Entrevista a
Daniel Calmels En el marco del CONGRESO DE INFANCIA Y CULTURA, el psicomotricista y psicólogo social Daniel Calmels reflexiona sobre el rol de los docentes en los primeros años del niño y los cambios entorno a la infancia.
Sobre el congreso y la función corporizante del docente El congreso realmente es fantástico, especialmente por los cruces que hay, estoy disfrutando mucho. Y después también por la cantidad de docentes que hay, porque el docente tiene una función corporizante, él debe saber que un niño que comienza la sala maternal o jardín a los pocos meses lleva a la casa algún rasgo del timbre de voz del docente, lleva una forma de cantar diferente, se para de otra forma y recibe el alimento de otra manera. Y eso no es malo, si bien en los primeros meses la familia nuclear es la que da los primeros rasgos, luego el docente tiene esa función corporizante. A partir de los ritmos, de la voz, de la forma de mirar, la maestra empieza a ocupar un rol importante, quiere decir que es imposible trabajar sin poner el cuerpo. Claro, yo puedo ver sin mirar, puedo oír sin escuchar, puedo armar una voz monótona desprovista de mi identidad, puedo estar en una postura sin actitud, y eso a veces pasa, puedo estar preocupado o mal, puedo estar cansado
y eso me aleja de mi tarea. Pero si yo estoy asi siempre convierto al niño en un objeto de maquinación, si yo soy una máquina, y en eso me empobrezco yo y se empobrece el niño. Entonces, la corporeidad está en todos esos hechos más o menos pasionales, y lo que el niño recuerda de todo aprendizaje es la pasión de una persona en cómo transmite un conocimiento, por eso es necesario corporizar y hay muchos docentes que lo hacen. Yo contaba cuando cuentan un cuento y cuando el que narra puede hacer cuerpo con el relato los niños poco a poco van quedando con la boca abierta y eso es magnífico porque se han abierto a la palabra del otro. Estos hechos llevan tiempo y no se pueden acelerar y nosotros vivimos en una etapa de aceleramiento, el aceleramiento borra el diálogo, el aceleramiento crea automatismos y en parte las maquinarias están ligadas con eso.
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Las pantallas tiene tres características que pueden ser peligrosas, una es el brillo, la otra es el movimiento y la última es la continuidad. El primer malabar para hipnotizar era un péndulo con continuidad, que se movía y con brillo. La hipnosis tiene estos tres rasgos; las pantallas a un niño de dos o tres años lo captura, no es que capta su atención, lo captura como persona. Y estando horas frente a una pantalla ese chico pierde espacio en su vida para corporizarse con su entorno humano, con los juguetes, con los ruidos, con las texturas lo saca de su ambiente y lo mete en un rectángulo. Entonces todo lo fantástico que tiene la tecnología para un adulto y que la usa, en un nene chiquitito que tiene que construir todo eso porque no está dado todo eso, no es que el chico viene con todo eso dado, sino que lo construye, construye el hecho tensional, construyen la percepción, construyen incluso la boca para relacionarse con alimentos duros, no puede ser que coman todo blandito porque los dientes tienen una función. Los niños de hoy hay alimentos que no quieren, tienen una gran restricción de alimentos, el Mc Donalds ahí opera de manera fantástica le ofrecen todo masticado. El cuerpo está entre el psiquismo y el organismo, lo que vemos nosotros no es psiquismo ni organismo, es cuerpo, a veces uno no sabe los ojos de la persona porque la mirada se interpone entre los ojos, entonces sabemos poco
del organismo del otro y está bien que así sea. El organismo aparece en un momento en nuestra vida y hay un poeta francés, Paul Valéry,que dice la salud es el silencio de los órganos; cuando los órganos se hacen oír… Vos escuchas una charla de personas mayores y ¿Cómo estás del hígado? ¿Y de la vesícula? Es porque al comienzo los órganos están silentes; Artaud planteaba que el cuerpo perfecto era un cuerpo sin órganos.
