La revista Igualdad y Democracia se inscribe —o quisiera hacerlo— en una larga tradición de revistas socialistas que podríamos denominar teóricas o de pensamiento crítico. Entre estas podemos señalar las revistas Rumbos, Arauco, Espartaco, Chile-América, El Avión Rojo, Cuadernos de Orientación Socialista, Convergencia, Revista Avances, entre muchas más. Se requieren nuevas ideas socialistas para pensar este tiempo, para lo cual se necesita recuperar la capacidad de volver a pensar teórica y críticamente la realidad. Se requiere recuperar esa saludable y algo olvidada función de todo partido político con vocación transformadora de ser capaz de interpretar la realidad como condición para intentar cambiarla. Comité Editor
NÚMERO 1 - AÑO 1- SEPTIEMBRE 2014
número
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igualdad y democracia revista
IDEAS SOCIALISTAS PARA UN NUEVO CICLO
EDITORIAL
Presidente Instituto Igualdad
Revista
Camilo Escalona M.
Centro de Estudios Instituto Igualdad Revista Igualdad y Democracia Número 1. Año 1. Septiembre Santiago/Chile, Instituto Igualdad, 2014 revista@igualdad.cl
Director Ejecutivo Hugo Espinoza G.
Comité Editor Ernesto Águila Z. Oriana Avilés M. Rodrigo Cárcamo H. Jaime Illanes S.
Instituto Igualdad Darío Urzúa 1763, Providencia Santiago de Chile Chile (056) 2 2274 2258 instituto@igualdad.cl
ISSN 0719-5192 versión impresa ISSN en trámite versión en línea Impreso en Chile
DOSSIER SEMINARIO REFORMA TRIBUTARIA PARA UNA MAYOR IGUALDAD: BALANCES Y PERSPECTIVAS
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Organizado por Instituto Igualdad
página 49
PRESENTACIÓN IDEAS SOCIALISTAS PARA UN NUEVO CICLO HISTÓRICO página 8
OPINIÓN THOMAS PIKETTY: UN ECONOMISTA DE LO INDESMENTIBLE
por Jaime Illanes Silva
página 83
EDITORIAL
por Camilo Escalona
página 10
OPINIÓN POLÍTICO POP
por Oriana Avilés Moraga
CONFERENCIA PONENCIA SOBRE LAS CAUSAS DE LA CRISIS ENTRE POLÍTICA Y SOCIEDAD
por Hugo Zemelman
página 12
POLÍTICA Y SOCIEDAD ALGUNAS NOTAS SOBRE LO POLÍTICO, LO SOCIAL Y LA POLÍTICA
UNIVERSIDAD PÚBLICA DISCURSO DEL PROFESOR ENNIO VIVALDI COMO NUEVO RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE
Ennio Vivaldi Véjar
por Luis Thielemann
TRABAJO ¿ES EL QUE COBRA EL SALARIO MÍNIMO EL ESCLAVO MODERNO?
por Nicolás Jara
INTERNACIONAL ANÁLISIS POLÍTICO–HISTÓRICO DEL CONFLICTO PALESTINO–ISRAELÍ Y PROPUESTAS PARA UNA PALESTINA ÁRABE, LIBRE Y SOBERANA
por Juan Pablo Pinto Montero
página 98
página 37 DECLARACIÓN ¡NO IMPORTAMOS EL CONFLICTO... EL CONFLICTO NOS IMPORTA! ISRAEL Y PALESTINA, POR UNA PAZ JUSTA AHORA página 108
ENSAYO DEMOCRACIA, EL “NUEVO” OBJETIVO DEL SOCIALISMO
por Rodrigo Fecci
página 95
página 34
MEMORIA SOCIALISTA DISCURSO DE SALVADOR ALLENDE LA NOCHE DEL 4 DE SEPTIEMBRE DE 1970 (MADRUGADA DEL 5 DE SEPTIEMBRE DESDE LOS BALCONES DE LA FECH
Salvador Allende
página 89
página 27
DEMOCRACIA Y SOCIEDAD EDUCACIÓN CÍVICA, UNA REFORMA NECESARIA
por Simón González Barrios
página 86
página 41
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DEFENSA Y DEMOCRACIA OPERACIONES DE PAZ: UNA PROPUESTA DE DESARROLLO
RESEÑA DURO DE MATAR, DIÁLOGOS CON CAMILO ESCALONA DE ÁLVARO PERALTA Y ENZO PISTACCHIO
por Taller de Defensa y Fuerzas Armadas Instituto Igualdad
por JIS
página 111
RESEÑA PRÁCTICA POLÍTICA Y MEDIOS DIGITALES, DE ORIANA AVILÉS, RODRIGO CÁRCAMO, JAIME ILLANES Y BASTIÁN JUL
MUJER Y DEMOCRACIA MÁS ALLÁ DE LOS NÚMEROS: LA REPRESENTACIÓN POLÍTICA DE LA MUJER EN AMÉRICA LATINA
por Rodrigo Suazo Chávez
por EAZ
página 120
página 137
por Rogelio Martínez
ENSAYO POLÍTICO MAQUIAVELO: LA ACCIÓN Y EL LENGUAJE SUMERGIDO DE LA POLÍTICA
por Ernesto Águila
página 150
por Joaquín Fernández
página 175
RESEÑA LA HIPÓTESIS DEL CINE. PEQUEÑO TRATADO SOBRE LA TRANSMISIÓN DEL CINE EN LA ESCUELA Y FUERA DE ELLA DE ALAIN BERGALA
página 156
por EA
RESEÑA CUADERNO DE FORMACIÓN POLÍTICA BÁSICA. PARA EL MILITANTE SOCIALISTA DE EQUIPO DESAFÍO SOCIALISTA.
por EAZ
página 173
RESEÑA LOS CIVILES DE PINOCHET. LA DERECHA EN EL RÉGIMEN MILITAR CHILENO, 1983 – 1990, DE PABLO RUBIO APIOLAZA
ESTUDIOS POLÍTICOS CONSTRUCCIÓN DEL COMPROMISO MILITANTE EN LAS JUVENTUDES DE LA UNIÓN DEMÓCRATA INDEPENDIENTE (UDI)
por Natalia Silva
página 171
RESEÑA LA CONVERSIÓN DE LOS SOCIALISTAS CHILENOS. ESQUEMA DE TRANSFORMACIÓN POLÍTICO-CULTURAL DE UNA ÉLITE DESDE LA REVOLUCIÓN AL ORDEN DE ESTEBAN VALENZUELA VAN TREK
REGIONES PROPUESTA DE GOBIERNO METROPOLITANO: GOBERNABILIDAD Y LEGITIMIDAD COMPARADA DE 4 ACUERDOS INSTITUCIONALES
por Rodrigo Cárcamo Hun
página 169
página 178
CINE LA DANZA DE LA REALIDAD DE ALEJANDRO JODOROWSKY
página 167
por Raquel Águila Kiwi
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página 180
PRESENTACIÓN
Ideas socialistas para un nuevo ciclo histórico
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L
a revista Igualdad y Democracia se inscribe —o quisiera hacerlo— en una larga tradición de revistas socialistas que podríamos denominar teóricas o de pensamiento crítico. Entre estas, podemos señalar la revista Rumbos, Arauco, Espartaco, Chile-América, El Avión Rojo, Cuadernos de Orientación Socialista, Convergencia, Revista Avances, entre muchas más.
cual se necesita recuperar la capacidad de los socialistas de volver a pensar teóricamente la realidad. Se requiere recuperar esa saludable y algo olvidada función de un partido político, de ser capaz de interpretar la realidad para poder cambiarla. Porque sigue siendo cierto aquello de “que sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria”. Sin teoría, podrá haber una práctica que no trascienda el sentido común o una conciencia reivindicativa, y solo con teoría crítica, pero sin práctica, lo más probable es que se derive hacia ideologismos inconducentes o a un uso escolástico de la teoría.
De todas estas, sin duda, la más sólida e influyente fue la Revista Arauco. Su primer director fue Clodomiro Almeyda, y el comité editorial lo conformaban Raúl Ampuero, Julio Cesar Jobet, Alejandro Chelén, Helio Varela, y Federico Godoy. En la editorial de su primer número señalaba esa compleja relación entre teoría y realidad, entre pensamiento y vida: “No es tarea fácil esta que debe asumir el pensamiento. La vida es siempre más rica que cualquier intento por agotarla en sistemas conceptuales. Y esta dificultad se torna mucho mayor cuando se trata de interpretar los hechos del tiempo presente antes que hayamos sabido orientarnos ante una situación, ya esta se encuentra modificada planteando nuevos e inéditos problemas”.
Igualdad y Democracia pretende llenar ese enorme vacío que implica construir un espacio donde pueda producirse y circular pensamiento crítico, que alimente la vida militante, sea esta en las organizaciones sociales o el gobierno, en las universidades y en los sindicatos, en la oposición o en el poder; un partido que intente que el ideario socialista vuelva a estar presente en los debates nacionales y se vaya encarnando en la cultura nacional, buscando legítimamente impregnar con sus valores e ideas la vida del país.
En esta idea se resume la mejor y la más lúcida relación entre teoría y realidad, que ha inspirado al Partido Socialista en sus buenos períodos. Una teoría en diálogo permanente con el devenir social, iluminando la comprensión de la realidad pero siempre atenta a lo que esta dicta.
Un Partido político se hace grande y necesario cuando está presente en el mundo social, si es del caso en el gobierno como hoy ocurre, impulsando un programa social de avanzada, y también cuando logra aglutinar y proyectar el trabajo intelectual, transformándose en un espacio y vehículo de conocimiento y cultura hacia el mundo popular y de los trabajadores. Tras esos propósitos y con esa ambición, nace Igualdad y Democracia y su propuesta de constituir el espacio para las nuevas ideas socialistas para este nuevo ciclo histórico
El PS enfrenta una nueva etapa o ciclo histórico. Atrás queda un largo período político marcado por la compleja transición de la dictadura a la democracia plena. Hoy los temas son otros, ya no es reconstruir la democracia (aunque esta es siempre una tarea inacabada) sino acometer la tarea de construir una sociedad más justa, igualitaria, diversa y libre. Se requieren nuevas ideas socialistas para pensar este tiempo, para lo
Comité Editor
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EDITORIAL
EDITORIAL
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E
l pasado 26 de Septiembre (2014) la Presidenta Michelle Bachelet promulgó la nueva reforma tributaria, cumpliendo una de sus más importante promesas de campaña, y construyendo así la base material para impulsar la principal tarea de esta etapa histórica: la lucha contra la desigualdad. La tramitación y el debate en torno a la reforma tributaria no fueron simples y el proceso no estuvo exento de asperezas e incomprensiones. Finalmente se abrió paso a una negociación que ha permitido darle más base de apoyo a la reforma y mantener la meta de recaudación de 8.200 millones de dólares, elevando el peso de la carga tributaria a los sectores de mayores ingresos de nuestra población.
Como Presidente del Instituto Igualdad saludo este esfuerzo que implica la revista Igualdad y Democracia, y le deseo larga vida a esta publicación, esperando que se inscriba en esa larga tradición de las buenas revistas socialistas que han acompañado la vida no solo del Partido Socialista, sino que han servido para alimentar con ideas los sueños y esperanzas de mayor democracia, igualdad y justicia social de nuestro pueblo
Camilo Escalona Medina Presidente del Instituto Igualdad
En el contexto de la tramitación de este proyecto y cuando las posiciones parecían más lejanas y contrapropuestas el Instituto Igualdad realizó un importante y estratégico seminario en la sede del Congreso nacional, contribuyendo a abrir paso al proceso de diálogo y negociación que condujo al acuerdo tributario. Aunque ya se ha promulgado la nueva reforma tributaria, nos ha parecido importante incluir en este primer número de nuestra Revista Igualdad y Democracia un dossier con las principales intervenciones y conclusiones de este seminario, como una forma de dejar registro de los contenidos y evolución del debate de esta histórica reforma tributaria. La aparición de este primer número de la Revista del Instituto Igualdad viene a cumplir una sentida aspiración y es muestra de una gran vitalidad intelectual socialista, pues en ella participan junto a algunos pensadores de más trayectoria un importante número de jóvenes académicos e intelectuales de militancia o pensamiento socialista.
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CONFERENCIA
Flickr Instituto Igualdad
Ponencia sobre las causas de la crisis entre política y sociedad por Hugo Zemelman Intelectual socialista chileno, sociólogo, Director de la escuela de sociología de la Universidad de Chile, entre 1967–1970. Profesor visitante en muchas universidades extrajeras y latinoamericanas, hizo una extensa carrera académica siendo exiliado en instituciones mexicanas, por ejemplo: El Colegio de México, Unam y Flacso.
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Ponencia presentada en el Instituto Igualdad el 25 de julio de 2013, poco meses antes de su fallecimiento en México. Actividad organizada por el Taller Sociedad y Política de dicho Instituto.
ron la experiencia de la Unidad Popular, y es, especialmente este el desafío.
N
o quisiera hacer una charla, sino más bien, plantear algunos problemas que tienen que ver con la política y la relación de la política con la persona, con la subjetividad tanto individual como social; y este es un tema en el cual este país, podría enseñarnos mucho. No puedo dejar de mencionar que lo que vaya a decirles está muy fuertemente influido por mi experiencia personal en los últimos años. Yo soy de la generación, como algunos de los presentes, pero quizás no todos, que vivimos muy fuertemente la experiencia de la Unidad Popular; la gestión de los partidos en ese momento, el Golpe y posteriormente una experiencia muy compleja, que es mirar el país desde el exterior, y poder confrontar ese momento histórico con el actual.
No mirar la experiencia de la Unidad Popular desde un determinado esquema ideológico o teórico. Como decir, la razón la tenía el Partido Comunista, la razón la tenía el Partido Socialista, o fracciones dentro del Partido Socialista o el MIR o quien sea. Ni menos entrar como algunos europeos a encapsular la experiencia de la Unidad Popular, dentro de esquemas teóricos al estilo de Tunet u otros. Yo creo que la experiencia en Chile es de tal modo monumental, que en verdad, escapa hasta el momento a los modelos de interpretación. Y quizás por eso se explique el silencio. Lo que es indudable, que a medida que pasa el tiempo y uno comienza a pensar en esos hechos. Hay figuras que son casi épicas y que en algún momento, creo que van a pasar como grandes figuras épicas a la historia de América Latina y una de ellas, quizás la más gigantesca de todas ellas, es sin duda, Salvador Allende.
Porque es importante este señalamiento, porque creo que, nosotros como chilenos tenemos un pendiente, monstruoso diría yo. Monstruoso en el sentido de que, no estamos aprehendiendo suficientemente de nuestra propia experiencia, que es repensar nuestra propia historia de los últimos cincuenta años y en particular la experiencia de los setenta. La experiencia de los setenta, me refiero en concreto, la década de los sesenta y los tres años del gobierno de Allende.
Salvador Allende, uno lo ve como una figura casi troyana. Es un hombre de una altura ética y política enorme, y yo, no obstante haberle dedicado tantos años en el colegio de México, que es una institución que me acogió, al repasar la historia en el continente es difícil encontrar una figura de esa envergadura. Porque la envergadura de Allende no estaba en el éxito o en el fracaso de su política o de su gobierno, que también es un punto que está abierto a la discusión, si fue realmente un fracaso.
Prácticamente no hay una reflexión, las hay, pero no hay una reflexión desde adentro, en términos de lo que nos enseña como tal la experiencia, los textos giran más bien en torno de las interpretaciones correctas o incorrectas, del hecho o del conjunto de hechos que conforma-
Tampoco se trata de compartir las hipótesis como psicohistorias, como por ejemplo la que está planteada en el libro de Altamirano. No creo que la experiencia democrática sea el suicidio anticipado de Allende o que la muerte de Allende justifique el proceso. Yo creo que eso no
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es así, yo creo que él fue, una expresión que posteriormente no ha tenido repetición, de lo que es el valor, en termino de compromiso valórico y lo que es la congruencia del comportamiento. Es decir, la congruencia entre el discurso público y el comportamiento personal, lo que el discurso me exige como persona. El discurso en Allende nunca fue una mercancía y lo probo con su muerte. Es decir figuras de ese tipo, en verdad son como heroicas y por eso hay hasta hoy día, después de 40 años, hay un miedo frente a la figura de Allende, hay miedo frente a esta figura, no de analizarlo como Presidente de Chile que propicio tal o cual política sino el ejemplo moral que en política representa la historia de Allende. Que para la juventud chilena es un gran desconocido, sin duda alguna. Porque comienzo con esta aseveración, porque ilustra las grandes tesis, en mi opinión del marxismo. Ilustra por ejemplo una gran tesis, que en el marxismo de mi época, no tenía relevancia, que es la tesis de Marx de los años setenta, que eran tesis compartidas con Engels, cuando sostenía que, o se construía el socialismo o caíamos en la barbarie. Eso lo dijo Marx en 1874-1876, claro, aparecía como una afirmación menor, dentro de la gran teoría de la crisis del capitalismo. Hacer una afirmación de que se construía el socialismo o caíamos a la barbarie, era casi como un juego retorico, de menor relevancia. O la teoría de Lenin, porque eso también es una manera de rescatarlos a ellos, no, como meros ideólogos, como meros hombres de partido, sino como figuras humanas en procesos de cambios. Cuando Lenin decía, o hay un actor que derrumbe el capitalismo o el capitalismo no cae. Ninguno de ellos dos, y ningún pensador clásico del marxismo de finales del siglo
XIX y del comienzo del XX, jamás, participo de la tesis del colapso, nunca. Es decir, no había colapso del capitalismo si no había un actor capaz de provocarlo y ahí surge la idea del partido político. No es una cosa caprichosa, se tenía que tener el contra intelectual, al intelectual hegemónico, se tenía que tener la capacidad no sólo de acción, de movilización, de activismo, sino de pensamiento y apostaron al contra pensamiento. Una de sus últimas expresiones fue Gramsci, con el concepto de hegemonía, que tampoco es un arbitrio,.. El problema de la hegemonía es entender que el poder se impone con ideas. Que el poder se impone encapsulando el pensamiento. Que el poder se impone obligando como decía Agnes Heller a mirar las cosas de una determinada manera, que haga innecesario verlas de otro modo. Es lo que ha pasado en este país durante treinta años, digámoslo claramente. La mejor lección de lo que yo estoy diciendo, que lo estoy retrotrayendo de estos tres personajes, es lo que ha pasado en este país. O aquí hay un actor capaz de construir o nadie construye, pero el sistema no cae por sí solo. El sistema es capaz de soportar todas las crisis imaginables, excepto una, la presión sostenida y sistemática. El sistema puede aceptar movilizaciones, el sistema puede aceptar eclosiones sociales, puede aceptar indignados multiplicados por la potencia ene; ese no es el problema, el problema es la aparición de grupos organizados con capacidad de presionar sistemática y persistentemente; y esa es la idea del partido, no es otra. Que estaba muy presente en Lenin y en Gramsci. Una frase de Lenin decía: “mientras más dificultades tengamos, esos son los momentos donde hay mayor necesidad de soñar”. Eso no es propio de una persona que crea que la historia está escrita, no es propio de una persona que crea que el
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capitalismo está, prescrito ya como ineluctablemente destinado a morir. No lo pensaron nunca, ellos mostraron los espacios de intervención del hombre; del hombre tanto en el plano individual como en el plano colectivo. Cómo, y Dónde y Cuándo intervenir; y ese dónde, cuándo y cómo, es lo que después nosotros de alguna manera simplificamos, digámoslo claramente en el concepto de revolución. La revolución es una construcción, no es una mecánica de la historia o hay quienes lo construyen o no hay, simplemente. Este es quizás el gran desafío del Marxismo frente a la subjetividad; si no hay personas individualmente consideradas, que tengan la necesidad del cambio, personas que tengan la necesidad de intervenir en la realidad, con una perspectiva de futuro, no hay cambio. Si no tengo yo, una visión del futuro, porque voy a cambiar. Si yo no tengo esa capacidad de trascenderme, que es el gran discurso de un grande, de trascenderme más allá de lo que yo soy y mi circunstancia, ¿por qué voy a cambiar? Quedo prisionero de la inercia, quedo prisionero de la comodidad, quedo prisionero del miedo, quedo prisionero de lo que conozco, quedo prisionero de lo certero, de lo que ya tengo, porque me voy a jugar por lo incierto, si no tengo ninguna misión que me invite a construir nada nuevo, eso es una utopía. ¿Cuál es el aporte del Marxismo? El aporte del Marxismo, que tampoco lo terminamos de entender muy bien aquí en América Latina; fue que esta utopía no funcionaba por sí misma, si no que había que construirla y construir la utopía es hacer la historia. Construir, históricamente los valores o historizar los valores de libertad, de igualdad, de justicia. En la interpretación que puedo hacer de
la figura de Allende, mas allá de que él no fue un ideólogo y a lo mejor porque precisamente no fue un ideólogo, nunca quedo prisionero de ningún discurso, lo que él enseño fue eso, que había que saber construir históricamente los valores y eso es lo que le daba a él congruencia. Porque la lucha social en Allende no era una lucha externa, no era una lucha en la plaza pública, era una cuestión también en lo personal, por eso él podía discernir entre lo público y lo privado. Creo que éste es un punto importante porque alude a una cuestión que el Marxismo de los comienzos del siglo XX dejo de lado y en gran medida lo dejo de lado cuando cayó en poder de los académicos. Porque si ustedes revisan la discusión de los grandes teóricos del marxismo de los primeros veinte años del siglo XX; cuando no había caído todavía el marxismo en el mundo de la academia, estaba además en manos de los dirigentes políticos; uno de sus exponentes máximos sería Rosa de Luxemburgo, por ejemplo. El problema de la subjetividad era un tema central. Si no se entendía la subjetividad individual y social, no había lucha posible. Ella llevo este argumento al extremo, de creer que la masa en si mismo era un sujeto, pero esa ya era una interpretación personal. Lo que yo quiero destacar era la importancia de esa carga, esa carga subjetiva, emocional, afectiva y valórica, asociada a la lucha política. Cuando esa carga afectiva valórica, en aras de un mecanismo histórico, es eliminado, se elimina todo. Porque la historia no la construyen los lógicos, la historia no la construyen los geómetras, no son derivaciones lógicas. La historia la construye la gente que tiene voluntad de construir, y la voluntad de construir supone querer construir y querer construir supone, para qué quiero construir.
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Muchos de los dirigentes de la Unidad Popular, no digo todos, pero muchos, tenían este rasgo. Ahora, esto no lo hemos discutido, por el contrario se pensó, que el marxismo era una especie de metafísica en progreso, que me garantizaba el cambio, sin mover yo ni un dedo. En nombre de que, en nombre de la ley del progreso histórico, pero muchos de ustedes, los más canosos lo recordaran. Para que moverme, si la historia se mueve por sí misma. La ley de las contradicciones me resuelve los problemas éticos, porque yo no necesito hacer nada, las contradicciones por sí mismo, mueven la historia, eso nunca fue visto en Marx, ni en ninguno de los clásicos. Era un motor, pero se necesitaba un volante, se necesitaba alguien que dirigiera ese automóvil. No confundamos el motor con la dirección del coche. El motor era la conducción, pero no la dirección. Ese es un punto importante, muy importante, que no se tuvo claro y por eso que no se le dio importancia, en casi ninguno de los partidos más organizados de la época, a la persona, la persona no era importante, lo que importaba era la estructura orgánica, lo que importaba era el colectivo al cual se pertenencia. Pero no era la subjetividad personal y eso es clarísimo, porque en verdad esto, está también muy presente en el marxismo de Europa del este, cuando cae toda la Guardia Vieja. Cuando cae la Guardia Vieja, y entra en el mejor estilo Estaliniano, la política fue manejada por los burócratas; cayeron también en esta trampa, se quedaron sin proyectos. En una oportunidad, un colega Polaco, con el cual yo estaba reunido en un seminario en Holanda, me invita a visitarlo a Varsovia, era miembro del Partido Comunista, era miembro de la comisión política del partido en esos años, y me muestra Varsovia, y entre los comentarios de Varsovia, de cómo la habían
reconstruido los polacos, después de la Segunda Guerra Mundial, me dice: “El gran problema que tenemos nosotros, aquí, ahora, no sólo en Polonia, sino en este grupo de países del Pacto de Varsovia, es que nos quedamos sin ideólogos, nos quedamos sin pasiones, estamos entregados en las manos de burócratas y de los funcionarios de la política y esto nos lleva al desastre”. Se había perdido la capacidad de soñar de Lenin, se había perdido esa advertencia valórica y angustiosa en Marx, cuando se da cuenta que si no se construye una sociedad alternativa, el capitalismo va a seguir reproduciéndose cada vez más hacia la barbarie, que es la que vivimos hoy. Es ahí donde entra en juego la persona, y de ahí la importancia de los partidos, Por eso que el partido en la visión Gramsciana es un intelectual, pero orgánico; es un intelectual colectivo, es él que piensa, no por otros, es el que ayuda a que los otros piensen, venciendo la inercia, pero por sobre todo, venciendo los parámetros que se nos imponen por el poder. Es decir esto se piensa así y no asa. El poder se impone no convenciendo, si no que mostrando las cosas, pero mostrándolas de tal manera que no es necesario verlas de otro modo. No hay otro modo que ser individualista, no hay otro modo que ser empresario, no hay otro modo que moverse en función del concepto del éxito económico, no hay otra, es lo que hoy día tenemos, revisemos el lenguaje dominante de hoy. Esa es la hegemonía, y si comenzamos a criticar la hegemonía dentro de la hegemonía quedamos prisioneros de la hegemonía creyendo que estamos luchando en contra de un orden. No estamos luchando en contra de un orden. Lo estamos simplemente reinterpretando, pero aceptando su lógica. Porque si no fuera así, los cambios so-
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ciales serían mucho más sencillos de hacer, quizás esa fue la gran ingenuidad de Rosa de Luxemburgo; basta la espontaneidad de las masas, cuidado con eso. Pero se necesita la espontaneidad, sí, pero no de las masas solamente, también de las personas.
lo que venía diciendo a partir de Marx y a partir de Lenin, la historia no es una mecánica celeste, no hay ninguna ley del progreso histórico, que tenga una dirección clara, no tiene una dirección clara, es mucho menos determinado de lo que creemos.
Porque si no nos cuidamos de eso, que ocurre, lo que paso en este país, pero también ha pasado en otros y que de pronto uno se encuentra en que hay movimientos sociales o partidos políticos, podría ser el caso de Chile, pero no vamos a entrar en esos detalles, que tienen un discurso de cambio social con militante conservador.
Es una construcción, de los hombres, pero no de los individuos. De los individuos todos los días sin duda, pero también de los colectivos con individuos que quieren construir desde los colectivos; porque los colectivos con individuos que no quieran construir tampoco construyen, se terminan por transformar, simplemente, en grupos de presión o en clientelas.
Es decir, lo que pasa hoy día en Bolivia, cuando uno habla con los intelectuales, digo los intelectuales, porque aquí tenemos que hacernos una autocritica, no estoy diciendo que tengamos que hacerla en conjunto, me la hago yo sólo. Cuando digo todo está muy bien aquí, el proyecto social,… nacional, el rescate del indigenismo y todas esas cosas. Pero hay bolivianos que dicen: “Todo está muy bien, siempre y cuando no entre por la puerta de mi casa”. Se dan cuenta de lo que significa eso, ósea, lo que quiero poner en el tapete de la discusión, es algo que en un país como este es fundamental, por algunas razones que yo quisiera comentarles a ustedes, es importante entender la inercia que nos impide pensar. El miedo que nos impide vislumbrar un futuro diferente porque no tenemos necesidad del futuro. Creo que, eso implica, volvernos a recuperar, desde las circunstancias que nos determinan. Las dificultades actuales, son evidentemente, muy distintas a las de hace 40 años atrás, pero ¿Cuáles son?, ¿Las sabemos leer? Aquí venimos a una cuestión muy importante, si yo quiero construir, tengo que saber leer desde donde construyo y aquí, recupero
Esto no es una cuestión menor, porque apunta quizás a uno de los problemas más importantes en términos entre la relación de subjetividad y política. Uno de los problemas más importantes es que el capitalismo, juega en el punto más débil del hombre, que es su sistema de necesidades, ahí es donde juega, ahí es donde es fuerte, manipulada por el sistema de necesidades, no con las ideas, no con el imaginario, no con el gran pensamiento especulativo, eso no le importa, pero el sistema es así y ese juega todos los días y es lo más completo que hay; pero es ahí donde el hombre define su vida. No en la metafísica del progreso. Como resuelvo mi necesidad o cómo resuelvo mi imposibilidad de vida en el cambio y es ahí donde el capitalismo es fuerte, porque impone un proyecto de vida. Impone un proyecto de vida, manipulando el sistema de necesidades, a través de un mecanismo de todos conocidos. Entonces ahí, evidentemente, el marxismo nos enseña a nosotros a saber leer; el sistema de necesidades del hombre en términos de su potencialidad, en términos de sus opciones, porque lo que nos
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enseña, es que la historia no es lineal, que la historia es un conjunto de posibilidades, por lo tanto, un conjunto de opciones de construcción, no es lineal, no es lineal, y eso también nos costó mucho entenderlo. Veíamos que la historia se sujetaba a leyes sobre su historia, que esas leyes no se daban en el futuro, primera afirmación, segundo, que era lineal, que era una autopista, que había que recorrerla, mientras más rápido mejor. La experiencia de la Unidad Popular, está llena de lecciones en ese sentido, pero no la hemos revisado, no hemos aprehendido de nuestro propio pasado. Donde nos enfrentamos ante un país, cuya juventud no tiene memoria y a veces ni siquiera información, porque información y memoria son distintas. La memoria es una manera de apropiarse de la experiencia del pasado, la información es algo mucho más neutro. Hay una fuertísima incomunicación intergeneracional, en este país, los jóvenes no han recibido un legado de los más viejos, estos han negado dar ese legado, por temor a que repitan sus errores, error profundo, creer que se pueden repetir los errores, se van a repetir, cuando no se saben cuales fueron esos errores y en ese sentido, me parece que la experiencia de la Unidad Popular, en este marco, que es muy complejo, evidentemente, nos enseña eso, nos enseña que la historia se puede construir de muchas maneras, como hay algunos por ahí, que podrían sostener la hipótesis, por ejemplo extrema, que no vamos a discutirla acá, que es discutible, pero es una hipótesis, de que el Golpe era evitable. Entonces ahí entramos en un proceso enormemente complicado, porque es mucho más fácil decir que el Golpe fue gracias al apoyo de Nixon, Kissinger y cuanta compañía sea, es como si hubié-
semos pensado que el triunfo del proceso de la Unidad Popular, suponía como aliado al Pentágono. Se dan cuenta de lo que significa eso, porque iba a ser aliado el Pentágono o la CIA, porque íbamos a pensar que los Norteamericanos iban a estar apoyando el proceso, porque el gobierno respetaba las leyes, ¡no!, para ellos no era un problema de las leyes. Ahí hay un problema de comprensión o de incomprensión de lo que es la lucha política, en tanto no se entiende lo que es el país, entonces ahí entramos en un tema enorme; entendíamos Chile, pensábamos en Chile, hablábamos de Chile; estoy hablando de esa generación, no de la más joven. Pero lo digo, porque pueden repetirse hoy día los mismos errores. Sabíamos lo que era la clase obrera chilena, su fuerza, su debilidad, su sindicato, sus organizaciones religiosas y culturales. Sabíamos lo que era el campesinado, la clase media, entendíamos el proceso de mesocratización de Chile, que venía desde el siglo XIX. Con un sistema de alianza, enormemente compleja, que se hace invisible a partir de los veinte en adelante. ¡No!, no lo entendíamos. Entendíamos esto como un proceso mecánico, centrado en un grupo social, con una alta organización y una aparente claridad ideológica, pero había claridad ideológica en la clase política de la Unidad Popular, la había, bueno, veamos los materiales completos, sus tomas de decisiones, parece que no la había y no la había en tanto no había lectura histórica de Chile, sino ideológica, no estábamos construyendo un pensamiento político, si no que estábamos imitando un modelo, que lo deje como acción múltiple, yo lo viví en la política agraria, por que trabaje en la política agraria, ahí no hubo un diseño de política de reforma agraria.
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Por ejemplo, la misma ley demócrata cristiana, ustedes lo saben muy bien, eso no era lo más importante, el problema era como se organizaba la unidad productiva, como se incorporaba al hombre, como se incorporaba a la mujer, al joven, ese no era sólo un problema económico, era un problema cultural. No hubo preocupación por eso. Las organizaciones que se imponían a los campesinos, no eran sindicatos obreros, urbanos, industriales. Podríamos poner muchos ejemplos en ese sentido. Pero ejemplos de qué. De que no estábamos viviendo la historia de Chile, pero estábamos construyendo Chile, entonces si no leíamos la historia de Chile, ni veíamos sus circunstancias concretas, que estábamos construyendo. Porque lo que se logro construir, a pesar de esto, fue gigantesco. Se echa al olvido, cómo que los cien mil millones de dólares, que hizo el gobierno de Chile, producto de la nacionalización del cobre, producto de la política de Allende, quien habla de eso, cien mil millones de dólares, doscientos mil millones de dólares, que permitieron después hacer muchas cosas. Nadie habla de eso y hubo muchos logros, incluso en el plano económico, en el plano social, en salud, pero no quiero detenerme en esto, porque no estoy haciendo un balance del gobierno; estoy más bien haciendo una disquisición en torno a cómo se dirigió el proceso, que es lo que en este momento tendríamos que recuperar. Porque ocurre que enfrentamos hoy en el 2013, una coyuntura, que yo diría está fuertemente vinculada con la del año 1973, cuarenta años después. La historia es así, la historia es como los ríos subterráneos, durante mucho tiempo van fluyendo debajo de la superficie y de pronto asoman. Porque si ustedes analizan la Constitución de 1980, la Constitución de 1980,
es la máxima cristalización de lo que sucedería en el Golpe. En todo orden de cosas, en el orden desde luego del control político, en el orden de controlar el espacio público, en el orden de impedir que se dieran proyectos de sociedad, como se habían dado entre los cincuenta y los setenta. Porque entre los 50 y los 70, Chile fue escenario, no de gobierno que se sucedían, no, no eran presidentes que se reemplazaban unos a otros, eran proyectos de sociedad diferentes. Desde un populismo nacional con Ibáñez a una especie de concepción empresarial liberal, no neoliberal, liberal de un Alessandri, el capitalismo popular de un Frei, con la participación ciudadana, se inicia la Reforma Agraria y el Socialismo Democrático de Allende. No eran cámaras que se reemplazaban, no era cambio de ministro, eran cambios de concepciones de sociedad, eso nunca más. La Constitución de 1980, lo impide. En el plano educativo otro tanto. Cuando el Ministerio de Educación hoy día, enseña en la escuela de Chile, que la lógica adecuada es la lógica del contrato. Cuando uno de los insumos que se le enseñan a un niño de 8 a 10 años, es como consumir. ¿Qué es eso?, ¿Es manifestación de qué?, de manipulación del sistema de necesidades, pero de la subjetividad del pequeño, del niño. Ahí está la circular del Ministerio y yo por supuesto me las he llevado al exterior, para que lo discutan los pedagogos mexicanos, que andan escandalizados por este asunto, o los colombianos o los que fueren. Estamos tocando el borde, de un proceso histórico que se inicia en el 73 y termina en 2013. Esto hay que verlo con mucha claridad. En este contexto, hay que ir pensando cómo han ido madurando los sujetos políticos, cómo se ha ido transformando el partido socialista, el partido comunis-
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ta o quienes sean. Pero también la derecha, porque aquí nos encontramos con fenómenos inéditos, que de alguna manera, en mi opinión y hasta donde estoy informado, no tienen una clara presencia en ningún país latinoamericano, como la tiene aquí. Aquí evidentemente hay una derecha en proceso de pacificación rápida, muy rápida y muy sutil, no brutal, pero puede ser brutal, pero con pensamiento. Porque si aquí hay un partido Leninista, esa es la UDI, la UDI es un partido Leninista, pero hasta abajo, vertical, con centralismo democrático, con funcionamiento de cedula, pero populismo de derecha. Populismo de derecha, muy peligroso. Todo porque actúan sobre la base de una gran conquista, que fue otro de los logros. Que se cristalizan en una serie de medidas, pero por sobre todo, que yo estoy tratando de simplificar en la Constitución de 1980. Un profundo proceso de despolitización, y la despolitización, evidentemente, impide que la gente piense en futuro, que no sea en el personal. Se disuelven los lazos de solidaridad, se disuelve el sentido de pertenencia colectivo, se renuncia a construir la historia. Estamos enfrentando eso, los reclamos que eventualmente se le pueden hacer al futuro gobierno, no son simplemente demandas gremiales, sectoriales, aquí hay una demanda de refundación y eso se está expresando, por ejemplo, en algo que lo comentábamos con Hugo Espinoza, respecto de cuál es la política que se tendría que plantear, en el plano de la subjetividad, a la juventud, no en el plano de demandas juveniles, no en el plano que es lo que quieren los jóvenes solamente con la educación, con la salud, con el trabajo, es más complejo que eso, es una demanda de corte demográfica. No es solamente demanda gremial o
sectorial, como queramos llamarla, sino también es un imaginario, que está naciendo y que no coincide con el imaginario de la clase política. Tenemos que tomar conciencia de esto, hay una incomunicación muy fuerte y la incomunicación muy fuerte en una población descontenta, frustrada y despolitizada, cuyo referente puede ser cualquier personaje, cualquier idea, es peligroso; y porque es peligroso, porque evidentemente, se está cuestionando en este momento, uno de los puntos que el Golpe quiso resolver de una declaración, que es la reversibilidad de la historia, ese es el punto fundamental y ellos no quieren volver atrás, no quieren volver a lo que les ocurrió después del frente popular, desde el primer Alessandri, pero más que nada de Aguirre Cerda en adelante, cuando comenzó a avanzar el país, se fueron rompiendo las condiciones, para volver a las repúblicas oligárquicas. Pero recuerden ustedes las reacciones, de grupos de poder, después del Golpe; recuerdo una, por televisión, cuando dijo, el poder finalmente ha vuelto a sus dueños naturales, los blancos, eso lo dijo un chileno en 1973. Esas no son cosas menores. Ese señor tuvo la estupidez de decirlo, pero hay muchos que lo piensan, hoy. Aquí tenemos un problema de construcción, que no es solamente de construcción de políticas sectoriales económicas, que pueden ser muy aceptables, aquí o allá. Aquí estamos en presencia de enfrentar, lo que realmente fue el Golpe Militar, y, el Golpe Militar fue una refundación de Chile. Cuando hablo de refundación, estoy hablando de una nueva cultura, que es la que uno ve, observa, en las nuevas generaciones. Por eso que es, enormemente reconfortante esa rebeldía, que uno puede observar en los jóvenes. Pero tampoco le podemos pedir a los jóvenes que no digan qué futuro quieren. Lo que ellos saben que no quieren, lo que tienen. Es un gran paso.
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Ese diálogo intergeneracional apunta a decir que, este descontento que comienza con los pingüinos el 2006, que se expresa el 2011 y se sigue expresando hoy día, bueno eso no es una responsabilidad de los jóvenes. Los jóvenes están reclamando una respuesta a la pregunta que implica esta movilización social. Qué futuro queremos para el país, solamente una reforma tributaria, pero que implica eso, implica una reforma educativa, pero en definitiva implica una reforma institucional. A sabiendas de lo que esto implica para la derecha, para la derecha no son simplemente cambios sectoriales, no es solamente una ley electoral, aquí es control del poder para impedir juegos de proyectos y hacer que la historia no regrese, en este momento, no regrese a los 70. Ese es el dilema, y para eso se requiere un sujeto político; un sujeto político que no solamente tenga capacidad de activismo, de movilización, obvio que si lo requiere, pero que tenga un pensamiento claro, en perspectiva, y eso es un pensamiento construido colectivamente, pensamiento con capacidad de construcción, ósea, de ser traducido en proposiciones, no en meras ideas especulativas, por ejemplo Faletto que fue militante del partido socialista, gran intelectual, lo puse de manifiesto hace muchos años y lo destaco porque fue uno de los pocos intelectuales de esa generación, que no quiso irse nunca del país, teniendo todas las posibilidades de irse, sobre todo a Brasil, por sus relaciones con Cardoso, se queda en la CEPAL, pero fíjese en lo interesante, Faletto en plena dictadura militar, renuncia a la CEPAL, donde ganaba en dólares y tenía inmunidad diplomática y se va al departamento de sociología de la Universidad de Chile. Porque lo digo, porque es el mismo comportamiento que implicaba un compromiso con valores y en sus escrito,
que podría citarse otra gente, lo pongo como un ejemplo, se demuestra de manera muy clara, como nosotros aquí podemos tener una enorme capacidad crítica de describir, de denunciar, si pero no pasamos a la acción. No traducimos el pensamiento en propuestas de acción, pero este es un problema que no es de los chilenos, es un problema bastante latinoamericano. Estamos hoy, en una coyuntura que no se puede enfrentar, simplemente, ni con puro pragmatismo programático susceptible de traducirse en políticas sectoriales, ni con pura especulación. Tenemos que ser capaces de una lectura histórica, de lo que es él Chile de hoy, después de 40 años. Qué paso en este país, que somos realmente hoy, en términos de ideas, en términos de los sentimientos, en términos de nuestras expectativas de futuro, en términos de la subjetividad individual y como aceptar la forma o no y porque no en una subjetividad social, para desde esa lectura, de lo que es el contexto histórico actual, poder imaginar un futuro diferente, porque el futuro no es una ficción, no es ciencia ficción, el futuro se contiene en lo que somos hoy, el problema es que capacidad tenemos de creernos de lo que somos. Evidentemente, si retomará ahora en términos más instrumentales, esto indudablemente, es un gran desafío para la educación y en ese sentido, creo que la educación en este momento es un pilar, no solamente es un pilar de lo que es expresión funcional a un modelo basado en el lucro, eso es más o menos evidente por sí mismo. En la educación se está forjando o no, una subjetividad, como dicen por ahí algunos chilenos que han escrito sobre eso, una cierta capacidad, no de adaptación simplemente, ni de reacomodo, si no de la búsqueda de nuevos horizontes, de construcción de cosas nuevas y eso se forja desde el niño y desde el adolescente, incluyendo a los
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jóvenes universitarios, pero esa es la edad, diría yo, crucial. Tenemos frente a eso políticas claras. Es un punto que está abierto a la discusión, pero yo lo traigo a colación, porque detrás de todo esto, está esa gran lección pendiente, que es, la incorporación del individuo en la historia, que las viejas tradiciones, tanto europeas como latinoamericanas, con muy pocas excepciones, no tomaron en cuenta, el hombre fue dejado de lado, el individuo fue dejado de lado y se pensó la historia como en una mecánica, decía yo, determinista, que contenía una especie de inmanentismo, su fin en sí mismo ya estaba resuelto, sin necesidad de intervención de ninguna voluntad y no es así. La experiencia de la Unidad Popular demuestra las muchas diversas formas de construcción que representaron las respuestas en esa época y como fueron descartadas o fueron desconocidas. Eso nos plantea una cuestión central, que es, qué vamos a entender nosotros por lectura del contexto histórico en este momento, que significa Chile históricamente y no solamente reducido a un prurito ideológico o a determinados prejuicios teóricos, significa leerlo en los espacios en los que el hombre construye. La historia, si la construyen los hombres, la construyen en qué espacios. Eso es lo que tenemos que tener claro, y eso en el lenguaje del viejo Marxismo, sobre todo en el Marxismo de un Lenin, de Gramsci, sobre todo de un Gramsci, veamos la coyuntura, sabemos reconocer las coyunturas. Si ustedes analizan el proceso de los 3 años del gobierno de Allende, hubo muchas coyunturas, que podrían haberle dado al proceso una dirección distinta, ninguna fue potenciada, pero si por la derecha, que no dejó pasar una sola.
Hoy, porque no podemos repetir el mismo error, si lo pensamos históricamente o la historia está figurada, no, no está figurado, si algo nos dejó claro el siglo XX, en el conjunto de las experiencias latinoamericanas, es que la historia no garantiza futuro. El fututo se construye y se construye sabiendo construir, y saber construir significa saber situarse en las coyunturas que permiten esas construcciones y eso implica un pensamiento histórico. El Marxismo por sí mismo no me lo resuelve, el marxismo simplemente es un instrumento que me permite pensar históricamente y no hay otro paradigma que me lo permita con la misma eficacia; pero no lo transformemos en un teoría del futuro y menos en una teología como lo fue en los cincuenta, en los sesenta y en los setenta, que fue algo así como teología. No, había una lucidez, un instrumento, que tampoco se supo usar. Ese lo tenemos aquí, está vigente, usémoslo. Porque el pensamiento conservador, lo está usando, no sé si el chileno, pero el europeo sí. Una anécdota, para ilustrar lo que estoy señalando, contada por el historiador inglés Hobsbawn, que como ustedes saben del Partido Comunista Inglés, Marxista y gran historiador del siglo XX, él cuenta en uno de sus últimos libros, una anécdota para ilustrar la importancia que Marx tiene en el Pensamiento Conservador, hoy, y cuando digo el pensamiento Conservador, estoy hablando del pensamiento conservador financiero no el tecnológico. Lo invita un Lord inglés a comer y lo sienta al lado de George Soros y él se da cuenta que está al lado de Soros y entonces Soros, se vuelve, sabía que era Eric Hobsbawm al que tenía al lado y le dice: “Profesor Hobsbawm, qué piensa usted de Marx? Y Hobsbawm que no quería armar un conflicto, porque estaba invitado por un tercero, evadió la respuesta y este hombre se le quedo mirando, y
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le dice, pero cómo, no cree usted que es el teórico que mejor nos enseña a entender el capitalismo, George Soros, que ustedes saben bien quien es. Se requiere un pensamiento conservador relativamente desarrollado, no sé si en Chile exista eso, ustedes están más autorizados que yo para hablar de ello, pero eso es un instrumento del pensamiento histórico, que lo pudimos usar, en mi opinión, pero no lo usamos, eso está abierto a la discusión. Porque si hay un momento histórico que se confirma, en la opinión de la gente que se ha dedicado a estudiar esto. Se confirman las grandes tesis del Capital. Hoy, es cuando las grandes tesis de Marx, escritas en el siglo XIX, sobre la centralización y concentración del capital y todo lo que se deriva de ello y la relación entre el capital y el desarrollo tecnológico, en el nivel que pudo hacerlo él, en los setenta o antes, se confirman hoy. Sin embargo, el autor fue descartado, espero que no por el Partido Socialista, de eso no tengo certeza, pero podría estarlo, como un autor decimonónico o como un autor, que era propio de un capitalismo que no existe, cuidado con eso. Las tesis de la transnacionalización del capital están ahí, y de la transnacionalización viene la globalización, no nos engañemos, con otros ingredientes por supuesto, la revolución tecnológica que más no podía prevenir, pero eso estaba ya dicho, de alguna manera y todas las consecuencias de la concentración del capital en torno al capital financiero en 1908, estaba teorizado; la acumulación mundial en 1915 estaba teorizado, el neoliberalismo no es nuevo, es simplemente la recuperación de un desarrollo, material, económico y teórico que fue interrumpido por el Keynesianismo, pero fue solamente una interrupción, y nosotros creímos que el Keynesianismo era el Capitalismo real,
y comulgamos con rueda de carreta, creímos que ese era el capitalismo en su fase final. Keynes salvo al capitalismo de la gran crisis del 29, cuando había que salvarlo, porque era el momento de la emergencia, de los grandes movimientos revolucionarios europeos. Desaparece el peligro político del comunismo internacional, estoy diciendo algo que es obvio y desapareció Keynes, absolutamente innecesario. Volverán a recuperarlo, como en algunos países de América Latina lo están tratando de recuperar, pueden recuperarlo en la medida que haya un riesgo político que cuestione el sistema, pero el cuestionamiento del sistema no es estrictamente económico, no es la pobreza, no es la cesantía, no es la precariedad del ingreso o del trabajo. No, no, es la capacidad que haya o no haya y eso lo tiene muy claro, por eso manipulean el sistema de necesidad, para que no ocurra, la organización de una presión social, repito, persistente y sistemática, eso si no lo toleran. Ahí está la lectura entonces, dónde están esos sujetos con capacidad de presión, sistemática y persistente, en qué dirección y aquí está la potencialidad que presenta, de qué futuro no quiero construir sino puedo construir. Esto abre muchas líneas de discusión, que pueden ir de las más exquisitas y sutiles en el ámbito académico como es la recuperación del pensamiento de Marx en una línea diferente a la que ha sido clásica, que no es una línea sólo teórica, ni es solamente una teoría de la historia, sino una forma de pensar distinto, como diría Gramsci, una forma de pensar capaz de crecer con la historia, una afirmación que tampoco la entendimos a cabalidad, es decir, el Marxismo es una forma capaz de crecer históricamente, se puede decir de muy pocas formas de pensar, yo en verdad en lo personal, no conozco más que esa.
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Pero estamos entonces de ahí hacia cómo toda esta discusión de recuperación de un pensamiento crítico, se va a ir a traducir en lecturas coyunturales, pero no como discusiones de diagnóstico, sino para reconocer los espacios desde los cuales los hombres construyan. Construyan qué, construyan futuro y qué es construir futuro, es transformar los valores en política, ósea esta es la historización del valor socialismo, democracia, lo que sea, ciudadanía, participación; los valores por sí mismo no resuelven el problema, ni vasta que los tengamos. Como en una oportunidad, una persona que yo conocía muy íntimamente, que después tuvo altos cargos en este país, que se llama Ricardo Lagos, hablando con él, porque yo tenía una cierta relación personal, ustedes me excusaran con él, hablando de estos problemas, me dijo: “Pero no te preocupes, si ya los valores están definidos.” Quien los definió. “La Declaración Universal de los Derechos del Hombre de la Revolución Francesa.” Ah, basta con esa definición, ósea ya están definidos de una vez y para siempre, y los valores no están definidos de una vez y para siempre, pero los hombres están necesitando cosas nuevas, por lo tanto renuevan los valores, porque renuevan sus sentidos de vida. Ese es el problema. Qué necesidad de vida tienen los jóvenes chilenos de hoy; qué necesidad de proyectos de vida cotidiana tienen hoy. Que sean proyectos que respeten valores de reciprocidad, de solidaridad, me explico. Bueno eso es una lectura histórica, no es imponer un valor, es leer la necesidad histórica, pero en su proyección social. Ese es el punto de la lectura, la lectura de la realidad de las circunstancias, en perspectiva de potenciar esas circunstancias, en vez de quedarnos prisioneros delas circunstancias, en el discurso, que no se puede esto, no se puede lo otro,
no se puede nada, y nos quedamos en el mismo punto de partida. Esa es la respuesta más fácil, no se puede, no están dadas las condiciones, y las condiciones se crean. ¿Las estamos creando? Eso es parte del debate, partimos de las discusiones más sofisticadas, hasta llegar a cómo definir política a partir de la lectura de las coyunturas, que hoy día definen este país. Cuantas lecturas puede haber, cuántas opciones de construcción se plantean y por lo tanto cuantas políticas se pueden llegar a diseñar. Un desafío que une lo más teórico con lo más político o lo más concreto; no se trata simplemente de un debate de ideas, las ideas tienen un sentido, que es permitir al hombre construir, porque el tema central es ese. No sabemos construir, tenemos que aprender a construir y creo que esa es una de las grandes lecciones que nos deja la Unidad Popular, pero hay que saberla leer des prejuiciadamente. Hubo muchas experiencias, muy ricas, contradictorias probablemente, incompletas, pero eso no es problema, el problema es que hubo un intento de construcción, más o menos según los grupos, pero hubo muchas iniciativas, clubes populares que no siempre se registraron y la tendencia a dejar de lado la lección histórica, quizás es un riesgo muy grande, si la lectura histórica ósea las coyunturas, el sentido Gramsciano de la palabra, lo reemplazamos por discursos ideológicos, porque el discurso ideológico no tiene duda. El discurso ideológico es por definición, claro, nunca se equivoca, sólo muere, sin darse cuenta. Cuando uno revisa esos años, se da cuenta que hubo una súper ideologización de todo, pero no un pensamiento teórico real; no significa
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Antonio Litterio , bajo licencia CC
que no ha habido gente que lo tuviera, no estoy diciendo esto, en términos de definiciones, de política en función de un pensamiento, no lo hubo, y esto es algo que tenemos que asumir. Es una responsabilidad histórica. Cualquier discusión que se haga del pasado, no es para llorar sobre la leche derramada, ni es tampoco para imitar, es para aprender, lo que se hizo bien y lo que hizo mal, lo que se pudo hacer y lo que no se pudo hacer; lo que se pudo hacer y no se hizo porque no se reconoció la posibilidad de hacerlo, eso es construir, pero hay que transmitir esa experiencia a los jóvenes; pero si yo lo resumo en una idea aparentemente abstracta, pero que contiene todo esto, vuelvo a la idea del pensar histórico. Si hay algo que en América Latina que no tenemos, es un pensamiento histórico. Un pensamiento acerca de valores, pero en términos de la posibilidad objetiva del valor. Si uno examina lo que está pasando en tres o cuatro países en América Latina y lo ve desde ciertos puntos de vista, desde el punto de vista profesional, desde el punto de vista de la universidad, desde el punto de vista de los teóricos, hay una gran incomprensión, por ejemplo, de lectura de la coyuntura, por ejemplo en Bolivia, por ejemplo en Ecuador; entonces ese es un punto que
preocupa, porque gente con una enorme formación, porque no puede ver esto históricamente, pero repite libros. Lo que uno se encuentra de pronto es que los críticos de Evo Morales, son críticas basadas en la literatura perfecta. Qué es eso, cuidado con eso; porque la intuición de Evo Morales, puede ser más aguda, como la tuvo Allende, tuvo intuiciones geniales, en muchos sentidos, pero no tuvo, quizás por formación, no tuvo la oportunidad o la voluntad, de imponer su opinión. Hubo muchos momentos, producto de su propia historia personal. Morales tiene problemas parecidos, no, porque él no tiene la misma historia; como tampoco Correa, pero la intuición de un político que está en contacto con la gente, Gramscianamente dicho, a veces más profunda, aunque no la pueda fundamentar que un señor sentado en un escritorio. Recuerden una vieja anécdota de Lenin con un teórico alemán, que era Karl Kautsky, no sé quién podría ser como él en Chile. Un señor que leyó todos los libros que tenía que leer en su momento y que era evidentemente un marxista erudito. Hablando con Lenin, Lenin recomendaba y decía: “Nunca he conocido a alguien, argumentar de manera más congruente, para irremediablemente, llegar siempre a conclusiones equivocadas”.
