibrada con espacios fuera y dentro del aula, maestros responsables, una competencia proyectada a uno mismo, la interdisciplinariedad, un correcto uso de libertad de cátedra, apoyo alimentario, la garantía de estudiar cerca al domicilio o la posibilidad de rutas y una academia consiente de la importancia de cuidar la formación tanto intelectual como la emocional, habríamos dado un gran paso. Pero si tenemos en cuenta que no hemos postulado un cambio o reforma al sistema político y económico, o incluso, desde la perspectiva real de la educación media ¿cuál sería el papel y como se equiparía para ello la Universidad? La universidad pública debe contemplar todas las posibilidades que se arrastran con una sociedad influenciada por los medios y todas las dinámicas del mercado, condicionando en la mente de los jóvenes posibilidades de elección de carrera más por conveniencia económica que por gusto, la exploración, que se aviva en su temporalidad, de consumos que se asocia a su rebeldía y apatía a las autoridades, su ímpetu de defender su subjetividad. Desde esta óptica empezare por rescatar La Autonomía Universitaria la cual con las directivas propicias y competentes podrían llegar a posibilitar un proyecto acorde decente. Lo anterior volviendo al principio de compromiso y responsabilidad social.

[1] Fernando González (Ensayo sobre La Gran Colombia)-http://www.otraparte.org/ideas/1936-negroides.html


Yo me atrevo a proponer un lapso de tiempo que no está estipulado en nuestra realidad educativa, como un preparatorio el cual sería prudente durara un semestre, antes del pregrado. La vinculación a la Universidad seria por medio de una entrevista (con entrevistadores competentes), el resultado de esta decidirá la admisión para el preparatorio lo cual inmediatamente garantiza el ingreso al pregrado después de ser cursado dicho preparatorio. Con lo anterior no niego la necesidad de que toda la población en general debe tener el derecho a estudiar sin condicionamientos, sino tratando de visualizar algo más cercano y reconociendo la particularidad de aspirantes sin ningún interés de estudiar pero presionados por estándares sociales. En el preparatorio no existirán notas, estará enfocado en la apropiación de la universidad por parte del estudiante reconociendo los recursos materiales e inmateriales con los que se cuenta en la institución; instalaciones, sedes, inmobiliario y lo más importante, el factor humano: sus trabajadores. Socializar en determinadas ocasiones con funcionarios, desde el decano de la facultad hasta los celadores y aseadoras, buscando como uno de los ejes principales la familiarización. El eje transversal estará enfocado en un dialogo, se afianzaran en este estudiante y maestro debatiendo sobre la reivindicación de lo público, sus responsabilidades y derechos, Lo que la universidad le ofrece y así mismo le exige tras su vinculación. No habrá estatutos sino pactos de convivencia (se hará relevancia sobre las rupturas habituales: consumos dentro de la Universidad, Actos de segregación, violencia física, plagios. Reglamentos que hacen parte del estatuto actual y veo afines a mi proyecto). Pero mi mayor interés de que pueda existir un espacio como este es para que los jóvenes disipen dudas sobre su futuro académico, reafirmen o reconsideren sus decisiones ya que para esto no es muy útil la familia, la cual también esta permeada por el fenómeno más mediático. La universidad ofrecerá espacios de vivir y sentir sus decisiones antes de comenzar

la carrera como tal. Que se habitúen y convivan con sus dinámicas, problemáticas y se apropien del territorio por medio de su reconocimiento histórico. El acercamiento constante de dialogo no condicionado, mayor fortalecimiento y valor a la construcción de una relación cálida entre funcionarios y en especial maestros y estudiante, que aunque el profesor este acompañado de cierta autoridad por su cargo, no deja de ser su igual, y dicha autoridad solo puede ser legitimada por el respeto, la experiencia y los acuerdos. Se abrirá paso a innumerables posibilidades que se pueden dar en un espacio de convivencia real que no se centra en lo académico sino en las necesidades e inquietudes de un nuevo ciclo por comenzar. En esta universidad se garantizara y fomentara espacios de expresión. La asamblea será implementada como una dinámica cotidiana y no solo en coyunturas, será un pilar el derecho y respeto a la diferencia, no en medio de la lógica de la tolerancia sino de la aceptación. En el momento que haya ruptura en los acuerdos de convivencia dentro de la Universidad habrán serias sanciones, si se está ya cursando la carrera como tal se podrán devolver al preparatorio para reconsiderar el compromiso o según la gravedad la desvinculación. Lo anterior para que en el momento de ingresar al pregrado tenga claro no solo la normativa sino los currículos y el encuentro con un ambiente de diversidad acompañado ya de un grado de familiaridad y pertenencia que impulsaría la apropiación dentro de ejercicios y dinámicas acortes al territorio, abriendo la puerta para la posibilidad que durante el pregrado este ejercicio de apropiación se extendiera a la ciudad e incluso al país. La Universidad deberá ofrecer una planta de profesores coherentes con los objetivos y acuerdos de convivencia, sobretodo en la parte de respeto a la diferencia. No se admitirá el despotismo ilustrado, así mismo los profesores tendrán a su disposición los materiales e instalaciones para un ejercicio óptimo según su criterio y recursos suficientes para salidas pedagógicas por asignatura


. El currículo de las carreras en la universidad ha de ser disciplinar pero las directivas fomentaran un constante dialogo entre profesores y la posibilidad de que por medio de la libertad de cátedra puedan articular temas dentro de un marco interdisciplinar, transdisciplinar e incluso un dialogo entre saberes como lo son los ancestrales y los occidentales, todo esto en pro de mayor apropiación del conocimiento por los estudiantes. Lo anterior también encaminado a que se visualice y se ejemplifique una comunidad dentro de la Universidad que empieza desde sus maestros y directivos. Habría la libertad de que cualquier maestro pueda comenzar semilleros de investigación sin importar su contratación (tema que no tocare por su complejidad, pero que en mi imaginario sería ideal que todos fueran de planta). El tiempo invertido tendrá remuneración extra si fuera de contratación temporal y habría un presupuesto suficiente para un ejercicio digno. Se implementaran dos jornadas: Mañana y Tarde dando espacios a actividades extra curriculares ya sean personales o el aprovechamiento de actividades extra ofrecidas por la universidad: cursos libres en artes, deportes, ciencias y diversas áreas dependiendo de las demandas estudiantiles, para lo cual la Universidad Garantizara espacios óptimos ya sean instalaciones propias o convenios. Los profesores de estos espacios serán estudiantes de licenciatura de la misma Universidad como parte de su formación práctica y así mismo se les dará una remuneración. Lo anterior en pro de garantizar la construcción de un sujeto en armonía con sus necesidades como lo estipulan los mismos derechos humanos. Esta Universidad por medio de Bienestar Institucional se encargara de subsidiar a los estudiantes: transporte, alimento, libros y fotocopias, lo cual permitirá disposición y concentración en las actividades académicas ya que estos factores suelen ser los de mayor incidencia del bajo rendimiento académico. Al mismo tiempo se darán garantías de atención

médica en todas sus ramas ya sea en las instituciones o por medio de convenios según sea el caso. Esto con lo anterior ya mencionado de las actividades extra curriculares serán responsabilidad de Bienestar. En esta universidad el sistema de calificaciones será por medio de logros como lo mencione en la parte de la educación media, enfatizando en los procesos y la construcción colectiva, Los proyectos de grado se deben empezar a contemplar desde los primeros semestres y que todos los programas estén en una balanza entre teoría y práctica. La movilidad académica se ofrecerá para los últimos semestres, beneficio que se negociara dentro de cada grupo. Las asambleas serán semanales en un espacio que no intervenga ningún ejercicio académico, es decir, será contemplado en el cronograma de actividades de toda la comunidad académica, para el ejercicio de dialogo y exposición de dinámicas dentro de la Universidad, estas asambleas estarán dirigidas por los estudiante sean parte de organizaciones o no, actividad la cual será voluntaria pero cada semana dichos directores deberán ser diferentes. Abogo por la conciencia de la comunidad universitaria y en este punto en especial la de los Estudiantes para el inicio y la consolidación del habitar la universidad, cuidando no solo los espacios físicos sino a su vez los simbólicos, dándole su lugar y uso apropiado al territorio, un territorio de construcción y convivencia no como bar u olla privada, aspirando que los pactos de convivencia no se vean como reglas para romperse sino como principios. En lo anterior plasmo los factores que más me preocupan de la academia haciendo implícito mis acuerdos y desacuerdos en medio de la propuesta, sobre todo desde la óptica de la responsabilidad que otorga la Autonomía Universitaria a las directivas y por lo tanto ellos deberían ser en conjunto con los profesores un ejemplo de compromiso y buen manejo sobre lo público.


