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Gonzalo Asencio

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Por Gonzalo Asencio Gerente General de Gisma

Transformación digital en el monitoreo y control ambiental

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La transformación digital es, en muchos casos, un bastión de las estrategias de modernización corporativas. Con satisfacción vemos un avance en la necesidad de transitar hacia un estado de digitalización de procesos operacionales, pero ¿cuánto de ello se ha transferido a la automatización del control ambiental?

En los últimos años hemos visto un crecimiento sostenido en las soluciones que apuntan a mejorar la capacidad de medición de variables relevantes y de interconexión para recibir en tiempo real el estado y tendencias de los elementos monitoreados. Desde la disponibilidad de monitorear distintos parámetros del recurso hídrico y los monitoreos de calidad de aire, que hasta hace poco eran lo más avanzado en monitoreo ambiental, hoy contamos con sensores para fuentes y flujos de energía, cámaras para detectar movimientos u operaciones bajo control, detectores de anomalías en operarios de faenas peligrosas, sensores de vibración, monitoreo de ruido, entre otra serie de alternativas.

Junto con ello, existe una mayor disponibilidad de dispositivos para gestionar los flujos de información eficientemente. Desde el sensor que captura el dato, hasta los servidores que reciben y procesan big data, para entregar información organizada a los tomadores de decisiones en la palma de sus manos y, con ello, responder costo-efectivamente a los nuevos requerimientos de control de gestión.

En Chile, la SMA (Superintendencia del Medio Ambiente) y la DGA (Dirección General de Aguas) han establecido exigencias legales para el envío de datos de forma continua, como los referidos a calidad de agua y aire en el caso de la SMA, y los requerimientos de medición continua de caudales y niveles para las extracciones de pozos con derechos de aprovechamiento de agua de la DGA, en el marco de la denominada “Estrategia de inteligencia ambiental”.

La automatización del control ambiental está sucediendo y es el momento propicio para alinear las estrategias de desarrollo tecnológico a sus requerimientos. Hoy es el mejor momento para que las organizaciones inviertan y operen sistemas de monitoreo de alta gama, con todo lo necesario para asegurar que los procesos den cuenta de los más altos estándares de calidad y estén preparados para los siguientes desafíos del control ambiental.

SOLUCIONES COMPACTAS

Dentro de su amplia oferta ambiental, Veolia provee sistemas para tratar aguas mediante filtración y ósmosis inversa, con múltiples beneficios.

Uno de los desafíos más urgentes que hoy impone el cambio climático a los sectores productivos, a los centros poblados y a todos en general es hacer una gestión sostenible del agua. Una tarea vital en la que las empresas que se dedican a la gestión y tratamiento de recursos como el agua o los residuos, juegan un rol clave. Así lo entienden en Veolia, compañía multinacional cuyo objetivo es aportar soluciones ambientales inteligentes y eficientes para el desarrollo sostenible de las más diversas industrias, con el propósito de avanzar hacia una transformación ecológica útil para la sociedad.

“En Chile, nuestra marca ha estado asociada principalmente a la gestión de residuos, sin embargo, a nivel internacional y local proveemos soluciones en tratamiento de agua con altos estándares de cumplimiento y garantías de ejecución de proyectos y servicios. Para ello diseñamos, suministramos, financiamos y operamos plantas que se adaptan a las necesidades de cada cliente, ya sea a través de soluciones compactas o de la integración de sistemas de mayor capacidad o complejidad”, comenta Paula Salas, responsable de ingeniería y construcción de Veolia Chile.

En ese contexto, en el año 2020, la compañía comenzó a implementar en nuestro país soluciones compactas orientadas al tratamiento de aguas para distintos usos, sobre la base principalmente de sistemas de filtración y ósmosis inversa. La ejecutiva detalla: “En el caso de la filtración, tenemos productos para el abatimiento de hierro, manganeso, arsénico,

olor y sabor, y turbiedad. Y en ósmosis inversa, tenemos sistemas compactos tanto para agua de mar como para agua salobre, aguas de proceso que requieran remoción de sales o elementos disueltos en el agua. Para el caso de aguas servidas o residuales también contamos con soluciones integradas para la remoción de contaminantes biológicos y físico químicos”.

APLICACIONES Y BENEFICIOS

Paula Salas comenta que las soluciones compactas que proveen se pueden aplicar en los más diversos sectores industriales que requieren abastecerse de agua para sus procesos o necesitan remover contaminantes de las fuentes de agua fresca, de agua de mar o de aguas de proceso para reúso.

“Ejemplo de ello son las empresas sanitarias que producen agua potable o tratan aguas servidas; empresas mineras que requieren agua para sus procesos de explotación o para sus campamentos; empresas de alimentos que demandan un agua ingrediente de calidad específica; empresas productoras en el área agrícola que necesitan grandes cantidades de agua para riego y lavado de cultivos; empresas inmobiliarias, hoteles y hospitales que utilizan sistemas de potabilización y saneamiento para sus proyectos; y en general, toda empresa que incluya agua en sus procesos productivos y que se enfrente a la necesidad de abastecerse de nuevas fuentes, como agua de mar, aguas servidas tratadas, efluentes de sus procesos industriales, o aguas de napas subterráneas que han sufrido un deterioro en su calidad”, indica.

Añade que en los últimos años han ejecutado una gran variedad de proyectos de diseño y construcción, además de servicios de operación y mantenimiento. En lo que respecta a los sistemas compactos o estandarizados, en particular, comenta que en 2021 se adjudicaron el proyecto de suministro, montaje y puesta en marcha de 35 filtros de abatimiento de turbiedad para una empresa sanitaria en tres de sus instalaciones. “Nuestro desarrollo

Los sistemas compactos para tratar aguas de Veolia se pueden aplicar en todo sector productivo que requiera abastecerse o descontaminar efluentes.

de soluciones compactas y estandarizadas nos permitió contar con una oferta muy competitiva respecto a costos y a tiempos de respuesta, sin afectar el alcance ni la calidad de la solución ofertada”, destaca la especialista.