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Eso pasa con el mundo intelectual, cuando se deja atrapar por un segmento no digo teórico, sino teoricista, libresco, y no piensa en la realidad histórica, desde la cual recuperar el libro, desde la cual recuperar la teoría. Es un punto que se ve en toda América Latina, esa es la experiencia de uno. Yo trabajo en un programa de estudios Latinoamericanos, la Universidad Nacional Autónoma de México, lleno de doctores o prodoctores o protodoctores, como quieran, pero que saben pensar solamente de los libros, pero si uno les preguntan sobre su país, no tienen idea, pero son doctores de qué, pregunto, ese es el problema, son doctores simplemente porque tuvieron paciencia de hacer determinados créditos y sacarse buenas notas, pero en lo que se refiere a pensamiento, estamos llenos de doctores sin cabeza en el continente. No tienen cabeza. Entonces que no se repita eso, por los jóvenes, aprendamos a leer la experiencia; y leer la experiencia es leer el hombre en la historia. Pero no estático, no contemplándola, sino construyéndola. Tercera tesis de Feuerbach el hombre construye aquello que lo determina
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Por Gobierno de Chile [CC-BY-2.0]
UNIVERSIDAD PÚBLICA
Discurso del profesor Ennio Vivaldi como nuevo Rector de la Universidad de Chile Ennio Vivaldi Véjar Rector Universidad de Chile 2014-2018
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a Universidad de Chile es una institución y es una comunidad. Es excepcional en generar un marcado sentido de pertenencia, tanto de que pertenecemos a ella, como de que ella nos pertenece. Muchos sentimos que nuestras vidas están indisolublemente ligadas a ella. Nuestra Universidad comienza a configurarse para algunos desde que se opta por postular a estudiar en ella. Para los estudiantes de provincia, que para ingresar debimos dejar nuestra casa y nuestra ciudad natal, la configuración anticipatoria carece incluso de la materialidad de ver cotidianamente desde la ventanilla de un autobús, este edificio que la identifica y que ocupa toda una cuadra de la Alameda. Pertenezco a las generaciones que muy mayoritariamente provenían de un liceo, en mi caso el Liceo 1 de Concepción Enrique Molina Garmendia. Desde que uno ingresa como estudiante a esta universidad, como es el caso de los alumnos aquí presentes, va poco a poco escuchando discursos felizmente monocordes con citas de Bello, con datos de Domeyko, Lastarria o Amanda Labarca. Se ingresa a una carrera y la historia de Universidad de Chile suele ser parte de los estudios mismos. A mi generación le correspondería ser estudiantes durante la Reforma Universitaria y en un momento de expectativas más amplias de nuevos proyectos de sociedad que habrían de crear formas inéditas de felicidad, adhesión y lealtad. Vivimos después la pérdida de compañeros como Carlos Lorca y Jorge Klein, de profesores como Enrique Paris y Fernando Ortiz. Un dolor que está siempre presente y cuya memoria nos mueve permanentemente a proteger a los jóvenes. Vivimos la intervención de la Universidad, momento en el cual quizás se nos hizo más evidente cuánto la queríamos y cuánto la necesitábamos. Se nos cercenaron las sedes y se nos quitó el Instituto Pedagógico, pero no se nos cambió
el nombre: Universidad de Chile. Aquí trabajamos día a día con nuestros co-investigadores, aprendimos de las generaciones anteriores y compartimos con los nuevos contingentes de estudiantes. Por muy cotidiana que para nosotros haya llegado a ser esta Casa Central, la idea Universidad de Chile sigue casi tan inasible y desbordante, como cuando postulamos a estudiar en ella. Esa ambigüedad, sin embargo, parece paradójicamente incentivar afirmaciones categóricas, de certezas de cada cual acerca de la naturaleza y de nuestro vínculo con la Universidad de Chile: sentir que nuestras vidas están indisolublemente ligadas a ella. Me corresponde hoy asumir la Rectoría de la Universidad de Chile. Me conmueve la presencia espiritual en esta casa de quienes a través de la historia han ocupado este cargo. Agradezco a los Rectores que me antecedieron con quienes sostuve una valiosa interacción personal, los Rectores Víctor Pérez, Luis Riveros y Jaime Lavados. Me acompañarán en la Prorrectoría el Profesor Sergio Jara; en la Vicerrectoría de Asuntos Académicos, la Profesora Rosa Devés; en la Vicerrectoría de Asuntos Económicos y Gestión Institucional, el Profesor Enrique Manzur; en la Vicerrectoria de Investigación e Innovación, el Profesor Flavio Salazar; en la Vicerrectoria de Extensión y Comunicaciones, la Profesora Faride Zerán y en la nueva Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles, el Profesor Juan Cortés. Un propósito fundamental que nos anima es trabajar con la máxima coordinación y sinergia con nuestras estructuras institucionales: Consejo Universitario, Senado Universitario y Consejo de Evaluación, así como las estructuras representativas del movimiento estudiantil y de los estamentos académico y funcionario.
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Cito a Eugenio Gonzalez al asumir la Rectoría en 1963: “Otro deber, altamente significativo, que compete a la Universidad, es el de tomar como suyos los problemas de nuestro pueblo y proponer soluciones trascendentes. La Universidad es una institución nacional, es un órgano del estado. Por lo mismo, debe estar al margen de la política partidista, de las disensiones ideológicas y confesionales; pero por su condición de entidad moral, no puede estar al margen de los imperativos de la justicia que impulsan el progreso social”. Este afán permanente de la Universidad, puede encontrar contextos más o menos receptivos según circunstancias históricas. La propuesta fundamental de nuestra postulación a la Rectoría fue hacer posible el recuentro de la Universidad con la tarea que la define desde su origen: construir y proyectar el espacio público de Chile. Lo creíamos factible porque veíamos un nuevo entorno, más reflexivo, mejor dispuesto a una evaluación crítica del presente, más convencido de que todos podemos y debemos asumir un rol en la toma de decisiones relevantes para nuestras vidas. A este entorno contribuían los debates suscitados por el movimiento estudiantil de 2011; la reciente instalación con importante respaldo popular de un gobierno que expresa la convicción de promover cambios significativos; y el reforzamiento en todos los partidos del espectro político y sectores de opinión de un genuino interés por los problemas del sector público y de la desigualdad social. Hoy y siempre, esta Universidad cuyos académicos saben que su principal riqueza la constituye la coexistencia con quienes piensan diferente, debe llevar a los extramuros el pluralismo que la enorgullece. Si hay todavía en Chile un lugar en que jóvenes de muy distinto origen, ideología o cosmovisión puedan conocerse, ese lugar es la fiesta mechona de la Universidad de Chile.
Queremos hoy participar en grandes proyectos de trascendencia nacional y acrecentar diálogos entre la universidad y el gobierno, el congreso nacional, diversas cosmovisiones y actores relevantes. Pensamos instalar una estructura en nuestro gobierno universitario que facilite interfaces con comisiones de la cámara y el senado, ministerios, grupos de estudio y otras estructuras sociales. En educación queremos contribuir a la formación de pedagogos, labor que hemos mantenido gracias a la resiliencia heroica de nuestro Departamento de Estudios Pedagógicos; queremos contribuir a la reconstrucción de la educación pública en todos sus niveles desde el marco curricular hasta los contenidos y valores que articulan la nación: ciudadanía, democracia, convivencia, confianza, cohesión; y queremos profundizar la investigación en educación. Nos interesa contribuir a programa de acceso efectivo, incluyendo las vías de ingreso a la universidad. Un curso no es un conjunto de estudiantes individuales, es una estructura de enriquecimiento recíproco. Es muy importante quiénes son, de donde provienen y cómo interactúan los jóvenes, pues es en esa interacción donde aprendemos a crear conocimiento, resolver problemas, aprender de los pares y generar liderazgo. Por otra parte, una buena educación pública de calidad es la única garantía de que la educación privada deba ofrecer distintivos que la justifiquen. La percepción de que sólo pagando se puede alcanzar una educación que posibilite el ingreso a las mejores universidades puede resultar en que Chile ofrezca al mundo un concepto inédito: “la educación privada obligatoria”. En salud nos interesa institucionalizar un gran programa de formación de especialistas en el contexto de una política de estado, como ocurre en todo el mundo. Hago notar, de paso, que no podría existir en Chile el sector privado de salud si no fuera por los especialistas
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que en su gran mayoría han sido formados por la Universidad de Chile. Otra labor que nos interesa en este ámbito es utilizar la telemedicina para mejorar la atención médica en lugares apartados y apoyar el carácter formativo de los profesionales recién graduados para incentivar su opción por esos lugares. Son múltiples los temas atingente al sector público donde podemos y queremos tener presencia institucional: sustentabilidad, agua, catástrofes, vivienda y espacio público, energía, redes fotónicas, políticas de género y los temas jurídicos como reforma procesal civil y la nueva constitución. La pregunta que parecería colegirse ahora es acerca de cómo generar proyectos y optar a recursos para implementar estas u otras propuestas, es decir, cómo llegar a ministerios y comisiones del congreso. Muy sinceramente, no creo que sea esa la pregunta fundamental. Pienso que la primera pregunta es otra: dado que nuestra Universidad es parte del Estado de Chile ¿Qué quiere hacer Chile con esta Universidad que le pertenece? ¿Para qué la quiere? Por ejemplo: ¿Quiere que los jóvenes chilenos puedan estudiar gratis en ella o quiere que la Universidad se financie en parte importante con el dinero que paguen sus estudiantes? La gratuidad de la educación superior marca la diferencia entre un joven que tiene una deuda pecuniaria con un banco y un joven que tiene una deuda emocional con un país. Cuando en la prensa leemos una noticia sobre el poco interés de egresados chilenos por llenar cupos en consultorios públicos y otra sobre el costo de los aranceles universitarios ¿no estarán las dos noticias de algún modo relacionadas? Es tal la importancia que esta Rectoría otorgará a la formación de una conciencia social en los estudiantes, que vamos a presentar al Consejo y Senado Universitario un proyecto de
congelamiento de aranceles a partir del 2015, financiado con fondos centrales, como un gesto unilateral de compromiso con la gratuidad de la educación universitaria. ¿Qué quiere hacer Chile con esta Universidad que le pertenece? ¿Quiere que sus académicos talentosos deban vender servicios como principal forma de financiamiento o quiere invitarlos a participar en proyectos de trascendencia nacional? La necesidad de autofinanciamiento ha sido nefasta para el espíritu de la Universidad. Dicho sea de paso, increíblemente se nos suele acusar de vender servicios. Eso significa ni más ni menos acusarnos de sobrevivir, de que en vez de morir o desnaturalizarnos, hayamos optado por y hayamos logrado subsistir. El autofinanciamiento desvirtúa nuestro quehacer y, en la medida en que cada cual ha de solucionar sus problemas presupuestarios, nos transforma en un archipiélago ni siquiera de Facultades, sino más bien de centros de costo, donde fractalmente cada Facultad es un archipiélago de Departamentos. El autofinanciamiento no sólo genera desigualdades, ya que obviamente a las unidades más ligadas a procesos productivos les es más fácil obtener recursos, sino también, y peor aún, desincentiva la colaboración entre áreas temáticas. A propósito, si bien es concebible proponer formas de redistribución presupuestaria, pienso que es mucho más importante fomentar, mediante grandes proyectos de trascendencia nacional, la participación colaborativa de académicos de las unidades con más experiencia en generar proyectos con las áreas menos favorecidas. En cualquier caso, a propósito de la desigualdad, quiero anunciar otra medida económica que enviaremos a discusión sobre tres cuestiones para ser implementadas a partir de 2015: política explícita de fijación de sueldos para los niveles directi-
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vos superiores; medidas para comenzar a revertir las desigualdades por factor género y medidas para comenzar a revertir las desigualdades entre académicos de distintas Facultades. ¿Qué quiere hacer Chile con esta Universidad que le pertenece? ¿Quiere que desarrolle las artes para contribuir a una construcción de nuestro tiempo? ¿Quiere una Universidad que asuma que basta el alto propósito de ser un país con inteligencia autónoma para incentivar el cultivo de las artes, las humanidades, las ciencias básicas y las ciencias sociales? ¿Quiere una Universidad que valore el estudio de nuestra cultura y patrimonio nacional? ¿Que tenga una política de relaciones internacionales que nos otorgue un protagonismo en el mundo? En otro orden de cosas, la Universidad de Chile debe ofrecer opiniones frente a los problemas nacionales de su directa competencia, tales como la investigación científica y el sistema universitario. Nos interesa que el país promueva la investigación en ciencias sociales y humanidades así como la investigación tecnológica y biomédica traslacional. En cuanto a la organización de las universidades, en la medida en que creemos en un sistema universitario, no en un mercado universitario, somos solidarios, y nuestra historia así lo demuestra, con todas las demás universidades. Es tan consustancial a la vida académica la colaboración recíproca, expresada, por ejemplo, en la complementariedad de técnicas entre laboratorios, en los seminarios para intercambio de ideas, en los proyectos conjuntos, que sería un despropósito que esa disposición no se viera reflejada en la interacción institucional. Pensamos además que tiene que haber un subsistema de universidades públicas del cual nosotros debemos ser parte muy activa y comprometida. Con estas universidades compartimos desde su origen el mismo acervo genético y, por lo tanto, las mismas funciones y
destinos. Otro gran objetivo que nos proponemos es la búsqueda de mecanismos de encuentro entre las autoridades del país, las autoridades universitarias y el movimiento estudiantil. Existe una energía potencial enorme en la creatividad y compromiso de los jóvenes. Es la responsabilidad de todos que ella se canalice constructivamente y no se disipe inútil o, aún peor, destructivamente. Esperamos tener éxito en esta materia, que es central para la buena marcha de la universidad y de la sociedad. Quizás un graffiti que leí nos ayude a aproximarnos a los jóvenes. Decía: “¡Basta de hechos, queremos promesas!” Nos preocupa la situación del debate público en Chile. Creemos que nuestra Universidad puede y debe contribuir a promover ese debate en extensión y en profundidad. Además de nuestra excelente radio, la Universidad debe contar con un canal de televisión y fortalecer otros medios de prensa y editoriales. Un gran debate que requiere ser explicitado, y que subyace a tanta discusión política circundante, es el de los valores que la sociedad chilena hoy sustenta. Para abordar este tema, quisiera referirme coloquialmente una experiencia vivida en los años ochenta, cuando algunos académicos formamos un grupo para estudiar la sociobiología, una propuesta que era entonces objeto de debate en todo el mundo científico excepto Chile. Hicimos una presentación, inédita, y osada por su implicancia política, en la reunión anual de la Sociedad de Biología de Chile de 1986. A partir del tema del determinismo biológico quisimos contrastar, con sendas citas, las dos cosmovisiones en pugna. La que percibíamos como el nuevo sistema de valores que se imponía en Chile, y la de aquellos valores del Chile republicano que habíamos conocido. La primera en-
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fatizaba la competencia y la naturalidad de la exclusión. La otra, la solidaridad, la acción colectiva y la inclusión. La primera cita era de John D. Rockefeller: “El crecimiento de una gran empresa es simplemente la supervivencia del más apto... es simplemente la realización de una ley de la naturaleza y una ley de Dios”. La otra cita proviene de un libro de Italo Calvino, “La Jornada de un Escrutador”, cuyo protagonista es un intelectual comunista y se sitúa el día de un plebiscito ocurrido en 1954. Su tarea es ser apoderado de mesa de votación en el Cottolengo, institución de la Iglesia Católica que ampara a personas con déficit intelectual. (Hay un pasaje en que Calvino se refiere a la humildad de los materiales electorales: “ La democracia se presentaba a los ciudadanos bajo esta apariencia humilde, gris y desnuda... una revancha sobre los fascistas que habían creído poder despreciar a la democracia precisamente por esta sordidez externa, por esta humilde contabilidad, y habían mordido el polvo, mientras la democracia, con su desnudo ceremonial de pedazos de papel doblado como telegramas, de lápices confiados a manos callosas o inseguras, seguía su camino”). El objetivo del protagonista era impedir que condujeran a votar por un partido afín a personas sin discernimiento. Pero pronto, en medio del Cottolengo, se haría inevitable la pregunta ¿dónde uno establece la línea que separa a quienes tienen y quienes no tienen derecho a voto? Dicho sea de paso, en ese 1986 cuando hacíamos esta presentación a la Sociedad de Biología, todos los chilenos, independientemente de nuestra capacidad intelectual, estábamos por debajo de esa línea. Y la siguiente pregunta inevitable: ¿qué significa ser humano? El Escrutador encuentra la respuesta en una sala del Cottolengo reflexionando mientras mira a un padre que concurre a la visita dominical, se sienta al lado de su hijo interno, y comparte con él unas nueces que le ha traído. La conclusión del personaje de Calvino: “Lo humano
llega hasta donde llega el amor. No tiene otros límites fuera de los que nosotros le ponemos”. Esta conclusión nos parecía que podía responder a la frase de Rockefeller. Quiero mediante esta cita sugerir que la discusión incluso de los temas políticos más contingentes, tales como las reformas educacional o tributaria, requieren para su cabal sentido que los chilenos podamos conversar, en el contexto del respeto y de la democracia, acerca de los cimientos éticos sobre los cuales queremos construir nuestra sociedad. Como dice Humberto Maturana , el amor es el elemento constitutivo de lo humano. Lo que nos constituye como humanos es descubrir cómo el otro es un genuino otro. Justamente este descubrimiento es central al debate político del momento. La reforma tributaria y la reforma educacional son justamente caminos para, finalmente, comenzar a ver como genuinos otros a enormes segmentos de la sociedad chilena que han existido semi-ocultos. La Universidad de Chile debe autoconvocarse para contribuir a las discusiones conceptuales que el mundo político y social del país requiera. Agradezco el apoyo recibido en nuestra postulación a Rectoría. Agradezco a mi familia y a los universitarios que se integraron al comando de la candidatura. A funcionarios y estudiantes que nos trasmitieron inconmensurable alegría y afecto. ¿Cómo será esta Rectoría? ¿Por qué votó la comunidad académica como lo hizo? En una de las primeras clases a las que asistí en esta Universidad, Humberto Maturana decía que lo relevante en la percepción estaba en la estructura del observador más que en el objeto percibido. Quizás la analogía de Calvino entre votos y telegramas es más bien una metáfora. Quisiéramos pensar que la respuesta a qué ocurrirá en estos cuatro años no está tanto en una candidatura o un programa, sino está en las
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razones que cada uno tuvo para apoyarla. No quiero decir razones personales o individuales, más bien pienso en la ligazón íntima de cada uno con nuestra Universidad. No enfatizo el individualismo, sino la intimidad, quisiera dar a esa la palabra la fuerza poética conque García Lorca dijera: “... la noche se puso íntima como una pequeña plaza” Es desde ese sentido íntimo en que nos percibimos a nosotros mismos en nuestra vida académica que habrán de emerger formas de participación, de liderazgo, de cercanía entre autoridades y comunidades en la cotidianeidad del quehacer universitario. La emoción íntima del joven que siente la textura de su primera publicación o de la alumna en práctica de derecho que recibe un ramo de flores de parte de la familia a cuyo hijo defendió en la Corporación de Asistencia Judicial. Neruda llegará a una cumbre literaria tras la búsqueda de lo denomina “la eterna veta insondable”. A esa “eterna veta insondable” nos aproxima diciendo: “lo que en el agua es patria transparente, campana desde la nieve aislada hasta las olas sangrientas.” A esa patria transparente está a su vez, indisolublemente ligada la Universidad de Chile Muchas gracias
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Por Pontificia Universidad Católica de Chile [CCBY-SA-2.0 ]
DEMOCRACIA Y SOCIEDAD
Educación Cívica, una reforma necesaria por Simón González Barrios Estudiante de Derecho Universidad de Chile. (simon.gonzalez.b@ug.uchile.cl)
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ntre los años 1990 y 2014, se ha producido una fuerte disminución de la confianza de parte de los ciudadanos hacia la política (Barómetro de la Política CERC 2014), materializado en el aumento de la desconfianza hacia las Cámaras del Congreso Nacional, el Poder Judicial y los Partidos Políticos; del mismo modo, los ciudadanos no se identifican con posiciones políticas y existe una baja aprobación en general hacia las dos coaliciones más importantes (la Nueva Mayoría y Alianza) (Estudio Nacional de Opinión Pública CEP, Septiembre-Octubre 2013). La única excepción a este escenario, lo constituye la evaluación de la Presidenta Michelle Bachelet y sus Ministros de Estado (Encuesta de opinión pública: evaluación gestión de gobierno GfK Adimark, junio 2014). Asimismo, la tasa de no inscripción (hasta la elección presidencial de 2009) y de abstención (desde la elección municipal de 2012) muestra un crecimiento sostenido desde 1989 hasta la fecha (Carvajal and Solari 2013). También, se identifica un claro sesgo de clase en la participación política: en distritos con un IDH más elevado se verifica una mayor participación, mientras que en aquellos que poseen un IDH menor, aumenta la falta de participación (La Nación 2013) Por otro lado, de acuerdo a estudios del Instituto Nacional de la Juventud (2014, 9–29), un 56% de los jóvenes no sabe qué tipo de sistema electoral rige en el país, un 70% no sabe qué es el sistema electoral binominal y un 73% no es capaz de nombrar a cinco diputados. Estos datos grafican la falta de una cultura cívica en la juventud. Todo sistema democrático, se sostiene sobre una base de participación e interés por parte de sus ciudadanos, por lo que en base a las cifras que demuestran la disminución de dicho interés, podemos sostener que la democracia chilena se debilita año a año. Si a ello sumamos
que entre los jóvenes se verifica un desinterés en torno al funcionamiento de nuestro sistema político, el panorama que se delinea hacia el futuro no es para nada auspicioso. Se han identificado diversas causas que explicarían este fenómeno, algunas razonables, otras no tanto. A mi juicio, una de las causas más relevantes de esta situación se encuentra en la disminución de la importancia dada a la educación cívica, la que es uno de los pilares más importantes de sustentación de cualquier régimen democrático. En nuestro país, desde la adopción de la democracia como forma de gobierno, la educación cívica fue inmediatamente adoptada en el currículo de la educación nacional. La cobertura de la educación aumentó a fines del siglo XIX, llegando a ser obligatoria la educación primaria en 1920, tras la dictación de la “Ley Salas”. De este modo, los fundamentos del régimen democrático empezaron a ser enseñados a todos los jóvenes chilenos. En forma paralela a este proceso, la población chilena empezó a demandar participación política y derechos cívicos, lográndose en 1920 el voto universal y progresivamente el voto femenino. De este modo, la democracia burguesa con voto censitario se transformó, al calor de las luchas sociales, en una democracia cada vez más verdadera. Durante el siglo XX, la participación de los chilenos en política fue cada vez creciente, prueba de ello es la dictación en 1941 de un decreto que ordenaba constituir centros de alumnos en los colegios, añadiendo un nuevo espacio de formación ciudadana. Este proceso se mantiene hasta 1973, pues tras el golpe de Estado las autoridades de facto se dieron a la tarea de “despolitizar”, proscribiendo las organizaciones políticas, los centros de alumnos democráticos, entre otras instancias de participación popular. Ello repercute en el currículum nacional de educación, quitándose im-
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portancia a la educación cívica, disminuyendo las horas dedicadas a la materia y finalmente, eliminándola como asignatura, y cargando al ramo de historia su enseñanza. Tras la recuperación de la democracia, lo lógico hubiese sido restituir a la educación cívica la categoría de asignatura, pero ello no fue así, y hasta hoy continúa siendo enseñada como parte del ramo de Historia. Incluso, el gobierno de Piñera intentó disminuir la carga horaria de dicho ramo, pero ante la presión de la opinión pública debió dar marcha atrás.
fiesta desigualdad entre jóvenes de un estrato y otro, que podría explicar el sesgo de clase en la abstención electoral. Hoy, revitalizar la enseñanza cívica es una reforma necesaria y me atrevería a afirmar que vital para la conservación y fortalecimiento de nuestra democracia
Ha habido intentos por parte de la centroizquierda de restituir la enseñanza cívica. La última, en el marco de la ley que introdujo el voto voluntario, que fue bloqueada en el Senado por la derecha valiéndose de que su aprobación requería un elevado quórum. Urge recuperar la educación cívica como asignatura, pues ella es un presupuesto de existencia de la democracia, dado que por su medio los futuros ciudadanos pueden conocer las razones que sustentan el modelo democrático, conocer sus instituciones, su funcionamiento y procedimientos. Si hoy un número elevado de personas considera a la política como algo intrascendente, es porque la aprecian como “algo” alejado de la vida cotidiana, siendo que las decisiones políticas inciden en forma directa en todos los ámbitos de la vida. Es imposible “re-encantar” a los ciudadanos con la política, si ni siquiera conocen las razones que fundamentan su existencia. Además, en estratos socioeconómicos elevados la enseñanza cívica se puede materializar en actividades extracurriculares organizadas por los colegios particulares, mientras que en estratos bajos, no existen por regla general los recursos para participar de dichas actividades. Lo que deviene en una mani-
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Referencias •
Carvajal, Juan and Solari, Ricardo. 2013. Mitos y realidades de la abstención electoral, Instituto Igualdad. En línea en http://www.igualdad.cl/2013/12/mitos-y-realidades-de-la-abstencion-electoral/
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Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea.2014. Barómetro de la Política.
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Centro de Estudios Públicos. 2013. Estudio Nacional de Opinión Pública. Septiembre – Octubre 2013.
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GfK Adimark. Junio de 2014. Encuesta de opinión pública: evaluación gestión de gobierno.
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Instituto Nacional de la Juventud INJUV. 2014. Opinión Pública Joven. Santiago: Grafhika Ltda. En línea en http://www. injuv.gob.cl/portal/wp-content/files_ mf/libroestudios.pdf
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La Nación. (19 de noviembre de 2013.) Participación elitista superó al voto popular en el Gran Santiago. En línea en http://www.lanacion. cl/participacion-elitista-supero-al-voto-popular -en-el-gran-santiago/noticias/2013-11-19/112845.html
Por Luis Poirot. Colecci贸n Fundaci贸n Salvador Allende
MEMORIA SOCIALISTA
Discurso de Salvador Allende la noche del 4 de septiembre de 1970 (madrugada del 5 de septiembre) desde los balcones de la FECH Salvador Allende Presidente de la Rep煤blica 1970-1973
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on profunda emoción les hablo desde esta improvisada tribuna por medio de estos deficientes amplificadores.
¡Qué significativa es, más que las palabras, la presencia del pueblo de Santiago, que interpretando a la inmensa mayoría de los chilenos, se congrega para festejar la victoria que alcanzamos limpiamente, el día de hoy, victoria que abre un camino nuevo para la patria, y cuyo principal actor es el pueblo de Chile aquí congregado! ¡Qué extraordinariamente significativo es que pueda yo dirigirme al pueblo de Chile y al pueblo de Santiago desde la Federación de Estudiantes! Esto posee un valor y un significado muy amplio. Nunca un candidato triunfante por la voluntad y el sacrificio del pueblo usó una tribuna que tuviera mayor trascendencia. Porque todos lo sabemos. La juventud de la patria fue vanguardia en esta gran batalla, que no fue la lucha de un hombre, sino la lucha de un pueblo; ella es la victoria de Chile, alcanzada limpiamente esta tarde. Yo les pido a ustedes que comprendan que soy tan sólo un hombre, con todas las flaquezas y debilidades que tiene un hombre, y si pude soportar —porque cumplía una tarea— la derrota de ayer, hoy sin soberbia y sin espíritu de venganza, acepto este triunfo que nada tiene de personal, y que se lo debo a la unidad de los partidos populares, a las fuerzas sociales que han estado junto a nosotros, se lo debo al hombre anónimo y sacrificado de la patria, se lo debo a la humilde mujer de nuestra tierra. Le debo este triunfo al pueblo de Chile, que entrará conmigo a La Moneda el 4 de noviembre. La victoria alcanzada por ustedes tiene una honda significación nacional. Desde aquí declaro, solemnemente que respetaré los derechos de todos los chile-
nos. Pero también declaro y quiero que lo sepan definitivamente, que al llegar a la Moneda, y siendo el pueblo gobierno, cumpliremos el compromiso histórico que hemos contraído, de convertir en realidad el programa de la Unidad Popular. Lo dije: no tenemos ni podríamos tener ningún propósito pequeño de venganza. sería disminuir la victoria alcanzada. Pero, si no tenemos un pequeño propósito de venganza, de ninguna manera, vamos a claudicar, a comerciar el programa de la Unidad Popular, que fue la bandera del primer gobierno auténticamente democrático, popular, nacional, y revolucionario de la historia de Chile. Dije y debo repetirlo: si la victoria no era fácil, difícil será consolidar nuestro triunfo y construir la nueva sociedad, la nueva convivencia social, la nueva moral y la nueva patria. Pero yo sé que ustedes, que hicieron posible que el pueblo sea mañana gobierno, tendrán la responsabilidad histórica de realizar lo que Chile anhela para convertir a nuestra patria en un país señero en el progreso, en la justicia social, en los derechos de cada hombre, de cada mujer, de cada joven de nuestra tierra. Hemos triunfado para derrocar definitivamente la explotación imperialista, para terminar con los monopolios, para hacer una profunda reforma agraria, para controlar el comercio de exportación e importación, para nacionalizar, en fin, el crédito, pilares todos que harán factible el progreso de Chile, creando el capital social que impulsará nuestro desarrollo. Por eso, esta noche que pertenece a la Historia, en este momento de júbilo, yo expreso mi emocionado reconocimiento a los hombres y mujeres, a los militantes de los partidos populares e integrantes de las fuerzas sociales que
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hicieron posible esta victoria que tiene proyecciones más allá de las fronteras de la propia patria. Para los que estén en la pampa o en la estepa, para los que me escuchan en el litoral, para los que laboran en la precordillera, para la simple dueña de casa, para el catedrático universitario, para el joven estudiante, el pequeño comerciante o industrial, para el hombre y la mujer de Chile para el joven de la tierra nuestra, para todos ellos, el compromiso que yo contraigo ante mi conciencia y ante el pueblo — actor fundamental de esta victoria— es ser auténticamente leal en la gran tarea común y colectiva. Lo he dicho: mi único anhelo es ser para ustedes el Compañero presidente. Chile abre un camino que otros pueblos de América y del mundo podrán seguir. La fuerza vital de la unidad romperá los diques de la dictadura y abrirá el cauce para que los pueblos puedan ser libres y puedan construir su propio destino. Somos lo suficientemente responsables para comprender que cada país y cada nación tiene sus propios problemas, su propia historia y su propia realidad. Y frente a esa realidad serán los dirigentes políticos de esos pueblos los que adecuarán la táctica que deberá adoptarse. Nosotros sólo queremos tener las mejores relaciones políticas, culturales, económicas, con todos los países del mundo. Sólo pedimos que respeten —tendrá que ser así— el derecho del pueblo de Chile de haberse dado el gobierno de la Unidad Popular. Somos y seremos respetuosos de la autodeterminación y de la no intervención. Ello no significará acallar nuestra adhesión solidaria con los pueblos que luchan por su independencia económica y por dignificar la vida del hombre. Sólo quiero señalar ante la historia el hecho trascendental que ustedes han
realizado, derrotando la soberbia del dinero, la presión y amenaza, la información deformada, la campaña del terror, de la insidia y la maldad. Cuando un pueblo ha sido capaz de esto, será capaz también de comprender que sólo trabajando más y produciendo más podremos hacer que Chile progrese y que el hombre y la mujer de nuestra tierra, la pareja humana, tengan derecho auténtico al trabajo, a la vivienda, a la salud, a la educación, al descanso, a la cultura y a la recreación, juntos, con el esfuerzo de ustedes vamos a hacer un gobierno revolucionario. La revolución no implica destruir sino construir, no implica arrasar sino edificar; y el pueblo chileno está preparado para esa gran tarea en esa hora trascendente de nuestra vida. Compañeras y compañeros, amigas y amigos: Cómo hubiera deseado que los medios materiales de comunicación me hubieran permitido hablar más largamente con ustedes y que cada uno hubiera oído mis palabras, húmedas de emoción, pero a la vez firmes en la convicción de la gran responsabilidad que todos tenemos y que yo asumo plenamente. Yo les pido que esta manifestación sin precedentes se convierta en la demostración de la conciencia de un pueblo. Ustedes se retirarán a sus casas sin que haya el menor asomo de una provocación y sin dejarse provocar. El pueblo sabe que sus problemas no se solucionan rompiendo vidrios o golpeando un automóvil. Y aquéllos que dijeron que el día de mañana los disturbios iban a caracterizar nuestra victoria, se encontrarán con la conciencia y la responsabilidad de ustedes. Irán a sus trabajos, mañana o el lunes, alegres y cantando; cantando la victoria tan legítimamente alcanzada y cantando al futuro. Con las manos callosas del pueblo, las tiernas manos de la mujer y la sonrisa del niño,
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haremos posible la gran tarea que sólo un sueño responsable podrá realizar. El hecho de que estemos esperanzados y felices, no significa que nosotros vayamos a descuidar la vigilancia: el pueblo, este fin de semana, tomará por el talle a la patria y bailaremos desde Arica a Magallanes, y desde la cordillera al mar, una gran cueca, como símbolo de la alegría sana de nuestra vida. Pero al mismo tiempo mantendremos nuestros comités de acción popular, en actitud vigilante, en actitud responsable, para estar dispuestos a responder a un llamado —si es necesario— que haga el comando de la Unidad Popular. Llamado para que los comités de empresas, de fábricas, de hospitales, en las juntas de vecinos, en los barrios y en las poblaciones proletarias, vayan estudiando los problemas y las soluciones; porque presurosamente tendremos que poner en marcha el país. Yo tengo fe, profunda fe, en la honradez, en la conducta heroica de cada hombre y de cada mujer que hizo posible esta victoria. Vamos a trabajar más. Vamos a producir más. Este triunfo debemos tributarlo en homenaje a los que cayeron en las luchas sociales y regaron con su sangre la fértil semilla de la revolución chilena que vamos a realizar. Quiero antes de terminar, y es honesto hacerlo así, reconocer que el gobierno entregó las cifras y los datos de acuerdo con los resultados electorales. Quiero reconocer que el jefe de plaza, General Camilo Valenzuela, autorizó este acto, acto multitudinario, en la convicción y certeza que yo le diera de que el pueblo se congregaría, como está aquí en actitud responsable, sabiendo que ha conquistado el derecho a ser respetado en su victoria, el pueblo que sabe que entrará conmigo a La Moneda el 4 de noviembre de este año.
rios de la Democracia cristiana han reconocido en una declaración, la victoria popular. No le vamos a pedir a la derecha que lo haga. No lo necesitamos. No tenemos ningún ánimo pequeño en contra de ella. Pero ella no será jamás capaz de reconocer la grandeza que tiene el pueblo en sus luchas, nacida de su dolor y de su esperanza. Nunca como ahora, sentí el calor humano; y nunca como ahora la canción nacional tuvo para ustedes como para mí tanto y tan profundo significado. En nuestro discurso lo dijimos: somos los herederos de los padres de la patria y juntos haremos la segunda independencia: la independencia económica de Chile. Les digo que se vayan a sus casas con la alegría sana de la limpia victoria alcanzada. Esta noche, cuando acaricien a sus hijos, cuando busquen el descanso, piensen en el mañana duro que tendremos por delante, cuando tengamos que poner más pasión, más cariño, para hacer cada vez más grande a Chile, y cada vez más justa la vida en nuestra patria. Gracias, gracias, compañeras. Gracias, gracias, compañeros. Lo mejor que tengo me lo dio mi partido, la unidad de los trabajadores y la Unidad Popular. A la lealtad de ustedes, responderé con la lealtad de un gobernante del pueblo, con la lealtad del compañero Presidente
Quiero destacar que nuestros adversa-
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Ilustración Revista Arauco N°16 www.socialismo-chileno.org
ENSAYO
Democracia – Socialismo – Concertación – Capitalismo
Democracia, el “nuevo” objetivo del socialismo por Rodrigo Fecci
Se postula retomar la relación entre el socialismo y la democracia como fue entendido por el socialismo chileno durante el siglo XX de modo de rescatar los postulados democráticos como los objetivos a los que debe aspirar al socialismo, en tres ámbitos fundamentales: democracia política, democracia social, y democracia económica. Luego, se hace un breve análisis y repaso de la coyuntura actual y de cómo actuar en ella en base a los postulados y objetivos ya presentados, buscando refrescar las tácticas impulsadas por el socialismo en el ciclo político anterior.
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Introducción
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l presente trabajo pretende ordenar una serie de ideas relacionadas con los elementos trascendentes del socialismo, es decir, cuáles son los objetivos lo deben guiar en la actualidad. Hoy en día, y desde hace varios años, nos encontramos en una especie de “crisis” del pensamiento socialista, siendo que este aún contiene los anhelos de innumerables personas por una mejor sociedad, pero que, sin embargo, no encuentra un rumbo claro posterior a la caída de los llamados “socialismo reales” con el fin de la Unión Soviética. De este modo, ante la impotencia de superar dicha crisis —en la que se habló del fin de la historia o del triunfo definitivo del capitalismo sobre el socialismo— para avanzar a una interpretación de los conflictos actuales y capaz de delinear un camino, existe una dispersión de grandes fuerzas de izquierda que, más allá de la vorágine que caracteriza históricamente a este sector, no le permite actuar con claridades centrales y en bloques potentes como en antaño. Por estos motivos y ante lo trascendente de indagar estos temas, es que este documento pretende ordenar varios elementos desintegrados, buscando ser un aporte a continuar una línea de trabajo que permita avanzar en la materia a la vez que reconoce sus limitaciones para profundizar en muchos asuntos. Esperamos, finalmente, ser un aporte en volver a instalar grandes debates con altura de miras y de largo plazo entre quienes aspiramos a transformar profundamente las actuales estructuras sociales que profundizan y reproducen la desigualdad y la explotación en todos los ámbitos de la sociedad.
La democracia como un nuevo objetivo Decir que la democracia constituye algo nuevo dentro del ideario socialista sería un error. Esta se encuentra presente como referencia en textos desde Marx en adelante, y siempre ha formado parte de un lenguaje práctico de las fuerzas transformadoras, en especial en su sentido político: el gobierno del pueblo. Sin embargo, si nos remitimos a lo que fue el socialismo y propiamente el comunismo del siglo XX a nivel global, difícilmente encontraremos una identidad con aquel concepto, producto de los distintos procesos vividos a lo largo de aquel tiempo. De este modo, nos encontramos a principios de aquel siglo con la principal revolución que determinaría la política mundial: la revolución Rusa, que por ser la primera y la que alcanzó una gran escala, fue percibida como el gran referente de la alternativa revolucionaria en todo el mundo. Así, para gran parte del pensamiento la palabra socialismo se asocia a las distintas actitudes y métodos de la URSS. Se suman durante este siglo una serie de procesos en diversos continentes, siendo el caso más relevante para América Latina, la revolución cubana de 1960. Y todos ellos con un mismo sello: procesos de rebelión armados en los cuales un partido, llamado generalmente comunista o socialista, se hace del poder y comienza a construir su proceso al “socialismo”, por lo que no resulta difícil comprender porque para gran parte de la cultura occidental la democracia —en su concepción liberal— sería más contraria que amiga de los procesos revolucionarios. Se agregan a ellos, diferentes casos de intervención o sofocación de procesos
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populares, siendo el caso más significativo, tal vez, la Primavera de Praga en la ex Checoslovaquia, en que los soviéticos no dudaron en desplegar su fuerza militar para impedir un proceso de democratización interna de aquel país.
ge por ejemplo González, la pretensión de construir un proceso en un ambiente de libertad, criticando de paso duramente los métodos de la URSS: la trágica experiencia soviética ha demostrado que no se puede llegar al socialismo sacrificando la libertad de los trabajadores, en cuanto instrumento genuino de toda creación revolucionaria y garantía indispensable para resistir las tendencias hacia la burocratización, la arbitrariedad y el totalitarismo. El sacrificio de las libertades en un régimen colectivista conduce inevitablemente a inéditas formas sociales de carácter clasista y antidemocrático, del todo ajenas al sentido humanista y libertario del socialismo (González 2011, 49 – 50).
En base a este contexto, plantear que el objetivo del socialismo a niveles trascendentes comienza y se identifica con la democracia es algo “nuevo”, siendo un contrapunto a la concepción existente durante la vigencia de la Unión Soviética.
La democracia en el pensamiento socialista: un factor determinante Lo cierto es que, pese a las consideraciones ya señaladas, la democracia ya era parte de la teorización de un sector importante de la izquierda que no consideraba posible conseguir las aspiraciones de un modelo de sociedad diferente mediante violencia, o incluso más allá, en un proceso que se asemejará más a una dictadura personalista o burocrática antes que a un verdadero gobierno popular.
Agrega a los conceptos ya expresados, la necesidad de expandir el contenido de la democracia más allá del sistema político y a la formalidad que este significa, para encontrar su sentido autentico, junto con reforzar las ideas de libertad y señalar con una gran convicción que la única alternativa verdaderamente revolucionaria es la que se construye en libertad:
En este sentido, si bien es posible encontrar referencias en varios autores importantes, para no perder el objetivo del presente texto, creo necesario hacer referencia a experiencias más cercanas a la chilena, y directamente al pensamiento de Eugenio González Rojas, gran teórico socialista a la vez que Senador de la República y Rector de la Universidad de Chile; y junto con él, el gran exponente político de esta visión en nuestro país: Salvador Allende. Haciendo referencia a textos claves del socialismo chileno y por ende de indudable trascendencia e incidencia en el pensamiento y acción de la época, reco-
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Así, mediante la abolición de los privilegios económicos, será posible la verdadera libertad en una democracia auténtica. El socialismo recoge, pues, las conquistas políticas de la burguesía para darles la plenitud de su sentido humano. Por lo tanto, todo régimen político que implique el propósito de reglamentar las conciencias conforme a cánones oficiales, siendo contrarios a la dignidad del hombre, es también incompatible con el espíritu del socialismo. Ningún fin puede obtenerse a través de medios que lo niegan: la educación de los trabajadores para el ejercicio de la libertad tiene que hacerse en un ambiente de libertad (González 2011, 51).
Lo expresa del mismo modo en innumerables intervenciones y en su accionar político Salvador Allende, el gran referente del socialismo chileno, de la cual, por ejemplo, es bueno recordar una frase en su discurso al conmemorarse un año del triunfo de la Unidad Popular, reivindicando la vía democrático-institucional como el camino para el socialismo: En un proceso revolucionario es difícil construir; es más fácil destruir y desorganizar. En el contexto de una economía de crecimiento he dicho que tendremos dificultades en abastecimiento, en transporte y en vivienda, pero las vamos a superar. Por eso es que la revolución avanzará. La revolución es un proceso con secuencias que hay que observar. La singularidad de Chile es hacer la revolución manteniendo el orden público, ajustando el orden legal e institucional a la nueva realidad y no al revés (Salvador Allende, citado por Le Monde Diplomatique 2008, 33).
las concepciones planteadas por el socialismo chileno al menos en dos cuestiones trascendentales: la necesidad de una vía democrática y participativa, por el desmoronamiento y el mostrado fracaso de la vía violenta y a la postre autoritaria; y por otro lado, por la fuerza de la idea latinoamericanista, al mostrar nuestro continente la necesidad de una real integración para superar la endémica desigualdad existente y por la convicción política levantada a comienzos del siglo XXI en esta región, siendo la primera en comenzar a esbozar una real “resistencia” al mundo capitalista entregado por la guerra fría. Dicho esto, es que se vuelve interesante desentrañar al menos brevemente el contenido de esta democracia que, decimos, es el objetivo al que deben aspirar los socialistas, no restringiéndose al elemento propiamente político-institucional del concepto, sino a una manera de ordenar todas las relaciones sociales existentes, con la prevalencia del elemento participativo en cada una de ellas.
El contenido de esta democracia De lo ya considerado, podemos extraer varias conclusiones. Como el hecho de que plantear la relación entre democracia y socialismo no significa ningún descubrimiento o avance particular, y además y más políticamente relevante, la cuestión de que con la “caída” del comunismo soviético no se desmorona necesariamente el ideal socialista, al menos desde la concepción del socialismo chileno, y aún por el contrario, sus conceptos centrales se encuentran más reafirmados que nunca, por lo que es interesante ampliar y ordenar el campo de estudio para lograr su avance. Decimos que post-URSS se reafirman
Así por ejemplo en este entendido Álvaro García Linera señala “se puede entender la democracia como una manera de organizar la gestión del bien común de una sociedad, el modo de esa gestión, la amplitud de ese bien común y las propias características de la comunidad que quiere definirse en torno a ese bien. En ese sentido, “es una forma política de proceder sobre los recursos e intereses colectivos; es un proceso de renovación de los modos de decidir sobre ese bien común” (García 2013, 31). Por lo tanto el contenido de esta democracia se asocia a los “poderes” existentes en toda sociedad, y por ende se relacionan directamente con los derechos que en ellas existen, en cuanto cada derecho garantizado constituye verdaderamente un ámbito de poder que se
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www.socialismo-chileno.org Ilustración Revista Arauco N°34
entregan a cada ciudadano en particular o a la colectividad en su conjunto, siendo su entrega y su práctica determinantes en el modelo de desarrollo de aquella sociedad. En ese sentido, podemos decir que los objetivos del socialismo son tres: democracia política; democracia social; y democracia económica. Se aspira en cada uno de estos niveles a distintos tipos de cuestionamiento a los actuales sistemas dominantes, siendo cada uno de ellos en su conjunto necesarios para superar verdaderamente la injusticia y la explotación que supone el sistema de desarrollo capitalista. De este modo, el contenido que se entiende para cada uno de ellos es el siguiente: En democracia política, encontramos elementos como el sufragio universal, una institucionalidad política cohesionada y participativa, espacios de participación directa, un sistema electoral representativo, consagración de una
constitución democrática, etc. encontrando todo lo relacionado a lo netamente político-institucional, de modo de profundizar la democracia en normas que aseguren la efectividad y estabilidad de estos derechos a lo largo del tiempo. Con respecto a la profundización de este tipo de democracia, podemos encontrar ideas similares no solamente con gente del mundo de las ideas socialistas, sino que con todo el espectro considerado comúnmente como “demócrata” incluyendo ideas de centro-derecha y liberales que legítimamente aspiran a una institucionalidad que reconozca la realidad social. En el ámbito de la democracia social, tenemos elementos relacionados a los derechos a la educación, a la salud, sistema previsional, atribuciones sindicales, etc. y todo lo relacionado, en términos generales, con los derechos sociales. Aquí la profundización de este tipo de democracia dice relación con oponerse al mercado como su distribuidor en la sociedad, promoviendo un rol mucho
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más activo del Estado en el otorgamiento de efectivos derechos sociales, y por lo tanto, poniendo el énfasis de los sistemas públicos en cada uno de ellos — educación pública gratuita y de calidad, salud pública digna, sistema de pensiones colectivos, etc—.
áreas centrales de la economía, evitar la concentración de grandes capitales, un fuerte impulso económico y tecnológico de desarrollo otorgado por el Estado a través de instituciones como las Universidades públicas e instituciones de fomento, etc.
Este ámbito, al no cuestionar necesariamente al mercado como el mejor asignador de los recursos económicos, permite incluir dentro de su profundización a las fuerzas de ideas demócrata-cristianas o socialdemócratas, siendo por ejemplo buenos exponentes en el otorgamiento de derechos sociales los llamados Estados de Bienestar.
Para poder profundizar en este ámbito se requiere de un fuerte piso en la democracia política, asegurando una institucionalidad política fuerte y que tenga la legitimidad suficiente de realizar estas transformaciones, así como con una amplia cobertura de los derechos sociales que permita tener a una ciudadanía que comprenda tanto el sentido como los beneficios de este camino de desarrollo colectivo en lugar del individual. Es importante también, respecto de los derechos sociales, la ampliación de los derechos colectivos del trabajo, en cuanto son la base de una distribución económica justa. Se debe agregar a esto la necesidad de una utilización eficiente de los recursos económicos desde la administración de lo público, con reglas de transparencia, rendición de cuentas e incentivos correctos que permitan el mejor desempeño posible.
De lo señalado anteriormente, es que se denota la importancia de la democracia económica en la construcción de un socialismo actual, en cuanto encontramos en ella elementos referidos a los ingresos que corresponden a cada individuo; a la propiedad de los medios de producción; a la participación en la distribución de la riqueza; como se determinan los rumbos de la economía; y en general, a todo lo que dice relación con las relaciones económicas de una sociedad. De este modo, emulando la frase “sin democracia no hay socialismo” podemos decir que “sin democracia económica no hay socialismo” pues es el elemento diferenciador de una política socialista contemporánea de una socialdemócrata o demócrata-cristiana. La importancia de este aspecto de la democracia es que se propone enfrentar el elemento central de la desigualdad de un país: la explotación y la injusticia en la distribución de la riqueza. Rescata por lo tanto, el objetivo central que el socialismo levantó desde sus inicios. La profundidad de este tipo de democracia pasa por la determinación de salarios en relación a la producción, la propiedad estatal de la producción de las
Cómo avanzar Dicho esto, una discusión bastante relevante es como se consigue hoy en día avanzar en la profundización de cada uno de los niveles de esta democracia, en un contexto político bastante particular, especialmente además en nuestro país. Analizando brevemente los 20 años de gobiernos de la Concertación, podemos ver cómo se pretendió y se logró profundizar uno de los aspectos de la democracia: la política, desmantelando en parte la institucionalidad represiva legada por la dictadura. Sin embargo, en este proceso no se modificó la entrega al merca-
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do los derechos sociales y económicos de las personas, siendo además particularmente preocupante este último aspecto —el menos cuestionado de todos—, en cuanto se establece un cierto “consenso” sobre el modelo económico que debe seguir Chile, lo que resulta muy perjudicial en procesos de profundización tan lentos como los vividos, pues permite que las estructuras económicas calen hondo y construyan cultura en la sociedad chilena, que con el paso de los años será cada vez más difícil de revertir y por lo mismo de avanzar. Resulta por ende urgente adelantar el proceso en los aspectos que lo permitan tanto la correlación de fuerzas como las reglas vigentes del sistema democrático. Para esto es necesario sacar lecciones de lo vivido en el período anterior. En este sentido, es cierto que mucho de lo que no se avanzó se debió a una falta de la fuerza política y social que sustentara cambios mayores. Esto sin embargo, no debe servir como excusa para los procesos actuales y futuros, sino que debe ser antecedente para evitar nuevamente esos estancamientos. De este modo si queremos avanzar en los objetivos planteados, debe ser superada una vía absolutamente institucional que aspira a conducir y concretar las transformaciones y las profundizaciones a la democracia solo desde la institucionalidad política —en gran parte porque está aún es una institucionalidad autoritaria— y que no apuesta por construir fuerza en los frentes sociales, sino que se esfuerza en un acomodo en el aparato estatal como método para mantener influencia en la conducción política de los gobiernos. Es fundamental, por lo tanto, buscar en lo más próximo un entendimiento con las fuerzas sociales y en el largo plazo a una construcción política en dichos espacios, permitiendo al socialismo retomar fuerza transformadora real, al
poder plasmar en política pública y materialidad los anhelos transformadores, conjugando de modo preciso los actuales medios de participación que tiene la ciudadanía —alejada mayormente de los partidos políticos tradicionales— con la realidad política del momento, dándole viabilidad a los cambios; es decir, los partidos políticos tradicionales deben dejar de ser tradicionales pero no dejar de ser políticos.