Esta es mi forma de pensar una universidad un poco más útil para la sociedad buscando un sentido de reconocimiento al otro en medio de libertad dentro de parámetro de igualdad y convenios del reconocimiento entre maestros y estudiantes en su condición de humanos, antes que cualquier investidura, y la necesidad de la búsqueda de una convivencia con el afianzamiento de lazos en donde prime las responsabilidades del uno sobre el otro y sobre todo en la conciencia de un papel como actor social y la constante relación con todo lo que les rodea, y el asumir la decisión de ser constructores, destructores, o simplemente inmobiliarios en este espacio.


La educación y la universidad como una construcción colectiva La Universidad es nuestro mundo y será lo que nosotros hagamos de ella, no tenemos otra. Pero, ¿Qué Universidad queremos? Y ¿Qué podemos hacer para construirla? Tratar de otorgarle una respuesta a las anteriores cuestiones suponiendo que lo expresado bajo mis palabras y mi responsabilidad, es la verdad absoluta carente de flexibilidad para adoptar otras posturas que la reconstruyan y redefinan, sería como empezar con el pie izquierdo, de allí que me cobije con la suposición de que este ensayo será leído sin ningún tipo de etiqueta calificativa de bueno o malo. Por tanto será dejado en consideración como una idea de construcción de universidad y educación dada por una docente en formación que se cuestiona las relaciones y finalidades de su vocación. Para lograr llegar a exponer de forma clara la idea que deseo mostrar de universidad estableceré cuatro momentos importantes: uno enfocado a las problemáticas que vive en la actualidad la educación pública vista desde el ámbito mercantil, dos las propuestas o reestructuraciones que a mi parecer requieren un poco más de estudio frente a la forma de pensarse una nueva ruta de navegación académica, tres el rescate y la exaltación de la profesión docente en el tema de pensarse y repensarse una educación experimentada desde el contexto y cuarto un par de conclusiones y reflexiones que me surgen luego del panorama planteado. Los jóvenes que se forman y constituyen la universidad tienen claro que su actividad de algún modo se ve afectada por lógicas mercantiles que desde su estancia en colegios y escuelas hace que se maneje un doble discurso; el primero que intenta cultivar y acercar a los educandos a virtudes tales como la solidaridad, la tolerancia, el compañerismo

Yina Paola Cruz Neira “En el fondo la pregunta es ¿Qué queremos de la educación?” Humberto Maturana entre otras y el otro que permite posibilitar un aire de competencia entre compañeros por obtener los mejores puntajes, por relegar el trabajo en equipo y por pasar por encima incluso de la dignidad y aceptación para con el otro. En la actualidad es claro ver que la educación es atravesada por los intereses económicos del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional entre otra entidades que hablan y se incluyen en la toma de decisiones pedagogías sin pedagogía, en la dirección que toma la educación, en la idea de desarrollo de los países; decisiones que resultan ser superiores a las voces que gritan cambio y revolución Pero lo anterior tampoco nos puede llevar a creer que la mente creativa de los jóvenes se queda estática y no piensa en el cambio social y en posibilidad de un mundo mejor, lo anterior nos abre la puerta para que notemos como ya lo planteaba Maturana que: “La tragedia de los adolescentes es que comienzan a vivir en un mundo que niega los valores que les enseño”; “Lo estudiantes se encuentra en el dilema de escoger entre lo que de ellos se pide, que es prepararse para competir en un mercado profesional, y el impulso de su empatía social que los lleva a desear cambiar un orden políticocultural generador de excesivas desigualdades que traen pobreza y sufrimiento material y espiritual”

Somos profesionales que responden a unas lógicas mercantilistas que tiene como fin el enriquecimiento de unos a costa del bienestar de otros y al desenfrenado avance de la globalización que nos ha dejado en una era de


fluidez donde el piso que creíamos sólido se convierte en lodo que se volca rápidamente. Pensar en la “mercantilización de la educación” hace visibilizar más claramente la idea de la competencia entre los profesionales que a punta de actos individuales buscan alcanzar sus objetivos fijados, olvidándose de lo verdaderamente interesante, el trabajo en el equipo y el resultado fructífero del mismo, la acción social y la posibilidad de un planeta en equilibrio; todo esto tiene como causa la decisión difícil que se debe tomar entre la empatía social y el bienestar individual de la que hablábamos anteriormente. Continuando con los puntos fundamentales de mi exposición y teniendo clara la noción presentada anteriormente, es que me surgen propuestas que se piensan no solo la universidad sino también la educación como una construcción colectiva. En primer lugar y siendo generadora de otras propuestas esta la aceptación entre los miembros de la institución; que legitima al otro como un otro valido en la relación y en el desarrollo de los objetivos plateados; “ sin aceptación y sin respeto por si mismo uno no puede aceptar y respetar a otro, y sin aceptar al otro como legitimo otro en la convivencia, no hay fenómeno social.” Maturana (1997) que lleven a un accionar en pro de la sociedad. Es necesario en primera instancia para lograr un cambio en la universidad que entendamos que las ideas de los otros sin importar, su edad, su sexo, su etnia o su lugar administrativo tiene igual validez y merecen ser escuchadas dentro de una relación horizontal que no se niegaa los cambios y que se construye en un ambiente integrador y fortalecedor que busca el mismo objetivo. En este tipo de relación horizontal y al nivel de las aulas es claro notar la relación MaestroMaestro, Maestro- Estudiante y EstudianteEstudiante que han de permitir un ambiente de aprendizaje mutuo donde el docente no posee un saber absoluto y el estudiante una visión de un sujeto vacío de

conocimiento; sino por el contario una conversación constante y reciproca entre sujetos conocedores que generan un intercambio de saberes obtenidos a lo largo de sus experiencia. Y al hablar de intercambio de saberes es que incorporamos la idea de llamar a los que han sido olvidados para que nos cuenten e integren a la nueva universidad, conocimientos que en un momento de la historia fueron desechados por no seguir las lógicas que en ese momento al parecer era necesarias, por no estar o cumplir los parámetro que otros contemplaron para encasillar el conocimiento. En este punto es claro aclarar que tampoco pretendo se niegue o rechace el conocimiento eurocentrista que hemos recibido, dado a que eso nos haría entrar en contradicción y jugar el mismo juego sucio del pasado. También ha de ser clave, frenar la idea que dictamina que la única forma de lograr un desarrollo y avance en el conocimiento es bajo la competencia feroz entre los estudiantes (próximos profesionales) y entre los profesionales que habitan el ámbito académico. Es por esto que me parece totalmente claro y contundente rescatar y señalar la importancia de una relación académica con el contexto y el lugar más próximo al que se pertenece, para poder generar así una empatía social que genere en cada uno de los estudiantes un actitud de desarrollo propio en pro de la sociedad; que se pretende con el paso de los días se organice y responda de mejor manera a las necesidades de sus integrantes. En ambientes un poco más infraestructurales y de bienestar es clave contar con establecimientos educativos que le brinden a todo el cuerpo de trabajo una comodidad respecto a salones con acercamiento tecnológico, auditorios acondicionados para recibir charlas interdisciplinares que llamen a los conocimientos de otras regiones, bibliotecas que presten servicios eficientes respecto a consultas y acercamientos a texto y


lugares de esparcimiento dotados de inmobiliario público y senderos cómodos y seguros para los estudiantes. Aquí, el bienestar universitario entra en juego en la medida que proporcione una serie de condiciones optimas para que el estudiante no tenga otra preocupación más grande que la de formarse y ampliar diariamente sus conocimientos; en este sentido es clave fortalecer la entidad haciendo notar que ella debe dar un apoyo alimentario, unas actividades de esparcimiento (danza, deportes, grupos de investigación etc) accesibles a todos los miembros académicos, auxilios de transporte, facilidades de pagos, movilidad académica nacional e internacional y mayor organización a la de hora de dar y recibir información vital para el funcionamiento de la misma.