De manera más general, asegura que el uso de los sistemas compactos para tratar aguas que implementa Veolia ha demostrado tener múltiples ventajas y beneficios, entre los que figuran: “La reducción de costos de insumos y equipos gracias a la estandarización; la reducción en los tiempos de respuesta, tanto en la etapa de cotización como en la implementación de las soluciones; la flexibilidad, en caso de requerir ampliación de las plantas o traslado de éstas a nuevas instalaciones”. Agrega que el carácter modular de estas soluciones permite instalar desde uno a diez o más sistemas en paralelo, todos con el mismo estándar, y con la posibilidad de hacer crecer las instalaciones de acuerdo a las necesidades del cliente.

TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA

Desde una perspectiva más amplia, Paula Salas recalca que “el propósito de Veolia es liderar la transformación ecológica. Esta razón de ser comprometida y ambiciosa involucra a nuestros distintos grupos de interés para obtener resultados que beneficien a todos, y en ese sentido, damos gran importancia a las soluciones que apunten a abordar los problemas de déficit hídrico, reúso, tratamiento de agua de mar, reducción de efluentes (zero liquid discharge), reducción de contaminantes e iniciativas de hidrógeno verde, entre otros”.

En ese contexto, la empresa también presta apoyo para el cumplimiento de las nuevas regulaciones que buscan mejorar la gestión del agua, como ocurre con la Ley 20.998 de Servicios Sanitarios Rurales que comenzará a regir el próximo año en Chile, con miras a asegurar el abastecimiento de agua potable y el saneamiento de las aguas residuales a quienes viven en los campos de nuestro país. Al respecto, la especialista señala: “Veolia pone sus soluciones y toda su experiencia técnica en diseño, suministro, construcción y operación de sistemas de potabilización y saneamiento al servicio de las organizaciones responsables de los Servicios Sanitarios Rurales y de todas las instituciones o empresas involucradas en la implementación de estos sistemas. Junto con ello, es clave en este tipo de proyectos el acompañamiento post venta, no sólo para cumplir con las garantías, sino también para entregar la asesoría técnica necesaria para favorecer la continuidad en la operación del sistema implementado, con la posibilidad además de crecimiento futuro”.

Sigma DAF es un sistema basado en flotación por aire disuelto de alta eficiencia que favorece el rendimiento de las plantas desaladoras.

Por Carlos Padilla Product Manager Water and Wastewater Treatment Soltex Chile S.A.

Prácticamente todos los países con acceso al mar se ven afectados en alguna medida por el fenómeno de bloom de algas, las cuales pueden ensuciar y obstruir las membranas usadas en los procesos de desalación de agua marina, reduciendo severamente el rendimiento de estas plantas y provocando problemas graves en el suministro de agua, ya sea potable, de uso industrial o agrícola. Esta realidad hace absolutamente necesario contar con procesos de pretratamiento eficiente y confiable que eviten daños en la planta, no solo durante los eventos de florecimiento de algas sino durante toda la temporada.

Una alternativa conveniente para resolver esta problemática es la Flotación por Aire Disuelto (DAF), tecnología de separación sólido-líquido efectiva con una eficiencia superior al 90% para aceite, grasa y sólidos suspendidos como las algas y su material excretado. Los sistemas DAF han demostrado ser el pretratamiento más eficiente, rentable y robusto para tratar el agua de mar mediante el sistema de osmosis inversa. La cadena de proceso consiste en una etapa de coagulación-floculación y ajuste de pH seguido de flotación por aire disuelto y, luego, una fase de

Etapas de un sistema DAF

Coagulaciónfloculación Flotación por aire disuelto

Agua de mar costera Filtración por media granular ó Gravedad Osmosis inversa

Ultrafiltración/ microfiltración

prefiltración que podría ser por gravedad y/o ultrafiltración/microfiltración (UF/MF), dependiendo de los requisitos de la planta.

Durante el tratamiento DAF, el aire comprimido se introduce en una corriente de reciclaje, se disuelve y, posteriormente, genera burbujas de 30 a 50 µm cuando se libera a través de un cabezal de dispersión en un tanque DAF. Las partículas coaguladas, como las células de algas, se adhieren a las burbujas y flotan hasta la parte superior de la columna de agua, donde se eliminan mecánica o hidráulicamente. El proceso reduce los requisitos de espacio, ahorra costos de operación y mantenimiento, y mejora los resultados de purificación.

Esta tecnología, además, es ampliamente utilizada como pretratamiento en plantas depuradoras de aguas residuales, así como en separadores de lodo secundario en las mismas plantas de tratamiento, alcanzando rendimientos y confiabilidades altísimas.

SIGMA DAF

En Soltex contamos con amplia experiencia y conocimientos muy consolidados en el diseño, construcción y operación de tecnologías basadas en DAF, coagulación-floculación y ajuste de pH.

A través del sistema Sigma DAF podemos proveer una solución integral de alta calidad para el tratamiento de aguas, en especial cuando el objetivo es optimizar plantas en funcionamiento con problemas más serios de bloom de algas.