En lo inmediato: el contexto En el actual contexto, y con la vigente correlación de fuerzas existentes en lo inmediato, se hace fundamental profundizar de manera real la democracia política a través de una nueva Constitución, el cambio al sistema electoral, una nueva ley de partidos políticos; y de la democracia social, mediante el otorgamiento de verdaderos derechos sociales por parte del Estado, comenzando por la educación como el más simbólico para aquello, sin dejar de lado por ningún motivo a la salud, que afecta en el día a día a miles de personas que no pueden acceder al mercado para poder salvar sus vidas, junto con la ampliación urgente de los derechos colectivos del trabajo. Estas profundizaciones son fundamentales y necesarias en cuanto permiten avanzar el proceso; sin embargo como ya se ha dicho, no son por si mismas suficientes para mostrar un camino que deba seguir el socialismo, pues dejan indemne al más importante de los invitados: los derechos económicos individuales y colectivos. La lectura de la coyuntura nos lleva a pensar que no existe la correlación de fuerzas suficientes para comenzar una profundización de la democracia económica en estos momentos en nues-
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tro país. Sin embargo, considerando lo esencial de este objetivo en el largo plazo es que debe instalarse desde ya y constantemente un profundo cuestionamiento al sistema económico neoliberal y las desigualdades y subdesarrollo que trae para nuestro país, de modo de ir construyendo un sentido común y una nueva correlación que permita en el futuro más próximo posible comenzar a desmantelar la actual estructura de derechos económicos vigentes, reemplazándola por una democrática que asegure la justicia para cada uno de los individuos.
Autor Rodrigo Fecci Estudiante de la carrera de Derecho. Universidad de Chile. Militante de la Juventud Socialista. Investigador Instituto Igualdad. Correo: prfecci@ug.uchile.cl
Avanzando en lo que es posible en la inmediatez, y sin perder de vista este objetivo central y por ende, planteando un escenario futuro en que podremos avanzar a transformar los derechos económicos, daremos pasos importantes en la reconstrucción de un ideario y una estrategia revolucionaria
Referencias
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García Linera, Álvaro. 2013. Democracia, Estado, Nación. La Paz: Vicepresidencia del Estado Plurinacional. Presidencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
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González Rojas, Eugenio. 2011. Pensamiento vigente: disjecta membra. Selección de Hernán Contreras Molina. Santiago de Chile: Pequeño Dios Editores
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Le Monde Diplomatique. 2008. Allende. Cinco discursos fundamentales. Santiago de Chile: Le Monde Diplomatique.
Fotos propias
DOSSIER
Seminario Reforma Tributaria Para Una Mayor Igualdad: Balances y Perspectivas Organizado por Instituto Igualdad Seminario con fecha 27 de Mayo de 2014 en la Sala de Sesiones del Senado, ex Congreso Nacional. Santiago de Chile.
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l pasado 26 de septiembre (2014) la presidenta de la República Michelle Bachelet promulgó la nueva Reforma tributaria. En este camino, no exento de dificultades y de posiciones encontradas, el Instituto Igualdad realizó el 27 de mayo (2014) un Seminario con los actores principales del debate en torno al proyecto de reforma tributaria, buscando abrir un dialogo y un posible acuerdo, que no pusiera en riesgo el objetivo esencial que era la recaudación de 8200 millones de dólares para el combate eficaz de las desigualdades sociales, particularmente para el fortalecimiento de la educación pública. Este seminario fue inaugurado por el Ministro de Hacienda, Sr. Alberto Arenas, y contó con la presencia de la Presidenta del Senado, Senadora Isabel Allende; del Presidente del Partido Socialista, Diputado Osvaldo Andrade; del Senador Juan Pablo Letelier; y del Senador Rabindranath Quinteros. Además de ex parlamentarios, autoridades, miembros del Instituto, medios de prensa, académicos y personas interesadas. Estuvo organizado en base a dos mesas de discusión: la primera, moderada por el Presidente del Instituto, Sr. Camilo Escalona, la compusieron los Senadores de la Comisión de Hacienda del Senado: Senador y Presidente de la Comisión Ricardo Lagos Weber, Senador Andrés Zaldívar y Senador Carlos Montes; la segunda, moderada por la Sra. Ninel Calisto y compuesta por los académicos Sr. Manuel Marfán, Sr. Alexis Guardia y Sr. Guillermo Larraín.
Saludo de bienvenida del Director Ejecutivo del Centro de Estudios Instituto Igualdad, Sr. Hugo Espinoza Muy buenos días a todas y a todos en nombre del Instituto Igualdad. Queremos darles la más cordial bienvenida a este seminario que creemos es un punto de inicio de reflexión, de conversación y debate sobre una materia tan relevante como la Reforma Tributaria. Queremos agradecer la presencia de la presidenta del Senado, Senadora Isabel Allende; del Presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade; y del Senador Juan Pablo Letelier. A todas las autoridades acá presentes, amigas, amigos, colaboradores del Instituto Igualdad. Queremos agradecer la presencia de quienes se encuentran en la mesa central: al Ministro Alberto Arenas, por el tiempo que nos ha brindado para participar en este seminario. Agradecer también, la presencia de los Senadores Ricardo Lagos Weber, Andrés Zaldívar, Carlos Montes, que también nos han facilitado parte de su tiempo para participar. Contamos con la valiosa colaboración de Manuel Marfán, Guillermo Larraín y Alexis Guardia. Esa mesa será moderada por Ninel Calisto, una economista que es miembro de la Comisión Económica del Partido Socialista y también colaboradora del Instituto Igualdad.
A continuación y a modo de registro de las principales posiciones y argumentaciones que cruzaron esta reforma tributaria presentamos una trascripción editada de dicho Seminario.
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Saludo de bienvenida del Presidente del Centro de Estudios Instituto Igualdad, Sr. Camilo Escalona Gracias por acompañarnos. Quisiera, como presidente del Instituto Igualdad, agradecer la presencia de todos ustedes. Hay mucho interés en este seminario. Hay un público diverso. Hay grandes contribuyentes y pequeños contribuyentes en el público. También, todavía, hay no contribuyentes, lo que es muy bueno porque son los jóvenes estudiantes que nos acompañan, que están en las tribunas, a ellos muy especialmente les agradezco que nos acompañen, porque todos entendemos que el destinatario esencial del esfuerzo de la Reforma Tributaria está dirigido precisamente a la reforma educacional y a desarrollar un gran esfuerzo como nación, tendiente a revertir la situación que hoy se produce con la enseñanza, que lamentablemente reproduce la desigualdad, y no genera la movilidad social que todo sistema educacional tiene que desarrollar con el propósito precisamente de no perseverar en mantener las desigualdades que hay en una sociedad. Nosotros, lamentablemente, tenemos la situación inversa. El sistema educacional reproduce la desigualdad que aqueja nuestro país, y en consecuencia, no cabe ninguna duda que el centro nervioso que inspira este esfuerzo de reforma tributaria apunta a enfrentar este gran desafío nacional. Quiero agradecerles a la presidenta del Senado que nos acompaña, senadora Isabel Allende; al presidente del Partido Socialista, diputado Osvaldo Andrade; a los senadores Juan Pablo Letelier y Rabindranath Quinteros; a los ex senadores y ex parlamentarios; a este diverso grupo de chilenas y chilenos que nos acompaña. Tenemos acá, el propósito de crear un ambiente de: primero, reflexión; segun-
do, diálogo. Desde mi punto de vista, la fortaleza de las convicciones se prueban precisamente en la capacidad que uno tenga de predisponerse a escuchar, a argumentar y a recibir los argumentos que no sean exactamente iguales a las ideas propias, con el propósito de enriquecer los puntos de vistas y las decisiones de Estado que en este momento están en curso. Me ha llamado la atención un cierto brote de intolerancia en las semanas anteriores. Cuando se ha hablado de diálogo, se ha entendido de inmediato que diálogo significa debilidad, y es exactamente lo contrario. Diálogo significa fortaleza. Es la capacidad intelectual y la fortaleza de espíritu que necesitan los actores políticos para llevar adelante empresas que conciten una mayoría nacional como la que se requiere para sacar adelante esta propuesta de reforma tributaria. Está de por medio, ni más ni menos, que una transformación profunda de la estructura impositiva del país, que hace posible luego un plan de reformas sociales sin precedentes, del punto de vista de lo que ha hecho la democracia chilena de los años ochenta en adelante. Lo ha dicho la Presidenta de la República en su mensaje del 21 de mayo: no partimos de cero. Pero naturalmente que había que comenzar con el restablecimiento de la democracia. Ninguna de las grandes tareas que estamos pensando hoy, serían posible si el autoritarismo se hubiera perpetuado en nuestro país. Parece de perogrullo decirlo, pero, como decía ese gran filósofo de las cosas prácticas de la política, que tenía una fama de ideólogo, porque también lo era, Clodomiro Almeyda: “las cosas por sabidas se callan y por calladas se olvidan”. Y no quisiera que se olvidara que estamos acá porque hay democracia, porque el pueblo de Chile se unió y restableció los derechos humanos, las libertades políticas, los derechos sociales. Fue una gran proeza y
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una hazaña nacional. Y entonces parece lógico: con aciertos e imperfecciones el país caminó. Fue capaz de evolucionar. Se estableció una nueva situación nacional, desde la cual podría surgir un nuevo ciclo para nuestro país, un proceso de reformas que permita reducir y doblegar la desigualdad en Chile. Es, ni más ni menos, entiendo yo, el propósito del programa presidencial, con el cuál Michelle Bachelet ganó la Presidencia de la República. Está en sus bases constitutivas una redacción que indica que este es el propósito que le anima: derrotar la desigualdad. Esa es la tarea de hoy. Ayer fue recuperar la democracia y establecer o restablecer la libertad que se había perdido. Hoy es posible, en ese contexto, pensar que es posible vivir mejor, que la tarea que unos chilenos y otros, no estén separados por un abismo que atente contra la propia estabilidad democrática de la nación. Es posible pensar que ese abismo hoy se puede saltar si es que construimos la voluntad nacional necesaria para alcanzar esa tarea. Para eso estamos acá, para dialogar, para debatir, para que nos conozcamos y sepamos las bases que inspiran este esfuerzo que son las que presentará en su intervención el Ministro de Hacienda y que comentarán los Senadores y especialistas que nos acompañan esta mañana. La voluntad que nos anima, es derrotar la desigualdad. Para eso, bienvenido sea el diálogo, para poder establecer efectivamente una nación de hermanos y hermanas; y un Chile capaz de reencontrarse consigo mismo definitivamente, no solo en la libertad y la democracia, sino también en la justicia social. Muchas gracias.
EXPOSICIÓN DE APERTURA Ministro de Hacienda, Sr. Alberto Arenas Muy buenos días a todas y todos. Hace unas semanas atrás, Camilo me invitó a participar de un seminario en Igualdad, a debatir sobre reforma tributaria y conversar sobre este proyecto de ley de reforma que es una de las tres reformas estructurales de nuestro Programa de Gobierno y con gusto, agradezco la invitación del presidente del Instituto, asisto a este debate. Saludo y le damos las gracias a la Honorable Senadora y Presidenta del Senado, Isabel Allende, por estar aquí con nosotros; a los miembros de la Comisión de Hacienda del Senado, partiendo por su Presidente, el Senador Ricardo Lagos Weber; el Senador Andrés Zaldívar; el Senador Carlos Montes; saludar también al Senador Juan Pablo Letelier; el Senador Rabindranath Quinteros; el Presidente del Partido Socialista y Diputado Osvaldo Andrade; presidentes de diferentes sectores productivos, especialistas y académicos que comparten y componen este seminario; y, bueno, muchos amigos que veo que hoy día estamos interesados en, de una u otra manera, llevar adelante este debate de reforma tributaria. Hace no menos de un año, yo diría que ya en octubre de 2012, los partidos, en ese entonces de la Concertación, sumados también a partidos que no estaban, hicieron un informe sobre reforma tributaria. El presidente de la Comisión de Hacienda, Senador Lagos Weber, presidió y dirigió esa comisión y, de una u otra forma, el debate comenzaba a tomar una fuerza y un vigor distinto a los que había habido en otras décadas en Chile. Hace bastante tiempo no se enfrentaba
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una revisión tan importante de nuestro sistema de administración tributaria; no obstante ello, ha habido ajustes y modificaciones tributarias. La última de importancia, fue por cierto, con la administración del Presidente Aylwin a principios de los noventa. Y en ese sentido, ya en octubre de 2012 ha habido un informe respecto de que el sistema de administración tributaria en Chile debía tener importantes modificaciones. Luego, en campaña, me tocó presidir una comisión donde también participó el Senador Ricardo Lagos Weber y otros destacados economistas, donde la Presidenta Bachelet en el mes de junio, presentó la propuesta de reforma tributaria al país. Finalmente, en el Programa de Gobierno, el 27 de octubre, se presenta en la primera vuelta de la campaña presidencial. ¿Por qué estoy haciendo esta introducción? Porque llevamos bastante tiempo debatiendo y dialogando sobre reforma tributaria en Chile, y debatiendo y dialogando sobre un cambio estructural al sistema tributario de Chile. Y una de las preguntas que hay que hacerse en ese contexto es ¿por qué Chile necesita entonces una reforma tributaria? Y una de las principales respuestas que nosotros hemos dado, de por qué se necesita una reforma tributaria es que, entre otras cosas, tenemos la convicción de que no estamos partiendo de cero, pero tenemos la convicción de que efectivamente el desarrollo e implementación de políticas públicas no puede ser más de lo mismo. Y tenemos la convicción, porque Chile efectivamente ha avanzado en distintas materias, y ha avanzado mucho; pero sabemos que existe una tarea pendiente muy importante en el país, que tiene que ver con la desigualdad. Nuestro programa de gobierno tiene una columna vertebral. Su columna vertebral es enfrentar la desigualdad en las distintas dimensiones para alcanzar un desarrollo inclusivo. Y con la misma claridad que decimos que debemos
enfrentar la desigualdad con decisión, decimos que para enfrentar la desigualdad y alcanzar un desarrollo inclusivo debemos retomar y mantener tasas de crecimiento económico en Chile. Por estos objetivos, porque también tenemos la convicción, y creemos que estos objetivos no están disociados, que son absolutamente complementarios, es que hemos dichos y hemos propuesto un programa de gobierno con políticas públicas que le generan al Estado un gasto permanente. Enfrentar la desigualdad, en el programa de gobierno, implica llevar adelante reformas estructurales como la de la educación; implica llevar adelante el fortalecimiento de la salud pública; implica llevar adelante, por ejemplo, el perfeccionamiento y avanzar en el sistema de pensiones solidario en Chile; implica, por ejemplo, avanzar decididamente en nuestra agenda laboral. Todas aquellas materias, por no mencionar los procesos de descentralización, acceso a materias que tienen que ver con cultura y deporte. No voy a dar el extenso programa de gobierno que tenemos, pero existen gastos permanentes que se comprometen con el programa de gobierno. Lo dijimos con mucha responsabilidad: es un programa de gobierno que cuesta US$ 15.100 millones. La principal fuente de financiamiento de ese programa de gobierno es la reforma tributaria que genera en régimen US$ 8.200 millones, en torno a 3,02 puntos del PIB, que provienen de una estructura tributaria de 2,5 puntos del PIB y que vienen de los 0,52 puntos del PIB por disminuir la evasión y la elusión. Y por tanto, la respuesta es tajante cuando decimos por qué Chile necesita una reforma tributaria. Es porque debe ser responsable con la ciudadanía, porque le ha ofrecido hoy día la Presidenta un programa de gobierno que compromete gastos permanentes y uno debe colocar ingresos permanentes para justamente dar sustentabilidad a su programa de gobierno.
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Eso es ser responsable con la ciudadanía y eso es ser absolutamente responsable fiscalmente, respecto a cómo se entiende el diseño de políticas públicas y que lo hemos entendido, de hecho, hace bastante tiempo en lo que fueron nuestros gobiernos de la Concertación, y hoy día el gobierno de la Presidenta Bachelet, de la Nueva Mayoría. Chile necesita alcanzar un nivel de desarrollo inclusivo. Que es cuando decimos en español que el desarrollo ingrese a todos los hogares de chilenas y chilenos; y no solamente que sea un desarrollo que tiene que ver con una medida estadística de ingresos promedios o ingresos per cápita. A quién le cabe duda, que al fin de esta década, en torno al 2020, Chile va a tener un ingreso per cápita que, efectivamente, va a estar en los umbrales de un país desarrollado. Pero justamente, porque nosotros entendemos que el desarrollo inclusivo no solamente es una medida estadística de ingresos del país, sino que tenemos que hacer que ese desarrollo sea un desarrollo inclusivo, cómo se distribuye esa riqueza, en que las oportunidades que existan de ese desarrollo estén distribuidas en el territorio, porque claramente la desigualdad no tiene que ver solamente con la materia de los ingresos. Tiene que ver también con el territorio; tiene que ver con la dimensión de género; tiene que ver con el acceso a bienes y servicios. Y en ese sentido, a quién le cabe duda que nuestro país debe retomar una senda de crecimiento. Debe invertir en planes y agendas de energía, en agendas de productividad, innovación y crecimiento para que, justamente, en el corto plazo, nuestro país vuelva a estar creciendo con nuestro PIB potencial. A quién le cabe dudas. Ese es un consenso. El punto de fondo, es que claramente vamos a avanzar a un desarrollo estadístico, donde los ingresos promedios del país justamente van a crecer y vamos a alcanzar un umbral de desarrollo. Lo que nosotros necesitamos es que además ese desarrollo sea inclusivo, y para
eso, debemos ser responsables. Y para eso, decimos que es necesario aumentar nuestra carga tributaria para darle con responsabilidad financiamiento y sustentabilidad a las políticas públicas que nos alcanzan o que tienen por objetivo enfrentar esa desigualdad. Esa es la clave del proyecto de reforma tributaria cuando uno habla en términos agregados. Ahora, una reforma tributaria, claramente lo hemos dicho, tiene al menos cuatro objetivos. El primero tiene que ver con aumentar esa carga tributaria en torno a tres puntos del PIB para financiar una reforma estructural en educación, para fortalecer la salud pública. Quiero decirles que cuando estamos hablando de fortalecer la salud pública, no voy a detallar en médicos especialistas, en el fondo de medicamentos, en la salud primaria que debe ser perfeccionada, en la salud primaria de alta resolutividad, estamos queriendo decir que hay que financiar el programa más agresivo de inversión pública que se haya hecho en Chile desde que existen estadísticas fiscales comparables. Lo que nosotros queremos, es colocar todos los años mil millones de dólares en el presupuesto de inversión pública en salud. Para justamente, para poder hacer eso en forma sustentable es que necesitamos financiamiento que también sea responsable y sustentable. Y además, una cosa que poco se debate y poco se publica: para que esto también sea sustentable en el tiempo, necesitamos que nuestras finanzas públicas estén estructuralmente equilibradas. Es decir, lo hemos dicho con claridad, que nuestras finanzas públicas las hemos heredado con un déficit estructural y nosotros queremos, en el presupuesto del año 2018 que hará esta administración a finales del año 2017, esas cuentas fiscales en forma equilibrada. Es decir, recursos permanentes para financiar el programa de gobierno, recursos permanentes para que, justamente, nuestras finanzas públicas es-
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tructuralmente estén balanceadas. El segundo objetivo tiene que ver con una recaudación progresiva. Los países desarrollados, después de impuestos, según muestran las estadísticas de la OECD, mejoran la distribución del ingreso. Es decir, sustantivamente, en promedio, los países desarrollados de la OECD disminuyen el Gini, que es el indicador que mide la distribución del ingreso. Disminuir el Gini, es mejorar la distribución del ingreso. Y básicamente, antes de ver en el uso que se hacen de los recursos que se recaudan, los sistemas tributarios mejoran la distribución del ingreso en los países desarrollados. Qué hemos dicho nosotros: los estudios estadísticos, los estudios empíricos que existen en Chile, es que antes y después de impuestos en Chile, la distribución del ingreso marginalmente no cambia. Hay algunos estudios que dicen que, marginalmente, mejora. Otros estudios, que marginalmente empeora. Claramente, el sistema de impuestos que tenemos hoy día en Chile, en el agregado, no mejora la distribución del ingreso, y por tanto, nos hemos colocado un segundo objetivo. No solamente recaudar y ser responsables. Hemos dicho, no da lo mismo cómo recaudamos. Debemos recaudar en forma progresiva. Debemos recaudar para que claramente después de aplicados los impuestos, la distribución del ingreso mejore en Chile. El tercer objetivo que nos hemos impuesto, tiene que ver con que los impuestos se paguen como corresponde. Esto significa que debemos disminuir la evasión y la elusión en Chile. Les voy a dar un solo ejemplo: hace unas semanas atrás el director de Impuestos Internos colocó que los últimos antecedentes que existen respecto de evasión tributaria en Chile, respecto de evasión del IVA, es que la evasión del IVA en Chile es de 26 %, es decir, uno de cada cuatro pesos en el IVA no se están recaudando. ¿Cuánto era en el año 2007? 14
%. Es decir, nosotros debemos hacer un avance sustantivo en el fortalecimiento de nuestra administración tributaria, ya sea en el Servicio Nacional de Aduanas, ya sea en la Tesorería General de la República; especialmente en el Servicio de Impuestos Internos, con atribuciones que efectivamente le permita disminuir la evasión y la elusión en Chile. Y en ese contexto, hemos dicho que ahí hay un objetivo de la reforma, que los impuestos se paguen como corresponde. Y nos hemos colocado una meta: recaudar al menos 0,5 puntos del PIB o en torno a US$ 1.400 millones para aquello. Voy a ir, sobre este punto, un poco más adelante. Y, básicamente, el último objetivo tiene que ver con generar en este proyecto de ley mejores incentivos a la inversión y al ahorro en Chile. Desde el primer día, hemos colocado estos cuatro objetivos, y desde el primer día hemos dicho que estamos absolutamente disponibles a avanzar en el perfeccionamiento de los instrumentos que hoy día existen para incentivar la inversión y, en especial, el ahorro de las personas y de las empresas en Chile. Una de las materias que más se ha debatido con la reforma tributaria en nuestro proyecto de ley tiene que ver con que efectivamente, declarados estos cuatro objetivos, recaudación, mejorar la distribución del ingreso, disminuir la evasión y elusión, mejorar incentivos de ahorro en inversión, surge la pregunta ¿cuál es el instrumental que trae la reforma tributaria para aquello? Uno de los más importantes en la estructura tributaria tiene que ver con el nuevo impuesto a la renta que trae la reforma tributaria. Es un diseño de un nuevo impuesto a la renta que justamente, como bien los especialistas saben, hoy día en el impuesto a la renta hay una proporción muy importante de chilenos que están exentos de ese pago y esto está concentrado claramente en el
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primer quintil de más altos ingresos. Y, de hecho, uno se puede dar cuenta que en los ocho primeros deciles, matemáticamente, estadísticamente en los siete primeros deciles, no hay ningún cambio con lo que pasa con nuestro proyecto de ley, respecto de la situación actual. El octavo, es una cosa muy marginal de 3,4 % y 3,5 %; los cambios están acá, el noveno decil de 5,1 % al 5,7 % y, el cambio más importante, está en el 10 % de más alto ingreso, que pasa a tener una carga tributaria de impuesto a la renta promedio de 10,2 % en la actualidad, a un 23,8 % después del proyecto de ley. Claramente, cuando a nosotros nos han preguntado si la clase media, con el nuevo impuesto a la renta, se ve afectada o no, la respuesta es tajante. Tajante. No se ve afectada. No se ve afectada porque básicamente hoy día, respecto de la distribución del ingreso que hoy día existe en Chile y respecto de quienes están exentos, casi el 80 % no está hoy día contribuyendo en ese impuesto a la renta, y lo que nosotros hemos hecho es que, dado este impuesto a la renta — que hemos colocado en una escala que no va entre 0 y 40 %, sino que va entre 0 y 35 %— la parte más importante del proyecto es que sincera dónde las personas deben quedar en esa estructura tributaria que va entre 0 y 35 %. El impuesto de primera categoría, como lo vamos a ver más adelante, sube de 20 % a 25 %, el impuesto global complementario máximo a las personas baja de 40 % a 35 %. Los impuestos en Chile los pagan las personas. Deducen desde lo que han hecho si son dueños de empresas. La parte más importante del proyecto es que luego, entre 0 y 35 %, las personas de más altos ingresos entreguen una contribución proporcionalmente mayor a la que hoy día están haciendo y esto totalmente consagra este criterio. El 10 % de más alto ingreso, efectivamente, va a ver aumentada su carga tributaria en el impuesto a la renta. Eso es así. Y este impuesto a la
renta va a traer no menos de 1,4 puntos del PIB de mayor recaudación. En términos de que también hemos seguido las buenas prácticas que recomiendan la OECD a sus países miembros; en términos que en una estructura tributaria hay impuestos directos e indirectos. Los impuestos directos, propiamente tal, son los relacionados con la renta, los ingresos. Los impuestos indirectos están más relacionados, por ejemplo, con el IVA, el consumo. En nuestra carga tributaria, en nuestra estructura tributaria, los impuestos indirectos pesan más que los impuestos directos. De hecho, en torno a 8,4 puntos del PIB son lo que hoy día conforma el IVA, la recaudación del IVA. Los impuestos directos, o de la renta, de los ingresos, es hoy en torno a 7,6 puntos del PIB, menos que los indirectos. Lo que hace nuestro proyecto de ley, es que los directos superen a los indirectos, haciéndonos cargo de las buenas prácticas del OECD, donde colocar el esfuerzo en impuestos directos, impuestos a los ingresos, a las rentas, es justamente lo que se le recomienda a los países en desarrollo, para ser también respecto de sus políticas de desarrollo consistente con mantener un crecimiento económico. Entonces, básicamente hemos dicho, ustedes me han escuchado decir, que efectivamente los que tienen más, hagan proporcionalmente un esfuerzo superior en los impuestos. No solamente es lo que los países desarrollados hacen, lo que se recomienda en buenas prácticas por la OECD, lo que éticamente además corresponde, sino lo que además caracteriza a un sistema tributario que propenda a la solidaridad, a una administración tributaria moderna. Y en ese sentido, claramente establecido que el esfuerzo está en el 10 % de más altos ingresos. Otra de las materias que nosotros hemos dicho necesario realizar, tiene que ver con disminuir la evasión y la elusión.
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Y para eso nosotros hemos colocado una serie de facultades: hemos fortalecido el sistema, el Servicio de Impuestos Internos. Lo separaría en dos áreas: áreas que tienen que ver con el fortalecimiento institucional de Impuestos Internos, ya sea institucional, traducido en distintas áreas. La más importante: una mayor dotación de fiscalizadores y profesionales para que justamente si es que estamos colocando una reforma tributaria seamos capaces de recaudar en forma eficiente. Como también seamos capaces, en forma eficiente, de disminuir la evasión y la elusión; de colocar en el centro nuevas facultades para el Servicio de Impuestos Internos que, por cierto, deben respetar al contribuyente y deben, de todas maneras, estar en un marco legal que genere certidumbre a los contribuyentes y a los que participan del sistema tributario. Y en ese sentido, en la Cámara de Diputados estuvimos absolutamente disponibles y flexibles en avanzar en precisiones de estas nuevas facultades del Servicio de Impuestos Internos que las perfeccionara. Pero, cuál
era el tema de fondo: queremos disminuir la evasión y elusión en US$ 1.400 millones. El tema de fondo es que nosotros queremos recaudar en régimen US$ 8.200 millones. Y les quiero además decir que este no era el consenso que existía en Chile hace tres o dos años atrás, ni siquiera hace un año atrás. Y hoy día, hay un consenso de que Chile necesita una reforma tributaria y requiere avanzar en mayor carga tributaria, por ejemplo en estos US$ 8.200 millones. Lo importante es que necesitamos una institucionalidad pública. Necesitamos un fortalecimiento del Estado para que justamente esto sea realidad, para que pueda recaudar y se enfrente la evasión y elusión. Y ¿qué hacen los países desarrollados, además de fortalecer su administración tributaria? Lo que hacen es agregar en sus códigos tributarios una norma general antielusión. No solamente fortalecen sus servicios o administraciones tributarias para recaudar, sino que además colocan en sus códigos tributarios una norma general antielusión
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que les permita avanzar en políticas públicas de administración tributaria que disminuyan la potencial elusión que existen en todo sistema tributario. Y eso justamente son las dos dimensiones que estamos haciendo. Pero reitero: nuestra flexibilidad a precisar y perfeccionar todas las normas que nos aseguren esta recaudación de US$ 8.200 millones, pero además nos aseguren disminuir la evasión y la elusión respetando, por cierto, los derechos y las libertades de los contribuyentes. En ese sentido, y rápidamente, porque en la Cámara de Diputados estuve ocho horas presentado el proyecto de ley y no es la idea hoy día, hay básicamente un proyecto de ley extenso. Solamente el artículo primero tiene 57 numerales de distintos artículos transitorios y por cierto les voy a dejar esa tarea a los Senadores que acompañan este panel a que puedan entrar en cada una de esos detalles, mencionar algunos puntos que han estado en el debate y que lo han monopolizado. En octubre de 2012, el informe de lo que es hoy la Nueva Mayoría, decía terminar con el FUT. En primarias no hubo ningún candidato que no quisiera terminar con el FUT, más allá de cuáles eran los mecanismos que se proponían para terminar con él. Y nosotros, en nuestro programa hemos planteado que en este corazón de la reforma que tiene que ver con recaudar US$ 8.200 millones, que tiene que ver con este sistema de impuestos, recaude en forma progresiva y se mejore la distribución del ingreso. Que este nuevo sistema de impuesto a la renta elimina el FUT y que básicamente, en ese corazón, está disminuir la evasión y la elusión. Lo hemos dicho, dado el diagnóstico que existe del uso de este mecanismo, mecanismo que, como ustedes bien saben, fue creado hace más de 30 años en Chile; mecanismo que, en el diagnóstico que existe, hay una potencial elusión cuando justamente existe un fondo de utilidades tributables que lo único que hace es crecer, crecer y crecer.
En el año 2010, las estadísticas nos demuestran que el FUT era aproximadamente dos terceras partes del producto que se daba en el 2000 en Chile. Hoy día, es aproximadamente el 100 % del producto. O sea, todos los años crece. Difiere al infinito al pago de los impuestos. En administración tributaria esto significa, para ser elegante, una potencial elusión. Para algunos es elusión. Y lo que nosotros hemos dicho es que eso se cierra. Y lo hemos dicho como flujo a partir de la operación de abril de 2018, con los PPM de enero de 2017. Algunos nos han preguntado por qué lo hace tan tarde. Lo hemos dicho también. Claramente hemos dado una transición de no menos de dos años en diciembre de 2016, con los PPM de 2017, para comenzar en esa transición a un nuevo régimen. Donde claramente lo que nosotros hemos dicho es que el tratamiento que tienen las rentas en Chile, las rentas del trabajo y las rentas del capital, deben ser similares. Las rentas del trabajo tienen un tratamiento en nuestro sistema tributario que se paga por todas las rentas del trabajo, con las excepciones, por supuesto, que existen para las menores rentas. Las rentas del capital, efectivamente, tienen otro tratamiento en nuestro sistema tributario. Y justamente lo que hace este nuevo sistema de impuesto a la renta, al cerrar el FUT, que en el concepto económico tiene que ver con manejar bases devengadas, es que a las empresas se les haga tributar por el total de sus utilidades y no solamente por las que retiren. Y por tanto, el concepto que está detrás es de darles similar tratamiento, equidad horizontal a los trabajadores y sus rentas y a las rentas del capital. Eso es parte del espíritu que claramente está en el sistema planteado en la reforma tributaria. Ahora, hay un debate básicamente que está relacionado también con los incentivos al ahorro y la inversión que trae el proyecto de ley. Y nosotros tenemos nuevos mecanismos de incentivo a la
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inversión para la micro y pequeña empresa. Quiero decirles que en los registros de Impuestos Internos hay aproximadamente 846 mil empresas en Chile que tienen ventas distintas de cero. De esas 846 mil empresas, 808 mil son micro y pequeñas empresas, donde son una proporción equivalente al 95,5 % de las empresas. Y nosotros hemos diseñado en nuestra reforma tributaria, que comienza la próxima semana en el Senado a debatirse, distintos mecanismos que protegen a ese 95 % de empresas en Chile. De hecho, lo decimos con toda convicción: la tasa de impuestos que estas empresas van a enfrentar después de la reforma, la situación con que estas empresas micro y pequeñas van a quedar, va a ser similar o menor si efectivamente se acogen a algunos de los beneficios que están diseñados en la reforma. De hecho, efectivamente, para no ser tan técnicos, el artículo 14 ter de la reforma trae una serie de beneficios, ya sea depreciación instantánea, ya sea que la depreciación no solamente sea en activo fijo nuevo, sino también usado. Respecto de la tributación sólo por ingresos exigibles, el aumento del crédito de compra por activo fijo que hoy día es 4 %, en transición en 8 % y se queda de forma permanente en 6 %; el cambio de sujeto del IVA, materia muy solicitada por las micro y pequeñas empresas. Muchas veces, las micro y pequeñas empresas, compran los insumos, venden sus productos y el día 12 llega y no tienen cómo costear su IVA. Lo que trae el proyecto de ley es una facultad legal que se le da a Impuestos Internos para que la gran empresa, justamente en la proporción que corresponda, sea el depositario de ese pago del IVA. Materias que, en todo caso, no son nuevas en el debate tributario, ni en la Cámara de Diputados, ni especialmente en el Senado. En estas materias hay distintas nociones. En nuestro mensaje así lo decimos, y reconocemos los aportes que han existido respecto de este debate. Y hoy día, lo que nosotros hacemos
es pasar estos temas administrativos de facultades de Impuestos Internos a una ley de la reforma tributaria, para que justamente nunca más una micro o pequeña empresa o mediana empresa, tenga ese problema el día 12 para pagar el IVA y justamente no tenga los problemas de caja y liquidez que se le generan, y por tanto, se pueda cambiar el sujeto del IVA. Renta presunta. Y aquí me quiero detener un tanto respecto del debate que se dio en la Cámara de Diputados. ¿Cuál es el espíritu que nosotros tenemos en renta presunta? La renta presunta existe hoy día en Chile y no la renta efectiva, para algunos; sino que se presume una renta y hay un mecanismo propiamente tal relacionado con el avalúo fiscal para que uno pague impuestos conforme a que se presuma una renta y no a una renta efectiva que se genera en ejercicio. Y básicamente, lo que se hace es porque las empresas menores, los emprendimientos muy menores, muchas veces contrataron contadores para que le lleven contabilidad para sus rentas efectivas. Eso sale más caro que pagar los impuestos. Y justamente, luego, entonces, el sistema de administración tributaria lo que provoca es una renta presunta para facilitar que aquellos emprendimientos sigan adelante. ¿Qué es lo que hemos detectado en el diagnóstico? Que algunos que no son pequeños, para los cuales no fue diseñada la norma, en vez de estar con su contabilidad al día, en vez de estar pagando impuestos por renta efectiva, están pagando por renta presunta y hay efectivamente allí una potencial elusión. ¿Qué es lo que hemos dicho luego entonces en el proyecto de ley? Generemos un mecanismo que proteja, para los cuales fue diseñado el sistema, para que el pequeño empresario minero, transportista, agricultor, que hoy día mayoritariamente está acogido a esta renta presunta, siga protegido a la renta presunta o elija el 14 ter que está en el proyecto de ley, el que más
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les convenga, y justamente sigan con la protección que hasta la fecha existía. Pero de forma clara y transparente. Hay que cerrar la puerta para todos aquellos que efectivamente no deberían haber estado nunca en un sistema que estuvo diseñado justamente para aquellos que les sale más caro llevar contabilidad y el Estado les ofrece una puerta como la renta presunta para pagar sus impuestos. Y en ese sentido, quienes me han consultado en la Cámara de Diputados, yo les reitero: ese es el propósito y el objetivo del proyecto de ley y de la norma, y por cierto que el Ejecutivo va a estar absolutamente disponible a precisar y perfeccionar esta norma, para que ese espíritu sea absolutamente alcanzado. Ya que si hay que perfeccionar la norma para que lo que hemos propuesto, por ejemplo, no ha dejado a todos los que queremos proteger, vamos a estar absolutamente disponibles; este Ministro de Hacienda en el despacho de la Cámara de Diputados, fue consultado y no tenemos problemas porque ese es el espíritu que hoy día nosotros tenemos con este proyecto de ley. Donde sea necesario precisar el proyecto, vamos a precisarlo. Donde sea necesario perfeccionarlo, vamos a perfeccionarlo. Y donde sea necesario generar modificaciones acotadas y compensadas para que justamente no se ponga en riesgo la recaudación tributaria de 8.200 millones, también lo vamos a hacer. Vamos a escuchar todas las posiciones, vamos a estudiar y a meditar respecto de cuáles son aquellas propuestas. Claramente poniéndonos de acuerdo en cuál es este corazón de US$ 8.200 millones: mejorar la distribución del ingreso, el cierre del FUT en un nuevo sistema de impuesto a la renta y disminuir la evasión y la elusión. Estamos absolutamente abiertos para precisar y perfeccionar todas aquellas materias —y lo digo con letras mayúsculas— que avancen en el espíritu de la reforma tributaria que por cierto tiene que ver con no afectar a la clase
media y proteger a la pequeña y mediana empresa. Claramente del 20 % al 25 % en primera categoría se aumenta. Hay dos cosas que me gustaría decir: la primera, que se nos ha dicho, ¿por qué nos demoramos tanto? Algunos quieren más, otros quieren menos. Y nos preguntan por qué nos hemos demorado tanto en esta transición de pasar de 20 % a 25 %. Y la respuesta que hemos dado, claramente, es que nosotros hemos hecho un estudio riguroso respecto de cuál va a ser la recaudación tributaria y cómo ésta, en la administración de la Presidenta Bachelet, al año 2017, va a conducir a más de un 80 % de la recaudación en esta administración, y cuando se haga el presupuesto del año 2018, a finales de 2017, el 100 % de la recaudación. Pero hemos pensado en un tema gradual, respecto de cómo se implementa la reforma: 0,3 puntos del PIB en primer año; 0,8 % en 2015; 1,8 % en 2016; 2,5 % el 2017 para llegar en régimen al 2018. Pero la parte más importante tiene que ver con los marginales: 0,3 el primer año; 0,5 el segundo; un punto el tercero; 0,7 el cuarto; 0,7 en régimen. Eso claramente permite retomar una senda de crecimiento que es la que necesita la economía y hacer sustentable las tasas de crecimiento en Chile. Por eso hay una gradualidad en la implementación de las medidas. Algunas parten en el 2014, otras en el 2015. Respecto de la primera categoría de las empresas, desde ese 20 % que está hoy; 21 % en el 2014; el 2015 a 22,5 %; el 2016, 24 %; y el 2017, a partir de enero, que es importante fijar esa fecha, 25 %. Enero es cuando la tasa marginal de 40 % a 35 % baja. Enero es cuando se cierra el FUT y los PPM empiezan a pagar en un nuevo sistema. Abril de 2018, con un nuevo sistema de impuesto a la renta ya en régimen. ¿Por qué digo esto?: porque también me han preguntado “¿por qué se baja, Ministro, de 40 % a 35 %? ¿Por
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qué Usted está bajando la tasa marginal de las personas de global complementario de 40 % a 35 %?”. Y la respuesta es una sola: en economía, a veces, hablamos de que el gasto viene por P y por Q, y cuando uno baja precio, la cantidad aumenta, el gasto puede ser mayor. En administración tributaria es igual. Está la tasa y está la base a la cual se aplica la tasa. Y está la recaudación. Y claramente lo que nosotros estamos haciendo con este nuevo sistema de impuesto a la renta es que la base está aumentando al momento de que hay equidad horizontal y por todas las rentas se van a estar pagando impuestos, y por tanto, nuevamente, la más importante parte del proyecto es sincerar dónde quedamos como personas entre 0 % y 35 %.Y justamente, el proyecto lo que hace es sincerar que los que efectivamente tienen más, queden en la parte alta de esta tabla, situación que si uno ve los datos de hoy día, eso no ocurre en nuestro sistema de administración tributaria. Mayor fiscalización, ya lo he planteado, y he hablado también del tema de la renta presunta. Hay una materia que se ha planteado, y es el efecto en la clase media. Partí mi intervención diciendo que la carga tributaria promedio de los más altos ingresos es de 10,2 % a 23,8 %. No hay alzas tampoco del IVA, pero claramente, digámoslo abiertamente, cuando a nosotros nos dicen que va a hacer un impuesto correctivo que tiene que ver con las buenas prácticas, con la salud pública, con el tema de los alcoholes, con el tema del tabaco, bienvenido ese debate. Bienvenido no solamente porque los estudios demuestran respecto de la inelasticidad en el consumo, sino que bienvenido por el nuevo flujo. Los estudios internacionales, lo que dicen es que estos impuestos correctivos hacen un desincentivo al flujo, a las futuras generaciones que pueden estar consumiendo tanto alcohol como tabaco. Y, en ese sentido, cuando nosotros hemos hablado de impuestos, hemos
dicho de estos impuestos correctivos, hemos dicho bienvenido ese debate. Y bienvenido si hay que perfeccionar las materias, y bienvenido si es que nosotros tuvimos que buscar en la Cámara de Diputados una combinación distinta. No tenemos problema con eso. Pero claramente cuando se nos dice que, por ejemplo, una botella de vino va a aumentar cuarenta pesos, y ese es el efecto que va a tener en la clase media; o una cajetilla o un cigarro va a aumentar en tres pesos, y la cajetilla en torno a 56 pesos, déjenme decirles que cuando he salido a explicar estas materias, la gente, efectivamente de clase media, dicen “no es el efecto de la reforma”. El efecto grande de la reforma tiene que ver con el impuesto a la renta que paga el 10 % de los más altos ingresos, el 5 % de los más altos ingresos, el 1 % de los más altos ingresos en Chile. Ese es el cambio estratégico y estructural que nosotros traemos. Quiero hacer un punto respecto del tema de las pensiones. Cuando nosotros hemos informado de este proyecto de ley, lo hemos hecho con seriedad. Hay algunos que desinforman y que no lo hacen desde las cifras. Nosotros informamos desde las cifras. Y no tenemos ningún problema al debate. Es más, bienvenido ese debate técnico que coloca el interés de Chile por delante, que efectivamente quiere avanzar y perfeccionar el sistema de administración tributaria en Chile. Pero cuando, por ejemplo, nosotros escuchamos de que el nivel de las pensiones va a disminuir producto de la reforma tributaria —créanme de que cuando salgo a terreno, parte importante de las preguntas dice: “Ministro, ¿van a disminuir las pensiones con la reforma tributaria?”— nosotros creemos que eso efectivamente no le hace bien a Chile. Son prácticas que no le hacen bien a este debate. Con toda claridad, hoy día a los pensionados, nada les pasa con la reforma tributaria. El régimen tributario que hoy tienen los fondos de pensiones
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en nada cambia respecto de lo que está aquí propuesto en el sistema tributario. Nos han llegado consultas respecto si hay que precisar materias que tienen que ver con la retención del 10 % o 5 %, si se devuelven o no al fondo de pensiones. Lo hemos dicho con claridad: los fondos de pensiones no son contribuyentes ¿Cómo podría el Estado quedarse con esa retención? El proyecto de ley es claro y si hay que precisarlo se va a precisar. No es el punto, pero digámoslo abiertamente: es campaña del terror, es escuchar esos diálogos que escuchábamos en los principios de los noventa, cuando se nos decía que la reforma tributaria le iba a generar un impacto al crecimiento y a la inversión y que iba a aumentar la pobreza en Chile, ¿o no? Ese era el debate que se tenía de la reforma tributaria, y es exactamente, lamentablemente, una minoría que nuevamente habla de ese debate. Que no lo habla desde lo macro, sino que lo habla desde los detalles y los detalles que colocan son que la cuenta de la luz eléctrica va a aumentar. Completamente falso. ¡Por efectos de la reforma tributaria, aclarémoslo! Si por efectos en materias que no se han hecho en el pasado, sino materias en temas energéticos, eso es otro tema. Pero respecto de la reforma tributaria y respecto del diseño de la reforma tributaria que no afectan los costos marginales y que efectivamente de aquí al 2019 no va a haber un cambio producto de la reforma tributaria, eso es tajante. Y respecto de las pensiones, los cotizantes hoy día no pagan impuestos. Los fondos de pensiones en su ganancias de capital no pagan impuesto y los pensionados, más del 95 % de los pensionados, que es el drama que tiene hoy día Chile, que son bajas las pensiones, quedan exentos del pago de impuestos y en nada cambia el proyecto de reforma tributaria a aquello. ¿Por qué coloco este ejemplo?: porque el debate que nosotros necesitamos hacer en nuestra sociedad, el debate que efectivamente esperamos tener con profundidad en el Senado, se
basa en el siguiente objetivo: todo aquello que perfeccione y asegure nuestra recaudación tributaria de 8.200 millones, que entendemos es un gran triunfo que hemos dado en la sociedad chilena, porque hoy día en el debate tributario de la sociedad chilena, no nos estamos preguntando si es necesario aumentar la carga tributaria, ni recaudar 8.200 millones de dólares para darle sustentabilidad al programa de gobierno. Ese es un gran avance. No nos estamos preguntando si hay que mejorar la distribución del ingreso. Y dónde ha estado el debate de algunos técnicos: tiene que ver básicamente, por ejemplo, en cómo un sistema tributario y una reforma tributaria, incluye y perfecciona algunos de los objetivos que nosotros hemos planteado para tener mayores incentivos a la inversión y al ahorro. Fantástico ese debate, bienvenido sea ese debate, más allá de las críticas, porque ese debate lo necesita la sociedad chilena. Siempre y cuando entendamos que ese diálogo es para avanzar, para concretar efectivamente una reforma tributaria, porque efectivamente el desarrollo de Chile se construye entre todos. Y nosotros estamos convencidos que la reforma tributaria y el debate que vamos a tener va a ir en esa dirección. A consolidar lo que justamente requerimos en Chile: avanzar con un sistema de administración tributaria solidario y moderno que asegure una recaudación tributaria para hacer sustentable nuestro programa de gobierno, para avanzar y enfrentar decididamente la desigualdad y alcanzar un desarrollo inclusivo en Chile. Muchas gracias.
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PRIMERA MESA DE DISCUSIÓNNota: 1 Intervención del Senador Ricardo Lagos Weber. Presidente de la Comisión de Hacienda del Senado […] La experiencia indica que a medida que los países crecen y se desarrollan, las sociedades son más sofisticadas, los consumidores tienen más derechos. Hay que tener una oferta pública mayor, y eso implica un mayor cargo, un mayor gasto y una mayor carga tributaria, y ese es el debate que está de trasfondo o guía hoy día acá en Chile. Un estudio reciente en la Universidad de Chile, que lo recomiendo, de los profesores López, Figueroa y Gutiérrez, señala cómo se distribuye el crecimiento de la renta en Chile. Cuando uno escucha que la economía creció al 4 % o que va a crecer al 3,4 %: este 3,4 % ¿cómo lo distribuimos en Chile? Pues bien, el estudio señala que el 1 % de los chilenos se lleva el 30 % de ese crecimiento. Otro estudio reciente de la London School of Economics, de una profesora norteamericana, señala un dato similar, pero de un dato mucho más interesante: cuál es la tasa efectiva del pago de impuestos del 1 % más rico. No es cuánto se lleva de la torta, que para ella es entre el 22 y el 26 %. Es cuánto pagan de tasa efectiva: entre el 15 % y 16 %. Olvídese del 20 % de las empresas. Olvídese del 40 % que tenemos al global complementario, al impuesto de segunda categoría. Entonces, lo que tenemos acá como diagnóstico, es una profunda desigualdad de la cual se hace cargo en este proyecto de reforma tributaria. Como dijo Alberto Arenas, se trata de recaudar más para financiar más bienes públicos. 1 Exposiciones en su integridad, disponibles en el sitio web del Instituto Igualdad (www.igualdad.cl)
Primero, el año 2012, como oposición — antes de que siquiera existiera la Nueva Mayoría— concordamos como propuesta de reforma tributaria que fue la base principal de lo que se hizo en la campaña de la presidenta Michelle Bachelet. En consecuencia, aquí no hay mercado sorprendido. Segundo, y no menor: a los veinte días de asumir un gobierno, presenta un proyecto de reforma tributaria al parlamento, el 31 de marzo. Tercer elemento, y que no deja de ser curioso. En general, la experiencia comparada indica que nadie gana elecciones diciendo que va a subir impuestos. Pues bien, esta campaña presidencial tuvo como eje el tema de un ajuste tributario al alza, no a la baja. Por último, la sorpresa de algunos, y lo hago bien rápido, creo que algunos no han aquilatado o no han internalizado el grado de convicción de las propuestas que se hicieron durante la campaña presidencial. Cuando veo las reacciones que hay respecto al tema de la educación; cuando veo las reacciones que hay respecto a la presentación de un proyecto de reforma al sistema político, como el binominal; cuando veo la reacción que hay respecto a la Presidenta en el discurso del 21 de mayo, la primera cuenta que hace, bajo un tema de los llamados temas valóricos; como si el pago de impuestos y la educación no fueran valóricos. […] esta reforma es una reforma sustantiva y estructural. No solamente pretende recaudar como nunca en términos nominales, sino que incluso es casi comparable al año ‘91 […] Se pasa a una base devengada, como señaló el Ministro Arenas. Y eso de paso cierra el FUT. Eso de paso pone término al indefinido pago de los impuestos y además para eso se le da atribuciones al Servicio de Impuestos Internos […] el meollo de lo que hace esta reforma es darle un giro a la forma en que nosotros queremos definir los esfuerzos que hacen todos los chilenos a la hora de financiar bienes públicos, y el esfuerzo de darle preemi-
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nencia al impuesto a la renta por sobre los impuestos indirectos. El esfuerzo de pedirle al 1 % de más altos ingresos en Chile que se ponga más proporcionalmente, creo que es debatible y es justo. […] Ahora bien, se señala que esta reforma tiene un tinte de un color ideológico. Entonces uno comienza a rebelarse contra esa explicación. ¿Acaso no tienen un tiente y una matriz ideológica decir que queremos perpetuar un sistema de impuestos en que a los que le va mejor, no pagan nunca sus impuestos? Eso es una matriz ideológica al final del día. ¿Acaso, como decía el Ministro cuando explica lo del coeficiente de Gini, optar por quedarnos como estamos también es una opción ideológica? Que antes del pago de impuestos y después, el coeficiente de Gini en Chile sigue siendo el mismo, casi inalterable. Y en países desarrollados, más sofisticados, el índice de Gini antes de impuestos es muy similar a Chile, de un 0,50, 0,48. Pagado el impuesto, pasamos a la barrera de 0,30; 0,27; 0,29. Entonces, sí hay un tema ideológico. Y el tema ideológico es que queremos definir cómo se recauda los impuestos, a quién le cobramos los impuestos, y muy importante, en qué gastamos los impuestos. […] Algunos tratan de confundir que cuando hablamos de diálogo es señal de debilidad. Yo no comparto ese criterio de que sea señal de debilidad poder escuchar. Lo digo desde dentro. Otra cosa es que producto del diálogo, la obligación de ese diálogo es que uno tiene que salir convencido de que estoy equivocado o que el otro tiene razón. La pregunta es si tenemos disposición para escuchar lo que son planteamientos legítimos. Si hay preocupación en ciertos segmentos sociales, en ciertos tipos de empresas más pequeñas que tengan una preocupación, creo que lo responsable es abordarlo.
Termino diciendo que creo que hace falta mucha pedagogía para explicar una reforma tributaria […] Pero el ciudadano de a pie sí entiende lo siguiente: sí, puede que suba como dijo la Presidenta, el precio del tabaco, el precio del alcohol. Sí, puede que tengamos que tener un sistema distinto en materia educacional y no habrá más lucro en educación, y lo particulares subvencionados, van a recibir el equivalente al copago vía subvención estatal. Y algunos dirán que hay un incentivo a trasladar a los del público al privado. Pero lo que también entienden los papás y los que somos parlamentarios que recorremos Playa Ancha, San Antonio, Barrancas, Viña del Mar, Achupallas; y cuando tú le explicas que producto de esta reforma tributaria, su hijo, cuando vaya a alguna institución de educación superior o universidad, va a ser gratis, no una beca, que va a ser gratis para al menos el 70 % de esa población, al cabo de cuatro años, eso les hace sentido respecto del propósito de la reforma. Muchas gracias.
