TRAFFIC FADE IN ALTA MAR/CUBIERTA DEL YATE DE MARCIAL DORADO – EXT. – NOCHE El contrabandista MARCIAL DORADO y ALBERTO NUÑEZ FEIJÓO a bordo de un yate, a unas treinta millas de la costa de Vilagarcía de Arousa. El mar completamente en calma. Marcial en el puente, terminando de soltar el ancla. Finalizada la operación, apaga el motor y las luces y baja hacia la cubierta de popa donde le espera sentado Feijóo. Nada de luna. Marcial toma un par de cervezas de una nevera, las abre y le ofrece una a su acompañante. Es poco hablador y cuando habla lo hace con un cerrado acento gallego. Feijóo –incomprensiblementetiene acento mejicano como si imitase a Benicio del Toro.
FEIJOO Bonito barco tienes, wey. ¿Cómo lo conseguiste? MARCIAL Como se consiguen las cosas, Albertiño. Tú ya me entiendes. FEIJÓO Claro que sí, wey. Comprándolas. Hasta ellos llega el sordo rumor del motor de un barco ¿Oyes eso, wey? Parece un barco. MARCIAL Será un barco. Quedan en silencio. Toman un trago. FEIJÓO ¿Para qué estamos aquí parados en alta mar, compadre? Podríamos estar en el club náutico pendejeando con las chavalas. MARCIAL Me gusta venir aquí a ver atardecer.
FEIJÓO ¿Y por qué no venimos por la tarde? Son las dos de la madrugada. Feijóo mira por la borda. ¡¿Qué es eso, wey?! Parecen cajas flotando. La cámara nos muestra una ristra de cajas de cartón que la corriente va acercando al yate. MARCIAL Deben de haberse caído de algún barco. Recojámoslas y guardémoslas en los camarotes. Mañana las llevaré a la oficina de objetos perdidos del puerto. Ambos se disponen a recoger las cajas. FEIJÓO ¡Qué raro, wey! CORTA A
CUBIERTA DEL YATE DE DORADO – EXT. - NOCHE Feijóo, ante la puerta que da paso a la cabina del yate, entrega una caja a Marcial que la toma y desaparece hacia el interior del barco con ella. FEIJÓO Esta es la última. Marcial regresa con un par de cervezas en la mano. Le ofrece una a Feijóo y ambos vuelven a sentarse en cubierta. ¿Qué crees que tendrán las cajas, wey? MARCIAL Cosas. FEIJÓO Sí. Puede ser.
Los dos beben y quedan callados mirando al Transcurrido un tiempo, Feijóo se gira hacia Marcial.
mar.
FEIJÓO Oye, Marcial, estaba pensando… Todo esto es un poco raro. No te me ofendas, compadre, pero tú me dirás si es normal que estemos aquí, de noche, en alta mar… Viendo atardecer a las tres de la mañana. MARCIAL ¿Qué es lo que te parece raro? FEIJÓO ¡No mames, wey! Las luces apagadas, los dos aquí solos… Como escondiéndonos… ¿Te crees que soy tonto, wey? Órale, suéltalo, mano. Es lo que pienso, ¿verdad, wey? MARCIAL ¡Qué carallo! Eres mi amigo, Alberto, no puedo engañarte. Es lo que piensas. Feijóo toma un trago y asiente satisfecho y reafirmado en sus sospechas. FEIJÓO Así que eres gay, compadre. Marcial queda absolutamente desconcertado. Feijóo sonríe condescendiente. ¡Pinche Marcial! ¿Por qué no me lo dijiste, wey? Lo hubiera aceptado. No tengo nada en contra de los gays. Tengo un amigo que lo es. Bueno, ahora tengo dos. Sólo te pido que me respetes. Nada de mariconadas conmigo. Toma otro trago de la botella y mira al mar. Ay, ay, ay, así que el Marcialito es joto. El caso es que lo imaginaba, mano. Esa mansión que tienes… tan bien decorada, con tan buen gusto… Sabía que sólo podías ser gay o contrabandista de
tabaco. Pero tú no fumas así que lo descarté. A Marcial le cuesta disimular su asombro. MARCIAL Esto… sí, es verdad, soy asmático. Marcial se incorpora. En fin, ahora que ya lo sabes, volvamos a tierra.
FEIJÓO Espera, compadre. No tan deprisa. Aún tengo más preguntas. Marcial le escucha temeroso y expectante. Esas cajas… No han aparecido aquí por casualidad, ¿verdad? Las estábamos esperando. Marcial asiente. Esta vez sí se siente pillado. MARCIAL Mira, Alberto, ya está bien de mentiras. Es hora de que lo sepas todo. Esas cajas… Feijóo lo interrumpe. FEIJÓO Lo sé, mano, lo sé. Pesan muy poco y vienen plastificadas para que lo que va dentro no se moje. MARCIAL Entonces… ¿no hace falta que te diga más? Ya sabes lo que contienen. FEIJÓO Claro. Ropitas gays. No puedes comprarlas aquí porque te delatarías y te las haces traer de fuera.
Marcial, estupefacto, no sabe qué decir. MARCIAL Eh… Exacto, eso es. Ropitas gays que luego me pongo en mi mansión gay. Por favor, Alberto, vámonos ya. Marcial se dirige al puente. Feijóo se incorpora sigue mientras mueve la cabeza negativamente.
y lo
FEIJÓO Puta sociedad gallega, machista y retrograda que obliga a los gays a conseguir sus ropas como si fueran pinches contrabandistas. CORTA A PUERTO DEPORTIVO DE VILAGARCÍA DE AROUSA – EXT. – NOCHE Marcial y Feijóo se despiden en el pantalán donde, tras ellos, está atracado el yate. MARCIAL ¿Quieres que te acerque a casa? FEIJÓO No, gracias, Marcial. Tengo el carro a una cuadra de aquí. MARCIAL Pues nos vemos mañana. Quiero que me acompañes a Andorra. Tengo que ingresar dinero en un banco andorrano. Ya sabes, el pago por las ropitas. FEIJÓO ¡¿Tienes que pagarlas en un banco andorrano?! Ay, Marcial, qué complicado es ser mariquita. No sé como aguantas, wey.
FADE OUT