42 www.FuerzaLatinaCristiana.com | MARZO - ABRIL 2020 Testimonio
Jorge García
Q
ue Dios los bendiga mi nombre es Jaime, nací en Villavicencio, Colombia en una pequeña comunidad, éramos 5 hermanos, todos varones. Mi niñez fue de una pobreza la cual siendo yo el mayor de los hijos tuve que salirme de la escuela y ayudarle a mi padre a mantener la familia, gracias a Dios todos mis hermanos terminaron la escuela hasta la preparatoria, pero mi destino fue diferente solo llegue al 4 año de la primaria, a la edad de 12 años, me comencé a juntar con un sobrino de uno de los grandes narcos de la área y mi amigo Wilber le ayudada a su tío en el tráfico de drogas, me comenzó a dar dinero solo por juntarme con el y yo miraba que siempre trai mucho dinero en el bolsillo y le pregunte que en que trabajaba y me dijo, y me intereso también para poder ayudar mas a mi familia, la cual yo comencé a también hacer mandados, y trabajar de halcón, que viene siendo vigilante dure 2 años en esa posición después de ahí a los 14 años me dieron la responsabilidad de agarrar a mis propios amigos para comenzar a trabajar en el laboratorio de la hoja de coca convertida en cocaína, el cual yo les cocinaba bastante mercancía en la selva de Villavicencio, un día nos llegaron los guerrilleros y nos agarramos a balazos de los cuales nosotros siendo 10 muchachos y mataron a 4 de mis trabajadores pero pudimos resistir y huyeron los guerrilleros y nos tuvimos que mudar de ese local
Prison Fellowship
LIBRES EN CRISTO: Desde la prisión Bella Vista de Medellin, Colombia. a otro nuevo. Mi patrón el cual era mi amigo Wilber le platico a su tío y desde ese momento me dieron otra responsabilidad mayor la cual yo tenía, ya para este tiempo tenia 17 años, y ahora con esta nueva responsabilidad, tenia que mandar la mercancía a otros países, teniendo mucho dinero ya en este tiempo, a mis padres le construí una casa grande mis hermanos tenia todo lo necesario para terminar sus estudios, no iba seguido a casa por peligro que supieran donde vivía mi familia, tuve que retirarme de mi familia la cual miraba una o dos veces al año por la seguridad de ellos, me comenzaron a conocer patrones de otros países, que ellos ya eran muy conocidos y perseguidos por autoridades de otros países, esto iba de grande a muy grande, sin manera de regresar a una vida normal, lo que me estaba pasando era una vida de acción, peligro y suspenso, ya para este tiempo ya tenia 21 años, en verdad ya era otra vida la que tenía, siempre que andar con tres o cuatro personas para que me cuidaran de algunos otros narcos y de las autoridades. Llego el día en que mataron al tio de Wilber y entro un nuevo patrón y como cuando entra un nuevo patrón usualmente ellos traen sus nuevas gentes y tienen que hacer una limpia de personal, el nuevo patrón me mando a hablar y me dio la orden de eliminar a Wilber, lo cual no le dije nada pero era mi mejor amigo y no sabia que hacer en ese momento, pues mi vida esta en
riesgo ahora, Le dije a Wilber la orden que me habían dado, y decidimos alejarnos de ese nuevo patrón, y comenzar nuestra nueva organización, Pasaron 9 meses cuando nos encontramos con el nuevo patrón y tuvimos que agarrarnos a balazos, ellos mataron a Wilber y yo mate al nuevo patrón, pero Sali herido de una pierna. la cual no podía caminar y cuando llegaron los soldados me arrestaron por muerte y trafico de droga y ahora me encuentro en la prisión de Bellavista, Medellín, Colombia la cual estoy cumpliendo una sentencia de 40 años. Estando en la prisión conocí al Señor Jesucristo por medio de unos amigos que tenia afuera en el narco y ahora ellos eran cristianos, me hablaron de Je-
sucristo y me intereso, y comencé a ir a los servicios cristianos, pues ahora acepte a Cristo como Salvador y soy libre de esas ataduras que tenía anteriormente, mis padres y hermanos están muy tristes de lo que me paso, y también ellos ya son cristianos, la razón de que les platique de mi vida, es para decirles que no vale la pena traficar o matar por dinero, porque tarde o temprano se tiene que pagar las decisiones que tomamos, les confieso que estoy arrepentido por haber hecho lo que hice pues aquí me pasare la mayoría de mi vida. Lo único que tengo es a Jesucristo que El me brinda paz en medio de esta tormenta de vida en la que se vive aquí adentro de la prisión. Que Dios los Cuide.
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