Intervención del Senador Andrés Zaldívar. Miembro de la Comisión de Hacienda del Senado […] Primero que nada, yo creo que aquí debe haber claridad. No dar la sensación por motivo alguno de que no vamos a dialogar. O que vamos a limitar el diálogo, que es un tema que se ha tratado de instalar como una cosa de premisa inicial en el tema de la reforma tributaria. Seamos francos. Esa es la imagen que se dio en los medios de comunicación de lo que sucedió en el primer trámite. En segundo término, es cierto lo que dice y lo dijo el Ministro, lo dice Ricardo, este tema de la reforma tributaria es un
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tema que lleva largo tiempo de discusión […] Personalmente, yo creo que la reforma tributaria es necesaria. El país la requiere. Aquí el tema es que, claro, el país tiene un compromiso y nosotros tenemos un compromiso de hacer una reforma tributaria que está fundada en los siguientes elementos: Primero, que vamos a cambiar el sistema tributario con un cambio estructural. Vamos a hacer una reforma tributaria no sólo para recaudar el 3,02 % del PIB, que es un objetivo. Pero vamos a hacer una reforma tributaria con la cual vamos a aumentar los impuestos para que lo paguen la gente que tiene más recursos, que hoy día no pagan lo que debieran pagar […] Que vamos a aumentar el impuesto a la renta de 20 % a 25 %. Personalmente creo que eso es una cifra que perfectamente es discutible, si es más o es menos. Personalmente, creo que en la misma medida que sea necesario aumentar más, hay que aumentar más. […] con el tema del FUT, se ha producido lo que se ha llamado la famosa elusión. Y seamos francos también: la elusión no es responsable del que la hace, sino que muchas veces del que le da el afrecho al chancho […] El responsable de la elusión, por supuesto, el que le hace por la vía de la simulación, de mala fe, para lograr un efecto de no pagar impuestos, es no es sólo elusión, es evasión. Vamos a hacer una reforma tributaria. Vamos a aumentar el impuesto a la renta. Vamos a terminar con el FUT. Vamos a tratar de lograr evitar la evasión y elusión, mediante facultades que hay que darle a Impuestos Internos y a la autoridad, pero dentro de la juridicidad, como muy bien ha señalado el Ministro. […] queremos tener 8.200 millones ¿para qué?, para buscar otro efecto necesario en la reforma. No sólo hacer un sistema tributario más equitativo, sino
que también lo que se dijo acá, dar las condiciones para un país en que disminuyan o se eliminen las desigualdades que hoy día existen entre uno y otro de los chilenos. Y ese tema se va a lograr mediante un sistema tributario más justo; […] la primera prioridad que hemos puesto es el tema de la educación. La educación a su vez, es un instrumento para provocar más equidad, igualdad de oportunidades entre los ciudadanos. Y eso es otro tema que tenemos que abordar en su tiempo, que es cómo se va a hacer la reforma educacional para que cumpla ese objetivo. Pero además, necesitamos hacer temas relacionados con el tema de la salud, el tema previsional, las reformas laborales. Existen otra serie de temas, pero lo importante eso: saber que el país necesita una reforma tributaria, que los elementos fundamentales de la reforma tributaria están y hay que comprobarlos. […] No sólo que se busque más impuestos por buscar impuestos, sino que además busquemos la manera que haya inversión y ahorro que dé crecimiento, porque si este país no crece en el próximo tiempo, acuérdense de mí, y aumenta el desempleo, cuál es el debate que vamos a tener en tres o cuatro años más: que hemos sido ineficaces e ineficientes y que este país que sigue creciendo lo hemos tirado a un país que más bien está chato. […] uno recibe a la gente, entonces han venido los pequeños productores de las zonas agrícolas, donde uno está representándolas; que vienen los transportistas; que viene la Confederación de la Producción y el Comercio por sus propios temas. Cada uno viene a plantearnos temas relacionados con los temas. Ocho, nueve temas que no son propiamente, ni siquiera programáticamente asumidos, pero que sí van en las reformas y que tienen sí un rendimiento. Todos esos temas creo que tenemos que revisarlos si acaso son necesarios para
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evitar cualquier elemento de crítica injustificada que tenga respecto de eso. Por eso me alegro mucho que la Comisión de Hacienda se tome todo el tiempo que sea necesario para escuchar a todos los actores: a los Ministros de Hacienda, a los Presidentes del Banco Central, a los mejores expertos en materias tributarias, a cada una de las organizaciones gremiales que quieran venir. Lo importante es que nos entreguen ideas, que nos entreguen elementos para la reforma tributaria y que saquemos —el próximo mes de septiembre espero que la tengamos— la reforma tributaria que el país necesita, para que haya más equidad, para que haya reforma social, para que el país realmente siga creciendo y sea un país en el que podamos hacer lo que tenemos que hacer para el bien de la gente. Para eso hay que jugarse. Yo creo que en la Comisión de Hacienda vamos a cumplir este objetivo. Muchas gracias.
Intervención del Senador Sr. Carlos Montes. Miembro de la Comisión de Hacienda del Senado […] tengo convicciones básicas muy claras. Yo comparto la reforma tributaria del gobierno. Comparto su objetivo. Aquí se trata de enfrentar en serio la desigualdad en este país. Y los criterios, o sea que paguen más los que ganan más. Y valoro mucho que el gobierno, como decía Ricardo Lagos, que se la haya jugado en los primeros días y poner en los primeros días de gobierno al centro este debate, porque esto tiene que ver con la idea de transformaciones profundas en el país. […] En Chile, hoy día hay US$ 10.000 millones en franquicias tributarias. Hasta la OECD nos dice que habría que
revisarlas enteras porque tienen problemas completos de ingeniería. Dentro de los cuales están 5.000 millones nada más que por los movimientos de ahorro e inversión; US$ 5.000 millones anuales de franquicias tributarias. Y además tenemos otros US$ 10.000 millones por elusión y evasión. O sea, el sistema tributario tiene problemas y esto es un reflejo. Bueno, todo esto al final está sentando bases de un nuevo pacto social, en definitiva. El FUT histórico son US$ 270 mil millones acumulados hasta ahora. Y uno se pregunta a dónde están. Qué es lo que es. Esto es contable, pero está en inversiones. Y me encontré por ahí con un dirigente empresarial, que me decía que el sector minero estaba muy preocupado. Y yo dije “por qué va a estar preocupado”. Bueno, fui a ver los datos. El sector minero tiene hoy día US$ 34 mil millones en el FUT. Esto significa que buena parte de la inversión minera en este país se ha hecho con el FUT, que una parte son utilidades de las empresas y otra parte utilidad que no pagó impuestos. O sea el Estado puso de alguna forma US$ 7.000 millones en esta inversión, que jugó un papel en el crecimiento del país. Uno mira el sector comercio después, que es otro sector que tiene US$ 37 mil millones en el FUT. O sea, los mall, los supermercados, aquí tiene el Estado US$ 8.000 millones en impuestos que no se pagaron en su momento para incentivar esta inversión. ¿Cuánto tienen las sociedades inmobiliarias y de inversión? US$ 105 mil millones. […] Bueno, yo creo que no tengo dudas de que el FUT tiene que terminar. Jugó un papel en su tiempo pero creo que ya está agotado […]. […] El otro aspecto estructural es limitar o terminar ciertos privilegios en el sector inmobiliario. Esto no es poco. Esto es medio punto del PIB de recaudación. ¿Cuáles son estos? […] Uno es el IVA a la construcción, que viene desde 1975,
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que en los años de democracia ha costado más de US$ 6.000 millones que se hubieran invertido en viviendas sino que se han ido por esta vía. Este año, representa US$ 700 millones. En primer lugar, está el IVA. Y aquí hay dos IVA. Uno es el IVA a la construcción […] en los años de democracia ha costado más de US$ 6.000 millones que se hubieran invertido en viviendas, y que por el contrario, se han ido por esta vía […] Cinco años discutiéndolo en el Congreso y la última vez logramos que el tope fuera 4.500 del valor de construcción. Eso significa UF 9.000 de valor de venta, con un tope de UF 225. Muchos subsidios en torno a esto construyeron Chicureo, construyeron Zapallar. Si los Bajos de Mena supieran exactamente, esto es equivalente al presupuesto del Ministerio de las Vivienda anual. En SERVIU me refiero, no total. Bueno, aquí se han planteado otras alternativas. Que este subsidio no vaya vía inmobiliaria, sino directo a los sectores que compran casa por primera vez. Hemos hecho cálculos, y con un tercio de lo que se gasta hoy día podría hacerse, porque esto es muy raro, que un subsidio lo manejen empresas inmobiliarias. Ellos deciden cuándo se traslada a precio y cuando no, dependiendo de sus mercados, de la oferta y demanda en sus mercados […] Todos saben que antes pagaban IVA la empresa constructora al vendérselo a la empresa inmobiliaria. Una de cinco mil, le ponía un valor de tres mil y sobre eso pagaba. Y la inmobiliaria vendía en cinco mil y eso no pagaba IVA. Ahora se trata de poner en los dos momentos el IVA de tal forma de evitar este tremendo forado que tiene el sistema. Estos son bastantes recursos. Y por eso que también hay mucho griterío sobre esto. Hoy día se dice que todo esto lo que hace es que va a afectar los precios, va a subir los precios, si las viviendas están subiendo entre 3 % y 5 % anual. Nunca había subido tanto el valor de las viviendas como están
subiendo ahora, y esto sin modificar y sin tocar en absoluto estos IVA, porque los mercados de la vivienda hoy día son tremendamente especulativos. Y se está maximizando. Nunca se habían construido casas de UF 45 mil en este país y ahora se están construyendo porque hay un cierto poder comprador y se va buscando su mercado y va construyendo en ciertos niveles. Yo estoy convencido que esto es muy necesario de hacer y buscar algunas formas de subsidio a los sectores medios que compran la primera casa y en un valor de 2.000, 2.500, por ahí. El otro tema importante en esto, es la ganancia de capital a personas naturales. Porque las personas tienen que pagarlo. Esto lo tienen muchos países. Lo tiene hoy día Colombia, lo tiene hoy día Brasil, lo tienen muchos países. Lo tienen los franceses y nosotros no lo tenemos. O sea, el que tiene tierra no paga tributos en Chile. Bueno, aquí se incorpora esto: a la vivienda propia con un colchón de UF 8.000. Si la ganancia de capital es más de UF 8.000, recién empieza a pagar como impuesto a la renta. La ganancia de capital pasa a ser impuesto a la renta. O sea, a mí me parece un exceso tener UF 8.000 en esto, pero esto es lo que plantea el proyecto. Y la discusión viene sobre la segunda vivienda, cuál es el colchón de protección, y ahí hay que buscar una manera de hacerlo, sobre todo a personas de bajos ingresos. Aquí lo más importante de esto es el efecto sobre el mercado del suelo. En Chile está subiendo el suelo de una manera desproporcionada. Hay grandes negocios incluyendo las parcelas de agrado, incluyendo distintas maneras que suben las ciudades y suben los costos para la vivienda social y en general generan grandes fortunas a partir de la manera en que se maneja esto. Queremos desincentivar la especulación con suelo en Chile. Y estos tributos ayudan
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en esa dirección. De pasada, digo que también las contribuciones no se van a poder descontar de impuestos. Esto no es poca plata. Son como US$ 300 millones. No es poca plata. Y esto quiénes son los más perjudicados, voy a decirlo con su nombre y apellido: es Walmart y Cencosud, porque los supermercados, los mall, son inmobiliarias. Las propietarias de las construcciones y esto lo descontaban. Esto es bastante. […] Sobre las PYMES dos palabras. Yo creo que no las afecta. El problema con las PYMES es cómo generamos nuevos incentivos para desarrollar las PYMES. Está más por ese lado el problema. A mí, toda la formulación del 14 ter me parece bien, quizás hay que subir esto del 25 mil y en renta presunta ya se dijo. Hay que perfeccionar esto, más bien incentivo a su desarrollo y modernización que no necesariamente son tributarios y por eso que es tan importante la agenda que se planteó. […] Bueno, todo esto a uno lo lleva a seguir discutiendo. Vamos a resolver en las bancadas. Vamos a resolver también en definitiva en las bancadas de la Nueva Mayoría porque lo que queremos es que haya un buen proyecto, que no cometamos errores, porque en todos los proyectos tributarios anteriores hemos cometido errores. La FIP fue producto de un error. Yo creo que es muy importante que tengamos diálogo y estamos trabajando bastante en equipo y esperamos salir de la Comisión de Hacienda con algo fuerte, potente y que eso permita salir fortalecido. Y eso permita que el gobierno cumpla su objetivo como se ha planteado: una reforma estructural valiosa que tenemos que apoyarla en todas partes. Muchísimas gracias.
SEGUNDA MESA DE DISCUSIÓN Intervención de la moderadora, Sra. Ninel Calisto. Miembro del Centro de Estudios Instituto Igualdad y de la Comisión Económica del Partido Socialista. Actualmente, asesora de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON) Hola, buenas tardes. Como suele suceder en estas áreas, nos hemos atrasado un poco. De más está presentar a nuestros expositores. Tenemos a Manuel Marfán, economista de la Universidad de Chile, Doctor en Economía de la Universidad de Yale. Ha sido consejero del Banco Central hasta diciembre de 2013, Ministro y Subsecretario de Hacienda durante el gobierno del ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Así mismo, Alexis Guardia, economista de la Universidad de Chile, doctor en economía de la Universidad París IX, ex Director del INE, ex Jefe de Estudios de la Dirección Económica de la Cancillería, colaborador del Instituto Igualdad y miembro de la Comisión Económica del Partido Socialista. Y, finalmente, Guillermo Larraín, economista de la Universidad Católica, doctor en economía de la Escuela de Estudios Superiores de Ciencias Sociales de Francia, ex Superintendente de Valores y Seguros y ex Superintendente de AFP; también fue coordinador de política económica del Ministerio de Hacienda.
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Intervención del Sr. Manuel Marfán. Ex Ministro de Hacienda, ex Consejero del Banco Central e investigador Senior en CIEPLAN Muchas gracias. Quiero primero que nada agradecer la invitación del Instituto Igualdad, de Camilo, para participar en este debate. Yo me alegro mucho de haber tenido la oportunidad también de escuchar al Ministro y a los Senadores de la Comisión de Hacienda del Senado. Yo me inscribiría, para ponerlo dentro de las categorías del ministro Arenas, en el debate de los temas macro y no de los temas de intereses particulares, que también son legítimos pero que tienen otros canales. Una aclaración previa. A mí me encanta el país que nos propone la Presidenta. Yo no tengo ninguna objeción. Al contrario, solamente me genera buenos sentimientos. Me parece que se han manejado las cosas de manera tal, que hoy día la agenda de poder genera un financiamiento sano para las políticas públicas pro igualdad, partiendo por la reforma en educación. A mí me parece que es impecable. Yo voté por eso dos veces y estoy dispuesto a seguir votando por ello. Por lo tanto, mi crítica o comentario no va a ese corazón, yo diría, al proyecto país que está detrás. Me voy a referir principalmente, para poder atenerme al tiempo, a aspectos económicos y en particular macroeconómicos que me preocupan del proyecto que está actualmente en discusión. Quiero presentar, primero, la evolución del ahorro como proporción del PIB desde el año 1960 hasta el año 2013, a precio corriente. Esto hay que calcularlo a precio corriente y las cuentas nacionales cambian de año base. Lo que se aprecia es lo siguiente: en la década de
los sesenta, prácticamente no hubo un período en el cuál el ahorro cayera por debajo del 10 %, salvo previo a la crisis de Jorge Alessandri del famoso 28 de diciembre. Y tampoco superó el 15 %, o sea, teniendo una mirada larga, a pesar de los ciclos, esto es buen o mal precio del cobre, sequía y todo lo que vimos en la década del sesenta, la tasa de ahorro en Chile fluctuaba entre un 10 % y un 15 % y eso también es la visión histórica que hay para atrás. Ahora, cuando un país tiene proyectos de inversión, para poder alentar el ahorro, y el ahorro nacional es insuficiente, la diferencia se paga con entrada de capitales. Y en Chile, todas las crisis económicas que ha tenido —quizás con la excepción de la del año ‘75— desde la Segunda Guerra Mundial en adelante, han sido todas de balanza de pagos. La del año ‘53, de comienzos de los cincuentas, que llegó con la misión KleinSaks, la misma de Jorge Alessandri; la crisis de la deuda externa de comienzos de los ochenta; no fuimos inmunes a la crisis del tequila, a la crisis asiática y más recientemente, a la de Lehman Brothers que dolió por la balanza de pagos. Y, es bastante obvio que si nosotros fortalecemos la posición de ahorro, somos menos vulnerables a este tipo de crisis, igual que en la familia. Una familia que pide prestado siempre es más vulnerable a los shocks, que una que vive de su propio ahorro. En la década de los setenta, hubo muchas fluctuaciones. Fue una década de mucho movimiento macroeconómico, pero a pesar de esas fluctuaciones, lo que hubo fue una tendencia a la caída del ahorro, especialmente entre el año ‘75 y el ‘81. El año ‘81 registra la tasa de ahorro más baja en la historia del país con un 2 % del PIB. Fue el año de la dictadura en que la inversión fue la más alta. Esa alta inversión con bajo ahorro, lo que generó fue una entrada de capitales que la pagamos muy duramente
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todos los chilenos. Lo que quiero argumentar es que el ahorro, que depende de muchas cosas, también depende de los esquemas tributarios, de los sistemas tributarios. Y muy fuertemente en ese período fue afectado, entre otras cosas, por la reforma de Jorge Cauas del año ‘75. Esta establecía, entre sus propósitos, la reforma del IVA, donde se hizo todo un encaramado para la indexación del sistema tributario, etc. Pero también, en materia de impuesto a la renta, se quería fomentar el desarrollo de un mercado bursátil y se pensaba que las acciones que son más atractivas son las que dan más dividendos. Y por lo tanto, el esquema tributario fue gravar muy fuertemente las utilidades reinvertidas de las empresas y, como contrapartida, en términos relativos, era más barato para las empresas repartir dividendos. El año ‘81, con ese 2 % —hay que recordar que el ahorro público de ese año fue casi de 5 puntos del PIB— o sea, el ahorro del sector privado, fue negativo. Se endeudaron incluso para financiar gastos corrientes en el sector privado. Las empresas cuando deciden financiar proyectos de inversión siempre tienen que decir si lo van a hacer con patrimonio propio o ahorro ajeno, que es deu-
da. Esa es la disyuntiva. Y es un hecho muy sabido en economía, que existe el famoso teorema de Modigliani–Miller, donde el sistema tributario es muy determinante para ver la estructura de financiamiento de la empresa vis-à-vis de la del dueño de la empresa. Y en esa época, con estos incentivos, lo que hicieron las empresas fue financiar sus esfuerzos de inversión a través, principalmente, del endeudamiento, y eso tuvo consecuencia para el ahorro total del país y para la vulnerabilidad de la economía en el momento de la crisis de la deuda externa. En el año ‘84, en medio de la crisis, hubo un vuelco en 180 grados de los incentivos tributarios. Un impuesto de tasa adicional del 40 % que gravaba por sobre la primera categoría las utilidades invertidas fue derogado; se instauró que el impuesto de primera categoría fuera a crédito; los impuestos finales —global complementario— de las personas impuesto adicional de las inversiones extranjeras; y el propósito explícito de dar incentivos tributarios a las empresas para desendeudarse por el exceso de endeudamiento, que aumentaran su patrimonio para poder reducir su nivel de deuda. Eso en síntesis. Además de todos los perdonazos y ayudas que hubo, este fue un componente útil
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para entender el muy rápido desendeudamiento de las empresas. El año ‘90, cuando hicimos la reforma tributaria, consideramos que el comportamiento del ahorro en las empresas era algo que había que, de alguna manera, cuidar. Cuidar significa alentar, pero al mismo tiempo, no permitir los abusos, no permitir las malas prácticas. Y por lo tanto, una parte sustancial de esa reforma fue cerrar vacíos legales pero manteniendo con impuestos más altos, sin embargo, un incentivo para la reinversión de las empresas. El grueso del FUT, cuando no es abuso, está en el patrimonio de las empresas. Esa es la contrapartida. El patrimonio de las empresas son platas que no han sacado todavía los dueños y que han pagado en primera categoría pero que están con el impuesto pendiente todavía de global complementario o adicional. Cuando hay abusos, es cuando se llevan la caja para la casa, o a otro país, disfrazándola como que todavía estuvieran en la empresa. Esos son los abusos que hay que evitar. Estamos conscientes también, que los abusos existen, forman parte de la naturaleza humana, pero que estos abusos avanzan lentamente en el tiempo. Y que por lo tanto, con una periodicidad de cada cuatro años, se requería hacer una reforma tributaria miscelánea para ir cerrando esos vacíos. Se aprovechó la reforma tributaria del año ‘93 para hacerlo, se aprovechó la del año ‘98 para hacerlo, cuando fue el relanzamiento de la agenda social en aquel entonces. Y lo que se observa en todo ese año, es que la carga de los impuestos a la renta se mantuvieron bien dentro de lo que era esperable, dadas las tasas. El año ‘98, fue el último año en que hubo un esfuerzo serio para cerrar los vacíos tributarios más fuertes. Después, incluso varias reformas de mercado de capitales de por medio, lo que se hizo fue abrirle aún más hoyos al sistema.
Hoy día, la base, la evolución del impuesto, muestra que ésta tiene poco que ver con lo que uno sabe que son la evolución de la base del impuesto y de las tasas del impuesto. Hay una erosión enorme porque hay una práctica muy generalizada de abusar. Yo no quiero decir de todos, pero sí de muchos. Con todo, con esos incentivos, lo que tenemos a partir del año ‘90 en adelante, es que la tasa de ahorro nacional en Chile nunca ha caído de 20 % del PIB. Y una vez excedió del 25 % por una situación de precios del cobre extraordinaria, y que, por lo tanto, el estándar del ahorro nacional subió 10 puntos del PIB respecto de lo que eran nuestro récord histórico democrático. No quiero contar los años de la dictadura porque fue una montaña rusa. Y este es un aspecto que, a mi juicio, está en juego con el proyecto que se ha enviado al Congreso. Me gustaría entrar un poquitito más en detalle. Como señalaba, en las empresas cuando hay proyectos de inversión, su problema es cómo se financian. Y mientras el financiamiento sea más barato que la rentabilidad de la inversión, van a ser el proyecto de inversión y cuando se torna más caro el proyecto de inversión no se hace. Y en eso, cuánta deuda, cuánto patrimonio tiene implícito, también en ese aumento de patrimonio, cuánto yo distribuyo respecto de cuánto yo reinvierto. Por definición, en cuentas nacionales, el ahorro de las empresas, es parte al ahorro nacional bruto, es la reinversión de utilidades más la depreciación, porque es el ahorro producto. Y entonces, vamos a analizar esas dos fuentes de financiamiento de las empresas y el efecto tributario que tiene sobre ellas. De manera muy arbitraria, supuse que en la ausencia de impuestos, con 0 % de impuestos. Las empresas buscan una rentabilidad del 8 %. Podría haber sido con el 10 % o con otro, pero para efectos del ejemplo, puse 8 %. Si el im-
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puesto fuera por ejemplo 20 %, y los financia con reinversión de utilidades, si una empresa quiere invertir 100, necesita ahorrar 125. Porque de esos 125, hay un impuesto del 20 % y quedan 100 para ahorrar, para poder financiar el programa de inversión. Por lo tanto, el costo de la reinversión es la rentabilidad o el costo de oportunidad o el lucro cesante, o como quieran llamarlo, dividido por uno menos la tasa del impuesto. Subir de 20 % a 25 % el impuesto a las empresas, significa que la rentabilidad que exigen antes de impuesto del proyecto sube de 10 % a una cifra inferior al 11 %. Es decir, estamos hablando de una magnitud relativamente pequeña. Pero subir al 35 %, es decir, que las utilidades reinvertidas también entren en la base imponible del impuesto adicional o del global complementario, significa que la rentabilidad que se busca antes de impuestos para esta forma de financiamiento tendría que exceder del 12 %. Es decir, aquellos proyectos que tienen una rentabilidad entre 10 % y medio y más de 12 % que se harían con un esquema tributario, dejan de hacerse con otro esquema tributario. Esto es el tipo de cálculo que, por ejemplo, han dicho economistas como Klaus Schmitt-Hebel. Ahora, el problema es que esta no es la única fuente de financiamiento. Por lo tanto, esta es una visión un poquito exagerada del impacto. Este es un gráfico , donde en el eje horizontal está lo que se llama el apalancamiento de la empresa, o la relación deuda sobre patrimonio, que es lo que estamos hablando; de las empresas que presentan FECUS y que tienen bonos que han sido emitidos en el mercado nacional, en pesos o en UF. Y en el eje vertical, está la tasa de interés a la cual se transan esos bonos. La línea de abajo, cada punto representa cada empresa. Una observación. Abajo está puesta la relación deuda-patrimonio en los balances de diciembre del año 2013 y en el eje vertical, la tasa de inte-
rés con la cual se transaban esos bonos en Abril del año 2014. ¿Por qué Abril? Porque recién en Abril los balances de todas esas empresas ya están publicados, por lo tanto, es información pública y por lo tanto, los precios ya están reflejando cuál era la situación de las empresas. Esta relación es una relación creciente, en el sentido de que mientras más deuda, la tasa de interés que se enfrenta es mayor. El resultado de la empresa también puede influir, y por lo tanto, está con el duration de la deuda; cuál es el plazo de pago de esos bonos. Lo que interesa, sin embargo, para estos efectos, no es deuda sobre patrimonio, sino que la deuda sobre la suma de patrimonio más deuda. Y estos son los mismos datos presentados de esta otra forma, porque si yo aumento mi deuda, necesariamente baja mi patrimonio como proporción del total. Y ahí lo que vemos, es que el costo de financiamiento con deuda para una empresa es creciente, o sea, no es cierto el supuesto típico neoclásico de que las empresas enfrentan una tasa de interés, sino que las empresas tienen que tomar una decisión respecto de cuánta deuda van a tener. Pero cuánta deuda van a tener va a significar que van a tener tasas de interés que pagar distintas. De hecho, la propia regulación del sistema bancario establece que las provisiones que tiene que tomar el banco, que forma parte del costo de financiamiento, depende, entre otras cosas, del nivel de endeudamiento que tiene, en este caso, la empresa. Estamos hablando de créditos comerciales. Entre paréntesis, todo este argumento es para las grandes empresas, no para las PYMES. Estamos hablando donde está el grueso de la plata, el grueso del ahorro, el grueso de la inversión. Entonces, cuando suben los impuestos lo que va a ocurrir es que la reinversión de utilidades, el ahorro de las empresas se encarece y por lo tanto, la empresa lo que hace es que sustituye patrimonio por deuda y se va a mover a lo largo de
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esta curva hasta que, en el margen, el costo de endeudarse iguale al costo de reinvertir utilidades. Y, por lo tanto, el efecto no es todo lo que diría el primer financiamiento, no es tan grande como ese, pero el efecto sobre el ahorro es mayor porque la empresa lo que hace no es solamente aumentar su deuda, sino que reduce su patrimonio. Inicialmente, hay un súper dividendo de manera de extraer parte del patrimonio para los dueños de la empresa. Eso forma parte de los resultados del teorema de Modigliani–Miller. Franco Modigliani, ganó el premio Nobel por muchas cosas, entre otras, por esta. Y Merton Miller, ganó el premio Nobel por lo mismo. Es decir, que las empresas y sus dueños utilizan los sistemas tributarios a su favor. Entonces, no es que pierdan tanto los empresarios, sino que lo que hacen es un desguace de parte del patrimonio de la empresa para manejarlo como persona y no como empresa porque la empresa está pagando impuestos más altos. Este tipo de enfoque, no quiero entrar en los detalles del modelo, supone que existe en las empresas, porque hay otros análisis que se han hecho donde se supone que no existen las empresas, unos señores que arriendan los bienes de capital. Existen las empresas y tiene la gracia que cuando suben los impuestos a los dividendos, al retiro de las empresas, no hay efectos sobre las decisiones de inversión porque no afecta el costo de financiamiento respecto de la rentabilidad antes de impuestos, de la inversión, que es la que lo determina. No afecta la relación de endeudamiento porque tampoco afectan las fuentes de financiamiento, y lo que afecta son los precios de las acciones. El precio de las acciones, cuando sube el impuesto a los dividendos, cae porque el valor presente de los flujos de los dividendos después de los impuestos es más bajo. Esto es para una economía cerrada, porque si fuera cierto, siempre la lógica es subir el impuesto a los dividendos hasta el
infinito. Pero en una economía abierta, las empresas pueden decidir radicarse en otros países que tienen impuestos distintos. No es lo único que les influye, pero sí un aspecto relevante cuando los impuestos son muy altos. Gérard Depardieu, decidió adoptar la nacionalidad belga para no pagar los impuestos de Holanda, para poner un ejemplo de la farándula. Sin embargo, cuando hay un aumento del impuesto a la reinversión de utilidades, lo que ocurre es lo siguiente. Aquí hay un gráfico, donde el eje de abajo es el capital productivo, el otro también es capital productivo, pero deuda. La línea continua es una línea de 45 grados, así que cuando yo miro capital abajo, su imagen es el mismo capital arriba. La línea punteada, es la relación óptima de deuda sobre capital de la empresa, que en este caso es γk, y divide el gráfico en deuda en la línea roja hacia abajo y patrimonio en la línea azul hacia arriba. El aumento de impuestos a las utilidades reinvertidas lo que hace es que cambia esa relación óptima, la eleva a γ’k. Instantáneamente lo que ocurre en el corto plazo, a efectos de corto plazo, es que se reduce el patrimonio y aumenta el endeudamiento. Hay un súper dividendo que se saca de la empresa. Pero además, el stock de capital en equilibrio va reduciéndose en el tiempo porque es un encarecimiento de la fuente de financiamiento de la inversión y, por lo tanto, el nivel de capital es más bajo que el que se habría llegado sin ese impuesto. Esa es la lógica. Entonces, siguiendo con economía abierta, hay un que se llama Treasure Islands, “Las Islas del tesoro”. Es un libro de periodismo investigativo que ha sido comentado en The Economist, en Financial Times, en la prensa especializada. Es un libro muy melancólico, que está hecho bien técnicamente, pero es melancólico, que se refiere a los paraísos fiscales. Está hecho bien porque mues-
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tra a lo largo de todo el libro casos de carne y hueso, con nombre y apellido, de cuál es la forma de no pagar impuestos de las grandes fortunas del mundo. Y es melancólico porque tiene la pura problemática y no la “solucionática”; ¿cómo se resuelve eso? Pero demuestra por qué Warren Bufett paga menos impuestos que su secretaria. Demuestra por qué Mitt Romney pagaba en la campaña menos impuestos que Barack Obama. El sistema de paraísos fiscales es una esencia del capitalismo moderno. Está basado en los países que fueron imperiales es sus ex colonias. Las ex colonias, son los grandes paraísos fiscales de lo que fue el Imperio Británico, los franceses, etc. Y en Estados Unidos, es una práctica también habitual, y es que desde que hay globalización, que es básicamente globalización del capital, porque el capital es el que fluye libremente de un país a otro, el uso y abuso de los paraísos fiscales ha sido sencillamente inmanejable para los países desarrollados. En Chile, ¿existe plata en los paraísos fiscales? Existe. ¿Es generalizado? No es generalizado. Porque al sacar la plata de las empresas se tiene que pagar impuestos. Y en consecuencia, existen abusos, pero esa es una enfermedad que todavía no tenemos. El problema básico, como yo lo entiendo, es que una persona de altos ingresos del trabajo gana 10 millones de pesos mensuales y una persona de altos ingresos empresariales, tiene utilidades de 10 millones de pesos mensuales, para ponerlos iguales. Diez años después, aunque se comporten igual, es más rico el empresario que esa persona, porque el empresario paga menos impuestos y tiene todos esos incentivos a aumentar el patrimonio a través de la empresa. Yo no sé si a mí me conmueve demasiado la desigualdad a ese nivel de ingresos. Eso de bajar 35 % para que queden iguales, que es menos del 5 % de la población, yo no sé si es la igualdad que nos están prometiendo.
Tengo la impresión que es una nota de página para efectos prácticos. Pero aun así, si uno quisiera avanzar en la igualdad, de lo que acá se desprende, es que si uno quiere subir la tasa media de la carga tributaria de las empresas, lo que tiene que hacer es aumentar el impuesto a los retiros, más allá del global, más allá del impuesto adicional de las empresas extranjeras. Eso es fácil decirlo, y difícil hacerlo, porque hoy día lo que se hace es disfrazar retiros de manera que parezcan reinversión. Esos son los abusos que hay. También, si se avanzara en esta dirección, es más fácil reemplazar retiros como si fueran dietas muy generosas en los directorios, o sueldos patronales muy altos, que es otra manera de sacar plata de las empresas. Entonces, la propuesta que he dado, pero que es un ejemplo, es muy simple: subir el impuesto de primera categoría a 25 %. Vimos ahí que el impacto existe pero es bastante marginal; ser un perro respecto de los abusos que hay en las malas prácticas respecto del uso de sistemas de base retiradas y terminar el FUT. Sobre la base de desintegrar el sistema tributario de las empresas respecto del sistema tributario de las personas, o los holdings internacionales que invierten en Chile. El FUT, es un registro de las platas que quieren las empresas y que tienen sus impuestos pendientes para el retiro. Y las dos formas de eliminarlo son: (a) igualar el impuesto de las empresas con el de las personas, que es lo que propone el gobierno actual; y (b) desintegrar, o sea, que el impuesto de uno no sea crédito del impuesto del otro. Esos son los ingredientes. Recauda lo mismo lo que recauda en componentes de cambio de impuesto a la renta de las grandes empresas. El proyecto de reforma tributaria, recauda 1,4 puntos del PIB. Lo que yo estoy proponiendo, recauda un poquito más, pero habría que afinar esto. El detalle de la forma de recaudación es que quie-
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nes recaudarían más impuestos son el mismo grupo. No es que estemos desviando la mayor carga tributaria desde un grupo, hacia otro, incluso más. Tiene un sesgo de que carga más los impactos sobre los que hoy día abusan y habría que cortar esos abusos. Financian la misma reforma educacional y desde mi punto de vista la asignación de recursos es mucho más benevolente, y creo que es más consistente con el proyecto país que nos propone la Presidenta. Muchas gracias.
Intervención del Sr. Alexis Guardia. Economista. Ex Director del Instituto Nacional de Estadística (INE), ex Jefe de Estudios de la Dirección Económica de la Cancillería, colaborador del Centro de Estudios Instituto Igualdad y miembro de la Comisión Económica del Partido Socialista Bueno, yo me he permitido ordenar unas ideas en torno al tema sobre la base de que el problema tributario es complejo, es árido y por cierto supone que hay concepciones muy distintas sobre el uso del instrumental. Los impuestos también son instrumentos “para”. Pero al decir que son instrumentos “para”, también son instrumentos que detrás del “para”, o del uso mismo del instrumento hay intereses muy claros. Intereses económicos. Y podríamos concordar, en consecuencia, de que todos los temas económicos, pocos son los que suscitan tanta pasión o discordia como los impuestos. Es difícil en este caso separar la economía de la política. Sin embargo, al decir del controvertido economista Pi-
ketty, que está de moda, “sin impuestos no puede existir un destino común, y la capacidad colectiva de actuar siempre ha sido así”. Ahora, en el caso que nos convoca, que es la reforma tributaria actual, yo por lo menos tengo la convicción —después de haber escuchado los debates en la Cámara, haber leído unos documentos e intercambiado ideas— es que finalmente yo comparto el rumbo que ha señalado el actual gobierno en el sentido de que un cambio a base devengada, eliminación del FUT, junto con la reducción de exenciones y regímenes tributarios especiales que existen, mejora la distribución del ingreso, restaura la equidad horizontal en el sentido de que hay pagos de las personas, independientemente si es capital o trabajo, por una misma cantidad están pagando lo mismo. O pagan el mismo impuesto, independientemente si es capital o trabajo. Y aumenta la progresividad efectiva. Hay un estudio que yo recomiendo a los que se dedican a profundizar el tema tributario de Claudio Agostini, que demuestra empíricamente que eso es posible trabajando con microdatos del SII. Dicho estudio, hace una simulación, no exactamente del proyecto del gobierno actual, por cierto, respecto de qué ocurre si pasamos al devengado, si suprimimos algunos privilegios tributarios especiales, y demuestra que es posible bajar el Gini, o sea, mejorar la distribución el ingreso. Además, hay otro estudio empírico, de un amigo de la CEPAL que trabajó indirectamente. Ahora bien, dos o tres palabras sobre el problema del FUT, ya que es el malo de la película en este asunto. Como es sabido, en el esquema de tributación actual, las empresas pagan anualmente un impuesto de primera categoría de 20 % sobre utilidades. Este impuesto, que es una retención, le sirve a los dueños como crédito para pagar su global com-
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plementario a una tasa que dependerá de donde caiga; en el tramo en que caiga, con una tasa máxima marginal de 40 %. Pero hoy, los propietarios de las empresas pagan impuestos —global complementario— sobre utilidades que retiran. Se estima que un 30 % de las utilidades se retiran. Si no se retiran, significa una postergación de tributación y estas utilidades no retiradas se van acumulando en el FUT, mientras otra parte de las mismas van a financiar inversión, nueva inversiones. Este fondo acumulado, hasta ahora alcanza un nivel de US$ 274 mil millones. Son utilidades retenidas que aún no pagan impuestos y que cuando sean retiradas algún día, les acompañará el crédito para pagarlo. Sin embargo, este elemento que surgió el año ‘84, en un momento bien particular de desarrollo de nuestra economía que venía saliendo de la crisis del 81-82, y que Chile en ese momento no era objeto favorito para que nadie le prestara plata, a mí me pareció para ese momento razonable. No obstante, han pasado más de treinta años y hoy no me parece razonable. Desde ya, hay una proliferación de los llamados “fondos de inversión privada”, que fueron creados hacia el año 2000, que son prácticamente los únicos instrumentos que están libres de pagar impuestos de primera categoría. Y a junio de 2013, habían 835 fondos de inversión privada, US$ 14.500 millones, y llegó a US$ 18 mil millones según nos dijo el diputado Montes. Desde ya, este mecanismo, que son fondos para realizar inversiones en capital financiero, se han constituido en mecanismos para impedir, incluso, que las utilidades repartidas en una empresa y colocadas en esos fondos, no ingresen al global complementario de sus dueños finales, con lo cual les permite evitar el pago de este impuesto. Según Agostini, en sus estudios, el 52 % de todas las utilidades retenidas en el 2010 son pequeñas empresas de inversión, cuyos dueños son personas de altos ingresos que hacen pasar sus ingresos personales como in-
gresos empresariales para utilizar regímenes tributarios especiales. Entonces, ya se ha hablado de las posibilidades de sacar plata hacia afuera. Es cierto que es más costoso, como lo que explicaba Manuel, pero cuando Eduardo Aninat —ex Ministro de Hacienda— dice, a propósito de FUT “va a inversión financiera pasiva en el exterior”, es bastante elegante para decir que van a paraísos fiscales. Además, la OCDE hace mucho tiempo está lanzada en una cruzada en contra de los paraísos fiscales. Por cierto, parece de buen sentido que Chile ponga atención en este problema, antes de abandonar un instrumento (el FUT) que ha servido, que ha ayudado a la recomposición del ahorro. Antes de abandonar un instrumento hay que evaluar si este se puede mejorar. Como se dice, si el techo de una casa tiene una leve gotera no es necesario cambiar todo el techo. Ahora, si aquel esta perforado por todos lados hay que cambiarlo, naturalmente. Lo único que sabemos es que la evasión del impuesto a la renta — como fue señalado por el Ministro— era del 46 % y 92 % del total proviene de evasión del ingreso de capital concentrado en el decil más alto. Ese es el único dato empírico que se puede manejar de acuerdo al estudio de Michel Jorratt del año 2009. ¿Cuánto de todo esto es atribuible al uso y abuso del FUT? Es difícil saberlo, pero lo importante aquí está en la diferencia sustantiva en que la reforma tributaria planteada por el ejecutivo no fue inspirada sólo por este dilema del FUT. Su objetivo declarado, y lo escuchamos hoy en la mañana al Ministro, es hacer de los impuestos un instrumento que sirva para la redistribución del ingreso, y que gradualmente permita un aumento en la recaudación. Ese es el rumbo. Y este cambio de rumbo es importante señalarlo porque durante más de diez años estuvimos discutiendo durante el periodo de Concertación este problema porque había la idea que los impuestos no debieran jugar un pa-
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pel redistributivo, y basado en modelos sumamente poderosos y estadísticos y econométricamente hablando, y que solamente para reducir la pobreza se nos decía que bastaba el crecimiento y una política de focalización del gasto. Naturalmente, esto creó un contra-cuerpo dentro de los propios economistas que también crearon modelos. También se utilizaron estadísticas robustas, que es el caso de Agostini, Jorrat y otros. Hubo un seminario en CEPAL de que sí los impuestos pueden servir para redistribuir el ingreso, y la guinda de la torta es que la OCDE sacó un cuadro en que toma todas las estadísticas de impuestos y muestra, ustedes lo vieron seguramente, fue publicado en todos los diarios, de que Chile antes y después de impuestos el Gini variaba de 0,52 a 0,50 y todo el resto de la OCDE eran caídas de 0,48, cero treinta y tantos, etc. Entonces, ahí viene una reflexión ya más en profundidad que va ganando esta concepción como que el rumbo es usar los impuestos como mecanismos de distribución de ingreso. Y en ese sentido a mí me gusta esta reforma. Ahora, la reforma tributaria en discusión, ya lo saben ustedes, propone que las empresas debieran tributar en primera categoría un 25 % percibido devengada. Se mantiene como crédito para el pago del global complementario de los dueños de las empresas. Es 25 %, pero ahora su base tributaria se calcularía sobre el total de las utilidades devengadas o percibidas, y no sólo sobre las utilidades retiradas, con lo cual, se amplía la base donde recae el impuesto. Amplia la base tributaria y el mecanismo del FUT muere de muerte natural, pero queda ahí una bolsa de US$ 274 mil millones. Esta ha sido una discusión que les ha tomado horas entre los economistas: qué es lo que hay dentro de esa bolsa, donde están las cosas, porque este es un registro contable sumamente complejo. En este contexto, naturalmente, las rentas al capital tri-
butan sobre una base devengada, como se hace en muchas partes en el mundo desarrollado; permite igualar el tratamiento de estas rentas con las rentas del trabajo, o aproximarlas y se mejora la equidad horizontal del sistema tributario, es decir, a ingreso igual impuesto igual. En este contexto, las empresas siguen usando una proporción de sus utilidades para financiar parte, o el total de la inversión, como es habitual. La gradualidad en la que inserta la reforma y medidas como la depreciación instantánea de un año para las empresas, les permitan a ellas ir adaptándose a estos cambios, que no son menores, los acepto, son fuertes, a las empresas que les permiten resolver mejor sus políticas de financiamiento. Ahora, ¿qué efecto tendría en las pequeñas empresas este sistema de eliminación de FUT? Bueno, aquí ha habido una polémica, sabiendo que las pequeñas empresas tienen un acceso limitado y caro al sistema bancario. En primer lugar, precisar que el 6 % del FUT acumulado pertenece a las pequeñas empresas, aunque es cierto que en ellas hay empresas que pueden constituir parte de su capital de trabajo. Pero ello es un problema estructural de las pequeñas empresas y de las microempresas de este sector que merece políticas distintas al instrumento del FUT. Entonces, creo yo no hay validez en esa argumentación. Bueno, finalmente Hacienda recaudaría una forma de gravar rentas empresariales, 0,9 % como porcentaje del PIB, es decir, poco menos de un tercio de los tres puntos propuestos por la reforma. Y por otra parte, la reforma permitiría aumentar la carga tributaria de manera que los que perciben mayores ingresos aportan a los recursos fiscales aumentando la equidad vertical del sistema tributario. Y aquí está el cuadro que mostró el Ministro en la mañana, que realmente es muy decisivo: antes de la reforma, el decil más rico, que está en la cúspide de la pirámide, aportaba con
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el 10 % de los recursos tributarios derivados del impuesto al renta nada más y después de la reforma el mismo decil aportaría 23,8 %. Por último, ¿qué consecuencias trae el pago sobre las utilidades percibidas o devengadas en la eliminación del FUT? Es la inversión del crecimiento. Esta es una pregunta importante, es una vasta e importante interrogante. Sobre todo, teniendo en cuenta que la economía no es una ciencia exacta y su capacidad de predicción es muy limitada, pero sin duda es una interrogante pertinente el problema del reincentivo a la inversión, en particular. Existen diversas teorías que permiten aproximarse al problema, aun cuando muchas de ellas parecen más supuestos ideológicos o doctrinales que empíricos. Uno de ellos, de estos enfoques, critica la reforma tributaria porque la recaudación total de ella sería de un 3 % y dice que afectará en la misma proporción al ahorro privado, no obstante que esos recursos se gastarán, van a volver al circuito económico. Se prevé así, una disminución de la inversión y el crecimiento y por qué no, también del empleo sobre esa base. Esa argumentación prevalecía antes de la crisis del ‘29 y antes de Keynes; de buscar el presupuesto equilibrado, porque los impuestos serían un mal per se. Que es la argumentación del neoliberalismo actual, conocida como el Teorema de Laffer. Para quienes el aumento de impuestos lleva al individuo a trabajar menos y a ahorrar menos. Por supuesto que no tiene ninguna base empírica muy sólida. Respecto a la inversión de las empresas, los economistas divergen respecto a la importancia relativa de los factores que la determinan. Para unos son las perspectivas futuras, la demanda futura la que juega un rol fundamental. Para otros son las ganancias realizadas, las restricciones del endeudamiento, el nivel de la tasa de interés, además cada una evoluciona en el corto plazo de distintas maneras, la visión del
ciclo. Para quienes tenemos una visión no neoclásica de la economía, quienes nos inspiramos más de la economía poskeynesiana de Schumpeter, estamos más abiertos a los análisis de ciclo, de la evolución de la inversión de fenómenos mucho más complejos que la visión neoclásica. Termino aquí. La coyuntura económica actual de la economía chilena es muy compleja. El debate se está dando en un contexto de desaceleración de crecimiento. Por eso hay que pensar el problema de los incentivos después de la reforma, o en el proyecto de la reforma. No sé si puede ir el problema de los incentivos. Entonces yo creo que eso lo relevo como algo importante y abierto.