La empresa puede proporcionar la tecnología y el equipo para desarrollar un adecuado pretratamiento, en la escala que se requiera. A continuación, se presentan tres opciones dependiendo del caudal: • Plantas de gran escala (de 1000 a 4000 m3/h) Sigma DAF FPAC-CW:

Unidad completa especialmente diseñada para el pretratamiento de desalinización que incluye cámara de ajuste de pH, cámaras de coagulación y floculación más cámara DAF. • Plantas de mediana escala (de 100 a 1000 m3/h) Sigma DAF FPHF:

Equipos que se instalan junto con los procesos de floculación, coagulación y ajuste de pH. Son aplicables para el pretratamiento de agua de mar. • Plantas compactas de baja escala: Instalación para pequeños volúmenes de tratamiento que considera todos los componentes en una solución paquete plug & play.

Nuestra experiencia trabajando con el pretratamiento de agua de mar para plantas desaladoras ha demostrado clara efectividad de estos procesos con los siguientes resultados: 98% de eliminación de células de algas, 95% de eliminación de sólidos suspendidos totales, 98% de eliminación de aceites y grasas, < 5 NTU de turbidez.

HERMÉTICA Y RESISTENTE

Esas son algunas cualidades de la válvula de bola sectorizada desarrollada por Ramen Valves para el tratamiento de efluentes.

Por Franco Sciolla Ingeniero Civil Químico Ingimex SPA

Las plantas de tratamiento de efluentes (PTE) basadas en lodos activados fundamentan su control en dos pilares. El primero es el control de variables biológicas y químicas de los lodos tales como edad, razón de recirculación, dosificación de nutrientes, entre otros. Y el segundo, la confiabilidad operativa de los equipos e instrumentos: bombas, instrumental de variables como oxígeno disuelto, pH y funcionalidad de las válvulas de control.

En ese contexto, las válvulas de control tienen un rol muy relevante pues son tantas las variables a manipular en estas plantas que la automatización se hace imprescindible.

Estas válvulas están sometidas a un manejo de fluidos donde hay muchos sólidos suspendidos por lo que ocurren dos fenómenos que ponen en riesgo su funcionalidad y la continuidad del proceso: el desgaste de sellos y asientos de válvulas o también el trabamiento de los elementos internos de las válvulas de control. Estos problemas y su prolongada presencia o frecuencia en las PTE desencadenan fallas operativas que, al ocurrir, tienen una inercia de solución elevada y consecuencias muy caras en multas y acciones legales.

Para solucionar los problemas descritos, Ramen Valves –empresa sueca con más de 75 años, representada en Chile por Ingimex– ha desarrollado y patentado el concepto de válvula de bola sectorizada, cuyas cualidades y claves de funcionamiento se describen a continuación.

Ramen Válvula de Bola Sectorizada (Borde de estrangulamiento de elíptico a circular)

Superficie de sello protegida Válvula Bola segmentada

Superficie de sello desprotegida

Un borde de estrangulamiento circular tiene un mayores ángulos entre el asiento y el sello, por lo tanto menores velocidades y menos desgaste.

MENOS DESGASTE

Es un error común pensar que la válvula de bola sectorizada Ramen y la válvula de bola segmentada son exactamente iguales o, al menos, tipos muy similares. En realidad, tienen características diferentes y satisfacen necesidades distintas, tal como lo señala la siguiente comparación técnica.

La geometría juega un papel importante. La válvula de bola sectorizada Ramen tiene dos aberturas circulares, una de las cuales es estática (el asiento) y la otra es dinámica (la bola). Cuando estas dos aberturas se cruzan y se separan horizontalmente, crean una geometría elíptica que es muy beneficiosa porque protege las superficies críticas de la alta velocidad y, por tanto, del desgaste. Además, debido al diseño específico de la válvula de sector de bola Ramen, la superficie de sellado del asiento (en verde, en la imagen adjunta) está siempre protegida de la abrasión. El asiento de la válvula de sector de bola Ramen está totalmente protegido en la posición abierta y totalmente apoyado de 0° a 90°. Esto ofrece una mayor resistencia al desgaste para medios abrasivos y un cierre hermético asegurado con cualquier medio.

El diseño de la comúnmente llamada válvula de bola segmentada, en cambio, tiene una abertura circular estática con un cuerpo circular, formando una geometría de media luna cuando se separa horizontalmente. Esta geometría expone las esquinas en forma de V, donde la velocidad aumenta inevitablemente provocando un desgaste que acorta la vida útil de la válvula.

Esperamos que esta información sirva para que pueda elegir la válvula más conveniente para sus procesos, considerando no solo las variables cuantitativas sino también el diseño y las funcionalidades que ésta posee.

El desgaste comienza en la zona estrecha debido al incremento de velocidad (rojo).

SERVICIO INTEGRAL

Instruvalve provee desde plantas hasta equipos para el tratamiento de aguas, pasando por la ingeniería, asesoría y montaje.

El prestigio o éxito empresarial se basa en el trabajo bien hecho, en la calidad de los productos y servicios ofrecidos, en poner a los clientes y trabajadores como prioridad, y, sobre todo, en ser capaces de entregar soluciones confiables y acordes a las necesidades de los tiempos. Eso lo que Instruvalve ha buscado por más de 14 años. De hecho, tomando como base su reconocida experiencia en las áreas de automatización, control de procesos y manejo de fluidos, recientemente decidió poner en marcha un nuevo servicio especializado para brindar asesoría de ingeniería en el área de tratamiento de aguas y ofrecer soluciones integrales a este mercado. De este modo, busca contribuir a que sus clientes puedan responder a la creciente necesidad de gestionar los recursos hídricos de manera sostenible, lo que incluye hacer un uso eficiente del agua, contar con variadas fuentes de abastecimiento y preocuparse del adecuado saneamiento de los residuos líquidos.