Cambios en la Infancia Estamos en una situación de cambio en relación con la infancia, dentro de este cambio hay algunas cosas que pueden ser peligrosas, en parte pueden ser el uso de las pantallas en edades tempranas, porque el niño en sus primeros años está componiendo una corporeidad. Y cuando hablo de corpo no me refiero a la vida orgánica, sino a una construcción corporal, al hecho de mirar que se aprende y se construye que no es el hecho de ver, no es la fisiología de la visión; hay niños que tienen muy mala visión pero miran al otro y pueden conectarse a través de la mirada. Me refiero a lo que es escuchar, que es una relación de apertura hacia el otro, cuando yo escucho alojo la palabra del otro en mí, el escuchar no es oír. Incluso en algunos
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puntos de las leyes se refieren a que el niño tiene derecho a ser oído, y se equivocan el niño tiene derecho a ser escuchado. Cuando yo estaba en la escuela y el profesor me decía “a ver qué dije Daniel” yo repetía algo que había oído pero que no había escuchado, era vacío, era hueco eso. Entonces corporizarse implica formar una actitud corporal, no una postura. Es innecesario el aprendizaje de una postura porque siempre el cuerpo se está expresando y si yo lo fijo en una postura le quito el rasgo de expresividad que es lo que lo convierte a mi en un ser humano. Es más, las posturas se utilizaron mucho en los regímenes militares, porque la postura quitan muchos rasgos identitarios de uno y la identidad es enemigo de lo idéntico. La actitud postural es lo que manifiesta mis emociones, lo mismo pasa con los gustos y con los sabores, el organismo tiene la capacidad de detectar cuatro gustos básicos, pero el sabor es un trabajo de experiencia sensible sobre los materiales de la alimentación. En el sabor participan la vista, participa la palpación de la boca en las texturas, participa las manos en conectarse con los alimentos, el niño que comienza a comer con su mano empieza a conectarse con un mundo de la alimentación que tiene hasta una estética propia. Entonces podemos decir que en ese momento con la comida se juega. Lo mismo pasa con el campo de la expresividad, hay algunos rasgos de expresividad que en su origen fueron rasgos biológicos, por ejemplo, si hay un sobresalto me quedo quieto, abro los ojos, la boca y tomo aire. Me quedo quieto
porque no tengo respuesta, abro los ojos porque necesito ver con claridad lo que está pasando y tomo aire porque no sé que va a pasar con el oxígeno. Esto todo lo tiene previsto el organismo, no se aprende. Tanto lo que es la escucha, la mirada, la actitud corporal, los gestos expresivos y el rostro. Todos nacemos con una cara, sobre esa cara se construye un rostro que nos da nuestra identidad, la cara no es más que una porción de nuestra anatomía. Cuando yo duermo el rostro desaparece, si miro una persona dormir me encuentro con una cara, si la despierto empieza a funcionar el rostro, el rostro es el dinamismo de la cara. Lo mismo la voz, la voz es mi identidad, yo escucho alguien por teléfono y partir de esa voz construyo la imagen de un cuerpo, lo sé porque me encuentro con la persona y me decepciona “pensé que era distinta, me imaginaba más grande, más gordo, más flaco, más linda”. Entonces la voz y el rostro son dos rasgos muy fuertes de la identidad, y son dos cosas dominadas en muchos momentos, hay que hablar con voz baja, no hay que hacer caras, todo esto se limita culturalmente. Y el cuerpo entonces es producto de la cultura, y hasta un niño que es adoptado en edad temprana a veces se parece a sus padres adoptivos y uno dice ¿cómo puede ser? si no es hijo biológico, pero es hijo del cuerpo, de la expresión y de la comunicación, el cuerpo entonces es una insignia.Yo veo a una persona de una cultura y ya me doy cuenta, puedo no entender el lenguaje pero escucho la voz y me refiere a una cultura particular.
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