Intervención del Sr. Guillermo Larraín. Economista. Ex Superintendente de Valores y Seguros, ex Superintendente de AFP, Presidente del Centro de Regulación y Estabilidad Macrofinanciera (CREM) y Vicepresidente del Banco Estado Quisiera primero agradecer al Instituto Igualdad, a Camilo Escalona, a Hugo por la invitación. Me siento muy honrado. Quisiera partir por una cosa bien general. Es que creo que si uno no parte por principios bien generales, cuando llega a detalles de la discusión actual, creo que se pierde, se tropieza y hasta se puede traicionar en sus objetivos. Creo que estamos viviendo un período de cambios muy profundos y entendemos que los cambios que queremos implementar, los cambios que la Presidenta Bachelet nos invitó como país a implementar en
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los próximos años, queremos que sean cambios que perduren, queremos que sean cambios que se instalen y que persistan. Y esos cambios, creo que uno los podría catalogar en una idea. Queremos construir un país más justo y un país donde haya una mejor distribución de las oportunidades para todos sus ciudadanos, y la pregunta es si el sistema tributario tiene algún rol, y yo creo que la respuesta es que sí. Es decir, nuestro sistema tributario actual no se condice con estos objetivos de tener un país más justo y con mayor igualdad de oportunidades para todos. Ahora, se ha dicho, y se repitió en este panel, que de alguna forma, la situación actual se parece a la que vivió la Concertación a comienzos del año ‘90. Nosotros estamos preparando un seminario la próxima semana en la Escuela de Derecho de la Universidad Diego Portales sobre los cincuenta años del gobierno de Eduardo Frei Montalva, que asumió hace exactamente cincuenta años. Y es bien interesante, yo creo que la situación que estamos viviendo ahora se parece más a la del año ‘64 que a la del año ‘90. Es decir, un gobierno que viene con una gran cantidad de ideas, muy reformista, muy novedosas para lo que se estaba viviendo en esos años, que los trata de implementar a una velocidad extraordinaria. Eduardo Frei asume en noviembre del ‘64, en diciembre había lanzado la primera política del cobre con la chilenización; dos semanas después, lanza el programa de educación, y un poco antes de pascua, lanza el programa de promoción popular. Entonces, en tres meses un país que venía de un gobierno conservador de Jorge Alessandri, se ve enfrentado a este mare magnum de reformas que proponía la nueva administración. Había un componente tributario en ese programa, que era un impuesto al patrimonio, que a mí, honestamente, no me gusta nada, pero era el impuesto que traía esa reforma. Pero quiero decir que esa reforma llegó tan
rápido. Además en un gobierno que fue electo con más del 50 % de los votos. No es que en realidad hubiera una mayoría en favor de ese programa de gobierno necesariamente, sino que hubo condiciones particulares que probablemente abultaron el apoyo que ese gobierno tuvo al inicio. Este programa de la Presidenta Bachelet es muy grande, no es solo lo tributario. Es un gobierno realmente ambicioso en sus reformas. Creo yo, hay que hacer una exageración de la pedagogía, una exageración de la explicación y de los objetivos que se quieren cumplir. Nadie tiene por qué creernos, nadie tiene que estar convencido de nuestros argumentos. Si los doy una vez, replicarlo dos, tres, cuatro, cinco veces, y cuando uno examina el gobierno de Eduardo Frei Montalva, creo que uno puede llegar a esa conclusión de algo que faltó probablemente en los primeros años. Queremos entonces generar condiciones para un país más justo, con mayor igualdad de oportunidades para todo el mundo y eso tiene que quedar claro: que implica la contribución de todo el mundo. Es bien bonito ver algunos discursos de Eduardo Frei Montalva donde hace apelación a que todo el mundo haga algo. Esto es un proyecto país, y eso requiere que todo el mundo ponga algo de su parte. No solo los más ricos. Esto es un esfuerzo colectivo, y como tal, todos tenemos algo con qué colaborar en esa materia. Es muy raro decir que se va a obtener algo sin dar nada a cambio. Yo creo que ese es un principio importante. Este es un proyecto colectivo. Entrando en materia, creo que hay elementos técnicos bien potentes que justifican los elementos centrales del programa y quiero hablar del programa porque si uno se detiene a hablar directamente de la reforma tributaria, creo que se enreda porque hay más cosas sucediendo, y más cosas que afecta la propia evaluación que uno haga de la reforma tributaria. Quisiera referirme a esta en un
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instante. Antes de eso, déjenme decirles que la economía política de cualquier cambio tributario es súper compleja, porque evidentemente que quienes van a ver disminuido sus ingresos producto de las alzas de impuestos van a intentar defenderse, y por tanto, van a focalizar la tensión pública no en el equilibro general de la economía y de la sociedad que se está moviendo producto de todas las cosas que ocurren, sino en los particulares puntos que sin duda duelen a los intereses de algunas personas. Entonces, las críticas, la mayor parte de las veces, lo que hacen es referencia a puntos específicos y no a la globalidad. En parte, el tema de la globalidad es difícil medirla, pero si alguien no tiene visión de la globalidad y de que están pasando muchas cosas, creo que es bien difícil de hacer una evaluación global del sistema. La pura derivada parcial, como diríamos en cálculo, no sirve para evaluar adecuadamente esta reforma. Un ejemplo: el alza de impuestos de primera categoría. Cuando uno hace cualquier ejercicio tributario de valorización de un proyecto, lo que hace es que el valor del proyecto cae, y lo que uno tiene que decir es que en el margen, hay algunos proyectos que no se van a realizar. Y por lo tanto, eso es bastante claro. Si uno para el análisis ahí, entonces ya sabemos cuál es la respuesta. Va a pasar eso. Pero lo que ocurre es que la inversión, tal como el ahorro, depende de otras cosas. La inversión evidentemente depende de una proyección a largo plazo, a muchos años plazo; efectivamente de los flujos financieros que vayan a generar los proyectos de las empresas. Y en este análisis, creo que la mayor parte de los analistas opera en un esquema mental como si la alternativa fuera no hacer nada y todo es fantástico. Como si no existiera el programa de la Presidenta Bachelet que se está haciendo cargo de los problemas reales del país y que si no nos hiciéramos cargo de esos problemas seguiríamos como una tacita de
leche por los próximos veinte años. Yo creo que ese es un supuesto profundamente errado. Yo creo que este país no resiste seguir haciendo lo que está haciendo, y por lo tanto, hay que evaluar el escenario alternativo, no con la tacita de leche para la inversión, sino que con un escenario bastante movido. Yo creo que la inversión tiene al menos dos otros componentes, o dos otros determinantes, que son fundamentales, que se están moviendo en este gran armatoste que corresponde al proyecto de gobierno: uno tiene que ver con la paz social. Yo creo que la paz social juega un rol en la determinación de la inversión a largo plazo. Yo creo que este programa da cuenta de los riesgos que tiene este país respecto de la paz social hacia el futuro. Lo mismo tiene que ver con el capital humano. Estamos apostando por una reforma educacional que pretende mejorar el capital humano y este país, su principal obstáculo al desarrollo, es precisamente la calidad de su capital humano. Pero todas estas cosas traen incertidumbre, traen dudas, cuestionamientos de parte de quienes no creen en este esfuerzo que estamos haciendo y por eso, es importante enfatizar la pedagogía. Pero si uno toma esas cosas: aumento de impuesto y paz social y mejora en el capital humano, creo que es crucial para entender bien qué va a pasar con la inversión y qué es lo que le va a pasar al ahorro. Ahora, la discusión sobre el capital humano está un poco en entredicho, porque toda la discusión del sistema educacional se ha centrado en un punto que tiene que ver con el lucro, y acá uno lee la discusión en la prensa o en las diarios o en la televisión y no se entiende por qué una relación entre lucro y educación. Primero, hay muchos colegios que tienen estructuras societarias de sociedad comercial simplemente porque es la forma más fácil de establecer un proyecto educacional. Es mucho más complejo
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establecer una fundación o corporación. La segunda razón, que explica por qué muchos colegios tienen una estructura de sociedad comercial, es porque los bancos lo requieren. Es más, los bancos requieren que los activos estén a nombre de la sociedad comercial porque si en algún momento, la sociedad cae en cesación de pago y el banco tiene que ejecutar la deuda: ¿cómo vas a ejecutar un colegio, cómo vas a perder que se liquide con los problemas de imagen y costo social asociados? Entonces. el propio funcionamiento de la banca, a través de los años, razonablemente ha indicado que cuando se va a armar un colegio se arme como sociedad comercial con los activos ahí, de manera de poder hacer los préstamos necesarios. Con esto quiero decir, que no todos los sostenedores que están hoy día en la educación escolar en particular tienen como fin exclusivo el lucro. Yo creo que esto es muy importante porque se está haciendo una estigmatización generalizada que yo creo que es nociva. Entonces, ¿por qué el lucro sí afecta a la calidad? Hay una relación. Y el hecho de que estemos hoy día en un proceso que tiene como fin eliminar el lucro en la educación va a generar un impacto sobre la calidad. Dos ejemplos: imaginen un colegio donde hay una sala, donde hay un niño que es problemático. Y ese niño requiere el apoyo de un psicopedagogo. Bueno, la contratación de ese psicopedagogo entra a competir contra la última línea, contra la utilidad el ejercicio de quien sólo quiera generar lucro con el colegio. Un colegio o un sostenedor que solo quisiera tener fines de lucro va a ver en el psicopedagogo un obstáculo para su fin, y eso es malo. Ese niño necesita un psicopedagogo y no se le estaría dando. Segundo ejemplo. Si hay que mejorar la calidad de los profesores, es complicado, porque uno capacita a los profesores y luego se van a otro colegio que ofrece mejores rentas. Entonces, la inversión en capital humano
es algo que muchos colegios con fines de lucro no van a estar dispuestos a hacer, porque es una inversión riesgosa, y además los padres no tienen la capacidad de comparar la calidad del profesor A con la del profesor B. De manera que, en general, los colegios con fines de lucro van a preferir invertir no en la calidad de los profesores, sino que en símbolos externos de calidad: un buen edificio, que también vale, pero no en la calidad del profesorado. Entonces hay relación entre el lucro y la calidad del profesorado. Yo creo que eso es importante. Y por lo tanto, que en materia educacional haya este foco, me parece que va en la línea de lo que quiere el programa de gobierno. La tercera cosa que quería mencionar, en materia de meter la reforma tributaria en un contexto más amplio, tiene que ver con qué estamos hablando de la recaudación. Pero hay un parte que es estrictamente gasto público, y en un esquema keynesiano más básico el gasto público es expansivo. De hecho, si uno hace un ejercicio nuevamente trivial de un incremento de impuestos que sólo financia más gasto, eso, macroeconómicamente hablando, es expansivo. De manera que uno tiene que meter todos esos elementos a la juguera, y yo creo que es muy difícil en modelos de equilibro general que son muy difíciles de tener. Y es muy difícil asegurar a ciencia cierta que esto va en una dirección o en otra. Quiero mencionar dos cositas sobre los incentivos al ahorro y la inversión. El tema del FUT va a significar un incremento del costo de una de las fuentes de financiamiento de la inversión que es el capital propio. Eso es verdad. Y por lo tanto, la reacción natural de una empresa va ser recurrir a otras fuentes de financiamiento. La fuente que ha sido mencionada tiene que ver con endeudamiento, es decir, por esta vía vamos a aumentar el endeudamiento de las em-
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presas, lo que es malo. Habrá que ver. Pero ojo, que no hay que olvidar que hay otra fuente de financiamiento alternativa, que es aumento de capital. Esos aumentos de capital, hay gente que no lo quiere hacer porque no quiere disminuir el grado de control que tienen de las empresas. Y acá, uno vuelve al principio original que decíamos: un país más justo y con más oportunidades para todos. En los países desarrollados, las empresas se controlan con mucho menos participación del capital de la que tenemos en Chile. Mucho menos. Entonces no tiene, no es disonante con lo que estamos tratando de hacer, el decir que parte de la solución, también probablemente pase no por mayor endeudamiento sino que por aperturas de capital en la bolsa, por empresas que van a tener que financiar sus mismos proyectos de inversión pero por una vía distinta. Una cosa adicional sobre el FUT. El FUT es un subsidio al ahorro para financiar cualquier inversión y producto de ello es que efectivamente ha ocurrido que hay empresas que han utilizado el FUT para financiar inversión fuera de Chile y eso es un tema que merece ser debatido. Pero nuevamente quiero meterlo en la lógica del programa de gobierno. Lo que estábamos diciendo, es que uno de los elementos es establecer una nueva política industrial para Chile. Yo creo que más que pensar en incentivos al ahorro, que tiene que haberlos, tendríamos que acoplarlo con esa discusión sobre política industrial que está también en el programa de gobierno y que creo forma parte de las necesidades de nuestra economía.
medianas empresas van a poder descontar ese impuesto de su pago de IVA. Cuando uno mira la realidad ve que hay muy pocas empresas —el año 2011 solo un poquito más de 700 empresas— que ejercieron ese derecho de descontar el impuesto de timbres y estampillas del pago del IVA. Entonces, si este es un derecho, hay que decirle a todo el mundo que use ese mecanismo. Y eso efectivamente va a atenuar muchos temores que hay hoy día en la gente. Entonces, yo quisiera insistir en la pedagogía, en la necesidad de explicarle al país la importancia y la ambición de los cambios que están en juego y que son tantos, que efectivamente necesitan una explicación. Gracias
Y, para terminar, es importante en este ejercicio de pedagogía, enseñarles a los ciudadanos que hay ventajas que pueden obtener de esta reforma. El otro día, una persona me decía estar furiosa con el aumento de impuesto de timbres y estampillas, una persona de transporte escolar. Entonces, él argumento que nosotros decimos que las pequeñas y
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OPINIĂ“N
Thomas Piketty: Un economista de lo indesmentible por Jaime Illanes Silva Investigador Instituto Igualdad. (jaime.illanes@igualdad.cl)
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E
l impacto causado en el concierto internacional y en el campo de las ideas económicas, en un mundo globalizado, ha sido revelador con la publicación en Europa y Estados Unidos del libro de Thomas Piketty “El capital en siglo XXI”. Para los habla parlantes hispanos, el libro estará disponible en español en la segunda mitad del año. Algunos ya hablan del nuevo Marx del siglo XXI. En dicho libro el autor (economista francés), despliega todo su talento intelectual al ofrecernos un marco teórico suficientemente riguroso para comprender, en términos simples, aspectos fun-
“Lo más alarmante es el ritmo de concentración de dicho capital y por ende del patrimonio en cada vez menos personas o en un ínfimo porcentaje de la población mundial” damentales de un mundo complejo, en este caso, de la economía mundial. Piketty, parte dividiendo la economía en dos elementos fundamentales: el capital y el trabajo, que se emplean en la producción y participan en los ingresos. La diferencia fundamental en estos dos tipos de valor, radica que mientras el capital es algo que se puede comprar, poseer, vender y, en su lógica capitalista, acumular sin límites, el trabajo es el uso de una capacidad individual, pero también colectiva, que otros pueden remunerar pero no poseer, ya que la esclavitud ha dejado de existir. En relación al capital, las características
más relevantes son dos: la primera, que su precio lo determina el monto de los futuros ingresos que puede producir. La segunda, que el capital se acumula por el ahorro, por su tasa de ganancia o bien por la super-explotacion del trabajo humano. La tesis fundamental a la que Piketty arriba en su investigación, es que los países ricos (que ya eran ricos desde mucho antes), cada vez se están volviendo más desiguales. El autor analiza estadísticas de países, desde decenas de años atrás, para sostener dicha línea argumental y que son corroborados con cifras que presenta, por ejemplo, para el caso de EEUU. Esto último, también se puede asociar al aumento de lo que Piketty llama los “súper gerentes”, que reciben sueldos extremadamente altos, desbalanceando aún más las diferencias entre los ingresos de los trabajadores. El eje conductor sobre lo que Piketty quiere llamar atención, es que la rentabilidad del capital es incluso mayor que el desarrollo de la economía, es decir, la ganancia de los que son dueños de la torta de la riqueza en las naciones desarrolladas, supera a lo que en conjunto aportan distintos sectores de la economía a los países. Entendiéndose esto último, ya sea en términos PIB, salarios e inversión y desarrollo. Algunos están llamando a que estamos en presencia de un ciclo, en donde priman los factores de la rentabilidad por encima de los factores políticos de qué y para qué queremos determinadas tasas de ganancias y cómo las distribuimos. Un caso paradigmático que nos presenta el autor, es la acumulación de la riqueza en los Estados Unidos, que ha llegado a límites escandalosos según cifras y datos estadísticos presentados. Si esto lo comparamos con otro estudio para el mismo país, viene muy bien destacar al economista Schweickart quien analiza la situación norteamericana en
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términos de concentración del capital: si la desigualdad se midiera en tamaño, el 50% de la población mediría 1 metro y medio, y para quienes están en el 5% de mayores ingresos, la estatura sería de 5 metros. Sin embargo, quienes están en el 1% medirían 40 metros y existirían fortunas que alcanzarían estaturas de 6 y hasta 23 kilómetros. Si extrapoláramos dicha condición de la desigualdad en los EEUU, en términos de sus efectos, y lo aplicáramos al Chile actual, la situación es idéntica e incluso peor. Siguiendo esta línea de argumentación, todos los estudios hechos en el último tiempo sobre la distribución del ingreso en Chile llegan a las mismas conclusiones: las enormes desigualdades entre los quintiles o deciles más pobres y más ricos, no son nada en comparación con la desigualdad que existe respecto a los activos de las familias más ricas. Como señala un estudio de la Universidad de Chile de López, Figueroa y Gutiérrez , entre el 2004 y el 2010, el 0,1% de la población obtuvo el 17,6% del ingreso nacional y el 0,01%, el 10,1%. De dicho estudio, podemos inferir que el país que conformamos la inmensa mayoría de los chilenos y el 1 % de ricos, estos últimos presentan mayor concentración de la riqueza que gran parte del mundo capitalista. Ni en Estados Unidos, ni en Japón, ni en Inglaterra, el 1% de la población de un país goza de tanta participación de la riqueza de su propio país.
ínfimo porcentaje de la población mundial. Esto que el ciudadano común lo intuía, o en la menor de las veces lo sabía, ha empezado a ser cada vez más visible, no solo materialmente, sino también respaldado por estudios e investigaciones de economistas y cientistas sociales de diferentes países del mundo desarrollado. De ahí entonces, que el trabajo de Piketty, con toda la rigurosidad académica que se merece un problema de tal envergadura, viene con cifras duras y argumentaciones convincentes a desentrañar aún más los factores y causas de la concentración económica y de la desigualdad creciente de todos los países más avanzados de occidente. Por lo mismo, su libro ha sido ampliamente criticado, en distintos medios de comunicación, en diferentes columnas de opinión y con distintos tipos de instrumental y juicios de valor. El economista francés seguirá dando que hablar desde su libro “El capital del siglo XXI”
De lo anterior se desprende, y solo a manera de ilustrar mejor la evidencia, que el capital, en su doble condición, ya sea como capital fijo (tecnología, bienes, comodities) o financiero (dinero, acciones, papeles transables), ha tendido progresivamente a aumentar su tasa de ganancia en todos los países capitalistas y que junto con lo anterior, lo más alarmante es el ritmo de concentración de dicho capital y por ende del patrimonio en cada vez menos personas o en un
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Referencias •
Schweickart, David. 2002. After Capitalism (New Critical Theory).
•
López, Ramón; Figueroa, Eugenio y Gutiérrez, Pablo. 2013. La parte del león: Nuevas estimaciones de la participación de los súper ricos en el ingreso de Chile. Escuela de Economía de la Universidad de Chile. Serie documentos de trabajo, SDT 379.
OPINIÓN
Político pop por Oriana Avilés Moraga Cientista Político. Miembro e investigadora del Instituto Igualdad. (oriana.aviles@igualdad.cl)
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U
n político mostrando su casa en un misceláneo nocturno. Un candidato presidencial disfrazándose para la TV. Un programa de farándula comentando sobre la nueva pareja de un senador. Estas son situaciones que se han naturalizado a tal punto que ya se consideran parte de la misión de la televisión y como una herramienta de la política. Son situaciones que se toman por necesarias para la entretención del espectador, pero en realidad lo que hacen es difuminar la línea que debiese dividir al político del sujeto entretenido. El sociólogo italiano, Gianpietro Mazzoleni, explica en su libro —escrito en colaboración con Ana Sfardini— Politica pop. Da «Porta a porta» a «L’isola dei famosi» (2009) sobre el “matrimonio” que existe entre la televisión y la política, donde esta es una relación con beneficios mutuos: la TV gana al exponer de forma morbosa al político, exponiéndolo, no como un representante, sino como persona, a situaciones que lo sacan de su papel más serio, obteniendo así atraer audiencia; y el político al exponerse, obtiene amplia cobertura televisiva, haciéndose más conocido e invocando al voto personalista que lo puede llevar a ganar las próximas elecciones. Para esto, los representantes de la ciudadanía están optando por la utilización de técnicas propias de un comunicador de televisión: manejo de cámaras, cuñas, temáticas, lenguaje corporal, etc. Giovanni Sartori lo explica en su libro Videopolítica (2003), desarrollando la idea de que la política ha pasado por un proceso de regresión cognitiva, pasando de las ideas, programáticas, fundamentos, etc. a las imágenes. Por lo cual, es útil acercarse al escenario televisivo para obtener sus beneficios. La idea de que la política puede ser transformada en algo divertido, atra-
yente y agradable hace fácil el appeal sobre los políticos, especialmente en sistemas electorales de fuerte competencia entre personalidades, más que entre ideas o posiciones. En la sociedad del espectáculo, para un político “[...] o sino para un líder de partido participar en un misceláneo o show televisivo guiñando el ojo a los medios que amplificaran en las páginas de los tabloides su performance, es un método infalible para obtener popularidad y simpatía a buen mercado” (Mazzoleni & Sfardini 2009, 30).
“El hecho de que el político esté enfocándose en crear una figura pop lo ha acercado a la ciudadanía, pero, también, ha permitido, entre varias cosas, bajar la discusión sobre la política, dejando de hablar de lo que es realmente importante” Al analizar esto, se puede encontrar rápidamente la mezcla que existe en la actual televisión chilena: Mario Kreutzberger comentando el cambio de mando de este año y, cada vez que se acerca una elección de la primera magistratura del país, la exposición de la privacidad de los candidatos presidenciales de turno. El político —no todos, no hay que generalizar—, se ha alejado del perfil del representante de una idea de país y se ha acercado al personaje. Si le preguntamos a un ciudadano de a pie si sabe quiénes componen la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, pro-
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bablemente no lo sabrá. Pero si le preguntamos sobre alguna cosa, sobre un político, que haya salido en el diario con perfil farandulero de circulación nacional, a lo menos tendrá una idea. El hecho de que el político esté enfocándose en crear una figura pop lo ha acercado a la ciudadanía, pero, también, ha permitido, entre varias cosas, bajar la discusión sobre la política, dejando de hablar de lo que es realmente importante. En esta misma línea, se debe reconocer que no todo es tan malo. La exposición del sujeto político de esta manera, ha hecho que ciertas temáticas que no le interesaban, se presenten de manera más simple y atractiva. No obstante, esto no ha hecho que la política siga siendo el tema vapuleado por gran parte de los ciudadanos. Es cosa de ver la última encuesta CEP (julio 2014), donde la confianza en los partidos políticos es del 6%. Presentada la situación, se debe trabajar para que la política no se degrade, y deje de ser tema de entretención en la televisión. La política puede ser atractiva, pero sin dejar de ser el aspecto más importante en la cual se basan las decisiones que rigen nuestras vidas. Y por esto mismo, quienes nos representan, pueden tener espacios en la televisión, pero sin desviar la atención a temáticas banales
Referencias
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•
CEP. (Julio de 2014). Centro de Estudios Públicos. Estudio Nacional de Opinión Pública. En http://www.cepchile.cl/ dms/archivo_5640_3591/encuestaCEP_ Julio2014.pdf
•
Mazzoleni, G., & Sfardini, A. 2009. Politica pop. Da «Porta a porta» a «L’isola dei famosi». Bologna: Il Mulino.
•
Sartori, G. 2003. Videopolítica. Madrid: Fondo de Cultura Económica.
Por Richard Espinoza. (Trabajo propio) [CC-BY-3.0]
POLÍTICA Y SOCIEDAD
Algunas notas sobre lo político, lo social y la política por Luis Thielemann (www.redseca.cl) Reseña y otros escritos disponibles en www.redseca.cl. El presente escrito, ha sido modificado única y exclusivamente en el formato de cita en texto y referencias, según criterios previos de Revista Igualdad y Democracia, conservando de forma íntegra el texto original del autor.
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L
a articulación de lo político, lo social y la política sigue conformando un problema teórico constantemente eludido o negado en función de la absorción de los tres términos por uno de ellos. Mientras la teoría conservadora, desde que lo social se volvió revolucionario a fines del siglo XVIII, desde Burke a Hannah Arendt, han sostenido una necesaria distancia entre lo social, visto como naturaleza, y la política, deseada como práctica limitada en dicha naturaleza. Las condenas hechas una y otra vez contra los intentos de la crítica por cruzar —o mejor dicho mezclar— en la interpretación de los hechos y en la práctica política, una y otra dimensión de la realidad, alcanzaron su objetivo en los ’90 del siglo pasado. El objetivo represivo se cumplió cuando la posibilidad misma de abrir un proceso de reforma político y social a la vez, fue aplastada junto a los denominados socialismos reales. Pasado ya de entonces casi un cuarto de siglo, dos crisis económicas de alcance global y casi un lustro de disturbios de todo tipo en el orden global desde aquella derrota, se vuelve necesario, además de una práctica política que unifique las dimensiones de lucha, subvertiendo la enclaustración de la política a la pretendida sacralidad del salvajismo social, una teorización sobre aquello que recupere la tradición unitaria de análisis de lo real del materialismo histórico. Este escrito propone una forma para el puzzle, que use todas las piezas (las tres) a su disposición. Así, lo político, lo social y la política se presentan como dimensiones de un acontecimiento o proceso histórico que pueden servir a modo de perspectivas del mismo. A la vez, debe aclararse que dichas perspectivas no deberían ser usadas, a riesgo de ofrecer una imagen incompleta del periodo a estudiar, si es que no consideran las otras dos dimensiones restantes como inextricables a la utilizada. Y es que no existen hechos puramente sociales o po-
líticos, si no que simplemente hechos, que pueden comprenderse abstractamente en lo político, concretamente en lo social y que se ven definidos secularmente a través de la política; y es frente a esa totalidad que se debe siempre ubicar la mira de la historia política, independiente de la perspectiva escogida. La articulación de tal relación es el objeto de las páginas siguientes.
a) Lo político y lo social Fue en los descuentos del siglo XIX que la caracterización crítica de la sociedad chilena se hizo presente. La inserción de Chile en los circuitos del moderno capitalismo con base en Europa occidental, produjeron la adaptación de su formación social y el Estado se expandió como organizador de la producción, transformando la vida de cientos de miles de personas e impulsando un proceso de modernización de sus relaciones sociales. La estructura social colonial, basada en claves raciales o de estamentos, dio paso, en el pasar de un siglo, a una nueva organización de las clases en torno a la extracción mineral y el agro. Esta organización clasista fue dirigida por élites comerciales y financieras, en que la vida urbana tuvo cada vez mayor preponderancia por sobre el agro y la política moderna, de masas, ocupó el lugar de la vieja fronda aristocrática. El siglo XX llegó al mundo parido por la lucha de clases abierta, a la que se le sumó la novedad histórica y rupturista de una interpretación global que fue propia de las clases trabajadoras, el socialismo en todos sus matices, y que maduró en las entrañas de la modernización capitalista antes mencionada. En este marco y con el ascenso de una cultura popular “para sí”, la disección de la sociedad en grupos con intereses contradictorios se hizo evidente, volviéndose el eje del ordenamiento político. En dicho fondo his-
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tórico basaremos el análisis, ubicando el epicentro entre los años 1957 y 1973. Basándonos en la tesis de una perspectiva integrada del origen de los conflictos sociales (Olin Wright 2010, 98 – 112) a la formación social existente en el Chile del siglo pasado, lo político y lo social se han correspondido con dos prismas sobre los mismos hechos. Ambas perspectivas dan cuenta del estado de las relaciones sociales de producción, circulación e integración al Estado. Así, la primera hipótesis es que lo político de un hecho histórico es la abstracción hecha sobre el grado de asociación o disociación, tanto en el discurso como en la praxis, de las relaciones sociales antes mencionadas. La segunda hipótesis y que resulta de la primera, es que lo social es la perspectiva sobre la historia concreta (y no abstracta) de la disociación de las relaciones sociales. La tercera hipótesis es que lo social no puede explicarse globalmente sin la perspectiva en lo político, a la vez que lo político no es sino una elucubración si no se verifica su realización en lo social. Lo político, para la tradición del materialismo histórico, surgirá en lo social, cuando este grado de disociación se reconozca como el más agudo, como antagonismo, o sea, como lucha de clases. Es decir, cuando la conciencia se funde con la existencia. Esto no define a priori la forma histórica precisa de dicho antagonismo, aunque sin embargo se ha expresado recurrentemente tanto como violencia social, o bien, en su grado más agudo, como violencia política (guerra civil, revolución, golpe, etc.). Lo político está definido por lo social, y, a su vez, lo social está definido por lo político. En ese sentido, lo político no puede ser entendido únicamente como una especie de definición a priori de lo social. La relación tiene que ver con que mientras lo político es la abstracción explicativa de la conflictiva asimetría social, tanto en su formación como en su presente, lo
social es la asimetría en su forma histórica inmediata y continua. Es la cotidianidad que no requiere abstracción para quienes la viven, pero sí para quienes buscan redefinirla. Así, si lo político se define en términos de ‘antagonismo’, de lucha de clases, entonces lo político es la única forma de explicar la totalidad de lo social, ya que no puede esconder el proceso histórico y a la vez presente de disección original que le da forma. Cuando lo social se explica, lo que se explica es la relación de lo político. Esto debido a que efectivamente lo social es posible de definir mediante procedimiento ‘científico’, lo que no quiere decir neutral. Por ejemplo, la explotación crecientemente extensiva en la primera mitad del siglo XX dio paso a una intensificación de la misma hacia la segunda mitad, un hecho que es cuantificable y probable en las horas trabajadas, en las resistencias a la implementación del proceso, en la alteración de la cultura de los trabajadores, etc. pero del mismo modo, tal verificación se corresponde con una abstracción relacional de los factores que explican el fenómeno: la práctica de las clases propietarias de mantener la tasa de acumulación, estancada hacia fines de los años cincuenta, creciendo hacia la participación del trabajo en la ganancia . Luego, la radicalización en clave socialista del conflicto entre capital y trabajo, observable en los años sesenta y hasta 1973, nos permite sostener que lo social se vuelve consciente de lo político, a la vez que lo político adquiere luz propia con los hechos de lo social, más allá de la teorízación pura. Pero la historiografía —y cualquier otra ciencia social— puede, y tal vez debe, elegir una perspectiva de las dos presentadas. En base a lo expuesto antes, una perspectiva declaradamente social debiese ser aquella que —y como efectivamente ha ocurrido— ponga el acento en conocer la textura de los hechos
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relevantes que ocurren a través de las relaciones sociales de producción, circulación e integración al Estado (por ejemplo, las transformaciones identitarias del movimiento de pobladores o la medición de la intensificación de la explotación entre 1956 y 1970). A su vez, una perspectiva declaradamente política debiese concentrarse en el devenir conflictivo de dichos hechos, específicamente en sus momentos de definición secular (por ejemplo, los conflictos del movimiento de pobladores con el estado o el aumento de la actividad huelguista y la agudización de sus aristas antiestatales y socialistas en la década de los sesenta). Los hechos y fenómenos siguen siendo los mismos, pero es la perspectiva utilizada la que modifica sus aspectos a acentuar e hilvanar en el relato que de ellos se abstrae.
b) Lo político y la política Si se observa correctamente, en la última idea presentada hemos realizado un desplazamiento conceptual. Hemos pasado de lo político como una abstracción que explica lo social, a una perspectiva que le da sentido histórico a los hechos sociales. Esto no es una contradicción a pesar de que lo parezca, es más bien una necesaria atención a la doble dimensión del prisma político antes mencionado. Hemos sostenido que son las relaciones sociales de producción, distribución e integración al Estado las que definen la forma de lo social y que se explican y definen en lo político. Debido a que estas relaciones han sido, por lo menos desde la inserción abierta de Chile al capitalismo (c.1880), sustancialmente asimétricas y en conflicto, desde un bando conservador de dichas relaciones y otro, muy amplio y diverso, popular y reformista, entenderemos que la abstracción
en lo político de lo social es una relación de ida y también de vuelta. Esto quiere decir que cuando se realiza la abstracción explicativa de lo social en lo político, esta abstracción es hecha por sujetos y grupos sociales históricamente concretos, o sea, que son parte de su objeto de análisis; y que al ser realizada, evidencia que lo social no es un tiempo continuo, sino que tiende a la crisis (por ejemplo, a la polarización social de 1971 – 1973). Dicha crisis sólo es comprensible como una definición secular de una fase social, o sea, de una forma histórica de las relaciones sociales, y tal definición ha ocurrido en la forma abstracta de lo político para los sujetos que lo experienciaron. Marx sentenció aquello al establecer que “la teoría se convierte en poder material tan pronto como se apodera de las masas” . Así, la totalidad social es algo formado por la interacción de sujeto y objeto, de conciencia y praxis, o, lo que es lo mismo, de estructura y acción. El proceso de definición, ya sea en los hechos cotidianos administrativos que lo larvan o en sus momentos de radicalidad y antagonismo desatado, altera fundamentalmente el orden de lo político, por tanto, es una definición que se adjetiva como política. Y se reconoce vulgarmente como “la política”. Esta disección analítica necesaria entre los hechos históricos denominados como políticos no es una novedad, pero sólo adquiere validez si se reconoce lo inherentemente conflictivo de lo social. Esto quiere decir que es válida siempre y cuando la perspectiva asuma que la sociedad no es tal, sino una disociación de grupos definidos por las relaciones sociales de producción, y desde allí, las de circulación y formación estatal que hemos mencionado. En ese sentido, es propia de una perspectiva crítica. Para Antonio Gramsci, quién puso mucha atención a este problema desde una perspectiva histórica, el reconocer la imposibilidad de una sociedad como tal, o sea, de una asociación de gru-
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Por Nicolás15 (Trabajo propio) [CC-BY-SA-3.0]
pos sociales, le permitió proponer dos visiones de lo político, a las que llamó indistintamente pequeña y gran política o sentido restricto y sentido ampliado de la política . Para el pensador italiano, la Gran política (o, para este caso, “lo político”) “comprende las cuestiones vinculadas con la función de nuevos Estados, con la lucha por la destrucción, la defensa, la conservación de determinadas estructuras orgánicas económico-sociales”; mientras que la pequeña política (o “la política”) “comprende las cuestiones parciales y cotidianas que se plantean en el interior de una estructura ya establecida, debido a las luchas de preeminencia entre las diversas fracciones de una misma clase política” (Gramsci, Cuaderno 8). De más está decir que no es posible definir que unos hechos “pertenecen” a la gran política y otros la pequeña política. En realidad, los hechos de la pequeña política (el debate parlamentario de los años sesenta, por ejemplo) se ven tensionados a cada momento por los de la gran política (la lucha de clases abierta con la crisis del modelo ISI), y a su vez, la pequeña política o, simplemente la política, es la textura real del proceso histórico de lo político o gran política. Tal relación de distinción le permitió a Gramsci estable-
cer que “Gran política es, por lo tanto, la tentativa de excluir la gran política del ámbito interno de la vida estatal y de reducir todo a política pequeña” (Gramsci, Cuaderno 8). Así puede ser visto, por ejemplo, el proceso mediante el cual la Revolución en Libertad de Frei Montalva intentó integrar los grupos más volátiles de los años sesenta (pobladores y campesinos) al pacto estatal, buscando con ello desactivar el potencial subversivo de sus conflictos cuando se veían articulados por los partidos de izquierda. Gramsci nos deja una última advertencia que acentúa el carácter distintivo de la relación entre ambas dimensiones de los hechos políticos, asegurando que “es propio de diletantes, en cambio, plantear la cuestión de una manera tal que cada elemento de pequeña política deba necesariamente convertirse en problema de gran política, de reorganización radical del Estado”. “Es justa así la observación —agrega el italiano— de que no existe oposición de principio entre principado y república, sino que se trata de la hipóstasis de los dos momentos de la autoridad y de la universalidad”. Así, Gramsci propone una manera de distinguir lo político de la política, verificable en los hechos, y que coloca la frontera
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en el grado de cuestionamiento al sistema en su conjunto (o sea, lo social entre tiempo continuo y la ruptura). Gramsci ofrece una oposición, puramente ilustrativa, entre lo político y la política como una entre una “política creadora y [una] política de equilibrio, de conservación, aunque se tratase de conservar una situación miserable” (Gramsci, Cuaderno 8).
Cierre A pesar de las sucesivas advertencias hechas en el texto, se deben reafirmar que este marco analítico sólo cobra validez cuando se asume que los hechos históricos no pueden ser situados como específicamente políticos o específicamente sociales, sino que como parte de una totalidad. Se propone que deben ser observados eligiendo uno de estos prismas a la vez que se comprende el otro como codeterminante de la totalidad. A su vez, se entiende que esta totalidad está fracturada por el conflicto social y que, por tanto, lo social no es una unidad y lo político es la prueba de ello. Asimismo, el prisma político debiese comprender la distinción de campos que se hace entre la política y lo político, para evitar caer en exageraciones o subestimaciones sobre la trascendencia en el proceso de un acontecimiento puntual. La propuesta que hemos presentado no pretende por ningún motivo servir de canon teórico, algo que sería muy pretencioso. Lo que se busca es ofrecer elementos para abrir un debate que creemos se encuentra estancado, y que urgentemente necesita ser retomado en la práctica intelectual y académica crítica, especialmente en el estudio de la historia
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Referencias •
Coutinho, Carlos Nelson. 2011. Gramsci, el marxismo y las ciencias sociales, en Marxismo y política. Santiago: LOM
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Gramsci, Antonio. n.d. Gran política y pequeña política, Cuaderno 8 (XXVIII), 19 bis-20, en http://www.gramsci.org.ar/ tomo4/175_gran_pol_y_p.htm
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Marx, Karl. 1844. Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel.
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Olin Wright, Erik. 2010. Comprender la clase. The New Left review (60), Enero – Febrero.
Por Jmbenga (Trabajo propio) [CC-BY-SA-3.0]
TRABAJO
¿Es el que cobra el salario mínimo el esclavo moderno? por Nicolás Jara Estudiante de Derecho. Presidente Comunal Estación Central. Juventud Socialista de Chile.
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sa pregunta formula el francés Michel Onfray en su Antimanual de filosofía. Enseguida responde “probablemente es así, si definimos al esclavo como el individuo que no se posee, sino que pertenece a un tercero a quien está obligado a alquilar su fuerza de trabajo para sobrevivir (...) Esclavo es cualquiera que sufra este proceso y desempeñe en la sociedad un papel degradante que no puede permitirse el lujo de rechazar”. A propósito, en nuestro país, recientemente el Gobierno, a través de sus ministros de Hacienda y de Trabajo y Previsión Social, y la Central Unitaria de Trabajadores alcanzaron un acuerdo que reajusta el monto del ingreso mínimo mensual a $225.000 a contar de julio de 2014, elevándose a $241.000 a contar de julio de 2015 y, finalmente, a $250.000 a contar de enero de 2016. Dicho acuerdo, se materializó en un proyecto de ley iniciado en mensaje de la Presidenta de la República (boletín N° 9423-05), el cual fue ingresado a la Cámara de Diputados el pasado martes 1 de julio, siendo aprobado en general y despachado a la cámara revisora, la cual lo aprobó sin modificaciones, terminando su tramitación con la promulgación el pasado 14 de julio (ley N° 20.763). La celeridad con la cual se ha tramitado esta iniciativa, dada la urgencia de discusión inmediata presentada por el Ejecutivo, ha permitido escasamente que se pueda debatir en el Congreso Nacional y en la opinión pública acerca del espíritu que, de acuerdo a las normas y principios del derecho del trabajo, debiera inspirar toda determinación legal del salario mínimo. En primer término, debemos señalar que el concepto de ingreso mínimo mensual vino a sustituir el de sueldo vital, derogado por la ley N° 18.018 de 1981, el que se entendía como “el ne-
cesario para satisfacer las necesidades indispensables para la vida del empleado, alimentación, vestuario, habitación; y también las que requiera su íntegra subsistencia”. Sin embargo, por efecto de la inflación y de reajustes insuficientes, el sueldo vital se fue depreciando y dejó de cumplir con las exigencias de su propia definición, siendo reemplazado por el ingreso mínimo mensual, el cual nació con el objetivo de garantizar un adecuado nivel de suficiencia que permitiera la satisfacción de las necesidades del trabajador y su familia.
“Si consideramos que el valor de la línea de pobreza corresponde a dos veces el valor de una canasta básica de alimentos ($40.545 a mayo de 2014), el monto bruto del ingreso mínimo mensual propuesto por el proyecto de ley en comento ni siquiera cubre la línea de pobreza para una familia de cuatro personas” Cabe preguntarse entonces, si el ingreso mínimo mensual cumple con el requisito de suficiencia exigido. Si consideramos que el valor de la línea de pobreza corresponde a dos veces el valor de una canasta básica de alimentos ($40.545 a mayo de 2014), el monto bruto del ingreso mínimo mensual propuesto por el proyecto de ley en comento ni siquiera
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cubre la línea de pobreza para una familia de cuatro personas. Al respecto, es menester señalar que la Organización Internacional del Trabajo (OIT), mediante su recomendación N° 135, ha determinado que “la fijación de salarios mínimos debería constituir un elemento de toda política establecida para eliminar la pobreza y para asegurar la satisfacción de las necesidades de todos los trabajadores y de sus familias”. Por ende, el monto de este salario no es un asunto sin importancia puesto que, más allá de sus aspectos jurídicos y económicos, el ingreso mínimo mensual cumple una función eminentemente social, cual es la de asegurar una remuneración que no sea inferior a aquella que permita al trabajador y a su familia una existencia acorde a la dignidad propia del ser humano. La declaración de Filadelfia (1944) reafirma como principio fundamental en materia laboral aquel que señala que “el trabajo no es una mercancía”, el cual implica que el trabajador tampoco es una mercancía, es un ser humano cuya existencia le pertenece y la cual no puede quedar entregada a las leyes del mercado. Fijar un salario mínimo que no permite al trabajador vivir dignamente es, en definitiva, degradarlo a la esclavitud
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By Jiel Beaumadier (http://jiel.b.free.fr)]] (Own work) [CCBY-SA-4.0]
INTERNACIONAL
Sionismo – Gaza – ANP – Israel
Análisis político–histórico del conflicto palestino–israelí y propuestas para una palestina árabe, libre y soberana por Juan Pablo Pinto Montero
El siguiente ensayo se propone repasar la historia del territorio de la Palestina, comprender y relacionar los distintos sucesos bélicos, políticos, culturales, religiosos y sociales que caracterizan actualmente al conflicto palestino–israelí, y presentar algunas ideas dirigidas a alcanzar la paz entre los beligerantes y la libertad para Palestina”.
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Breve referencia a la historia del territorio de la Palestina
a.C., hace ya más de 2.700 años, fue el último período en que la humanidad conoció dominio judío en Palestina, sin contar al actual Estado de Israel.
A
fin de comprender mejor este conflicto, adentrémonos un poco en la historia. La Palestina —entendida como la región situada entre los límites del mar Mediterráneo al oeste, Líbano al norte, Siria al noreste, el mar Muerto y Jordania al este, la península del Sinaí (Egipto) al suroeste y el mar Rojo al sur— ha estado, como muchos territorios alrededor del mundo, bajo la dominación política de muy diversos poderes a lo largo de la historia. Sólo si tenemos ese factor en cuenta podremos entender que tan pequeña porción de territorio tenga tal nivel de significancia para distintas naciones, culturas y religiones Hacia el siglo XII a.C., ya había comenzado a instalarse en la región (conocida como Canaán) el antiguo pueblo filisteo, y ya alrededor del siglo IV a.C. existían algunas ciudades, como Jericó, Lajich, Megido y Gezar, entre otras. Sólo doscientos años después, aproximadamente, se adentraron en la región distintos pueblos de lenguas semíticas, como los fenicios y los cananeos. A partir del año 1200 a.C., el antiguo pueblo hebreo (constituyentes de la religión y la cultura judías) emprendieron campañas bélicas destinadas a conquistar y ejercer dominio político y religioso sobre las ciudades cananeas. Este proceso tardó alrededor de dos siglos, al cabo de los cuales alcanzó su hito más destacado: la conquista de Jerusalén. El dominio hebreo (dividido entre los reinos de Judá al norte e Israel al sur) se mantuvo entre tres y cinco siglos. Judá fue conquistado por el imperio Asirio en 721 a.C. y e Israel por el imperio Babilónico en 587 a.C. Fue el soberano de este último, Nabucodonosor, el que consiguió el dominio absoluto de toda la región. Así, tenemos que el siglo VIII
Sin embargo, esta dominación no tendría una vida muy larga, ya que Palestina caería bajo el dominio del imperio Persa en 539 a.C. Debemos agregar, para comprender la conexión que los judíos siguieron sintiendo por esta tierra, que el soberano persa Ciro II (y quienes le sucedieron) permitieron el retorno de quienes habían sido deportados por el poder de Babilonia, entre ellos, los hebreos. A esto siguieron más de doscientos años de dominación persa, hasta que Alejandro Magno y el imperio Macedonio se hicieron con el control de la región en 331 a.C. y, tras su muerte, fue la dinastía egipcia ptolemaica, de corte helenístico, la que rigió hasta 197 a.C., a cuyo dominio siguió el de sus rivales del imperio Seléucida hasta 142 a.C. Tras el declive de los seléucidas, siguieron varias décadas de inestabilidad política y constante mutación en el dominio de la región, haciéndose incluso con el poder los dirigentes de algunas rebeliones judías durante unos años. Todo ello acabó cuando el general romano Pompeyo transformó a la Palestina en una región más del mundo que vivió bajo la dominación de los césares. Desde entonces, y hasta el año 6 de nuestra era, Palestina fue un Estado judío aparentemente independiente, constituyéndose más bien como un reino cliente de Roma, lógica de subordinación que se replicó durante los períodos comprendidos entre los años 41 y 44, y 48 y 100, sin perjuicio de existir también gobernadores romanos durante esta segunda época. Entre los años 6 y 41, 44 y 48, y ya definitivamente a partir del año 100, se consolidó en Palestina una provincia romana que recibió el nombre de Judea.
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Dicha denominación, comenzaría a extinguirse a causa de las tres grandes rebeliones judías que se produjeron contra el Imperio. Ocurrieron entre los años 66 y 70, 115 y 117, y 132 y 135. Tras el aplastamiento de la tercera revuelta, el emperador Adriano deportó a los judíos de la región y fusionó las provincia de Judea y Siria, rebautizándolas como provincia de Siria Palestina, retomando la región el nombre con el que fuera conocida por los antiguos filisteos, previo a la conquista hebrea: Palestina. El año 395 se produjo la división del Imperio Romano entre sus regiones occidental y oriental, pasando Palestina a integrar el Imperio Romano de Oriente o Bizantino. La dominación romana sobre el territorio finalizó con la conquista árabe en 636, sucediéndose en el poder la dinastía Omeya, el califato Abbasí y la dinastía turca Selyúcida. La primera Cruzada logró derrotar a los selyúcidas en 1098, sólo para que Palestina quedara bajo el dominio del califato Fatimí. Los cruzados no obstante, lograron reconquistar Jerusalén, constituyéndolo como reino desde 1099 hasta 1187. La dinastía árabe Ayubí derrocó al Reino de Jerusalén, dominando la región y siendo sucedida por la dinastía Mameluca hasta 1516, cuando Palestina fue conquistada y anexada al Imperio Otomano. La soberanía turca se mantendría por más de cuatro siglos, hasta que en 1918, tras ser derrotado el Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial y ocupada la región por el Reino Unido, se constituiría por encargo de la Sociedad de las Naciones, el Mandato Británico de Palestina, época clave para la comprensión del conflicto palestino– israelí. La intención de esta breve ilustración histórica es exhibir la debilidad argumental de la pretensión sionista de hacerse con parte o la totalidad de Palestina en función de una conexión tras-
cendental entre esta tierra y la cosmovisión de la religión y el pueblo judíos. ¿Cómo puede el Estado de Israel alegar de este modo la legitimidad de su dominio en Palestina tras contemplar cuán amplio es el abanico de pueblos, ciudades, estados, imperios, reinos, sultanatos y dinastías que han ejercido el poder político en la región?
El sionismo A fines del siglo XIX, el periodista austro–húngaro y judío Theodor Herzl fundó el sionismo, movimiento político que impulsa el regreso del pueblo judío a lo que en la Biblia se define como la “Tierra Prometida”, porción de territorio que la divinidad judía Yahvé prometiera al patriarca hebreo Abraham, y que gran parte de los judíos entienden les correspondería por una especie de derecho divino surgido de un pacto entre Dios y los hombres. No se hablaría de “retorno” si no se concibiera la existencia del fenómeno denominado “diáspora judía”, correspondiente al proceso de migración hacia múltiples territorios, y radicación en ellos, que las personas judías iniciaron a partir de la deportación de la provincia romana de Siria Palestina ordenada por el emperador Adriano. Es menester destacar que lo que el judaísmo sionista llama “Eretz Israel” (“Tierra de Israel”) no abarca solamente el territorio en que actualmente el moderno Estado de Israel ejerce soberanía, sino que además comprende porciones de soberanía palestina, egipcia, libanesa, siria y jordana; por lo cual vale la pena preguntarse si en sí mismo el sionismo no constituiría una amenaza para la estabilidad política e integridad territorial de los países aledaños al Estado hebreo, al margen de la ocupación que actualmente ejercen del territorio
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del Estado de Palestina y el que alguna vez ejercieron respecto de la Península del Sinaí egipcia o los Altos del Golán sirios. Lo concreto es que el sionismo, además, se caracterizó como un “movimiento judío de liberación nacional”, que posibilitara su autodeterminación como pueblo. Esto implica asumir a los judíos no sólo como un conjunto de personas que profesan una religión común o comparten un mínimo conjunto de rasgos culturales, sino además como una nación. Y, en tanto nación, como conjunto humano que tendría derecho a reclamar un Estado. Todo esto, como es de esperarse, colisiona con la pretensión palestina de constituirse como Estado en el territorio que le es propio desde hace casi veinte siglos, experimentando todas las transformaciones políticas, sociales, culturales, religiosas y antropológicas que configuraron su actual etnia e identidad nacional en dicho lugar, sin haber emigrado en tanto pueblo a otras latitudes. Además, es necesario entender que el judaísmo, como religión que trasciende a cultura, no puede entenderse consustancial al sionismo moderno, siendo que éste se configuró hace menos de 150 años y que no todos los judíos comparten esta postura, existiendo múltiples corrientes judías antisionistas en diversas partes del mundo, que entienden al sionismo como un movimiento que busca legitimar la usurpación y ocupación de tierras que no les pertenecen, oprimiendo a los pueblos que las habitan y alejándose del ideal profético mesiánico de paz y armonía para el mundo y entre las personas que el judaísmo profesa. El sionismo ha hecho uso del poder político, económico y cultural que han poseído connotadas personalidades judías en pos de la consecución de sus objetivos. Un primer gran paso en esta línea, fue la Declaración Balfour, que en 1917
manifestó la posición favorable del Reino Unido a la creación de un “hogar nacional judío” en Palestina, territorio que en ese momento se encontraba bajo su protectorado. La consecuencia del apoyo británico fue la creciente migración de judíos a Palestina, a fin de radicarse allí, alterar las proporciones demográficas del Mandato Británico y constituir allí su propio Estado, al margen de la voluntad de las personas que allí habitaban: palestinos de lengua y cultura árabe, y de credos mayoritariamente musulmán y cristiano. Naturalmente, esto provocó crecientes tensiones y enfrentamientos violentos entre los árabes palestinos, que veían cómo el Reino Unido favorecía su desintegración en tanto tales, y los judíos, que venían a reclamar la Palestina como suya. Este conflicto alcanzó su paroxismo cuando en 1948, y tras la resolución de la ONU que en 1947 dividió Palestina en dos Estados (uno árabe y otro judío), el Reino Unido —próximo a cumplirse el plazo de su mandato en la región y agobiado por la intensidad del conflicto en ciernes— sencillamente la abandonó.
Los conflictos bélicos En mayo de 1948, tras el retiro del personal británico desde Palestina, los judíos proclamaron la “independencia” del Estado de Israel, la cual obviamente los árabes desconocieron y tacharon de ilegítima, estallando la Primera Guerra Árabe–Israelí, que enfrentó al naciente Estado hebreo contra Egipto, Siria, Transjordania (hoy Jordania), Líbano, Irak, Arabia Saudita, Yemen, el Santo Ejército (guerrilla palestina), el Ejército Árabe de Liberación (compuesto por voluntarios de distintas naciones árabes) y la Sociedad de los Hermanos Musulmanes (organización política).
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Por Hossam el-Hamalawy [CC-BY-2.0]
La guerra culminó en victoria israelí y la firma de un armisticio en 1949 entre los beligerantes, que supuso una extraordinaria ampliación del territorio israelí respecto de la porción asignada por el plan de partición de las Naciones Unidas y la ocupación, vía demarcación, de los dos territorios que en adelante serían conocidos como Territorios Palestinos: Egipto se hizo cargo de la Franja de Gaza y Jordania de Cisjordania, la cual incluía a Jerusalén Oriental, y por ende, a la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde se ubican varios lugares sagrados para las tres religiones monoteístas abrahámicas: cristianismo, islam y judaísmo. Para 1964, a instancias de Egipto y la Liga Árabe, ya se había constituido la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). En 1967 ocurre probablemente el suceso más dramático para el pueblo palestino: la Segunda Guerra Árabe–Israelí, más conocida como “Guerra de los Seis Días”, que se inició por un bombardeo que Israel ejecutó contra la aviación egipcia en la Península del Sinaí, amparada en el argumento de que Egipto, Irak y Siria preparaban una arremetida en su contra. Como resultado de este conflicto, en que Israel venció a una coalición forma-
da por estos tres países más Jordania, el Estado sionista ocupó la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Oriental, la Península del Sinaí y los Altos del Golán; provocando además una segunda estampida de refugiados palestinos, que sumada a la causada por la guerra de 1948–1949, supuso una catástrofe humanitaria que se extiende hasta nuestros días. Así, el Estado hebreo aumentó inmensamente el territorio que se encontraba bajo su dominio, dando cuenta de su alto poder de fuego y capacidad militar. Al cabo de algunos años, Israel firmaría tratados de paz con Egipto y Siria, lo cual conllevaría la devolución de la Península del Sinaí y los Altos del Golán, respectivamente. Pero iniciaba una era de opresión y agonía para el pueblo de Palestina.
La resistencia palestina Quien más sufrió las consecuencias de la Guerra de los Seis Días fue sin duda el pueblo palestino, que vio ocupada la totalidad de lo que venían siendo denominados desde 1949 sus territorios (muy menores en comparación a la re-
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gión histórica, aquella que aspiraba a convertirse en el Estado de Palestina tras el fin del mandato británico). Israel pasaba a ejercer dominio absoluto sobre los mismos, dejando a la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental sin ninguna cuota de autonomía. En 1959, se constituyó el partido político de carácter socialista —y afiliado a la Internacional Socialista— Movimiento Nacional de Liberación de Palestina Fatah, presidido por Yasir Arafat. Este grupo participó en la fundación y es hasta hoy miembro hegemónico de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), fundada en Jerusalén Oriental en 1964, siendo desde 1974 reconocida por la Liga Árabe como única representante legítima del pueblo palestino y por la ONU como miembro observador y representante del pueblo palestino. Por otro lado, nacería en 1987 el Movimiento de Resistencia Islámico Hamás. Desde su fundación, la OLP llevaría a cabo actividades de corte político–militar, tendientes a la liberación nacional del pueblo palestino y el fin de la opresión israelí sobre sus territorios y compatriotas. Si bien en una primera época, la OLP negaría cualquier reconocimiento al Estado de Israel, esta posición —en función del pragmatismo y la necesidad de libertad— mutaría hacia una aceptación del plan de los dos Estados y el abandono de la actividad armada como método de acción política y lucha. De este modo, en Argel (capital de Argelia), la OLP proclamó la independencia de Palestina en 1988, en los Territorios Palestinos de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental, reconociendo implícitamente al Estado de Israel en los territorios que ocupaba según el armisticio de 1949, previos a la guerra de 1967. Otro aspecto fundamental de la resistencia palestina han sido las “Intifadas”, levantamientos populares contra
la opresión israelí, iniciando la primera en 1987 (extendiéndose hasta 1993) y la segunda en 2000, esta última a causa de la ofensiva provocación que representó la presencia del primer ministro de Israel, Ariel Sharón, en la zona exterior de la Explanada de las Mezquitas (Jerusalén Oriental), mientras se negociaba el futuro de Jerusalén en Camp David (Estados Unidos). Una siguiente fase de la resistencia, más institucional, comenzó en 1993, cuando —en virtud de la firma de los Acuerdos de Oslo en Camp David— la OLP pasó a ser solamente la coalición política en el gobierno palestino, constituyéndose la Autoridad Nacional Palestina (ANP), encargada de la administración y el gobierno en los Territorios Palestinos. Años más tarde, en enero de 2013, la ANP se transformó en el Estado de Palestina, siendo reconocido por una importante cantidad de naciones del mundo, entre ellas Chile. Sin embargo, este camino institucional no ha estado exento de las dificultades que han opuesto Israel y su gran aliado: Estados Unidos. Ambos países han intentado permanentemente bloquear el acceso de Palestina a los organismos supranacionales, consiguiendo que Palestina aún no pueda ser aceptado como miembro pleno de la ONU (para lo cual se requiere el acuerdo del Consejo de Seguridad, instancia en la que EE.UU. tiene derecho a veto), pero no pudiendo impedir que lo sea como Estado observador ni que se integre a diversos órganos dependientes de Naciones Unidas.
Los acuerdos de Oslo Un hito fundamental en las negociaciones entre Palestina e Israel fueron los Acuerdos de Oslo (en los cuales Estados Unidos jugó un rol facilitador) suscritos en la residencia presidencial estadou-
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nidense de Camp David tras el ciclo de conversaciones en la capital noruega. Un paso clave para llegar a estos acuerdos fue la carta que Yasir Arafat, principal dirigente de la OLP, envió al primer ministro israelí, Isaac Rabin, reconociendo el derecho del Estado de Israel a existir. Como respuesta, Rabin reconoció a la OLP como representante legítimo del pueblo palestino. La factibilidad real para llegar a estos acuerdos comenzó a gestarse en la Conferencia de Madrid de 1991, donde se comenzaron a explorar alternativas para firmar acuerdos de paz entre el Estado de Israel y la OLP, Jordania, Líbano y Siria. Cabe decir que esta conferencia fue planeada por el gobierno español, con los respaldos del estadounidense y del soviético. Tras esta Conferencia, se iniciaron conversaciones secretas en Oslo (Noruega), decantando en un acuerdo suscrito en Washington. No obstante convenirse este acuerdo con la expectativa de que en cinco años se alcanzara una paz definitiva que permitiese la convivencia pacífica entre palestinos e israelíes, ello no ocurrió. Pero sí se alcanzaron ciertos consensos que vale la pena mencionar, tales como el autogobierno palestino en Cisjordania y la Franja de Gaza. Empero Israel, contrario a asumir una voluntad que permitiera avanzar hacia un tratado de paz, continuó con la ocupación de Jerusalén Oriental, la Franja de Gaza (desde donde se retiró recién en 2005, pero manteniendo hoy bloqueadas sus fronteras) y gran parte de Cisjordania, además de seguir con su política de construcción de asentamientos ilegales en la ribera occidental del río Jordán, entre varias otras muestras de opresión y usurpación.
