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4. La definición de estrategias
4.- Definición de estrategias
Implica la planificación de estrategias requeridas para la programación de los derechos de la infancia con enfoque de género, y busca incrementar la responsabilidad para avanzar en el cumplimiento de los derechos de la infancia.
Las estrategias tienen diferentes niveles para transversalizar el género en la programación con enfoque de derechos:
a) Presupuesto con enfoque de derechos de infancia sensibles al género
Una estrategia medular en la transversalización del género, es que se garanticen los presupuestos y que no se deje a la voluntad de las personas.
La discriminación social y estructural por género y edad impacta directamente en la distribución de los recursos presupuestales. Es indispensable el análisis de género en la programación en el marco de derechos, para evidenciar la supuesta neutralidad en las políticas públicas, programas y proyectos (Reyes, 2010).
b) Sujetos de intervención en la infancia con enfoque de género
Existe una distorsión al suponer que el enfoque de género concierne sólo a las niñas y las mujeres. Analizar en clave de género significa identificar y comprender las relaciones entre niñas y niños (intergénero), entre las niñas y entre los niños (intragénero) y la posición que ocupan en la sociedad. Lo que determina sus intereses, demandas y acceso a los servicios.
Por lo tanto, el primer sujeto de intervención con género es la
población: en este caso de niñas y niños.
Por ejemplo, si se tiene como objetivo disminuir la violencia contra las niñas en la escuela.
» Se requiere un diagnóstico para ubicar quiénes son los principales personajes que ejercen prácticas violentas hacia las niñas. » En qué escenarios se producen.
Qué prácticas de violencia utilizan. ¿Qué daños causan?
Diversos estudios dan cuenta de que los principales actores del ejercicio de la violencia en contra de las niñas son sus pares varones, por lo tanto, la población objetivo son los niños.
Los niños, son uno de los sujetos de intervención para reducir las prácticas de violencia hacia las niñas.
Las niñas son las beneficiadas directas del trabajo realizado con los niños.
Sin embargo, también se producen beneficios para los niños porque pueden: • Disminuir prácticas de riesgo. • Identificar los daños que causa. • Fomentar su empatía hacia las niñas y otros niños. • Generar solidaridad con las niñas y otros niños.
El segundo sujeto de intervención son las instituciones, porque están compuestas por mujeres y hombres que en el cumplimiento de una función poseen un sistema de creencias respecto a los géneros, en el que coexisten ideas y prácticas tradicionales y de vanguardia.
Las instituciones tienen un papel protagonista porque tienen en sus manos el poder de decisión para construir igualdad de género a través de intervenciones presupuestadas. De lo contrario, si no hay una cultura de derechos de infancia, ni conciencia de género, es común que las prácticas institucionales sostengan y reproduzcan la discriminación. Las instituciones representan la entrada para garantizar el acceso y ejercicio de los derechos humanos.
Por lo tanto, es imprescindible que las instituciones incorporen el conocimiento sobre el marco internacional de derechos humanos sobre la infancia y en materia de género, así como el nivel de armonización con las leyes del país y en lo local.
Siguiendo con el ejemplo anterior, se pueden apoyar de las siguientes preguntas para identificar e papel de la institución en este problema.
¿Qué derechos se están violentando a niñas y niños diferenciados por género? ¿Existe un marco normativo que garantice los derechos de niñas y niños? ¿Qué medidas toma la institución para eliminar esta violencia? ¿La institución capacita a su personal en materia de derechos humanos, derechos de infancia y perspectiva de género?
c) Trabajo con poblaciones excluidas
Una de las estrategias del marco jurídico de protección a los derechos humanos es trabajar en un nivel con el enfoque educativo para resignificar aprendizajes cognitivos, sistemas de creencias, emocionales y conductuales.
Reconocer a las personas con las que interactuamos es fundamental en lo educativo para el reconocimiento de la diversidad humana; problematiza la educación formal e informal de la desigualdad al señalar el sentido pedagógico, de disciplinamiento y domesticación en instituciones como la familia, escuela, iglesia, medios masivos de comunicación y las leyes, es decir, de todo espacio de interacción humana.
Actualmente el énfasis de las agendas de género está en los temas de: derechos humanos, discriminación, diversidad sexual, violencia de género, salud sexual y reproductiva, diversidad sexual, economía del cuidado y construcción de redes, entre otros. En éstos se reconocen grupos con relaciones de poder desiguales y el planteamiento es que no se puede intervenir y atender igual a un grupo que oprime respecto al oprimido (Garda, 2011):
Para los grupos excluidos se promueve el empoderamiento para generar procesos de individuación. Por ejemplo, con las niñas y las mujeres se sugiere trabajar el empoderamiento, que salgan de lo relacional hacia lo personal, es decir, que la preocupación no esté centrada sólo en los Otros, sino que prioricen la mirada en sí mismas.
Para los grupos con poder y ventaja social se hace un ejercicio crítico y reflexivo de sí mismos, para que construyan equidad y solidaridad social. Por ejemplo, con los niños y los hombres se sugiere salir de lo personal para trabajar lo relacional, que generen conciencia hacia el reconocimiento de las otredades, implica traer al Otro a la escena.
Otros ejemplos son: grupos de personas adultas para trabajar el adultocentrismo y sus implicaciones en la vida de la infancia; grupos de heterosexuales para trabajar la homofobia; grupos de hombres para trabajar la desigualdad de género o la violencia contra las niñas y mujeres. En este apartado sobresale la relevancia de incorporar a los varones como sujetos de intervención para eliminar la desigualdad de género.