DIVERSAS APLICACIONES

Las soluciones principales que ofrece Instruvalve en el área de tratamiento de aguas abarcan las siguientes aplicaciones: • Desalinización • Obtención de agua ultra pura • Potabilización de aguas • Tratamiento de aguas servidas • Tratamiento de aguas grises • Tratamiento de residuos industriales líquidos • Recuperación y reúso de aguas de procesos

Para hacerse cargo de este trabajo, la compañía cuenta con un equipo multidisciplinario compuesto por profesionales de las áreas de procesos, hidráulica, mecánica, eléctrica, programación y dibujo.

Marcos Alarcón, gerente general de la empresa, comenta: “Nuestro modelo de trabajo implica proveer desde plantas llave en mano o modulares hasta equipos, pasando por las distintas etapas de ingeniería, asesorías, montaje

Instruvalve suministra soluciones confiables en plantas de osmosis inversa y desalación.

(mecánico, hidráulico y eléctrico), suministros y puesta en marcha de la instalación. Incluso, nos encargamos de recuperar y darle un reúso al agua tratada. Todo depende de las necesidades de nuestros clientes”.

El ejecutivo resalta también el valor agregado que aportan sus colaboradores: “Contamos con un equipo humano sólido y altamente capacitado, capaz de orientar y asesorar a los clientes en la adquisición de un equipo, contratación de un servicio y/o desarrollo de una solución”.

Para el desarrollo de sus soluciones de ingeniería, la empresa cuenta con un amplio portafolio de tecnologías, especialmente en el área de control de fluidos, donde representa en Chile al grupo Flowserve, con sus líneas de productos Limitorque, Valtek, Argus, Kammer y PMV, entre otras. A esto se suma la contribución de otras marcas como Slurryflo (Canadá), Mueller-Pratt (USA), SPX (USA), Isoil (Italia), Kenco (USA), 3M (USA), DWYER (USA) y Evans (Canadá).

Asimismo, para atender con prontitud y eficiencia a sus clientes de todo el país, Instruvalve tiene su casa matriz en Santiago y presencia comercial en Antofagasta y Concepción. Además, respondiendo al desafío de internacionalizarse, posee una sucursal en Lima, Perú.

PARA EVITAR INCENDIOS

La silvicultura preventiva reduce el peligro de generación y propagación de incendios forestales. Conozca en qué consiste y recomendaciones para aplicarla.

Un fin de año completamente desolador vivieron cientos de habitantes del sector alto de la comuna de Viña del Mar, luego que la tarde del 22 de diciembre se iniciara un voraz incendio que –de acuerdo al informe oficial entregado el 26 de diciembre– dejó dos personas fallecidas, al menos 321 lesionados, 280 viviendas destruidas y 111 hectáreas de árboles y vegetación arrasadas por el fuego. ¿Origen de la catástrofe? “Un incendio forestal que dio paso rápidamente a uno de tipo estructural”, señaló el Subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.

Ese lamentable evento se suma a otros siniestros registrados en la presente temporada que asoma como bien compleja. Según datos de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), entre el 1 de julio y el 26 de diciembre recién pasado la superficie afectada por los incendios forestales superaba las 31.400 hectáreas, cifra que representaba un 3% menos

que lo registrado en el mismo periodo del año pasado y un 138% por sobre el promedio del último quinquenio.

Cifras que, según diversos especialistas, podrían llegar a ser mucho peores debido a las altas temperaturas que se suelen presentar en verano y la mayor cantidad de matorrales, hierbas y pastizales presentes en los campos generados por un último invierno con más precipitaciones, los que al secarse se convierten en combustible para la expansión del fuego.

Considerando que esta preocupante realidad se repite todos los años –con intensidades variables, por cierto–, resulta absolutamente necesario adoptar acciones que ayuden a evitar la ocurrencia de los siniestros que destruyen ecosistemas, generan diversos perjuicios a numerosas personas que viven en las cercanías de los bosques y complican aún más la urgente tarea de mitigar el cambio climático.

Una alternativa es la denominada silvicultura preventiva, que “corresponde a aquellas técnicas de ordenación y manejo forestal que tienen como finalidad modificar la estructura de los combustibles y/o gestionar su eliminación para una mayor resistencia a la propagación del fuego y reducir al mínimo la vulnerabilidad a los incendios forestales y consecuentemente mitigar de forma efectiva el daño provocado por éstos”, explica Rolando Pardo, jefe del Departamento de Prevención y Mitigación de Incendios Forestales de la CONAF. ¿Qué técnicas incluye esta práctica y cómo aplicarlas?, es parte de lo que respondemos a continuación.

SILVICULTURA PREVENTIVA

Complementando lo dicho, Pardo comenta que existen varias técnicas de silvicultura preventiva relacionadas con distintas formas de manejar los combustibles, las cuales se deben definir de acuerdo a las características propias de la plantación, de la topografía, del predio y su entorno.

“La técnica que se adopte va a depender de las condiciones físicas, económicas y sociales del área circundante, pero siempre debe ir enfocada a modificar la estructura del combustible disponible, a través de la eliminación de la continuidad vertical y horizontal de la vegetación para impedir o dificultar el inicio y propagación del fuego en caso de un incendio forestal. Esto, debido a que la posición de los combustibles forestales respecto de otros tiene directa relación con la transmisión del calor y el comportamiento del fuego”, apunta.

El especialista añade que una de las claves para definir cómo se van a planificar las distintas técnicas a utilizar son los llamados “combustibles escalera” que son “aquellos que permiten que el fuego se propague de los combustibles del piso hacia las copas o partes superiores de los árboles”.

Destaca, además, que la silvicultura preventiva también da la posibilidad de aprovechar la energía potencial que aportan los residuos, tanto forestales como agrícolas, al medio ambiente y como fuente de recursos primarios para las comunidades. “La silvicultura preventiva debe ser entendida como una gestión altamente rentable si la miramos desde la perspectiva de que a través de ella damos una mayor seguridad a los recursos forestales, aportamos energía al suelo y obtenemos subproductos secundarios del bosque”, plantea el representante de la CONAF.