Resoluciones relevantes de la Organización de Naciones Unidas En todos estos años, la comunidad internacional (por medio de la ONU) ha aprobado una serie de resoluciones que tienen como finalidad generar lineamientos para brindar soluciones a este milenario conflicto. Destacaré tres de ellas: 1. Resolución 242 (1967): En ella, se insta al Estado de Israel a hacer abandono de los territorios ocupados tras la Guerra de los Seis Días, respetando la integridad territorial de los países a los cuales pertenecen. Se asume esta resolución como un respaldo internacional al reconocimiento de un Estado palestino en los territorios de Jerusalén Oriental, Cisjordania y la Franja de Gaza. 2. Resolución 446 (1979): En ella, se niega validez jurídica y legitimidad a los asentamientos israelíes construidos en los territorios ocupados tras la Guerra de los Seis Días, lo cual deja en un marco de ilegalidad a aquellos construidos continuamente por el Estado sionista en Cisjordania. Además, se insta a Israel a no intentar alterar la realidad geográfica o demográfica de los territorios ocupados ni a traspasar su propia población a los mismos. 3. Resolución 478 (1980): Surge como reacción a la “Ley de Jerusalén”, aprobada por el parlamento israelí veinte días antes, que consagraba a Jerusalén “entera y unificada” como capital de Israel. Se la declaró nula, por lo cual dicha ley no goza de ningún reconocimiento internacional, en función de las resoluciones 242 y 446.
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4. Resolución 3236 (1974): En ella, la comunidad internacional reafirma el derecho inalienable de los palestinos a regresar a sus hogares, retornar a su territorio y recuperar sus bienes.
Situación actual En estos días, hemos sido testigos de la barbarie israelí contra el pueblo palestino, particularmente contra el que vive en la Franja de Gaza, a través de bombardeos aéreos e incursiones militares terrestres, sustentado en la supuesta necesidad de ejercer el derecho a la legítima defensa contra los cohetes con que Hamás ataca su territorio. Sin embargo, el mundo ha rechazado las acciones sionistas y condenado de la manera más enérgica la desproporción con que Israel ha vulnerado los DD.HH. de la población palestina. El derecho a la legítima defensa exige dos requisitos fundamentales para su ejercicio, que en este caso no se cumplen: una agresión militar previa y la proporcionalidad en la respuesta. La supuesta agresión previa que alega Israel es el secuestro y homicidio de tres jóvenes israelíes (a lo que siguió el asesinato de un joven palestino en Jerusalén por parte de ciudadanos hebreos), acción que el Estado hebreo atribuyó a Hamás, siendo que hasta hoy no existe ninguna prueba de ello y, de hecho, todo indica que el culpable es un ciudadano israelí. Por otra parte, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha manifestado que su respuesta ha sido proporcionada, acusando a Hamás de mantener secuestrado a su propio pueblo, además de utilizar escudos humanos y mantener instalaciones de lanzamiento de cohetes en recintos como escuelas y hospitales, más sin ninguna prueba, no resistiendo mayor análisis.
Es necesario mencionar un punto trascendental para una correcta interpretación política de los sucesos actuales. En abril del presente año, la OLP (que gobernaba Cisjordania bajo la presidencia de Mahmoud Abbas) y Hamás (que gobernaba la Franja de Gaza), conformaron un gobierno de unidad bajo el liderazgo del presidente Abbas, lo cual supone la aceptación por parte del Movimiento de Resistencia Islámico de la solución de los dos Estados, obstando así la justificación israelí relativa a la necesidad de combatir a Hamás a causa de su intención de aniquilar al Estado hebreo. Es evidente que la unidad palestina no conviene a los intereses de Israel que, como proyecto sionista, requiere mantener viva la posibilidad de ocupar nuevamente la Palestina entera, y territorios situados aún más allá. Es difícil que mientras los sectores de derecha y ultraderecha gobiernen Israel, la disposición del Estado hebreo cambie. Las acciones político–militares de los gobiernos y las Fuerzas Armadas del Estado de Israel han cobrado miles de vidas, destruido miles de hogares y muchísimas escuelas, hospitales, centrales de energía, establecimientos de comercio e infraestructura pública y privada, herido decenas de miles de personas y causado decenas de miles de millones de dólares en pérdidas. ¿Qué constituye todo esto en conjunto? Cualquier persona con un mínimo de conocimiento en Derecho Internacional de los Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario lo sabe: genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, por cuya autoría debieran responder los culpables ante la Corte Penal Internacional. No es posible, adecuado, ni correcto equiparar las acciones armadas israelíes con aquellas llevadas adelante por los grupos palestinos, pues unas son las
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FF.AA. (consideradas dentro de la élite militar mundial) de un Estado ocupante, genocida y opresor; y otros son precarios grupos de resistencia, que luchan por el bienestar, la autodeterminación y la liberación nacional de su pueblo. Intentarlo equivaldría, por ejemplo y para colocar un caso que nos sea cercano, asimilar las violaciones a los DD.HH., terrorismo de Estado, crímenes de lesa humanidad y genocidio que emprendió la dictadura que asoló nuestro país entre 1973 y 1990, con las acciones de resistencia armada de las organizaciones de izquierdas que luchaban por la libertad de Chile. Hasta ahora, el nuevo genocidio sionista contra Palestina ha arrojado lamentables cifras, que detallo a continuación: 1.948 muertos. De ellos, 1402 corresponden a civiles, incluyendo cientos de niños; 11 trabajadores de la ONU muertos; más de 500.000 desplazados; más de 10.000 casas destruidas; más de 10.000 heridos; más de 140 escuelas destruidas, incluyendo aquellas destinadas a refugios y otras dependientes de la ONU; varios hospitales y campamentos de refugiados destruidos; daños materiales por más de 5.000 millones de dólares; y más de 373.000 niños con traumas psicológicos.
4. Funcionamiento de puestos de control en las carreteras cisjordanas, vías de conexión entre las diversas ciudades palestinas. 5. Construcción de un muro y barrera ilegales que supuestamente separan y protegen territorio israelí de territorio palestino. Sin embargo, dicha barrera se adentra varios kilómetros dentro del territorio palestino cisjordano, e incluso aísla Jerusalén Oriental del resto de Cisjordania mediante puestos de control, dificultando la vida cotidiana de miles de palestinos que estudian y trabajan en Jerusalén, sometiéndolos a vejámenes y humillaciones. 6. Restricción de los derechos de manifestación, opinión, libre tránsito y reunión en Cisjordania. 7. Bloqueo marítimo, aéreo y terrestre; económico, político y de tránsito, de todas las fronteras de la Franja de Gaza (salvo la que la conecta con Egipto a través de la Península del Sinaí), condicionando el comercio, el libre tránsito y el ingreso de ayuda humanitaria a la Franja, transformándola en la cárcel a cielo abierto más grande del mundo. 8. Prohibición del libre tránsito entre la Franja de Gaza y Cisjordania.
La sistemática opresión israelí Actualmente, y a través de diversos medios, Israel ejerce opresión y dominio ilegal sobre Palestina, cuyas manifestaciones más importantes son: 1. Ocupación de Jerusalén Oriental. 2. Ocupación de gran parte de Cisjordania. 3. Construcción progresiva de asentamientos israelíes en Cisjordania.
Propuestas para una Palestina árabe, libre y soberana Actualmente, delegados palestinos e israelíes se encuentran en El Cairo, capital egipcia, negociando un alto al fuego definitivo en el marco de la nueva tregua
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de 72 horas que han acordado Israel y Hamás. Los puntos de desacuerdo son básicamente los mismos que han caracterizado los procesos de negociación de los últimos años: por el lado palestino, se exige el desbloqueo de la Franja de Gaza, la construcción de un puerto y un aeropuerto y la ampliación de los derechos comerciales y de soberanía territorial sobre los límites marítimos de la Franja, correspondientes al mar Mediterráneo. Todo ello aparece razonable, pero al unísono Israel exige la desmilitarización completa e incondicional de la Franja de Gaza, lo cual equivale a privar a Palestina de contar con FF.AA. y milicias de autodefensa, dejándola en la desprotección más absoluta, todo cuanto apunta a intensificar el dominio incontrarrestable de Israel en la región, por medio de la amenaza, la intervención y la ocupación. Mi opinión personal, es que la paz entre Palestina e Israel sólo será posible si se cumplen las siguientes condiciones: 1. Desbloqueo israelí total de la Franja de Gaza, entregando la soberanía sobre la administración de sus fronteras al Estado de Palestina.
nea del armisticio árabe–israelí de 1949 (esto es, aquellas anteriores a la Guerra de los Seis Días), consagrándose la soberanía de Palestina sobre los territorios de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental. 6. Establecimiento de un corredor de libre tránsito entre Cisjordania y la Franja de Gaza. 7. Firma de un tratado de paz entre ambos Estados. Todo esto, visto desde una óptica pragmática, pues lo que creo correcto es respetar la legítima sucesión del Mandato Británico de Palestina, esto es, la constitución de un Estado árabe palestino con soberanía sobre toda la región de Palestina. Quizá algún día veamos a la comunidad internacional y a la historia rectificar su rumbo
Autor Juan Pablo Pinto Montero Egresado de la carrera de Derecho. Universidad de Chile. Militante del Partido Socialista de Chile. Correo: juanpablo.pinto.montero@gmail.com
2. Despoblamiento (y no continuación en su construcción) de los asentamientos israelíes en Cisjordania. 3. Abandono total del territorio de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental por parte de Israel, entregando su control y administración al Estado de Palestina. 4. Demolición del muro y barrera que separa Cisjordania de Israel y Jerusalén Oriental. 5. Reconocimiento mutuo entre los Estados de Palestina e Israel, en las fronteras definidas por la lí-
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Por LZ6387 (Trabajo propio) [CC-BY-SA-3.0]
DECLARACIÓN
¡No importamos el conflicto... el conflicto nos importa! Israel y Palestina, por una paz justa ahora “Israel y Palestina, por una paz justa ahora”
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C
onsternados por el asesinato de centenares de hombres y mujeres, de los cuales muchos son niños. Conmovidos por el dominio de la crueldad y la fuerza bruta en una asimetría extrema. Desolados por la ceguera de los discursos que proponen la eliminación mutua. Indignados por los bombardeos indiscriminados y la aplicación de políticas de castigo colectivo contra la población civil. Chilenos de raíces judía, palestina y de otros orígenes, comprometidos con la defensa irrestricta de los derechos humanos, la justicia y la libertad, nos sumamos a las voces del mundo que dicen: ¡No más! No hay argumento posible para negar y eliminar al otro. Nada justifica esta masacre. No más al racismo y la discriminación que carcome todo camino posible hacia la paz. No más a la lógica del miedo y la seguridad, que anulan toda humanidad. No más ocupación al territorio palestino, que ahoga y mata día a día a los habitantes de Gaza y Cisjordania. Es tiempo de frenar esta espiral de agresión: la violencia y la opresión solo generan más violencia. Es tiempo de dar lugar a la esperanza: es posible la convivencia entre palestinos e israelíes. Es tiempo de pensar en los hijos de nuestros hijos: es viable recuperar el espacio de una coexistencia milenaria. No hay solución militar a este conflicto, la resolución es política, con los principales actores en la mesa. Es hora de que seamos testigos de: •
•
Dos estados libres y soberanos, con territorios seguros, conectados y con pleno reconocimiento mutuo. El fin de la ocupación, de los check points y los asentamientos israelíes en Cisjordania.
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El ejercicio del pleno derecho a la autodeterminación en condiciones de una vida digna para ambos pueblos.
•
La división de Jerusalén como capital para los dos estados.
Esta tragedia nos importa y debe interpelar a la humanidad entera, por lo que le pedimos al gobierno de Chile que continúe intercediendo activamente a nivel internacional, contribuyendo a que ambos pueblos tengan el derecho de vivir en paz
Adhiera a esta declaración en: https://www.change.org/petitions/ no-importamos-el-conflicto-el-conflicto-nos-importa.
Ya suscribieron (entre otros): •
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•
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•
Roni Simón Weinstein, Licenciado en Sociología
•
Sohad Hussein, Periodista
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http://noticiasffaachile.blogspot.com/2013/11/ cascos-azules-de-chile-y-ecuador.html
DEFENSA Y DEMOCRACIA
ONU – África – Operaciones de Paz – Fuerzas Armadas Seguridad
Operaciones de Paz: Una propuesta de desarrollo por Taller de Defensa y Fuerzas Armadas Instituto Igualdad Programa coordinado por el Sr. José Luis Díaz
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Introducción
E
n una exposición para público no especializado se debe subrayar que la política de Defensa de todo estado contribuye a la política exterior de su país; en nuestro caso colaborando al mantenimiento de la paz, estabilidad y seguridad internacional. Obviamente este enfoque se refleja en la política internacional de defensa, donde el despliegue de las fuerzas armadas (FF.AA.) y de las policías de acuerdo a los mandatos de la ONU, es parte de nuestra responsabilidad como país firmante de la carta de la organización y de la comunidad internacional. En la actualidad la principal operación de paz en la que participa Chile es la Misión Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (o MINUSTAH) iniciada el 2004Nota: 1. Esta misión constituye un punto de inflexión en las OPAZ de nuestro país. Esta se encontraría en las etapas finales de su mandato, en la fase que se analiza las “lecciones aprendidas” por parte de todos los estamentos involucrados; militares, civiles, y autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores y del de Defensa. Para fundamentar la propuesta de desarrollo de este mecanismo de cooperación, abordaremos los criterios considerados, tanto las motivaciones de largo plazo como las de tipo coyuntural. Al respecto, una de las posibilidades que explora el artículo, es introducir eventuales transformaciones a la fuerza Bi-nacional (chileno-argentina) “Cruz del Sur”, iniciativa impulsada desde el 2006. Otra alternativa para la reformu1 Un buen resumen de la trayectoria de Chile en las misiones de paz, hasta el año 2006, es el efectuado por Paulina Le Dantec Valenzuela: Chile y las Operaciones de Paz. Estudio Comparado de la Política Exterior de los Tres Gobiernos Concertacionistas: de la Reinserción Internacional a la Participación en Haití. Santiago. Colección Investigaciones ANEPE N°15. 2006. 172 pp.
lación de este importante e inédito contingente, es su ampliación a una fuerza que forme parte del Consejo de Defensa Sudamericano (CDS) de UNASUR. Por lo pronto, proponemos que se acepte la petición efectuada por el Consejo de Seguridad (CS) de las Naciones Unidas para concurrir con tropas a la misión que opera en la República Democrática del Congo (o MONUSCO) cuyo mandato se inició el 2010. También evaluamos otras alternativas planteadas como las misiones en la República Centroafricana (MINUSCA) y la Misión en Malí (MINUSMA). Finalizamos con algunas palabras sobre el rol que debería cumplir el poder legislativo en el proceso de planificación, ejecución y evaluación de las OPAZ, por ser una instancia representativa de la soberanía popular, y como un modo de compartir responsabilidades con el poder ejecutivo en estas importantes y delicadas materias.
Antecedentes sobre las Operaciones de PazNota: 2 Aunque no faltan enfoques críticos a 2 En el sistema de la ONU estas operaciones reciben el nombre de Operaciones de Mantenimiento de la Paz (OMP). El organismo especializado es el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz (DPKO) y el primer documento de la ONU que analiza la experiencia de estas misiones es el llamado “Informe Brahimi” o Informe del Grupo sobre las Operaciones de Paz de la Naciones Unidas (2000). La clasificación de las misiones es: Diplomacia Preventiva (PD), Establecimiento de la Paz (PM), Mantenimiento de la Paz (PK) y Consolidación de la Paz (PB), ver: Leonardo S. Mariot Mascareño: “Balance y Perspectivas de las Intervenciones Militares de la ONU, en los conflictos armados no-internacionales (intraestatales)”, en Revista de Marina, Vol. 123/N°892, may-jun 2003.
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los resultados de las OPAZNota: 3 creemos que algunas de estas misiones pueden ser considerar como exitosas, demostrado ser una herramienta eficaz de cooperación multilateral a disposición de la comunidad internacional, y en particular de la ONU para ayudar a recorrer el difícil camino que va desde un conflicto desatado a la construcción de un proceso de paz. Desde otra perspectiva, las OPAZ también juegan otros roles para países pe-
queños, como constituir un mecanismo para proyectar visibilidad global a naciones como la nuestra. Asimismo, muestra a un actor de la escena internacional comprometido con la multilateralidad, particularmente en el complejo escenario de las crisis. De paso, esta labor reconoce al sistema de Naciones Unidas como un instancia legítima para la promoción y mantención de la paz y seguridad mundial, finalidad también esencial para estados que no son potencias.
3 Ver, por ejemplo de Karlos Pérez de Armiño e Iker Zirion: La Acción Humanitaria Como Instrumento para la Construcción de la Paz. Herramientas, potencialidades y críticas. Cuadernos de Trabajo de Hegoa. N° 51. 2010. Bilbao. España. Otra expresión oficial, de la República Bolivariana de Venezuela, se puede encontrar en una presentación ante la ONU, con fecha 11 de octubre del 2011 en: http://www.venezuelaonu.gob.ve/system/ application/document/18-%20%20%2025%20Octubre%202011%20Intervencion%20OMP.pdf
Las OPAZ constituyen un concepto amplio, en el que se suman tareas tanto de mantenimiento de la paz, como de su consolidación; donde sus diversos componentes (militares y civiles) deben actuar de manera muy coordinada y con un enfoque integral. La normativa de la ONU establece dos disposiciones específicas para su despliegue, el denominado Capítulo VI y VII de su Carta.
Tabla 1 Participación de países de UNASUR en Misiones ONU País Argentina
Expertos Militares Policías Total 6
833
37
876
Bolivia
22
211
-
233
Brasil
22
1.643
Chile
4
428
3
435
20 1.685
Colombia
-
-
26
26
Ecuador
8
55
-
63
Paraguay
36
133
1
170
Perú
27
379
-
406
Surinam
-
-
-
-
Venezuela
-
-
-
-
18
1.797
Uruguay
9 1.824
Fuente: Naciones Unidas, Mission’s Summary Country Month of Report: 30-Jun-14 http://www.un.org/en/peacekeeping/contributors/2014/jun14_3.pdf
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Tabla 2 Misión MINUSTAH Personal de la ONU Categoría
Número
Militares
4.976
Policías
2.460
Personal civil internacional
362
Personal civil nacional
1.229
Voluntarios de la ONU
166
Total
9.193
A junio del presente año existen 16 OMP bajo mandato de Naciones Unidas, donde nuestro país, a través de las instituciones de la defensa y las policías, contribuye a 5 de ellas. Se trata de misiones propiamente tales en Haití, Chipre y Bosnia-Herzegovina, donde la última es exclusivamente europea (Comunidad Europea, CE). Las otras tienen el status de Misiones de Observación, y son las del Medio Oriente y Cachemira (conflicto en la frontera de la India y Pakistán). La presencia de los países de UNASUR en las misiones de OPAZ sería el presentado en la tabla 1. En este marco, la principal misión que integra nuestro país, por la cantidad de personal destinado, es la misión MINUSTAH; que junto a 12 países de América Latina constituimos su columna vertebral. Por contingente nuestra presencia es la 4ta a nivel regional, con 435 efectivos de las tres ramas de las FF.AA. y las dos policías. Misión iniciada el 2004 y donde el actual mandato (2014-15) tienen por objetivo facilitar la construcción de un Pacto de Gobernabilidad, además de consolidar el proceso de modernizar la Policial Nacional de Haití (PNH).
Hacia una salida exitosa de la misión en Haití (MINUSTAH) La Misión de la MINUSTAH se inicia con el mandato otorgado por el CS de la ONU en abril del 2004, cuya resolución plantea el apoyo al gobierno de transición de la época, a la constitución de un entorno seguro y estable, la supervisión y reestructuración de la Policía Nacional de Haití (PNH) la protección de los derechos humanos y colaborar a la restauración de elecciones libres y limpias a todo nivel. En octubre de este año corresponde renovar el mandato. Este ha sido modificado varias veces en los años anteriores, en particular después del terremoto de enero del 2010 que asolo gran parte del país (en particular su capital Puerto Príncipe) el que revirtió temporalmente los análisis que se llevaban a acabó para implementar una “estrategia de salida” acorde con el mejoramiento relativo de la situación de seguridad. El total de los componentes uniformados es de 7.436, mientras que la misión en su total comprende 9.193 personas,
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siendo el presupuesto de ONU en el último año de US$ 576 millones de dólares. Las víctimas fatales a la fecha han sido 176. Se trata de una Misión especialmente significativa para la mayoría de los países de la región. En el caso de Chile representa el esfuerzo más numeroso en toda su historia, encabezando la mayor parte del tiempo la máxima autoridad política de la misión. Para Argentina el contingente desplegado es el más importante desde la participación en Kosovo en 1992, comprometiendo la mitad del presupuesto anual asignado para las OPAZ. Para Brasil significa el mayor esfuerzo después de su participación en la II Guerra Mundial, y ejerce el mando militar de la misiónNota: 4. Como hemos dicho, en la MINUSTAH actualmente participa personal de las tres ramas de las FF.AA. y de las dos policías. El componente principal es el “Batallón Chile”, unidad de infantería compuesta por personal del Ejército y de Infantería de Marina (355 efectivos) una compañía de ingenieros (integrada también por militares ecuatorianos) y un grupo de helicópteros de la FACh. En lo policial, participan tanto el Cuerpo de Carabineros como de la PDI, y los efectivos son 14Nota: 5. Existe cierto consenso que para el buen éxito de la misión MINUSTAH es fundamental que el Plan de Consolidación 4 Ver, Elsa Llenderrozas: Argentina, Brasil y Chile en la reconstrucción de Haití: intereses y motivaciones de la participación conjunta. Universidad de B. Aires. Texto preparado para ser presentado en la Reunión de la Asociación de Estudios L. Americano. San Juan, Puerto Rico, marzo 15 - 18 marzo 2006. 5 Ver, datos en EMCO: http://www.emc.mil. cl/?p=114/mision-de-naciones-unidas-para-la-estabilizacion-en-haiti-minustah/ Donde se informa sobre el contingente en la MINUSTAH. En el caso del número de policías varia respecto a lo informado por la ONU, que consigna sólo 3 integrantes.
2012-2016 pueda ser desarrollado en su totalidad. La supervisión del Plan supone tres aspectos centrales: a) Un Pacto de gobernabilidad interno: Corresponde a un aspecto más político y global, como es el desafío central para Haití de construir un pacto de gobernabilidad por parte de las fuerzas políticas locales, y para la MINUSTAH el de asistir a las autoridades locales a lograr dicho objetivo. b) Modernización de la Policía Nacional de Haití (PNH). La meta de alcanzar 15 mil efectivos de la PNH en el 2016 como un indicador importante para determinar el escenario post MINUSTAH, como parte del Plan de Desarrollo de la PNH para el periodo 2012-2016. c) Reactivación del Mecanismo 2x9. Que agrupa a los contribuyentes de contingentes de países de América Latina que en la actualidad son 12: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú, Uruguay, Colombia, El Salvador y Honduras, instancia que también podría ser designada como Mecanismo 2x12. Esta reactivación resultaría beneficiosa para aunar posiciones comunes respecto al mandato de MINUSTAH. Esta coordinación la última vez que se reunió fue el 2010.
Algunos criterios para el despliegue de las OPAZ A continuación exponemos algunos criterios generales para ser considerados a la hora de aceptar una petición del CS para concurrir a una misión de OPAZ. La normativa vigente, del año 1999, establece los requerimientos y la institucionalidad respectiva, donde los Ministerios de RR.EE. y de Defensa proponen al Presidente, quien sólo puede aceptar una petición de la ONU con el acuerdo
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del Senado. En todas estas instancias se debaten los motivos y su compatibilidad con los objetivos de la política exterior, efectuándose un análisis de la integridad de la finalidad de pacificación, reconstrucción y desarrollo. En este ejercicio, y también en los efectuados a nivel ministerial y de propias fuerzas, se debe considerar aspectos como las complejidades culturales y religiosas del escenario del conflicto que motiva la misión. Esta variable puede ser decisiva, ya que se vincula tanto a los intereses nacionales involucrados, como a la eficacia de las fuerzas nacionales comprometidas. Posteriormente debería considerarse también otro factor clave, el escenario socio-político. Otro criterio más coyuntural dicen relación a impulsar la participación en misiones en el actual periodo de nuestra presencia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidad (enero del 2014 a diciembre del 2015). Al respecto se debe considerar que el 70% de la agenda de trabajo del CS de la ONU se concentra en temas africanos. En nuestro caso tenemos una escasa presencia diplomática y económico-comercial en el conjunto del continente africano, en particular en la zona sub-saharianaNota: 6. De acuerdo a estos criterios y a consideraciones políticas y diplomáticas, a continuación se enumera las áreas o zonas del mundo en las cuales se recomienda o no la participación en OPAZ. Asimismo, consideramos que estos esfuerzos deben en lo posible darse en conjunto con otros países contribuyentes de América Latina, en especial de UNASUR, en 6 El reciente viaje de la Presidenta Michelle Bachelet por tres países africanos (Sudáfrica, Mozambique y Angola) entre los días 8 y 12 de agosto, constituye una excepción, hace 10 años que un Presidente chileno no pisaba África, desde el 2004 cuando el Presidente Ricardo Lagos visito Sudáfrica. Nuestro país mantiene embajada en sólo 3 de los 53 países del continente.
la lógica de un reencuentro con la región vía cooperación militar en un marco multilateral. Áreas recomendadas: América Latina, Europa y países de África de habla portuguesa y francesa. Área no recomendadas: El conjunto del Medio Oriente y la mayoría de los países del Asía. Por lo tanto, nuestra sugerencia de una próxima participación con cascos azules nacional en una OPAZ debería ser en alguna de las misiones actuales en África. Las posibilidades son:
1. En primer lugar consideramos, en función de los criterios ya enumerados, la Misión de Estabilización de NU en la República Democrática del Congo, MONUSCO. La Misión MONUSCO iniciada en julio del 2010, en la actualidad está integrada por 21.219 miembros, donde participan también Bolivia, Brasil, Paraguay, Perú, Uruguay, además de Guatemala. Uruguay colabora con 1.183 militares. En su trayectoria la misión ha tenido 75 víctimas mortales, y el presupuesto el último año fue de US$ 1.456 millones de dólares. Su origen es el conflicto étnico entre las etnias hutu y tutsi (1994) y la intervención de 5 países de la región: Angola, Namibia, Rwanda, Uganda y Zimbabwe. El mandato fue prorrogado en marzo del 2014, en el marco de avances en la misión. Actualmente se evalúa una estrategia de salida que considere 3 prioridades: protección de civiles, estabilización, y apoyo a la aplicación del Marco de Paz, Seguridad y Cooperación para la R. Democrática del Congo y la Región.
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2. La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las NU en la República Centroafricana, MINUSCA La MINUSCA es una misión reciente, su mandato es de abril de este año, no participando contingentes de A. Latina; actualmente participan solo países africanos, Francia e Indonesia. El personal autorizado por la ONU es de 782, de los cuales 629 es personal uniformado. El conflicto tiene su origen tanto en elementos étnicos como de tipo religioso (comunidades musulmanas y cristianas) con potencialidades de dividir al país. El Secretario General de NU plantea que no habrá una solución a corto plazo en la República Centroafricana.
es de US$ 602 millones de dólares. El origen del conflicto es el deterioro de la gobernabilidad de Malí, que se ha expresado en rebeliones de grupos islamistas en algunas zonas del país. Inicialmente las fuerzas gubernamentales han contado con el apoyo de fuerzas francesas. En la misión no hay contingente latinoamericano, a excepción de 2 miembros de las FF.AA. de la República Dominicana. Como hemos visto, las dos últimas misiones corresponden a los conflictos que tienen en sus orígenes componentes religioso-culturales los que podríamos considerar como exógenos a nuestra tradición histórica nacional, por lo tanto más complejos de captar como variable en todos los planos, incluyendo el operativoNota: 7.
3. Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí, MINUSMA. El actual mandato es de abril del 2013 y comprende un poco más de 10.000 efectivos, de los cuales 9.277 son uniformados (8.300 militares). A la fecha las víctimas mortales son 18 y el presupuesto
7 Una referencia con respecto a la pobreza de nuestra presencia en África se puede encontrar en un resumen que efectúa en un Informe de la Biblioteca del Congreso: Relaciones político-económicas entre Chile y el continente africano. BCN. 2011, 17 páginas.
Tabla 3 Contingente en misión MONUSCO. Junio 2014 Descripción
Hombres Mujeres Total
Policías
287
65
352
Unidades Formadoras de Policías
723
96
819
Expertos en Misión
469
18
487
Militares
19.218
343
19.561 21.219
Fuente: Naciones Unidas, Missions Summary of Military and Police. http://www.un.org/en/peacekeeping/contributors/2014/jun14_6.pdf
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Fuerza Paz Combinada “Cruz del Sur”: Alternativas
Palabras finales
Como reseña la versión oficialNota: 8 la Fuerza de Paz Combinada (FPC) “Cruz del Sur” fue organizada por los gobierno de Chile y Argentina (2006) con el objetivo de cumplir con los estándar de fuerzas “Stand-by” (o reserva) de Naciones Unidas. Tiene una Autoridad Militar Binacional, un Estado Mayor Conjunto y Combinado y tres componentes: terrestre, naval y aéreo. Su empleo se efectuará bajo mandato de la ONU, después de la aprobación de los dos países. Se trata de una experiencia de cooperación exitosa, que en el periodo que va de la aprobación del primer Memorándum de Entendimiento (2006) hasta el presente, constituye un ciclo positivo para las relaciones entre los dos países en el sector defensa. La proyección de esta experiencia de trabajo conjunto y combinado a otros países latinoamericanos, en particular a los miembros de UNASUR (a través del CDS) podría ser una buena alternativa para su desarrollo. Obviamente, esta fuerza operaría siempre bajo el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU. También se podría considerar una alternativa intermedia, posiblemente más realista, organizando una Fuerza de Paz con el Perú, con las mismas características ya indicadas, conjunta y combinada. Esta iniciativa podría ser un gran aporte al mejoramiento de las relaciones con el país del norte (después del diferendo de La Haya) formando parte de las medidas de confianza mutua. Desafío no sólo político y diplomático, sino también militar y operativo.
8 Ver, Estado Mayor Conjunto, FPC “Cruz del Sur”, http://www.emco.mil.cl/?page_id=227/
Cuando se cumple una década de un verdadero hito en nuestra participación en las OPAZ, creemos que es posible dar un nuevo paso en pos de la seguridad internacional y la multilateralidad. Como ocurrió el 2004 no será fácil ni seguro, supone un margen no menor de riesgos, pero lo relevante es que como país cumpliremos nuestros compromisos, adecuándonos a misiones cada vez más complejas y en escenarios inéditos, contribuyendo a inaugurar nuevas relaciones políticas y diplomáticas. En un plano más estrictamente militar, las OPAZ deben seguir aportando al desarrollo profesional del personal castrense, en términos materiales y prácticos, al enfrentarse a situaciones de crisis real. La experiencia de trabajo con otras fuerzas militares, de países desarrollados y de países en desarrollo, también es otro aporte a las instituciones de la defensa. Sin embargo, consideramos que las experiencias en el trabajo conjunto es uno de los aspectos más valiosos de este esfuerzoNota: 9. Asimismo, en un plano más global y no remitido exclusivamente a la defensa, se debería facilitar e incentivar una mayor participación de actores civiles en estas misiones. Tanto de personal gubernamental (de la AGCI, Registro Civil, Servicio Electoral, Impuestos Internos, etc.) como miembros de ONG humanitarias y de la cooperación chilenas, las que deberían tener posibilidades de ampliar su participación en misiones humanitarias, en las fases en las cuales sea posible su co9 Las revistas institucionales han publicado una serie de artículos sobre las operaciones de paz, uno de los más interesantes, por abordar la discusión política y diplomática, es el publicado por Edmundo González Robles: “Chile y las Operaciones de Paz de Naciones Unidas”, en Revista de Marina, Vol. 118/N°861, mar-abr 2001. En este trabajo se da cuenta de una Mesa Redonda sobre OPAZ desarrollada en la sede de la ONU, en junio del 2001, posterior al “Informe Brahimi”.
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Notas
laboración. En la presentación ante la Comisión de Defensa del Senado planteamos la necesidad de realzar el rol del Congreso en todas las etapas de evaluación de las solicitudes de efectuadas por el CS de la ONU, ya que se trata de decisión especialmente compleja, donde participan diversas instancias de gobierno (Cancillería, Ministerio de Defensa, las FF.AA.) evaluando los aspectos políticos y técnicos de la decisión, la que también exige un mayor compromiso de esta instancia representativa de la soberanía popular
Este artículo está basado en una presentación efectuada por el Taller de Defensa y Fuerzas Armadas del Instituto ante la Comisión de Defensa del Senado, realizada el 17 de junio del presente, por invitación del Presidente de la Comisión, el senador (RN) Baldo Prokurica. En este se plantea una propuesta de desarrollo para las fuerzas de mantenimiento de la paz (OPAZ) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de acuerdo a los lineamientos políticos y diplomáticos que informan nuestra política exterior y de defensa.
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Por Alejandro Vásquez Núñez (Michelle Bachelet) [CC-BY-2.0]
MUJER Y DEMOCRACIA
Género – Parlamento – Política – Mujeres – Representación
Más allá de los números: la representación política de la mujer en América Latina por Rodrigo Suazo Chávez
El siguiente artículo analizará la incorporación de las mujeres en diversos cargos de representación política en diez países de América Latina. Asimismo, intentará explicar las principales razones del preocupante nivel de representación política femenina que la región está experimentando actualmente.
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Introducción
D
esde sus inicios la política ha estado reservada para los hombres. De hecho, en la Antigua Grecia, cuna de la democracia, las mujeres no podían participar de las discusiones sobre la polis que se realizaban en el ágora. Para las mujeres esa marginación de la vía pública sólo comenzó a revertirse paulatinamente en el siglo XX cuando los países occidentales decidieron reconocer la calidad de ciudadanas de las mujeres y le otorgaron el derecho a sufragar. Ecuador en 1929 fue el primer país en América Latina que reconoció a las mujeres como ciudadanas. Dos años más tarde Chile y Uruguay se sumaron a la tendencia, sin embargo tuvieron que pasar más de tres décadas para que la región terminara con la tarea de otorgarle el derecho a voto a las mujeres, cuando en 1961 Paraguay y El Salvador incorporaran esta ley en sus constituciones (Peschard 2003, 173).
La enorme diferencia entre el número de mujeres parlamentarias y hombres parlamentarios ha sido un problema que ha concitado la atención de los gobiernos latinoamericanos desde los años noventa. Si bien fue Argentina el primer país en aprobar en 1991 una ley de cuotas para aumentar la presencia de mujeres en el congreso, la mayoría de los países de la región adoptaron una medida similar después de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer desarrollada en Beijín en 1995. En el encuentro de la capital china se acordaron diversas medidas para acelerar la integración de la mujer en la política. La meta fue conseguir una democracia paritaria para garantizar el acceso igualitario a cargos de representación y dirección política (Peschard 2003, 175). Antes de implementar la ley de cuotas que en América Latina tuvo a Argentina como pionera en 1991, la región tenía un promedio de 9% de representación femenina en sus congresos nacionales, cifra muy diferente al actual 21,9% (Inter-Parliamentary Union, IPU 2014).
Participar activamente de las elecciones fue por mucho tiempo el principal espacio público en donde las mujeres podían involucrarse. Patrones históricos y culturales eran las principales barreras que impedían que las mujeres accedieran a cargos de representación ciudadana y a trabajos en instituciones públicas.
Evidentemente una ley de cuotas no garantiza por sí solo el aumento de mujeres en determinados cargos de representación, prueba de ello es el caso de Brasil que tiene una cuota de 30%, pero el número de legisladoras sólo alcanza el 6,5% (IPU 2014).
La incorporación de las mujeres a los congresos nacionales se ha desarrollado paulatinamente. Desde un principio se constató que su presencia en la discusión parlamentaria sería débil considerando la visión masculina con la que se habían creado las instituciones políticas. Por lo tanto, la tarea de modificar ese prejuicio incrustado en nuestras sociedades fue desde un comienzo un objetivo muy difícil de alcanzar.
La diferencia de resultados en la implementación de cuotas de género en América Latina será analizada en el presente trabajo. Sin embargo, mi intención es bastante más ambiciosa que comparar ambas situaciones. Es más, el objetivo de este artículo será conocer en profundidad la incorporación de las mujeres en distintos cargos de representación política. De hecho, además de constatar el nivel de representación que tienen las mujeres en los congresos nacionales
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de diez países de América Latina, en las siguientes páginas se entregarán datos actualizados de la inclusión de mujeres en otros cargos de representación, como embajadas y ministerios. Por otra parte, esta investigación profundizará en la presencia de mujeres en cargos de conducción política, considerando la importancia que tiene liderar un parlamento y presidir sus comisiones. Asimismo será relevante conocer qué tipo de temas de interés nacional están encabezando las mujeres, tanto en los congresos como en los gobiernos de cada país. Precisamente, la principal contribución de este trabajo, junto con actualizar los datos de representación femenina en diversos cargos de representación política en América Latina, será constatar si hay similitudes en las comisiones parlamentarias y ministerios que dirigen las mujeres en los diez países que integran el cono sur y la zona andina del continente americanoNota: 1. Además, la investigación entrega valiosos aportes a la discusión legislativa que se está desarrollando, por ejemplo, en Chile a raíz del proyecto de ley que pretende, además de cambiar el sistema electoral, garantizar que al menos el 40% de los candidatos al parlamento sean hombres o mujeresNota: 2. Este trabajo investigativo expuesto en las siguientes páginas comienza con una breve revisión literaria sobre las teorías de representación, luego se analizará la incorporación de las mujeres en diversos cargos de representación políti1 La selección de los diez países responden a las áreas definidas por Jacqueline Peschard (2003). El cono sur está integrado por Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. La zona andina, en tanto, está compuesta por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. 2 El proyecto de ley denominado fue ingresado al parlamento por el gobierno de Michelle Bachelet el 6 de mayo de 2014.
ca. Más adelante nos aproximaremos a las principales razones que han producido ese nivel de representación y finalmente se abordarán algunas propuestas para corregir la inequidad de género que padecen algunos países e instituciones de América Latina.
Representación Como uno de los objetivos principales de esta investigación será constatar los niveles de representación que tienen las mujeres en la actividad política de América Latina, es de suma importancia saber en términos teóricos de qué hablamos cuando mencionamos palabras como representación, representante y representados. En primer lugar es necesario precisar que no es una tarea sencilla estudiar la representación desestimando el factor democracia. De hecho, sería muy extraño encontrar en la literatura política a ambos conceptos disociados entre sí, a pesar que para algunos autores como Rousseau (1968), Heywood (2013) y Urbaniti (2000) la democracia clásica se distancia de la representación al no considerar intermediarios entre gobernantes y gobernados. Indudablemente la representación política es un asunto que ha generado a lo largo del tiempo bastante controversia académica. Incluso, fue el propio Rousseau quien advirtió que los discursos públicos impedían el correcto funcionamiento de una democracia. Sus críticas evidentemente estaban dirigidas a Atenas, en donde cualquier hombre con derecho a hacerlo podía intervenir en la asamblea de ciudadanos. Para Rousseau (1968), este tipo de actos tenían como único objetivo promover ideas y cambiar las opiniones de los asistentes, por lo tanto su modelo ideal en donde cada ciudadano podía votar consciente-
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mente y sin presiones externas tampoco tenía lugar en Atenas. Aunque en las asambleas los ciudadanos no elegían ni tenían representantes, para Rousseau la discusión pública que caracterizaba a la democracia ateniense y a la democracia representativa era un elemento que lo obligaron a rechazar ambas alternativas. A diferencia de Rousseau, autores como Edmund Burke y John Stuart Mill argumentaban sobre el estrecho vínculo entre democracia y representación. Para ellos la democracia representativa era el sistema ideal de gobierno, aunque los principios que orientaban esa postura reforzaban un modelo de representación profundamente elitista. Es más, ambos autores advertían que “no todos los ciudadanos saben qué es lo mejor para ellos.” (Heywood 2013, 198). Burke, por ejemplo, creía que la representación era un deber que debían asumir las personas con más fortuna y mejor educación, debido a que ellos tenían la formación y preparación que los más carenciados no tenían (Heywood 2013, 198). Para Mill, en tanto, su modelo de democracia representativa que se inspiraba un poco en el ágora (Urbaniti 2000, 765) también establecía que los puestos de representación debían reservarse sólo para un tipo de ciudadanos. De hecho, él postulaba que el voto debía tener un valor más alto para aquellos con más educación y más formación académica (Heywood 2013, 198). Evidentemente la teoría de representación que abrazaban Burke y Mill tendría bastante pocos adeptos en el siglo XXI, sin embargo muchos de ellos podrían argumentar que en la actualidad los puestos de representación continúan siendo ocupados por los más privilegiados de la sociedad, marginando, a través de diferentes tipos de limitaciones, a la clase trabajadora, a las mujeres o a
grupos minoritarios que defienden intereses y promueven derechos de etnias y homosexuales, por ejemplo. Como he dicho anteriormente, más adelante la investigación se focalizará específicamente en la representación de las mujeres en la esfera pública e intentará aclarar algunas dudas sobre las trabas que aún existen en las instituciones que fueron creadas por hombres y que históricamente han sido administrada y lideradas por hombres, tal como lo planteaban Burke y Mill dos siglos atrás. Volviendo a la discusión sobre la relación entre representación y democracia, Adam Przeworski dice que este vínculo es fundamental para el bien común de cada sociedad. El autor cree que, aunque un dictador pueda ser definido como un representante por sus deseos de buscar lo mejor para la gente, “la conexión entre democracia y representación no puede depender de la suerte” (Przeworski 2000, 32). Precisamente, para Robert Dahl (1999, 71), una de las principales ventajas de un sistema democrático es que “ayuda a evitar el gobierno de autócratas y depravados”, que nunca tendrán la intención de proteger los intereses de los ciudadanos ni garantizar sus derechos fundamentales. Asimismo Dhal plantea que sólo los gobiernos democráticos pueden garantizar la igualdad política de todos los ciudadanos sin distinción, principio que caracteriza a las democracias contemporáneas, pero que nunca estuvo en las mentes de los promotores de democracias más limitadas y elitistas como Burke y Mill. Si bien la discusión sobre democracia y representación acumulan siglos y toneladas de escritos, su relación es relevante para acercarnos a las preguntas y objetivos que plantea este trabajo. Sin embargo, antes de observar el nivel de representación política que tienen las
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mujeres en América Latina, es necesario precisar qué entenderemos por representación, representante y representado. Como sucede a menudo con los estudios relacionados a las ciencias sociales o las ciencias políticas, es difícil encontrar consensos en la literatura especializada. Más aún cuando se abordan temas tan trascendentes como lo es la representación política. Sin embargo, este artículo se basará en el modelo propuesto por Philip Pettit (2009). En primer lugar, Pettit recurre a palabras de Henry Richardson para definir representación como una “forma en que cualquier ciudadano o autoridad pública que asume un legítimo rol en el discurso público pueda exigir en representación de la gente” (2009, 61-62). Pettit aclara que prefiere usar esta noción porque le permite aplicarla más allá de la política y el poder judicial o lo que él denomina en inglés “judiciary”. En segundo lugar, Pettit plantea que en cualquier sistema de representación hay tres factores en común: los representantes, los representados y la relación que existe entre esos dos grupos, es decir “la representación que es ejercida por los representantes en nombre de los representados” (Pettit 2009, 62). En términos simples, Pettit define a los representantes como “agentes individuales o grupos de agentes individuales” en donde los miembros pueden actuar respondiendo a sus propios fines, de acuerdo a sus propios juicios o compartiendo una intención para conseguir un objetivo determinado (Pettit 2009, 62). Ejemplos de representantes individuales pueden ser un miembro del parlamento o un ministro. En tanto, ejemplos de representantes grupales pueden ser los parlamentos o los gabinetes ministeriales. Para el autor, los representados tam-
bién pueden ser individuos o grupos de individuos. Un abogado defensor público que toma la causa de una persona son ejemplos de representantes y representados individuales. Finalmente, Pettit plantea que en su modelo la representación no es de un solo tipo, por el contrario dice que hay una variedad de representación pública. De acuerdo a Pettit (2000, 64-82) la representación puede ser indicativa o sensible. Si bien ambos tipos de representación deben ser autorizados por el representado, las diferencias entre ellas son evidentes. Representantes indicativos representan los representados en el sentido de tipificar personificándolos: cómo actúan es indicativo de cómo los representados actuarían”. Por el contrario, “representantes sensibles actúan en favor o hablan por los representados; cómo actúan responde a cómo los representados querrían que actúen (Pettit 2000, 65). Junto con describir a los representantes indicativos como apoderados (proxies) y a los representantes sensibles como subrogantes (deputies), Pettit divide a estos últimos en delegados (delegates) e intérpretes (trustees). De acuerdo, al autor la principal distinción que existe entre ellos se refiere al grado de autonomía con la que pueden actuar. Un abogado quien representa a su cliente en la corte puede ser considerado como delegado de acuerdo a la definición del autor. Y un actor sería un buen ejemplo de intérprete debido a la discreta libertad con la que se puede interpretar a un personaje. Trasladando este modelo de representación dentro de la esfera que estamos estudiando, Pettit sugiere que “todos los subrogantes públicos tendrán que ser representantes interpretativos más que delegados dirigidos” (2000, 78). Por lo
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tanto, en este grupo de representantes podemos situar a presidentes, miembros del parlamento y ministros. Sin embargo, la figura de un delegado podría asociarse al rol que cumplen los embajadores en una nación extranjera o ante una institución de carácter internacional como lo son por ejemplo la Organización Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE).
Mujeres en la política de América Latina Luego de revisar brevemente algunos conceptos relacionados con este documento, en las siguientes páginas la investigación se enfocará en descubrir qué nivel de representación tienen las mujeres en el escenario político. Para eso, se han obtenido datos actualizados de diez gobiernos y parlamentos de América Latina. Por otra parte, es importante revelar que a diferencia de mayoría de estudios similares, este no sólo incorpora antecedentes de la presencia de mujeres en los congresos nacionales, sino que además revelará si las mujeres han asumido puestos de dirección al interior de esos espacios de discusión política. Además, la información recolectada nos proveerá contenidos valiosos para saber si hay similitudes en los temas que las mujeres están liderando desde los parlamentos y gobiernos de la región. Adicionalmente conoceremos la proporción de mujeres y hombres embajadores que han sido designados como representantes de los países analizados. Estos antecedentes son bastantes significativos, pues rara vez son considerados cuando se estudia la presencia de mujeres en el ámbito público. De algún modo, estos datos podrían eventualmente reforzar o debilitar la hipótesis de algunas autoras como Araújo
(2006), Krook (2010), Delthrop (2006) y Shmith-Bayer (2010) quienes plantean que uno de los principales factores de la baja participación de mujeres en cargos de representación es la discriminación proveniente de una elite política profundamente masculinizada. De hecho, Krook (2010) para graficar esta situación menciona que cuando un partido político presidido por un hombre debe designar a un candidato al parlamento existe una alta probabilidad que un hombre sea seleccionado en lugar de una mujer. De acuerdo a las autoras, generalmente, las razones de esa decisión estarán basadas en el sexo del candidato y no en las capacidades y trayectorias de los interesados o interesadas.
Mujeres en los parlamentos nacionales Según a la clasificación mundial que elabora Inter-Parliamentary Union (IPU), el porcentaje de mujeres miembros de parlamentos nacionales en el mundo es de 21,7%. En otras palabras, en la actualidad sólo dos de cada diez parlamentarios son mujeres. Si dividimos el globo por zonas y continentes se puede apreciar claramente que en los países nórdicos la incorporación de la mujer a la discusión legislativa está lejos de ser una preocupación. La presencia femenina en las cámaras de Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca llega a un 42,1%, es decir casi el doble del promedio mundial. Si comparamos los promedios de los continentes europeo y americano es posible constatar que la diferencia no es significativa: 25,1% y 25.2%, respectivamente. Sin embargo, la cifra es un poco más baja en la región que hemos decidido investigar (Tabla 1).
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Tabla 1 Mujeres en parlamentos nacionales
País
Cámara Única o Cámara Baja
Cámara Alta o Senado
E l e c - Asien- M u j e %M ciones tos res
A s i e n - Muje%M tos res
Cuotas p a r a mujeres
Argentina
Oct-13
257
94
36,6%
72
28
38,9%
30%
Bolivia
Dec-09
130
33
25,4%
36
17
47,2%
50%
Brasil
Oct-10
513
44
8,6%
81
13
16%
30%
Chile
Nov-13
120
19
15,8%
38
6
15,78%
No
Colombia
Mar-10
165
20
12,1%
100
16
16,0%
No
Ecuador*
Feb-13
137
57
41,6%
Paraguay
Apr-13
80
12
15%
45
9
20%
Perú*
Apr-11
130
29
22,3%
Uruguay **
Dec-09
99
13
13,1%
Venezuela*
Sep-09
165
28
17%
1796
349
19,43%
Subtotal
30% 20% 30% 31
2
6,5%
No No
403
91
22,58%
* Países con Cámara Única ** Ley de Cuotas comienzan en Octubre de 2014 Fuente: Autor con datos de Inter-Parliamentary Union.
La baja representación parlamentaria de las mujeres es un tema que ha sido debatido bastante durante las últimas décadas, principalmente luego de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer desarrollada en Beijín en 1995. En esa oportunidad se acordó implementar iniciativas para incorporar más mujeres a los congresos nacionales. Había un consenso que la mujer sufría de actitudes y prácticas discriminatorias que estaban en la raíces de las instituciones políticas. Por lo tanto esa exclusión histórica que denunciaban las mujeres requería un compromiso real de los estados para terminar con ella. (Dahlerup 2006, 5-6). Luego del encuentro, el acuerdo fue trabajar y exigir igualdad de acceso a los cargos de responsabilidad política.
Según a autoras como Dahlerup (2006), Krook (2010), Ríos (2006) y Schwindt-Bayer (2010) la baja representación femenina en lugares como el parlamento está generando graves consecuencias para la agenda política, para la promoción de intereses y para la legitimidad del sistema democrático. Además coinciden en que las mujeres no tienen las mismas posibilidades que los hombres para asumir cargos de carácter político. Mona Krook, en su objetivo por reemplazar la teoría de la oferta y la demanda como método para explicar la sub representación femenina en los parlamentos, menciona algunos factores que han provocado la marginación histórica de las mujeres. En primer término, la autora advierte
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que el principal problema está en la selección de los candidatos, argumentando que la elite dominada por hombres es responsable de mantener y perpetuar la exclusión de las mujeres en política (Krook 2010, 709). Posición bastante distinta es la que tienen Pippa Morris y Joni Lovenduski, quienes aseguran que los principales factores que inciden en el bajo número de mujeres en política son los recursos y la motivación. En recursos se refiere a “tiempo, dinero y experiencia”, el factor motivación, en tanto, está ligado a la “conducción, ambición e interés en la política” (in Krook 2010, 707). Lawless and Fox, además de coincidir en que las mujeres son menos ambiciosas políticamente, atribuyen el la baja representatividad a razones culturales. “Esta diferencia de género es el resultado de la permanencia por largo tiempo de patrones de la socialización tradicional que asocia al hombre con el reino de lo público y la mujer con el privado (in Krook 2010, 708).
Las cuotas de género como solución fast track El debate sobre la incorporación de cuotas en la lista de candidatos a los congresos nacionales tomó impulso a comienzos de los años setenta, luego que partidos socialistas y social demócratas del oeste de Europa decidieran adoptar esa modalidad para incrementar el número de mujeres en el parlamento (Francesshet, Krook and Piscopo 2012, 5). Esta fórmula, que ha sido implementada mayoritariamente por partidos de izquierda, aún se mantiene vigente en naciones como Alemania, Noruega, Suecia y Holanda. En todos esos países más del 30% de los miembros del parlamento son mujeres (IPU 2014).
