LIGHT & SHADES
De Cenicienta a
Tinderella Es imposible negar que la obsolescencia tecnológica ha permeado las relaciones interpersonales. Prueba de ello son las redes sociales, que de sociales no tienen mucho. Recrean condiciones de colectividad, pero no contribuyen en mucho al entramado social en su más pura expresión. POR Karla Pallares
Y para ejemplo… está el Tinder. Una de las Apps de moda, a través de la cual se puede conocer a personas de todo el mundo, con la finalidad de establecer una relación amorosa o "ligar”. Funciona tomando parte del perfil de Facebook (FB), el cual se complementa con una descripción de sí mismo. Creo que no tengo que explicar mucho, porque quizá usted, sus amigos o yo misma hemos sido seducidos por esta tendencia, la cual materializa lo que los gurús del marketing argumentan en foros internacionales: “percepción es realidad”. 24
I N F Ó S FERA
ENERO 2017
LIGHT & SHADES La realidad de antaño, al menos en la posición de las mujeres, era que como la historia de Cenicienta: uno escapaba de la malvada madrastra al ser rescatada por el príncipe, quien sabía con certeza que ella era la mujer de su vida con sólo verla. Hoy, la Cenicienta 2.0 se llama Tinderella (del nombre de Cenicienta en inglés: Cinderella). La invitación al Palacio le llega con un "Like", ella maneja su carroza, Photoshop es su Hada Madrina y, como dice una parodia en Internet, después de un par de encuentros que pintaban para telenovela: "Vivieron felices para siempre porque nunca más volvieron a hablarse". Tiempo y espacio se han desdibujado para dar paso a una nueva dimensión: la discursiva. Las personas se construyen a partir del concepto que tienen de sí mismas, que al menos dicen o quieren tener: ya sea por medio de una(s) foto(s) o descripción. ¿Opciones? Amplias e infinitas como encontrar a alguien que se "nombra" Ubaldo y busca damita con fines matrimoniales, hasta un atlético Braian, que es extranjero de paso por el país buscando sexo ocasional. ¿Qué hay de malo en ello? Nada, aparentemente, si tomamos en cuenta desde dónde nos estamos relacionando. ¿Desde la compulsión? Las personas desfilan por la aplicación a la velocidad del pulgar que los desliza hacia la derecha como una opción o a la izquierda como un desechable. No satanizo el invento, porque aunque el contacto humano se minimiza al máximo, la apertura que nos ofrece a nuevos círculos culturales, profesionales e ideológicos, es por demás rica e interesante. El tema es: ¿en verdad buscamos el amor en Tinder o lo que creemos que es el amor replanteado en una plataforma esperando que ésta haga todo el trabajo personal? ¿Nos interesa el otro cuando la interacción suele terminar con el ghosting? Se refiere a la nueva forma de terminar una relación: abruptamente. Desapareciendo, sin dar más explicación a la otra persona lo que genera confusión y ansiedad. Sí, en el mundo 3D esto también pasa aunque a veces precedido del cliché "No eres tú, soy yo". También hay grandes historias que nacieron en Tinder y resultó en amor del bueno, amistad o en networking. ¿Será sólo falta de tiempo y escenarios para conocer a nuevas personas? O, ¿mera intolerancia a los tradicionales roles de relación? Vaya usted a saber, el tema es que como en toda red social hay una netiquette que le agradeceremos siga por su bien y el de su reputación: nada de selfies en el baño mostrando los "cuadritos" del abdomen o en el caso de las niñas, ropa deportiva migrando a lencería y labial rojo mandando un beso. Dese por muerto si pone una foto de Mickey, Homero Simpson o algo que suponga usted cuenta con rasgos psicopáticos. Cualquiera que sea su objetivo en esta app, sea sincero, cuídese y diviértase. Éntrele sin miedo: Everybody is in Tinder! w w w .i n fos feramaga zi ne.com
I N F ÓSF E R A
25