un ambiente reciproco de aprendizaje con sus ellos, integrando las nuevas formas de educación que responden en forma explícita a las necesidades del individuo y su contexto y no a la simple idea de almacenamiento de temáticas o finalidades mercantiles; consciente del hecho que es una cuestión sumamente amplia y que se puede analizar desde diversas panorámicas, quisiera traer la voz de Ricardo Sánchez Ángel, para dejar una reflexión:

Siendo estudiante de licenciatura, no puedo ser indiferente a la necesidad de una reestructuración en las bases principales de la educación, haciéndola notar como un derecho que debe ser accesible a cualquier tipo de persona sin necesidad de que esta se ponga un calificativo para lograr tener un beneficio sobre los otros o un porcentaje mayor de probabilidad de ingreso; de allí que me parezca totalmente consecuente resaltar la importancia de la labor docente en la formación de subjetividad de los estudiantes que pasan por sus manos y que más adelante serán críticos y constructores de sociedad; para que ellos busquen alternativas de integración real que no pasen por la discriminación positiva. Continuando un poco con la orientación hacia la labor del maestro es necesario que este resalte ciertos sentidos y habilidades (creatividad, elocuencia, alegría, compromiso, respomnsabilidad, etc), que tienen su trascendencia en la media que él aunque este limitado por ciertos requisitos administrativos de la educación, no pierde la iniciativa de reinventársela a cada momento y de cambiar la forma de llevar el conocimiento a sus estudiantes. Siendo personas que generan

Para el desarrollo de nuestro campo docente respecto a los estudiantes que deseamos ayudar a formar lo mejor sería no perder ese niño interior, ese explorador que está a la espera de lo nuevo, aquel que se deja sorprender por todo y no se predispone a ningún acontecimiento. “Para no permitir que lo inmenso, lo infinito, se vea reducido a lo insignificante. Para ver con el corazón, ya que lo esencial es invisible a los ojos” (SaintExupéry, 1998, p.6) En conclusión y dejando relegados algunos de mis postulados diré que la búsqueda de una nueva y optima universidad es la que se genera en un ambiente democrático de personas que se aceptan entre si y que están dispuesta a proponer espacios académicos de discusión que den como resultado una educación que en ese momento responda al contexto que vive. Las acciones que constituye una sociedad democrática no son la lucha por el poder ni la búsqueda de una hegemonía ideológica, sino la cooperación que continuamente crea una comunidad que se permite ser criticada para aprender de sus errores y fortalecerse en sus acciones de relación y participación

Lo lúdico como lo crítico, enriquece de manera insospechada la formación en valores éticos y ciudadanos a los integrantes de todo tipo de organización e institución. Refuerzan la creatividad, la iniciativa, la confianza en la misión, el respeto, la dignidad y colocan a sus miembros en mejores condiciones de ejercer su misión con profesionalismo.


BIBLIOGRAFÍA: •Galeano, Eduardo. (2000). El libro de los abrazos. Siglo XXI Editores. (Capítulos: Celebración de la Voz Humana 2) •Maturana, Humberto (1997). Emociones y lenguaje en la educación y la política. Dolmen. (Capítulo 1 apartados 1.1 y 1.8) •Saint-Exupéry, Antoine de. (1998). El Principito. Editora Latinoamericana, S.A. (Capítulo 1: A León Werth Cuando era Niño p.9) •Sánchez, Ricardo. (1994). Senderos de la ternura. Panamericana. (El asombro como Pedagogía p. 7)


La universidad que queremos En el presente ensayo a través de un recorrido histórico sobre el concepto de universidad y su situación actual, presentaré algunas propuestas alternativas para la construcción de una universidad que queremos. El concepto de universidad en el sentido común entendido como los conocimientos y las creencias compartidos por una comunidad, considerados como prudentes, lógicos y validos[1] ; nos conlleva a pensar a la universidad como algo universal, global, igual o tal vez un imaginario más cercano nos llevaría a pensar la universidad como un recinto de cuatro paredes en donde encajamos un sinnúmero de estudiantes, ignorantes y listos para ser procesados para la recepción del conocimiento y la trasformación en eficientes empleados; esta es la visión que históricamente ha ido quebrantando la idea de Universidad, no solo en su aspecto funcional sino que también en la misión y visión de la misma; agotando las posibilidades de ser una escenario de participación, de democracia, de autonomía y libertad; esta situación le atañe no solo a la comunidad académica como tal, sino también es una situación que permea escenarios como la Ciudad y la Región, que son finalmente el escenario de expresión viva de la Universidad. Inicio con este señalamiento si así se puede llamar, con el fin de plantear un panorama sobre la situación actual que enfrentan las Universidades Publicas y en este caso específicamente la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Como es conocido la UD como una Institución de Educación Pública Superior del Distrito Capital de Bogotá se ha trasformado en un escondite para la gente de poder, un escondite en donde se reproducen continuamente fenómenos como la corrupción, clientelismo y burocratización. [1]http://definicion.de/sentido-comun/#ixzz36MNGEiJ2

Sandra Claudia Chindoy La universidad se encuentra hoy en una situación crítica que para unos es favorable y mientras que para otros como los estudiantes y profesores es deprimente; pero más allá de las dificultades que tantos estudiantes y profesores hayamos afrontado, lo interesante seria rescatar los resultados logrados en este escenario de lucha, resultados como la Derogatoria del Acuerdo 008 y 009 de la Reforma Universitaria, acuerdos que pretendían convertir a la Universidad en una fábrica de trabajadores o más bien hacer de la universidad una simple institución reproductora de conocimientos, acordes y útiles a las lógicas del mercado. Ahora nos enfrentamos a un interrogante ¿Qué sigue ahora? No quiero continuar con este tema debido a que mi interés no es solo mostrar el lado opaco de la universidad sino también evidenciar aspectos positivos que han hecho y continúan haciendo historia en la Universidad Distrital, en esta perspectiva cabe mencionar algo que caracteriza a la UD, y es lo que yo lo llamo Tolerancia, aspecto que se hace evidente en el armonioso ambiente académico y humano que evidenciamos los estudiantes de la UD y que se expresa a través de la riqueza artística, intelectual y participativa, claro, soy consciente de que este panorama no es totalmente color de rosa, pero esa tolerancia es tal vez la herramienta o la mano de hierro, que ha generado un ambiente de participación y de libre expresión dentro de la universidad; procesos que finalmente se traducen en inconformidad, fortaleza, critica, reflexión, inquietud, seguridad; elementos que nos han permitido a los estudiantes ser firmes en nuestras decisiones, defender nuestros derechos y construir la Educación Publica


Es claro que la UD como institución de educación pública, atraviesa por una cantidad de hechos despreciables que han contaminado el prestigio y la imagen de la Universidad, pero más allá de elaborar un listado de cualidades, defectos y fortalezas de nuestra universidad, el reto es plantearse una transformación de la UD, podrá ser para muchos una simple utopía, pero estoy segura de que el pensamiento, el saber y el ánimo de trasformación no puede censurarse, ni puede ser cegado por el temor a romper los esquemas, el temor a cambiar o el temor a lo distinto. La UD no puede seguir siendo un nido de oportunistas, es el momento de cambiar. En esta medida mi propuesta es transformar a la universidad a partir de sus dimensiones académicas y administrativas, bueno pero el desafío no es solo transformar los elementos exteriores a nosotros, la idea es que también cambiemos así mismos, es decir transformemos al estudiante y al profesor actual, las relaciones que se dan entre ellos y la interacción dentro del campus universitario. Realizaré una breve contextualización y descripción sobre los aspectos que yo cambiaría para la construcción de una “Nueva UD”. Inicialmente en el aspecto administrativo la universidad se enfrenta a una situación desequilibrada, jerárquica, mediatizada y burocrática, fenómenos que han hecho de la UD una institución abandonada a la suerte del clientelismo y el saqueo. Es por esto que propongo que esa cadena “administrativa” encabezada por el CSU que acomoda y desacomoda la UD a su antojo debe ser desarticulada, a partir de un cambio radical en sus estructuras administrativas, la universidad debería ser administrada por su “comunidad académica”, es decir por estudiantes y profesores. No pretendo que con esto se eliminen las estructura administrativas de la UD, lo que debe cambiarse es la gente que está al frente de esta estructura. [1] Origen de las Universidades http://www.umng.edu.co/documents/63968/80128/SeccionIII .articulo3.pdf