En América Latina se comenzaron a adoptar normas similares, luego de la conferencia de Beijín en 1995. De hecho, a excepción de Argentina que tenía una ley de cuotas desde 1991, la mayoría de los países de la región asumieron el compromiso de corregir la exclusión femenina entre los años 1997 y 2000. El último país en sumarse fue Uruguay que tendrá su primera elección parlamentaria con ley de cuotas en octubre de 2014. En la actualidad sólo Colombia, Venezuela y Chile no tienen una norma que garantice un mínimo de candidatos de ambos géneros. Sin embargo, el gobierno chileno envió recientemente una ley al parlamento para cambiar el sistema electoral que incluye una cuota de género de 40% en cada lista de candidatos que inscriban los partidos. Para los defensores de esta medida la ley de cuota tiene como principal objetivo “crear un balance en vista de las desigualdades con que las mujeres enfrentar el acceso a puestos de responsabilidad política” (Peschard 2002, 1). Además con una correcta implementación las mujeres electas aumentarán la atención en temas vinculados a las mujeres, provocarán cambios en la naturaleza de género asociada a la esfera pública e inspirarán a las votantes femeninas a involucrarse más políticamente (Francesshet, Krook and Piscopo 2012, 3). Por el contrario, los detractores argumentan que las cuotas contradicen el principio de igualdad (Ríos, 2006; 36) y que una ley de estas características sólo refuerza los estereotipos de inferioridad que tienen las mujeres como actores políticos (Francesshet, Krook and Piscopo 2012, 3). Si bien la discusión sobre el significado e importancia de la aplicación de cuotas está lejos de acabarse, en términos estrictamente numéricos es posible asegurar que su implementación en América
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Tabla 2 Mujeres en Parlamentos Nacionales (antes y después de ley de cuotas Cámara Única o Cámara Baja
País
Cámara Alta o Senado
Elec- % Elec- % Elec- % Elec- % ciones Mujeres ciones Mujeres ciones Mujeres ciones Mujeres
Cuotas para mujeres
Argentina*
1995
23,5%
2013
36,6%
1995
2,8%
2013
38,9%
30%
Bolivia
1993
6,9%
2009
25,4%
1993
3,7%
2009
47,2%
50%
Brasil
1994
6,6%
2010
8,6%
1994
7,4%
2010
16,0%
30%
Chile
1993
6,5%
2013
15,8%
1993
7,5%
2013 15,78%
No
Colombia
1994
11,7%
2010
12,1%
1994
6,9%
2010
No
2013
41,6%
Ecuador**
S/I
Paraguay
1993
2,5%
2013
15,0%
Perú**
1995
10,8%
2011
22,3%
Uruguay
1994
7,1%
2009
13,1%
Venezuela**
1993
5,9%
2009
17,0%
Subtotal
9%
16,0%
30% 1993
11,1%
2013
20,0%
20% 30%
1994
6,5%
2009
6,5%
No No
19,43%
6,6%
22,58%
* Ley de Cuotas desde 1991 ** Países con Cámara Única Fuente: Autor con datos de Inter-Parliamentary Union.
Latina, excluyendo a Brasil, ha sido un éxito (Tabla 2).
llamar la atención que las listas contengan distritos o estados sin candidatos.
De acuerdo a Araújo (2010, 18) el caso de Brasil se puede explicar desde dos errores que contiene la ley de cuotas. Primero, la norma exige a los partidos a presentar un mínimo de 30% de candidatas mujeres. Sin embargo, ese porcentaje es calculado por el máximo de candidatos que puede presentar cada partido y no sobre el número de candidatos que finalmente presenta cada partido. Segundo, la ley no considera sanciones para los partidos que no cumplen con la normativa. Por lo tanto, no debe
En términos legales, además de otorgar castigo o multa a los partidos que no cumplan con el espíritu de la ley, hay sólida evidencia que confirma que los sistemas de elección proporcional junto con listas cerradas son factores esenciales para garantizar una representación equitativa en el parlamento (Ríos 2006, 20; Jones, Alles and Tchintian 2012, 332-354 y Araújo 2010, 24) Finalmente, es fundamental precisar que hay un alto grado de consenso en
128
advertir que las cuotas no es la única medida que permite el aumento de mujeres en el parlamento. De hecho, algunos plantean la necesidad de reforzar, desde una perspectiva de género, las instituciones que participan en la esfera política, como el sistema electoral, los partidos políticos y los espacios que deben configurar un discurso más equitativo e inclusivo (Krook 2010, 712).
Mujeres en puestos relevantes Generalmente para graficar la representación y participación de la mujer en política se recurre preferentemente al número de mujeres en los parlamentos, pero muy poco se estudia su presencia
en otros puestos de relevancia política, los cuales en este caso, no dependen del voto ciudadano. En la Tabla N° 3 podemos observar el nivel de representación que tienen las mujeres en las directivas de los parlamentos. La Tabla N° 4, en tanto, da cuenta de la presencia de mujeres como presidentas de comisiones parlamentarias. En ambos casos, la sobre representación masculina queda en evidencia sobre todo si nos detenemos en la realidad chilena. En la cámara baja de ese país el 15,8% de sus miembros son mujeres, sin embargo de las 24 comisiones legislativas que existen, sólo dos son presididas por mujeres, lo que constituye el porcentaje más bajo de la región con 8,3%.
Tabla 3 Mujeres como autoridades en los Parlamentos Nacionales Cámara Única o Cámara Baja
Cámara Alta o Senado
Presidentes/as Vice-Presidentes/as Presidentes/as Vice-Presidentes/as País
M/T
%M
M/T
%M
M/T
%M
M/T
%M
Argentina
0/1
0%
3/3
100%
0/1
0%
0/3
0%
Bolivia
0/1
0%
0/2
0%
0/1
0%
2/2
100%
Brasil
0/1
0%
0/2
0%
0/1
0%
0/2
0%
Chile
0/1
0%
0/2
0%
1/1
100%
0/1
0%
Colombia
0/1
0%
0/2
0%
0/1
0%
0/2
0%
Ecuador *
1/1
100%
2/2
100%
-
-
-
-
Paraguay
0/1
0%
1/2
50%
0/1
0%
0/2
0%
Perú *
0/1
0%
1/3
33,3%
-
-
-
-
Uruguay
0/1
0%
0/4
0%
0/1
0%
0/3
0%
Venezuela *
0/1
0%
1/2
50%
-
-
-
-
1/10
10%
7/26
26,9%
1/7
14,2%
2/15
13,3%
Subtotal
*Países con parlamentos unicamerales. Fuente: Autor con datos obtenidos de los sitios web de cada parlamento investigado.
129
Tabla 4 Mujeres en comisiones parlamentarias permanentes Cámara Única o Cámara Baja
Cámara Alta o Senado
N° N° MPC % MPC % MP MPC comisiones comisiones
País
% MP
Argentina
36,6%
45
Bolivia
25,4%
12
3
8,6%
22
2
9,1%
Chile
15,8%
24
2
Colombia
12,1%
13
2 15,4%
16%
Ecuador *
41,6%
13
4 30,7%
15%
28
3 10,7%
Perú *
22,3%
24
4 16,6%
-
-
-
Uruguay
13,1%
16
4
25%
6,5%
16
1
17%
15
3
20%
-
-
-
111
28
Brasil
Paraguay
Venezuela * Subtotal
19,4%
14 31,1% 38,9%
212
26
9
25% 47,2%
10
6
16%
12
1
8,3% 18,4%
18
3
10
2
-
-
-
20%
19
6
41 19,30% 22,5%
*Países con parlamentos unicamerales. MP: Mujeres parlamentarias MPC: Mujeres presidentas de comisiones Fuente: Autor con datos obtenidos de los sitios web de cada parlamento investigado.
Argentina, Bolivia y Ecuador son ejemplos para la región en términos de igualdad de género. Los tres países no sólo tienen la mayor proporción de mujeres en sus parlamentos, sino que además lideran en la cantidad de mujeres en funciones directivas. Además, Ecuador junto a Chile son las únicas naciones que tienen a una mujer como presidentas de alguna cámara de representantes. Otros representantes de significancia política son los ministros, ministras, embajadores y embajadoras. Los primeros (en el caso de los países analizados) son nombrados directamente por el presidente o presidenta de la nación. Los segundos, en tanto, son nombrados o ratificados también por la máxima au-
toridad política de cada país. Generalmente, en las embajadas más relevantes para cada país (en términos políticos y económicos, por ejemplo) son designados personas de exclusiva confianza del presidente o presidenta, los cuáles no son necesariamente diplomáticos, sino miembros de los partidos de gobierno. Aunque el bajo número de mujeres en misiones extranjeras puede tener varias explicaciones de carácter cultural, el porcentaje de embajadoras como representantes de los estados parece confirmar que la exclusión de las mujeres en política no sólo está en los parlamentos. De hecho, el panorama no es muy distinto cuando la primera autoridad de gobierno es una mujer.
130
Tabla 5 Mujeres como embajadoras País
N° Total N° Mujeres % Mujeres embajadas embajadoras embajadoras
Argentina
82
14
17,10%
Bolivia
24
5
20%
-
-
-
Chile
68
7
10,20%
Colombia
53
11
20.75%
Ecuador
44
5
11,36%
Paraguay
27
2
7,40%
Perú
54
7
13%
Uruguay
47
6
12,80%
Venezuela
20
1
5%
419
58
13,84%
Brasil *
Subtotal
* Información no disponible. Fuente: Autor con datos obtenidos de los sitios web de los gobiernos analizados.
En el caso de mujeres como ministras de gobierno, la situación es un poco distinta a la anterior. Aunque el promedio de la región está muy lejos de los números que muestran países como Nicaragua (57,1%), Suecia (56,5%), Finlandia (50%), Francia (48,6%) y Noruega (47,1%), es evidente que hay una mayor presencia de mujeres en estos puestos de relevancia política. El caso de Chile no es algo sorpresivo, pues desde el 2006, año en que por primera vez a una mujer asumió como presidenta de la nación, los gabinetes han estado muy cerca de la paridad (IPU 2014). Sin embargo, la evidencia indica que la presencia de una mujer como presidenta no garantiza un alto número de mujeres en los gabinetes de gobierno, hecho que evidentemente deja en entre dicho los planteamientos de Araújo,
Krook, Delthrop y Shmith-Bayer que se han mencionado con anterioridad. Los ejemplos más emblemáticos son Argentina y Brasil. Ambos países tienen como máxima autoridad política a una mujer, sin embargo el porcentaje de ministras es inferior al promedio de la región (Tabla 6).
Labor de las mujeres en política Nos es muy usual encontrar evidencia cualitativa que nos indique qué labor realizan las mujeres que ocupan cargos de representación política. Por tal motivo a continuación entregaré algunos antecedentes que nos pueden entregar luces sobre qué temas de interés nacional están siendo liderados por mujeres en
131
Tabla 6 Mujeres como ministras País
N° Total N° Mujeres % Mujeres ministerios ministras ministras
Argentina *
16
3
Bolivia
20
7
35%
Brasil *
34
8
23,5%
Chile *
23
9
39,1%
Colombia
16
5
31,2%
Ecuador
27
6
22,2%
Paraguay
11
3
27,3%
Perú
18
6
39%
Uruguay
13
2
15,3%
Venezuela Subtotal
18,7%
31
5
16%
209
54
25,8%
* Países con mujeres Presidentas de la Nación. Fuente: Autor con datos obtenidos de los sitios web de los gobiernos analizados.
América Latina. Para tal objetivo se revisaron qué comisiones parlamentarias son dirigidas por mujeres en la actualidad y qué ministerios son encabezados por mujeres. En siete países de la región, las mujeres lideran las comisiones de cultura de sus cámaras baja o únicaNota: 3. Además todas los parlamentos, sin excepción, tienen a una mujer como presidenta de comisiones relacionadas a la política social, participación ciudadana, familia o género. Comisiones que tradicionalmente están vinculadas a los hombres como finanzas y política exterior son dirigidas por mujeres en Argentina y Bolivia, respectivamente. La tendencia en presidir comisiones de
agenda “social” se mantiene en el senado. Sin embargo hay excepciones. En Argentina, Bolivia y Uruguay hay mujeres liderando comisiones relacionadas a al desarrollo económico y al presupuesto de la nación. En relación a los ministerios que son encabezados por mujeres se puede constatar que las mujeres en su mayoría ocupan ministerios más sociales, por el contrario los hombres lideran temas como economía o presupuesto público, transporte, planificación, obras públicas y relaciones exteriores. Analizando las listas de ministerios se han encontrado algunas similitudes con la tendencia expresada en las comisiones parlamentarias. Por ejemplo, la mitad de los países de la región tiene a una
3 Las excepciones son Bolivia, Chile y Uruguay.
132
mujer como ministra de culturaNota: 4. Además de los cinco ministerios de la mujer o género, que tiene la región analizada, todos son dirigidos por mujeres. También hay una tendencia de mujeres en ministerios como desarrollo social, salud y educación. Por el contrario no hay en los diez países analizados ministras responsables de las relaciones exteriores y ni del presupuesto de la Nación.
Conclusión En la investigación realizada a diez países de América Latina hemos podido constatar que la representación de mujeres en la esfera política aún es una materia pendiente para los estados y gobiernos de la región. Es evidente que la aplicación de cuotas de participación en leyes electorales o constitucionales ha generado un aumento en los parlamentos. Sin embargo, depender de esa fórmula y no reforzar las instituciones que integran el sistema político de cada nación, debería ser considerado como un paso atrás en la lucha contra la discriminación y la exclusión. Brasil, probablemente es el caso más emblemático para explicar que con una ley no es suficiente para garantizar la presencia de mujeres en los congresos nacionales. El país más grande de la región tiene una ley de cuotas desde el año 1997, sin embargo el promedio de mujeres en el parlamento es el más bajo de la región. Las explicaciones a este fracaso se relacionan básicamente a la negativa de los partidos a respetar el espíritu de la ley y a la pasividad del estado ha sido cómplice de una ley que no incluye penas ni obliga a los partidos a confeccionar listas con perspectiva de género. Esto, porque es habitual observar que las mujeres están ubicadas al fi4 Brasil, Chile, Colombia, Paragua y Perú.
nal de las nóminas de candidatos (Araújo 2010, 23-24). Por lo tanto, este tipo de medidas deben ir acompañadas de otras iniciativas, como el reforzamiento de las organizaciones sociales y políticas que trabajan en temas de género, elaborar normativas que incentiven la participación de la mujer en el ámbito público, impulsar iniciativas que promuevan un discurso más igualitario y menos masculino, etc. Adicionalmente, es necesaria más voluntad política de los países de la región. Esto, porque no basta con cumplir con las leyes que pretenden incrementar la representación femenina en la política, también es urgente facilitar el acceso de las mujeres a cargos de relevancia política. No beneficioso para la democracia que las mujeres tengan baja presencia en las embajadas y en las misiones internacionales. También sería un gran avance hacia la equidad política, quebrar la tendencia que ubica a mujeres y hombres en determinadas funciones públicas. Finalmente, esta investigación junto con entregar un panorama amplio y actualizado de la representación de mujeres en política, ha contribuido en minimizar la idea que el hombre tiende a seleccionar a un par cuando tiene la posibilidad de hacerlo. Esa teoría que plantea Krook (2010) para explicar el bajo número de mujeres en los parlamentos, perdería fuerza si la aplicamos a la composición de gabinetes ministeriales de los gobiernos de América Latina. Por ejemplo, el gobierno del presidente boliviano Evo Morales tiene a siete ministras (35%), Juan Manuel Santos en Colombia, en tanto, designó a cinco ministras (31%). En tanto en países en donde hay presidentas mujeres la cantidad de ministras son bastante menos en términos porcentuales. En el gobierno argentino de Cristina Fernández hay
133
tres ministras (18,7%) y en el de Dilma Rousseff en Brasil hay ocho (23,5%). Por lo tanto, América Latina tiene grandes desafíos en su batalla contra la exclusión de las mujeres en la esfera política. Sin embargo, ha quedado demostrado que implementar cuotas de género en candidatos al parlamento no debe ser la única medida que los estados deben adoptar para intentar corregir el sesgo y la discriminación que aún padecen los sistemas democráticos de la región
Autor Rodrigo Suazo Chávez Periodista, Magíster en Comunicación Política (Universidad de Chile) y candidato a Magíster en Ciencia Política (University of Birmingham, Reino Unido). Su experiencia laboral la ha construido principalmente trabajando en instituciones públicas como ministerios, municipios y organizaciones no gubernamentales. En el plano académico, ha concentrado sus estudios en temas como democracia, participación, discurso político y justicia global. Email: ras220@bham.ac.uk
134
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Ecuador www.presidencia.gob.ec
Paraguay www.senado.gov.py www.diputados.gov.py
Paraguay www.presidencia.gov.py
PerĂş www.congreso.gob.pe
PerĂş www.peru.gob.pe
Uruguay www.parlamento.gub.uy
Uruguay www.presidencia.gub.uy
Venezuela www.asambleanacional.gov.ve
Venezuela www.gobiernoenlinea.ve
136
Por Lis029 (Trabajo propio) [CC-BY-SA-3.0]
REGIONES
Descentralización – Gobierno Metropolitano – Asociación de Municipios – Territorio – Gobernabilidad
Propuesta de Gobierno Metropolitano: Gobernabilidad y Legitimidad comparada de 4 acuerdos institucionales por Rodrigo Cárcamo Hun
El siguiente artículo pretende analizar algunas propuestas comparadas de gobiernos metropolitanos para el Área de Santiago, en vista de mejorar la gestión de los recursos de los distintos actores político-administrativos subnacionales. Esto, en un marco de continua expansión inorgánica de la urbe y disminución de la calidad de vida de sus habitantes. Se subraya —a modo de prevención— que no se pretende un estudio acabado de la temática, sino el constatar una problemática y eventuales alternativas a analizar. Un tratamiento extenso y exhaustivo, escapa al objetivo del presente trabajo.
137
Más allá de los barrios obreros habitan la opulenta y media burguesía: la media en calles bien trazadas cerca del barrio obrero, la opulenta en casas lejanas [...] Y lo bueno del caso es que estos aristócratas del dinero para trasladarse a sus oficinas pueden atravesar todos los barrios obreros sin darse por enterados de que están junto a la mayor miseria. F. Engels, “La situación de la clase obrera en Inglaterra” (1845, 78)
Metropolitana de Santiago (en adelante AMS) que gobernaría, planificaría y gestionaría los nudos críticos de la urbanización, hasta ahora parcelados y sin relato coherente.
Introducción
E
l habitar la ciudad y su consecuente calidad de vida es más que la libertad individual de acceder a recursos urbanos; es por sobre todo, “el derecho a cambiarnos a nosotros mismos cambiando la ciudad”, a la vez que este derecho es gregario ya que la transformación “depende inevitablemente del ejercicio del poder colectivo para remodelar procesos de urbanización” (Harvey 2008, 23). En forma implícita, por tanto, la calidad de vida se constituiría como “las condiciones de vida objetivas de la población generadas a partir de las actuaciones y dinámicas de transformación del espacio urbano inducidas por actores públicos, privados y la sociedad civil” (Orellana et. al. 2013, 4). Esto da cuenta de la imperativa tarea de establecer un modelo de ciudad que asegure el desarrollo de las personas desde límites mínimos de calidad de vida, especialmente en el caso metropolitano nacional en donde la desigualdad se ha transmutado en norma cotidiana. Una idea práctica y recurrente desde instituciones de gobierno, parlamentarios o núcleos académicos, ha sido la de implementar un Gobierno para el área
En la medida que el proceso de descentralización es entendido como una reforma del Estado compuesta por una serie de políticas públicas destinadas a transferir responsabilidades, autoridad y recursos del nivel central a los niveles subnacionales (Falleti 2005), se convierte en un marco conceptual, metodológico y práctico de suma relevancia para la articulación de un nuevo acuerdo institucional. Tomar en cuenta este derivado, es a la vez reconocer que la institucionalidad ad hoc no es más que un gobierno regional con nuevas y mayores competencias específicas asociadas a un área metropolitana. Es por esto que un nuevo modelo institucional involucra trabajar en una reformulación integral en los ámbitos administrativos, fiscales y políticos, sopesando sus beneficios a la vez que también sus costos asociados. Es un cambio de foco en la administración del Estado dirigido a la integración y fortalecimiento de la autoridad regional, la conexión de estrategias de desarrollo con mecanismos de financiamiento y participación comunitaria en los planes locales y regionales. Esto conlleva evidentemente el desafío de controlar los riesgos y la incertidumbre, especialmente en la dimensión política de la reforma, en cuanto es natural que la institucionalidad a ser modificada optara por una dinámica de preferencias, en el mejor de los casos, relativamente convergente y en el peor de estos, completamente discordante. En esta línea, se da lo que Falleti (2005) explica mediante la dinámica de las preferencias; el gobierno nacional, en este caso la institucionalidad previa, preferirá la reforma administrativa por sobre
138
la fiscal, la cual a su vez se ubicará por sobre la reforma política. En el caso que la reforma provenga desde la dimensión subnacional o municipal, la dinámica será de flujo inverso. Con todo, una primera etapa es problematizar la realidad urbana de las comunas de Santiago, establecer y barajar consecuentemente una serie de alternativas tanto de los acuerdos o modelos institucionales como de los problemas estratégicos que les serán atingentes. Una vez aclarado este borrador, es inevitable no solo estudiar la viabilidad técnica del acuerdo orgánico, sino que además su factibilidad política y, si se quiere, sociológica. En el siguiente bosquejo, que no tiene más pretensión que ser una aproximación a la problemática urbana de la capital nacional, se plantean los modelos institucionales bajo lógica comparada, que comprenden y expresan de mejor manera la realidad social, política y funcional de las instituciones nacionales. Finalmente, se entienden por establecidas de manera hipotética, de acuerdo a diferentes diagnósticos y opiniones de expertos en publicaciones científicas, de divulgación y medios de comunicación, las áreas o nudos críticos de acción del potencial Gobierno Metropolitano: Planificación Territorial (PT), Transporte Público (TP) y Seguridad Ciudadana (SC).
Diagnóstico Metropolitano General Santiago es una urbe de marcada segregación socioeconómica, en la forma de una contraposición entre sectores de ingresos altos y medios, con aquellos sectores de ingresos medios–bajos y bajos, lo que redunda en una explícita se-
gregación residencial con claros límites físicos y urbanos (De Mattos 2002). Con ello, una alta inseguridad subjetiva, que es reflejo de un fenómeno a nivel nacional y excepcional en dimensión regional (Dammert 2013), y difusa orgánica política y administrativa. En términos generales, el espacio público se ha retrotraído, entendido este, tanto como espacio público físico y espacio público etéreo, es decir, como proyección de una comunidad política (Rodríguez y Winchester 2001). En las 34 comunas que componen el AMSNota: 1, reside el 35,10% del total de los habitantes del país, de los cuales el 11,7% vive en la pobreza (SINIM 2011); con ello, dentro del mismo Gran Santiago, se ubican las 3 comunas con peor y mejor Índice de Calidad de Vid Urbano (ICVU) de todo el país: San Ramón, La Pintana, Lo Espejo por un lado, y Vitacura, Las Condes y Providencia por otro (Orellana, et. al 2013). Este contraste, también se da en lo respectivo a densidad poblacional, en donde las comunas del mismo nivel que las primeras poseen una mayor densidad de habitantes por Km2 que las segundas. De Mattos y Fuentes (2012) expresan que el proceso de crecimiento económico del Gran Santiago —y en general su agresiva urbanización— se debe principalmente al contexto de modernización capitalista impulsada por los procesos de ajuste estructural iniciados desde fines del siglo XX en América Latina. En específico, al neoliberalismo global como fase o etapa del capitalismo, al que Edward Soja (2001) atribuye la cualidad de traer consigo modificaciones significativas en la estructura y vida urbana de la postmetrópolis. En lo que a transporte público se refiere, el 49,92% de la población del Gran San1 32 comunas de la Provincia de Santiago, a las cuales se agregan Puente Alto y San Bernardo.
139
tiago se desplaza diariamente dentro de su comuna de residencia, a otra comuna o provincia de la región e incluso a otras regiones, por motivos de trabajo o estudio (Censo 2012). Según datos de la Secretaria de Planificación de Transporte (SECTRA), al año 2006 el tiempo promedio de viaje en transporte público en un día hábil era de 48 minutos, con un máximo de 95 y un mínimo de 23, según el sector de origen y destino del traslado. Sin embargo, para el 2030 se proyecta, de no mediar cambios en el actual sistema de transporte de Santiago, que la movilidad de la población sería a lo menos compleja: el 65% de los viajes se realizaría en automóvil particular, por lo que aumentaría la congestión y el tiempo de viaje en transporte público aumentaría en 40 minutos. Finalmente, en lo que respecta a Seguridad Ciudadana, el promedio para la victimización a nivel nacional para el año 2013 se situó en 38,9%, mientras que el Gran Santiago, para el mismo periodo, superó el promedio nacional alcanzando 40,3%. A nivel agregado, en entre el 2000 y 2013, el Gran Santiago tuvo una variación de 21,7%. Por otro lado, el promedio nacional para la categoría “alto temor” en 2013, es decir en el ámbito de la inseguridad subjetiva, llegó al 12,5%, mientras que en el Gran Santiago registró 12,8% (Índice Paz Ciudadana 2014) Los índices arriba descritos no hacen más que establecer un diagnóstico que no es de lo más auspicioso. He ahí, la necesidad de barajar políticas públicas tendientes a reducir progresivamente el margen de riesgo presente en el criterio de calidad de vida urbana, y a la vez, evitar proyecciones desalentadoras que sin duda se concretarán de no mediar una intervención eficiente y efectiva.
Modelos Institucionales Comparados En general se esgrimen una serie de motivaciones, además de las referidas a los ámbitos metropolitanos críticos, que llevarían a estructurar e implementar un modelo de Gobierno Metropolitano. Chuaqui y Valdivieso (2004) plantean como puntos básicos, para el caso de la Región Metropolitana (RM), las duplicidades y traslapes de competencias y atribuciones entre los diferentes niveles de gobierno subnacional, herramientas jurídicas subutilizadas, la indefinición en los límites de los niveles político–administrativos del Estado y la descoordinación entre las autoridades máximas de los niveles intermedios y comunales de gobierno. Lefevre (2005), a nivel interregional, plantea que dichas justificaciones emergen desde imperativos económicos, políticos y sociales. En lo económico, la necesidad de evitar duplicación de servicios, permitir economías de escala y generar competitividad económicaNota: 2 serían los factores que incentivarían eventuales acuerdos institucionales. Políticamente, la nueva entidad metropolitana “sería proyección de una constitución de unidad social”, concretaría los métodos de accountability y por tanto reduciría y prevendría la corrupción. Las causales sociales hacen énfasis en la generación de cohesión social en la forma de solidaridad municipal y toma de consciencia de los problemas metropolitanos. Tomando en cuenta la multiplicidad de 2 Dicho concepto se enmarca en el proceso de la globalización, mediante la “competencia territorial” de las áreas metropolitanas entre sí. Entendiendo a la vez que estas son lugares de creación de riqueza económica y territorios privilegiados de innovación/competencia (Lefevre 2005).
140
Figura 1 Matriz Legitimidad – Gobernabilidad
Fuente: Elaboración propia en base a Lefevre (2005)
relaciones entre estas variables, una matriz gobernabilidad/legitimidad (Lefevre 2005) puede sernos útil para concluir cuál de los eventuales modelos a analizar llegan a tener un grado aceptable de viabilidad. Para Lefevre, la gobernabilidad es “...la capacidad de las áreas metropolitanas para establecer herramientas, mecanismos, instrumentos y ordenamientos para que los territorios sean gobernables”. Un equilibro aceptable entre necesidades y capacidades de gobierno, es decir, una institucionalidad metropolitana eficiente, será tal en la medida que pueda conjugar un sentido de identidad y participación —“capacidad de actuar”— de la sociedad civil (legitimidad social) en y con el nuevo modelo, junto con la capacidad de generar instrumentos democráticos y consensos entre las fuerzas políticas (legitimidad política) que se ven afectadas por la remodelación institucional. Consumando estas legitimidades, el nuevo acuerdo será capaz de diseñar e implementar políticas territoriales mediante la asignación de respon-
sabilidades (legitimidad funcional)Nota: 3 a todos los actores involucrados (Lefevre 2005) (Figura 1). En lo medular, son tres acuerdos de carácter supramunicipal y uno de carácter intermunicipal los más interesantes de analizar. Desde el diseño de Chuaqui y Valdivieso (2004) sobre la intensidad baja, media y máximaNota: 4 de los cambios institucionales, dos estructuras supramunicipales, el Alcalde Mayor y 3 Es un proceso político más que técnico; en la redistribución/asignación de roles dentro de una nueva institucionalidad metropolitana subyace la necesidad de ceder competencias/atribuciones que hasta el momento eran propias a los actores de las orgánicas preexistentes. Si no existe manejo político para generar tal concesión, se hace imposible que las políticas del nuevo acuerdo institucional puedan implementarse. 4 Un cambio máximo se entiende como la modificación institucional a nivel normativo y la correspondiente creación de institucionalidad; un cambio medio repotencia atribuciones de autoridades y estructuras ya provistas por la administración y los niveles subnacionales, aclarando, a la vez, competencias; y un cambio mínimo solo considera una interpretación de las leyes de manera cabal (Chuaqui y Valdiviedo 2004)
141
Alcalde Superior, involucran un cambio máximo mientras que un Gobierno Regional potenciado, bajo el nombre de Gobierno Regional Metropolitano, solo estima cambios medios. El único modelo intermunicipal, la Asociación de Municipios, comprende un cambio medio, en la medida que no exige reformas de importancia en las disposiciones normativo–jurídicas y se basa en unidades político–administrativas comunales preexistentes. A continuación algunos matices de los acuerdos institucionales involucrados. a) El Alcalde Mayor se constituye como tal mediante el sufragio directo y universal de los habitantes de las comunas del AMS. Esta figura cumple el rol de ejecutivo y de administrador del gobierno metropolitano. Sin embargo esta última característica solo involucra la competencia resolutiva y no fiscalizadora, la cual reside en los espacios orgánicos del “Consejo de Alcaldes/Concejales Comunales” y de las “Estructuras de la Sociedad Civil”. La instancia principal, es decir, el Alcalde Mayor, instruye, aseso-
rado por un “Consejo Técnico” de profesionales, a la “División de Estudios” para que en cada una de sus subdivisiones (PT, TP, SC) se articulen los planes y proyectos de los ejes estratégicos respectivos. Dicha División de Estudios presentara los planes al Alcalde Mayor, quien los aprobará, anexará observaciones o rechazará según sea el caso (Organigrama 1). Particularmente el hecho que la figura principal de este modelo sea electa por sufragio universal y directo, como tener contemplada la inclusión de instancias fiscalizadoras de Alcaldes y ciudadanos, lo que implica accountability, sin duda lo dota de una legitimidad política casi incuestionable. No obstante, su factibilidad política —no comparable a legitimidad política— es escasamente plausible, en el hecho que un Alcalde Mayor, elegido democráticamente, sometido al accountability y por tanto con la capacidad/habilidad de capitalizar el apoyo electoral en el tiempo, no sería capaz de generar los consensos necesarios en la clase política, dado que eventualmente sería una plataforma de facto para las
Organigrama 1 Modelo Institucional Supramunicipal Alcalde Mayor Electo
Fuente: Elaboración propia a partir de referencias mencionadas y su contextualización a la institucionalidad vigente.
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presidenciales. Desde lo niveles político–administrativos del Estado, sin duda, y en cuanto su legitimidad funcional, existiría un posible conflicto en: (a) rechazo en el traspaso de atribuciones desde el nivel sectorial/municipal; y (b) posible duplicidad de funciones de no mediar una modificación legal integral. Un elemento transversal a lo mencionado es la burocratización y ralentización de los procesos y toma de decisiones. Por su lado, la legitimidad social sería ambigua, primero, y en un aspecto positivo, porque daría la posibilidad a las estructuras sociales de participar en el modelo institucional atingente; segundo, en la faceta negativa, perjudicaría la legitimidad social el hecho que la institucionalidad de Alcalde Mayor involucra
la creación de un nuevo escalafón político–administrativo a nivel subnacional que modifica la percepción de identidad y consciencia colectiva de la ciudadanía con sus territorios de referencia históricos, es decir, Municipios y Gobiernos Regionales. b) La figura de un Alcalde Superior tiene como característica política fundamental su elección indirecta por medio del Consejo de Alcaldes/Concejales respectivo de las comunas del AMS elegidos por sufragio universal; permanecerán en su cargo 4 años. En similitud al acuerdo institucional anterior, este Consejo tendrá competencias fiscalizadoras mientras que aquellas de carácter resolutivo recaerán en la nueva figura del Alcalde Superior. Un Consejo Técnico, asesora a este, el cual, en virtud de los ejes diseñados y presentados por la
Organigrama 2 Modelo Supramunicipal Alcalde Superior
Fuente: Elaboración propia a partir de referencias mencionadas y su contextualización a la institucionalidad vigente.
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División de Planificación y sus subdivisiones respectivas (PT, TP, SC), aprobará los planes estratégicos (Organigrama 2). A diferencia del acuerdo de Alcalde Mayor, este modelo es deficitario en legitimidad política, en la medida que el Alcalde Superior es elegido indirectamente, a pesar que los actores políticos encargados de este proceso sean de votación directa y universal a nivel comunal; la sociedad civil estaría delegando el poder, tanto el que los involucra en los procesos de toma de decisiones como los de vigilancia a la práctica pública de la autoridad. Funcionalmente su legitimidad es dudosa ya que, en similar al Alcalde Mayor, se crea un nuevo escalafón en el sistema político–administrativo del Estado, lo que genera conflicto dada la posibilidad clara de un rechazo al traspaso de atribuciones desde el nivel sectorial/ regional/municipal, en lo que se refiere a la gobernabilidad y planificación de las políticas; a la vez que es posible la generación de una posible duplicidad de competencias y funciones. En el tercer criterio, adolece de baja legitimidad social, puesto que no existen políticas ni pactos territoriales que tiendan a conformar un sentido de pertenencia o una posición activa en el diseño de planes estratégicos. Bajo accountability desde los actores sociales. c) El Gobierno Regional Metropolitano, como tercer modelo supramunicipal, mantiene su estructura de toma de decisiones garantizada por la Constitución Política de la República. Esto es, como instancia central, un Intendente designado en la función de gobierno (ejecutivo) y un Consejo Regional en una de administración regional (resolutivo)Nota: 5. La innovación básica está en 5 Ver Art. 111. CPR
que, con respecto a la gobernabilidad y planificación, se le incorporan nuevas competencias específicas en las áreas metropolitanas de TP, PT y SC. A la vez, los SEREMI pasan a elaborar los planes estratégicos de cada materia por instrucción directa del Ejecutivo regional, y ya no por mandato sectorial; el Consejo Regional aprueba dichos planes los cuales son coordinados e implementados por el mismo Intendente, mediante un Consejo Coordinador Metropolitano. Se le incorpora un Consejo de Alcaldes, integrado por aquellos respectivos al AMS, de carácter consultivo en materias de financiamiento y planes estratégicos de los ejes mencionados (Organigrama 3). Este modelo adolece de escasa legitimidad política, en cuanto el Intendente es designado. Socava aún más su legitimidad al considerar que la primera magistratura regional no solo ejerce un rol ejecutivo, sino que también político. Si bien los Consejeros Regionales son electos por sufragio directo y universalNota: 6, lo que deriva inevitablemente en accountability, que el Consejo de Alcaldes no sea vinculante, sino meramente consultivo, deja entrever un déficit democrático en su dimensión tanto representativa como participativa. En materia de legitimidad funcional, posee serias deficiencias; al ser una instancia con amplias atribuciones metropolitanas puede generar conflictos con instituciones de nivel central o comunal “parroquiales y con nulo interés supra6 Los Consejeros Regionales, hasta la promulgación y publicación de la nueva Ley N° 20.678 en Junio de 2013 que modifica, a su vez, la Ley N° 19.175 Orgánica Constitucional Sobre Gobierno y Administración Regional (LOCGAR) y establece la elección directa de los Consejeros Regionales, específicamente en cuanto “el consejo regional estará integrado por consejeros elegidos por sufragio universal, en votación directa” (Art. 29 inc. 1 Ley N° 20.678), eran elegidos por los Concejales Comunales de las Municipalidades que integraban las regiones.
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sectorial” (Lefevre, 2005). Por el contrario, posee legitimidad social en lo que respecta a la ocupación en su gobernabilidad, planificación y gestión de un “territorio de referencia” preexistente, es decir identidad, que es la Región Metropolitana convertida para estos fines en AMS. No obstante, ve relativamente neutralizada esta ventaja al no generar participación directa de la sociedad civil, sino que indirecta por medio de Ediles y Consejeros Regionales. d) En similitud al modelo de Gobierno Regional Metropolitano, la Asociación de Municipios hace uso de “una institucionalidad de la aglomeración urbana, que consiste en adaptar ésta a la estructura organizada estatalmente, aprovechando unidades administrativas
ya existentes” (Borja, 1996: citado por Chuaqui y Valdivieso, 2004), esta vez a nivel comunal. A nivel comparativo, es el acuerdo de mayor factibilidad para la realidad objetiva nacional. Dicha orgánica, en su espacio principal, está constituida por el Consejo de Alcaldes, en la función de administradores del área metropolitana, compuesta por los ediles de las comunas del AMS; es de carácter resolutivo y asociación voluntaria. La instancia que le sigue en relevancia es el Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad CivilNota: 7; de carácter consultivo, tiene la atribu7 Orgánica trasplantada de la ya existente en la comuna de Santiago, que reemplazó al Consejo Económico Social Comunal (CESCO) y cuyo objetivo es asegurar la la colaboración y participación de la comunidad local en el progreso económico, social y cultural del AMS.
Organigrama 3 Modelo Supramunicipal Gobierno Regional Metropolitano
Fuente: Elaboración propia a partir de referencias mencionadas y su contextualización a la institucionalidad vigente.
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ción, entre otras de interés comunal, de llamar a plebiscito comunal respecto de las políticas metropolitanas en las áreas ya enumeradas y que signifiquen transformaciones de relevancia en la dinámica urbana. Estará compuesta por Consejeros representativos de las organizaciones y comunidades del AMS previamente inscritasNota: 8, permanecerán 4 años en el cargo con posibilidad de reelección por dos periodos. Relacionado directamente con este, se encuentra la Oficina de Asesoría Técnica; su objetivo es prestar apoyo técnico tanto al Consejo de Alcaldes como al Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil, en virtud de sus roles rol de administración y consulta, respectivamente. Bajo esto espacios, se ubica un Directorio compuesto por 5 miembros escogidos por la Asociación de Municipios. Su permanencia será de 2 años, con reelección intercalada. Finalmente, se articula la Secretaria Técnica de Desarrollo Metropolitano, que tendrá por función la coordinación y definición técnica de las actividades relacionadas con los ejes metropolitanos (PT, TP, SC). Sus funcionarios serán producto del proceso pertinente al de Alta Dirección Pública a la vez que el carácter técnico de este espacio evita la rotación de cargos por motivos políticos, y con esto, la discontinuidad de las políticas (Organigrama 4). Este modelo posee una relativa legitimidad política en el sentido que si bien el Consejo está compuesto por autoridades comunales elegidas por sufragio directo estos obedecen a un proceso electoral para desempeñarse en una unidad territorial particular, que es el munici8 De igual modo, considera organizaciones territoriales de la comuna, de las organizaciones comunitarias de carácter funcional, de organizaciones de interés público, indígenas, gremiales, sindicales y de actividades relevantes para el desarrollo económico, social y cultural de la comuna.
pio. Al ubicarlos en otra instancia, en la forma de Asociación de Municipios, su legitimidad política derivada desde el sufragio pierde marginalmente validez, en cuanto trascienden la motivación por la cual fueron elegidos inicialmente. Sin embargo, el Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil, viene a suplir este vacío de legitimidad, en cuanto se posiciona como un espacio de representación directa de los habitantes de las comunas del área metropolitana. La legitimidad funcional, estará supeditada a la capacidad que posea la nueva figura institucional de generar consensos para la entrega de competencias y atribuciones de los órganos en los diferentes niveles de la organización político–administrativa del Estado, considerando la esencia del proceso como política más que técnica. Particularmente, y en similitud a lo visto, esto puede generar posturas parroquiales a nivel sectorial, regional y municipal, lo que en este último caso se resuelve con una serie de incentivos que tienden a la asociación. Hay que destacar, hecho que contribuye a darle legitimidad funcional, que la Constitución Política de la República (Art. 118, inc. 16) reconoce la figura de la asociatividad de municipios, a la vez que la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades (Art. 137) hace operativa dicha norma constitucional. La Asociación de Municipios adquiere legitimidad social en la medida que su gobernabilidad, planificación y gestión hace uso de un territorio con carga histórica e identitaria explicita, como lo es la comuna, a la vez que utiliza un constructo institucional preexistente en la figura del municipio; este factor evidentemente influye en su factibilidad (legitimidad) funcional. Esta variable también se aplica al Consejo Comunal de las Organizaciones de la Sociedad Civil.
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Conclusión La necesidad de gestionar de manera eficiente y eficaz los nudos críticos que trae la globalización y consecuentemente la urbanización del AMS mediante un acuerdo institucional acorde a nuestra realidad jurídico–normativa, política, social e institucional, es decir, realista, es de considerable urgencia. A medida que la Región Metropolitana se encamina a convertirse en una metrópoli, cual prototipo, aunque lejano de Barcelona o Medellín, conlleva, como es razonable, un desarrollo en la tecnología, en el capital financiero y en general, en todas las
dimensiones que atañen directamente la calidad de vida de la ciudadanía. Sin embargo, hay que tener presente, que lo que podríamos llamar un desarrollo después del “fin de la historia” trae consigo, por sobre todo, segregación entre pobres y ricos, contrastes abismantes entre sus niveles de calidad de vida y encubrimiento, tal cual expresaba Engels, de la realidad objetiva de unos ante los ojos de otros
Organigrama 4 Modelo Intermunicipal Asociación de Municipios
CONSEJO COMUNAL DE LAS ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL
Fuente: Elaboración propia a partir de referencias mencionadas y su contextualización a la institucionalidad vigente.
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Autor Rodrigo Cárcamo Hun Profesor de Historia, Magíster en Ciencia Política mención Políticas Públicas. Actualmente cursando un diplomado en prevención del delito a nivel local. Miembro e Investigador del Instituto Igualdad. Militante Juventud Socialista. Correo: rodrigo.carcamo@igualdad.cl
Notas Este documento es parte del Proyecto de Título conducente a obtener el grado de Magíster en Ciencia Política mención Política Pública de la Pontificia Universidad Católica de Chile (2013). El apartado “Diagnóstico de Ámbitos Metropolitanos”, originalmente producto del trabajo conjunto de la mención antedicha, ha sido modificado en contenido y temporalidad, para los fines de la presente publicación. Los apartados de “Introducción” y “Modelos Institucionales Comparados” son trabajo exclusivo del autor.
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Santi di Tito [Public domain]
ENSAYO POLÍTICO
Maquiavelo: La acción y el lenguaje sumergido de la política por Ernesto Águila Académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades y Director del Departamento de Estudios Pedagógicos (DEP) de la Universidad de Chile.
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H
ay dos términos que recorren y se reiteran en diversos estudios de Maquiavelo y de su obra “El Príncipe”, que en 2013 cumpliera 500 años desde que fuera escrita: enigma y soledad. Enigma en muchos sentidos, especialmente en que parece que este pequeño texto no termina nunca por entregar todo su significado y permanece siempre en una cierta condición inclasificable y, por ende, solitario. Como lo ha señalado Althusser dicha “soledad” surge al constatar que Maquiavelo y “El príncipe” no parecieran arrancar de una tradición específica que lo antecediera ni tampoco que hubiese creado una escuela de pensamiento posterior inspirada en su obra y en la particular manera de abordar el análisis y la comprensión de lo político. Esta “soledad” de la cual estaría rodeada la obra de Maquiavelo descansa o se explica, en parte importante, y es lo que quisiera aquí sostener, por la exposición simultánea que éste realiza en “El Príncipe”, y en otras de sus obras, de las dos caras o dimensiones de la política: su lenguaje y representación pública, por un lado, y aquello que llamaremos la dimensión sumergida u oculta de la política, es decir, la acción y el lenguaje político que permanece siempre o casi siempre en penumbra, fuera del alcance de la vista del pueblo o del ciudadano, por otro. En ese gesto de Maquiavelo de colocar en un mismo escenario la representación de la política en su totalidad, llevando a la escena principal lo que se suele desarrollar entre bastidores o en los patios interiores de la política, es una de las poderosas razones que explica —a mi juicio— la trascendencia histórica y el carácter “vivo” de El Príncipe, pero también lo que podría explicar su aislamiento y soledad. Maquiavelo toca una tecla muy íntima y compleja de la actividad política —al tratar simultáneamente sus dimensiones pública y sumergida—
produciendo un efecto inquietante en el lector, la sensación incómoda de estar frente a un texto que no guarda el pudor suficiente, que se introduce y que habla de conductas, ideas y actitudes que no debieran permitirse o que de existir se debieran callar. Que Maquiavelo habla de unos “secretos de familia” que no debieran ventilarse públicamente. ¿Por qué Maquiavelo termina hablando de estas dimensiones íntimas o sumergidas de la política? Para ello debemos remitirnos al “programa” de trabajo que enuncia Maquiavelo en El príncipe: analizar los tipos de principados —lo cual restringido solo a este tópico podría haber conducido a un Tratado tradicional sobre la política y sus formas de gobierno y de Estado— , pero luego agrega: “y de cómo se ganan, mantienen y se pierden los principados”. Y claro, con esta segunda parte del programa se introduce de lleno en el tema de la lucha por el poder y de los medios más eficaces para hacerlo. En este sentido lo que se propone hacer Maquiavelo en El príncipe es bastante consistente con el propósito de querer hablar de política en serio: tomar como objeto de análisis el poder no solo a través de las formas de Estado o gobierno que puede adoptar una sociedad, sino como campo incesante de lucha por el poder. No obstante la obviedad de abordar de esta forma el fenómeno político es sorprendente que no haya sido ni sea así para una larga y extensa literatura que encontramos en campo de la filosofía política o de la ciencia política que pocas veces o nunca tratan el tema de las condiciones y características de la “lucha por el poder”. No parece claro que la “lucha por el poder” —sus estrategias, sus medios, sus fines, las operaciones que conlleva, etc.— sea reconocido como objeto de estudio sistemático, quedando más bien circunscrito su conocimiento al campo de los “políticos” y de su acción, a una cierta sabiduría
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política acumulada y que se transmite de manera oral, pero no de quienes se ocupan del estudio de ésta. Llegado a este punto bien valdría preguntarse si es inherente a la política esta doble faz, y, por sobre todo, tratar de identificar de lo que está hecho este espacio sumergido u oculto de la política. A la primera interrogante habría que decir que no hay forma política conocida, y de allí probablemente la universalidad y perdurabilidad histórica de “El príncipe”, que no reconozca esta doble dimensión o faz. De allí emerge, esa “extraña familiaridad” que tiene El Príncipe para quien lo haya leído cien, doscientos o quinientos años después. Probablemente allí está el acierto y la gran trasgresión de Maquiavelo: presentar simultáneamente, de manera indiferenciada ambas dimensiones en un mismo texto. Como veremos, hasta el día de hoy presentar esa dimensión sumergida de la política a la luz pública sigue siendo no solo muy complejo en términos analíticos sino también resulta incluso peligroso. Pero, ¿de qué está hecha esta dimensión oculta o sumergida de la política? Es difícil decirlo o más bien sistematizarlo, el propio Maquiavelo escribe de manera un poco fragmentada, por momentos de manera más narrativa que analítica, pero aquí nos atrevemos a construir una pequeña “fenomenología” de este lado sumergido de la política. Podríamos afirmar que allí encontramos, a lo menos, los siguientes aspectos: A diferencia de los grandes propósitos y valores que caracteriza la representación pública de la política, este otro espacio sería el lugar de los intereses subalternos, de aquellos objetivos más inmediatos, corporativos, de individuos, grupos y naciones Sería también el lugar de las motivaciones humanas menos confesa-
bles, de lo humano demasiado humano, pero que resultan tremendamente galvanizadoras y movilizadoras en términos políticos: fama, riqueza, honores, prestigio. El gesto de Maquiavelo en El Príncipe es que no diferencia entre los grandes propósitos y los intereses y motivaciones subalternas, no moraliza estos últimos, ni siquiera los tematiza, simplemente los da y los trata como hechos. Por otro lado, este especio oculto o sumergido de la política es por sobre todo el lugar en que se habla y se decide acerca de los medios para alcanzar un objetivo —para ganar, retener o no perder un “principado” o simplemente alguna forma de poder—. Es una conversación que gira en torno a planes, consideraciones tácticas, correlaciones de fuerzas, definición y realización de operaciones. Es el espacio por excelencia de la planificación de la sorpresa, de la definición de los objetivos intermedios. Visto así este campo de los medios es inevitable que sea más ambiguo moralmente que el de los fines. Siempre los fines, se presentan tan imprescindibles y elevados que los medios empalidecen frente a ello, y abren el lugar a las excepciones y los relativismos. Es una conversación descarnada sobre el estado de las fuerzas, en una frontera donde la moral pública, siempre más severa que la privada, podría simplemente no alcanzar para y explicar y fundamentar la acción. Por último, llamaría la atención en esta pequeña “fenomenología” de la dimensión sumergida de la política, sobre algo que puede parecer más de forma que de fondo, y es la textura que adopta el lenguaje político cuando se despliega en privado, en la penumbra. Suele ser un lenguaje más procaz y mordaz, un lenguaje más deslenguado. El hecho puede parecer normal, porque solemos hablar un lenguaje más directo, irónico y desfachatado en nuestros espacios privados, pero llama la atención que sea un
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lenguaje particularmente rudo y procaz el de la política, siempre algo o bastante sexualizado, lo que queda en evidencia cada vez que a algún político por error queda expuesto a un “micrófono abierto”. En síntesis, se habla sobre algo que no se quiere que se haga público y se lo suele hacer en un lenguaje que tampoco se quiere que sea escuchado por todos. Por ello, quizás muchos políticos resultan mucho más comprensibles e interesantes a través de su correspondencia privada, de sus cartas, que por sus discursos públicos. Intereses subalternos y /o corporativos; debates sobre medios, planes y operaciones sorpresas; un uso de un lenguaje suelto, procaz y mordaz; pareciera que es en parte de lo que está hecho esta dimensión sumergida de la política. Si uno intentara atrapar en una palabra este submundo de la política, me atrevería a proponer a modo de síntesis, el término “conspiración”. Podríamos así decir, que la política contiene una dimensión conspirativa que le sería inherente, más allá de las formas de gobierno o formas históricas específicas que puede adoptar su práctica, y a la cual le sería propia el sigilo, el secreto, la media voz. Llegado a este punto conviene hacerse otras dos preguntas, ¿es tan grave y peligroso exponer esta dimensión oculta de la política? ¿Lo es igual hoy que ayer? Y, en un registro parecido: ¿por qué Maquiavelo trajo a la luz pública esta parte opaca de la política o para quién escribió Maquiavelo El príncipe? Veamos muy brevemente estos asuntos. Quisiera ejemplificar con un caso muy actual la persistencia de la dimensión sumergida de la política, por un lado, y, por otro, de los riesgos que entraña hablar públicamente de esta. Estoy pensando en Wikileaks y de su impulsor Julian Assenge. El caso es interesante porque implicó la filtración de mucho
miles de cables conteniendo informes de diplomáticos norteamericanos a lo largo y ancho del mundo informando sobre la política doméstica y/o sobre diversas gestiones y acciones a favor de ciertos intereses económicos o geopolíticos de Estados Unidos. Leer esos miles de informes y memorándum no fue sino la develación a gran escala de toda aquella parte de la política sumergida de la que hemos venido hablando. ¿De qué estaban hechas estas filtraciones? De informes sobre conversaciones con políticos locales; de reportes de acciones de lobby; de perfiles sicológicos de políticos; de recomendaciones de acciones de presión; de alianzas; de gestiones reservadas; de veladas y explicitas amenazas; etc. El asunto tuvo una gran publicidad inicial y hoy sospechosamente ha caído el caso en un total silencio mediático, y su impulsor —Julian Assenge— sigue aún recluido en una embajada. Un caso parecido, es lo que ha ocurrido, más recientemente aun, con las revelaciones del ex agente de inteligencia americano Edward Snowden quien puso al descubierto un espionaje a gran escala de Estados Unidos utilizando google, Facebook, Skype (interviniendo las correspondencias electrónicas de líderes y de personas de a pie a través de un programa especial llamado Prisma). Junto a lo anterior develó las escuchas telefónicas sobre importantes líderes, muchos de ellos aliados estrechos de Estado Unidos. El hecho nuevamente pone en la luz pública esa parte sumergida de la política. Los líderes espiados se mostraron escandalizados, hicieron algunos amagos de protesta, pero al final callaron. La impresión nuevamente es la misma: el problema no pareciera ser que se realicen estas prácticas ocultas de la política sino que estas se conozcan, que salgan a la luz pública. Lo más grave pareciera ser no que se hagan sino que se sepan.