Miguel Castillo, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Naturaleza de la Universidad de Chile y experto en incendios forestales con experiencia en proyectos de este tipo, aporta otros antecedentes que van en la misma línea de lo señalado. En primer lugar, recalca: “La silvicultura preventiva es, en esencia, el manejo de los combustibles forestales. Se le conoce así porque conlleva un conjunto de acciones que

Gentileza Conaf

Implementar fajas libres de vegetación es una de las técnicas recomendadas para las plantaciones forestales.

intentan reducir el peligro o la susceptibilidad de la vegetación al encendido y propagación del fuego a través de distintas técnicas, como el reordenamiento de la vegetación, la reducción o corte de la continuidad de los materiales leñosos, entre otras acciones”.

Agrega que su aplicación se puede llevar a cabo por medio de diversas actividades, “cuya prescripción, localización, diseño operacional y oportunidad de ejecución van variando de acuerdo a las condiciones del terreno a proteger, especialmente en lo que respecta al riesgo y al peligro de incendios forestales. El riesgo tiene que ver, básicamente, con la probabilidad de que los incendios ocurran en un lugar determinado, y el peligro con la forma en que se comporta el fuego una vez que estos incendios se inician”.

Castillo indica que, en el contexto descrito, el manejo de combustibles forestales en el cual se sustenta la silvicultura preventiva, además de prevenir los incendios, “representa un apoyo importante a la presupresión, es decir, a la preparación para el combate del fuego, y al combate mismo, porque facilita la ejecución de diversas operaciones, tales como la vigilancia y acceso rápido a los lugares afectados por la propagación de fuego”. Asimismo, resalta que esta práctica facilita la instalación de líneas de control y el anclaje para la aplicación de contra fuego, entre otras labores que se ejecutan in situ durante los incendios. Además, contribuye a disminuir los niveles de conflictividad y complejidad que puede provocar el fuego, de acuerdo a los lugares que puede alcanzar.

El académico subraya que las prácticas de silvicultura preventiva debieran ser consideradas como un componente del manejo de bosques. “La mayoría de las acciones contempladas en su aplicación pueden corresponder simultáneamente a operaciones silvícolas propiamente tal. Con todo, si se establece un proceso forestal único donde se pueda incorporar el manejo de combustible, entonces, en consecuencia, podemos reducir significativamente los efectos de la propagación del fuego y tener bosques más saludables, más resilientes. Siempre y cuando las aplicaciones se efectúen de manera adecuada y oportuna y, por supuesto, con buena capacitación”, advierte.

TÉCNICAS Y RECOMENDACIONES

Miguel Castillo sostiene que la silvicultura preventiva debiera ser un componente del manejo de los bosques. Los costos de estas prácticas son la principal traba para su aplicación, dice Rolando Pardo.

de silvicultura preventiva recomendadas para las plantaciones forestales y entrega algunos consejos para su aplicación: • Faja cortafuego: Corresponde a una franja terreno que detiene o dificulta la propagación de un incendio forestal ya que carece de vegetación combustible o porque la existente no está en condiciones de arder. Su ancho se determina de acuerdo a la altura de la vegetación circundante. “Comprende tanto fajas existentes (caminos, líneas férreas y cursos de agua, entre otros), como cortafuegos construidos. A estas fajas se les debe extraer, de forma manual o mecánica, toda la vegetación, excavando el terreno hasta el componente mineral, agregando, si corresponde, obras menores para que esta actividad no vaya en detrimento del suelo ni genere riesgo de erosión del sitio”, expone. • Faja libre de vegetación: Se implementa adyacente a un rodal (comunidad de árboles, generalmente uniformes en composición, tamaño, edad o condición de especies), donde se elimina totalmente la vegetación arbórea y arbustiva existente, manejando la cubierta herbácea para atenuar los procesos erosivos, con el objetivo de mitigar la propagación del fuego. “Se debe evitar la regeneración de la vegetación arbórea y arbustiva, a través de control mecánico o manual, con tal de que no se posibilite la propagación superficial de un eventual incendio forestal. Además, debe permanecer libre de residuos y asentamientos humanos”, advierte el representante de la CONAF. • Faja corta combustible: “Es una zona de amortiguación, donde se reduce la continuidad horizontal y vertical de la vegetación, mediante la ejecución de raleos y podas, manejando la cubierta herbácea y arbustiva para atenuar los procesos erosivos, cuyo propósito es reducir la carga combustible para retardar la propagación del fuego”, expone Pardo.

El especialista agrega que existen otras alternativas para el manejo de combustibles finos, como el silvopastoreo, y otras opciones para reducir, aprovechar y/o eliminar residuos agrícolas y forestales, como el chipeado, la incorporación del material orgánico al suelo y, en última instancia, la eliminación de este material mediante quema controlada.

Karen Peña, profesora de la Facultad de Ciencias Forestales de la U. de Chile, también ha trabajado en algunos proyectos piloto de silvicultura preventiva. A partir de su experiencia, aporta otras recomendaciones prácticas para concretar acciones de este tipo: • Visitar el sector para hacer un levantamiento de algunas características de la vegetación presente. • En base a ese levantamiento ver también las redes de camino o senderos de tránsito vehicular y/o de personas. • Definir qué actividad silvícola preventiva se requiere, en base a las características de la vegetación y el tránsito de personas y vehículos.

AVANCES Y EJEMPLOS

Considerando todo lo expuesto, cabe preguntarse ¿cuál es el nivel de avance de la silvicultura preventiva en Chile?