La administración no debe ser el látigo que azota a la comunidad universitaria, sino más bien la herramienta que permita la democratización y la participación de la Universidad. De esta forma estaríamos haciendo un retroceso en el tiempo y acercándonos a lo que fue el origen de la universidad de Bolonia en la época medieval, la cual en sus inicios fue gobernada por una asociación de maestros y estudiantes de la misma universidad[1]. No pretendo con esto transformar a los estudiantes en administradores, aunque ni siquiera debería usar esta palabra porque administración se refiere a la disciplina que se encarga del manejo científico de los recursos y de la dirección del trabajo humano, enfocado a la satisfacción de un interés[1], en resumen es un término netamente mercantil. En esta perspectiva los estudiantes no serían administradores sino constructores de la universidad. Una nueva administración transformaría la UD, por que como lo sabemos esta es la que decide el futuro de la universidad, una administración constructiva abierta a la participación y a la democracia, permitiría que la voz de los estudiantes y los profesores que continuamente ha sido censurada, salga a flote y reivindique el papel de la universidad en la ciudad y el país. Además no solo se trata de que los estudiantes y profesores destinen los recursos económicos de la universidad, lo que se busca con esta propuesta es enriquecer el sentido de pertenencia, apropiación e identidad colectiva frente a la universidad. .

[1]http://valeriaamaya.bligoo.com/administracion#.U7Sxo 5SSxyc


Otro aspecto que yo cambiara es el aspecto académico de la UD, me refiero específicamente a las propuestas pedagógicas que se ejercen en los aulas de clase, aunque como lo mencione anteriormente esta universidad se ha caracterizado por su tolerancia y libre participación; la pedagogía que actualmente algunos profesores ejercen aún tiene un tinte autoritario, siguen utilizando la pedagogía como una herramienta de poder y de dominación, siguen creyéndose dueños de la verdad, del conocimiento, continúan reproduciendo la idea del aprendizaje a través de la memorización, lo que como consecuencia sigue cultivando mentes ciegas, dóciles y conformes. Y más allá de que este tipo de pedagogía sea o no crítica y reflexiva, está fortaleciendo esa idea de la universidad para la empresa, esta pedagogía nos está elaborando un horizonte laboral, nos exige producción intelectualcientífica a través de la evaluación y la acreditación, está engendrando esa idea de eficiencia y efectividad, haciendo de la academia una reproducción de empleados[1]. Esta es la situación que yo eliminaría de la UD, porque la pedagogía más que una herramienta de opresión debe ser un instrumento emancipador que permita la construcción colectiva del conocimiento, entre profesor y estudiantes. La pedagogía independientemente de la corriente o tendencia a la que pertenezca debe ser un camino hacia la libertad, hacia la democracia, hacia la trasformación; la pedagogía debería permitir a los estudiantes y futuros profesores enfrentarse a la realidad y no conformarse con ella, esta para mi debe ser el camino a la intelectualidad interrogante e inconforme, es decir la apertura a la pedagogía liberadora y problemática como lo llamaría Paulo Freire[2].

Pero otro elemento que nos atañe a toda la comunidad universitaria y que también hace parte del aspecto académico de la universidad, es el Currículo Educativo Universitario, este ha sido un elemento al que todos los estudiantes de los distintas proyectos nos vemos involucrados, pero que nunca hemos sido participes en la construcción de este. Durante estos tres semestres he visto como a cada inicio de semestre los estudiantes nos vemos obligados a inscribir Materias Obligatorias, Cátedras, Electivas Intrínsecas y Extrínsecas de las cuales no tenemos ninguna idea, nadie pregunta ni ¿porque? ni ¿cómo?, lo que importa es inscribir materias en las fechas indicadas. La universidad únicamente cumple el papel de brindar información sobre el currículo en la semana de inducción. Esa es la regla. Esta situación me parece totalmente absurda, se supone que la educación pública es de todos y para todos, por lo tanto el currículo de la carrera que estamos estudiando por ejemplo el de Ciencias Sociales debería ser una construcción colectiva de los estudiantes y no una imposición del Consejo Académico que procura imprimir en los estudiantes, los conocimientos que son favorables para distintos sectores socioeconómicos, a través del discurso académico de la cultura, del buen saber, de la intelectualidad, de la innovación, de la investigación entre otros. Para mí el currículo es algo propio de los estudiantes, por consiguiente nosotros mismos seriamos los encargados (as) de definirlo, la idea es que lo que vayamos a estudiar durante un semestre no sea una imposición más bien sea una elección libre, que permita que el estudiante sea el que decide sobre lo que va a estudiar en cuanto a su carrera. Este proceso debería realizarse a través de asambleas semestrales que permitan una construcción colectiva del currículo, no para quedarnos en el discurso de ¡Hagamos lo que queramos! Sino ¡Apropiémonos de lo nuestro! esta sería una alternativa para construcción de una Nueva Universidad.

[1] La Universidad en el siglo XXI Boaventura de Sousa Santos [2]http://bibliotecadigital.academia.cl/bitstream/123456789/640/1/tesis.pdf


Finalmente y tal vez sea el aspecto más importante que yo cambiaria con respecto a la Universidad seria el papel de nosotros los estudiantes; para esto deberíamos preguntarnos ¿Qué esperamos de la Universidad? ¿Será que somos únicamente unos recipientes esperando ser llenados del privilegio del saber, para ser unos excelentes empleados? O ¿será que somos unas personas capaces de dudar sobre los que se nos enseña o se nos dice? ¿Sera que los profesores son nuestros salvavidas? ¿O nosotros seremos los que en el futuro no salvemos vidas sino que las transformemos y les presentemos otras y nuevas perspectivas? Y finalmente ¿Cuál es el papel de los estudiantes en la universidad? Los estudiantes somos la existencia de la universidad, en esta medida está en nuestras manos continuar con el conductismo y operativismo universitario, o en nuestras manos está la oportunidad de cambiar la historia de la Educación Pública en el Distrito Capital; por esta razón propongo que los estudiantes no solo seamos estudiantes también seamos pensantes, como diría Foucault salgamos de esa minoría de edad, pensemos por nosotros mismos y no dejemos que otros piensen por nosotros[1]. Así el estudiante no sería únicamente una persona ignorante sedienta del privilegiado saber del docente, sino una persona activa capaz de construir, elaborar, reelaborar ese conocimiento; ese es el reto para nosotros como estudiantes y futuros profesores, seamos responsables con la Universidad, con la Ciudad, el País y con nosotros mismos. En palabras de Freire seria que cultivemos en los salones de clase la construcción colectiva del conocimiento, a través de la dialogicidad, la duda y la crítica. Elaboremos esa igualdad intelectual que propone Ranciére[2]. Para transformar la UD debemos iniciar trasformando las dinámicas académicas en nuestras aulas de clase.