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El autor de esta filtración anda por allí asilado y acusado de alta traición a su patria. Nuevamente la parte sumergida de la política muestra toda su violencia contra quien osa exhibirla de manera pública. Si ayer y hoy pareciera que no se puede hablar de esta dimensión oculta de la política y, si hacerlo, ha sido y sigue siendo peligroso, conviene, finalmente preguntarse para qué y por qué lo habrá hecho Maquiavelo, —cuya obra y su autor también fueron objeto de silenciamiento y denostaciones en largos períodos— y teniendo presente que Maquiavelo no era un ingenuo sino un político avezado. ¿Habrá sido Maquiavelo poco “maquiavélico” al hablar de esas cosas que se hacen pero que no se dicen en política? Gramsci, gran admirador de Maquiavelo, dice que los grandes políticos comienzan por maldecir a Maquiavelo, por declararse antimaquiavélicos, precisamente para poder aplicar luego sus normas “santamente”, y se pregunta si Maquiavelo habrá tenido un fin político o moralista. ¿Por qué habrá hecho lo que hizo? ¿Por qué se habrá arriesgado? ¿Para quién estaba escribiendo Maquiavelo? Si los verdaderos “príncipes” ya “saben” cómo funciona la política, para qué escribirle al príncipe. Quienes han nacido en las familias del poder aprenden allí, en la vida cotidiana, en los cumpleaños de los tíos y los primos, en el colegio exclusivo al que asisten o en las conversaciones de los mayores en los almuerzos de domingo, como es y funciona la política realmente. Enseñarle a un “príncipe” cómo opera de verdad la política y mostrarle su doble faz no constituye aparentemente, por tanto, el develamiento de ningún secreto importante.
Si ello es así, entonces —como sostiene Gramsci— Maquiavelo no escribió realmente para el príncipe sino para aquellos que “no sabían”. ¿Y quiénes son los que no sabían? Los aspirantes al poder de los tiempos de Maquiavelo y de todos los tiempos, las clases subalternas, aquellos para quienes perciben la política solo a través de la representación pública de ésta, como aquel lugar idealizado de los fines elevados y del “servicio público”, y para quienes quedan fuera de su mirada y conocimiento la otra esfera de la política, la dimensión sumergida. De Maquiavelo siempre se valora su “realismo”, de haber puesto en evidencia la escisión entre la moral cristiana y la política. La falacia de ese vínculo. De haber presentado la política tal cual es y no tal cual debiera ser. No cabe duda que Maquiavelo dio con algunos resortes universales de la política, de otra forma es inexplicable su vigencia. Sin embargo, concluyamos con una crítica al realismo político desde el propio realismo: la política también es antes que todo una lucha por definirla. No se debe confundir realismo político con pensar conservadoramente que la política es siempre igual e inmutable. A cada momento está en pugna en la política su propia definición: quiénes son sus protagonistas, con qué medios, tras qué fines, en que espacios y escenarios se despliega, de qué manera interactúan y juegan sus formas abiertas y sumergidas. Quizás lo más nuevo de estos tiempos es que se ha transformado en parte de la lucha por el poder no solamente los fines y los medios sino la noción misma de política. Las fuerzas confrontadas también hoy lo están, con más conciencia histórica que antes, en torno a la importancia de zanjar primeramente la noción misma de política. Que una parte muy relevante de esta disputa se juega antes de poner un pie en ella. Y que en esa lucha resulta
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de nuevo importante conocer y exponer públicamente —sobre todo a aquellos ciudadanos que sospechan pero que no saben a cabalidad el funcionamiento integral y real de la política— cuáles son los lenguajes y acciones que pertenecen a esa faz sumergida y oculta, y que permanece fuera de su vista. Hacerlo Igual que ayer, como hace 500 años, con la misma vocación pedagógica de Maquiavelo y de El Príncipe parece hoy una tarea política de primera importancia
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Por UDI (https://www.flickr.com/photos/udi_ popular/9243707736/)
ESTUDIOS POLÍTICOS
Socialización Política - Capital Político - Estratégia Electoral Reclutamiento
Construcción del compromiso militante en las Juventudes de la Unión Demócrata Independiente (UDI) por Natalia Silva
El presente estudio de caso consta de diez entrevistas semiestructuradas, que describen una experiencia de formación política de inmersión popular, donde se producen vínculos entre los futuros líderes del partido y dirigentes poblacionales. El interés por esta actividad es legitimado y reafirmado por las redes sociales de pertenencia de los jóvenes, transformándose en un valor simbólico interno que confiere capital social entre sus pares, constituyendo una militancia profesional.
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El contexto chileno
E
l sistema político chileno en las últimas décadas ha experimentado transformaciones profundas que han impactado la relación entre sociedad civil y los actores políticos tradicionales (Garretón, Cavarozzi, et al. 2004). Esta brecha que separa la sociedad civil de los actores políticos tradicionales se enraíza en la interrupción del sistema democrático tras 1973, lo que provocó progresivamente una nueva relación entre las fuerzas políticas y sociales durante y después de la dictadura militar, al modificar radicalmente las estructuras que promovían la politización (Espinoza & Madrid, 2010). La dictadura militar trajo consigo un largo proceso de cambios constitucionales que dieron lugar a una progresiva deslegitimación del sistema de partidos (Garretón 2001), siendo esta institucionalidad política una de las más desprestigiadas en Chile, de acuerdo al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD 2004). Durante el período post-dictadura, el foco político se centró en la reorientación política e ideológica de los partidos políticos de izquierda y centro izquierda, en función de la estabilidad institucional alcanzada por el retorno de la democracia: “la renovación”. Una situación similar vivieron los partidos de derecha al reorganizar sus estrategias partidarias y discursos. En consecuencia, se produjo un abandono del tejido social como campo de acción y validación social del liderazgo político, para dar paso a un público electoral cautivo y envejecido, como lo demuestra el estancado comportamiento del padrón electoral durante todo el periodo de los años noventa (Gamboa & Pincheira 2009). Aunque la progresiva erosión del compromiso político no es solamente un fenómeno doméstico y emerge como una de las características más apreciables
de la cultura política contemporánea en el escenario nacional se expresa de múltiples maneras, como en la desaparición de la enseñanza de la educación cívica y en el desincentivo de la participación juvenil al interior de las estructuras partidarias (Espinoza & Madrid 2010). Según Manuel Antonio Garretón y Marcelo Cavarozzi (2004) en las últimas dos décadas se ha evidenciado una modificación en la matriz socio-política, transitando desde una interdependencia de los componentes políticos, ideológicos y económicos, a una desarticulación de las identidades sociales y una fuerte deslegitimación de la política representativa (Garretón, Cavarozzi et al. 2004). Tal como lo señala a continuación Juan Sandoval y Fuad Hatibovic (2010): Los datos electorales confirman esta relación conflictiva con la política convencional, ya que si analizamos la evolución del padrón electoral en nuestro país podemos constatar que para el plebiscito de 1988 los jóvenes de entre 18 y 19 años constituían el 5,5% del electorado y los de 20 y 24 el 15,66% ; mientras, para la elección presidencial del 2009 los jóvenes de 18-19 años sólo representaban un 1,05% de los inscritos, así como los jóvenes de 20 a 24 años sólo ascendían al 3,46% del electorado (Sandoval & Hatibovic 2010, 16) El voto voluntario y la inscripción automática, estrenado en las pasadas elecciones municipales del 2012, tampoco lograron transformar este panorama a favor de la participación. A pesar de este sombrío escenario, un número reducido de investigaciones realizadas en nuestro país sobre participación política juvenil y compromiso militante, resaltan las motivaciones e intereses de jóvenes que adhieren a la vida política y dedican su tiempo en especial a la militancia partidista, tanto en contextos autoritarios, como de polarización (Espinoza & Madrid 2010). Un ejemplo de
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ello lo constituye una serie de estudios recientes sobre las élites políticas emergentes, que ilustran cómo los elementos motivacionales, los intereses, las trayectorias y expectativas de vida marcan el compromiso de la militancia a temprana edad, factores que además inciden en la participación voluntaria, en un contexto general de desafección políticaNota: 1. Es en este sentido que resulta relevante presentar un análisis sobre la formación política de éstas minorías juveniles, que se socializan políticamente en regímenes democráticos. Vicente Espinoza y Sebastián Madrid (2010) en un estudio sobre jóvenes militantes, encargado por la Iniciativa Chilena para la Modernización del Sistema Electoral, sostienen que: El estudio de estos grupos permite, de alguna forma, establecer algunas tendencias probables en los estilos y temas que marcarán la escena política futura […] En Chile, los dirigentes políticos, representantes y buena parte de quienes ocupan cargos de responsabilidad en el gobierno han sido militantes desde su juventud […] En otras palabras, es relevante estudiarlos porque constituyen una minoría que no sólo busca poder, sino que tiene serias posibilidades de obtenerlo (Espinoza & Madrid 2010, 10)
chileno, tanto en lo que se refiere a la militancia de izquierda como de derecha: “La asociación de los partidos políticos con el trabajo social cercano a los sectores sociales más desaventajados es particularmente fuerte en los jóvenes de La Alianza” (Espinosa & Madrid 2010, 60). En este contexto, la presente investigación constituye un esfuerzo en la comprensión sociológica de la construcción del compromiso político militante en el Chile democrático. Se trata de describir los procesos de socialización conducentes a la definición del compromiso político que experimenta una generación de jóvenes que creció en democracia, en un contexto de evidente apatía y desafección frente al sistema político tradicional y sus formas (Toro 2008). En este marco, cabe preguntarse por qué existen jóvenes que optan por participar como militantes en la vida política.
La “Nueva Derecha”
De acuerdo a estos estudios recientes, una de las principales motivaciones que existe para explicar la persistencia del compromiso político juvenil es entender la política como un instrumento para la transformación social (Offerlé 2004; Espinoza y Madrid 2010). Una afirmación que parece ser relevante para el caso 1 Por Desafección Política entenderemos “un estado de opinión que no pone en cuestión la superioridad del régimen democrático, pero manifiesta una fuerte desconfianza hacia la actividad política, y en particular hacia los partidos” (Paramio 1998, 84)
Luego de veinte años de recuperada la democracia, la derecha política volvió a ser gobierno; esta vez por la vía electoral. En esa oportunidad, la llegada de la denominada “Nueva Derecha”, trajo a la memoria política las clásicas representaciones identificadas con la derecha: el empresariado, las élites tradicionales y el ideario valórico conservador, entre otras tantas formas de simbolizar y expresar la noción de “ser de derecha” en nuestro país. La victoria electoral de este proyecto es expresión de un ascenso paulatinoNota: 2 en la votación de las fuerzas políticas de derecha en los últimos veinte años: “Cuando este partido alcanza una significativa expansión 2 La UDI en el año 2002 pasó del 9,8% al 25,2%, situándose como una organización políticamente “próspera” (Joignant & Navia 2003)
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electoral independiente de su fuerte y entusiasta adhesión publica al impopular legado de una dura y ruda dictadura militar, esta ‘prosperidad’ partidaria obliga a desplegar una mirada más serena y analítica” (Joignant & Navia 2003, 129). Por ejemplo, en las elecciones municipales del año 2012, la Unión Demócrata Independiente alcanzó el 17,04% de la votación en concejalesNota: 3, obteniendo 47 alcaldes electos, convirtiéndose en el partido político más votado en Chile y el segundo con más alcaldes en el país. El origen fundacional de esta derecha tiene sus raíces en el ideario político construido por Jaime Guzmán Errazuriz, y continuado por los jóvenes de ese entonces y que hoy lideran el partido. La UDI nace del llamado movimiento gremial o “Gremialismo”, de la Pontificia Universidad Católica, en 1964. El gremialismo defiende el corporativismo y alienta la conformación de organizaciones intermedias autónomas de acción política (Arriagada 2005). Durante la Dictadura Militar son los jóvenes provenientes de este movimiento quienes integran instituciones como la Secretaria Nacional de la Juventud, la ex Oficina Nacional de Planificación (ODEPLAN) -hoy Ministerio de Desarrollo Social- a nivel central, así como diferentes alcaldías en sectores populares como Iván Moreira en la comuna de La Cisterna, además de la estratégica Comisión de Estudios de la Nueva Constitución. Esta instalación permitió tender un puente con la ciudadanía, que se tradujo más tarde en acumulación de capital político propio; y al mismo tiempo, dotó a la dictadura militar de un proyecto de 3 Tomamos como referencia la votación en concejales, dado que en esta elección los partidos tienen la posibilidad de llevar candidatos en todas las comunas, lo que permite medir la votación total por Partido, y así hacer una lectura más clara de la votación de cada fuerza política.
sociedad continuo y no meramente defensivo (Soto 2001), donde la Constitución de 1980 le dio cuerpo orgánico y jurídico a la obra cívico-militar. Todo lo anterior, revestido de un relato sobre el sentido del “servicio público”, para pasar del trabajo social realizado en poblaciones periféricas de Santiago, hacia la representación política electoral. A esta forma particular de vinculación política Evelyn Arriagada (2005) lo define como “asistencialismo electoral”. Hacia 1983, se creó un departamento para el trabajo poblacional que logró reclutar a ex militantes de centro y de izquierda (Arriagada 2005). Durante el “Congreso Doctrinario Jaime Guzmán”Nota: 4 surgen las definiciones más importantes que perduran hasta hoy: ser un “partido popular”, de cuadros, de “inspiración” cristiana, partidario de la libertad y de la economía social de mercado. Esta definición ideológica explica la vocación por penetrar en los sectores populares y su arraigo social, y que a su vez resalta y reivindica su condición de partido multi-clasista (Arriagada 2005), diferenciándose frente a su aliado de coalición, Renovación Nacional. El éxito de la derecha ejemplificado en la UDI, se explica principalmente por su trabajo en terreno. Barozet (2003) subraya lo siguiente: “Responde a una visión más de largo plazo que busca ganar militantes más que simpatizantes, lo que acerca este partido a la estrategia histórica del PC de creación de un ‘lazo de compromiso’ más fuerte” (Barozet, 2003:44). Según Mauricio Morales y Rodrigo Bugueño (2001), lo que parece definir a esta Nueva Derecha es que, “No obedece necesariamente a su ideología, sino que a su distanciamiento de la derecha tradicional respecto a la conformación de su élite dirigente y al 4 Congreso realizado luego de su asesinato cometido en abril de 1991, en un atentado perpetrado por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR)
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foco electoral que presenta la UDI” (Morales & Bugueño 2001, 5). Esta ruptura de la tradición de derecha de raigambre rural y conservador, conformaría un nuevo “estilo” de hacer y pensar la política desde la derecha, sin abandonar sus principios socializadores que los posiciona dentro del campo político, pues “De igual manera se trata de una elite generacional que fue socializada bajo el mismo régimen autoritario” (Morales & Bugueño 2001).
te: el 50% de los participantes acumula más de 72 horas de formación recibidas. Este dato visibiliza la configuración del compromiso y la educación política en la derecha chilena, como elemento socializador “el acercamiento a los jóvenes no militantes o militantes nuevos pasa por procesos de educación política; de hecho, el 80% de los jóvenes militantes que no poseen cargos de dirección han recibido alguna forma de educación política” (Espinoza & Madrid 2010, 182).
Tomando en consideración este escenario histórico, hemos querido abrir un espacio para el estudio de las generaciones de recambio de las élites políticas actuales de derecha en Chile. Una derecha heredera de la opción por el trabajo en terreno, que buscar identificarse con el electoral popular y que a diferencia de la generación dirigente, se socializa en un periodo de consolidación democrática: la Juventud de la Unión Demócrata Independiente.
El programa “Vívelo” es una escuela de formación política anual, inspirada en el voluntariado juvenil realizado durante la campaña presidencial de Joaquín Lavín el año 1999, y que luego Pablo Longueira institucionalizó como experiencia de trabajo y formación política. Los participantes viven una semana en la casa de un dirigente poblacional UDI manteniendo su rutina diaria normalmente. Es decir, acuden a sus trabajos o casas de estudios desde la periferia en que viven los dirigentes sociales. El objetivo del programa es que durante dicho período se produzcan vínculos entre los futuros líderes del partido y los dirigentes poblacionales del partido, fortaleciendo la estructura política partidaria, al mismo tiempo que se reafirma el imaginario político UDI tanto para los jóvenes voluntarios, como para los dirigentes poblacionales: se trata de cimentar el compromiso hacia los sectores más empobrecidos del país, continuando el legado histórico heredado de los postulados de Jaime Guzmán Errazuriz:
La Juventud UDI: “Vívelo, que no te lo cuenten” El eslogan de las Nuevas Generaciones (NNGG) de la Juventud UDI es Formar y Transformar, lo que resume formar a sus futuros líderes y estar inmersos en el trabajo social y popular. El caso que analizamos es el programa de formación política “Vívelo” realizado el año 2012, que reúne tanto a militantes de las NNGG como también a jóvenes simpatizantes y cercanos a la red UDI. Se trata de una experiencia juvenil de inmersión poblacional, con profundo sentido de formación política, que se enmarca en el proyecto popular de la UDI. Según Vicente Espinoza y Sebastián Madrid (2010) la Juventud UDI es el partido que destina mayor cantidad de horas de formación política por militan-
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Jaime Guzmán me pidió que me dedicara a formar la UDI, que lo acompañara en esta aventura; que él había formado y reclutado a una élite profesional, pero que ahora había que construir el mundo popular; y dado que dábamos el paso de fundar un partido político, debíamos tener, en nuestra colectividad, toda la expresión social del país. Era la hora de formar el departamento poblacional
de la UDI […] Así comenzó un grupo de personas de la UDI a trabajar en los sectores populares del país, entregándonos por entero, durante más de seis años de nuestras vidas, a formar un partido de derecha, comprometido profundamente con el destino de los más pobres (Longueira 2003, 30).
la capacidad organizativa, el liderazgo y la responsabilidadNota: 6. Como ejemplo de casos que simbolizan la importancia política que conlleva haber sido parte de este programa, podemos mencionar al Concejal Tomás Hoffman (hermano de la diputada María José Hoffman) quién luego de participar en “Vívelo” fue elegido Concejal por la Comuna de Conchalí.
En este contexto se convoca desde las juventudes UDI a continuar con el legado de servicio público de Jaime Guzmán, bajo el apadrinamiento político de Pablo Longueira en el programa de formación “Vívelo”. Este programa que no ha sido estudiado hasta ahora, es solamente mencionado en una investigación realizada por Andrea Gamboa e Iván Pincheira (2009) sobre las organizaciones juveniles en Santiago de Chile, donde señalan brevemente su convocatoria y composición. Al respecto citamos lo siguiente:
Considerando todo lo anterior, nos proponemos dar cuenta del proceso de socialización política de estos jóvenes voluntarios comprometidos con “Vívelo”. Son ellos quienes encarnan el futuro cambio generacional del partido y por ende los llamados a dar continuidad al imaginario y al proyecto UDI. Al respecto, conviene recordar respecto al proceso de socialización:
Para la ejecución del programa se convoca a militantes de la juventud política del partido; definido como ‘trabajo político’, el programa se realiza en base a un voluntariado juvenil, coordinado por un equipo profesional remunerado […] En cada comuna trabajan alrededor de diez militantes, ya como voluntarios o equipo coordinador. La mayoría está en la universidad o en los últimos años de enseñanza media, algunos son profesionales y casi todos jóvenes (Gamboa & Pincheira 2009, 4142). Para participar en “Vívelo”Nota: 5 se debe postular como militante o bien ser invitado como simpatizante por un miembro de la Juventud o del Partido y se realiza una entrevista en la cual se mide 5 Cabe mencionar que existen también otras instancias de formación política, de carácter teórico, como lo son las sesiones en la Fundación Jaime Guzmán y el curso anual de la Leadership Foundation.
No cesa en la edad adulta; los grupos de afiliación, la enseñanza superior, la empresa, los medios de comunicación envían al individuo un flujo de mensajes que refuerzan o perturban sus creencias y actitudes, lo obligan a efectuar un ajuste permanente, un verdadero bricolaje de las representaciones diferentes (Lagroye 1994, 385). Nos interesa, tanto el modo en que esta actividad de formación política opera entre los jóvenes participantes, como las diferentes experiencias previas de socialización política de cada participante constituyen una disposición al compromiso político después de realizar “Vívelo”, una sociología del militantismo: “Como mostró la Sociología de las trayectorias militantes, el compromiso es determinado por las disposiciones adquiridas por los actores, en este caso principalmente por su socialización política y religiosa” (Alenda s/f, 9). La importancia de desarrollar esta línea analítica radica en que la construcción 6 Información obtenida vía entrevista a informante clave.
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e interpretación de la socialización y el compromiso político, posibilita comprender nuevas formas de adhesión política no desarrolladas en plenitud por la Sociología Política chilena. Hasta ahora, los estudios sobre socialización política y construcción del compromiso político de los militantes de derecha no ha sido suficientemente abordados, sí consideramos que la producción de conocimiento se ha centrado en dar cuenta de los perfiles sociales de los cuadros fundadores de la UDI (Joignant & Navia 2003). Por lo tanto, describir el proceso de socialización política de los jóvenes integrantes del programa de formación política es necesario para entender el “Vívelo” como un hito de consagración en la trayectoria de los militantes y simpatizantes de las Juventudes UDI. Con esto, damos cuenta de la composición social de estos jóvenes, e identificamos cómo este evento define un tipo específico de compromiso político de vocación popular.
Formas simultaneas de socialización, formación y reclutamiento como estrategias políticas para la noción de militancia Hemos podido dar cuenta que la necesidad de profundas transformaciones sociales se convierte en la primera razón o illusio de los jóvenes para vincularse con la política. Este programa de formación política se sitúa en el contexto político de la llamada “Nueva Derecha” que como vimos se trata más bien de una estrategia de asistencialismo electoral que se distancia con la herencia tradicional de derecha, pero que no tiene relación con una nueva conformación social y cultural de su élite dirigente de
recambio. El “Vívelo” como un hito de formación y como rito de iniciación en la trayectoria política de los militantes y simpatizantes de las Juventudes UDI, se convierte en un vínculo entre los dirigentes poblacionales y esta generación de recambio partidario. En este orden, el análisis desde la sociología política permite resaltar los aspectos sociales y colectivos de este evento de compromiso y formación política a partir del enfoque de sus socializaciones. Por otro lado, la sociología política nos permite dar cuenta de la composición social de los jóvenes de “Vívelo” y cómo estas dos dimensiones de análisis político impactan en la adhesión política de ellos. Es decir, en la manera en que se acercan hacia el compromiso, ya sea como militante o simpatizante. En otras palabras, describir el proceso de socialización política de esta minoría selecta permite en primer lugar dar cuenta de sus procesos de socialización primaria y secundaria; y que obliga a describir la composición social actual de los jóvenes que inician su trayectoria política dentro de la Juventud UDI, como una disposición específica hacia un compromiso político de vocación popular, en el entendido que el interés de la política nace de condiciones sociales desiguales (Bourdieu 2000, 2001,2005) En primer lugar, podemos decir que los jóvenes que participan de este programa se caracterizan por ser portadores de una socialización homogénea, vale decir, todos manifiestan un proceso de socialización primaria y secundaria similar, donde la religión aparece como un agente transversal a otros entes de socialización como la familia y la educación. En segundo lugar, como consecuencia de ser hijos de una generación socializada en la dictadura militar, la herencia castrense destaca como un capital cultural familiar privilegiado que acompaña la socialización política producto de la historia reciente de nuestro
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país. En menor medida, pero no por ello de menor importancia, los voluntariados sociales en su convergencia entre religión y educación, también son agentes importantes a la hora de definir el sentido de lo público como experiencia de socialización que brinda motivación e interés hacia la política partidaria. Lo anterior da cuenta que la familia sigue siendo el principal agente de socialización política. El interés por la política como ejercicio práctico tiene su antesala en los “trabajos de invierno”, que se legitiman a partir de anteriores experiencias exitosas asociadas en su mayoría en los voluntariados realizados en la enseñanza media y organizados en colegios religiosos vinculados a grupos conservadores de la iglesia católica, dibujándose así el discurso de la vocación social y el servicio público de manera incipiente. En tercer lugar, al proceso de socialización política como evento se asiste con una serie de capitales sociales, culturales y políticos acumulados en los procesos de socialización primaria y secundaria. Con un capital económico medio-alto o alto, acumulados durante el ejercicio de la profesión de sus padres, quienes integran el programa se ven envueltos en una experiencia que los diferencia y distingue socialmente. Para que tenga significado vivir una semana en una población sea una experiencia nueva, efectivamente hay que venir de los sectores de más altos ingresos de la sociedad chilena. En la paradoja discursiva, la “nueva derecha” no tiene nada de nuevo, puesto que se evidencia la identificación clara entre partido-clase que propone el análisis marxista sobre los partidos políticos o bien, se trata de una tecnología política en palabras de Michel Offerlé (2004). Así mismo, la familia invierte su capital cultural en la preservación de sus ideas y valores. Por ejemplo, los diez jóvenes
entrevistados provienen de colegios privados religiosos asociados a grupos de la iglesia y colegios ligados al ejército. Esta inversión de la familia en el bien educacional permite perpetuar un habitus de derecha, una subjetividad sobre los temas valóricos y morales de la sociedad que le otorgan coherencia al ideario conservador. En esta dirección, la herencia de su grupo familiar (muchos de ellos ex militantes del Partido Nacional, militares en retiro, etc.) se transforma en un capital social en forma de redes sociales, que permiten también la acumulación de capital político producto de sus amistades y círculos sociales, a pesar de que discursivamente los jóvenes aparentan una independencia respecto del Pinochetismo y de los sectores más conservadores. También pudimos dar cuenta que el capital social de los jóvenes rectifica de diversas formas su decisión por el servicio público y su vocación social. Esto se ve reafirmado con el sentido de pertenencia que otorgan los grupos de amigos que también militan. Finalmente, el “Vívelo” actúa como un bien de acumulación de capital político propio para la entrada al sub campo partidario. En cuarto lugar, el “Vívelo” actúa como una estrategia de reclutamiento al partido. Además de ser una estrategia electoral a la hora de la inserción social, dado que permite poner en operación todo el despliegue del aparato partidario nacional, es una estrategia de intervención territorial que se disfraza como experiencia de formación política empírica. Lo que tenemos entonces no es más que una tecnología partidaria modernizadora de la derecha, para desapegarse del discurso conservador y convertirse en una estrategia de penetración electoral en los sectores más empobrecidos. En el transcurso de la investigación de campo, apreciamos cómo se vincula la estructura de la Juventud UDI con el aparato partidario local. Por lo tanto, se formaliza una relación de clientelismo donde los concejales actúan como
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vector entre el partido y los dirigentes poblacionales. Este hecho cumple un doble rol, porque además permite a los participantes de “Vívelo” acumular una experiencia político-social en forma de bien político propio, que se construye de cara a los sectores más postergados del país. Este hecho da cuenta que la Juventud UDI sigue reclutando su cuadros políticos en sectores altos y medios altos. Pero a diferencia de los cuadros fundadores, las nuevas generaciones del 2011-2012 no vienen de las Universidades Tradicionales más prestigiosas del país, sino de la educación privada, lo que condiciona su bajo nivel de participación en organizaciones estudiantiles, y, con ello, un menor capital político, es decir, tienen un notorio déficit en materia de experiencia organizativa. La correspondencia entre trayectoria y formación política se lograría con rituales de iniciación como el “Vívelo”, donde las nuevas generaciones de la UDI “viven” o experimentan la opción popular del partido durante una semana, compensando así su déficit de capital político adquirido durante sus procesos de socialización. Realizar el “Vívelo” constituye un punto de diferenciación entre militantes y simpatizantes. Al ser un programa de formación política goza de mayor distinción, y se constituye en la barrera de formalidad entre asumir el compromiso, más allá de la ficha, y asumir la capacidad de liderar puestos de dirección partidaria. En este sentido, tienen mucha importancia las experiencias exitosas de participación previa en voluntariados, así como también la aprobación del grupo de pertenencia: familiares y amigos que ratifican el compromiso político como una forma de vocación social. Por tanto, existen dos salidas posteriores al “Vívelo”: mantenerse como simpatizantes en la red o convertirse en militantes del partido, si es que no lo eran con anterioridad al programa.
Los simpatizantes seguirán en el entorno partidista como red de apoyo en la difusión y propaganda sobre el ideario valórico de la derecha chilena y como reserva electoral permanente. Pero las imposibilidades materiales de tiempo y la pérdida de autonomía relativa no les permiten asumir mayores compromisos con la estructura partidaria interna. Sin embargo, “Vívelo” como experiencia positiva convierte a la mayoría de sus participantes en militantes formales, los cuales trabajan políticamente en la estructura. Esto significa que, invierten tiempo, asumen cargos directivos y asumen un compromiso con un proyecto social y moral, en una lógica de militantes de iluminados y de estructura (Gutiérrez 2010). Por último, cabe mencionar que a nivel ideológico, las nuevas generaciones de la UDI tienen una mayor independencia respecto al clivaje autoritarismo/democracia que marcó la política chilena durante los últimos treinta años. En suma, podemos decir que al proceso de socialización política se asiste con una serie de capitales heredados en la socialización primaria y secundaria, y que dispone a los jóvenes a una forma de compromiso político de vocación popular. Respecto al programa de formación “Vívelo” podemos decir que este actúa como un rito de iniciación al incorporar los valores y la doctrina de la UDI, y que tiene como principio activo una vocación indiscutida hacia los sectores de pobreza más dura. Esto constituye un fuerte compromiso político de carácter popular y con clara vocación social. Este mismo hito o evento se constituye como un bien de capital político para la competencia interna, vale decir que, quienes hayan participado en dicha experiencia están mejor preparados y capacitados para todo lo que concierne la vida partidaria futura: la ejecución de cargos internos, la competencia y la po-
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sibilidad de acceder a cargos de elección popular. Esta experiencia de formación, posibilita la entrada a un territorio poblacional donde se ponen a prueba las características de liderazgo y responsabilidad personal, principales bienes de competencia al interior de cualquier partido.
novación de la política como fenómeno sociológico en el Chile actual
En último término, la participación en dicha instancia de formación permite el ingreso natural al partido, debido a la vinculación directa con la estructura partidaria. Se constituye en una forma de reclutamiento y de estrategia electoral, de formación de futuros militantes y de reserva de simpatizantes para el mismo proyecto ideológico y político que mantiene y sostiene la doctrina de la UDI en coherencia al legado histórico de Jaime Guzmán Errazuriz, y que se reproduce hoy con inusitada fuerza en los territorios más vulnerables.
Socióloga. Universidad de Valparaíso.
Autor Natalia Silva
Correo: nata.silvag@gmail.com
En resumen, nuestras conclusiones apuntan a tratar el programa “Vívelo” como una experiencia única, irrepetible y distintiva en formación política, que sólo constituye un primer paso para abordar otros programas de formación política en distintos y diversos contextos partidarios, y que por ende, pueden tener otros roles, fundamentos y objetivos. En este sentido, también nos interrogamos sobre la identidad política que se construye a partir de esta experiencia en los dirigentes poblacionales de base que reciben a los jóvenes del “Vívelo”, dimensión que no fue de interés analítico en la presente investigación. En definitiva, la futura reflexión debe ir en la dirección sobre los distintos roles y dimensiones que cubre la formación política, en tanto, experiencia de socialización, compromiso militante, y experiencia de reclutamiento partidario que asegura el recambio generacional, y con ello la re-
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RESEÑA
Cuaderno de formación política básica. Para el militante socialista de Equipo Desafío Socialista. por EAZ
Varios autores. 2014. Cuaderno de formación política básica. Para el militante socialista. Santiago: Instituto Igualdad y Fundación Friedrich Ebert Stiftung, 251 pp.
Equipo Desafío Socialista
Disponible en el sitio web del Centro de Estudios Instituto Igualdad: www.igualdad.cl
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E
ste libro construido por un grupo de jóvenes socialistas contiene varios gestos. Por un lado, la idea de pensar en producir un texto que tenga como objetivo la formación política, en tiempos en que esta práctica se encuentra muy debilitada o en francas vías de extinción. Por otro lado, la recuperación del marxismo como referencia ideológica fundamental, en el marco de una cultura socialista como la chilena que ha ido perdiendo sus nexos teóricos con el pensamiento marxista. El libro recoge un conjunto de textos clásicos que van desde el Manifiesto Comunista hasta pasajes del ¿Qué hacer? De Lenin, pasando por Gramsci o pensadores socialistas chilenos como Eugenio González o Raúl Ampuero y culminando con trabajos del vicepresidente de Bolivia e interesante intelectual García Lineras. Cada texto escogido es acompañado a la vez de un comentario elaborado por los compiladores.
educativo de mercado, y a través de ello, extender la crítica a la actual sociedad neoliberal chilena. Un interesante esfuerzo el que contiene este libro, que bien merece un segundo tomo, para el cual se podría sugerir textos que rescaten la “vía allendista”; reflexiones sobre el PS y el marxismo de Clodomiro Almeyda; autores socialistas más contemporáneos como Antonio Cortés Terzi; la prolífica y siempre vigente escuela de Frankfurt; o por qué no, Mariategui. Quizás la mejor noticia que trae este libro es que los jóvenes socialistas quieren leer. Y parece que quieren hacerlo en serio
El libro abre en si mismo importantes interrogantes: ¿De que ésta hecho hoy en términos ideológicos el socialismo chileno o el partido Socialista? ¿De las múltiples corrientes que históricamente lo han alimentado, cuáles son las que hoy forman su acervo teórico? ¿Cómo debe o debiera formarse un joven socialista y en base a que lecturas? La apuesta de los autores parece no dejar lugar a dudas: hay que volver al marxismo, o por lo menos empezar por su lectura. Salir de la actual laxitud ideológica e ir a buscar a las fuentes primordiales. El libro también se interna en la coyuntura histórica del actual debate educativo con dos textos de Fernando Atria, en lo que parece ser uno de los grandes aportes de la actual generación: analizar y descontruir el actual sistema
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RESEÑA
Duro de matar, diálogos con Camilo Escalona de Álvaro Peralta y Enzo Pistacchio por JIS
Peralta Artiga, Álvaro y Enzo Pistacchio Sassarini. 2014. Duro de matar, diálogos con Camilo Escalona. Santiago: Editorial Zig – Zag S.A., 163 pp.
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l libro en formato de entrevista, deviene en un tipo de narración que tiene en algunos pasajes aires novelescos, en donde los entrevistadores van llevando a su entrevistado, por una serie de temas cruciales. Tanto en aspectos personales y autobiográficos, cómo en el desarrollo de la carrera política y ascendente de un hombre que ha jugado más de un rol clave en los procesos políticos y sociales de mediado del gobierno de la Unidad Popular, la Dictadura de Pinochet, la Transición Democrática y las ideas y reorganización del Partido Socialista hasta la actualidad. La narrativa descriptiva y analítica, se vuelca tempranamente a dar cuenta de la formación, vocación y militancia en la juventud socialista de Camilo, su maduración como dirigente socialista, el arduo y estimulante trabajo en el periodo de la Unidad Popular del Gobierno de Salvador Allende, para entrar al ruedo de lo que significo para los socialistas y el pueblo de Chile, la dictadura fascista de Pinochet, el exilio, las desapariciones de las direcciones colectivas post-golpe, las fracturas y conflicto entre el frente interior y exterior del Partido Socialista, la división de la orgánica partidaria y sus tendencias internas y posteriormente el largo transitar hasta la unificación posterior al triunfo del NO en el plebiscito de 1988.
política, en donde las transformaciones, reformas al status quo y la lucha contra la desigualdad, deben hacerse desde las mayorías, para no caer en los errores cometidos durante la Unidad Popular y el dogmatismo de avanzar sin transar. Los aspectos gravitantes de la historia política de Chile de los últimos cuarenta y cinco años, es contada por uno de los tantos protagonistas privilegiados de su acontecer, y por lo mismo de los altos y bajos que ella ha ido dejando, tanto en sus realizaciones y logros, como desafíos que aún queda por concretar. El libro deja una estela abierta a las interpretaciones, a la toma de posiciones sobre dicho periodo, para estar en sintonía o en disenso con su forma de dar cuentas de los hechos y sus derivadas. No está de más decir, que la historia, y sobre todo política, la hacen generaciones de hombres; la escrituración de la misma, es un tema del hombre, de sus circunstancias, de su espiritualidad. Por tanto, siempre habrá una selección y discriminación de los acontecimientos narrados
Un segundo momento narrativo, va desde la transición democrática hasta el presente, en donde el protagonista va relatando los pormenores de dicho proceso, sus roles políticos en el socialismo chileno, en la política nacional, en los gobiernos de la Concertación y en el mundo parlamentario, tanto como Diputado de la República como Senador y Presidente de la Cámara del Senado. En este ciclo, la conversación toma un tinte más señero políticamente. Hay aportaciones desde las ideas, a configurar una cosmovisión del Estado, la sociedad y la
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Práctica Política y Medios Digitales, de Oriana Avilés, Rodrigo Cárcamo, Jaime Illanes y Bastián Jul por EAZ
Avilés, Oriana; Cárcamo, Rodrigo; Illanes, Jaime y Jul, Bastián. 2014. Práctica Política y Medios Digitales, Santiago: Ediciones Instituto Igualdad, 140 pp.
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e ha transformado en un tema de reflexión de alta significación intentar dilucidar cuál es el real significado que tiene para la política, para la democracia y el cambio social, los nuevos medio virtuales y digitales, y las llamadas redes sociales. El texto práctica política y medios digitales, elaborado por el área de Medios y redes sociales del Instituto Igualdad, recoge las ponencias de un seminario, en el cual expusieron algunos de los académicos y personas que han venido trabajando y reflexionando sobre el tema en nuestro país: Enzo Abbagliati, Eduardo Arriagada, Nicolás Copano, Francisco Díaz, Bastián González y Danae Mlynarz. A través del texto se abordan diversas temáticas, entre ellas el significado de las redes sociales sobre el concepto mismo de comunicación y participación política, y como ello está impactando en el concepto de ciudadanía. También se aborda el tema de la tensión que se produce entre los nuevos medios de comunicación, organización e interacción que estos medios virtuales y digitales implican y permiten, con algunas de las funciones clásicas de los partidos políticos. Igualmente se analizan algunos impactos concretos que tienen en las campañas electorales las redes sociales, estableciéndose como un área que ya no puede estar ausente de estos procesos. Aun no queda claro cuál es el real impacto de estas nuevas tecnologías sobre la política, las posiciones van desde quienes ven una verdadera revolución en éstas hasta quienes llaman a mirar con más cautela estos fenómenos. Para quienes quieran tener un acercamiento a esta problemática el presente libro es una vía muy propicia y sintética para adentrarse en este nuevo campo temático
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La conversión de los socialistas chilenos. Esquema de transformación político-cultural de una élite desde la revolución al orden de Esteban Valenzuela Van Trek por Rogelio Martínez Esteban Valenzuela Van Trek. 2014. La conversión de los socialistas chilenos. Esquema de transformación políticocultural de una élite desde la revolución al orden. Santiago: Ediciones y Publicaciones el Buen Aire S.A. 205 pp.
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ara ser un texto del año 2014, se esperaría de Valenzuela Van Trek un mayor ahondamiento en el momento político de inflexión en el que supuestamente se encontraría la nunca acabada transición política chilena o, al menos, una mayor atención en la génesis y proyección del nuevo pacto político, con pretensiones de social, denominado “Nueva Mayoría”. Una comparación, por ejemplo, con otras experiencias contemporáneas chilenas o latinoamericanas. Sin embargo, Valenzuela Van Trek prefiere el riesgo y es tal vez la mayor fortaleza de su libro. Ensayar una interpretación crítica del proceso de conversión de ideas políticas de la que considera una élite política y social: las cúpulas y las direcciones políticas de los partidos de la izquierda chilena, en particular del Partido Socialista y del Partido por la Democracia. Claro que a poco andar, reconoce que en ambos casos no han sido solamente las cúpulas o direcciones del partido las que han abjurado del marxismo leninismo y otras hierbas, sino que reconoce que tal fenómeno social ocurre también a nivel de los dirigentes intermedios de dichos partidos, a nivel, digámoslo, de la militancia. No está, sin embargo, el acento de su estudio allí, que es en definitiva el estudio sociológico del campo social, rural, urbano, económico y social chileno, sino en lo que él considera la “elite” de dichas formaciones políticas y en el hecho que, a su juicio, “los socialistas son el sector que más cambia”.
te raíz histórica y para ello se destaca como lo hiciera el propio Partido Socialista en su último Congreso de 2011, las ideas del ex Rector de la Universidad de Chile, Eugenio González Rojas y su humanismo socialista. También recurre a los autores Berger y Luckman y desde la óptica sociológica con acierto se dice que la conversión de ideas de las direcciones del Partido necesariamente lo fueron, no en un trasfondo, sino en un fondo político y social mundial y nacional radicalmente distinto al que enfrentaron en la mayoría de los decenios del siglo XX, en las que dieron las más cruentas luchas políticas al fragor de las ideologías totalitarias y utopistas. El autor hace un completo recorrido por la historia del Partido Socialista post ´73, por eso su lectura resulta del mayor interés para las nuevas generaciones de la militancia, ya que revisa el actuar de individuos y dirigentes concretos mencionados expresamente, así como el aporte de revistas, centros de estudios y la vida partidaria en Chile y el extranjero. En suma, un libro que informa, que plantea desafíos más que científicos, propiamente políticos, y que serviría de marco de interpretación eficaz, en especial, si siguiendo una de las citas del libro, se acepta con Ludolfo Paramio que “una vez que no hay un sujeto pre-constituido de la historia, nos encontramos con una pluralidad de agentes, ninguno de los cuales puede reclamar, a priori, más privilegios que los que deriven de su fuerza social real”
Para su análisis, usa conceptos como el de “disonancia cognitiva” que ya se ha usado por otros para explicar la conversión de los socialistas y de su ideario, desde la perspectiva psicosocial y de la conflictiva intersubjetividad de actores políticos que vieron el mundo cambiar bajo sus pies. Aunque reconoce que las actuales posturas de la dirección política del PS y del PPD tienen igualmen-
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RESEÑA
Los civiles de Pinochet. La derecha en el régimen militar chileno, 1983 – 1990, de Pablo Rubio Apiolaza por Joaquín Fernández (www.redseca.cl) Columnista de Red Seca. Reseña y otros escritos disponibles en www.redseca.cl
Rubio Apiolaza, Pablo. 2013. Los civiles de Pinochet. La derecha en el régimen militar chileno, 1983 – 1990. Santiago: Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos – Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Santiago,
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a derecha ha recibido una escasa atención por parte de la historiografía política chilena. Si bien importantes obras, como las de Verónica Valdivia y Sofía Correa, habían aportado visiones sobre la historia de la derecha en el siglo XX, faltaba una obra que analizara de manera más específica el desarrollo y las transformaciones de la derecha chilena bajo la Dictadura de Pinochet, y la complejidad que adquirió la relación de dicha corriente con el régimen imperante. A esta tarea se ha abocado el historiador Pablo Rubio Apiolaza, quien en su libro Los Civiles de Pinochet, ha estudiado el desarrollo de la derecha en el marco de la Dictadura chilena, con énfasis en el período comprendido entre los años 1983 y 1990. El autor centra su mirada en organizaciones de la derecha como fueron el MUN, RN y la UDI, durante en el período, estudiando su evolución interna, las relaciones que se entablaron entre ellas y los vínculos que tuvieron con la dictadura de Pinochet. Así, evidencia como el surgimiento de agrupaciones políticas estables hacia el año 1983, complejizó la relación de la dictadura con sus bases de apoyo. Rubio sostiene que la Dictadura durante la década de 1970 pudo gobernar sin necesidad de negociar con los sectores civiles que le daban sustentación. En este sentido, y de una manera en nuestra opinión acertada, el autor sostiene que en las pugnas entre “duros” y “blandos”, los primeros habrían sido un sector con escaso poder y presencia en el gobierno. Sin embargo, con la irrupción de los partidos políticos en la década de 1980, la Dictadura se vio ahora enfrentada a un nuevo escenario, en el que debía tratar con grupos organizados que algunas veces tenían intereses contrapuestos entre sí. Si bien gran parte del texto se avoca a describir y analizar los episodios de conflictividad al interior de la derecha,
el autor sostiene, de manera explícita, que la defensa de la dictadura, y especialmente “las grandes líneas de su proyecto político, económico y social” (p. 323), fue el elemento que unificó a la derecha en el período estudiado, proyectándose hacia los gobiernos democráticos posteriores y quedando en evidencia en las elecciones y en las coyunturas políticas críticas. El autor da cuenta de la complejidad de la relación de la derecha con el Régimen y como esta tensionó internamente a sus agrupaciones. Sin embargo, el autor sostiene que dichas diferencias habrían radicado en la evaluación de aspectos específicos del proyecto político de la dictadura —como era el caso de las leyes políticas y el grado de las limitaciones al pluralismo— o en los ritmos y tiempos de implementación de la transición, y no en torno a los elementos sustanciales del legado de la dictadura. En este sentido, al autor desecha las distinciones que han intentado mostrar las fisuras internas de la derecha como diferencias entre una derecha “democrática” y una “autoritaria”, supuestamente representadas por MUN-RN y la UDI. Por el contrario, Rubio evidencia que las diferencias entre dichas corrientes no fueron de principios, sino que se debieron a diferencias sobre cómo enfrentar coyunturas y problemas políticos específicos. De acuerdo a su enfoque, el autor sostiene que las diferencias y tensiones vividas entre las agrupaciones de la derecha se deben en parte a que estas representaban culturas diferentes, con tradiciones y prácticas políticas distintas, que ya se habían mostrado en conflicto con anterioridad. De hecho, el propio autor señala que el MUN, heredero de gran parte de la derecha histórica y la UDI, que dio continuidad al gremialismo, actualizaron pugnas que ya habían tenido en la década de 1960, momento en que nacionales y gremialistas se habrían tenido mutua
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desconfianza y en que los segundos expresaron evidentes manifestaciones de desconfianza hacia el modo “tradicional” de hacer política que atribuían a los primeros. De este modo, el autor deja en evidencia como las culturas e identidades políticas preexistentes se mantuvieron presentes en el tiempo. Pese a que la dictadura le dio coherencia programática a la derecha, a que permitió la emergencia de grupos juveniles como el gremialismo, y a que había “subordinado” a la derecha tradicional, las culturas políticas de los sectores que componían la derecha, previas al golpe de Estado, volvieron a emerger en la década de 1980, haciendo imposible que el gobierno alineara detrás suyo, y de manera coherente, al sector. Hubiera sido interesante que el autor prestara mayor atención a algunas expresiones de carácter nacionalista vinculadas a la Derecha, como fueron Avanzada Nacional y el Frente Nacional del Trabajo. El estudio del fracaso de la primera organización dejaría en evidencia los dilemas vividos por las corrientes nacionalistas más extremas durante la dictadura, y un mayor énfasis en la descripción de la inserción de la segunda en Renovación Nacional habría complejizado aún más la comprensión de la lucha por los liderazgos en dicho partido. Sin embargo, se trata de críticas menores en el marco de un texto de gran calidad que viene a llenar un vacío historiográfico evidente. Los civiles de Pinochet. La derecha en el régimen militar chileno, 1983-1990 es un libro fundamental para entender la historia reciente, que no sólo abarca de manera erudita y prolija el período estudiado, sino que además da luces para entender fenómenos políticos posteriores, que han marcado la política chilena durante los gobiernos democráticos
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La hipótesis del cine. Pequeño tratado sobre la transmisión del cine en la escuela y fuera de ella de Alain Bergala por EA
Bergala, Alain. 2007. La hipótesis del cine. Pequeño tratado sobre la transmisión del cine en la escuela y fuera de ella. Barcelona : Leartes, 206 pp.
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n momentos en que se debate en nuestro país sobre educación y sobre como revitalizar la educación pública -y para no seguir insistiendo por el camino de las infinitas pruebasestandarizadas- se debiera explorar las potencialidades formativas de la hoy arrinconada educación artística y dentro de ella poner un especial atención al rol que el Cine puede jugar en la escuela, por la capacidad de este de producir experiencias de aprendizajes, así como de potenciar las capacidades creativas de niños y jóvenes.
un arte que puede ser muy democratizado en esta fase dado los medio tecnológicos disponibles. La posibilidad de trascender una visión que reduce la experiencia educativa a ciertos aprendizajes cognitivos en favor de una experiencia amplia e integral e interdisciplinaria, encuentra en el cine un poderoso aliado. Un libro muy recomendado para aquellos profesores y profesoras que desean repensar y renovar sus prácticas pedagógicas
Uno de los más importantes teóricos de este encuentro entre Cine y Escuela es Alain Bergala, crítico y realizador francés, quien visitará Chile en noviembre próximo para participar en un Seminario Internacional sobre Cine y Educación organizado por el Instituto de la Comunicación e Imagen y del Departamento de Estudios pedagógicos (DEP) de la Universidad de Chile, y quien relata en el libro “La hipótesis del Cine” su experiencia junto al Ministro Jack Lang, en la implementación de una política pública de ingreso del Cine en la escuela. Chile ha desarrollado su propia historia al respecto, siendo una figura emblemática en este sentido la profesora Alicia Vega, cuyo trabajo en una escuela de la población Lo Hermida en pleno período dictatorial fue recogida con gran realismo y afecto por el documentalista Ignacio Agüero en “100 niños esperando un tren”. Las posibilidades e interrelaciones entre Cine y escuela son múltiples. Desde la formación de audiencias críticas frente a las estéticas que se ponen en juego en los medios audiovisuales, hasta las posibilidades técnicas que hoy están a un alcance cada vez más masivo, de poder contar historias propias .por parte de profesores y estudiantes- por la vía de la expresión audiovisual y del cine como
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La danza de la Realidad de Alejandro Jodorowsky por Raquel Ă guila Kiwi Estudiante de Derecho Universidad de Chile
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a Danza de la Realidad, película dirigida por Alejandro Jodorowsky, nos relata la autobiografía del director. Recursos propios de la narrativa del autor vuelven a tomar forma en esta obra: rupturas temporales que abren espacio a una reinterpretación de su vida, eventos mágicos que se insertan en una realidad que no da abasto para explicarse a sí misma, y personajes fantásticos frente a los que el espectador es incapaz de saber con certeza si realmente existen o tan solo son el reflejo del mundo interior del protagonista. Por un lado, la película sugiere ser una reconciliación de Jodorowsky con su pasado. El director del filme y autor del libro homónimo, parece confiar a esta obra la capacidad de resignificar su infancia; la extrema dureza de su padre (Jaime Jodorowsky), la hipersensibilidad de su madre que a ratos bordeaba en la locura (Sara Prullansky), su paso por Chile y los personajes miserables y decadentes que lo acompañan, personas que a lo largo de la narración que realiza el protagonista en retrospectiva, reaparecen reivindicados como los héroes de su pasado. El filme no está exento de referencias a la identidad judía del protagonista, la que solo parece cobrar importancia para hablar de desencuentros, de marginación. El mismo Jodorowsky ha confesado varias veces que su padre, un comunista militante, era profundamente antirreligioso, y que esa prohibición por el culto divino dio pie a su interés por el estudio de numerosas religiones y su simbología; reencuentro que parece no haber tenido lugar con su judaísmo, religión que en la película solo para ser motivo de burlas e incomprensión para el pequeño Alejandro. Por otro lado, la película nos invita a pensar nuestra historia de cara a la representación de una realidad que
si bien se sitúa cerca de 1931, parece hacerle claros guiños al Chile del presente; narración que vemos a través de los ojos de un niño que parece no ser capaz de distinguir entre realidad y ficción, una y otra mediadas por fuertes simbolismos, un surrealismo que, a ratos, no logra salvarse de la incoherencia, y un tinte esotérico que raya en lo cursi. A medida que avanza la película, va perdiendo fuerza la narración de Alejandro, hecho al que el espectador atribuía la indistinción de los sucesos mágicos de la cotidianeidad, para abrir la posibilidad de una cosmovisión tan propia de Latinoamérica como lo es el realismo mágico o un mundo de ensueño propio del surrealismo europeo, esta vez situado en Tocopilla, Chile. La presencia de sucesos fantásticos que no reciben explicación, o la existencia de personajes mágicos que forman parte de la realidad, prometen remitirnos a las narraciones de grandes autores del siglo pasado, sin embargo, sin suficiente delicadeza, Jodorowsky se queda atrapado en un mundo que parece haber sido diseñado para la comprensión de unos pocos, en la arbitrariedad de los símbolos y las representaciones, y en la incoherencia de personajes y vidas que no logran, quizá ni pretenden, un halo de verosimilitud. En otra línea, respecto a las pretensiones estéticas del artista, se nos presenta una propuesta artística marcadamente kitsch a través de personajes excesivamente rococós en su apariencia y en sus formas, además de escenas y escenarios que pretenden exaltar el mal gusto como parte de nuestra idiosincrasia. Sin embargo, esta proposición no es capaz de hacerse cargo de la complejidad psicológica de los seres que habitan el mundo de ensueño del niño Jodorowsky, y deviene en un simplismo e inverosimilitud de los personajes, los que no son capaces
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de cobrar vida por sí mismos, y con dudosa efectividad en el entramado de las historias en que convergen. Las mismas pretensiones estéticas envuelven las imágenes de tortura contenidas en la película, que si bien podemos suponer pretenden, mediante una ironía descarnada, transmitirnos el sinsentido e insensatez que encierran las violaciones a los derechos humanos perpetuados en nuestro país, el resultado no es más que una sucesión de escenas burdas e incómodas que con su poca sensibilidad parecen ser una burla a las víctimas de América Latina. La Danza de la Realidad esconde una propuesta interesante para el recuento de la vida del director, que lamentablemente se pierde tras un lenguaje cinematográfico vacío que no es capaz de hacerse cargo de las expectativas del espectador sobre las memorias del gurú chileno-francés llevadas a la pantalla grande
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