Desde la CONAF, Rolando Pardo responde que los mayores avances se han visto en el área de las plantaciones forestales, en donde en el año 2015 se elaboró un protocolo para su establecimiento y manejo sustentable, el cual incluyó un capítulo sobre la protección de incendios forestales que integra conceptos, criterios y orientaciones para la aplicación de la silvicultura preventiva. Este documento se actualizó en 2021.

El especialista destaca también el desarrollo de instrumentos que facilitan las intervenciones de este tipo, tanto en plantaciones forestales como en bosque nativo, como son las Normas de Manejo Prevención y Protección contra Incendios Forestales en Zonas Rurales y de Interfaz Urbano/Forestal. “Otro instrumento de gran importancia es el Plan de Manejo de Plantaciones Forestales, para el cual se elaboró una pauta de prescripciones técnicas aplicables al programa de protección contra incendios forestales”, acota.

Por su parte, Karen Peña entrega algunos antecedentes en relación al trabajo en terreno: “Sé que los predios de las empresas forestales que tienen patrimonio de bosques artificiales con especies introducidas realizan silvicultura preventiva basado en cortafuegos y levantes de podas. Pequeños propietarios con bosques artificiales (exóticas o introducidas) y/o con bosque nativo, creo que no realizan estas actividades, ya que implica un costo y muchas veces no cuentan con suficientes recursos económicos”.

A su vez, Miguel Castillo señala que en el país se han concretado varios proyectos de silvicultura preventiva y detalla una de las iniciativas en que trabajó: “En el Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile ejecutamos un proyecto bien amplio en la comuna de San José de Maipo, donde entregamos a la comunidad propuestas para el manejo de la vegetación cercana a las casas. Eso se hizo a través de distintos talleres, siempre participativos, con todas las personas que, de una u otra manera, cuando hay un incendio forestal se ven comprometidos con la acción. En ese sentido, la silvicultura preventiva se focaliza básicamente en la limpieza de patios, fachadas, desrame, extracción de material seco y basura”. Advierte que, según contabilizaron, en San José de Maipo hay más de 3.000 viviendas que están muy expuestas al peligro de incendios forestales.

El académico agrega que la silvicultura preventiva tiene una línea de trabajo en la interfaz urbano-forestal “que se debe realizar de manera oportuna, anticipada, permanente y con mucho soporte técnico, porque no es llegar y limpiar. Hay muchas cosas que se deben considerar al momento de establecer una buena línea de cortafuego, corta combustible, barreras perimetrales, para impedir el paso del fuego. El fuego normalmente siempre va a avanzar y puede afectar a las viviendas. Lo que se busca con este tema, aparte de reducir el peligro, es aumentar el tiempo de respuesta para los procesos de evacuación y combate”.

A modo de ejemplo de los avances, Castillo también recuerda que todos los años se ven muchos sectores poblados que tienen sectores de cinturones de interfaz y basurales. “Es el caso de Valparaíso-Viña y todo el sector perimetral, donde año a año CONAF, establece lo que se llama un ofi-

cio de cortafuegos. Ese oficio se enmarca dentro de un plan de ordenamiento y limpieza municipal, donde también participan representantes de comunidades para poder trabajar en la reducción de combustible”, acota.

El especialista sostiene, además, que después de los mega incendios de 2017 se replantearon todas las campañas locales de silvicultura para mantener los bosques en condiciones menos vulnerables al fuego, poniendo énfasis por ejemplo en lograr un entramado de vegetación que corte la continuidad de copas, que fue uno de los aspectos que más influyó en la rápida propagación de las llamas. Asimismo, pone énfasis en que los programas preventivos deben ajustarse a la realidad local de cada territorio.

TRABAS Y SOLUCIONES

¿Qué dificultades existen para una mayor aplicación de la silvicultura preventiva y cómo se podrían abordar?

Karen Peña delinea algunas trabas: falta de financiamiento y de apoyo técnico para los medianos y pequeños propietarios; desconocimiento de lo que implica esta práctica; y falta de investigación para mejorar y respaldar científicamente dichas actividades.

En la misma línea, Rolando Pardo sostiene que “la gran dificultad está dada por los costos en que se debe incurrir para la ejecución de las intervenciones asociadas, lo que afecta principalmente a los pequeños y medianos propietarios, tanto agrícolas como forestales”.

Agrega que para superar este obstáculo se deberían crear “políticas públicas que impulsen y resalten la relevancia de esta temática tanto para la conservación y protección de los recursos naturales, como para el cuidado y resguardo de la población que pudiera verse afectada por un incendio forestal”. Indica que esto debiera ir de la mano con instancias de transferencia tecnológica y opciones de financiamiento que fomenten la implementación de las distintas alternativas de manejo que ofrece la silvicultura preventiva.

Ahondando más en este aspecto, Miguel Castillo señala que los principales costos en que se debe incurrir corresponden a la extracción y el tratamiento de la vegetación residual producto de las podas y los raleos. “La poda consiste en sacar ramas más bajas de los árboles para cortar la continuidad vertical de los árboles. Estas ramas normalmente se secan muy rápido y se mezclan con matorrales secos, lo que también provoca una carga de combustible de alta susceptibilidad a la inflamabilidad. Es un trabajo que normalmente hacen los propietarios de las comunidades, que es lento, demanda mucho esfuerzo y muchas veces resulta caro”, afirma.