[1]http://www.ram-wan.net/restrepo/diferencia/que%20es%20la%20ilustracion--foucault.pdf [2] Jean JacqesRanciere, El Maestro Ignorante


Sacramentalización, una estrategia de resignificación del conocimiento Juan Pablo Villarrga ¿Qué es lo sagrado? Aquello que se conserva estructuralmente intacto a la vez que es resignificado generación tras generación, es aquellos discursos protegidos por estructuras políticas, culturales y sociales, lo sagrado no es aquella fuerza que mueve maquinarias masivas de pensamiento a la vez que renegocia su impacto en el universo individual, lo sagrado entendido como motor dialectico de la duda, un objeto tan autentico, irrepetible y valioso como una fuerza común que permea la realidad del ser. La sacra mentalización entendida como proceso de generación y construcción de los atributos enunciados anteriormente, no tiene fin pero la postulación principal de este escrito no es hacer apología a lo sagrado sino plantear la sacra mentalización como ejercicio de defensa y potenciación de bienes intangibles de suma importancia, que debido a disposiciones circunstanciales se ve en peligro en mayor o menor medida. Lo sagrado generalmente relacionado en la concepción popular con lo sobrenatural, tal vez debido a lo ambicioso y monumental que puede ser el proceso, ya que obliga al hombre a generar concepciones inalterables con el tiempo, generar un límite de alteración conceptual que posiblemente se refleje en el espacio. Lo sagrado es la contraposición al relativismo y constante movimiento moderno, no por una concepción autoritaria sino por la construcción de límites, entre lo afectable y lo inmaculado, entre lo maleable y lo concreto; entre lo vendible y lo protegido. Por qué cuando todo fenómeno se observa desde la base lógica de la economía, procesos de protección y resistencia temporal son impensables. Por esta razón lo sagrado en la sociedad pos moderna es menos autoritarismo y más rebeldía. La construcción de lugares en los que el conocimiento no se trate como parte del contrato social de oferta y demanda laboral, lugares donde por medio de la institucionalización permita la construcción

conocimiento a la vez que se ubica en el entramado social como ente con relaciones reciprocas de transformación y construcción. Al recurrir a esta institucionalidad este documento tiene como objetivo plantear ciertos componentes que se deberían tener en cuenta para la construcción de universidad respetuosa y consiguiente con el bien intangible central el conocimiento, Diseño de proyectos todo proyecto o carrera propuesta por la universidad debe tener las siguientes características, ningún proyecto debe estar centrado exclusivamente en la reflexión y comprensión, toda carrera debe generar trabajo practico con la comunidad, todo profesional debe manejarse de manera óptima en esferas académicas construyendo teoría desde el rigor académico, como en el trabajo social, ya que las dos son necesarias para la reflexión académica. Todo proyecto debe tener como objetivo central la transformación de la sociedad, no con sus egresados sino entender a los estudiantes como fuerza letrada de transformación social. Las materias dadas deben pasar por un proceso de formación primero debe ser propuesta por estudiantes o maestros a principios de semestre, en una asamblea biestamentaria, debe diseñarse me manera conjunta el plan de acción de la materia, su carácter ideológico, los autores que soporten su


desarrollo, su necesidad en la institución, su carácter reflexivo y (o) practico, entre otros detalles generando los principales tonalidades de la misma, para después también en una acción de consenso entre estudiantes y maestros escoger el personal más idóneo para llevar la clase, la cooperación entre maestros y estudiantes pueden generar clases dinámicas, con más de un maestro y más de una tradición académica en ella, la construcción de conocimiento puntual comienza en el desarrollo comunitario de la disciplina. Admisión y desvinculación La universidad debe ser un espacio abierto a todos, las pruebas de admisión generan selectividad y rechazo, el conocimiento debe ser accesible para todos, pero la universidad debe ser un espacio de trabajo arduo, donde se compruebe por medio de la exigencia académica la vocación y el talento del estudiante, el verdadero filtro de admisión debe ser la vida académica, la intensidad y exigencia de la vocación social de un maestro, si se propone en los primeros semestres una exigencia alta en estos componentes, y procesos de desvinculación por perdida de pocas materias, el proceso generara no solo la disminución del grupo de estudiantes sino estudiantes dispuestos al sacrificio y la disciplina necesario para acceder al conocimiento. Autonomía y Participación La universidad debe dejar de ser entendido como un espacio autónomo de crecimiento individual, esta concepción debe ser reforzada, la autonomía como fuerza principal de la construcción académica, todos aprendemos porque queremos y si no estamos dispuestos para ello no es posible, la construcción de un ambiente universitario no es algo dado, hasta qué punto bajo la errada comprensión del termino autonomía la universidad se convierte en un espacio resignificado y enajenado, por algunos pocos que toman la universidad como espacio de fiesta, y atentan a la construcción de

conocimiento, este no solo se construye en las aulas sino que espacios como el campus universitario debe ser propicio para la construcción y reflexión del mismo, entender la universidad como un organismo generador de conocimiento en todos sus espacios es también tomar la responsabilidad de mantener este espacio bajo unas mínimas condiciones para la construcción del mismo, un espacio público no quiere decir que es un espacio donde de manera deliberada toda persona puede resignificarlo y convertirlo en un espacio privado, es aquel espacio donde todos sus actores se reúnen y aportan para un mismo fin en este caso el conocimiento, por esta razón la universidad debe garantizar estas condiciones para su debido funcionamiento, la prohibición de consumo de cualquier tipo de sustancia psicoactiva y la presencia permanente de chazas ajenas a la universidad y a su construcción. El espacio universitario es un espacio de confluencia entre intereses estatales, del profesorado de los entes administrativos y de los estudiantes; su organización es un terreno en constante negociación, pero como podemos generar un espacio en el que todos los entes participen de manera más activa que en la democracia representativa, que puede ser interpretado como una de las principales causas de la coyuntura actual de la universidad distrital, primero la generación de un espacio amplio accesible para cualquier persona, en el que las colectividades no impongan su voluntad, sino que se genere un espacio en el que la manera de decidir no sea conducida por las mayorías sino por los argumentos, apoyado en hechos e investigaciones reales, de esta manera la voz de la colectividad política puede ser tan válida como la de un individuo. Ciencia social: ¿confusión epistémica o confusión educativa? Como plantearse la enseñanza de una ciencia que no se define a sí misma, las ciencias sociales entendidas como una superficie de choque de tendencias que resignifican sus términos, genera un gran reto para la


clásica, la transmisión y desarrollo de una curva de complejidad es prácticamente imposible, las ciencias sociales no se dirigen desde un desarrollo básico hacia la concepción de una ciencia más compleja, como si se presenta en las ciencias físico naturales, pero esto no debe ser entendido como un impedimento u obstáculo de la enseñanza de las ciencias sociales, esto permite la generación de un concepto de enseñanza diferente, en el que la disciplinariedad, la inter y transdisciplinariedad coexistan en un mismo proceso formativo entendiendo a las ciencias sociales desde diferentes facetas a lo largo de su desarrollo, propongo que durante el ciclo de fundamentación se genere un escalonamiento en la formación curricular, en la que a pesar de no existir necesariamente un aumento de complejidad si exista un diseño de núcleos curriculares que no se pueda ver en desorden, ya que el anterior sea necesario para la comprensión del siguiente, en esta etapa de fundamentación las materias deben hacer alusión a las principales disciplinas y movimientos científicos que dieron forma a las ciencias sociales por ejemplo: fundamentación en historia y Ciencia social desde la perspectiva post estructural, así se construye una base de conocimiento para la posterior construcción activa y critica al conocimiento impartido, las ciencias sociales deben tener un componente pedagógico transversal ya que es el centro de nuestra actividad académica debido a esto, en este ciclo de fundamentación es de vital importancia, el trabajo proyectado y realizado en la comunidad, es necesaria la practica académica como actividad que conecte la universidad con la sociedad, generadora de conciencia social en el estudiante, y afianzadora de la profunda y constante vocación social del maestro. Para una segunda etapa se puede tomar el modelo de estudios de área donde diferentes saberes convergen en un punto de trabajo o un tema, intentando articular diferentes teorías para la comprensión más profunda del objeto de

estudio, este modelo fomenta la asociación de estudiantes frente a la investigación y desarrollo teórico, esta instancia puede generar materias desvinculadas y no necesariamente obligatorias en su totalidad, donde el profesional escoja su línea de investigación pensando en su proyecto de investigación, como en la anterior etapa de formación la practica social y pedagógica no se puede desdibujar la articulación de los proyectos comunitarios, es un componente importante la construcción permanente en zonas de trabajo determinadas son necesarias para que la universidad genere un verdadero impacto en la sociedad y no se trate tan solo de una extracción de experiencias sin dar nada a cambio. Por último la presentación de proyecto final esbozado a lo largo de toda la carrera debe tener tres componentes fuertes, un núcleo disciplinara y conceptual que perdure, un trabajo de campo que lo ratifique y un impacto en la zona de trabajo. Generación de relaciones dinámicas es necesario repensar las relaciones de verticalidad, debido a la visión tradicional de las relaciones verticales entendemos que son inamovibles e inconvenientes para generar espacios igualitarios, La re significación de las mismas es necesaria, la creación de relaciones dinámicas en educación más profundas, entender a la universidad como un organismo donde se deben asumir distintos roles, en busca de eficiencia no en términos capitalistas de optimización en la producción, sino buscando perforar en la reflexión académica y la maximización del impacto social de la institución. Una reflexión frente a la construcción de relaciones que puedan pasar de la horizontalidad del debate a la verticalidad catedrática, generando relaciones tanto de discusión como de desarrollo proximal, comprender que la adopción de roles no necesariamente genera una posición pasiva frente al conocimiento, sino que genera posiciones dinámicas que potencializa el aprendizaje y la reflexión.


