"El cine de Agustín", de Martin Pawley

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>> El cine de Agustín A quienes como Agustín Fernández Paz fueron niños en los años tristes de la posguerra, la gran pantalla les ayudó a soportar la dura realidad cotidiana. Aquellas imágenes pusieron un brillo especial en los ojos del pequeño que miraba, quedando grabadas para siempre en su memoria y en su corazón, y formaron parte de su educación sentimental y de su descubrimiento del mundo. Con el paso del tiempo, el cine se ha convertido en una de las grandes aficiones del escritor gallego. En su obra literaria ha dejado constancia de esta fascinación por el séptimo arte. “El cine, esa fábrica de sueños, ayudaba a olvidar por unas horas una realidad dura y difícil, y hacía más fácil soportarla. A través de él hacíamos nuestras las tragedias, alegrías, dramas, pasiones, aventuras... que, mientras existían en la pantalla, eran más reales que la rutinaria vida cotidiana. Porque aquellos mundos hechos con imágenes y palabras ayudaban a vivir y hacían crecer el territorio sin límites de la imaginación”. Agustín Fernández Paz, O cine Villalbés1

Autor Martin Pawley Productor, programador y crítico de cine

En toda la literatura gallega de ayer y hoy no hay escritor que haya hecho tan explícito y fértil en su obra su amor por el cine como Agustín Fernández Paz. La frase no es una exageración, sino una obviedad, en parte debida al tradicional desinterés, cuando no franco desprecio, que la cultura gallega mostró siempre –e infelizmente sigue mostrando– por la creación fílmica, entendida en 1 Traducción de un fragmento del original escrito para el programa de las “Festas de San Ramón” de Vilalba. Recogido en el volumen antológico O rastro que deixamos, editado por Isabel Soto (Xerais, Vigo, 2012).

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