Castillo recuerda, eso sí, que muchas de estas actividades son bonificadas en los planes de manejo, donde se declara la implementación de medidas para evitar incendios forestales y, dentro de ese ámbito, la prevención del peligro en que la silvicultura juega un rol relevante. Luego aclara: “Un aspecto es la prevención del riesgo, que tiene que ver con toda la educación de las personas, agentes causales que provocan los incendios, no obstante, en los últimos años ha habido un aumento importante en incendios, por causas naturales como la caída de rayos. Y otro es la prevención del peligro que apunta básicamente a mantener los bosques lo más sanos posible para mitigar la intensidad del fuego. Los incendios se van a producir siempre, entonces, lo que se busca con estas acciones es bajar la carga de combustible y, como consecuencia de ello, disminuir la intensidad de los incendios”.

El experto de la Universidad de Chile concluye que, para facilitar la aplicación de la silvicultura preventiva también convendría trabajar en planes prediales y en la apertura de zonas aptas para el trabajo en terreno de las brigadas, considerando además que al tener bosques más despejados se promueve el crecimiento más sano de los árboles.

DESPUÉS DE LA COP27 ¿QUÉ?

Expertos destacan los desafíos climáticos que se deben abordar tras la última cumbre de la ONU, como la dictación del reglamento que determine los usos del fondo recién creado para costear las pérdidas y daños causados por el calentamiento global.

Historia repetida. La 27ª edición de la Conferencia de las Partes (COP27) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, realizada en noviembre en Egipto, tuvo luces y sombras, fue de dulce y agraz y mezcló satisfacción con decepción. Lo anterior, porque los desafíos y urgencias en la materia son muchas y los avances y acuerdos siguen siendo pocos. No obstante, la expresión fracaso quedó relegada por la decisión que adoptó el plenario de la COP27 en su reunión final: crear un fondo de financiamiento para las pérdidas y daños causados por el cambio climático. Luego de dos meses de trabajo de una mesa liderada por la Ministra del Medio Ambiente de Chile, Maisa Rojas, y su par alemana, Jennifer Morgan, la presidencia de la cumbre anunció que las partes acordaron crear un fondo especial con ese objetivo, lo que no era comparti-

Entre las implicancias del nuevo fondo se cuentan: • Se reconoce la necesidad urgente e inmediata de contar con recursos financieros adecuados para ayudar a los países en desarrollo que son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático, como respuesta a las pérdidas y daños económicos y no económicos asociados a estos efectos. Esto incluye rehabilitación, recuperación y reconstrucción. • Establece nuevos acuerdos de financiamiento para ayudar a los países en desarrollo que son particularmente vulnerables a los efectos del cambio climático, en pérdidas y daños. Esto incluye proporcionar y movilizar recursos nuevos y adicionales, incluso fuera de la Convención y del Acuerdo de París. En ese contexto, se decide crear un fondo específico para responder a pérdidas y daños. • Se crea un comité de transición para la puesta en marcha y la operatividad de la nueva fuente de financiamiento para responder a pérdidas y daños.

do por muchos países industrializados.

Como indican en el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), pérdidas y daños ha sido durante años el tema más complejo e incómodo de abordar, ya que se hace cargo del impacto climático generado por los Estados desarrollados: fenómenos extremos, como huracanes y olas de calor, y otros eventos que se manifiestan de forma gradual, como el aumento del nivel del mar y la desertificación.

“Este es un desenlace que emociona. Es primera vez que se aprueba algo de esta magnitud. Es histórico", comentó la ministra Maisa Rojas tras la resolución.

A su vez, el secretario general de la Naciones Unidas, António Guterres, sostuvo con que esta COP “ha dado un paso importante hacia la justicia climática. Y también hacia la ambición, para mantener vivo el límite de 1,5 grados y sacar a la humanidad del precipicio climático”.

La convención sobre cambio climático de Egipto se saldó con algunos avances.

2,6 Grados sería el calentamiento global del planeta hacia fines de siglo, en comparación con la era preindustrial, según recientes estudios. Antes de la cumbre de París, el mundo se dirigía a un calentamiento de 4,5 grados.

100 Mil millones de dólares anuales en financiación climática deben aportarse a los países en desarrollo, ”una promesa cuyo cumplimiento ha sido largamente retrasado”, afirma António Guterres.

ELEGIBILIDAD DE CHILE

¿Cómo se hará operativo el fondo? Se definió, por ejemplo, que su sistema de gobernanza y la identificación de fuentes de financiamiento deberán acordarse en base a las recomendaciones del comité de transición. Esto, en la COP28 que se realizará en Dubai, Emiratos Árabes, en noviembre de 2023.

A juicio de Marco Billi, investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, “se debe elaborar un reglamento claro, indicando quién aporta, cómo y cuándo, y quién puede usarlo, cómo y cuándo. Y se necesitan encontrar formas de priorizar los usos, y de recolectar todo el financiamiento requerido. También es fundamental ver cómo evitar que se redireccionen a este fondo financiamientos que de otra manera hubiesen ido a mitigación y adaptación, también muy necesarios. Los necesitamos todos a la vez, por lo que se deben poder crear sinergias cuando sea posible”. ¿Chile podría ser elegible para recibir dineros de este fondo? El Dr. en Procesos e Instituciones Políticas afirma que sí, ya que ”está muy expuesto al cambio climático, con importantes vulnerabilidades, y aporta muy bajas emisiones de GEI. Lo ideal sería usar los recursos para cubrir las necesidades fundamentales de la población afectada por el cambio climático, principalmente en materia de seguridad hídrica

Marco Billi asegura que “cada vez tenemos más información sobre el cambio climático y sus proyecciones, pero todavía nos falta entender más sus impactos y cómo se manifiestan en territorios concretos”.

y alimentaria, y también para promover la transformación de nuestra sociedad hacia modelos y trayectorias de crecimiento que sean más compatibles con un desarrollo resiliente al clima, justo y sostenible”.

Billi no sólo valora la creación del fondo, sino también los avances significativos en la puesta en marcha de la Red de Santiago, que proveerá asistencia técnica en pérdidas y daños a los países en desarrollo.