La concepción de sagrado no busca la generación de límites que coarten el carácter emancipador del conocimiento ya que sería obstaculizarse a sí mismo, la concepción de sagrado busca generar conciencia frente a fenómenos que afectan la concepción más profunda de la universidad entender lo sagrado como algo rígido es un equívoco se trata de la legitima defensa de un concepto que a pesar de su profundo y acelerado cambio no debe perder esa esencia emancipadora, rigurosa y transformadora. Este proceso comienza desde la crítica tanto personal como grupal de nuestro comportamiento, busca la defensa de la universidad de factores exógenos como la fuerza represora del estado, a la a vez que lucha contra los efectos intersubjetivos de la modernidad tardía.


Propuesta de universidad Rafael Alfonso Hernandez Borda Mi propuesta de universidad está enfocada a la corriente pedagógica anti-totalitaria y de auto gobierno, como alternativa y forma de resistencia a la corriente tradicional, este planteamiento es sustentado desde lo teórico en el ecosistema de ideas , el ecosistema sociopolítico y como referente a ALEXANDER S. NEILL y la escuela de Summerhill, por lo anterior mente mencionado, se destarara planteamientos como: “ si se quiere vivir en una sociedad libre hay que educar en libertad”, “luchamos por lograr que los niños y jóvenes sean libres en su interior, libres del miedo, de la hipocresía, del odio de la intolerancia”; de esta manera se continuara trabajando con el planteamiento de otros autores como Roseau, entendido como propuesta el desarrollo natural del ciudadano, en este punto are una aclaración, ya que se mirara, la figura de ciudadana desde una construcción histórica, que trascienda y estructure una figura de ciudadanía participativa y no de una figura de ciudadano enajenada como lo plantea “Muños Germán en su texto Practicas políticas de jóvenes”. Continuando con una línea conceptual la universidad se prestaría para ser un espacio de educación real y crítico para poder encontrarse consigo mismo y la naturaleza, donde se permita desarrollar las subjetividades juveniles y de manera reiterativa, establecerlos mecanismos que permitan construir de manera autónoma una figura de ciudadano. En esta parte del texto argumentare el por qué mi propuesta de universidad debe entenderse como una forma resistencia al modelo pedagógico universitario tradicional, en primer lugar y primordialmente, esta propuesta se forja en un modelo pedagógico que ha sido sustentado y elaborado como forma de creación en una planteamiento de vida, para una sociedad libre, que se fundamente fuera de las ataduras y la violencia directa de la instrucción y el adoctrinamiento, por lo tanto la escuela de Summerhill es un gran ejemplo para plantear un modelo de universidad que resista, al patrón educativo neoliberal y totalitarista, donde los niños y jóvenes tan solo son un pedazo de carne que alimenta al modelo económico y los intereses de la nación en el mismo y como agravante la figura de libertad esta mediada por el consumo y no se entiende como la libertad individual, en palabras de ALEXANDER S. NEILL la libertad del interior,

en segundo lugar esta propuesta de universidad se plantea como fuente para impulsar la inclusión social y cultural, mediante la construcción científica, establecida por parámetros de debates abiertos, los cuales tan solo se regirán con la norma del respeto al otro y reiterando como anteriormente fue mencionado en el ecosistemas de ideas, ya que el espacio universitario se debe entender como un lugar que nutra y defienda el libre pensamiento. De manera de conclusión, me permitiré dar una reflexión ante la figura de universidad que no debe entenderse como un molino, el cual moldee y produzca materia prima que le sirva a las grandes corporaciones que rigen el sistema económico, por lo contrario, la universidad deberá plantear los programas que requiera la sociedad colombiana, para suplir sus necesidades y diseñar programas que desarrollen e impulsen la creación científica y cultural de la nación, para poder desarrollar la reflexión, el estudio, el conocimiento y la transformación permanente de prácticas y conocimiento pedagógico


•Objetivos •El plantear una propuesta de universidad es plantar unos objetivos, que esta, se verá obligada a cumplir, por la responsabilidad social que adquiere con la sociedad. •Construcción de una carta magna que proteja, ayude y a los integrantes de la universidad, por lo tanto debe ser construida por cada uno de los integrantes de la misma. •Construir todos los estatutos estudiantiles y de trabajadores con su participación directa. •Impulsar la conciencia social, y la responsabilidad estatal ante políticas de inclusión social.

3. Ecosistema sociopolítico. Conjunto de hechos que no tiene por qué estar relacionados entre sí, pero que en un momento determinado dibujan un fondo coherente y motivador. 4.Panorama natural y social Un hombre sale de la naturaleza sin maldad pero que se va corrompiendo a causa de la sociedad perniciosa. Plantea una educación volver a la naturaleza, donde permita encontrar el fondo bueno de cada sujeto y para alcanzar esto el sujeto debe volver a la vida natural, sobre todo recuperar los sentimientos y la bondad y esto se recupera sin la perturbación de la sociedad. Visión. Establecer el conocimiento mediante la búsqueda del mismo, fomentado espacios de libertad para sujetos libres, y como premisa la inclusión social, para el desarrollo de todos los sectores sociales y con la convicción de trabajar por el desarrolla de la nación no por un sistema político o económico, sino para la sociedad. ● Misión. Será construida por cada uno de los integrantes, ya que du convicción será la que forjé su camino y su ética profesional los lleve a realizarse como ciudadanos y sujetos políticos. ●

•Brindar las herramientas para construir una nación justa y equitativa. •Establecer herramientas necesarias para la construcción de un saber científico. •Contribuir con las herramientas necesarias para la realización de investigaciones y trabajos sociales que se vinculen con el saber científico. •Educar una sociedad en paz y libertad para que las futuras generaciones vivan en libertad y la paz.

Planteamiento teórico. 1. Principios para un replanteamiento de la educación. 1.1.- la lucha contra la represión. 1.2.-La ampliación de los espacios de libertad. 1.3.- defensa de la participación. Se trata de hacer personas libres que puedan expresar los valores positivos de su naturaleza. Aprendizaje de la relación con los demás, de la vida en el interior de los grupos sociales del reconocimiento de las normas y leyes de la colectividad y participación en las instituciones. [1] 2. Ecosistema de ideas. A aquellas teorías que han ayudado a configurar el pensamiento pedagógico anti autoritario.

