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La ingeniería en pos de la sostenibilidad

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CRÉDITOS

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Rubén Arturo Flores Noyola Estudiante de Ingeniería Civil del Centro Universitario de Oriente CUNORI.

La inteligencia y destreza del hombre lo ha hecho realizar cosas que, hasta hace algunos años, se consideraban impensables. Desde el principio de la humanidad, ésta se ha valido de elementos de la ingeniería misma para su supervivencia; ya sea para conseguir alimentos, pieles, o construir casas, utensilios para cacería, hachas, lanzas, martillos, etc., y, posterior a esto, con el incremento de la población, aumentó también la necesidad de la construcción de comunidades y ciudades. A medida que la humanidad avanza, que la población aumenta, que muchos problemas se agigantan, y que la ciencia y la tecnología se expanden velozmente, la ingeniería se ve más y más exigida con nuevas demandas de la población. Es creciente la importancia de la función social de la ingeniería, como consecuencia de los procesos de globalización. (Giraldo, 2000) En la historia del mundo, la ingeniería ha sido una herramienta esencial para el crecimiento de los pueblos, así como de su desarrollo y del mejoramiento de las condiciones de vida de las personas que los conforman. (Giraldo, 2000) Sin embargo, para lograr todo esto, se ha vuelto indispensable la posesión y utilización de recursos y materiales. Nuestro planeta, el entorno en el que nos desarrollamos, ha fungido como el principal proveedor de la materia prima que el hombre ha necesitado. Sin embargo, la extracción desmedida de los recursos provenientes del ambiente, la irresponsabilidad de su uso, y el pésimo manejo de desechos, han hecho que, a día de hoy, se hablen de cambios irreversibles en la tierra. La situación es alarmante, como lo han subrayado diferentes estudios. Así se concluye en la “Evaluación de los Ecosistemas del Milenio”, publicado en 2005 y, en el cual, participaron cerca de 1300 científicos del mundo, que tuvo como objetivo “evaluar las consecuencias de los cambios en los ecosistemas sobre el bienestar humano, y las bases científicas para las acciones que se necesitan emprender, a fin de reforzar la conservación y el uso sostenible de esos sistemas y su contribución con el bienestar humano”. (Rodríguez Becerra, 2007) La ingeniería, como consecuencia de su evolución y de su creciente protagonismo en la sociedad, ha sido uno de los principales generadores de los cambios que han ocurrido en nuestro ambiente. Algunos de estos cambios, sin duda alguna, han brindado notables e importantes beneficios para la humanidad. Sin embargo, a pesar de esto, también hay otros que se consideran insostenibles, siendo vistos desde un enfoque ambiental y social. Si hablamos de sostenibilidad, nos referimos a orientar nuestras acciones por un nuevo camino, en el que se cubrir nuestras necesidades sin perjudicar la oportunidad de satisfacción de las mismas de las generaciones futuras. En otras palabras, utilizar con consciencia y responsabilidad. A manera de respuesta ante los problemas ambientales que han sido generados a lo largo de los años por el avance industrial y tecnológico, nuevas prácticas y procesos han sido ideados. En la rama de la ingeniería civil, en los últimos años, surgió la metodología BIM, cuyo origen se da como resultado de la necesidad de una mejoría en los procesos y utilidades de la industria. La metodología BIM, es el proceso de generación y gestión de datos del proyecto durante su ciclo de vida, utilizando softwares dinámicos de modelado en tres dimensiones y en tiempo real, para disminuir la pérdida de tiempo y de recursos en el diseño y la construcción. (Liévano-Ramos & Cerón, 2017)

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Aunque este proceso inicialmente fue ideado como una forma de ahorro de tiempo y materiales, esta disminución se traduce también en una reducción de recursos utilizados, por lo que repercute positivamente en el medio ambiente, proveedor de dicha materia prima. Por su parte, la ingeniería industrial ha adoptado también un papel importante en pro de la sostenibilidad y el aspecto medioambiental. Al ser una rama de la ingeniería orientada hacia la productividad y mejora de la calidad, es lógico pensar que es una disciplina apta para encontrar soluciones a estos inconvenientes. Según (Cerem Comunicación, 2015) la ingeniería industrial ha trabajado arduamente para generar un impacto sostenible en aspectos como movilidad y transporte, energía, eficiencia y cambio climático, manejo de residuos, agua, desarrollo rural, renovación urbana y edificación, entre otros. Por otro lado, la ingeniería en sistemas no se ha quedado atrás. Si bien sus contribuciones no están orientadas hacia la reducción de recursos utilizados, los profesionales de esta rama han sabido aprovechar las herramientas tecnológicas y digitales a favor del medio ambiente, con el objetivo de cuidarlo y mejorarlo. Desde aplicaciones destinadas al manejo de información y a la gestión de procesos según la configuración y programación que a ésta se le dé, pasando por sistemas expertos en cuidados de campos de cultivos, hasta dispositivos inteligentes capaces de fungir como receptores y sensores de información, colocados en lugares que sean de interés para la protección del medio ambiente. Como una forma de unificar todos los esfuerzos realizados para el cuidado del planeta, surgió la ingeniería ecológica. Una rama de la ingeniería encargada de generar procesos sustentables, basándose en la ideología de “utilizar la naturaleza como modelo para los sistemas diseñados por los humanos, pudiendo así utilizar ecologías completas para realizar tareas útiles”, tal y como lo expresa Howard T. Odum, en su libro Environment, Power and Society. La importancia de esta nueva vertiente de la ingeniería radica en las novedades que brinda a todo el mundo ingenieril. Aportar este tipo de ideologías a un mundo que en los últimos años ha sido protagonista del consumo de recursos naturales puede hacer que los procesos ya existentes se modifiquen cambiando su objetivo que, en este caso, apuntaría hacia exaltación de la sostenibilidad. Como podemos darnos cuenta con los ejemplos mencionados, las capacidades de apoyo brindadas al medio ambiente por parte de la ingeniería en general crecen con el pasar de los años. Cabe mencionar que el número de ramas de la ingeniería es grande, no solo se limita a los ejemplos expuestos, sin embargo, estos nos ayudan a formarnos una idea de cómo esta ciencia evoluciona según las necesidades de los humanos y del planeta tierra. Lo ideal es que estas ayudas se sigan fortaleciendo, y sigan estando presentes en cada una de las fases de desarrollo de las actividades de la ingeniería (desde su planificación hasta su desarrollo), así como el compromiso y las ganas de dejar una huella positiva en el mundo, nuestro hogar, que tanto nos ha dado y que ahora, más que nunca, nos necesita.

Referencias Bibliograficas Cerem Comunicación. (23 de Octubre de 2015). Cerem International Business School. Obtenido de https://www.cerem.es/blog/el-ingeniero-industrial-el-medio-ambiente-y-la-sostenibilidad Giraldo, A. V. (2000). Breve historia de la ingeniería. Revista Facultad de Ingeniería, 120. Gongora Bacalla, J. (31 de Octubre de 2018). La Ingeniería de Sistemas y el compromiso al medio ambiente. Obtenido de https://es.linkedin. com/pulse/la-ingenieria-de-sistemas-y-el-compromiso-al-medio-gongora-bacalla Liévano-Ramos, D. A., & Cerón, I. A. (2017). Plan de implementación de metodología BIM en el ciclo de vida de un proyecto. Bogotá. Rodríguez Becerra, M. (2007). Ingeniería y medio ambiente. Revista de Ingeniería, 1.

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