OTROS AVANCES

La propia ONU, a través de un comunicado, reconoció que la COP27 “apenas avanzó en otras cuestiones clave relacionadas con las causas del calentamiento global, especialmente en lo relativo a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, y a un lenguaje más estricto sobre la necesidad de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados”.

Muchos países pretendían que en el texto final se incluyeran referencias a la eliminación gradual de todos los combustibles fósiles, pero al final sólo se incorporaron menciones a la energía “baja en emisiones” y a las renovables como las fuentes energéticas que se requieren en el futuro.

Cristina Figueroa, negociadora climática del Departamento de Mitigación y Transparencia de la División de Cambio Climático del MMA, destaca los grandes resultados facilitados gracias al equipo negociador chileno, como la creación del fondo de pérdidas y daños, y la determinación de métricas para el cálculo de las emisiones comunes para todos los países.

El profesional del (CR)2, en tanto, menciona la creación de una red de sequía, “que es muy importante para Chile por la relevancia que tiene este fenómeno en nuestro país”.

También releva el acuerdo concretado en el Global Goal on Adaptation, “porque asienta finalmente la necesidad, declarada en la COP26 de Glasgow, de tener una meta clara en materia de adaptación, que pueda articular el esfuerzo internacional, y situarla (al igual que las pérdidas y daños) en el mismo nivel de la mitigación”.

En relación a esto último, Billi plantea que, aunque no se aumentaron los compromisos de mitigación, es relevante que se haya agregado a las metas la disminución del metano ya que esto podría impulsar acciones aceleradas y urgentes. “Chile en particular ya ha tomado compromisos de reducción en este ámbito”, recuerda.

Asimismo, subraya que en Egipto se logró hacer más creíble y transparente el esfuerzo climático en general. Esto, “por medio del avance que se hizo en la discusión alrededor del Global Stocktake, proceso orientado a adoptar y dar cuenta del progreso de todas las acciones climáticas respecto de los compromisos asumidos en el Acuerdo de Paris”, detalla.

Por último, pone de relieve el rol más profundo e integral que han adoptado los actores no estatales, por medio de los UN Climate Champions, como complemento de los actores estatales y co-responsables de la acción climática.

DESAFÍOS A ABORDAR

Sobre el trabajo futuro, Figueroa aboga para que se vayan zanjando los temas que quedaron pendientes de acordar en la COP27, como las emisiones evitadas y la remoción de emisiones. ”Son ámbitos que se irán evaluando durante el 2023 junto a los otros países para llegar con avances a la COP28 en Dubai. El objetivo será buscar consensos en esa cumbre para operacionalizar los mercados de carbono y reflexionar acerca de los compromisos asumidos y los desafíos identificados”, afirma.

Marco Billi acota que, idealmente el próximo año en Dubai, será necesario establecer, en materia de mitigación, “un compromiso más explícito y completo con la transición fuera de las energías y modelos de desarrollo basados en combustibles fósiles. Y no limitado solo al carbón, sino también incluyendo petróleo, gas natural y otros. Eso ya, por sí mismo, es un desafío mayor. A la par, se requiere definir mecanismos más explícitos para apoyar esta transición, y que ésta sea justa: en repartición de esfuerzo, en los efectos sociales, y en combinar la acción climática con el desarrollo sostenible”.

Otro énfasis, indica, debe estar puesto en seguir con el trabajo hecho en la COP27 “para asentar el esfuerzo de adaptación al mismo nivel que el de mitigación, fijando una meta y alternativas de financiamiento que lo apoyen. Y es importante acordar mecanismos que permitan dar cuenta de la efectividad y adecuación de las medidas adoptadas por actores estatales y no estatales tanto en mitigación como en adaptación. Esto, para apoyar el Global Stocktake, la credibilidad de las acciones, y la identificación de los esfuerzos más exitosos, escalables o replicables”. Además, cree necesario seguir estudiando opciones para continuar con la articulación de esfuerzos estatales y no estatales para llevar la acción climática a los territorios y las localidades, y avanzar en materia de justicia climática.

PLANIFICACIÓN A ESCALA LOCAL

Junto con lo anterior, Billi expone otro gran reto: “Parte del problema es que todavía hay muchísimo que no sabemos del cambio climático: tenemos cada vez más información respecto del fenómeno per se y sus proyecciones, pero todavía nos falta entender más sus impactos y, particularmente, cómo se manifiestan en territorios concretos. Tenemos modelos y análisis en esta materia, destacándose en Chile lo logrado con el Atlas de Riesgo Climático (ARClim), pero es necesario llevar esto a una escala más fina y territorial que apoye la planificación climática regional y municipal”.

Añade que se requiere desarrollar mejores procedimientos, herramientas y capacidades para llevar a cabo tal planificación y para su sucesivo monitoreo y evaluación. “En este sentido, es fundamental tener mejores y más robustas metodologías para evaluar cuáles acciones son realmente adecuadas y efectivas en materia de adaptación, considerando las características específicas de cada territorio, y también las controversias e intereses en contraste que puedan existir”, comenta.

El especialista también resalta: “Necesitamos mejores formas de estudiar, evaluar y promover modelos de gobernanza que sean realmente adecuados al cambio climático, que se ajusten a las características de cada territorio y que, a la vez, sean integrados, proactivos, robustos, y justos”.

Sobre ese escenario, Marco Billi está convencido que, con sus investigaciones, informes a las Naciones, servicios de información y mapas, y con todo su trabajo de interfaz, “el (CR)2 ha jugado y va a seguir jugando un rol clave. Pueden revisar nuestra página web (www. cr2.cl) para saber más”.

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