Políticas de bienestar •¿Porque estas políticas? Para construir un panorama antes los cambios contextuales de las últimas décadas tenemos que comprender el fenómeno multicultural y de globalización, que ha emergido y entendiendo estos diferentes fenómenos, como la creación de identidad juvenil que se ha visto enmarcado en una restructuración económica, que a afecto en mayor proporción a los jóvenes, como mano de obra o población escolar desertora, que dentro de la figura de la familia podría traer como consecuencia serios conflictos o abandono del hogar, con riesgo de caer en la vagancia y perdida completa de las titularidades y responsabilidades de la ciudadanía


comprendida como forma de control institucional, por lo tanto la universidad tendrá plantear políticas que amortiguan y ayuden a la constitución de identidad juvenil como su responsabilidad como ciudadano. • ¿Para qué estas políticas? Estas políticas se deben establecer para estructurar la responsabilidad de la universidad con sus estudiantes, para que desarrollen de manera satisfactoria y plena su labor educativa. • ¿Qué abarcara estas políticas? Estas políticas tendrán que abarcar, todas las necesidades de los integrantes de la universidad y darles un acompañamiento para darles solución tanto a las necesidades y problemáticas que viva el integrante de la comunidad universitaria. •Autogobierno La estructura de esta propuesta de universidad no tendrá ningún consejo directivo, ni rector, ni vicerrector, y menos un decano, ya que esta universidad tendrá la autonomía de autoconstrucción, que no tendrá que rendir cuentas a ningún poder externo, las decisiones serán tomadas en una junta comunal, donde la voz de cada integrante de la universidad tendrá el mismo valor, y la única regla planteada será la del respeto al otro ya que el concepto de libertad intercederá, con la concepción de se es libre de hacer lo que quiera mientras no interfiera con la libertad del otro. “Todo padre o maestro que inspira miedo es peligroso para la vida juvenil.” Alexander Sutherland Neill

Bibliografía •

Toro Traniello, Josep (1981). Mitos y errores educativos: Castigo, sobreprotección, Freinet, Summerhill... Barcelona: Fontanella. isbn 9788424404987

ALEXANDER SUTHERLAND NEILL (Segefjor, Bjarne (1974) Diario de Summerhill. Editorial Extemporáneos.

Rosseau(1712-1778) (Discurso sobre economía política (Jean Jacques Rousseau) “EMILIO, O DE LA EDUCACION”


Universidad frente amplio de construcción crítica, creativa y propositiva Daniel Andrés Villamizar Es en el ámbito de la reforma académica aplicada sobre la universidad distrital donde se empieza a pensar si es realmente esta la universidad que se quiere o si es necesario un cambio en como concebimos la universidad y la educación, también se formulan preguntas como que papel jugara la pedagogía y el docente en este proceso de creación y formación de la nueva universidad, sin embargo antes de estas cuestiones es de vital importancia conocer las condiciones concretas en las que se encuentra la universidad en la actualidad y como a partir de esta se puede iniciar una construcción colectiva. No es mi intención apegarme ni polarizarme a desde una sola perspectiva pedagógica, sino de construir a partir de los distintos aportes existentes sobre pedagogía, construyendo así una nueva universidad junto con nuevas formas de enseñar siempre en miras de resolver las contradicciones existentes en la sociedad ¿En qué estamos? Actualmente la universidad sufre una crisis en todos los sentidos, tanto en lo académico e investigativo, como en lo administrativo, presupuestal e infraestructural. Regida bajo la ley 30 de 1992 en un marco de neoliberalismo, la universidad ha perdido su sentido como derecho fundamental por el de un bien de consumo del que solo unos cuantos pueden acceder y costear, para aquellos que no pueden costear surgen una gran variedad de opciones, donde el oportunismo de unos se alimenta de la necesidad de otros, siendo un ejemplo la gran variedad de agencias bancarias que prestan dinero para costearla a un gran valor de interés, otra opciones que existe es la de la universidad pública la cual en los últimos años ha dejado de ser financiada y donde la corrupción se lleva una gran cantidad de los recursos de esta, dejando a cada universidad en la crisis ya mencionada, esta crisis ha llevado a que la universidad pública ya no sea tenida en cuenta como la primera opción a la hora de iniciar los estudios; si esta aun no es accesible existe una innumerable oferta de institutos, los cuales se dedican hacer una simple tecnificación del estudiante y formarlo

para el empleo, dejando relegada la construcción de ciudadanos críticos, propositivos y constructores de una nueva sociedad . Todo esto no es ajeno a las políticas que se vienen implementando al interior del país, y es aquí donde entra la intervención extranjera donde el banco mundial implementa sus políticas a partir del endeudamiento del país por medio del ICETEX, o donde las propuestas de reformar la educación superior como la reforma del 2011 o esta misma aplicada ya a cada universidad específicamente como lo vivimos en la universidad Distrital, surgen a partir de exigencias y planes proveniente de la firma de tratados de libre comercio, que solo buscan profundizar más a la educación y la universidad como un bien de consumo, una universidad al servicio del capital financiero y al servicio de la empresa privada. Donde prime la educción técnica que simplemente forme trabajadores, donde las facultades del área de humanidades, ciencias sociales, la formación docente desaparezcan. La labor docente en todo este proceso ha perdido su rumbo, donde el docente paso a ser simplemente el supervisor de un proceso, el replicador de un conocimiento, de una técnica,


la importancia del ser docente se ha perdido a tal punto que en este momento dentro de las universidades se encuentran más ingenieros, químicos, físicos, sociólogos, antropólogos, entre otros dando clase que los mismos pedagogos, claro está sin desmeritar los aportes que estos pueden dar a la academia. Y es que la falta de oportunidades laborales ha llevado a esto, generar un desconocimiento al rol del docente y la pedagogía como pieza clave en la ejecución de los procesos educativos. Sin embargo es a partir de la organización y movilización de los distintos estamentos que conforman la universidad, que se ha logrado frenar todos estos intentos de privatizar la educación, de erradicar las áreas de humanidades y ciencias sociales, las facultades de educación, de perder el carácter de universidad para todos y convertirla en la universidad para el que pueda pagarla; es en los procesos alternativos que surgen por el mundo donde se critica y reformula el modelo educativo y el papel del docente y la pedagogía, en casos como las universidades indígenas, la escuela de Summerhill, los procesos de educación popular, entre otros. Es en estos procesos donde empiezan a formularse y a cuestionarse si es realmente esta la educación que queremos o si ya es hora de un cambio para la universidad, no el cambio que el banco mundial, intereses extranjeros o que el gobierno nacional proponen sino que sea un cambio construido desde y para los estudiantes, los profesores y los trabajadores. Un momento para Construir. Es el momento de convertir la universidad en una universidad Popular, entendiendo lo popular como un lugar abierto a TODOS sin ninguna excepción, como ya lo planteaba Simón Rodríguez hace mas de 200 años, siendo esta una universidad gratuita que sea financiada por el estado, pero a la vez tiene que brindar una educación de calidad. Debe existir una verdadera autonomía universitaria, que permita una verdadera

todos los estamentos de la universidad en la toma de decisiones con respecto a esta, donde se encuentren en igualdad de condiciones los representantes de los estudiantes, los profesores y los trabajadores como los representantes del gobierno en las que se evidencien unas verdaderas garantías democráticas , que las decisiones sean realmente consultadas y expuestas antes durante y después de ser aprobadas con toda la comunidad universitaria, donde esta pueda participar desde espacios amplios de discusión, que permitan generar construcciones colectivas en pro de una universidad verdaderamente democrática. Esta universidad para todos debe ser un lugar abierto al debate, un lugar donde prime la libre expresión, sin importar ideologías, creencias, religiones, donde prime el respeto por que el que piensa distinto a mis posturas, creencias y concepciones, etc. Partiendo de esto hacer un acercamiento a lo desconocido, poder aprender desde la experiencia del otro, dándole reconocimiento a la experiencia y las vivencias como un medio de aprendizaje que se vive por fuera del aula mediante la aceptación del otro. Por eso es importante que dentro de esta nueva universidad se dé una implementación de espacios amplios de exposición y de debate que permitan recoger estas experiencias generando así una cultura del reconocimiento y de respeto hacia la diversidad y lo pluricultural, con más importancia en un contexto como el colombiano. Cuando se piensa en la universidad donde se pueda expresar libremente todo pensamiento en un marco de pensamiento crítico, propositivo y constructivo, se debe pensar en un lugar donde se halle un equilibrio en los distintos debates, donde se solucionen las contradicciones que se viven en la educación, la academia y la sociedad, que se discuten desde las distintas escuelas pedagógicas, siempre orientado a formar nuevas formas de ejercer la pedagogía como


una construcción, entre los ya existentes, tratando de potencializar los aciertos y finalizar con los errores que cada uno posee, pensando esta construcción para un contexto en especifico de cada sociedad. Uno de los debates al que se debe encontrar un equilibrio es el de ¿generar un pensamiento individual o colectivo? debe pensarse en generar un pensamiento individual a la hora de un desarrollo subjetivo y cognitivo en cada individuo fomentando así una personalidad autentica y autónoma, reconociendo las particularidades en los procesos educativos de cada estudiante sin dejar a un lado que también se debe formar un pensamiento colectivo , entendiendo que es así como se fomenta la vida en comunidad, llegando a que estos dos tipos de pensamiento se complementan y se construyen uno en relación al otro; una discusión a la que también se le debe encontrar un equilibrio es al de la disciplina o la autonomía y la libertad, es necesario la existencia de una disciplina en un marco de exigencias mínimas sin llegar a un punto de convertir esta en algo autoritario y dictatorial, y es con estas bases donde surge una conciencia autónoma en un marco de responsabilidad y respeto que entiende la libertad, y así poder llegar a un desarrollo autónomo. En este nuevo modelo de universidad debe haber un amplio espacio para el desarrollo de la pedagogía, las humanidades, las ciencias sociales, las artes, como también para las ciencias exactas, se deben garantizar espacios que permitan el pleno desarrollo de cada una de estas aéreas, como laboratorios, aulas especializadas, bibliotecas, también debe fomentarse la investigación, las salidas de campo, las practicas académicas, que permitan articular los procesos teóricos con los procesos prácticos generando así una academia mas integral, más preparada, la cual es consciente de la realidad que se vive y que aprende desde la resolución de los problemas concretos que afronta la comunidad, como en lo ambiental, lo científico, lo político, lo cultural, lo social, etc.

Aquí empieza a jugar un papel clave la interdisciplinariedad, con la que se permita una amplia construcción de conocimiento descentralizado, claro está sin perder el papel importante de la disciplinariedad como base de formación teórica. Dentro de esta interdisciplinariedad debe también entrar los conocimientos provenientes de culturas distintas como lo son las indígenas, las orientales, y todos aquellos procesos decolonizadores que dan legitimidad a la diversidad, que reivindican las tradiciones y las culturas autóctonas y hacen una crítica al conocimiento occidental por su papel hegemonizar a través de la historia. Esta debe encontrar formas de construir síntesis, sin desconocer las especificidades que cada una posee y evitando polarizarse y dogmatizarse hacia un solo enfoque. ¿El docente y el Estudiante qué? La labor del docente tiene un papel importante en esta universidad ya que es con él, con que el estudiante va a construir su proceso educativo, aquí el estudiante se encuentra en un mismo plano que el docente, rompiendo todas esas tradiciones de verticalidad expuestas por Freire, mediante la implementación el diálogo de saberes entre los dos, claro está reconociendo la experiencia del docente como un factor importante y una herramienta en el aula de clase, el docente debe ser esa persona que influya en el estudiante, quien le muestre las diversas variables a las que se enfrenta, quien genere preguntas, que lo impulse a investigar y a obtener sus propias respuestas y reflexiones, quien le demuestre al alumno que el conocimiento no solo se encuentra al interior de una estructura sino que debe ser hallado en la práctica en el campo, y llegando a todo esto por medio de construcciones colectivas.


El estudiante aquí también cambia de concepción ya no es visto como ese ser carente de conocimiento que busca ser llenado o como una tabula raza, sino que es visto como una persona que trae una experiencia y unas vivencias que le permitirá por medio de la indagación y la construcción colectiva llevar el proceso educativo de una manera crítica y propositiva. Es en estos procesos donde el estudiante entiende la importancia de la formación educativa, perdiendo así su concepción del estudio como una obligación, donde se hace participe en estos procesos como un sujeto consiente y autónomo. Es de vital importancia mencionar que este sujeto se encuentra en este proceso de aprendizaje, no porque está orientado hacia las necesidades del mercado y la economía, sino que se especializa en donde encuentra su mejor desarrollo, donde esta lo que realmente lo apasiona, algo similar a lo que propone Summerhill. Todos estos agentes constitutivos de la nueva universidad deberán estar enfocados a generar el nuevo modelo de ciudad y sociedad que pueda contribuir al contexto en el que se vive. Es aquí donde la educación hace su contribución como creía Rousseau en la construcción de ciudadanos; Ciudadanos con conciencia política, social, cultural, ambiental, critica, ética, estética entre otros. que busque siempre el desarrollo de la sociedad con una contribución a la ciencia, a la industria y a las fuerzas productivas que generan desarrollo nacional e internacional, pero también se debe hacer una contribución a lo social, es necesario generar cultura, generar arte, generar conciencia mediante la formación de una pedagogía sociocultural que sale de el aula y se evidencia en el diario vivir, donde la formula de aprender para actuar pueda ser aplicada de forma inversa, mediante análisis Dialecticos y materialistas, que permitan subsanar las contradicciones que vive la sociedad.

¿Cómo lograrlo? Se podría pensar que antes de construir este nuevo modelo de universidad y educación es necesario re-formular algunos discursos y prácticas vividas al interior de la academia, las cuales han permitido profundizar más la crisis que en la actualidad vive la educación superior y las universidades del país, que ha sido impulsada desde los mismos estudiantes y profesores. Alguno de estos ya expuestos anteriormente como lo es el desprestigio que se le ha dado al papel de la pedagogía, las ciencias sociales etc; la apropiación y replicación del neoliberalismo en los procesos formativos; la preparación de estudiantes sin contexto social, cultural y político. Todo esto legitimado por parte algunos profesores y estudiantes. Es necesario cambiar como estamos concibiendo el estudiar y la universidad, pensar si realmente se estudia por intereses propios de construcción social o se piensa la educación como una obligación que permite ganar dinero, o como estoy entendiendo el espacio universitario; cuando después de discutir en clase porque es necesaria la universidad, salgo y me tomo los espacios universitarios de fiesta “chirretiandolos” con drogas y alcohol, apropiándose de dichos espacios para el lucro personal, o cuando exijo educación de calidad pero me conformo con un 3.0 y peleo por que el promedio académico será elevado a 3.5 a qué tipo de moral y qué tipo de discurso estoy acudiendo, si este es carente de coherencia. A pesar de que la universidad deba ser para todos, no todos están preparados para esta, es con la calidad académica proveniente de ambos sectores tanto estudiantiles como docentes, desde donde se empieza a cambiar estos discursos y prácticas que no hacen más que ahondar la crisis educativa


Al mismo tiempo que se hace una transformación interna también es necesario que se empiece a dar una organización de toda la comunidad universitaria, pero también de la ciudadanía en general, donde las banderas y los intereses que los diferencian y fragmentan se bajen y se unifiquen en una sola bandera de lucha, que sea la de una educación para todos, de calidad, generadora de conocimiento científica y social, soberana que vele por un verdadero desarrollo de la comunidad, algo similar al proceso que se vivió Con la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE). Es a partir de espacios de estudio y de análisis concretos de la situación que vive la educación y la universidad en la actualidad, donde se formulen distintas soluciones que permitan construir el nuevo modelo de universidad que se quiere, contando con la participación de todos los estamentos de la universidad y la sociedad que garantice que este modelo sirva realmente a los contextos sociales para los que se construyen. En conclusión podemos pensar en una universidad como la muestra a pequeña escala de la sociedad que queremos, donde prime la soberanía la democracia, y el ánimo de construir y re construir la sociedad en que nos encontramos. Partiendo de una educación para todos sin distinción alguna y que se construye entre todos, una educación que cree y no que recree, una educación científica y social que es consciente de la realidad, que reconoce y acepta la pluriculturalidad universal y con esto busque el desarrollo social y cultural que permita resolver sus contradicciones contando siempre con una conciencia crítica, creativa y propositiva. Para lograr todo esto es necesario poder reformular como se entiende y se vive la universidad sumándole a esto la organización y participación de todos aquellos que entienden la necesidad del cambio en el modelo educativo para la universidad. Pero en estos momentos ¿que estamos haciendo para que esto sea así?



Agradecimientos A quien nos guió y enseñó que este largo camino se construye entre todos y todas. Al profesor Jaime Blandon, quien nos guió hacia la criticidad y la libertad.

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A todos y todas las estudiantes de los grupos 01 y 02 de Historia de la pedagogía, 2014-1.

Universidad Distrital Francisco José de Caldas Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Ciencias Sociales Historia de la pedagogía – Jaime Enrique Blandon Grupos 01 y 02

Julio DE 2014

Año 1. Edición especial


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